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clínico y paraclínico)
DEFINICIÓN
Se conoce como preoperatorio al manejo integral del paciente quirúrgico en el periodo que
antecede a la operación. Por razones de didáctica se le divide en dos fases: diagnóstica y de
preparación del enfermo para ser operado.
FASE DIAGNÓSTICA
La tendencia actual de la medicina es manejar los datos clínicos como datos científicos,
preferentemente de manera cuantitativa y objetiva. Si en la evaluación se llega al
planteamiento de la cirugía como medio de tratamiento se calculan los riesgos y se
comparan con los beneficios que se espera obtener; se analizan las probabilidades de
complicación, y se hace un pronóstico. En la fase diagnóstica, la información que se ha
recogido permite al paciente y al equipo de salud tomar las decisiones.
Historia clínica
La excelencia en la cirugía comienza con una buena historia clínica, hablamos de preguntas
que se hacen al enfermo en interrogatorio directo, o mediante un interrogatorio indirecto
cuando se hace a otra persona que informa lo que el paciente no puede comunicar.
En la elaboración de la historia clínica, la actitud y las palabras del médico tienen mucha
importancia para el paciente quirúrgico.
Técnica de la exploración
Exámenes de laboratorio
En el periodo preoperatorio existe un grupo de exámenes que se efectúa en forma rutinaria
con dos finalidades:
b) Realizar una valoración funcional mínima de los órganos y aparatos previa a una
probable intervención quirúrgica; la valoración se juzga con más importancia en pacientes
mayores de 60 años.
• Determinación del grupo sanguíneo y Rh del enfermo aun cuando en primera instancia se
piense que no necesitará sangre o productos hemáticos. .
• Prueba de ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) para detección de virus
de inmunodeficiencia humana (HIV).
Exámenes de gabinete
Sólo dos de ellos son de rutina en el preoperatorio por las razones antes aducidas para el
laboratorio.
-La placa de tórax como rutina preoperatoria orientada a tres finalidades primarias: saber
si los hallazgos pueden modificar la programación quirúrgica; saber si el abordaje
quirúrgico debe ser modificado en atención a las alteraciones encontradas, y conocer las
posibles complicaciones posoperatorias.
Indicación quirúrgica
-IQ urgente: Una intervención urgente se plantea cuando la función de un órgano o la vida
del paciente dependen de la prontitud con que se realice. Por ejemplo, el tratamiento
quirúrgico de un paciente traumatizado que sufre estallamiento de bazo: si no se ejecuta la
operación, fallecería de anemia aguda por hemorragia interna; su operación es urgente.
En todos estos tipos es privilegio y derecho inalienable del paciente aceptar o rechazar el
tratamiento que se le propone, pero el carácter de la recomendación que hace el médico es
el que se califica como urgente, no urgente, necesario o electivo..
FASE DE PREPARACIÓN
Planteamiento quirúrgico
Cuando se ha elaborado el diagnóstico integral, han discernido las causas que existen para
efectuar el tratamiento quirúrgico y se tienen definidos los riesgos que representa el acto
propuesto, se comunica la decisión al paciente en una entrevista en la que plantea la
necesidad de más miembros de la familia.
La comunicación debe ser respetuosa para explicar con palabras simples la naturaleza de la
enfermedad. Es importante que la exposición sea completa y objetiva, de manera que aclare
cuál es la historia natural del padecimiento. Enseguida se debe exponer la posibilidad de
modificar la evolución mediante el tratamiento quirúrgico y dar el nombre preciso de la
operación que se propone, explicar en qué consiste y las alteraciones funcionales que
pueden existir.
Explicación de riesgos
Cuando los pacientes tienen más problemas por sus condiciones de edad, sobrepeso, por
sufrir enfermedades sistémicas moderadas o por los efectos iniciales de la lesión quirúrgica,
se les explica que su riesgo es mayor al habitual o intermedio.
Los enfermos en quienes la lesión ha provocado deterioro sistémico grave o tienen lesiones
en uno o más órganos vitales, y todos aquellos en estado de gravedad o que ingresan en
condiciones de urgencia, tendrán información suficiente y veraz si se les explica que el
riesgo es elevado o máximo.
Órdenes preoperatorias
PREPARACIÓN GENERAL
Ayuno
AYUNO PREOPERATORIO
Aseo general
Si hay tiempo suficiente se recomienda que los pacientes adultos se bañen durante cinco
días seguidos con jabón de hexaclorofeno o clorhexidina, frotando por varios minutos la
zona donde se ha de practicar la incisión. Se ha demostrado que el hexaclorofeno tiene un
efecto acumulativo y disminuye la flora transitoria de la piel.
Rasurado de la región
Es preferible que el personal de enfermería use guantes desechables para hacer el rasurado
y un equipo estéril para cada paciente, resaltando que también esto puede ser realizado por
los familiares del paciente. El rastrillo con hoja desechable de doble fi lo es el mejor
instrumento para el rasurado. Terminado el rasurado se pide al enfermo que entre a la
regadera para quitarse el jabón y el vello suelto. Por último, se pone antiséptico en toda la
región rasurada y así pasa el enfermo a la sala de operaciones.
El paciente debe ir a la sala sin ropa interior, vistiendo sólo una bata desechable con una
gran abertura longitudinal que hace fácil su manejo.
Se instala una venoclisis en las venas de los antebrazos o del dorso de las manos del
enfermo, lejos de los sitios de flexión, con el fi n de que llegue a la sala con una vía venosa
útil para la administración de medicamentos y soluciones. Se acostumbra mantener la vía
venosa permeable con el goteo de solución glucosada al 5% a razón de 20 gotas por
minuto, pero el anestesiólogo puede tener otra indicación o preferencia. La instalación de
las venoclisis es por lo general labor del cuerpo de enfermería.
Las venas son también accesibles en otras regiones anatómicas, pero las de las
extremidades inferiores se abordan con poca frecuencia dado que los movimientos
involuntarios de estos miembros son muy amplios y más difíciles de controlar en el
transoperatorio y posoperatorio.
Existen otras opciones en diferentes regiones anatómicas cuando se han agotado las venas
en los brazos o cuando el clínico se encuentra con venas difíciles de penetrar. En estos
casos poco comunes se pueden practicar los abordajes en las venas temporales
superficiales, en las venas yugulares externas en el cuello.
Preparaciones especiales
Preparación psicológica
Productos hemáticos
En las intervenciones en las que por su naturaleza pudiera haber pérdida de sangre y
necesidad de restituir el volumen sanguíneo perdido, se debe verificar que las muestras
piloto de sangre hayan sido enviadas de manera oportuna y que en el banco exista la
suficiente reserva de productos hemáticos o componentes compatibles para ser utilizados en
la operación programada.
Debido a que la instalación de estas vías tiene un índice de complicaciones conocido, las
indicaciones para instalar el catéter venoso central son reguladas por criterios objetivos. En
las situaciones programables del preoperatorio se usa:
Las otras opciones comunes son las venas yugulares externas y, de preferencia, la vena
yugular interna o la vena subclavia derecha. Las izquierdas también son utilizables, pero
sólo como una última opción debido a que puede lesionarse el conducto torácico.
Complicaciones
Catéter
En casos de urgencia, cuando se debe operar a pacientes que no están en ayuno, se debe
inducir o provocar el vómito como el medio más efectivo. Después se pasa por una narina
una sonda de Levin (sonda nasogástrica) lubricada y se aloja la punta en el estómago. Su
extremo se asegura en la mejilla con una tela adhesiva. Se conecta un aparato de succión
gástrica intermitente o continua y entonces se puede lavar el estómago con solución salina.
Es importante subrayar que una de las complicaciones más temidas, pero susceptibles de
prevención, es la aspiración del vómito a los bronquios. Dicha complicación puede ser
fatal.
Sonda vesical
Enema evacuante
El enema o lavativa se hace en el periodo preoperatorio de los pacientes que serán operados
del abdomen y en los que se desea tener el colon vacío. En especial, en la operación del
colon, del recto y del ano; también se emplea en las intervenciones ginecológicas y en
obstetricia en mujeres en quienes se pretende evitar la contaminación fecal del campo
operatorio o el impacto fecal posoperatorio y el estreñimiento. No es una preparación de
rutina y está formalmente contraindicada en presencia de signos de irritación peritoneal.
La operación electiva del colon requiere que se le prepare desde varios días antes. Tiene por
objeto hacer llegar al paciente a la sala de operaciones con el intestino vacío y tan libre de
gérmenes patógenos como sea posible. Los medios mecánicos son muy efectivos y
consisten en consumir una dieta líquida y de escasos residuos durante tres días, usar
laxantes suaves y enemas a diario; el último de ellos se hace la noche anterior a la
operación.
Antibióticos profilácticos
Entre los estados anormales que se deben tratar o estabilizar antes del procedimiento
quirúrgico cuando no se trata de una urgencia inmediata están el choque, la anemia, la
deshidratación y el desequilibrio tanto acidobásico como hidroelectrolítico.
Deshidratación: Son síndromes relacionados con pérdida de agua y solutos, así como
disminución del volumen total de sangre.
Insuficiencia cardiaca: Es un síndrome que hace que el corazón no cubra las necesidades
metabólicas de los tejidos.
Anticoagulantes
El ácido acetilsalicílico inhibe la agregación de las plaquetas y con ello prolonga el tiempo
de sangrado. Su acción sobre la función de las plaquetas se debe a la acetilación de la
ciclooxigenasa plaquetaria, que previene la acción del ácido araquidónico y resulta en una
inhibición irreversible de la formación del tromboxano. Cuando se utiliza con el fin de
disminuir el riesgo de trombosis, aumentan las posibilidades de sangrado transoperatorio y
posoperatorio.
Hasta el momento, los estudios prospectivos sobre la determinación del tiempo que debe
transcurrir entre la suspensión del medicamento y la fecha de la operación se ha fijado en
siete días. Sin embargo, en estudios más recientes se afirma que incluso para intervenciones
de alto riesgo de sangrado es suficiente la suspensión por 72 horas. Hay muchas dudas en el
caso de operaciones de urgencia y en los procedimientos de trasplantes a propósito de la
dosis y la necesidad de suspender el medicamento en donde su ingesta no es
contraindicación para la operación a pesar de las posibilidades de sangrado.
Otros medicamentos