Cap 2. El origen de la revolución industrial.

Se debe entender que la revolución industrial fue una transformación económica y social,
que nace del cambio tecnológico necesario para que los acaudalados consiguieran
beneficios del sector privado. No obstante, no quiere decir que no tenga antecedentes, pues
antes ya se habían desarrollado herramientas y mejoras en los procesos productivos, pero
que no habían tenido un impacto importante.

Era claro que tenía que producirse en un país que fuera parte del comercio europeo, pues
eran los más prósperos en el globo. Así como del período previo de aumento de cosechas,
su forma de isla, así como la propagación del protestantismo.

El comercio estaba altamente desarrollado, así como el mercado interno, ya que se trataba
de una economía de mercado funcional, ya que el país contaba con grandes estructuras de
comunicaciones y transportes, por tanto, la industrialización sería más viable aquí que en
cualquier otro país.

Otro factor es que como la mayoría de la población era acomodada podía darse el lujo de
comprar bienes de lujo considerados innovadores, lo que en un país con un menor
desarrollo económico no habría sido posible.

Los demás países temían que la industrialización ocasionara un derrame económico, pero
al ser poseedores de un mercado interno sólido y uno externo fuerte, así como de un
gobierno estable, aunado al crecimiento demográfico, (ocasionado por el aumento de renta,
por lo que se podían concebir más hijos) ocasionaron que Gran Bretaña contemplara la
opción de fomentar la industria, para aumentar el número de productores, consumidores y
por supuesto, para bajar los costos de los productos.

Las industrias, alimentaria y textil, tuvieron un auge debido a que eran productoras de
bienes de primera necesidad, así como se desarrolló la compra de carbón y hierro, que eran
usuales en los hogares británicos.

Sin embargo, el primer paso real de esta revolución es el uso de la máquina de vapor. Una
vez que todo convergió se creó un gran excedente de la producción, que se contrarrestaba
con una demanda exterior de igual magnitud. Dentro del mercado exterior existió una
movilización política por parte de Inglaterra para desindustrializar otros países, así como de
prácticas proteccionistas y monopólicas.

Márquez Juárez Leonardo. Facultad de Economía.

Historia Económica General I. UNAM.
 Cap 3. La revolución industrial 1780-1840.
Con el dominio de la industria, surge el capitalismo industrial, siendo la representante
insignia la industria algodonera, que tiene su oportunidad al haber restricciones en la lana,
lino y seda, así como consistir en un costo más accesible. Esta producción mayormente
sería exportada hacia los mercados coloniales.

Al haber consistido más en prácticas monopólicas que en competitivas, cuando surge la

industria algodonera china, india y japonesa no puede hacer nada para conservar el
dominio. Previamente, aunque se concibieron herramientas que aceleraban el trabajo lo
mejor arribó en 1820, con la introducción de las máquinas automáticas.

El éxito fabril fue aún mayor gracias a la sincronización del nacimiento de la industria
química, que en sinergia permitieron que los empresarios y artesanos cualificados pudieran
adquirir este tipo de tecnologías, siendo que éstos últimos serían los primeros ingenieros,
al operar las máquinas por medio de su experiencia previa en los talleres.

Pero no todo era perfecto, existía una descentralizada y desintegrada estructura comercial
en la industria algodonera a partir de las actividades no planificadas de unos pocos.
También se desarrolló un movimiento en contra de las condiciones laborales. Fue entonces
que se establecería la relación social de producción empresario – obrero, así como una
producción compuesta por un factor de máquinas especializadas y trabajo humano
especializado, para finalmente derivar en que toda la economía dependiera de los fines
capitalistas y la acumulación de beneficios.

El ferrocarril fue un impulso económico sin precedentes, ya que permitía la circulación

masiva de mercancías con una disminución notable en el uso de combustible.
Posteriormente surgió también el uso predominante del carbón, así como del hierro para
construir desde puentes hasta utensilios domésticos.

Socialmente la industria desplazó a los artesanos pequeños y los obligó a ser obreros
asalariados, con una renta per cápita baja, o indigentes. Esta renta tenía que ser baja, pues
por medio de la remuneración no pagada del trabajador se obtendría la plusvalía y altos
beneficios, con lo que el capitalista podría reinvertir y aumentar aún más sus beneficios.

Este período fue de suma importancia y con lo anterior se han explicado las razones por
las que Gran Bretaña fue el pionero, tanto social, política, económica y tecnológicamente
en ascender al modo de producción capitalista.

Márquez Juárez Leonardo. Facultad de Economía.

Historia Económica General I. UNAM.