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La revolución industrial se trató de un proceso de industrialización que se desarrolló en Gran Bretaña

entre 1780 y 1830, para luego extenderse unas décadas después por el resto de Europa y EEUU. Se
trató de un proceso de transformación donde la economía rural basada en la agricultura y ganadería
pasó a centrarse en actividades industriales. Se deja atrás una economía basada en la agricultura de
subsistencia, producción artesanal y comercio limitado. Se produce la salida del trabajador del
campo a la ciudad, de una economía rural a las fábricas urbanas.
Un cambio de tal magnitud que su impacto se extendió a todos los ámbitos de la sociedad, no solo
económicas sino también sociales y culturales. No fue un hecho aislado sino que se debe vincular
con el surgimiento del sistema capitalista.
Se desarrolló en dos grandes y claras etapas: La primera se basó en el uso del carbón como energía a
través de la máquina de vapor, la industria textil y la siderúrgica como principal exponente. Una
segunda etapa basada en el uso del petróleo como energía a través del motor de explosion, la
electricidad y en la nuevas industrias como la química y automovilística.
La primera etapa comienza alrededor del año 1780 en Gran Bretaña. Con la abolición del sistema
feudal surge una nueva clase social: la burguesía. Esta comenzó a formar parte del poder político
hasta entonces, lugar que ocupaba el rey y la nobleza. Esto permitió una mayor circulación del
capital, el desarrollo de la industria privada. Ahora los medios de producción y bienes obtenidos eran
propiedad privada, base del sistema económico capitalista.
Las nuevas técnicas de cultivo, herramientas e invenciones implementadas en la actividad agrícola
provocó que se necesitará menos trabajadores para realizar la misma cantidad de tareas, esto
sumado al aumento demográfico generó una abundante mano de obra para las industrias, ya que
aquellos campesinos que se quedaron sin trabajo debieron emigrar a las grandes ciudades. Frente a
la burguesía ahora se formaba otra clase social, el proletariado, los obreros industriales que aportan
su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Las malas condiciones en las que trabajaban los obreros
traería problemas sociales graves. En un principio los empresarios instalarán condiciones de trabajo
muy duras, jornadas laborales muy extensas y escasa cantidad de horas de descanso. Esto provocó
que los trabajadores se organizaran y crearán sindicatos a fin de luchar para obtener derechos
laborales.
La aparición de nuevas tecnologías fue la base sobre la que se asentó todo el desarrollo que generó
la revolución industrial. Con la industrialización se produjo un importante cambio en los sistemas de
producción. Con la incorporación de las máquinas a las fábricas, se pasó de un sistema de producción
individualizado a un sistema fabril en serie. Este cambio supuso un incremento de la producción a
gran escala. La mecanización en la industria textil se instaló cuando se introdujo la lanzadera volante
y telares mecánicos. Luego este proceso se extendió a los sectores minero, metalúrgico y agrícola.
Uno de los factores que propició la industrialización en Gran Bretaña era la existencia de ciertos
recursos naturales tales como el hierro y el carbón, fundamentales para la industria y transporte.
Así se comenzó a utilizar energía como la hidráulica o la energía generada por el carbón.
La máquina de vapor patentada por James Watt en 1769, fue uno de los inventos más importantes,
que trajo consigo el gran desarrollo de los transportes y de la industria textil. Esta permitió la
aparición del sistema de transporte más importante de la época.
Los ferrocarriles eran capaces de llevar mucha más mercancías, en menor tiempo y con un costo más
bajo.
Cuando estalló la primera guerra mundial se da inicio a una segunda etapa de la revolución
industrial, caracterizada por avances científicos y técnicos que facilitaron los medios de producción,
se trató de una expansión de la primera parte. En esta segunda etapa el protagonista sería EEUU. La
electricidad y el petróleo comenzaron a utilizarse como nuevas fuentes de energía.
La electricidad se comienza a utilizar en la metalúrgica y en la iluminación, modificando la vida tanto
en las ciudades como en las fábricas. Con la electricidad en las calles permitía que las calles sean más
seguras y así permitir aumentar el horario comercial en las ciudades.
Con la aplicación de las cadenas de montaje, la producción se incrementó y a la vez se disminuyen los
costos de producción y por lo tanto el precio final de los productos.
Todo este proceso de transformación permite aumentar el rendimiento de las materias primas, del
trabajo, producir a gran escala y bajar los costos. Ahora fabricar cualquier producto resultaba mucho
más económico.
Todos aquellos países que de a poco fueron industrializados sufrieron un gran aumento demográfico,
dados a las mejores condiciones de vida. La mortalidad comenzó a disminuir y la esperanza de vida a
aumentar. Los avances en la medicina, especialmente en las vacunas permitió disminuir las
enfermedades anteriormente mortales.
El proceso de industrialización fue un proceso que cambió la historia para siempre, se trató de una
serie de sucesos que marcaron la economía, la forma de producción, las condiciones sociales del
trabajo y muchos aspectos más. Las mejoras en los medios de transportes y medios de comunicacion
permitió el desarrollo del comercio a un mayor nivel, el comercio exterior, aumentó la demanda de
productos industriales y el aumento de capitales que serían reinvertidos en la industria.

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