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i | darloun segundo! jE1 no la Seguiria en una aventura in- cierta y ella no se lo pedirial Crefa cada vez mas en esa elicula a la que él dedicaba todas sus energias yenuna ocasion en que volvieron a discutir sintié necesidad de confesarselo: —Felipe, ite lo ruego! jNo me hagas caso cuando me purlo de tu proyecto! jNo sé qué me pasa! jEs el diablo el que me jala la lengua! (Tu pelicula sera maravillosa! jSeré lachica mas feliz del mundo el dia que empiece el rodaje! —Ese dia no esta tan lejano —le respondié con tran- quilidad Felipe y luego, tomando en las suyas las manos de Parwa, afladio—: jPara mi ya no basta con hacer la pe- licula! (Quiero que tu seas parte de ella! {Quiero que tam- bién sea tu proyecto! Puede ser en actuacion, en produc- cién, en lo que sea... ‘Tiene que ser nuestra pelicula, Parwa! No mas mi pelicula, no mas... Nuestra pelicula! Al escuchar estas palabras, Parwa sintio que la invadia una alegria inmensa, una mezcla de ternura, afecto y rego- cijo que nunca habia conocido, pero enseguida un dolor igual de intenso, como si le clavaran una estocada en el estomago, hizo que se tapara el rostro con ambas manos. —iNo me puedes pedir eso, Felipe! —empezo en tono de queja y en seguida se dejo ganar por la rabia—: |TU sabes perfectamente que tengo mis propios proyectos, que también estoy a punto de emprenderlos! —{Luchar contra las mineras? Parwa, no te estoy pi- diendo que dejes de lado tus proyectos. Solo te estoy pi- diendo que los postergues por un tiempo, jAcabamos la Pelicula y yo me voy contigo a las minas! |De paso puedo hacer un documental de tu trabajo! —iTU no entiendes nada, Felipe! jEres un egolatra que solo piensa en su cine, sus proyectos! —fue cortante Parwa—. jLa lucha contra las mineras es mi lucha! jNo es tu lucha! ¢Entiendes? ¢Por una vez puedes hacer el es- fuerzo de entenderlo? jEs un reto que debo enfrentar sola! Cual una espesa sombra negra, un largo silencio cayo entre los dos. Parwa llego a creer que Felipe habia to- Escaneado con CamScanner mado una determinacion, que ella lo habia empujado snitiva Ser am jute mucho cuando no esta a mj isto, pero sufro muchisimo mas cuando lo tengo junto a mi, pero sabiendo que eso tarde o temprano se ya q acabar!» —tuvo la fuerza de reconocer una tarde, Pero al mismo tiempo no supo contener algunas lagrimas que hacia dias pugnaban por escapar. Asi, medio Ilorosa, la encontré Felipe en las cabinas de internet. El muchacho Ilevaba un clavel blanco en la mano. —Vengo en son de paz —dijo entregandole la flor— iTengo una noticia muy buena para mi pelicula! jAd- mito que es muy egoista de mi parte presentarme aqui para decir eso —extendié la mano para que Parwa lo de- jata continuar—, pero eres la primera persona, quizas la Unica persona, con la que me interesa compartir esa noticia! Pero sabes, antes quiero invitarte a conocer el mary esta vez no voy a aceptar que pongas pretextos.. iNo puede ser que solo hayas visto el mar de lejos cuando fuimos a Pachacamac! iEse es un pecado mortal que ahora mismo debemos corregir! Antes de tomar cualquier decision, los serranos debemos presentar nuestros Tespetos a la mama qocha. iElla es excelente consejera! Parwa, tomada de Sorpresa, no pudo decir ni pio. Alas justas atino a secarse las lagrimas que quedaban en las comisuras de sus ojos. —iEn marcha! jNos va a ganar el tiempo! jy te espera una sorpresa! a: —Se puso de pie Felipe. Era una empresa en la que él hacia tiempo estaba empefiado: Ilevar a su amiga a uno de esos Parques de Miraflores que tenian una vista privilegiada del mar y, con suerte, del atardecer. Cruzaron la ciudad en un taxi, un lujo al que Parwa tam- POCO supo ‘como oponerse, y en menos de una hora estu- ee al pie de un pequeno faro que miraba al océano. Geng todos los malecones, este es mi favorito —

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