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Moraes J.
Médico Veterinario.
Como insertarse en el mercado laboral profesio- Sobre todo en lo relacionado a las especies pro-
nal es quizás la mayor interrogante que plantea ductivas: bovinos y ovinos. En un país donde la
el estudiante en las cercanías de graduarse. La inversión pecuaria fue muy acotada. De super-
Universidad tampoco. La famosa transición entre (relativamente bajo que siempre se pagó por el
el estudiante aventajado y el profesional desocu- producto resultante, carne, leche o lana) fue re-
pado es una realidad de nuestra América. Porque gulado por el valor de los animales en pie o por
la necesaria regulación del mercado profesional- dependiendo totalmente de las pasturas naturales
Ingresos vs. Bajas-, para no caer en el “akademis- y el clima-, constituyó una limitante productiva.
che proletariat”, al que se refería Carlos Marx en Donde la mano de obra se medía en equivalente
el brillante parlamento prusiano de 1848, resul- hombre cada 1000 hectáreas. Donde el precio de
tante de aquella revolución europea, que pugnaba una hectárea fluctuaba entre 250 y 900 dólares.
por una democracia representativa. Donde los impuestos eran más que bajos. Y el
pre fue muy especial, que al sobredimensionarse Así el honorario veterinario se relacionó directa-
la oferta, minimiza el valor de la demanda. mente a la especie, y sobre todo al número de ani-
ción en el precio- que no se pedía al comisionista, milenio antes de Cristo (A.C), ejercía la profe-
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que gestionaba la comercialización-; pero que se sión junto a la de médico, designado por su rey
En ese encuadre se inscribió la profesión y se fue chado en el siglo (S) XVIII A.C. Sus 3600 líneas
haciendo cada vez menos profesional y más co- de caracteres cuneiformes, resumen en 282 artí-
merciante. El precio bajo y no la idoneidad mar- culos, prácticamente, todas las situaciones. De
caron el rumbo. Las relaciones personales o fami- ellos, dos son dedicados a la profesión veterina-
liares la tarjeta de presentación. ria (Elanco, 2013), e intuimos que también a los
mas que tampoco contempla Facultad en su malla La otra gran civilización coetánea, los egipcios,
académica: historia y desarrollo de la profesión, tal vez dejaron en papiros redactados en carac-
participación en el gremio, ética profesional, teres hieráticos una rica historia veterinaria, que
También por esa época, otro pueblo semita, guer- nombre que vivió hasta el S. XVIII: Albéitar (Os-
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funciones a otras especies, y crearon los servicios De ahí en adelante, Francia en particular y Eu-
de bromatología, dependientes del prefecto de la ropa occidental en general vivió un rapidísimo
anona (Grimal, 1968). Fue en Roma donde nació ascenso del profesional veterinario en la conside-
la denominación de arz veterinus o veterinarius ración popular. No sólo integrando, como oficia-
(Ostrowski, 1980). Y también, en 301 D.C., la les, los cuadros de remonta del ejército. No sólo
regulación oficial con la publicación de los aran- como miembros plenos de las Academias (in-
celes profesionales, decretada por Diocleciano glesa, francesa o prusiana) También en las otras
(Elanco, 2013). especializaciones en que se dividió su quehacer
profesional:
Con la caída del mundo antiguo, la profesión, en
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las condiciones productivas de los animales terinario –español- que había en el país (Posti-
diezmaban;
A fines del siglo XIX, los veterinarios en Uru-
3. El médico veterinario, ocupándose de la aten- guay eran 3, todos extranjeros. Recién en 1896
ción médica de los perros pastores o de caza o llega al país, formado en la Escuela Veterinaria de
de las mascotas, de los animales salvajes que Toulouse (Francia) el Dr. Pedro Bergés, primer
entraron a poblar los zoológicos, del motor veterinario uruguayo (Magallanes, 1989).
de la Profesión
La sociedad de Medicina Veterinaria del Uru-
Veterinaria en
guay (SMVU) la fundan 11 colegas en 1907, de
Uruguay
los cuales la mitad eran extranjeros (Magallanes,
El primer hito en el Uruguay lo marca la Asocia- 1997b).
ción Rural fundada en 1870, que a impulsos de
En esos momentos, el mercado laboral era más
su creador, Domingo Ordoñana y de su Revista,
que suficiente. La demanda excedía a la oferta, y
alientan el desarrollo veterinario (Magallanes,
la mayoría de los colegas tenía un puesto oficial y
1996).
trabajaba como liberal. La gran demanda la mar-
En ese Uruguay (Montevideo) ya se habían apro- caba la tracción a sangre (Magallanes, 1997b).
bado algunas regulaciones sanitarias. Es así que Pero también, significativamente las ordenanzas
en el Matadero de Arroyo Seco (trasladado des- nacionales o municipales que tenían que ver con
pués a la Barra de Santa Lucía) desde 1875 se ha- la inspección de tambos (1884) y el control de la
cía inspección sanitaria pre y post mortem de los tuberculosis (1896-97) en los más de 600 tambos
animales que se faenaban para el consumo diario que había en un Montevideo, cuyo límite subur-
bano era “el camino de los Propios” (Muñoz Xi- ria, que se transformó en Veterinaria, y cuyo giro
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ménez ,1951). O sea que había inmensos nichos principal se desplazó hacia el comercio, más de
de mercado no cubiertos por falta de recursos hu- insumos agropecuarios que de específicos vete-
resto del país, reproduciendo el modelo creado • CONAPROLE crea un servicio de Extensión
en Montevideo, centrado en la Clínica Veterina- e Higiene de la Producción.
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estar en el circuito aftósico, acicatea a la in-
Leche Higiénica
dustria para la producción de vacunas antiaf-
Las generaciones que entraban a Facultad de Ve-
tosa, desarrollando laboratorios que para no
terinaria eran relativamente chicas. Raramente
estar ociosos, producen otras vacunas y espe-
pasaban de 30 alumnos. Luego de la Ley Orgáni-
cíficos veterinarios. Estas firmas, nacionales
ca de 1958, los grupos se triplicaron, aumentando
o extranjeras nutren una nueva especializaci-
considerablemente los egresos. Y al comienzo de
ón: el asesor o director técnico veterinario.
los ‘60, con el mismo mercado, ligeramente am-
• Comienza a desarrollarse la inseminación ar-
pliado por el desarrollo de la producción avícola
tificial (IA) fundamentalmente en ovinos, y la
y de la industria pesquera, se vuelve a la situación
congelación de semen bovino, naciendo otra
anterior, con más de 300 profesionales registra-
especialización.
dos ante el MGA.
Y todo esto se ve coronado por la realización Leche Higiénica (PLH, promovido por la Facul-
del Primer Congreso Nacional de Veterinaria, en tad), aumentaron, por el carácter obligatorio de
1955. Con aporte técnico y científico. Pero tam- la primera y económico del segundo (aumenta-
bién, con la publicación del primer Arancel Na- ba el precio de la leche en los tambos adheridos
cional de la SMVU. Tal vez el primer intento de al Plan) el quehacer veterinario (Casas, 1999).
cimiento de un común acuerdo. De un marco éti- se limitaba a “la cepa”. Si bien era la entrada al
co, ya que al no estar la profesión reglamentada, predio, generalmente quedaba en eso, en aquellos
poco o nada se podía hacer jurídicamente, para predios criadores del norte, noreste, centro y este.
aquel que infligiera el límite acordado. Con otro agravante para el mercado: era realizada
sanitarios.
En el Plan de Leche Higiénica, si bien la parti- ación, muchas de estas mutualistas no eran pro-
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cipación de los veterinarios oficiales era menos piedad de veterinarios, sino de comerciantes que
evidente que en la Cepa 19, igualmente ocupaban los contrataban, por horas generalmente, y que se
gran parte del mercado. Otro tanto lo ocupaban basaban en los honorarios ridículamente bajos,
los veterinarios del servicio de extensión e higie- que pagaba la primera que existió: la Sociedad
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Veterinaria Ética Profesional
Planificada (AVP) En los ‘80, por primera vez, públicamente, se re-
La IA en los tambos fue una válvula de escape. A conoció una flagrante violación de la ética, que
través de ella, y el control reproductivo concomi- hasta ese momento era sólo conversación de café,
tante, tuvo la profesión una masiva entrada en los dicotomizando la profesión liberal que ejercía a
establecimientos, que en muchos casos, terminó campo entre “Gimnastas y Bolicheros”1. Refiri-
en una asistencia planificada, por la cual tuvo una éndose la primera palabra al ejercicio físico inhu-
mayor injerencia en todo el sistema. Como la tuvo mano, y a la lucha por conseguir esa “changa”,
también en aquellos establecimientos criadores o que implicaba generalmente una baja arancelaria;
de ciclo completo que tímidamente la empezaban y la segunda a lo mismo, pero que incluía la baja-
a aplicar. da de honorarios en relación al monto de la com-
mas de interpretación, aplicación o forma elegan- Comienzan también a surgir los testaferros, que
te de faltar a la ética, al disfrazar como Asistencia dan su firma profesional para trabajos realizados
Veterinaria Planificada, el pago en 12 cuotas, de por no profesionales, o para trabajos que no rea-
intervenciones obligatorias como eran la Refren- lizan, y que el MGA(P) no audita, por diversas
dación Anual que exigía el PLH, la Cepa 19, y razones.
posteriormente la vacunación con RB 51.
Los escritorios rurales comienzan a influir más, y
En establecimientos ganaderos existía el mismo la presión sobre los veterinarios que trabajan a su
problema. Nada más que acá se sustituía la Re- vera, para hacer “consideraciones” a los clientes,
frendación por el Diagnóstico de Gestación, y a llevan, no pocas veces, a que se cometan dolos
veces se le agregaba un examen andrológico anu- flagrantes o se bajen los honorarios.
al de los toros y carneros. Con una ventaja, hacer
Comentario aparte merecen las cooperativas nula participación en las reuniones gremiales,
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agrarias, con CONAPROLE como barco insig- culpando de inacción a la SMVU, sin haber par-
nia, que tenían un arancel propio, muy inferior al ticipado en ninguna instancia, y en muchos casos
de la SMVU, y que sus veterinarios acataban utilizando esa excusa para no asociarse a ella.
Pero falta a la ética profesional es también dar del actual vio un boom, un despertar del siempre
un placebo, a un perro que viene utilizando la reducido campo profesional. Por un lado –funda-
consulta gratis de la mutualista, pero cuyo dueño mentalmente en los últimos 10 años- un conside-
tiene que pagar el “medicamento” administrado, rable aumento de los valores de referencia para
con la máxima impuesta por la patronal: “no se los productos pecuarios. Por el otro, una mejora
puede ir si no se le aplica o se lleva algo” de la economía, que llevó a que a las mascotas
el culto del “hacete amigo del juez”2 primó sobre Es así que calidad de leche y cría pasaran a pri-
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de. Y también al destete precoz, ya que de ello
Entonces, es cuando el Censo Veterinario (2010)
dependía el aumentar los porcentajes de parición
nos dice que hay 3304 profesionales aportantes
y destete. Es decir a una expansión nunca vista
a la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profe-
del mercado laboral pecuario.
sionales Universitarios (CJPPU). De ellos 1961
ramas, que ni soñábamos. Los cardiólogos y los en producción animal, de los que 1109 declara-
oftalmólogos, los dermatólogos y los neurólogos, ban que lo hacían en régimen de Asistencia Ve-
la concentración de la industria pesquera. Hoy, 3 años después, sin duda ese salario declara-
viduales o como fusible de una falla del sistema. En suma, el diagnóstico nunca cotizó en bolsa.
Si eso aconteciera, junto con la Reglamentación 6. Grimal, P. 1968. El siglo de Augusto. 3ª. Edi-
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de la Profesión, el Tribunal de Ética del Colegio ción. EUDEBA. Pág. 121.
Veterinario3 tendría muy poco trabajo, en lo ati- 7. Jenofonte.1971. Recuerdos de Sócrates. Sal-
más que una entelequia, un sueño de estudiante. 9. Magallanes, N.1996. “La salud animal antes
de 1900”. Interifa S.A. 34 pp.
mal. DILAVE “M. C. Rubino” Noviembre Ganadería del Uruguay. Ed. M:B.A. M Mon-
4. Cetrángolo, R. 1977. Participación del téc- 14. Postiglioni, J. 1975 Evocando para avanzar,
nico particular en las campañas sanitarias V con justicia y amor profesionales. Artículo 1.
tría:H1-H8.
15. Postiglioni, J. 1977 Evocando para avanzar,
5. Elanco. 2013. Hitos de la Historia Ve- con justicia y amor profesionales. Artículo 7.