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Lenguaje 2º Medio

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Texto 1

Piratas

En el pirata nos vamos todos. Nadie tiene que cargar la bip, nadie tiene que hacer
fila, nadie se atrasa, nadie se levanta a las 4:30, nadie se moja en el paradero,
nadie se sube por atrás, nadie se va parado, nadie nada. Deberían dar el mapa
de cómo llegar al tesoro.

Gaspar Santana, Santiago en 100 palabras. Los mejores 100 cuentos IV. 2007 y
2008.

1.- Según el tipo de descripción que hace el narrador sobre lo “pirata”, podemos deducir
con respecto al común del transporte colectivo:
A) que se trata de un sistema infructuoso, incómodo e ineficaz para los usuarios.
B) que se trata de un sistema moderno, que facilita el desplazamiento de los
usuarios.
C) que se trata de un buen sistema para la colectividad, debido a que es expedito
y veloz.
D) que se trata de un sistema que cuenta con muchos buses, para que los usuarios
logren transportarse.

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Texto 2

La muerte y la brújula (fragmento adaptado)

El primer crimen ocurrió en el Hôtel du Nord. Arribó el día tres de diciembre el


delegado de Podólsk al Tercer Congreso Talmúdico, doctor Marcelo Yarmolinsky.
Nunca sabremos si el Hôtel du Nord le agradó: lo aceptó con la antigua resignación
que le había permitido tolerar tres años de guerra en los Cárpatos y tres mil años
de opresión y de pogroms. Le dieron un dormitorio en el piso R, frente a la suite
que, no sin esplendor, ocupaba el Tetrarca de Galilea. Yarmolinsky cenó, postergó
para el día siguiente el examen de la desconocida ciudad, ordenó en un placard sus
muchos libros y sus muy pocas prendas, y antes de medianoche apagó la luz.
El cuatro, a las 11 y 3 minutos a. m., lo llamó por teléfono un redactor de la
Yidische Zaitung; el doctor Yarmolinsky no respondió. Yacía no lejos de la puerta
que daba al corredor; una puñalada profunda le había partido el pecho. Un par de
horas después, en el mismo cuarto, entre periodistas, fotógrafos y gendarmes, el
comisario Treviranus y Lönnrot debatían con serenidad el problema.
—No hay que buscarle tres pies al gato —decía Treviranus, blandiendo un imperioso
cigarro—. Todos sabemos que el Tetrarca de Galilea posee los mejores zafiros del
mundo. Alguien, para robarlos, habrá penetrado aquí por error. Yarmolinsky se ha
levantado; el ladrón ha tenido que matarlo. ¿Qué le parece?
—Posible, pero no interesante —respondió Lönnrot—. Usted replicará que la
realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Yo le replicaré que la
realidad puede prescindir de esa obligación, pero no las hipótesis. He aquí un
rabino muerto; yo preferiría una explicación puramente rabínica, no los imaginarios
percances de un imaginario ladrón.
Treviranus repuso con mal humor: —No me interesan las explicaciones rabínicas;
me interesa la captura del hombre que apuñaló a este desconocido.
—No tan desconocido —corrigió Lönnrot —. Aquí están sus obras completas—.
Indicó en el placard una fila de altos volúmenes. El comisario los miró con temor,
casi con repulsión. Luego, se echó a reír.
—Soy un pobre cristiano —repuso—. Llévese todos esos mamotretos si quiere; no
tengo tiempo que perder en supersticiones judías.
—Quizás este crimen pertenece a la historia de las supersticiones judías —murmuró
Lönnrot.
Nadie le contestó. Uno de los agentes había encontrado en la pequeña máquina
de escribir una hoja de papel con esta sentencia inconclusa: La primera letra del
Nombre ha sido articulada.

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Borges, J. (1944) La muerte y la brújula. Cuentos latinoamericanos
contemporáneos modernos. Disponible en:
https://www.literatura.us/borges/lamuerte.html

2.- ¿Cuál es la actitud que adopta el narrador con respecto al tema que aborda?
A) Borges señala los hechos ocurridos y los transporta a una realidad paralela en
el mundo creado.
B) El autor se ciñe a lo sobrenatural y lo hace ver con tal realismo que somete al
lector a esta dimensión misteriosa.
C) Aborda el tema con realismo fantástico.
D) Demuestra la relación paródica que Borges establece con el cuento detectivesco
clásico.

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Texto 3

La lupa

1. Desde que entendí que era verdad aquello de: “no quiero saber nada de
vos”, la única manera de evitar buscarle una vez más ha sido escribirle
cada mañana.
2. A partir de aquel día han pasado cuatro meses. A partir de aquel día le he
escrito ciento siete cartas. ¡Ciento siete cartas!
3. Me pregunto cuándo me cansaré de todo esto y volveré a ser la mujer de
antes, la que dominaba sentimientos y emociones. A veces invento trampas
y me digo que si no le recordara tanto, que si no esperara una llamada suya,
quizá vendría o llamaría en cualquier momento; y trato de no recordarlo,
de no esperarlo. Son ilusiones que uno se hace creyendo que cuando menos
se piensa sucede lo que tanto se espera. Pero es inútil, ya se sabe que las
trampas no funcionan.
4. Fue el día de su cumpleaños, uno de los más difíciles. Desde el instante en
que desperté, no sentí otra cosa que deseos de verle. Aunque fuera de lejos,
sólo verle.
5. Para evitar cualquier locura decidí quedarme en la cama, sin cambiarme,
tratando de leer. Tenía la firme intención de pasar así todo el día, pero
cerca de las doce ya no podía más y un impulso incontrolable hizo que
me levantara, me vistiera y saliera a la calle.
6. Caminé por todos los sitios de un posible encuentro casual, fui a un café
cerca de su trabajo con la esperanza de verlo cruzar la calle, esperé en una
esquina el paso eventual de su auto. A eso de las cinco decidí ir hasta
la biblioteca del Instituto a devolver un libro -era el pretexto que tenía
reservado para los momentos extremos-; sabía que tenía clase a esa hora y
que acostumbraba pasar por la biblioteca. Llegué a entregar el libro con el
corazón en la mano. No era mi día.
7. No sé bien cómo sucedió, pero cuando estaba a punto de marcar su número
(olvidando promesas, juramentos y humillaciones), se me ocurrió una idea
salvadora: comprarle un regalo.
8. Estaba segura de que, al igual que las cartas, no se lo entregaría; pero
por lo menos así tendría algo suyo -aunque fuera algo comprado por mí,
claro-. Y esa posibilidad me tranquilizó profundamente. Colgué el teléfono
sin marcar, pagué la llamada para evitar reclamos y salí.
9. Eran pasadas las seis de la tarde, así que tenía que darme prisa para
encontrar lo que necesitaba comprarle antes de que cerraran los negocios.

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10. Y empecé a buscar una lupa, pequeña, muy potente, capaz de acercarnos
al universo escondido a la simple mirada; a aquel de nuestra adolescencia,
cuando buscábamos insectos diminutos entre las formas luminosas de una
orquídea y peleábamos por descubrir sus ojos o sus antenas mínimas (¿se
acordará él de todo eso?).
11. Cuando encontré la lupa que quería, temblaba. Al salir del almacén besé
la cajita y desde ese día la llevo conmigo.
12. Lo recuerdo a través del insecto paseandero que se cruza en mi camino y en
el que descubro ojos, manchas y colores. Voy contenta por calles y plazas
desmenuzando una flor, recorriendo los senderos desconocidos de mi piel o
charlando con ella. A veces la gente me mira con la inquietud que se suele
mirar a una loca: yo y su lupa. Sonrío. Soy feliz. Y ya no necesito buscarle.

María del Carmen Garcés, Mírame a los ojos.

3.- EVENTUAL
A) Fortuito.
B) Inseguro.
C) Ocasional.
D) Fugaz.

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Texto 4

1. “En los años 50, época en que el padre Le Paige recorría el Desierto de Atacama
en la búsqueda de vestigios arqueológicos, se conocía poco el arte rupestre o
arte parietal. En uno de sus viajes por los pueblos y quebradas del interior de
Calama, descubrió un conjunto extraordinario de pinturas antiguas ejecutadas
sobre las rocas. Las describió escuetamente como “el cazador primitivo con sus
lanzas”. La calidad plástica de estas figuras pequeñas y gráciles sorprende hasta
hoy, pues sus formas precisas y delicadas poco tienen que envidiar a las pinturas
del paleolítico europeo o aquellas del sur africano, atribuidas a cazadores Kung
Xam, hoy desaparecidos.

2. En las décadas siguientes, otros arqueólogos incursionaron en la cuenca alta


del río Salado –el principal tributario del río Loa– y dieron a conocer más sitios con
pinturas rupestres que mostraban semejanzas estilísticas con la obra dada a conocer
por Le Paige. Elegantes y plenas de movimientos, mostraban un claro esfuerzo por
representar la forma del cuerpo humano o animal. Por años nos internamos en los
estrechos senderos precordilleranos, reconocimos los lugares y pudimos admirar el
genio de esos artistas cuyos nombres no permanecieron en la memoria. Pero fue sólo
recientemente que, gracias al Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, tuvimos la
oportunidad de realizar intensas campañas arqueológicas tras este arte que parecía
dormir sin inquietarse por nosotros. Y así como vimos aparecer cerca de una decena
de lugares que exhibían muchas más pinturas de las que hasta la fecha se tenía
conocimiento”.

Francisco Gallardo, El Mercurio (fragmento).

4.- ¿Cuál es el sentido de la palabra VESTIGIOS en el contexto del primer párrafo del
fragmento anterior?
A) Reliquias.
B) Fósiles.
C) Signos.
D) Restos.

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Texto 5

La flor decapitada“La otra mujer”, Roberto Ampuero. Norma, 2010, 364


páginas.

1. En su última página, se agradece a la beca Old Gold Summer el apoyo para


generar esta novela. Y uno dice: oh, my god! Qué manera de derrochar dinero,
porque la obra en cuestión no da el ancho ni el alto; es decir, estamos, sin
más, ante un obeso bodrio de 364 páginas que ni la más estricta de las dietas
podría salvar.
2. La otra mujer, de Roberto Ampuero, se mueve entre dos relatos paralelos. El
primero, situado en la actualidad, se centra en un profesor chileno radicado en
Estados Unidos, Orestes Cárcamo, quien debe mantener su trabajo mediante
la escritura de un libro. En un viaje a Alemania, le llega un manuscrito,
encontrado originalmente en un entrepiso, firmado por un desconocido autor
chileno. La lectura de esta obra lo obsesiona y decide viajar a Valparaíso a
reconstruir una historia que sospecha real.
3. El otro relato, que transcurre en la dictadura, aborda la vida de Isabel, una
mujer que enviuda de un prestigioso médico. Tras el fallecimiento, ella descubre
que el finado le era infiel. A partir de entonces, solo desea descubrir a la amante,
para lo cual transforma radicalmente su vida: de mujer ABC1 convencional
pasa a mujer ABC1 medio hippienta. O sea, realiza solo un cambio de ropa,
porque su ideario conservador se mantiene hasta el final.
4. La narración en torno al profesor carece de profundidad; se puede sospechar
que vive una crisis que va más allá de lo laboral, pero su liviandad discursiva
es tal que pasa de una banalidad en otra. Su misión fundamental es recorrer
Valparaíso tras las huellas del enigmático Benjamín Plá, autor del misterioso
manuscrito, con lo que se desata un descriptivismo insoportable. Así, al modo
de una guía turística, el profesor Cárcamo recorre no solo una gran variedad
de bares y restaurantes porteños, sino también cenáculos de poetas fantasmas
arranchados en cuevas subterráneas y casas con pasadizos secretos. El
hiperventilado personaje logra sus objetivos mediante una secuencia de escenas
torpemente inquietantes.
5. En ambos relatos predomina el estilo modoso, la imagen cursilona y el tono
sentimentaloide; para muestra, unas perlitas: “Ahora yacían, al fin, desnudos
en un lecho, entre delicadas sábanas de algodón de Egipto, como en un solo
cuerpo fundido en un abrazo de besos desesperados”; “desde allí vio que un
zorzal se acomodaba ahora en el nido y el otro emprendía el vuelo” (los
pajaritos tienen presencia continua); “no solo carecía del cuarto propio, del
que hablaba Virginia Wolf, sino también del tiempo propio para dedicarse a
lo suyo, a pintar o leer como hubiese querido”. Y, para rematar, esta emotiva
imagen: “quedó sin aire, tensa, quieta como una flor decapitada”. Flor de poeta
hemos encontrado.

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6. En definitiva, un relato básico en su configuración formal, desequilibrada en
la focalización de sus planos protagonistas, fracasada en su intento policial,
poderosa en su vena rosa e ingenua en la resolución de las incógnitas. La otra
mujer es una novela de categoría outlet , de aquellas que –por suerte– pasan
fácilmente al olvido.

Patricia Espinosa, Diario Las Últimas Noticias, 19 de noviembre de 2010.

5.- ¿Cuál es el sentido del título de la crítica?


A) Presentar la novela reseñada simplemente por su título.
B) Burlarse del estilo cursi del novelista mediante la ironía.
C) Comparar la novela con un tallo sin flor, es decir, algo sin gracia.
D) Expresar que la novela es bella como una flor, pero sufrió un corte abrupto.

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Texto 6

Campaña antitabaco: “Niño fumador”

Los adultos saben que fumar es malo pero no suelen pensar en ello. ¿Qué sienten al
ver fumar a un niño? Hicimos la prueba y pusimos a dos niños, un niño y una niña,
a pedir fuego a adultos que estaban fumando en la calle. Los niños se acercaron a
los fumadores con un cigarrillo en la mano. A continuación, estas fueron algunas
de las respuestas que recibieron los niños:
-“No te doy fuego”-
-“Fumar es malo, debes parar”-
-“Los cigarrillos tienen insecticida”-
-“Si fumas, serás viejo antes”-
Todos los adultos dijeron a los niños que fumar es malo.
-“Si fumas, morirás antes. ¿Acaso no quieres vivir y jugar?”-
-“Sabes que es malo ¿no? Da cáncer, provoca problemas pulmonares y ataques al
corazón”-
¿Se olvidaron ellos de todo esto?
Los niños preguntaron a los adultos:
“¿Por qué fumas tú entonces?” y les dieron a cada uno un papel que tenía escrito
el siguiente mensaje:

Te preocupas por mí

¿Por qué no de ti mismo?

Recordártelo a ti mismo es la advertencia más efectiva para ayudarte a dejarlo

Llama a nuestra línea directa 1600 para dejar de fumar.

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Casi todos los adultos tiraron el cigarrillo pero ninguno tiró el papel que el niño les
dio. Las llamadas para recibir ayuda y dejar de fumar aumentaron un 40 %.

Adaptado desde:
https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=vXaScSzssVw&ab_channel=RaxaSolutionsCR

6.- ¿Con qué propósito se muestran cifras concretas al final?


A) Para invitar a los espectadores a dejar de fumar.
B) Para reafirmar el valor de la infancia en la campaña.
C) Para demostrar con hechos la efectividad de la campaña.
D) Para normalizar la necesidad de pedir ayuda para dejar de fumar.

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Texto 7

Crítica Literaria a Don Quijote de la Mancha (Verónica Casais)


Fragmento
Además de un libro divertido, el Quijote es una joya para aquellos que sientan
curiosidad por la literatura, ya que en él, Cervantes, con mayor acierto en unos
casos que en otros, hace un repaso completo de la literatura de su tiempo: relatos
psicológicos, pastoriles, de aventuras, composiciones poéticas de todo tipo. . . Las
modas y retóricas del siglo de Oro desfilan ante nuestros ojos de manera amena y
fácil de digerir, en una perspectiva mucho más cercana a la que nos ofrecería un
manual.
Para alguien que mire a la literatura desde dentro, o que quiera enfrentarse al
monstruo de la creación novelística, el Quijote debería ser una cita imprescindible.
En él encontramos, mejor que en cualquier otro texto, la novela total. Así como un
catálogo de géneros, el Quijote puede considerarse también como recopilatorio de
la retórica de la novela moderna (e incluso postmoderna): la creación de personajes
redondos frente a los arquetipos, la utilización de un diálogo polifónico acorde,
el estilo indirecto libre, la creación del suspenso mediante las interrupciones, y,
para concluir, el mecanismo más reutilizado en la novela hasta nuestros días, la
construcción de un narrador no fiable.
Quienes sientan miedo de enfrentarse a esta obra, recuerden la cómica imagen
de Don Quijote empotrándose contra los molinos que él cree gigantes. En un
primer acercamiento, quizás parezca que este libro es un mamotreto infumable,
pero sospechen, su percepción puede estar engañándolos.

7.- De acuerdo a lo planteado en la crítica literaria a Don Quijote de la Mancha, los


razonamientos de la autora Veronica Casais son:
A) Cervantes, con mayor acierto en unos casos que en otros, hace un repaso
completo de la literatura de su tiempo. Las modas y retóricas del siglo de
Oro desfilan ante nuestros ojos de manera amena y fácil de digerir, en una
perspectiva mucho más cercana a la que nos ofrecería un manual.
B) La creación de personajes redondos frente a los arquetipos, la utilización de
un diálogo polifónico acorde, el estilo indirecto libre, la creación del suspenso
mediante las interrupciones, y, para concluir, el mecanismo más reutilizado en
la novela hasta nuestros días, la construcción de un narrador no fiable.
C) A y B son correctas.
D) Ninguna es correcta.

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Texto 8

—Soy Antonio Rodríguez Almodóvar, escritor, filólogo e investigador de los cuentos


populares españoles o de tradición oral.

—Hola, Antonio, mi nombre es Maricruz, soy maestra en un colegio rural en


la Comunidad de Madrid y para mí es un enorme placer y una suerte tremenda el
poder conversar con un experto como usted en los cuentos y en la tradición popular.
Usted es escritor, es filólogo, es profesor. Antonio, como maestra y como madre,
cuento muchos cuentos. Me interesa enormemente su idea de por qué contamos
cuentos.

—Esa es la gran pregunta. Claro. ¿Por qué contamos cuentos? Pues esto es como
una necesidad de la mente, es decir, de la humanidad, desde que tenemos noticias
de pueblos muy antiguos: el antiguo Egipto, Mesopotamia. . . En todas partes, la
humanidad cuenta cuentos. En el antiguo Egipto, encriptado en el lenguaje del
antiguo Egipto, cuentos: ya hay Cenicientas, son germinales, pero claramente son
Cenicienta.

»En China imperial también había cenicientas, por ejemplo. En Mesopotamia


hay cuentos de animales anteriores a Esopo. Es decir que estamos tocando el
fondo, como decía el poeta, pero de verdad, el fondo de la cultura: el hombre
empezó a caminar contando cuentos.

»Y yo llegué a la conclusión de que el cuento, antes incluso que transmitir valores


e ideas, lo que hace es formatear la mente del niño.

»Voy a usar una palabra de la cibernética: “formatear” la mente del niño para
prepararlo, para que entienda el doble sentido que casi todo va a tener en la vida.

»Y lo hace, ¿cómo? Con cuentos de carácter simbólico. Por ejemplo, en ‘El gallo
Kirico’ lo sorprendente es que a los niños cada vez que se le cuenta ‘El gallo’ en lo
menos que piensa es en que qué raro es que un gallo hable.

—Total.

—Para ellos, es normal que el gallo hable. ¿Cómo puede ser normal que un gallo
hable y que diga: “Hoy no voy a desayunar porque me han invitado a la boda del
tío Perico y me voy a poner como el Quico”?

»Y entonces, bueno, sale del gallinero, se encuentra con una caca de vaca, se
mancha el pico, porque no puede frenar la tentación de picar un grano de trigo, en

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fin, y luego busca quién le resolverá el problema: la malva, la oveja, el lobo, el palo. . .

»Sabes cómo va la cosa, ¿no?

—Sí.

—Lo has contado muchas veces.

—Lo he contado un montón de veces.

—Bueno, y el niño lo que menos se pregunta es cómo es que una flor habla o
cómo es que el palo acaba hablando también; el agua, el burro, todos hablan y
todos le recriminan al gallo Kirico y le dicen: “Pero hombre, si tú te has manchado
el pico, es tu responsabilidad”. Bueno, bueno, esa palabra es enorme, pero ya sabes
que esas cosas no se dicen, palabras abstractas, ninguna. El cuento se cuenta y ya
está.

»Y tiene como una secreta sustancia, que es la que el niño va a ir percibiendo


poco a poco.

»Va encadenando una historia, que es la primera configuración mental que él


va a tener del mundo, del universo al que ha venido, la primera vez que tiene una
idea completa de algo es en un cuento; y es en un cuento de un gallo que habla.

»Luego lo que se va a formatear en su mente es la capacidad de captar lo simbólico.

»Es decir, estamos asistiendo a la formación de la mente simbólica en cada niño.


De manera que mucho cuidado, no os saltéis nada, no cambiéis la estructura del
cuento, porque en la estructura significativa está el sentido.

Tradición oral para contarnos el mundo. Disponible en (fragmento adaptado).


https://www.youtube.com/watch?v=DICf4-
MeufQ&ab_channel=AprendemosJuntos2030
(fragmento adaptado).

8.- La expresión “Total”, utilizada por la interlocutora hacía la mitad del texto leído,
sirve para
A) comenzar una intervención, que es interrumpida.
B) presentar una conclusión sobre el tema expuesto.
C) indicar que lo que se ha dicho se puede generalizar.
D) demostrar que se está de acuerdo con una afirmación.

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