Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Como mujeres y hombres traemos una serie de creencias que sin darnos cuenta, nos
Las principales razones por las que no encuentras pareja en tu vida son
Es por eso que cuando empiezas a ver que una relación ya se empieza a poner “en serio”
o más bien, que ya empiezas a sentir algo por alguien, te alejas… o por otro lado, no te
dejas abrir, no te acercas en un nivel emocional, no te dejas ver vulnerable tal y como
es, porque… “¿y si me lastima?”
Claro, quieres pareja, pero te la vives trabajando y en tu mundo rutinario en el que los
fines de semana solo quieres echarte a ver la tele, y cuando sales, vas a los lugares
equivocados… Si no existe el espacio en tu tiempo y en tu vida, en tu agenda, para
poder conocer a alguien y dedicarle tiempo, simplemente esa persona no llegará. Es
como cuando regalas ropa de tu clóset y mágicamente al día siguiente te regalan otra
nueva. Necesitas abrir el espacio para que pueda ser llenado (lo mismo pasa con el
dinero pero ese es otro tema).
¿Solución? organiza tu agenda de tal forma que tengas tiempos libres, ya sea que de
momento los usas para estar contigo, con tus amigos o familiares… estarás creando las
condiciones para que pueda llegar alguien más a tu vida.
Si estás buscando pareja para que te de un hijo, para que te salve de tu sufrimiento, para
que tengas un pretexto de salirte de casa de tus papas, para que vayas a la par de tus
amigos, para dejar de sentirte aburrido, para no sentirte sólo o sola… te tengo una
noticia… quizás lleguen personas a tu vida pero difícilmente se quedarán, saldrás
lastimado y volverás a cerrar tu corazón.
¿Solución? Redefine para qué quieres una pareja, modifica tu creencia sobre lo que es
tener una pareja, y ábrete a las nuevas relaciones desde un marco más libre y con más
apertura, sin exigencias y sin expectativas de “lo que me tienes que dar”, sino
simplemente ábrete a vivir la experiencia porque tú quieres vivir la experiencia.
el amor duele
tengo que esforzarme en gustarle a los demás (como si tuvieras una parte de
vivo
Entonces, si tu tienes alguna o muchas de estas creencias, vas a actuar de tal forma, que
vas a confirmar que lo que crees es verdad. por qué ¿qué crees? a tu mente no le
importa ser feliz, le importa tener la razón.
¿Solución? elige en qué quieres creer, simplemente opta por las creencias que te hacen
feliz, si quieres creer que el amor duele, seguirá doliendo… si quieres creer que el amor
te enriquece, te enriquecerá, si quieres creer que nadie te hará caso, así será… mejor
cree que tienes todo para que los demás se fijen en ti… y así será. Pero necesitas
creerlo de verdad, a medias… no funciona.
Estás mandando y recibiendo las señales equivocadas
Supongamos que tu quieres una pareja con la cual ver películas el domingo y compartir
tu vida y ser feliz, pero la quieres encontrar rápido, en un bar y con 6 tequilas encima. A
veces in darte cuenta, las señales que mandas indican lo contrario a lo que quieres, y
además, te fijas en las personas que en realidad no tienen el mismo interés que tu. Y
esto es, porque interpretas equivocadamente sus señales, porque te emocionas con el
simple hecho de que te volteen a ver, pues claro, en el fondo no crees que seas lo
suficientemente atractivo como para que cualquiera te voltee a ver.
Algunos comportamientos que demuestran que estás mandando las señales equivocadas,
son:
cumple, lo rechazas
otro
Al tener estos comportamientos, sin darte cuenta, tú misma estás generando en ti una
realidad en la que el amor parece inalcanzable.
¿Solución? Una vez que revisaste tus creencias, y que estás dispuesta/o a confiar en que
el amor sí existe y en que lo mereces en tu vida, entonces empieza a cambiar las señales
que mandas y date la oportunidad de conocer a las demás personas por quien realmente
son, más allá de las señales que mandan.
Tienes lealtades con otras personas
Tenemos lealtades en nuestro interior , con algo o alguien de nuestro pasado, que no nos
permiten caminar y avanzar hacia donde queremos caminar.
¿Solución? Necesitas confiar en que las decisiones que toman tus seres queridos o tus ex
parejas, han sido lo mejor que pudieron hacer en el momento, darles las gracias por todo
lo que te han dado y enseñado, confiar en que ellos pueden con su vida y dedicarte a
vivir la tuya.
¿Solución? abre tu corazón desde el inicio, y hazlo sin expectativas. Si vives cada etapa
al 100, no te quedarás con remordimientos, y si tú decides hacerlo así, el otro no tiene
tanto poder para lastimarte. Pero, ubícate en la etapa en la que estás y no te vueles a la
siguiente antes de tiempo, deja que la relación vaya madurando por sí sola, sin apresurar
y tampoco sin frenar.
Esta última razón me encanta, pues queremos ser felices con alguien más, pero no
hemos aprendido a ser felices con nosotros mismos. Somos intolerantes a la soledad y
pensamos que necesitamos de alguien más para ser felices. Con esto, lo único que
logramos es ahuyentar a los demás de nuestras vidas y seguir infelices en soledad.
Imagínate, si de por sí aprender a estar contigo mismo ya es una gran tarea,
ahora agrégale el aprender a estar con alguien más, que tampoco sabe estar consigo
mismo. Obviamente que esto se resume en conflicto, separación o divorcio.
Y de esta forma, sin que te des cuenta, al dejar de buscar y al estar satisfecho con tu
propia compañía, empezarás a encontrar muchas más opciones para tener pareja de lo
que te imaginabas, hasta que con alguna tendrás la conexión necesaria para algo más.
En conclusión
O decides irte de monja o sacerdote, o aceptas que en realidad sí quieres encontrar una
pareja. Pero para encontrarla, y aprender a ser feliz a su lado, definitivamente necesitas
enamorarte de ti y ser feliz contigo, ahora, no pretendas que quedarás ya listo al 100% y
que entonces llegará la pareja, esto también lo puedes lograr mientras que estás en
pareja, pero sí te recomiendo que empieces por esa idea: por poner orden en tu vida,
despedirte de lealtades, disfrutar de ti, salvarte a ti… y entonces sí… abrirte a conocer a
alguien más, consciente de las etapas, abriendo tu corazón sin expectativas.