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INFORME

La Educación Prohibida-película
Esta majestuosa obra está enfocada sobre la educación inicial de niño, como están siendo educados
actualmente y de cómo podríamos cambiar esa educación mecánica, autoritaria, individualista y sin
libertad de elegir.

Medios de comunicación, miles de libros, todos los discursos políticos, organismos internacionales,
expertos, filósofos, páginas de Internet. Todos coinciden en la importancia de la educación. Se
invierte en capacitaciones, mejoras edilicias, investigaciones, se compran Libros, netbooks, pizarras
digitales, se dictan cursos, Suben salario, bajan salarios, se imitan modelos extranjeros, todo para
mejorar la educación. Esto no evita que haya tantas escuelas como realidades sociales, escuelas
marginales para pobres, escuelas depósito, escuelas para obreros, profesionales, escuelas de clase
media, públicas y privadas, escuelas para ricos, escuelas de la elite. Gran parte pretende Incluir y
contener la mayor cantidad de estudiantes, muchas otras se concentran en formar trabajadores de
diferentes jerarquías y solo unas pocas se dedican a los supuestos resultados de excelencia. Más allá
de sus diferencias, todas trabajan y aspiran a un ideal de escuela común. ¿Hasta qué punto esta
escuela ideal nos ayuda a desarrollarnos individual y colectivamente? ¿Realmente este paradigma
busca que las persona tengan una buena calidad de vida y trabajen para la mejora de su comunidad?
¿Hay otro tipo de escuela que logre?

Las escuelas y los colegios de América Latina no son más que espacios de tedio y aburrimiento. Y es
el maestro en un tablero dictando clases en pleno siglo XXI, eso no tiene sentido. En las escuelas
normales y en las facultades de educación nos dijeron que un objetivo es aquello que es medible,
cuantificable y observable. Entonces empezamos a buscar la regla que nos permita medir los
objetivos y eso se llamaron calificaciones, ya sea una carita feliz, una carita triste. Pero la lógica
siempre va a ser la misma con la que comparar el sujeto, sus aprendizajes frente a una escala
estandarizada que mide ¿qué? si cada sujeto es único, singular e irrepetible. Todo el mundo habla de
paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para la competencia y la competencia es el
principio de cualquier guerra. En teoría, todas las leyes de educación nos hablan de objetivos de
Desarrollo humano, profundos, valores humanos, cooperación, comunidad, solidaridad, igualdad,
libertad, paz, felicidad y se llenan de palabras hermosas. La realidad es que la estructura básica del
sistema promueve justamente los valores opuestos, la competencia, el individualismo, la
discriminación, el condicionamiento, la violencia emocional, el materialismo. Cualquier idea que se
promueve desde el discurso es incoherente con lo que la estructura sostiene.

La educación pública, gratuita y obligatoria se inventó en algún momento de la historia. La


educación en la antigüedad distaba mucho de lo que hoy entendemos por educación. En Atenas
clásica, por ejemplo, no había escuelas, las primeras academias de Platón eran espacio de reflexión,
conversación y experimentación libre. La instrucción obligatoria era cosa de esclavos. Al sistema no
le preocupa al ser humano como persona, como individuo y en esos términos, toda educación que
busque otra cosa que no sea lo impuesto por el sistema tiene que ser prohibida. Una educación
verdaderamente democrática confía en que los niños decidan sobre su aprendizaje, en que los
padres sean libres de decidir y participar en la educación de sus hijos y en que los maestros elijan
que camino desean tomar en cada aula, en cada escuela. Solo de esa manera nos aseguramos de
que la educación responda directamente a las necesidades de cada persona, familia y comunidad.
De esta manera no hay una receta perfecta, un método para todos, sino tantas propuestas como
experiencias libres y autónomas existan.

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