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La presente traducción ha sido llevada a cabo sin ánimos de lucro, con el

único fin de propiciar la lectura de aquellas obras cuya lengua madre es el


inglés, y no son traducidos de manera oficial al español.
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Todos los personajes y situaciones recreados pertenecen al autor.

Queda totalmente prohibida la comercialización del presente documento.

¡Disfruta de la lectura!
Moderadora de traducción: Moderadora de corrección:
Florpincha. Dai Alvarado.

Traductoras: Correctoras:
Addictedread addictedread
Bella Bella'
Florpincha Caile
Gisenid Jessmddx
Jessica8591 Larochz
Mary Lelu
Myr62 Maga Pali
Shibi
Tairi Lectura Final:
ZombieQueen Dai Alvarado - ZombieQueen
Diseño:
ZombieQueen
Range Reardon
Inmundicia, mugre y hambre. Esa era mi vida hasta antes de
encontrarme en un depósito de chatarra con una señal de cerrado en
frente cuando tenía doce años. Nacido como el hijo de un borracho y
dejado para valerme por mi mismo, estaba perdido hasta que fui
encontrado. Buck Calhoun era un ex motociclista lidiando con sus propios
demonios de su pasado. Él no me quería, pero yo lo necesitaba. Mi
persistencia dio frutos y me convertí en uno de sus chicos del basurero. Él
me enseñó cómo ser un hombre, cómo pelear, como sobrevivir. Se
convirtió en mi mentor, mi amigo y mi padre. Nos dio todo lo que tenía
para ofrecer hasta que ya no tuvo nada.

Clover Benjamin
Una oveja negra, paria y bufona. No encajo en mi perfecta familia.
Son una manada de bellezas con personalidades salientes y burbujeantes.
Y yo por otra parte no me parezco a ellos, no hablo como ellos ni actúo
como ellos, pero siempre seré yo. Paso mis tardes viendo televisión clásica
mientras trabajo para comprarme mi propio coche. Soy aburrida. No tengo
citas ni socializo. Todo eso cambia cuando un sexy adonis me salva de una
muerte certera a manos de un insecto mutante. Una belleza masculina me
quita la respiración, pero sé que lo aburriré. El único problema es que no
tomará un no por respuesta.

El recién encontrado amor es puesto prueba y el infierno se desata


cuando un extraño del pasado de Buck trae peligro al depósito de
chatarra, amenazando el único hogar que han conocido.
Para mis dos hermosos hijos: “Dispara hacia la luna, incluso si te pierdes,
aterrizarás entre las estrellas”
Para mi maravilloso esposo, por siempre estar allí para mí… te adoro.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por MagaPali

Range

E
l día de recolección era mi día favorito del mes. La mayoría de
las personas prefería los fines de semana o las vacaciones, pero
no yo. De ninguna manera, nena. Dame el día de la
recolección cualquier día. Me di un vistazo en el espejo, notando que mi
camisa estaba limpia y planchada a la perfección junto con mis jeans. Este
ritual de no salir nunca de la casa sin ropa limpia y planchada era,
desafortunadamente, un reflejo de mi pobre infancia y crianza. La única
vez que me verías desaliñado sería cuando trabajaba en el depósito de
chatarra. Durante las horas de trabajo era casi imposible no ensuciarse;
pero tan pronto como mi día de trabajo terminaba, iba directamente a la
ducha y por ropa limpia. Esto, por supuesto, por lo general me llenaba con
un montón de burla de mis amigos, que constantemente me llamaban
"perra emperifollada" y me daban mierdas por mis necesidades de aseo.
Nunca dejé que esto me preocupara ya que sabía que eran solo bromas,
no querían ser hirientes. Mis amigos sabían sobre mi pasado y no me
podían culpar por tener algunos "problemas".
Satisfecho pasé la inspección, caminé hacia mi camioneta,
agarrando mis llaves y la cartera en el camino hacia la puerta. Tan pronto
como salí, la ligera brisa me golpeó en el rostro y revolvió mi largo cabello
en todas direcciones. Uno pensaría que con mis hábitos compulsivos sobre
la higiene tener el pelo largo sería un mal trato para mí, pero esto
desafortunadamente era también de lo que estaban hechas mis pesadillas
de la niñez. Afortunadamente, a las damas parecía gustarles de esta
manera. Mientras me dirigía a mi camioneta, permití que mis pensamientos
retrocedieran a un momento de mi vida en que las cosas no eran tan
simples y sobrevivir día a día parecía casi imposible.
—Muy bien, clase, déjenme presentarles a nuestro nuevo estudiante.
Su nombre es Range Reardon y acaba de mudarse a Remington. Todo el
mundo, saluden a Range y vamos a darle una cálida bienvenida, ¿de
acuerdo?
Miré rápidamente alrededor del salón lleno de niños bonitos y limpios,
y lentamente comencé a sentir que mi rostro se calentaba de vergüenza.
Todos lucían tan prístinos y jóvenes con sus coloridas camisetas y brillantes
ojos. Algunas de las niñas tenían moños bonitos en sus cabellos y usaban
faldas con volantes y calcetines hasta los tobillos que combinaban. Los
chicos todos tenían lindos cortes de cabello y rostros limpios, cada uno
usaba zapatos deportivos o mocasines para completar el estilo. Pude decir
a medida que me observaban, que estaba completamente fuera de lugar
con ese grupo de niños. Mi playera tenía un agujero en la parte derecha
del cuello y mis jeans eran demasiado pequeños, lo que significaba que
me quedaban cortos para mi alta pero delgada figura.
Me rasqué la cabeza, notando cómo todas las niñas arrugaron su
nariz hacia mí, probablemente considerando que era seguro yo tuviera
piojos. Mis uñas estaban sucias por debajo y nos habíamos quedado sin
pasta de dientes el día anterior, así que solo pude cepillarme con agua. No
tenía un cuaderno ni un lapicero a mi nombre, pero la escuela era gratis,
así que no tenía que preocuparme de no poder asistir. También podría
conseguir una comida gratis aquí, la que probablemente sería mi única
comida del día, teniendo en cuenta que mi viejo no cocinaba mucho
incluso si tuviéramos el dinero para comprar comestibles. Una de las niñas
en la parte de atrás de la clase levantó la mano como si tuviera una
pregunta.
—Señora Greene, no quiero que se siente a mi lado. Luce gracioso y
probablemente huele a perro callejero y tiene las pulgas también.
Sentí que mis ojos comenzaron a picar y mi nariz empezó a
cosquillear, y supe que empezaría a llorar en cualquier momento. Todos los
niños empezaron a reírse de mí y me señalaban, mientras que la señora
Greene trataba de poner orden en su aula. Pero fue demasiado tarde. El
daño ya estaba hecho. Mientras la maestra intentaba callar a la clase, salí
corriendo por el pasillo. No sabía a dónde iba, pero sabía que tenía que
salir de allí y rápido. Corrí y corrí, sin saber en qué dirección me dirigía o
hasta dónde iba. Fue solo después de que ya no podía sentir mis piernas
que bajé la velocidad y eché un vistazo a mí alrededor. Estaba de pie
frente a un letrero que decía "Depósito de chatarra1 de Buck Propiedad

1
Junkyard: En el original. De ahí el título del libro, entendido como “los chicos del basurero”
Privada". El letrero descansaba sobre una enorme puerta claramente
diseñada para mantener a la gente fuera cuando no estaba abierta para
los negocios. Pero ya que era lo suficientemente pequeño en estatura,
pude escalar al otro lado con bastante facilidad. Mientras echaba un
vistazo por el amplio patio, noté que había autos por todas partes. Autos
viejos apilados encima de otros autos viejos, de diversos colores y modelos,
pero todos estaban aplanados en grandes montones uno encima de otro.
Di un paso adelante y pude ver que había hileras de autos por todas
partes, incluso unos cuantos estaban apoyados contra un árbol. Iba a dar
un paso más cuando una mano aterrizó en mi hombro, deteniéndome en
el lugar.
—¿Qué demonios haces aquí, muchacho? ¿No sabes leer bien? —La
voz era tan áspera y ronca que el dueño debía ser un fumador compulsivo.
Lo que vi hizo salir todo el aliento de mis pulmones en un instante: un
gigante, al menos lo era en comparación a mi cuerpo de doce años. El
hombre delante de mí era enorme. Tenía músculos abultados en sus brazos
y tatuajes que le corrían desde el cuello hasta la punta de los dedos. Podía
decir por las arrugas alrededor de sus ojos que era un hombre mayor,
probablemente en sus cuarenta o así. Tenía líneas plateadas en su cabello
demasiado largo y una barba trenzada con una goma unida al final de
ella—. ¿Me has oído, muchacho? Dije, ¿qué demonios estás haciendo,
dando vueltas aquí cuando estamos cerrados? ¿No sabes que podrías salir
lastimado en este lugar? ¿Eres retrasado o algo así? ¡Contéstame cuando
te estoy hablando!
Pude ver en sus ojos que estaba claramente enojado, así que pensé
que debería decir verdad.
—Me escapé de la escuela porque se burlaban de mí, y acabé aquí.
No iba a tocar nada, lo juro. Solo estaba mirando. —Durante mi
explicación, el hombre gigante cruzó los brazos sobre su pecho y se limitó a
mirarme fijamente. Fue justo en ese momento cuando mi cabeza empezó
a picar como loca y todo lo que pude hacer fue estirar el brazo y rascarme
como si mi vida dependiera de ello. El hombre me miró de arriba a abajo,
notando la ropa demasiado pequeña y los zapatos destartalados, y
comenzó a hablar de nuevo.
—Soy Buck. Este es mi lugar. ¿Cuál es tu nombre, chico? —Una vez
más, decidí que la verdad era la mejor opción con el hombre que ahora
conocía como Buck.
—Mi nombre es Range. Range Reardon. Me alegra conocerlo, señor.
—Me dio un gran gruñido y un ceño fruncido, entonces descruzó sus brazos
y me señaló con un dedo carnoso en respuesta.
—Solo Buck, muchacho, ningún puto “señor” por aquí.
Simplemente asentí. Quiero decir, ¿qué más iba a decirle a este tipo?
Tuve que rascarme la cabeza de nuevo, y Buck ciertamente se dio cuenta.
La forma en que me miraba debería haberme asustado, pero yo había
visto mucho en mis pocos años y este hombre no levantó ninguna bandera
roja por alguna razón. Lucía como si estuviera tratando de averiguar qué
hacer conmigo. Respiró hondo y usó su mano derecha para acariciar su
barba mientras hablaba.
—Sígueme para que podamos comer algo. Es la hora del desayuno y
tengo hambre. De solo ver tú pequeño trasero me doy cuenta de que no
comes mucho, niño, por lo que debes tener hambre también. No te voy a
lastimar, chico, pero seguro que no puedo dejar tu culo aquí solo. Trae tu
culito estrecho y sígueme.
Desayuno sonó genial para mí, y dado que en ese preciso momento
mi estómago decidió comenzar a gruñir, pensé que lo mejor sería seguir a
Buck al fondo.
Poco sabía que Buck salvaría mi vida ese día, y luego me daría una
nueva. Me deshice de esos pensamientos persistentes mientras me dirigía a
mi camioneta, una vez más emocionado por el día de recolección. Con
una sonrisa en mi cara y el viento en mi cabello, fui a mi destino como un
maldito jefe.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por Jessmddx

Clover

—L
evántate y brilla, M&M, mamá dice que es hora de
que te prepares para el trabajo.
Agh, odiaba ese nombre, pero no importa
cuántas veces les dije que dejaran de llamarme así, todo lo que conseguí
fue una sonrisa y que lo ignoraran. Mis hermanas parecían encontrarlo muy
gracioso, pero nunca pensé que lo fuera y probablemente nunca lo haría.
Hace años comenzaron a llamarme “la hija del lechero” y se acortó
gradualmente con el tiempo solo a M&M. Era una broma común de mi
familia decir que yo era adoptada o era la hija del lechero. Mis hermanas
eran altas y delgadas, con cabello y ojos oscuros. Yo, por supuesto, era
baja con cabello castaño claro y una extraña mezcla de color de ojos gris
avellana. Mis padres deberían sentirse ofendidos por este comportamiento
de sus propias hijas, considerando que la mayoría de los vecinos pensaban
lo mismo y que nunca se preocupaban de hacer preguntas de mierda de
todo tipo. Un vecino fue tan lejos como para sugerir que podría ayudar
yendo a la biblioteca local para investigar sobre adopciones y pruebas de
ADN. No hace falta decir que me hirió tanto, que ese día lloré durante una
hora. Pero raramente lloraba por esto; ahora me enojaba y me frustraba
con la incapacidad de mis padres de hacer que se detuviera. Estirándome,
eché un rápido vistazo a mi reloj despertador y saqué mi enojado culo
fuera de la cama para poder prepararme para el día.
Recién duchada y lista para enfrentarme a mi día, tomé otro rápido
momento para darme una charla antes de bajar las escaleras. Podía
predecir cómo iba a pasar esta breve interacción con mi familia antes de
que me acercara al último escalón: mi papá tendido en el sofá con sus
pantuflas, leyendo el periódico y mi mamá en la cocina, bebiendo café.
Aunque yo tenía solo veintidós años, mi padre se retiró hace varios años de
su trabajo como jefe de cocina en un restaurante de lujo en la ciudad de
Nueva York. Decidió que, ya que los impuestos sobre la propiedad y el
costo de vivir allí eran tan altos, debíamos mudarnos aquí a Virginia y vivir
en la casa de mi abuela que ya estaba pagada y ella ya no vivía.
Empacamos y nos mudamos sin pensarlo dos veces.
Me dirigí a la sala y grité un saludo a Denny —como todos
llamábamos a mi padre—Él levantó la mano en su habitual saludo. Odiaba
que le molestaran mientras leía el diario de la mañana. Decía que eso le
arruinaba el día por completo. Teniendo en cuenta que veía telenovelas
hasta quedarse dormido, no veía realmente cómo esto era posible, pero
como sea. Cuando me acercaba a la cocina, pude oír a mi madre
hablando con mis hermanas y sabía que la diversión estaba a punto de
comenzar.
—Ya era hora de que tu perezoso trasero saliera de la cama. Sabes
que no puedes llegar tarde al trabajo. La próxima vez, vete a la cama
antes en lugar de quedarte despierta toda la noche viendo televisión.
Le di una rápida mirada como si dijera: "¿Estás jodiendo?" De todas
mis hermanas, yo era la única con un trabajo garantizado, solamente
había estado allí un mes, pero nunca había llegado tarde. Me tomé mi
tiempo, lentamente tomé una taza de la alacena para poder tomar mi
café matutino, cuando me di cuenta de que mi hermana Shelly estaba
mirándome con una sonrisa en su rostro como el gato que tomó la crema.
Puse mis ojos en blanco y continué vistiendo mi café con azúcar y leche
cuando finalmente abrió la boca.
—Tengo una cita esta noche con Jason, así que probablemente
llegaré tarde. Me lleva al nuevo restaurante en Wilson que acaba de abrir.
He oído que es muy agradable. ¿Adónde vas esta noche, Ashley? ¿Tony te
llevará con él a su concierto esta noche?
Este pequeño juego que mis hermanas insistían en jugar cada fin de
semana era tan viejo y agotador que era como ver a dos ancianos
tratando de cruzar la calle. Eventualmente lo hacían, pero maldición, era
aburrido, al menos para mí. Pasaban por este pequeño ejercicio para
hacerme sentir mal. Había pasado tanto tiempo desde que tuve una cita o
salí con amigos, que mis vestidos de fiesta tenían moho. No era como si no
quisiera salir a conocer a un hombre agradable; solamente estaba harta
de todo el juego de mierda cuando el objetivo final era acostarse
conmigo. Creo que tendría más respeto por los hombres si ellos
simplemente salieran y dijeran: "Oye, vamos a follar." Fui sacada de mi
pequeña fiesta de compasión cuando escuché a mi mamá haciéndome
una pregunta.
—¿Crees que estarás en casa después del trabajo esta noche?
—Por supuesto, ¿qué más estaría haciendo?
—No seas listilla. Termina tu café para que no llegues tarde.
Les di a mis hermanas una mirada rápida justo a tiempo para verlas
reír, y justo así estuve enojada como la mierda. Tomando mi bolso de la
mesa, me dirigí a la puerta para empezar a caminar hacia el trabajo,
diciendo un rápido adiós a Denny, que estaba todavía demasiado
enfrascado en el diario como para notarlo.
Disfruté de mi tiempo a solas caminando a trabajar. Estaba a solo
unas pocas cuadras, pero me dio tiempo para pensar y evaluar mi vida tal
y como estaba ahora. Trabajar en Foster’s Chocolates and Golosinas tenía
sus ventajas, como el pequeño personal de solo el Sr. y la Sra. Foster y yo.
Habían estado en el negocio de la fabricación de chocolate durante
décadas, y desde que se estaban haciendo mayores decidieron aceptar
alguna ayuda. Ellos todavía hacían todos los chocolates y pasteles, pero
normalmente me pusieron a ayudar con el trabajo de preparación y en la
caja registradora. Era tranquilo la mayoría de los días y no tenía que
preocuparme de compañeros y chismes de oficina que por lo general iban
juntos con el trabajo en la América corporativa. En realidad no importaba,
porque pronto tendría suficiente dinero ahorrado para mi coche y sería
capaz de ir a cualquier parte que quisiera sin tener que pedirles nada a mis
padres.
Giré la esquina y vi a Foster’s. Estaba ubicado entre una lavandería y
un salón de tatuajes en una pequeña sección industrial de esta parte de la
ciudad. La zona no estaba muy poblada y esos tres comercios ocupaban
toda la calle. Ocasionalmente, la multitud de la sala de tatuaje podría
verse un poco áspera, pero no eran el tipo de comer chocolate, por lo que
normalmente solo permanecían en su lado del complejo. Me abrí camino
por la acera cuando de repente sentí un pequeño cosquilleo en mi brazo.
Me agaché para ver lo que era y ¡santa mierda! Era una puta araña. ¡Oh
Dios! Entré en pánico. Mi respiración se hizo fuerte y toda mi sangre se
precipitó a mi cerebro hasta el punto en que sentí que podría desmayarme.
¿Qué mierda debería hacer? ¡Dios mío, ayúdame! Era todo lo que
podía pensar, junto con el temor de cagarme encima. Salí corriendo, justo
a tiempo para ver a alguien salir de una camioneta frente a la lavandería.
Sabía sin lugar a dudas que tenía que llegar allí en los próximos segundos o
alguien iba a tener que llamar al 911.
Salí corriendo como Usain Bolt, el corredor más rápido del mundo,
justo a tiempo para ver a mi salvador en la parte trasera de su camioneta,
y ataqué. Salté sobre su espalda, tomándolo por completa sorpresa y
quitándole el aire. Pero en este momento no me importaba. Lo necesitaba
como si fuera mi siguiente aliento.
—Por favor, quítamela de encima, por favor. Te lo ruego. Ayúdame
por favor. Sácamela de encima.
—¿Qué mierda? ¡Bájate de mi espalda! ¿Estás loco?
Mi salvador me lanzó sobre su hombro, usando un movimiento que
únicamente podía describirse como algo sacado de la WWE, y me
preparé para el impacto de golpear contra el suelo. Con los ojos cerrados,
me di cuenta de que el golpe nunca llegó, y yo estaba tan agitada y
sorprendida que solo podía susurrar:
—Por favor, hay una araña en mi brazo. Quítala antes de que me
mate.
Las lágrimas corrían por mis mejillas y me resultaba difícil respirar.
Apreté los hombros del extraño con tanta fuerza que supe que iba a
dejarle moretones. Entre llorar y apretar, vi mi vida resplandecer ante mis
ojos y odié la visión ante mí. Iba a morir aquí mismo en la acera, y nadie me
extrañaría. ¿Qué había logrado en mi vida hasta ahora? ¿Quién me había
dicho que me quería? ¿Qué riesgos había tomado hasta ahora? Con
cada pregunta que brillaba en mi mente, lloraba cada vez más fuerte
hasta que oí su voz junto con la sensación de una sacudida en mis brazos.
—Cálmate. Está muerta. Maté a la hija de puta.
No le creí. ¿Cómo podría? Seguí sacudiendo la cabeza con los ojos
cerrados, deseando que mi muerte fuera rápida en sus manos, o debería
decir en las ocho manos de esta bestia asesina.
—Dije, tranquilízate. Está muerta, lo juro. Ahora relájate, respira y abre
los ojos. Prometo que nada te va a hacer daño ahora. Se fue. Abre los ojos
para que puedas verlo por ti misma.
El desconocido estaba sujetando mis brazos fuertemente, pero podía
sentir sus pulgares moviéndose en círculos sobre mi piel. Su tacto cálido
junto con sus palabras alentadoras fueron suficientes para sofocar el
pánico que sentía para poder tomar varias respiraciones profundas a
través de mi nariz y dejarlo salir a través de mi boca. Después de unos
momentos, pude calmarme lo suficiente como para dejar de llorar
histéricamente y tomar algunas respiraciones más temblorosas. Abrí los ojos
lentamente para ver al extraño mirándome con preocupación en los ojos.
—¿Estás bien ahora? Me has asustado como la mierda. Podría
haberte hecho daño si no me hubiera dado cuenta de que eras una mujer.
Estoy muerta. Debo estarlo. No hay otra explicación para la visión
que vi ante mí. La araña mutante debió arrancarme un trozo de mi brazo y
estaba muerta en la acera. Los ángeles vinieron a llevarme al cielo. Ojalá
pudiera haberme despedido de Denny y de mi madre, quizás incluso de
mis hermanas antes de morir, pero ya era demasiado tarde para
preocuparme por eso ahora. Esperaba que me enterraran con mi vestido
favorito con las flores rosadas y rizaran mi cabello para que quedara bien
con el escote. Tal vez podría aparecer ante ellos como un fantasma y
comunicarles mis últimos deseos antes de que me enterraran.
—Oye, chica, ¿escuchaste lo que dije?
—¿Estoy muerta?
Traducido por ZombieQueen // Corregido por addictedread

Range

M
e tomó menos de diez minutos hacer a un lado mi orgullo y
alegría, listo para entrar y oler el jabón y la ropa blanca
fresca. Una vez al mes, bajaba para recoger el dinero de
los dispensadores y reabastecer el jabón para lavar en las máquinas que
ponía a disposición de los clientes. Esta era la única vez que me permitía
entrar en este lugar y la mayoría de la gente no era consciente de que yo
era el verdadero dueño.
Compré este lugar hacía poco más de un año cuando la ciudad
decidió construir esta pequeña zona de parque industrial. Decir que recibí
mierda por parte de mis amigos y Buck por comprar este lugar sería un
eufemismo. Esto solo se añadía a su idea de que era una real "perra
emperifollada". Buck era el único que podía realmente entender mi
necesidad de tener un lugar como este, aunque al principio también se
burló de la idea.
—¿Por qué carajo necesitas una lavandería? Tenemos una lavadora
y secadora aquí.
—Lo sé, Buck. No es para lavar mi ropa. Es para que, pase lo que
pase, nunca más vuelva a ser ese piojoso chico sucio. Es algo a lo que me
siento fuertemente determinado. Realmente no puedo explicarlo, así que
simplemente acéptalo.
Buck se limitó a levantar las manos y se alejó, murmurando:
—Maldito muchacho idiota y sus estúpidas ideas. —Todavía recuerdo
muy claramente el día en que Buck y yo nos hicimos amigos. Él tuvo que
afeitarme todo el pelo, porque tenía un grave caso de piojos, ácaros y
todo lo que una persona pudiera llegar a tener; solo para que pudiera
solucionar el problema. Esa es la principal razón por la que me niego a
cortarme el puto pelo más allá de los hombros. Fue de lejos la peor
experiencia de mi vida siendo niño.
Me detuve fuera de mi edificio y salí de la cabina de mi camioneta,
preparándome para llevar las cajas de jabón a la parte trasera, cuando
de repente ¡ehh! Algo —o mejor aún, alguien— estaba sobre mi puta
espalda, aferrándose fuertemente como el infierno con sus piernas
envueltas alrededor de mi cintura.
—¿Qué mierda? ¿Estás loco? ¡Bájate de mi espalda!
Quien quiera que fuera no pesaba mucho, pero no iba a
arriesgarme. Buck siempre me enseñó a atacar primero y rápido, y a hacer
preguntas después. Este hijo de puta loco estaba a punto de caer, a pesar
de las consecuencias. Agité mi hombro y agarré el brazo más cercano que
pude ver, doblándome por la cintura y torciéndome. Mientras me daba
vuelta para dejar caer a este hijo de puta, una cortina de cabello largo y
rubio me golpeó en la cara, lo cual no fue tan sorprendente como el
hecho de que olía a Tootsie Rolls2. Fue entonces cuando me di cuenta de
que era una chica a la que estaba a punto de dañar seriamente contra el
duro hormigón debajo de nosotros.
Justo antes de que ella golpeara el suelo, levanté mi otro brazo y la
agarré por la cintura para mantenerla derecha y firme. Estaba llorando y
gimoteando algo que no podía entender.
—Por favor, hay una araña en mi brazo. Quítala antes de que me
mate.
Tenía los ojos cerrados y estaba histérica. Nunca había visto tanta
conmoción en mi vida por un insecto. Si no hubiera sabido que esto era
muy serio, probablemente me habría reído de esta mierda, pero había
algo en su actitud que me decía que esto no era un asunto para la risa.
Miré hacia abajo y efectivamente, había una araña en su brazo del
tamaño de una moneda de diez centavos, simplemente colgando allí
como si fuera la dueña del lugar. Llegué hasta ella, agarré su culo y la
arrojé sobre mi hombro hacia la calle detrás de nosotros. Volví a mirar a la
chica y vi que todavía tenía los ojos cerrados y temblaba como una hoja,
sin notar que la araña se había ido.
—Cálmate. Está muerta. Maté a la hija de puta.
Finalmente decidió abrir los ojos, mirándome sin comprender y
¡mierda! Casi la dejé caer. Tenía los ojos más extraños y hermosos que
había visto en mi vida. Ya que no hablaba, decidí tomar el tiempo para

Tootsie Rolls: Es un caramelo masticable de chocolate fabricado en Estados Unidos.


2
darle una mirada completa una vez más y maldita sea, era hermosa. La
piel clara, los labios en un puchero hechos solo para besar y un conjunto
de tetas que gritaban “chúpame”. Su belleza me hipnotizó. Al darme
cuenta de que todavía la sostenía por la cintura, le respondí a su mirada
en blanco.
—¿Estás bien ahora? Me mataste de susto. En verdad podría haberte
herido si no me hubiera dado cuenta de que eras una chica.
No dijo nada en respuesta. Tal vez era sorda o algo, pero me
observaba como si estuviera viendo a un fantasma.
—Oye, chica, ¿has oído lo que dije?
Finalmente lució como si estuviera regresando a la realidad cuando
dijo la cosa más extraña del mundo.
—¿Estoy muerta?
¿Qué mierda? Esta chica estaba loca como la mierda y por como
lucían las cosas, pensó que yo estaba dando un paseo en su tren de la
locura. La levanté lentamente hacia una posición erguida, sosteniéndola
por el brazo para asegurarme de que estaba firme en sus pies. Ella miraba
a su alrededor como si estuviera viendo el mundo por primera vez en su
vida, aun sin enfrentar verdaderamente la realidad.
—Oye... no estás muerta. ¿Por qué piensas eso? Maté a la araña, así
que no tienes que preocuparte por ella. Todo está bien ahora. ¿Estás
segura de que estás bien?
Con un rápido movimiento de cabeza como si estuviera despejando
sus pensamientos, dijo:
—Sí, lo siento. Me siento tan tonta por haber causado tantos
problemas. Estaba de camino a trabajar y miré hacia abajo para ver ese
monstruo gigantesco en mi brazo y simplemente me asusté.
¿Monstruo gigantesco? Más como un ligero inconveniente en mi libro,
pero ella era tan malditamente linda tratando de explicarse que no pude
evitar sonreír. Estaba de pie frente a mí con un leve rubor en las mejillas,
moviendo el dobladillo de su camisa y ahora podía ver lo pequeña que
era en realidad. Me elevaba sobre esta chica como un gigante, pero era
difícil saber exactamente cuántos años tenía. No sabía exactamente
hacia dónde dijo que iba, ya que sólo había tres negocios en esta área, el
mío incluido. No parecía del tipo que trabaja en una sala de tatuajes, así
que supuse que iba a la tienda de dulces. Estiré la mano, decidiendo que
debíamos presentarnos.
—Supongo que debo presentarme ya que te di un paseo a caballito.
Soy Range, ¿y tú eres?
Ahora su rostro era de un color rojo intenso, no del rosa que era
hacía unos momentos. Miró sus zapatos y apenas susurró su respuesta.
—Soy Clover. Clover Benjamin. Encantada de conocerte, Range.
Gracias por salvarme la vida.
Mierda, la forma en que mi nombre se deslizó de su lengua, pensé
que mi polla iba a explotar. Tenía una voz áspera pero femenina que
probablemente funcionaría bien si quisiera ser una operadora de sexo
telefónico. No quería que se fuera de aquí avergonzada. Quiero decir, si
tienes miedo de las arañas, entonces tienes miedo. No era algo de lo que
avergonzarse. Demonios, odiaba a las hijas de puta también, y teníamos
muchas en el depósito de chatarra, considerando que la mayoría de los
coches que recibíamos eran destrozados antes de que nos fueran
remolcados, así que entendía su miedo.
—¿Entonces trabajas en la tienda de dulces Foster’s? Conozco a los
Foster. Son gente muy buena.
—Oh, sí. ¿Cómo lo supiste?
Tuve el impulso de sonreír mientras respondía a su pregunta.
—No te tomé por una chica tatuaje, así que fue mi mejor conjetura.
Déjame llevarte para que no llegues tarde o en caso de que necesites
explicarle al señor Foster lo que pasó.
—Gracias, Range, realmente aprecio eso.
Teniendo en cuenta que estábamos a solo unos seis metros de la
parte delantera de la tienda de dulces, era innecesario llevarla, pero por
alguna razón, no quería que mi tiempo con Clover terminara. Era hermosa
de una manera exótica. Diferente de las otras mujeres que había conocido
en mi vida, y créanme, conocía muchas. Todas querían una cosa:
saborear al chico malo, un paseo por el lado salvaje. Y yo estaba más que
feliz de complacerlas. Las mujeres quisieron mi polla desde el momento en
que cumplí quince años, y no tuvieron ningún problema en pedírmela. Ya
no era el chico sucio con ropa demasiado pequeña y un mal caso de
piojos. Buck se dio cuenta. El tiempo en el depósito de chatarra había
afilado mi cuerpo como a una máquina bien engrasada y las chicas lo
notaron. Nunca olvidé la reacción que recibí de ellas cuando empecé la
escuela, elevando sus narices muy pequeñas y negándose a sentarse a mi
lado. Nunca olvidé cómo me hacían sentir y estaba decidido a hacer que
se sintieran tan mal como yo aquél día. Sí, las cogía a todas, a cada una
que lo quisiera, pero bajo mis condiciones. Las humillé de las peores
maneras que se me ocurrieron. Hacía que se pusieran de rodillas y se
volvieran hacia otro lado, solo follándolas por detrás. Me gustaba esperar
hasta que estuviera a punto de acabar, luego me quitaba el condón y
salpicaba por todas partes en su espalda y en su cabello, manchándolas y
asegurándome de que se pegara a su ropa, haría que caminaran a casa
de esa manera. Sí, tuve mi venganza, y nunca me sentí tan bien.
—Gracias de nuevo por todo, Range. No sé qué habría hecho si no
hubieras venido para salvarme del monstruo.
—Fue un placer, Clover. Espero verte por aquí.
Con un rápido ademán de su cabeza se marchó para trabajar en
Foster’s, y yo estuve en mi camino para ocuparme del negocio que era mi
orgullo y alegría. Sí, la volvería a ver. Me aseguraría de ello.
Traducido por Tairi // Corregido por Jessmddx

Clover

A
pesar del caos de hacía unos minutos, todavía llegué al
trabajo a tiempo como siempre. Los Fosters me recibieron
con cálidas carcajadas y sonrisas, y mi estado de ánimo
cambió para liberar el pequeño ataque de pánico que había sentido
anteriormente. Satisfecha, de que lo haría durante el resto del día, me
relevé de mi bolso y rápidamente recuperé el delantal y malla del pelo,
asegurándolos en su sitio. A pesar de que no trabajaba mucho con los
dulces, todavía era obligada a vestirme adecuada a las normas de
sanidad e higiene general de la tienda.
La tarea de hoy era simple: preparar los moldes para el pedido
especial de trufas que teníamos que enviar al día siguiente. La mayoría de
las veces, los caramelos solo salen una vez que estaban duros y fríos,
dejando los moldes limpios como si no hubiesen sido usados en absoluto.
Pero en ocasiones, algunos de ellos tenían que ser delicadamente lavados
a mano por un exceso de llenado o derrame, que es dónde entro.
Ansiosa por empezar el día, no podía evitar pensar en el pobre
desconocido que asalté mientras intentaba salvar mi propia vida de esa
criatura electro-radiactiva. De todas las cosas estúpidas que había hecho
en mi vida, esta tenía que ser la peor de ellas con creces. Jesús, podía
haberme matado golpeándome contra el suelo con solo un golpe de sus
fuertes y musculosos brazos. Hablando de brazos, pensé que moriría
únicamente cuando miré y vi que me observaba fijamente. Su pelo era
largo y ondulado, soplaba en el viento como algún tipo de dios griego,
Pero él ciertamente no necesita un rayo para golpearme, eso estaba claro.
Me sentí como una idiota preguntándole si estaba muerta entre
todas las cosas que pude decir. No es de extrañar que mis hermanas me
tomaran el pelo sobre que nunca tengo ninguna cita. Seguramente, debió
considerarme una jodida lunática recién salida de una institución o algo.
Supongo que a largo plazo, realmente no importaba.
Probablemente no le vería de nuevo en mucho tiempo. ¿Y quién querría
salir con alguien como yo? Sabía bien que no era la Benjamin3 más guapa
de la familia; mis hermanas me lo recordaban siempre que podían. Mis
extrañas pero indeseables miradas eran solo parte de mi carga.
Francamente era sosa y aburrida, lo cual no era una buena combinación
para una persona joven que esperaba encontrar un día un hombre que la
amaría por sí misma y no por lo que estaba entre sus piernas. Podría culpar
a Denny por mi falta de atractivo sexual y naturaleza salida, ya que era
más su avanzada edad y su jubilación que prácticamente significaba que
había terminado con actividades extracurriculares y corriendo por todo el
lugar, como a menudo lo decía. En el momento en que fue mi turno de
batear, él lo rechazó rotundamente, diciendo que era demasiado viejo
para esa mierda y preguntar a mi madre si yo quería algo. Después de la
tercera vez que ella rechazó mis peticiones, simplemente dejé de
preguntar y me resolví a pasar noches viendo películas clásicas y
quedarme dormida, solo para despertar cada día y hacerlo todo de
nuevo.
No culpé a mi madre por casarse con Denny a tan temprana edad,
pero siempre me preguntaba cuales podrían haber sido sus motivos. Mi
padre tenía treinta años más que mi madre, lo cual tenía que hacerla
sentir más vieja de lo que realmente era. Él ahora iba rara vez a cualquier
parte a menos que tuviera que hacerlo, lo cual consistía principalmente en
citas médicas para revisiones y exámenes. A parte de eso, podría ser
encontrado en el sofá la mayoría de los días, viendo telenovelas hasta que
era la hora de las noticias de la tarde. Una vez que la noticia había
terminado, era hora de acostarse. Cómo yo, el seguía la misma rutina
cada día. Estaba segura que mis padres se querían el uno al otro,
considerando que han estado casados durante mucho tiempo, pero la
pasión real murió hacia años, era simplemente triste.
Pensaba en la relación de mis padres a menudo cuando
consideraba con qué tipo de hombre querría pasar el resto de mi vida. En
la cima de la lista estaba definitivamente alguien que no gastara sus días
viendo telenovelas. No era desagradecida por la forma en que Denny
cuidó de nuestra familia, porque el señor sabe que pagó sus deudas

3 Benjamín: el hijo/a más pequeño de una familia.


trabajando durante más de treinta años de su vida, pero la única cosa que
prometí tener siempre en mi vida fue la pasión. Un amor tan fuerte e
irrompible que no podrías respirar sin estar cerca el uno del otro. Supongo
que esta era la razón por la que disfrutaba tanto de las películas clásicas.
Los hombres de antaño reclamaron a sus mujeres y desafiaron a cualquiera
que intentara llevársela a un duelo o lucha de armas al atardecer. A
menudo me preguntaba cómo sería que alguien reclamara la propiedad
de tu mente, cuerpo y alma hasta el punto en que ellos morirían por ti.
Dramático, lo sé, pero no podía evitar querer eso para mí misma. Quería mi
Clark Gable o Randolph Scott como mío propio. Para reclamarme como
una necesidad tan poderosa, que nuestra historia duraría a través de los
siglos, mientras nuestros hijos relataban nuestra historia de amor a sus hijos y
así sucesivamente, para las generaciones venideras. Nuestro amor sería
épico y haría desmayar a todos los que escuchasen y lo deseasen para sí
mismos. Me aferraría a mi sueño durante todo el tiempo que pudiera, pero
por ahora, me contentaba con estar sola. A menos que, por supuesto,
tuviera la suerte de encontrarme con Range sin actuar como una
completa chiflada.
Range. Su nombre era tan poderoso, me preguntaba cómo lo había
conseguido. Tal vez era un apodo y su verdadero nombre era Beauregard.
Esperaba que la vida no fuera tan cruel. Necesitaba un nombre poderoso
para ir junto con sus características poderosas. Fuertes brazos hechos para
aguantar hasta bien entrada la noche. Alto en estatura en caso de que
necesitara algo de un estante superior. Una hermosa sonrisa reservada solo
para mí. Sí, Range le convenía muy bien, y espero que algún día llegue a
preguntarle dónde obtuvo su nombre.
Traducido por Jessica8591 // Corregido por Maga Pali

Range

M
i visita mensual a la lavandería no duro mucho tiempo, tal
como había previsto. Principalmente porque Ming, la
anciana que contraté para el cuidado del mantenimiento
que comenzó hace seis meses, estaba trabajando tan duro como siempre
en la sala de atrás, y pudo ponerme rápidamente al día con lo que se
necesitaba.
Ming es abuela de ocho, se mudó de Nueva Jersey cuando estaba
lista para jubilarse. Ella vino a mí con la idea del servicio de lavandería. Ya
que fue dueña de este tipo de negocio en Nueva Jersey antes de retirarse,
su buena visión me ayudó mucho. En compensación, Ming sólo me pidió
que le pagaran suficiente dinero para ayudar a uno de sus nietos durante
la universidad, y un lugar tranquilo para trabajar. Dado que tenía el
espacio y no veía un inconveniente con la idea, fui por ello y he estado
satisfecho con los resultados desde entonces. Ming siempre llegó a tiempo,
nunca se quejó, y es la señora más amable que jamás he conocido. Los
clientes que utilizaron el servicio la elogiaron en cada oportunidad que
tuvieron, hasta el punto que el servicio es más popular de lo que podría
haber imaginado. Ella está tan ocupada que estaba pensando en
contratar a alguien para ayudarla, especialmente por su edad, pero por
supuesto que rechazó la oferta, simplemente declarando que me avisaría
cuando necesitara ayuda. Mantendría un ojo por el momento y le seguiría
la corriente.
Cuando salí de la lavandería, no pude evitar mirar a Foster’s y
preguntarme como estaba Clover después de su colapso. Habla sobre
aracnofobia hasta la mierda. Si no fuera tan joven, habría pensado que
estaba teniendo un ataque al corazón. Espero que las arañas sean las
únicas cosas de las que tuviera miedo, porque esa chica es imprudente
cuando tiene miedo. Quiero decir, para saltar sobre la espalda de un
completo desconocido, todo por culpa de un pequeño insecto, estaba
completamente loca. No estaba seguro de porqué me importaba una
mierda, pero había algo en ella que parecía un poco triste y solitario.
Sacudiendo mi cabeza ante los pensamientos idiota que me hacen
sonar como un completo gallina, me dirigí a mi camioneta para conducir a
casa, pero antes de llegar allí escuché mi nombre. Me giré para ver a
Mace Fox, el dueño de la sala de tatuajes, invitándome a su tienda con
una enorme sonrisa en su rostro. Fox era un buen tipo, abrió su tienda justo
en el mismo momento que compré la lavandería. Dirigió un gran barco,
nunca dejando a ningún imbécil pasar el rato frente a su tienda o causar
ningún problema en el área. Sabía que su tienda podría ser un refugio para
el crimen, teniendo en cuenta que estaba abierto hasta tarde y tendía a
tener todo tipo de vándalos entrando y saliendo de allí, tatuados. Teniendo
en cuenta que Fox era un ex SEAL, yo estaba seguro de que podía
manejar lo que viniera a su manera.
Cuando llegué a él, extendí mi mano para saludarlo.
—¿Qué sucede, Fox? ¿Cómo va el negocio?
—Oh, ya sabes. La misma mierda, diferente día de mierda. Tenía mi
bate listo para venir y salvar tu trasero cuando te agredieron antes, pero
veo que lo manejaste.
Fox era un gran hijo de puta, más alto que yo por un par de
centímetros más o menos, y sólido como una casa de ladrillo. Por alguna
razón, él tenía una sonrisa de conocedor en su rostro como si supiera una
broma secreta que nadie más sabía y no me lo va decir.
—Sí, esa mierda fue una locura. Pensé que era uno de tus
muchachos listo para atacar.
Fox emitió un gruñido sonando como la cosa más estúpida que
jamás había escuchado en su vida.
—Ahora, sabes que esa mierda no está sucediendo en mi turno. He
visto a esa chica caminando a Foster’s en las últimas semanas. Ella
mantiene la cabeza baja, camina sola la mayor parte del tiempo, nunca le
dice nada a nadie. Trato de vigilarla cuando la veo irse por la noche, por si
acaso uno de estos idiotas tiene alguna idea.
Hasta que lo mencionó, ni siquiera había pensado en que caminara
sola a su casa. Acababa de suponer que alguien la buscaba después del
trabajo, considerando que era oscuro a esa hora. ¿Qué mierda estaban
sus padres o novio pensando en dejar que una chica como ella caminara
a casa sola por la noche? Cuanto más lo pensaba, más me enojaba ¿Qué
pasaría si otra araña se arrastrara sobre ella y se volviera loca, corriendo a
la calle y es atropellada por un auto? ¿Y si uno de esos motociclistas
tatuados tenía una comezón que quería rascar y la sigue a su casa? Y si…
Antes de poder controlar mi ira, Fox me habló desde el borde que
estaba a punto de saltar. Debe haber sentido que no estaba contento con
la idea de que fuera sola en la oscuridad en un lugar como este. Quiero
decir, si no fuera por nuestros tres negocios, esta área sería una ciudad
fantasma.
—Oye, hombre, tómalo con calma. Como he dicho, generalmente
la vigilo, y creo que solo vive a pocas cuadras más cerca de Elm. Estoy
seguro de que estará bien caminando a casa por su cuenta como lo ha
estado haciendo durante los últimos meses.
Fox era un hombre inteligente, pero por alguna razón, aún no podía
sacudir la idea de que caminara sola a su casa como una mala idea. A
pesar de todo, tuve que superarlo. Ella no era mía para preocuparme. No
conocía a esta chica lo suficiente como para preocuparme por su
seguridad en primer lugar. Me despedí de Fox con una elevación de mi
barbilla y me dirigí a mi camioneta. Todavía tenía un día ocupado delante
de mí en el depósito de chatarra y ciertamente no hay tiempo para
preocuparme por alguna chica triste que trabajaba en una tienda de
dulces. Ella era el problema de otra persona y no iba a hacerlo mío. Al
menos eso es lo que me dije en el camino a casa. Pero y si…
Traducido por Shibi16 // Corregido por Jessmddx

Range

A
l detenerme fuera del depósito, vi la señal donde todavía se
leía “Buck’s Junkyard” a la distancia. Ese viejo bastardo
quería que cambiara el nombre cuando me firmó todo, pero
le dije que no. Este lugar siempre le pertenecería, sin importar lo que dijera
el papeleo. Eso era algo que él tenía que superar y rápido, porque no iba
a moverlo. Por supuesto que me dio mierda, hasta el día en que se fue,
dándome todo tipo de razones por las que debería cambiarlo, pero al final
sabía que sus argumentos eran inútiles.
Buck tenía decidido hace un par de años atrás que quería paz y
tranquilidad en los últimos años de su vida. Él declaró que su estilo de vida
y las decisiones que tomó en su vida fueron algo que nunca podría reparar,
y la soledad era su único recurso. Compró una pequeña cabaña en el
bosque y ahora vive allí solo; bueno, no solo. Él adoptó un gato al que
llamó Pussy. Utilizaba la paz de estar solo para reflexionar sobre las cosas
que desearía poder cambiar, y el aislamiento para expiar las cosas por las
que sabía que no podía ser absuelto. El tiempo de Buck con su MC fue
algo de lo que raramente hablaba, pero yo sabía que debía haber sido
muy malo para él sentirse así por la vida en general. Fue una de las razones
por las que decidió ayudarme todos estos años. Para compensar la única
vida que se había perdido debido a las elecciones que había hecho. Para
compensar al niño que nunca se convertiría en un hombre. Para
compensar al hijo que se había perdido por las drogas que había vendido
para el MC que consideraba familia.
Buck se fue del juego, y con el dinero que hizo pasando tiempo en el
MC, compró este lote y algunos otros más al pasar los años. Cuando yo era
más pequeño, no era consciente de lo grande que era realmente este
lugar. Buck incluso construyó una casa masiva en la parte trasera del
depósito, en la cual viví durante algunos años junto a otros quienes
encontraron sus caminos al pasar los años. Cada uno de nosotros teníamos
nuestras propias razones por las que estábamos junto a Buck, y él nunca
nos echó o nos negó algo que nosotros necesitásemos. Para algunos de
nosotros, era un lugar a salvo en el que nos escondíamos durante un corto
tiempo. Para otros, era comida caliente o un cambio limpio de ropa. Para
mí, era todo lo anterior. Nos salvó a todos de una u otra manera, pero él
nunca sintió que fuera suficiente para redimirse a sí mismo por la única
persona a quien no pudo salvar. Buck nunca entenderá o aceptará el
hecho de que para nosotros, él era nuestro padre, nuestro proveedor, y
nuestro hogar. Él era nuestra línea de vista y nuestro oasis. Él era el hombre
que todos nos esforzamos para ser un día, independientemente de donde
comenzamos en la vida.
En cuanto frené en frente de la casa, noté dos autos estacionados
en frente. Uno lo reconocí de inmediato, ya que pertenecía a Maxwell; el
otro era un BMW que desafortunadamente pertenecía a la más grande
perra de la ciudad. Esperando como el infierno a que estuviera
equivocado, hice mi camino a dentro y fui asaltado inmediatamente con
lo que podría ser descrito como audio en vivo de porno muy malo.
—Oh, Dios, Max, eres tan grande. Fóllame más duro.
—Sí, Max, sí. Folla mi culo más duro. Por favor fóllame duro.
Maxwell se había ido por negocios y obviamente había vuelto. Justo
cuando iba a devolver mi desayuno en toda mi sala de estar, la puerta de
en frente se abrió y Sebastian, o Drama como nos gusta llamarlo, lucia
aturdido como nunca, rápidamente comenzó a divagar acerca de su crisis
del día.
—Santa mierda, Range. Nunca te creerás la mierda que está
pasando. Digo, tengo un problema mayor que no lo creerás.
Después de años de testificar estos asuntos que Drama consideraba
“mayores”, nunca piqué la carnada hasta que escuchaba toda la historia.
En el principio, me pongo agitado, tenso y cargado, listo para tirar abajo la
puerta para ayudar a uno de mis mejores amigos a salir de cualquier
situación, no importa que es lo que fuera, solo para encontrarme con una
situación trivial. Como cuando accidentalmente dejó su jodida taza de
café “especial” en la casa de la chica que estaba jodiendo por la noche.
Constantemente le recordábamos acerca de hacer esta clase de mierda,
pero claro no sería Drama si no lo hiciera.
—¿Qué jodida mierdas estás haciendo aquí tan temprano? Pensé
que tenías una reunión para discutir la propiedad que iba a estar en venta.
—Tengo un poco de tiempo. No es hasta esta tarde, pero de todos
modos, nunca creerás lo que sucede.
Drama es un contratista que restaura viejas y abandonadas
propiedades, y luego las vende por ganancias. El depósito también se
beneficiaba de su negocio por comprar cobre, acero, latón, o cualquier
cosa que nosotros pudiésemos encontrar en esas viejas casas antes de que
la renovación comenzara. Juntos hemos sido capaces de convertir una
seria ganancia tanto para su negocio como para el depósito de chatarra.
—Mamá y tía Enid quieren que las lleve a un estúpido festival de
flores de té el próximo mes en el club de campo. ¿Puedes creer esa mierda?
Digo, ¿cómo diablos me veo, yendo a algún festival de té idiota?
Esto, justo ahora es cómo Sebastian se convirtió en uno de los chicos
de Buck. Sebastian fue criado por su madre, quien, no me malinterpreten,
era una mujer maravillosa, y su tía Enid, quien era una solterona para todos
los intentos y propósitos. Él ha tratado de ser un hijo correcto, solo vistiendo
corbatas de lazo, mocasines, caquis, con un peinado hacia atrás. Ese look
no fue bien visto por los chicos de nuestra escuela, y Sebastian consiguió
que patearan su trasero diariamente. Un día, caminé hasta el lado del
aparcamiento de la escuela y lo encontré rodeado por tres grandes chicos
de nuestro grado, dándole una paliza. Salté dentro y espanté sus culos
fuera. Sebastian terminó siguiéndome esa tarde todo el camino hacia
donde Buck. Por supuesto, Buck miró al chico maltratado y dijo: “Tráelo
mañana”. Después de varias mañanas bajo la dirección de Buck,
Sebastian creció para convertirse en un hombre fuerte y capaz, aunque
muchas veces el drama permanecía.
—Entonces, ¿qué está mal con llevarlas al club de campo? No es
como si te hubiesen preguntado que las llevaras a un viaje con todos los
gastos pagados a Hawaii o algo así.
—¿En serio, Range? ¿El maldito club de campo? Está lleno de
señoras viejas con flores en sus sombreros que huelen gracioso. No voy a
hacerlo. Que se pudra. ¡De ninguna maldita manera! ¿Y qué mierda es ese
sonido chirriante? ¿Esta Buck aquí con Pussy?
Riendo calmadamente, le respondí.
—No, Maxwell volvió de su viaje, y por los sonidos y el olor diría que
tiene compañía.
La puerta de Maxwell se abrió y una Marci completamente vestida
salió, o debería decir, se escabulló. Marci, la más suelta de las sueltas. Ni
siquiera se preocupó de arreglar su pelo y su maquillaje como la zorra que
era, haciendo su camino hacia Drama y yo, con una sonrisa satisfecha sin
ninguna señal de modestia o lo que sea. No podía creer que alguna vez
follé a esta puta solo porque ella era la número uno en mi lista de
venganza.
—Oye, Range. Te ves bien. ¿Has estado trabajando?
Ella levantó su dedo viscoso y lo deslizó a través de mi pecho
mientras mantenía sus ojos muy abiertos y sonrió con aprecio.
—No. Y quítame tus desagradables dedos de encima.
Sacó su labio inferior con un puchero y puso sus manos en sus
caderas simulando estar ofendida.
—¿Por qué tan hostil, Range? A ti te gustaba cuando te tocaba.
Esta perra era una puta. No sentí ni una pizca de remordimiento
mientras la miraba y respondía a su comentario.
—Perra, te follé una vez hace muchos años atrás, y si recuerdo bien,
tuve que follar tu culo, porque tu coño estaba muy suelto. No te dejé
tocarme en ese entonces y seguro como la mierda que no te permito
tocarme ahora. Ya tienes por lo que has venido, así que vete a la mierda y
hazte un favor cuando llegues a tu casa y toma una ducha. Hueles a tripas
de pescado podrido.
Eso ciertamente tuvo la respuesta que esperaba cuando Marci
agarró sus zapatos y su bolso, maldiciendo todo el camino desde la puerta
hasta su coche. No me importaba que estuviera molesta. Tal vez la
próxima vez se quedaría con sus desagradables manos. No culpaba a
Maxwell de follarla. Ella era una pieza fácil y siempre se mantenía abajo
por un buen tiempo. Nunca la llevas fuera o gastas dinero, ella siempre
dice que sí. Maxwell no era el tipo de pasar mucho tiempo y energía
persiguiendo un coño. Demonios, la mayoría de las veces, las mujeres
caían de rodillas apenas abría la boca. Max vivía demasiado fácil como
para mezclarse en un montón de drama y vivía su vida en base a un solo
lema: Fóllalo. Si no se ajustaba a sus necesidades, él siempre respondía
“Fóllalo”, y simplemente seguía hacia delante.
No, Marci no era el tipo de chica para mí. No olía a caramelos, no
tenía ojos que pudieran hipnotizarme a simple vista. No era una chica de
cara triste que trabajaba en Foster’s y caminaba a casa en la noche en la
oscuridad, a menos que estuviera buscando a alguien. Ella nunca sería la
mujer que quería llamar mía.
Salí de mi ensoñación para ver a Drama de pie junto a mí,
sacudiendo la cabeza ante mi pequeño estallido.
—¿Cuál es tu maldito problema?
—Sabes, no deberías estar tan molesto. Escuche en alguna parte
decir que incluso la gente de nuestra edad puede tener ataques al
corazón. Mi madre me dijo que una vez esta mujer…
Antes de que él hiciera un rollo con más de su mierda dramática le
corté con un ondeo de mano.
—Mira, cuando Max salga, dile que estoy en el patio. Hablo contigo
más tarde. Tengo que ir al trabajo. Y no te preocupes acerca de la fiesta
de té. Son solo un par de horas. Tú puedes manejarlo.
Con esas últimas palabras de aliento, empecé mi día de diversión en
el depósito de chatarra, pensando todo el tiempo en Clover y esperando
que ella volviera a casa segura esta noche.
Traducido por Shibi16 // Corregido por addictedread

Clover

E
ché un rápido vistazo al reloj y noté que estaba cerca de
terminar mi tiempo. Los Fosters y yo trabajamos duro todo el día
tratando de completar la orden de trufas para la entrega de
mañana. Miré nuestra estación de trabajo y me di cuenta de que no
estábamos cerca de completar la orden. Probablemente tendría que
trabajar hasta tarde para ayudar. A mi derecha, como si estuviera leyendo
mi mente, la Sra. Foster habló y me hizo la pregunta que sabía que vendría.
—Clover, ¿Te importaría quedarte un par de horas extras? Podríamos
realmente necesitar tu ayuda. Prometo que no será mucho más tiempo.
Claro que yo iba a decir que sí. Digo, ¿qué más tendría que hacer un
viernes en la noche? No tenía amigos, no tenía auto y definitivamente no
tenía una cita. Trabajar hasta tarde me llevaría a un paso más cerca de mi
meta de obtener mi propio auto, por lo que definitivamente era una
obviedad.
—Por supuesto, Sra. Foster, me encantaría quedarme y ayudar.
—Oh, eso es maravilloso, querida. Sin duda lo aprecio.
Me dio una cálida sonrisa y una ligera caricia en el brazo, pero lucía
como si ella tuviera algo más en su mente pero no estaba segura de cómo
abordarlo.
—¿Está todo bien, Sra. Foster?
—Sí, querida, todo está bien. No pudimos evitar notar que hoy tenías
un escolta de camino al trabajo. No sabía que conocías a Range Reardon.
Que vieja astuta era. Ni siquiera pensé que había notado que Range
me llevaba hasta la puerta después de mi pequeña crisis y me di cuenta
de que iba a tener que vigilar a estos dos con más cuidado. El Sr. Foster
estaba ocupado limpiando el área de trabajo, tratando de parecer como
si no estuviera interesado en mi respuesta, pero yo estaba un paso más
adelantada.
—Bueno, realmente no lo conozco. Acabamos de conocernos hoy
cuando salté sobre él.
La última parte de mi respuesta fue dicha a tan bajo volumen que la
Sra. Foster tuvo que inclinarse un poco para tratar de escuchar lo que
decía.
—Lo siento. ¿Dijiste que tú saltaste sobre él, querida?
Oh, chico, aquí vamos. Ya era suficientemente malo que hiciera esa
estúpida mierda en primer lugar. Ahora, iba a tener que intentar y explicar
mis acciones a este par de amorosas personas.
—Sí, verá, cuando caminaba hacia el trabajo, una araña del porte
de Arizona estaba en mi brazo y tuve en cierta forma un ataque de pánico
y salté sobre su espalda. Era la única opción. Esa cosa estaba tratando de
matarme.
Sabía por la expresión en su cara que la Sra. Foster estaba tratando
de contener una sonrisa ante mi interpretación de los acontecimientos de
esta tarde, pero estaba fallando miserablemente. El Sr. Foster no lo hacía
mucho mejor, por lo que se dio media vuelta y caminó al frente de la
tienda como si estuviera buscando algo importante justo en ese momento.
—Bueno, mientras fuera entre la vida y la muerte, supongo que no
podrías haber escogido a una mejor persona para saltar que sobre Range,
querida.
—No entiendo que quiere decir, Sra. Foster.
—Oh, vamos, querida. Sé que tuviste que ver lo guapo que es ese
hombre. Digo, esos músculos y esa piel bronceada. Buen Dios, si yo fuera
veinte años más joven, consideraría saltar encima de él.
El Sr. Foster decidió darme su opinión sobre el asunto caminando de
regreso desde el frente de la tienda.
—¿No quisiste decir cuarenta años más joven, querida?
—Oh, cállate. Sabes a lo que me refiero.
Mientras la Sra. Foster estaba ocupada fulminando con la mirada a
su marido después de su aguda observación sobre la edad de su esposa,
no podía dejar de pensar en lo que ella dijo. Por supuesto que pensé que
Range era extremadamente guapo, con el hermoso pelo soplando al
viento y sus fuertes brazos sosteniéndome cerca. ¿Qué chica de sangre
roja no se pondría caliente por un hombre como él? Pero ciertamente él
no encontraría nada atractivo en una chica como yo. No era que yo no
me adaptara a estos tiempos o algo así, es solo que mi vida es tan aburrida
que no hay ninguna manera de que él estuviera interesado. Estaba segura
de que la última cosa que él querría era una chica que pasaba sus fines de
semana viendo películas clásicas estadounidenses hasta que se quedaba
dormida.
Estaba tan inmersa en mis pensamientos, que no me di cuenta de
que el argumento de la edad ya había acabado y la habitación había
quedado en silencio. Miré para comprobar que los Fosters me veían con
un gran interés.
—Supongo que tiene razón, Sra. Foster, pero no creo que lo vuelva a
ver. Digo, seamos realistas. Si no fuera por mi pequeño gran problema,
probablemente nunca lo habría conocido en primer lugar.
—Oh, querida. Por supuesto que lo habrías hecho. Es el dueño de la
lavandería de al lado.
Seguramente, la había oído mal, así que como la idiota que era, me
limité a sacudir la cabeza.
—De ninguna manera, ¿en serio?
—Claro que sí. La compró hace cerca de un año. También está a
cargo del Depósito de chatarra de Buck cruzando la ciudad. Él y algunos
de sus amigos tomaron el mando del lugar cuando Buck decidió retirarse.
Él trató a esos chicos como si fueran sus hijos, siempre comprándoles cosas
y mostrándoles como pescar y cazar. Nombre algo y Buck les enseñó
cómo hacerlo. Sí, el trató a esos chicos muy bien, lo cual fue muy bueno
considerando que a la mayoría de sus padres nunca les importaron una
mierda, perdón por la palabra.
Guao, que interesante historia. Era difícil imaginar a alguien tan joven
teniendo tanta responsabilidad. Había asumido que se estaba dirigiendo a
la sala de tatuajes, considerando que no llevaba ninguna bolsa de ropa
para lavar y nunca lo había visto en la tienda. Qué equivocada había
estado. Tenía muchas preguntas flotando en mi cabeza, pero simplemente
no tenía derecho de presionar a la Sra. Foster para obtener más respuestas.
De todas las cosas que me producían curiosidad, la que más me
interesaba era, por qué un hombre tan joven querría comprar una
lavandería. Es decir, él podría comprar un club de strippers, lo cual habría
calzado exactamente con la tienda de tatuajes cruzando la cuadra.
Incluso, esa era una mejor opción a considerar. Range sin duda era un
misterio que no me importaría resolver, pero simplemente iba a tener que
esperar. No me había emocionado por un hombre en mucho tiempo. Casi
olvidaba cómo se sentía. Justo en el momento me sentí como una
pequeña recibiendo su primera muñeca Barbie. Quería jugar con ella,
quitarle sus ropas, ver hasta dónde se podían doblar sus piernas antes de
que se rompieran. Range creó una emoción que pensé que había
desaparecido hace mucho tiempo, teniendo en cuenta que no había
estado en una cita en años. Tal vez la Clover aburrida no era inmune
después de todo y esto era justo lo que necesitaba para volver al juego.
Traducido por addictedread // Corregido por Jessmddx

Range

M
ierda, que maldito largo día en el depósito. No podía
esperar para llegar a casa y así lavar esta suciedad de mi
cuerpo. Por supuesto, nunca estaba tan sucio como me
sentía, pero siempre terminaba frotando mi piel como si pasara el día
llevando bolsas de mierda de perro por todas partes.
Tan pronto como golpeé la puerta, vi a Maxwell en la estufa de la
cocina con una manopla en una mano y una sartén en la otra, cocinando
lo que parecían ser huevos. Tenía su espalda hacia mí, pero estaba seguro
de que me había escuchado entrar, lo que fue confirmado cuando se giró
y me dio una mirada de odio.
—Escuché que le diste mierda a Marci nuevamente hoy. ¿Al fin y al
cabo, cuál es el problema con ella? No es como si no la follaste primero.
¿O quizás ese es el problema? ¿La quieres de nuevo? Sabes que no me
importa compartir.
Iba a ahogar al cabrón de Drama por abrir su maldita boca. Max
sabía que odiaba a esa perra porque era una prostituta descarada y nada
más. No me importaba si él la follaba aquí. Era tanto su casa como del
resto de nosotros, pero este tema se estaba haciendo viejo. Él sabía por
qué yo la había follado una vez durante la escuela secundaria y
ciertamente, él no tenía cabida para juzgarme por mis decisiones.
—Mira, Max, hemos tenido esta discusión antes. No volvería a follar a
esa perra de nuevo ni con el pene de otra persona. Si eso es lo que te
gusta, entonces por supuesto, hazlo. Pero no esperes que yo la trate de
otra manera que como el coño que es.
Max soltó un suspiro pesado y me miró con comprensión en los ojos.
Él sabía que no tenía que empujar este asunto más lejos, y como con la
mayoría de las cosas, probablemente, él estaba diciendo “mierda” en su
cabeza.
—Sí, está bien, hombre. Entiendo. Solo necesito una follada rápida y
sabes que Marci me dejará hacer lo que quiera con ella y nunca se queja.
Si no fuera una perra tramposa, sería la perfecta señora de Maxwell O’Neill.
—Sí, claro. Como si tu trasero fuera a casarse. Primero, tendrías que
parar todas las actividades extracurriculares que buscas cumplir. Estoy
seguro que tu futura esposa no apreciaría algo de la mierda en que estás
metido.
—Sí, bueno, vete a la mierda. Anda a darle a tu culo una ducha,
perra acicalada. Y no olvides lavarte detrás de las orejas.
Max me dio un puñetazo rápido y me dirigí escaleras arriba a mi
habitación, arrancando mi ropa con cada paso. Encendí el agua caliente
sin molestarme en revisar la temperatura, ya que el agua hirviendo era a lo
que siempre optaba. Me puse bajo el rocío caliente e inmediatamente
sentí el alivio que había estado buscando. Maxwell y Drama eran mis
mejores amigos y odiaba pelear con ellos por mierda trivial. Todos teníamos
nuestros demonios con los que estábamos tratando de luchar. Algunos
eran más fuertes que otros. Simplemente no podía dejar de pensar que
cuando se trataba de mujeres, nunca íbamos a encontrar a la perfecta. La
que hiciera que tu pene se pusiera duro tan pronto ella entrara en una
habitación, la que trajera a la luz a este jodido mundo, la que te amaría
por quien eres y por lo que quieras ser. Me niego a creer que la única
opción sea terminar con una mujer como Marci a la que llamar mía. No,
había otra opción para mí ahí fuera y sabía exactamente dónde
encontrarla.

***

Recién vestido con ropa limpia, regresé a la lavandería, esperando


que aún pudiera atrapar a Clover antes de que regresara a casa sola. Era
más tarde de lo que había planeado, pero esperaba poder atraparla de
camino a su casa antes de que se adelantara demasiado.
Tan pronto como me detuve frente a Foster’s, puede ver el signo de
cerrado para los negocios, pero aún podía verlos trabajando en la parte
trasera a través del cristal de la fachada de la tienda. Dando un rápido
vistazo a mi teléfono, vi que era mucho después de las seis y media, lo que
significaba que había estado trabajando más horas hoy. Estacioné mi
camioneta y bajé. Fui hacia la fachada, localicé al Sr. Foster y decidí
golpear el cristal. El Sr. Foster se dirigió a la puerta para abrirla para mí con
una enorme sonrisa en su rostro, sacudiendo su cabeza con incredulidad.
—Bueno, hola ahí, Range. Me encanta verte de nuevo aquí. ¿Cómo
puedo ayudarte, hijo?
¿Verme de nuevo? ¿Cuándo me vio la primera vez? Debe decirlo
por cuando llevé a Clover a la puerta esta mañana.
—Hola, Sr. Foster. Esperaba atrapar a Clover antes de que se fuera
del trabajo. ¿Por casualidad todavía está aquí?
—Si de hecho. Tuvimos una orden enorme de trufas entrando para la
entrega de mañana y apenas están acabando. Iré a la parte de atrás y la
traeré.
El viejo salió disparado hacia la parte de atrás de la tienda, lo que
me dio tiempo para mirar alrededor de su tienda. Había estado dentro de
Foster’s unas cuantas veces desde que compré la lavandería.
Normalmente, quería darme una vuelta y dar un rápido saludo, teniendo
en cuenta que técnicamente estaban trabajando al lado. Era buen
negocio ser amigables con los otros negocios en el área, en caso de que
algo saliera mal y fuera a tener una urgencia pero no pudiera llegar aquí lo
suficientemente rápido.
Este lugar olía como un sueño erótico para los amantes del
chocolate. Cualquier tipo de chocolate que pudieras querer alguna vez
estaba exhibido en los estantes. No me asombraba que Clover hubiera
olido tan bien cuando casi la volteé hoy. Solo pensar en su olor y en la
forma en que ella se sentía en mis brazos esta mañana, me estaba dando
un empalme de proporciones épicas. Jesucristo, necesitaba controlar esta
mierda antes de que ella saliera desde la parte trasera.
—Uh, hola, Range. ¿Qué estás haciendo aquí?
Me giré y mierda, no pude evitarlo. Reí a carcajadas con una risa tan
intensa que me doblé, sosteniendo mi estómago, tratando de controlarme
a mí mismo. De pie ahí, en toda su gloria, estaba Clover con una red en su
pelo castaño que se extendía sobre su frente y un delantal con manchas
de chocolate a través de él, en todas las direcciones. Incluso tenía
chocolate en sus mejillas, lo que acaba de hacer que quisiera correr hacia
ella y lamerlas. Se veía tan malditamente sexy de pie allí en toda su gloria
con el chocolate sin ninguna idea de lo que estaba haciéndome.
Finalmente, conseguí juntar mi mierda el tiempo suficiente para
mirarla, y lo que vi casi me hizo caer de rodillas. Clover estaba mirando el
suelo, retorciendo las manos delante de ella, con los hombros caídos por la
derrota ante mi jodido arrebato. Mierda, tenía que hacer algo y rápido.
—Lo siento, nena, simplemente te ves tan malditamente linda
parada ahí como una gran barra de caramelo gigante. Exactamente
quiero comerte como uno de ellos.
Yo siendo sincero parecía haberla sacado de la crisis en la que la
había puesto, gracias a Dios. Me dio una sonrisa débil.
—¿Qué haces aquí, Range? ¿Te lastimé la espada o algo, y
necesitas mi tarjeta de seguro? La tengo en mi bolso. Puedo conseguirla
para ti.
—No, nena, vine a llevarte a casa. Pensé en ti caminando a casa
sola en la oscuridad y esa mierda simplemente no sentaba bien conmigo,
así que aquí estoy.
—Oh, bueno, eso es muy amable de tu parte, pero no es necesario.
Solo vivo a unas pocas cuadras y he estado caminando a casa de forma
segura cada noche desde que empecé a trabajar aquí. Estaré bien, pero
gracias por tu preocupación.
Vi que iba a tener que sacrificar mis pies en esto. No había manera
en que ella caminara a casa sola cuando yo estaba aquí para llevarla.
Ninguna mujer mía iba a caminar cuando tenía una camioneta
perfectamente buena afuera, esperando a que su fino trasero entrara.
Santa mierda, ¿de dónde diablos vino eso? Necesitaba juntar mi mierda, y
rápido, antes de que dijera algo más para herir sus sentimientos.
Los Fosters deben de habernos oído hablar y decidieron aparecer en
la parte delantera de la tienda justo en ese momento. Ambos miraron a mí,
a Clover y luego a mí nuevamente, cada uno mostrando en su rostro esa
misma sonrisa tonta que tenía el Sr. Foster cuando abrió la puerta por
primera vez.
—Bueno, hola, Range, querido. ¿Cómo te va esta hermosa noche?
No esperaba verte tan pronto. ¿No es así, Clover, querida?
¿Qué pasaba con estos dos esta noche y por qué seguían diciendo
esa mierda?
—Solo vine a ver si podía llevar a Clover a casa, dado que tenía que
caminar y todo.
—Por supuesto, querido, eso suena como una idea maravillosa.
Clover acaba de terminar el turno de la tarde. Es más que libre para irse
ahora.
Pensé que los ojos de Clover iban a salirse directamente de su
cabeza cuando escuchó a la Sra. Foster darnos la autorización para irnos.
Antes de que ella tuviera la oportunidad de protestar más, la Sra. Foster
extendió rápidamente la mano y tiró la red del pelo desde la cabeza de
Clover, soltando su larga melena de hermoso cabello alrededor de sus
hombros, al mismo tiempo que él desató su delantal. Luego ella le dio a
Clover un pequeño empujón en mi dirección, exactamente lo suficiente
para que ella pusiera sus pies en movimiento y el culo en marcha.
—Nos vemos el lunes, querida. Y por favor, trata de divertirte un poco
por una vez.
Mantuve la puerta abierta para que nos fuéramos, dando una
rápida despedida a los Fosters en nuestro camino. Tan pronto como
salimos fuera sobre el pavimento, Clover se giró abruptamente, poniendo
un alto a nuestra salida.
—Lo siento, Range, pero no puedo entrar en tu camioneta para que
puedas llevarme a casa. No viajo con extraños y para ser perfectamente
honestos, no te conozco lo suficientemente bien como para entrar en un
vehículo contigo y dejarte conducirme a cualquier lugar. Sé que te ataqué
más temprano, pero no soy del tipo de chica que acepta viajes de gente
que no conozco.
Ella estaba tan linda en este momento que tuve que evitar lanzarme
sobre ella y sacar a besos esa mierda de chocolate de su cara. Por mucho
que no estuviera de acuerdo con ella, entendía su vacilación sobre querer
entrar en un auto conmigo. Quiero decir, seamos realistas, si ella supiera el
tipo de persona que soy probablemente correría gritando en la otra
dirección. Decidí sacarla de su miseria y le sugerí un compromiso en su
lugar.
—Tienes razón, Clover. En verdad no me conoces, así que, ¿qué te
parece si camino contigo a casa y vuelvo por la camioneta después?
—No tienes que pasar por tantos problemas. Estaré bien, lo prometo.
—No es ningún problema, caramelito. Vamos antes de que las
luciérnagas comiencen a pulular.
La alusión a los insectos le hizo mover el trasero con un pequeño
jadeo. Ya podía ver que esta chica iba a ser muy divertida. Solo que ella
no lo sabía todavía.
Traducido por addictedread // Corregido por Jessmddx

Clover

N
o podía creer que Range acabara de aparecer afuera para
llevarme a casa. Debería haber sabido que algo había
sucedido cuando la Sra. Foster agarró su bolso de debajo de
la estación de trabajo y comenzó a ponerse lápiz de labios. Ahora él
estaba caminando a mi lado, mientras yo trataba de encontrar algo que
decir. Supuse que preguntarle por qué apareció era un buen lugar para
comenzar, pero por alguna razón, tenía miedo de la respuesta. Tomé una
respiración profunda y decidí ir simplemente por ello. ¿Qué era lo peor que
podía pasar?
—Así que, umm, Range, ¿normalmente tienes el hábito de recoger a
extraños en el trabajo?
—Solo las bonitas que saltan sobre mi espalda y me toquetean.
—Bueno, obviamente tienes a la chica equivocada. Creo que a la
que probablemente quieres trabaja en el salón de tatuajes.
Range se detuvo abruptamente y me dio una mirada incrédula,
como si le hubiera dado una bofetada en la cara o algo así.
—Oh no, caramelito. Tengo a la chica jodidamente correcta. Tengo
a la que huele a dulces y tiene manchas de chocolate sobre sus mejillas.
Tengo a la que tiene una melena de pelo salvaje que es perfecto para tirar
mientras entierro mi polla en ella. Tengo a la que es tan sexy que pone a mi
polla dura con tan solo pensar en ella.
Sabía que mi cara probablemente lucía ahora mismo tan roja como
un tomate gigante y maduro. Nunca había conocido a un hombre que
hablara como él antes. Pensándolo bien, probablemente era porque ellos
habían sido chicos fingiendo ser hombres. Range por otro lado, era todo un
hombre, desde su hermoso pelo hasta su cuerpo musculoso. Imaginé que
él habría sido el perfecto actor principal en una película de vaqueros de
1920 en blanco y negro, montando hacia la taberna en un caballo grande
y negro, y llevando dos revólveres de seis tiros en sus caderas; mientras yo
era una chica de taberna, cantando cada noche solo para él. Cuando el
entrara al bar buscando un buen momento, un hombre enfrente lo
desafiaría a un duelo al anochecer. Por supuesto, él aceptaría el desafío y
pelearía a muerte por su honor. Después, nos iríamos hacia la puesta de sol,
para nunca ser escuchados de nuevo. Me arranqué de mi momento A&E 4
cuando Range comenzó a caminar nuevamente.
—Entonces, ¿vas a hablar conmigo o simplemente te quedarás de
pie ahí, sonrojándote? No es que no sea lindo, pero me gustaría conocerte
mejor, Clover.
—¿Por qué querrías conocer a alguien como yo, Range? Estoy
segura que hay muchas otras mujeres con las que puedes pasar el tiempo.
—También estoy seguro de que las hay, pero quiero pasar mi tiempo
contigo.
Guao, podía ver que este tipo no tenía problemas con su ego.
Supongo que si me pareciera a él, me sentiría de la misma manera. Esto
iba a tener un arregló fácil. Iría con la verdad y una vez que él viera cuán
aburrida era, correría hacia otro lado.
—No hay mucho que contar, Range. Trabajo en Foster’s durante la
semana y luego veo la televisión todo el fin de semana hasta que es hora
de volver a trabajar.
Ahí, toma eso, Sr. Ego. Solo me tomó dos minutos asustarlo. Debe ser
un nuevo récord mundial. Probablemente él estaba aburrido o algo así, e
hizo una apuesta con uno de sus amigos sobre que podría conseguir a la
chica torpe de la tienda de caramelos para que se abriera de piernas.
Poco sabía él que yo estaba en el juego. De ninguna manera iba a ganar
esta apuesta en mi turno.
Continuamos caminando unos metros más hasta que Range se estiró,
agarrando ligeramente mi mano y entrelazando nuestros dedos como si
fuera la cosa más natural del mundo. Comencé a tensarme y alejarme,
pero entonces su pulgar comenzó a trazar círculos sobre mi piel y se sentía
un poco agradable. Supuse que tomarse las manos estaba bien entre
amigos, incluso aunque no éramos amigos de verdad. Simplemente no
podía imaginarme cuál era su punto de vista. Claramente, él era lo
suficientemente guapo como para conseguir a cualquier chica que
quisiera en un abrir y cerrar de ojos. ¿Por qué quería perder el tiempo con
una chica ordinaria como yo? Mis hermanas tendrían un día de campo

A&E, es un canal de cable que muestra documentales, biografías y series.


4
con esto si ellas sabían que estaba caminando a casa con un bombón
como Range. El pensamiento me hizo reír a mí misma, solo con pensar en
todos los insultos que ellas iban a inventar.
—¿Qué te gusta ver en la televisión? Rara vez tengo tiempo para
sentarme y disfrutar de una buena película, pero suena como que tú lo
disfrutas.
Range parecía verdaderamente interesado en mi respuesta. Él
escuchó con seriedad mientras yo trataba de encontrar una manera para
explicar mi fascinación por la televisión clásica.
—Probablemente nada que te guste ver. Normalmente veo muchos
programas y películas antiguas.
—Oh, ¿quieres decir como de los 90? —preguntó mientras me
miraba.
—Um, noooo. Un poco más antiguo —se sentía tan estúpido ser tan
vaga, pero ¿cómo iba a explicar que me gustaban las películas tan
antiguas que ni siquiera estaban en HD?
—¿Más viejas que de los 90? ¿Quieres decir como el tipo de mierda
de “Lo que el viento se llevó”? Puedo ver que eres una chica clásica.
Tenía una enorme sonrisa en su cara cuando lo dijo, lo que causó
que mis entrañas flotaran inesperadamente. ¿Cómo podría no encontrar
eso aburrido como el infierno? Seguramente, la idea de una mujer de
veintitrés años viendo películas viejas todo el fin de semana era un chiste
mortal. Estaba segura de que en cualquier minuto él iba a decirme que no
teníamos nada en común, que estaba contento de poder llevarme a casa
a salvo, pero que nunca quería volver a verme. Estaba totalmente
sorprendida cuando le dio a mi mano un pequeño apretón de seguridad y
dijo:
—Mi amigo Buck solía ver película antiguas cuando estaba por ahi.
Algunas de ellas no eran del todo malas.
Mierda, eso fue un golpe al sistema. ¿Quién sabía que esta bestia
sexy era aficionado a la televisión clásica? Le di una enorme sonrisa ante
esa revelación, pero no pude evitar preguntarme que más le gustaba
hacer.
—¿Qué hay de ti, Range? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —
estábamos cerca de mi casa y me encontré a mí misma frenando mis
pasos porque no quería que este momento con él terminara. Algo en la
forma en que él sostenía mi mamo extendió calor por todo mi cuerpo y
quería saborearlo un poco más. ¿Quién sabía si tendría la oportunidad
alguna otra vez?
—Sin mucho tiempo libre, nena. Entre el depósito de chatarra y la
lavandería, mi tiempo es más bien reservado.
—Oh, sí, los Fosters me dijeron hoy que eres dueño de la lavandería
de al lado. Eso es muy impresionante para alguien tan joven.
Él no respondió a mi elogio; en cambio, me dio una mirada como si
no fuera gran cosa. Todavía tenía que preguntarle por qué compraría una
lavandería. No era exactamente algo que una persona joven aspiraría a
tener o quizás yo solo estaba siendo una perra crítica y debía dejar de
hacer suposiciones. Tal vez algún día llegara a preguntar, pero no quería
presionarlo. No es como si fuera mi asunto de todos modos.
Me detuve un poco justo afuera de mi casa, mientras Range se
tomaba un momento para obtener una buena mirada. Era una casa
bastante bonita, con tres pisos que incluían un sótano. Mi abuela había
vivido aquí muchos años antes de que muriera, pero logró mantener el
lugar en una estupenda forma. Tenía cuatro habitaciones, así que cada
uno de nosotros tenía una propia, lo que era una buena cosa ya que casi
nunca nos llevábamos bien. Los postigos estaban pintados de un blanco
soso e incluso teníamos un porche envolvente con dos sillas mecedoras en
frente. Sí, era algo salido exactamente de Southern Living Magazine 5, pero
era mi casa por ahora. Saqué mi mano del apretón de Range y le indiqué
con una sacudida de mi barbilla que era mi casa frente a la que
estábamos de pie, todo el tiempo tratando de encontrar la manera de
decirle adiós sin llegar a ser torpe.
—Bueno, gracias por acompañarme a casa, Range. En verdad lo
apreció —Me giré para entrar, pero Range alcanzó mi codo, deteniendo
mi huida al mismo tiempo, haciendo que mi corazón lata tan fuerte que
estoy segura de que él puede oírlo en el silencio de la noche. Entonces, él
hizo algo totalmente inesperado y completamente afrodisiaco. Lamió su
dedo y lo rozó sobre mi mejilla, entonces se lo metió en la boca para
chupar el contenido. Fue en ese horrible momento cuando me di cuenta
de que aún tenía chocolate en mi cara por el trabajo y que había hecho
todo el camino a casa sin darme cuenta. ¡Alguien que me mate ahora! Él
soltó mi codo y dio un paso atrás.
—Te veré pronto, caramelito.

Southern Living Magazine, es una revista sobre el estilo de vida dirigido a lectores del sur
5

de Estados Unidos. Publican recetas, casas, jardines, viajes, etc.


Saqué las llaves de mi bolsillo mientras hacía mi camino hacia la
puerta principal. Cuando introduje la llave, eché una rápida mirada por
encima de mi hombro para ver que Range estaba esperando a que
hiciera todo el camino hasta la casa antes de irse. Le di una rápida sonrisa
mientras cerraba la puerta detrás de mí y luego colocaba mi mano sobre
mi pecho para tratar de calmar mi respiración errática. En mi mente no
tenía duda de que volvería a ver a Range otra vez. Él no parecía el tipo de
hombre que se rindiera fácilmente. Me di cuenta de que estaba en serios
problemas.
Traducido por Bella' // Corregido por MagaPali

Range
Dos Semanas Después.

C
lover pensó que podría deshacerse de mí fácilmente
haciéndolo parecer como si fuese una aburrida reclusa.
Poco sabía ella que yo estaba más determinado que nunca
en conocerla. Todos los días durante las últimas dos semanas, empezando
esa primera tarde de viernes, me presenté como un reloj para llevarla a
casa. Ella rechazó el viaje e insistió en caminar. Al principio, pensé que era
porque ella verdaderamente tenía miedo de mí y pensaba que yo era un
asesino serial, pero más tarde, entendí que ella disfrutaba de caminar y
hablar tanto como yo lo hacía.
Inicié esta tarde como lo hacía cada otra tarde ofreciendo llevarla
en mi camioneta y esperando su rechazo. Una vez que dijo no,
rápidamente tomé su mano y comencé nuestra lenta caminata hacia su
casa. Ella siempre olía como rollos de caramelo, y me resultó difícil
contenerme de inclinarme y olerla como alguna especie de pervertido.
Clover no era definitivamente como cualquiera de las mujeres con
las que lidiaría normalmente. Me exigía tanto con la dirección del depósito
de chatarra y la lavandería la mayor parte del tiempo que solo buscaría
alguna perdida en un bar o algo, solo para tener mi polla húmeda por la
noche. Ciertamente yo no tomaría tiempo de mi ocupado horario para
caminar a su casa por las noches. Si ella no quería lo que yo estaba
ofreciendo, simplemente debería moverme a la siguiente. Había por
montones, todas ellas iguales a Marci, dispuestas a todo sin compromisos.
Funcionaba bien para todos, pero tras ver a Marci esa última vez, follando
a Maxwell, había dejado un agrio sabor en mi boca. Tuve una enferma
visión de Clover saliendo de su habitación con su cabello hecho un
desastre y el maquillaje corrido por toda su cara, y me volvió loco siquiera
pensar en eso.
Quería algo más, alguien a quien pudiera llamar mía. No quería ser el
tipo que se vengaba de sus antiguas compañeras de clase jodiéndolas,
luego humillándolas antes de dejarlas. Quería a alguien dulce que no sería
atrapada dejando la habitación de otro, pareciendo una puta que acaba
de ser pagada por sus servicios. Quería a Clover, e iba a tenerla contra
viento y marea.
Clover estaba más callada de lo normal en la caminata de hoy, así
que me detuve en la acera y miré sus ojos para verla juntar sus cejas
mientras mordía la uña pulgar de su otra mano.
—¿Qué está mal, caramelito? Pareces un poco callada esta noche.
—Respiró profundamente, aparentemente tratando de averiguar cómo
preguntarme lo que sea que estaba plagando sus pensamientos. Dejó
caer su pulgar de su boca y levantó su mirada hacia mí con sus hermosos,
tristes ojos y preguntó en voz baja:
—¿Por qué no has tratado de besarme?
Tomé sus ojos tristes y su expresión llena de dolor y solo quería
envolverla en mis brazos y mantenerla allí por siempre. Ella realmente
pensó que no había tratado de besarla porque no la deseaba. Que esto
era una clase de broma que estaba jugando antes de dejarla a un lado
del camino como la basura del día anterior.
Ella me confesó en nuestras caminatas anteriores que sabía que ella
no era la más hermosa en su familia, mientras que sus hermanas eran
hermosas y podrían ser modelos. Le dije que si ese fuera el caso, entonces
yo tenía que conocer a esas chicas, porque ella era la mujer más hermosa
que había conocido en mi vida. Por supuesto ella no me creyó, lo cual era
probablemente la razón de por qué me había hecho esta pregunta. La
verdad del asunto era, que yo sabía que una vez la besara, ella sería toda
mía, y quería que ella conociera mi yo real antes que eso pasara.
Obviamente, necesitaba aclarar eso así ella dejaría de preocuparse de
que iba a dejarla en el polvo.
—No te he besado aún, caramelito, porque una vez que empiece,
no me detendré hasta tenerte debajo de mí, en mi cama, mientras te follo
despacio y con calma.
—¿En serio? Yo solo pensé…
—Sé lo que pesaste y puedes sacar esa mierda de tu cabeza ahora
mismo. No fui claro antes, pero déjame ser claro ahora. Quiero todo de ti,
Clover. En cualquier forma que un hombre pueda tener una mujer, te
deseo. ¿Es lo suficiente claro para ti?
—Sí, Range, lo es.
—Bien, ahora cuéntame más sobre este auto que quieres comprar
con el dinero que has guardado de trabajar en Fosters.
Clover me contó todo sobre el retiro de su padre de trabajar como
chef en uno de los mejores restaurantes en Nueva York y cómo realmente
no hacía mucho fuera de casa. Creí que ella estaba llena de mierda
cuando me contó cuán viejo era su padre. Digo, ¿quién mierda tiene un
hijo casi a los sesenta años? Su madre, quien era mucho más joven, se
quedó sin baterías de tener a las otras dos hermanas en sus vidas y se negó
a jugar de taxi para Clover. Sus palabras, no mías. Clover era la única
hermana en la familia luchando por algo en lugar de estar sentada sobre
su trasero y viviendo de sus padres. Admiraba esa cualidad en ella y
estaba determinado a hacer algo sobre ello. Ella era mía, y yo cuido de lo
mío.
—Ya que mañana es sábado, ¿por qué no vienes al depósito de
chatarra y vemos qué pasa? Podríamos rentar una de esas películas viejas
que te gustan, e incluso ordenaré comida para llevar. —Ella tenía una
mirada sorprendida en su rostro, como si estuviera a punto de perder la
cabeza en cualquier momento, bajando su cabeza y mirando sus pies.
Estaba asustada. Podía verlo en su postura.
—¿Estás pidiéndome salir en una cita, Range?
—Sí, caramelito, estoy pidiéndote salir en una cita. Pero solamente si
tú quieres pasar más tiempo conmigo.
—De acuerdo.
Lo dijo tan bajito que casi no la escuché. Me acerqué y levanté su
barbilla con mi dedo para conseguir una buena mirada de sus ojos.
Demonios, estaba hermosa y asustada hasta la muerte. Tomé mi pulgar y lo
corrí por su mejilla, untando el siempre presente encantador resto de
chocolate chupándolo con mi boca. Cuando jadeó en sorpresa, bajé mi
cabeza y tomé su boca en un beso abrasador. Probar su sabor natural
mezclado con el chocolate en mi lengua fue como ser electrocutado con
una pistola eléctrica justo en mis bolas. Rodeé espalda y traje su cuerpo
más cerca, así podría sentir cuanto la deseaba. Los dos de pie en la
acerca, besándonos como si yo fuera un soldado yendo a la guerra, fue
como si ella fuese hecha justo para mí. No quería parar, pero sabía que si
continuábamos, la arrastraría de vuelta a mi camioneta y la follaría como si
la vida se me fuera en ello.
Retrocediendo lentamente de su intoxicante boca, le di a su labio
inferior un rápido mordisco y puse mi frente contra la suya en un intento de
calmar el rápido latido de mi corazón y la dura erección de acero que
tenía en mis pantalones. Ella fue tan condenadamente sexy en el
momento de nuestro primer beso, solamente podía imaginar cómo luciría
la primera vez que la haga venir con mi boca. Este tren de pensamientos
no hacía nada para detener mi erección, y mientras miraba en sus
hermosos ojos, podía decir que ella pensaba lo mismo que yo. Ella me
deseaba tan mal como yo la deseaba, si su mirada soñadora y su cara
sonrojada fueran indicio de algo.
—Te recogeré a las dos. Me temo que es un poco demasiado lejos
para que caminemos, pero no te preocupes. Prometo que cuidaré de ti.
Usa algo cómodo. El depósito de chatarra puede ser sucio.
—Está bien, Range. Llevaré la película, ya que tengo algunas en DVD.
¿Está bien?
—Es perfecto, justo como tú, caramelito. —Me acerqué y tomé su
mano en la mía, luego puse un rápido beso en la parte trasera de sus
nudillos, causando que se sonrojara en un perfecto tono de rosa. Le di un
ligero empujón hacia su puerta, y ella sacó sus llaves y entró a su casa,
dándome una rápida mirada sobre su hombro. Luego cerró la puerta.
No podía esperar hasta mañana así podría mostrarle mi otro orgullo y
alegría. El depósito de chatarra de Buck era una gran parte de mi vida que
quería compartir con ella. Tenía la sensación de que a Clover le encantaría
tanto como a mí.
Traducido por Bella’ // Corregido por addictedread

Clover

P
ensé en Range y en ese mágico beso hasta las primeras horas
de la mañana. La manera en que manejó mi cuerpo fue como
si no tuviera opción sino moldearme contra él y tomar lo que
estaba dándome. No es que yo estuviera quejándome o algo, pero juro
que ese beso era para el libro de los récords. Había sido besada varias
veces en mi vida, pero ese fue más de lo que nunca podría haber
imaginado. Me sentí como Scarlett O´Hara cuando Rhett Butler la besa de
repente y declara “Deberías ser besada y muy seguido y por alguien que
sepa cómo” Bueno, Range Reardon ciertamente sabía cómo.
Decidiendo que era hora de dejar de fantasear y comenzar mi día
antes que Ranger llegara para llevarme al depósito, bajé a la cocina en mi
pijama en búsqueda de mi desayuno. Una vez más, podía escuchar a mi
madre y hermanas platicando emocionadas sobre lo que sea fuese el
tema de discusión esta mañana. Ya sea si fuese la moda o la última cita de
una de ellas anoche. Oh chico, esto iba a ser divertido.
Echando un vistazo por la esquina, divisé a Denny en su lugar
habitual en el sofá, leyendo su periódico, así que decidí renunciar a mi
saludo mañanero. Cuando di un paso dentro de la cocina, su
conversación pareció detenerse una vez que todas notaron que estaba
parada allí. Ellas estaban sentadas en la mesa de la cocina con sus
cabezas abajo, hablando la una a la otra como si acabaran de descubrir
dónde fue enterrado Jimmy Hoffa. Mi hermana Shelly fue la primera en
hablar tras aclarar su garganta.
—Buenos días, M&M, me alegro que hayas decidido unirte a nosotras
esta mañana.
Miré hacia el reloj y me di cuenta que eran pasadas las once.
Supongo que llegaría más tarde de lo normal, pero nada fuera de lo
ordinario, diría yo. Estaba tratando de averiguar si su declaración tenía
doble significado cuando decidió sacarme del apuro.
—No pude evitar notar ese buen pedazo de hombre que ha estado
caminando contigo a casa durante las últimas dos semanas. Estaba por
salir cuando fui asaltada por ese beso matador que te dio justo antes que
entraras. Debo decir, estaba bastante sorprendida.
Ashley y mi mamá me miraban expectantemente, como si fuese a
compartir algo con ellas. Me encogí de hombros y me dirigí por una taza
de café, sin estar dispuesta a darle ninguna información sobre mi relación
con Range. Él era especial para mí y ciertamente no las quería burlándose
de mí justo antes de nuestra primera cita. Ellas podían burlarse de todo lo
demás que quisieran, pero no sobre él. Él estaba fuera de los límites
cuando se trataba de sus crueles y odiosas palabras.
—Mira, solo queremos saber quién es, solo en caso que necesitemos
checarlo o algo. Podría ser una especie de asesino serial o algo.
Tuve que reírme ante eso, considerando que había pensado lo
mismo. Pero Range no era nada por el estilo. Él era amable, gentil y
determinado a hacer su voluntad. Trabajaba duro cada día en ese
depósito de chatarra y no aceptaría elogios por sus esfuerzos. Mi negativa
a viajar en su camioneta fue inicialmente porque no lo conocía lo
suficiente, pero ahora que sí, prefería nuestras caminatas en la noche con
la fría brisa soplando nuestras caras y tiempo a sola, en lugar de en una
rápida entrega y confinarse a una cabina. Había conocido más sobre
Range durante esas caminatas de lo que siquiera creí posible y a cambio
él había conocido de mí. Mis gustos y disgustos, mi inclinación por las
películas antiguas y al tiempo que pasaba sola y sin compañía. Nunca
juzgaba mi preferencia a estar sola en lugar de salir y no estaba disuadido
por mi mediocre existencia.
Lo única cosa que no quería era que ellas tuvieran la idea
equivocada sobre Range. No sabía por qué, pero su percepción de él era
importante para mí y planeaba protegerla.
—Mira, no es un asesino serial, ¿de acuerdo? Su nombre es Range y
está viniendo esta tarde para llevarme a una cita. Antes que empieces
con las bromas, ahórratelas, no quiero escucharlas. —Shelly se levantó de
su asiento en la mesa, aplaudiendo como una tonta. No tenía ni idea de
qué pasaba con ella.
—¡Oh mi Dios, oh mi Dios, oh mi Dios! Solamente conozco un Range y
ese es Range Reardon. Por favor dime que el buen trozo de culo con el
que te vi es él.
—Cuida tu boca, Shelly, sabes que odio ese tipo de lenguaje en mi
casa. —Mi madre ni siquiera estaba de ánimo para juzgar, de acuerdo a la
manera en que había regañado a mi hermana y la había golpeado con
un trapo de cocina. Shelly frotaba su brazo en protesta y comenzó a
dirigirse a mí otra vez.
—De acuerdo mamá, tómalo con calma con esa cosa. Clove,
necesitas escupirlo hora, chica, y dime que tu Range es el Range que creo
que es. —No podía ni por mi vida entender su emoción sobre toda esta
cosa. No era como si ellas dieran nunca una mierda por mí, o con quién
salía. Las dos normalmente pasaban el tiempo juntas, susurrando sus
secretos de mierda, sin molestarse en incluirme en alguno de ello. Si ellas
estuvieran tan preocupadas de que mis sentimientos fueran heridos,
deberían dejar de llamarme M&M y comenzaran a tratarme como parte
de esta familia. Algo que había aprendido de Range estas últimas dos
semanas, era que a él le importaba mi opinión y no se burlaba de mí como
si fuese un pasatiempo nacional. Les di la espalda y comencé a hacer mi
café como siempre.
—Sí, Shelly, es Range Reardon. ¿Feliz?
Esta vez las palmadas vinieron de Ashley antes que se estirara y le
diera a Shelly los cinco y un choque de puños. Esas dos debieron haber
estado fumando algo esta mañana con su desayuno, porque estaban
actuando completamente locas.
—¡Te dije que era él! Santa mierda, Clove, te sacaste la lotería con
ese. ¿Recuerdas a mi amiga Janice de Hooters? —Ella tenía que estar
bromeando con esta mierda. ¿Qué tenía que ver su trabajo en Hooters
con Range? Le di uno de mis ojos en blanco más duros hasta la fecha y
créanme, había un montón para compararlos.
—Oh, ¿te refieres al trabajo en que trabajaste dos días y renunciaste?
Sí, lo recuerdo. ¿Por qué?
—Bueno, Janice solía hablar sobre este tipo Range con quien fue a la
escuela todo el tiempo, o al menos por los dos días que trabajé allí. Ella
seguía y seguía hablando sobre tener otra oportunidad de fo…quiero decir,
de dormir con él otra vez y cómo era el mejor que había tenido.
Su rápida corrección no la salvó de conseguir su propia bofetada
con el trapo de mi madre. Ella fue afortunada que solo fue un golpe con el
trapo, porque yo quería golearla en la cabeza con mi taza de café. Range
era el chico más apuesto que había conocido nunca, nunca pensé que
fuera virgen, pero por el amor de Dios, no quería escuchar sobre sus
hazañas sexuales con una perra trabajadora de Hooters. ¿Cómo podría
posiblemente seguir obsesionada por algo que sucedió hace años, y en
secundaria? Esta conversación iba rápidamente en una dirección que no
quería tomar.
—Bueno, es lindo de ella recordar algo que pasó cuando los
Backstreet Boys todavía estaban juntos. Supongo que mientras aspiras a ser
la gerente de Hooters, te queda bastante tiempo para recordar sobre los
viejos tiempos.
—Oh, vamos, Clove. No te lo tomes tan a pecho. Solamente quería
decir que ya que has pasado por un periodo de sequía, ciertamente
elegiste el chico correcto para sacarte de tu depresión.
—¿De qué depresión hablas? No he estado en depresión.
Simplemente decidí no salir por un tiempo, a diferencia de ustedes dos,
que tienen una tarjeta de baile completa.
Ni siquiera sé por qué me molestaba en explicar algo a estas dos.
Ellas estaban mirándome como si acabara de herir sus sentimientos o algo.
Mi madre no lo hacía mejor con su desaprobador ceño fruncido, como si
yo fuera la única que constantemente se burlaba y humillaba a las demás.
—Mira, no es así entre Range y yo. Acabamos de comenzar a pasar
tiempo juntos y no estoy segura de como categorizar nuestra relación
todavía. Solo voy a ver qué pasa y a dónde se dirige. Ahora, ustedes
pueden encontrar algo más con lo que molestarme.
Allí, finalmente lo había dicho en voz alta. Estaba cansada de ser la
línea de golpes por aquí y ya era hora que ellas lo supieran. Extrañamente,
no sentí la satisfacción que había pensado sentir. Para mi sorpresa, Shelly y
Ashley realmente parecían no tener idea de lo que estaba hablando. Ellas
solo sacudían sus cabezas y se palmeaban la una a la otra confortándose.
—No me digan que no tienen idea de lo que estoy hablando.
Ustedes chicas nunca me incluyen en nada e insisten en llamarme por ese
estúpido apodo incluso cuando les he dicho que no, como una gran
broma.
Shelly fue la primera en responder.
—Lo siento, Clover. Nosotras solo te llamamos, M&M porque
pensamos que es lindo, no para ser cruel. Si hubiéramos sabido lo mucho
que te ofende, habríamos parado hace mucho tiempo. Prometemos no
usarlo de nuevo, ¿está bien? —Ashley estaba sacudiendo su cabeza en
acuerdo, y yo inmediatamente me sentí como una mierda. ¿Cómo se
suponía que yo supiera la verdadera razón de por qué me llamaban por
ese estúpido apodo? Solo pensé que ellas compraron el rumor de que era
adoptada y querían asegurarse que me quedara fuera. Me sentí tan
estúpida por haberles guardado rencor por tanto tiempo, y si era honesta
conmigo mismo, me alejé de ellas primero. Ellas siempre solían invitarme a
pasar el rato, pero siempre dije no. Hasta que ellas dejaron de preguntar y
comencé a sentirme aislada y sola. ¿Cómo pude haber interpretado esto
tan mal?
—No se preocupen, chicas. Solo estoy nerviosa de salir con Range
por primera vez, es todo. Y gracias por no llamarme más M&M, sin importar
cuán lindo crean que es. —Ambas se levantaron de sus sillas y caminaron
hacia mí con sus brazos abiertos. Oh Dios, no el abrazo de grupo en la
cocina de mierda.
—Te amamos, Clove, y ambas estamos felices que tengas una cita
hoy. Oh, tengo una idea. Haré tu maquillaje y peinado, y Ashley elegirá tu
atuendo. Esto va a ser muy divertido, puedo sentirlo. Vamos a botarlo
sobre su lindo y pequeño trasero para cuando terminemos. —Y con esa
pequeña declaración, todas recibimos bofetadas del trapo mientras
corríamos fuera de la cocina para prepararnos.
Dos horas más tarde, mi habitación tenía el aspecto del sendero de
un tornado nivel 4. Nada de mi ropa estaba colgada en el closet; en
cambio, estaba toda sobre mi cama, cubriendo el lavabo de mi baño y
balanceándose del espejo de mi cómoda. Era un desastre con el que
tendría que lidiar más tarde ya que no había tiempo hoy, pero no lo
cambiaría por nada del mundo. Mis hermanas y yo platicamos sobre todo
y nada, y fue entonces que me di cuenta de que las había extrañado
mucho. Nuestras estrafalarias peleas que causaron que nos alejáramos la
una de la otra, no era nada más que un desperdicio de tiempo; tiempo
que podríamos haber estado pasando juntas como lo hacíamos hoy.
Cuando todo estuvo dicho y hecho, una cosa seguía siendo verdad, y esa
era el amor que sentíamos por la otra. Ese amor fue evidente cuando miré
el resultado final en el espejo y apenas me reconocí. Fieles a su palabra,
mis hermanas me hicieron ver como una súper modelo, yo iba a buscar
derribar a Range sobre su trasero.
Traducido por Bella’ // Corregido por addictedread

Range

A
noche tuve la peor noche de sueño de mi vida. Después de
mi beso con Clover, no creí que mi polla se ablandaría. La
manera que se sentía en mis brazos cuando tomé su boca en
ese beso abrumador, pensé que mi cabeza estaba a punto de explotar.
Tuve que masturbarme dos veces antes que pudiera siquiera pensar en
descansar algo. Maxwell follando a quien sea justo al lado, ciertamente no
ayudaba a la situación. Esas dos o tres, o las que sea que estaban allí,
fueron tan ruidosas que creí estaban en la habitación conmigo. Tanía que
recordar hablar con él sobre traer algunas de sus “amiguitas” a la casa.
Estaba a favor de pasar un buen rato, pero Max era imprudente. Odiaría
despertar una mañana y tener mi polla en alguna boca extraña sin saberlo.
Ese es justo el tipo de mierda que pasaba con él.
Antes de ponerme pesado con Max y sus aventuras, recordé que
hoy era el día cuando Clover finalmente accedería a salir conmigo. Eso
trajo una sonrisa inmediatamente a mi rostro, solo pensar en mostrarle el
depósito y contarle todas las cosas interesantes que pasan allí. El depósito
de chatarra estaba cerrada los sábados, así al menos no tendría que lidiar
con cualquier entrega o mierda de clientes. Tendría a Clover para mí y a
duras penas podía esperar para tenerla de vuelta en mis brazos. Solo el
pensamiento de ella tenía nuevamente a mi polla abultada en mi bóxer, lo
cual parecía ser una ocurrencia común cuando pensaba en ella.
Podía recordar una de las pocas veces que Buck hablo sobre su
familia conmigo. Difícilmente los mencionaba, considerando que su esposa
lo dejó poco después de la muerte de su hijo. Ella lo había culpado por
todo el sufrimiento. Pero de vez en cuando, él ponía una mirada lejana en
sus ojos y empezaba a hablar sobre algo en particular. El drama había
aparecido un día que yo estaba follando a chicas en la escuela por
venganza y Buck quiso dejarme saber un secreto.
—Chico, mejor asegúrate que envuelves esa pequeña polla tuya. No
necesitamos bocas extras que alimentar aquí. Cuando finalmente termines
de joder por ahí con esas perras y comiences a buscar a la indicada para
establecerte, espero que tu estúpido culo sea lo suficientemente
inteligente para atraparla cuando la encuentres. Sabrás que es la indicada
cuando tus bolas se sientas como si fuesen a romperse como cristal cada
vez que pienses en ella. Cuando estés listo para matar o ser asesinado por
esa perra, créeme, ella es la indicada. No seas un maldito idiota y la dejes
ir, como yo lo hice. Me arrepiento de un par de cosas en esta vida, chico,
muy pocas cosas, pero puedo decirte ahora, siempre me arrepentiré de
esa.
Por supuesto, fui un completo imbécil sobre todo el asunto y le dije
que lo tenía bajo control. Nunca trató de obligar a ninguno de nosotros a
no seguir nuestros propios caminos en la vida, pero en ocasiones, trataba
de impartir algo de su sabiduría de la vieja escuela como solo Buck podría.
Podía ver ahora el punto que él estaba tratando de hacer sobre el vidrio
roto en tus bolas. Me dolían por tener a Clover en mi cama y rogaba para
ser lo suficientemente inteligente como para mantenerla allí.

***
Hice mi camino a la casa de Clover en tiempo record. No quería
hacerla esperar. Bajé de mi camioneta e hice mi camino hacia el porche,
listo para tocar el timbre, cuando la puerta principal se abrió y allí de pie
estaba una bonita chica que asumí era una de las hermanas de Clover.
Clover me había explicado durante una de nuestras muchas caminatas
que ella no se parecía en nada a sus dos hermanas, pero yo pensé que
estaba completamente equivocada. Podía ver mucho de Clover en esta
chica parada delante de mí.
—Hola, ¿está Clover? —Me dio una mirada de apreciación antes de
responder.
—¿Y quién eres tú, guapo? —Estoy seguro que sabía exactamente
quién era, juzgando por la sonrisa de satisfacción en su cara, pero decidí
seguirle el juego.
—Soy Range, ¿y tú eres?
—Soy Shelly, hermana de Clover. Entra. Ya está lista para ti.
Di un paso dentro y noté de inmediato cuán hogareña se sentía su
casa. Había fotos familiares esparcidas alrededor de cada pared,
comenzando de cuando las chicas eran bebés. Vi las fotos de Clover de
bebé de inmediato, ya que ella era más clara que el resto de su familia,
con su pelo rubio versus el oscuro cabello de ellos. Ella tenía mejillas
regordetas y una enorme sonrisa en su rostro mientras trataba de soplar
velitas en lo que parecía su pastel de cumpleaños. El resto eran varias fotos
de todas las chicas creciendo durante salidas familiares y vacaciones,
ninguna de las cuales había tenido en mi vida. Casi la envidiaba por
crecer en tan amorosa familia, pero no podía culparla por eso. La hacía la
persona que era hoy. Infiernos, en cada foto ella parecía volverse más y
más hermosa mientras crecía.
Escuché pasos bajando las escaleras, y cuando me giré, la imagen
frente a mí me hizo querer caer de rodillas y agradecer a Dios estar vivo.
Clover descendía las escaleras con otra chica, quien era más como su otra
hermana, Ashley, justo detrás de ella, pero era Clvoer quien tenía mi
completa atención.
—Hola, Range. Estoy lista si tú lo estás.
Di un paso adelante hacia ella con una necesidad casi animal de
tocarla de algún modo. Estiré mi mano y pasé ligeramente mi dedo índice
por su mejilla mientras miraba sus hermosos ojos para transmitir mi
necesidad, haciéndola ruborizarse en un hermoso tono rosa casi
inmediatamente.
—Hola, caramelito. Luces hermosa. —Todavía tenía mi dedo en su
mejilla mientras manteníamos contacto visual cuando una de sus
hermanas soltó una carcajada ante mi apodo a Clover.
—¿Él te llama caramelito? Eso es demasiado lindo. Ya me gusta.
No pude evitar sonreír ante su pequeño estallido, a pesar de que
Clover tenía una mirada en su rostro como si estuviera lista para salir
corriendo por la puerta en cualquier momento. Ya que Clover estaba
aturdida, decidí que debería presentarme yo mismo a su otra hermana, así
que estiré mi mano para un saludo rápido.
—Hola, soy Range. Tú debes ser Ashley. Gusto en conocerte. —Ashley
estiró su pequeña mano, y con un firme agarre, me la estrechó.
—Gusto en conocerte, también Range. Clover nos dijo todo sobre ti.
—¿Oh, en serio? ¿Y qué es exactamente lo que Clover ha dicho de
mí?
Clover rápidamente salió de su trance, agarrando mi mano, y
arrastrándome por la puerta antes que siquiera las chicas tuvieran
oportunidad de responder. Todo lo que podía oír era un coro de risitas
cuando salimos de la casa. La acompañé hasta el lado del pasajero y abrí
la puerta para que ella entrara. Antes que pudiera subirse a la cabina,
agarré su mano y la hice girar. Tan pronto como jadeó en sorpresa, la bese
con firmeza en la boca. No era como el apasionado beso que habíamos
compartido la noche anterior, pero era un beso para dejarle saber cuánto
la había extrañado y que no podía esperar a pasar el día con ella. Cuando
retrocedí para mirar su precioso rostro, ella sonreía la más grande y brillante
sonrisa que había visto nunca. Podría jurar que ella brillaba. Solté su mano y
la ayudé a subir a la cabina, esperando hasta que aseguró su cinturón de
seguridad para cerrar la puerta. Corrí alrededor del frente de la camioneta
para subir al lado del conductor, y con una mirada final a Clover, me dirigí
hacia el depósito de chatarra.
A pocos minutos de ir en el camino, Clover se volvió con una mirada
curiosa en sus ojos y preguntó:
—¿Por qué te dejó Buck el depósito de chatarra? Debe tener familia
en alguna parte. —Era una pregunta válida. Solo no sabía cuánto quería
que supiera de mi pasado, así que decidí responder de la mejor manera
que sabía.
—Buck nos consideraba a todos sus chicos, a mí en particular. Todos
lo necesitábamos por una razón u otra. La mayor parte del tiempo, era una
cena decente o un conjunto de ropa limpia. Cuando él decidió retirarse,
se sintió más responsable del grupo, así que me dejó dirigir. —Esperaba que
mi respuesta fuese suficiente para satisfacer su curiosidad. No quería que
nada arruinara nuestro día juntos y escarbar en el pasado era una manera
segura de enviar mis pensamientos directamente al infierno.
—Supongo que tiene bastante sentido. Él suena como un hombre
maravilloso y espero poder conocerlo algún día. —Estiró su mano sobre la
consola y entrelazó nuestros dedos, sonriendo mientras hacíamos nuestro
camino. No puede evitar la sensación de calidez que esta chica invocaba
en mi pecho. No creo haber sido así de feliz en mi vida, y todo era gracia a
mi caramelo.
Debería haber sabido que la felicidad no era para mí en esta vida y
como la mayoría de las cosas, siempre venía con un precio.
Traducido por Gisenid // Corregido por Jessmddx

Clover

M
ientras nos dirigíamos al depósito de chatarra, podía sentir
crecer la emoción en Range. El viejo letrero que rezaba
“Buck’s Junkyard” anunciaba nuestra llegada, sin embargo,
fue el extraño hombre sentado a las afueras sobre su motocicleta que por
alguna razón me hizo sentir nerviosa. Se hallaba vestido de negro de los
pies a la cabeza, incluyendo el pañuelo atado alrededor de su nariz y
boca. Estaba sucio, pero no por falta de baño. Por lo que se ve, debe
haber hecho un largo viaje, dado que el polvo y la mugre estaban por
toda la parte delantera con el nombre de Craze en la esquina.
Range puso el automóvil en neutro y comenzó a salir, sin embargo,
tiré de la mano que le sostenía para detenerlo.
—¿Lo conoces? Parece algo peligroso.
—No, probablemente solo necesite una pieza de algo y no se dio
cuenta que cerramos los sábados. Solo le haré saber que regrese el lunes.
—Está bien, ten cuidado.
—Siempre, nena.
Range le da un pequeño apretón a mi mano, sale de la camioneta y
se encamina hacia el hombre de la motocicleta. A medida que se
acercaba, el extraño apartó el pañuelo que cubría su rostro y se quitó el
casco. No sonreía o parecía un viajero cansado con necesidad de piezas
de motocicleta; lucía como una serpiente cascabel lista para atacar en
cualquier momento. Entrecerró sus ojos en dirección a Range mientras
ladeaba la cabeza como si estuviera contemplando algo. Supe que no
debía hacerlo, pero giré la llave en el contacto solo lo necesario para
bajar la ventanilla y así poder escuchar lo que decían.
—¿Puedo ayudarlo en algo? El depósito está cerrado los sábados.
—No necesito piezas, hombre, estoy buscando a Buck. —Tomó el
pañuelo y se limpió la parte posterior del cuello con él, guardándolo luego
en su bolsillo trasero. Poso las manos en el manillar mientras esperaba a
que Range respondiera. Pude ver que Range consideraba decirle a este
tipo que Buck estaba retirado y ya no se encontraba a cargo del depósito
de chatarra. Range fue demasiado inteligente para darle a este tipo la
dirección de Buck sin una maldita buena razón.
—¿Y quién pregunta?
—Un amigo de la familia.
Considerando que Range me acababa de contar que Buck no tenía
familia, supe que eso eran puras mentiras y este tipo definitivamente no
tramaba nada bueno. Range lo sabría también y le dejaría claro que no
era bienvenido y tendría que irse de inmediato. Debería sentirme bien por
eso, pero por alguna razón, simplemente no pude.
—No está aquí y no volverá en un tiempo. Le diré que pasaste
cuando lo vea. —Range se paró en toda su altura y miró al tipo directo a
los ojos, diciéndole que no era alguien con quien se pueda joder. El
extraño le devolvió una sonrisa astuta y asintió. Sacó el pañuelo de su
bolsillo trasero y lo ató de nuevo alrededor de su rostro. Mientras aseguraba
el casco, me miró y me guiñó el ojo, encendió la moto y se marchó por el
camino. Mi corazón latía tan rápido que pensé que estaba teniendo un
ataque de pánico. Cuando Range volvió a la camioneta, me encontraba
completamente conmocionada por toda esta experiencia.
—¿Qué quería? ¿Está todo bien? —Range agarró mi mano y beso
con suavidad mis nudillos. Me sentí segura de inmediato con su presencia y
mi ansiedad comenzó a disminuir. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro, y
usó su otra mano para meterme un mechón de cabello detrás de la oreja.
—Todo está bien, nena, solo buscaba a Buck. No volverá. —Respiré
profundamente por la nariz y exhale lentamente por la boca, sintiéndome
mejor con la situación en el acto. Quizás él estaba en lo cierto y no
tendríamos que ver a ese hombre de nuevo. Rezaba que tuviera razón,
pero en mi corazón, sabía que era solo el principio.

***

Range condujo la camioneta al interior del depósito y la estacionó


en una parte pavimentada del camino de tierra. Hasta donde el ojos
podía ver tenían pilas tras pilas de automóviles que habían sido aplastados
y apilados uno encima de otro. Estar de pie en este lugar me dio una
sensación extraña e inquietante; como si los vehículos fueran lapidas de
gran tamaño y espíritus de vidas pasadas estuvieran flotando a nuestro
alrededor. Me estremecí involuntariamente, aunque estaba bastante
caliente. Range rodeo la parte delantera de la camioneta y colocó sus
brazos alrededor de mi cintura al mismo tiempo que se paraba junto a mí,
entendiéndolo todo.
—Aquí puede ser espeluznante como la mierda si no estás
acostumbrado. —Me hallaba sorprendida que tan bien supo lo que
pensaba. Me acurruque a su costado y abrace su torso. Se sentía tan
cálido y seguro. Quería abrazarlo así para siempre. Inhale su olor y cerré mis
ojos, perfectamente satisfecha con su fuerza.
—Vamos, nena, déjame mostrarte los alrededores. —De mala gana y
con un bufido, lo solté a tiempo para que me tomara de la mano y me
guiara por este depósito inmenso de vehículos destrozados y
abandonados. De verdad estaba sorprendida de lo grande que era este
lugar. No solo albergaba automóviles sino también botes, caravanas,
tractores y todo tipo de maquinaria. Tenían varias unidades de
almacenamiento, que explicó Range, contenían algunos de los artículos
más valiosos para la venta, como cobre y latón. Se mantenían bajo llave y
se monitorizaban con un sistema de seguridad incorporado. Detrás de las
unidades de almacenamiento se encontraba un espacio abierto, y justo
tras este estaba una vista que me hizo jadear en voz alta y cubrirme la
boca con las manos por la sorpresa: una casa, y no solo cualquier casa
sino una cabaña hermosa y modernizada que ocupaba un lado del patio
en su totalidad. Dado que se hallaba en la base de la colina, no podías
verla desde el depósito de chatarra, a menos que estuvieras más allá del
claro, parada en esta ubicación exacta.
—Oh Dios mío, Range, ¿esa es tu casa? Es hermosa. —De verdad era
una maravilla. La casa tenía un porche envolvente y, de arriba abajo,
ventanales de vidrio pintorescos. Era como algo salido de una revista, y no
pude evitar mirar boquiabierta. Esto no fue lo que imaginé que estaría en
un lugar así. ¿Cómo podía algo tan encantador estar en la parte trasera
de un depósito de chatarra?
—Buck la construyó hace años cuando quería asentarse y comenzar
una familia. Siempre dijo que quería que el lugar fuera su hogar lejos del
hogar. Un escape de todas las tribulaciones y pruebas del mundo
cotidiano.
—Es tan hermoso que duele mirarlo. Cualquier familia amaría llamar
hogar a este lugar.
Range me tomó de la mano y me dio un empujoncito suave hasta
que nos movíamos en dirección a la casa—. Vamos, nena. Te mostraré el
interior. Puedes llegar allí desde un camino privado, pero primero quería
mostrarte el depósito.
Había árboles y arbustos por todos lados. Flores de la temporada
florecían a lo largo del sendero e incluso tenían un huerto pequeño a un
lado. Al frente, de un gran roble colgaba un columpio de neumático,
perfecto para que un niño se la pasara muy bien en un día soleado y
cálido. Tuve un destello de Range empujando a un niño sobre el columpio,
sonriendo y riéndose, mientras se balanceaba adelante y atrás. Qué
extraño pensamiento para tener ahora. Atravesamos la puerta principal
hacia la sala de estar y la vista me dejó sin aliento. Los techos abovedados
y un plano abierto concurrido con luz natural emanando de cada una de
las ventanas, le daba al espacio la sensación de estar afuera, aunque
estuviéramos adentro.
—¿Te gustaría algo de beber? Podemos pedir comida si lo deseas.
Tome un asiento en una silla vacía cercana mientras trataba de
aclarar mis pensamientos. Tenía muchas preguntas que quería hacer sobre
este lugar y la gente que vivía aquí. ¿Por qué un hombre construiría una
casa tan hermosa y no viviría en ella? ¿Qué lo haría abandonar la idea de
tener una familia para ocupar este espacio y un día dejar todo atrás?
Simplemente no podía entender qué o quién lograría que un hombre
como Buck le diera la espalda a la felicidad.
—¿Caramelito? ¿Estás bien?
Sacudo la cabeza para despejar mi mente de esos pensamientos
dolorosos y centré toda mi atención en el hombre hermoso de pie ante mí.
La Sra. Foster tenía toda la razón. En realidad él era algo digno de ver.
Todo musculo y líneas definidas, con la apariencia de un súper modelo y
una sonrisa que mojaba mi ropa interior con solo una mirada. Sus brazos
fuertes estaban a su lado y los quería a mí alrededor, manteniéndome
cerca para que todo lo que pudiera sentir era calidez y seguridad.
—Nena, sigue mirándome de esa manera y vamos a tener un
problema serio.
—¿Y cómo te estoy mirando?
—Como si en cualquier minuto vas a saltar de la silla y atacarme
como un hombre muriéndose de hambre en una cena de Acción de
Gracias. No es que me queje ni nada. Me gusta esa mirada tuya.
Bien, si, eso resume bastante lo que estaba sintiendo, así que hice lo
que cualquier chica en mi posición haría. Salté y lo ataqué. Nunca había
sido agresiva cuando se trataba de hombres. Quizás fue mi período de
sequía auto impuesto o la forma en que esta casa me gritara que
pertenecía aquí y nunca quisiera irme. Fuera lo que fuera, no me
importaba. Lo necesitaba. Todos los pensamientos e inhibiciones que había
tenido salieron por esas hermosas ventanas de la sala de estar que nos
rodeaban. Necesitaba que esos brazos fuertes y labios suaves me llevaran
a lugares a los que habían ido pocos. Me aferré a la parte de atrás de su
cabeza mientras presionaba mi boca contra la suya, amando la manera
en que gimió suavemente cuando introduje mi lengua. Range se agachó,
me agarró una nalga y amasó la carne suave mientras presionaba su
erección creciente contra mi vientre. Nuestra respiración era entrecortada
y dificultosa; mi cuerpo estaba ardiendo con necesidad. Deseaba a este
hombre y me negaba a seguir esperando.
—Te deseo.
Traducido por Florpincha // Corregido por MagaPali

Range

C
lover y yo estábamos de pie juntos, abrazados, tratando de
calmar nuestras respiraciones entrecortadas con nuestras
frentes apoyadas una contra otra. Ella era tan jodidamente
hermosa con sus labios haciendo puchero, que ahora estaban rojos e
hinchados de nuestros besos. ¿Cómo podía hacerle el amor sin decirle la
verdad sobre mi pasado? Ella nunca entendería mi jodida venganza o esa
fuerte necesidad de castigar a aquellos que se burlaron de mí todos esos
años atrás. Clover nunca haría nada tan vil y rencoroso solo para
demostrar un punto. Ella tenía un corazón puro comparado con todas esas
mujeres que había follado, y no podía dejarla entrar en esto ciega, sin
saber quién era realmente.
Respiré profundamente y di un paso lejos de su cálido abrazo. Sabía
que sería difícil, pero tenía que decirle la verdad.
—He hecho algunas cosas en mi pasado que debes saber. No estoy
orgulloso de ellas, pero en ese momento estaba tan enojado y lleno de
venganza, que no podía verme pasar.
Esperé su respuesta mientras tomaba lo que iba a decirle. Parecía
triste y avergonzada, interrumpí nuestra sesión justo después de que ella
declarara cuánto me quería. No era ella quien debía sentirse avergonzada
por mi confesión pendiente. Ojalá pudiera ahorrarle la desagradable
naturaleza de mi pasado, pero no podía tomarlo a la ligera. Yo era basura
y siempre lo sería, independientemente de lo exitoso que ella pensaba que
era por ejecutar el depósito de chatarra y la lavandería. Yo siempre sería
ese niño sucio del que nadie quería sentarse al lado.
Tomé sus dos manos en las mías y nos senté de nuevo en el sofá para
poder mirarla a los ojos. Mi vergüenza se sentía como una tercera persona
en esta habitación, sentada con nosotros, y deseé como el infierno poder
hacer que se vaya y tomarla en mis brazos. Esperaba que ella pudiera
encontrar una manera de perdonarme, así podemos seguir adelante
juntos.
—He hecho algunas cosas a las mujeres en el pasado, cosas que no
eran muy agradables. —Ella me miraba como si fuera a confesar que era
una especie de violador o algo así. Esto no iba como estaba planeado. No
podía aguantar más esa mirada en su rostro. Tenía que arreglar esta
mierda rápidamente.
—Yo no crecí en un hogar amoroso como tú lo hiciste, nena. Mi viejo
era un idiota en el mejor de los casos y un borracho en el peor. Nunca
tuvimos una mierda, ni comida, agua corriente o ropa limpia. Cuando
conocí a Buck, yo era un niño infestado de piojos, medio muerto de
hambre y asustado, del que nadie quería sentarse al lado en la escuela.
Buck hizo lo que pudo por mí esos primeros años. Todavía era demasiado
joven para salir de casa, así que tuve que volver a esa mierda cada noche
y dormir en esa suciedad y esa mugre. Hasta que finalmente, Buck tuvo
suficiente y pagó a mi papá gilipollas una visita un día. No estoy seguro de
lo que pasó, pero me mudé aquí con él ese día e hice un voto de que
haría que cada uno de esos hijos de puta que se reían de mí pagaran, así
que eso es lo que hice.
Clover estaba tan preocupada por mi historia, todo su rostro estaba
rojo y las lágrimas corrían por sus mejillas como gigantescas gotas de lluvia.
La tomé en mis brazos para consolarla y supongo que para darme un
poco de comodidad también. Yo no le había contado a nadie esa historia
desde que le dije a Buck hace años, y yo no me había dado cuenta del
efecto que esos duros años aún tenían sobre mí. Le acaricié la espalda y
susurré cosas tranquilizadoras en su oído, tratando de calmarla.
—No llores por mí, cariño. Ya se terminó. Nunca quiero ser la causa
de tus lágrimas.
—Lo siento, Range, es solo... No puedo creer que te haya pasado
eso.
Ella extendió la mano y colocó su pequeña mano en mi mejilla
mientras se limpiaba la nariz con la otra. Tenía la expresión más seria en su
rostro mientras colocaba un suave beso en mis labios.
—Habría querido ser tu amiga, Range, y podríamos habernos tenido
el uno al otro.
Me acerqué a ella mientras nos sentamos en el sofá y aplasté mis
labios contra los suyos, tratando de expresar mi gratitud por sus amables
palabras y comprender la naturaleza. Sabía que probablemente la estaba
hiriendo mientras apretaba su pequeño cuerpo contra el mío, pero sentí
que no podía acercarme lo suficiente. Quería abrirle el pecho y entrar y
amarrarla a mí para siempre. El beso estaba ganando impulso
rápidamente mientras sentía mi erección creciendo en mis jeans. Me
separé de su codiciosa boca e intenté frenar mi respiración lo suficiente
como para hablar, pero no sirvió. Estaba perdida en su belleza y quería ir
más lejos. Sostuve su cara en mis manos mientras yo hablaba las palabras
que nos unirían como uno.
—¿Te entregarás a mí, caramelito?
—Soy tuya, Range, por todo el tiempo que me quieras.
—Una vez que te tenga, serás mía para siempre, nena. Por favor,
asegúrate de que eso es lo que quieres, porque una vez que te pruebe,
nunca te dejaré ir.
Clover no se saltó un latido mientras se levantaba del sofá y me
extendía la mano para hacer lo mismo.
—Entonces, tómame, Range. Muéstrame cuánto me quieres.
Eso fue todo el estímulo que necesitaba para mover mis pies. La
levanté en mis brazos, la arrojé por encima de mis hombros al estilo de los
bomberos, y casi corrí a mi habitación. Cerrando la puerta con el pie, la
arrojé sobre la cama como una muñeca de trapo. Ella saltó un par de
veces en el colchón y su pelo estaba volando por todo el lugar, pero ella
era la mujer más bonita que había visto. Estaba tan emocionada como yo,
pero quería saborear este momento y hacer que durara lo máximo posible.
Sabía que una vez que entrara en ella, yo nunca querría irme. Me paré en
mi puerta, observándola mirarme, preguntándose sobre mi vacilación, y yo
casi gruñí cuando ella comenzó a quitarse su camisa.
—Eres tan jodidamente hermosa, cariño. Podría mirarte todo el día y
no cansarme.
—¿Por qué estás de pie allí?
Bajó la mirada al colchón y se cubrió con las manos. Casi había
olvidado lo tímida que podía ser a veces, pero quería a la mujer que me
tomó la mano y me llevó a esta habitación para que podamos hacer el
amor por primera vez.
—No te cubras, caramelito, déjame ver tu hermoso cuerpo.
Ella bajó las manos mientras me miraba a los ojos, luego se acercó a
su espalda y rompió los clips que sujetan su sostén en su lugar y lentamente
lo bajó por sus brazos hasta que se sentó desnuda de la cintura para arriba
ante mí. Me alejé lentamente de la puerta y me acerqué a sentarme a su
lado en la cama. Tuve que luchar contra el impulso de arrancar sus
pantalones y bragas y golpear mi polla en su humedad, así que me
acerqué y toqué su hermosa cara. Bajé lentamente mi mano y la rocé
sobre su teta perfecta hasta que su pezón se sentía como una piedra
diminuta. Podía oír su aliento atrapado en su garganta mientras amasaba
la carne suave en mi mano y luego la alcancé con la mano libre para
darle a su otro pecho la misma atención.
—¿Tienes idea de lo hermosa que te ves ahora? No puedo esperar
para tocar alguna parte de tu cuerpo con mi boca hasta que me pidas
que me detenga.
Odiaba dejar ir su cálido cuerpo, pero tenía que ver el resto de ella.
Estiré mi mano entre sus pechos y le di un pequeño empujón hasta que ella
estaba acostada sobre su espalda. Me desabroché los jeans y empecé a
bajarlos por las caderas. Clover levantó su culo mientras bajaba, sin
apartar la vista del progreso que estaba haciendo para desnudarla. Una
vez que los vaqueros estaban en sus tobillos, los tiré y los tiré por encima de
mi hombro hacia la esquina en alguna parte. No eran mi preocupación en
este momento. Lo único que quería ver era a esta bella diosa desnuda
tendida en mi cama, esperando que la tomara. Mi polla se puso tan dura
a la vista en frente de mí, que podría haber construido una casa de estilo
Tudor6 con ella. Por desgracia, iba a tener que esperar, porque mi boca
tenía otros planes.
Al subir de nuevo en la cama, corrí un solo dedo por el interior de su
muslo hasta que ella separó sus piernas como Moisés separó el Mar Rojo.
Podía oler su excitación de donde me senté sobre mis rodillas, y era el cielo
a mis sentidos. Bajé mi cabeza hacia su centro, respiré profundamente por
la nariz y me sumergí como un hombre hambriento. Un golpe de mi lengua
y pensé que mi cabeza iba a explotar. Ella sabía cómo chocolate y
caramelo y todos esos maravillosos sabores que vendían en Foster’s, y no
pude conseguir suficiente. Lamí, succioné, poco y luego lo hice todo de
nuevo hasta que ella estaba gritando tan fuerte, que pude oír la pintura
despegándose del techo. La hice venir tres veces con mi boca antes de
que mi polla decidiera que era suficiente y quería participar en la acción.
A regañadientes, me alejé de su glorioso clítoris mientras ella estaba
tumbada sobre su espalda, luchando por recuperar el aliento. Su alivio

6Tudor: El estilo tudor en arquitectura constituye el desarrollo final de la arquitectura


medieval.
duró poco, al abrir mi cajón para recuperar un condón mientras me quité
la ropa al mismo tiempo. Estaba tan gastada que ni siquiera notó que
estaba flotando por encima de ella completamente desnudo hasta que
hablé.
—Abre los ojos, nena. Quiero que me veas follar tu apretado coño.
Tan pronto como sus ojos se abrieron, coloqué mi polla en su entrada
y empujé hacia adelante. Ella estaba tan apretada que tuve que trabajar
mi camino dentro hasta que estaba completamente sentado en su calor.
—¿Estás bien, cariño? No te he hecho daño, ¿verdad?
—No, estoy bien. Solo... necesitaba un momento para adaptarme a
tu tamaño, pero ahora puedes moverte.
Ella sonrió tan ampliamente que sentí que golpeó mi pecho con un
mazo de mierda. Esta chica iba a ser la muerte para mí, pero yo quería
que sienta bien tenerme dentro de ella de esta manera. Giré mis caderas
en un movimiento circular, y ella gimió profundamente en su garganta
cuando me alcanzó con sus manos y me sujetó por la cintura justo encima
de mi culo.
—Oh Dios, Range, se siente tan bien, no te detengas.
—Tan jodidamente hermosa. No puedo parar, cariño... no me
detendré.
Seguí rodando mis caderas, lento y fácil, mientras sostenía su pierna
detrás de mi espalda. Se sentía tan caliente y resbaladiza con excitación
que no iba a durar mucho, a pesar de que mi ritmo era lento para mis
estándares.
—¿Estás lista para venirte, nena? Puedo sentirte apretando mi polla
tan fuerte. Sé que quieres venirte otra vez. Vente por mí, caramelito.
—Sí, Range, sí... oh dios... oh dios... Voy a...
Me acerqué y presioné firmemente mi pulgar sobre su clítoris, y ella se
fue como una jodida escopeta, gritando mi nombre a través de su
liberación y rascando mi espalda al infierno. Seguí rápidamente, echando
la cabeza hacia atrás, gritando al techo como si fuera Hércules y acabara
de matar a un león. Completamente cansado y sin aliento, rodé lejos de
ella para desechar el condón, pero regresé rápidamente para recoger a
Clover en mis brazos para un descanso muy necesario. Ella inhaló
profundamente mientras apoyaba la cabeza en mi pecho desnudo,
completamente saciada y agotada.
—Descansa, cariño, vas a necesitarlo para más tarde. Todavía no he
terminado contigo.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por addictedread

Clover

E
staba acostada sobre mi estómago, completamente agotada,
mi coño gloriosamente dolorido. Fiel a su palabra, Range
decidió despertarme de una siesta relajante tres veces más en
las últimas horas, y cada vez fue mejor que la última. Ciertamente no era
virgen, pero cuando volví a pensar en mis anteriores amantes, me di
cuenta que en verdad un hombre nunca me había hecho
verdaderamente el amor. Range era todo un hombre. Desde las plantas
de sus pies hasta la cima de su hermosa cabeza, que probablemente no
era tan hermosa ahora, considerando que debí haberle arrancado un
trozo de pelo de su cuero cabelludo mientras me estaba follando.
Miré a esa bestia de hombre que dormía profundamente con la
mano pegada en mi culo y suspiré de satisfacción. Nunca en un millón de
años habría creído que alguien como yo estaría acostada junto a un
hombre como Range. No era porque me considerara poco atractiva, pero
mi vida aburrida y mundana difícilmente me conseguía un compañero de
cama interesante. A Range no parecía importarle mi falta de experiencia,
de hecho, la disfrutaba. Me prometió enseñarme cosas de las que solo he
leído en los libros y esperaba cada segundo ansiosamente.
Mi celular marcaba justo después de las ocho. Mi vejiga no iba a
aguantar más. Saliendo de debajo de la enorme mano que sostenía mi
culo, me dirigí al baño y me alivié lo más silenciosamente posible para no
despertarlo. Tenía sed, así que agarré la camisa que Range había tenido
puesta y decidí dirigirme a la cocina. Mientras hacía mi camino hacia la
zona, vi una forma desnuda apoyada en la nevera, claramente no se dio
cuenta de que no estaba sola. Hice un sonido de tos para alertar a la
persona de mi presencia, y muy lentamente se irguió y me enfrentó. Pude
ver que era una mujer desnuda en toda su gloria. Era bastante
impresionante con el pelo largo y rubio y las piernas de supermodelo. Sus
pechos eran firmes, pero tenían esa apariencia falsa. Su maquillaje —o lo
que quedaba de él— estaba manchado en sus ojos, pero se notaba que
había sido expertamente hecho en algún momento. Tenía un plátano en
la mano y una lata de... ¿era esa crema batida? Este era un desastre en el
que me encontraba, pero tenía que decir algo en vez de estar aquí de pie,
mirando a sus tetas.
—Hola, soy Clover, una amiga de Range. No sabía que había
alguien más por aquí.
Me dio una mirada que me dijo todo lo que tenía que saber sobre
ella. Era una perra altanera a quien no le avergonzaba exponerse ante
extraños. De hecho, parecía que realmente lo disfrutaba. Sintiéndome
cohibida por solo estar usando la camisa de Range y por estar en la
cocina con una mujer desnuda, intenté tomar mi bebida lo más rápido
posible y regresar a la habitación.
—Soy Marci, una amiga de Max… y de Range, por supuesto.
Sip, una completa perra altanera. Asentí y me dirigí a la despensa
para buscar un vaso. Estaba lista para dejar atrás a esta vagabunda
desnuda, su banana y crema batida, pero por supuesto, no tenía tal suerte.
—Entonces, ¿tú eres la que estaba gritando tan fuerte que
interrumpiste mi juego con los chicos? La próxima vez, quizá quieras decirle
a Range que te amordace con algo para que el mundo entero no te
escuche.
—Um, claro, lo tendré en mente. Disculpa.
Traté de esquivarla con mi vaso lleno de agua, pero ella no había
terminado de repartir buenos consejos. Arrojó su pelo rubio sobre un
hombro y sacó la cadera como si estuviera lista para parar un taxi.
Señalando con ese estúpido plátano mi cara, no perdió tiempo para dar el
tiro de gracia.
—No te culpo ni un poquito por gritar tan fuerte, Camille. Cuando
Range y yo follamos, es como una manada de búfalos que se disparan por
la habitación.
Era oficial. Iría a la cárcel. Una cárcel de “Sin pasar por la casilla de
salida ni cobrar el dinero". Normalmente, este tipo de mujeres eran fáciles
de ignorar, pero había algo en esa sonrisa de mierda en su rostro que me
hizo querer ahogarla con el plátano que estaba sosteniendo. El
pensamiento solo me hizo estallar en una risa incontrolable; tanto así que
no pude recuperar el aliento y tuve que sentarme. Obviamente ella
pensaba que yo era una loca de mierda, pero no tenía ni idea de lo
disgustada que estaba por su pequeña declaración. Un repentino ruido
proveniente de uno de los dormitorios me hizo mirar hacia el vestíbulo, sólo
para ver a dos hombres medio desnudos que venían hacia nosotras.
—Bebé, ¿qué diablos te está tomando tanto tiempo? Nos sentimos
solos allí.
—Solo estaba buscando algunos juguetes para nosotros cuando me
encontré con Camille aquí, husmeando. Ella era la que hacía todo el ruido
cuando llegamos.
Si ella me llamaba Camille una vez más, me pasaría la vida en prisión
sin posibilidad de libertad condicional. Esta perra estaba cayendo como el
Titanic. No tenía ni idea de con quién estaba jugando.
—Mi nombre es Clover, no Camille, y no estaba husmeando. Fui
invitada por Range.
Me puse de pie y tendí la mano al hombre más cercano a mí. Tenía
la sonrisa más grande mientras la estrechaba, como si estuviera teniendo
un momento privado para sí mismo. No pude entender por qué mi
intromisión le resultaba graciosa, pero lucia lo suficientemente complacido.
Tenía el cabello rubio, como un surfista y a pesar de no tener el cuerpo
como el de Range, lucía muy atractivo con su estructura delgada y
perfecta sonrisa de dientes derechos.
—Soy Maxwell. Vivo aquí con Range y los chicos. Es un placer
conocerte, Clover.
Hizo hincapié en mi nombre mientras meneaba la cabeza en
desacuerdo con Marci, ya que debió de haber descubierto que lo había
hecho a propósito. Señaló sobre su hombro al otro hombre parado en la
esquina y ofreció una introducción rápida.
—Ese es Mitch. Él no vive aquí. Sólo vino a jugar por un rato.
Mitch era espeluznante. Quiero decir, espeluznante como Vincent
Price, tenía una apariencia que gritaba asesino en serie y buscado por la
policía. Le di un rápido saludo con mi mano, porque francamente, no
necesitaba conocerlo en absoluto después de esta noche. No me pareció
el tipo de persona que Range tendría como amigo, y este pequeño grupo
era lo suficientemente raro por su cuenta. Debió de haber tenido la
impresión, por mi mediocre respuesta, de que no me caía bien, porque
ahora estaba frunciendo el ceño mientras se dirigía hacia mí.
—¿Quieres venir a jugar con nosotros, pequeña? Prometo hacerte
gritar auxilio antes de que termine contigo.
Sentí que mi piel pinchaba y empezaba a sudar frío por todo mi
cuerpo. Estaba empezando a entrar en pánico y no estaba segura si podía
controlarlo. Afortunadamente para mí, no tuve que hacerlo, porque todo
el infierno se soltó justo delante de mis ojos.
—¿Qué mierda está sucediendo aquí? ¿Acabo de oírte decirle
mierdas a mi mujer?
Mierda, era Range y no lucia contento con este pequeño encuentro
en la cocina. Solo llevaba sus vaqueros y ninguna camisa y jódeme si no
quise simplemente saltar sobre su cuerpo justo delante de ese Brady
Bunch 7 . Tenía que mantener mi mierda tranquila, porque todo esto se
estaba por descontrolar.
—Cálmate, amigo. Solo le pregunté si quería unirse por un poco de
diversión. ¿Cuál es el puto problema?
Mitch era espeluznante y, obviamente, tenía problemas de
aprendizaje. Acaba de provocar al toro, y si no se detenía, se necesitaría
un ejército para detener Range de patear su culo todo el camino a
Albuquerque. La idea de que le patearan el trasero a Mitch me llenaba de
alegría, pero no podía dejar que Range fuera a la cárcel por mí. Estaba
trabajando duro para convertirse en algo más de lo que creía que podía
ser, y antecedentes penales desbaratarían todo el progreso que había
hecho en su vida. Tuve que intervenir por el bien de todos.
—Está bien, Range. Estaba tomando agua y no sabía que había
otras personas en la casa. Volvamos a tu habitación.
Le toqué suavemente el brazo, lo cual pareció aplacarlo por el
momento, pero me di cuenta de que no había terminado con esa multitud
todavía. Respiró profundamente por la nariz en un intento de calmarse y
me agarró por la mano para llevarme de regreso a su dormitorio. Pero
antes de que pudiéramos dar dos pasos hacia la habitación, se volvió para
dirigirse a todos ellos, señalándolos a todos con un dedo, mientras imponía
la ley.
—Max, tú y yo hablaremos de esto mañana. Marci, no vuelvas a
caminar por mi casa desnuda. ¿Me entiendes? A Max le gustará, pero

7 The Brady Bunch, (La tribu Brady en Hispanoamérica y La tribu de los Brady en

España) es una serie de televisión sitcom estadounidense, que gira en torno a la


convivencia de un matrimonio recién casado formado por Mike y Carol. Cada uno de
ellos aporta tres hijos; varones en el caso del padre (Greg, Peter y Bobby) y niñas en el
caso de la madre (Marcia, Jan y Cindy). Con todos ellos convive, además, la sirvienta
Alice.
seguro que a mí no. Hazlo de nuevo y patearé de culo tan rápido que tu
cabeza girará.
Y finalmente, al espeluznante Mitch le dio la última palabra. Una que
me dejó con escalofríos corriendo por mi espina dorsal con su intención.
—Nos vemos pronto, hijo de puta. No parpadees.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por addictedread

Range

M
e tomó todo mi autocontrol no regresar a la cocina y echar
a la mierda a Max y toda su banda de raritos. No podía
creer que ese enfermo bastardo de Mitch tuviera las bolas
para presionar a mi chica como si ella estuviera interesada en unirse a su
circo de raros. Sabía lo que hacían esos tres y no era bonito. Max
necesitaba solucionar su mierda para progresar. No podía tener a mi chica
metiéndose con esa basura de nuevo. Buck nos dejó esa casa a todos,
pero incluso él estaría de acuerdo con que se estaba yendo todo a la
mierda. Tendría que explicarle esta mierda antes de hacer un movimiento,
pero en este momento estaba demasiado enojado como para pensar
correctamente. Clover estaba de pie junto a mí con la cabeza baja,
jugando con el dobladillo de mi camisa, que le quedaba muy bien. Si no
estuviera tan enojado, definitivamente me tomaría mi tiempo quitándola
de su exuberante cuerpo y follándola sin sentido, pero ahora mismo, tenía
que asegurarme de que mi chica estaba bien.
—Ven aquí, bebé. Ese idiota nunca te va a molestar otra vez. Lo
prometo.
Ella apoyó su cabeza en mi pecho mientras sus brazos rodeaban mi
cintura, sujetándome firmemente. Estaba temblando como una hoja y su
corazón estaba a punto de estallar en su pecho como en la película
"Aliens" o algo así. Definitivamente iba a patear algunos traseros. La sostuve
cerca y froté círculos a lo largo de su espina dorsal, tratando de calmarla
tanto como a mí mismo.
—Shh, está bien, cariño. Te tengo.
Respiró hondo y me miró a los ojos mientras seguía abrazándome, y
al más puro estilo Clover, rompió la tensión que sentía con una simple
pregunta.
—¿Me sacarías de la cárcel si le metía un plátano en el culo a Marci?
Habría sido justificado, pero estoy segura de que me habría hecho arrestar.
Por lo general, encontraba esto una cosa típica de Clover, ternura
en un cuerpo sexy, pero podía decir que estaba en verdad enojada por
esta situación y estaba tratando de encontrar el equilibrio. Tenía la
sensación de que Marci le dijo alguna mierda realmente desagradable a
mi chica. Tenía que averiguar qué era para arreglarlo. Clover no era
estúpida y no necesitaba ser un genio para averiguar qué pasó con Max y
sus amigos en ese dormitorio. Ella probablemente pensó que me uní a ellos
en cada oportunidad que tuve y que ella era solo un nuevo coño hasta
que fuera mi turno.
—¿Qué te dijo, nena?
No quería decírmelo, pero no aceptaría un no por respuesta.
—Ella básicamente se jactó de que tú y ella, y supongo que Max
también, tenían relaciones sexuales todo el tiempo en esta casa, y que
está acostumbrada a los ruidos fuertes que vienen de tu habitación.
Esa puta iba a pagar por mentirle a mi chica. De un modo u otro,
Max tendría que encontrar un lugar alternativo para sus mierdas. Nunca
quise que Clover creyera que quería a nadie más que a ella en mi cama
desde este día en adelante. Nunca creería que no había tocado a esa
perra desde la secundaria, pero tenía que tratar de defenderme.
—No voy a mentirte, cariño. Follé con Marci, pero fue solo una vez.
Fue hace mucho tiempo, durante un tiempo de mi vida donde todo lo que
quería era venganza. Ella fue la primera de muchas, pero nunca regresé ni
por unos segundos.
El hermoso rostro de Clover se volvió blanco como una hoja, y pensé
que iba a vomitar justo en el piso de mi dormitorio. Una cosa era oír la
historia, pero algo completamente diferente era verla de primera mano. La
decepción en sus ojos fue como un puño golpeando mi estómago, y me
odiaba a mí mismo por ser la causa de su dolor. Necesitaba que ella
creyera que ya no era esa persona, que ya no necesitaba venganza para
sentirme digno. Luché como el infierno para enterrar a ese niño sucio,
infestado de piojos, junto con los insultos de su padre borracho para
convertirme en algo más, algo mejor. Nunca volvería a ser esa persona.
Esa persona era débil y carecía de la disciplina necesaria para tener éxito
en la vida. Estaba amargado y solo quería castigar a aquellos que me
habían arruinado. No, nunca volvería a ser él, pero sólo si tuviera a Clover a
mi lado.
—¿Podrías llevarme a casa, Range? De repente estoy muy cansada
y no le dije a mis padres que estaría fuera toda la noche.
—Por favor, no hagas esto, caramelito. Dame una oportunidad para
explicarte.
—Está bien, Range. Solo necesito un poco de tiempo para pensar en
las cosas. Por favor, llévame a casa.
Se veía tan triste mientras me rogaba con sus ojos para que la llevara
a casa. Esta noche no sería la noche para las explicaciones. La había
perdido por el momento, pero la recuperaría. Tenía que hacerlo. Clover
encontró rápidamente la ropa que llevaba puesta más temprano y se
retiró al baño para vestirse. Ya no se me permitía el privilegio de ver su bello
cuerpo desnudo en el que hacía solo un rato había estado enterrado
hasta las bolas. No podía culparla por haberse alejado. La idea de que
estuviera con otra persona me hacía querer herir a alguien, así que solo
podía imaginarme cómo se sentía. Salió del baño completamente vestida
y me entregó la camisa que llevaba puesta. Quería que se la quedara,
que la tuviera cerca de ella.
—Estoy lista cuando lo estés, Range.
—Yo... seguro, vamos.
Abrí la puerta del dormitorio y la dejé pasar primero para poder
cerrarla detrás de mí. Por supuesto, tan pronto como entramos en el salón
oímos todo tipo de gemidos y gruñidos procedentes de la habitación de
Max. Clover aceleró su paso y salió a toda prisa por la puerta principal con
un arrebato hasta llegar a mi camioneta. Tenía que sacarla fuera de aquí y
rápido, mientras planeaba una manera de deshacerme de tres cuerpos
en una noche. No es una tarea fácil.
El viaje a su casa fue tan silencioso como esperaba, ambos perdidos
en nuestros pensamientos. Tan pronto como llegué al frente de su casa,
ella saltó del vehículo como si su culo estuviera en llamas. No podía dejar
que se marchara así.
—¿Puedo llamarte más tarde para que podamos hablar?
—No creo que sea una buena idea, Range. Estoy muy cansada y
tengo muchas cosas que hacer para estar lista para el trabajo el lunes.
Gracias por traerme a casa. Buenas noches.
Le daría ese momento porque sabía que lo necesitaba, pero de una
manera u otra, iba a hablar conmigo. Sólo tenía que darle tiempo.
—Esta bien, cariño. Te veré pronto.
Con una última mirada se había ido, y yo estaba tan enojado como
antes de salir de mi casa. Tenía que hablar con Buck y rápido. Sabía que
ese bastardo probablemente todavía estaba despierto jugando con ese
maldito gato, así que no estaba preocupado cuando alcancé mi teléfono
antes siquiera de estar listo para alejarme de la acera. Contestó en el
tercer timbre, sonando tan gruñón como siempre.
—¿Quién mierda es, llamándome a esta hora de la noche? Mejor
que sea de vida o muerte, o voy a tomar las bolas de alguien para el
desayuno.
—Soy yo, viejo bastardo. Deja de gritar. Necesito hablar contigo.
—¿Ya has arruinado mi depósito, muchacho?
A Buck no le importaba cuántos años teníamos. Aún nos llamaba
“muchachos” cuando hablaba con cualquiera de nosotros. Era su forma
de recordarnos que nunca íbamos a ser tan viejos o tan duros como él.
—No, no he arruinado tu depósito. ¿Cómo pudiste pensar esa mierda?
Te estoy llamando por Maxwell. Necesito saber qué hacer con él.
—¿Qué diablos quieres decir con eso? ¿Qué hizo ese pequeño
idiota ahora?
No estoy seguro de por qué me resultaba tan difícil explicárselo. No
era como si no hubiéramos discutido esto antes. El comportamiento de
Max siempre había sido salvaje, pero ahora era simplemente imprudente.
Me preocupaba por él, especialmente ahora que tenía a Clover en mi
vida. Quería que encontrara la misma felicidad que había encontrado yo.
Una mujer que llamara suya, y no una puta como Marci.
—Ha estado saliendo con mucha gente, gente extraña, y no me
gusta. Es peligroso y sus actividades nos hacen sentir incómodos.
—¿Quién carajo es “nosotros”? Sé que Sebastian no está hablando
mierdas, y Jason y los otros muchachos todavía están en el despliegue, así
que ¿quién es este "nosotros" que se siente incómodo?
Buck era definitivamente demasiado inteligente para su propio bien.
Aunque habíamos hablado de esto en el pasado, nunca lo había llamado
de improviso para quejarme. No había manera de decirle acerca de
Clover, así que sabía que también podría aceptarlo.
—He estado viendo a alguien por un poco más de dos semanas. Ella
es diferente de alguna manera, especial. No quiero que tenga que lidiar
con esta mierda.
Se quedó callado de repente en el otro extremo de la línea, como si
estuviera pensando en una solución a mi pequeño problema. Estaba a
punto de decirle que no importaba, que lo resolvería de alguna manera.
Tal vez podría alquilar un pequeño departamento en algún lugar de la
ciudad que fuera barato, donde Clover y yo pudiéramos pasar tiempo
juntos, sin todo el drama. No era algo que quisiera hacer y ella ciertamente
merecía algo más que una habitación vacía con una cama en ella. Me di
cuenta de lo mucho que le gustaba estar en mi casa, lo sorprendida que
estaba por el paisaje y la amplitud. No quería quitarle eso.
—Hablaré con él, lo pondré en orden. No te preocupes por eso por
ahora. Solo pasa tiempo con tu chica. Max es complicado y necesita ser
manejado de manera diferente.
No veía que era lo tan complicado. A Max le gustaba joder, siempre
lo había hecho, pero Buck no iba a decirme nada más al respecto. Era un
trato que tenía con todos los chicos. Nunca compartió nuestras situaciones
con los demás a menos que estuviéramos de acuerdo. Siempre decía que
cuando sus muchachos le confiaban información, que se lo llevaría a su
tumba. Esta era otra razón por la que le confiábamos tanto. No solo se
preocupaba por nuestro bienestar físico, sino también por nuestro bienestar
mental.
—Bien, suena bien para mí. Antes de que me olvide, había un tipo
que te buscaba hoy. Dijo que era un amigo de la familia, lo que sé que es
un montón de mierda. Le dije que te habías ido y lo dejó ahí.
—¿Qué clase de hombre me buscaba?
—Era un motero, a juzgar por lo que llevaba puesto, joven como de
mi edad. No dijo mucho después de que le dije que te habías ido. Solo
partió hacia la ciudad.
—Huh. Eso es extraño teniendo en cuenta que he estado fuera de la
red durante años. No me gusta. Mantén los ojos abiertos, chico. Si aparece
de nuevo me llamas enseguida. ¿Lo tienes?
—Sí, lo tengo. Te hablaré pronto, viejo. Saluda a Pussy por mí.
Buck nunca se despedía cuando hablamos, simplemente colgaba,
así que no me sorprendí cuando la línea se cortó. Volví a mi casa,
pensando en todo lo que había pasado esta noche. Cómo se sintió tener a
Clover en mi cama por primera vez. Podría haber follado su dulce coño
toda la noche si no fuera por esa puta de Marci hablando mierda con mi
hermosa chica. De un modo u otro, tenía que ocuparme de esto y traer a
mi chica de vuelta a mi cama, donde pertenecía.
Traducido por Florpincha // Corregido por Caile

Clover

M
e metí en mi casa lo más silenciosamente posible cuando
Range me dejó. No quería ver ni hablar con nadie sobre los
acontecimientos de la noche. Me tiré y me moví toda la
noche, pensando en esa perra Marci y toda la mierda que había dicho
sobre ella y Range. Sabía que no tenía absolutamente ningún derecho a
estar enojada con él por algo que hizo antes de conocernos, pero la forma
en que ella lo dijo me hizo francamente mal en mi estómago. Ya era
bastante malo que estuviera de pie en la cocina desnuda, donde
cualquiera podía entrar y verla. Parecía que yo era solo una distracción
temporal para Range, mientras ella estaba ocupada entreteniendo a Max
y al espeluznante Mitch.
La idea de ella y de Range me llenó de tanto desagrado que ni
siquiera podía soportar mirarlo. Todo lo que podía pensar eran las cosas
que él y yo acabábamos de hacer y me preguntaba si lo había hecho con
ella. ¿Cómo podría competir con ese cabello perfecto y su disposición a
hacer algo cuando se trataba del sexo? Definitivamente era una hipócrita
juzgándolo por su pasado. Quiero decir, no era como si fuera virgen, pero
tenerlo tirado en mi cara y luego confirmado como verdad era
simplemente demasiado para que yo pudiera trabajar en ese momento.
Sabía que correr no era una opción cuando se trataba de Range.
Simplemente me encontraría y me pediría que le hablara. No sabía si
quería oír más sobre el hombre que era en el pasado. Simplemente no
tenía tiempo para tener el colapso nervioso que merecía. Me escondí en
mi habitación durante todo el día domingo e ignoré todos los textos y
llamadas de Range, pero ahora era lunes por la mañana y tiempo para el
trabajo. Arrastré mi culo cansado de la cama para estar lista, esperando
tanto tiempo como pudiera para poder salir precipitadamente sin todas las
preguntas de mis hermanas. Una vez que se enteraran de Range y yo
teniendo relaciones sexuales por primera vez, estarían en mi culo para
obtener detalles, ninguno de los cuales iban a conseguir. Podía oír la
charla habitual que venía de abajo, así que como la cobarde que era, salí
por la puerta de atrás.
Llegué a Foster’s a tiempo como de costumbre, mi mente seguía
moviéndose en mil direcciones diferentes. La Sra. Foster dijo que teníamos
una orden que tomaría la mayor parte del día para completar y que
tendríamos que turnarnos para trabajar al frente, el inventario y poner los
toques finales en el caramelo y barras de chocolate oscuro que fueron
ordenados por uno de nuestros clientes principales. Comenzamos a
trabajar con el Sr. Foster corriendo al frente, la Sra. Foster añadiendo el
caramelo a los moldes, y yo trabajando el pétalo para llenar antes de
enfriar. No pude mantener mi mente estable en esta tarea mundana el
tiempo suficiente para hacer que la línea de montaje se mueva sin
problemas. Sobrellené los moldes, haciendo que el chocolate se
derramara por todo el lugar y ensucié completamente los cinturones de
transporte. El chocolate estaba llegando a todas partes: en mi pelo, en mi
delantal, y sólo podía imaginarme lo mucho que había en mi cara.
—Pareces un poco miserable hoy, querida. Tal vez deberías liberar al
Sr. Foster de los deberes de inventario.
—Lo siento, señora Foster, ha sido uno de esos días. Voy a seguir
adelante y terminar el inventario y ejecutar el registro al frente si los clientes
entran.
—Claro, querida, envía a ese sexy marido mío atrás para que pueda
ver si puedo conseguirlo tan desordenado como tú mientras terminamos la
orden.
Le di una débil sonrisa y caminé hacia delante como la empleada
totalmente inepta que era hoy. Con suerte, podría terminar el día sin tener
que hacer demasiadas cosas. La mayor parte de mi ansiedad provenía del
hecho de que sabía que Range estaría aquí para recogerme después del
trabajo y que iba a querer hablar del sábado por la noche. No había
manera de que me dejara ocultar por otro día sin una confrontación. Por
mucho que temiera verlo, tenía que admitir que lo extrañaba como loca.
Necesitaba ver su hermoso rostro y ser sostenida en sus brazos fuertes para
saber que todo estaba bien con nosotros. No me gustaba no verlo o hablar
con él durante los últimos dos días. Sentí como si hubiera perdido a mi
mejor amigo en el mundo y mi pecho dolía con el pensamiento. Se había
convertido en una parte tan importante de mi vida, y después de
compartir nuestros cuerpos el sábado por la noche, mis sentimientos fueron
cementados, nunca se rompió. Él era el corazón y el alma mía, y no podía
dejar de esperar que él se sintiera de la misma manera que yo, sin importar
el pasado. No quería perderlo.
Estos eran los pensamientos que me atormentaban mientras me
arrodillaba debajo de las vitrinas para almacenar el nuevo lote de paletas
que llegaron hoy. Oí el sonido de la campana sobre la puerta, indicando
que tenía un cliente, así que grité que estaría con ellos sin levantar la vista
de mi lugar en el suelo. Me puse de pie para saludar al cliente, y mi pecho
se contrajo con quien estaba de pie delante de mí en el mostrador. Era el
hombre de la motocicleta que había estado pidiendo a Buck el otro día,
mirándome con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado. Parecía
más limpio de lo que había estado días antes, lo que no fue una sorpresa,
ya que había estado cansado de la carretera, pero me sorprendió ver que
en realidad era bastante guapo de una manera peligrosa. Llevaba su
habitual traje negro y su chaleco de cuero con el nombre de "Craze"
escrito en la esquina. Tenía unos ojos azules y llamativos que parecían
zafiros, y me sonreía con dientes perfectamente rectos y un conjunto
profundo de hoyuelos en sus mejillas. Si no fuera por su robusta postura y
una notable cicatriz sobre su ojo derecho, casi parecía juvenil y juguetón
naturalmente. Tenía que conseguir mi mierda y tratarlo como cualquier
otro cliente para que no se dé cuenta de lo nerviosa que estaba
realmente.
—Hola. Bienvenido a Foster’s. ¿Puedo ayudarle con algo?
—Claro, dulzura. Estoy buscando algo dulce que pueda chupar y
lamer todo el día. ¿Tienes alguna sugerencia?
—Um, de acuerdo, ¿por qué no echas un vistazo? Tenemos un
montón de cosas para elegir. Solo dime si quieres algo de las vitrinas.
Me dio un guiño y caminó lentamente alrededor de la tienda como
si realmente tuviera dificultades para hacer una selección. Cuanto más
tiempo pasaba mirando a su alrededor, más deseaba que el señor Foster
volviera para relevarme. Había algo peligroso en este hombre. Lo había
notado la primera vez que lo vi y lo reforzó hoy apareciendo aquí. Estaba
buscando algo. Simplemente no sabía lo que era. Lo observé de cerca
mientras se dirigía a la tienda, deteniéndose solo una vez frente a una
exhibidora de chocolates importados. Volvió al mostrador con las manos
vacías, pero todavía llevaba su sonrisa.
—¿No encontraste nada que te gustara? ¿Tal vez te gustaría probar
algunos de los chocolates caseros que tenemos a la venta hoy?
—No, dulzura. Lo que quiero no está en la vitrina. Está parado detrás
de la vitrina.
Abrí la boca para responder, pero mi cerebro estaba en pausa. No
pude conseguir que las palabras se formaran, así que me quedé allí,
parecía una completa tonta mientras él me disparaba otro guiño y se
volvió para salir de la tienda. Me tomó otro minuto para salir de mi estupor,
justo a tiempo para ver a la Sra. Foster salir al frente para relevarme.
—¿Todo bien, cariño? Te ves muy ruborizada.
—Um, sí. Estoy bien, gracias. Voy a terminar con el señor Foster.
No tenía tiempo para lidiar con esta mierda. Tenía suficiente en mi
plato sin preocuparme por algún motociclista que quiso insinuarse.
Probablemente estaba en camino a la tienda de tatuajes al lado y decidió
parar por un aperitivo. Sucedía todo el tiempo con esos tipos. Estaba
segura de que estaba tan sorprendido de verme como yo de verlo. Tenía
que controlar mi imaginación excesivamente activa y concentrarme en lo
que realmente me molestaba hoy. Necesitaba ver a Range, y lo
necesitaba ahora. Él era el único que podía levantar este peso de mi
pecho y permitirme respirar más fácil, sabiendo que él todavía me quería
tanto como yo lo deseé.

***

El día de trabajo finalmente terminó y yo estaba segura de que los


Foster habían vuelto a sus relojes unas cuantas veces, solo para torturarme.
Ni siquiera me molesté en intentar arreglarme. Tiré mi delantal debajo de la
estación de trabajo, tiré de mi red de pelo, e hice una línea recta para la
puerta principal. Tan pronto como llegué a la acera, lo vi en toda su gloria
apoyado en su camión, esperándome. Por alguna razón, la visión ante mí
hizo que mis ojos se nublaran, y antes de que lo supiera, las lágrimas corrían
por mi rostro. La vista me produjo mucha vergüenza y tumulto. Bajé la
cabeza y lentamente me dirigí hacia el frente de este hermoso hombre.
—Lo siento mucho, Range.
Él levantó mi cara, suavemente sosteniendo mi barbilla para
encontrar sus ojos, y él, también, tenía una mirada de pesar y anhelo.
—Lo siento, también, caramelito, más de lo que puedes imaginar.
Extendió sus brazos y sin vacilar, arrojé mi cuerpo al de él, buscando
su fuerte abrazo y seguridad. Se sentía tan bien para mantenerlo tan cerca,
olía a jabón y hombre. Sabía que nunca me cansaría de él. Los dos días de
tortura autoimpuesta que había soportado finalmente habían terminado y
yo estaba justo donde quería estar.
Traducido por addictedread // Corregido por MagaPali

Range

S
ostener a Clovet en mis brazos después de dos días de no verla
o hablar con ella, se sentía como si un peso gigante hubiera
sido levantado de mi pecho. No me había dado cuenta lo
mucho que la extrañaba hasta que ella salió disparada por la puerta de
Foster ‘s con lágrimas en los ojos. Sabía que necesitaba tiempo para
recuperarse de la mierda del sábado por la noche, pero una mirada a su
cara me dijo que estaba tan arrepentida como yo de cómo todo resultó.
No podía cambiar lo que había ocurrido en el pasado, pero podía tratar y
hacerle comprender mi motivación detrás de mis acciones infantiles. Ella
necesitaba saber la forma en que me había sentido mientras crecía por mi
cuenta y cómo las pruebas de mi juventud me habían moldeado.
La invité a dar un paseo conmigo a un lugar en el que no había
estado en años. Ella necesita ver mi vida desde el principio para entender
el hombre que soy ahora. Hice el corto trayecto en auto por la ciudad
hasta que me detuve en el campo vacío con el remolque abandonado y
descompuesto. Salimos de la camioneta en silencio. Sabía que ella no
conocía dónde estábamos o por qué la había traído aquí, pero era mi
historia para contar y así era cómo decidí hacerlo.
—Solía vivir aquí cuando era un niño, solo yo y mi viejo. El propietario
nos permitió quedarnos aquí gratis, ya que básicamente era el armazón de
un remolque de todos modos. No tenía electricidad ni agua corriente, pero
éste era mi hogar hasta que conocí a Buck.
Escuché su audible inspiración y podía decir que la visión delante de
ella era algo que nunca podría haberse imaginado. Ella creció con fiestas
de cumpleaños y picnics, decoraciones coloridas, abrazos y risas. Yo crecí
aquí en la oscuridad, suciedad e inmundicia. Ella nunca podría entender
esto, a menos que se lo mostrara y esa era la razón por la que estábamos
parados en frente de mi lugar de terror de la infancia.
—Mi primer día de escuela cuando nos mudamos aquí fue el peor
día de mi vida, nena. Mis ropas eran demasiado pequeñas, olía mal y tenía
el peor caso de piojos conocido por el hombre. Sabía que si iba a la
escuela, al menos podría obtener una comida gratis al día. Hacía mucho
tiempo que se nos acabó cualquier cosa comestible.
Tomé una profunda respiración y me giré hacia ella, antes de darle
el siguiente recuerdo, que era de lejos más difícil de contar. Me aferré a sus
manos, tratando de sujetarme a mí mismo para no perderme
completamente en el recuerdo de aquel día.
—La maestra me hizo ponerme de pie en frente de la clase como un
maldito idiota, así podía presentarme al resto de los chicos. Ella apenas
había dicho mi nombre cuando esa perra de Marci levantó la mano y dijo
que no quería sentarse a mi lado porque parecía que tenía pulgas. Estaba
tan jodidamente avergonzado, que salí corriendo hasta que ya no pude
correr más, y ese fue el día que conocí a Buck. Me tomó algo de tiempo
confiar en él, pero se aseguró de que tuviera una comida caliente todos
los días y ropa limpia para usar. Incluso me afeitó la cabeza y la trató por
los piojos, todo con su propio dinero. Si no lo hubiera conocido ese día, mi
vida habría sido esta y solo esta, al menos así era como yo lo veía en ese
momento.
Ella levantó el brazo y colocó su pequeña mano sobre mi cara como
un signo de comprensión y empatía, pero ella nunca podría entender
realmente el dolor que había sentido al ser el chico sucio que nadie quería,
ni siquiera su propio padre. Clover tenía el corazón más amable que
cualquier persona que hubiera conocido alguna vez, y por eso, sabía que
sus sentimientos eran genuinos y no solo una fachada. Se sentía mal por el
chico que yo había sido y probablemente, un poco culpable por tener
una infancia sumamente envidiable. No necesitaba sentirse de esa
manera, ya no; este era mi pasado, un pasado que mis hijos nunca
tendrán que soportar mientras tenga fuerza en mi cuerpo. Ellos nunca
tendrán que comer comida podrida o cavar un agujero para cagar
porque no tenían un baño en funcionamiento. No, ellos nunca conocerán
esta vida, en la que tan duro he trabajado para superar. Nunca, mientras
haya aire en mis pulmones.
—Al momento en que llegué a la escuela secundaria, había estado
viviendo con Buck a tiempo completo. Mi cabello había crecido de nuevo
y las chicas comenzaron a tomar nota de mi cuerpo musculoso y piel
bronceada por el trabajo en el depósito de chatarra. Ya no era el chico
sucio al que ellas temían. Era guapo y sexy, y todas ellas querían un
pedazo de mí. Pasé de ser un jodido leproso y a ser un dios ante sus ojos, y
las usé tanto como ellas quisieron usarme a mí.
Clover sacudió su cabeza en comprensión y me dio una débil sonrisa.
Sabía que una vez tuviera la oportunidad de explicar las cosas, ella me
perdonaría y podríamos seguir adelante. Mi historia era de esperanza y
triunfo, no de inmundicia ni de desesperanza. Salí de este lugar de horror y
quería que ella estuviera conmigo para mi siguiente paso en el viaje de mi
vida.

***

A regañadientes llevé a Clover a casa anoche, después de que


dejáramos el remolque en ruinas. La intensa conversación y todo el ventilar
el pasado nos había cansado y necesitábamos descansar. Sabía que no
había dormido mucho los dos días sin ella y estaba seguro de que era lo
mismo para ella. Prometí pasarla a buscar al trabajo como de costumbre, y
con un prolongado beso, la dejé ir.
Hoy era un largo día de trabajo en el depósito. Teníamos que
entregar un envío de brillante cobre a primera hora, el cual tenía que ser
asegurado antes del anochecer, ya que era una mercancía bastante
costosa. Maxwell me había estado dando un trato silencioso después de
hablar con Buck por teléfono. Él ya no hacía su entretenimiento en casa,
pero optaba por salir en las tardes, solo para volver temprano en la
mañana, luciendo peor. Estaba preocupado por mi amigo y también
esperaba que él pudiera encontrar un rayo de felicidad como yo lo hice
con Clover.
Casi era momento de marcharme y tenía una apremiante
necesidad por mi ducha de la tarde. No había forma de que Clover me
viera con cualquier signo de suciedad sobre mi cuerpo. Hice mi camino
hacia la parte delantera del depósito para cerrar con llave por la noche,
cuando vi a alguien esperando en la verja. No podía creer que este hijo de
puta regresara después de que le dije que Buck se había ido largo tiempo
atrás.
—¿Buscas algo, amigo?
—Solo me preguntaba cómo un hombre como Buck podía permitirse
un bonito lugar como este y por qué te dejó todo.
—Bueno, dado que ya sabes que él lo dejó, entonces sabes que él
no está aquí y que nunca estará de vuelta. Así que, ¿por qué no regresas a
tu sucursal materna o dónde sea que pases el rato con los motociclistas?
—Me temo que no puedo hacer eso, amigo. Mira, Buck tenía algo
que era mío y no me iré hasta recuperarlo. Además, en cierto punto me
gusta aquí. Creo que me quedaré un tiempo. Me gusta especialmente esa
pequeña tienda de dulces en la ciudad, con todo ese delicioso... trato.
—La mierda que dices, hijo de puta.
—Te veo por ahí... amigo.
Con ese último pequeño mensaje, él encendió su motocicleta con
un fuerte rugido y se fue por la carretera. No me perdí el significado detrás
de sus palabras. Heriría a Clover si no conseguía lo que quería. Esta mierda
no estaba sucediendo, no a mi mujer. Haría todo lo que estuviera en mi
poder para proteger lo que era mío. De ninguna manera ese maldito
motociclista iba a alejarla de mí, no cuando acababa de encontrarla.
Pero tenía que ser inteligente sobre esto y caminar cuidadosamente. Sabía
que Buck me dijo que lo llamara si volvía a ver a este tipo, pero no me
parecía algo que necesitara hacer todavía. Podía manejar a este hijo de
puta. Buck había dejado una de sus armas en la casa cuando se marchó.
Por seguridad, había dicho. Esto definitivamente se consideraba un
problema de seguridad, así que empezaría a llevarla hasta que pudiera
averiguar lo que este tipo quería. También necesitaba hablar con Fox en el
salón de tatuajes y asegurarme de que también estuviera pendiente de mi
chica. Consultaría antes de llamar a Buck. Al menos así tendríamos algún
tipo de información para seguir y no solo el hecho de que el tipo era un
idiota. Solo esperaba estar haciendo lo correcto.
Traducido por addictedread // Corregido por Lelu

Clover

D
espués de mi tarde con Range en su antigua casa de la
infancia, me sentí mucho mejor con respecto a toda la
situación de Marci. Él me juró que sólo había dormido con
ella una sola vez y había sido hace años, aunque ella quería que hubiera
sido más. Le creí cuando me dijo que él era una mejor persona ahora que
estaba creciendo. Podía ver como el estar solo y querer ser aceptado,
empujaría a algunas personas a hacer cosas que eran consideradas
inmorales. Nunca pude verme haciendo esas cosas, pero no podía
culparlo por tratar de ocultar su trayecto por esta cosa loca que llamamos
vida.
Planeábamos pasar tiempo juntos esta noche después del trabajo y
me dijo que me asegurara de informarle a mis padres que podría no estar
en casa hasta la mañana. A pesar de que estaba muy por encima de la
edad de tener que pedir permiso, él no quería que se preocuparan por mí
si no volvía a casa después del trabajo. Range siempre era tan
considerado cuando se trataba de mi bienestar. Todavía me sentía como
una mierda cada vez que pensaba que no hablé con él por dos días
debido a un drama femenino. Tenía planeado hacer las paces con él de
una gran forma esta noche, ya que parecíamos estar de regreso en el
buen camino con nuestra relación.
Me vestí para el trabajo, empaqué una pequeña mochila con
elementos esenciales como un cepillo de dientes y un desodorante, y me
aseguré de estar usando mi ropa interior más sexy debajo de mi ropa de
trabajo. Ya no evitaba a mi familia, así que me dirigí a la cocina para el
caos normal de la mañana, preparada para la Inquisición Española. No
tardaron mucho tiempo en que ellas me llenaran con preguntas.
—Bien, bien, bien. Mira quien finalmente se decidió unirse para el
desayuno. ¿Qué piensas, Shelly? ¿Problemas en el paraíso?
De alguna manera sabía que Ashley sería la primera en abrir su gran
boca con un comentario sabelotodo. Ignorarla sería inútil y solo produciría
un doble equipo entre ella y Shelly. Era mejor desviar esto antes de que se
entusiasmaran demasiado.
—Ningún problema. Solo un rápido descanso para darnos el uno al
otro algo de respiro.
—Chica, con un hombre así tienes que acercarte no alejarte. Que se
joda un respiro.
Ashley estaba realmente cerca de estar en el extremo receptor de
otra bofetada del paño de cocina de mamá. Podía ver que ella no estaba
del todo feliz de que estuviéramos usando ese tipo de lenguaje en su
presencia una vez más, aunque nos había advertido de no hacerlo. Estoy
segura de que le gustábamos más cuando estábamos peleadas e
ignorándonos unas a otras. De esa forma, nunca nos involucrábamos en
este tipo de conversación. Mi mamá nos dio a todas una mirada
conocedora y puso sus manos sobre sus caderas, la que era su señal
reveladora de que habíamos hecho suficiente.
—Miren, ¿chicas cuántas veces tengo que hablarles sobre este tipo
de cosas a primera hora de la mañana? Denny no quiere oírlo y tampoco
yo. Guarden el hablar vulgar para cuando estén solas o fuera con sus
amigos.
Nos disculpamos al unísono y comenzamos a limpiar nuestras tazas
del café de la mañana y los platos del desayuno. Cogí mi mochila y mi
cartera, y dejé que mi madre supiera que volvería en la mañana. Esperaba
una conferencia sobre sexo seguro y el embarazo no planeado, pero en su
lugar me dio un beso rápido en la mejilla y me deseó un buen día en el
trabajo. Su respuesta me sorprendió, me sentí como si estuviera en Twilight
Zone o algo así. Ella sabía que yo era lo suficientemente mayor para cuidar
de mi misma, pero eso nunca la había detenido en el pasado de
recordarnos que era demasiado mayor para cuidar de los hijos de alguien
más. Mi mente estaba tan atormentada con este pensamiento que no
noté al hombre sentado en una motocicleta enfrente de mi casa, hasta
que estuve justo en frente de él. Jadeé de horror cuando me di cuenta de
quién era. Ataviado con su usual traje negro, mostrando una sonrisa
peligrosa y una expresión divertida; era el motociclista de la tienda de
dulces, sentado sobre su grande y brillante Harley Davidson justo en frente
para que el mundo lo viera.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo? No se
supone que estés aquí. —Casi estaba gritando histéricamente, pero no
parecí perturbarlo ni un poco.
—Cálmate, dulzura. Una pregunta a la vez. Vine a ver si podía
llevarte al trabajo. Acabo de notar que tu hombre te permite caminar al
trabajo todos los días en lugar de llevarte, lo cual es una putada, podría
agregar. Nunca se sabe quién podría aparecer inesperadamente.
Miré alrededor por alguien que me ayudara, solo en caso de que
necesitara gritar si me estuvieran matando. No sabía que me asustaba más:
El hecho de que él estaba delante de mi casa o que me hubiera estado
mirando lo suficiente para saber que caminaba al trabajo en lugar de que
Range me llevara. De cualquier manera, este tipo sin duda eligió a la chica
equivocada si pensaba que podía simplemente aparecer aquí e
intimidarme para que le diera información sobre Buck. Estaría
decepcionado cuando le dijera que nunca conocí a Buck y que no tenía
idea de dónde estaba.
—Mira... Craze, no sé nada sobre Buck o sobre el depósito, así que
puedes dejar de venir a mi tienda e indudablemente, nunca vuelvas a mi
casa otra vez. ¿Entiendes?
—Julian.
—¿Qué?
—Mi nombre es Julian. Solo la gente de mi vida me llama Craze, e
indudablemente tú no estás en mi vida, dulzura. Aunque serías una gran
mujer. ¿Puedo al menos tener tu nombre?
—Clover. Mi nombre es Clover. Pero no lo uses mucho.
Él cerró sus ojos y lamió sus labios como si estuviera probando el más
dulce de los dulces. Luego abrió sus ojos con una sonrisa cegadora y
repitió mi nombre para sí mismo.
—Hmm, me encanta cómo sabe tu nombre en mi lengua.
Bueno, sin lugar a dudas puedo ver dónde consiguió su nombre. Este
cabrón está completamente loco8, aunque es uno que puede producirte
un cortocircuito con su six-pack. Él tuvo algo de valor para venir a mi casa
y hablarme como si fuéramos amigos o algo. Entiendo que probablemente
él puede tener a cualquier mujer que quiera. A algunas mujeres les gustan
el tipo peligroso, pero yo no soy una de ellas. La ropa oscura y ojos
peligrosos, no hacen más que ponerme nerviosa y hacerme correr en la

Loco, hace referencia a que su nombre, Craze, traducido al español significa


8

Manía/Locura.
dirección opuesta. Si Range supiera que él está aquí, sin duda reventaría
de furia, sacaría a este tipo con un solo puñetazo en el estómago y no
habría forma de detenerlo.
—Lo siento, Julian. No creo que hablar contigo sea una buena idea.
Tengo novio y estoy segura de que él no apreciaría que aparezcas así.
—¿Ves? Una mujer perfecta. Lo entiendo, crees que te estoy usando
para llegar a Buck, pero ya sé todo lo que necesito sobre ese viejo.
También sé que tú y Range solo han estado viéndose por un corto tiempo,
así que decidí probar mi suerte. No te preocupes, dulzura, sabía que era
improbable.
Bueno, maldita sea. Cuando lo ponía así, ¿cómo podía estar
enojada con él? Eso no significaba que fuera a saltar a la parte trasera de
su moto e ir hacia la puesta de sol con él y alguna mierda como esa, pero
podía ver su punto. Como Range, él era un hombre de acción, algo que
tenía que estar en la vida de un pandillero criminal. La forma en que él
estaba sonriéndome cuando dijo eso, me hizo sonrojar en doce tonos de
rojo y tenía que poner un alto a esto ahora.
—Estoy halagada, Julian. En serio lo estoy. Espero que pronto
encuentres lo que viniste a buscar aquí, así puedes volver con tu club y
hacer lo que sea que hagan.
—Oh, planeó encontrarlo realmente pronto, querida. Sospecho que
una vez que le digas a tu hombre que aparecí aquí, voy a ver a Buck
realmente pronto. Si un hombre como yo apareciera en la casa de mi
mujer, haría lo que fuera necesario para mantenerla a salvo. ¿No estás de
acuerdo?
No tenía una respuesta a esta pregunta. Solo podía estar allí de pie
con mi boca abierta como un pez muerto, sin perderme el significado
detrás de sus palabras. Quería que yo estuviera asustada de él y de lo que
era capaz, pero yo también tenía que proteger a Range del peligro. Me
preocupaba demasiado por él como para ver que algo le sucediera. De
todos modos no importaba. Él no esperaba una respuesta de mí. Sólo
quería entregar un mensaje. Bueno, fue recibido fuerte y claro.
—Nos vemos luego, dulzura. Ten un buen día en el trabajo.
Él encendió el motor y salió por el camino en dirección opuesta,
dejando un rastro de polvo en su estela. Él estaba en lo correcto. Una vez
le dijera a Range que apareció en mi casa, todo el infierno se desataría.
No podía ser yo la que lo pusiera en peligro. ¿Qué si él llamaba a alguno
de sus amigos pandilleros de la ciudad y todos ellos empezaban a
acosarnos? Si yo no le decía a Range, Julian se cansaría de esperar a Buck
y volvería a casa. De ninguna manera se quedaría en la ciudad, sabiendo
que Buck ya no vivía aquí. Dijo que sabía todo lo que necesitaba saber, lo
que significa que tenía que saber que Buck estaba retirado y que ya no
operaba el depósito. No, no me compraría estas mentiras y no le diría a
Range de esta pequeña visita. Rezaría para que él simplemente se fuera,
de regreso a donde pertenecía.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Caile

Range

P
reparándome para recoger a mi chica del trabajo, no puedo
evitar la sonrisa que viene a mi cara cuando pienso en volver a
verla. Después de derramar mis entrañas sobre mi crianza de
mierda, estaba tan mentalmente agotado, que pensé que era mejor
darnos el tiempo para recuperarnos. Bueno, ese tiempo había terminado y
yo quería a mi mujer en mi cama esta noche.
Escuché a Maxwell correr y agarrar algo y luego golpear la puerta al
salir como un niño de catorce años. Parecía que todavía estaba cabreado,
había llamado a Buck por su comportamiento y había decidido continuar
su encuentro esta noche fuera de casa. Max era un hombre adulto, y
ciertamente no necesitaba mi permiso para follar a quien quisiera, pero me
alegré de tener el lugar para mí esta noche para poder pasar tiempo a
solas con Clover. Después de todo lo que pasó, necesitamos este tiempo
juntos para volver a conectar, aunque ya sabía que todavía estábamos en
la misma página.
Agarré mis llaves y mi cartera, con ganas de salir por la puerta,
cuando recordé que necesitaba agarrar mi arma también. Buck se
aseguró de enseñarnos a todos cómo cuidar adecuadamente un arma de
fuego para que en caso de que le sucediera algo, sabríamos cómo
protegernos. Disparar fue una de las cosas en las que sobresalí
principalmente porque me imaginaba la cara de mi viejo en el objetivo y
golpeaba en el blanco cada vez. Buck pensó que era natural y se aseguró
de que tomara todas las precauciones de seguridad durante nuestras
lecciones. Cuando él había dejado la pistola en la caja fuerte, me aseguré
de que siempre estuviera limpia y engrasada en caso de que alguna vez
tuviera que usarla. Adjunto la funda a mi pierna y aseguró el arma,
esperando poder ocultarlo de Clover. No quería que se preocupara.
De alguna manera solo sabía que a mi chica no le gustaría la idea
de llevarla. Pero si lo descubría, tendría que superarlo, al menos hasta que
este hijo de puta decidiera salir de la ciudad. Satisfecho porque estaba
bien oculta bajo mis pantalones vaqueros, salí a recogerla pero choqué
contra Sebastian caminando por la puerta.
—Amigo, ¿a dónde vas con tanta prisa? ¿Hay un incendio o algo así?
—Nah, hombre, sólo voy a recoger a mi chica.
—¿Tu chica? No sabía que estabas viendo a alguien. ¿Cuándo
sucedió esto y por qué no me lo dijiste?
Mierda, con todo lo que había estado pasando por aquí, había
olvidado contarle. Sebastián podía ser sensible cuando pensaba que
estaba siendo excluido de las cosas en nuestras vidas. No era que hubiera
planeado guardarlo en secreto o algo; decirle se me había pasado
completamente. Sabía que tenía que hacer algún control de daños antes
de que entrara en el modo de drama completo.
—No hace tanto tiempo desde que nos estamos viendo, pero en
realidad iba a invitarla a una reunión para que pudiera conocerlos.
Era una mentira, pero tuve que responder rápido. Si no lo hacía,
Sebastian pensaría que la estaba ocultando porque pensé que no era lo
suficientemente bueno para conocerla o algo de mierda. La última vez
que cometí el error de guardar algo de él, me escribió una carta de cuatro
páginas sobre la amistad y respetar los sentimientos de los demás. No
podría volver a pasar por esa mierda de nuevo, de ninguna manera.
—Eso suena genial. ¿Qué tal el viernes por la noche? Podría pedirle a
mi mamá que prepare un pastel o algo así.
—Lo comprobaré con Clover. Ese es su nombre por cierto. Te lo haré
saber mañana. Estoy seguro de que le encantara.
—¿Qué hay de Maxwell? ¿Viene él también?
Oh infierno, ¿podría empeorar? Ya que Max estaba actuando como
una perra, era difícil saber si aparecería si lo invitaban. Tuve que encontrar
una manera de acorralar su culo para que pudiéramos hablar de esta
mierda. Max era uno de mis amigos más antiguos, y odiaba esta brecha
entre nosotros por algo tan estúpido.
—Sí, por supuesto que Max también está invitado. Clover tiene dos
hermanas. Tal vez veré si quieren unirse a nosotros, hacer una verdadera
fiesta.
Sebastian bajó la cabeza para mirar el suelo sin responder, lo cual
me dijo que algo andaba mal. Odiaba ser emparejado con las mujeres. Al
ser criado por su madre y tía abuela, siempre tenían a la nieta o sobrina de
alguien que querían presentarle, y siempre terminó en un desastre. No es
que no fuera capaz de conseguir a sus propias mujeres. Pero la presión de
la puesta en marcha era demasiado para Sebastian. Prefería hacer las
cosas por su cuenta, cosa que no podía culparle.
—Amigo, no te preocupes, será algo tranquilo. Lo prometo. Ningún
arreglo en absoluto. Simplemente unos cuantos amigos encontrándose por
cerveza y comida.
—Claro, hombre, eso suena bien. Bueno, ya que vas a salir, me
quedo con Max por un tiempo.
—Lo siento, amigo, se ha ido por la noche.
—Oh, bien entonces. Supongo que los veré más tarde. No olvides
decirme sobre el viernes.
—Claro, amigo. Te acompañaré.
Me sentí como una mierda cuando vi esa mirada solitaria en la cara
de Sebastian, pero no había nada que pudiera hacer al respecto ahora.
Lo haría después. Tenía que ir a ver a mi chica y hacer que nuestra noche
fuera buena, porque tenía planes grandes para ella esta noche, planes
que esperaba disfrutara tanto como yo.

***

Estaba unos pocos minutos temprano, lo cual era bueno porque


necesitaba tiempo para registrarme con Fox. Si confiaba en alguien para
vigilar a Clover, era él. También podría comprobar si había oído algo
acerca de ese maldito cretino puesto que mucha de esa muchedumbre
de motoristas les gustaba el conseguir tatuajes en su tienda, estaba
esperando que hubiera oído alguna charla cruzada. Tan pronto como
entré, podía oír todo el parloteos procedente de los chicos o chicas
sentados en las mesas, haciendo su trabajo; pura mierda hablaban de
alguna perra que estaban follando más tarde esta noche o cuánto dinero
habían hecho esta semana. Si fuera cualquier otra circunstancia, estaba
seguro de que me habría divertido mucho, pero no ahora. Necesitaba a
Fox y rápido. Lo vi en la esquina, encorvado sobre la espalda de algún tipo,
y le di una elevación rápida de la barbilla en reconocimiento. Me sonrió y
rápidamente se abrió camino.
—Range, mi hombre, ¿qué te trae por aquí?
—Sólo necesito unas pocas palabras, Fox. Siento interrumpir tu
trabajo.
Señaló a la habitación de atrás, que era su oficina, y me indicó con
una inclinación de cabeza que lo siguiera.
Una vez que estuvimos dentro, fue todo negocios como sabía que lo
haría. Fox no se andaba con estupideces o charlas pequeñas.
—¿Esto tiene algo que ver algo con lo que llevas de repente?
No había necesidad de negarlo. Fox era un tipo agudo. Además,
con todos sus años de entrenamiento militar, tuvo que ver que estaba más
inclinado en mi lado derecho por el peso de la pistola.
—Si algo como eso. ¿Has oído algo de esta mierda de motorista que
vino a la ciudad, buscando a Buck?
—Sí, él vino por aquí un par de veces, hablando con algunos de los
chicos, haciendo un montón de preguntas sobre Buck… y tu chica.
—¿Qué dices? ¿Estaba haciendo preguntas sobre Clover? ¿Cómo
qué?
Esto era una sorpresa y era algo de lo que no estaba nada contento
de saber. Buck, podía entenderlo ya que parecían haber corrido en los
mismos círculos. Pero no tenía ninguna razón para preguntar por mi mujer.
Este tipo estaba realmente pidiendo mi pie en su culo.
—Cosas generales principalmente, pero lo vi ir a Foster’s el otro día.
No lo mencioné antes, porque salió rápidamente, con las manos vacías, y
se fue.
Mierda. Clover no me dijo que ese idiota estaba pasando alrededor
de su tienda. Debió haberse olvidado con toda la mierda que estaba
pasando con Maxwell y su grupo de raros. Tal vez ella no pensaba nada
de eso en ese momento, pero tenía que ser más cuidadosa con este tipo.
Era peligroso, y ahora que estaba en su radar, tenía que mantener un
mejor ojo en mi chica.
—Gracias hombre. Solamente mantén un ojo sobre mi mujer si
puedes. Si oyes algo más, solo llámame. Tengo el resto bajo control.
—Consejo, devuelve el culo de Buck aquí para manejar a este tipo.
No sabes una mierda de la vida y no sabes lo que ha planeado este tipo.
Haré lo que pueda por mi parte. Si me necesitas, llama.
Pensé en sus palabras cuidadosamente cuando fui al lado para
recoger a Clover. Tal vez debería seguir su consejo y llamar a Buck para
contarle. Fox tenía razón acerca de otra cosa: no sabía una mierda sobre
la vida de MC o lo que este tipo estaba buscando. No podía arriesgarme a
que se acercara a mi chica y le hiciera daño. Manejar dos negocios me
dejaba poco tiempo para seguirla por todas partes, pero tenía que
proteger lo que era mío. Pensé que era hora de que este tipo y yo
tuviéramos un mano a mano. Necesitaba saber que yo no era alguien con
quien joder y no apreciaba la idea de que hablara con mi mujer. Su falta
de respeto tenía consecuencias, y ya era hora de que su culo descubriera
el precio que debía.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Lelu

Clover

—C
lover, querida, tu guapo novio te está esperando
afuera. ¿Por qué no lo invitas para que pueda
decir hola?
Antes de que pudiera quitarme el delantal, la señora Foster había
salido corriendo por la puerta principal y traído a Range dentro con un
dramático movimiento de su mano. No podía esperar a oír las sugerencias
obscenas que estaba haciendo hoy. Cada vez que venía a recogerme, se
ponía peor y peor hasta el punto en que el señor Foster tuvo que amenazar
con salir de casa si no se detenía. Por supuesto, ella jugó como si fuera solo
un poco de diversión inofensiva, pero el señor Foster no se divertía y le dijo
exactamente eso.
—Oh, querido Range, te ves guapo esta noche. ¿Tienes planes
especiales para nuestra chica?
Sabía que se sentía avergonzado por esto todas las tardes, pero por
cortesía, nunca se quejaba y siempre la elogiaba, lo que
instantáneamente la hacía saltar como Peter Rabbit9.
—Nada especial, señora Foster, a menos que tenga una actividad
que pueda recomendar.
—Bueno, en mi época, los jóvenes no venían a llamar a la casa de
una joven sin flores y siempre pedía permiso a sus padres de antemano.
Al igual que un reloj, el Sr. Foster entró en la conversación y trató de
controlar a su esposa. Como la mayoría de las veces, él le hizo saber lo
tonta que le hacía ver su escandaloso coqueteo con Range.
—Tu época fue hace cincuenta años, querida. Y si recuerdo bien, tu
padre te empujó por la puerta principal y me instruyó para que nunca te
trajera de vuelta, o él me dispararía.

Peter Rabbit: Es el protagonista de una serie de libros para niños escritos por Beatrix Potter.
9
—Eso es porque él sabía que yo era un gran partido.
—Más bien como que él estaba simplemente cansado de tu mierda
y quería deshacerse de ti.
—Bueno, nunca regresé.
—No, nunca lo hiciste, eso es seguro.
Definitivamente era hora de que saliéramos antes de que estallara la
Tercera Guerra Mundial. Estos dos probablemente seguirían así durante
horas, y yo estaba lista para comenzar mi noche con mi hombre hermoso.
Agarré a Range por la mano y di un adiós precipitado a los Foster. Todavía
estaban discutiendo sobre los buenos viejos tiempos y ni siquiera se
molestaron en vernos. Tuve que reírme de sus payasadas y no podía dejar
de preguntarme si eso era realmente lo que era estar casado durante
tantos años, si te convertías en el Yin y Yang, pero te amabas mucho.
—¿Puedes creer a esos dos? Un día, ella lo empujará demasiado
lejos.
—De ninguna manera, nena, ese hombre ama a su mujer con cada
fibra de su ser. Nunca se irá y ella no podría vivir sin él.
Salimos a su camioneta, y mientras él abría la puerta para que yo
entrara, algo fuerte se apoderó de mí. Tenía esta abrumadora necesidad
de sentirlo, su toque, sus fuertes brazos alrededor de mí. Tal vez fue la
sonrisa que tenía en su rostro al hablar de los Foster o el destello de futuros
pensamientos de nosotros juntos y enamorados a su edad. Fuera lo que
fuera, me detuvo de subirme a ese camión, y me giré tan rápido que me
sorprendí con la rapidez con que agarré la parte de atrás de su cabeza y
llevé sus labios a los míos. Solo le tomó un segundo para comprender mi
necesidad y liberar la manija de la puerta para mantenerme cerca
mientras yo arrasaba su boca con la mía. Compartir un momento como
este era mágico y no quería que terminara. Necesitaba más de él y por
dios, lo iba a conseguir. Respirando pesadamente, me obligué a alejarme
de nuestro abrazo y descansé mi frente contra la suya en un intento fallido
de calmar el calor en mi corazón.
—Maldición, cariño, ¿por qué fue eso? No es que me queje ni nada,
pero tengo que decirte, mi pene esta duro como la aritmética china ahora
mismo.
—No lo sé. Solo… Necesito sentirte cerca de mí. Siento que no puedo
acercarme lo suficiente y me está volviendo loca.
Range tomó un aliento calmante mientras seguía acariciando mi
cabello y sosteniéndome con la palma extendida justo encima de mi culo.
No podía decir lo que pasaba por su mente. Probablemente pensó que yo
estaba loca, permaneciendo al aire libre y molestándolo donde
cualquiera podía ver, pero si se ofendía, ciertamente no lo mostraba. En
lugar de eso, me sorprendió al alcanzarme con ambas manos y subirme al
camión con facilidad, luego cerró la puerta y corrió hacia el lado del
conductor para entrar. Una vez que el motor funcionaba, se volvió hacia
mí con calor y promesas en sus ojos.
—Abróchate, nena. Una vez que llegamos a casa, mi polla va a
llegar muy cerca de tu apretado coño hasta que se fusionen como metal
caliente. Espero que eso nos ponga lo suficientemente cerca.

***

El viaje a la casa de Range tomó la mitad del tiempo que


normalmente tardaba. Pensé que seguramente nos sacarían en algún
momento. El camión aceleró por la carretera como un coche de carreras,
y Range estaba agarrando el volante con tanta fuerza que pensé que se
desprendería un dedo cuando giró hacia el camino privado que conducía
a su casa. Apenas tuve tiempo de desabrochar mi cinturón de seguridad
antes de que Range estuviera abriendo la puerta y arrastrándome por el
pasillo a través de la puerta principal. Todas las luces estaban apagadas,
así que claramente nadie estaba en casa. Durante un breve instante me
pregunté si todavía estaba peleando con Maxwell por esa mierda
estúpida que ocurrió hace unos días. Estos chicos habían sido amigos
durante años, y ciertamente esperaba que un pequeño malentendido no
pusiera en peligro eso. Antes de que pudiera estar demasiado envuelta en
el fiasco de Maxwell, estaba siendo levantada al estilo de bombero en la
espalda de Range y llevada a su habitación con la velocidad reservada a
un corredor de fútbol.
Range cerró la puerta con su bota y me tiró a través de la cama
como si no pesara nada.
Mi piel estaba ardiendo de deseo. Nunca había sentido algo tan
poderoso en toda mi vida, y su bello cuerpo sólo amplificaba mi
desenfreno.
—Quítate la ropa, caramelito. No puedo esperar otro minuto para
tenerte debajo de mí.
—Range, yo…
La expresión de su cara me dijo que estaba en serios problemas.
Estaba respirando pesadamente a través de su nariz y sus ojos estaban
cerrados como si estuviera luchando para mantener el control. Perdí poco
tiempo quitando mi camisa y luego mis pantalones mientras observaba a
Range masajear su erección a través de sus pantalones vaqueros. Fue un
espectáculo para la vista. Este hombre fuerte y fornido estaba a segundos
de distancia de atacarme como si fuera un gran vaso de agua después de
un largo paseo por el desierto. Algo sobre la forma en que me estaba
mirando me dejó sintiéndome poderosa y sexy, sabiendo que yo, la chica
tímida que veía demasiado televisión clásica, podría poner a este hombre
sin palabras y fuera de control. Alcancé mi espalda y desabroché mi
sujetador, bajándolo lentamente por mis brazos hasta que mis pechos
quedaron completamente expuestos. Range hizo un gruñido en la parte
posterior de su garganta y se lanzó hacia mí, entonces me sostuvo con un
brazo y acarició mi pelo con el otro.
—Eres tan jodidamente hermosa, cariño. Extrañe sostenerte así.
Prométeme que nunca me dejarás de nuevo, prométemelo ahora.
—Te prometo que nunca te dejaré de nuevo.
Range estaba tomando profundas respiraciones mientras arrastraba
su nariz por mi cuello y mi pecho. Me di cuenta de que me estaba
olfateando, como si fuera una flor de rosa fresca escogida del jardín.
Cuanto más olía, más caliente se convertía mi piel, hasta que me
quemaba todo. Lo necesitaba desnudo y cerca de mí para apagar mi sed.
Me aparté y cogí su camisa, luego la levanté sobre su cabeza hasta que su
glorioso pecho estaba justo antes de que me tomara. Utilicé las puntas de
mis dedos para rozar ligeramente sus pezones, haciéndole gemir como
una bestia. Me encantaba tenerlo a mi merced justo así, era mío para
jugar, para empujar sus límites hasta el punto de ruptura. Lo miré con ojos
caídos, necesitando su polla dentro de mí.
—Necesito que me folles ahora, Range… por favor.
Él extendió la mano, agarró el elástico de mi ropa interior, luego con
un duro tirón los rasgó en jirones antes de arrojarlos por encima de su
hombro. Su muestra de necesidad hizo que mi coño ya húmedo fluyera
con más humedad que nunca. Extendí las piernas lo suficiente como para
que él pudiera ver mi deseo y, esperanzadamente, convencerlo para
acelerar su paso. Debe haber funcionado, porque ni siquiera se molestó en
quitarse los pantalones todo el camino. Los tenía abajo lo suficiente como
para sacar su polla y entrar en mí con un empuje rápido.
—Esto va a ser rápido y duro, nena, pero te prometo que te lo
compensaré más tarde. Agárrate de mí tan fuerte como puedas.
—Range, yo…
—Sostente cariño.
Así que me sostuve mientras Range trabajaba mi cuerpo. Se sentía
tan bien teniendo su peso presionado contra mi estómago mientras
bombeaba sus caderas una y otra vez. No tardé en llegar a mi punto
máximo, y por su respiración pesada pude decir que estaba allí conmigo.
—Range. Oh, Range, voy a… Ugh… —Tan pronto como empecé a
romperme, lo sentí pulsar dentro de mí con su propia liberación y lo oí gruñir
mi nombre. Me sentí tan caliente y saciada en sus brazos. Hasta que la
realidad me golpeó como un martillo. No usamos condón.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Caile

Range

J
esucristo, pensé que iba a desmayarme. Me vine tan fuerte. Tan
pronto como ella se dejó ir y sentí su coño caliente agarrando
mi polla, sabía que había terminado para mí. Quería hacer una
maleta, entrar en su coño, y nunca dejarlo. No pasaría mucho tiempo
antes de que estuviera listo para la segunda ronda, tal vez incluso tres o
cuatro antes de que terminara esta noche.
Tiré de mi polla de su calor y rodé para acostarme sobre mi espalda,
trayendo a Clover conmigo en el proceso. Se sentía tan caliente y suave,
como me imaginaba una nube se sentiría si me acostara encima de ella.
Sentí que se ponía rígida en mis brazos y un destello de pánico me atravesó.
Mierda, había sido demasiado áspero y probablemente la había herido.
¿Qué mierda estaba mal conmigo?
—¿Te hice daño, nena?
—No, no es eso. Es sólo que… no usamos un condón.
Mierda, yo había tenido tanta prisa para meter mi polla dentro de
ella. Me olvidé de tomar un condón de mi mesa de noche. Por supuesto
que ella estaría molesta por eso. No habíamos discutido el control de la
natalidad, y con la forma en que se sentía por mi pasado, solo podía
imaginarme los pensamientos que corrían por su cabeza sobre el SIDA y
otras enfermedades de transmisión sexual.
—Solo para que lo sepas, nena, estoy limpio. Recientemente me hice
la prueba. Puedo enseñarte el papeleo.
Me miró con una pequeña sonrisa en su cara y pasó su mano sobre
mi pecho.
—No tienes que mostrarme el papeleo. Confío en ti. También estoy
tomando la píldora, pero estaba un poco preocupada porque nunca
hablamos de no usar nada antes y no sabía cómo te sentías sobre eso.
Bueno mierda, cuando lo pone de esa manera, pude ver por qué
estaba un poco molesta por ello. Por supuesto que estaba preocupada
por mis sentimientos en vez de por los suyos. Eso era solo el tipo de persona
que era, pero definitivamente era algo que necesitábamos sacar del
camino, así no dañaría el resto de nuestra noche. Le acaricié la espalda
con mi mano libre, esperando que mi pequeño gesto de consuelo le
aliviara la mente. No quería que se preocupara por mis sentimientos
cuando sus sentimientos eran tan importantes. En lo que a mí respecta, ella
era mía y siempre lo sería.
—Estoy bien con no usar nada contigo, nena. Eres mía. Y la forma en
que tu coño se sentía sin barrera entre nosotros, no creo que podría volver
a envolver mi polla cuando te folle.
Pensó en mi declaración durante un minuto, mientras acariciaba
lentamente su cálida piel. Tocarla así me estaba poniendo duro de nuevo,
pero tenía que estar de acuerdo antes de que pudiéramos empezar la
segunda ronda. Ella finalmente me sonrió y se movió por un beso, y supe
que su decisión estaba tomada.
—Yo también estoy bien.
Ella apoyó su cabeza en mi pecho y respiró hondo como si un peso
gigante fuera levantado de sus hombros.
Ahora definitivamente no era el momento de comenzar la segunda
ronda con la pesadez de nuestra discusión aún persistente en el aire, así
que me salí de debajo de ella con la promesa de volver con un paño
húmedo para limpiarla para poder descansar un rato. Me enderecé los
pantalones vaqueros y volví a meter mi pene endurecido en el interior con
una promesa silenciosa de que nos volveríamos a deslizar en ese resbaloso
calor poco después.
Después de limpiar nuestra corrida combinada de su dulce coño,
Clover tenía energía suficiente para dar vuelta a su lado antes de que se
quedara dormida. Deseché el paño en el cesto de ropa sucia mientras me
despojaba de mis pantalones y me unía a ella para una siesta rápida. Solté
mi arma de mi tobillo y la coloqué silenciosamente debajo del colchón en
mi lado de la cama en caso de que necesitara tomarla rápidamente. De
ninguna manera permitiría que alguien viniera aquí y lastimara a mi mujer
mientras dormía. Ese hijo de puta estaría muerto antes de que golpeara la
puerta. Necesitaba averiguar qué coño quería este imbécil de Buck antes
de que lo llamara. Buck estaría enojado si esto fuera una mierda que
podría haber manejado por mi cuenta antes de arrastrar su trasero hasta
aquí desde las montañas. No tenía ni idea de por qué después de todo
este tiempo un antiguo miembro del club querría hablar con él. Buck había
estado fuera del juego durante tanto tiempo, que no creía que ninguno de
sus viejos hermanos estuviera vivo, mucho menos que vinieran a buscarlo.
Tenía que encontrar una manera de mantener a mi mujer a salvo de esta
mierda y mantener a Buck en el exterior durante el mayor tiempo posible al
mismo tiempo.

***

Después de unas horas de descanso, desperté a mi bebé de la mejor


manera que sabía, y eso era con mi rostro entre sus piernas. Era apenas un
poco después de la una de la mañana, pero la siesta corta había
refrescado mis energías y no podía esperar para conectar con mi mujer
otra vez. La desperté despacio con mi lengua masajeando su clítoris y mis
dedos ajustando sus pezones hasta que ella se retorcía debajo de mí,
tratando de recuperar el aliento. Ella todavía olía a tootsie rolls, y comí su
coño como un hombre hambriento que acaba de recibir un T-bone steak10.
Supe el momento en que se venía, porque cerró sus rodillas alrededor de
mi cabeza, apretándolos por vida, y gritó mi nombre con la parte superior
de sus pulmones.
Me arrastré sobre su cuerpo hasta que estaba inclinado sobre ella
con mi peso sobre mis brazos. Abrió sus hermosos ojos y me miró
directamente con una sonrisa saciada en su rostro. Me incliné y la besé
ferozmente. Sabía que podía probar su dulzura en mis labios, causando su
hambre pinchar a cambio. Estaba lista para más, así que agarró mi culo y
extendió sus piernas tan ancho como podían ir. Encajaba perfectamente,
apretado entre su cálido calor. Seguí besándola con todo lo que tenía
hasta que ella se agachó, agarro mi polla y la colocó en su entrada,
silenciosamente rogándome que la tomara. No desperdicié tiempo para
deslizarse en su coño caliente. Sus paredes estaban resbaladizas con sus
jugos y encontré el cielo entre sus muslos.
Clover se aferró a las mejillas de mi culo con una mano mientras
suavemente corría la otra a lo largo de mi espalda mientras bombeaba en
ella a un ritmo constante. No quería que esto terminara, pero se sentía tan

10T-bone steak: Es un filete generalmente elaborado a la parrilla y de corte típico en el


que puede verse el hueso en forma de T.
bien en mis brazos que sabía que no pasaría mucho tiempo antes de
explotar mi semilla en su interior.
—Te sientes muy bien, cariño. Podría morir siendo un hombre feliz en
este dulce coño. ¿Estás lista para venirte otra vez?
—Range, te sientes tan bien. No te detengas.
Estaba haciendo tanto ruido que si yo tuviera vecinos, me habría
preocupado que alguien nos llamara a la policía. Saberlo me hizo follarla
con más fuerza hasta que sentí sus paredes apretaron mi polla en un
agarre fuerte y supe que se estaba viniendo otra vez, tirando de mí sobre el
borde con ella, y ambos llegamos con un grito. Estábamos respirando tan
pesado que pensé que uno de nosotros iba a tener un ataque al corazón.
Las réplicas hormigueaban a lo largo de mi espina dorsal y me hacía
respirar entrecortado mientras la mantenía cerca de mí, mientras que
ambos luchábamos por el control de nuestros sentidos.
Sabía que tenía que estar aplastando su pequeño cuerpo con todo
mi peso encima de ella, así que rodé sobre mi espalda y la tomé en mis
brazos para mantenerla segura. Esta mujer era increíble en todos los
sentidos posibles. Ella era amable, considerada, divertida, y una pareja
completa para todas mis necesidades sexuales. Nunca supe que una
mujer pudiera hacerme feliz simplemente por querer estar conmigo. Ella
nunca pidió nada. Mis miradas la encendieron, pero no era por eso que
me quería. Todas las otras mujeres con las que alguna vez había dormido
habían tenido un motivo para estar conmigo, al tiempo era porque yo era
el chico caliente en la escuela o porque pensaban que tenía dinero desde
que era dueño de un negocio. Clover sólo me quería para mí, y eso solo la
hizo destacar como alguien especial.
—¿Estás bien, cariño? No te rompí, ¿verdad?
Sentí sus mejillas levantarse en una sonrisa en mi pecho mientras
bufaba una risa antes de que ella respondiera a mi pregunta.
—No, no estoy rota. Me siento muy, muy bien en este momento,
gracias a ti.
—Dame unos minutos y te puedo hacer sentir mejor.
—De ninguna manera, estoy cerrando la tienda. Tendrás que esperar
hasta mañana cuando tenga más energía. En este momento, me siento
como si hubiera sido atropellada por un semi remolque No podría
moverme aunque la casa estuviera en llamas.
—Está bien bebé, cierra los ojos y descansa un poco. Mi polla estará
esperándote cuando despiertes.
Me golpeó ligeramente en el pecho con una risa suave, y no pude
evitar la sonrisa floreciente que cruzó mis labios. Después de unos minutos,
mis ojos empezaron a ponerse pesados y me dormí con los sonidos del
corazón de Clover golpeando contra mi pecho mientras ella dormía
profundamente en mis brazos.
Traducido por Mary_08 // Corregido por MagaPali

Clover

P
ensé que estaba soñando la otra mañana cuando Range
mencionó que quería tener una pequeña reunión para poder
conocer a sus amigos y él podría pasar algún tiempo con mis
hermanas. Por supuesto, acababa de darme dos orgasmos y
probablemente habría aceptado cualquier cosa menos matar a alguien.
Pero cuando mis hermanas y yo nos dirigimos al camino privado que
conducía a la casa, no pude evitar pensar que era una muy mala idea.
Amaba a mis hermanas más que a nada, pero no había pasado tanto
tiempo desde que volvimos a hablar, y los viejos hábitos morían con
dificultad. No quería compartir a Range con nadie, incluyendo a mi familia.
Él era todo mío y por una vez quise ser egoísta.
Range me dijo que solo seríamos los cinco de nosotros, incluyendo a
su amigo Sebastian, a quien había estado descuidando recientemente, ya
que estaba pasando tanto tiempo conmigo. Dijo que se sentía mal por ello,
porque "Drama" —como él lo llamó— podría ser bastante sensible. Intentó
desesperadamente ponerse en contacto con Maxwell, que parecía estar
evitándolo a toda costa, lo que había entristecido a Range enormemente.
Estos dos tipos jugaron un papel importante en su vida y él no estaba
contento con la brecha repentina entre ellos. Realmente no conocía a
Maxwell, pero la idea de que deliberadamente causara dolor a Range me
hizo querer patearlo en las pelotas. ¿Cómo podía llamarse a sí mismo un
amigo y actuar como un imbécil sobre una puta que probablemente ni
siquiera le gustaba? Por el bien de Range, esperaba que pudieran acabar
con esta estúpida rivalidad y volver a ser mejores amigos como lo eran
antes de que yo llegara.
Mi hermana Shelly entró en el camino, parecía completamente
asombrada; mucho como yo estaba la primera vez que vi este lugar.
Realmente era algo para contemplar. Nos bajamos del coche y nos
dirigimos a la puerta cuando fue azotada y abierta inesperadamente por
un Range que esperaba en toda su gloria masculina. Él realmente era el
hombre más hermoso que había visto con su pelo largo soplando en el
viento y sus brazos sexy extendiéndose para agarrarme en un cálido
abrazo justo antes de que besara la puta vida fuera de mí delante de todo
el mundo. Debería sentirme avergonzada por el bloqueo sexual de labios
que me lanzó encima, pero las bragas mojadas dieron paso a
preocupaciones más grandes, como la forma en que iba a detenerme de
montar su pierna como una perra cachonda. Me alejé lentamente de la
PDA11 incómoda para verlo sonreírme con una mirada traviesa en los ojos,
una que dejaba ver exactamente lo que ese tipo de beso me hizo.
—Hola, caramelito, estoy contento de que ustedes pudieran
entenderlo. Entren. Sebastian debe estar aquí en breve. Nunca llega tarde.
Mi hermana Ashley tomó ese momento para dejar a Range saber lo
mucho que amaba su casa chillando como un cochinillo y girando en
círculos como si fuera un extra en "Sounds of Music"12. No podía culparla.
Me encantó este lugar tanto como a ella, quizás incluso más. Hicimos
nuestro camino hacia la sala de estar, donde Range preguntó qué
queríamos beber y luego se dirigió a la cocina para buscarlo. Me di cuenta
de un plato de sándwiches pequeños y varias ensaladas establecidas en la
isla para nuestro disfrute y sonreí para mí misma por la cantidad de
problemas que había pasado solo para asegurarse de que estuviéramos
cómodas. Shelly se dio cuenta y me sacó de mi estupor en la típica
manera de Shelly.
—Tu hombre es la mierda. Cuando crezca, quiero uno igual que él.
Lástima que esté locamente enamorado de ti. Tal vez quiera un poco de
acción de OPP13.
—Estás loca. Él no…
Mi comentario fue cortado cuando la puerta principal se abrió y
entró un hombre guapo pero totalmente nervioso llevando… ¿eran esas
flores? Range me había contado un poco acerca de su amigo Sebastian y
sus maneras raras, pero al mirarlo ahora, me di cuenta de que era
probablemente un amor absoluto. Range se acercó a la puerta para

11 PDA: Demostración Pública de Afecto


12 The Sound of Music: Película musical de 1965 dirigida por Robert Wise y protagonizada
por Julie Andrews y Christopher Plummer.
13 Other Peoples Pussy: significaría algo así como coño de otras personas.
saludarlo en el típico estilo de hombre de las cavernas con un duro golpe
en la espalda que me hizo estremecer y un abrazo de medio brazo, con
cuidado de no aplastar las flores que estaba sosteniendo.
—Oh mierda, hombre, no deberías haberlo hecho. Sabía que tenías
una cosa por mí durante todos estos años.
El pobre Sebastian parecía que quería arrastrarse bajo una roca,
completamente avergonzado por Range y su mierda de hombre machista.
—Compré esto para las invitadas. Mi mamá y mi tía dicen que
siempre debes saludar a las nuevas amigas con flores. Hace una gran
primera impresión.
Sí, un amor total. Decidí que a partir de hoy, él sería mi muy buen
amigo y siempre estaría atenta a él. Extraño, pero pude ver la atención por
cuidar a este hombre como Range y Buck debían sentirse cuando eran
más jóvenes. El mundo se aprovecharía totalmente de su bondad,
convirtiendo a alguien como él en duro y cínico en un instante. Oh, sí,
seríamos amigos desde este momento. Caminé hacia él con una amplia
sonrisa y extendí mi mano para una presentación.
—Hola. Debes ser Sebastián. Soy Clover. Encantada de conocerte. —
Sus mejillas se volvieron rosadas mientras extendía su mano para sacudir la
mía, y me di cuenta de que estaba haciendo todo lo posible para superar
esta situación incómoda en que Range le había colocado.
—Hola, Clover. Es un placer conocerte también. Range no me dijo lo
hermosa que eras, pero supongo que debería haberlo esperado desde
que él desapareció en las últimas semanas.
Empezaba a balbucear, y mientras más hablaba, más rojas sus
mejillas llegaban al punto en que pensaba que saldría a colmenas. Hora
para la operación "Salvar a Sebastian, parte dos."
—Bueno, gracias por el cumplido, Sebastian. Déjame presentarte a
mis hermanas.
Me entregó mi pequeño ramo de flores, y las levanté a mi nariz para
darles un rápido olfato.
Eran claramente de la tienda local de comestibles, pero aprecié el
gesto todo lo mismo. No muchos chicos de nuestra edad traerían flores a
extrañas, pero tenía razón al hacer una buena impresión. Me gustó de
inmediato. Lo acompañé a donde mis hermanas, que estaban de pie
juntas, susurrando unas a otras, y sólo podía imaginar las cosas sórdidas
que decían sobre Sebastián. Una declaración desgarrada de cualquiera
de ellas y esta fiesta terminaría conmigo dando patadas en sus culos todo
el camino a casa.
—Shelly, Ashley, este es Sebastian, un buen amigo de Range.
Sebastian, estas son mis hermanas.
Extendió la mano a cada una de ellas mientras les presentaba su
propio ramo de flores en el proceso.
—Es un placer conocerlas a las dos. Veo que la buena apariencia
definitivamente corre en toda la familia.
Antes de que yo supiera lo que estaba sucediendo, Shelly tomó uno
de sus brazos y Ashley el otro mientras lo llevaban a la sala de estar,
charlando y avergonzando cada cariño de mierda que les tuve alguna
vez y a él en el corto viaje.
—Bueno, hola, guapo. ¿Dónde has estado toda mi vida? Estoy
segura de que no estoy muerta, pero debo estar en el cielo, porque te ves
como un ángel de la guarda.
—Creo que debemos estar muertas, Ashley, porque siento que estoy
en la nube nueve.
Oh infierno, no las frases cursis. Estas dos iban a matarme. ¿Dónde
carajos aprendieron esta mierda? No podría estar más avergonzada si
estuviera aquí desnuda, sosteniendo una señal que dijera: "Bésame, soy
virgen." Miré a Range, que estaba allí de pie con una mirada divertida en
su rostro, claramente disfrutando de mi incomodidad. Por desgracia, no
había mucho que podía hacer al respecto, aparte de ponerlos en su lugar
si se salían de la línea. La gente era lo que era, así que podría muy bien
prepararme para estos dos barriles de nueces de mono para arruinar un
buen día.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Lelu

Range

V
er a mi mujer avergonzada por sus hermanas tenía que ser la
cosa más divertida que había visto en mucho tiempo. Esas
dos eran para morirse de la risa y Clover era totalmente
diferente en todas las maneras posibles. Eran extrovertidas y descaradas y
claramente necesitaban revisar sus filtros, porque obviamente los habían
dejado en el auto. Podía ver a estas dos enseñando a Drama una o dos
cosas acerca de los pájaros y las abejas, y por la sonrisa en su rostro,
estaba seguro de que estaría dispuesto. Drama amaba a las mujeres, pero
a menudo confundían su actitud con debilidad y trataban de
aprovecharse de él, pero todo era parte del juego y lo usaba para su
beneficio más veces de las que sabía. Buck le había enseñado hace
mucho tiempo que ser un hombre no significaba que fueras a dar un
puñetazo a la gente; ser viril significaba aceptar quien eras, sin importar lo
que otras personas pensaran de ti. Yo diría que aprendió bien su lección.
Me acerqué a una Clover hirviente, tiré mi brazo sobre su hombro, y
la besé en la mejilla. Ella se veía tan derrotada y rígida que no podía dejar
de darle un gran apretón y algunas palabras amables.
—No te preocupes, cariño, está bien. Créeme. Le encanta toda la
atención. Esas dos no saben con quién está jugando. No dejes que las
flores y los cumplidos te engañen. Es bueno en el juego.
Ella me miró con escepticismo en los ojos.
—¿Y qué juego es eso? El “Avergonzar hasta la mierda el juego de mi
hermana de modo que ella esté dispuesta a matarnos y pasar el resto de
su vida en la cárcel siendo la perra de Bertha”?
Me reí tan fuerte con su exagerada declaración que los cuatro se
volvieron a mirarme como si estuviera drogado o algo así. En el momento
en que pude hablar, las lágrimas corrían por mi rostro de tanto reír y mi
estómago se sentía como si acabara de terminar trescientos abdominales.
No pensé que me había reído tanto en mi vida. No es que hubiera tenido
muchos momentos que pudieran considerarse graciosos, pero esta chica
hizo que todo fuera mucho más ligero en mi vida. Me sentía muy
despreocupado cuando estaba cerca. Fue un sentimiento que abracé
cien por ciento.
—No, nena, el juego entre hombres y mujeres. ¿Lo recuerdas, no? Te
mostré algo de eso la otra mañana, cuando tuve mi cara entre tus piernas,
lamiendo tu bello clítoris.
Eso fue suficiente para sacarla de su mal humor y convertir sus
mejillas en una preciosa sombra de color rosa de la manera en que me
gustaban. Con un rápido beso, saltó hacia la sala de estar y se sentó frente
al resto del grupo para unirse a la conversación. Mi hombre Sebastian
estaba en el cielo, atrayendo la atención de tres bellas mujeres a la vez.
No lo había visto sonreír tanto desde aquel tiempo que había arrastrado su
culo a su primer club de striptease. Se merecía toda la atención que
estaba recibiendo, porque el señor sabía que lo había ignorado en las
últimas semanas.
Él no guardaría rencor a diferencia de mi otro mejor amigo en el
mundo. Había intentado ponerme en contacto con Maxwell todos los días
desde nuestra pequeña explosión sobre sus estúpidos amigos, pero aún no
había respondido a su teléfono ni se hizo disponible cuando estaba en
casa. Sabía que él me estaba evitando a propósito, pero tenía que
enfrentarme un día para que pudiéramos sacar esta mierda. Buck dejó
este lugar a todos nosotros y yo quería que él siempre recordara que a
pesar de que peleábamos a veces, todavía éramos familia. Y la familia
permanece unida, no importa qué.
Nunca quise que ninguno se sintiera como si no tuviéramos un hogar
nunca más en esta vida. De una forma u otra, íbamos a hablar como
hombres.
Mientras recogía todas las bebidas, la puerta principal se abrió por
tercera vez hoy, revelando a un Maxwell deslumbrante arrastrando a su
puta favorita detrás de él. Entró en el grupo mixto de gente y vi un destello
de tristeza cruzar su rostro antes de apretar los hombros, agarrar a Marci
por la mano y guiarla lentamente hacia la sala de estar.
—Bueno, bueno, parece que casi nos perdimos la fiesta, Marci.
Supongo que mi invitación se perdió en el correo. —No me perdí su
sarcasmo o la mirada malvada en sus ojos que me dijo que estaba
planeando algo para destruir mi fiesta junto con su boquilla de un solo
hombre Marci.
—Yo digo que llegamos justo a tiempo, bebé. Parece que tienen
comida y todo. —Marci tomó su mano libre y la frotó sugestivamente sobre
el pecho y los brazos de Max mientras ella lamía su boca chupa pollas con
su lengua de serpiente. Iba a ahogar la mierda a esta perra si ponía sus
desagradables manos en cualquiera de las cosas que compré para mis
invitados. Ella no estaba invitada, y aunque había intentado como el
infierno invitar a Maxwell, él no tenía el derecho a arrastrar su culo aquí con
mi chica. Clover me miró desde el otro lado de la habitación. Ella debe
haber visto las venas bombeando en mi cuello con rabia. Siempre la
pacificadora, se levantó de su silla para hacer una introducción
precipitada.
—Hola de nuevo, Max, es bueno verte. Déjame presentarte a mis
hermanas. —En realidad parecía algo avergonzado por su apariencia e
intentó suavizar su camisa con las manos antes de caminar para encontrar
a las chicas. No queriendo quedar fuera, Marci arrastró su culo huesudo
justo junto a él, ignorando completamente el hecho de que Clover no
mencionó la presentación de ella a nadie. Sebastian todavía estaba como
un emparedado entre las dos chicas, pero se levantó de su asiento para
saludar a su amigo perdido desde hacía tiempo.
—Oye, hombre, ¿dónde has estado? Te he estado llamando desde
hace días y nunca contestaste a tu teléfono. —Max le dio un golpe en la
espalda.
—He estado ocupado, hombre. —Fue la única excusa que dio. Qué
idiota.
Clover usó su mano para hacer un movimiento de barrido mientras
presentaba a sus hermanas a Max, empezando por Shelly, quien solo le
dirigió una inclinación de cabeza. Luego se dirigió a Ashley, que extendió
la mano para darle una sacudida.
—Encantado de conocerte, Max. Range realmente tiene algunos
amigos guapos. Me alegra que puedas unirte a nosotros. —Marci estaba
un poco molesta por esta acción y decidió que era el momento de sacar
a su perra.
—¿Estás segura de que son hermanas? No parecen iguales. Quizás
deban conversar largamente con su madre sobre eso.
¿Ves? Perra total. Pero donde mi chica era reservada y tranquila, sus
hermanas eran todo lo contrario. Al igual que algo fuera de la realidad de
la televisión, las hermanas se reunieron para luchar contra este nuevo
enemigo, dirigidas por mi mujer.
—Oh, lo siento, chicas, esta es Mildred, una amiga de Max. —Casi
perdí el control de mi maldita vejiga cuando dijo eso. Era claramente un
hueco sobre cómo Marci le presentó a Maxwell en la cocina la primera vez
que se encontraron. Mi chica tenía esa mirada en los ojos, y con sus
hermanas como respaldo, Marci fue sobrepasada y superada.
—Es Marci, no Mildred, y pareces haber olvidado que yo también soy
amiga de Range. Una muy buena amiga de Range. —Esa perra tenía una
sonrisa en su cara que solo quería arrancar con mis alicates. Realmente
debería tirar su trasero antes de que esto se saliera de control, pero por el
aspecto de las cosas, ya estaba allí.
Clover y Shelly estaban creando una especie de barricada humana
diseñada para sostener a Ashley, pero eso no le impidió disparar de
regreso a Marci con ambos barriles.
—¿Oh si? Range dijo que era miembro de la ASPCA 14 . Tiene la
camiseta y todo. ¿Qué es? Oh, sí, solo dieciocho centavos al día. —Eso fue
suficiente para bajar la tensión. Max se echó a reír, Sebastian cayó de
rodillas con risas, y las chicas se dieron unas a otras los cinco como
hermanas antes de echarse los brazos como signo de solidaridad. Santa
mierda, ¿era malo que mi polla estuviera dura, viendo a mi chica poner a
esta perra en su lugar? Esperaba que no. En el modo típico de Marci, ella
se pasó el pelo por encima del hombro, agarró su bolso y salió por la
puerta principal como si su culo estuviera ardiendo. Parecía que la perra
no era tan estúpida como pensaba. Tres contra uno nunca fueron buenas
probabilidades. Yo estaba feliz de no tener que patear su culo. Ahora mis
manos podrían mantenerse limpias de su escabroso culo.
Ahora que se había ido la chusma, finalmente podríamos llegar al
negocio de divertirnos. Las chicas seguían riéndose, y si no me equivocaba,
Max casi parecía avergonzado de haber estado asociado con gente
como Marci. Las chicas no le hicieron esperar mucho tiempo para
arrancarle una tira al idiota.
—¿En realidad duermes con esa perra? —Ashley se metió el dedo en
la boca y sacó la lengua, el signo universal de tener arcadas. Pero Max no
se dejaba llevar por esta pequeña explosión.
—¿Qué? ¿Quieres tomar su lugar y dejarme hacerte todo tipo de
cosas sucias? —Él tenía una sonrisa en su rostro, pero mi chica parecía que

ASPCA: Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.


14
estaba a punto de golpearlo por hablarle así a su hermana, así que tuve
que entrar y enrollarme en mi chico.
—Muy bien, muchachos, ¿por qué no llevamos esto a la cocina y
tomamos algo de comida? Deben estar muertas de hambre a estas alturas.
Sebastian se levantó y ofreció un codo a cada una de las hermanas,
como si no pudieran caminar diez pasos en la cocina por sí mismas y
necesitaran un escolta. Tenía que reconocérselo, esta mierda de
caballerosidad probablemente le consiguió más coños de lo que podía
mantener. Buck siempre nos dijo que usáramos lo que teníamos y
folláramos el resto de la mierda. Todos nos dirigimos a la cocina, pero tomé
un momento para tirar a Max a un lado.
—Ellos se van, nosotros hablamos. No te escondas de mí, porque voy
a cazar tu jodido culo. —Mira la expresión dura en mi cara y sabe que no
estaba bromeando por cazar su trasero. Esta mierda se detenía hoy. Con
una rápida elevación de la barbilla, respondió afirmativamente y se unió al
resto de la banda.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Lelu

Clover

M
e alegré de ver Range y Maxwell compartir palabras antes
de comer. Esperanzadamente, eso significó que estaban
en el camino de la reconciliación. Se conocían desde
hacía tanto tiempo, que era imposible no ver cuánto se importaban unos
con otros. Y con Sebastian también, los tres hicieron un gran equipo.
Incluso con su relación siendo tensa, trabajaron en conjunto, sin perder un
latido, pasando la mayonesa y mostaza, mientras que agarraban las
papas fritas y las bebidas como si no tuvieran una caída, una prolongada
pelea hace apenas una semana.
Mis hermanas estaban claramente disfrutando charlando con los
chicos como si los hubieran conocido por siempre y no solo los conocieran
hace unos minutos. No podía decir si había chispas volando entre el grupo,
pero definitivamente tomaron una entusiasta semejanza con Sebastian y su
cortesía exagerada. Podía decir que era auténtico y su naturaleza y no
algo que estaba jugando para ser notado. Él era realmente un tipo
agradable y todos pensábamos así.
—¿También vives aquí, Sebastian? —preguntó Ashley mientras
tomaba un bocadillo enorme de su sándwich.
—No, yo vivo con mi mamá y mi tía, pero estoy aquí lo suficiente
como para llamarla casa también. —Sebastian respondió a su pregunta
mientras le sonreía cariñosamente. Me di cuenta de que no estaba ni un
poco avergonzado de seguir viviendo con su madre, a pesar de que tenía
la edad suficiente para vivir solo. Estaba seguro de que estaba fuera de su
sentido del deber que eligiera cuidar de ellas versus vivir la vida de un
soltero despreocupado.
—Max, tienes que decirme cuál es el trato contigo y la señorita
Rotten Crotch 15 . Por favor, dime que has sido sometido a pruebas de
detección de la rabia recientemente —Shelly preguntó mientras ella
sacaba la cadera y rodaba los ojos con tanta fuerza que pensé que iban a
salir de su cabeza. Max no se molestó en absoluto por su disgusto,
sonriendo como el gato que tenía la crema. Miró a Range y preguntó con
toda seriedad—: ¿Qué crees tú Range? ¿Podríamos hacerle la prueba
juntos? —Range parecía que estaba a punto de desgarrar a Max, y Shelly
estaba igual de sorprendida. Range lanzó su sándwich a medio comer en
su plato y dio un paso hacia Max cuando todos oímos,
POP, POP, POP, POP…
La hermosa ventana en el salón se rompió en un instante. Range y el
resto de los chicos me tiraron al piso junto con mis hermanas. No sabía qué
diablos pasaba, pero fuera lo que fuese, tenía a los muchachos luchando
por la acción. Ashley estaba gritando a todo pulmón:
—¡Disparos! ¡Mierda! ¡Tiros!
Mientras Sebastian se tapaba las orejas con las manos. Range bajo y
se arrastró a la ventana destrozada. Alcanzando la pierna de su pantalón,
retiró una pistola que no tenía ni idea de que llevaba, quitó el seguro, y
comenzó a disparar contra el desconocido tirador. Vació el cargador y la
recargó con facilidad experta, pero dejó de disparar mientras el asaltante
se alejaba. Range miró a sus dos amigos y gritó:
—¡Junta tu mierda! ¡Este hijo de puta podría volver! —No tenía ni
idea de lo que era la “mierda”, pero al parecer Max y Sebastian lo hacían,
porque se arrastraron en direcciones opuestas; Max a su habitación y
Sebastián hacia el armario, cada uno regresando con una arma diferente.
Max estaba cargando lo que parecía ser una escopeta, mientras que
Sebastian tenía un jodido arco y flecha, lo que lo hacía parecer como un
Robin Hood moderno.
¿Quiénes eran estos tipos y dónde demonios aprendieron a usar esas
armas?
Range gritó:
—¡Despejado!
Seguido por Sebastian y Max gritando lo mismo. Yo estaba tan fuera
de sí, no me había dado cuenta de que Max estaba mirando a través del
otro ventanal y Sebastián estaba inclinado por la puerta principal con su

Rotten Crotch: Un nombre despectivo para una joven genérica que es sexualmente
15

permisiva. Primero popularizado en la película "Full Metal Jacket".


arco y la flecha estirada y lista para disparar. Ashley y Shelly estaban
acostadas a mi lado, abrazándose. Mientras Ashley lloraba en silencio,
Shelly intentaba calmarla, pero no sirvió. Ella estaba histérica. Los chicos
volvieron a la cocina y se agacharon para ayudar a cada uno de nosotras.
—¿Qué diablos fue eso? ¿Qué está pasando? —Shelly estaba
enojada. Pude verlo en sus ojos—. Mejor empiezan a hablar y rápido.
Podríamos haber muerto aquí. ¿Y qué coño es esto de Legolas y Rambo
aquí? ¿De dónde salieron esas armas? ¿Quiénes son? —Shelly estaba
haciendo tantas preguntas en su estado enojado, Range no podía
conseguir meter una palabra.
—No sé quién era, ¿de acuerdo? Sólo vi la luz trasera de una Harley
cuando se alejó.
Oh, mierda. Mi pecho se estrechó dolorosamente mientras pensaba
en lo que Range acababa de decir. Todo esto fue culpa mía. Si
simplemente le hubiera dicho a Range que Craze apareció en mi casa,
nada de esto habría pasado. Podría haberlo localizado y hablado con él
para que abandonara la ciudad antes de que las cosas se salieran de
control. Podría haber convencido a Craze de que Buck no estaba aquí y
nunca volvería, así que no había razón para que se quedara.
Ashley seguía llorando, así que Sebastian extendió la mano para
sacarla de los brazos de Shelly para ofrecerle consuelo, pero Shelly estaba
tan cabreada que pude ver sus dientes rechinando. Ella nunca iba a dejar
ir esto, y yo no podía culparla. Tenía miedo de lo que Range iba a hacer
ahora que Craze había apuntado a su casa de una manera tan brutal. Era
hora de confesar y esperar que no fuera demasiado tarde.
—¿Crees que era el tipo que buscaba a Buck? —Yo tenía que saber
cuáles eran sus pensamientos. Podía verlo haciendo puños con las manos
mientras caminaba de un lado a otro delante de la ventana destrozada,
pero todavía no me había dicho nada sobre lo que estaba planeando.
—¿Quién está buscando a Buck y por qué no me lo dijiste? —Esto
vino de Maxwell, que estaba descargando su escopeta y caminando
hacia Range de prisa.
—No fue nada, ¿de acuerdo? Sólo un pendejo motorista que estaba
buscando a Buck hace unas semanas. Le dije que no estaba aquí y que no
lo he visto desde entonces. —Range seguía caminando como si eso
pudiera de alguna manera mejorar la situación.
—Lo he visto desde entonces. —Lo dije tan silenciosamente que
esperaba que nadie me oyera. No hubo suerte.
—¿Qué dijiste?
—Um… yo…
—Nada de esa linda mierda, Clover. Quiero saber qué demonios
dijiste. AHORA. ¿Viste a ese hijo de puta y no me lo dijiste? ¿Cuándo lo
volviste a ver? —Estaba a punto de gritarme y no pude evitar las lágrimas
que se formaron en mis ojos por haberlo enojado por esto.
—Vino a Foster’s y luego a mi casa. Le dije que se fuera, que Buck se
había ido y yo no sabía nada y él debería irse. Pensé que sí. Es por eso que
no te lo dije. —Yo era un lío sollozante ahora, pero el grupo no se
compadeció de mí cuando dispararon preguntas tras pregunta.
—¿Qué mierda, Clover? ¿Ese bastardo vino a nuestra casa y no le
dijiste a nadie? ¿Eres estúpida? —Shelly me gritaba en la cara como una
loca maniática.
—Tienes suerte de que tus hermanas estén aquí, porque te pondría
encima de mi rodilla y azotaría tu culo por ser tan jodidamente estúpida,
nena. —Los hombros de Range estaban temblando de rabia, y en
circunstancias normales el pensamiento de él azotando mi culo
probablemente me encendería, pero hoy estaba completamente fuera
de mí con la preocupación y la culpa. Tenían razón. Era completamente
mi culpa. No hice nada para impedir que la casa de Range fuera
destruida por este extraño. Gracias a Dios porque Sebastián fuera la voz de
la razón y trajera calma a esta situación. Sentó a Ashley en el sofá y se
dirigió a todos.
—Bien, todo el mundo, solo cálmense. Esto no nos ayuda a entender
esta mierda. Range, Max, recuerden lo que Buck nos enseñó, ¿sí?
Conozcan a su enemigo. ¿Qué sabemos de este loco de mierda? —No
creía que fuera tan contundente, pero aparentemente Sebastian, Range y
Maxwell estaban llenos de sorpresas. ¿Cómo no sabía que Range había
empezado a llevar un arma? ¿Y por qué todos actuaban como si fueran
guardabosques del Ejército o algo así? Yo no era la única que tenía
muchas explicaciones que dar. Así como Range pasó lo que sabía sobre
Craze, pensé en todas las cosas que habían pasado recientemente y lo
extraño que Range había estado actuando hacia mí, especialmente en lo
que se refería a mi seguridad. Sabía más de lo que me estaba diciendo y
era hora de que todo el mundo fuera sincero, especialmente sobre este
misterioso Buck. Pero antes de que pudiera formular mis preguntas, Range
sacó su teléfono para hacer una llamada. Fue corta y al punto y solo
podría haber sido a una persona.
—Te necesito.
Traducido por Mary_08 // Corregido por Lelu

Buck

M
is chicos me necesitaban y no importa qué, siempre estaría
allí para ellos. Hice una promesa hace mucho tiempo a
todos y cada uno de ellos que todo lo que tenían que
hacer era preguntar y yo estaría allí. Range nunca pidió mucho. Incluso
cuando era una mierda delgada con ropa sucia y piojos, nunca pidió una
cosa. Lo que le hizo llegar a mí debe ser importante o él nunca habría
llamado.
Empaco una pequeña bolsa con lo esencial y dejó suficiente
comida y agua para Pussy por un par de días. Si su comida se acabara,
tendría que ser un gato normal y coger una puta rata o algo así. No tenía
tiempo de pensar en esa mierda ahora mismo. Tenía que volver a casa.
Todavía tenía mi Harley, aunque rara vez la usaba. La mantenía bien
engrasada y sintonizada en caso de que alguna vez quisiera darle un giro,
pero casi nunca volví a cabalgar. Demasiados malos recuerdos. Nunca
pensé que dejaría mi moto, el camino abierto, la libertad, pero el precio
era más de lo que podía soportar. Un precio que pagué todos los días con
mis recuerdos, mi culpa, mi soledad.
Mi hijo tendría la misma edad que Range si hubiera vivido. A menudo
me preguntaba en quién se habría convertido. Cuando estaba vivo, me
dijo una vez que quería ser un miembro del club, el presidente, y quería
montar una Harley como yo. En ese momento, me había reído y me sentí
orgulloso de quisiera seguir mis pasos. ¿Qué padre no quería que su hijo
creciera para ser igual que él? Estaba tan jodidamente atrapado, no vi los
peligros hasta que era demasiado tarde y mi hijo estaba muerto. Si
simplemente hubiera guardado la mierda en otro lugar en vez de en mi
casa donde mi esposa y mi hijo pudieran llegar a ella, nada de eso habría
sucedido y él seguiría vivo, mi esposa seguiría conmigo y tendríamos una
vida feliz. ¿Quién mierda estaba pensando? De un modo u otro, mi
peligroso estilo de vida los habría arruinado, me arruinó. Siempre es
cuestión de tiempo que las drogas, las armas y la vida arruinen a todos.
Me monté en la moto y pateé el motor de arranque. Por supuesto, mi
bebé dio vuelta a la derecha encima para mí, pero las vibraciones debajo
de mi culo de su motor causaron que mi pecho se contrajera con dolor,
enojo, y auto-repugnancia. Había intentado convencerme de que salvar a
mis muchachos compensaría de algún modo la muerte de mi hijo, pero era
solo una fantasía, algo que nunca creería, por mucho que lo intentara.
Toda la mierda que había hecho en mi vida nunca podría ser borrada
ayudando a algunos niños perdidos y solitarios a convertirse en hombres. Lo
habrían descubierto finalmente, aunque estaban convencidos de que
tenía algo que ver con sus éxitos. Sí, los alimenté, los vestí y les enseñé
cómo defenderse contra cualquier enemigo, pero siempre habían tenido
la voluntad de ser mejores.
Al principio, no quería ser responsable de otra vida que arruinaría, así
que traté de enviarlos a todos, para advertirles de los peligros de estar a mí
alrededor, pero nunca escucharon. Range volvía al depósito de chatarra
todos los días y simplemente estaba de pie mirando, accediendo,
analizando. Le gritaba y le gritaba para que su culo se fuera, pero él
regresaba día tras día. Cada vez que veía a ese chico, se veía peor y peor;
ropa demasiado pequeña, cara sucia, cabello piojoso y marchito por la
inanición. Sabía desde el principio que vivía con su padre en algún
remolque destartalado sin agua corriente, pero ese hijo de puta no podía
cuidar de sí mismo, y menos aún de un niño.
Me había recordado tanto a mi hijo, que era extraño. Range era tan
curioso acerca de todo, siempre necesitaba saber cómo funcionaba todo,
qué parte iba donde, cómo cada motor funcionaría bajo ciertas
condiciones. Era natural y solo tenía que mostrarle algo una vez para que
pudiera desmontarlo y volverlo a poner junto de nuevo. Él finalmente me
desgastó, así que le di pequeños trabajos alrededor del depósito de
chatarra que él terminaba en minutos, lo que normalmente tomaba a mi
personal horas para completar. Le pagué por sus esfuerzos, pero tan pronto
como supe que la mierda de su padre estaba tomando su dinero, todas las
apuestas estaban apagadas. Range era demasiado joven para alejarse
de casa sin que las autoridades se involucraran, pero sabía que tenía que
hacer algo con respecto a ese maldito. Algo sobre ese chico me habló, y
no importa lo mucho que lo intenté, no pude soltarlo. Encontré a su padre
borracho y descompuesto y le hice una oferta. Ya no estaba en esa vida,
pero eso no significaba que no supiera cómo matar a un hombre y hacerle
desaparecer sin dejar rastro, que era exactamente lo que le dije que haría
si alguna vez descubría que estaba tomando el dinero que estaba dando
a ese chico otra vez. Ese borracho bastardo juró que no lo haría de nuevo,
pero sabía que estaba lleno de mierda.
Al final, no importaba, porque Range era el tipo de hijo que nunca
dejaría a su padre sin él, lo que normalmente significaba proveer su bebida
siempre que lo pidiera. De buen grado le dio a ese bastardo cada
centavo que ganó hasta que le di una segunda visita y ofrecí pagar su
bebida cada semana para que pudiera dejar de vivir de su hijo. Durante
años, pagué a ese hijo de puta hasta que Range tuvo la edad suficiente
para escapar y salir al depósito de chatarra, donde él y el resto de mis
muchachos aún vivían. Para entonces, estaba a medio camino de la
tumba en un billete de ida, destruido por la bebida y el abandono.
Cada uno de mis muchachos me necesitaba por sus propias razones
personales y confiaban en que yo hiciera lo correcto por ellos. Nunca
compartí entre los chicos lo que les llevó a mí; era su historia para contar.
Mantuve los secretos cerca y llevaba la carga de saber. Todos y cada uno
de ellos tenían un lugar especial en mi alma, y yo mataría o moriría por
cualquiera de ellos. Estaba de camino a casa por primera vez en años, y
Dios ayude al hijo de puta que quería herir a mi chico cuando llegara allí.
Traducido por Florpincha // Corregido por Caile

Range

D
ios, era una puta mierda. Le grité a mi mujer como un maldito
idiota hasta que se derrumbó en lágrimas. ¿Qué mierda
estaba mal conmigo? Yo sabía por qué guardaba esa
mierda de mí. Quería protegerme de él, pero era mi trabajo protegerla, no
al revés. Tenía que reunir mis mierdas y arreglar esto antes de que la
perdiera para siempre. Estaba sentada con sus hermanas, mientras que
Sebastian se paraba sobre ellas como si las protegiera de más mierda. Me
ocuparía de él más tarde. Froté mi mano sobre mi rostro, recogiendo los
restos por primera vez mientras intentaba calmar mi rabia ante la audacia
de este hijo de puta. Había destruido mi casa, visitado a mi mujer, no una,
sino dos veces, y huyó como la rata bastarda que era. Sí, este hijo de puta
estaba cayendo.
Sabía que era hora de llamar a Buck a casa incluso cuando
pensaba en las muchas razones por las que era una mala idea. No quería
que él pensara que era débil y no podía manejar las cosas por mi cuenta.
Él nos enseñó cómo usar la fuerza cuando nos defendemos a nosotros
mismos, o alguien más para esa materia. A Sebastian nunca le gustó la
sensación de un arma en la mano, pero por alguna razón el uso de un
arco le resultó natural. Todos los muchachos se burlarían de él para que le
arrancaran el culo un día, tratando de disparar a alguien con esa cosa,
pero con el tiempo se volvió tan mortífero como yo con una nueve
milímetros. No debería haber esperado que Clover comprendiera estas
cosas. Demonios, la mitad de las veces no los entendía, pero ahora me
correspondía asegurarme de que se mantuviera a salvo y fuera de peligro.
Me arrodillé frente a ella y tomé sus dos manos en las mías. Parecía
tan perdida con sus ojos hinchados y su nariz roja y líquida. Todo esto fue
culpa mía y tenía que asegurarle que todo estaría bien. La mirada triste de
su rostro rompió mi puto corazón, y yo quería patearme por actuar como
un maldito para ella.
—Lo siento por gritarte, caramelito. Solo estaba molesto por el tiroteo,
y luego por descubrir que ese imbécil estaba cerca de ti, solo quería
arrancarle las bolas. ¿Me perdonas? —Ella tomó un momento para
considerar mis disculpas.
—No entiendo lo que está pasando aquí, Range. ¿Cómo saben
cómo usar esas armas? ¿Cuándo empezaste a llevar un arma?
No podía mentirle más. Había pasado demasiado y ella necesitaba
comprender la situación en la que estábamos. Miré a mis dos hermanos y
me dieron un gesto de cabeza en la comprensión mientras pensaba en
cómo iba a contestarla.
—Buck nos enseñó a todos los niños cómo defendernos. Max era
natural con una escopeta, Sebastian con un arco, y yo era bueno con una
pistola de mano. Empecé a llevarla hace unos días después de hablar con
Fox en la tienda de tatuajes y me dijo que el motociclista estaba haciendo
preguntas alrededor de la ciudad sobre nosotros.
—¿Qué quieres decir con nosotros? ¿Estaba haciendo preguntas
sobre mí?
—De acuerdo con Fox, sí.
Todo el color se desvaneció de su rostro y parecía como si estuviera
enferma en el piso de la sala. Bajó la cabeza entre las rodillas y respiró
profundamente mientras se calmaba.
—Max, consígueme a un poco de agua, ¿sí? —Se apresuró a entrar
en la cocina y volvió con una botella de agua de la nevera y se la dio a
Clover. Ella tomó un trago saludable del líquido fresco y luego se acercó
para mantenerme cerca mientras que unía sus dedos alrededor de mi
cuello. Estaba temblando como una hoja, y podía oírla volver a olfatear de
nuevo mientras las cálidas lágrimas corrían por mi cuello, donde su rostro
estaba enterrado. Acaricié su espalda en un movimiento calmante,
haciendo todo lo posible para calmar sus temores. Nunca dejaría que le
pasara nada mientras viviera.
—Shhhh, está bien, nena, todo va a estar bien, te lo prometo. —Fue
una promesa fácil de hacer mientras yo estaba sosteniendo mi nueve,
todavía caliente en mi mano de dispararla.
—No lo sabes, Range. ¿Qué pasa si algo te sucede? Nunca me
perdonaría si hubiera podido evitarlo de alguna manera. —Y eso mismo
era el por qué amaba a esta chica tanto. Siempre estaba pensando en los
demás en lugar de sí misma.
—No me pasará nada, nena. Buck está en camino, y vamos a
averiguar qué hacer con este lío cuando llegue aquí. No quiero que te
preocupes por nada, ¿de acuerdo?
Shelly no estaba teniendo nada de esta mierda, todavía claramente
cabreada y no daba una pulgada. Se levantó del sofá, agarrando a
Ashley en el proceso y tirando de ella a través de la habitación hacia la
puerta principal.
—No me importa un carajo quien viene. No haré que mis hermanas
se pongan más en peligro a causa de una mierda con la que estás
involucrado. Hasta que consigas tu mierda ordenada, ni siquiera pienses en
ver a mi hermana otra vez. Clove, consigue tu mierda. Nos vamos.
Clover gimoteaba en mis brazos, apretándome el cuello con tanta
fuerza que pensé que iba a ahogarme hasta que me desmaye.
Comprendí que Shelly estaba molesta, pero no había forma en el infierno
que ella me impediría ver a mi mujer. Al diablo con eso, ella necesitaba
retroceder ahora mismo.
—Tienes que calmarte, Shelly. No hay manera en la mierda que estoy
dejando de ver a mi mujer, por lo que puedes conseguir la mierda fuera de
tu cabeza ahora. —Se lo tenía que dar a ella. No se dejó llevar por mi tono
de voz o por mis palabras amenazadoras. Ella se acercó a mí, me metió el
dedo en el pecho y me encontró de frente.
—¿Crees que eres el único que puede conseguir un arma? Tú
vuelves a acercarte a mi hermana y te echaré la cabeza de encima de los
hombros y no pensaré dos veces en ello. —Clover soltó el puño de muerte
que tenía en mi cuello y se paró entre Shelly y yo. Las lágrimas fluían por sus
mejillas y apenas podía hablar a través de sus sollozos.
—Shelly, por favor, no hagas esto. Lo amo. No lo entiendes. —Clover
rogaba a su hermana que escuchara su versión de la historia, pero Shelly
no se dejaba llevar.
—Una mierda que lo amas Clover. Él te va a matar, y te quiero
demasiado para estar a tu lado y verlo suceder. Ahora vámonos.
Clover se volvió hacia mí con la derrota en sus ojos. Sabía que no
quería que sus hermanas se preocuparan por ella. Ella estaba en un lugar
difícil y no quería elegir entre nosotros. No tenía que hacerlo. Ya la he
elegido y estaría condenado si la perdiera ahora. Clover era mí para
siempre y yo nunca la dejaría ir. La agarré por detrás del cuello y me
concentré en sus ojos hinchados mientras apoyaba mi frente contra la
suya.
—Ahora vuelves a casa con tus hermanas, cariño. Te llamaré más
tarde para revisarte. No te preocupes por nada. Prometí mantenerte a
salvo. —Ella olisqueó y sacudió la cabeza para comprender. Me incliné y le
di un beso fuerte que nos dejó a ambos sin aliento antes de que le
susurrara en su oído las palabras que había estado sosteniendo en mi
corazón durante demasiado tiempo.
—Yo también te amo, cariño.
Ella me dio una tímida sonrisa y recogió sus cosas para irse con sus
hermanas. Las acompañé al coche y observé cómo se abrían paso por la
calle y se perdían de vista. Mi pecho estaba tan apretado de estrés y
cólera que si yo fuera un hombre mayor, estaría buscando una aspirina
para tomar. Cuando volví a entrar, Max y Sebastian estaban acurrucados
juntos hablando tranquilamente entre ellos, probablemente tratando de
calibrar mi estado de ánimo antes de golpearme con la pesada mierda.
Me conocían lo suficientemente bien como para saber que yo era un
volcán esperando estallar, matando todo a la vista.
—¿Qué quieres hacer, hombre? No importa qué, estoy contigo.
Últimamente he estado actuando como un maldito, demasiado absorto
en mí propia mierda para darme cuenta de que esa mierda estaba
cayendo, pero siempre estoy aquí para ti, hermano.
Max me dio una palmada tentativa en la espalda. Nunca sabría
cuánto necesitaba a mis hermanos conmigo hoy en día. Tendríamos
mucho tiempo para tratar con nuestra mierda una vez que nos ocupemos
de esta perra motociclista. Era mi hermano, mi amigo, mi familia, y él
siempre lo sería. Tendríamos que esperar hasta que Buck llegara para
poder formular un plan de ataque. Conocer a tu enemigo era sólo una de
las reglas que nos enseñó al tratar con un oponente. Nunca ir medio
arrebatado sin pensar en el otro, era otra, y ciertamente no tenía ni idea
de lo que estábamos tratando.
—Esperamos a Buck. Debería estar aquí pronto. Entonces
planificaremos. Por ahora, vamos a tener esta ventana tapiada y este
vidrio recogido.
Nos dispusimos a completar la tarea y esperamos a Buck en silencio,
sabiendo que las cosas iban a ponerse mal y teníamos que estar listos para
ello. No importa qué.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por Bella’

Range

O
ímos que la Chopper 16 se detenía en la entrada justo
cuando estábamos terminando de poner tablas en la
ventana. Tomamos nuestras posiciones con nuestras armas
apuntando directamente hacia la puerta y al intruso que se aproximaba.
Sabíamos que el imbécil no sería lo suficientemente estúpido como para
volver después de que disparé unas cuantas rondas a su culo, pero Buck
nos enseñó a siempre ser cuidadosos y estar preparados. Esto era algo que
había practicado un millón de veces y sabía lo que se esperaba de
nosotros.
La puerta principal se abrió de golpe revelando un armado Buck,
quien apuntaba su propia nueve milímetros hacia cada uno de nosotros
mientras miraba a su alrededor. Una momentánea mirada de orgullo
cruzó su rostro, siendo rápidamente reemplazada por una de
preocupación. Lentamente bajó su arma, y nosotros hicimos lo mismo
mientras Buck entraba completamente en la casa y cerraba la puerta.
—Me alegro de ver que ustedes pequeños hijos de puta no se
olvidaron de la mierda que les enseñé. —Deslicé mi nueve en su funda y
saludé a Buck con un apretón de manos y un golpe masculino en la
espalda. Sebastian y Max siguieron mi saludo de la misma manera, y Buck
rodeó la esquina para examinar la ventana dañada. Ya que estaba
tapada, no había mucho que ver, pero estaba seguro que utilizó su
imaginación para averiguar qué había sucedido. Como era de esperar, no
estaba feliz.
—¿Qué mierda pasó?

16Chopper: es un tipo de motocicleta modificada, para tener un ángulo de lanzamiento


mayor, con horquilla más larga, lo que le da una batalla y avance más grandes que el
resto de los tipos de motocicletas
—Creemos que fue ese motociclista que estaba haciendo preguntas
sobre ti, pero no estamos seguros. Disparé un par de veces pero fallé
cuando escapó —respondí rápidamente. Buck no era uno para andarse
con rodeos, especialmente en un momento como este.
—¿Algún herido?
—No, pero mi mujer y sus hermanas estaban aquí y se asustaron
como la mierda. Hay algo más que debes saber; él la visitó en su trabajo y
en su casa.
—¿Qué diablos dices? Deberías haberme llamado antes, Range.
Sabes bien que no debes dejar que algún motociclista persiga a tu mujer.
—Sí, yo lo sabía bien, pero ella no. No lo supe hasta hoy y para
entonces ya era demasiado tarde. Por eso hice la llamada.
Dejó salir una temblorosa respiración, pasando su mano sobre su
barba demasiado larga, la cual parecía tener todavía la misma liga que
tenía cuando se fue. Con pesados pasos, tomó asiento en el sofá y
nosotros seguimos su ejemplo, esperando instrucciones. Sabía que tomaría
algún tiempo para que Buck absorbiera la escena y corriera diferentes
escenarios en su cabeza hasta que estuviera seguro de que sus próximos
pasos no harían que alguien muriera. Me senté en silencio reflexionando,
dando vueltas a todo lo que había pasado en las últimas veinticuatro horas.
Lo primero que venía a mi mente no era el peligro que pudiéramos
enfrentar, sino el hecho de que Clover había declarado su amor por mí. El
solo pensamiento trajo una inapropiada sonrisa a mi cara que Buck
rápidamente atrapó.
—¿A qué carajo le estás sonriendo? ¿Algo sobre esta mierda te
parece gracioso?
—Ah... Range aquí está enamorado y es completamente sensible
como un coño —ofreció Max.
—Cierra la maldita boca. —No quería que arruinara mis
pensamientos sobre Clover con su comentario de mierda, aunque podía
decir que estaba completamente divertido por mi arrebato.
—¿Enamorado? —Buck tenía una mirada lejana en su rostro como si
estuviera recordando la emoción que le había sido negada durante
mucho tiempo. Sabía que había amado a su esposa e hijo con todo su
corazón. Desde la muerte de su hijo y la partida de su esposa, no había
tomado a otra mujer en su vida. Él me dijo una vez que solo tienes un amor
verdadero en esta vida y él perdió el suyo hace mucho tiempo debido a
sus acciones. Se resignó a creer que el amor en esta vida había terminado
para él, su penitencia por los errores cometidos, y que solo podía desear
poseerlo de nuevo en la próxima vida.
—Estoy feliz por ti, muchacho. Simplemente no lo jodas haciendo
mierda estúpida —dijo Buck con una palmada dura a mi espalda que me
habría hecho estremecer, pero no podía ser un coño delante de mis
chicos.
—Ahora, basta de esta mierda de interacción masculina. Volvamos
a lo nuestro para que podamos averiguar qué diablos está sucediendo.
¿Dijiste que este tipo era joven, alrededor de tu edad, llevando el antiguo
corte de mi antigua banda? ¿Qué dijo cuando llegó al depósito?
—Pidió verte. Le dije que no estabas aquí y que no volverías pronto.
Dijo que era un viejo amigo de la familia, supe que era pura mierda,
entonces se fue.
Pensé en la primera vez en que ese idiota apareció en el depósito.
Debería haberle hecho más preguntas, pero no podía arriesgarme con
Clover en el auto esperando. ¿Y si ese hijo de puta hubiera empezado a
disparar o algo? Yo no había traído mi arma en ese momento y no tenía
manera de protegerla si la mierda se ponía mal. Mi único pensamiento
había sido sacarlo de ahí y rápido. Ahora veía que fue un gran error de
mierda de mi parte.
—No te preocupes por eso, muchacho. Mantente enfocado. ¿Qué
más tenemos? —Buck debe haber visto el pesar en mi cara, sabiendo que
me sentía responsable de todo el lío. Si no hubiera estado tan decidido a
pasar tiempo con mi mujer, podría haber terminado esta mierda hace
mucho tiempo.
—Clover me dijo que él le dijo que tú tienes algo que le pertenece y
que no se iría hasta que se lo devuelvas. —Sebastian estrechó los ojos a
Buck acusadoramente al mencionar la conversación que tuvimos cuando
las chicas estaban aquí. Buck no apreciaba el tono o la postura que
Sebastian estaba tomando con él, evidente por el modo en que su pecho
se expandió cuando se levantó de su asiento para enfrentarse a él de
frente. Buck nunca toleró la falta de respeto de ninguno de nosotros, y eso
no cambió con el tiempo y la distancia. Sus rasgos amenazadores no
disminuyeron con la vejez y Sebastian sabía que había superado sus límites.
—No sé de qué diablos piensas que estás hablando, muchacho,
pero lo que ese hijo de puta piense que tengo de él ha desaparecido
hace mucho tiempo o nunca lo he tenido en primer lugar. Ahora, recuerda
mejor a quién le estás hablando o te daré un pequeño recordatorio.
—Lo siento, Buck, solo... —Sebastian bajó inmediatamente su postura
y se arrastró hasta el sofá para tomar asiento. Éramos demasiado
inteligentes como para enfrentarnos a Buck. Sebastián debió haber tenido
muerte cerebral temporal para pensar que lo dejaría marchar con esa
actitud de mierda. Buck volvió a su asiento, todavía frunciendo el ceño
hacia Sebastian mientras trataba de calmar su rabia. Era hora de
reenfocarnos y detener todo este combate entre nosotros para que
pudiéramos manejar esta mierda.
—¿Hay algo en lo que puedas pensar y que sea lo que este tipo
quiere? ¿Alguna pequeña cosa del pasado de la que podría estar
hablando? —Suspiré pesadamente, la frustración era clara en mi voz.
—No. He estado fuera del juego por mucho tiempo, y cuando me fui,
lo dejé todo atrás. No había nada que quisiera o necesitara llevar conmigo
que tuviera algún valor para mí. Ya lo había hecho.
Sabía que esto era cierto. Buck había estado tan devastado por la
pérdida de su hijo, que simplemente montó su motocicleta y se alejó de
todo, dejando a sus hermanos y su vida atrás para empezar de nuevo. Lo
que este tipo quería, era un misterio, uno que teníamos que averiguar y
malditamente rápido si quería tener alguna esperanza de mantener a
Clover a salvo. Otro estúpido error de mi parte podría costarle la vida y
maldita fuera si permitiera suceder eso. La amaba demasiado para herirla.
—Necesitamos encontrar a este tipo y terminar con esta mierda
rápido. Creo que deberíamos preguntar en los bares locales de
motociclistas y lugares de reunión, pandillas locales, cualquier persona que
hubiera notado a un motociclista solitario en la ciudad haciendo
preguntas.
—Estoy de acuerdo —respondió Buck respecto a mi decisión—.
Tenemos que hablar con Fox, ver si ha oído algo más en la tienda de
tatuajes, y luego vamos a las calles. Llama a tu chica y asegúrate de que
esté a salvo. Dile que todo va a estar bien y que no necesita preocuparse.
La última cosa que necesitamos es que se enoje. Hazle saber que tratarás
de mantenerte en contacto y la verás en unos días. Eso nos comprará el
tiempo que necesitamos para cazar. Max, Sebastian, quédense aquí.
—¡Qué mierda, Buck! —gritaron ambos al mismo tiempo, pero Buck
los silenció rápidamente levantando una mano.
—Necesito a alguien aquí, alguien en quien pueda confiar en caso
de que ese imbécil vuelva. También necesitaré a alguien que revise a la
chica de Range, asegúrense de que esté a salvo, en casa y en el trabajo.
Ahora, pueden elegir quién hace qué, pero eso es el final. No tengo
tiempo para discutir. —Todavía estaban enojados pero comprendían su
lógica. Una vez que Buck terminó de establecer las reglas, había terminado,
no había lugar para adivinar o argumentar.
—De acuerdo, lo haremos.
—Bueno. Range, vamos a rodar.
Se levantó y se dirigió hacia la puerta, agarrando su bolsa en el
camino. Llevaba más municiones y elementos esenciales, todo lo que
necesitaríamos si encontrábamos a este hijo de puta. Por mucho que
hubiera odiado llamarlo a esta situación, sabía que estaba muy por
encima de mi cabeza y Buck lo notaría. Tenía ese conocimiento de motero
de la vieja escuela y podía meterse en la cabeza de este tipo para que
pudiéramos averiguar qué estaba pensando y qué mierda estaba
buscando. Una vez que vivieras esta vida, jamás olvidarías las duras
lecciones que te enseñó, como la autopreservación y cuidar las espaldas
de tus hermanos. Necesitaría a Buck para cubrir mi espalda si quería salir
vivo y proteger a mi chica.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por Bella’

Clover

H
abían pasado casi veinticuatro horas desde la última vez que
había oído hablar de Range, y estaba empezando a
preocuparme. Todas mis llamadas y textos habían quedado
sin respuesta, lo que significaba que estaba demasiado ocupado o me
estaba ignorando deliberadamente, y ninguna de las dos opciones me
hacía sentir mejor. Me dijo que Buck había llegado a la ciudad y que iban
a tratar de encontrar a Craze para que pudieran hablar con él y llegar al
fondo de esta situación. De alguna manera sabía que hablar sería lo último
que harían si o cuando finalmente lo atraparan. Todavía me sentía como
una mierda por no decirle a Range de la pequeña visita que Craze me
había hecho, pero no había nada que pudiera hacer al respecto ahora.
No entendía nada de la mierda que estaba sucediendo. Muchas
preguntas quedaban sin respuesta. Casi no podía entender nada. ¿Por
qué alguien tan joven estaría buscando a Buck si había dejado el MC
hace años? ¿Por qué Range pensaba que yo estaba en tanto peligro por
Craze? Sabía que era tonto y probablemente ingenuo de mi parte pensar
que no era un hombre peligroso; tenías que serlo si eras parte de un club
de moteros, al menos así parecía en las películas. De alguna manera no
tenía la sensación de que Craze quisiera hacerme daño; o si lo hacía, era
demasiado bueno para ocultarlo. Él coqueteaba descaradamente, pero
me imaginé que tenía mujeres cayendo de rodillas cada vez que así lo
quería. Había algo en sus ojos que decía que necesitaba un amigo o tal
vez alguien que lo ayudara. Sí, totalmente ingenua y completamente
estúpida. Realmente necesitaba que me examinaran la cabeza.
Era demasiado temprano para tener que pensar en toda esta
mierda. El lunes por la mañana fue peor, y despertar horas antes de que
tuviera que ir a trabajar fue simplemente cruel. Amaba dormir así como un
niño gordo amaba los pasteles, y tener que interrumpirlo debido a mis
pensamientos rebeldes no era agradable. Tan pronto como me acosté
durante otros diez minutos, Ashley irrumpió en mi habitación como un
reclutador altamente capacitado de SWAT y tiró de las sabanas de mi
cabeza.
—Levántate y brilla, aceite de clavo de olor17, ¡Es hora de hacer un
desayuno opulento! —¿Qué en el puto mundo la tenía tan animada? Mi
vida era un desastre, Range estaba en peligro y no dormí anoche.
Hablando de despertar enojada.
—Sal de mi habitación, Ashley. No estoy de humor para tu mierda.
Tengo que intentar dormir diez minutos más antes de que tenga que irme a
trabajar. —Completamente indiferente, ella abrió las persianas,
sorprendiéndome. Entonces calmadamente disparó mi mañana a un
nuevo nivel de mierda.
—No puedo, hermana mía. Mamá quiere hablar contigo en la
cocina antes de irte a trabajar.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
Supe que sería malo cuando ella esquivó mis ojos.
—Shelly le contó lo que pasó cuando fuimos a almorzar con Range.
—¡QUÉ MIERDA! —Estaba tan enojada con Shelly por abrir su bocota.
Ahora mi mamá estaría arrojándome mierda sobre algo de lo que ninguno
de nosotros tenía control. Iba a maldecir su culo por bocona una vez que
estuviera vestida. No tenía derecho a meterse en mis asuntos. Yo era una
mujer adulta y podía cuidar de mí misma.
—No le contó todo. Solo que no cree que Range sea un buen tipo
para ti y quiere que te mantengas alejada de él.
—Bueno, esa no es su decisión. Es mía.
—Lo sé, Clove, pero ¿no te asustaste cuando dispararon a la
ventana? Me ha costado mucho dormir desde el sábado, y no quiero que
te pase nada.
Sabía que Ashley estaba realmente asustada cuando Sebastian la
tiró al suelo cuando se desató el infierno. No me había dado cuenta de
cuánto hasta que la miré a los ojos y vi verdadero miedo allí. Mis hermanas
solo querían lo mejor para mí, y por supuesto que siguiera con vida. Me
sentí como un culo por estar tan molesta con ellas por estar preocupadas.
Me sentí aún peor cuando volví a mirar a Ashley y vi lágrimas de tristeza

Clavo de olor: Juego de palabras que se pierde en la traducción. Clover, el nombre de


17

la protagonista y Clove oil, clavo de olor.


resbalando por sus mejillas mientras intentaba retenerlas. Salté de mi cama
y corrí a abrazarla.
—No me va a pasar nada, Ash. Range se ocupará de todo, te lo
prometo.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó con un sollozo.
—Porque confío en él. Me ama y no dejaría que nada nos suceda.
Ya verás.
No estaba completamente convencida, pero al menos pude
calmarla lo suficiente como para que dejara de llorar. Se secó los ojos con
las manos y sacudió la cabeza como para ganar algún control sobre sus
emociones. Funcionó por el momento, y la dejé ir para poder reanudar mi
mañana.
—Bajaré en un minuto cuando me duche y me vista. No te
preocupes, ¿sí?
—Bueno. Te veré abajo. —Luego se marchó.

***

Recién duchada y lista para enfrentarme al pelotón de fusilamiento,


me dirigí hacia abajo con tanta bravuconería como pude reunir. No
permitiría que destrozaran mi relación con Range, me pertenecía como
para aferrarme tan fuertemente como pudiera. Nadie iba a llevarlo lejos
de mí, no importa qué. Cuando entré en la cocina para tomar mi café, me
sorprendí al ver que solo mi mamá estaba allí, sin Shelly ni Ashley. Debía
haber querido hablar conmigo en privado, algo que nunca antes había
hecho. La mayoría de las veces, mis hermanas fueron testigos de mis
momentos más vergonzosos en la vida, y con constantes burlas que nunca
me dejaron olvidarlas. Mi mamá obviamente sentía que esto era un
conjunto diferente de circunstancias y necesitaba discutir en privado.
—Siéntate, Clover, tenemos que hablar. —Su tono no daba lugar a
discusión, así que tomé mi taza de café y tomé asiento frente a ella en la
mesa de la cocina. Me echó una mirada que gritó, “se acerca un sermón
maternal” y me preparé para el ataque de preguntas. Nunca llegaron.
—¿Amas a este hombre? Quiero decir, ¿verdaderamente lo amas
desde lo más profundo de tu alma? —Era una pregunta bastante fácil de
responder, así que sin dudarlo, respondí.
—Sí, con todo mi corazón. Lo amo más de lo que jamás creí posible
amar a alguien. Es mi vaso de agua fresca en un día caluroso, mi cuerda
de seguridad cuando quiero saltar sin mirar, el calor en un día de invierno.
Es mi todo y una bolsa de Skittles18.
Se levantó de la mesa y vació su taza de café en el fregadero y
luego empezó a hablar sin volverse a mirarme. Bajó la cabeza mientras
respiraba profundamente para tomar fuerza antes de dirigirse a mí otra vez.
Esto era claramente difícil de comprender.
—¿Sabes por qué me casé con tu padre? Aparte de lo obvio, por
supuesto. Lo amaba, pero eso no fue lo que me hizo casarme con él. —
Estaba totalmente confundida por su pregunta y en cómo esto se
relacionaba con Range y yo, pero esperé a que continuara.
—No soy ciega ni estúpida. Escucho las murmuraciones alrededor de
la ciudad que dicen que me casé con un viejo, luego lo engañé y tuve un
bebé con otra persona, ese bebé eres tú. Sé que recibes mucha mierda
de parte de tus hermanas por lo diferente que luces. Nunca me importó
nada de eso y tampoco a tu padre, ambos sabemos la verdad y eso es
todo lo que importa. Lo que me importa es que mis chicas encuentren el
amor verdadero y todo lo que eso conlleva. —Debió haber captado la
mirada perpleja en mi cara, por lo que continuó con su historia. No tenía
idea de que ella era tan consciente de lo que estaba pasando con la
gente de nuestro vecindario.
—Tu padre no era el hombre más guapo del mundo, ni era el más
rico. Y créeme, tuve mis pretendientes. Pero ninguno de ellos sostenía una
vela a tu padre, y no me importaba la diferencia de edad. Simplemente
fue... bueno.
—Bueeeno…
Arrastré la palabra, indicando que estaba esperando a que dijera
más, algo que colmaría la brecha entre mi situación y sus razones para
casarse con mi papá. ¿Qué mierda tenía que ver el que fuera bueno con
casarse con él? Quiero decir, cada uno con lo suyo, pero no estaba segura
de que un hombre solo siendo amable fuera razón suficiente para que yo
dijera "Sí." ¿Qué pasa con chispas, rayos y jadeos de tensión sexual?
¿Humedad en tus bragas tan pronto como sus ojos se encuentran a través
de una sala llena de gente? Ahora esas eran razones para casarse con
alguien, no porque fueran “buenos”.

18 Skittles: es una marca de dulces masticables de fruta. Estos tienen una cubierta rígida
de azúcar que llevan la letra S, marcada sobre cada caramelo.. El interior es
principalmente azúcar, jarabe de maíz y aceite vegetal hidrogenado, junto con jugo de
frutas, ácido cítrico, aromas artificiales, idénticos a los reales y sabores artificiales, idénticos
a los naturales
—Veo la forma en que me miras como si estuviera loca, y sí, teníamos
pasión también. Soñadora, desgarradora pasión de no—llegaremos—a—la
cama.
—Jesucristo, mamá, ¿en serio? Realmente no quiero oír de tu vida
sexual con Denny. —Me sostuve el estómago como si estuviera por vomitar
en cualquier segundo. Ella se rio entre dientes.
—No te preocupes, no entraré en detalles. Solo digo que si no fuera
un buen hombre, nunca nos habríamos conocido en primer lugar y nunca
me habría casado con él años más tarde. Nunca confundí su bondad con
debilidad. Él me mostró la ferocidad dentro de él en más de una ocasión si
se le empujaba demasiado lejos. Él protegió a nuestra familia entonces y la
protege ahora. El único lugar en el mundo en que me siento segura es con
este hombre, y eso viene de años de su parte ayudándome a sentir esa
seguridad.
Comenzaba a entender su lógica ahora. Necesitaba saber que
Range me mantendría a salvo, sin importar las circunstancias. No solo tenía
que mantenerme a salvo, sino que necesitaba sentirme segura de estar
con él. Nunca se trató solamente de que mi papá fuera amable con ella.
Estoy segura de que jugó un papel en su relación, pero ciertamente no la
parte más importante. Trabajó duro para proveer a su familia, y en medio
de todo eso se aseguró de que viviéramos en un vecindario decente con
comida en nuestros vientres y ropa en nuestras espaldas. Él nos mantuvo a
salvo del daño y las preocupaciones, y eso era lo que un verdadero
hombre hacía por su familia. Range hacía eso por su familia, su familia de
chatarreros, sin descanso y sin quejas. Él era mi "buen" hombre en este
mundo y haría lo que fuera necesario para poner fin a esta mierda con
Craze. Se desatara el infierno o arrasara el agua, estaría a salvo sin
importar qué. Solo había una forma de responder a su pregunta, y la sentí
con tanta fuerza que me puse de pie, lista para enfrentar mi día.
—Sí, mamá, Range es un buen hombre. —Ella sonrió ante mi
respuesta y comenzó a lavar los platos de la mañana como si no
hubiéramos llegado a algún tipo de comprensión sobre mi relación con
Range.
—Bueno. Que tengas un buen día en el trabajo hoy. Espero que
pronto podamos conocer a tu muchacho.
Con eso, agarré mi bolsa y me dirigí a Foster's.
Traducido por Gisenid // Corregido por Caile

Range

B
uck y yo nos sentamos afuera de este basurero de bar
esperando a que viniera ese motociclista imbécil. Era
temprano por la tarde pero este cabrón había estado dentro
desde las nueve de la mañana. Buck no quería enfrentarlo en el edificio,
ya que no conocíamos a la mayoría de los motociclistas que se hallaban
allí dentro, y no queríamos correr el riesgo de una emboscada.
Únicamente porque no los vimos entrar no significaba que el lugar no
estuviese lleno o que de seguro se encontraban armados. Nos
estacionamos en un callejón cercano y esperamos. Este tipo manejaba
una pequeña banda de locales en el área, incursionando en drogas y
mujeres. Eran insignificantes comparados con la vieja pandilla de Buck, sin
embargo, si alguien sabía algo sobre nuestro visitante desconocido sería
este tipo.
Las últimas veinticuatro horas nos metimos bastante en la zona. Buck
podría haber envejecido pero no había perdido el toque cuando se
trataba de conseguir información. Nos adentramos en el club de estriptís,
fumaderos y esquinas de venta de drogas; todo mientras intentábamos
mantenernos bajo perfil en caso que nos topáramos con nuestro chico.
Nada de eso dio resultado, sin embargo, una de las bailarinas nos
recomendó que habláramos con este tipo, porque además de ser el
delincuente del barrio, también era conocido por ser un soplón al precio
adecuado.
Me hallaba frustrado y cansado, y para rematar, extrañaba como
loco a Clover. Sabía que debía estar preocupada por mí. Solamente fui
capaz de llamarla una vez desde que Buck y yo salimos en busca de
nuestro objetivo. Sonó tan triste cuando tuve que colgar pero le prometí
que la llamaría de nuevo. Eso fue hace veinticuatro horas, y ahora no
estábamos más cerca de encontrar a este tipo que ayer cuando
empezamos. Comenzaba a pensar que era una especie de fantasma o un
producto de mi imaginación. Quizás un pájaro voló hasta la ventana, la
quebró y pensé que fueron disparos, solamente. Si, necesitaba dormir. Esta
mierda estaba volviéndome loco. Deje salir un muy necesitado suspiro y
me pasé los dedos a través del cabello tratando de liberar algo de la
tensión construyéndose en mi cuerpo. No funcionó; mi trasero se
encontraba tan apretado que podía romper una nuez con él.
—Sabes, he estado en el bosque por mucho tiempo, chico. Será
mejor que dejes de jugar con todo ese cabello hermoso antes de que
olvide que eres un hombre y trate de cogerte. —No me hizo mucha gracia.
—Lo que sea, viejo cabrón, probablemente ya ni siquiera puedes
levantarlo.
—Mierda. No hay nada de malo con mi polla. He rechazado más
coños de los que alguna vez tendrás en tu vida, chico, y no lo olvides.
—Sí, lo que carajos sea, viejo.
En ese momento, Buck se agarraba la entrepierna solo para enfatizar
que aún tenía polla, mientras yo trataba de no vomitar por todos lados. La
mirada de horror en mi rostro no hizo nada para saciar su diversión pero
podía besar mi trasero si pensaba que encontraría gracioso observar a un
viejo jugar con su paquete en mi presencia. Sabía que intentaba aligerar
el ánimo sombrío en la cabina de la camioneta; estaba tan frustrado
como yo, sino más. Este jodido tipo necesitaba sacar su trasero de ahí para
así poder terminar con esta mierda.
—¿Max y tú ya resolvieron las cosas? —con un gruñido Buck
interrumpió mis pensamientos.
—En realidad no. Iba a hablar con él pero ese cabrón disparo hacia
la ventana y ahora estamos aquí. Simplemente no sé qué pasa con él.
Debes ver algunas de las cosas locas que por la noche arrastra por la casa.
He comenzado a encerrarme en mi habitación solo para que estas no
entren por accidente y me jodan. —Buck tenía una mirada conocedora
en su rostro como si quisiese decir algo pero no pudiera. Por supuesto, él
conocía todos los secretos de Max, sin embargo, nunca me diría. Se pasó
una mano sobre su rostro desaliñado y arrugado, exhalando fuertemente
con evidente preocupación.
—Solamente… dale un respiro, ¿está bien? Sé que no entiendes pero
créeme cuando te digo que Max está lidiando con mucha mierda, alguna
de las cuales pueden ser difíciles de manejar. Hablaré con él cuando esto
termine, ver si puedo conseguir que se estabilice.
Sacudí la cabeza en comprensión, esperando en silencio que Buck
pudiera alcanzar a Max y traerlo de vuelta desde el borde del abismo. El
Señor sabía que traté y nada funcionó. Su comportamiento auto
destructivo me tenía preocupado. No podía ni quería perder a mi hermano.
Era mi familia.
Una mirada breve hacia la ventana me hizo ver a nuestro tipo
saliendo del bar, a trompicones, con alguna puta del meñique. Le di un
golpecito a Buck con el codo, con cuidado de no tocar la mano que
acababa de usar para jugar con su polla, y señale hacia afuera con un
rápido levantamiento de barbilla para que pudiese ver salir a nuestro chico.
Mientras salía de la camioneta le quite el seguro a mi pistola y la metí en la
parte de atrás de la cinturilla. No necesitamos discutirlo; era la misma forma
en que operábamos cada vez que nos enfrentábamos a uno de estos
pendejos. Tomaría al tipo por el frente ya sea para golpearlo o hacerle una
pregunta tonta. Cuando se encontrara distraído, Buck vendría por detrás,
sosteniéndolo por el cuello y apuntándole a la cabeza con un arma
mientras le hacíamos preguntas. El ultimo chico estaba tan asustado que
se orinó encima pero no pudimos sentir lastima por él. Se nos acababa el
tiempo.
Baje la cabeza y me encorvé un poco para que mi tamaño no
intimidara a este pendejo. Mi cabello largo servía como una manta para
cubrir mi rostro así no podría verme bien. Tuve que acercarme antes de
que tomara otra dirección y nunca consiguiéramos preguntarle. Está vez
decidí hacer una pregunta ya que se encontraba distraído con una puta
en el brazo.
—Oye, hombre, ¿me puedes prestar un cigarrillo? —No fumaba, pero
joder, él no lo sabía.
—¿Qué jodidamente parezco? ¿Un 7-1119? Vete a la mierda antes
de que te patee el trasero.

197-11: 7-Eleven es una cadena multinacional de tiendas de conveniencia. 7-Eleven es la


cadena de tiendas de abastecimiento más grande del mundo. El grupo está
especializado en la venta minorista de artículos básicos de alimentación, droguería y
periódicos, pero su oferta varía dependiendo del país.
Ese fue todo el tiempo que necesité. Buck lo agarró por el cuello y le
metió la nueve milímetros en las costillas antes de que pudiera decir algo
más. Apunté a la zorra con el arma para que no fuera a gritar.
—Lárgate, perra y no mires atrás. —Se largó como si su trasero
estuviese ardiendo. Como podía correr en tacones de doce centímetros
estaba más allá de mi pero mientras se fuera era todo lo que me
importaba.
—¿Qué carajos quieren? ¿Dinero? Revisa mis bolsillos. Pueden
quedárselo todo.
Se hallaba jadeando como un perro con las manos levantadas en
rendición. Su aliento a alcohol soplando en mi rostro me hacía querer
dispararle en el trasero solo para que dejara de respirar.
—No queremos tu jodido dinero, imbécil, queremos saber quién
demonios es el motociclista. —Buck le apretaba el cuello tan fuerte que el
rostro del tipo estaba rojo como una granada. Tan pronto como hizo su
petición, Buck aflojo el agarre causando que el tipo tosiera y farfullara
intentando tomar aire.
—¿Qué jodido motociclista? Conozco un montón de ellos. ¿A cuál
están buscando?
—Sabes a quien estamos buscando. No te hagas el tonto. El único
que hace preguntas por todo el pueblo. —Estaba perdiendo rápidamente
mi paciencia con este idiota. Levanté la pierna y le di una patada en la
rodilla causando que se doblara cuando se partió con el impacto. Buck le
puso una mano sobre la boca para sofocar los gritos que salían de sus
labios antes que pudiera alertar a sus amigos de adentro.
—Está es la última vez que voy a preguntarte. ¿Dónde está el maldito
motociclista? —Puse el arma justo en su puta cabeza y le quité el seguro al
gatillo, listo para acabar con este pendejo.
—Está bien, te diré. Solo no me dispares. —Todavía se encontraba
encorvado por el dolor pero lo bastante alerta para responder.
—Hoy va a ir al pueblo, dijo que tenía algunos asuntos de los que
ocuparse con una chica.
—¿Qué puta chica, jodido loco?
—No sé su nombre, ¿está bien? Trabaja en una confitería o algo. Dijo
que iba a hablar con ella sobre algo importante pero no dijo qué.
Su respuesta me llevo hasta el límite y con un gancho derecho que
rivalizaría con el de Mike Tyson en su mejor momento, lo estrellé en su cara
lo bastante fuerte que la sangre broto de su nariz hacia el concreto
mientras su cuerpo delgado cayó como una roca cuando Buck lo soltó.
Sentí la adrenalina recorriéndome el cuerpo y necesité toda mi fuerza para
mantenerme erguido. Iba tras mi mujer y la dejé desprotegida. Agarré mi
teléfono de mi bolsillo y llamé rápidamente a Sebastian. Respondió al
segundo timbre. Clover no tenía permitido ningún artículo personal
mientras trabajaba debido a las normas de sanidad, así que sabía que no
respondería a mi llamada e hice algo mejor.
—Ve ahora a Foster’s. Está tras Clover —grité al destinatario. Apenas
podía decir las palabras mientras arrastrábamos nuestros culos de vuelta a
mi camioneta, esperando que no fuera demasiado tarde.
—Voy en camino, hermano, te veré allá —fue la respuesta de
Sebastian. Podía decir por el chirrido de las ruedas que ya se encontraba
ajustando los motores, intentando acelerar mientras colgaba.
Buck tenía a Max al teléfono dándole las mismas instrucciones y puse
mi camioneta en marcha y pise el acelerador. Salí a toda velocidad del
callejón con una única cosa en mente: llegar a Fosters y salvar a mi chica.
Traducido por Jessica8591 // Corregido por Caile

Clover

—G
racias por venir, Señor Smith. Espero que su esposa
disfrute de los chocolates. —Me despedí de
nuestro cliente habitual cuando agarró su
pequeña bolsa con golosina y salió por la puerta. Los Fosters estaban
atendiendo algún tipo de negocio bancario en la ciudad, así que era la
encargada de dirigir las ventas menores de la tienda y cobrarles a los
clientes habituales por mi cuenta. Sonó la campana en lo alto, señalando
que había salido de la tienda e iba de camino a casa con su adorable
esposa. Coloqué el dinero en la registradora, sin darme cuenta que
cuando el sr. Smith salió otra persona entró detrás suyo. Alguien que no era
realmente bienvenido en Foster’s.
—Hola, dulzura, es bueno verte de nuevo. —Reconocería esa voz en
cualquier parte, pero eso no me detuvo de sorprenderme cuando me
habló. Agarró mi pecho para detener mi acelerado corazón y me giró con
el ceño fruncido a mi cliente no deseado.
—Me asustaste, Craze, ¿qué estás haciendo aquí? Tienes que irte
ahora.
—Creí que te dije que me llamaras Julian, dulzura. —Como sea, este
tipo realmente está loco.
—Está bien, Julian, tienes que irte. Ya no puedo hablar contigo y
Range es… —Rápidamente me interrumpió.
—Buscándome, lo sé. También sé que Buck regresó a la ciudad, así
que sospecho que aparecerán en un momento. De hecho, puedo
garantizarlo. —parecía tan arrogante cuando lo dijo, obviamente no sabía
que Range llevaba un arma y no dudaría en usarla para borrar esa linda
sonrisa engreída de su cara.
—Si sabes todo eso, entonces ¿qué estás haciendo aquí? —
Realmente no debería haber alentado esta conversación, pero la
curiosidad me ganó y me encontré preguntando en lugar de insistir en que
se fuera. Su actitud arrogante de repente se colocó seria y lo que sea que
estaba en su mente pesaba mucho.
—Cosas ocurrirán, Clover, y mi tiempo se ha agotado. Solamente
quiero decir lo mucho que siento que te hayas mezclado en todo esto.
Ojalá hubiera otra salida, pero en mi vida esos casos son limitados. —
Parecía tan sincero cuando lo dijo, casi le creí, hasta que recordé un
hecho importante.
—Entonces no deberías haber disparado a las ventanas de Range,
grandísimo imbécil. Estaba allí, idiota, podrías haberme disparado a mí o a
mis hermanas. —Esta impactante revelación causó que todo el color se
fuera de su cara y parecía que iba a vomitar en el mostrador. Comenzó a
negar con la cabeza como queriendo decir que no, pero antes de que
pudiera contestarme, la puerta de la tienda se abrió con Sebastian
corriendo a través de ella, gritando como un loco.
—¡No te acerques a ella, hijo de puta! —Avanzó hacia Craze con un
gesto amenazador, pero no estaba preparado para enfrentarse a un
hombre armado, que era exactamente lo que Craze era antes de que se
acercara. Craze sacó su arma y la apuntó directamente a la cabeza de
Sebastian sin ni siquiera pestañear.
—Vete a la mierda, imbécil, o te disparo en la maldita la cabeza. —
Sebastian se detuvo de inmediato, sus pasos vacilando ligeramente
mientras levantaba sus manos en rendición.
—Oye, hombre, Solo intento darte una oportunidad. Range y Buck
llegará pronto, y no son tan comprensivos como yo. Hazte un favor y vete
mientras puedas. —Sebastian se mostró tranquilo, pero me di cuenta de
que estaba tratando de tranquilizar la situación antes de que saliera de
control. Miré a Craze, con la esperanza de que pudiera hacerle entrar en
razón e irse antes de que alguien saliera herido.
—Julian, por favor no hagas esto. Solo vete antes de que las cosas
lleguen demasiado lejos —le rogué, pero él no me escuchó. Mis palabras
eran sonido sordo para él.
—No puedo, Clover. Las cosas ya fueron muy lejos. No tengo otra
opción. —Su brazo estaba firme mientras seguía sosteniendo su arma
contra Sebastian. Esta espera solo duró dos minutos hasta que Range y
Buck atravesaron la puerta, cada uno de ellos sosteniendo sus propias
armas y apuntándolas a Craze. Podía sentir la tensión de estos hombres,
poco dispuestos ceder un centímetro, pero todo lo que podía hacer era
quedarme mirando de brazos cruzados.
—Escuché que me has estado buscando, maldito. Bueno, aquí estoy.
—El hombre que simplemente podía asumir que era Buck fue el primero en
hablar mientras contemplaba la escena que tenía delante. Craze no
renunció a su intensidad mientras miraba al hombre que apuntaba un
arma hacia él. Buck no era tan viejo como pensé, pero ciertamente tenía
la apariencia de un hombre que se sentía cómodo rodeado por este tipo
de ambiente. Vi un aire de autoridad en él y sabía que cualquier niño
perdido lo encontraría atractivo como una figura paterna. Incluso ahora
en todo este caos, se había colocado frente a Range, actuando como un
escudo de protección para su hijo. Estaba tratando distraer la atención de
su familia como lo haría cualquier padre.
—Tomándote tu tiempo para llegar aquí, viejo. Tuve que mejorar mi
juego para conseguir tu decrépito trasero de vuelta en la ciudad. —Se
refería los disparos en la ventana. Ahora todo tenía sentido, pero ¿por qué?
—Bueno, aquí me tienes. Ahora, ¿qué mierda quieres?
—Para recordar de los viejos tiempos y cómo afectan los nuevos.
—No es un buen momento para estupideces, muchacho, viendo
que tengo una pistola en la cabeza. Corta la mierda antes de que pierda
mi paciencia y decidir terminar este pequeño enfrentamiento colocando
algo de plomo caliente en tu culo.
Mierda, Buck no jugaba, y aunque nunca nos habíamos conocido,
enseguida supe que esto no era una simple amenaza. No dudaría en
acabar con Craze donde se encontraba si no iba al grano. Rezaba para
que nos sacara a todos de nuestra miseria y dijera lo que quería para
pudiéramos seguir adelante.
—Baja tú arma, viejo, e iré directo al punto —respondió Craze.
—No estás en condiciones de dar órdenes, muchacho, y no las
recibo de nadie. —Buck no bajó su arma; en lugar de eso, apretó el gatillo
solo para probar su punto. No soportaba a donde iba esto, y cuanto más
duraba, más miedo me daba.
—Range, tengo miedo... por favor, solo bajen las armas —apelé ante
mi hombre, esperando que al menos entren en razón. No podía soportar
ver a nadie herido.
—Tranquila, cariño, no dejaré que nada te ocurra. Te lo prometo —
respondió Range.
—Por favor, solo bajen las armas y hablen de esto... por favor. —
Estaba rogando en este momento, pero no me importaba. Tenía que
hacer algo. Craze levantó la mano que no sostenía el arma, indicando que
iba a bajar su arma si hacían lo mismo. Cualquier cosa que lo impulsara a
actuar con tanta imprudencia debía haber sobrepasado su necesidad de
proyectar el miedo, porque lentamente bajó su arma al mismo tiempo que
Ranger y Buck bajaron la suya. Estaban de pie uno frente al otro, todavía
sosteniendo las armas, pero sin apuntarlas unos a otros, lo cual era un buen
comienzo.
—Eres un maldito viejo duro, eso es seguro, pero claro, Psycho
siempre dijo que lo eras. —Al mencionar a esta persona Psycho, Buck se
estremeció, pero se recuperó rápidamente.
—¿Qué mierda sabes sobre Psycho? Ha estado muerto por años. —
Craze se acercó a Buck con una sonrisa en su rostro, una enorme sonrisa
como si le dijeran que ganó la lotería o algo así. Una vez que llegó a dos
pulgadas de la cara de Bucks, dejó caer una bomba.
—Lo sé, viejo. Era mi padre.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por Bella’

Range

T
an pronto como llegamos a la puerta de Foster’s, supe que
llegábamos demasiado tarde. Sebastian estaba siendo sujetado
a punta de pistola y mi mujer estaba detrás del mostrador,
parecía un conejo asustado. Buck y yo sacamos nuestras armas al mismo
tiempo, y si hubiera sido por mí, habría golpeado a ese hijo de puta hasta
la semana siguiente, pero tenía que esperar a que todo estuviera claro. No
podía arriesgarme a que este idiota le diera un tiro a mi hermano o a mi
mujer, así que seguí el ejemplo de Buck. Parecía tenerlo bajo control hasta
que el motociclista mencionó a Psycho. Solo había oído el nombre una vez,
pero sabía que era el Vice Presidente del club al que Buck había
pertenecido y que alguna vez fue un gran amigo suyo. Fuera de eso, no
sabía mucho más acerca de su relación, pero lo que sea que fuera, fue
suficiente para hacer que Buck hiciera una pausa en lugar de disparar su
arma.
—Que mierda dices. Psycho no tenía ningún niño, mentiroso
bastardo. Puede que mueras hoy, chico. —Buck no estaba creyendo su
historia del todo, y mientras más insistía en decirlo, Buck lo perdía más y
más.
—Estás equivocado, viejo, tenía dos hijos, un niño y una niña. Él nos
mantuvo ocultos de todo el mundo, incluso de ti. Pensó que era más
seguro de esa manera, teniendo en cuenta la mierda que sucedió.
—No creo una palabra de lo que dices. Demuéstralo o te mataré
solo por inventar esta puta historia.
El motociclista levantó cautelosamente su ropa para exponer sus
brazos, volviéndose ligeramente para mostrarle a Buck un tatuaje de
aspecto extraño, pero Buck lo reconoció claramente, porque dejó caer su
arma y dio un paso hacia atrás como si estuviera luchando para mantener
el equilibrio.
—¿Qué demonios es eso, Buck? No me digas que te estás creyendo
esta historia de mierda. ¿Y qué?, él tiene un tatuaje, eso significa todo. —
Me negué a bajar la guardia, sabiendo que en cualquier momento este
hijo de puta podría empezar a disparar y matarnos a todos. Buck parecía
que estaba teniendo un colapso mental mientras sacudía la cabeza con
incredulidad. ¿Qué mierda pasaba?
—Baja el arma, Range —dijo finalmente luego de lo que parecieron
horas.
—No, no lo haré, Buck. No hasta que me digas qué mierda está
pasando. No conocemos a este hijo de puta de Adán. —Buck no apreció
mi desacuerdo con él y rápidamente recuperó sus facultades.
—Haces lo que mierda digo, muchacho. Éste es mi asunto, no el tuyo,
y yo lo manejaré. Ahora, baja tu maldita arma. —Estaba tan enojado, sus
ojos le estaban saliendo de la cabeza y sus fosas nasales se ensancharon
como un toro furioso. Nunca lo había visto tan enojado con ninguno de
nosotros, pero eso todavía no me hizo querer cumplir con sus deseos. Tenía
que ser inteligente acerca de cómo quería abordar esta situación si quería
obtener alguna respuesta.
—Está bien, loco viejo bastardo, doy un paso a un lado y te dejo
manejarlo, ¿pero puedes decirme que está pasando? —Pensó en ello por
un momento antes de que decidiera contestarme, todavía tratando de
calmar su ira y volver a sus cabales. Respiró hondo y habló a todo el grupo.
—Psycho fue mi VP y... mi amigo. Hacíamos todo juntos, putas, bares,
arrestos, y todos los negocios del club. Nunca huíamos sin el otro, siempre
cuidábamos las espaldas del otro cuando la mierda se calentaba.
Estábamos juntos en la última carrera antes de dejar el MC, la que tomó
todo lo que tenía. —Estaba teniendo problemas para contar esta parte de
la historia. Lo sabía por la forma en que sus ojos brillaron cuando pensó en
la muerte de su hijo y que tuvo que abandonar su club.
—¿Qué pasa con el tatuaje que es tan especial? ¿Cómo sabes que
no es una trampa? —Tenía que saber con certeza por qué creía esta
historia de mierda.
—Psycho y yo estábamos tatuados juntos, un símbolo de la
hermandad que elegimos. Está oculto. Solo puedes verlo si te lo mostramos.
No es un tatuaje que puede ser duplicado, y este chico lo tiene. Solo
Psycho se lo habría mostrado, lo que demuestra su historia. Simplemente no
entiendo por qué él nunca me dijo que tenía hijos. —Odiaba ver esa
mirada derrotada en sus ojos como si todo esto fuera su culpa o algo así.
Su amigo era el que escogía mantenerlo en
—Él iba a decírtelo después de la última carrera que ambos tomaron.
Dijo que siempre quiso que conociéramos a nuestro tío Buck, pero una vez
que perdiste a tu hijo, no podía hacer alarde de sus hijos en tu cara,
considerando que ya no tenías al tuyo. Creo que lamentó esa decisión
hasta el día de su muerte. —Este duro motociclista se veía tan roto como
Buck por la pérdida de su amigo y padre. La pérdida era algo que ambos
tenían en común, y estaba claro que los moldeaba en las personas que
eran hoy.
—Sí, bueno, supongo que ya es demasiado tarde para arrepentirnos.
Todos lo hacemos, pero vete a la mierda. —Buck era reflexivo, pero nunca
mostraría debilidad delante de nosotros, aunque supiéramos que estaba
sufriendo. Clover, siempre con el corazón sangrante, tenía lágrimas
corriendo por su rostro mientras se encontraba detrás del mostrador,
escuchando la conversación que estaba sucediendo a su alrededor.
Quería abrazarla, pero no era el momento adecuado.
—¿Estás bien, caramelito? —le pregunté, y ella respondió con un
movimiento de cabeza y bufidos.
—Sí, es triste que Julian no conociera a su tío Buck cuando su padre
seguía vivo.
—¿Cómo le llamaste? —preguntó Buck a Clover.
—Julian. Él me dijo que no lo llamara Craze ya que no era una
persona de su vida, así que así lo llamé —respondió Clover suavemente.
—Julian... hijo de puta. —Buck tuvo que aferrarse al costado del
mostrador para mantenerse firme mientras repetía el nombre en voz alta.
Tenía una media sonrisa en su rostro, como si supiera una broma que
ninguno de los demás conocía.
—Sí, eso es correcto, viejo bastardo, él me nombró como tú. Bueno,
tu segundo nombre, eso es. Gracias a Dios, porque Buck definitivamente
no es lo bastante sexy para un hombre como yo. —Me alegré de ver que
el estado de ánimo estaba cambiando a algo más ligero, considerando
que casi nos habíamos disparado en la cara unos minutos antes. Aún
quería matar a este bastardo, sin importar quién fuera. No conocía a ese
hijo de puta, así que no podía bajar la guardia. Aún golpeó a mi mujer y se
presentó en su casa sin ser invitado; que por sí solo ya le costaría una
buena pateadura de culo. Estaría seguro de recordarle nuestro negocio
inacabado una vez que nos dijera qué mierda estaba haciendo aquí.
—Ahora que hemos sacado todas las bromas del camino, ¿qué
mierda estás haciendo aquí después de todo este tiempo? ¿y por qué
buscabas a Buck? —Basta de esta vieja mentira de fraternidad
motociclistas: luego estaríamos tomados de la mano, cantando y
trenzándonos el pelo. A la mierda.
—Ah, veo que todavía estás enojado porque empujé a tu chica.
Buena hembra, eso es, tal como le dije. —Movió su barbilla para señalar a
Clover, y yo estaba moviéndome para arrancar sus malditas pelotas. Buck
me agarró por el brazo para detenerme, aunque me aparté a tiempo para
verlo moviendo la cabeza hacia su hermano motociclista.
—No es el momento para esta mierda. Range tiene razón. ¿Qué
haces aquí ahora? —preguntó Buck con calma a Craze. Ese hijo de puta
tenía una sonrisa en la cara como si dijera: "Yo gano esta ronda." Pero
estaba lejos de terminar, yo me encargaría de eso. Se volvió para prestar
toda su atención a Buck.
—Como dije antes, tengo una hermana. Su nombre es Mía. Es una
buena chica, no está en esta vida. Ella va a la escuela, tiene un trabajo a
tiempo parcial, y no crea problemas. No quiero esta vida para ella. Le
prometí... Le prometí a mi papá que me aseguraría de que tuviera una
vida buena, una vida feliz.
—Entonces, ¿cuál es el puto problema? ¿Quiere ser una prostituta
del club o algo así? —Me gustó la expresión de su rostro cuando lo dije, era
una mezcla entre náuseas y pánico. Bien, hijo de puta, toma eso.
—Vigila tu maldita boca. —Apuntó su dedo en mi cara mientras le
daba una sonrisa triunfante a cambio—. Mi Presidente la ha reclamado.
Planea hacer su mudanza pronto a menos que pueda detenerlo. Necesito
el último envío que Buck y mi padre hicieron antes de que dejara la vida.
Me dijo que era un gran cargamento de drogas, lo suficiente para
comprar a mi Presidente para que no reclame a mi hermana. Es la única
oportunidad que tengo. —Casi podría sentir lástima por este imbécil... casi.
»Conoces las reglas, Buck. Matar, morir, o comprar la vida. No puedo
matarlo y no arriesgarme a que la toda la hermandad caiga sobre
nosotros dos. Mierda, no duraríamos un día y Mía estaría en un peligro aún
mayor. Necesito ese envío para salvarla. Sé que han pasado años, pero
esa última era demasiado grande solo para haber desaparecido. —Buck
había bajado la cabeza como si la petición en sí pesara una tonelada y
estuviera teniendo problemas para soportar la fuerza de todo. Miré a
Clover y vi que ella estaba tan pesada como Buck, sabiendo que era un
tiro largo.
—Lo quemé. Lo quemé todo. —La voz de Buck era baja y dolida.
—¿Qué? ¿Cómo diablos podrías quemar toda esa mierda, loco viejo
de mierda? ¡Necesito ese envío! —Craze terminó su demanda con un grito.
Su rostro estaba rojo y estaba teniendo problemas para recuperar el
aliento, como alguien con asma. Se terminó. Había perdido.
—Esa mierda mató a mi hijo, hijo de puta. ¡MI HIJO! Tienes razón, lo
quemé todo, hasta el último gramo. Mi chico está muerto por esa mierda,
así que guarda tu jodido enfado para alguien a quien le importe una
mierda. Perdí toda mi razón de vivir esa noche y me importa un carajo que
todo se haya ido. —Buck había terminado. Dijo su parte y volvió a ser el
bastardo de corazón frío que siempre había sido. No parpadeó, ya que
básicamente destruyó toda la esperanza de Craze para salvar a su
hermana de convertirse en la propiedad de su presidente de MC. La vida
era acerca de sacrificios, dijo una vez. Craze aprendería esto como todos
lo hicimos y lo haríamos en el futuro.
Traducido por Florpincha // Corregido por LarochzCR

Clover

A
ngustioso. Era la única palabra que podía usar para describir
la situación que se desarrollaba ante mí. Sebastian y yo
éramos simplemente espectadores de este evento, con
asientos de primera fila a una maldita fiesta de campeonato de succión
de almas. El dolor y la ira eran evidentes en cada uno de estos hombres.
Conocer la pérdida y el dolor los convertía en hermanos de armas. Quería
sostenerlos, consolarlos, aliviar sus cargas, pero ninguna compasión puede
borrar años de angustia.
Aprendí mucho de observar a estos hombres mientras yo estaba
detrás del mostrador en Foster’s. A menudo se puede aprender mucho con
solo escuchar la forma en que las diferentes personas interactúan, y hoy no
fue diferente. Aprendí que Range haría cualquier cosa para protegerme,
sin importar las consecuencias. Como mi padre antes que él, no hizo
alarde de su fuerza, pero aparecía de la nada en el momento de la
necesidad. Trabajó duro para ser diferente; diferente del chico sucio que
solo conocía el hambre y la miseria. Amaba a sus hermanos de Junkyard, y
juntos formaban una unidad inquebrantable unida por las enseñanzas de
un hombre que lo había perdido todo.
De Buck aprendí que el arrepentimiento era algo que nunca te
dejaba, no importa cuánto bien hagas para compensarlo. Acciones
descuidadas hicieron que Buck perdiera a su hijo, pero la bondad le ganó
varios más; no de su sangre, solo hijos, sin embargo. Buck instiló todas las
virtudes a sus muchachos que vivieron hoy: honor, lealtad, fuerza y unión.
Era el pegamento que los mantenía unidos y la figura del padre que cada
uno de ellos necesitaba para convertirse en hombres. Su pesar le hizo sentir
indigno, pero sus acciones lo hicieron un padre.
De Julian aprendí que las promesas hechas son más importantes que
la auto conservación. Matar habría sido una ruta fácil para un motociclista
endurecido, pero no a riesgo de su querida hermana. Su vida estaba en
peligro en el momento en que llegó a la ciudad y comenzó a hacer
amenazas, pero nada de eso era tan importante como una promesa
hecha a un padre que no estaba cerca para mantenerlo él mismo. Un
motociclista endurecido no debería saber nada de las promesas, pero éste
lo hizo, y eso lo convirtió en un hombre honorable. Qué difícil debe ser
tener que elegir entre tu familia de sangre y tu familia de motociclistas.
No sabía en el momento de mi reflexión que habría más sufrimiento,
más arrepentimiento, más angustia, todo causado por un hombre armado
que entró en Foster’s con la intención de matar. No gritó, no advirtió, y no
se perdió.
Traducido por Jessica8591 // Corregido por LarochzCR

Range

H
abía llegado el momento de terminar con esta mierda de
enfrentamiento y largarnos. Buck dijo su parte. Él no tenía lo
que Craze estaba buscando, así que en lo que a mí respecta,
no había necesidad de estar de pie recordando los viejos tiempos. Iba a
tener que averiguar otra forma de salvar a su hermana que no involucrara
ningún pago. Ojalá, tenga un plan B. Lo único que quería hacer era
mantener a mi mujer en mis brazos y llevarla a casa, donde estuviera a
salvo.
La puerta de Foster’s se abrió tan fuerte que el vidrio se rompió con el
impacto. Miré por encima de mi hombro justo a tiempo para ver al
motociclista que habíamos detenido por buscar información apuntando su
arma a Clover, la sangre todavía brotando de su nariz donde le había
dado un puñetazo, y estaba usando su rodilla izquierda la que mi patada
había roto. Nunca había creído esa mierda sobre tu vida pasar ante tus
ojos cuando estás a punto de morir o que las cosas las ves en cámara
lenta. Estaba equivocado en ambas cosas, porque en este momento, me
sentía como si estuviera atrapado en el maldito Matrix.
—¡Al maldito suelo!
Craze gritó mientras saltaba sobre el mostrador y lanzaba a Clover al
suelo cuando sonó el primer disparo. Dejó escapar un fuerte grito mientras
el sólido cuerpo de Craze cayó encima de ella, protegiéndola de los
disparos al mismo tiempo sacando su arma para devolver el disparo.
Sebastian se lanzó detrás de una mesa cercana que se rompió
cuando el maldito tirador disparó al menos tres balas antes de que
moviera su arma hacía mí. Miré al cañón de la pistola. Era como mirar por
uno de los túneles que ves un tren pasando. Parecía más imponente, y con
una extraña sensación de calma, preparé mi mente para el disparo que mi
cuerpo estaba seguro que vendría. Pero ese disparo nunca llegó. Cuando
dos disparos más resonaron, Buck me tiró al suelo con tanta fuerza que me
estrellé contra una base sólida, dislocando mi hombro. Al mismo tiempo,
apuntó y disparó al motociclista entre los ojos, ambos cayendo en un
chorro de humo y sangre. Buck rodó sobre su espalda y expulsó todo el aire
de sus pulmones, mientras sus brazos caían débiles por los costados. Me
arrastré hasta él, arrastrando mi hombro dislocado conmigo, mientras
Sebastian salía de su lugar detrás de la mesa. Puse la cabeza de Buck en
mi regazo mientras Sebastian le quitaba la camisa, presionándola contra
las dos heridas de bala que derramaban sangre del pecho de Buck.
—Ni se te ocurra morirte, viejo. —Le sostuvo la mano con fuerza.
Sangre salía de su boca mientras intentaba hablar.
—Te amo... hijo... cuídense... chicos. —Los ojos de Buck se deslizaron
hacia arriba, respirando por última vez, y tomó su último aliento mientras
acunaba su cabeza contra mi pecho.
—¡Noooooo! —Se lamentó Sebastian mientras cubría con su cuerpo
el de Buck y lo sostuvo cerca mientras seguía presionando su camisa en su
pecho ensangrentado, tratando de detener el flujo de sangre y salvar la
vida de Buck. Solo estaba parcialmente consciente de las cosas que
ocurrían a mí alrededor. Mis oídos se sentían como que estaban llenos de
algodón y mi visión era tan borrosa que apenas podía ver a Sebastian,
justo en frente de mí. Sentí una mano fuerte en mi hombro y gritando en mi
oído, pero no podía distinguir quién era.
—Range, ¿qué diablos pasó? Range, ¿me escuchas? ¡Range,
despierta de una maldita vez! —Finalmente noté a Fox, que debía haber
entrado desde la sala de tatuajes, llevaba una escopeta de cañón corto
en una mano y una pistola en la otra. Estaba inclinado, gritándome para
poner mi mierda en orden, pero no podía moverme, no podía pensar, no
podía creer.
—Fue un robo, ¿me escuchas? Fue un robo, Range, nada más.
Repítelo, maldita sea.
Fox estaba tratando de controlar la escena antes de que llegasen los
policías y empezaran a hacer preguntas. Sabía que Buck y yo estábamos
en algo, y no quería que ninguno de nosotros cayéramos por asesinato, así
que repetí la declaración.
—Fue un robo, nada más.
—Bien, eso es bueno, fue un robo, nada más. Él entró, disparando en
el lugar, buscando robar el dinero de la caja registradora. Tú y tus amigos
estaban aquí recogiendo a tu chica y quedaron atrapados en el fuego
cruzado. ¿Entiendes, Range? Repítelo, maldición.
Me estaba sacudiendo los hombros, tratando de sacarme de mi
adormecimiento, pero solo podía sacudir la cabeza en su dirección para
que supiera que lo conseguía. Podía oír las sirenas que se acercaban
rápidamente, más gritos mientras los Foster regresaban a la tienda de
hacer diligencias, los espectadores gritaban y señalaban los cadáveres
que cubrían el suelo en un charco de sangre. Entonces lo vi, la imagen que
me hizo cobrar vida y pasar a la acción. Craze se estaba moviendo detrás
del mostrador, llevando a Clover en brazos. Su cabello meciéndose, su
cabeza y sus brazos estaban flácidos mientras caminaba hacia el frente de
la tienda, llevándola. La sangre le salía de la cabeza y del hombro. No se
movía y su respiración era superficial.
—¡Necesito una ambulancia ahora mismo! —gritó Craze, todavía
abrazando a Clover. Tenía que llegar a mi mujer. Ella me necesitaba. No
importaba lo mal que me sentía por dejar a Buck, tenía que asegurarme
de que estuviera viva. Coloqué el cuerpo de Buck en el suelo con un
sollozo que todavía entrecogía a Sebastian. Arrastrando mi hombro
dislocado, no sentí ningún dolor cuando la agarré de sus brazos y la
sostuve en los míos donde pertenecía.
—Caramelito, habla conmigo. Por favor, no puedo perderte
también... por favor. —Los paramédicos se apresuraron a mi lado, llevando
una camilla.
—Señor, tiene que dejarla ir para que podamos ayudarla. —Al diablo
con eso, no me estarían quitando a mi mujer de mis brazos. Se quedaba
conmigo, donde podía mantenerla a salvo.
—Range, déjala ir para que el médico pueda ayudarla. —Fox me
agarró un brazo, mientras que Craze agarró el otro, jalándome hacia atrás
y sacándolo del camino para que los paramédicos pudieran llegar a
Clover. Estaba tan pálida en esa camilla, me partió el corazón, quería
quitarle ese dolor y hacerlo mío. La escena era demasiado para digerir y
me sentí mareado por la adrenalina. Gritando, llorando, maldiciendo, todo
estaba pasando a mí alrededor mientras sentía mi pecho cada vez más
apretado hasta que finalmente no sentí nada.
—¡Necesitamos una maldita camilla por aquí!
Traducido por Jessica8591 // Corregido por LarochzCR

Range

E
staba flotando, vestido de blanco frente al depósito chatarra,
excepto que no decía “Buck’s Junkyard”. Decía “Range’s
Junkyard”.
Decía "Range’s Junkyard". ¿Qué mierda está pasando? ¿Estoy
muerto?
— Despierta de una maldita vez, muchacho, tienes trabajo que
hacer.
—¿Buck?
Estaba soñando. Es la única explicación que tenía para esta mierda.
—¿Quién más podría ser? —contestó Buck con una sonrisa, también
vestía de blanco de pies a cabeza. Incluso tenía bandas elásticas blancas
alrededor de su barba demasiado larga y cola de caballo. Estaba de pie
delante de mí en el depósito de chatarra.
—¿Qué estás haciendo aquí? Estas muerto.
—No me digas, Sherlock. Ahora, escúchame. No tengo mucho
tiempo. Te enseñé todo lo que sé, no sólo cómo dirigir el depósito, sino a
cuidar a mis muchachos. Todos te necesitarán antes de que todo esté
dicho y hecho, especialmente Max. Recuerda tu promesa y sé el hombre
que sé que eres.
—No entiendo nada de esto, Buck. ¿A dónde vas?
—Al cielo, imbécil. Recuerda tu promesa.
Me desperté asustado y con un dolor fuerte en mi brazo y mi cabeza.
Estaba acostado en una cama de hospital, eso estaba claro, pero ¿cómo
diablos llegué aquí y dónde coño estaba Clover? Tenía que encontrar a mi
mujer, pero cuando traté de sentarme, lo único que sentí fue un fuerte
dolor subiendo por mi brazo y deteniéndose justo antes de que mi pecho
explotara.
—Oye, relájate, hombre. Estás en el hospital, pero va a estar bien. —
Me froté los ojos y parpadeé un par de veces, tratando de que mi cerebro
se aclarara, así como mi visión. Max estaba sentado en un lado de la
cama, y Sebastian estaba en el otro, ambos parecían una mierda mientras
contemplaba sus ojos rojos y sus expresiones cansadas. Traté de sentarme,
sin embargo esa mierda no ocurriría.
—¿Qué pasó? ¿Dónde está Clover? La enfermera entró llevando
una jarra de agua y una sonrisa muy feliz en su rostro.
—Bueno, señor Reardon, me alegra ver que está despierto. Mi
nombre es Sally y estoy aquí para cuidar de ti. ¿Quieres agua?
—Sí, gracias. —Tenía que despejarme la cabeza y averiguar qué
estaba pasando con mi mujer. Después de tomar un sorbo de agua, me
volví y le hice otra vez mi pregunta.
—¿Dónde está Clover? Quiero verla ahora, maldición.
—Por favor, cálmese, señor Reardon. Usted tiene un hombro
dislocado y un golpe leve en la cabeza, lo que le hizo perder el
conocimiento. Hemos reubicado su brazo y le hemos dado medicamentos
para el dolor. Estarás aturdido por un tiempo, así que intente relajarse y el
doctor lo verá en breve. —Con ese pequeño trozo de información, sonríe
de Max a Sebastian y rápidamente abandona la habitación.
—Clover está en cirugía, Range. Recibió una bala en el pecho, y
cuando ese motociclista la lanzó al suelo, se golpeó la cabeza con el
mostrador. El médico no está seguro de cuánto daño sufrió el cerebro
todavía, pero le están haciendo pruebas. —Sebastian tenía lágrimas en los
ojos cuando terminó de explicarme.
—Jesús, maldición, no puedo creer que esta mierda haya pasado...
Buck... Buck me salvó la vida, tomó una maldita bala por mí, me empujó
fuera del camino para que no me hirieran. ¿Por qué carajo haría eso?
Jesús, Buck, ¿por qué? ¿Por qué? Yo estaba al borde de la histeria. La
magnitud de la situación finalmente me alcanzó, haciendo que perdiera
mi control. Las lágrimas corrían por mi cara y no podía recuperar el aliento
mientras Sebastian trataba de tranquilizarme, mientras Max buscaba a la
enfermera en el momento que destrozaba la cama, sin sentir nada más
que angustia y dolor. No pude aguantar más y dejé escapar un aullido
salvaje mientras agarré mi pecho en dolor. La enfermera apareció con una
jeringa, y antes de que yo lo supiera, estaba flotando en un mar de
oscuridad con la cara moribunda de Buck en la vanguardia de mi mente.
Traducido por Florpincha // Corregido por LarochzCR

Clover

E
lla va a estar bien. Hemos reparado el daño en su pecho y
hombro. La bala no alcanzó ningún órgano vital y fue
directamente a través. El golpe en su cabeza se ve mucho
peor de lo que es. No está causando ningún daño cerebral de acuerdo a
su última exploración, pero vamos a comprobar de nuevo solo para
asegurarnos. Le han dado la medicación del dolor, así que ella entrará y
saldrá por las próximas dos horas, pero en conjunto diría que es el mejor
escenario posible. Volveré a verla en un par de horas.
El amable médico estaba dando a mi familia una actualización
sobre mi condición. Podía ver a Ashley llorando en la esquina de la
habitación, mientras Shelly la abrazaba, acariciándola con comodidad.
Mis padres estaban escuchando el diagnóstico, mi mamá se inclinó
ligeramente en el lado de mi padre mientras él asintió en comprensión en
las instrucciones del doctor. Una vez que el doctor terminó, dio una última
sonrisa rápida y salió de mi habitación para completar sus rondas del día.
—Hola, mamá.
—Oh, cariño, estás despierta. ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas a la
enfermera? —Ella se sentó en el borde de mi cama y tomó mis manos,
pareciendo aliviada, mi papá de pie a su lado.
—No, mamá, solo un poco de agua, por favor. Mi garganta está tan
seca. —Miré a mis hermanas en la esquina.
—Estoy bien, muchachas, no se preocupen. —Quise tranquilizarlas,
especialmente a Ashley, ya que ella era la más emocional de nuestra
familia.
—Mierda, Clove. Te dije que ese bastardo te haría daño, ¿pero me
escuchaste? —gritó Shelly.
—Por favor, Shelly, no te enfades. No es culpa de Range.
—Joder que no lo es, Clover. Cuando lo vea, es mejor que corra al
otro lado, porque voy a matarlo. —Shelly estaba lívida.
Shelly, vigila tu lenguaje y deja de gritar como una tonta. Tu hermana
no necesita el estrés añadido ahora mismo, así que enfríate. Estamos todos
trastornados, pero señalar culpables no va a hacer que sea mejor, así que
para. —Papá habló con calma hacia Shelly cuando ella levantó sus manos
y salió de la habitación con Ashley rápidamente detrás de ella.
—Lo siento mucho, mamá. Por favor perdóname.
—Fue un robo, cariño, no podrías haber sabido lo que iba a suceder.
Estoy feliz de que te encuentres bien. —Secó una lágrima perdida que caía
de su ojo mientras mi papá la palmeaba en el hombro.
—Mamá, ¿dónde está Range? Necesito verlo. Tengo que
asegurarme de que está bien. —Traté de moverme, pero no sirvió; las
drogas me estaban tomando rápidamente y sabía que era sólo cuestión
de tiempo antes de que el sueño me llevara.
—Va a estar bien, cariño. Su hombro está dislocado y tiene una leve
conmoción cerebral, pero aparte de eso, lo está haciendo bien. Sus
hermanos están con él y también está bajo un fuerte sedante, así que no
te preocupes.
Yo estaba feliz de escuchar las noticias mientras el sueño reclamaba
mis preocupados pensamientos. Tuve muchas preguntas que necesitaban
respuestas, pero no estaba en condiciones físicas para conseguirlas.
Necesitaba ver a Range lo antes posible. Él me necesitaba y yo lo
necesitaba. Pronto, mi amor... pronto.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por Bella’

Range

E
staba siendo dado de alta hoy, pero no volvería a casa. No se
me permitió ver a Clover durante mis veinticuatro horas de
observación, pero nada ni nadie iba a impedir que la viera
ahora. Mi brazo estaba en una honda, así que Sebastian tuvo que
ayudarme a vestirme, lo que apestó, ya que eso incluyó ayudarme a
ponerme la ropa interior. Tenerlo de cara a cara con mi mierda no era la
forma en que quería comenzar mi día.
—¿Dónde carajos está Max? Se suponía que debía estar aquí —le
pregunté a Sebastian.
—Um... No vendrá hoy —respondió.
—¿Qué diablos quieres decir con que no vendrá? Qué mierda está
pasando, Sebastian, y créeme cuando digo que no estoy de humor para
tu mierda, así que déjalo.
Me dio la espalda y dejó caer sus hombros en derrota. No quería
hablarme de Max. Estaba inmóvil tratando de ordenar sus pensamientos.
No podía decir si era porque estaba herido y él no quería cargarme con
más mierda, o si había algo más que causó su vacilación. Me cansé de
esperar, así que le grité en la parte posterior de su cabeza.
—¡Ahora, Sebastian! ¿Dónde mierda está Max?
—Está en la casa, ¿bien? Pero no estaba en condiciones de venir
esta mañana. Fui a verlo anoche cuando salimos del hospital, ya sabes,
para asegurarnos de que estaba bien y no necesitara hablar o algo así.
Cuando llegué allí, tenía algunas personas.
—¿Qué putas personas? —pregunté con los dientes apretados.
—Ya sabes, lo de siempre. Mitch, Marci, y algunos otros que nunca vi.
—Parecía un poco verde cuando respondió a mi pregunta.
—Bien, así que él estaba algunas personas más. ¿Qué más no me
estás diciendo? —Se volvió hacia mí mientras dejaba escapar el
tembloroso aliento que había estado conteniendo. Parecía
completamente apagado y disgustado por lo que iba a decir a
continuación.
—Range, nunca en mi vida vi algo como eso. Las cosas que estaban
haciendo me revolvieron el estómago y eso solo por decir algo. La casa
estaba en ruinas, condones usados por todo el suelo, latas de cerveza
apiladas en la mesa, mujeres en culo chupando cualquier verga en un
radio de dos metros. Tuve que cubrirme el pito con las manos solo para
poder llegar a la sala de estar. Encontré a Max despatarrado en el sofá
con una puta chupándole la verga y un tipo metiéndole un dedo en el
culo. ¡Ni siquiera me reconoció! —Terminó cuando su voz se quebró de
tristeza por el estado de nuestro hermano.
—Por lo que viste, ¿estaba drogado? —Era una pregunta estúpida,
porque ambos sabíamos que Max jamás usó drogas, ni siquiera cuando
éramos adolescentes, pero tenía que preguntar.
—No, no había drogas, es solo... es como si su mente se hubiera
desviado completamente. Su cuerpo estaba allí, pero todo lo demás se
había ido. —Estaba tan abrumado que se tiró a la silla del hospital y se
cubrió la cara con las manos mientras sacudía la cabeza de un lado a otro,
como si eso borrara su recuerdo de lo que había tenido que presenciar la
noche anterior. Me paré junto a él y le froté el pelo. Odiaba cuando lo
hacía, pero le hablé con toda la confianza que pude reunir.
—Oye, lo arreglaremos... Él es nuestro hermano y no dejaremos que
nada le suceda.
—Sí, está bien, hombre. Lo que digas. —No estaba convencido y
francamente, yo tampoco.

***

Llegué a la habitación de Clover justo a tiempo para ver a quienes


asumí eran sus padres saliendo tomados del brazo. Parecían cansados y
preocupados por su hija, y yo no podía culparlos. Si esa fuera mi hija
tumbada en una cama de hospital con una herida de bala, ahora estaría
subiéndome por las malditas paredes. Quería presentarme, pero por la
mirada en la cara de su madre, supe que no era necesario. Ella sonreía de
oreja a oreja y me sacudió la mierda abrazándome con un abrazo, con
cuidado de no apretar mi brazo lesionado.
—Oh, Range, estoy tan feliz de que finalmente te hayan dado el alta.
Clover se ha vuelto loca de preocupación y se muere de ganas de verte
con sus propios ojos.
—Señora, es bueno finalmente conocerlos a ambos. Ojalá fuera en
mejores circunstancias.
—Tonterías, hijo. Me alegro de que los dos hayan salido vivos. —Su
padre me dio un firme apretón de manos y una palmadita en la espalda.
Estaba claro que estas dos personas amaban a su hija y su felicidad era lo
más importante para ellos.
—Tu amigo Julian estuvo aquí antes para verla, así que salimos para
darles un poco de privacidad. Dijo que quería helado, así que iremos a
conseguirlo. ¿Quieres que te traigamos algo también?
Traté de no dejar que mi expresión de ira se mostrara ante la
mención de ese hijo de puta de Julian, así que simplemente sacudí la
cabeza ante la oferta de helado y les deseé que estuvieran bien hasta que
regresaran. Si hubiese intentado decirles algo más en ese momento, me
habría salido como un maníaco de mierda, completo con todas y cada
una de las palabras asquerosas en mi arsenal. Respiré profundamente para
mantenerme calmado y abrí la puerta de la habitación de Clover. Bajo las
sábanas blancas parecía tan pequeña y frágil mientras dormía de cara a
la puerta. Odiaba despertarla, pero la necesidad de tenerla en mis brazos
era demasiado fuerte para ignorarla. Me arrastré dentro de la habitación y
me senté cuidadosamente junto a ella en la cama. Tomé su diminuta
mano en la mía mientras la veía dormir profundamente. Tenía un vendaje
en la frente y podía ver los restos de un vendaje más grande en su pecho,
cubriendo la herida de bala. Solo el pensamiento de que ella fuera herida
me hizo querer matar a ese cabrón de nuevo. Me tensé y
accidentalmente apreté la mano que estaba sosteniendo, haciendo que
Clover se despertara y abriera los ojos. Se veía tan hermosa, me dolía el
pecho de sólo mirarla.
—Oye, caramelito... Te extrañé tanto. —La besé suavemente en los
labios mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus pálidas mejillas—.
No llores, cariño. Estoy bien y estoy aquí contigo. Nunca te dejaré de
nuevo.
—Oh, Range. Estaba tan asustada. Pensé que todos íbamos a morir.
Si Buck no hubiera disparado a ese hombre...
—Shhh, todo ha terminado ahora, nena. Te tengo y nunca te dejaré
ir. —Utilicé el pulgar de mi mano sana para limpiar sus lágrimas mientras
ella inclinó su cara y la sostuve allí. Jesucristo, ella todavía olía como
caramelo y mi estúpida polla se puso dura con el pensamiento.
Abajo, hija de puta, este no es el momento ni el lugar.
—Julian vino a visitarme antes de que saliera de la ciudad. —Me
sintió estremecer y agarró mi muñeca para no alejarme.
—Range, por favor, sé que estás enojado, pero lo que pasó no fue su
culpa.
—¡A la mierda que no lo fue! ¡Si no hubiera venido a la ciudad con
sus mierdas, disparando a ventanas y mierda, Buck todavía estaría vivo y tú
no estarías tumbada en esta maldita cama de hospital! —No quise gritarle,
pero ella tenía ni idea de lo que estaba pasando, y me negaba a dejarla
creer que Craze/Julian era la víctima.
—¿De qué estás hablando? Fue un robo, Range. No tenía nada que
ver con Julian. —Tuve la más extraña gana de reír cuando ella hizo esa
declaración. Era tan ingenua y confiaba en todo el mundo, incluso en
aquellos que no merecían su confianza. ¿Realmente quería ser el que
rompiera su corazón al confesarle que si Craze no hubiera venido a la
ciudad no habríamos estado buscando su trasero y despertado a ese
maldito motociclista hasta que nos dijo dónde encontrarlo? ¿Podría ser yo
quien le dijera que le pateé el trasero mientras trataba de convencerlo de
que hablara, haciéndolo buscar represalias contra nosotros? ¿Era lo
suficientemente fuerte para decirle que no hubo ningún robo y que era mi
culpa que Buck estuviera muerto? Mientras miraba sus hermosos ojos que
me rogaban que no culpara a su amigo por lo que pasó, supe que no era
lo suficientemente fuerte para ser honesto. Así que tomé la salida del
cobarde y juré que nunca descubriría cómo la dejé caer, cómo la
habíamos decepcionado.
—Tienes razón, nena. Lo siento. Solo fue un robo. Supongo que
todavía estoy un poco enojado con él, porque quería follarte, es todo.
—Oh Dios, Range. Él no quería follarme. —Ella tenía una sonrisa tonta
en su cara que no pude dejar de devolverle.
—Bebé, lo quería. Solo admítelo.
—De acuerdo, tal vez sí, pero solo somos amigos y te amo, así que no
tienes nada de qué preocuparte.
—Por supuesto que jodidamente me amas y yo te amo a ti,
caramelito.
Traducido por addictedread // Corregido por Bella’

Clover
Una semana después…

R
ange nunca dejó mi lado todo el tiempo que estuve atrapada
en ese hospital olvidado de la mano de Dios. Le dijo a las
enfermeras y a los doctores que le trajeran una almohada y
que nos dejaran jodidamente solos; sus palabras, no las mías. Durmió en
esa silla dura como el infierno, sosteniendo mi mano hasta que fui liberada
cuatro días después. Shelly se negó rotundamente a estar en la misma
habitación con él, todavía poniendo culpa donde no había ninguna. Dijo
que nunca lo perdonaría por no protegerme, pero sus problemas tendrían
que ser puestos en segundo plano por ahora. Otras cosas, más
apremiantes, capturaban toda mi concentración y energía.
Los días siguientes a mi liberación del hospital fueron los días más
difíciles de mi vida. Range planeaba un pequeño servicio fúnebre para
Buck. Iba a ser enterrado al lado de su hijo en el Oak Lawn Cemetery.
Todos los chicos estuvieron de acuerdo en que no querían un servicio
exagerado, con un montón de personas que no sabían fingir estar tristes
porque él estaba muerto, así que una minoría privilegiada fue invitada;
seguido de una pequeña reunión para comer y beber en casa de Range.
Mi familia y yo llegamos a la iglesia, menos Shelly por supuesto, y nos
sentamos en la banca al lado de los Fosters. La culpa acribillando sus
rostros. La Señora Foster consideró cerrar la tienda después de los
acontecimientos del tiroteo, diciendo que si hubieran estado allí, nada de
esto habría sucedido. Le aseguré que la comunidad sentiría una pérdida
más fuerte con el cierre de su negocio, el que había existido por más de
veinte años, y cerrarlo no era una manera de honrar a las víctimas. Tomó
mucho persuadirla, pero finalmente estuvo de acuerdo, aunque en mi
corazón sabía que nunca sería capaz de seguir trabajando ahí.
Miré alrededor de la pequeña iglesia y vi a Sebastian y Max al frente,
sentados directamente delante del negro ataúd que era el último lugar de
descanso de Buck. Sentado junto a ellos había un hombre con uniforme
militar, con una boina y varios metales adornando su pecho. Me
preguntaba quién era él hasta que con una rápida mirada a mi derecha
aterricé mis ojos en esa jodida perra de Marci, quien lucía como una
fulana en su vestido negro demasiado pequeño, exagerado maquillaje y
zapatos de prostituta que eran demasiado altos para usar en un funeral.
Me atrapó mirándola, frunció los labios y me sopló un beso, haciendo que
mi estómago instantáneamente rodara con náuseas antes de que ella se
diera la vuelta y esperara a que el servicio comenzara. Uno de estos días,
iba a estrangular a esa perra hasta que ruegue que me detenga.
Desafortunadamente, hoy no era el día. Fox se sentó solo en la parte de
atrás de la iglesia, completamente separado del resto del grupo y
evidentemente afectado, a juzgar por el estoico aspecto en su rostro y los
ojos vidriosos que intentó cubrir con lentes de sol.
Range entró desde el fondo de la iglesia, seguido por el pastor, listo
para comenzar el servicio. Subió al podio, usando un habitual traje negro
con corbata a juego. Tenía el pelo recogido en una cola de caballo,
revelando su perfecta cara. Aclaró su garganta y comenzó:
—Quiero agradecerles a todos por venir aquí hoy para honrar la vida
de Buck Calhoun. Buck era un hombre de pocas palabras. Las acciones,
decía, hacen al hombre, no sus palabras. A menudo decía: Nunca confíes
en un hombre que habla mucho, significa que está lleno de mierda. —
Range se giró y miró al pastor como diciendo, ‘Lo siento, mi culpa’ y
continuó—. Buck no querría que perdiera mucho tiempo aquí, hablando
de él como si fuera un santo. No lo era, estaba lejos de serlo, pero fue un
padre, un amigo y un confidente. Buck era un hombre de palabra. Si lo
decía, lo decía en serio. Su lealtad a sus chicos nunca fue cuestionada.
Nos amó, nos cuidó y en su último aliento nos protegió. —Range estaba tan
emocionado que tuvo que alejarse del podio para recomponerse antes
de poder continuar. Yo estaba tan afectada por sus emociones, que sentía
que había conocido personalmente a este maravilloso hombre al que él
llamó amigo. Me dolía tanto saber que nada podría quitar su dolor y que
solamente el tiempo sanaría esa profunda herida en su corazón. Tenía que
permanecer fuerte para él, así como para el resto de los chicos. Ellos me
necesitarían dentro de poco y yo les daría mi fuerza para verlos al otro
lado del dolor.
—Voy a extrañar a Buck cada día de mi vida, pero él vive en todos
nosotros. Nos enseñó a ser hombres. Honraré su memoria y seré el hombre
que siempre quiso que fuera y viviré sabiendo que yo era su chico.
Terminó con un corto movimiento de cabeza, señalando a los otros
para que se levantaran de sus asientos y llevaran el ataúd de Buck al
coche fúnebre que esperaba para el último viaje a su lugar de descanso.

***

El viaje de regreso a la casa de Range fue silencioso, cada uno de


nosotros ocupados con nuestros propios pensamientos y reflexiones. Más
temprano en el día, las personas se habían detenido para rendir sus
respetos y dejar comida y bebidas, las que estaban dispuestas en la
cocina para que disfrutáramos. La comida era la última cosa en mi mente,
sin embargo, cuando asimilé las devastadas caras de los chicos de la
chatarrería, mi corazón se rompió por cada uno de ellos. Ashley se sentó al
lado de Sebastian en el sofá, sosteniendo su mano mientras él apoyaba la
cabeza en su hombro. Ella estaba hablando suavemente, dándole con
optimismo, las palabras de aliento que él necesitaba para sobrevivir el día
de hoy. Si alguien podía hacerlo, era Ashley. Range estaba hablando con
el hombre de uniforme, a quien me presentaron como Memory. Ese no era
su verdadero nombre, pero Range dijo que era su sigla de identificación
con los Marines. Él vivía con los chicos cuando estaba en casa de permiso.
Fue capaz de dejar su misión en órdenes especiales para asistir al funeral
de Buck, pero se iría al día siguiente, regresando a Irak.
Voy a la cocina por más platos, parando en seco en mi camino
cuando me encuentro con Marci sumida en sus rodillas delante de un
aturdido Max. Él ni siquiera está tratando de detenerla, y por la apariencia
de las cosas, a él no le importa lo que ella le está haciendo.
—¿Qué mierda estás haciendo, sucia puta? ¿En verdad piensas que
éste es el momento y el lugar para esta mierda? —le grité en un susurro,
mientras me ponía en la puerta con mis manos plantadas firmemente en
mis caderas.
—¿Por qué no te preocupas de tus propios asuntos, Clair? Él me
necesita ahora. ¿No puedes decir que esté triste? —Esa perra no sabría lo
que es la tristeza aunque la golpeara sobre sus tetas falsas. Max estaba
justo ahí como un zombi, mientras yo me preparaba para pelear con esta
chica por última vez.
—Lo que sé es que es mejor que levantes tu culo del suelo y te
largues de aquí antes de que te mate con mis propias manos.
—No iré a ninguna parte, perra. No eres dueña de esta casa.
—No, pero yo sí. Lárgate ahora. —Range fue testigo de su falta de
respeto y nos había interrumpido justo a tiempo. Marci, actuando como la
reina extrema del drama que era, se puso de pie, arregló su falda y sacó
airadamente su trasero por la puerta de atrás hacia su coche, dejándonos
a nosotros tres para limpiar su desastre. Me paré frente a Max y le puse una
suave mano sobre su mejilla esperando obtener una respuesta de él, pero
no sirvió. Lo habíamos perdido.
—Max, ¿por qué no comes algo? Puede hacer que te sientas mejor.
—Nada me hará sentir mejor, Clover. Nada —contestó él.
—Max, por favor háblanos. ¿Qué podemos hacer? —Miró a Range y
luego de regreso a mí, y nos dejó rápidamente a los dos en la cocina.
—Ven aquí, nena. Necesito abrazarte. —Envolví mis brazos alrededor
de la cintura de Range, mientras él me sostenía cerca en sus fuertes brazos,
inhalándome. Deseaba poder quitarle su tristeza con mi toque, pero esa
era una noción ridícula de una niña ingenua. Él necesitaría algo más que
un simple abrazo para ayudarlo a conseguir eso, necesitaría a sus
hermanos y mi amor como su ancla en esta tormenta.
Traducido por Myr62 // Corregido por LarochzCR

Range
2 meses más tarde…

—T
e lo digo, hombre, es verdad... Michael Douglas lo dijo
y yo lo creo. Protagonizó “Wall Street”, por amor a
Dios. ―Sebastian estuvo de visita en el depósito por
tercera vez esta semana, escupiendo un poco de mierda que había
escuchado en la televisión. Desde que Buck había muerto, parecía
haberse vuelto aún más dramático, si eso fuese posible.
―¿De qué estás hablando, Sebastian? ―habló Clover desde su
escritorio en la oficina cuando entramos por la puerta desde afuera.
Nunca volvió a Foster’s después del tiroteo, simplemente no podía ir a
trabajar allí más, así que su hermana Ashley tomó su lugar. Era un
ganar/ganar para todos, ya que necesitaba un gerente de oficina y ella
necesitaba un trabajo. Me encantaba tenerla conmigo todo el día, todos
los días, y me dio una buena excusa para vigilarla y mantenerla a salvo.
―Um, no es nada, Clove, algo que oí en la televisión. ―Sí, no quiso
contarle más de su tonta mierda, ya que ella había sido testigo presencial
de su dramático culo, cada vez que él venía.
―Ah, vamos, Sebastián. Me puedes decir. No me voy a reír. ―Mi bebé
no sabía cuándo renunciar, y confía en mí. Necesitaba renunciar a este.
―Um... ―Sebastián estaba rojo remolacha por todas partes, así que
decidí sacarlo de su miseria y esperando que él viera lo completamente
ridículo que estaba siendo.
―Michael Douglas dijo que tenía cáncer de garganta de comer
coño, y este culo tonto lo cree. ¿Le dirás que no hay nada malo con una
buena maratón de comida, bebé? ―Clover no lo consiguió, treinta
segundos antes de que estuviera tumbada en el suelo, riendo tan fuerte
que no podía recuperar el aliento. Estaba dando vueltas, señalando a
Sebastian y golpeando sus manos en el suelo, todo mientras trataba de
conseguir su mierda junta lo suficiente como para responder. Fue tan
bueno ver a mi bebé riéndose como en los viejos tiempos. Yo no podía
ayudar, sino participar. Había pasado tanto tiempo desde que ninguno de
los dos tenía algo por lo que estar feliz, y esto era justo lo que
necesitábamos.
―Lo que sea, chicos. Estoy fuera de aquí. ―Nos reímos mucho
después de que Sebastian saliera de la oficina, finalmente se tranquilizó
pasados más o menos veinte minutos. Clover tenía lágrimas felices
corriendo por su cara y su cabello era un desorden de enredos y cabellos
sueltos, pero ella era la chica más hermosa del mundo para mí. El súbito
cambio en la atmósfera la hizo jadear cuando contempló mi mirada
caliente y mi furiosa erección. No fue difícil averiguar cuál sería mi próximo
paso. Me acerqué a su escritorio con nada en mi mente, excepto el
impulso de probarla en mi lengua. Toda esta charla de comer coño me
tenía al borde de explotar en mis pantalones sino llegaba a ella y rápido.
―Creo que debemos poner a prueba esta teoría sobre comer coño,
caramelito. ¿Qué dices?
―Um... ¿qué tienes en mente?― Su rostro estaba enrojecido por la
risa o el repentino calor que emanaba de nuestros cuerpos. Su respiración
superficial era mi señal de que sabía exactamente lo que tenía en mente.
La levanté de sus pies, haciéndola chillar por la sorpresa, y la dejé en el
escritorio, como un buffet chino. Tenía una pequeña lindura a lunares
debajo de su falda de negocios que sólo me cabreaba, ya que era el
obstáculo entre mi fiesta y yo; pasé dos dedos debajo de la cintura y tiré
de esa pequeña tira de tela, luego la lancé sobre mi hombro.
―Eres tan jodidamente hermosa, cariño. No puedo esperar para
probarte. ―Clover alzó las caderas de la mesa como si dijera: “Hazlo,
idiota”, y no la dejé esperar. Ataqué su coño como si estuviera en el
corredor de la muerte y esta fuera mi última comida. Clover estaba
jadeando y gimiendo tan fuerte que cualquiera hubiera pensado que la
estaba matando en vez de complacerla. Agarró mi cabello y tiró tan
fuerte que asumí que mi cuero cabelludo estaba sangrando. Cerró sus
rodillas alrededor de mis oídos, y supe que mi bebé estaba acabando,
cuando apretó fuerte y gritó mi nombre. Era el sonido más dulce del
mundo, y me encantaba hacer que los hiciera.
―Santa mierda, Range. Eso fue increíble. ―Le besé en la boca con
fuerza, sabiendo que aún podía saborearse en mis labios, y gimió cuando
se balanceó y envolvió sus piernas alrededor de mi cintura. Amo a esta
mujer con todo mi corazón y agradezco a Dios todos los días por traerla a
mi vida. Si no fuera por una pequeña araña, nunca habría conocido la
felicidad como la que sentía ahora.
―Tengo que volver al trabajo, nena, pero más tarde esta noche,
veremos si podemos hacer cabezazos de esta mierda de Michael Douglas.
―La oí reír mientras me dirigía hacia la puerta cuando algo en mi pecho
me hizo detenerme.
―Te amo, caramelito.
―Y yo te amo, Range Reardon.
Traducido por ZombieQueen // Corregido por LarochzCR

Clover

D
esearía poder decir que todo volvió a la normalidad con los
chicos. Tristemente, no lo hizo, al menos no para todos. El
tiempo hizo poco para curar el dolor de los chicos por la
pérdida de Buck. Encontraría muchas veces a Range con la vista perdida,
sumido en sus pensamientos y recuerdos de tiempos más felices en el
depósito de chatarra. Sebastian siguió visitándonos seguido, lo que no fue
extraño considerando que hizo negocios con Range. Lo que sí era extraño
era que parecía no hacer otra cosa. Nunca salía, al menos por lo que
sabía, aunque en secreto deseaba que él y Ashley se conectaran y fueran
algo. Simplemente no parecía interesado en hacer nada.
Range trabajó el doble de duro que antes, dividiendo su tiempo
entre el depósito, la lavandería y yo, por supuesto. Lo persuadí para que
bajara el ritmo antes de que lo consumiera, pero me encontré con un
resonante “de ninguna puta manera” cada vez que lo mencioné. No
quería fallar, dijo. Los chicos dependían de él para tener un lugar que
llamar “casa”. Le prometió a Buck que lo protegería y jamás faltaba a su
palabra.
Maxwell era como un tren; la mayoría de los días, él y Range apenas
hablaban. Todos estábamos preocupados por él, pero mientras más
presionábamos, más se desvanecía y desaparecía por días sin decir una
palabra. Sentía como que lo estábamos perdiendo en la oscuridad, pero
Range aún tenía la esperanza de que su hermano regresara para poder
ser una familia de nuevo.
Por mi parte, puedo decir que era verdaderamente feliz por primera
vez en mi vida. Me mudé con Range y los chicos, para gran consternación
de Shelly. Después de todo este tiempo, todavía no podía dejarlo ir. No
hizo ninguna diferencia en mi decisión de mudarme. Amaba a Range y
necesitaba estar con él tanto como pudiera. Jamás quería volver a dormir
sin Range, protegiéndome. Después de todo lo que pasó, pensé que él
también me necesitaba. Saber que estaba a salvo y en sus brazos era la
única manera de poder dormir profundamente. Esta era nuestra vida
ahora, y no la cambiaría por nada en el mundo. Bueno... excepto tal vez
un perro guardián en lugar de un gato guardián. Así es. Nos convertimos en
los nuevos padres de Pussy, y ella encajaba bien, convirtiéndose en la
mascota del depósito y siendo un dolor en el culo.
Sip, amaba mi vida.

Fin.
The Scrapyard Man.
Sebastian.
Dramático. Súper sensible. Emocional.
Se lo que dicen sobre mí. Pero no me importa una
mierda. Buck me enseñó a jamás avergonzarme de quien
soy, jamás ocultar mi verdadera naturaleza y sería
respetado por eso. Mi amabilidad a veces es confundida
con debilidad. Lo uso a mi favor. Mi madre y tía Enid me
confiaron su cuidado, incluso cuando no me ven como un
hombre capaz, uno que puede cuidar de sí mismo. Están
equivocados. Buck fue la única persona que vio mi
verdadera naturaleza y la aprovechó para maximizar mis fuerzas y afinar mis
facultades. Conocía al verdadero yo, de lo que soy capaz. Pero ahora se ha
ido, y me quedé buscando a alguien que creyera en mí.
Ashley
¡Qué diferencia pueden hacer unos meses! Mi hermana Clover
encontró el amor de su vida en Range. No podría ser más feliz por ellos. Los
hombres que viven en Buck’s Junkyard se han convertido en mi segunda
familia, mis hermanos. Pero quiero más de uno de ellos. Es dulce y amable,
quizás demasiado amable para darme lo que necesito, pero nuestro
vínculo de amistad es sólido. Anhelo una bestia salvaje que pueda llevar a
mi cuerpo a alturas desconocidas y nunca me deje caer, no a un tímido
preocupón que tiene miedo de tomar lo que quiere. Quiero que mi héroe
sea algo más que un sándwich, aunque tenga que obligarlo a hacer el
movimiento que ambos deseamos.
Al ayudar a Sebastian a superar la pérdida de la única figura
paterna que ha conocido, Ashley llama la atención de un peligroso y
desviado enemigo que quiere tenerla por sí mismo. Con la vida de sus
mujeres en juego, Sebastian y los otros chicos de Junkyard apartan sus
diferencias y luchan juntos para salvar a las mujeres que aman.
S.H. Richardson vive en Virginia Beach con su esposo de hace 20
años y sus dos hijos de 18 y 24. Se graduó de la Universidad Estatal de
Nueva York con un título de grado en Justicia criminal y uno menor en
Sociología. Tiene 5 perros y ama dar largos paseos por la playa, leer
novelas románticas y viajar.

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