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Laramie Briscoe
(Blizzard Bluff 01)
1
Sinopsis
Si te gustan las novelas navideñas con mucho vapor,
Blizzard Bluff es tu serie.
Holly Wreath
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Para mi tía Shari, que me preguntó si este libro sería demasiado
sucio para ella. Le aseguré que no, ¡y espero que lo disfrute!
XOXO
Laramie
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Capítulo 1
Holly
Y no puedo esperar.
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Espero, con el corazón latiéndome en el pecho y el estómago
revuelto por la emoción. Sonrío tanto que me duelen las mejillas.
Pero entonces la pausa se prolonga mucho más de lo necesario.
¿Esos ojos que siempre me han mirado con tanta calidez?
De repente ya no lo hacen.
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Entonces me doy cuenta de que estamos ante un público.
Nuestros seres más queridos están viendo cómo el resto de mi
vida implosiona delante de mí.
¿Y lo peor?
Nunca lo vi venir.
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—¿Por qué no lo hiciste? —pregunto, con la voz quebrada.
—Yo no te habría hecho esto. —Finalmente, las lágrimas se
abren paso hasta mis ojos. Se me cierra la garganta. Mi
respiración se acelera, al igual que un ataque de pánico.
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Intentando deshacerme del estigma de pueblo pequeño de
EE.UU., del acento que me atormentó los primeros años y de
cómo veía todo en el nuevo gran mundo. Aunque me
entusiasmaba estar en una gran ciudad y vivir lo que yo
consideraba mi nueva vida, al mismo tiempo tenía miedo. Temía
haber tomado la decisión equivocada.
—Holly, lo siento.
—Holl —intenta.
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—No, no quiero volver a hablar contigo.
Lejos de todo.
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—No se preocupe por el importe —dice el taxista cuando
llegamos a mi edificio.
—Él está loco —dice el tipo. —Sea quien sea, está loco.
Notificación de despido.
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Esos desgraciados me han despedido en el que iba a ser el
día de mi boda/luna de miel. Deslizándome por la puerta, caigo
desplomada. No sé cómo el día que iba a ser el más feliz de mi
vida se ha convertido en esto.
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Capítulo 2
Holly
Hasta ahora.
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—Pronto será Navidad y estoy preocupado por ti.
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—Buena suerte —consigo decir con la garganta apretada.
—Espero ser la última de los empleados de los que quieren
deshacerse. Si no, serás el siguiente en la guillotina.
Abandonada en el altar.
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el valor de abandonar lo que una vez pensé que era una vida
perfecta.
***
—Cántalo, Adele. —Levanto la mano a mi público de
mentira, exponiendo todos mis problemas. Esperando como un
infierno que la letra de la canción sea cierta. Que encontraré a
alguien algún día porque ahora mismo, el amor no perdura, es
jodidamente doloroso.
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Las que pude empacar antes de dejar el apartamento que
compartía con mi ex prometido. Se mudará con su nueva
prometida la semana que viene. Lo supe minutos antes de salir
de Boston. Eso sí que fue darme una paliza.
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Esta noche, decido que contaré mis bendiciones no sólo por
poder verla de nuevo, sino porque soy lo suficientemente mayor
para darme cuenta de lo importante que es este tesoro.
Es decir, viajar.
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Viajar era una de las cosas que quería hacer, algo que mis
padres nunca pudieron permitirse. Regresaba de las vacaciones
de verano. Todo el mundo hablaba de sus viajes al Gran Cañón
o a Disney. Era otro momento de mi vida en el que parecía que
me habían dejado de lado.
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Inhalo y dejo que la decepción me invada, pero al mismo
tiempo tenso el labio inferior. Ya he llorado bastante por el que
no debe ser nombrado.
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Capítulo 3
Lucas
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demás, que sabía sacar unas horas de mi carga de trabajo,
estaría preguntando. Pero las cosas han cambiado, y ya no soy
la misma persona de antes. —Sí, te avisaré si hay que hacer
reparaciones.
—Eres el mejor.
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Para que quede claro, nunca diré que no a la comida de mi
madre. —Ya voy, déjame guardar mis herramientas.
Esto duele.
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Una vez dentro, me quito el pesado abrigo y me quito las
botas. Tengo que preguntar, si no, no podré vivir conmigo
mismo. Desde que murió, me he dado cuenta de que soy mucho
más directo. Atrás ha quedado la forma juguetona con la que
solía hablar a los demás antes. Ahora prefiero ir al grano, ya no
creo en perder el tiempo, puesto que no sabemos en absoluto
cuánto nos queda. Me dirijo a la cocina y hago un gesto con la
cabeza hacia la silla de papá. —¿Has decidido cambiar algunas
cosas?
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Dos preadolescentes van a necesitar mucho espacio para
moverse.
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Por la piel de mis jodidos dientes1. Así es como hago que
todo funcione. Con un presupuesto mínimo y por la gracia de
Dios. Ella no sabe nada de eso, hago que parezca que las cosas
van como la seda. Está tan lejos de eso, que bien podríamos
estar en la órbita exterior de la tierra. —Gracias, sólo hago lo
que puedo.
1 Es una forma de decir que lo consiguió por los pelos, con mucha suerte.
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que le he estado ocultando. Cómo me he encerrado en mí mismo
en los últimos seis meses, y lo último que quiero es que se
preocupe por mí, pero a veces me preocupo yo mismo.
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Capítulo 4
Holly
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mi parte, y debería haber aceptado cualquier apoyo que
estuvieran dispuestos a darme. Sin embargo, he tenido que
arreglármelas sola, y he hecho todo lo que he podido para salir
adelante.
¿Y ahora?
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Mi corazón se calienta y mi estómago gruñe. Saben
exactamente qué hacer para mejorar las cosas. —Vamos.
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Y realmente, en el gran esquema de las cosas, no fue
mucho. Miembro del equipo de animadoras, ayudante del
equipo de hockey y cualquier cosa que me impidiera estar en
casa. Porque lo único que quería era estar con Lucas.
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Mis sueños y esperanzas eran más grandes. En mi mente,
eran mejores. Incluso si tenía que renunciar a lo que había sido
el amor de mi joven vida.
***
—Esto está bueno —gimo, dando un mordisco al chili y al
pan de maíz que mi padre me ha puesto delante. —Hacía
demasiado tiempo que no comía así.
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del todo sincera conmigo. Sé que él pensaba que estábamos por
debajo de él, que nuestro hogar no estaba a su altura y que
Blizzard Bluff no era donde se veía a sí mismo en el futuro. Si
era lo que te hacía feliz entonces estábamos dispuestos a lidiar
con ello. Lo que hiciera falta, pero ahora que sabemos que no
era el hombre que creías que era, el hombre que creíamos que
era, nos alegramos mucho de que hayas vuelto a casa.
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casa para Navidad —me apresuro a tranquilizarlos. —Sólo
necesito algo de tiempo a solas, en un lugar en el que pueda
sentirme cómoda, sin expectativas de ser fuerte. Necesito
derrumbarme.
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Capítulo 5
Lucas
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El cansancio que parece impregnar cada parte de mi día.
Me estoy ahogando bajo la presión de mantener unida a mi
familia. O quizá sea depresión.
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Gruño al ver el nombre de la persona en el identificador de
llamadas y me debato entre no contestar, pero seguirá
llamándome hasta que lo haga.
Mierda. —Define mal herido. —Me paso los dedos por el pelo
con la agitación que ha impregnado cada parte de mí durante
demasiado tiempo.
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tendrás trabajo aquí cuando te mejores y puedas volver a
trabajar.
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—Mi única preocupación era que no pudieras guardarme el
trabajo —admite suavemente. —Ya hay mucho que hacer sin
mucha ayuda.
—De nada.
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en los hombros, sigo con mi rutina matutina, deseando que este
día pase jodidamente más rápido de lo que siento que pasará.
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Capítulo 6
Holly
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—Me envió un mensaje esta mañana diciendo que la
persona de mantenimiento estaría allí hoy. Él también está
intentando huir de la tormenta.
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Y empiezo a preguntarme si de verdad fue perder al hombre
con el que creía que me iba a casar, o si se trata más bien de la
vergüenza. La verdad es que cuanto más me alejo del hombre
que creía que era, empiezo a entender que tal vez estaba
totalmente cegada. Completamente cegada por lo que yo quería
que fuera, y no dispuesta a verlo por lo que realmente era. —
Escucho lo que dicen; créanme, lo hago. Estaré bien. La única
que puede detenerme soy yo misma, y me niego a dejar que esto
me quiebre. Necesitaré un poco para averiguar qué voy a hacer
de aquí en adelante, pero voy a estar bien.
***
El camino a la cabaña es más relajante de lo que pensaba.
Tenía la idea preconcebida de que me pasaría los cuarenta y
cinco minutos intentando averiguar qué había hecho mal en mi
vida. En cambio, cuanto más me alejo de Blizzard Bluff, más
ligera me siento. Como si haber venido hasta aquí desde Boston
no me hubiera levantado mucho el ánimo. Sin embargo, al
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conducir por la carretera montañosa, a mayor altitud, la tensión
de mi cuello y espalda desaparece.
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la maleta es como entrar en otro mundo. Es casi toda la ropa
que me habría llevado a mi luna de miel, incluida la lencería.
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Capítulo 7
Lucas
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Entonces me viene a la cabeza una conversación.
—¿Lucas?
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Está tan hermosa como la recuerdo. Larga melena rubia y
unos ojos azules que siempre fueron capaces de ver
directamente hasta mi alma.
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él. —Esas palabras son la mayor mentira que me he dicho
nunca. No hay forma de que jamás descubra cómo
desenvolverme en la vida sin él a mi lado.
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Capítulo 8
Holly
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Sus hombros son anchos y lo que en la mayoría de los
hombres serían unos vaqueros holgados, en él no lo son.
Muestran los músculos de sus muslos.
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—No. —Lo rozo al pasar por su lado, saco el negligé de la
cama y lo meto en un cajón. —Es algo que compré para mi luna
de miel. Pensaba quemarlo en la chimenea más tarde.
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tenemos que encontrar la manera de afrontarla. A veces es fácil,
otras veces es complicado. De cualquier forma, no importa;
tienes que seguir adelante. Si puedes hacerlo, lo que sea que te
esté agobiando terminará por soltarse.
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Capítulo 9
Lucas
La tormenta se ha acercado.
—No puedes salir con eso. —Se abraza el estómago con los
brazos. —Tienes que quedarte aquí.
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Antes, antes de saber que era ella quien estaba en esta
cabaña, había estado preocupado por quedarme atrapado por la
nieve. Pensaba una y otra vez en todo el trabajo que me perdería.
¿Ahora, sabiendo que es ella? Me parece la mejor idea del
mundo. —¿Estás segura de que no es un problema?
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Nunca he sido el tipo de persona que cree en el destino ni
en todas esas tonterías, pero me pregunto si ella tiene razón.
Toda la energía ansiosa que ha fluido por mi cuerpo en los
últimos meses ha desaparecido. En este momento me siento
como en casa y ansío seguir sintiéndome así. No quiero irme y
volver a la locura que ha sido mi vida desde que murió papá.
Quiero esta familiaridad, esta paz.
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Capítulo 10
Holly
—¿Cuál es?
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pero fui a ver a mi madre y le dije que tenía que aprender a
cocinar.
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Nos quedamos callados un minuto, ninguno de los dos
sabiendo qué decir. Él rompe el silencio.
—No lo sé.
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***
Lucas
Sentarse alrededor de la chimenea y comer pizza es un viaje
a otra época. Una en la que las cosas eran sencillas y no había
tantos sinsabores en mi mundo. —¿Te acuerdas de aquella
noche que fuimos a escondidas con cervezas a acampar? —
Sonrío al recordar que ella se emborrachó mucho más que yo.
Los dos tuvimos que mentir a nuestros padres y acampar para
que se nos pasara la borrachera, pero también fue la primera
noche que tuvimos sexo sin inhibiciones.
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—Ya está. —Saca el cuenco de hierro fundido del fuego. —
Ten cuidado porque está caliente.
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Capítulo 11
Holly
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Suspira. —Papá enfermó.
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—Lo siento —vuelvo a decir, inclinándome para volver a
unir nuestros labios.
***
Lucas
Los dos no decimos nada mientras nos subo al sofá, apoyo
la espalda en los mullidos almohadones y me pongo cómodo,
apoyando los pies en el suelo y abriendo las rodillas.
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Me inclino hacia delante y beso su punto de pulso,
chupando la piel y mordisqueándola ligeramente con los dientes
antes de pasar la lengua por el escozor. Ella gime, me aprieta
los hombros con los dedos y rechina las caderas contra mí. Ya
estoy duro, pero esta noche lo ignoro. Esta noche quiero la
provocación.
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—Dios, Luke. —Aparta sus labios de los míos, gimiendo
mientras entierra su cabeza en mi cuello. —Estoy tan mojada,
tan caliente, que eso casi hace que me corra.
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No sabe que aún no he terminado con ella. Bajo la mano
por su cuerpo y le acaricio el clítoris con el pulgar antes de
hundir lentamente dos dedos en su calor húmedo.
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Holly me dedica la sonrisa más sexy que he visto en mi vida,
agarra mi mano libre y la empuja entre sus muslos,
humedeciéndola con la evidencia de su buen rato. Gimo
mientras lo hace, sin dejar de meter y sacar mis dedos. Aparta
mi mano y usa la suya para envolver la mía alrededor de mi
polla. Está dura, y la punta ya está húmeda y mojada por la
cantidad de pre-semen que ha dejado una mancha húmeda en
los bóxer que puedo ver en el sofá a mi derecha. No hago nada
de preliminares. Normalmente, me gusta provocarme un poco,
trabajar la cabeza con la palma de la mano y ponerla a punto.
Esta noche ya estoy ahí.
—Justo ahí —me dice, y sus manos suben hasta sus tetas,
sus dedos rodeando sus duros pezones, tirando de las puntas.
Tiene la cara sonrojada, el labio inferior entre los dientes y los
tendones del cuello tensos mientras echa la cabeza hacia atrás,
dejando que su pelo roce mis muslos.
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Pasan unos segundos hasta que siento cómo se corre contra
mi mano, cómo gotea sobre mi palma. Y eso es todo. No puedo
aguantar más la provocación y bombeo mi miembro con tanta
fuerza que es lo único que oigo en la habitación. Entonces lo
siento.
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Capítulo 12
Lucas
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—¿Qué pasó? —pregunta, inclinándose para tomar mi
mano entre las suyas.
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Exhala un suspiro. —Ojalá pudiera decir que te equivocas,
y que siempre habrías tenido un lugar en mi vida, pero tienes
razón. Estaba tan ocupada intentando ser alguien que no soy.
Me perdí, y en los últimos días he empezado a encontrar quién
soy de nuevo. No es de la forma que siempre imaginé que sería,
pero está cerca.
—Así que esto es lo que tengo que decirte. —Enfoco mis ojos
en los suyos. —Lo que necesito es una compañera. Alguien que
quiera hacer su vida conmigo, que quiera ayudarme con el
negocio y que no le importe si llego tarde a cenar. No sólo me
mantengo a mí mismo, sino también a mi madre, y eso significa
mucho para mí. Tengo algunos chicos que me ayudan de vez en
cuando, pero la mayor parte del trabajo lo hago yo mismo.
Necesito a alguien que esté dispuesto a entrar ahí y ayudarme.
Ya sea llevando la contabilidad, sujetando una escalera,
reclamando pagos o consiguiéndome trabajadores fijos. Ya no
puedo hacerlo todo yo solo —admito. —Y luego necesito que esa
misma persona esté a mi lado cuando me acuesto por la noche.
Necesito que me deje acercarme y enterrar la cabeza en su
cuello, que me deje apoyarme en ella cuando las cosas se
pongan difíciles, y que me deje abrazarla cuando se desmorone.
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Ella aprovecha ese momento para hacer lo que le he dicho,
apoyando su cabeza en mi hombro. —¿Quieres que sea esa
persona para ti, Luke?
Odio ser yo quien ha hecho que sea así, pero para salvarme
tengo que poner límites. Unos que no tenía cuando era
adolescente.
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Capítulo 13
Holly
Día de Navidad
Fue bueno.
Realmente bueno.
¿Y lo mejor?
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haría feliz a largo plazo, y sólo me dio una gran cantidad de dolor
de corazón y de no haber alcanzado todo mi potencial.
Sigo sin saber qué voy a hacer con mi vida, pero sospecho
que siempre ha sido el caso.
Por otra parte, tal vez mis sueños no eran lo que yo pensaba
que eran. Tal vez habían estado esperando para mostrarme que
estaba equivocada. Que necesitaba volver al principio para
descubrir quién soy realmente.
—¿Adónde vas?
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—Ya era hora —murmura papá desde donde está sentado a
la mesa de la cocina. —Cuando termines, tráelo. Aunque no
tenga tanta hambre como para comer otra comida, puede comer
el postre con nosotros.
***
Me tiemblan las manos y las piernas mientras conduzco
hasta casa de los Fortner. Hace años que no voy a su casa, y la
última vez que estuve allí fue cuando Luke me dejó ir. Esta
noche espero crear un nuevo recuerdo. Uno mucho mejor.
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en lugar de contestar, me tomo un momento para admirar el
jersey oscuro que lleva, arremangado sobre los antebrazos.
Lleva la barba bien cortada y el pelo revuelto, como si se hubiera
pasado las manos por él esta mañana.
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Epilogo
Lucas
Un año después
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Si hay algo que he aprendido sobre la Holly adulta en el
último año, es que esas palabras son ciertas. —Oh créeme, soy
consciente, pero vas a tener que serlo durante unos minutos
más.
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Pero entonces apago el motor de la camioneta. Ella rebota
en su este. —Dios mío, ¿estamos realmente aquí? ¿Dónde sea
que estemos?
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Ninguno de mis días había sido bueno, no después de perder a
papá y tratar de mantenerlo todo en orden. Le mentía a todo el
mundo, diciéndoles que estaba bien, cuando no era así.
Sus ojos azules bailan con picardía. —Diría que sí sólo por
la cabaña, pero el hecho es que realmente amo al hombre que
está de rodillas frente a mí. Así que diré sí a todo.
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La multitud congregada ruge en señal de aprobación, al
igual que yo. Me levanto y la estrecho entre mis brazos antes de
hacernos girar en círculo. —Déjame que te ponga el anillo.
Fin
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Escena extra
Holly
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Hicimos las maletas a principios de semana y están ahí
apoyadas esperándonos, con la ropa que me voy a poner encima
para ir al hospital. —Puedo hacerlo —le aseguro. —Prepárate tú,
que tienes que estar despierto y llevarnos. Parece que anoche
nevó un poco más. —Veo la nieve fresca a través de la ventana
del piso de arriba. Agarro la ropa, me siento en la cama y espero
a que se me pase el dolor. Respirar como me enseñaron en clase
es importante, pero más difícil de lo que imaginaba. Lucas entra
corriendo en la habitación, completamente vestido.
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Echa la cabeza hacia atrás, riendo. —Créeme, creo que
nuestros padres estarán bien si no llegamos a la cena de
Navidad, pero dales un nieto.
***
Seis horas después, no estoy segura de que esto vaya a
completar nuestras vidas. Estoy muy cansada. —¿Cuándo
puedo pujar? —pregunto, pasándome la lengua por los labios
resecos.
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—Nos estamos preparando para eso —me asegura el
médico. —Estás a punto de pujar y estamos a punto de conocer
a tu hijo.
—Veo la cabeza...
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—Felicidades, su hijo está aquí.
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