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A ocho años del final de “Ser


Pilo Paga”:
Efectividad y consecuencias de
la implementación del programa
en la educación superior y en sus
beneficiarios
Eight years after the end of “Ser Pilo Paga”:
Effectiveness and consequences of the implementation of the program in education and in the
beneficiaries.

Lina Cuadrado Martínez, Juan Diego Lesmes, Jessica Daniela Tolosa, Angie Gaona
Vargas

Fecha de aprobación: 30 de octubre de 2023

Artículo de reflexión.
Resumen
El objetivo principal es establecer las implicaciones y efectividad a corto plazo del programa
“Ser Pilo Paga” en los estudiantes, y cómo afectó posteriormente a los beneficiarios.
Se realizará una metodología tipo mixta en la que se permitirá determinar mediante datos
medibles y experiencias la repercusión que tuvo el programa “Ser Pilo Paga” durante sus 3
años de implementación en la educación superior en Colombia. Utilizando una investigación
de tipo documental. Mora, A. y Múnera, L. (2019) y Londoño- Vélez et al. (2021) son los
autores principales que han investigado las consecuencias del programa después de su
finalización.
Se concluye que el programa en un principio cumple con su propósito, pero su
implementación incidió en problemáticas en la educación superior y en los beneficiarios.
Palabras clave: Educación, Universidad, Estudiantes, Recursos.

Introducción
En el año 2015 y, hasta el año 2018 durante el segundo período presidencial de Juan Manuel
Santos se implementó el programa “Ser Pilo Paga” como respuesta a una problemática de
acceso a la educación superior por parte de estudiantes de bajos ingresos económicos. Fue la
principal propuesta del entonces presidente Santos en cuanto al sistema educativo, pues lo
datos contrastan que esta problemática se estaba agudizando cada vez más en el país, para el
año 2013 los estudiantes pertenecientes al estrato 6 graduados de una Institución de
Educación Superior era del 55%, mientras que para los estudiantes de estrato 1 esta cifra era
de un 13% (Londoño et al., 2021, p. 10).

Desarrollo
Este programa se implementó bajo la fórmula de rendimiento académico a los estudiantes
recién egresados de la educación media con el examen nacional ICFES en el que se reconoce
los mejores puntajes a nivel nacional, brindándole al estudiante la oportunidad de acceso por
medio del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior
(ICETEX) a la educación superior en 39 universidades a nivel nacional; todo por medio de
una serie de créditos condonables a pagar una vez terminados los estudios.
En su momento, los recursos de este programa eran transferidos desde el Presupuesto
Nacional y administrados por el ICETEX; cabe destacar que esto fue creado gracias a que la
Corte Constitucional de Colombia, garantiza bajo una de las sentencias como la T-543/97 que

Artículo de reflexión.
la educación es un derecho fundamental y una responsabilidad no solo del Estado sino
también de la familia y la sociedad.
Este programa se extendió hasta el año 2018 una vez que fue finalizado por el presidente Iván
Duque después de que el ministerio de educación argumentó que era económicamente
inviable continuar con el programa debido a un déficit de más de 18 billones de pesos con la
educación superior pública, reduciendo el presupuesto para programas de este tipo a la mitad
y la creación de un programa distinto conocido como “Generación E”.
Durante este período de 3 años, el programa alcanzó a beneficiar a más de 30.000 estudiantes,
aproximadamente 10.000 estudiantes por año, y su principal característica fue que los
estudiantes beneficiados tenían la oportunidad de elegir en qué universidad iban a llevar a
cabo sus pregrados, esto en un principio representó una ventaja para la educación superior,
puesto que el número de estudiantes inscritos en una institución de educación superior de alta
calidad aumentó, reduciendo las posibilidades de ingreso a una institución sin acreditación de
alta calidad en un 15, 4% (Londoño et al., 2021, p. 3) sin olvidar que también tuvo como
injerencia en la diversificación de estudiantes de diferentes estratos socioeconómicos en
universidades que se pueden considerar de clase alta como la Pontificia Universidad
Javeriana, Universidad de los Andes, Universidad Externado de Colombia, Universidad
Sergio Arboleda, entre otras. Pero aun así esto no significó un cambio radical en el número de
graduados en estas instituciones educativas acreditadas: “La probabilidad que jóvenes
potencialmente elegibles y no elegibles alrededor del punto de corte se gradúen de este tipo
de IES es cercana para ambos grupos al 5%” (Londoño et al., 2021, p. 19).

Su enfoque fue claro desde el primer momento, su propósito se basaba en mejorar el aspecto
relacionado con la cobertura a nivel nacional para los estudiantes con un buen desempeño
académico y bajo nivel socioeconómico, sin embargo, “para promover la movilidad social se
requiere no solo que mejore el acceso a IES de alta calidad sino también que se mejore la
permanencia y la graduación de los estudiantes beneficiarios” (Londoño et al., 2021, p. 3)
teniendo en cuenta lo anterior, el programa cumplió su meta establecida desde un inicio en
cuanto a números de beneficiarios se refiere: "La cifra más contundente e innegable del
programa es el haber logrado, de manera inmediata, duplicar la probabilidad de entrada al
sistema de educación superior… pasando del 36% al 69%" (Torres, 2020), pero al momento
de ahondar sobre la permanencia de los estudiantes las cifras evidentemente cambian.
En líneas generales, otro factor que se debe tener en cuenta relacionado con la constante
elección de universidades privadas por parte de los beneficiarios es que se concentren los
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recursos públicos dirigidos a “Ser Pilo Paga” hacia las universidades privadas, es decir, el
presupuesto del programa asignado por el gobierno benefició en su mayoría al sector privado:
“Como lo muestra la Gráfica 3, el 90 % de los dineros desembolsados por SPP ha sido
captado por universidades privadas. Esto es el reflejo de la elección de los beneficiarios del
programa” : Mora, A. y Múnera, L. (2019)

Mora, A. y Múnera, L. (2019). “Ser pilo no paga”: privatización, desigualdad y


desfinanciamiento de la universidad pública en Colombia. Gráfica

Mora, A. y Múnera, L. (2019) determinaron que las universidades en las que se realizó el
mayor desembolso por parte del programa ‘Ser Pilo Paga’ fueron: Universidad del Norte,
Universidad de los Andes, Universidad Javeriana, Universidad de La Sabana y Universidad
Pontificia Bolivariana; solamente en las dos primeras, el desembolso fue más de 135.000.000
000 pesos colombianos. Las únicas universidades públicas que se encuentran en el listado
elaborado con datos del Ministerio de Educación Nacional son la Universidad Nacional de
Colombia y la Universidad del Valle.
Es difícil determinar exactamente las razones que llevaban a los beneficiarios a decantarse
por universidades privadas, sin embargo, queda totalmente claro que el programa desde un
inicio no implementa estrategias para que las universidades públicas no se vieran relegadas y,
en cambio, representaran una opción real y atractiva para los estudiantes.
Un ejemplo perfecto de una estrategia que beneficia a la educación pública es la
recientemente implementada ‘matrícula cero’, esta política de gratuidad pública en la
educación superior demuestra que es posible un programa que agrupe a las instituciones
públicas del país logrando, además, una mayor cobertura.
De hecho, el trabajo realizado por Mora, A. y Múnera, L. (2019) ya realizaba la comparación
entre los dos programas, con una única diferencia: ‘Matrícula Cero’ implementada
únicamente en las 12 universidades públicas acreditadas en el país para garantizar el acceso a

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una IES de alta calidad. Su contraste fue revelador: ‘Ser Pilo Paga’ benefició a más de
30.000 estudiantes con un presupuesto nacional de 3,3 billones de pesos entre los años 2015 y
2018, en cambio, ‘Matrícula Cero’ mediante el anterior parámetro garantiza el beneficio de
alrededor de 305.000 estudiantes, con un presupuesto mayor a los 2 billones de pesos en un
período de 4 años, favoreciendo aproximadamente a 123.186 estudiantes de bajos recursos.
“Es decir, con un 40 % menos de inversión, se hubiese financiado el triple de los estudiantes
de escasos recursos y más de 181.814 estudiantes provenientes de otros segmentos
socioeconómicos de la sociedad.” Mora, A. y Múnera, L. (2019)

En términos de beneficios para jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, "Matrícula Cero"


tiende a ser más inclusiva y efectiva, ya que busca garantizar el acceso a la educación
superior sin importar el rendimiento académico y sin crear barreras financieras. Por lo tanto,
en comparación con "Ser Pilo Paga", es una opción que beneficia a un número mucho mayor
de jóvenes en situaciones de vulnerabilidad económica.
Esto nos lleva a tratar otra cuestión importante en cuanto a la implementación del programa
SPP, y es que, dicho programa ha tenido un impacto significativo en la estructura de la
educación superior colombiana, lo cual ha llevado a la consolidación de un sistema educativo
piramidal y jerárquico, Mora, A. y Múnera, L. (2019) afirman que la expansión de la
educación terciaria se ha centrado en carreras técnicas y tecnológicas en un 65%, reduciendo
la proporción de estudiantes que ingresan a programas universitarios a un 35%.
Esto ha llevado a la creación de una pirámide educativa, donde se promueven las carreras
técnicas y tecnológicas de menor inversión y calidad. El acceso a la educación universitaria
se ha vuelto cada vez más selectivo, reservado principalmente para los estudiantes con alto
rendimiento académico conocidos como “pilos”. Este sistema piramidal refleja una marcada
desigualdad social, ya que la mayoría de los estudiantes desfavorecidos
socioeconómicamente se ven dirigidos a programas técnicos y tecnológicos, mientras que
aquellos que tienen mejores condiciones económicas y sociales acceden a la educación
universitaria más fácilmente.
Por último y no menos importante, resulta necesario mencionar la cantidad alarmante de
“Pilos” que, debido a los créditos condonables, quedaron con una deuda gigantesca, algunos
incluso sin llegar a culminar sus estudios. Según cifras de Icetex, para el año 2022 la
cantidad de desertores del programa era de 4.347 pilos, estudiantes que quedaron con deudas
impagables de hasta 100 millones de pesos. Esta situación de incertidumbre por parte del

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pago ha llevado a que el programa más que un incentivo para que los jóvenes se graduaran se
convirtiera en una constante presión.

Conclusión
El programa ‘Ser Pilo Paga’ en un inicio sí representó muchos aspectos positivos para la
educación superior y, sobre todo, para la cobertura a nivel nacional, beneficiando a más de
30.000 estudiantes, con parámetros como el rendimiento académico y el estrato
socioeconómico, mejorando índices como la posibilidad de ingresar y graduarse en una IES
con acreditación. A simple vista y en general, un programa que cumplió con su propósito. A
pesar de ello, no pronosticaron el impacto que el programa tendría económicamente,
significando aproximadamente 3.3 billones de pesos en un período de tan solo 3 años, cuando
existían alternativas que cubren a una cantidad mayor de estudiantes con un presupuesto
mucho más bajo, tampoco imaginaron lo poco que el programa favoreció a las instituciones
de educación superior públicas del país, quedando relegadas antes las IES privadas,
concentrando una gran parte del presupuesto en ellas. Sin olvidar mencionar la incidencia que
tuvo SPP en que muchos jóvenes se vieran obligados a cursar carreras técnicas y tecnológicas
por no cumplir los requisitos del programa y no tener acceso a la educación superior,
perpetuando las desigualdades y proyectando las diferencias en el mercado laboral. Pero, sin
lugar a dudas, el factor más importante que SPP no pronosticó ni mucho menos reguló fue la
preocupante cifra de beneficiarios endeudados sin ni siquiera haber culminado sus carreras
universitarias. En resumen, un programa con un presupuesto extremadamente elevado, con
una efectividad que no superó las expectativas y que, en su corto período de implementación,
representó más una problemática para la educación superior y para sus beneficiarios que una
solución.

Referencias:

Londoño, J. Rodríguez, C. y Sánchez, F. (2021). Impactos de Ser Pilo Paga sobre la


Graduación y el Desempeño Universitario.
https://www.icfes.gov.co/documents/39286/17138675/1.+Informe+Final+Uniandes-Fabio+S
%C3%A1nchez.pdf/37be1d3f-1e49-bd37-2a17-a4fdbf52c18f?t=1664836512411

Mora, A. y Múnera, L. (1 de noviembre de 2018). “Ser pilo no paga”:


privatización,desigualdad y desfinanciamiento de la universidad pública en

Artículo de reflexión.
Colombia. Obtenido de Dialnet : file:///C:/Users/kathe/Downloads/Dialnet-
SerPiloNoPaga-7017249%20(1).pdf

Mogollón, P. C. (25 de Junio de 2022). Ser Pilo Paga: un programa que se convirtió
en una deuda impagable para más de cuatro mil “pilos”. El Espectador.

Torres, F. S. (3 de Agosto de 2020). Para cerrar la brecha en educación superior en


Bogotá y las lecciones de “Ser Pilo Paga”. Pensar la ciudad.

Sentencia T- 543 /97. (s/f). Gov.co. Recuperado el 20 de octubre de 2023, de


https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1997/T-543-97.htm

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