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LO DIFICIL Y LO IMPRTANTE
Actividad n° 9
Charla de Formación Docente #Pedagogía
Inés Dussel - La escuela que viene
"Primer ciclo de reflexión de la Escuela que viene en el que queremos preguntarnos si
es posible recuperar la esencia de lo escolar en una situación como la actual.
Hernández Eliana
Ateneo de ciencias sociales
Actividad n°9 “Lo difícil y lo importante” Ateneo de ciencias sociales y su didactica
Según sus perspectivas 2021 Dussel habla de que en la planificación debería incluirse
espacios de escuchas a los alumnos.
2) Revisa una propuesta 2021 y añade este espacio. Coloca esa propuesta.
La presente planificación corresponde a las prácticas docentes desarrolladas en el año 2020:
Contenido - Ciencias sociales:
➢ Reconocimiento de los principales modos de participación ciudadana en el marco de
una sociedad democrática, atendiendo a las nuevas formas de organización social y
política (ONGs, comedores comunitarios, centros culturales, cooperativas, etc.).
gubernamentales
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un tiempo y espacio para poder expresarse y debatir, sobre los contenidos desarrollados.
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Todos estos interrogantes variaran en función de las respuestas y necesidades de los alumnos durante
su desarrollo.
3) Responde:
A ¿Por qué la pedagogía no está al margen?
La pedagogía no está al margen. Hay que pensar como vincular lo común a formas pedagógicas,
contenido y método van de la mano, educar y transmitir versus contener. Uno es un ser que conoce
afectivamente. Ambas cosas están vinculadas una a la otra. Es necesario darles a los niños un espacio
para dejarlos equivocarse, ensayar, aprender y la escuela debe institucionalizar el cuidado.
4 Mira este corto de Educar el corazón por Miguel Ángel Santos Guerra presenta su libro "Educar
el corazón. Los sentimientos en las escuelas". … en https://www.youtube.com/watch?
v=hYUL0YBaTbo
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Chile estoy coordinando un proyecto que se titula “Buen profesional, profesional bueno” en la
Universidad Mayor, que dice: nos interesa que haya buenos médicos o arquitectos, profesionalmente
competentes, pero también que sean buenas personas, equilibradas, sanas emocionalmente, que
sepan cómo reconocer sus sentimientos y de otros, cómo expresarlos y recibirlos. Entonces hacen un
currículum en el que estas dimensiones se puedan trabajar institucionalmente y evaluar. Esto es muy
importante, porque frecuentemente cuando docentes, padres y madres escuchan estas reflexiones,
casi siempre piensan “qué tengo que hacer con mis hijos o con mis alumnos”. Pero la pregunta es
previa: “¿Y yo, y mi desarrollo emocional?”. Me gusta mucho repetir un pensamiento de
Emerson que dice que “el ruido de lo que somos llega a los oídos de nuestros hijos y nuestros
alumnos con tanta fuerza que les impide oír lo que decimos”. En la escuela se estudia geografía,
matemática o literatura. Pero ¿qué se aprende sobre el duelo, el control de las emociones, los
sentimientos de miedo, dolor o rabia?, ¿qué se trabaja sobre todas esas cuestiones? Prácticamente
nada. Diría que en las escuelas unos seríamos máquinas de enseñar y otros máquinas de aprender.
Máquinas que evalúan y máquinas que son evaluadas. Decía Gabriela Mistral que si no eres capaz de
amar no puedes dedicarte a esta tarea. Un pedagogo francés decía con cierta ironía “¿cómo le voy a
enseñar algo a este niño si no me quiere?”. Suelo repetir que los niños aprenden de aquellos
profesores a los que aman. Por eso digo también que esta profesión nuestra gana autoridad por
el amor a lo que se enseña y el amor a los que se enseña.
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