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III FORO DE BIOQUIMICA

VIDEO 1: USANDO ASU


Lecture 18.3 The Urea Cycle
El cliclo Glucosa-alanina
Durante el ejercicio intenso, los músculos activos requieren energía, y esta se
obtiene a través de la glucólisis, un proceso en el que la glucosa se descompone en
piruvato para producir energía. Sin embargo, la glucólisis también genera ácido
láctico como subproducto. Para evitar la acumulación excesiva de ácido láctico en
los músculos y mantener los niveles de glucosa en el cuerpo, entra en acción el
ciclo de glucosa-alanina.
En este ciclo, el ácido láctico generado en los músculos se transporta al hígado a
través del torrente sanguíneo. Una vez en el hígado, el ácido láctico se convierte
en piruvato, que es un producto intermedio clave en la gluconeogénesis, el proceso
de formación de glucosa a partir de compuestos no glucídicos. El piruvato se
transforma en glucosa en el hígado y se libera en el torrente sanguíneo. La
alanina, otro componente importante en este proceso, también se transporta al
hígado y se convierte en piruvato, contribuyendo a la formación de glucosa.
De esta manera, el ciclo de glucosa-alanina permite la conversión de ácido láctico
y alanina en glucosa en el hígado, proporcionando una fuente de energía continua
para el cuerpo durante el ejercicio intenso y otras situaciones de alta demanda
energética.
El amoníaco generado en los músculos se une al glutamato para formar
glutamina. La glutamina es transportada desde los músculos al hígado, donde
se libera el amoníaco a través de la acción de la enzima glutamato
deshidrogenasa.
La glutamina, liberada de su contenido de amoníaco, puede ser reciclada y
utilizada en otros procesos metabólicos, mientras que el amoníaco se
convierte en urea en el hígado, un compuesto menos tóxico que se excreta en
la orina. La excreción de urea a través de la orina es un mecanismo
importante para eliminar el amoníaco del cuerpo.
En conjunto, el ciclo glucosa-alanina y la eliminación del amoníaco mediante
la glutamato deshidrogenasa permiten mantener los niveles de glucosa en el
cuerpo durante el ejercicio intenso, al tiempo que evitan la acumulación
tóxica de amoníaco en los músculos.

El glutamato en exceso se
metaboliza en las mitocondrias de
los hepatocitos a través de un
proceso que involucra
transaminación y el ciclo del ácido
cítrico. Esto ayuda a eliminar el
exceso de nitrógeno, que se
convierte en urea, una molécula
menos tóxica. La urea se excreta en
la orina para mantener el
equilibrio de nitrógeno en el
cuerpo y evitar la acumulación de
amoníaco tóxico en la sangre.
El nitrógeno del fosfato de carbamoilo
ingresa al ciclo de la urea a través de
varias reacciones. Se combina con
ornitina para formar citrulina y luego se
transforma en arginina. La arginina se
descompone en urea, que se excreta en la
orina. Esto es esencial para eliminar
nitrógeno tóxico del cuerpo y mantener el
equilibrio de nitrógeno.

El nitrógeno del fosfato de carbamoilo


ingresa al ciclo de la urea a través de
varias reacciones. Se combina con
ornitina para formar citrulina y luego se
transforma en arginina. La arginina se
descompone en urea, que se excreta en la
orina. Esto es esencial para eliminar
nitrógeno tóxico del cuerpo y mantener el
equilibrio de nitrógeno.

La regulación del ciclo de la urea se realiza principalmente a nivel de la


enzima carbamoil fosfato sintetasa I (CPS-I), que es la enzima clave en la
primera etapa del ciclo. La actividad de CPS-I se regula mediante la
disponibilidad de N-acetilglutamato, un activador alostérico que estimula la
enzima. Además, la concentración de arginina, un producto final del ciclo de la
urea, puede inhibir CPS-I, regulando así la velocidad del ciclo.
El ciclo de la urea está principalmente regulado para ajustar la producción de
urea según las necesidades del organismo para eliminar el exceso de nitrógeno.
Cuando el nivel de amoníaco en la sangre aumenta, el ciclo se activa para
eliminar el nitrógeno. Cuando los niveles de arginina son altos, lo que indica
que se ha producido suficiente urea, el ciclo se regula hacia abajo.
Esta regulación garantiza que el ciclo de la urea funcione eficazmente para
mantener el equilibrio de nitrógeno en el cuerpo, evitando la acumulación de
amoníaco tóxico en la sangre.

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