CURSO: Especialización En Terapia de Pareja

DOCENTE FACILITADOR: MGTR. GUERY ZABALA GUMUCIO

Módulo 2

TERAPIA DE PAREJA
APEGO, COLISIÓN Y
COLUSIÓN
Tercera Sesión

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LA FORMACIÓN DE LA RELACIÓN CONYUGAL

En cada relación, el comportamiento individual se modela, es neutralizado o
amplificado según la personalidad de ambos miembros.

La estructura de la
personalidad o el
comportamiento de los
miembros debe ser
estudiado durante la
interacción

Elegimos pareja a partir de cuatro aspectos fundamentales:

Aquellos afectos que recibimos por parte de las personas

significativas
Los afectos que nos hubiera gustado recibir, pero no nos dieron
Los afectos que dimos y recibieron con agrado
Los afectos que dimos y no fueron recibidos

En el interior de las dinámicas diádicas, ambos

miembros manifiestan un comportamiento,
unos ajustes y una división de funciones que son
interdependientes.

La complementariedad es el modelo relacional más estable y más corriente.

En general la relación está construida de una manera tal que los miembros de la
pareja tienen necesidad el uno del otro: el miembro A puede ser débil e impotente
hasta el punto en que lo permitan las capacidades de cuidado de B; y B por su
parte puede prestar sus cuidados hasta el punto en que la debilidad y la necesidad
de A lo permitan.

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En la relación amorosa , ponemos en juego nuestros tres SÍ MISMOS.

SELF PERDIDO, el que reprimimos debido a las exigencias de nuestros

cuidadores
SELF FALSO, que construimos para proteger nuestra esencia
SELF RECHAZADO, constituido por las partes desaprobadas por nuestros
seres queridos

Amar es legitimar, reconocer la existencia del otro.

En la legitimidad existimos, nos hacemos

dignos para el otro, y ese otro al colocarse en
nuestro lugar y entender nuestra demanda nos
ama.

En el amor existimos. Es por eso que el adolescente se emancipa y desvincula, para

buscar un extraño que confirme su existencia, pues el cariño de los padres y
hermanos es “obligatorio”, deben querernos.

El amor se constituye en un diálogo en el

cual los componentes de la relación
construyen un espacio común, impenetrable
para los demás.

Amar siempre duele, porque es un riesgo, es

jugarnos todo por el otro, mostrarnos para
ser legitimados.

El riesgo es que nos dejen de querer, puesto

que si amamos dejamos al otro en libertad de
elección.

Buscamos la satisfacción plena de la vida, el

convertirnos en tres siendo dos.

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Dentro de la relación cada miembro es desafiado a crecer y a hacerse más

maduro y responsable, y al mismo tiempo le viene ofrecida la posibilidad de
regresar para recibir apoyo allí donde sea necesario.

El matrimonio ofrece un marco

dentro del cual se pueden expresar
tanto necesidades regresivas
como progresivas.
Una relación de pareja estable
implica la dilación en el tiempo de
las necesidades personales, exige
responsabilidades recíprocas e
implicarse frente a los objetivos
comunes, pero ofrece también
satisfacción de necesidades
regresivas.

CICLO DE LAS PAREJAS EN RELACIÓN

ETAPA DE ENAMORANIEMTO. Cuando las feromonas y el deseo embrujan a la

pareja, entorpeciendo los sentidos, gestando un estado alterado de la conciencia,
una especie de adicción.

Esta etapa es psicótica,

normalmente fugaz, usualmente
intensa y con frecuencia
absolutamente irracional

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ETAPA DE LA SIMBIOSIS. En esta

esta etapa se sienten dependientes el
uno del otro, es la etapa de los
sacrificios, los aparentes cambios para
no ser abandonados

ETAPA DE DESENCANTO. Reconocemos al otro sin el lente del deseo,

sufrimos la experiencia del desencanto.

Esta etapa es peligrosa para las personas que no tuvieron otras experiencias
amorosas, pues, creen que es el momento de la muerte del amor.

Cuando en realidad se trata del instante en que el amor es posible recién,

pues llega el momento de poner en práctica nuestras debilidades de
convivencia.

Para mantener esa estabilidad

es indispensable negociar.
La negociación facilita la
discriminación de aquellos factores
complementarios de los que no los son,
y se busca en conjunto la satisfacción
de ambos, pues el amor obliga a que el
otro sea feliz, y aquello sólo es posible
si le aceptamos como es, y negociamos
aquellas cosas que trae consigo que no
coinciden con nuestra forma de vivir.

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