a) La preferencia por utilizar cifras en términos reales en lugar de

nominales o corrientes en el análisis económico radica en la necesidad

de ajustar los valores por el efecto de la inflación. Las cifras nominales
reflejan los valores monetarios actuales, sin considerar cambios en el
poder adquisitivo de la moneda a lo largo del tiempo. En contraste, las
cifras en términos reales ajustan los valores nominales por la tasa de
inflación, permitiendo una comparación más precisa y representativa del
verdadero cambio en la producción o ingresos.
Por ejemplo. Supongamos que en el año 1 se produce y vende un bien por
100,000 pesos, y en el año 2 se produce y vende el mismo bien por 110,000
pesos. A simple vista, podríamos pensar que ha habido un aumento del 10%.
Sin embargo, si la inflación durante ese período fue del 8%, el aumento real es
solo del 2%. Utilizar cifras en términos reales permite desentrañar este efecto
inflacionario y proporciona una visión más precisa del crecimiento económico.

b) Los bienes intermedios, a pesar de ser elementos cruciales en el

proceso productivo, no se incluyen en el cálculo del Producto Interno
Bruto (PIB) para evitar la doble contabilización. El PIB mide el valor
agregado a la economía, y los bienes intermedios ya están reflejados en
el valor de los bienes y servicios finales. Incluirlos en el PIB llevaría a
una sobrevaloración de la producción total, ya que sus valores ya se
incorporan en los bienes y servicios finales.
Ejemplo:
Supongamos que para fabricar una computadora, se requieren componentes
electrónicos por valor de 5,000 pesos. Si se incluyen tanto los bienes
intermedios como la computadora en el cálculo del PIB, se estaría
contabilizando dos veces el valor de los componentes electrónicos: una vez
como bien intermedio y otra vez como parte del valor de la computadora final.

c) En el caso del productor agrícola que vende chinolas a una agroindustria

por 10,000 pesos, y esta última produce y vende jugos por 22,000
pesos, la contribución total al PIB sería la suma del valor agregado en
cada etapa del proceso.

Valor de las chinolas vendidas por el agricultor: 10,000 pesos.

Valor agregado por la agroindustria al convertir las chinolas en jugo: 22,000 -
10,000 = 12,000 pesos.
La contribución total al PIB sería la suma de estos dos valores, es decir, 10,000
+ 12,000 = 22,000 pesos.

Víctor Santana Solís

ID: A00146487
Víctor Santana Solís
ID: A00146487