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UNIDAD 10.
Involución Cutánea
RESUMEN:
La involución cutánea (envejecimiento) es uno de los temas comúnmente
tratados por las especialistas de la belleza y cuidados de la piel.
INTRODUCCION:
El organismo cutáneo denominado piel es la tela viva donde el tiempo va
pintando los variados cuadros del envejecimiento.
La mayoría de las alteraciones que afecta la piel y que atribuimos a la edad son
debidas al daño acumulativo producido por la exposición a la luz ultravioleta.
A medida que pasan los años, el metabolismo de las células dérmicas se hace
cada vez más lento, lo que influye en la velocidad de la síntesis del colágeno,
por lo que la firmeza y elasticidad cutánea será más lento.
Por lo tanto, las medidas dermocosmética destinada a cuidar este tipo de piel
se encaminan fundamentalmente a cubrir las necesidades y preservar las
funciones de las 3 capas cutáneas (epidermis, dermis e hipodermis)
• Seca
• Arrugada
• Brillante
• Escamosa
• De color amarillento
• Flácido
• Plegado
EPIDERMIS
Disminución del grosor epidérmico
DERMIS
Disminución del número de fibroblasto.
• LA EDAD:
El paso de los años es algo que nada puede evitar. Con el tiempo, el
funcionamiento normal de las glándulas sebáceas decae y las células retienen
menos humedad; esto hace ceder los diferentes tejidos que conforman la piel.
• EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
El regulador de todo el proceso de envejecimiento es el sistema inmunológico,
que actúa como defensor del organismo. Cada célula posee un mecanismo que
le permite detectar los elementos extraños. Sin embargo, al envejecer, su
metabolismo se deteriora, comienza la acumulación de materiales de desecho
y el sistema inmunológico confunde las células óptimas con elementos
negativos y las ataca. Así, se van creando vacíos que las células vecinas
intentan ocupar hasta que el proceso de división se detiene, dando lugar a las
arrugas y la flacidez muscular.
• EL ADELGAZAMIENTO
El hecho de meterse a dietas o ejercicios rigurosos sin ningún control a veces,
pueden provocar daños o favorecer la aparición de arrugas y estrías muy
difíciles de reparar.
• LA HIGIENE
La agitación, las exigencias de la vida moderna y el uso exagerado de
productos de belleza, son factores que influyen para que tanto hombres como
mujeres no lleven a cabo un adecuado tratamiento de limpieza. Por esto es
recomendable establecer una rutina diaria de aseo y tener en cuenta qué
productos son más favorables para su tipo de piel.
• CONTAMINACIÓN AMBIENTAL:
Vivir en lugares en donde se está expuesto al viento, al calor y a los rayos
solares, sin ninguna protección, puede acelerar el proceso de envejecimiento.
• EXPOSICIÓN SOLAR:
La exposición prolongada al mismo, provoca en un porcentaje muy elevado
problemas que están asociados al envejecimiento. Los rayos UV que emite el
sol, y principalmente los UVA, van destruyendo la elastina y el colágeno de la
piel, además de acelerar la producción de melanina, lo cual se traduce en la
aparición de manchas y arrugas.
• TABACO:
Los problemas que se derivan de este mal hábito son numerosos. Destruye el
colágeno de la piel. Disminuye la capacidad de cicatrización. La nicotina que
contienen los cigarrillos disminuye el diámetro de los vasos sanguíneos, lo cual
impide que la sangre llegue normalmente hasta los vasos sanguíneos de la
capa superficial de la piel, de tal manera que las arrugas aparecen
prematuramente y la piel adquiere un color amarillento.
• EL ESTRÉS E INSOMNIO:
El período de estrés, sin lugar a dudas, acaba afectando a la piel, reflejándose
en la aparición de manchas, sequedad, exceso de grasa, etc.
Dormir las horas completas es necesario para que la piel se reponga del
cansancio diario.
El tratamiento implica que la persona lleve una vida sana y si es posible con
actividades físicas, alimentación balanceada conteniendo suficiente proteínas,
que por lo general escasean en la dieta de las personas de edad, evitando en
exceso de hidratos de carbonos.
La protección del medio ambiente, del frio, calor, del sol resulta fundamental, la
involución cutánea se acelera en los climas secos, ventosos y muy asoleados,
de ahí la protección adecuada.
Las arrugas son las líneas o pliegues que se forman sobre la superficie de la
piel. Constituyen una parte del envejecimiento, pero es común que las
personas jóvenes también las tengas en caso de que su piel esté muy dañada
por el sol o el humo del tabaco.
La luz del sol y sus rayos ultravioleta (UV) dañan el colágeno y la elastina, que
son las partes de la piel que la mantienen tersa, firme y elástica. Este daño es
frecuente en la cara, cuello, antebrazos y el dorso de las manos. Por su parte,
el humo del cigarro impide que se produzca colágeno, lo que también causa
arrugas.
Entre los factores interno que deterioran la piel se cuentan: la mala digestión, la
mala alimentación, el insomnio y la producción en nuestras células de radicales
libres (algo así como “basura celular”) que deben ser neutralizados y
eliminados, porque una producción masiva de radicales libres destruye las
células y favorece la aparición de arrugas cutáneas.
- El tipo de piel. Las personas de piel blanca y ojos azules son más
susceptibles al sol.
- La cantidad de ropa que use. Algunas personas se cubren más la piel que
otras.