Experimento: Producción de dióxido de carbono mediante la fermentación Objetivo: Observar la

producción de dióxido de carbono durante el proceso de fermentación y comprender su importancia en

la industria alimentaria.
Materiales:
1. Botella de plástico transparente de 500 ml
2. Globo
3. Embudo
4. Levadura instantánea (5 g)
5. Azúcar (50 g)
6. Agua tibia (200 ml)
7. Termómetro
8. Cinta adhesiva
9. Marcador
Procedimiento:
1. Llena la botella de plástico con agua tibia hasta aproximadamente un tercio de su capacidad.
2. Agrega los 50 g de azúcar a la botella utilizando el embudo.
3. Agrega los 5 g de levadura instantánea a la botella.
4. Tapa la botella con el globo y asegúralo con cinta adhesiva para que quede bien sellado.
5. Coloca la botella en un lugar cálido y observa lo que sucede.
6. Haz una marca en la botella para indicar el nivel del agua al comienzo del experimento.
7. Registra la temperatura ambiente utilizando el termómetro.
8. Observa el globo periódicamente y registra cualquier cambio en su tamaño.
9. Después de unas horas, compara el nivel del agua con la marca que hiciste al principio del
experimento.
10.Si es posible, mide la temperatura ambiente nuevamente al final del experimento.
Explicación: Durante este experimento, la levadura fermentará el azúcar presente en la botella,
produciendo dióxido de carbono y alcohol como subproductos. El dióxido de carbono liberado durante
la fermentación se acumulará dentro de la botella y hará que el globo se infle, proporcionando una clara
evidencia de que la fermentación está ocurriendo.
El dióxido de carbono se produce debido a la respiración anaeróbica de la levadura, que es un proceso
que ocurre en ausencia de oxígeno. La reacción química general es:
Azúcar (C6H12O6) → Dióxido de carbono (CO2) + Alcohol (C2H5OH)
Este experimento ilustra el proceso de fermentación, que es fundamental en la producción de una
variedad de productos alimenticios como pan, cerveza y vino. También ayuda a los estudiantes a
comprender la importancia del dióxido de carbono en la industria alimentaria, donde se utiliza para
hacer que el pan se eleve y para carbonatar bebidas gaseosas.