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Lección 25 - Introducción A La Literatura Profética
Lección 25 - Introducción A La Literatura Profética
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muerte, enfermedad, sequía, hambruna, peligro, destrucción, derrota, deportación, pobreza e
infamia.7
Así, por ejemplo, cuando Amós anuncia la restauración futura de Israel, él utiliza metáforas
tomadas de la abundancia agrícola, la abundancia, la seguridad, etc. (Am 9:11-15). En
contrapartida, cuando el profeta Oseas anuncia el castigo futuro el predice destrucción y
deportación (Os 8:14 y 9:3). Los profetas pre-exílicos se caracterizan por la predominancia de la
maldición, mientras que los post-exílicos anuncian de nuevo la bendición en base a pasajes como
Deut 4:25-31.8
Esto desvela otro aspecto importante: El mensaje profético se dirige a todo el pueblo y no a
individuos particulares. Esto, por ejemplo, evitará que el lector tome los oráculos de bendición y
los aplique a su vida individual.
b) Los profetas hablaron en el nombre de Dios: Muchos profetas cuentan con un llamado concreto
(Ex 3:1 ss., Is 6, Jer 1, Ez 1-3, Os 1:2, Am 7:14 s., Jon 1:1). Varios prefacios de los libros proféticos
son caracterizados por frases como: “Así dice Dios …” o “Dice Dios”. Normalmente el mensaje
se presenta como recibido de Dios, ya que el profeta habla en primera persona (“yo”).9 Pagán, de
allí, observa acertadamente que:
No eran adivinos profesionales ni futurólogos entrenados, sencillamente eran
personas del pueblo que entendían que debían proclamar y transmitir, con
responsabilidad, seguridad, firmeza y autoridad, el mensaje de Dios en un momento
histórico concreto, definido y específico.10
c) El mensaje profético no es algo nuevo u original: De acuerdo a eso, Pagán observa:
El estudio sobrio de esta literatura revela que los profetas no se veían a sí mismos o
se presentaban como fundadores de una nueva religión, sino que eran agentes de
renovación y cambio de la experiencia cúltica del pueblo para identificar, afirmar e
incentivar las implicaciones, aplicaciones y actualizaciones de los valores éticos y
morales de la revelación divina.11
Esta observación niega la datación tardía de la ley (como por ejemplo lo supone la hipótesis de
Graf-Wellhausen), según la cual los profetas eran los creadores del yahvismo y su posterior
legislación (lex post prophetas). De este modo, lo original de los profetas no es el contenido de su
mensaje, sino la presentación del mismo. Para captar la atención de su audiencia, estos genios
retóricos utilizaron muchísimos recursos estilísticos y retóricos.12
Tampoco las profecías mesiánicas son en sí algo innovador. La riqueza de detalle con la cual Isaías
presenta al Mesías, en sí se puede considerar nueva (Is 42, 49, 50). Pero la noción mesiánica misma
ya era anticipada por la ley. Especialmente Deut 18:18 enfatiza este hecho: “Un profeta como tú
levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo
le mandé”.13
3. La exégesis de los profetas
a) Materiales de ayuda: Al estudiar los libros proféticos, el exegeta necesita de ayuda externa
(como introducciones, comentarios, libros especializados, artículos exegéticos y diccionarios
7
Cf. Fee & Stuart, 1985, págs. 149-150.
8
Cf. Ibíd., págs. 151-152.
9
Cf. ibíd.
10
Pagán, 2013, pág. 329.
11
Ibíd., pág. 328.
12
Cf. Fee & Stuart, 1985, págs. 152-153. Egelkraut también observa que los profetas no fueron revolucionarios
religiosos, sino arraigados en las tradiciones religiosas de Israel. Cf. Egelkraut, 2017, págs. 800-801.
13
Cf. Fee & Stuart, 1985, págs. 152-153
2
bíblicos). Especialmente los profetas llevan mucho tiempo y paciencia para una comprensión
adecuada. Previo a la lectura de un profeta, se recomienda que el estudiante lea un artículo de un
diccionario que resuma el mensaje, además de explicar la situación histórica. Durante el estudio
de pasajes individuales, el lector podrá utilizar comentarios y manuales bíblicos (como el libro de
Schulz).14
b) El trasfondo histórico: La comprensión adecuada de un profeta requiere que el estudiante
conozca todo el panorama histórico de ese profeta. Los profetas actuaron en un lapso relativamente
breve en relación a toda la historia de Israel. La mayoría de ellos pronunciaron sus mensajes
durante los siglos VIII a V a.Cr. (400-300 años). Esta época demandaba de Israel, de forma
especial, el cumplimiento del pacto. Estos años se caracterizan por tres cosas: (1) Un desorden
generalizado en todos los ámbitos de la sociedad (político, militar, económico y social). (2)
Infidelidad religiosa y desprecio hacia el pacto. (3) Situaciones históricas dramáticas (como 722 y
586 a.Cr.), lo que se requería la afirmación de la palabra de Dios.15
Así, por ejemplo, los profetas Amós y Oseas anuncian la inminente destrucción (ambos en la
década del 760 a.Cr.) de Israel (o Efraín). La creciente pecaminosidad de Judá demandaba también
la afirmación de la maldición venidera por profetas como Isaías, Jeremías, Joel, Miqueas, Nahúm,
Habacuc y Sofonías. Después de la caída de Jerusalén, profetas como Ezequías, Daniel, Hageo,
Zacarías y Malaquías anunciaron la restauración del pueblo.16
c. La identificación de los oráculos proféticos: Una tarea del exegeta es el aislamiento de los
oráculos específicos. Esto no es una tarea fácil, ya que la transición de un oráculo a otro a menudo
no queda del todo clara. Esto se debe a que los profetas anunciaron su mensaje en diferentes
situaciones (y no de corrido). Estos fueron redactados y reunidos posteriormente.17
Como ejemplo específico se puede analizar el pasaje de Os 14:1-9: El lector puede discernir que
los vs. 1-8 forman in inclusio, ya que el v. 1 menciona a Israel y el v. 8 a Efraín, es decir, el
sinónimo de Israel. Por lo tanto, ya se puede discernir que el v. 9 es una unidad aparte, una
conclusión sapiencial al libro. Además, el lector puede observar que los vs. 1-3 forman una oración
de arrepentimiento del pueblo y los vs. 4-8 las palabras de respuesta por Dios. Entonces, Os 14:1-
9 muestra tres secciones: 1-3, 4-8 y 9.
(d) Géneros proféticos: Los escritos proféticos conocen una variedad de géneros y formas. Entre
los géneros más comunes se encuentran los siguientes:18
- El litigio (hebreo rib): En estos textos Dios aparece imaginativamente como acusador, fiscal,
juez y fiador en contra del acusado (Israel). Este litigio incluye una citación, un cargo, la
evidencia y el veredicto correspondiente (por ej.: Is 1:2-31, Jer 2:4-13, Ez 33:10-20, Oseas 2:4,
4:1-4, 12:3, Mi 1:2, 6:1-8, etc.).
- El ay: El “ay” es la palabra que los antiguos israelitas usaban como grito de exclamación y
lamentación (en el funeral) frente a la muerte y la destrucción. El oráculo del ay tiene los
siguientes elementos: anuncio de una desgracia, la razón de la desgracia y predicción de las
consecuencias. En este sentido, el segundo capítulo de Habacuc relata una serie de ayes.
- La promesa: Esta menciona un cambio radical en el futuro, en el cual Dios cambiará las
circunstancias hacia la bendición (por ej. Am 9:11-15)
(e) Los profetas como poetas: En la mayoría de las culturas antiguas se apreciaba en gran medida
a la poesía (a diferencia de nuestra cultura moderna). Especialmente los israelitas la utilizaban
como método preferido de aprendizaje. No sorprende entonces, que los profetas relaten sus
14
Cf. ibíd., págs. 153-154.
15
Cf. ibíd., pág. 154.
16
Cf. ibíd., págs. 155-156.
17
Cf. ibíd., pág. 157.
18
Cf. Fee & Stuart, 1985, págs. 158-160.
3
mensajes de forma poética. Antes de estudiar a los profetas se recomienda, que el estudiante lea
un artículo pertinente a la poesía hebrea.19 El rasgo central de la profecía hebra es la repetición de
frases, conceptos, palabras e ideas.20
4. Sugerencias hermenéuticas
¿Cómo estos profetas, que hablaron en una situación histórica particular a un pueblo particular
pueden hablar a nosotros hoy en día? Debemos afirmar que estos mensajes particulares revelan la
voluntad eterna y universal de Dios. Dios siempre juzgará a aquellos que vendieron al pobre por
un par de zapatos (Am 2:6) y a aquellos que utilizan la religión para encubrir su avaricia (Is 1:10-
17). Estos también son pecados según el Nuevo Pacto. Para la aplicación del mensaje profético a
nuestra situación debemos considerar una precaución y un beneficio:21
(a) Una precaución: La tarea principal del profeta no era predecir el futuro distante, sino
inmediato. Para ver el cumplimiento de estas profecías debemos volver al tiempo, en el cual, este
mensaje todavía consistía en un evento del futuro. Es decir, que aquellos acontecimientos están en
el pasado para nosotros. Así por ej. Ez 25-29 tiene que ver con el destino de las diferentes naciones
allí mencionadas. Por supuesto, existen excepciones a esta regla. Por ejemplo: Ez 37:1-28 describe
la edad del Nuevo Pacto y las bendiciones que fluirán a la iglesia mediante el Mesías. Pero, un
celo demasiado rigoroso por identificar el mensaje del NT en los oráculos del AT debe ser
rechazado.
(b) El rechazo del divorcio entre fe y vida: El beneficio de los profetas nos llega a través de su
insistencia en que la fe ortodoxa debe ser acompañada por un estilo de vida que corresponde a esta
fe (ortodoxia y ortopraxia juntos). Este hecho también es enfatizado por el NT (San 1:27, 2:18, Ef
2:8-10). Lo que Dios demandaba de Israel, Él también exige en un sentido general de nosotros.
Para los que obedecen al Nuevo Pacto (amor a Dios y al prójimo) recibirán bendición eterna, los
que le desobedecen recibirán maldición eterna (cf. Mal 4:6).
5. Preguntas de estudio
- ¡Nombra y explica las tres dificultades principales al interpretar los profetas!
- ¡Explica porque el mensaje profético no es algo esencialmente nuevo! En relación a esto ¡nombra
las categorías (1) de maldición y bendición y (2) las citas bíblicas correspondientes según el
Pentateuco!
6. Bibliografía
Egelkraut, H. (2017). Das Alte Testament: Entstehung, Geschichte, Botschaft (Sexta ed.). Giessen:
Brunnen Verlag.
Fee, G. D., & Stuart, D. (1985). La lectura eficaz de la Biblia. Miami: Editorial Vida.
Pagán, S. (2013). Introducción a la Biblia hebrea. Barcelona: Editorial CLIE.
Waard, J. (1977). The Chiastic Structure of Amos V 1-17. Vetus Testamentum(27/2), 170-177.
19
Cf. ibíd., pág. 160.
20
Por ejemplo (Cf. Fee & Stuart, 1985, pág. 161):
- Paralelismo sinónimo: La segunda línea repite o refuerza lo dicho en la primera línea:
“Yo deshice como una nube tus rebeliones,
y como niebla tus pecados” (Is 44:22)
- Paralelismo antitético: El segundo verso es un contraste con el primero:
“Y no clamaron a mí con sus corazones
Cuando gritaban sobre sus camas” (Os 7:14)
- Paralelismo sintético: El segundo verso añade información al primero:
“Y subirán salvadores al monte de Sion
Para juzgar al monte de Esaú;
y el reino será de Jehová” (Ab 21)
21
Para esto cf. ibíd., pág. 161-166.