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Wladimir Edgardo Pereira Herrera

6 de enero de 2021
Materia: Homilética Teológica.
Timothy Archer.
Ensayos género literarios.

Profecía
Para poder hacer una prédica efectiva sobre el género profético el predicador
debe conocer las características principales que lo diferencian de otros géneros
encontrados en la biblia. De esta manera podrá seleccionar el mejor tipo de sermón
que pueda ajustarse al contexto y así desarrollar un buen mensaje.

A. ¿Qué es la profecía?
Berkhof. Nos dice lo siguiente acerca de la profecía: “La profecía puede ser
definida simplemente como la proclamación de aquello que Dios ha revelado. 1” De
manera que el profeta es un medio para otra clase de revelación. Al entender el
género profético conocemos que su trabajo principal no era anunciar
acontecimientos futuros, sino traer una revelación de Dios. Sin embargo, no se
puede negar que la profecía contenía cierta cantidad de predicciones sobre los
acontecimientos futuros, pero estas tienen características que nos ayudan a su
interpretación y exposición.

B. Profecías condicionadas por la historia.


Las profecías en la biblia, aunque muchas veces hablan de eventos futuros,
hablan de una realidad distinta a la que nos encontramos en nuestros días. Sus
vaticinios eran dirigidos principalmente al futuro próximo del pueblo de Israel o el
pueblo judío. La mayoría de los libros proféticos del antiguo testamento pueden ser
divididos entre la siguiente estructura: Denuncia, Juicio y restauración.

1. Denuncia: La mayoría de los libros proféticos de la biblia tienen como


objetivo comunicar un mensaje de parte de Dios, especialmente cuando

1 Louis Berkhof, Principios de interpretación bíblica (Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío,
2005), 137.

1
este se ha extraviado del camino en el que debía conducirse delante de
Dios. Las denuncias más comunes son Idolatría, Injusticia social y
ritualismo. Así por ejemplo el profeta Amós es llamado a profetizar en
circunstancias de extrema injusticia social en el reino de Israel.

2. Juicio: El mensaje de los profetas y la profecía en sí misma era declarada


como un juicio próximo al pueblo. Estos juicios son declarados
principalmente en oráculos. También es interesante destacar lo que dice
Berkhof acerca de la perspectiva profética. “Esto significa que ellos vieron
el futuro como el viajero que mira una cadena de montañas, creyendo que
la cima de una montaña se yergue inmediatamente detrás de otra,
cuando en realidad están separadas por muchos kilómetros. Véase, por
ejemplo, las profecías sobre el Día del Señor y las dos venidas de Cristo.” 2

3. Restauración: Las declaraciones proféticas eran en su mayoría


condicionales. Estaban condicionadas al arrepentimiento del pueblo.
Siempre en medio del Juicio se ofrecía la esperanza del cambio sí el
pueblo volvía al camino de Jehová. Ejemplo Jeremías 26:17-19 donde el
pueblo habla de profecía hecha por Miqueas contra el pueblo y como está
no sucede cuando el pueblo se arrepintió, también tenemos el libro de
Jonás como evidencia.
C. Una característica de los libros proféticos es que sus palabras son expresadas
en diferentes formas. Estas comprenden sabiduría tribal y familiar, pueden
usar imágenes del culto o del ámbito judicial u otras veces de la vida diaria y
también en algunos pasajes nos encontramos con acciones simbólicas. Sobre
esta última hay discrepancia entre los libros consultados, puesto que algunos
ven en los símbolos significados continuistas mientras que otros alegan que
los símbolos no deben interpretarse a menos que sea la misma biblia que los
interprete.

2 Louis Berkhof, Principios de interpretación bíblica (Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío,
2005), 138–139.

2
D. Para José L. Sicre, los libros proféticos pueden clasificarse en subgéneros
literarios. El conocimiento de estos subgéneros es importante a la hora de la
preparación y exposición de este tipo de literatura bíblica, por tanto,
hablaremos de los más relevantes.

1. La sabiduría tribal y familiar: Este comprende distintas expresiones tales


como la exhortación directa, la interrogación, las comparaciones,
alegorías, entre otras. Un ejemplo sería la ilustración del profeta Natán a
David cuando va a anunciarle el juicio de Dios por su pecado con Betsabé.
O el pasaje de Ezequiel 17:1-9 que es expresado en una alegoría.

2. La imagen del Culto: En algunos libros proféticos nos encontramos que el


mensaje es expresado en himnos, oraciones, Instrucción. Por ejemplo,
Jeremías 32:16-25 y su oración al Señor.

3. La imagen del Juicio o litigio: Este subgénero se encuentra


frecuentemente en los libros proféticos. Característicamente, se puede
encontrar cuando el profeta denuncia el pecado y anuncia el castigo. Un
ejemplo serían las palabras de Amos del capítulo 2 donde se declara el
pecado, el juicio y el castigo. “Los habitantes…. Han pecado una y otra
vez y no permitiré que queden sin castigo”.

4. Los Ayes: Los “Ay” eran una forma común de expresión israelita cuando
enfrentaban el desastre o la muerte. Estos ayes son vistos por algunos
eruditos como canciones de calamidad y destrucción. Un Ejemplo de esto
lo encontramos en el libro de Isaías donde encontramos más de 21
oráculos que comienzan de esta forma.

El Contexto histórico ampliado:

Es importante mencionar a la hora de hablar del género profético que,


aunque estos están condicionados por unas circunstancias específicas, también
debemos conocer que la mayoría de los libros proféticos ocurren en un contexto

3
histórico más amplio. Fee nos dice sobre esto. “¿Por qué, entonces, hay una

concentración tan grande de mensajes proféticos durante los tres siglos entre

Amós (ca. 760 a.C., el más temprano de los profetas escritos) y Malaquías (ca.

460 a.C., el último)? La respuesta es que este período de la historia de Israel

demandaba una mediación para hacer cumplir el pacto”. (Fee, 2007. Pág.

163).

Entonces a la hora de exponer el género profético es necesario que el


predicador conozca no solamente el momento y circunstancias del contexto
histórico-cultural del pasaje o lo que llamamos trasfondo, sino que también debe
conocer el panorama general de la historia de Israel. Por ejemplo, a la hora de
predicar un pasaje de Ezequiel debemos estar informados de que Ezequiel fue parte
de la segunda deportación a babilonia cerca del 598 A.C. y que su ministerio de
desarrollo principalmente en el exilio y que sus primeros 37 capítulos eran anuncios
sobre esta destrucción al pueblo judío que ya estaba exiliado. Ocurriendo al final la
destrucción de Jerusalén en el 587 A.C. También conocer que su ministerio fue
simultáneo al de Jeremías. Y al final ver la historia y conocer que el pueblo judío
luego regreso a Jerusalén en 3 etapas entre el 537 A.C. y el 444. A.C.

Aprendiendo a pensar en Oráculos:

Los oráculos caracterizan el género profético. Es importante por tanto que de


la misma manera que nos esforzamos para aprender de la biblia y entender la
narrativa por medio de párrafos o secciones la mayoría del género profético está
dividida en oráculos. Estos oráculos muchas veces no llevan un orden cronológico ni
secuencial. Fee nos dice lo siguiente al respecto.

“La mayor parte del tiempo lo que dicen los profetas se presenta en sus libros de
manera fugaz. Esto es, las palabras que pronunciaron en distintos momentos y lugares
durante los años de su ministerio han sido reunidas y escritas sin división alguna para indicar
donde termina un oráculo y comienza el otro. Por otro lado, aun cuando se pueda asumir
por un gran cambio de tema que quizá ha comenzado un nuevo oráculo, la falta de
explicación (i.e., observaciones editoriales o transiciones) todavía nos hace preguntar: «¿Se
dijo esto el mismo día a la misma audiencia, o se dijo años más tarde —o mucho antes— a

4
un grupo distinto bajo circunstancias diferentes?». La respuesta puede representar una gran
diferencia a la hora de comprenderlo.” (Fee 2007. Pág. 166).

Por tanto, a veces en medio de los oráculos hay cambios de interlocutores sin
previo aviso. Un ejemplo de esto sería Isaías capítulo 21:2a donde habla el profeta y
el 21:2b habla Dios, para luego hablar nuevamente las palabras del profeta en el
21:3.

Una Revelación parcial:

Un elemento importante para considerar en la profecía es que el profeta es


un comunicador del mensaje y la revelación de Dios. Es decir, este profeta no
comunica su propio mensaje, sino que en su mayoría habla lo que Dios le ha dicho
para que comunique. Si bien esto es un punto significativo a la hora de saber que es
un mensaje de Dios debemos entender que muchas veces el mensaje que el profeta
transmitía era solo una revelación parcial por parte de Dios. Esto llevaba muchas
veces a que el mismo profeta no entendiera. Un ejemplo de esto lo encontramos en
Daniel capítulo 8. Al final de este pasaje el mismo Daniel dice. “Entonces yo, Daniel,
quedé abrumado y estuve enfermo durante varios días. Después me levanté y cumplí
con mis deberes para con el rey. Sin embargo, la visión me dejó angustiado y no
podía entenderla3” Daniel 8:27. Por ejemplo las visiones de Zacarías todavía son de
difícil comprensión para los eruditos.
Otro punto de manera similar son la existencia de algunos términos
cronológicos que son dados de manera vaga. Un ejemplo de esto son las veces que
se pronuncia. “En aquel día”, “En los últimos días”. De manera que, al exponer de
estos libros debemos estar conscientes de estos elementos en sus mensajes.

Recomendaciones para la exposición del mensaje:

En la mayoría de los libros consultados se hace mucho énfasis en que es


necesario conocer bastante a fondo los libros del género profético para poder
interpretarlos correctamente. Incluso se dice que este género es uno de los más
difíciles de interpretar dentro de la biblia debido a la naturaleza y variedad del

3 Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Dn
8:27.

5
mismo género. Por tanto, mis consideraciones para su exposición es que los
sermones expositivos son los que mejor se ajustan a dar un buen mensaje
respetando la naturaleza del género. También se pudiese utilizar un sermón
temático o Textual en estos libros proféticos.

6
Bibliografía.

Porter, Rafael. Estudios Bíblicos ELA: Y sabrán quién soy Yo (Ezequiel). Puebla, Pue.,
México: Ediciones Las Américas, A. C., 1986.

Berkhof, Louis. Principios de interpretación bíblica. Grand Rapids, Michigan: Libros


Desafío, 2005.

Sicre, L. José Luís. Introducción al Antiguo Testamento. Navarra. Editorial Verbo


Divino. 2000.

Stuart Douglas & Fee D. Gordon. Lectura eficaz de la Biblia. Traducción de Diaz de
Arce Omar, Rojas & Rojas, Inc. Editores. Editado por Rojas y Rojas Editores, Inc. Miami,
Florida. Editorial vida. 2007.

Tabet Miguel Angel, Marconcini Benito y Boggio Giovanni. Introducción al Antiguo


Testamento. Vol II. Libros Proféticos. Madrid. Ediciones Palabra. 2008.

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