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LA HERENCIA EN GALICIA. UN NUEVO MODELO.

PorJa­
vier San Martín.

La presente ponencia trata de mostrar las líneas nucleares de un amplio trabajo en


vías de realización sobre el sistema de herencia en Galicia . Su interés radica, según pien­
so, en que en él se pretende desarrollar un nuevo enfoque para abordar de un modo sis­
temático el estudio de este complejo fenómeno, en tOrno al cual giran muchos aspectOs
de la cultura gallega. El objetivo fundamental es mostrar los diversos niveles de raciona­
lidad de ese hecho cultural , partiendo del descubrimiento de un nivel fundamental de
racionalidad .
La ponencia tendrá que silenciar , obviameme, numerosos aspectos, que necesitarían
una mayor profundización. Vaya dividirla en seis puntOS , que necesariameme serán
breves y esquemáticos.

l. Cultura y racionalidad

Ames de empezar con nuestro tema vaya exponer unas ideas generales, que son bá­
sicas para emender metodológicamente el enfoque de este trabajo . El tratamiento que
hago de la herencia no es otra cosa que una aplicación de algunos de los principios que
ahora voy a exponer sobre la cultura como objeto de la antropología.
Cualquier estudio antropológico tiene que tener en cuenta que la cultura de un pue­
blo es el modo cómo el conjunto de gentes de ese pueblo se comporta -o piensa que
tiene que comportarse- para satisfacer las necesidades que la vida individual y colectiva
conlleva, partiendo de unas situaciones ambientales, tecnológicas e históricas determi­
nadas . Todos estos aspectOs recién mencionados inciden en la cultura , por lo que la cau­
salidad de los hechos culturales siempre suele ser compleja .
En segundo lugar hay que tener especialmente en cuenta que los hechos culturales
no se dan aislados, sino que funcionan como normas de comportamientos interrelacio­
nados; lo cual no debe significar que tOdos encajen como las piezas de un rompecabezas.
Aunque mantengamos que la cultura funciona como un tOdo, ese todo presenta nume­
rosas lagunas en los engarces de las piezas, dándose incluso muchas veces oposiciones en­
tre diversos comportamientos. Por esas quebraduras del ajuste de las piezas culturales
pueden venir los cambios que son un rasgo propio de todo hecho cultural.
De estas consideraciones se deriva el que la cultura pueda y deba ser abordada desde
una perspectiva funcional -que no funcionalista-; es decir, todo análisis de un hecho
cultural tiene que preguntarse antes o después por la función de tal hecho. La función
de un hecho es su razón; damos razón de este hecho, descu brÍmos su racionalidad , cuan­
do descubrimos su función ; lo cual no implica universalizar esa razón porque muy bien
puede ser una razón no compartida y por lo tanto particular , pues un hecho puede ser
principal sólo para una clase.
La razón de un hecho puede estar en otros hechos de carácter cultural; la razón de la
moral suele estar en la estructura y organización social ; diremos entonces que aquella es

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función de éstas. Pero tal hecho puede estar también en relación a otros hechos, que si
bien pueden estar históricamente conformados, pueden actuar como DATOS o FACTI­
CIDADES, sólo desde los cuales puede actuar la sociedad. El med io geográfico es en este
sentido un dato histórico, en la medida en que la historia -la sucesión de
generaciones- ha ido acumulando en él el trabajo sucesivo de los hombres, sin embar­
go actúa como un dato que la cultura ha de tener muy en cuenta adaptándose a él , es
decir, en función del cual se ha de establecer la realidad cultural.
Esto significa que el análisis cultural ha de buscar en una doble dirección; por un la­
do ha de descubrir la relación funcional que un hecho mantiene con otros, que normal­
mente suele ser recíproca: la moral conectada con un sistema de herencia es «producida»
por éste ya la vez contribuye a la permanencia de tal sistema. Pero por otro lado el análi­
sis funcional debe preguntarse por los condicionantes externos del hecho cultural. Cuan­
do un hecho cultural tiene un lugar preponderante en una cultura, de modo que se pre­
senta como un centro de referencias de otros muchos hechos, es muy plausible que tenga
una función adaptativa en relación a hechos externos -lo cual no quiere decir que ahis­
tóricos- al sistema.
Este nos parece ser el caso del sistema de herencia, que indudablemente ha desem­
peñado un papel de primera magnitud en la reproducción del modo de vida en Galicia .
Por eso una pregunta por el sistema de herencia debe analizarlo en función de los Otros
hechos culturales de la cultura gallega y en función de los condicionamientos ambienta­
les, para ver en todo caso si es realmente función de esas condiciones o si su racionalidad
se agota en otros hechos culturales.
Una breve consideración, por último, sobre la relación entre el individuo y la cultu­
ra, que también nos es necesaria para mantener una correcta orientación metodológica.
La cultura es el conjunto de reglas de comportamiento de una colectividad, las cuales ri­
gen la conducta de los individuos . Estos se comportan, por lo general, de acuerdo con
tales normas; pero el individuo no es un ser pasivo que sólo repite modelos culturales
previamente fijados; en realidad el individuo estrategiza las normas culturales como
normas de comportamiento que resuelven los problemas de subsistencia y de conviven­
cia según sus propios intereses. Ni los problemas de subsistencia ni los de convivencia
son idénticos para todos los individuos; por eso actúan estos eligiendo el comportamien­
to adecuado, según su juicio, en cada momento. Ordinariamente tales comportamien­
tos vienen dados por la cultura; por eso, a veces, normas culturales determinadas pue­
den ser utilizadas estratégicamente de varios modos; y de ahí también la variedad de
comportamientos según las circunstancias y la necesidad muchas veces de buscar un nue­
vo nivel de racionalidad, que esta vez puede estar en los objetivos de los individuos, te­
niendo en cuenta sus circunstancias concretas.

2. Problemas metodológícos de la investigacíón de la herencÍa en Galicia

Una vez que hemos expuesto algunos de los aspectos más importantes del concepto
de cultura que deben ser tenidos en cuenta en un estudio sobre el sistema o los sistema
de herencia, vamos a pasar a unas consideraciones metodológicas más precisas.
Lo primero que se debe considerar es que ningún hecho cultural puede ser abordado
sin una teoría, al menos si su consideración ha de ser científica. Conviene indicar, en
efecto , que la ciencia consta de dos niveles que , aunque se diferencian mutuamente, se

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relacionan también dialécticamente. Toda ciencia tiene un nivel de hechos de los que
trata y un nivel de teoría, modelo, orientación metodológica o paradigma (que todos es­
tos nombres recibe o puede recibir) desde el cual se investiga, describe o interpreta yex­
plica tales hechos. El modelo puede deformar aspectos básicos del hecho cultural o dar­
nos en principio una orientación de investigación que no contribuya a explicar el hecho.
En la cultura los hechos no suelen ser simples, sino que suelen venir agrupados en con­
juntos de comportamientos , así por ejemplo la herencia implica un tipo de familia, una
ideología sobre la casa, unas ideas sobre la producción y una expectativa sobre lo que
uno quiere o puede lograr . El modelo teórico nos puede dar o decir previamente qué es
lo básico en este conjunto de elementos; puede resaltar unos aspectos y oscurecer otros;
puede describir conexiones entre esos aspectos o ignorarlas, o buscarlas erróneamente o
en lugar no pertinente. Un modelo que dé preponderancia absoluta a las ideas formula­
das y formulables por la gente acerca de su comportaITÚento podría decir que lo básico
en el sistema de herencia es la moral o la necesidad de mantener un contacto con el lugar
de donde uno es como medio de mantener la autoidentidad. Otro modelo nos podría
orientar en dirección profundamente distinta. No hay, en definitiva, investigación sin
un modelo desde el que investigar.
El sistema de herencia de Galicia ha sido abordado desde dos modelos fundamenta­
les. El primer modelo, el que tradicionalmente ha servido de base a las aproximaciones
etnográficas y etnológicas a la cultura gallega hechas fundamentalmente por historiado­
res, juristas, folkloristas y algunos aficionados, parúa del presupuesto de que la cultura
se explica por su referencia histórica; los hechos culturales son resultados de un pasado,
que ha de ser lo más remoto posible, si ese hecho cultural ha de tener algún valor de
autoidentificación e interés de ser estudiado, por lo menos cuando el pueblo en cuestión
tiene testimonios de una cierta profundidad histórica. El sistema de herencia en Galicia
se explicaría por la pertenencia del pueblo gallego a la cultura celta (efr. Iglesias Corral,
1976, 464) o a la cultura visigoda, donde es habitual poner el origen de lo que se consi­
dera típico y fundamental de tal sistema: la mejora. De modo semejante se explica tam­
bién la costumbre de que en ciertos lugares sea la mujer la que se queda en casa, siendo
la principal heredera; esa costumbre sería resultado de la antigua tendencia matriarcal
del pueblo celta, siendo por lo tanto una supervivencia de tal organización social. En es­
te modelo explicar el sistema de herencia, que es visto fundamentalmente como una
cuestión de derecho consuetudinario, significa rastrear en documentos cuándo pudo na­
cer tal modo u otro de trasmitir la propiedad.
Frente a este modelo que llega absolutizar la hisroria y que en realidad ha sido inca­
paz de incorporar el estudio de la herencia al interés de quienes querían estudiar la cul­
tuta gallega, por lo que se puede afirmar que su valor heurístico es nulo, Carmelo Lisón
Tolosana ha aplicado a Galicia el modelo funcional-estructural propio de la Escuela de
Oxford y en general de la tradición antropológica inglesa. Este modelo ha servido para
ver en la herencia un hecho fundamental y se ha aprestado a estudiarla tanto en su rela­
ción a otros hechos culturales como a hechos externos al sistema cultural. Por lo que se
refiere al primer punto Lisón Tolosana nos da un brillante mapa de la interrelación de
los hechos culturales de Galicia desde el complejo del sistema de herencia; la Antropolo­
gía cultural de Ga/icia está dedicada en una considerable proporción a la descripción e
interpretación del sistema de herencia en Galicia, demostrando la serie de relaciones que
tal fenómeno implica .
Pero el modelo estructural-funcional no sólo se queda ahí; pretende también dar la

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razón del tipo de herencia; y aquí es necesario considerar un pUntO fundamental: que la
antropología prentende siempre explicar las DIFERENCIAS CULTURALES; el modelo
historicista las explica por la pertenencia o no a un pasado cultural; el modelo funcional­
estructural antes de explicar un hecho, lo describe en la trama de sus interconexiones ;
sólo desde ahí tratará de ver la relación que tal hecho tiene con el pasado con el objetivo
de determinar, si es posible, el origen de tal hecho; pero siempre se ha de esforzar antes
en explicar la ausencia o presencia de tal hecho cultural.
Pues bien , el sistema de herencia en Galicia es un fenómeno cultural especialmente
apto para el ejercicio teórico, en la medida en que no sólo es una regl a de comporta­
miento que luego se sigue con más o menos precisión, sino que se realiza de dos modos
radicalmente opuestos en el seno de la misma cultura gallega, por lo que la explicación
debe, ante todo, esforzarse por dar razón de tal diferencia radical. El escaso valor heurís­
tico del modelo historicista se ve en que nunca ha podido explicar fehacientemente por
qué en unos sitios perdura una costumbre y por qué en otroS ha sido sustituida por otra .
Lisón, antes de hacer un escarceo histórico , tratará de buscar una explicación del he­
cho en los condicionantes ambientales de la cultura gallega, aproximándose al sistema
de herencia desde una perspectiva ecológica: según Lisón Tolosana el sistema de heren­
cia predominante en Galicia y que sería eje nuclear de la cultura gallega, el sistema de
mejora , se debería a que la pobreza productiva del suelo junto con la escasez de la pro­
piedad de cada casa o familia impiden el reparto de la propiedad de una casa entre todos
los hijos de tal casa (cfr. Lisón , 1971, pags. 336s. y 1973, pag o 94) , debiéndose dar la
mayor parte de la propiedad a uno solo, que de ese modo puede conservar y mantener
una explotación viable . En los sitios donde la riqueza de la tierra es mayor , zonas por
ejemplo de viñedo y policultivo , en que la propiedad de una pequeña parcela permitiría
subsistir a una familia, el tipo de herencia es la partija, es decir, el reparto equitativo en­
tre todos los hijos a partes iguales.
No nos podemos detener en una crítica exhaustiva del modelo de Lisón , que ha sido
sin lugar a dudas el que ha encauzado el estudio de la cultura gallega por un camino de
eficacia científica. Conviene, sin embargo , tener en cuenta algunos puntos más que pro­
blemáticos. Me parece en primer lugar que no se justifica la identificación del lugar que
el sistema de herencia de mejora ocupa en Galicia : identificarlo como el eje nuclear (cfr.
Lisón, 1973, 47) de la cultura gallega, supondría decir que allí donde no se da, como es
el caso de Orense y amplias zonas de Pontevedra y otros lugares , la cultura gallega estaría
poco arraigada. ¿De dónde parte tal concepción? ¿es qué la cultura gallega es necesaria­
mente cultura de una zona pobre? No parece que necesariamente sea así y que siempre
lo haya sido así; en todo caso nada parece autorizarnos a semejante conclusión .
En segundo lugar, la hipótesis explicativa de Lisón supondría que los lugares con
partija tendrían un nivel mucho mayor de fragmentación de la tierra, cosa que no parece
ocurrir en todas las zonas de la provincia de Orense, donde el nivel de fragmentación de
la tierra es semejante al de otras provincias, si exceptuamos la zona del viñedo.
En tercer lugar en el modelo de Lisón se piensa la cultura como un modelo estático,
que sólo en contados casos funciona con toda nitidez, considerándose como degenera­
ción cultural -léase aculturación- cualquier cambio del modelo. Lisón describe el
complejo del sistema de mejora como un modelo o pattero (efI. 1971, pags . 301 y 346),
que en unos sitios se percibe con más nitidez que en otros, en los que siquiera sea por el
paso del tiempo se ha desdibujado y enturbiado . Su explicación del sistema no ofrece
más salida que una concepción del cambio como degeneración. Por otro lado los presu­

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puesros de su modelo no Je llevan a una investigación pormenorizada de la siruación real
de rodos los modos de la trasmisión de la propiedad. sobre rodo del sistema de parrija. al
cual dedica usón una quima pane que al ouo. lo cual es normal. porque en principio
tal sistema no sería propio de la cultura gallega. sino un eJememo degenerativo. Respec­
ro a las orras rres provincias . Lugo. La Coruña y Pomevedra. se decide. prácricameme a
pnóri. que en ellas predomina la mejora. sin más precisión.
¿Qué ocurre en realidad? que el modelo esrrucrural-funcional tiene más imerés en el
análisis de las relaciones de los hechos culturales emre sí que en la investigación seria de
la razón ecológica de tal hecho. que. una vez reconocida. debería haber sido investigada
en serio. La investigación se oriema en orra dirección. porque no inreresa tanro la culrura
como normas de adaptación a un enromo que como forma estructural (en el senrido de
Radcliffe-Brown. que no en el de Levi-Srrauss) a la cual los individuos deben ajustarse.
Mas en ese caso las categorías se perrifican . echándose en falta un análisis que las desblo­
quee. Así se da por supuesro que la mejora es el sistema de rres provincias. mienrras que
la partija lo es sólo de Orense; se da por supuesro que la mejora es propia de tierra pobre
y momañosa. miemras que la parrija lo sería de tierra fénil y llana; se da por supuesto.
en fin . que la mejora es una categoría uniforme y que siempre estaría en la misma rela­
ción con orros hechos culrurales.
Nada de esro es. sin embargo. necesario ni convenieme para la investigación; por eso
un hecho tan importame para la reproducción de la vida material y económica ha de ser
sometido previameme a una encueSta desde una perspectiva ecológica. sin dar nada por
supuesro ames de un estudio serio. ni respecto a su relación a orros hechos culrurales ni a
su uniformidad. ni a su extensión. Necesitamos orro modelo. no necesariameme ama­
gónico al amerior. sino más bien complememario. que trate. ames de ninguna decisión
sobre el lugar que un submodo del sistema de herencia ocupa en la cultura gallega . de
explicar el pumo clave de rodo el problema: la razón fundamemal de la ausencia o pre­
sencia de la mejora. o la ausencia o presencia de la parrija.

3. Aspectos del sistema de herencia a explicar por un modelo

Ames de pasar a exponer el modelo que considero fundamental para explicar la va­
riedad del sistema de herencia en Galicia. conviene destacar los punros claves que tal
modelo debería explicar.
El primer punto absolutameme esencial y base de todos los demás es el hecho mismo
de la diversidad de los dos sistemas : toda aproximación al sistema de herencia en Galicia
debe ofrecer una explicación razonada y convincente de por qué en unos sitios el hori­
zonte general desde el que se piensa la trasmisión de bienes es la mejora mientras en
otroS es la partija.
Pero aún hay un segundo punto que no se debe pasar por alto: la mejora no es una
categoría fija sino fluída. porque se puede mejorar más o menos; en efecto en Galicia
nos encontramos con dos modos fundamentales de mejorar: uno que equivale a dejar a
un hijo o hija -según las zonas y estrategias- en torno a los dos tercios de la propiedad
de los padres. lo que se suele indicar cuando se dice o se habla de mejora de tercio y
quimo. de un tercio más la mitad del otro tercio más la legítima; la diversidad de fór­
mulas regionales empleadas para calificar o describir esta mejora coinciden en que suma­
dos todos los conceptos el mejorado recibe en realidad casi o sin casi los dos tercios de la

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propiedad. Pero hay otra fórmula ampliamente extendida que consiste en dejar al mejo­
rado la casa y el asentamiento o circundado o tierras de alrededor de la casa; esta mejora
es muy distinta de la anterior, por lo que su funcionamiento hade ser distinto; me voy a
referir a ella como MEJORA DEBIL, frente a la otra a la que llamaré MEJORA FUERTE.
Cualquier modelo de explicación del sistema de herencia debe dar cuenta de tal diferen­
CIa.
Hay en tercer lugar un hecho muy importante : tanto en Orense, sobre todo en el
partido de Bande, como en otras zonas hay un cierto nivel de endogamia, que parece
que tiene algo que ver con el sistema de herencia; debemos considerar también estos ca­
sos.
En último lugar hay que tener en cuenta los posibles cambios. Ya hemos menciona­
do que el cambio es una cualidad interna de los hechos culturales: la complejidad de
elementos que componen la vida humana asl como la multiplicidad de los factores que
en ella inciden imponen el que los modos de comportamiento de los hombres estén so­
metidos a numerosos cambios, que han de ser conceptuados no como degeneraciones de
modelos ideales -lo cual también es posible, sobre todo en los casos de modelos cogni­
tivos-, sino como reestructuraciones estratégicas de acuerdo a las circunstancias. La re­
lación misma que mantienen los individuos en su culrura permite comprender esta di­
námica del cambio. Un modelo de explicación debe asumir esta realidad.

4. Propuesta de un modelo para explicar el sistema de herencia

El sistema de herencia es el modo cómo se trasmite la propiedad y la riqueza de pa­


dres a hijos o a Otros parientes. Hay en principio dos modos de considerar este fenóme­
no: colectiva o individualmente. Si consideramos el fenómeno individualmente, dire­
mos que los padres de la casa A trasmiten la propiedad a sus hijos de un modo u otro,
sin tener en cuenta lo que hagan los miembros de otras familias. Pero el mismo fenéno­
meno puede ser considerado colectivamente: en ese caso diremos que el sistema de he­
rencia es el modo cómo una generación trasmite la propiedad a la siguiente. Esta anota­
ción tiene su importancia. En efecto, el error de Lisón Tolosana ha estado en partir preci­
samente de la casa, es decir, de una consideración individual del fenómeno, y no del
conjunto de las casas; podríamos decir que Lisón se ha situado, de acuerdo con su forma­
ción, en la consideración típica de la antropología inglesa que prima la descendencia y
filiación frente a la alianza, consideración más propia de la Escuela francesa. Pues bien,
para explicar el fenómeno de la herencia es necesario partir del conjunto de las casas,
porque lo que uno recibe sólo cobra su verdadera dimensión si puede o no puede ser
completado con lo que reciba el cónyuge; en todo caso lo que uno pueda recibir en he­
rencia sólo tiene sentido desde el modo en que los Otros componentes del pueblo o de la
comunidad trasmiten los bienes a sus hijos; sólo tiene sentido, por lo tanto, colectiva­
mente; de ahí que lo tengamos que abordar desde una consideración de la colectividad.
El sistema de herencia sólo se entiende dentro de la estrategia matrimonial. El argumen­
to no es, por lo tanto: dado un sistema de herencia el matrimonio será de un tipo u otro,
sino exactamente al revés: siendo posible un tipo de matrimonio u otro, el sistema de
herencia es de un tipo u otro.
Una vez aclarado este punto, en cuyo trasfondo ideológico y metodológico no puedo
entrar, veamos los dos modos formales de la herencia. Una generación puede trasmitir a

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otra la propiedad de un modo que vamos a llamar VERTICAL o de un modo OBLI­
CUO . Se trasmite la herencia verticalmente cuando la generación de los hijos reproduce
en líneas generales la misma estructura de la propiedad que la generación de los padres;
en este sistema la propiedad de cada casa permanece más o menos inalterada a través de
las generaciones . La propiedad se trasmite oblicuamente cuando la generación de los hi­
jos no reproduce la estructura de la propiedad de la generación de los padres, porque la
propiedad de cada casa se ha redistribuido entre varias casas, de modo que cada casa re­
compone una explotación a partir de lo recibido por ambos cónyuges.
En el primer sistema la propiedad de una casa pasa en la mayor parte posible -en
Galicia en dos terceras partes- a un hijo, que para subsistir ha de contar fundamental­
mente con esa propiedad . Hemos descrito con esto el sistema de MEJORA RJERTE . En
el otro sistema un hijo ha de recomponer la propiedad con la parte correspondiente de
su marido o mujer , de modo que su objetivo será reconstruir una explotación viable . En
este sistema la distribución de la propiedad de las diversas casas de una generación ha de
ser totalmente distinta de la distribución de la anterior generación , pues por norma la
propiedad de todas las casas se ha de rediStribuir entre todas las casas. La casa juega, en
consecuencia, un papel muy distinto en uno y otro sistema : mientras en el sistema de
mejora lo que cuenta realmente es la casa, en el de partija la casa se diluye en una red
más tupida de vecindad . Mientras en el sistema de mejora lo que perdura es el conjunto
de propiedades de la casa, en el Otro las propiedades de la casa se redistri buyen entre to­
das las otras casas, porque será la comunidad la que aparece en un plano de más impor­
tanCia .
Pero entonces ¿qué es lo que determina la preponderancia de un sistema u Otro? ; ¿es
la posibilidad o imposibilidad de la fragmentación de la tierra en pedazos todavía más
pequeños? Pienso que decididamente tenemos que decir que NO , porque mirando el
sistema de herencia desde el conjunto de las casas, como pienso que hay que hacer, la
propiedad no se fragmenta en ninguno de los dos sistemas, pues la aparentemente ma­
yor fragmentación que la partija conllevaría se neutraliza con la obligada recomposición
de la propiedad a partir de las hijuelas de ambos conyuges . Supongamos que una fami­
lia tiene diez fincas y cuatro hijos ; en el sistema de mejora aproximadamente siete fincas
irían a parar a un hijo, mientras que en un sistema de partija cada uno de ellos recibiría
dos fincas y media, por lo que parece lógico decir que tal sistema implica una mayor
fragmentación de la tierra . Pero en realidad hay que considerar que, si esos hijos se casan
en el pueblo , sus dos fincas y media han de componerse con las que reciben sus cónyu­
ges, con lo que lo fragmentado a nivel de cada casa, se recompone a nivel colectivo . La
tesis de que el sistema de partija conllevaría una ma yor fragmentación es una deforma­
ci?n de aplicar el predominio que la casa tiene en el sistema de mejora al sistema de par­
tiJa.
Pero si no es la posibilidad o imposibilidad de fragmentar la tierra lo decisivo , ¿cuál
será el factor clave que decide la aplicación de un sistema u otro? Pienso que es necesario
acudir a la relación que antes he citado entre el sistema de herencia y el matrimonio. En
efecto, el sistema de partija sólo es viable a condición de que los matrimonios se realicen
fundamentalmente en el pueblo, pues de lo contrario las hijuelas recibidas por cada uno
de los hijos que se casan fuera se van del pueblo , con lo que en poco tiempo la mayor
parte de la propiedad del pueblo pertenecería a otros pueblos. Cuando los matrimonios
de una comunidad son ordinariamente con gente de lugares de fuera del pueblo el siste­
ma que ha de imperar es la mejora, como único modo de mantener las tierras alrededor
del conjunto del caserío .

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Propongo, pues, la hipótesis de que el sistema de herencia de MEJORA FUERTE
predomina en los lugares en los que la densidad del caserío es baja, siendo los núcleos de
población tan pequeños que prácticamente no permiten una ENDOGAMIA DE AL­
DEA. En lugares donde la cantidad de casas de los núcleos de población permiten la en­
dogamia de aldea el sistema predominante será el de panija. La mejora es consecuencia,
pues, de la exogamia de aldea, mientras que la panija lo será de la endogamia de aldea.
La teoría se asienta en una consideración de carácter ecológico: el clima y característi­
cas del modo de cultivo de Galicia obliga mantener la explmación relativamente cerca ,
pues una finca alejada del pueblo es muy poco útil con la tecnología tradicional. Cuan­
do los matrimonios son fundamentalmente entre gentes de la misma aldea el sistema de
panija no engendra especiales desigualdades ni tensiones específicas y mantiene la pro­
piedad permanentemente en torno a la comunidad. Cuando los matrimonios son en su
mayoría con gente de fuera solo el sistema de MEJORA FUERTE permite mantener las
tierras alrededor de la aldea. Por eso en los lugares con panija las redes del parentesco
son muy tupidas , mientras que en los lugares con mejora las redes del parentesco de las
comunidades son muy escasas.
Ahora bien , este modelo tiene que verse alterado fundamentalmente por aquellos
factores que relativizan el valor de la explotación agraria , por ejemplo, por la expectativa
de salidas económicas y por la cantidad media de propiedad ; cuando la agricultura I ga­
nadería deja de ser factor predominante de la economía , porque ésta se ha convertido en
una economía mixta, el interés por el mantenimiento de una propiedad viable o por la
recomposición de una explotación rentable se .pierde. Tenemos que predecir, en conse­
cuencia, que en los alrededores de las ciudades o de núcleos con creciente actividad in­
dustrial o de servicios, donde la mayoría de las casas tienen una economía mixta, no se
dará mejora fuerte sino una mejora débil o partijas, pero por razones distintas. El que se
dé una u otra ha de depender del caserío. Si las casas tienen unas fincas alrededor, será
normal la mejora débil; si las casas apenas tienen terreno alrededor, el sistema tenderá
hacia las panijas.
También se ve alterado el modelo formal con la escasez de la propiedad. Cuando és­
ta es tan pequeña que bajo ningún concepto permite mantener una explotación agraria ,
la tendencia ha de ser hacia un sistema de panija, motivado también por razones distin­
tas a las apuntadas por el modelo principal, pues en ningún caso tendría sentido tratar
de reconstruir una explotación viable.
¿Qué pasa, por fin , con la endogamia familiar a la que ames hemos aludido, propia
del panido de Bande y de OtroS lugares? Recordemos algunas notas de este curioso caso.
Los hijos al casarse siguen viviendo ordinariamente en casa de sus respectivos padres , con
lo que boda es un elemento de escasa imponancia cultural, que puede ser realizada in­
cluso de noche; al tener que repartir los bienes mediante el sistema de panija, parece
existir , según anota Lisón, una necesidad de morosidad en el tránsito, ¿qué se hace en­
tonces? procurar casamientos entre primos hermanos para que rehagan la propiedad del
abuelo. ¿Qué nos indica esto' En primer lugar es un caso que nos demuestra palmaria­
mente la conexión de la partija y la endogamia , aunque sea la endogamia de aldea . Si en
esas condiciones la casa se fortalece el único modo de mantener la casa es acentuar la en­
dogamia pasando de una endogamia de aldea a una endogamia familiar , mediante el
matrimonio de los primos hermanos, cada uno de los cuales llevaría la hijuela de sus pa­
dres, impidiendo así la disgregación de la casa. El matrimonio entre primos hermanos
es, pues, una forma de sistema de herencia vertical sin destruir la partija.

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5. Dacos sobre la distribución de los sistemas de herencia

Los datos de que dispongo hasta aho ra sobre la diStribución geográfica de los diver­
sos modos de herencia coinciden efectivamente con las afirmaciones anteriores. En efec­
to, el sistema de mejora fuerte coincide con zonas en las que los pueblos son mu y peque­
ños dándose una tendencia exogámica en la aldea, pero en los que la agricultura y gana­
dería son el modo predominante de vida , lo que ocurre en Lugo yen zonas interiores de
La Coruña y de Pontevedra, en concreto las comarcas de Lalín, Silleda o La Estrada. En
todas estas comarcas las aldeas son pequeñas , constando cada parroquia de bastantes nú­
cleos de pequeñas poblaciones, predominando los matrimonios entre aldeas de la mis­
ma parroquia o de parroquias limítrofes. Es frecuente encontrar incluso conciencia explí ­
cita de que tales matrimonios han de ser los más frecuentes.
El sistema de partija tiene predominio absoluto en la provincia de Orense y Sureste
de Pontevedra y algunas zonas en torno a Vigo y Ferrol , zonas estas últimas de pequeña
propiedad de tierra por familia y además suburbanas . La mejora débil, por su parte, pre­
domina prácticamente en toda la costa, Rías Bajas y Las Mariñas, coincidiendo casi siem­
pre con zonas de economía mixta y también escasa propiedad de tierra . La partija como
sistema propio de Orense se debe a una razón muy distinta a la que motiva la partija de
la zonas suburbanas. En Orense se debe efeCtivamente al predominio de! pueblo como
unidad de asentamiento, lo cual permite un considerable número de matrimonios den­
tro de él. Por lo general las parroquias de Orense tienen muchos menos pueblos que las
de otras provincias y cada pueblo tiene un caserío mucho más denso; de ahí que la red
de parentesco dentro de cada aldea sea muy tupida; pecisamente por eso la casa tiene
menos importancia que en otroS lugares. Sería muy interesante y necesario estudiar el ci­
tado caso del distrito de Bande, para buscar la razón de! reforzamiento de la casa, a dife­
rencia de lo que ocurre en Otras zonas de Orense.
No puedo dejar de referirme, en último lugar , a casos de endogamia de la montaña
lucense, donde se da un predominio absoluto de la mejora fuerte; ¿a qué se debe esa en­
dogamia y qué tienen que ver con el sistema de herencia' En primer lugar la endogamia
está impuesta por la escasez de población. Pero la pregunta sería entonces por qué ahí
no se da partija. Pienso que deberíamos decir que por la misma razón que en lugares de
Orense en los que la casa emerge con fuerza: porque las normas tienen su propia efica­
cia. La partija no es viable con exogamia de aldea; la mejora es, sin embargo, compatible
con la endogamia. Habría que estudiar , en todo caso, e! sistema concreto de parentesco
y de herencia en tales montañas , estudio que aún está sin realizar.

6. Los diversos niveles de la racionalidad

Para terminar quisiera sacar algunas conclusiones sobre los diversos niveles de racio­
nalidad que hay que tener en cuenta para explicar un fenómeno de tanta incidencia en
la cultura gallega y de tanta complejidad como es el fenómeno de la herencia.
Hemos basado nuestro modelo principal en la consideración de los factores ambien­
tales que conllevan un tipo u otro de matrimonio posible . La racionalidad del sistema de
h erencia es una racionalidad adaptativa; el sistema de herencia es un fenómeno cultural
cuya materialización como horizonte de respuestas a una necesidad, la de trasmitir la
propiedad de una generación a otra, se hace por unas necesidades de carácter estricta­

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mente adaptarivo ecológico, Ahora bien, esta racionalidad del sistema no es normal­
mente consciente, Los individuos ven en el sistema bien una obligación cultural-moral
debiéndose comportarse como los demás se comportan, bien por ejemplo un seguro de
vejez, La razón del sistema concretO no está en la necesidad de mantener las tierras en
torno a la aldea, sino en la necesidad de asegurarse la vejez , o en la necesidad de mante­
ner la integración con el grupo , Si la racionalidad del sistema en conjunto nos parece
una racionalidad adaptativa, dentro de ese marco global es necesario tener en cuenta
que el mantenimiento de una costumbre se puede deber realmente a la necesidad de
mantener la cohesión del grupo, Hay casos en los que la comunidad ha vistO la necesi­
dad de introducir un cambio y sin embargo sigue practicando la costumbre tradicional,
en casos por ejemplo de economías mixtas; la racionalidad del sistema ha variado, por­
que la ecológico-adaptativa ya ha perdido vigencia y entonces entra en juego orro tipo
de racionalidad, que , por otro lado, siempre está presente en la cultura, lo que podemos
llamar la racionalidad histórica, que se remite a la necesidad de los individuos de mante­
ner una cohesión y una identidad lograda con e! mantenimiento de! contenido concretO
de las costumbres tradicionales,
Pero aún hay más: la partija o mejora propia de las zonas con economía mixta no es
fácil que sólo tenga una racionalidad ecológica o adaptativa; me inclino a pensar que en
muchos de estos casos lo que entra en juego son otrOS factOres, por ejemplo, la mera con­
sideración de! valor económico, en capital, de las tierras que uno puede recibir de sus
padres, En OtrOS casos la consideración de la necesidad de mantener una conexión perso­
nal con el lugar donde uno ha nacido como apoyo para la reconstrucción o manteni ­
miento de una identidad que la ciudad no brinda, Son tOdos estos factOres los que hay
que tener en cuenta a la hora de juzgar un sistema o un modo concretO de herencia en
zonas donde la estrategia del individuo es fundamental, sobre tOdo porque sus alternati­
vas son mucho mayores,
De ahí que un hecho cultural deba ser explicado en base a una racionalidad básica;
pero las circunstancias y la historia pueden alterar esa racionalidad básica , siendo necesa­
rio introducir Otros factores que den cuenta de situaciones nuevas, que partiendo de la
situación originaria, la alteran, Por eso e! fenómeno de la herencia en Calicia es mucho
más complejo de lo que aparentemente se puede pensar, porque ha tenido que ir adap­
tándose a nuevas circunstancias, aunque partiendo de unos datOs iniciales, que en luga­
res donde la vida campesina es aún e! modo fundamental de vida siguen siendo Jos que
nos revelan la racionalidad básica del fenómeno,

BIBLIOGRAFIA
IGLESIAS CORRAL
1976 "El Derecho» en Los gallegos, ed , Istmo, págs. 46 1-477 .

USON TOLOSANA, Carmelo


197I fintropologÍa cultural de Caltc,,;:, Siglo XXI, Madrid,
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