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Los problemas éticos deben entenderse como todos aquellos actos que no son correctos
y proporcionan una situación intolerante y conflictiva a nivel moral. Ahora bien, los
problemas éticos en los negocios tienen que ser visto desde el punto de vista de la ética
de los negocios (a veces denominada ética corporativa o ética empresarial) es un tipo de
ética que analiza los problemas, principios éticos y morales que surgen en el mundo de
los negocios. El concepto de ética empresarial surgió a principios de la década de los 70
en Estados Unidos. Es importante analizar que la ética empresarial se encuentra
relacionada con la filosofía de los negocios, uno de cuyos objetivos es determinar los
propósitos fundamentales de una empresa. Por ello, la ética se ha convertido un aspecto
fundamental en la práctica profesional de los trabajadores; su capacidad y compromiso
para actuar éticamente es imperativo de la calidad del servicio que ofrecen a quienes
hacen uso de sus servicios.
Algunos problemas éticos que se pueden desencadenar por ofrecer trato preferente en
algunos de los empleados son:
Conflictos verbales y tratos irrespetuosos entre grupos
Abuso de autoridad
Sobornos
Bajos rendimientos por falta de compromiso
Especulaciones
Factores derivados del conocimiento y formación en valores de las personas, es
terrible detectar aquellos “líderes” que fundan ciertas conductas en pro de la burla
para discriminar a otros empleados.
En el mundo actual, los problemas éticos han originado que la ética en las profesiones
claramente ha sido corrompida y este es un problema que cada día se hace más grande y
dificulta que las siguientes generaciones de profesionistas puedan combatirlo. Se está
generando un nivel de individualismo y actualmente en nuestro país no existe la empatía,
la lealtad y honestidad. Al contrario, se generan contravalores que hacen que nuestro país
este cada vez peor.
De acuerdo con Max Weber, la investigación causal puede orientarse en dos direcciones,
que para simplificar se denominarán la causalidad histórica y la causalidad sociológica. La
primera determina las circunstancias únicas que han provocado cierto acontecimiento. La
segunda supone el establecimiento de una relación regular entre dos fenómenos. Esta
relación no adopta necesariamente la forma: tal fenómeno A hace inevitable tal fenómeno
B, sino que puede formularse así: tal fenómeno A favorece más o menos intensamente tal
fenómeno B. Por ejemplo, pertenece a este tipo la proposición, verdadera o falsa: un
régimen despótico favorece la intervención estatal en la gestión de la economía.
La relación entre historia y sociología necesita estar siempre delimitada por el hecho
fundamental de que la perspectiva histórica precisa del elemento esencial sociológico: la
relación entre individuos, el protagonismo humano, las formas de asociación; es decir, la
estructuración de las relaciones sociales.
Sin embargo, persisten los que de una manera u otra han sido escépticos sobre las
ventajas teóricas y metodológicas que encierra esta relación, al negar la historia en todas
sus vertientes e interconexiones con otras ramas del saber; incluso, ciertos formalistas
sociológicos son partidarios de afirmar que la sociología aparece como ciencia una vez
que se liberó de la historia.