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FE PÚBLICA

Se puede decir que es igual a creencia. Fe es la creencia o confianza de algo que se


ha percibido por los propios sentidos y se acepta por la autoridad de quien lo dice.

La palabra “fe” proviene del latín “fides”, que significa creer. Fe es aceptar la palabra de
otro, al entender y confiar que es honesto y por lo tanto que su palabra es veraz.

El concepto de fe, referido al hombre individual, tiene su primera manifestación en el


testimonio de la conciencia y del conocimiento.

Según San Agustín “A la fe nadie puede ser obligado”. Casi todo lo que se ha dicho
sobre la fe, hace referencia a la fe en su acepción de simple creencia en lo que no se
ve. A eso alude San Agustín cuando afirma que nadie puede ser obligado a la fe, y lo
mismo quiere significar Schopenhauer cuando dice que la fe, como el amor, no puede
ser forzada.

Fe: “Es el crédito que se presta a las cosas por razón de la autoridad de quien las dice”.

Fe Publica es “atestiguar solemnemente” la certeza de hechos o actos jurídicos,


respaldados por una presunción de verdad a través de la autenticidad impresa en los
documentos que los prueban.

“Jurídicamente la fe pública es la verdad oficial” que se impone por un imperativo


jurídico o coacción que obliga a tener por ciertos determinados actos y hechos. Dar fe
jurídicamente equivale atestiguar en forma solemne.

Para muchos autores la fe pública está formada por los elementos creencia, potestad
de un individuo y medida de valor jurídico del instrumento.
El ejercicio de la potestad se refiere a la investidura que una persona tiene para dar fe
de los actos, hechos o actos y como resultado objetivo es el valor jurídico que se le
asigna al instrumento o documento autorizado.

Podemos definir la fe pública como “Presunción de veracidad que ciertas personas


dependientes e independientes de la administración pública establecidos por el Estado
le confieren a determinados hechos actos y circunstancias que se plasman en distintos
documentos”.

A. DEFINICIÓN

Es la facultad que el Estado le otorga a los Notarios para darle autenticidad a los actos
y contratos de carácter extrajudicial, y los hechos que autoriza, con ocasión del
ejercicio de su ministerio.

B. FUNDAMENTO

El fundamento de la fe pública se encuentra en la necesidad que tiene la sociedad para


su estabilidad y armonía, de dotar a las relaciones jurídicas de fijeza y autoridad, a fin
de que las manifestaciones externas de estas relaciones sean garantía para la vida
social y jurídica de los ciudadanos y hagan plena prueba ante todos y contra todos,
cuando aquellas relaciones jurídicas entran en la vida del derecho en su estado normal.

C. CLASES DE FE PÚBLICA:

 Fe publica notarial o extrajudicial:

También llamada extrajudicial, la fe pública es la facultad que el Estado otorga por la


ley al Notario. La fe del notario es pública porque proviene del Estado y porque tiene
consecuencias que repercuten en la sociedad.

Se ejerce a través del notario, se dice que es pública por que el Estado se la otorga,
para que el profesional en derecho pueda darle certeza jurídica a los documentos que
él autoriza. Logrando con esto el Estado resguardar la paz social y evitar contiendas
que necesiten la intervención del órgano jurisdiccional. Por tal razón la fe pública
notarial se ejerce de forma preventiva.

“El acto más maravilloso de la actuación notarial es cuando el escribano se siente


verdadero representante de la fe, de la verdad, de lo justo, de lo equitativo, que es
también verdad del derecho que llamaríamos puro y lo pone al servicio de la
colectividad.”

Radica aquí la importancia de la fe pública, ejercida por el notario, de revertir de


seguridad jurídica los actos y contratos que autoriza.

 Fe pública administrativa:

Reconocida en los documentos que expiden los diversos organismos e instituciones de


la administración pública. Ejerciéndola en el momento en que expiden los secretarios
administrativos los documentos respectivos.

Es la que poseen determinados funcionarios de la administración pública, se ejerce a


través de documentos expedidos por las propias autoridades que ejercen la gestión
administrativa en los que se consignan órdenes, comunicaciones y resoluciones de la
administración pública.

 Fe pública judicial:

Es la que se ejerce a través de las actuaciones judiciales. Como por ejemplo en las
certificaciones que extienden los tribunales por medio de los secretarios.

Es la que disponen los funcionarios de justicia especialmente los secretarios de


juzgados, quienes dan fe de las resoluciones, autos y sentencias de los jueces o
tribunales en los que actúan. (Ley del organismo Judicial, arts. 172 y 173).

 Fe pública registral:
Es ejercida a través de los documentos que expiden los registros públicos, que pueden
ser estatales o municipales: entre los cuales podemos mencionar el registro mercantil,
registro de la propiedad, registro civil etc.

Estos registros esencialmente prueban los actos inscritos y su inscripción. Ejerciéndose


a través de las certificaciones que se extienden en dichos registros por la persona
indicada.

 Fe pública legislativa:

Esta se ejerce a través del Organismo Legislativo, por lo cual creemos en las
disposiciones emanadas del mismo, que son las leyes de la República, siendo una de
un tipo corporativo, ya que la tiene el Congreso como órgano y no sus representantes
en lo individual.

 Fe pública Canónica:

El Código de Derecho Canónico también se encuentra prevista la figura del fedatario


con funciones Notariales, pero con la limitación de dichas atribuciones para asuntos
internos de la Iglesia Romana.

D. APLICACIÓN DE LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO EN GUATEMALA:

Como se sabe en Guatemala, los universitarios al graduarse de Abogados, lo hacen


automáticamente también como Notarios, pero también se sabe que el Notario requiere
de una condición académica y cultural mayor y un constante afinamiento de sus
condiciones intelectuales, y como Notarios deben eludir todo cuanto pueda afectar su
independencia económica, comprometer su decoro o disminuir, aunque sea en mínima
medida, la consideración pública que deben merecer. En pocas palabras el Notario
debe poseer solvencia moral.

Esto se debe a que el Notario actúa en un plano muy visible, y lamentablemente en el


medio, ese plano visible sería el control del Colegio de Abogados y Notarios de
Guatemala y del Archivo General de Protocolos, los cuales bien poco, pueden hacer
para controlar los miles de Notarios que ejercen actualmente, de los cuales un gran
porcentaje sale mal preparado desde el punto de vista académico, cultural y lo más
delicado, con poca moral. Y el problema se complicará conforme aumente el número
de Notarios y los niveles académicos no sean mejorados, como también mientras no se
implementen mejores sistemas de control sobre el Protocolo.

Es triste saber que en Guatemala, hay tal cantidad de Notarios que no respetan las
disposiciones legales como tampoco las morales o de ética y que la sociedad y las
autoridades en particular, desconfíen de la fe pública del Notario casi por principio,
entonces cabe preguntarse ¿Qué objeto tiene realmente el concepto de Fe, que es
igual a creencia?. Ambos tienen el mismo concepto, sin embargo algunos Notarios al
aplicar su fe pública, la han desvirtuado de su fin original.

E. GARANTÍA DE AUTENTICIDAD Y LEGALIDAD DE LA FE PÚBLICA:

Esta garantía deviene del respaldo de la fe pública, ella hace que el instrumento público
sea autentico y legal.

De cuanto se ha dicho e inferido que la función notarial, no puede radicarse


exclusivamente en la jurisdicción voluntaria, ni en la prueba, ni en la forma. Tiene esa
triple finalidad y además un evidente aspecto de jurisdicción preventiva, asesora y
legitimadora. Los tres fines fundamentales del instrumento público, que constituyen la
esencia y el resultado o efectos del instrumento público en que se manifiesta la función
notarial son: dar forma, probar y dar eficacia legal. Para cumplir estos propósitos la
función notarial debe aspirar a:

a) Asegurar la autenticidad para el futuro.


b) Garantizar la legalidad o legitimidad del acto.
c) Constituir un medio de fijación formal que asegure los efectos del mismo, así
entre las partes, como en cuanto a los causahabientes de ellas o los futuros
interesados.
Esta conclusión puede aparecer ambigua o vacilante; y sin embargo, a través de la
variada bibliografía y de opiniones en apariencias dispares, puede verse una cierta
unanimidad. Esa triple función de la actividad notarial está reconocida directa o
indirectamente por todos los autores que se esfuerzan en vano en encontrar una
síntesis que abarque los aspectos varios de la función y del que la desempeña, que es
a la vez juez, funcionario y profesional del derecho.

La función del Notario es autorizar escrituras que tienen tres características:


autenticidad, fuerza probatoria y ejecutoriedad. La fuerza probatoria es consecuencia
de la autenticidad y supone, en el terreno procesal, un desplazamiento de la prueba. La
ejecutoriedad deriva de la naturaleza de la función o poder del Notario, que tiene una
delegación del poder público; delegación que en la jurisdicción voluntaria, es similar a
la que se concede a los Jueces de jurisdicción contenciosa.

En síntesis la garantía de la Fe Pública, son los intereses de los particulares a quienes


el Notario sirve.

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