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La realidad de la violencia en Sonora

Hermosillo.— A un año del inicio del gobierno de Alfonso Durazo Montaño, la


realidad de la violencia supera las promesas de la administración morenista.
La violencia generada por grupos criminales, los cuales pelean el control de las
plazas, así como las rutas de trasiego de droga y de personas hacia Estados
Unidos, y de armas del norte a México, se mantiene incontrolable, al grado de
que hay regiones en las que no se puede transitar de día, mucho menos de
noche.

A decir de especialistas, aunque esta situación no es un tema que se originó en


el actual gobierno, ha ido creciendo sin freno y sin que haya una contención
efectiva. Ahora, los secuestros, levantones, desapariciones, balaceras, ataques
armados, homicidios y extorsiones son la constante.

Krimilda Bernal, directora del Observatorio Sonora por la Seguridad, reconoce


que los hechos violentos no son nuevos en este gobierno ni en el anterior, pues
se han venido arrastrando a lo largo de décadas. Sin embargo, en regiones como
Pitiquito, Caborca, Cajeme y Guaymas no se vislumbra una pronta solución.

“Sabemos que, aunque haya cambios desde la estructura y desde el sistema,


puede tardar bastante tiempo y no se va a lograr en tres años, o de un sexenio
a otro, porque son cambios también de cultura institucional. El no sentar las
bases ahorita va a hacer complejísima esta situación”, considera.

La especialista compara datos estadísticos del Secretariado Ejecutivo del


Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) del inicio del gobierno de la
priista Claudia Pavlovich (octubre 2015- agosto 2016), con lo que lleva el actual
mandatario morenista (octubre 2021-agosto 2022).

En el primer año de gobierno de Durazo, el total de delitos cometidos en el estado


suman 31 mil 188, de los cuales mil 357 son homicidios dolosos y 26 feminicidios,
mientras que el primer año del sexenio pasado se registraron 38 mil 560 delitos,
más ilícitos, pero sólo se cometieron 578 homicidios dolosos y 20 feminicidios,
lo que representa un incremento de 134.78% en homicidio doloso y 30% de
feminicidios.

En el primer año de gestión de Pavlovich fueron asesinados 20 policías, mientras


que en el actual gobierno suman 26 homicidios de uniformados.

Con respecto a las personas desaparecidas y/o no localizadas, de 2015 a 2016,


con base en datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No
Localizadas, Krimilda Bernal detalla que se registraron 367 en el gobierno
anterior, mientras que en el actual suman 122.

Bernal refiere que desde 2016, cuando el Observatorio Sonora por la Seguridad
inició actividades, detectó que los liderazgos en la seguridad del estado no fueron
los mejores, tanto en la fiscalía como en seguridad pública.

Si bien fueron renovados en 2018, permanece en la fiscalía Claudia Indira


Contreras y María Dolores del Río fue nombrada titular de Seguridad Pública.

¿Dónde están?
Krimilda Bernal señala que en el tema de las personas desaparecidas, de un
sexenio a otro se han incrementado los grupos de búsqueda de personas. De
acuerdo con cifras del SESNSP, en lo que va del año (de enero a agosto) hay
101 personas desaparecidas o no localizadas, de las cuales 91 son hombres y
10 mujeres.

“En el observatorio siempre estamos contrastando los datos del secretariado con
la realidad que se vive, porque sabemos que sólo un pedacito de lo que se llega
a denunciar se registra en la fiscalía o Ministerio Público. A estas alturas es más
confiable entrar a una página de un colectivo de búsqueda”, reconoce.

Ceci Patricia Flores Armenta, líder del grupo de Madres Buscadoras de Sonora
—uno de los 14 colectivos que existen en el estado— cuenta con más de 4 mil
fichas de búsqueda del último año y anteriores.
La activista recrimina que, a pesar de que el gobernador Alfonso Durazo
Montaño prometió en la campaña apoyarlas institucionalmente con las
búsquedas, no ha cumplido.

“Las estadísticas de desaparecidos se han incrementado. De nada sirve que


hayan cambiado al comisionado estatal de búsqueda, pues todo sigue igual. Los
carros no sirven y no tienen gasolina para acompañarnos, tampoco nos apoya el
gobierno en la identificación de cuerpos”, lamenta.

En este sentido, por primera vez en su historia, la Comisión Estatal de Derechos


Humanos de Sonora (CEDH) emitió un conjunto de 15 recomendaciones por 15
casos diferentes de desaparición de personas, dirigidas a la Fiscalía General de
Justicia del Estado (FGJE).

Estas recomendaciones acreditan violaciones graves a los derechos a la vida, la


integridad personal, la libertad personal y reconocimiento de la personalidad
jurídica, en perjuicio de 23 personas desaparecidas, así como violaciones a los
derechos de acceso a la justicia, la verdad y la integridad personal de 27
familiares.

La CEDH advirtió graves periodos de dilación injustificados en todas las


investigaciones, donde el caso más grave registra un lapso de inactividad
ministerial que alcanza dos años cuatro meses.

Además, en la mayoría de los casos, la FGJE no realizó ni una de las diligencias


a las que estaba obligada en las primeras 24 horas, de acuerdo con el Protocolo
Homologado para Búsqueda de Personas Desaparecidas.

Falta orden
David Saucedo, experto en temas de seguridad y analista político, considera que
la situación en seguridad de Sonora no es buena, aunque el gobierno del estado
tenga una narrativa distinta. La expectativa de que llegara un personaje
experimentado como el exsecretario de Seguridad Publica nacional a gobernar
el estado era muy alta.
De acuerdo con el experto, por la aparente reducción marginal en incidencia
delictiva de homicidios dolosos y delitos del fuero común en el presente año, se
tendría que estar evaluando la remoción de la secretaria de Seguridad María
Dolores del Río

“El presupuesto de seguridad pública debe reflejar el tamaño de la necesidad,


pero también debe hacer una depuración en las corporaciones policiacas porque
hay muchos comandantes colaborando con el crimen organizado. No lo digo yo,
lo dicen las narcomantas que dejan los criminales que señalan a mandos
policiacos de una reputación muy dudosa”, asegura Saucedo.

“Ha habido una protección policial, yo no tengo ninguna duda de que hay
presidentes municipales que están protegiendo y brindando apoyo a grupos del
crimen organizado. Grupos del narcotráfico tienen en la bolsa a alcaldes, a la
Policía Municipal, por eso no se ha avanzado. Hay una resistencia de muchos
años de los gobernadores para poder someter al proceso de juicio a los
alcaldes”, considera.

Indica que sería un buen indicio que el gobernador diera un diagnóstico sobre
cómo encontró el estado y sea más abierto y le ponga nombre y apellido.

“Estamos haciendo, a lo mejor, un juicio muy severo contra él, pero lo cierto es
que tampoco ha dicho qué se encontró. Siempre habla de generalidades, pero
no da nombres, cifras sobre qué exactamente es lo que encontró al hacerse
cargo de la entidad.

“Yo esperaría, por lo menos, que tiene más [información] de las investigaciones
de la posible colaboración de funcionarios del pasado con narcotraficantes (…)
quiero pensar, porque yo no veo exalcaldes, directores, comandantes regionales
detenidos. Si no hay personajes sometidos a investigación o a juicio, entonces
lo que hizo Alfonso Durazo Montaño únicamente es llegar a administrar el
problema, no resolverlo”.
Violencia feminicida
Para Silvia Núñez, titular del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio
capítulo Sonora, la violencia contra las mujeres en este primer año de
administración de Alfonso Durazo sigue igual. Lo que podría variar es la forma
en que se clasifican los casos de las muertes violentas.

“La tendencia a la baja en feminicidios en el último año podría justificarse que en


ocasiones se clasifica como homicidio doloso u homicidio culposo. No se sabe
si de esos casos también hay razones de género que no se estén acreditando”,
considera.

Sin embargo, en lo que corresponde a la alerta de violencia de género para seis


municipios (decretada en agosto de 2021) ni siquiera se sabe si se está dando
de una forma correcta porque las peticionarias —entre ellas el observatorio—
han sido excluidas y no tienen reportes de avances.

“Es evidente que no hay medidas urgentes, puesto que las agresiones continúan,
la violencia familiar contra las mujeres está al alza mes con mes y como una
muestra, digamos, representativa del cumplimiento de los mandatos de la alerta
de género, está por ejemplo la de fortalecer las comisiones tanto la de víctimas
como la de búsqueda”, afirma.

Bibliografía:

Amalia Escobar (03/10/2022). “La realidad de la violencia en


Sonora”, en El Universal.

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