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EL ORDEN MUNDIAL Y LA RECONFIGURACIÓN HEGEMÓNICA EN EL

SIGLO XXI
Introducción

Los organismos internacionales han cooperado para generar una estructura en el sistema
mundial para mantener la paz y seguridad entre las naciones, éste concepto de orden mundial
ha dado de que hablar entre los medios de información, estadistas y funcionarios
internacionales por los acuerdos con los diferentes sistemas: sistema financiero(Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional), sistema jurídico internacional, el sistema de la
ONU, Organización Mundial de Comercio, sistema de seguridad internacional conformado por
el Consejo de Seguridad de la ONU, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y otros
acuerdos de orden militar.

El concepto “orden mundial” no ha sido objeto de un análisis profundo, así que empezaremos
con apartados breves y precisos de teoría y concepto. Primero mencionando algunos debates
actuales sobre el “orden mundial”, polémicas sobre el concepto, de modernidad y duración.

Una vez establecidas las herramientas de trabajo vamos a señalar las formas del orden
mundial y la transición hegemónica. La segunda parte del artículo irá analizando los elementos
que componen el “nuevo orden mundial” del siglo XXI: la esfera económica, las potencias que
intervienen, los temas de la agenda internacional y el sentido de contexto actual, que puede
derivar en distintos escenarios, dependiendo de cómo se desenvuelva la crisis. Finalmente, se
presentan algunas modelos que pueden ser catastróficos, pero también algunas rutas para
resolver estos desafíos.

Algunos debates sobre el concepto de orden mundial

Ante un escenario convulso en las relaciones internacionales actuales, el concepto parece


ambiguo y sin sentido, aquí destaca el libro de Hedley Bull (2005), publicado en 1977, donde
propone explicar cómo se crea, opera y funciona el orden en medio de un proceso anárquico.

El “nuevo orden mundial” se refiere a la existencia de un cambio sistémico de


transformaciones internacionales, dando paso a ideologías políticas como en la configuración
del poder planetario en un futuro cercano de la historia mundial.

El término aparece en acontecimientos relevantes para la historia.

1. 1 después de la Primera Guerra Mundial en 1919 el presidente estadounidense


Woodrow Wilson pretende reorganizar a la sociedad presentando catorce puntos
importantes.
2. 2 después de la Segunda Guerra Mundial, en el contexto de la creación de la ONU,
sustituyendo a la Sociedad de Naciones que no ha podido lograr objetivos de poder,
paz y justicia que se propusieron desde el Tratado de Versalles. Posteriormente fue
enunciado, al final de la Guerra Fría, por el presidente George H.W. Bush y Mikhail
Gorbachov con objetivos de cooperación de las dos superpotencias desde 1991 en
adelante, se asoció con el orden liberal socialista y con el orden globalista.
3. 3 La guerra del Golfo Pérsico-Arábigo en 1991, generó un tipo de desorden mundial y
confrontación bipolar que iba a continuar por lo menos una década más. A partir de
esto Estados Unidos, en el escenario de la Posguerra Fría, encabezó una nueva forma
de poder denominada la era de la “superpotencia solitaria”. Su influencia se acercó a
las fronteras globales y a la confrontación de la era bipolar, aquí incluyen temas de la
nueva agenda internacional, variable ambiental, organizaciones no gubernamentales,
gobernanza global que es el enfoque de los regímenes internacionales estatales y
privados, como empresas, fundaciones, etc. Otros analistas incorporan la idea de
autoridad política de carácter mundial, Y, por último, otros enfoques relacionados con
el neorrealismo o realismo estructural y la teoría de la estabilidad hegemónica.

Polémicas recientes: otro fin de la modernidad

El libro de Henry Kissinger, World Order (2014) genera debate teórico debido a sus
afirmaciones contundentes sobre el orden mundial que apuesta más por el futuro de una real
política regional y no mundial, sostiene que China y Estados Unidos son las mayores potencias
mundiales, por su peso económico, político, cultural y militar, e incluso ciber bélico. El
verdadero dilema es si se enfrentasen, tendría consecuencias geopolíticas como la Guerra Fría.

Posibles escenarios de modelo triple y ampliado a cinco con Rusia y China

 Estados Unidos tendría el liderazgo americano


 Alemania regularía Europa y
 Asia estaría bajo la dirección de Japón.
 Rusia y China.

Lo interesante del libro es el debate de las posibilidades de un escenario de “orden regional” o


de un “nuevo orden global” por “el concepto de orden que ha sustentado la era moderna está
en crisis”. Kissinger señala que este concepto surge del interés estadounidense por la
democracia y el libre comercio, pero hoy en día enfrenta a regiones como el Medio Oriente y
Asia, basadas en valores distintos a los principios de ese poder.

Fin del orden y nuevos órdenes mundiales

 Bipolar: El mundo bipolar nace en el siglo XX una vez finalizada la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945) cuando dos de las grandes potencias vencedoras, Estados Unidos
y la Unión Soviética, establecieron dos bloques antagónicos en torno a los cuales
organizaron política, económica y culturalmente los países inscritos en un bloque u
otro. Nos referimos al bloque capitalista liderado por Estados Unidos y el bloque
socialista liderado por la Unión Soviética. El conflicto bipolar entre estos dos bloques
mantuvo al mundo en vilo durante décadas en la conocida Guerra Fría (1945-1991).
 Multipolar: El mundo multipolar no está dividido, sin embargo, en dos bloques, sino
que hay más estados con influencia política y económica mundial, como son Estados
Unidos, Rusia, India, Brasil, Japón, Sudáfrica y China. Al mismo tiempo, hay organismos
integrados por diferentes estados como es la Unión Europea.

Hay elementos que confrontan el sistema económico global con la estructura política mundial.
Kissinger menciona que existe un poder multipolar que enfrenta desafíos estructurales
principalmente por Estados Unidos, que cada vez pierde su liderazgo de influencia en el
mundo. Además de algunos datos que dificultan la imposición de un orden mundial: la
conformación de Europa, el avance del mundo islámico, la desintegración de naciones-Estado
como Siria e Irak, el papel de China como actor global, una interdependencia sin precedentes
entre los estados, la propagación de armas de destrucción masiva, el desastre ambiental,
genocidios, nuevas tecnologías, todo ello aunado a los conflictos geopolíticos tradicionales.
Ahora en el plano teórico como de análisis Robert Cooper menciona sobre el Estado
posmoderno y el orden mundial (2000). Primero describe el viejo orden mundial, que concluye
con la Guerra Fría. Posteriormente, describe el nuevo orden mundial en el mundo
premoderno, al moderno y al posmoderno,

El mundo premoderno concluye con los tratados de Westfalia que dan término a la guerra de
Treinta Años y aseguran un orden mundial basado en el concepto de la soberanía del Estado-
nación; este orden es el moderno que no se ha completado aún, pero está ocurriendo
rápidamente, el tiempo avanza y los gobiernos, las instituciones internacionales y el sector
privado están involucrados, pero ninguno de ellos tiene el control total.

Precisiones conceptuales

Todas estas referencias del concepto de “orden mundial” tienen el fin de la reconfiguración del
poder internacional y la hegemonía global

1° Desde las ópticas realistas o liberales se denomina “anarquía” que tratan acerca de una
forma de orden, una estructura, en la que la autoridad no está centralizada, sino se halla
difusa.

2° Pero, desde otra óptica, el concepto de orden se opone al de caos relacionado con la
“autoorganización”

En estos contextos, el concepto de orden mundial está relacionado con el recambio de una
potencia por otra y con el término de “polaridad”

Autores sobre el concepto orden

Kissinger menciona el concepto de orden y modernidad, al igual que en el orden posmoderno


de Cooper: el orden que denomina “equilibrio de poder”– es un concepto del mundo moderno
de poliarquía medieval que poseía una dimensión demográfica, territorial y económica que lo
situaba en un sistema de estados con un necesario equilibrio de poder.

Después de un orden unipolar, diría Robert Keohane (2005), este equilibrio se vuelve
inexistente; porque se perdieron los objetivos buscados por aquel orden.

La otra clave para entender ese “post-orden” internacional la ha planteado Robert Coxque que
va más allá de la modernidad Incluso lo prefiere al de “sistema-mundo” de Wallerstein,

 Wallerstein, en el sistema-mundo existe una división similar a la de las clases entre


grupos de países a los que denominó «centrales», «semiperiféricos» y «periféricos».
Las naciones centrales son sociedades desarrolladas con alta tecnología y dependen de
las periféricas para obtener materias primas, productos agrícolas y mano de obra
barata. Las naciones semiperiféricas cuentan con características sociales y económicas
de las otras dos categorías. El desigual intercambio económico entre el centro y la
periferia es que venden productos a precios más elevados. Las naciones
semiperiféricas se benefician de las mismas ventajas en sus relaciones comerciales
desiguales con la periferia, pero tienen desventaja en sus intercambios con el centro.

Un sistema interestatal (estructura y la superestructura) es una forma histórica del orden


mundial que también puede ser entendida en el enfoque gramsciano como “bloque histórico”
y es la clave para entender su concepto de “hegemonía”. Resuelve las contradicciones
existentes de relaciones sociales de producción en el bloque histórico.
El concepto de “orden mundial” no sólo implica la idea de una normalidad sin conflicto o
riesgo –sin turbulencias–, sino una realidad compleja, múltiple y dinámica, que ocurre
históricamente y que presenta bifurcaciones.

Las formas del orden mundial

Poco después de la Segunda Guerra Mundial comenzó la guerra fría ante la bipolariadad de
Estados Unidos y la Unión Soviética. A cada zona le correspondió un proyecto político-
ideológico. Este orden causó la guerra de Vietnam y la crisis de los cohetes de Cuba, en 1962.
Más tarde dio lugar a momentos de insólitos acuerdos, como los de limitación de armas
estratégicas, en 1972. Por otra parte, esta era tuvo amenazas cayendo en una profunda crisis
económica que marcaron la agenda internacional con temas sobre desarrollo, deuda,
devaluaciones, etc., y otras crisis de orden político acabaron por disolver el bloque socialista.

A este orden bipolar le siguió otra etapa (1989-2001) la era de la unipolaridad o de la


superpotencia solitaria, diversas instituciones globales, como la onu y la Unión Europea,
tuvieron más confianza en la paz y en la posibilidad de resolver los conflictos internacionales
por medio de consensos; como la intervención humanitaria en Somalia y de la otan en Kosovo,
en 1999.

Este optimismo concluyó en el2001, en consecuencia, se derivaron guerras con efectos


perversos; como vulnerar profundamente los derechos civiles y las libertades públicas durante
el siglo xx. En ciertos estados periféricos se han dado importantes movimientos políticos y
sociales para ampliar esos derechos y procurar estados más democráticos, en donde se
garanticen y protejan los derechos humanos y las libertades ciudadanas. Tal es el caso de la
Primavera Árabe (Mesa, 2012), por producirse en países que parecían no tener ninguna salida
democrática posible en un plazo inmediato.

El nuevo “nuevo orden mundial”: la transición hegemónica

Este es el contexto de la reconfiguración del poder mundial, el advenimiento de un nuevo


orden mundial y de una transición hegemónica.

Para evaluar los alcances de un análisis de este carácter prospectivo y sobre la coyuntura
actual podemos plantear los siguientes problemas:

a) declive acelerado de la hegemonía estadounidense

b) frente a este vacío relativo de poder, ¿Quién puede ser la nueva potencia hegemónica?;

c) ¿cuál sería el tipo de estructura de un próximo orden mundial de las formas de organización
del poder?

En este sentido, Estados Unidos y la posibilidad de su declive relativo, puede dar paso a una
transición hegemónica para los próximos años; a causa del factor militar, diplomático,
económico, tecnológico y cultural.

Indicadores que evalúan la capacidad de una potencia: poder militar y estrategia de seguridad

Estados Unidos sigue siendo la mayor potencia por su presupuesto militar. En 2016 fue de 611
mil millones de dólares, casi tres veces más que el gasto militar de China, el segundo más alto,
con 215 mil millones de dólares. En términos porcentuales EEUU representa 36%; en segundo
lugar, se encuentra China, con 13%; en tercero, Rusia, con 4.1%, seguido de Arabia Saudita
(3.8%), India y Francia (3.3% cada uno), Reino Unido, con 2.9%, y Japón (2.7%).
Otro elemento es la llamada guerra cibernética en la que compiten Estados Unidos, China y
Corea del Norte.

Un indicador importante es la eficacia de su aparato militar y de las acciones bélicas en el resto


del mundo.

La relevancia de la economía

Durante la década de los 70 y 80, la mayor crítica fue a la hegemonía estadounidense por la
“crisis general del capitalismo”, que trajo recesión económica, la devaluación del dólar y el
abandono del patrón oro, así como la debilidad energética producida por la crisis del petróleo
de 1973. Asimismo, tuvo lugar una crisis político-militar representada por la guerra de
Vietnam, sin embargo, EE UU pudo recuperarse en el plano económico y energético (gas,
petróleo, minerales, tierras raras y otros recursos), e incluso pudo mejorar en los aspectos
políticos y diplomáticos.

En los recientes años, hubo un declive significativo del llamado Consenso de Washington, y hoy
hay un nuevo modelo económico por China, con énfasis en el desarrollo económico, el regreso
a la primarización de corte extractivista, un papel más participativo del Estado. A todo ello se
añade la crisis financiera y la del euro, que han impactado fuertemente en las estructuras
sociales de estos países, pero hoy en día se afirma que ya se está en un proceso de
recuperación. Lo más interesante para la reconfiguración del poder mundial es el efecto de las
crisis económicas en el subsistema político.

Algunos instrumentos actuales de coordinación política, como el Foro Económico Mundial de


Davos, el Consejo de Seguridad de la ONU, el G-8, el G-20 o los brics, no han podido ejercer un
efectivo papel de equilibrio en la economía y el poder mundiales. Efecto de la guerra fría con
su estructura bipolar y la transición de Occidente a Oriente impiden producir por sí mismos
una nueva estabilidad.

Potencias y regiones en juego

En la recomposición hegemónica de Estados Unidos, la aparición de nuevas potencias globales


como Alemania cada vez más poderosa en la Unión Europea. No obstante, se manifiestan más
claramente tres elementos de la transición de Occidente hacia Oriente.

1. En primer lugar, la dinámica demográfica, que en Asia representa un potencial de


empleo, mercado y capital humano, pero por la otra, implica un reto sobre los
servicios que deben proporcionar los estados.
2. Segundo China con el gran auge económico y crecimiento significativo como potencia
comercial. India con un crecimiento demográfico y económico similar.
3. El tercer punto Asia con una dinámica geopolítica.

Los países vecinos de China han intentado incidir sobre su ascenso para orientarlo a fin de
reducir la incertidumbre política de la región y de su futuro, así como para asegurar la
flexibilidad diplomática y afianzar sus beneficios económicos.

Cooperación de Shanghái, con el fin de limitar la intervención estadounidense en las fronteras


de China y Rusia un hecho que puede dar idea del interés hegemónico de estas potencias.

Los temas de la agenda de la transición hegemónica

En el contexto de la transición hegemónica


La proliferación nuclear en el continente asiático. Rusia y China son potencias nucleares y hay
rivalidades entre las dos Coreas, entre Japón y China, entre China y Taiwán, entre China y
Rusia, entre Pakistán e India, entre India y China, o entre los diversos países del Medio Oriente.
Aquí India tendrá que elegir entre China y Estados Unidos y sus fuertes vínculos con Gran
Bretaña.

En un panorama así, el papel de Estados Unidos es crucial, ya que tiene diversas opciones
como favorecer a unas potencias y desfavorecer a otras

China vive severos problemas sociales como la desigualdad del ingreso, inseguridad y la brecha
social de la dinámica rural-urbana, contaminación ambiental y la escasez de recursos
energéticos y estratégicos.

El papel de la región latinoamericana presenta más diversidad que antes, no solamente en su


cultura y política, y economía, sino también en sus relaciones internacionales, regionales y
globales, así como en sus opciones de integración, como la vinculación con la hegemonía de
Estados Unidos, América Latina se ve más afectada por los cambios del sistema internacional
tal como el declive hegemónico, como la crisis de 2008. De todas formas, el papel
latinoamericano será siempre secundario, ya que no tendrá mayor presencia ni capacidad para
influir sobre la forma como se dé el recambio de poder mundial, en un sentido positivo.

África tiene peso territorial y grandes fuentes de recursos estratégicos, siendo importante para
potencias como China e India, así como Brasil y, en general, para las economías en expansión.
La dimensión de la población también es muy relevante, sobre todo por el llamado “bono
demográfico”, que la sitúa como una de las regiones más jóvenes del mundo con mayor
capacidad laboral. Pero se ve lento e indeciso por su diversidad política, social y cultural

Lo unívoco y lo diverso de los escenarios mundiales

Con lo dicho previamente podemos examinar los debates que se han dado en torno al tipo de
orden mundial del siglo xxi. Un primer debate se dio al final de la Guerra Fría donde diversos
analistas internacionales manejaron modelos multipolares, pero más adelante descartaron la
posibilidad de una mutlipolaridad que pusiera en entredicho la supremacía estadounidense. En
ese contexto aparece el modelo uni-multipolar que es en Estados Unidos como potencia
económico, político y militar, y su capacidad de respuesta frente a los retos mundiales, pero
tenía que reforzar con un apoyo de otras potencias y organismos internacionales, como la onu
y la otan. Finalmente, aparecen indicios de que esta recomposición mundial, basada en la
lucha contra el terrorismo, apuestan por otro modelo mundial.

Diversos autores apuestan por diferentes modelos que no funcionaron, dado que actualmente
nos encontramos en un proceso de transición del orden mundial. Las transformaciones del
orden mundial han tenido lugar a partir de una guerra de transición hegemónica. En cambio,
hoy en día se observa una transición hegemónica sin enfrentamiento bélico como la caída de la
Unión Soviética. Por lo tanto, es de esperar que el próximo cambio en el orden mundial
implique fricciones y conflictos y transferencias en sus costos.

La crisis sistémica (constituida por otras diversas, como la económica, financiera, ambiental,
política, migratoria, institucional, multilateral) no es de un conflicto armado, lo que podría
suponer que los efectos serían temporales y más globales, mas no de orden mundial.

La crisis múltiple y sus dilemas


En primer lugar, está la globalización, como contexto, proceso, política e ideología. En segundo
lugar, la crisis financiera, ambiental, de seguridad, institucional, para relacionar las crisis con la
tipología de los riesgos globales como: riesgos ecológicos, financieros y las amenazas
terroristas. La crisis financiera y la crisis ambiental son cambios no tan perceptibles por ello se
seguirá todavía desarrollándose en los próximos años

El tema de crisis ambiental y la emisión de gases de efecto invernadero están paralizados y la


crisis económica no contribuye al combate de esta crisis y a promover un verdadero desarrollo
sustentable, por otro lado, China prevé profundas incertidumbres y potenciales conflictos
derivados de los problemas ambientales.

Otro factor es la acumulación de capital, desigualdad económica y desigualdad del ingreso y la


pobreza, aquí los actores financieros privados tienen mayor peso que muchos estados y sus
decisiones son relevantes.

Existe un déficit democrático entre los actores públicos, privados, sociales, nacionales e inter
nacionales, organismos intergubernamentales y civiles dan resultados en temas ambientales,
sociales, de derechos humanos, salud y educación

Otra tendencia preocupante es la política dado que existe la derecha en Europa, el


neoconservadurismo estadounidense y otros movimientos nacionalistas y conservadores en
Asia.

Otra tendencia asociada a este fenómeno es la xenofobia. El racismo se suma a la xenofobia


aumentando la exclusión y la polarización social, elementos que debilita los estados
democráticos. También las libertades civiles por los migrantes y el terrorismo.

los movimientos civiles trasnacionales pueden producir regulaciones políticas o mayores


conflictos internacionales. Como son Primavera Árabe, movimientos indígenas, migrantes,
antiglobalización, defensa de derechos humanos y muchos otros; además, están asociados con
nuevas formas de acción y colaboración gubernamental y no gubernamental, así como en el
desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento.

Conclusión. El futuro próximo, entre la desesperanza y nuevas utopías

El nuevo orden mundial se verá más significativo con la armonía entre los países potencia

Ya no se trata de modelos, sino depende de más actores, no sólo de las potencias, sino de
nuevos actores y agentes con fuentes de poder con impactos mundiales.

Existen posibles escenarios de declive del poder estadounidense, pero vivimos un proceso de
transición hegemónica cuya duración desconocemos. Los retos que enfrenta esta transición
son: mayor inequidad económica y polarización social, debilitamiento de la coordinación
multilateral, problemas ambientales y políticos. Se requerirá acción de las potencias y de los
actores con mayor capacidad para que garantice un mínimo de estabilidad y seguridad
regionales y globales, frente a las amenazas como el terrorismo, el paramilitarismo o el crimen
organizado.

La idea de la transición hegemónica es la transformación en nuevas formas ordenadas, a pesar


de la cooperación de potencias hegemónicas van a existir turbulencias políticas en un sistema.
En esta transición EEUU hará un papel importante; pero la incertidumbre política internacional
motivará a actuar a China y Rusia; Europa y América Latina con nuevas formas de acción civil
tratarán de proteger su economía de estos grandes capitales que quieren sacar provecho a la
globalización.

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