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Abreviaturas:
CA: Convención Americana
CIJ : Corte Internacional de Justicia
CN: Constitución Nacional de la República Argentina
Cornisión IDH: Cornisión lnterarnericana de Derechos Humanos
Corte IDH : Corte lnteramericana de Derechos Humanos
Corte EDH o CEDH: Corte Europea de Derechos Humanos
DA: Declaración Americana
DU: Declaración Universal
PIDCyP: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PIDESyC: Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
PNUMA : Progratna de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
CNUMA : Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
l. I NTRODUCC IÓN
* Trabajo premiado en el " IV Concurso de Ensayos Ig nacio Wiñizky sobre Derecho Ambie ntal",
año 2004
2 10 LECC IO NES Y ENSAYOS
pectes.
E. te pa norama desale ntad o r es particularme nte preocupante e n los
paí es de nuestra reg ión, econó micame nte basados en un esqu e ma de ex-
portaci ón de tnate rias primas, donde la pobreza es una constante diaria que
atenta contra la protección de los recursos .
En co n sec u e nc ia~ el concepto de medi o ambiente res ulta muy limitado
para explicar estos nuevos fenómenos por varias razo nes . Entre ellas, por el
ampli o abanico de causas y consecue nc ias descriptas sólo parcialmente : no
se trata ya só lo de proteger nuestro medio ambiente natura l. Además, por-
que se reconoce la neces idad de una estrategia global de largo plazo, pues
la contaminac ión se expande espacial y temporalme nte.
Recogie ndo estas consideraciones es que recie nteme nte se ha empeza-
do a hablar de un "derecho de la suste ntabilidad" 1, que incorpora, además
de la c uesti ón ambiental, la soc ial y la económica.
En e ta s iste máti ca, e l pl anteo de l presente trabajo es lograr la más
amplia tutela para la suste ntabilidad a través de su reco nocimie nto como
derecho humano. En efecto, " los seres humanos con tituyen el centro de las
preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible" 2 y tie nen la obli-
gac ión de protegerlo y mejorarl o para las generac iones presentes y futu-
ras 3. Luego de espec ificar las pautas que usare mos como inte rpretación, se
hará un racconto de los de rechos humanos reconoc idos por los instrume n-
tos internacionale. e n vigor, precisado a la luz de los princ ipi o y las nor-
mas que ri gen e l de recho ambiental, co mo un aporte para incorporar a·l sis-
tema interamericano de protecc ión de de recho humanos e l de rec ho a la sus-
tentabi lidad.
1. En la concepc ión c lás ica del de recho internac ional , donde los úni-
cos suj etos era n los Estados, e l s iste ma e ra netame nte de coordinac ión y la
regla, la no inj e re nc ia en los asuntos inte rnos. Bajo ésta quedaban compren-
1 C fr.
W ALS H (2000): L ó PEZ (2000).
~ Prin c i pio 1 de la Declaración de Río (en adelante. también .. de Río") sobre el M edio Ambiente
y el Desarrollo. CNU MAD. 1992 .
-' Principio 1 d~ la Deddra~i 6 n de Estocolmo sobre el M edi o Hu man o (en adelante. tambi~n "de
Estocolmo" ). 1'172 .
MARÍA EMILSE GARCÍA 211
~ R EY CARO ( 1998 ). Podemos fijar como punto de partida de esta protección el Convenio de París
para la Protección de los Pájaros Útiles para la Agricultura ( 1902).
5 Cfr. SAB IA OE B ARBER IS (2000).
ó Ver por caso los progre os recogidos en el Protoco lo XI del Convenio Europeo sobre Derechos
Hu manos y en l os nuevos reglamentos de la Comisión y de la Corte Interameri<.:anas en cuanto a la
partidpación de las víctimas.
2 12 LECCIONES Y ENSAYOS
Del derecho in tern ac io nal ambienta l pode mos recoger una seri e de
principios cuya vigenc ia e tá ya fuera de toda duda.
l . Probab le mente el mejor arraigado sea e l princ ipio de que los Esta-
do tienen el derec ho de di sponer 1ibre mente de su s rec ursos naturales,
aunque co n la limitac ió n de cau sar un perju ic io a l medi o ambi ente de
otro Estado, afirmado por p rimera vez en e l asunto del Estrecho de Corfú
de 1949 8. E n su mínima interpretac ión s igni f ica que el derecho de los Es-
tado obre sus recursos naturales no es ilimitado. E n su m áx ima aplicación
conf iere una base para llevar a cabo acciones legales y establecer respo nsa-
bilidades por daño o perjuic io al medi o ambi ente. E l apoyo d ado a este prin-
cipio, recog ido en e l numeral 2 1 de la Declarac ión de Estoco lmo por la co-
munidad internac ional durante los últimos 20 años (reafirmado e n e l Prin-
cipio 2 de Río), de n1uestra c la ramente que ha pasado a fo rmar parte del
derecho internac ional consuetud inari o 9 y es, por tanto, obli gatori o.
2. Un segundo princ ipi o rector de la materi a es e l princ ipi o precautorio.
Segú n éste, no puede aduc irse la falta de certeza c ientífica a bsoluta para pos-
tergar la adopc ió n de medida · eficaces en función de los costos para impe-
d ir la degradac ió n de l ambie nte (Principi o 15 de Río). ·
Actualmente se di cute s i éste tiene o no valor consuetudinario lO. En
materia convencional, ha sido recogido en vari os in trumento del siste ma
7 Definido como " un <..lcslrrollo que sati sfaga las nece idades del presente si n comprometer l a
capac idad de las futuras generac iones para a ti. faccr las propias".
x C IJ. Rente1'1. 1949 .
9 SAOIA OE 8 A RBERIS (2000): FR A N ZA (200 1), entre otros.
lll SAOI A DE B A ROERI. (20<X)).
; ;
l. El contexto actual
Esta pauta, afirmada desde la Conve nc ió n de Vie na (art. 3 1), ha sido
recogida por la Corte IDH en una de sus últimas opinio nes consultivas .
En efecto, en la O pinión Consulti va nro. 16, la Corte reconoc ió que a l
dar inte rpretac ió n a un tratado no só lo se toman en cuenta los acuerdos e ins-
trumentos formalme nte re lacionados con éste, sino también el siste ma de ntro
del cua l se inscribe, reca lcando que di c ha orie ntac ión es particul arme nte
importante para el derecho internacional de los derechos humanos : "tal inter-
pretación evo luti va es consecuente con las reg las generales de interpretac ión
de lo tratados consagradas en la Conve nc ió n de Viena de 1969. Tanto esta
Corte [ . .. ] co mo la Corte Europea [ .. . ], han seña lado que los tratados de
derechos humanos on instrumentos vivos, cuya interpretación tiene que acom-
pañar la evoluc ió n de los tiempos y la condic iones de v ida actuales" 16.
Esta inte rpretación ha sido reafirmada en lo. casos " Villagrán M ora-
les" 17 e n el cua l se prec isaron las medidas especia les de protecc ión hac ia
15 Comisión 1DH, l! ~f(Jnn e Anual / 993. Res. 30/93, Caso 1OR4, G uate rnala.
In Corte ID H, El Derec ho a la In fo rmació n sobre la As iste ncia Consular e n e l Marco de las
Garantías del Debido Proceso Legal. Opi nión Consulti va OC- 16/99 del 1°/ l 0/ 1999, Serie A. nro. 1(),
párr. 11 4.
17 Corte 1OH. "Vi llag rán Morales y otros v. G uatemala". se ntencia de l 19/ 11 1l lJ99. Serie C,
nro. 63.
~ ~
•
MARÍA EMILSE GARCÍA 217
cipio del estoppel, un Estado no puede desdecirse válidamente ante los ór-
ganos del siste n1a interamericano de las di sposiciones interna que garanti-
cen en mayor medida y eficacia los derechos reconocidos en la Convención
o en otro instrumento de igual naturaleza.
Esto es especialmente importante en la materia que nos convoca, pues
las legislaciones internas y el derecho internacional ambiental han recepta-
do las preocupaciones sobre la sustentabilidad. En consecuencia, luego de
reconocerse que el derecho a la sustentabilidad puede ser erigido como un
derecho humano me diante la interpretación de los derechos ya reconocidos
(en el marco de las pautas indicadas en el presente parágrafo), deberá tener-
se en cuenta que las regulaciones internas que han hecho los Estados sobre
la materia forman parte de dicho derecho y, por tanto, pueden denunciarse
internacionalmente los casos de incumplimiento.
l. Derecho a la autodeterminación
Los arts. 1° del PIDCyP y del PIDESyC, y los Principios 2 y 21 de las
Declaracione de Río y de Estocolmo respectivamente reconocen, dentro del
derecho a la autodeterminación de los pueblos, el derecho a di sponer libre-
mente de sus riquezas y recursos naturales.
El reconocimiento de este derecho es consustancial al proceso de de-
sarrollo (en cuanto permite establecer las prioridades de cada pueblo); y, en
e e sentido, es una de las bases del reconocimiento del derecho a la susten-
tabilidad de la cual se deriva, entre otros, e l derecho a participar en la toma
de dec isiones que afecten ese derecho.
En el marco de las Naciones Unidas, este derecho ha sido reconocido
tatnbi én en e l art. 3° del Convenio de Diversidad Biológica y en numerosas
resoluciones de la Asamblea General, a consecuencia de lo cual no puede
ya dudarse de u carácter de norma jus cogens.
218 LECCIONES Y ENSAYOS
En este caso, la Corte sostuvo que la s ituación alegada por los peticio-
narios. (po luc ión por parte de la empresa química Enichem AgriColtura
s ituada cerca del pueblo Manfredonia, e l peligro de graves accidentes de la
planta y la ausencia de regulaci ó n por parte de las autoridades públicas)
tornaba ap li cable e l art . 8° porque si bien el Estado no había interfe rido di-
rectamente en e l goce del derecho a la privacidad, estaba obligado a adoptar
medidas efectivas de protección 3 1.
:!\JCone Europea de Derechos Humanos (CED H ), caso ·'L ópez Ostra" . sentencia del 9112/1994,
caso número 4 111993/436/5 15. Las dos primeras cifras indi can el orden en el año de su planteamiento.
las d o~ úhima. el lugar que ocupa en la lista de los asuntos pl anteados al Tribunal desde su creación y
~ n las tk las demandas ini ciales a la Comisión correspondiente (esto antes de la reforma de 1998 hecha
por d Protocolo XI. que supri mió la Comi sión). La versión española puede encontrarse en ALBANESE
( 1997).
Corte ElJH , ..Guerra and Others v. ltal y" . se ntencia 19/211998 . 11 6/1 996/7J5/9'}.2.
-'11
~ ~ .. . .. lral y cannol be sa id to have 'interfered ' with the appli cants' prí v ate or family life~ they
complained not or an act by the State but o f it · fai lure to act . However. although the objcct of Anide 8
220 L ECCIONES Y ENS AYOS
Por otro lado, el art. 13 del PIDESyC reconoce la relac ión ex iste nte
entre la educac ión y la partic ipac ión públicas al dec ir que orie ntada hac ia
el de arro ll o de la pe rsonalid ad humana, la educac ió n Hde be capacitar a to-
das las personas para partic ipar efecti vame nte e n una oc iedad libre". E ta
comple me nta ti edad , acorde con las pautas de inte rpre tac ión ya me nciona-
da ·, e · e e ncial para fo me ntar la conc ie nc ia a mbie ntal de la generac iones
presente y asegura r la su te ntabilidad de las gene rac iones futuras (Princ i-
pio · 19 de E "' tocolmo y 2 1 de Río, art . 12 y 13, Conveni o D iver ' idad).
i · c. ~e ntially that of prorecting the indi vidual agai n t arbitrary interference by the public authoritie . it
doe not merely co rnpel the Statc to abstain from such intcrference: in addition to this primarily negative
undc11aking. therc may be pos iti ve obli gati ons inhercnt in effective respect for prí vate or famil y life
(Párrafo 58) . In thc prc. e nt case it nccd onl y be a. ccnaincd whether the nati onal authoritics took the
neccssary steps to ensure effect ive protcction of the app l icants' right for res pcct for thei r p1i vate and
fa mi l y 1i fe as guaranteeu by Art icle 8 (see thc L ópez Ostra v. Spai n judgment of 9/ 12/ 1994. Series A
*
no. 303-C. p. 55. 55)."
.~2 .. .. . thc provision of inforrnati on to the publ ic was now one of thc esscntial mean s of protecting
thc well-bcing and hea lth o f the local popu lation in situati ons in which environment was at ri k .
Conscqucnt ly. thc . . . paragraph 1 o f a11idc 1O hall be construed as confcrring an actual r1ght for recei ve
infonnation. in particular from thc rclcvant authorities. on member o f l ocal popularions who had
bcen or might he affectcd by an industrial or other activity reprcsenting a thrcat for thc environmcnt".
(Párrafo 52).
MARÍA EMILSE GARCÍA 221
0
art. S , Conveni o Diversidad), adoptar pla nes pa ra proteger y utilizar susten-
table me nte la di versidad bio lógica (art. 6, Conveni o Di versidad). Una me n-
ción aparte me rece la obli gac ión menc ionada e n e l .art. 4° 41 de la Conven-
_,ñ Art. 1°: ''0/J/i~tll'ián de respelllr los derechos. Lo Estado. Partes en esta Convenc ión se com-
prometen a respetar los derechos y li bertades reconocidos en el la y a garantizar su libre y pleno eje rcicio
a toda persona que esté sujeta a su jurisdi cc ión. sin discrim inación ... "
.n Art. 2°: "Deber de adot>tar disposiciones de derecho interno. Si el ejercicio de los de rec ho. y
libertades mencionado. en el art. 1° no estu viera ya garantizado por disposic iones legislati vas o de otro
cadctl!r. los Estados Partes se co mpromcren a adoptar. de acuerdo a sus procedim ientos con ·titucionales
y a las di sposiciones de esta Convención. las medidas legislati va o de otro carácter que fueren necesa-
ri as para hacer c fect ivos tales derec hos y 1ibertadcs".
J~ Opini ón Separada del juez Rodo lfo E. Pi za Escalantc, Corte IDH. ''Exigibi lidad del derecho de
Rectificación o re, puesta (arts. 14. 1. 1. 1 y 2° de la Convención Americana)", Opin ión Consult iva OC-
7/'66 dd 29/8/ 1986. Se rie A. nro. 7. párrs. 25-26 .
.w Corte 1DH . casos ·· velüsq uez Rou ríguez' .. entencia del 29/71 1988. ~ .e C, nro. 4 . párrs. 16 7-68:
"Godíncz Cruz'. sentencia del 20/ 1/1 989. Serie C. nro. 5. párrs 176-77.
-!ll fdem. Nota 10. pc.in·s. '27-29.
~ 1 "Cac..b uno c.k los E.·tados Partes en la prc. ente Conve nción reco noce que la obligac ión de ide n-
tificar. proteger. co n. cr ar. rehahi 1it ar y transmitir a las generaciones futuras el patri mo nio cul tural y
natural situado en su terri roti o. k incumbe primordialmente . Procurará actuar con ese ohjeto por su propi o
esfuerzo y hasta d m~i.x imo de los recursos de que di sponga. y llegado el caso. mediante la asistencia y
la cooperación internacionales de que . e pueda beneficiar sobre todo en los aspectos fi nanciero, art ís-
tico. e ientíficn y t ~c nicn ··.
MARÍA EMILSE GARCÍA 223
VI. C ONCLUSIÓN
-'~ /de m nota. ~ 1, párrs. 172-74 y 18 1-84. Ver también Corte 1OH. caso .. Gangara m Panday'·.
sen t ~ nc ia del 2 111/1 994, Serie C , nro. 16. párr. 62 y caso ··caballe ro Del gado y Santana" , sentenc ia del
8/ 12/ 1995. Serie C. nro . 22, párr. 56.
-'.~ C fr. L ARARDt:--Jr (2002)
.w SABIA DE B A RBERI S (2000)
224 LECCIONES Y ENSAYOS
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