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DERECHO AMBIENTAL

INTERNACIONAL Y FUENTES
DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL
El Derecho Ambiental Internacional es un derecho nuevo, (aunque autores
niegan su novedad) y se define como un conjunto de normas jurídicas que
regulan las relaciones entre Estados y otros sujetos del derecho
internacional público, que se ocupan precisamente de la protección de la
naturaleza y la lucha contra la contaminación a nivel internacional. Se
ocupa de los desarrollos jurídicos de la materia ambiental a nivel bilateral
y multilateral, como el estudio de la gran cantidad de tratados que sobre
la materia ambiental existen a nivel internacional.

El derecho internacional del Medio ambiente está contribuyendo en gran


medida a un rápido reordenamiento de las políticas concretas de los
Estados a nivel mundial y regional. Es decir, cada día se consideran con
mayor amplitud los temas ecológicos al tomar las decisiones políticas y
económicas. Se reconoce el imperativo de adoptar decisiones conjuntas a
nivel global, para responder adecuadamente a los problemas de la
explotación de los recursos y la protección del entorno del planeta.
Así mismo lograr que la atención se dirija nuevamente al tema de explotación
racional y distribución equitativa de los recursos, en forma tal que el
imperativo de protección ambiental, el costo y administración adecuada, sean
asumidos teniendo en cuenta las particulares circunstancias de cada Estado.

El Derecho Ambiental Internacional (DAI) constituye el ordenamiento jurídico


destinado a regular las relaciones de coexistencia, cooperación e
interdependencia, institucionalizada o no, que tiene como objetivo la
protección internacional del ambiente; o, el conjunto de normas jurídicas de
carácter internacional destinado a la protección del ambiente en cualquiera de
sus formas.

“El Derecho internacional" considerado por la profusa cantidad de tratados,


convenios, declaraciones, acuerdos, recomendaciones, resoluciones e
informes, de carácter internacional, destinados a proteger el ambiente en
cualquiera de sus manifestaciones: recursos naturales, orgánicos e
inorgánicos; tecnologías, como la energía nuclear o la explotación y
exploración de los espacios exteriores, incluyendo la Luna y otros cuerpos
celestes, o acuerdos sobre geografías determinadas
PRINCIPIOS DEL DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL

El Derecho Ambiental Internacional posee principios que son propios de la


protección internacional del Ambiente. Pero, muchos de ellos son compartidos
por otras ramas del derecho, inclusive por el derecho internacional, no
obstante, los que a continuación se reafirman constituyen los principios
rectores del derecho ambiental, sin perjuicio, de otros que están actualmente
en surgimiento.

a) Interdependencia ecológica: En un mundo donde la deforestación en un


Estado reduce la riqueza biológica de toda la Tierra, en que los productos
químicos y las emanaciones de gases tóxicos liberados a la atmósfera en un
continente provocan efectos que producen cáncer de piel, en que las
emisiones de dióxido de carbono aceleran el cambio climático mundial, en
donde el consumo desenfrenado de las sociedades opulentas agrava la
pobreza en los países menos industrializados, la reorientación de las
decisiones a nivel planetario hacia la preservación ecológica y el desarrollo
sostenible deben consensuarse y compartirse, requiriendo esfuerzos
adicionales que deben ser soportados por todos, principalmente, por los
países industrializados (Principios 2, 6 y 25. Declaración de Río).
b) Solidaridad: Los países deben ser solidarios en la pobreza y en la riqueza.
La riqueza es menos riqueza si existe hambre y miseria en el mundo o se
daña la belleza de los parques naturales y se contamina las aguas de los
ríos y de los mares. (Principios 7, 5 y 27. Declaración de Río).

c) Cooperación ambiental: No supone la ayuda económica sino la ambiental


sostenible, que consiste en la colaboración para prevenir la degradación
ambiental y la colaboración para evitar contaminación de las aguas, el
suelo y la atmósfera, como así también la cooperación para promover un
sistema económico internacional favorable y abierto que permita llegar al
desarrollo sostenible y al crecimiento económico preservador (Principios
7, 9, 12 y 27. Declaración de Río).
c) Obligación de informar e informarse: Mandato imperativo de la CNUMAD Río´92.
Este principio tiene dos sentidos: la información para abajo y la información para
arriba. La primera, la obligación por parte de los Estados de crear las condiciones
para que todos los individuos tengan acceso adecuado a la información sobre el
Ambiente igual que el que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que ofrecen peligro en sus
comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción
de decisiones. Y la segunda, es que los Estados tienen la obligación de notificar
inmediatamente a los otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones
de emergencia que puedan producir efectos nocivos al Ambiente (Principios 10, 18
y 19. Decl. de Río).
d) Universalidad: Los bienes naturales pertenecen a la Humanidad, y no pertenecen a
ningún Estado en el sentido de propiedad clásico -que presupone el ejercicio
relativo de esos derechos dentro del ámbito territorial-, se está arraigando como
principio universal estableciendo que la Humanidad en su actuales generaciones -
como nuevo sujeto de derecho internacional público contemporáneo-, posea entre
sus atributos el derecho de utilizar los recursos naturales sin poner en peligro la
capacidad para servirse de ellos de las generaciones futuras, y el deber de velar por
su existencia y permanencia en el tiempo. El Ambiente es patrimonio común de
todos los habitantes de la Tierra porque la Humanidad debe respetar y obedecer las
inmutables leyes naturales para, de esa manera, aspirar a la íntegra dignidad
humana.
e) Regulación jurídica integral: La armonización y unificación de las legislaciones a
nivel internacional, por un lado. Es decir, la tendencia a uniformar los regímenes
jurídicos de los diferentes Estados y regiones de la Tierra en relación a las normas
jurídicas ambientales internacionales destinadas a la prevención, represión,
defensa, conservación, mejoramiento y restauración. Y por otro lado, en la
capacidad tanto del legislador como del juez de tener una perspectiva
macroscópica e integradora del ambiente debido a la fragmentariedad de las
normas ambientales (Principios 11 y 13. Decl. de Río).

f) Responsabilidad común pero diferenciada: Las responsabilidades deben ser


compartidas por todos los Estados, debido a las alteraciones causadas al ambiente
como consecuencia del ejercicio de actividades dañinas realizadas tanto por
persona físicas y/o jurídicas dentro de sus jurisdicciones. En vista de que han
contribuido en distinta medida a la degradación del ambiente, la responsabilidad
debe ser diferente. Los países industrializados reconocen la responsabilidad que
les cabe teniendo en cuenta las presiones que sus sociedades ejercen en el
Ambiente y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen. Este tipo
de responsabilidad deviene en responsabilidad colectiva, mancomunada o
solidaria.
g) Principio precautorio: Significa que los Estados y demás sujetos del DIA no
pueden ampararse en la falta de certeza científica absoluta para postergar
la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la
degradación del ambiente. El desconocimiento científico no debe ser
utilizado como razón para trasladar a las generaciones futuras las
decisiones que se deben tomar ahora en precaución de eventuales e
inexorables daños al ambiente (Principio 15. Decl. de Río).

h) Principio de conjunción: significa la unión en un mismo orden jurídico, el


Ambiental, de la norma internacional y la nacional, debido a que la
internacional es cada vez mas nacional y viceversa. Además, la norma
ambiental internacional es «ius cogens» una norma imperativa de carácter
internacional que no puede ser dejada de lado sino por otra norma de la
misma naturaleza (Agenda XXI y Declaración de Río).
i) Principio de la variable ambiental: Significa la introducción de la variable
ambiental en el proceso de toma de decisiones, tanto internacional como
nacional. La variable ambiental o el factor ambiental surge
inevitablemente debido a que la problemática ambiental se politiza cada
vez más porque exige la intervención directa de los Estados a través de
acciones prioritarias y preferenciales en el campo de la protección del
Ambiente. Las decisiones económicas y de planificación global
contribuyen al fortalecimiento de las responsabilidades en la protección
del Ambiente y éste constituye un problema global que no puede ser
resuelto por un sólo Estado, ni una sola región o continente, necesitando
imperiosamente la participación de todos los Estados.

j) Transpersonalización de la norma jurídica ambiental: La razón de este


principio se encuentra en la naturaleza del Derecho Ambiental que al
hacer referencia al derecho del hombre y del Ambiente significa que toda
violación al derecho ambiental lesiona a la persona humana como al
Ambiente dando lugar al derecho-deber de su reparación.
k) No Contaminar: ha servido para cristalizar en los instrumentos
internacionales la cómoda y complaciente figura del "pagador-
contaminador" extendida por toda la Tierra. La regla, la norma, debe ser
«no contaminar» y la excepción que confirma la regla es la posibilidad de
contaminar pero en determinadas condiciones perfectamente reguladas y
bajo el control de gestión de la autoridad de aplicación responsable y de
los responsables de la toma de decisión de autorizar dicha emanación o
desecho y no como erróneamente se establece en el principio 16 de la
Declaración de Río «el que contamina debe pagar»; encontrándolo como
una buena solución para resolver inmediatamente los problemas
ambientales globales, cuando en la práctica industrial es uno de los
coadyuvantes de la contaminación industrial, porque en definitiva las
industrias terminan pagando sus tasas por contaminar, transformando el
tan deseado desarrollo en el «mal desarrollo» y al principio " el que
contamina paga" en pagar por contaminar"
FUENTES DEL DERECHO AMBIENTAL INTERNACIONAL
También son las mismas que la del derecho internacional general, como son: Los
tratados (Las Convenciones Internacionales), la Costumbre Internacional, los
Principios Generales del Derecho, la Jurisprudencia Internacional y la Doctrina

LOS TRATADOS
Se reconoce a través de la Declaración de Estocolmo de 1972 por el grado de consenso
internacional que ha generado y por la profundidad de sus conceptos, se ha
convertido en la Carta Magna del Derecho Internacional del Medio Ambiente.
El tratado es un acuerdo internacional de voluntades o, en otros términos, es un
acuerdo celebrado entre sujetos jurídicos del orden internacional; acuerdos
regulados por el derecho internacional y concluido entre estados, y entre estados
y organizaciones internacionales. Así quedan incluidos como tratados todos los
acuerdos entre tales sujetos, cualquiera que sea la forma y la denominación que
adopten. Desde el punto de vista de su denominación, es indiferente que sean
calificados como tratados, acuerdos, acuerdos simplificados, protocolos,
convenios, convenciones, etc., puesto que, materialmente, todos son tratados.
Constituyen fuentes formales y actualmente la pieza central del corpus normativo
internacional en materia ambiental.
El proceso de celebración de LOS TRATADOS AMBIENTALES, CONTIENE
TODAS LAS DEBILIDADES del procedimiento convencional, tal es el caso
de:
a) Lentitud de las diversas etapas o fases de elaboración.
b) Exigencia d un número mínimo de ratificaciones para su entrada en vigor;
c) necesidad del consentimiento específico de cada Estado en obligarse por el
convenio.
d) Posibilidad de emitir reservas que pueden reducir el alcance de las
obligaciones establecidas.
e) Por otro lado, el vigor jurídico formal de los instrumentos convencionales
se ha visto frecuentemente contrapesado por una particular vaguedad de
su contenido material, utilizando fórmulas escapatorias mediante el
empleo de términos verbales condicionales (deberían en lugar de
deberán, en la medida de lo posible, en cuanto sea posible, si no produce
costos excesivos, siempre que sea conveniente.
f) Numerosos tratados ambientales han sido negociados y concluidos sin una
participación adecuada de los países en desarrollo.
LA COSTUMBRE
La Doctrina reconoce que la costumbre es la fuente más importante del
Derecho Internacional Público, por ser la fuente más antigua, que se
origina por el hecho de que algunos Estados se comportan de una misma
manera ante una relación que a ellos afecta, tal conducta cuando es
continuada y un número de Estados la adopta sin oposición de los demás
entra a formar parte de las reglas que gobiernan a la generalidad de los
Estados tornándose en obligatoria como regla de Derecho.

Debe ser una práctica generalizada, y debe existir el convencimiento por


parte de los Estados que es una regla de derecho. En el caso del Derecho
ambiental internacional es importante señalar que éste se encuentra
consagrado en una gran cantidad de tratados internacionales, es decir,
fundamentalmente tratados que regulan lo relativo al Medio Ambiente. Si
un país que no ha suscrito un tratado sobre el Medio Ambiente, pero, sin
embargo, ha sido suscrito por casi la totalidad de países creemos que
debería ser aplicado por el país que no lo ha suscrito como prueba de una
costumbre.
LA COSTUMBRE INTERNACIONAL ofrece por el momento ESCASA PRESENCIA EN EL
TERRENO AMBIENTAL, ya que existe una serie de situaciones estructurales que
dificultan su aparición, a saber:
a) De la novedad del Derecho Ambiental Internacional: El surgimiento de una regla
consuetudinaria requiere la existencia de una práctica continuada en el tiempo.
b) Las normas consuetudinarias relativas a la protección del medio ambiente parecen
destinadas a presentarse bajo formas más bien atípicas; mediante los perfiles
difusos de la costumbre negativa, basadas en una práctica concretada en la
abstención o los rasgos revolucionarios de la costumbre “asilvestrada”
(coutumesauvage), basada en un predominio de la convicción de obligatoriedad u
“opinio iuris” sobre una práctica escasa o insuficiente.
c) La naturaleza misma de la regla consuetudinaria se acomoda mal a las exigencias y
necesidades específicas del DAI. En primer lugar, porque la norma
consuetudinaria, carece de la flexibilidad necesaria para adaptarse a la diversidad y
evolución de las situaciones y carece de la capacidad de acción rápida, necesaria
para adaptarse a la celebridad con que los cambios se manifiestan en el terreno
ambiental. En segundo lugar, porque las reglas consuetudinarias que han
aparecido en estos sectores, tales como la obligación de cooperar con otros
Estados para la práctica del medio ambiente, común a los deberes de información
y consulta con aquellos que pueden resultar afectados en caso de posibles daños.
PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO
Los principios del derecho internacional son aquellos cuyo origen se
encuentra en el derecho internacional y le son propios. VERDROSS señala
que “los principios del derecho de gentes (internacional), son reglas
aceptadas directamente en la práctica internacional como siendo de
Derecho, mientras que los principios generales del Derecho han sido
primero reconocidos por los Estados en su Derecho interno.”

Es otra fuente importante del Derecho ambiental internacional.

La doctrina ambiental buscó consagrar principios de derecho ambiental desde


muy temprano. El principio de no-interferencia es uno de los primeros que
se consagraron en el Derecho ambiental internacional.
LA JURISPRUDENCIA O DECISIONES JUDICIALES
Es importante señalar que gran cantidad de juristas se aboca al tema
ambiental con gran interés.
Aunque los fallos judiciales son una de las fuentes más importantes del
Derecho Internacional y del Derecho Internacional Ambiental; en tiempos
modernos, su naturaleza es más bien auxiliar.
En todo caso a lo ancho del mundo los tribunales internacionales, paneles
arbitrales o secretarías de control legal utilizan las decisiones judiciales
pasadas o jurisprudencia internacional para el juzgamiento o solución de
nuevos casos, dando a dicha jurisprudencia un carácter obligatorio en los
nuevos casos y reiterando su solidez como fuente del derecho
internacional.
LA DOCTRINA
La doctrina como fuente del Derecho Ambiental Internacional se conoce como la
opinión de los jurisconsultos y de las asociaciones especializadas. Consiste en los
trabajos de Investigadores, redactores de artículos y libros sobre el tema,
análogamente pueden considerarse los proyectos, informes reportes,
memorándums, de la comisión de Derecho Internacional de la Naciones Unidas,
así como el trabajo de otras instituciones prestigiadas en el área de Derecho
Ambiental Internacional como serían los publicados por la Academia Internacional
en la Haya o Corte Internacional de Justicia.
Actualmente la relevancia de la doctrina reside en que es un valor de prueba o factor
de revelación de normas de Derecho Ambiental Internacional, y es utilizado como
método para descubrir lo que es el derecho en algún punto en particular, más que
ser una fuente de normas. Específicamente sirve para descubrir la práctica
regional o postura de los Estados en particular, y para saber si existe la
obligatoriedad jurídica sobre un acto determinado ambiental.
La doctrina es usada con regularidad por los tribunales arbitrales que tienen libertad
en cuanto, a la elección de las normas a aplicar, y se basan con más frecuencia en
la determinación que hacen los tratadistas prestigiados de Derecho Internacional y
Derecho Ambiental Internacional.

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