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29/11/2015

Universidad de Guadalajara

Lic. en filosofía

Ética

El código de Hammurabi

“Si un señor roba la propiedad religiosa o estatal, será castigado con la muerte.
Además el que recibió los bienes robados también será castigado con la
muerte”.

“Si el propietario de la cosa perdida no presenta testigos sobre el objeto


perdido, es un estafador, y puesto que dio curso a una denuncia falsa será
castigado con la muerte”.

“Si un señor ayuda a escapar a un esclavo o a un esclavo de un subalterno,


recibirá la muerte”.

“Si un señor se entrega al bandidaje y llega a ser prendido, recibirá la muerte”.

“Si el bandido no es prendido, el señor que ha sido robado declara oficialmente


lo perdido, la ciudad y el gobernador le compensaran por todo lo perdido”.

Comentario

De acuerdo a lo visto en clase este código es meramente pragmático. No se trata


de lo que complace o no a los dioses, si no de un conjunto de reglas establecidas
para que el hombre pueda convivir con sus iguales. En otras palabras son lo más
parecido a las leyes modernas, pues su concepción es precisamente para el
funcionamiento de la sociedad.
Carta a Meneceo

Dice Epicuro que la filosofía es, tanto para viejos, como para jóvenes. Pues, la
equipara con la felicidad y sostiene que es necesario ejercitarnos en aquello que
produce felicidad. Después comienza a hablar sobre la Divinidad, de su carácter
incorruptible y dichoso. Dice que es “impío” atribuir a los Dioses opiniones que
son meramente de la gente.

Después menciona a la muerte y la describe como perdida o ausencia de


sensaciones, y a partir de eso explica porque no debemos tener miedo a la
muerte. “Lo que no inquieta cuando se presenta, es absurdo que nos haga sufrir
en su espera” (Epicuro). Menciona que no existe ni para los vivos, ni para los
muertos, pues para los vivos la muerte todavía no es, y los muertos ya han
dejado de ser.

Continúa hablando sobre los deseos y hace una separación entre deseos
naturales y vanos. En los que una sabia elección entre estos, es aquella que va
acorde a la salud del cuerpo y del alma. “Todo placer es bueno, pero no todos
son dignos de ser escogidos” (Epicuro).

Por último habla un poco sobre la prudencia, dice que es incluso más
importante que la filosofía. Afirma que no se puede vivir prudente y no ser feliz,
ni ser feliz, sin ser prudente.

Cartas a Lucilio

Sobre el tiempo

Dice Seneca que el tiempo o se nos roba o se nos escurre, pero que el peor
malgaste que podemos hacer de él, es la negligencia. Dice que no hay persona
que sepa valorar el tiempo y que contrariamente a nuestra forma de actuar, el
tiempo es lo único que verdaderamente nos pertenece. Da a entender que el ser
humano le da más importancia a las cosas vanas, en lugar de estar agradecido
por el tiempo que se nos ofrece.

Sobre la amistad

En esta carta, se hace reflexión de lo que se debe considerar como verdadera


amistad y menciona que antes de llamar alguien “amigo” se debe pensar si éste
lo merece. Y cuando así suceda también recomienda compartir con el amigo al
menos toda inquietud. Dice que se debe buscar un equilibrio entre ser muy
retraído, por así decirlo, y ser muy ”confianzudo”. Pues ambas actitudes son
nocivas.

Sobre el azar

En esta carta Seneca parece ir en contra del azar pues dice que todo bien que
venga de ella hay que tomarlo con sospecha. Dice que cada bien que tengamos
sea solo suficiente, “que el alimento sea solo para calmar el hambre”. Afirma
que nada, además del espíritu, es digno de admiración. “No es tuyo, lo que la
fortuna hizo tuyo”.

Jorge Omar Navarro Rivera

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