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Rojas Kennys
Vulgarin Shuanny
Zavala Andreina
Los indicadores de ingresos y ahorros se usan para medir cuánto dinero una
persona o economía gana y cuánto dinero están poniendo de lado para ahorrar. Estos
indicadores incluyen el ingreso promedio por persona, el porcentaje de la población que
gana por encima del salario mínimo, el porcentaje de la población con ahorros, el
porcentaje de la población que posee un seguro, etc. Estos indicadores miden la capacidad
de una persona o economía para generar ingresos y su habilidad para ahorrar (Rosenberg,
2016).
Los indicadores de consumo miden el grado en que una persona o una economía
está gastando su dinero. Estos indicadores incluyen el porcentaje de la población que
gasta más de lo que gana, el porcentaje de la población que gasta en productos de lujo, el
porcentaje de la población que gasta en productos de primera necesidad, el porcentaje de
la población que gasta en bienes duraderos, etc. Estos indicadores miden el nivel de
consumo de una persona o economía (Salazar & García, 2014).
Los indicadores de riqueza son una herramienta útil para entender mejor la
situación financiera de una persona o una economía. Estos indicadores ayudan a evaluar
el nivel de riqueza de una persona o economía para determinar si se está enviando dinero
de manera adecuada. Estos indicadores también pueden ser usados para calcular el PIB
de un país para determinar el nivel de desarrollo de una economía.
El ingreso per cápita es uno de los componentes principales del IDH. Esta medida
se utiliza para evaluar el nivel de vida de la población. El ingreso per cápita se calcula
dividiendo el ingreso total de la población entre el total de personas. El ingreso per cápita
se considera una medida de la riqueza de un país.
Los niveles de educación son otro de los componentes principales del IDH. Esta
medida se utiliza para evaluar el nivel educativo de la población. Se considera que un país
desarrollado tendrá un alto nivel educativo, mientras que un país menos desarrollado
tendrá un nivel educativo bajo. Los niveles de educación se miden por el porcentaje de la
población con al menos un grado de educación secundaria (Higuita-Gutiérrez & Cardona-
Arias, 2018).
La salud es el tercer componente principal del IDH. Esta medida se utiliza para
evaluar el estado de salud de la población. Se considera que un país desarrollado tendrá
una buena salud, mientras que un país menos desarrollado tendrá una mala salud. La salud
se mide por el porcentaje de personas con acceso a servicios de salud adecuados.
El IDH es una medida útil para evaluar el bienestar de la población a nivel global.
Está compuesto por tres componentes principales: el ingreso per cápita, los niveles de
educación y la salud. Estos tres componentes se combinan para formar un índice que
refleja el nivel de desarrollo de un país. El IDH se utiliza para medir el progreso de los
países y ayudar a los gobiernos a tomar decisiones acerca de cómo mejorar el bienestar
de la población.
Los tres componentes están incluidos en el índice relativamente. Se asigna uno al
país con mayor valor absoluto y de 0 a menor. Así, según IDH de 1993 (4), utilizando
datos de 1990, el año más reciente del que se dispone de datos completos, la esperanza
de vida en Japón es de 78,6 años. Esta es la esperanza de vida más larga, Japón obtiene
un punto por este artículo. país de La esperanza de vida más baja (42 años) se encuentra
en Sierra Leona, donde el cero es fijo. Al resto de países se les asigna una puntuación de
0 a 1, dependiendo de su ubicación. Este procedimiento se llama normalización. El IDH
se calcula como el promedio de los tres componentes. Por lo tanto, si el mismo país ocupa
el primer lugar en las tres escalas, ese país obtendrá un punto en cada escala (Granados,
2015).
Sin embargo, hay algunos países de Latinoamérica que están en un mejor nivel de
desarrollo humano que otros. Por ejemplo, Chile, Uruguay, Panamá y Costa Rica son los
países de Latinoamérica con el mayor índice de desarrollo humano, con una expectativa
de vida al nacer por encima de los 80 años, un alto nivel de educación y un ingreso medio
por encima de la media regional.
A pesar del relativo bajo nivel de desarrollo humano en la región, los países de
Latinoamérica han logrado avances significativos en los últimos años. Esto se debe
principalmente a la implementación de políticas públicas orientadas a mejorar la calidad
de vida de la población. Estas políticas han permitido mejorar la educación, el acceso a
los servicios de salud y la reducción de la pobreza (Mancero, 2011).