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Carta Al Viento
Carta Al Viento
Primero y ya que está de moda quisiera saber a propósito de las notas, la evaluación,
los desempeños y los que no se empeñan, si vamos a evaluar el semestre con cuantos
trabajos y de que calidades si se me permite el termino, un estudiante lograría un
básico, un 3.0 digamos, algo así como un budín de coco reposado al aire libre en una
maravillosa extensión de arena (creo me hace falta el mar…). Me explico: hemos tenido
ocho semanas de la estrategia “Aprende en casa” con digamos dos actividades por
semana; entonces ¿con cuantas actividades realizadas podemos colocar un básico? Y
ya sé que no les gustan los porcentajes al menos para esta actividad evaluativa porque
en las encuestas institucionales son fundamentales, pero, y si le damos algún número,
así sea un 1% para darle un saborcito y saber que hacer…
Otra oscuridad que me traen estos soleados días (¿o serán solitarios?), es algo que
menciono en un consejo académico un ser de esos que vemos en las pantallas
deslucidas ya por el gasto ocular: La empatía, y si bien es cierto que como en la vida
real somos empáticos también en la virtualidad sincrónica y asincrónica se da este
fenómeno, tiñendo de cierto feeling romántico y cursi que casi nos determina la vida
(digamos un Uribe con un Duque, un Fiscal con la Corrupción, un “Pibe” con un Redín,
una empanada con ají, el Covid 19 con nuestros venerables adultos mayores), me
pregunto cuando me preguntaban el por qué algunos alumnos no me presentaban
trabajos: ¿es la empatía requisito sine qua non para entregar los deberes? ¿Y si no
hay feeling, entonces no debo entregar o cumplir con mis deberes? ¿O sea que si no
tengo empatía con mis compañeros de trabajo sin importar su rango no me importa no
cumplir mis deberes para con ellos y conmigo? Uyuyuyyyyy… si es así que me
informen!!!
Otra sombra que es vencida por la luz y la fuerza que nos acompaña, la fuerza de la
sabiduría de esos seres cargados de años, arrugas, canas y sombrero bogotano, me
ilumina una frase que alguna vez me dijo mi abuelo cuando aún tenía la tierna edad –yo
por supuesto- y el la dura, recia y ajada tez: “Mijo, si tratas a alguien como un idiota
terminara siendo un idiota, en cambio si lo tratas como lo que quiere que llegue a ser,
es posible que algún día sirva para algo… Así que sirva, vaya y haga el mandado rápido y
bien hecho pendejito”… Ahhh, recuerdos bellos de la infancia… Se imaginan que Obi-
Wan Kenobi hubiese tratado a Luke Skywalker como un tarado… pobre universo, Darth
Vader y su combo tendrían a la infinitud entera como a la Polombia actual… O se
imaginan a Albus Dumbledore tratando a Harry Potter como
un lisiado y que el sombrero seleccionador le hubiese dicho:
“Papito, sumerce es muy lindo y que tenga un bonito día… a
cual escuela quiere ir el niño hoy?” (Perdón es que me acorde
de un profesor de otra área, de otro colegio de otro país en
la dimensión desconocida que trata de papitos y niñitos a
majaderos de trece y más años…) Pero y entonces para que
esta el Hijue*+<>#%&*|!!!!! sombrero?????… Bueno, creo que
la moraleja en ambos sentidos sirvió…