Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El ser humano es un aprendiz permanente, por naturaleza siempre será un ser en potencia
de construirse y dominar el conocimiento. La curiosidad, la retención la innovación ayudan
al hombre a construir su conocimiento y moldear estructuras de aprendizajes a partir la
cognición y de la experiencia empírica.
Específicamente para este escrito y una reflexión a “al valor de educar de Fernando
Savater” nos centraremos en la familia y escuela como instituciones no solo físicas si no
como cuna de aprendizaje naciente para la construcción de la persona y de la sociedad
“Crear y enseñar son actividades en cierto sentido antitéticas. La parábola de Wilde, del
varón que perdió el conocimiento de Dios y obtuvo en cambio el amor de Dios, tiene una
exacta aplicación en arte” (Savater, F. 1997, p. 94)
La experiencia misma nos muestra cómo el ser humano está potenciado para aprender y
aprehender. Y es en el seno de la familia, su primer contacto social, donde obtiene las
primeras enseñanzas. Son los padres quienes deben asumir la primerísima obligación o
deber del matrimonio: la procreación y educación de la prole. Es a ellos a quienes
corresponde, en primera instancia y durante toda la vida, conducir a los hijos por el camino
de la perfección.