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Ensayo “Un mundo de ARN”

Equipo #6:

Campos Góngora Paola Mariana

Gigot Cléa

Lopez Matos Carlos

Ucán Patrón Marco Jesús

Ingeniería en biotecnología

Facultad de Ingeniería Química

I. Planteamientos fundamentales de la hipótesis

La expresión "mundo del ARN" fue utilizada por primera vez en 1986 por Walter Gilbert,
bioquímico estadounidense galardonado con el Premio Nobel en 1980; a raíz de
observaciones sobre las propiedades del ARN utilizó esta expresión para describir la
hipótesis de un mundo en el que el ARN estaba en el origen de la aparición de la vida.
Aunque esta teoría cobró mayor importancia en su momento, no era nueva. De hecho, en
1963 el biólogo molecular Alexander Rich publicó un artículo sobre el tema, y en 1967 la
idea también fue abordada por Carl Woese en su libro “El código genético”.

La teoría del ARN en el origen de la vida se desarrolló en respuesta a un dilema en torno a


las funciones conocidas del ADN y de las proteínas. La función del ADN es contener y
transmitir la información genética, y la de las proteínas, actuar sobre el metabolismo. Hasta
ahora, estas dos funciones eran muy distintas, y una requería a la otra, por lo que parecía
imposible decidir qué fue primero, si las proteínas o el ADN. Es más, parecía inconcebible
que se pudiera fabricar una proteína sin disponer de un mensaje nucleico preciso, o que se
pudiera descodificar un ácido nucleico sin la maquinaria proteica necesaria. Por tanto,
parecía imposible tener proteínas sin ácidos nucleicos y ácidos nucleicos sin proteínas.

Hasta principios de los 80, las cosas estaban claras: el ADN es el portador de la información
genética, y se vuelve a copiar en ARN mensajero, que se traduce en proteínas en los
ribosomas. Las proteínas son catalizadores, el ARN y el ADN almacenan la información
genética. Pero este mundo ordenado ha sido modificado por el descubrimiento de Thomas
Cech y Sydney Altman. Los ARN mensajeros contienen muy a menudo una parte que no
se utiliza durante la traducción y se elimina poco después de la síntesis del ARN. Esta parte
no utilizada se denomina intrón. En sus experimentos, Cech y Altman se sorprendieron al
descubrir que esta eliminación no requiere ninguna enzima. Es el propio intrón el que lleva
a cabo la catálisis. Por primera vez se demostró que los ARN tenían una función catalítica
como las proteínas, y de la contracción de ribosa y enzima nació el término ribozima. Otros
tipos de ARN descubiertos posteriormente también tienen esta función catalítica, en
particular los ribosomas, que en realidad son ribozimas porque están formados por ARN
ribosómico y no por proteínas. Estas ribozimas pueden plegarse en el espacio, revelando
un sitio activo para la catálisis, al igual que las proteínas.

Con el tiempo, estas ribozimas pudieron haber dado lugar a moléculas de ARN más
complejas capaces de llevar a cabo una variedad de funciones biológicas. Posteriormente,
el ADN pudo haber evolucionado como una forma más estable de almacenar información
genética, mientras que las proteínas asumieron la función de catalizar reacciones químicas.

Así pues, el ARN en el origen de la evolución parecía ser la solución al dilema: al poder
desempeñar a la vez una función catalítica y almacenar información genética, ya no era
necesario elegir entre ADN o proteína. De hecho, desde el punto de vista de la reproducción,
esta molécula tiene dos funciones primordiales: el almacenamiento de información y la
catálisis necesaria para la autorreplicación.

II. Principales hechos que la soportan.

Para respaldar esta hipótesis varios hechos fundamentales se han identificado y estudiado.

En primer lugar, el ARN exhibe una notable capacidad de autorreplicación; donde


experimentos de laboratorio han demostrado que ciertas secuencias de ARN pueden
duplicarse a sí mismas en condiciones adecuadas. Lo que hace pensar que el ARN podría
haberse replicado a sí mismo en el ambiente primitivo de la Tierra, siendo esencial para la
transmisión de información genética y la continuidad de la vida; además de su
autorreplicación, el ARN también puede actuar como catalizador de reacciones químicas,
un rasgo que comparte con las proteínas.

En segundo lugar, la similitud estructural entre el ADN y ARN, ya que ambas moléculas
comparten una estructura de cadena de nucleótidos, con la principal diferencia siendo el
azúcar que las compone (ribosa en el ARN y desoxirribosa en el ADN).
Otro hecho importante es la detección de secuencias de ARN antiguas en el genoma de
organismos modernos; y, además, la hipótesis del mundo del ARN se ve reforzada por la
presencia de metabolismo basado en el ARN; ya que como se mencionó anteriormente se
ha descubierto que algunas ribozimas actúan como enzimas en reacciones metabólicas, lo
que sugiere que el ARN podría haber sido central en la obtención de energía y la producción
de biomoléculas esenciales en las etapas iniciales de la vida.

III. Principales hechos que la desestiman.

Una de las primeras objeciones que se le ha presentado a esta hipótesis es la complejidad


del ARN, esto debido a que la molécula está formada por 4 heterociclos distintos que
contienen nitrógeno (bases nitrogenadas), siendo estos soportados por grupos alternados
de fosfatos y D-Ribosas.

Además de esto también está la poca estabilidad que la molécula presenta; el ARN es dado
a cambios a temperaturas elevadas además que un pH mayor a 6 ocasiona que se hidrolice,
lo cual son las condiciones dadas para el “caldo primigenio” en el cual se propone la vida
se habría desarrollado.

Dada la sensibilidad a ser degradado del ARN, también resulta complicado pensar en que
se haya podido preservar la información genética sin sufrir modificaciones al momento de
la herencia de esta, por lo que hubiese complicado en gran medida el desarrollo de las
especies al no tener una fiabilidad para transferir los rasgos vitales para su supervivencia.

También podemos mencionar que la hipótesis plantea que el ARN surgió antes incluso que
las proteínas haciendo así que las condiciones para la formación de vida fuesen más
complicadas dada la falta de enzimas que serían necesarias para que la molécula sea
funcional.

IV. Estado actual de la hipótesis y perspectivas futuras.

Hoy en día la hipótesis acerca del mundo del ARN es una de las teorías más reconocidas,
respetadas y plausibles acerca del origen de la vida en la Tierra. La hipótesis plantea que
toda la vida en la tierra comenzó con una simple molécula de ARN que tuvo la capacidad
de autorreplicarse sin la ayuda de otras moléculas y que con el paso del tiempo fueron
evolucionando hasta desarrollar nuevas capacidades y características.

En una primera idea se tenía que, en el mundo del ARN, un ARN “capturó” a otro para
crear máquinas de ARN que uniera aminoácidos entre sí para formar proteínas, esta sería
la primera versión de un ribosoma.

No es hasta el año 2022 que esta idea fue aseverada por un grupo de investigadores en
su artículo “A prebiotically plausible scenario o fan RNA-peptide world”. En este se
muestra que el ARN sencillo puede generar péptidos en las condiciones del “mundo ARN”,
de esta manera se demuestra que el ARN realizaba funciones simples a las que lleva a
cabo un ribosoma hoy en día.

Podemos ver que a pesar de que esta hipótesis fue propuesta hace poco más de
cuarenta años aún se sigue descubriendo nueva información que refuerza o reformula las
ideas ya planteadas, por lo que la “Hipótesis del mundo del ARN” está en un constante
cambio y evolución ya que existen desafíos al momento de la comprensión completa del
origen de la vida basada en el ARN al ADN y las proteínas.

Hablando de las perspectivas futuras que podríamos esperar de la investigación de la


hipótesis serían, en primera instancia, entender los orígenes de la vida a través de un
desarrollo experimental y comprender la capacidad del ARN para la autorreplicación. A
través de la modelización computacional podríamos explorar los escenarios hipotéticos de
la evolución del ARN y de esta manera poder comprender cómo estas moléculas pudieron
haber interactuado en los sistemas prebióticos de la tierra primitiva.

De las investigaciones en relación con la biología sintética, en base a la creación de


organismos sintéticos basados en el ARN, los resultados futuros de estas investigaciones
nos podrían brindar información acerca de las posibilidades y limitaciones que tendría la
vida basada en estas moléculas.

La hipótesis del mundo del ARN sigue siendo un área de investigación emocionante
dentro del campo de la biología molecular, aún existen muchas incógnitas que giran en
torno a esta molécula, pero con cada día que pasa se logran nuevos avances y se
desarrollan nuevas tecnologías que nos ayudan a tener una mejor comprensión acerca
del surgimiento de la vida en nuestro planeta y si es que las moléculas de ARN tuvieron
un papel fundamental en ese intrincado proceso evolutivo.
Bibliografía:

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Recuperado de: https://youtu.be/0wOf2Fgi3DE?si=CgfNBSUYrjwADLZI

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https://doi.org/10.3406/raipr.1989.2811

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