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Ministerio de Educación y Ciencias

Colegio Nacional SOLDADO PARAGUAYO

Proyecto Pedagógico de Castellano

Docente:

- Carolina Cáceres
-
Integrantes

- Liana Maria Inés Alvarez Benítez


- Deborath Yanina Orue Ruiz Díaz
- Luz Dahiana González Martínez
- Lucas Fabricio Ferreira Franco
- Mathias Fermín Zelaya Morel
- Jesús Adrián Torres Peralta
- Isaías Arnaldo Natanael López Martínez
- Mathias German Efraín López Martínez

2023

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Contenido
INTRODUCCIÓN: LA TIPOLOGÍA TEXTUAL.....................................................................................4
POR LA INTENCIÓN DEL EMISOR..............................................................................................4
POR LA VARIEDAD DE LA LENGUA............................................................................................4
POR LAS FORMAS DEL DISCURSO.............................................................................................4
TEXTOS NARRATIVOS....................................................................................................................4
Adecuación. Aspectos pragmáticos..........................................................................................4
La coherencia. Los elementos estructurales del texto narrativo (narrador, acontecimientos,
espacio, tiempo y personajes)..................................................................................................5
TEXTOS DESCRIPTIVOS.................................................................................................................6
Adecuación. Aspectos pragmáticos..........................................................................................6
Coherencia. Aspectos estructurales.........................................................................................7
La cohesión. Aspectos lingüísticos de la descripción................................................................7
TEXTOS EXPOSITIVOS......................................................................................................9
Adecuación. Aspectos pragmáticos..........................................................................................9
Coherencia. Aspectos estructurales.........................................................................................9
POR EL ÁMBITO TEMÁTICO EN QUE SE UTILIZAN.......................................................................10
4.1. TEXTOS PERIODÍSTICOS.......................................................................................................10
Coherencia. Aspectos estructurales.......................................................................................10
Cohesión. Aspectos lingüísticos..............................................................................................11
- Incorrecciones léxicas y gramaticales: *deteriorización (en vez de..................................11
LOS GÉNEROS INFORMATIVOS...............................................................................................11
TEXTOS PUBLICITARIOS..............................................................................................................12
Adecuación. Aspectos pragmáticos........................................................................................12
Coherencia. Aspectos estructurales.......................................................................................12
Cohesión. Aspectos lingüísticos..............................................................................................13
5. POR EL CANAL UTILIZADO: ORALES Y ESCRITOS.....................................................................13
a) Géneros orales...................................................................................................................13
b) Géneros escritos.................................................................................................................14
TEXTOS HUMANÍSTICOS.............................................................................................................15
EL ENSAYO..................................................................................................................................16
Texto literario.............................................................................................................................16
El texto literario como acto de comunicación........................................................................16
Características del texto literario............................................................................................17
Géneros literarios.....................................................................................................................3
El género lírico..........................................................................................................................3
El género narrativo................................................................................................................3
Texto dramático............................................................................................................................5

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Conclusión....................................................................................................................................6

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INTRODUCCIÓN: LA TIPOLOGÍA TEXTUAL


En el proceso comunicativo, los elementos de la comunicación (emisor, receptor, canal, código y
referente) específicos de cada acto comunicativo concreto son los que determinan los rasgos
característicos de los diferentes mensajes o textos. Existe, pues, una gran variedad de textos que
podemos clasificar atendiendo a muy diversos puntos de vista, que, con frecuencia, se entrecruzan. Es
necesario saber, por tanto, que cuando nos encontramos con una denominación concreta para referirnos
a un texto, lo primero que hemos de aclarar es el punto de vista desde el cual clasificamos dicho texto.
Así, texto narrativo se opone a texto argumentativo (ambos son dos formas de elocución o de discurso)
pero no a texto coloquial (que es una variedad sociocultural). En definitiva, lo que varía en este último
caso es la perspectiva de análisis, no necesariamente el tipo de texto.
En general, puede afirmarse que no existe una modalidad aislada, sin que participe con otra en
un mismo texto. No se concibe la narración sin elementos descriptivos; la argumentación, por
su parte, se combina con la exposición, aunque ésta pueda aparecer, sin duda, de forma aislada
e independiente. Esta observación ha hecho pensar que sólo desde el punto de vista teórico
pueden distinguirse estos tipos diferentes, pues normalmente una composición es una mezcla
de todos ellos.
Veremos ahora –de manera sucinta, puesto que en temas anteriores ya se explicaron
pormenorizadamente– algunos de los puntos de vista de clasificación de los textos, aunque existen
muchos más.

TEXTOS NARRATIVOS

La narración es el tipo de textos que ha generado más estudios, análisis y reflexiones, desde los
antiguos retóricos hasta la actualidad. Y no es extraño. Las formas narrativas –ficciones o relatos reales
que explican un hecho interesante- constituyen una parte muy importante de la totalidad de los discursos
que puede “consumir” cualquier persona durante su vida. Y no sólo llenan muchas de sus horas de ocio
desde la misma infancia (pensemos en el papel que desempeñan los cuentos), sino que también invaden
la actividad comunicativa cotidiana: desde la lectura de las noticias periodísticas hasta la conversación
con los amigos.

Narrar es relatar un(os) hecho(s) que se ha(n) producido a lo largo del tiempo. La narración fija
las acciones que acontecen en el suceder temporal, relacionadas con unos personajes y encaminadas a
un determinado desenlace. El que narra evoca acontecimientos conocidos, bien porque los ha vivido
realmente, bien porque, sin ser testigo presencial, configura el relato como si los hubiera presenciado. El
narrador es el elemento fundamental, pues a través de él se filtra toda la información.

Adecuación. Aspectos pragmáticos

En una narración, normalmente, un narrador cuenta una serie de hechos a un receptor, que
puede estar o no presente; por tanto, la función lingüística que predomina es la función representativa o
referencial. ¿Qué pasa?, ¿a quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué?, ¿cómo?, ¿para qué? son cuestiones
a las que los textos narrativos responden y, por lo tanto, informan sobre determinados aspectos de la
realidad o de la ficción. Ahora bien, una narración también puede servir para convencer, para ejemplificar,
para crear un texto bello. Es decir, que en la narración también puede existir función apelativa, función
poética...

La coherencia. Los elementos estructurales del texto narrativo (narrador,


acontecimientos, espacio, tiempo y personajes)

A. El narrador. Es el elemento fundamental en una narración ya que organiza la materia


narrativa, establece las distancias, juega con el tiempo y a través de él conocemos los hechos, que puede
manipular a su gusto. Esta manipulación dependerá de tres cuestiones fundamentales:

1. La voz, ¿quién habla? El narrador puede estar o no presente en la narración y, si está


presente, puede ser protagonista o no serlo y así funcionar como un testigo. Si detectamos
quién habla podremos captar la ironía, si es que existe. Los diferentes tipos de narradores ya
los hemos estudiado en el tema 2.

2. El nivel en que cuenta un narrador. La historia narrada puede ser la historia principal. En el
Quijote hay un nivel de la narración en la que se desarrollan las aventuras de don Quijote y
Sancho: la historia principal, y otro nivel, en el que se cuentan otras historias, por ejemplo, El
curioso impertinente, que es una historia secundaria.

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3. Modalidades del discurso que escoge el narrador. Hay gran cantidad de técnicas, desde el
narrador que cuenta sin hacernos creer que es otro quien habla, hasta el ocultamiento de un
narrador que dejaría el discurso en boca de los personajes. En un texto suelen aparecer
mezcladas, dependiendo del sentido e intencionalidad ética o estética del emisor.
Recordemos las más utilizadas: estilo indirecto, estilo indirecto libre y estilo directo.

B. Los acontecimientos o la acción. Son los sucesos que aparecen organizados en una
secuencia narrativa. Esos sucesos pueden ser ficticios (literatura) o pueden ser reales (periodismo,
historia...). Hemos de tener en cuenta una serie de conceptos para el estudio de la acción:

1. Historia. Consiste en la relación lógica, cronológica de acontecimientos que se producen en


la narración. Las historias se toman de muy diferentes fuentes: la vida cotidiana, la literatura,
la historia... Además, una misma historia se puede contar en diferentes medios (cine, novela,
artículo de periódico...) y formas (La Celestina y Romeo y Julieta narran amores que
desencadenan un trágico final).

2. Estructura interna. Es el desarrollo de los hechos de una narración concreta, cuya


organización puede o no coincidir con la de la historia. El autor de la obra introduce los
elementos con un orden, los jerarquiza, les da coherencia y verosimilitud. Es frecuente que la
estructura se divida en planteamiento (presentación de los personajes, del espacio y del
tiempo, e inicio del conflicto), nudo (desarrollo del conflicto) y desenlace (resolución del
conflicto). También existe la posibilidad del comienzo in medias res o del final abierto, e
incluso puede no haber desenlace.

3. Tema. Es la idea central en torno a la que gira un texto. En una narración, hay normalmente
más de un tema.

4. Argumento. Se hace coincidir este término con el de resumen de la narración.

C. El tiempo. El tratamiento del tiempo es otro de los elementos fundamentales de la narración.


Debemos distinguir el tiempo interno (el narrador selecciona acontecimientos y los introduce
jerarquizándolos en el orden que considere oportuno) y el tiempo externo a la narración, que también
influye en ella.

1. Tiempo externo a la narración:

- Tiempo de la escritura es el momento histórico en el que un escritor produce


sus textos. Ese contexto histórico y cultural influye en la obra a muchos niveles. Por
ejemplo, en la narración periodística provoca que una noticia tenga vigencia o no la
tenga.

- Tiempo de la lectura: se trata del momento en el que un lector se aproxima a


un texto. Con el paso del tiempo hay escritores que ganan prestigio y otros lo pierden:
Góngora, poeta barroco, no fue comprendido durante los siglos XVIII y XIX; sin
embargo, gracias a la Generación poética de 1927 se volvió a reconocer su enorme
calidad literaria.

2. Tiempo interno: Debe distinguirse el tiempo de la historia (tiempo real en que se desarrolla
la acción) y el tiempo del discurso (orden en que se relata la historia). Partiendo de esta
distinción, el análisis del tiempo en un texto narrativo gira en torno a dos ejes: el orden
temporal y el ritmo narrativo, ambos estudiados ya en el tema 2 de este curso.

D. El espacio. Es fundamental saber dónde ocurren los acontecimientos. En toda


narración los personajes se sitúan en un espacio, un lugar, un ambiente en el que se desarrollan. La
descripción de lugares se conoce con el nombre de topografía y sirve, unas veces, para indicar al receptor
qué tipo de relato está leyendo (una nave espacial poblada de robots correspondería a un espacio de
ciencia-ficción), otras veces, sirve para acompañar al personaje en su alegría o en su tristeza. Incluso, en
ocasiones, cobra un sentido simbólico: el mar como fin de la vida, la biblioteca o el laberinto como
representación del mundo y el eterno retorno, etcétera.

E. Personajes. Son esos seres que pueblan los textos narrativos y que intervienen en la
acción. En las narraciones literarias son entes de ficción y están sometidos a las características del

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género, a los gustos de época y a los sistemas culturales en que están inmersos. Para caracterizarlos se
utiliza también la descripción. Los personajes se caracterizan por medio de:

1. Su forma de presentación. Pueden ser presentados por el narrador (mediante juicios,


descripciones, datos sobre su vida…), por sí mismos (mediante sus palabras, sus actos o el
acceso a su conciencia por medio del monólogo interior) o por la visión de otros personajes.

2. Su función. Según la función, los personajes pueden ser principales o secundarios. Los
primeros llevan el peso de la acción y tienen una misión que cumplir.

3. Su caracterización física y psicológica. Los personajes poseen una forma de actuar,


pensar y ser, es decir, poseen una psicología. Un personaje bien trabado ha de poseer
coherencia y verosimilitud. Se entiende, desde este punto de vista, que existen personajes
planos: no varían, son de una sola pieza (el bueno y el malo de las películas) y personajes
redondos, que evolucionan a lo largo de la narración.

TEXTOS DESCRIPTIVOS

La descripción es una variedad del discurso por medio de la que se atribuyen cualidades a los
objetos y se crea una representación verbal de sus rasgos. También llamada pintura con palabras, la
descripción pretende recrear objetos o sensaciones.

Adecuación. Aspectos pragmáticos

- La función lingüística que predomina en la descripción suele ser la referencial; aunque en las
descripciones publicitarias predomina la función apelativa y en literatura, la expresiva o la poética.

- En cuanto a los elementos de la comunicación:

a. Atendiendo al propósito del emisor, se distinguen la descripción objetiva (donde refleja


la realidad de manera precisa, sin dar cabida a los sentimientos) y la descripción subjetiva (donde
expresa los efectos que la realidad produce en su ánimo). Además, el emisor puede tener la intención de
crear una descripción técnica o una descripción literaria.

b. En cuanto al canal, puede ser oral o puede ser escrito. Cualquier medio es válido para
transmitir una descripción: una viñeta, una valla, un libro, la televisión, las ondas sonoras en una
conversación.

c. En cuanto al código, puede ser el de la lengua o utilizar otros elementos visuales,


icónicos, etc. Puede utilizar elementos verbales o no verbales (imágenes, flechas...).

d. El contexto pueden ser las realidades físicas, los objetos, los seres, los
procesos, incluso las abstracciones.

Coherencia. Aspectos estructurales

Se puede describir cualquier cosa, no sólo objetos, sino también lo psíquico, incluso la emoción
que se obtiene ante la percepción de algo. Además, se puede partir de lo real o de la imaginación. Ahora
bien, en una descripción hay encubierto un proceso: primero se observa detenidamente el objeto que se
quiere describir; después se reflexiona (se obtiene lo esencial de los rasgos recibidos y se desecha lo
accesorio); y, por último, se busca una expresión adecuada y, tras ello, se redacta. El texto obtenido
dependerá de la intención del emisor y de las convenciones del género que adopte.

El orden en la descripción depende del texto concreto. En las descripciones técnicas se suele
comenzar por el aspecto externo del objeto y luego se describen sus características o propiedades. En
literatura, sin embargo, dependerá de los gustos, de la moda del momento. Se pueden seguir diversos
criterios, aunque predomina el espacial (de izquierda a derecha, de arriba abajo, del primer plano al
fondo…).

Se distinguen diferentes tipos de descripciones, según el objeto del análisis:

1. Descripción de personas:

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a. Prosopografía: atiende a los rasgos físicos.


Era un viejo respetable, cuerpo enjuto, cara seca, con dos
ojos como chispas, cargados de largas cejas.

b. Etopeya: se refiere a las características psicológicas de un ser: Ese es el cuerpo de


Crisóstomo, que fue único en el ingenio, solo en la cortesía, extremo en la gentileza,
fénix en la amistad, magnífico sin tasa, grave sin presunción [...]

c. Retrato: combina la descripción física y la psicológica.


d. Caricatura: descripción en la que se exageran rasgos con afán satírico.
e. Topografía: descripción de lugares.
f. Descripción de sensaciones.

La cohesión. Aspectos lingüísticos de la descripción

a. LAS FORMAS VERBALES. Las más utilizadas suelen ser el presente y el pretérito
imperfecto. Mediante el presente se comunica el carácter intemporal de la materia descrita; el pasado, sin
embargo, la circunscribe a un determinado periodo temporal, pero en ambos casos se destaca la
intención de no mencionar el final de la acción. Es constante, por lo tanto, el empleo de formas de aspecto
imperfectivo.

b. EL ADJETIVO. En los textos descriptivos suelen predominar los sustantivos y adjetivos,


puesto que la referencia a objetos es superior que a la de las acciones. La aparición del adjetivo puede
completar la información del sustantivo o también puede matizar el sentido y dotar de una expresividad
mayor al sintagma. Aquí se tienen en cuenta tanto los adjetivos necesarios para la comprensión del
sustantivo como los denominados epítetos, esto es, adjetivos con fines estéticos.
c. LAS ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS. Existe un predominio de estructuras
yuxtapuestas y coordinadas. La utilización de las primeras responde al deseo de expresar el objeto
descrito como un todo, logrando así la simultaneidad de las impresiones recibidas. El empleo de las
coordinadas implica ya un cierto dinamismo, porque introduce la noción de sucesión de los distintos
componentes de la descripción.

d. LOS PROCEDIMIENTOS LITERARIOS. Las figuras literarias más empleadas tal vez
sean la comparación y la metáfora, sin descartar otras como la sinestesia, la aliteración, la metonimia, la
comparación...

- La comparación es un procedimiento literario que ayuda a comprender mejor aquello


que se describe, sobre todo si se trata de un objeto poco conocido o de cualquier noción
abstracta. Por ello, la utilización de símiles se convierte en un arma eficaz en toda descripción.
- La metáfora es asimismo uno de los recursos más utilizados con la misma intención que
la comparación. A la vez que es una ayuda para la comprensión de la materia descrita, puede
despertar en el receptor sensaciones insospechadas, producto de la imaginación creadora del
autor.
e. En las descripciones que aparecen en textos de carácter científico hay un número muy elevado
de TECNICISMOS.

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TEXTOS EXPOSITIVOS

La exposición es un tipo de discurso mediante el cual un emisor pretende presentar un


determinado tema a un receptor de forma clara y ordenada, para darlo a conocer y hacer que lo
comprenda. Es un discurso esencial en la transmisión del saber humano y, de hecho, es el vehículo
principal de la información científica, técnica, humanística etc. Su uso en la actividad académica es
constante: un libro de texto, los apuntes, los exámenes son claros ejemplos de textos expositivos.

Adecuación. Aspectos pragmáticos

Una exposición constituye el mensaje de un acto comunicativo en el que intervienen un emisor


que suele ser un especialista con intención didáctica y un receptor que se interesa por el contenido del
texto, bien de manera general porque se trate de un receptor común, o bien de manera científica o
profesional por tratarse de un receptor especializado. El código puede incorporar elementos icónicos:
mapas, ilustraciones... para facilitar su comprensión. La función predominante de la exposición será, por
tanto, la representativa o referencial, puesto que se centra en el contenido del mensaje no en quien lo
explica. El texto será, por ello, objetivo, es decir, carecerá de referencias al emisor, tendrá que ser
ordenado y coherente en la organización de las ideas, riguroso en la calidad de la información y claro en
la manera de exponerla, porque así lo exige la intención del emisor.

Coherencia. Aspectos estructurales

La elaboración de un texto expositivo exige un desarrollo progresivo y articulado de las ideas. Por ello, la
progresión temática es muy importante porque el receptor debe comprender paulatinamente ideas y
conceptos. Debe haber un orden expositivo lógico y normalmente la estructura se ajusta al esquema
básico de introducción, desarrollo y conclusión.
Introducción: en esta parte, el emisor suele enunciar y delimitar el tema, presentar
informaciones previas, definir conceptos importantes, revisar el estado de la cuestión y dar
orientaciones para comprender el texto.

Desarrollo: es una exposición ordenada de datos, referencias e ideas. Es la parte más extensa.

Conclusión: suele adquirir la forma de resumen o síntesis de las ideas más importantes que se
hayan tratado.

En los textos expositivos, la ordenación lógica de los contenidos está perfectamente cuidada. Lo
habitual es que se parta de una idea central (la hipótesis) y a continuación se demuestre mediante
pruebas o ejemplos. La estructura puede ser:

- Deductiva: (estructura analizante) va de lo general a lo particular. Se enuncia una idea de


carácter general y a lo largo del texto -mediante casos particulares, detalles, ejemplos,
consecuencias...- se analiza en sus distintos aspectos.

- Inductiva: (estructura sintetizante) va de lo particular a lo general. Primero se presenta la


información concreta (hechos reales, casos, ejemplos...) y a partir de ellos se enuncia un
principio de carácter general que funcione como conclusión.

Además de estos esquemas generales, destacan ciertos procedimientos expositivos:

- Definiciones.
- Descripciones técnicas.
- Enumeración de propiedades, cualidades, partes.
- Ejemplificaciones: presentación de casos concretos donde se cumple lo afirmado con carácter
general.
- Comparaciones: se relaciona un hecho con otro conocido o más familiar para facilitar la
comprensión.
- Argumentaciones: para defender con razones una idea no evidente. - Resumen de ideas para
condensar la información más importante.

Cohesión. Aspectos lingüísticos

Nivel léxico-semántico
- Vocabulario con significado rigurosamente denotativo.

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- Uso de tecnicismos (en los textos divulgativos, los imprescindibles y normalmente acompañados de
definiciones).
- Predominio de verbos de estado o proceso intelectual frente a los de acción.
- Adjetivación especificativa de carácter descriptivo y valorativo.
- Proliferación de sustantivos abstractos.
- Abundancia de partículas conectivas adverbiales y conjuntivas, marcas formales del orden lógico en la
disposición de las ideas (en primer lugar, en segundo lugar…).
Nivel pragmático
- Abundancia de conectores textuales para precisar, aclarar, comentar y organizar adecuadamente
la información del texto.
- Utilización de ejemplos. Sirven para apoyar lo que trata de explicarse, a la vez que ayuda a la
comprensión del fenómeno por parte del receptor.
Nivel sintáctico
- Empleo preferente de oraciones de modalidad enunciativa.
- Uso de la tercera persona para evitar la subjetividad.
- Abundancia de impersonales y pasivas reflejas.
- Frecuencia de oraciones atributivas y estructuras nominales.
- Aparición habitual de coordinación y yuxtaposición (para enumerar y agrupar ideas), de subordinación
adjetiva, y de subordinación adverbial que exprese relación lógica de ideas (causal, final, consecutiva,
condicional).
Nivel morfológico
- Empleo del presente de indicativo, a menudo con valor intemporal.
- El pretérito imperfecto de indicativo aparece cuando se expone algo sometido a un proceso temporal.
POR EL ÁMBITO TEMÁTICO EN QUE SE UTILIZAN

Existen tipos ligados al ámbito de la actividad social y cultural en el que se produce la


comunicación y al tema del que se trata. Los más generales son los siguientes:
a) Científico – técnicos, cuyo objetivo es transmitir conocimientos de manera muy precisa. En ellos
predomina el uso de tecnicismos.
b) Humanísticos, con finalidad comunicativa reflexiva o didáctica. Su rasgo definitorio es que se
reemplaza la ordenación científica por la estética.
c) Jurídicos y administrativos, que surgen en los diferentes ámbitos de la Administración pública.
d) Literarios, cuyas características estudiamos en la segunda quincena.
e) Periodísticos y publicitarios, propios de los medios de comunicación, que analizaremos con un
poco más de detalle a continuación.
4.1. TEXTOS PERIODÍSTICOS
El lenguaje periodístico es el utilizado por los medios de comunicación de masas (radio,
televisión, prensa...), que se dirigen, en general, a un público muy heterogéneo, perteneciente a niveles
culturales muy distintos. Por ello, debe ser claro, conciso y correcto, aunque no excesivamente culto.
Coherencia. Aspectos estructurales
En los textos periodísticos debe haber una clara ordenación de las ideas y una perfecta
jerarquización de los contenidos. La estructura de las noticias suele contar con un encabezamiento
en el que se recogen los elementos fundamentales de la noticia y, a continuación, se añaden datos
organizados por orden de importancia. La distribución se resume en el siguiente cuadro:

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Cohesión. Aspectos lingüísticos

Resulta difícil esquematizar los rasgos lingüísticos del lenguaje periodístico. Éstos dependen en
buena medida de la temática (deportes, economía, política...) y del subgénero periodístico (reportaje,
crónica, noticia...). No obstante, citaremos algunas características generales:

- Abundantes extranjerismos, sobre todo anglicismos, tanto léxicos como sintácticos: set, long
play, nominar (en el sentido de proponer) ...
- Frecuentes neologismos: esférico (por “balón”), cohabitación...
- Incorrecciones léxicas y gramaticales: *deteriorización (en vez de
“deterioro”).
- Uso de siglas: OLP, 11-M...
- Omisión de artículos y preposiciones en los titulares.
- Omisión del verbo ser o estar y de otros que puedan sobrentenderse: “El poder de Aznar en
horas bajas”.

LOS GÉNEROS INFORMATIVOS

La información supone la exposición objetiva de hechos suficientemente contrastados. Sin


embargo, hay que ser consciente de que no existe el periodismo neutral, de manera que cada medio de
comunicación tiene una línea ideológica que se deja entrever incluso en la selección de la información.
Ésta se transmite organizada en varios géneros periodísticos: noticias, reportajes, crónicas, etc.

1. LA NOTICIA. Es la base del periódico. Se trata de la exposición objetiva de un


acontecimiento que, por su actualidad e interés, puede llegar a un gran número de lectores. Tiene una
estructura fija, compuesta por:

• El titular. Marcado con una tipografía especial, es un extracto de la noticia. Su sintaxis


es muy simple: un sintagma nominal o una oración muy breve. En ocasiones, junto al
titular aparecen el antetítulo y el subtítulo, que aportan datos importantes de la noticia.
• La entradilla o lead. Es un resumen de lo más importante que aparece en la noticia.
Responde a las preguntas: qué, quién, por qué, cuándo, dónde y cómo.
Tipográficamente, aparece en negrita.
• El cuerpo de la noticia. En él se completa la información que ha ido apareciendo
fragmentada en el titular y la entradilla. Normalmente, los datos de interés van
apareciendo en orden decreciente, como una pirámide invertida. En primer lugar, van
los más interesantes, para ir dejando al final los poco relevantes. Así, si por problemas
de maquetación del periódico hay que prescindir de algunos, siempre serán los de
menor interés.

2. EL REPORTAJE. Al igual que la noticia, el reportaje es un relato de acontecimientos


que pueden suscitar el interés del público. En él, el periodista investiga todo lo relacionado con el tema y
lo desarrolla de forma exhaustiva. Por eso es más extenso que la noticia.
El reportaje se puede definir como un "relato periodístico esencialmente informativo, libre en cuanto al
tema, objetivo en cuanto al modo y redactado preferentemente en estilo directo, en el que se da cuenta de
un hecho o suceso de interés actual o humano". Hay que subrayar la palabra actualidad, porque no se
concibe que se publiquen reportajes intemporales o inactuales, sin la menor conexión con nuestro mundo,
con nuestros problemas, con todo lo que nos ocupa o preocupa.

3. LA ENTREVISTA. Es un reportaje en el que, junto al texto, aparecen las opiniones de la


persona que por algún motivo es noticia en el momento en que se realiza. Normalmente está estructurada
a partir de las preguntas del entrevistador y las respuestas del entrevistado, pero como los lectores no
estamos asistiendo a la entrevista, el autor nos explica también detalles de la indumentaria, reacciones,
gestos, etc. que el lector no puede ver. A lo largo de la entrevista pueden aparecer resaltadas algunas de
las respuestas más significativas o que mayor impacto vayan a causar en el público.

LOS GÉNEROS DE OPINIÓN

Una de las funciones más importantes del periódico es la formar la opinión de sus lectores. En
todos los diarios observamos secciones en las que los periodistas expresan su punto de vista sobre un
hecho determinado. Forman parte de esta sección el editorial, el artículo, las columnas, las cartas al
director, e incluso algunos chistes (en los que se combina el mensaje verbal con el dibujo).

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1. EL EDITORIAL. Aparece siempre en la misma página del periódico, en un lugar


destacado. En él se comenta y se valora un acontecimiento importante de la actualidad, de acuerdo con la
ideología del periódico. Aparece sin firma, aunque es el director el responsable de su contenido.

2. EL ARTÍCULO DE OPINIÓN. En él, un periodista o un colaborador externo del periódico


expone de forma subjetiva su opinión acerca de cualquier asunto: política, religión, cultura... En el artículo
se interpreta, valora o explica un hecho o una idea actuales, de especial trascendencia, según la
convicción del articulista.

3. LA COLUMNA. Es un comentario que tiene un lugar fijo en el periódico (de ahí su


nombre), normalmente firmado por un escritor, colaborador asiduo del medio. Este tipo de escritos se
caracteriza por su visión subjetiva y por la tendencia al estilo literario.
LOS GÉNEROS MIXTOS ,Son aquéllos en los que aparecen tanto informaciones
objetivas como valoraciones personales. Entre ellos podemos destacar:

1. LA CRÓNICA. Es un género híbrido entre la información y la opinión. Expone una noticia de


forma detallada, pero incluye valoraciones subjetivas. Es frecuente la aparición de la primera
persona, así como de recursos típicos del lenguaje literario. Puede tratar de diferentes
materias: deportes, cultura, sucesos, sociedad, viajes, etc.
La crónica periodística es, en esencia, una información interpretativa y valorativa de hechos
noticiosos, actuales o actualizados, donde se narra algo al mismo tiempo que se juzga lo
narrado.

2. LA CRÍTICA CULTURAL. Este tipo de escrito comenta las novedades que se han producido
en el mundo de la cultura: publicaciones de libros, estrenos de teatro, cine, conciertos,
exposiciones de arte... Normalmente los elaboran especialistas en los distintos temas.

TEXTOS PUBLICITARIOS

Los textos publicitarios intentan influir en el comportamiento del ser humano, incitándolo a
consumir determinados productos. Para ello, combinan el lenguaje verbal con el icónico, buscando
siempre atraer la atención y persuadir al receptor para que compre el producto. Por ello, en estos textos
predomina la función conativa, combinada con la expresiva y la poética.

Adecuación. Aspectos pragmáticos

- En los textos publicitarios la función de emisor la realiza un sujeto múltiple, que es la agencia de
publicidad.

- En lo referente al canal de difusión, la publicidad, al pretender llegar al mayor número de


receptores posibles, se vale de medios de comunicación de masas como la radio, la TV, el cine, la prensa,
los rótulos, las vallas publicitarias, etc.

- El propio mensaje publicitario, el anuncio, para ser efectivo, suele ser sencillo, claro y fácil de
recordar.

- Por lo que concierne al receptor, en publicidad hablamos de un consumidor potencial del


producto anunciado. Este hecho justifica que se tenga muy en cuenta a quién va dirigido el mensaje.
Dependiendo del consumidor potencial que se busque, la estrategia publicitaria será de una forma o de
otra.

Coherencia. Aspectos estructurales

El mensaje publicitario constituye un lenguaje sincrético, ya que en el se entremezclan diferentes


componentes que se apoyan mutuamente:

a) Composición del mensaje. Los textos publicitarios se encuentran formados por


diferentes elementos (imágenes, textos, dibujos, líneas, colores, etc.) que se distribuyen por el anuncio
unas veces de forma armónica y equilibrada, mientras que en otras ocasiones se busca el contraste y la
asimetría.
b) Componente verbal. La información primordial sobre la marca publicitaria la
proporciona el eslogan, que debe ser una frase concisa y elocuente que exalte el producto. Junto al

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eslogan es fundamental la aparición de la marca, que a veces se acompaña de un logotipo (dibujo que da
relieve al nombre y facilita su identificación por parte del comprador). Ejemplos

NIKE

Para resaltar algún elemento del anuncio y llamar la atención sobre él, en los anuncios que llevan
texto se hace uso de la tipografía, jugando con los tipos de letras, su tamaño y color, los espacios entre
letras y entre líneas, el empleo de mayúsculas o minúsculas, etc.

c) Componente visual. Las imágenes, fijas o en movimiento, además de transmitir


información objetiva del producto, pretenden seducir y persuadir para que el receptor compre el producto.
Con frecuencia se recurre a la manipulación, inventando, ocultando o deformando la información. Hay que
prestar especial atención para no ser víctimas de la publicidad engañosa.

Cohesión. Aspectos lingüísticos

Los rasgos lingüísticos más frecuentes son:

- Extranjerismos: way of life, eau de parfum...


- Prefijos y sufijos intensificadores: blanquísimo, ultrafina...
- Oraciones imperativas y vocativos: busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo.
- Frases sin verbo: Fanta, fantástico refresco.
- Abundantes recursos retóricos con el objetivo de sugestionar al consumidor:
Onomatopeyas: chup, chup, avecrem.
Paronomasias: fanta, fantástico refresco.
Reduplicación: Fundador, el brandy, brandy.
Rimas internas: Rexona no te abandona.
Paradojas: el pequeño gigante.
Metáforas: Peugeot, leones en libertad.
Personificaciones, comparaciones...

5. POR EL CANAL UTILIZADO: ORALES Y ESCRITOS

Los textos orales y escritos presentan entre sí diferencias relativas al contexto en que se
producen y a su propia organización textual. Con todo, las distinciones que vamos a señalar pueden
difuminarse: se puede imitar el habla oral en un texto escrito, las nuevas tecnologías pueden hacer
perdurable un texto oral o inmediato un texto escrito...
En la expresión oral, la más natural y habitual forma de comunicación, común a todas las
culturas, el canal es auditivo y su rasgo distintivo principal es su carácter inmediato: se realiza de forma
directa entre un emisor y un receptor que están en contacto, su duración en el tiempo coincide con el
momento de la enunciación y predomina la espontaneidad frente a la reflexión.
En la expresión escrita, el canal es visual y su rasgo distintivo principal es su carácter diferido:
se realiza entre un emisor y receptor que normalmente están en distinto tiempo o lugar y predomina la
reflexión sobre la espontaneidad.

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14

a) Géneros orales

La expresión oral es el modo más habitual de comunicación, y puede emplearse de modo


espontáneo e improvisado con la finalidad de relacionarse con los demás, o bien de manera planificada
para transmitir ideas que requieren reflexión y organización. Por eso, distinguimos la lengua oral
planificada de la lengua oral no planificada. Al primer grupo pertenecen formas de comunicación oral
como el debate, la conferencia, la tertulia, etc. Al segundo, el más importante medio de relación social: la
conversación.

Pero hay matices en la clasificación de los textos orales. Dentro de los planificados existen
grados mayores y menores de planificación: una conferencia o un programa de televisión presuponen un
guion previo, mientras que un debate o una tertulia, aun estando preparadas, admiten un cierto grado de
espontaneidad. Del mismo modo, la forma más natural de comunicación, la conversación, también está
sometida a los principios de cortesía (las normas que ésta impone permiten organizar los turnos) y de
cooperación (los hablantes colaboran en su éxito). Este principio de cooperación se basa en el
seguimiento por parte de los hablantes de las llamadas cuatro reglas de Grice: la de cantidad (todos
deben aportar la información necesaria, ni más ni menos); la de calidad (la información que se transmite
ha de ser verdadera); la de relación (la información ha de relacionarse con el tema de que se trata) y la
de claridad (ha de darse de forma inteligible y clara). Con el respeto a estos principios, la interacción
social es más eficaz.

Además, en la caracterización de los diferentes géneros orales influirán la relación formal o


informal entre los interlocutores, la posibilidad o no de interacción entre ellos y el dominio abierto
(cotidiano) o cerrado (específico) de que se trate. Para distinguir entre los diferentes géneros orales se
tienen en cuenta los siguientes rasgos:

• El carácter espontáneo o planificado del texto.

• El modo como se produce la alternancia de turno: es muy rígida, a veces varios participantes
hablan a la vez, un moderador concede la palabra…

• La organización del orden de los turnos: hay pregunta y respuesta…

• La fijación previa del tiempo de palabra de cada interlocutor.

• La posibilidad o no de variar el número de participantes en el encuentro.

• La duración del encuentro, fijada o no de antemano.


Sus tipos más usuales aparecen en el siguiente cuadro:

b) Géneros escritos

Los géneros escritos tienen generalmente una estructura mucho más definida que la de los
orales. En ellos, además de su función y de las características de la lengua escrita, influye también el tipo
de relación, formal o informal, entre los interlocutores. Algunos de sus tipos más habituales se recogen en
el cuadro de la página siguiente:

14
TEXTOS HUMANÍSTICOS

Son los que se centran en las producciones culturales del hombre, sus relaciones personales y sociales, y los
modos y procedimientos de conocer e interpretar la realidad.
Se trata de escritos de muy diversa naturaleza, pertenecientes al ámbito de las Humanidades (filosofía, arte,
lingüística, literatura…) y las Ciencias Sociales (sociología, economía, política, etc.). Constituyen un conjunto de
conocimientos sobre el ser humano (su cultura, su razón de ser) que no persiguen una finalidad práctica inmediata,
pero sí tienen una función formativa, de ahí su carácter didáctico.
A diferencia de las ciencias experimentales, que apoyan la validez de sus datos en la comprobación empírica,
las disciplinas humanísticas lo hacen en el razonamiento de tipo lógico, por lo que predominan en ellas la reflexión y la
especulación teórica, orientada a la creación y exposición de ideas. Los textos humanísticos son de naturaleza
reflexiva, especulativos, hechos a base de opiniones personales, defendidas por razones y argumentos, frente a lo que
sucede con los textos científicos, elaborados con hechos, experiencias objetivas y fórmulas demostradas
empíricamente.
La mayoría de textos humanísticos se encuentran a medio camino entre la exposición y la argumentación. El
tipo de escrito más apropiado para el tratamiento y divulgación de cuestiones humanísticas quizás sea la exposición;
es decir, el desarrollo de ideas, el razonamiento, la explicación lógica, etc. No se trata de describir (pintar un objeto con
palabras) o de narrar historias; sino exponer, aclarar, ejemplificar y organizar las ideas del autor. No obstante, en los
textos humanísticos encontramos pasajes descriptivos e incluso narrativos (sobre todo en Historia), atendiendo a
diversas finalidades, pero siempre relacionadas con la finalidad principal: la transmisión de ideas.
Sin perjuicio de lo anterior, lo más habitual es que la exposición de las ideas del autor vaya acompañada de
argumentos, con los que se defienden y apoyan una o varias tesis (o ideas principales), o bien se refutan otras. Así, la
argumentación y la contraargumentación suelen ser inherentes a los textos humanísticos.
Los argumentos puedes ser variados: de hecho, de ejemplo, de analogía, de autoridad, etc. La tendencia a los
argumentos de hecho avalados por cifras o datos concretos sitúa al texto más cerca de la precisión; por el contrario, si
predomina el carácter especulativo y el autor se limita a opinar, las marcas de subjetividad serán más abundantes.
Suelen presentar una estructura abierta; no obstante, podemos encontrar ejemplos de estructura deductiva o
sintetizante, inductiva o analizante, paralela, encuadrada, etc.

La exposición y divulgación de las materias humanísticas suele hacerse a través del género denominado
ENSAYO. Se trata de un género ligado a la reflexión, al análisis y la transmisión de ideas y conceptos; pero también
es, por sus rasgos formales, un género literario, ya que el autor también tiene voluntad de estilo, es decir, se preocupa
por la forma del texto, trata de utilizar el lenguaje de forma original y llamativa para conseguir impresionar y agradar al
lector. Puede tratar cualquier tema que se relacione con el hombre y su cultura. El autor escribe en forma de notas, de
apuntes personales, de divagaciones... en definitiva, aporta experiencias e impresiones subjetivas que revelan sus
preocupaciones e intereses. El tono utilizado por el autor es variado: puede ser serio y reflexivo, lúdico, irónico...,
precisamente por la subjetividad que caracteriza al género. La extensión del ensayo suele ser breve, aunque hay
libros completos que se consideran ensayos. Muchos artículos o columnas de opinión pueden ser considerados como
ensayos, pues ofrecen una reflexión personal sobre un tema concreto.

ALGUNOS RASGOS LINGÜÍSTICOS

 Por lo general, se utiliza un código elaborado (nivel culto), caracterizado por su corrección y precisión
(aunque en menor grado que en los textos científicos, dada la falta de univocidad de sus tecnicismos, que no
son monosémicos en muchos casos). Además, el vocabulario de las humanidades cambia menos que el
científico, aunque muchas palabras van adquiriendo nuevos significados.

 El léxico de esta clase de textos suele ser connotativo, por su naturaleza subjetiva: patria, libertad, justicia,
comunismo, etc. Esto acerca el texto humanístico a los textos literarios. De hecho, encontramos a menudo
figuras retóricas (metáforas y símiles, paralelismos, etc.) y otros recursos propios de la función poética.

 Pero dependiendo del género, habrá un mayor o menor grado de impersonalidad en el enfoque: en algunos
se da un grado considerable de objetividad, sobre todo cuando su intención es didáctica, y otros, como el
ensayo, claramente subjetivos.

 Usos sustantivos abstractos: entidad, entelequia, democracia, cualidad, egocentrismo, etc. Obsérvese el
rendimiento del sufijo “-ismo” en la formación de nombres abstractos: eclecticismo, empirismo, materialismo,
positivismo, agnosticismo, existencialismo, etc. Cuando el tema lo requiera, sobre todo si se acerca al ámbito
científico, aparecerán los concretos.

 Uso de tecnicismos o expresiones jergales de las disciplinas humanísticas, a menudo tomados del
lenguaje cotidiano y cargados de un valor específico al ser usados en cada una de las disciplinas
humanísticas: rasgo (en Fonología es un elemento que diferencia dos fonemas) o dependencia (en
Psicología). Son usuales los helenismos y latinismos: ética, esencia, silogismo, etc. Se emplea el lenguaje
doctrinal: la pertenencia a distintas escuelas o doctrinas1 determina una terminología específica. A veces se
produce “ambigüedad léxica”: se utilizan las mismas palabras con un significado distinto, según su escuela o
doctrina (“morfema” no tiene el mismo significado en todas las escuelas de lingüística, por ejemplo).

1
 Son frecuentes la adjetivación especificativa y otros elementos que realizan una función semejante (por
ejemplo, los sintagmas preposicionales en función de complemento del nombre). Son abundantes los
complementos oracionales, adyacentes o aposiciones, que aclaran, especifican o precisan ideas y
pensamientos. Pero no será extraña la presencia de adjetivos explicativos como marca de subjetividad.

 Los periodos sintácticos suelen ser amplios y con preferencia por la subordinación, por la necesidad de
enlazar razonamientos y argumentos, lo que a veces atenta contra la claridad del texto. Abundan, por la
misma razón, los marcadores textuales de todo tipo. Especialmente destacables son las fórmulas con valor
conclusivo (en consecuencia, por lo tanto...).

 Impersonales y pasivas reflejas se utilizan para resaltar hechos y eludir agentes, esto es, con intención de
aparentar objetividad. En la misma línea está el predominio de oraciones enunciativas. También se usan
preguntas con finalidad didáctica o como interrogaciones retóricas.

 El uso de los tiempos verbales es muy variado, y es muy frecuente el subjuntivo, el modo de la
especulación. Son muy pocos los verbos de acción; predominan aquellos que expresan estados o procesos.
Y el tiempo presente en sus distintos valores.

 Abundancia de definiciones, enumeraciones y ejemplificaciones al servicio de la claridad cuando domina la


intención divulgativa o didáctica.

EL ENSAYO

Se dice que tiene un carácter híbrido, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo individual y lo social, entre lo
científico y lo literario. Aun así, citaremos algunos rasgos habituales en él: variedad temática (cualquier aspecto
relacionado con el ser humano puede ser objeto de un ensayo), de extensión, en las formas de publicación (libro,
artículo, colección), en el tono (objetivo, crítico, humorístico), en las formas discursivas (a la exposición y
argumentación se le pueden sumar otras como la narración o incluso el diálogo) y en el enfoque (puede ser una
reflexión profunda o una visión superficial del tema); carácter subjetivo, didáctico y, a veces, polémico; estructura
abierta (no se pretende llegar a conclusiones definitivas); renuncia a la exhaustividad y a la validez universal y busca la
sugerencia, abrir caminos, mostrar nuevas perspectivas y, sobre todo, provocar la reflexión del lector, que suele
estar interesado en formarse.
En lugar de rigor científico, el ensayo busca rigor intelectual y la precisión en el análisis de las ideas, no en la
comprobación de los datos. La estructura interna también es libre y abierta. Por eso, a menudo es difícil percibir un
principio organizador de carácter lógico (inducción, deducción...).
Por otra parte, son innegables en la mayoría de los ensayos el afán de originalidad y el cuidado del lenguaje que
lo convierten en un género literario. Ello se observa en la riqueza del léxico y en el uso de recursos retóricos para
embellecer el texto y conmover al lector. El estilo, en cualquier caso, depende de las preferencias del autor, que
pueden ir desde la frase sobria, elegante, clara y concisa, hasta la expresión recargada, hermética y con abundancia
de figuras literarias.
Texto literario

El lenguaje literario es, básicamente, la lengua escrita estándar en la que se introducen palabras poco usuales (cultismos,
voces inusitadas, extranjerismos, arcaísmos, etc.) y que se somete normalmente a una voluntad de forma. Por una parte, tiene
muchos rasgos que lo acercan a la lengua escrita culta; pero por otra, es frecuente que aparezcan en él giros coloquiales y
hasta vulgares, para producir ciertos efectos expresivos.
En la literatura suele emplearse el idioma para llamar la atención sobre sí mismo, sobre cómo están dichas las cosas. El
escritor debe producir extrañeza y ha de usar, con ese fin, los artificios adecuados. Aunque no por literarios estos recursos
han de ser muy raros o chocantes. Tengamos en cuenta que en la lengua ordinaria utilizamos con frecuencia el asíndeton, la
adjetivación ornamental, las series binarias de palabras, metáforas, metonimias, etc.
Cuando el lenguaje se utiliza para crear belleza, para llamar la atención sobre sí mismo, actúa en él la función poética.
Lo importante no es tanto lo que se dice sino cómo se dice. El escritor pretende suscitar en el receptor una serie de
sensaciones de belleza, creatividad e influencia a través de la forma de su mensaje. Son válidos todos los recursos
expresivos. Esta función aparece también en el lenguaje coloquial; cualquier persona, al construir su mensaje, selecciona de
manera consciente o inconsciente las palabras, las inflexiones de la voz o los tipos de oraciones para conseguir una
transmisión más eficaz de aquello que se pretende comunicar.

El texto literario como acto de comunicación


El texto literario funciona como un acto de comunicación que posee las siguientes características:
Es resultado de una creación que el autor destina a que perdure y se conserve exactamente con la misma forma original.
La comunicación que la obra literaria establece con el lector y oyente es unilateral, porque el mensaje no puede recibir
respuesta inmediata del receptor.
La obra no se dirige a un destinatario concreto, sino a receptores desconocidos, muchos o pocos, actuales o futuros
(receptor universal).
El lector u oyente no establece relación directa con el autor, sino sólo con el mensaje, con su obra ( comunicación
diferida). Y ello, cuando él lo desea. De esa manera, la iniciativa del contacto comunicativo corresponde al receptor.
La comunicación literaria es desinteresada, no tiene una finalidad práctica inmediata. Por el contrario, posee una
naturaleza estética, es decir, pretende producir las reacciones que en el ánimo suscita lo bello. Sin dejar de ser cierto lo
anterior, no lo es menos que muchos autores escriben literatura para favorecer una determinada causa, para promover un
cambio en la sociedad, para denunciar una situación.
Características del texto literario
El límite que separa al lenguaje literario de otros tipos de lenguaje es muy difuso. Muchos escritos de carácter periodístico o
científico pueden ser considerados como verdaderas piezas literarias. La extensión de un texto literario no es un rasgo
distintivo, puesto que es muy variable, desde un par de versos hasta cientos y millares de páginas. Así pues, el texto literario
posee unas características internas sumamente peculiares, pero, a la vez, difíciles de aislar. Comparte un buen número de
ellas con otras clases de textos: la plegaria, el mensaje publicitario, el eslogan, el conjuro, el texto periodístico
Carácter desinteresado. Quizá el rasgo más diferencial sea su carácter desinteresado. Desinteresado en cuanto a la
comunicación en sí misma, no por lo que se refiere a la remuneración que el autor pueda obtener a cambio de lo escrito. El
texto literario no tiene una finalidad práctica inmediata, aunque puede tener muy diversas finalidades, ya que a través del
texto literario se puede abordar casi cualquier finalidad.
· Final previsto. A diferencia de lo que ocurre en la comunicación ordinaria (la conversación entre dos interlocutores), el
texto literario posee un final previsto por el autor. La extensión del texto dependerá del género elegido, pero siempre fluctuará
dentro de unos límites aproximados. El cierre es, pues, otra de sus características diferenciales.
· Artificios lingüísticos. Cuanto más estricta sea la exigencia del cierre, mayores efectos suele provocar en el lenguaje de
la obra. Los géneros en verso muestran mayores artificios lingüísticos que los géneros en prosa; pero, en general, el empleo
de expresiones poco usuales (arcaísmos, neologismos, voces inusitadas y cultas, y construcciones sintácticas atípicas, etc.)
caracterizan a todos los géneros literarios.
· Polisemia. El texto literario se presta a múltiples interpretaciones o lecturas; en teoría, a tantas como lectores y oyentes.
Y ello no perturba la comunicación; por el contrario, muchos lectores que muestran entusiasmo por una obra literaria no la
entienden, o la comprenden de un modo deficiente y superficial. Pero la comunicación resulta satisfactoria. Esto no puede
ocurrir en los mensajes ordinarios o en otros mensajes de finalidad práctica, pues daría lugar a errores que podrían ser muy
graves; imaginemos lo que podría resultar de una polisemia en las señales de tráfico.
· Recursos literarios. Uno de los recursos que de forma más general caracterizan al lenguaje literario es el uso de una
adjetivación especial, el uso de epítetos. Los epítetos son adjetivos ornamentales, no estrictamente necesarios para la
comprensión de un mensaje. El buen escritor busca evitar los epítetos triviales y, en general, prescindir de los que no
produzcan efecto de novedad. Según la Retórica tradicional, son figuras todas las anomalías que se producen en un escrito,
todo aquello que produce extrañeza en el lector. Muchas de ellas se basan en la repetición y en el paralelismo. La repetición
produce efectos rítmicos tanto en verso como en prosa. Puede conferir brillo a cualquier tipo de prosa, aunque el abuso de las
construcciones rítmicas entraña el riesgo de caer en la excesiva musicalidad o en el sonsonete.
Se han descrito varios centenares de figuras posibles, algunas con nombres casi impronunciables. No se trata aquí de
ofrecer un catálogo detallado de figuras retóricas, trataremos sólo de ofrecer una clasificación coherente de algunas de las
más frecuentes:
- Figuras fónicas. La principal es la aliteración o repetición de uno o varios fonemas, con una frecuencia perceptible.
Cuando la aliteración persigue una finalidad imitativa de sonidos o ruidos de la naturaleza, se denomina onomatopeya. La
aliteración, como toda repetición muy marcada, perjudica a la prosa no literaria, y puede producir cacofonías.
-· Figuras sintácticas. Son artificios de la construcción gramatical, y muchos de ellos se producen por apareamiento o
paralelismo. Son más abundantes en el verso, pero no están ausentes en la prosa literaria. Dos de las más frecuentes son el
hipérbaton y la anáfora.
-· Figuras de palabra: los tropos. Llamamos tropos a aquellas figuras retóricas que afectan, modificándolo, al significado
de la palabra. El símil o comparación no se trata, hablando con propiedad, de un tropo, pero es un concepto muy próximo.
Cuando comparamos, por ejemplo, la vejez con una puesta de sol, en ninguno de los dos términos que intervienen en la
comparación se produce mutación de significado. En todo símil hay un término real (A) y un término imaginario o imagen (B).
Además, de un modo u otro, al comparar marcamos gramaticalmente el hecho de que estamos comparando (A es como B, A
semeja B, A me parece B, etc.). La comparación es frecuente también fuera de la lengua literaria. Se recurre a ella para
presentar más plásticamente lo que se quiere decir y, muchas veces, para concretar un pensamiento abstracto. Los símiles
estereotipados o hiperbólicos suelen ser perjudiciales para el estilo de un escrito. La metáfora es el tropo por el cual se aplica
el nombre de un objeto a otro objeto con el cual se observa alguna analogía, suprimiendo cualquier rastro gramatical de
comparación. Hay metáforas que están incorporadas al uso general, los diccionarios las registran y nadie las identifica como
figuras, ya que no producen extrañeza alguna (la cabeza de un alfiler). Pero el escritor crea sus propias metáforas (Mi
soledad llevo dentro, torre de ciegas ventanas; o, en un texto periodístico: Cristiano Ronaldo se pasó la tarde hambriento de
balón). Una palabra aislada no puede funcionar como metáfora, necesita de un contexto en el que cobrar significado. Las
formas más frecuentes de metáfora son las siguientes: A es B: Sus brazos son sarmientos. B de A: El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano. A aposición B: El ruiseñor, pavo real facilísimo del pío. A aposición B + C + n: Ya viene, oro y
hierro, el cortejo de... B en lugar de A: Su luna de pergamino tocando estaba ('pandero'). Esta última es la que se considera la
metáfora pura, cuando el término real no aparece y solo aparece el término imaginario. La metonimia es un tropo en el que
la relación entre los términos real e imaginario es, en general, de uno de los siguientes tipos: El efecto por la causa: Respeta
mis canas. El autor por sus obras: Ya no leo a Machado. La parte por el todo: Mira qué par de ojos van por ahí. El continente
por el contenido: Tomamos unas copas. Lugar por lo que en él se produce: Un rioja excelente.

· Figuras de pensamiento. La hipérbole, en la que la expresión no corresponde al pensamiento. Se trata de una


exageración, de una afirmación por exceso: Una mujer tan delgada, / que en la vaina de una espada / se trajo a la sepultura .
La litotes o litótesis atenúa lo que se quiere decir, bien para no molestar al interlocutor, bien para dar más relieve al
contenido: no está mal (por está bien). La personificación es la atribución de cualidades humanas a los animales y a las
cosas: el viento susurra una canción monótona. La ironía consiste en decir lo contrario de lo que se piensa: por ahí va Brad
Pitt, (señalando a un tipo feísimo). En la antítesis, una palabra se pone en relación, más o menos sorprendente, con otra
contraria: Era sólo sombra de su pasado esplendor. La paradoja es una contradicción aparente: al avaro, las riquezas lo
hacen más pobre.

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Géneros literarios
El concepto de género se ha ido conformando históricamente, ya que su estudio comenzó en la antigua Grecia. Se
entiende por género un conjunto de constantes retóricas y semióticas que identifican y permiten clasificar los textos
literarios; o dicho de otro modo, son ciertas técnicas de composición, y ciertas leyes de forma y contenido a las que se
someten las obras literarias. Puede resultar sorprendente que aún se utilice la primera clasificación de los géneros, debida a
Aristóteles, quien los redujo a tres: épica, lírica y teatro. Hoy se mantiene esencialmente la misma clasificación con distintos
nombres (narrativa, lírica y drama), pero la evolución de los gustos y modas estéticas ha provocado que en muchos textos
modernos resulte difícil fijar rígidamente los límites entre lo puramente lírico, lo narrativo o lo dramático.

El género lírico
Los textos líricos expresan el mundo subjetivo del autor, sus emociones y sentimientos, o una profunda reflexión. Se
prefiere para ello el verso a la prosa y se manifiesta profusamente la función expresiva del lenguaje. Tradicionalmente la
lírica es una expresión de la experiencia del yo, pero en ciertas formas de la lírica moderna el yo se desvanece en favor de la
imagen o de una escena desligada de la subjetividad del poeta. Exponemos a continuación algunos subgéneros, aunque hay
que tener en cuenta que la poesía, a partir del siglo XX, ha conocido una evolución y una complejidad semejantes a los de la
novela, por lo que muchas obras líricas actuales son difícilmente clasificables en estos moldes, ya que se caracterizan por la
total subjetividad creativa de sus autores.

Formas clásicas
Oda. Originalmente son poemas para ser cantados con acompañamiento instrumental. De tono elevado, la oda clásica
estaba destinada a exaltar la vida de alguien, a celebrar un hecho importante o a la descripción intelectual del paisaje.
Elegía. La elegía clásica era un canto nostálgico e intimista de tema variado (el amor, la muerte, la guerra, la política...). La
elegía medieval (planto o llanto) mostró predilección por la elegía para expresar lamentaciones funerarias y, aunque en los
siglos de oro la temática de la elegía era variada, en la poesía moderna se ha mantenido la tendencia medieval de preferir la
forma son elegíaca sólo para las composiciones cuyo contenido está centrado en la muerte.
Sátira. Forma poética propiamente latina que emplea la ironía, la alusión o la burla para mostrar la locura o la maldad,
señalar las debilidades humanas y alertar sobre las conductas reprobables. Durante el Renacimiento se atribuyó falsamente a
la palabra sátira un parentesco etimológico con sátiro, por lo que se utilizó con frecuencia para designar las burlas lascivas en
verso.
Epístola. Carta formal y moralizante escrita en verso y destinada a su publicación. Suele abordar temas filosóficos o
morales.
Égloga. Evocación idealizada en verso de la vida pastoril y del contacto con la naturaleza.
Epigrama. Poema mordaz, agudo y conciso, generalmente escrito en verso. En Roma se desarrolló el epigrama como una
breve sátira en verso que acababa con alguna expresión punzante. Desde el Renacimiento italiano, el epigrama suele
adoptar en la poesía occidental la forma del soneto. Las greguerías de Gómez de la Serna y los proverbios de Machado,
pueden ser considerados modernos ejemplos de epigramas.

Formas populares
Villancico. Canción estrófica de carácter profano que surgió en el siglo XV en España. Consta de un estribillo que alterna
con una o más estrofas de versos octosílabos. Tanto la rima como el número de versos son variables. Aunque trata de temas
muy variados acabaron por predominar los de tema religioso, de ahí su identificación actual con las canciones navideñas. En
general, se componía para ser cantado con acompañamiento instrumental.
Canción. Texto corto, lírico o narrativo, acompañado de música.
Romance lírico. Aunque originalmente el romance es de carácter épico, pronto surgieron variantes líricas que se solían
declamar con acompañamiento musical o se transmitían como cantos infantiles.

El género narrativo
El autor narra la historia y hace hablar a los personajes. Hay textos narrativos en verso y en prosa, y la función dominante
suele ser la referencial. Es el género más leído y cultivado actualmente, especialmente la novela moderna.
Formas
Dentro del género conocido como épico, tenemos dos formas clásicas:
Epopeya. Género poético de estilo majestuoso que relata sucesos legendarios o históricos. Por lo general se centra en un
individuo, lo que confiere unidad a la composición. A menudo introduce la presencia de fuerzas sobrenaturales que configuran
la acción, y son frecuentes en ella las descripciones de batallas y de escenas de la vida cotidiana. Las principales
características del género son la invocación de las musas, la afirmación formal del tema, la participación de un gran número
de personajes y la abundancia de parlamentos en un lenguaje elevado.
Cantar de gesta. Forma popular equivalente a la epopeya culta, o derivada de ella, en la que se narran las hazañas de un
héroe histórico o un personaje legendario. De tradición oral, se componía para ser cantada por juglares o por los propios
trovadores.

3
Novela. Su auge en los siglos XIX y XX ha sido tal, y sus variantes tan dispares, que resulta difícil una definición rigurosa.
La novela actual es compleja y heterogénea, y su finalidad puede ser muy variada, y a veces incluso contradictoria. A través
de las novelas se pueden expresar vivencias y sentimientos subjetivos, hacer crítica política o social, crear mundos
imaginarios a los que evadirse en busca de diversión y emociones, etc. Suele entenderse por novela una narración extensa
en prosa, con personajes y situaciones reales o ficticios, que implica un conflicto y su desarrollo, conflicto que se resuelve de
una manera positiva o negativa. Con frecuencia hoy se prefiere para designar al género el término más amplio y ambiguo:
narrativa e incluir en él al cuento.
Cuento. Narración breve de un suceso imaginario. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en
una sola acción con un solo foco temático. Aunque tradicionalmente poseía una intención moralizante, hoy su finalidad suele
ser provocar en el lector una respuesta emocional.

El género dramático
El autor no habla por sí mismo, sino que hace hablar a sus personajes. Puede estar compuesto en verso o prosa. Aunque
puede ser leído, se escribe para ser representado. Exponemos a continuación los principales subgéneros, aunque por
supuesto se pueden diferenciar muchos en más en función de diversos criterios.

Formas mayores
Tragedia. Según Aristóteles la tragedia es una mimesis de una acción seria y acabada en sí misma, la cual, mediante una
serie de casos que provocan compasión y terror, produce el efecto de levantar el ánimo y purificarlo de tales pasiones
(catarsis). La definición aristotélica sigue siendo generalmente aceptada. Se dice que la tragedia muestra la injusticia del
destino o de la vida, que depara sufrimientos a quien menos los merece; y se dice también que a través de la tragedia
entendemos la grandeza del género humano, que se enfrenta al destino adverso, a sabiendas de que no puede cambiarlo,
movido por sus ideales.
Comedia. Se diferencia de la tragedia en el tono menor y más alegre de la acción, en la intervención de personas
comunes y, especialmente, en su final feliz. Se dice que la comedia refleja el lado amable de la vida, pita las situaciones de la
vida tal como desearíamos que fueran, y no tal como son en realidad.
Tragicomedia. Forma dramática en que se combinan el elemento trágico y el factor cómico en diversas medidas, y que
por ello puede ser considerado más realista.

Formas menores
Entremés y sainete. Piezas breves en un acto, en prosa o en verso, de tema ligero. El origen del sainete se encuentra en
la tradición popular y posee un humor festivo y picaresco. Solía representarse en los entreactos de obras mayores. El sainete
deriva del entremés y acentúa lo humorístico y popular de este último.
Auto sacramental. Obra de carácter alegórico que trata sobre un dogma de la Iglesia católica y tiene como fondo la
exaltación del sacramento de la Eucaristía.
Melodrama. Nombre que se daba antiguamente a la ópera y que en el siglo XIX recibían determinadas obras dramáticas
de tipo folletinesco, convencional, caracterizadas por sus fáciles concesiones a un público sensiblero.

El género didáctico
Aunque no se ajusta a la clasificación tripartita aristotélica, conviene incluir además el género didáctico, que se distingue,
básicamente, por su finalidad. El autor, cuyo fin primordial es enseñar, procura adornar el texto con elementos literarios que lo
doten de una forma atractiva (prodesse et delectare). Se compone principalmente en prosa y la función predominante en él es
la referencial. Sus formas clásicas son los diálogos y coloquios, que se adscriben también al género dramático; las fábulas,
que pueden relacionarse además con el género lírico; y el ensayo

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Texto dramático

• El texto dramático es aquel que representa algún conflicto de la vida a partir del diálogo entre los personajes.
Están escritos por un dramaturgo donde los hechos tienen lugar en un espacio y tiempo determinados.
• El fin del texto dramático es la representación de sus contenidos frente al público, es decir, una obra teatral.
Conclusión

Los tipos de textos presentados son de gran importancia tanto en nuestra vida laboral, cómo académica. Son formas de
expresión que se utilizan y que son parte
de nuestra vida diaria. Nos muestran cómo saber estructurar y en cada caso
conocer cómo se redactan.
En la actualidad se cree que no es necesario conocer la manera en que utilizamos
los textos narrativos en nuestra forma de hablar, sin embargo, al hacer conciencia
de la manera en que los utilizamos y/o describimos, nos damos cuenta de que
muchas veces que los utilizamos, lo hacemos erróneamente.
Este trabajo me hizo aprender y reflexionar, la manera en que se utilizan los textos
narrativos, en cómo nos expresamos cotidianamente. No todos los textos del
género narrativo son iguales, ya que cada uno tiene características literarias
propias de cada subgénero; también nos ayuda a saber la diferencia de algunos
subgénereos muy parecidos, cómo son el cuento y la fábula, dándonos cuenta que
aunque los dos sean un texto corto, la fábula cuenta con una moraleja.
Me pareció muy importante dado que la mayoría de las veces utilizamos textos
narrativos, cómo el mito, la epopeya o la leyenda.
En mi opinión la redacción sería buena, si cada quién le diera su toque personal a
cada trabajo realizado.
Los tipos de textos presentados son de gran importancia tanto en nuestra vida
laboral, cómo académica. Son formas de expresión que se utilizan y que son parte
de nuestra vida diaria. Nos muestran cómo saber estructurar y en cada caso
conocer cómo se redactan.
En la actualidad se cree que no es necesario conocer la manera en que utilizamos
los textos narrativos en nuestra forma de hablar, sin embargo, al hacer conciencia
de la manera en que los utilizamos y/o describimos, nos damos cuenta de que
muchas veces que los utilizamos, lo hacemos erróneamente.
Este trabajo me hizo aprender y reflexionar, la manera en que se utilizan los textos
narrativos, en cómo nos expresamos cotidianamente. No todos los textos del
género narrativo son iguales, ya que cada uno tiene características literarias
propias de cada subgénero; también nos ayuda a saber la diferencia de algunos
subgéneros muy parecidos, cómo son el cuento y la fábula, dándonos cuenta que
aunque los dos sean un texto corto, la fábula cuenta con una moraleja.
Me pareció muy importante dado que la mayoría de las veces utilizamos textos
narrativos, cómo el mito, la epopeya o la leyenda.
En mi opinión la redacción sería buena, si cada quién le diera su toque personal a
cada trabajo realizado.
Los tipos de textos presentados son de gran importancia tanto en nuestra vida
laboral, cómo académica. Son formas de expresión que se utilizan y que son parte
de nuestra vida diaria. Nos muestran cómo saber estructurar y en cada caso
Conclusión derecho civil conocer cómo se redactan.
En la actualidad se cree que no es necesario conocer la manera en que utilizamos
los textos narrativos en nuestra forma de hablar, sin embargo, al hacer conciencia
Universidad del Valle de México de la manera en que los utilizamos y/o describimos, nos damos cuenta de que muchas
veces que los utilizamos, lo hacemos erróneamente.
Este trabajo me hizo aprender y reflexionar, la manera en que se utilizan los textos narrativos, en cómo nos expresamos
cotidianamente. No todos los textos del género narrativo son iguales, ya que cada uno tiene características literarias
propias de cada subgénero; también nos ayuda a saber la diferencia de algunos subgéneros muy parecidos, cómo son el
cuento y la fábula, dándonos cuenta que aunque los dos sean un texto corto, la fábula cuenta con una moraleja
Me pareció muy importante dado que la mayoría de las veces utilizamos textos
narrativos, cómo el mito, la epopeya o la leyenda

En mi opinión la redacción sería buena, si cada quién le diera su toque personal a cada trabajo realizado.

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