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CARÁTULA

UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES,


EDUCACIÓN COMERCIAL Y DERECHO
(FACSECYD)

PSICOLOGÍA EN LÍNEA

SEGUNDO SEMESTRE, C2

MATERIA: Bases Biológicas II

ESTUDIANTE: Balón Muñoz Julexy Rosiluz

TEMA DEL ENSAYO:


Función y estructura de los órganos de los sentidos

DOCENTE: Mena Mejia Maria Monserrath Msc.

FECHA DE ENTREGA: 13/07/2021


INTRODUCCIÓN

Todos los días realizamos diversos tipos de actividades en las que empleamos nuestros

sentidos, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, desde escuchar nuestra música favorita, o

probar un dulce o postre nuevo. Los sentidos son el medio por el cual podemos percibir todos

estos estímulos, y por consiguiente, conocer el entorno que nos rodea.

En nuestro cuerpo existen receptores sensoriales, “que perciben las características, la

posición y los cambios de los objetos que nos rodean, se agrupan en los órganos de los sentidos,

que son los oídos, la nariz, los ojos, la lengua y la piel” (Baula, 2015), encargados de la audición,

la olfacción, la vista, el gusto y el tacto, respectivamente.

DESARROLLO

Función y estructura de los órganos de los sentidos

Los seres humanos nos encontramos dotados de sentidos especializados, es decir, que

cada uno cumple con funciones y posee cualidades específicas, que seguidamente se detallarán.

Los ojos

Órganos encargados de la vista, es una de las más importantes fuentes de información del

exterior que poseemos, siendo que nos es necesario un contacto directo con los objetos para

poder captar un estímulo, a diferencia de los otros sentidos.

El proceso de decodificación de las imágenes comienza cuando la luz pasa a través de la

córnea, que es la parte más externa, y de la pupila del ojo, luego traspasa el cristalino a la vez

que es enfocada por la retina. La retina es el “revestimiento del ojo que contiene las células

receptoras que son sensibles a la luz” (Morris y Maisto, 2005), estas células son las que hacen

posible la visión, y podemos encontrar dos tipos: los bastones y los conos.

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Los bastones detectan los niveles de iluminación, mas no los colores, se activan

especialmente ante la oscuridad, contamos con cerca de 120 millones de bastones.

Los conos permiten distinguir los diversos colores, a diferencia de los bastones, al estar

expuestos a la luz del día no son tan sensibles a la luz, contamos con cerca de 8 millones de

conos.

Los oídos

Para los seres humanos la comunicación por medio del lenguaje es prácticamente

fundamental, y esto no sería posible sin la audición. “El oído es el órgano sensorial responsable

de la audición y del mantenimiento del equilibrio mediante la detección de la posición corporal y

del movimiento de la cabeza” (Savolainem, 1998). El oído se encuentra formado por tres

componentes: el oído externo, el medio y el interno.

Oído externo: es el único ubicado fuera del cráneo, siendo la parte más visible,

compuesto por cartílago recubierto de piel y por glándulas que producen el cerumen.

Oído medio: en esta parte se ubica el tímpano, cavidad llena de aire, en donde

encontramos el martillo, yunque y estribo, que son pequeños huesos encargados del equilibrio y

son el enlace directo con el oído interno.

Oído interno: es en esta parte donde está el aparato sensorial, donde se produce la

audición propiamente, y donde se encuentra el receptor de la audición, el órgano de Corti.

La lengua

Es por medio de este órgano que poseemos el sentido del gusto, en la superficie de la

lengua se encuentran los receptores de este sentido, denominadas papilas gustativas, que nos

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permiten distinguir los sabores: dulce, salado, amargo, ácido y umami. Contamos con cerca de

10 000 papilas gustativas, pero debido a su ubicación tan superficial estos receptores se van

lesionando y este número va disminuyendo paulatinamente.

Cuando comemos la saliva se encarga de disolver las distintas sustancias químicas, para

que puedan ser percibidas por las células gustativas, estas a su vez envían esta información hacia

el encéfalo, específicamente al lóbulo parietal, que es percibida como gusto.

La nariz

Encargado del sentido del olfato, uno de los más primitivos sentidos, contamos con cerca

de cinco millones de células receptoras, ubicadas en el epitelio olfativo. La nariz posee las

siguientes partes:

Las fosas nasales: que son los orificios que conectan con la cavidad bucal.

Los cornetes nasales: es una especie de “hueso esponjoso” que calienta, humidifica y

filtra el aire que ingresa.

La mucosa o epitelio olfativo: mucosa que cubre los cornetes nasales y que permiten la

distinción de los olores.

La piel

Este es el órgano más grande de nuestro cuerpo, siendo su extensión de aproximadamente

2 m2. “Además de protegernos del ambiente, contener los líquidos corporales y regular nuestra

temperatura interna, la piel es un órgano sensorial con numerosos receptores nerviosos” (Morris

y Maisto, 2005). Posee tres capas:

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Epidermis: capa más externa y visible, aquí es posible distinguir los vellos, y posee los

receptores del dolor.

Dermis: compuesta por tejido conectivo, músculo, capilares, glándulas, etc. “En la

dermis se encuentran los receptores de la temperatura, la presión y el contacto” (EDEBÉ, 2012).

Hipodermis: capa más interna, posee tejido adiposo y conectivo.

CONCLUSIONES

Los órganos y los sentidos son importantes en nuestras vidas, gracias a ellos aprendemos

día a día de nuestro entorno. En los órganos sensoriales, podemos encontrar receptores

sensoriales, mediante los cuales somos capaces de percibir diferentes sensaciones. Sin duda estos

órganos poseen estructuras complejas y únicas, diseñadas para poder desarrollar funciones

específicas. Los ojos, que nos permiten la visión; la nariz, por la que podemos sentir los olores;

la lengua, que nos permite distinguir los sabores; los oídos, por los que detectamos los sonidos

además del equilibrio; y la piel, que nos posibilita el sentir las formas o las texturas.

BIBLIOGRAFÍA

Baula, V. (2014). CIENCIAS DE LA NATURALEZA. Madrid, España: Edelvives. ISBN/EAN:


9788426394255.

EDEBÉ (2012). Biología y Geología 3. La relación: sentidos y sistema nervioso. Madrid-España


: GUADIEL-GRUPO EDEBÉ.

Morris, C. y Maisto, A. (2005). Introducción a la Psicología, 12a ed. Naucalpan de Juárez,


México: PEARSON EDUCACIÓN. ISBN: 970-26-0646-2.

Savolainem, H. (1998). ENCICLOPEDIA DE SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO.


ORGANOS SENSORIALES. Madrid, España: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
ISBN: 84-8417-047-0.

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