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Original: Unearthing the Lost World of Cloudeaters.

© by Stephen Quayle & Thomas R. Horn (Defender Publishing, 2017)

@ 2024 The Ucli Press (Traducción, edición y publicación para América


Latina)

La presente obra ha sido traducida a partir de un ejemplar de la edición en


pasta blanda con las licencias bíblicas de Lucas 11:33 y 1 Corintios 3:22-
23, y sin otro afán que el de difundir gratuitamente lo mejor de la
inteligencia cristiana mundial en idioma español entre las juventudes
estudiantiles y profesionales de América Latina, para fomentar el
desarrollo de una fe cristiana inteligente.

The Ucli Press (ministerio editorial de La Ucli: La Universidad Cristiana Libre


Internacional) invita a sus alumnos, amigos y simpatizantes a que adquieran
y lean las obras de Jeff Barnhardt e inviten a otros a hacer lo mismo.

Esta edición libre en español siempre se distribuirá gratuitamente a quien


solicite un ejemplar en formato digital PDF a:

theuclipress@outlook.com
launiversidadcristianalibre@gmail.com
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CONTENIDO

SECCIÓN I
INCURSIÓN PRE-ADÁNICA
por Steven Quayle

CAPÍTULO 1 — Una civilización de ángeles…………………………………1


CAPÍTULO 2 — Ángeles y restos antiguos…………………………………..29
CAPÍTULO 3 — Puertas eternas……………………………………………...59
CAPÍTULO 4 — Universo desgarrado……………………………………….85
CAPÍTULO 5 — Repitiendo patrones……………………………………….111
CAPÍTULO 6 — Espacio limítrofe…………………………………………..139
CAPÍTULO 7 — Dis-CERN-iendo los tiempos…………………………….165
CAPÍTULO 8 — La realidad………………………………………………...193
CAPÍTULO 9 — Los gigantes regresan……………………………………..221

SECCIÓN II
INCURSIÓN POST-ADÁNICA Y MÁS POR VENIR
por el Dr. Thomas R. Horn

CAPÍTULO 10 — Un encuentro fortuito……………………………………251


CAPÍTULO 11 — La verdad acerca del gran encubrimiento
del Smithsoniano………………………………………...265
CAPÍTULO 12 — Antes del Smithsoniano,
algo legendario llegó por aquí…………………………..321
CAPÍTULO 13 — Sobre aquellos gigantes dioses caníbales
que demandaban sacrificios humanos………………….349
CAPÍTULO 14 — Hijos de los traganubes
Metamorfos, Skinwalkers y Celestiales……………………..367
CAPÍTULO 15 — Las montañas sagradas y los
lugares altos de los traganubes………………………….387
CAPÍTULO 16 — Donde se abrirán las grandes puertas
Cuando los traganubes regresen………………………...425

Notas…………………………………………………………………………...471
SECCIÓN I

INCURSIÓN PRE-ADÁNICA
por Stephen Quayle
CAPÍTULO UNO

UNA CIVILIZACIÓN DE ÁNGELES


Solo se fuerte y muy valiente — Josué 1:9

¿Por qué ordenó el Señor a los israelitas que fueran fuertes y


valientes justo antes de cruzar el Jordán hacia la Tierra
Prometida? ¡Porque estaban a punto de ver gigantes! Y no
tenían un marco de referencia ante tal shock.
Al igual que ellos, a ti, el lector, se te anima a ser fuerte
y muy valiente. Leerás cosas en este libro que tal vez te
resulten difícil de acomodar en tus paradigmas teológicos o
históricos. Para comprender a Dios y Sus propósitos más
profundamente, debemos comprender lo que Él ha hecho en
el pasado. Las palabras de Salomón son ciertas: “No hay
nada nuevo bajo el sol”. También obtendrás comprensión
sobre lo que está por venir si tienes el coraje de hacerlo.
Este libro retrocederá en el tiempo y reunirá un mosaico
de piezas históricas, bíblicas, arqueológicas y tecnológicas
que pintarán una imagen de la creación diferente a la que tú
podrías haber entendido anteriormente.
1
Muchas personas incluso con una leve familiaridad con la Biblia
se dan cuenta de que en algún punto varios ángeles se rebelaron
contra Dios durante una guerra en el cielo. La mayoría de la gente
asume que eso sucedió hace mucho tiempo en un pasado remoto,
posiblemente incluso antes de la creación de la humanidad. La Biblia
parece, a primera vista, ofrecer sólo algunas pistas aquí y allá sobre
cómo se desarrolló esta historia.
Sin embargo, un poco de investigación cuidadosa revela muchos
secretos, y estos a su vez pueden ser las claves para dar sentido a los
pasajes bíblicos oscuros o confusos. Una vez que las piezas del
rompecabezas se unen, como haremos en este libro, aparece una
imagen muy sorprendente.
Parte de la confusión que oscurece la verdad proviene de una
lectura e interpretación defectuosas del primer capítulo del Génesis.
Entender este primer capítulo correctamente es clave para
comprender gran parte de la historia de nuestro planeta, así como
para descubrir muchos de los secretos sobre lo que le espera a la
humanidad en el futuro.
Cuando profundizamos en los significados hebreos en Génesis,
descubrimos que las cosas son aún más complejas. Estas Escrituras
apuntan al final de la Era pre-adánica, un tiempo antes de la creación
de Adán y Eva, cuando los ángeles gobernaban el planeta. En ellos
podemos discernir algunos secretos sobre cómo era nuestro planeta
antes de que el Señor creara nuestra era presente al hacer cambios
monumentales en la tierra y volver a sembrarla con vida.

Un vistazo
Las puntas brillantes de las pirámides salpicaban el campo mientras criaturas
aladas se elevaban y se lanzaban en picada por el cielo. El mismo aire vibraba
en perfecta resonancia con música que parecía provenir de todas partes.
El lugar, Eridu, era fundamental para esta ciudad de la población alada
y se había mantenido durante miles de años desde el momento en que la
realeza descendió del cielo y Alulim ocupó su lugar en el trono de la tierra.
A través de las pirámides y estructuras monolíticas que embellecían el
colorido paisaje, fluía una forma de energía limpia e ilimitada para satisfacer

2
todas las necesidades de los habitantes de la ciudad. Las cosechas fueron
abundantes; la creación del Señor Dios de los Cielos siempre se deleitó en Su
luz maravillosa y estaba agradecida por la libertad que les dio para vivir aquí.
Era el cielo en la tierra.

Formando Nuestra Tierra

¿Recuerdas haber armado un rompecabezas cuando eras niño?


Con la frente fruncida en concentración y mordiéndote el labio,
intentaste juntar diferentes piezas una y otra vez hasta que
finalmente una pieza se ubicó en su lugar. Queriendo duplicar
esa recompensa, continuaste buscando y encontrando,
recompensa tras recompensa, hasta que, con una sensación de
satisfacción, se reveló la imagen completamente ensamblada.
Durante el resto de la lectura de este libro, se te anima a
volver a ser un niño y a contemplar con asombro la maravilla de
un Dios eterno y Sus obras, y quizás verlo como nunca antes lo
habías visto. Deja de lado tus ideas preconcebidas y reflexiona
sobre estas palabras, y comienza a armar el rompecabezas del
tiempo y el espacio geográfico que te permitirá ver la imagen
olvidada de la historia pre-adánica de la Tierra.
Para poner nuestra mente en el marco de referencia correcta
para este viaje, consideremos el Salmo 90:

Señor, tú nos has sido refugio de generación en


generación.
Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el
mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices:
“Convertíos, hijos de los hombres.”
Porque mil años delante de tus ojos son como el día
de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la
noche.

3
Los arrebatas como con torrente de aguas; son como
sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la
mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.
Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira
somos turbados.
Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros
yerros a la luz de tu rostro.
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
acabamos nuestros años como un pensamiento. Los días
de nuestra edad son setenta años; y si en los más
robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es
molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos.
¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación
según que debes ser temido?
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que
traigamos al corazón sabiduría. Vuélvete, oh Jehová;
¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.
De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos
y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos
conforme a los días que nos afligiste, y los años en que
vimos el mal.
Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus
hijos.
Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la
obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la
obra de nuestras manos confirma.

Tierra primitiva
En 1912, el meteorólogo alemán Alfred Wegener1 propuso la teoría
de la “deriva continental”, un concepto basado en la proposición de
que las masas de tierra de nuestro planeta en un momento se
estuvieron juntas en un supercontinente llamado Pangea, de la

4
palabra griega pangaia, que significa “toda la tierra”. Según Wegener,
hace aproximadamente 299 a 272 millones de años, TODA la tierra
firme era una masa sólida, rodeada por un océano único llamado
Pantalasa.
Wegener postuló que el supercontinente comenzó a
fragmentarse durante el período Jurásico temprano, hace unos
doscientos millones de años. Con el tiempo, los trozos móviles de
masas de tierra formaron los continentes y los océanos que
conocemos hoy. La geología moderna identifica este desplazamiento
de la corteza terrestre, o litosfera, como tectónica de placas, la teoría
que explica cómo los continentes de la tierra se frotan continuamente
entre sí en zonas de subducción o fallas.
Si recortas los continentes de un mapa, las piezas parecen
juntarse en una gran masa de tierra. Los resultados son asombrosos.
Con algunas excepciones, debido a la erosión y el daño, las piezas
individuales encajan en un solo rompecabezas: Pangea.
Ensamblar las piezas del rompecabezas del supercontinente
desmembrado debería hacernos preguntarnos cosas. ¿Qué tipo de
violencia se infligió sobre la tierra como para separar el
supercontinente de esta manera? Y, aunque Wegener propuso que el
cambio ocurrió durante millones de años, ¿qué pasaría si esta
violencia se hubiese completado en un solo tiempo? ¿Pudiera el
marco de tiempo aceptado por la ciencia moderna en cuanto a la
ruptura de Pangea ser incorrecto simplemente porque la ciencia
moderna no tiene en cuenta una destrucción catastrófica pre-adánica
del planeta Tierra? Si es así, ¿nos da la Biblia pistas sobre tal
cataclismo y cuándo podría haber ocurrido?
Como los bereanos, si uno profundiza en el significado del
idioma original, la imagen se vuelve más clara.

Una palabra de precaución


En la era moderna, la humanidad del siglo XXI ha acumulado una
gran cantidad de conocimientos y ha adquirido una comprensión
sustancial del mundo en el que vivimos. El riesgo de tal inteligencia

5
es nuestra tendencia a compartimentar o encasillar nuestras
experiencias en perspectivas familiares, particularmente cuando
tratamos de encontrarle sentido a las verdades a veces
intelectualmente inexplicables. A esto se le llama “la condición
humana”. Desafortunadamente, este ejercicio a menudo nos lleva a
categorizar un entendimiento o experiencia en un lugar inexacto
simplemente porque la premisa de donde partimos es errónea.
Como ejemplo, cuando se enfrenta a la posibilidad de que ciertos
seres sobrehumanos bajaran a la tierra exhibiendo características más
allá de aquellas de una creación post-adánica (tales como fuerza,
inteligencia, tecnología y otras habilidades superiores), los antiguos
Homo sapiens solo pudieron haber atribuyó estas habilidades de olam
al hecho de que estos seres eran “dioses”. Como tal, sus propios
prejuicios terrenales habrían coloreado su comprensión de los “seres
que descendieron del cielo”. Es aquí donde vemos el desarrollo de
los mitos, o incluso del dogma religioso, para describir aquellas cosas
que la gente de la época, e incluso siglos después, no entendieron.
Una solución eficaz a este peligro de interpretación experiencial
es trabajar al revés y diseccionar estos pensamientos, opiniones y
experiencias individualmente. Solo entonces seremos capaces de
reconstruir una comprensión de lo que realmente ocurrió durante y
al final de la Era pre-adánica.

Antes del diluvio

Comenzaremos a trabajar en retroceso echando un vistazo a Génesis


6:5-7:

Y vio DIOS que la maldad del hombre era grande en la tierra,


y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón
era solamente maldad de continuo. Y se arrepintió el
SEÑOR de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en
su corazón. Y el SEÑOR dijo: “Destruiré al hombre que he
creado de la faz de la tierra; tanto el hombre como la bestia,
el reptil y las aves del cielo; porque me arrepiento de haberlos
hecho”.
6
¡Oh, sí, y había GIGANTES en la tierra y habían corrompido toda
carne (Génesis 6:12)! Si bien este es un tema más amplio para un tiempo
diferente, el punto es que TODA carne se había corrompido. El hebreo
para la palabra “corrompido” de Génesis 6:12 es (‫)שָׁ חַ ת‬, shakját, en Strong
#7843. También puede significar “manchado”, “estropeado”,
“devastado”, “arruinado” y “pervertido”.
Estamos hablando de toda carne aquí. Eso significa más que solo la
humanidad. Esto también plantea la pregunta: ¿Cómo se puede pervertir
a los animales? ¿O árboles?
¿Cómo pueden los científicos pervertir a los animales ahora?
¡A través del genoma! A través de su ADN. Con el uso de la ciencia,
el hombre moderno tiene la capacidad de corromper la creación de Dios
en el laboratorio, ¡y lo hace!
Entonces, ¿durante cuánto tiempo habría estado ocurriendo esta
corrupción antes de que Dios se cansara y decidiera devastar el planeta?
La respuesta tiene que ser mucho tiempo, porque se habrían necesitado
miles, o tal vez millones, de años para arruinar todo y a todos en la tierra.
La mayoría de los eruditos bíblicos sitúan el evento de la creación adámica
no antes de hace seis mil años ni después de hace diez mil años.2 Dado el
hecho de que el hombre aún era joven, ¿sería suficiente un período de mil
a cuatro mil años para corromper toda carne? La lógica diría “no”,
simplemente por lo que el hombre tuvo que hacer para sobrevivir después
de la Caída en el Jardín. Estaba demasiado ocupado tratando de encontrar
comida para comer en lugar de preocuparse por corromper el genoma.
Sin embargo, una porción de la Escritura da una solución. Génesis
6:4 nos dice:

Había gigantes en la tierra en aquellos días; y también después de


eso.

La Biblia no dice que Dios hizo a los gigantes cuando creó al hombre.
El relato de Génesis simplemente dice que Dios hizo al hombre a Su
propia imagen (Génesis 1:26–30, 2:4–7). Entonces, ¿de dónde salieron los
gigantes?
Encontramos una pieza de ese rompecabezas con la presentación de
la serpiente, también conocida como Satanás, el adversario y el diablo.
Estaba en el Huerto y parece haber sido anterior a la creación de Adán y
Eva. Génesis 3: 1 dice que ya era “astuta”, posiblemente indicando que
había existido durante bastante tiempo.

7
Más adelante en la Escritura, encontramos que el diablo es de
hecho un ángel caído. Isaías 14:12 se refiere a él como Helel, un
nombre hebreo que significa “El resplandeciente” o “Lucero de la
mañana”, y a menudo se traduce como “Lucifer”. Ezequiel 28:12-
13 dice que era un ser creado glorioso que estaba en el Huerto de
Dios. Tendremos más que decir sobre él más tarde. El punto
importante por ahora es que Dios creó a otros seres antes de crear a la
humanidad. Si creó a diferentes seres antes de crear al hombre, ¿no
es exagerado suponer que creó lugares para que esos seres moraran?
Para nuestros propósitos, es razonable suponer que Dios creó la tierra
mucho antes de los seis mil a diez mil años supuestos por la visión limitada
antediluviana.
Dios es eterno. Si bien nuestro conocimiento de lo que Él ha
hecho y hará en esa eternidad puede ser esquivo, no deja de tener
pistas. En este caso, la presencia de un ángel caído en el jardín da a
entender un período pre-adánico mucho más largo de lo que
generalmente se supone.

El tiempo antes del tiempo


El lugar para comenzar a descubrir los secretos del pasado de la
tierra, así como su historia futura está en Génesis 1:1–2. Aunque
solo tienen dos oraciones, estos versículos cubren una gran cantidad
de tiempo, un período que muy bien podría haber abarcado
millones, o incluso miles de millones, de años. Ellos establecen una
pista importante que nos ayuda a comprender cómo debió haber
sido la Edad pre-adánica.

En el principio, Dios creó el cielo y la tierra. Y la tierra estaba


desordenada y vacía; y las tinieblas cubrían la faz del abismo.
Y el Espíritu de Dios se movió sobre la faz de las aguas.

Pista # 1: La palabra “creado” del versículo 1 proviene de la


palabra hebrea bara (‫)בָרא‬,
֣ ָׁ en Strong #1254a, que significa “crear”
o, curiosamente, “dar forma”.

8
Sin embargo, la transliteración no es tan sencilla en
comparación con el siguiente versículo.
Pista # 2: El versículo 2 dice que la tierra estaba “desordenada”
o sin forma, de la palabra hebrea (‫ )תהו‬tohu, en Strong #8414. Puede
significar “vacía”, pero más acertadamente significa “sin forma” o,
curiosamente, “confusión”.
Espera, ¿cómo dijiste?
Si el versículo 1 dice que Dios dio forma a la tierra, ¿cómo
podría el versículo 2 decir que no tenía forma o que que estaba
desordenada?
Dado que la Biblia no se contradice a sí misma y Dios no es un
Dios de confusión (1 Corintios 14:33; Isaías 45:18-19), debe ser
nuestro entendimiento, o la falta de él, el verdadero problema.
Por lo tanto, tienes una opción: barre esta pieza de un
rompecabezas antropomórfico equivocado en cuanto a la creación
del Señor y colócalo debajo de la alfombra y olvídate de ella, o
enfréntela.
¿Podría esta breve sección de las Escrituras señalar un largo
período de tiempo entre la formación de la tierra descrita en el
versículo 1 y la confusión de la tierra en el versículo 2? En los
círculos teológicos, esto se conoce como el período pre-adánico o
pre-adanita, un tema que se ha debatido durante mucho tiempo. La
esencia del caso es la idea de que Dios creó el cielo y la tierra antes
de la creación de Adán y Eva en el jardín, pero luego destruyó la
tierra porque, como dice el Génesis, los ángeles caídos habían
corrompido toda carne.
¿Pudo haber estado la tierra tan contaminada genéticamente
que el Creador eligió borrar Su creación y empezar de nuevo en
Génesis 1:2? Si es así, ¿hay evidencia arqueológica o de otro tipo
que apoye esta hipótesis?
Las respuestas te sorprenderán.

Pistas salomónicas de una era pre-adánica


Otro pasaje de la Biblia da una pista de cómo podrían haber sido los
tiempos pre-adánicos. Las palabras de Salomón en Eclesiastés 1: 9–11 a
menudo reciben solo una lectura superficial. La mayoría de los lectores
9
no ven las ramificaciones completas de lo que dice el pasaje. Pero si uno
lo lee asumiendo que hubo una era anterior a la creación de Adán,
entonces comienza a tener más sentido:

¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha


sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo
del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: “He aquí esto es
nuevo?” Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay
memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá
habrá memoria en los que serán después (Eclesiastés 1:9-11).

“nada hay nuevo debajo del sol” sugiere que los “nuevos”
inventos, tecnología, etc. han sido previamente descubiertos en el
“tiempo antiguo” de la era pre-adánica.
Recuerde que Salomón es considerado el hombre más sabio que
haya vivido en términos de su comprensión del corazón del hombre,
así como de todas las cosas espirituales. Sus palabras aparecen en
un libro que los cristianos creen que es la Palabra inspirada de Dios.
Las palabras de Salomón no son los desvaríos de un chiflado, sino
que expresan las profundas contemplaciones de un gran sabio y
están llenas de significado en múltiples niveles.
Por lo tanto, piense en esas palabras: “Nada hay nuevo debajo
del sol”. ¿Sugiere eso que los “nuevos” inventos, tecnología, etc.
fueron previamente descubiertos en el “tiempo antiguo” de la era
pre-adánica? Si Salomón tiene razón, entonces nada puede
considerarse nuevo en nuestro período post-adánico porque en la era
pre-adánica tales cosas ya habían sido hechas y creadas por los
habitantes de la tierra. ¿Quiénes eran estos habitantes? Lo más
probable es que fueran ángeles, o quizás las criaturas con forma de
hombre que vemos en el registro fósil de nuestro planeta.
Por lo tanto, podemos suponer que esta era pasada fue
tecnológicamente avanzada, quizás incluso más avanzada en
muchos aspectos que en la actualidad. Esto proporciona una posible
explicación para los artefactos fuera de lugar (OOPArts) que
aparecen de vez en cuando entre fósiles o en ruinas antiguas donde
no se esperaría tecnología. (Más sobre OOPArts más adelante).

10
El hebreo original en el pasaje de Salomón revela más sobre la
era pre-adánica. La frase “de los tiempos antiguos” proviene de la
voz hebrea olam (‫)עֹולָׁם‬, en Strong #5769. Significa un “tiempo
antiguo” o “hace mucho tiempo”, pero también puede denotar algo
que es eterno o inmutable. Esta última lectura encaja bien con la
noción de que el mundo simplemente se reformó en Génesis 1 al
comienzo de la Era Adámica, conectando así una era anterior con
la nuestra.
La frase “nada nuevo” contiene la palabra (‫)חָׁ דָׁ ש‬, kjadásh , en
Strong #2319, y literalmente significa “cosa nueva”. ¡Salomón está
diciendo que realmente no hay cosas “nuevas”! Si lo tomamos
literalmente, todo, desde la tecnología hasta la arquitectura y el
pensamiento humano, no es nada nuevo. Debe haber venido de una
época que desconocemos.
Por lo tanto, parece plausible que la era pre-adánica tuviera una
civilización próspera cuya tecnología rivalizara, si no excediera, a
la de nuestros tiempos modernos en muchos aspectos, y que su
tecnología era tan avanzada que nada de lo que ocurre hoy podría
considerarse “nuevo”, por comparación.

¿Qué comienzo?
¿Cuándo empezó la historia? Aquí está el meollo del problema.
Cuando observamos e interpretamos correctamente el uso que hace
Salomón de la palabra olam, comenzamos a comprender que se
deben haber desarrollado civilizaciones importantes antes del
Diluvio. Y, como Dios prometió, lo limpió todo con el lavado que
el diluvio representó.
Pero, ¿fue el mundo antediluviano la única civilización
avanzada que Dios destruyó en épocas pasadas? ¿Quedan pistas
sobre cómo pudo haber sido la vida durante los días anteriores al
Diluvio y la Edad anterior a Adán que pudo haberlos precedido? El
Dr. William Shea del Instituto de Investigaciones Bíblicas señala:

Génesis 3–6 narra las experiencias de algunos de los


primeros miembros de la raza humana: aquellos que

11
vivieron durante el intervalo entre la creación (como se
registra en Génesis 1–2) y el diluvio (como se registra en
Génesis 7–9). Desde un enfoque evolutivo de la biología, la
geología o los estudios bíblicos, los “antediluvianos” no
pueden ser personajes históricos. Una lectura más directa
del texto bíblico, por otro lado, indica que el autor de estas
narrativas y listas las entendió como individuos
históricos.3 (énfasis agregado)

El Dr. Shea ofrece un argumento sustancial de que existe una


comparación absoluta entre los primeros textos mesopotámicos y
los textos bíblicos con respecto a este período. Sin embargo, advierte
que el primero tendía a infundir mitología en los textos debido a
prejuicios culturales y religiosos.
Los lectores de hoy tienen sus propios prejuicios. La tendencia
de la persona moderna promedio es tomar lo que no comprende en
la Biblia o en la documentación histórica y reducirlo a la alegoría,
la hipérbole, la epopeya o lo poético. Para obtener información
precisa de estas fuentes y obtener una imagen más clara del pasado
anterior al Diluvio, debemos tomar lo que está escrito al pie de la
letra y sopesarlo a la luz de otras pruebas históricas. Solo después
de evaluar la totalidad de la evidencia podemos separar la verdad de
la ficción.
Con ese fin, la arqueología literaria puede ayudarnos a armar
el rompecabezas del mundo anterior al Diluvio.

La Tabla de los reyes


El sumerio es una de las lenguas escritas más antiguas conocidas
por el hombre. Su uso abarcó desde c. 3,300 al 3,000 a.C., cuando
las prósperas ciudades sumerias se extendieron por las llanuras
verdes y fértiles entre los ríos Tigris y Éufrates en el área que hoy es
la árida Irak. Esta zona es un tesoro arqueológico.
Quizás el más significativo de estos tesoros es la Lista de los
Reyes, o La Tabla de los Reyes, una tablilla cuneiforme sumeria de

12
cuatro mil años encontrada en 1906 por el erudito germano-
estadounidense Hermann Hilprecht. Este asombroso registro
documenta los reyes de Sumer y los reinos adyacentes, incluida la
duración de sus reinados y la ubicación de sus reinos. La
documentación que nos proporciona La Tabla de los Reyes y los
descubrimientos arqueológicos posteriores revelan que los reinados
y la duración de la vida de estos reyes y sus reinos no abarcaron
décadas o siglos, ¡sino milenios!
Tan alucinantes son estos lapsos de tiempo, y tan
sobrehumanos los hechos de los reyes, que los eruditos
familiarizados con los textos atribuyen los relatos a un simple mito
o religión. Pero, ¿por qué no adoptar el mismo enfoque para esta
lista que se hace con las palabras de Salomón? Mira el idioma
original y considera que los escritores dijeron exactamente lo que
querían decir: que los hombres, o criaturas, enumerados en la Tabla
de los Reyes vivieron tanto tiempo como dice el documento. Quizás
la lista registra una antigua historia celestial esperando ser
descubierta. Las posibilidades no solo desafían nuestros propios
mitos y fábulas, sino que apuntan a la plausibilidad de una
civilización angélica pre-adánica.

Mitos o hechos
La Tabla de los Reyes se abre con el inicio de la realeza y enumera
ocho reyes antes del Diluvio. La antigüedad de los relatos y la larga
vida de los reyes hacen que las historias se reduzcan a meros mitos.
¿Cómo podría ser posible una vida así?
Sin embargo, esta línea de la Tabla de los Reyes resume la
pregunta del “cómo”:

Después de que la realeza hubo descendido del cielo, se


estableció en Eridu. Allí en Eridu, Alulim se convirtió en
rey; gobernó durante 28,800 años. Alaljar gobernó durante
36,000 años. Estos dos reyes gobernaron durante 64,800
años.4 (énfasis agregado)

13
Es cierto que los textos bíblicos antiguos atribuyen a los seres
humanos una longevidad mucho más larga que la que vemos hoy.
Sin embargo, nadie en la Biblia vivió ni siquiera cerca de los treinta
y seis mil años, ni siquiera Matusalén, quien tenía 969 años cuando
murió.
Pero, ¿y si estos reyes no fueran humanos? ¿Qué pasaría si
“descendieron del cielo” significara exactamente eso, y fueran de
origen angelical? Ahora compare este pensamiento potencialmente
extravagante con lo que leemos en Génesis 6:4:

Los Nefilim estaban en la tierra en esos días, y también después,


cuando los Hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y
les dieron hijos. Estos fueron los valientes que fueron desde la
antigüedad, los hombres de renombre.

Recapitulemos: La Biblia da información directa de que los


ángeles, de hecho, …

1) descendieron del cielo


2) vinieron a la tierra
3) interactuaron con la humanidad

Una persona promedio que leyera ese texto, probablemente


asumiría, si acepta el versículo, que esto habría sucedido en un
tiempo relativamente corto, pero ¿y si no fuera así?
¿Y si los ángeles vinieran a la tierra milenios antes del Diluvio?
¿Qué pasaría si la Tabla de los Reyes describe específicamente sus
interacciones con un mundo que Dios creó anteriormente?

Definiendo “antiguo”
Génesis 6:4 da a entender que una presencia angelical sin
restricciones en la tierra no solo era posible, sino probable. Recuerde
que la palabra “antiguo”, olam, en la última parte del versículo,
significa “de larga duración” o “antigüedad”. Pero este es Génesis
6, un pasaje que habla del período anterior al Diluvio. ¿A qué
antigüedad podría estar refiriéndose olam?
14
El relato de Génesis proporciona genealogías que cubren los
períodos de tiempo de generaciones desde la creación adánica, pero
no dan cuenta de la antigüedad tal como la define olam. Sin
embargo, hay una forma diferente de pensar en esto.
Toma el verso al pie de la letra. Considera que estos “hombres
de la antigüedad” eran antiguos, ¡incluso para Noé y sus
contemporáneos! Permítase por el momento aceptar que la Tabla de
los Reyes registró a esos mismos hombres, o seres, y sus reinos.
¿Cuánto más antiguo, el comienzo de los reyes, podría ser? Y si
aceptas esta premisa, ¿por qué entonces ignorarías la frase al
principio de la lista que dice claramente “la realeza descendió del
cielo”?
Aunque no son concluyentes, estos textos antiguos sugieren
que los ángeles descendieron del cielo para gobernar la tierra.

Remodelando el paradigma bíblico histórico


En su libro, God’s Plan for All [El plan de Dios para todos], David y
Zoe Sulem presentan una excelente exposición sobre el tema de una
civilización pre-adánica, en la que señalan:

La Edad Pre-adánica es la Primera Edad de las Siete Edades


en el Plan de Dios para Todos. Comenzó con la creación de
los cielos y la tierra, y terminó al comienzo de la semana de
la creación de seis días, durante la cual Adán y Eva fueron
creados. La era pre-adánica fue la época en la que los
ángeles eran el foco clave de los asuntos de Dios.
La Primera Edad es una época importante en el Plan de Dios
para todos. Nos ayuda a apreciar y comprender los siguientes
cinco hechos importantes, que cubrimos en este capítulo:

1. Nuestra tierra tiene más de seis mil años de edad.


2. Cuando Dios creó los cielos y la tierra al principio, creó
la tierra en una condición tan hermosa y perfecta que los
ángeles respondieron con cantos y gritos de alegría.

15
3. Hubo un juicio global cataclísmico masivo de parte de
Dios contra el mundo de Lucifer (Satanás) y sus ángeles
cuando pecaron al rebelarse contra Dios durante la Era
Pre-adánica.
4. La geología de la Tierra ha sido impactada
catastróficamente y moldeada por este masivo juicio
cataclísmico global pre-adánico de Dios.
5. Habrá otro juicio global cataclísmico masivo de Dios
contra este presente mundo pecaminoso, en la Segunda
Venida de Jesucristo.5

Trabajando en retrospectiva: Platón


Quizás la única forma de investigar atrás en la antigüedad remota
(delineación con propósito) es retroceder en el tiempo desde los
textos “aceptados” hasta la evidencia más oscura.
En 360 a.C., el filósofo griego Platón, discípulo de Sócrates y
maestro de Aristóteles, habló de un origen egipcio de la Atlántida
que le relataron Solón y los sacerdotes de Saïs. Este relato está a casi
seis mil años de la supuesta época en que existió la Atlántida. Eso
por sí solo hace que el relato de Platón sea sospechoso a los ojos de
un erudito moderno, pero la sentencia de muerte a su credibilidad
es su propensión hacia lo metafísico y epistemológico. Por esa
razón, los eruditos modernos reducen su relato de la Atlántida a
meras alegorías y mitos. Pero, ¿y si hubiera evidencia corroborativa
en otra literatura que pudiera reforzar el argumento de que Platón
simplemente estaba contando una historia antigua?

Thot

Los primeros escritos egipcios, en particular el Libro de los Muertos,


hacen referencia a un gobernante llamado Thot. Estos escritos son
anteriores a los relatos de Platón en casi cuatro mil años. Surgen

16
similitudes interesantes entre Thot y Ubar-tutu, el último rey
antediluviano en la Tabla de los Reyes.

• Mientras que los textos egipcios posteriores lo describen


como un dios, los primeros textos lo describen como un rey.
(¿Quizás uno de los primeros ocho reyes de la lista?)
• Nació en un país lejano al oeste cruzando una masa de agua.
(¿La Metrópolis de Platón?)
• Las historias de la creación en los Textos de las Pirámides
hablan de iu neserer (la “Isla de la Llama”) como la tierra
original, el lugar mítico donde nacieron los dioses “más allá
de los límites del mundo creado” (Faulkner, 1969). (Según
la Tabla de los Reyes, la realeza “descendió del cielo”).
• A Thot se le atribuye haber traído conocimientos
previamente desconocidos a su reino, como la escritura, las
matemáticas, la astronomía y la civilización en general.
(Este es un punto importante al comparar a estos seres con
los nephilim en Génesis).
• Según el Papiro de Ani, capítulo CLXXV, ocurrió una gran
catástrofe, una inundación, y Thot condujo a los “dioses” a
través del mar para establecerse en un país del este, Egipto,
donde se convirtió en dios.6

Con evidencia de una conexión textual directa desde la


antigüedad, que se extiende hasta la época anterior al diluvio, uno
debe considerar que Thot no era otro que el último rey
antediluviano en la Tabla de los Reyes: ¡Ubar-tutu! Si es así, ¿era el
rey de la Atlántida?
¿Fue el desastre catastrófico que inundó la tierra y destruyó el
reino de Thot el mismo Diluvio que se encuentra en la Biblia? ¿O
fue este un cataclismo anterior que Dios usó para destruir una
civilización angelical?
El relato del Diluvio durante los días de Noé dice que “las fuentes
del abismo” se rompieron (Génesis 7:11). Esto alude al movimiento
vertical del agua hacia la atmósfera superior, y luego dice que llovió.
Cataclísmico de seguro, pero ¿y si no fuera la primera vez? ¿Qué

17
pasaría si un solo supercontinente hubiese sido desestabilizado por
fuerzas externas que el Creador mismo puso en marcha? ¿Qué pasaría
si la destrucción de la Atlántida hubiese llegado de la mano de un Dios
enojado y el resultado fuera la ruptura literal de la única masa terrestre
y su redistribución en pedazos más pequeños, continentes, en varios
lugares alrededor de la tierra?
¿Como la ruptura de Pangea? Sí.
Además, ¿las referencias textuales, históricas y arqueológicas
dispersas, como se destacó anteriormente, apuntan directamente a
todas las civilizaciones legendarias: Atlántida, Lemuria, Mu e Hyper-
Borea? ¿Insinúan que su destrucción final se debió a la manipulación
del genoma animal que produjo quimeras y las demás bestias y
monstruos mitológicos de la historia antigua?
Si es así, entonces, a juzgar por la destrucción de Pangea, es cierto
que es “terrible caer en las manos del Dios viviente”.

Más pistas
Platón menciona el templo de Eridu, Adzu, en sus escritos. La
evidencia arqueológica parece apuntar a una ciudad o asentamiento
con el mismo nombre, que fue fundada ca. 5,400 a.C. cerca del río
Éufrates en las proximidades de la desembocadura del Golfo Pérsico.
Aunque es muy antiguo sin duda, si hay que creer en los relatos
del desarrollo inicial de Eridu, los restos de esta ciudad en el área a la
que se refiere Platón no pueden ser la misma ciudad que figura en la
Tabla de los Reyes, simplemente porque “Antediluviano” significa
“antes del Diluvio”. El 5,400 a.C. situaría el desarrollo de esta
comunidad un poco después de la época de la creación, relativamente
hablando.
Más bien, sería lógico pensar que este Eridu era una sombra, una
remodelación, del Eridu original y que se construyó en los siglos
posteriores para recordarle a la gente una época en la que el reino
descendió del cielo.
Tal reino habría exhibido un desarrollo tecnológico y sociológico
muy avanzado. La evidencia de tales esfuerzos se discutirá más
adelante en el contexto de las OOPArts y otro apoyo textual. Por el

18
momento, es importante entender que los restos de una antigua
civilización construida después del Diluvio no hacen justicia al relato
de Eridu de la Table de los Reyes.
Eridu fue el primer y más antiguo reino de la Tabla de los
Reyes, el lugar donde gobernó el primer rey, Alulim. Existió durante
el período pre-adánico, una era de civilizaciones prósperas y
tecnología avanzada que probablemente fue superior en muchos
aspectos a la que se puede encontrar en el siglo XXI. Así como las
OOPArts desmienten la explicación para los intelectualmente
honesto, las estructuras monolíticas que utilizan sistemas más allá
de las capacidades modernas son un testimonio de seres que
existieron antes del Diluvio.
Cuando se considera que un diluvio arrasó con el paisaje, es
razonable suponer que la mayor parte, si no todo, de ese mismo
paisaje geográfico fue remodelado. En consecuencia, estamos muy
obstaculizados en nuestra comprensión de cómo era una
Mesopotamia antediluviana en comparación con el área
posdiluviana donde se establecieron ciudades como Ur.
La perspectiva adecuada para ver estas civilizaciones anteriores
y posteriores al Diluvio es con el entendimiento de que la vida antes
del Diluvio y en los reinos de los reyes anteriores a Adán era muy
diferente a la nuestra.
A medida que nos acercamos a la verdad, nos damos cuenta de
que donde hay humo antiguo, hay fuego del infierno.

Dios no perdonó a los ángeles


¿Cuándo pudo haber ocurrido la destrucción pre-adánica de las
civilizaciones angelicales? Judas 1:5–6 nos da una pista:

Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que


el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de
Egipto, después destruyó a los que no creyeron. Y a los
ángeles que no guardaron su dignidad, sino que
abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo
oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día.

19
Varios puntos aquí ofrecen algunas respuestas.
¿Qué juicio contra los israelitas que salieron de Egipto hizo que
fueran destruidos, y cuándo? ¿A qué parte de la historia de Israel en
el Antiguo Testamento se refiere Judas?
Dado que Dios hizo promesas a Israel, que cumplió, parece que
esto se refiere a un juicio específico.
La frase “no creyeron” proviene del griego (πιστεύω), pisteúo,
y se traduce más apropiadamente como “confiar”.
¿Dónde fue que experimentaron la liberación de Dios, vieron
sus milagros y participaron de su provisión, pero no “confiaron” en
él? ¿Dónde habían elegido confiar o abrazar a otro dios?
Respuesta: Según Éxodo 34, fue en el monte Sinaí, donde los
israelitas, recién liberados de las manos de los egipcios, decidieron
convertir un becerro de oro en otro dios. Este acto de rebelión fue
una afrenta directa a su Creador, no porque no creyeran en Él, sino
porque eligieron creer en algo diferente a pesar de que sabían la
verdad. Como consecuencia, en Su juicio, Dios mató a miles ese
día. Tenga esto en cuenta en el futuro. Recuerde las palabras de
Salomón: “No hay nada nuevo bajo el sol”.
Judas 1:6 dice:

Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que


abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad,
en prisiones eternas, para el juicio del gran día.

Varios fragmentos de información aquí nos ayudarán a


establecer una línea de tiempo de los eventos pre-adánicos y aclarar
el período de la Tabla de los Reyes. Nuevamente, trabajar hacia
atrás nos da una imagen más clara.

• ¿Cuándo son guardados “bajo oscuridad, en prisiones


eternas, para el juicio del gran día”?

Apocalipsis 20:10 explica que Satanás, junto con los otros


caídos, aún no ha sido encarcelado, y no lo estarán hasta el Día del
Juicio y después del Milenio. Hasta entonces, deambula “como león

20
rugiente buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). Por esta razón, y
solo por esta razón, se le permitió al diablo presentarse ante el trono
de Dios y hablar con Él acerca de Job. Cuando Judas menciona que
los ángeles dejaron su primer estado y fueron castigados, ese castigo
aún no se ha impuesto.

• ¿Cuándo fue que los ángeles abandonaron “su propia


morada”, y qué era exactamente esa morada?

Tendemos a reducir a los ángeles a los reinos espirituales y


religiosos, pero hay innumerables relatos de ángeles que interactúan
con nuestro propio universo tridimensional. Cuando estudiamos a
los ángeles, nos damos cuenta que su naturaleza rompe con nuestras
concepciones de leyes físicas y con lo que entendemos como
capacidades humanas “normales”. A estos seres los llamamos
“sobrenaturales”, y de hecho lo son. Están “por encima de lo
natural” o, para ponerlo en un marco científico, son
“interdimensionales”.
La física de los ángeles es algo a discutir en sí mismo, pero
procedamos con la interdimensionalidad de esos seres, antes que
nada. Como tal, ¿ayudaría decir que cuando Judas afirma que los
ángeles dejaron su “propia morada”, se refiere a que dejaron su
dimensión original en el cielo, digamos?

• Esta dimensión, el reino celestial, fue donde los ángeles fueron


creados para adorar a Dios. Fue su primera “habitación” o
residencia. La palabra griega ἀρχή, en español se pronuncia arjé
(Strong #746), que más correctamente se debe traducir como
“desde el principio” o “punto de partida”.

Para resumir esta Escritura fundamental, diremos que los ángeles


eligieron dejar el lugar donde fueron creados, un lugar donde adoraron al Padre
día y noche (Apocalipsis 7:11) y entraron en el reino del universo
tridimensional de la tierra para interactuar con la creación de Dios, y con
los humanos más tarde. Entonces Dios los juzgó porque eligieron ser
desobedientes modificando la genética humana, teniendo relaciones
sexuales con las hijas de Eva.

21
De hecho, parece que cuando Judas se refiere a los ángeles que
“que no guardaron su dignidad”, está tratando de aclarar su
identidad, como si dijera: “conoces a esos ángeles, no a los que se
quedaron en el cielo, sino a los que lo dejaron”.
Ésta es una distinción importante para nuestros propósitos.
Nosotros también tenemos nuestras etiquetas para estos ángeles.
Los llamamos “ángeles caídos” o, para ponerlo en la lengua
vernácula a la que se hace referencia en las Escrituras, los Nefilim.
Recuerde, fueron los Nefilim, los ángeles, quienes vinieron a
las hijas de los hombres. No deben confundirse con su progenie, los
Refaim, que eran gigantes.

Corrigiendo malentendidos
Después de que la realeza hubo descendido del cielo, se
estableció en Eridu…

La realeza descendió a un mundo tridimensional para


interactuar con la creación de Dios, con la tierra y, finalmente, con
la humanidad. Es imperativo entender que el Creador no tuvo
ningún problema con que los ángeles dejaran su primera residencia.
Después de todo, amaba a sus creaciones, los hijos de Dios, los
ángeles (Génesis 6:2, 4; Job 1:6, 2:1, 38:7).
La suposición automática al leer Judas 1:6 es que “haber
dejado” su habitación fue la infracción que causó el juicio. Sin
embargo, ¿es esto consistente con las características de un Dios
omnipotente y omnisciente?
El Creador sabía que se irían, y fácilmente pudo haberlos
detenido, pero no lo hizo. El Libro pseudoepigráfico de Enoc
explica que Dios permitió que los ángeles, o al menos una parte de
ellos, se fueran.
¿A dónde se fueron?
A la tierra.

22
La diferencia entre la teología y la Biblia
El Merriam-Webster define la “teología” como:

1. El estudio de la fe, la práctica y la experiencia religiosas;


especialmente: el estudio de Dios y de la relación de Dios
con el mundo.
2. a: Una teoría o sistema teológico <teología tomista> <una
teología de la expiación> b: un cuerpo distintivo de opinión
teológica <teología católica>.
3. Un curso generalmente de cuatro años de formación
religiosa especializada en un seminario mayor de la Iglesia
Católica Romana.

La teología es el estudio de un sistema de pensamiento. Sin


embargo, se basa en los pensamientos de otras personas que han
contribuido con ideas a este sistema, específicamente, los maestros
bien conocidos de las iglesias protestante y católica, que han dejado
una marca indeleble en cómo nosotros, los creyentes de hoy en día,
interpretamos las Escrituras.
¿Es útil tomar lo que los líderes de la Iglesia han enseñado
durante los últimos 1700 años y repetir sus creencias como loros
para una discusión sobre cómo extraer la verdad de los textos
antiguos? Probablemente no. Como ejemplo, en Génesis 6:4, se nos
dice que:

Los nefilim estaban en la tierra en aquellos días, y también


después, cuando los hijos de Dios se llegaron a las hijas de los
hombres y ellas les dieron hijos.

Muchos cristianos modernos se resisten a la idea de una interacción


angelical tan íntima con los humanos. Como prueba de que los ángeles,
los hijos de Dios, no habrían tenido relaciones sexuales con mujeres
humanas, pueden citar Mateo 22:30, donde Jesús les dice a los saduceos
que los humanos, “como los ángeles en el cielo”, no se casarán ni se
recibirán en matrimonio después de la resurrección. Esto, sin embargo,
no es a lo que se refiere Mateo 22:30. El matrimonio denota una relación

23
a muy, muy largo plazo, de hecho, para siempre, entre un esposo y una
esposa. Si vamos a ser la “Esposa de Cristo” cuando llegue el momento,
¿cómo podríamos estar comprometidos con otro?
Además, el versículo no dice nada sobre el sexo. ¿Es posible que un
hombre, o un ángel, tenga relaciones sexuales fuera del matrimonio?
Ciertos estudios sobre la familia señalan correctamente:

El comportamiento sexual estadounidense es muy diferente de


lo que solía ser. Hoy en día, la mayoría de los estadounidenses
cree que las relaciones sexuales prematrimoniales están bien y
que tendrán tres o más parejas sexuales antes de casarse. ¿Qué
tiene que ver el sexo prematrimonial, si es que tiene algo que
ver, con la estabilidad marital?7

Transferir un ethos percibido de figuras bíblicas para establecer un


sistema de teología, en este caso con respecto a la interacción entre
mujeres humanas y seres angelicales, es simplemente una mala exégesis.
¿Cuál es la lección?
¿Por qué no dejar que la Biblia defina a la Biblia? Déjala en paz. No
la reduzcas a una alegoría ni pongas excusas para el texto. Tómalo por
lo que dice. Ten el valor de cambiar tu cosmovisión cuando se trata de la
Palabra de Dios. Es cierto que el Señor ha dado maestros y pastores para
ayudarnos, pero el apóstol Pablo le encargó a Timoteo que estudiara para
mostrarse aprobado. El Espíritu Santo es más que capaz de ser tu maestro
si se lo permites.
Si tu estudio bíblico te lleva a un lugar donde existe una
contradicción directa con la Biblia, detente y tira esos materiales de
estudio. Sin embargo, si te encuentras con una contradicción con la
teología, es muy posible que estés a punto de descubrir la verdad que solo
el Espíritu Santo puede mostrarte.

Ocho reinos de paz, ¿y luego qué?


La primera parte de la Tabla del Período de los Reyes cubre los
reinados de ocho reyes. El período de su gobierno duró un total de
241,200 años desde el momento en que la realeza “descendió del
cielo” hasta el momento en que un diluvio catastrófico arrasó la
tierra.

24
Los eruditos que se adhieren a un evento de creación,
específicamente el de Génesis 1:1–2, sostienen que la tierra fue
creada hace unos diez mil o seis mil años. Sin entrar en las
discusiones entre evolucionistas y creacionistas, para el pensador
crítico basado en la Biblia, el registro fósil de dinosaurios y otra
arqueología plantea un desafío. Pero, ¿qué pasa si la interpretación
tradicional de Génesis 1:1–2 ha limitado en gran medida nuestro
entendimiento? ¿Existe una línea de vida en las Escrituras para
conectar tanto a los dinosaurios como al hombre creado por Dios?
Como respuesta, diez mil o seis mil años desde el Diluvio hasta
hoy, no es nada comparado con los 241,200 años antes del Diluvio.
Sin embargo, esto también plantea la pregunta: si el hombre fue
creado hace solo diez mil años, ¿cuándo fueron creados los ángeles?
Parte de esa respuesta se puede encontrar en Job 38:4-7, cuando
Dios le hace a Job una serie de preguntas:

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?


Házmelo saber, si tienes inteligencia.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,
cuando alababan todas las estrellas del alba,
y se regocijaban todos los hijos de Dios? (Énfasis añadido)

Los ángeles son seres antiguos, creados antes de la fundación


del mundo. Estuvieron allí en la creación de la tierra y se regocijaron
por la obra del Creador. Sin embargo, en el relato de la creación en
Génesis 1: 1, no hay ninguna referencia a este hecho. ¿Por qué
asumiríamos que todo lo que el Padre quisiera que entendiéramos
estaría envuelto en un solo versículo, y que no había pasado ningún
tiempo entre la creación original de la tierra y la creación de Adán
y Eva? Si dejamos de lado esa suposición, entonces debemos
considerar que hubo una creación del mundo antes de Adán,
seguida de una segunda creación en Génesis 1:2 y la creación de los
animales y el hombre en el sexto día en Génesis 1:24 – 27.

25
Pero, ¿por qué tener un segundo evento de creación? ¿Qué pasó
con el primero? ¿Vemos evidencia de tal advenimiento en los textos
bíblicos y en el registro fósil?

Problemas en el paraíso
Refiriéndose al punto anterior de que Dios amó la creación de los
hijos de Dios (ángeles) y les permitió bajar a la tierra, surgen dos
preguntas muy importantes:

• ¿Qué pudo haber sucedido para hacerle cambiar de opinión


y juzgar a los ángeles?
• ¿Existe evidencia bíblica de este juicio?

A menudo vemos a Dios, quien vive fuera de nuestro tiempo y


espacio lineales, proporcionando rastros importantes a lo largo de
Su Palabra. Sin embargo, el hombre solo tiene una visión limitada
de la eternidad, y nosotros vemos a través de una lente oscura. A
menudo no entendemos las pistas que Él nos ha dejado porque las
vemos de nuestra propia manera limitada y lineal. De hecho, a veces
las cosas que Él pone en Su Palabra están fuera de lugar según
nuestro pensamiento lineal, y cuando nos encontramos con estas
cosas, tratamos de que encajen en nuestra teología (recuerde la
advertencia anterior).
Jeremías 4 es un ejemplo perfecto.
Aquí vemos a Jeremías hablando acerca de cómo Judá sería
juzgado por su infidelidad. Históricamente sabemos que en el 587
a.C., Judá, o el Reino del Sur de Israel, fue llevado a Babilonia y el
Templo del Señor en Jerusalén fue destruido. Fue tan feo como se
describe en el texto. Sin embargo, mire los versículos 23-29:

Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los


cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí
que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré,
y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían

26
ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas
sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del
ardor de su ira. Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será
asolada; pero no la destruiré del todo. Por esto se enlutará la
tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, lo
pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de ello.

Los eruditos y teólogos relegarán este pasaje a una futura


batalla profética porque simplemente no pueden ponerlo en
contexto entre Génesis 1 y la destrucción de Jerusalén en 587 a.C.,
o dirán que es una visión del “cielo nuevo” y la “tierra nueva” como
al que se hace referencia en Apocalipsis 21. Sin embargo, hacerlo
así, no sería honesto con el texto. Si Jeremías está mirando el
comienzo de la creación:

• Dice específicamente que la tierra no tenía forma. En


Génesis 1:2, Dios formó la tierra.
• Dice que “no había ningún hombre”. Tenemos un relato de
la creación del hombre en Génesis 1:24 en el sexto día.
• ¿Y las aves del cielo huyeron? El Señor hizo las aves en
Génesis 1:23. ¿Cómo podían huir ahora y por qué? ¡No
había aves en Génesis 1:1!
• Luego dice algo asombroso: “Miré, y he aquí el campo fértil
era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante
de Jehová, delante del ardor de su ira.”, es decir, que había
ciudades y hábitats y belleza y vida, y Él los destruyó por
completo.
• Luego dice que dejará desolada toda la tierra.
• Pero que ese fin no sería un final completo; habría una
recreación de la tierra (Génesis 1:2).

Entonces, ¿qué fue lo que enfureció tanto al Señor que arrasó


con Su primera creación de la tierra?
Una rebelión angelical.

27
28
CAPÍTULO DOS

ÁNGELES Y RESTOS ANTIGUOS

Aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, el día


primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: “Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey
de Egipto, y dile: ‘A leoncillo de naciones eres semejante, y eres
como el dragón en los mares; pues secabas tus ríos, y
enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas’.”
— Josué 1:9

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Muchas bendiciones y hasta pronto.


El equipo de The Ucli Press
“Ayudando a construir El currículo de La Universidad
Cristiana Libre…”
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