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Primera publicación: 2014

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.CONTENIDO.

UNO
La Iglesia, Galileo, y el nacimiento de la ciencia mecanicista
(6)

IA. ANTECEDENTES (6)


IB. EL “CRIMEN” DE GALILEO (7)
IC. EL LEGADO DE GALILEO (8)
ID. SURGIMIENTO, DECADENCIA Y NECESIDAD DE SUPERACIÓN
DE LA CIENCIA MECANICISTA MODERNA (9)

DOS
La gran maquinaria universal y los engranajes humanos
(13)

IIA. RENÉ DESCARTES (13)


IIB. EL MÉTODO CIENTÍFICO Y LA NUEVA “TEOLOGÍA” DEÍSTA (16)
IIC. ISAAC NEWTON (18)
IID. PIERRE–SIMON DE LAPLACE (21)
IIE. CARLOS DARWIN (22)

TRES
Influencia de la ciencia mecanicista en la cultura en general
y en la psicología en particular (24)

IIIA. IVAN PAVLOV (24)


IIIB. CIENTIFISMO: Consecuencias del culto a la ciencia como “vaca
sagrada” salvadora que todo lo puede explicar (25)
IIIC. LA PSICOLOGÍA QUIERE PONERSE A LA MODA
CONVIRTIÉNDOSE EN UNA DE LAS CIENCIAS MODERNAS (27)
CUATRO
La teoría conductista y el aprendizaje mecánicamente
condicionado (29)

IVA. PRINCIPALES REPRESENTANTE DEL CONDUCTISMO (29)


IVB. VERSIONES DEL CONDUCTISMO (31)
IVC.CRÍTICAS A LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE (32)

CINCO
Consecuencias de la superstición materialista (34)

VA. REALISMO FÍSICO O MATERIAL (34)


VB. EL FIN DE LA SUPERSTICIÓN MATERIALISTA (35)

SEIS
La necesidad de recuperar el alma de la psicología (37)

VIA. DIVORCIAR LA PSICOLOGÍA DE LA FILOSOFÍA


MATERIALISTA (37)
VIB. CÓMO RECUPERAR LA PSICOLOGÍA (O SOBRE LA
NECESIDAD DE DIVORCIAR LA PSICOLOGÍA DE LA FÍSICA
NEWTONIANA) (40)

BIBLIOGRAFÍA (42)
___________________
.UNO.

La Iglesia, Galileo, y el
nacimiento de la ciencia
mecanicista

IA. ANTECEDENTES

“Durante la Edad Media, la edad de las tinieblas, [la Iglesia Católica]


se posicionó como la única fuente de conocimientos de la civilización.
Como proveedor primario de la educación de las masas, la Iglesia
utilizó su poder de controlar los conocimientos para amasar vastas
fortunas y una enorme influencia. Entretanto, como el intercesor
autoproclamado entre Dios y el rey, utilizó el poderoso brazo de la ley
para asegurar su reinado. […] Su poder se basaba en la inestable
afirmación de que sus conocimientos eran la verdad absoluta. […] Con
el tiempo, los teólogos de la Iglesia se enfrentaron al hecho inevitable
de que otros expusieran verdades muy diferentes a las suyas.
“Con la llegada de la Inquisición, la mafia eclesiástica [logró que]
aquellos cuyos puntos de
vista no coincidían con
los dogmas eclesiásticos
fueron encarcelados y
torturados según las
sentencias que las
autoridades civiles
ejecutaban
obedientemente.

1
“El opresivo liderazgo de la Iglesia fue desafiado por los científicos
renacentistas, que fueron como un soplo de aire fresco. Con un punto
de vista sobre el conocimiento más libre y humano, los científicos
prometieron mantener una mente abierta y dedicar sus ojos,
supuestamente imparciales, a observar
la verdad” (Lipton y Bhaerman,
2010:128–129).

IB. EL “CRIMEN” DE GALILEO

IB(1). En 1633 el anciano


astrónomo italiano Galileo Galilei (1564
– 1642) fue llevado ante la Santa Inquisición romana. Fue enjuiciado,
acusado de herejía y condenado a pasar el resto de sus días en prisión:

IB(2). Su “crimen” consistió en respaldar mediante


experimentos controlados la idea, propuesta un siglo antes por el gran
astrónomo católico Nicolás Copérnico (1473 – 1543), de que la Tierra
no es el centro del Sistema Solar. Galileo y Copérnico sostenían que el
Sol es el verdadero centro del Sistema, y
la Tierra es solo un planeta más de los
muchos que orbitan a su alrededor
(teoría heliocéntrica).

a. La teoría anterior a la de Copérnico,


y a la cual se suscribía totalmente la
todopoderosa Iglesia católica,
afirmaba que era la Tierra el centro
del universo; por eso se le conoce
históricamente como teoría geocéntrica (de las voces Gea, “Tierra”, y
centrum, “relativo al centro”).

b. El geocentrismo estuvo vigente en las más remotas civilizaciones. Por


ejemplo, en Babilonia era ésta la visión del universo, y en su versión
completada por Claudio Ptolomeo en el siglo II en su obra El
Almagesto, en la que introdujo los llamados “epiciclos”, “ecuantes” y

2
“deferentes”, estuvo en vigor hasta el siglo XVI cuando fue
remplazada por la teoría heliocéntrica de Copérnico y Galileo.

IB(3). Galileo fue obligado a renegar en público de su punto de


vista. El libro de su autoría que contenía la “ofensiva” idea, Diálogo
concerniente a los dos sistemas mundiales principales, fue prohibido. Más
tarde, la sentencia del viejo fue conmutada por arresto domiciliario, y
vivió el resto de sus días confinado en su villa en las afueras de
Florencia, donde con el tiempo quedó ciego hasta su muerte.

“Yo, Galileo, hijo del difunto Vicenzo Galilei, florentino, de


sesenta años de edad, emplazado en persona ante este tribunal y
arrodillado ante vosotros, eminentísimos y reverendísimos
señores cardenales inquisidores, […] he sido conceptuado por el
Santo Oficio como vehementemente sospechoso de herejía, es
decir, de haber sostenido y creído que el Sol es el centro del
mundo y permanece inmóvil y que la Tierra no es el centro y se
mueve. En consecuencia […] abjuro, maldigo y detesto los antes
mencionados errores y herejías y, en general cualquier otro error,
herejía o secta, sea cual fuere, contraria a la Santa Iglesia…”
(Confesión ante el Tribunal de la Inquisición del 23 de junio de
1633).

IC. EL LEGADO DE GALILEO

IC(1). El punto de vista de Galileo persistió, y los meticulosos


experimentos y los modelos matemáticos que había utilizado en sus
investigaciones para comprender la naturaleza, sirvieron como base
para todo el posterior desarrollo de la ciencia moderna. Fue Albert
Einstein quien, tres siglos después, llamaría a Galileo “el padre de la
ciencia moderna”.

IC(2). Durante más de mil años antes de la época de Galileo, la


ciencia se había interesado más en crear descripciones intelectuales
satisfactorias de la realidad que en intentar descubrir si dichas
descripciones podían ser sustentadas por pruebas empíricas. “La
ciencia del siglo XVI no era más que una recopilación de las antiguas

3
especulaciones transmitidas por los griegos y modificadas por los
teólogos cristianos. La confusión de la ciencia derivaba del hecho de
que no había forma de distinguir o verificar una auténtica verdad de
una creencia fervorosa” (Lipton y Bhaerman, 2010:131).

IC(3). En la era de Copérnico y Galileo, los científicos europeos


comenzaron la vigorosa búsqueda de la evidencia empírica.

a. Los experimentos a nivel del pensamiento dieron lugar a los


experimentos físicos, como el famoso momento cuando Galileo
arrojó dos objetos desde la inclinada torre de Pisa para probar la
afirmación de Aristóteles de que los objetos pesados caen con
mayor rapidez que los objetos ligeros. No fue así. Ambos objetos
llegaron al suelo al mismo tiempo. En ese momento nació la
ciencia moderna.

b. No obstante la importancia de este gran avance, a partir del


tiempo de Galileo las precisas observaciones de los científicos
contribuyeron a crear una ilusoria imagen del mundo que lo hacía
parecer mucho a una pieza masiva de reloj mecánico; a partir de
entonces, los hombres de ciencia comenzaron a encontrar un uso
muy poco práctico para ideas como Dios, alma, espíritu y
conciencia.

ID. SURGIMIENTO, DECADENCIA Y NECESIDAD DE


SUPERACIÓN DE LA CIENCIA MECANICISTA MODERNA

ID(1). Desde entonces, la primera tarea de la ciencia


moderna fue crear un método de naturaleza científica para
evaluar los datos obtenidos a través de los experimentos
empíricos. En esencia, el método científico consiste en
realizar observaciones y medidas, crear hipótesis
explicativas y llevar a cabo experimentos diseñados
para comprobar esas hipótesis. Los resultados de los
experimentos son utilizados más tarde para refinar
las hipótesis con el objetivo de que éstas sirvan

4
para predecir mejor los resultados experimentales. A fin de cuentas, la
capacidad de pronóstico es el sello distintivo de una verdad científica.

ID(2). Posterior a los primeros experimentos de Galileo, que


dieron nacimiento a la ciencia moderna, y siempre con la intención de
que la fe en Dios y la nueva ciencia fueran compatibles para los nuevos
intelectuales, “el filósofo y matemático René Descartes, y más tarde
Isaac Newton, postularon que el universo era una máquina. Se
extrapolaron los principios matemáticos de Newton sobre la precisión
de los engranajes de un reloj al Sistema Solar. Aunque la nueva ciencia
no negaba que Dios podría haber sido el fabricante original del reloj,
una vez que el «reloj mundial» se puso en marcha, funcionó muy bien
con la única ayuda de las matemáticas. […] No obstante, con el paso
del tiempo, una vez que la ciencia afianzó su posición como
proveedora «oficial» de verdades para la civilización, los practicantes
de ese paradigma también comenzaron a trabajar de manera opresiva
y a defender que sus verdades eran absolutas e infalibles. En cambio,
una creencia calificada como «poco científica» se consideraba
«cuestionable» en el mejor de los casos, y en el peor, castigable una vez
más por la ley civil. Disfrazando su autoridad bajo el manto de
«sabemos lo que es mejor para ti», las autoridades científicas han
llevado a cabo su propia caza de brujas con aquellos culpables de
herejía científica. Los quiroprácticos, los sanadores que utilizan las
energías sutiles, las parteras y otros cuyo trabajo se aparta y a menudo
desafía la corriente científica tradicional, han sido perseguidos,
maltratados y encarcelados por sus creencias y prácticas «poco
científicas». […] Cuando llevamos la lógica lineal newtoniana hasta su
conclusión lógica y declaramos que solo importa la materia, acabamos
excluyendo toda la dimensión del reino inmaterial. Y lo cierto es que
ahora empezamos a comprender que quizá esa dimensión sea la más
importante en lo que se refiere a la naturaleza y la mecánica del
Universo” (Lipton y Bhaerman, 2010:91,129).

ID(3). En los siguientes apartados conoceremos la historia de


cómo este modelo mecanicista del mundo se fue desarrollando a lo
largo de los siguientes cuatro siglos, y cómo (por definición) tuvo que
ir destilando de sí mismo toda referencia a una naturaleza espiritual,

5
tanto del mundo como del hombre. Trataremos de demostrar que esta
cosmología mecanicista-naturalista, destilada de lo espiritual, subyace
a…

a. Todo trabajo científico moderno-naturalista;


b. Toda antropología moderna-naturalista, que hoy define qué es
el ser humano (cuál es su naturaleza);
c. Toda psicología científico-moderna; y
d. Toda práctica psicológica científica.

ID(4). Dado un supuesto de la crisis actual de la psicología


científico-moderna, la cual creemos que durante el siglo XX no dio
respuestas verdaderas ni soluciones satisfactorias a las demandas del
hombre promedio, supondremos también que una nueva práctica
psicológica para el siglo XXI deberá cambiar su definición de

a. Lo que hace un psicólogo (praxis)


b. Lo que es la psicología,
b. Lo que es el hombre (antropología),
c. Lo que es la ciencia y, finalmente,
d. Su definición de la realidad última (cosmología).

ID(5). Intentaremos mostrar que, sobre la base de la Nueva Física


(la Física Cuántica), es posible construir un nuevo modelo de la
realidad última del universo (cosmología); uno que incorpore una vez
más (aunque de manera no religiosa) los conceptos de Espíritu y
Conciencia, y que sobre este nuevo modelo es posible construir una
nueva ciencia no materialista que derive no solo en una nueva
definición del hombre (antropología) y de su psicología, sino también
en una nueva práctica e intervención psicológica, una que responda
más satisfactoriamente a las demandas de trascendencia, sentido y
significado que tiene el hombre del siglo XXI.

6
(¿Cómo se interviene en los
Práctica psicológica
problemas de la mente y la
científica
conducta humanas?)
(¿Qué es la mente
Psicología científica
humana?)
(¿Qué es el hombre y cuál
Antropología naturalista es su verdadera
naturaleza?)
Ciencia moderna (¿Cómo podemos conocer
naturalista el mundo en verdad?)
Cosmología mecanicista (¿Cuál es la realidad
naturalista última?)

________________
A toda práctica e intervención psicológica actual (psicoterapia) subyace una
definición del hombre y de su naturaleza, y a toda antropología subyace una ciencia y
una visión determinada del mundo y de la realidad última (cosmología).

7
.DOS.

La gran maquinaria universal y


los engranajes humanos

IIA. RENÉ DESCARTES

IIA(1). En el nuevo y entusiasta clima de renacimiento intelectual


científico iniciado por Copérnico, Galileo y Kepler, fue justamente René
Descartes (1596—1650) quien concibió la idea de que el mundo debía ser
una especie de autómata de diseño, una máquina gigantesca regida por
principios racionales perfectamente ordenados por una Mente Suprema.

IIA(2). “René Descartes llevó


más lejos el avance del nuevo
paradigma al reclamar una
revolución científica completa. Se
atrevió a sugerir que había que
descartar las creencias de los antiguos
griegos y sustituirlas por hechos
verificables, sometidos al método
analítico-científico de Francis Bacon. «Duda de todo», dijo Descartes, y de
hecho, lo único que consideraba indudablemente cierto era su propia
existencia. «Pienso, luego existo», fue una de sus más célebres citas” (Lipton
y Bhaerman, 2010:132).

IIA(3). “La mente activa de Descartes abarcó todo el campo del


conocimiento como su materia de estudio. Trabajó sobre las matemáticas, la
fisiología y la mecánica, además de la filosofía. Era un cristiano muy devoto,
y su filosofía era un audaz intento para reconciliar el método científico con
la fe en Dios, para hacer encajar un punto de vista mecanicista del mundo

8
material con la aceptación del mundo como una creación de Dios” (Wilson,
1964:10).
IIA(4). “Si la ciencia y el espíritu estaban divorciándose, Descartes
fue el abogado que lo hizo aceptable. Aunque él creía que Dios había creado
tanto el espíritu como la materia, pensaba que eran cosas completamente
distintas e independientes. La mente humana era un centro de inteligencia y
razón, diseñado para analizar y entender. El campo propio de la ciencia era
el universo material (la naturaleza), una máquina, según él, que actuaba de
acuerdo con leyes que podían ser formuladas matemáticamente. Para
Descartes, gran aficionado a los relojes y a los juguetes mecánicos, en la
naturaleza todo compartía esa esencia mecánica, y no únicamente las cosas
inanimadas como los planetas y las montañas. Asimismo, todas las
operaciones del cuerpo podían explicarse de acuerdo con el modelo
mecánico […] La separación de mente y cuerpo, que Descartes convirtió en
regla de la ciencia, ha causado innumerables problemas.” (Arntz, Chase, Y
Vicente, 2006:15-16.)
IIA(5). Cuando visitó el Palacio de Versalles quedó
impresionado por las enormes atracciones mecánicas que habían sido
instaladas en el jardín.

a. Mediante ensambles mecánicos ocultos al espectador, el agua


emanaba de las fuentes, se oía música ambiental, bailaban las ninfas
marinas, y el poderoso Neptuno emergía del fondo de la piscina.
Todo un espectáculo.

b. “Escribió un tratado detallado sobre el movimiento del cuerpo,


titulado Traité de l’Homme, en el que comparaba los mecanismos del
cuerpo con los de los muñecos mecánicos de tamaño natural. El libro
de Descartes describe los complicados muñecos colocados alrededor
de las fuentes y grutas de los Jardines Reales de Luis XIII.
Funcionaban con mecanismos hidráulicos, hecho que le proporcionó a
mano una analogía […] Los muñecos caminaban, tocaban
instrumentos de música y hasta parecían hablar”1 (Wilson, 1964:32).

c. Fue mientras admiraba ese despliegue de ingenio que concibió la idea


de que el mundo podía ser también un autómata regido por leyes
ocultas pero cognoscibles por la inteligencia humana.

1 “Descartes estaba especialmente encantado con una figura de Diana bañándose en un lago. Si el visitante se

aproximaba para mirar, pisaba un azulejo y Diana desaparecía detrás de unos rosales. Si el visitante intentaba seguirla,
pisaba otro azulejo y aparecía la figura de Neptuno cerrándole el paso con su tridente” (Wilson, op. cit., p.32).

9
IIA(5). Descartes había tomado prestada de Aristóteles la idea de
la objetividad. Esta noción básica afirma que los objetos observados
son independientes de (y están separados de) la mente que observa (o
conciencia).

a. Esta postura, que sería conocida como dualismo cartesiano, llegó a ser
históricamente importante debido a que dividía al mundo en una
esfera objetiva de objetos materiales (dominio de la ciencia) y una
esfera subjetiva de objetos mentales (dominio de la religión). Descartes
había dado la pauta para que en el futuro la investigación científica se
volviera autónoma de la ortodoxia del poder eclesiástico.

b. Descartes también hizo contribuciones a la física; contribuciones que


reivindicaron su concepción del mundo como máquina —aunque fue
Newton y sus herederos del siglo XVIII quienes establecieron con toda
solidez el materialismo y su corolario: el principio del determinismo
causal.

IIA(6). El principio del determinismo causal es la idea derivada


de la visión mecanicista del mundo que dice que todo movimiento
puede ser previsto con exactitud, dadas las leyes del movimiento y las
condiciones iniciales de los objetos (es decir su ubicación y la
velocidad a la que se mueven).

10
IIB. EL MÉTODO CIENTÍFICO Y LA NUEVA “TEOLOGÍA”
DEÍSTA

IIB(1). MÉTODO CIENTÍFICO. El método científico requiere


que las observaciones y las mediciones sean realizadas directamente
sobre los objetos que se están estudiando. Sin el gran desarrollo de las
matemáticas y la tecnología del día de hoy, los primeros científicos
modernos se vieron limitados a estudiar sólo las cosas que eran
tangibles, cuantificables y mensurables. El concepto de una matriz
invisible de energía (lo que la física cuántica contemporánea denomina
«el campo» y lo que Einstein definió más tarde como «lo único que
gobierna la materia») no era accesible a los instrumentos de
observación científica en la época de Newton y Descartes.

IIB(2). MATERIALISMO CIENTÍFICO. Debido a lo anterior,


los parámetros del método científico limitaron el campo de estudio de
la ciencia solamente al mundo de los objetos físicos, a la realidad
material. Al reducir su área de estudio y determinar que ciertas
nociones inmateriales como la mente y el espíritu quedaban fuera del
ámbito de estudio de la ciencia empírica, la labor científica emergente
adquirió oficialmente el estatus de materialismo científico. Como
resultado de ello, los componentes del reino invisible fueron
considerados simples nociones metafísicas que eran más bien
responsabilidad de las instancias religiosas, pues no caían bajo la
rígida metodología de investigación de la nueva ciencia física
materialista.

IIB(3). DEÍSMO. Al distanciarse de las creencias y dogmas


religiosos y concentrar sus esfuerzos observacionales solo en el
Universo físico y tangible, los nuevos científicos e intelectuales que no
estuvieron dispuestos a eliminar de forma absoluta su noción de una
Deidad originante, dieron lugar a una nueva filosofía de Dios y lo
trascendente: el deísmo.

a. “[El deísmo era la] filosofía de la Ilustración que aceptaba la existencia


de un ser supremo, pero rechazaba la creencia en una deidad
sobrenatural que interactuaba con la humanidad. [Los deístas] basaban

11
sus creencias en lo que ellos llamaban «ley y razonamiento naturales».
[…] En lugar de ver el Universo como algo controlado por fuerzas
espirituales, los científicos profundizaron en la noción de que el
Universo era un mecanismo físico. Para ellos, los planetas las estrellas,
los animales y las plantas no eran más que engranes mecánicos de un
gigantesco mecanismo de relojería. Aunque los científicos aún
apoyaban la idea de que Dios había creado esa máquina, también
creían que una vez que la máquina se puso en marcha, Dios ya no era
responsable de su funcionamiento diario. En
lugar de imaginar a Dios vigilando el mundo y
controlando la máquina como si se tratara de
una marioneta con cuerdas espirituales, la
ciencia percibía el Universo como una maquina
en marcha que reflejaba el comportamiento de
sus partes integrantes” (Lipton y Bhaerman,
2010:132-33).

b. “Para entender el problema del deísmo,


necesitamos apreciar la fuerza de su aversión a
los milagros. Sería una posición perfectamente
plausible, compatible con el teísmo, decir que
Dios ha decidido no realizar ningún milagro en
este momento de la historia. Es decir: Dios
podría realizar milagros, pero no quiere. Sin embargo, eso no es lo que
plantea el deísmo. Según el deísmo, hacer milagros es contrario a la
naturaleza de Dios. Dios es un Dios racional que dotó a Su universo de
leyes racionales, y sería absurdo pensar que transgrediría Sus propias
leyes. En el deísmo Dios y lo sobrenatural son incompatibles”
(Corduan, 2012:91).

IIC. ISAAC NEWTON

IIC(1). Hasta el día de hoy, tanto la biología como la física han


sido sirvientas de los puntos de vista expuestos por Isaac Newton
(1643-1727), considerado el padre de la física moderna (también
conocida como física clásica o física newtoniana).

IIC(2). Newton describió un mundo material de objetos


discretos individuales que se comportaban de manera previsible a

12
través del espacio y del tiempo según ciertas leyes del movimiento:
pensó también en el universo como si fuera una gran máquina.

IIC(3). “Isaac Newton utilizó las matemáticas para verificar y


afianzar la premisa de Descartes de que el Universo era una máquina. Al
observar y medir los cuerpos planetarios, Newton dio origen a una nueva
filosofía sobre el funcionamiento del Universo… y de la vida en general.
Fundó oficialmente la ciencia de la mecánica, también conocida como física,
que es la disciplina que estudia los mecanismos básicos del funcionamiento
del Universo” (Lipton y Bhaerman, 2010:133).

IIC(4). “Los teóricos matemáticos de los siglos XVIII y XIX razonaron


que el cálculo de Newton, debido a que analizaba en forma tan satisfactoria
el cambio y el movimiento podía finalmente servir para revelar el futuro de
uno o de todos los sucesos con absoluta precisión. Y de esta forma en su
mayor parte avanzaron rápidamente hacia una filosofía de determinismo
mecánico” (Bergamini, 1983:127).

IIC(5). El mundo newtoniano podía seguir ciertas leyes, pero en


último término era un lugar solitario y desolado. El enorme engranaje
del mundo seguiría adelante tanto si nosotros estuviéramos presentes
como si no. Con unos cuantos movimientos hábiles, Newton y su
antecesor Descartes “arrancaron a Dios y a la vida del mundo de la
materia, y a nosotros y nuestras conciencias del centro de nuestro
mundo. Arrancaron el corazón y el alma del universo, dejando tras su
paso una colección inerte de piezas interconectadas” (McTaggart, 2002,
p. xiv). Pero sobre todo, “la visión de Newton nos desgarró del tejido
universal” (Zohar, 1991).

IIC(6). Las ideas cartesianas y newtonianas, en esencia, han


creado una visión del mundo basado en la separación. Todo lo que
creemos sobre nuestro mundo y el lugar que ocupamos dentro de él se
deriva de las ideas formuladas en el siglo XVII, que aún siguen
formando la columna vertebral de la ciencia moderna; teorías que
presentan los elementos del universo como si fueran divisibles, como
si estuvieran aislados unos de otros y completamente autocontenidos.

13
IIC(7). “Desde los tiempos en que las «leyes» de la física de Isaac
Newton quedaron formalizadas tras la publicación de Philosophiæ
Naturalis Principia Mathematica (Principios matemáticos de filosofía
natural) en 1687, hemos basado lo que aceptamos con respecto a
nuestras capacidades y límites en información falsa o, al menos, muy
incompleta. Desde entonces, la mayoría de la ciencia se ha
fundamentado en la creencia de que somos insignificantes en el gran
esquema de las cosas. ¡Nos ha sacado directamente de la ecuación de
la vida y de la realidad!” (Braden, 2010:13).

IIC(8). “Los experimentos y las teorías de Isaac Newton


ayudaron a perpetuar las ideas cartesianas. El matemático y científico
inglés no solo consolidó el concepto del universo como una máquina,
sino que creó una serie de leyes que afirmaban que los seres humanos
podíamos determinar, calcular y predecir con precisión las formas
ordenadas con las que el mundo físico funcionaba. Según el modelo
físico newtoniano ‘clásico’, todo se consideraba sólido. Por ejemplo, la
energía se interpretaba como una fuerza que movía los objetos o
cambiaba el estado físico de la materia. Pero, como verás, la energía es
mucho más que una fuerza exterior ejercida sobre la materia. La
energía es el entramado mismo de la materia y responde a la mente.
Por extensión, la labor científica de Descartes y Newton estableció un
modo de pensar según el cual la realidad estaba gobernada por
principios mecanicistas, la humanidad apenas podía influir en los
resultados. Toda realidad estaba predeterminada. Dada esta visión, no
es extraño que los seres humanos empezaran a dudar sobre la idea de
que sus acciones importaran y ni se plantearon que sus pensamientos
fueran importantes o que el libre albedrío desempeñara un papel en el
universo. ¿Acaso muchos de nosotros no seguimos suponiendo (de
manera consciente o inconsciente) que los seres humanos somos a
menudo poco más que víctimas?” (Dispenza, 2012:33-34).

14
IIC(9). “Newton dio pasos de gigante con respecto a sus
antecesores: sintetizó sus ideas y métodos y los hizo avanzar
enormemente. Las conclusiones a las que llegó fueron tan
convincentes que, durante casi trescientos años, los científicos
estuvieron persuadidos de que describían de forma precisa el
funcionamiento de la naturaleza.
“Para Newton, como para Descartes, el mundo era como
máquina que funcionaba en un espacio tridimensional, con
acontecimientos que tenían lugar en el tiempo, como los movimientos
de las estrellas o la caída de las manzanas. Según él, la materia era
sólida y tenía partículas diminutas en el núcleo. Esas partículas, al
igual que objetos gigantes como los planetas, se movían de acuerdo
con leyes de la naturaleza, como la fuerza de la gravedad, y esas leyes
podían ser descritas con tal precisión matemática que, si conociéramos
las condiciones iniciales de cualquier objeto, como por ejemplo la
localización de un planeta y la velocidad y la trayectoria de su órbita,
podríamos predecir su futuro con certeza absoluta. La conexión de dos
acontecimientos tan dispares como la caída de una manzana y el
movimiento de un planeta fue un hecho completamente
revolucionario. La conexión era una «fuerza», en este caso, la fuerza de
la gravedad.
“El enfoque mecanicista no tardó en ser aplicado a todas las
ciencias, a la astronomía, a la química, a la biología, etc. Ese es el
mundo en el que, salvo unas cuantas variaciones (como la visión más
sofisticada del nivel atómico de la realidad), a todos nos han enseñado
a creer.” (Arntz, Chase, Y Vicente, 2006:17)

IIC(9). Nunca sabremos con certeza si Newton se dio cuenta o


no de la tremenda influencia que sus descubrimientos tendrían en la

15
historia de Occidente; de cómo impulsarían y darían sustento a la Era
de la Razón, a la Revolución Industrial y a la confianza en que la
ciencia es la única forma válida y confiable de conocer el universo.

IIC(10). La realidad es que su influencia ha sido de tal magnitud


que hacia finales del siglo XIX, muchos científicos occidentales
declararon confiadamente que ya habían descubierto casi todo lo que
la ciencia podía saber sobre la máquina del universo.

a. Hace poco más de 100 años, en las postrimerías del siglo XIX, los
científicos de todo el mundo se habían convencido a sí mismos de que
habían logrado una comprensión final del mundo físico. Tal como lo
expresó Alastair Rae, “a finales del siglo XIX parecían conocerse los
principios fundamentales que rigen el comportamiento del universo
físico” (Rae, 1994).

b. De hecho, muchos científicos como el reconocido


A. A. Michelson, hablando del futuro de la física,
afirmaban que ésta consistiría solo en “agregar
unos cuantos decimales a los resultados ya
obtenidos”. Sostenían que el estudio de la física
prácticamente podía darse por concluido: ya no
quedaban grandes descubrimientos por hacer,
sino solo algunos “detalles” y “pinceladas
finales”.

IID. PIERRE–SIMON DE LAPLACE

IID(1). Las implicaciones filosóficas del determinismo


cartesiano/newtoniano fueron resumidas inigualablemente por el
matemático ilustrado Pierre–Simon de Laplace (1749–1827) en su
versión de la antigua idea de la concatenación necesaria de todos los
fenómenos del universo.

IID(2). Supuso una inteligencia sobrehumana —el llamado


Demonio de Laplace— que describió como “…una inteligencia que,
dado un instante, tuviera conocimiento tanto de todas las fuerzas que

16
mueven a la naturaleza como la correspondiente situación de los
cuerpos que la componen, abarcaría —si fuera los suficientemente
vasta para someter los datos a análisis— en la misma fórmula los
movimientos de los cuerpos más grandes del universo así como los del
mínimo átomo: nada sería incierto para tal inteligencia, y el futuro,
como el pasado, serían un presente a sus ojos.” (Citado en Capek,
1961).

IID(3). Niels Bohr (1885–1962), uno de los padres de la mecánica


cuántica, llegaría a criticar el determinismo ingenuo de Laplace con las
siguientes palabras: “Solo deseo hacer notar aquí que el determinismo
en las teorías del campo me parece de muy escaso significado. Para
ilustrar la potencia de la mecánica, Laplace inventó un
supermatemático capaz de prever el futuro del mundo siempre que se
le proporcionaran las posiciones y las velocidades de todas las
partículas en un solo instante. Puedo sentir simpatía por quien se halle
empeñado en una tarea tan ardua; pero ciertamente sentiría
compasión por él si debiera no solo resolver las numerosas ecuaciones
diferenciales ordinarias del tipo newtoniano necesarias para tal tarea,
sino también las ecuaciones diferenciales a derivados parciales de la
teoría del campo cuya peculiaridad son las partículas”.2

IID(4). Todas las tesis de Laplace fueron publicadas en cinco


volúmenes (desde 1799 a 1825) con el título de Mecánica Celeste, y lo
hicieron tan famoso que el emperador Napoleón lo convocó a palacio.
“Monsieur Laplace”, le dijo el Emperador, “Usted no menciona a Dios
en su libro ni siquiera una sola vez. ¿A qué se debe eso?”3 La respuesta
de Laplace ya es un clásico: “Su majestad, no he tenido necesidad de
incluir esa hipótesis en particular”.4

a. Sabemos que Laplace en realidad era un hombre de fe cristiana.


Sin embargo, había entendido con claridad las implicaciones
últimas de la física clásica y su marco matemático de
2Tomado de la Introducción que Bohr escribió a la obra de Laplace.
3Hay que saber que en esa época, la costumbre demandaba que Dios fuera mencionado algunas veces en cualquier
libro de importancia, de ahí la natural curiosidad de Napoleón: ¿Qué tipo de individuo osado era este señor Laplace para
romper tan venerable costumbre?
4 Coulson, C. A. (1955): Science and Christian Belief. Fontana edition, pp.

32,33.

17
determinismo causal: en un universo newtoniano, en última
instancia Dios no es necesario.

b. Eventualmente, los sucesores de Laplace tomaron el desafío de


explicar la mente humana y la autoconciencia. Con su paradigma
determinista, no tenían dudas de que la mente humana también
era una máquina clásica newtoniana, como el mundo-máquina de
la que forma parte.

IIE. CHARLES DARWIN

IIE(1). “No fue hasta que el naturalista


inglés Charles Darwin apareció en escena,
hacia mediados del siglo XIX, cuando el
materialismo científico se convirtió en el
paradigma predominante en la civilización.
[…] La teoría de Darwin sobre los orígenes
explicaba que los seres humanos derivaban de
una forma de vida primitiva que durante
millones de años había sufrido modificaciones hereditarias
seleccionadas por una eterna lucha por la supervivencia. La gente del
siglo XIX aceptó de buen grado la teoría de Darwin, ya que estaban
bastante familiarizados con los procesos de selección en los cultivos y
en la cría de animales. […] Una vez que la teoría de la evolución fue
aceptada como un hecho científico, la civilización dejó de aceptar la
autoridad suprema de la Iglesia y abrazó el materialismo científico,
con su perspectiva materialista de la ciencia, como el proveedor
«oficial» de verdades. […] En resumen, la civilización cambió una
autoridad absoluta por otra. A la luz de los supuestos milagros de la
ciencia, la religión dogmática del monoteísmo dio paso a la religión
dogmática del materialismo. Para la ciencia, el mundo material es el
único que existe, y todo lo que no encaje en ese paquete ideológico se
considera herejía. […] Al igual que un adolescente que disfruta de su
independencia por primera vez, los seres humanos empezamos a creer
que podríamos comprender los mecanismos del Universo material y,

18
por tanto, desentrañar los secretos de la vida” (Lipton y Bhaerman,
2010:92-93).

IIE(2). La teoría de la evolución del naturalista inglés Charles


Darwin (1809-1882), ligeramente retocada ahora por los
neodarwinistas, habla de una vida aleatoria, predadora, solitaria y
carente de propósito: Sé el mejor o no sobrevivirás, pues no eres más que un
accidente evolutivo.

IIE(3). El vasto legado biológico de nuestros antepasados,


complejo como un tablero de ajedrez, se ve reducido a un único factor
central: la supervivencia. Come o serás comido. Esencialmente, la vida es
una máquina genético-terrorista que se deshace eficientemente de los
eslabones más débiles.

IIE(4). En la visión evolutiva, la vida no tiene que ver con el


compartir, con la colaboración o la interdependencia, sino con ganar,
con llegar el primero. Aunque si consigues sobrevivir, te encontrarás
solo en la copa del árbol evolutivo.

19
.TRES

Influencia de la ciencia
mecanicista en la cultura en
general y en la psicología en
particular

IIIA. IVAN PAVLOV

IIIA(1). Uno de los creyentes en la idea de que la mente del


hombre es parte de la máquina del mundo lo fue el fisiólogo ruso Ivan
Pavlov (1849-1936). Su trabajo con perros pareció confirmarle sus
sospechas.

IIIA(2). Los investigadores de la época sabían que bastaba con


ver u oler el alimento para que se indujera por reflejo un flujo
abundante de saliva en los perros. Pavlov advirtió que era posible,
mediante un proceso llamado condicionamiento clásico, condicionar a
los perros para que respondieran de un modo específico a un estímulo
que no tuviera significación (como el llamado de una campana) y que
aprendía a asociar el sonido con un estímulo significativo (como el ver
el alimento).

IIIA(3). El fisiólogo demostró que, efectivamente, si se hace


sonar una campana sistemáticamente antes de darle carne a un perro,
el animal asocia el sonido de la campana con la carne y pronto llega a
segregar saliva solo con oír la campana. Se había creado lo que suele

20
llamarse reflejo condicionado —de hecho, es así como adquirimos
muchas preferencias y aversiones.

IIIA(4). Con Pavlov nacía la idea de que la mente humana es en


realidad también una simple máquina fisiológica que responde a
instrucciones simples de entrada y salida, en una correspondencia
uno-a-uno, operando sobre una base de estímulo-respuesta-
reforzamiento.

IIIB. CIENTIFISMO:
Consecuencias del culto a la ciencia como “vaca sagrada” salvadora
que todo lo puede explicar

IIIB(1). “La influencia de estos tres pensadores [Bacon, Descartes y


Newton] produjo una visión del mundo fragmentada, mecánica,
reduccionista, positivista, materialista, unilateral, etc., que se extendió de la
ciencia al conjunto de la sociedad, influyendo en la educación, la economía,
la política y la cultura. […] Es así como cambia la concepción de ciencia, la
racionalidad entra en juego a manera de discurso; sin embargo, la actividad
científica fue guiada por los principios del positivismo, reduccionismo,
dualismo, etc. La institución que monopolizó el conocimiento fue la

21
universidad. La ciencia llegó a ser sinónimo de verdad, por lo tanto, todos
los pensadores de corriente principal querían ser científicos. Este paradigma
científico ha predominado desde el siglo XVII hasta fines del siglo XX”
(Gallegos, 1999:4, 10, 11).

IIIB(2). “El súbito auge de la ciencia en el siglo XIX produjo una


filosofía llamada «cientificismo». Este concepto (que se esparció como
una marejada en el mundo occidental) sostuvo que la ciencia podía
resolver todos los problemas y garantizar la más perfecta felicidad a la
humanidad. Como resultado de ello se consideró innecesaria la
creencia en Dios y en la Biblia. Y se llegó al extremo de pensar que la
religión era un obstáculo al progreso científico. Pero la ciencia y el
cientificismo son dos cosas diferentes. […] En su forma más extrema,
el cientificismo es el culto que se rinde a los logros científicos, con el
propósito de eliminar a Dios de la vida humana” (Ridenour, 1979:181-
82).

IIIB(3). En Science is a Sacred Cow [La ciencia es una vaca sagrada],


Anthony Standen hace referencia a un punto señalado por el filósofo
G.K. Chesterton, quien observó que la popularidad del evolucionismo,
desde los días de Darwin a la fecha, no se debe solamente a su valor
científico. Las implicancias de la teoría de la evolución orgánica
involucran asuntos morales y de comportamiento humano. Al respecto,
el célebre biólogo inglés Sir Julian Huxley reconoció por qué muchos
habían aceptado tan rápida y vehementemente la teoría de la evolución:
“Yo supongo que una de las razones principales por las cuales admitimos
tan radicalmente El Origen de las Especies, fue porque no queríamos que
Dios interfiriera con nuestras costumbres sexuales” (Citado por Morris,
1982, p.58). En otra ocasión, Huxley comentaría: “Es enorme la sensación
de alivio que uno experimenta al rechazar la idea de un Dios
sobrenatural todopoderoso” (Huxley, 1966:223).

IIIB(4). “Las consecuencias de haber vivido durante tres siglos


sobre un modelo civilizador basado en los principios y valores de la
ciencia mecanicista las estamos viviendo hoy: destrucción generalizada
de los recursos naturales del planeta, contaminación tanto de ciudades
como de hábitats naturales, proliferación de nuevas enfermedades como
el sida, guerra, racismo, pobreza extrema, incapacidad humana para

22
acciones conjuntas globales, corrupción, deshumanización profunda,
aumento alarmante de depresión, estrés y otras patologías en niños y
jóvenes” (Gallegos, 1999).

IIIC. LA PSICOLOGÍA QUIERE PONERSE A LA MODA


CONVIRTIÉNDOSE EN UNA DE LAS CIENCIAS MODERNAS

IIIC(1). “Los psicólogos modernos, no importa la escuela a la que


pertenezcan, tienen una aspiración común: asimilar la psicología con las
ciencias naturales, la física en particular. Esta preocupación ha llegado a ser
una especie de obsesión con el peligro de forzar los métodos de
investigación en una dirección equivocada. Tal actitud ha sido agravada por
el desdén con que los representantes de otras ciencias, especialmente la
medicina, miran a la psicología. Los médicos consideran la psicología como
una creación desgraciada o a lo más como un hijo ilegítimo. En
consecuencia, los psicólogos agotan sus fuerzas tratando de demostrar la
legitimidad de sus pretensiones. Se sienten inseguros de sí mismos y
experimentan un complejo de inferioridad respecto a las otras ciencias
cuyos métodos de investigación tratan servilmente de imitar. Esta actitud es
responsable de gran parte de la sobrevaloración de la estadística en la
psicología moderna. Pero en este esfuerzo por reducir la personalidad del
hombre a cifras y fórmulas el verdadero objetivo de la investigación
psicológica es mal entendido y peor tratado” (Wolff, 1951:11-12).

IIIC(2). "En todo momento, especialmente en los Estados Unidos, la


psicología ha procurado por todos los medios ser ciencia; y en principio, la
ciencia se abstiene de toda especulación no penetrada y consolidada por los
hechos. Sin embargo, en toda la ciencia psicológica no hay hechos
suficientes para fundar un sistema único y sólido" (Heidbreder, 1991:17).

IIIC(3). “Las psicologías científicas tienden a dar explicaciones


mecanicistas de la mente y la conducta humana, como se puede apreciar
principalmente en dos de los modelos que han gozado de más éxito, el
conductismo y la psicología cognitiva. En el primer caso por sus
explicaciones basadas en las asociaciones entre estímulos y respuestas (en
los reflejos) y el olvido de toda posible intervención de un sujeto capaz de
trazarse metas que le liberen de la presión ambiental, y en el cognitivismo
por suponer que la actividad mental y el comportamiento dependen de

23
procesos que, si bien mentales e internos, se rigen por mecanismos
matemáticos o cuasimatemáticos, semejantes a los que determinan la
actividad de las computadoras”.5

IIIC(4). Son muy conocidos los argumentos del psicólogo


conductista americano J.B. Watson respecto a la necesidad que tenía la
psicología que aspiraba a ser considerada científica de desprenderse
de una vez y para siempre de conceptos tales como conciencia, mente
o pensamiento, por carecer de sentido en términos de los requisitos del
método científico. Así, por ejemplo, llegó a decir:

a. “Si la psicología quiere convertirse en ciencia, debe seguir el ejemplo


de las ciencias físicas, esto es, hacerse materialista, mecanicista,
determinista y objetiva” (Heidbreder, 1991:178).

b. “El conductista desecha todos los conceptos medievales. Retira de su


vocabulario todos los términos subjetivos como sensación,
percepción, imagen, deseos e incluso razonamiento y emoción”
(1928).

c. “La psicología, tal como la ve un conductista, es una rama


experimental puramente objetiva de las ciencias naturales” (1913).

d. “[La psicología] es aquella parte de las ciencias naturales que tiene


como objeto de estudio la conducta humana: hechos y dichos, tanto
aprendidos como desaprendidos” (1924).

IIIC(5). “Los primeros «conductistas», como Edward


Thorndike, Edward Tolman y Edwin Guthrie, diseñaron una serie de
experimentos para observar la conducta de animales en determinadas
situaciones, y a partir de estas pruebas infirieron teorías sobre cómo
interactúan los humanos con el medio, así como sobre el aprendizaje,
la memoria y el condicionamiento” (El libro de la psicología, 2012:58).

5 Diccionario de psicología científica y filosófica (2016). http://www.e-

torredebabel.com/Psicologia/Vocabulario/Mecanicismo.htm

24
.CUATRO

La teoría conductista y el
aprendizaje mecánicamente
condicionado

IVA. PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL CONDUCTISMO

IVA(1). John B. Watson (1878-1958)

a. En este clima intelectual de supremacía de la


ciencia mecanicista, que impondrá a todo sistema
de conocimientos sus criterios filosóficos y
metodológicos para ser considerados ciencia
objetiva, aparece el psicólogo americano John
Watson, exponente de una teoría conductista fría y
calculadora, comprometida y obsesionada con la
objetividad científica en el estudio del aprendizaje y de las reacciones
del cuerpo.

b. En 1913, John B. Watson declaró que la psicología científica debería


abandonar cualquier intento de estudiar el pensamiento y la
experiencia consciente. Watson y los conductistas “consideraban
imposible estudiar de manera objetiva los procesos mentales, pero
encontraron relativamente fácil medir la conducta, la manifestación
de tales procesos. Diseñaron experimentos que se podían llevar a cabo
en condiciones controladas, como lo exigía la ciencia, primero con
animales, en busca de analogías con la psicología humana, y a
continuación con humanos. Los estudios de los conductistas se
centraron casi exclusivamente en el modo en que la interacción con el
medio moldea la conducta. Esta teoría del estímulo y la respuesta se

25
divulgó gracias al trabajo de John Watson, y las nuevas teorías del
aprendizaje que aparecieron tanto en Europa como en EE UU
atrajeron el interés del público no especializado” (El libro de la
psicología, 2012:11).

3. “Watson se convirtió en uno de los psicólogos más influyentes y


controvertidos del siglo XX. Gracias a su trabajo sobre la teoría del
aprendizaje de estímulo y respuesta lanzada por Edward Thorndike,
vino a ser considerado el «padre fundador» del conductismo, término
que él mismo contribuyó a popularizar. En su conferencia de 1913
titulada «La psicología vista por el conductista» (que llegó a
considerarse como el «manifiesto conductista») planteó la
revolucionaria idea de que «una psicología verdaderamente científica
dejaría den hablar de estados mentales […] para centrarse en la
predicción y control de la conducta»” (El libro de la psicología, 2012:68).

IVA(2). Burrhus F. Skinner (1904-1990)

a. Quizá sea el conductista más conocido, más


vehemente y de pensamiento más claro, “un
científico serio cuyo trabajo contribuyó a separar
definitivamente a la psicología de sus raíces
filosóficas introspectivas y asentarla como
disciplina científica por derecho propio. […] Veía la
psicología como una disciplina insertada en la
tradición científica, y todo lo que no se pudiera
ver, medir y repetir en un experimento
rigurosamente controlado carecía de interés para él. Por tanto, los
procesos mentales quedaban fuera del ámbito de su interés y estudio”
(El libro de la psicología, 2012:80).

b. En 1971 escribió un libro muy popular titulado Beyond Freedom and


Dignity (Más allá de la libertad y de la dignidad). Despreciaba a los
«mentalistas», que creían que de algún modo debía haber en la cabeza
una especie de «personita pequeña» (quizá el alma, la mente o la
voluntad).

c. El conductismo de Skinner no solo es determinista, sino que llega a lo


tecnológico. Era un hombre de laboratorio, un investigador que creía
que los resultados de la investigación conductista podían ser

26
aplicados en sentido positivo para ayudar a resolver problemas
sociales como el de la sobrepoblación, las guerras, etc. Proponía que
se dejaran atrás conceptos oscuros e inútiles como los de la dignidad o
la libertad personales ya que, desde su perspectiva, eran producto de
razonamientos falsos.

d. Skinner, por supuesto, no creía en el libre albedrío (la libertad


humana) ni tampoco en que se pueda elogiar o atribuir mérito alguno
a unas personas o se pueda acusar a otras por sus supuestas
decisiones, acciones, logros o errores. Para Skinner, la gente no elige…
Afirmaba que todo comportamiento (o conducta) está configurado
según nuestros refuerzos antecedentes.

e. Tenía claro que todos somos el producto de nuestro entorno, de


nuestro aprendizaje y, más específicamente, de lo que llamaba
nuestro “calendario de refuerzos”.

IVB. VERSIONES DEL CONDUCTISMO.

IVB(1). Conductismo clásico o fisiológico: Esta variedad del


conductismo ha desarrollado su propia terminología. Así, si a los
perros o a las ratas solo los alimentamos después de que realicen cierta
tarea (p. ej., empujar una palanca o desplazarse a un cierto sitio
cuando se aplica un sonido o se enciende una luz) es probable que
repitan esa conducta. Si el sonido o la luz representan un estímulo
discriminativo, los movimientos o el empuje de la palanca que realizan
los animales son respuestas, el alimento es el refuerzo, y la repetición
de todo el proceso constituye un ciclo de aprendizaje.

IVB(2). Conductismo metodológico: Es la doctrina que indica


cómo realizar estudios de investigación científicos, aceptables y
empíricos. Los acontecimientos mentales internos de cualquier tipo
son entidades privadas e irrelevantes. El conductismo utiliza con
mucha frecuencia el término “análisis experimental de la conducta”,
que afirma que la conducta está influida por las consecuencias que
produce.

27
IVB(3). Conductismo radical: El conductismo radical es la
variedad más conocida del conductismo, y su máximo representante
es B.F. Skinner.

a. “Skinner acuñó la expresión «conductismo radical» para el enfoque


conductista que él propugnaba. Aunque no negaba la existencia de
procesos de pensamiento y estados mentales, creía que la psicología
debe ocuparse solo del estudio de las respuestas físicas a las
condiciones o situaciones imperantes. [Él mismo decía que] «La
objeción a los estados internos no supone que no existen, sino que no
son relevantes en un análisis funcional». […]

b. “Para el conductista radical, el libre albedrío es una ilusión; la


selección por las consecuencias controla toda nuestra conducta, y por
tanto nuestra vida. Los intentos de escapar a ello están condenados al
fracaso y al caos” (El libro de la psicología, 2012:85).

c. Skinner creía absolutamente en lo que propugnaba y escribió novelas


acerca de utopías conductistas, además de que crió a su hija según los
fundamentos estrictos de su credo. El conductismo radical no
permitía la existencia ni la “experimentación” de los estados de la
mente. “De hecho, llegó a la conclusión de que eran enteramente
subjetivos, y que no existían separados del cuerpo. Así pues, para
Skinner, la investigación en psicología debería centrarse en el
comportamiento observable, no en pensamientos que no lo son” (El
libro de la psicología, 2012:80).

IVC. CRÍTICAS A LAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE

IVC(1). “En resumen, los teóricos del aprendizaje consideran que


la consistencia de la conducta humana es resultado del aprendizaje de
formas habituales. La fuerza más elocuente de su orientación ha sido
su formulación de hipótesis y de conclusiones en una forma
experimentalmente verificable. Su obra, consecuentemente, ha hecho
surgir una buena cantidad de investigaciones interesantes y un
conjunto muy eficiente de procedimientos terapéuticos…

28
IVC(2). “La principal crítica a su obra ha sido que no deja de ser
demasiado elemental y ambientalista: proponen poco sobre la forma
de mecanismos para unir grupos de hábitos y darles una dirección
coherente, y consideran al organismo esencialmente como un títere de
cuyos hilos tiran las fuerzas ambientales” (Rush y Zimbardo,
1978:372).

IVC(3). “Arthur Koestler en su devastadora crítica de 1967


contra el conductismo, The Ghost in the Machine (El fantasma en la
máquina), afirmó que Watson y los conductistas habían cometido un
error lógico colosal que provocó que el estudio de la mente —tanto
consciente como inconsciente— quedara excluido de la psicología
científica durante los siguientes cincuenta años. Como Koestler
advierte, esto sucedió cuando en las otras ciencias, en marcado
contraste, se producían enormes avances. La dominante escuela
conductista de psicología, tal como la fundó Watson, sostenía que el
ser humano es enteramente el producto de su entorno. Lo que vemos,
oímos y tocamos —y poco más— determina lo que hacemos. Es decir,
que pasamos por la vida más o menos como ratas que pueden
aprender a presionar una palanca para obtener comida” (Bargh,
2018:19).

a. “El watsonismo se ha convertido en el evangelio y el catecismo


de las guarderías y los salones de clase de Estados Unidos”
(Mortimer Adler).

b. “El conductismo puede ser descrito de manera precisa y breve


como una psicología que excluye la psicología” (G.D. Martin,
1976).

29
.CINCO

Consecuencias de la
superstición materialista

VA. REALISMO FÍSICO O MATERIAL

VA(1). La filosofía que ha dominado a la ciencia moderna desde


hace cinco siglos, el realismo físico o realismo material, asume que solo
la materia —constituida básicamente de átomos y partículas
elementales— es real, todo lo demás (como la mente y los procesos
cognitivos) son fenómenos secundarios derivados de la materia. Pero,
como dice el físico contemporáneo John Hagelin, “existe un profundo
problema filosófico que rodea el hecho de cómo derivar la conciencia a
partir de un trozo de carne.”

VA(2). El realismo material (material realism, en inglés, o


materialismo), halla sus raíces en el pensamiento del antiguo filósofo
griego Demócrito (Ca. 460 − Ca. 370 A.C.), y en su versión moderna
afirma que todos los fenómenos mentales pueden ser explicados como
epifenómenos, es decir, como fenómenos secundarios de la materia
cerebral, dadas ciertas condiciones previas de funcionamiento físico y
químico.

VA(3). La idea básica del enfoque realista es que lo que llamamos


conciencia no es sino una simple propiedad (o conjunto de
propiedades) del cerebro.

30
VB. EL FIN DE LA SUPERSTICIÓN MATERIALISTA

VB(1). La superstición materialista, que afirma que la realidad


es solo materia, ha quedado superada. Según el físico, astrónomo y
matemático británico James Jeans (1877 – 1946), el siglo XX vio “la
completa desaparición de la materia, al menos de ésta en la que los
antiguos físicos construían el universo objetivo.” Dijo que “nuestra
última impresión de la naturaleza, antes de haber retirado nuestros
anteojos materialistas, era la de un mar de mecanismos que nos
rodeaba por todas partes. A medida que hemos abandonado nuestros
instrumentos ópticos, hemos visto los conceptos mecánicos ceder la
plaza a los conceptos mentales”. Otras opiniones del sabio inglés son
las siguientes:

a. “A mi juicio, las leyes que obedece la naturaleza recuerdan menos a las que
obedece una máquina en su movimiento que a las que obedece un músico
al escribir una fuga, o un poeta al componer un soneto.”

b. “Desde un amplio punto de vista filosófico, muchos sostendrían que el


mayor logro de la física del siglo veinte no es la teoría de la relatividad y la
fusión de espacio y tiempo que comporta, ni la teoría cuántica con su
aparente negación de las leyes de la causalidad, ni la disección del átomo y
el consiguiente descubrimiento de que las cosas no son como parecen; es el
reconocimiento generalizado de que todavía no estamos en contacto con la
realidad última.”

c. “Después de la mecánica ondulatoria, el mundo se parece más a un


pensamiento que a una máquina.”

d. “El viejo dualismo entre mente y materia […] parece probable que
desaparezca […] cuando la sustancia material aparezca como una creación
y manifestación de la mente.”

e. “Está fuera de duda el hecho de que, de algún modo, la naturaleza se


encuentra más íntimamente vinculada a conceptos puramente matemáticos,
que a otros procedentes de la biología o de la ingeniería. El universo no es
susceptible de representación material, y la razón, creo yo, es que se ha
convertido en un concepto puramente mental.”

f. “Hoy día existe un acuerdo ampliamente generalizado en el seno de la


ciencia, y que en la física alcanza casi la unanimidad, de que la corriente del

31
conocimiento está apuntando hacia una realidad no mecanicista; el universo
está empezando a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran
máquina. La mente ha dejado de ser considerada como un intruso en los
dominios de la materia; estamos empezando a sospechar que más bien
deberíamos saludarla como creadora y gobernadora del reino de la
materia.”

g. “Los antiguos físicos nos mostraban un universo que parecía más una cárcel
que una morada. La nueva física nos muestra un universo que parece como
si pudiese ser una morada apropiada para hombres libres, y no un mero
refugio para brutos.”

h. “Los físicos se apartan del punto de vista materialista porque el universo


comienza a tener más aspecto de un gran pensamiento que el de una gran
máquina.”

32
.SEIS

La necesidad de recuperar el
alma de la psicología

33
VIA. DIVORCIAR LA PSICOLOGÍA DE LA FILOSOFÍA
MATERIALISTA

VIA(1). “Los psicólogos modernos, no importa la escuela a la


que pertenezcan, tienen una aspiración común: asimilar la psicología
con las ciencias naturales, la física en particular. Esta preocupación ha
llegado a ser una especie de obsesión con el peligro de forzar los
métodos de investigación en una dirección equivocada. Tal actitud ha
sido agravada por el desdén con que los representantes de otras
ciencias, especialmente la medicina, miran a la psicología. Los médicos
consideran la psicología como una creación desgraciada o a lo más
como un hijo ilegítimo. En consecuencia, los psicólogos agotan sus
fuerzas tratando de demostrar la legitimidad de sus pretensiones. Se
sienten inseguros de sí mismos y experimentan un complejo de
inferioridad respecto a las otras ciencias cuyos métodos de
investigación tratan servilmente de imitar. Esta actitud es responsable
de gran parte de la sobrevaloración de la estadística en la psicología
moderna. Pero en este esfuerzo por reducir la personalidad del
hombre a cifras y fórmulas el verdadero objetivo de la investigación
psicológica es mal entendido y peor tratado” (Wolff, 1951:11-12).

VIA(2). La visión puramente materialista/mecanicista de la


naturaleza humana nos ha llevado a una era de desolación espiritual, a
un sentimiento de depresión, y a una pérdida del sentido sagrado de
la vida y de la existencia del universo (Weinberg, 1977).6 Bien
pudiéramos llamar a este sentimiento almaperdismo, que incluso
parece ser la enfermedad que agobia a Occidente y que se manifiesta
en una pérdida del valor sagrado de la vida.

VIA(3). Se ha vuelto imprescindible una visión nueva y


científicamente original de la conciencia humana. De hecho, el tema de
la dimensión espiritual del hombre es quizá el concepto sencillo más
significativo de nuestros tiempos: es uno que requiere un enfoque
espiritual, aunque sin dejar de tomar en cuenta las aportaciones al
mismo desde la tribuna de la ciencia.

6 En su obra, Weinberg concluye su epílogo diciendo que “mientras más comprensible nos parece el universo, más
parece algo sin sentido”.

34
VIA(4). Sin una nueva visión del mundo podríamos estar en
peligro de perder nuestras almas —si no es que ya las perdimos. Aun
peor, si seguimos estudiando el mundo sacando la consciencia
humana de nuestras ecuaciones, estaremos eliminando la base moral
que guíe el futuro de la humanidad.

a. “En los últimos años, la física se ha ido acercando rápidamente al


punto en el que tendrá que tratar explícitamente con la consciencia.
Hay físicos eminentes que creen que una teoría amplia de la materia
en el futuro deberá incorporar la consciencia como constituyente
integral y fundamental. Diferentes versiones de esta idea han sido
expresadas por Eugene Wigner (1967), David Bohm (1980), Geoffrey
Chew (1968), Fritjof Capra (1982), Arthur Young (1976), Saul-Paul
Sirag y Nick Herbert (1979)” (Grof, 1988).

b. Max Planck, quien acuñó el término “cuántico”, declaró en una


entrevista de 1931 que le hizo The Observer of London: “Considero que
la conciencia es fundamental. Considero que la materia es una
derivación de la conciencia. No podemos estar detrás de la conciencia.
Todo lo que hablamos, todo lo que consideramos como existente,
postula la conciencia”. “La física olvidó esta afirmación [de Plank] y
siguió un camino que daba por sentada la consciencia o que la
ignoraba como parte de nuestro mundo voluble y subjetivo. Ahora el
círculo se está cerrando, y una nueva generación de físicos está abierta
a la idea de que no se puede evitar la consciencia. Yo diría que el
tiempo ha llegado” (Chopra, 2019).

c. El profesor Roger Penrose lo expresó así: “Una cosmovisión científica


que no esté profundamente comprometida con el problema de la
mente consciente no puede tener serias pretensiones de estar
completa. La consciencia es parte de nuestro universo, de modo que
cualquier teoría física que no le da su lugar se queda
fundamentalmente corta en su intento de dar una descripción
genuina del mundo” (Penrose, 1994:8).

d. “Así como en física se necesita una teoría del todo, requerimos


también una teoría del todo cuando se trata del ser humano” (Chopra
y Mlodinow, 2011:165). Lo anterior es deseable, sobre todo si

35
aceptamos que el “ser humano” es, en sí mismo, un universo aparte
por explorar.

e. Schrödinger dijo: "La Psicología, una ciencia relativamente nueva,


exige imperiosamente un espacio vital, [...] El mundo de la Ciencia se
ha concentrado en un objetivo horrible que no deja lugar a la mente y
sus inmediatas sensaciones[...] Debería reconsiderarse la actitud
científica, la ciencia debe construirse de nuevo."

VIA(5). Un enfoque espiritual de la psicología humana goza


sobre la ciencia materialista la ventaja de abrazar la riqueza de la
experiencia. Tal vez sea posible reducir cualquier respuesta a una
acción y a una reacción, a un estímulo y a una respuesta…

a. Todos podemos imaginarnos partiendo un limón a la mitad con


un cuchillo. Con los “ojos” de nuestra mente podemos
imaginarnos todo el proceso de partirlo y exprimir el jugo en
nuestra boca. Casi todos salivaremos al crear mentalmente esta
escena, y para un reduccionista-materialista esto significa que
somos como los perros de Pavlov, que salivaban al escuchar una
campana.

b. Pero los perros no salivan ante limones imaginarios, mientras que


nosotros hacemos eso y mucho más: “Creamos mundos enteros
en nuestra imaginación. La riqueza de la experiencia interna
abarca todo lo humano; y también nos define” (Chopra, 2012:166).

VIA(6). “La ciencia nunca ha llegado a la objetividad pura, y


nunca lo hará. Negar el valor de la experiencia subjetiva equivale a
despojarse de lo que hace que la vida sea digna de vivirse: el amor, la
confianza, la fe, la belleza, el azoro, la maravilla, la compasión, la
verdad, las artes, la moralidad y la mente misma. El campo de la
neurociencia ha dado por sentado que la mente no existe, sino que es
un subproducto del cerebro. El cerebro (una ‘computadora hecha de
carne’, como afirma Marvin Minsky, experto en inteligencia artificial)
es nuestro amo, y decide químicamente cómo nos sentimos, determina
genéticamente cómo crecemos, vivimos y morimos. Este panorama no

36
es aceptable para mí, porque al hacer a un lado la mente, eliminamos
nuestro portal al conocimiento y a la introspección” (Chopra, 2012:25).

VIB. CÓMO RECUPERAR LA PSICOLOGÍA (O SOBRE LA


NECESIDAD DE DIVORCIAR LA PSICOLOGÍA DE LA FÍSICA
NEWTONIANA)

VIB(1). “La ciencia misma está exigiendo un nuevo concepto de


mundo que no sea fragmentario, en el sentido de que el actual método
de analizar separadamente las diferentes partes que constituyen el
mundo no funciona muy bien en la física moderna. Se demuestra que,
tanto en la teoría de la relatividad como en la teoría cuántica, unas
nociones que supusieran la totalidad no dividida del universo
proporcionarían un método mucho más ordenado para considerar la
naturaleza general de la realidad (Bohm, 2001, p. 12).

VIB(2). “Ha pasado un siglo desde que Einstein demostró


matemáticamente que todo el universo está formado por energía e
interconectado. Con todo, la mayoría de la humanidad aún sigue viviendo
según los principios desfasados de la física de Newton, que afirma que el
mundo es un mecanismo físico compuesto por una serie de acciones y
reacciones causa-efecto. […] navegamos basándonos en antiguas
percepciones filosóficas descalificadas por la ciencia. Sin embargo, al igual
que esas estrellas apagadas a años luz de distancia, la noticia de su muerte
aún no nos ha llegado” (Lipton y Bhaerman, 2010:30,31).
VIB(3). En 1955, J. R. Oppenheimer, invitado al encuentro anual
de la APA (Asociación Americana de Psicología), advirtió a los
psicólogos presentes: “El peor de todos los posibles errores sería que la
psicología fuera inducida a modelarse a sí misma sobre una física que
ya no existe, que ha quedado completamente superada en el tiempo”
(Oppenheimer, 1956:134).

VIB(4). Ese “peor de los errores” era el que estaban cometiendo


entonces y el que muchos psicólogos siguieron cometiendo también
después, hasta el día de hoy. En efecto, en 1966, Donald Hebb dijo sin
ambages que “la única esperanza de que la psicología siga siendo

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científica es suponer que el hombre es básicamente un mecanismo”
(Hebb, 1966:7).

VIB(5). Otro físico, el Premio Nobel Henry Margenau, advirtió


que “existen muchas cosas en el mundo, que son de gran interés para
la ciencia física, y que no se pueden concebir en términos de
mecanismos… [que] la realidad física ha tomado cualidades que están
bastante alejadas de la experiencia sensorial directa” (Margenau,
1969:18).

VIB(6). Pierre Gréco, en un penetrante análisis epistemológico de


la psicología, señaló que “la desgracia del psicólogo es que nunca está
seguro de ‘hacer ciencia’ y, si la hace, nunca está seguro de que ésta
sea psicología” (Gréco, 1972:19).

VIB(7). Ante este estado de cosas, nace espontánea e insoslayable


la pregunta: Si el realismo natural está equivocado al concebir al
hombre como una máquina biológica, ¿cuál es la teoría de la
racionalidad que debe aceptar la psicología del siglo XXI? En términos
más amplios, ¿cuál es la teoría de la racionalidad, el paradigma de
comprensión e inteligibilidad de las ciencias del hombre para aquellos
que no estamos dispuestos a renunciar a la dimensión espiritual de la
vida humana? Una respuesta a estas preguntas la daremos
ampliamente en una próxima monografía, en la que abordaremos los
temas del paradigma emergente y su relación con la nueva psicología.

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BIBLIOGRAFÍA

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