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demonio. La armadura de Dios es la vestimenta que todo Cristiano debe llevar en cada
momento de su vida; quienes dependen de Dios y no de ellos mismos para el diario vivir.
La lucha del cristiano contra las fuerzas de maldad no ocurren en una sesión de exorcismo,
ocurren día a día, momento a momento, cuando salimos a la calle cada mañana debemos estar
seguros de que estamos protegidos con la armadura de Dios. El diablo anda como León
rugiente buscando a quién devorar.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar;
1 Pedro 5:8
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó
por soldado.
2 Timoteo 2:4
La palabra nos enseña que debemos tomar TODA la armadura de Dios y estar alerta,
aprovechando el tiempo para el día malo.
Efesios 5:16
Versículo 14b
Todo Cristiano que desea ganar la batalla contra el enemigo debe comenzar con la verdad.
Proverbios 23:23
La primera vez que Satanás atacó la verdad fue en el huerto del Edén cuando le preguntó a
Eva;
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Génesis 3:1
Como no tenían el cinturón de la verdad como armadura, vaciló y comenzó a dudar de lo que
Dios había dicho.
Satanás aún todavía usa ese arma sutil de la duda contra nosotros.
Un creyente que anda en mentiras no puede tener una relación buena con Jesucristo, ya que
andar en mentiras es andar en pecado.
llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Filipenses 1:11
Es un mandamiento buscar y obtener la justicia de Dios.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33
Esta parte de la armadura protege el corazón y otros órganos vitales del soldado. El cinturón
de la verdad la sostiene en su lugar.
Proverbios 4:23
A menudo Satanás nos tienta a comprometer las normas de justicia que Dios nos enseña
argumentando;
Gurnall escribe;
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como
viento.
Isaías 64:6
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Romanos 5:1
V.15. Y calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz.
Cuando un soldado se pone sus botas, quiere decir que se prepara para presentarse a cumplir
su deber y enfrentar al enemigo. Este calzado especial del soldado romano, está diseñado con
ganchos especiales para asegurar el pie en el combate.
Como soldados cristianos, usamos nuestro calzado de paz para invadir el territorio enemigo,
llevando las buenas nuevas y reconciliando al hombre con Dios. Él nos encargó a nosotros la
palabra de reconciliación.
que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2 Corintios 5:19
El creyente debe de estar siempre preparado para llevar el Evangelio de Cristo el cual es paz.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.
Juan 14:27
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la
paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
Isaías 52:7
V. 16. Sobre todo, tomad el escudo de la fe para apagar los dardos del maligno.
En el tiempo de Pablo se usaban varias clases de escudos, pero la metáfora en Efesios 6:16 se
refiere al escudo grande y rectangular que podía proteger todo el cuerpo. Era una práctica
común que el soldado ungiera su escudo con aceite para que reflejara los rayos del sol y cegara
a sus enemigos, así como para desviar sus golpes.
El apóstol Pablo compara la fe con un escudo porque el escudo tiene el propósito de defender
todo el cuerpo. Y si el escudo no era lo bastante grande como para cubrir todas las partes del
cuerpo al mismo tiempo, el soldado hábil podía colocarlo de una u otra manera con el fin de
detener las espadas o las flechas, sin importar a qué parte se dirigieran. Toda gracia deriva de
su seguridad de la fe; cada una está segura bajo la sombra de la fe.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6
Hebreos 11:1
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano
de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo 17:20
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y
de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
1 Tesalonicenses 5:8
Cada unidad militar tiene guardias. Permanecen quietos en sus puestos hasta que escuchan un
ruido entre los arbustos. Entonces preguntan de inmediato: ¿Quién anda ahí? Y se preparan
para alejar al intruso. Nosotros también debemos colocar un guardia en la puerta de nuestra
mente para verificar las credenciales de cada pensamiento e imaginación, listos para derribar a
los que no son rectos ni verdaderos, los que no son de Dios. Si no le pertenece, se tiene que ir.
Esta es la guerra Espiritual: estar alerta a cada pensamiento.
Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.
Proverbios 20:18
2 Corintios 10:5
Cuanto mejor sepamos la palabra de Dios, tanto más aptos estaremos en cuanto a manejar
esta arma para oponernos a los poderes del mal.
Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios.
Mateo 4:4
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
La guerra Espiritual no es una fábula, la pasividad hacia nuestro enemigo es lo que él quiere de
nosotros, es su artimaña para enfriar el ardor de los hombres de Dios en la guerra.
Puesta la armadura de Dios, solo nos quedan dos ejercicios que debemos tener muy presentes
para asegurar la victoria, oración y vigilancia.
1 Tesalonicenses 5:17
Cuando Pablo comienza a hablar acerca de la lucha espiritual, no ordena a buscar la fortaleza
en el señor y en el poder de su fuerza. La oración constante es la única manera en la cuál el
creyente puede fortalecerse espiritualmente.
A veces queremos crecimiento Espiritual, pero tenemos una vida de oración pobre, y eso es
tan sólo culpa nuestra.
constantes en la oración;
Romanos 12:12c.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar;
1 Pedro 5:8
Mateo 24:42
Con estos consejos en mente podemos estar confiados y seguros que la victoria siempre será
nuestra.
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra
milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
2 Corintios 10:3-5
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y
vistámonos las armas de la luz. Romanos 13:12