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Desde hace semanas tenia esta sensación de que algo malo pasaría
pero él, siendo siempre tan relajado y bueno, me calmaba haciendo que
restara importancia al presentimiento pero ahora, cuando el ya no está,
mi mente no deja de reproducir su recuerdo. La imagen de quien era mi
novio no me abandona, lo recuerdo riendo, abrazándome,
defendiéndome y demás cosas que vivimos juntos. Esa serie de
recuerdos es suficiente para que mi cuerpo decaiga, mi mente se nuble
y mi corazón se rompa aún más como si esto fuera posible, como si aún
quedara algo de él que se encuentre a salvo.
Sin decir nada salgo del banco viendo la carpeta en mis manos y al ver
el monto de la deuda siento que dejo de respirar y mis piernas flaquean,
una de mis manos va a mi corazón cerciorándose que este siga
funcionando y cuando comprueba que es así me pellizco la pierna para
ver si esto no es una pesadilla pero es la realidad. El monto que se
encuentra plasmado es una cantidad muy grande de dinero que no sé
cómo pagar.
– ¿Qué hiciste con todo ese dinero? ¿Por qué guardarme este tipo de
secretos y dejarme con todo esto sola? –pregunto mientras observo a
una vieja foto de Charlie y yo juntos
Salgo del baño con una toalla enrollada en mi cuerpo y camino por el
pasillo de mi apartamento hasta la habitación que compartía con
Charlie. Hace unos días Lili vino a sacar sus cosas y guardarlas en cajas
pues yo no paraba de usar su ropa para sentirlo cerca aunque claro, no
funcionaba, solo hacía que llorara por horas implorándole a la vida que
volviera.
Camino hasta la vieja cafetería que solía frecuentar de niña hasta el día
que deje mi casa, venir aquí hacia doler esa vieja herida que no cerraba
del todo. La cafetería Smile blue sigue igual por fuera lo cual me saca
una sonrisa pero en cuanto entro casi creo que me equivoque de
cafetería.
Observo bien el lugar que ahora tiene mesas bonitas, está pintada de
color menta con franjas rosa, tiene cuadros de estrellas y por último la
barra da una vista a la cocina. Todo se ve nuevo pero al mismo tiempo
con ese toque retro y ochentero que siempre tuvo y le daba su toque
genial al lugar.
–Pensé que no vendrías, tienes tiempo sin venir aquí –dice con lo que
parece es nostalgia mientras mira el lugar y no puedo evitarlo mirarlo yo
también de nuevo
–Tal parece que una empresa invirtió en la cafetería y bueno, así quedo
el lugar luego de la renovación –dice alzando sus manos señalando el
entorno
–Trate de hablar con mamá y papá, pero mamá dijo que así como
supiste alejarte de tu familia sabrás como salir de este lio tu sola –habla
triste y aprieto la mandíbula
Típico de mi madre, decir ese tipo de cosas sabiendo que las cosas no
fueron así, todo para que Lili no sepa la verdad aunque claro, mi
hermana ya la sabe y no le importa o molesta pero desde luego mamá
siempre dirá esas cosas porque para ella yo no valgo lo mismo.
–Gracias Lili, en verdad gracias, no sé qué sería de mi sin ti, eres la luz
de mi vida –digo parándome de la silla y la abrazo
–Eso lo sé, nadie puede abandonar este lugar y vivir bien con ello –
comenta el hombre giñando un ojo y nosotras reírnos
Nadie puede irse de este lugar y no volver tarde o temprano porque uno
siempre regresa a esos lugares especiales y la cafetería Smile Blue es
eso, única y especial.
¿Sorprendida? Mucho
¿Intimidada? Quizás
Y hoy estoy aquí, en una empresa como esta, que podría contener miles
de secretos como los que yo guardo al igual que cada trabajador. Miro
mi atuendo de nuevo cerciorándome de que todo esté bien, estoy
usando una falda, no es tan corta como la de muchas mujeres que vi en
el recibidor pero es igual de formal que la de ellas junto a una camisa
crema de botones, un saco negro y unos tacones color crema.
¿Que tiene el agua de este lugar que todos parecen tan felices?
¿Debería preocuparme?
–Señor Jones la señorita Adams está aquí –dice por teléfono –La chica
que debía entrevistar su hijo –comenta –No señor, hoy no vino –
responde y entonces asiente hacia mí –Si señor en un momento la hago
pasar –habla finalizando la llamada dejando el teléfono donde estaba –
En un momento la atiende – me informa y asiento con la cabeza para
luego caminar a un sofá blanco que se encuentra en el recibidor
–Es un placer, Siena Adams aunque usted ya sabe eso –digo con una
sonrisa y el asiente con la cabeza
Si, así son estas personas que llamo compañeros de trabajo y segunda
familia, son personas buenas y humildes que no dudan en darte una
mano cuando la necesites.
Un hombre sale desde atrás del auto y me mira con un rostro serio
mientras que el conductor me ve preocupado. Su preocupación solo
hace que mi pequeña furia se calme solo un poco ya que, la verdad, la
culpable aquí fui yo y no él. Mi error podría costarle a este pobre hombre
su trabajo.
–Sí señor no se preocupe fue mi culpa, fui yo la que cruzo sin ver a los
lados –me disculpo y el señor me regala una pequeña sonrisa que me
dice no está molesto
–Para la próxima debería fijarse por donde va señorita –habla con una
mirada seria de reproche –Casi ocasiona un accidente con su torpeza
–dice y lo miro ahora molesta
–Me he disculpado ya señor así que olvídelo, la atropellada iba a ser yo,
no usted –hablo y en mi tono se debe ver que comienzo a enfadarme
Con todo el dolor de mi alma pues era mi café le entrego el mío y los
dos sobres de azúcar. Lo miro y casi quiero ser como una reina del
drama y llorar porque era mío y debido a este paso todo el accidente de
hace un rato, eso, y mi torpeza de hoy cabe aclarar pero por más que
desearía quedarme este e ir por otro quiero dar una buena impresión
luego del pequeño espectáculo de afuera.
– ¿Si? –pregunto
–Me gusta que quiera dar una buena impresión, habla bien de usted
pero nadie a parte de mis asistentes saben de mi café por lo que sé que
este café es suyo. Le doy las gracias por eso pero aun así recuerdo su
comportamiento de hace rato y sé que iba tarde –me mira serio y trago
Una vez que pago cruzo la calle de manera segura sin intentos de
atropellamientos por mi jefe y su chofer para luego entrar a la empresa.
Como la primera vez que entre admiro el lugar un momento antes de
encaminarme al ascensor y esta vez la recepcionista me sonríe por lo
que devolviéndole el gesto corro al elevador y subo hasta mi piso.
–Por los momentos no, puede ir a realizar sus tareas del día y si
tenemos reunión llámeme pero del resto no me moleste para nada –
dice serio como siempre y asintiendo salgo de la oficina cerrando la
puerta para después rodar mis ojos
–No está malo, de hecho, esta perfecto –comenta y lo miro sin entender
-Solo me preguntaba ¿Cómo es que una chica que se graduó con las
mejores notas de una buena universidad término como camarera en vez
de ir por un puesto alto en una empresa? Según lo que vi, usted es un
genio en el tema de la administración y finanza empresarial así que ¿Por
qué conformarse con ser una mísera camarera y ahora ir por un simple
puesto de secretaria? –pregunta y siento un poco de rabia por su tono
y forma de hablar de mi trabajo
– A usted solo le basta tronar sus dedos o hacer una llamada para tener
lo que desee –sigo diciendo y él me mira atento –En el mundo real las
cosas no son así. Las cosas no son tan fáciles y las personas como yo,
las comunes, no tenemos lo que deseamos así que no se meta en
asuntos que no le importan –culmino y luego de haberme calmado me
doy cuenta de lo que dije pero negándome a disculparme salgo de la
oficina
Observo la hora y falta 1 hora por lo que rogando a todo ser divino que
por una vez se apiaden de mi ruego que no salga el demonio de su
oficina ni que me llame o algo. Si me va a despedir bien pero no dejare
que insulte lo que hago y hacen personas increíbles que como yo no
corren con la misma suerte que los de su clase o grupo. Algo que
aprendí en este tiempo es que las mejores personas resultan ser las
más humildes pues ellas no te menosprecian por lo que eres sino que,
al contrario, ellas más bien te aceptan y no te cierran las puertas sino
que ellas te ayudan abrirlas. Mi novio fue una de esas personas,
siempre humilde y dispuesto ayudarme a salir adelante a pesar de la
cantidad de secretos que llevo por dentro.
Cuando la hora pasa sin que William salga o me llame tomo mis cosas
y salgo a toda prisa sin despedirme. Camino por las calles un poco
menos transitadas y cuando llego a mi segundo trabajo saludo a todos
con una sonrisa y voy atrás a cambiarme. Abro el pequeño casillero
donde guardo mi delantal y quitándome la camisa de botones y
cambiándola por una simple de manga cortas me pongo el delantal para
luego inclinarme y quitarme los tacones para usar unas viejas converse
negras para una vez lista sujetar bien mi cabello y salir dispuesta a
comenzar mi jornada.
–Hola Siena ¿qué tal todo por tu elegante trabajo? –pregunta Lou, una
chica unos años mayor que yo a la que considero mi única amiga de
verdad
–Es como estar en el infierno –digo con una mueca y ella ríe
–Tienes razón, no soy así, Dejare pasar el tema ya –digo haciendo que
ella sonría
–Oh Siena esto es una delicia, ¡Luis hijo ven a probar un poco! – llama
a su hijo y este imitando a su padre come un poco y suelta un sonido de
aprobación
–Esto es una maravilla papá, debemos crear una igual o mejor para el
nuevo menú, estoy seguro que los clientes la amaran –comenta feliz y
sonrió contagiada de su felicidad
Este día no fue la excepción, corrí por las calles y compre mis cosas,
salude a Aylen, la recepcionista, con la que comencé una nueva amistad
luego de toparnos hace dos días en mi otro lugar de trabajo, para luego
subir a mi piso. Al llegar dejo mis cosas, cierro la oficina del jefe que
como todas las mañanas después de que la limpian queda abierta y me
siento en mi escritorio.
Lo veo y casi podría decir que puede ser una alucinación ya que, la
verdad, es la primera vez que lo veo sonreír y debo admitir que se ve
más guapo de lo que es porque aunque me moleste admitirlo mi jefe es
guapo, sin embargo, ese carácter de mierda y su personalidad ególatra
e irritante le quita toda belleza que pueda poseer.
–Buenos días señor Jones, no sabía que llegaría hoy –hablo viéndolo
aún confundida por su regreso sorpresa
–Solo para que sepa señor –hablo y él me mira –Es mejor intentar las
cosas a quedarse con las ganas y luego pensar que hubiese pasado de
haberlo hecho –digo y salgo de la oficina ignorando cualquier mirada o
palabra que pueda darme
Salgo a toda prisa y espero el elevador que parece hoy estar lento.
Muevo mi pie inquieta hasta que este por fin llega y entro. Presiono el
botón de la planta baja y las puertas comienzan a cerrarse hasta que
justo cuando están por completo cerradas un maletín lo detiene y las
puertas se abren de nuevo haciendo que gruña exasperada.
–Tengo que llegar a mi otro trabajo ¿o ya olvido que soy una simple
camarera? –pregunto recordando la conversación del otro día y el suelta
un suspiro
Vuelvo a ver el número del piso por el que vamos y suspiro. Me remuevo
un poco incomoda por estar al lado de él en un lugar tan pequeño como
un ascensor. Lo miro y un poco de culpa por mi comportamiento del otro
día y justo ahora crece en mi, veo ya falta poco para llegar a planta baja
y recuerdo las palabras de Lou. Respiro y suelto el aire quitando todas
las ganas de discutir de mí cuerpo porque después de todo es verdad,
no soy como él y no deseo igualarlo, debo disculparme o, de lo contrario,
seguiré con esta sensación incomoda hacia él aunque, en parte, sea
por su culpa lo que paso.
–William –digo y sonríe –Si lo que siente es que está en deuda o debe
hacerme un favor por su comportamiento del otro día le acabo de decir
que no se preocupe. Lo he perdonado y no me debe hacer favores
por una obligación moral –termino y el da un paso cerca
–No es por eso Siena. Solo déjeme llevarla por favor –vuelve a insistir
y soltando un suspiro miro sus ojos –Casi oscurece, no es seguro –dice
y entonces noto que es verdad y que mientras más tarde, peor será el
sermón de Ulises y los demás
William entra por el lado del piloto y entonces me doy cuenta de algo,
es él quien conducirá.
– ¿Y su chofer? –pregunto
–Le doy la tarde y noches libres para que este con su familia –responde
mientras enciende el auto –Su esposa y el acaban de tener a su
segundo hijo y el primero no es muy grande así que solo se encarga de
traerme por las mañanas y algunas veces en la tarde o noche que lo
necesite –explica mientras sale del estacionamiento
–Es ser razonable, debe estar con sus hijos y esposa. La verdad es que
lo ocupo más que nada por seguridad y porque, a pesar de todo, es un
buen amigo –dice
–Fue un placer. Que pases buena noche Siena –se despide y salgo
–Estoy bien Ulises tranquilo. Mi jefe volvió y con el trajo trabajo extra,
además, mi teléfono murió y por eso no pude avisar, tampoco fui
consciente de la hora hasta hace poco, de verdad lo siento –digo y el
suspira
–Lo importante es que estas bien pero para la próxima avisa, no importa
si es un simple mensaje hazlo –pide y asiento –Bien, ve con Lou atender
las mesas –dice y sonrió
–Gracias Siena, debo irme pero vigila que nadie entre en mi oficina ni
siquiera a limpiar ¿de acuerdo? –pregunta y me quedo extrañada
–Si señor pero ¿está usted bien en serio? Es raro que deje el trabajo –
murmuro y de inmediato quiero golpearme por ser tan entrometida –Lo
siento, no debí preguntar –me disculpo y el niega con la misma pequeña
sonrisa
Falta media hora para salir y sin duda puedo decir que el día no fue
bueno luego de haber pasado casi 1 hora atrapada en un ascensor con
el miedo de que este cayera por lo que cansada termino el informe final
de las sedes y una vez listo lo dejo en la oficina de William. Analizo todo
el lugar asegurándome de que, como lo pidió él, la oficina esté en orden
después de no haber dejado a nadie entrar y cuando estoy por salir algo
llama por completo mi atención y eso es la vista.
–Siena ¿estás bien? ¿Qué haces aquí? –pregunta sujetando mis brazos
e internamente lo agradezco porque siento que podría caer en cualquier
segundo
–William Jones ya te dije que estoy bien, no hace falta que me lleves –
digo un poco molesta
–Siena Adams deja de ser testaruda y solo camina, te llevare así que
por favor deja insistir en que no lo haga –suelta un poco molesto y la
verdad me sorprende así que asintiendo me rindo y salgo de su oficina
– ¿Quién es ese guapo hombre que está preguntando por ti? –pregunta
de inmediato Lou totalmente emocionada y yo giro mis ojos terminando
de acomodar mi cabello en la coleta
–No te preocupes Ulises está bien, solo vino a comer –digo con una
pequeña sonrisa y el asiente
–Luces más joven vestida así –dice son una pequeña sonrisa
–Pensé que te habías ido ya –digo mirando sus ojos fijamente –Vi tu
auto sin rastro de ti y creí que te paso algo –murmuro
–Decidí esperar para llevarte. No creo que sea seguro que estés sola
por la calle a estas horas –dice y alzo una ceja
– ¿Acaso se preocupa por mi señor? –cuestiono con burla y este ríe
Salgo tomando mis lentes de sol pues el día de hoy no hay nubes si no
un resplandeciente sol que me quema los ojos. Cierro la puerta y hago
mi rutina de siempre la cual es llegar a la cafetería, pedir los cafés y un
trozo de esa delicia de torta de chocolate para luego entrar a la empresa.
–Disculpe señor Jones volveré luego –digo rápido para salir del
ambiente tenso que hay en la oficina
–Pero no tiene por qué hablarte así. Eres una persona y mereces
respeto –habla cuando está delante de mí
– ¿Desde cuándo eso le molesta? Fue usted el que se metió con mi
trabajo de camarera como si no valiese nada ¿recuerda? –digo
mirándolo con burla y él sonríe
–Su café señor –susurro para borrar el ambiente incomodo que se creó
por su comentario
Asintiendo salgo a toda prisa con el corazón latiéndome a mil por hora
¿qué fue todo eso y qué le sucede a mi corazón?
La miro pero ella admira la decoración del lugar que muchas veces
visite. Ambas nos encontramos en el Smile Blue para nuestra hora de
almuerzo. Fue una gran sorpresa que Aylen me dijera comiéramos en
un lugar diferente y lo fue mucho más el escucharme decir que
viniéramos aquí. En el camino le di vueltas al asunto y quizás se deba
a que extrañaba este lugar de verdad y ya no quería estar lejos porque,
después de todo, uno siempre vuelve a esos lugares donde nos
sentimos felices y a gusto.
–Pues no creo que haya mucho que contar realmente –digo comiendo
de mi almuerzo
–Nadie lo hace. Todos creen que porque soy alegre y sonrió siempre mi
vida fue fácil cuando la verdad es que mi tía me dio una gran lección
hace años y es esta –dice poniéndose derecha y aclara su garganta –
“Nunca por más difícil que se ponga la vida debes dejar de sonreír ya
que siempre habrá algún motivo por más pequeño que sea para sonreír
y estar agradecido con la vida” –habla como si anunciara algo y sonrió
–Es una gran lección, gracias por compartirla conmigo –digo realmente
contenta
–Mi pequeña Siena, tenía tanto tiempo sin verte reír así mi niña –dice
Alberto y le sonrió
–Desde que era una bebe. Su familia siempre ha sido la mía ya que sus
padres son mis mejores amigos. Siena y su hermana Lili son como mis
sobrinas o incluso a veces incluso mis hijas –cuenta Alberto
abrazándome y le regreso el abrazo
Cierro la puerta para que nadie vea el estado de la oficina y con calma
me acerco hasta estar arrodillada al frente de él. Su cuerpo se tensa un
poco cuando nota mi presencia a su lado y se esconde un poco más lo
cual me preocupa ¿qué le paso?
–No sé por qué hiciste esto Will pero quiero que sepas que estoy aquí
para ti ¿me entiendes? –digo sincera y el alza su cara un poco para
verme
–No tienes nada que sentir ¿estás mejor? –pregunto con cautela y el
asiente
–Sí, gracias, por favor llama a alguien de limpieza para limpiar este
desastre –pide y asiento
–Lo dije enserio Siena. Gracias, no tuviste que ver esto pero agradezco
tu apoyo –dice mirando mis ojos y sonrió
Camino fuera del baño envuelto en una toalla para luego de estar seca
colocarme mi ropa de hoy lo más rápido que puedo y salir del
apartamento cerrando todo de forma apresurada. Corro por las calles y
al llegar a la cafetería miro el reloj notando que llego a buena hora por
lo que me permito relajarme un poco mientras hago mi pedido de
siempre al chico tras el mostrador.
–Fíjate por dónde vas a la otra –dice alguien y entonces reconozco esa
voz
–Me importa muy poco –digo apretando su brazo y ella borra su sonrisa
por un gesto de dolor
–Estas hecha un desastre Siena, esa bruja cruzo la línea con esto –dice
y la miro
–Ella siempre fue así, más con las secretarias de los señores Jones
según me dicen. Nadie la mira o le habla por eso, se cree que por estar
en una familia de empresarios reconocidos mundialmente tiene el
derecho de tratar a los demás como basura –explica y la miro con el
ceño fruncido
–Pues si piensa que puede humillarme está mal, prefiero dejar el trabajo
antes que soportar estos tratos –digo seria
Entro al ascensor y justo cuando las puertas están por cerrarse lo miro
salir de su oficina e intentar acercarse pero es tarde. Bajo al primer piso
y Aylen me observa para luego acercarse.
–No.
–Lo siento Alberto, sé que tuviste que usar tus contactos para
conseguirme el trabajo y lamento decepcionarlos a ti y a Lili pero he
renunciado –digo y una lagrima se escapa de uno de mis ojos
Furiosa decido levantarme del sillón donde tenía horas acostadas para
asearme y vestirme, basta de estar quieta y sintiéndome una inútil, era
hora de afrontar mis problemas como la adulta que era, como la Siena
Adams que todos conocían.
–Señor, Siena Adams está aquí y desea hablar con usted –habla tan
pronto le contestan –Entendido señor –dice y finaliza la llamada –Puede
entrar –sonríe de forma un poco falsa y vuelve a lo que hacia
–Gracias.
Camino por el pasillo que da a la oficina del señor Ross, pasar por aquí
me hace estremecer pues recuerdo perfectamente que hace no mucho
pase por aquí de forma nerviosa rumbo a la oficina del señor que me
espera y luego salí con un gran peso sobre mis hombros.
–Ojala pudiera decir lo mismo señor Ross pero ambos sabemos que no
es cierto así que no seamos hipócritas diciendo que nos alegramos de
ver al otro –digo seria y el borra su sonrisa – Usted solo me recibe por
el dinero que tengo que pagar –hablo y él me mira sorprendido pero
luego sonreír con lo que parece es burla
–Está bien, tiene razón así que vayamos al grano de una vez, por favor
pase –dice entrando a su sombría oficina
–Dígame señorita Adams ¿Qué puedo hacer por usted? –pregunta sin
dejar su postura inclinada
–Le podría dar un mes más de lo acordado por la situación pero ese es
el tiempo máximo que podría ofrecerle –dice mientras suspirando
comienza a masajear sus sienes
Sin mentir creo que tengo unas cuantas horas acostada observando el
techo, cualquiera que me viera en estos momentos pensaría que estoy
muerta pero solo trato de buscar una solución al gran problema en el
que estoy. Mi mente trabaja y trabaja buscando algo que me saque de
todo esto pero no encuentro más que las opciones del banco. Si no
fuera porque no tengo otro lugar a donde ir entregara el apartamento ya
que, la realidad es, que no me interesa estar aquí sin Charlie.
–Dios Charlie ¿Qué hiciste con ese dinero? –pregunto a la nada la duda
que tenía desde que el banco me cito –Ojala me hubieras dicho porque
entonces todo tendría quizás un poco más de sentido
–Mi rostro está aquí arriba –digo y él me mira a los ojos de inmediato
– ¿Por qué debería volver? No es que sea alguien importante, solo soy
tu asistente, una empleada más a la que puedes reemplazar con solo
tronar tus dedos –digo recordándole las palabras que dijo su hermana
–Oye lamento mucho el comportamiento de mi hermana, ella no es así
en realidad, solo quiere cuidarme de cierta forma –explica y niego
El me mira a los ojos pero parece a la vez no estar en sí, abre la puerta
un poco y entra al apartamento dejándome sorprendida por su
atrevimiento, camina un par de pasos pasando con cuidado de no pisar
los pedazos de la taza para después girarse y hacerme frente. Lo miro
preguntándome que le pasa o que hará pero siendo sincera me está
comenzando a incomodar su mirada, parece que está tomando una
decisión importante sobre mí o algo así.
Justo cuando mis ojos se conectan con los suyos siento sus labios sobre
los míos, abro mis ojos sorprendida al sentir su boca e intento
separarme pero a él no le importa y pasa uno de sus brazos por mi
cintura y la mano de su brazo libre es colocada en mi nuca. William
sigue besándome con una simple presión hasta que se separa un
momento y luego de verme une de nuevo nuestros labios pero esta vez
de una forma lenta y dulce que siendo sincera me gusta pero se siente
mal, no puedo hacer esto, no cuando es él y aun peor, no cuando estoy
en el que era mi hogar con Charlie, no puedo hacerle esto.
–Me iré pero por favor vuelve a la empresa Siena –dice mirando mis
ojos con suplica
– ¿Por qué debería volver? No es que sea alguien importante, solo soy
tu asistente, una empleada más a la que puedes reemplazar con solo
tronar tus dedos –digo recordándole las palabras que dijo su hermana
El me mira a los ojos pero parece a la vez no estar en sí, abre la puerta
un poco y entra al apartamento dejándome sorprendida por su
atrevimiento, camina un par de pasos pasando con cuidado de no pisar
los pedazos de la taza para después girarse y hacerme frente. Lo miro
preguntándome que le pasa o que hará pero siendo sincera me está
comenzando a incomodar su mirada, parece que está tomando una
decisión importante sobre mí o algo así.
Justo cuando mis ojos se conectan con los suyos siento sus labios sobre
los míos, abro mis ojos sorprendida al sentir su boca e intento
separarme pero a él no le importa y pasa uno de sus brazos por mi
cintura y la mano de su brazo libre es colocada en mi nuca. William
sigue besándome con una simple presión hasta que se separa un
momento y luego de verme une de nuevo nuestros labios pero esta vez
de una forma lenta y dulce que siendo sincera me gusta pero se siente
mal, no puedo hacer esto, no cuando es él y aun peor, no cuando estoy
en el que era mi hogar con Charlie, no puedo hacerle esto.
–Me iré pero por favor vuelve a la empresa Siena –dice mirando mis
ojos con suplica
Totalmente seducida por la curiosidad volteo a ver qué es eso que mira
con tanto interés y el color de mi cara estoy segura que desaparece al
igual que mi sonrisa al verlo después de lo sucedido noches atrás.
– ¿La conoces?
–Señorita Adams dos cafés a mi oficina por favor –dice cuando entra
con la mujer a su oficina y cierra la puerta
–Hey tenía días sin verte chica chocolate –saluda con una sonrisa
–Hola chico del café, si estuve fuera unos días –digo con una sonrisa y
el asiente
–Soy Ben ¿Cómo te llamas? –pregunta con una sonrisa que hace
aparecer unos hoyuelos en su cara
–Oh no puedo aceptarlo, deja que lo pague –digo sacando dinero pero
él niega
-Ben.”
–Espera Siena, uno es mío y el otro es tuyo –dice el viéndome a los ojos
esta vez, frunzo el ceño de nuevo –Sabes, te vez muy tierna cuando
haces eso pero no me gusta que lo hagas, parece que te desagrado –
habla y mi ceño se frunce más
–Sea lo que sea que juegues te digo desde ahora que te detengas
William, no estoy interesada en formar parte de un juego –suelto
molesta dispuesta a irme y él se levanta para caminar y quedar frente a
mi haciendo que su escritorio quede justo detrás de mi
–Por favor déjame, detente –pido y negando toma mi cara con su mano
y hace que lo vea
–No creo poder hacer eso Siena, ya es muy tarde para hacerlo –susurra
y dejando un pequeño beso en mi mejilla que me deja sorprendida se
separa de mí y me mira con una sonrisa
–No.
–Si –digo con simpleza y luego de agarrar uno de los cafés me siento
en mi silla
“Quizás sea un aburrido, mandón e idiota jefe pero te aseguro que como
persona, amigo, familiar y quizás pareja soy diferente, espero un día lo
averigües por ti misma así como espero te guste este postre.
-William J.”
Sonrió al terminar de leer la nota por lo tierna que es, es cierto que
William no fue el mejor jefe pues era un idiota al comienzo y que es un
mandón aburrido pero ¿acaso los jefes no son así? No están para
juegos sino para ver que el trabajo se haga lo mejor posible y eso lo
entiendo.
–Eso lo tendría que preguntar yo, es la segunda vez que vomitas y estas
pálida por lo que me pregunto ¿sucede algo? –pregunta y lo miro
confundida
–No.
–Lo estas, joder me involucre con una mujer que seguro esta con
alguien, soy un idiota –comienza a decir agarrando su cabello y suelto
una pequeña risa por la escena
–Ehh detente, primero que nada no estoy con nadie –digo aguantando
las ganas de llorar que llegaron al pensar en Charlie
–Te disculpo pero no quiero que me beses William, no está bien –digo
y el frunce el ceño
–No.
–Mi madre cada vez que estaba mal me decía que haríamos un trato,
era una especie de juego que invento, ella me contaba un secreto y yo
le contaba un secreto– explica y me sonríe –Es lo que tú y yo haremos
ahora mismo Siena
–La razón por la que mi hermana te trato así fue porque una chica llego
a mi vida de forma inocente, fingió no conocerme o querer algo de mí y
terminó haciendo que mi hermana y su pareja casi se separen por un
gran problema y que yo quedara como un cornudo por unos meses al
serme infiel públicamente –dice viéndome y seca mis lágrimas cuando
lo miro sorprendida
–Mi novio murió –suelto sin darme cuenta y él me mira sorprendido por
lo antes dicho
–Mi padre quiere que encuentra pareja, creo que piensa que al hacerlo
estaré mucho más comprometido con el trabajo ya que mi familia
dependerá de esto –explica y niego con la cabeza al pensar en mi
familia
–No tengo buena relación con mi familia, a decir verdad no hablo con
nadie más que mi hermana –murmuro
–Lamento que pasaras por muchas cosas malas pero no mereces pasar
por todo esto sola, te aseguro que yo hare que tu vida no sea tan mala
porque Siena, me gustas –habla y lo miro sorprendida – Me gustas y
pretendo demostrarte que puedes confiar y apoyarte en mí, yo no te
dejare sola Siena
–Quiero que sepas que no lo dije solo por decir, sé que Charlie siempre
estará en tu mente y corazón pero te aseguro que no me rendiré y
tratare cada día de ganarme poco a poco un lugar en tu corazón –
susurra acariciando mis mejillas –Tratare de que el dolor que sientes
ahora desaparezca y sobre todo que en tu cara siempre este pintada
una bella sonrisa como la que tienes justo ahora –dice Will y el corazón
que creía roto y muerto hace acto de presencia aumentando su ritmo
tanto que puedo escuchar sus acelerados latidos
William me estrecha aún más en sus brazos por lo que parecen minutos
pero entonces se separa y acercándose con cuidado posa sus labios
sobre los míos. No sé qué pasara entre nosotros, no sé si él me pueda
ayudar y no se tampoco si todo salga bien, en realidad temo lastimarlo
y que no resulte nada como él quiere, que todo se vaya al carajo pero a
pesar de todo quiero intentarlo porque mi corazón me dice que me
arriesgue a intentarlo.
–Me parece bien pero no tengo nada con Ben, solo es un conocido –
suelto con simpleza y el asiente – Pero igual esto no puede salir de aquí
William, por lo menos en la empresa no se deben enterar, pensaran que
por eso tengo el empleo de nuevo –digo y él se pone serio
–No te preocupes puedo irme sola, hoy debo trabajar pero ya mañana
voy al médico –informo y el niega
–No creo sea lo mejor Siena, debes descansar, luces pálida, tienes
vómitos y la verdad es que aún me parece inseguro que salgas sola de
noche, déjame…–habla pero lo corto al darle un corto abrazo
–Está bien pero ya sabes, espero asistas al médico por esos vómitos –
dice y dejando un beso en mi mejilla se separa –Estaré en mi oficina si
deseas algo –comenta y asintiendo camina a su oficina
–En que te has metido ahora Siena Adams –comento a la nada mientras
lo observo caminar a su oficina
–Oh Siena por cierto –habla volteando a verme con una mirada que no
logro identificar
–Necesito que termines con ese trabajo lo más rápido que puedas, son
para una junta que tengo mañana a la que deberás ir conmigo para que
tomes nota de las cosas más importante que digan en la junta ¿Está
bien? –Pregunta y asiento – Otra cosa, mi hermana dijo que quería
hablar contigo por lo que pasara por ti en la semana aquí para que
pasen un rato juntas, dice que quiere disculparse –dice y me sorprendo
–Eso está mal, ven vamos a pesarte y hacer los exámenes de rutina –
dice y asintiendo voy con ella
–Bueno Siena estas un poco delgada para lo que debería ser tu peso
ideal, también tienes el azúcar muy alta, tus defensas bajas y para
finalizar te puedo decir que tienes principio de anemia según tus
exámenes –dice ella y la miro preocupada
– ¿Y qué tengo que hacer ahora? –pregunto
–Solo fue por costumbre señor Adams, si eso es todo me tengo que ir –
digo caminando pero escucho como se abre la puerta y luego sus pasos
–Yo no soy más su hija, deje de serlo el día que ustedes me dieron la
espalda y me sacaron de su vida –suelto con voz fría y mirándolo a los
ojos
Sus labios se posan sobre los míos de forma dulce y calmada logrando
hacer que mi corazón se acelere de una manera casi inhumana al
mismo tiempo que siento mis mejillas sonrojarse, mis brazos descansan
en su pecho apretando un poco la tela de su camisa y siento que si no
fuera por el brazo de William que me sujeta de la cintura justo ahora
estaría en el piso pues no siento mis piernas del todo. El beso es tan
dulce y lento que sin duda es perfecto, es un beso tierno.
–Dame la receta médica, hare que mi chofer vaya a comprar todo –dice
serio y niego con la cabeza
–No, no dejare que hagas eso, son mis medicinas y las pago yo –hablo
molesta y me suelto de su agarre
–Por supuesto que dejaras que las compre, Siena estas débil, imagínate
que sales y algo te pasa en la calle –dice y niega con la cabeza –
Guardaras reposo absoluto, me quedare a cuidarte y no quiero quejas,
debes tener a alguien que te ayude y vigile mientras te recuperas del
todo –habla y su voz suena preocupada
–No te puedes quedar aquí todos los días hasta que esté mejor, debes
ir a la empresa y hacer tu trabajo, eres el vicepresidente de la empresa
y yo tampoco me puedo quedar, necesitas mi ayuda en el trabajo –hablo
y él se sienta a mi lado
–No quiero irrumpir es su hogar, por eso creo que es mejor el estar en
mi casa, necesitas que alguien te cuide y quiero hacerlo –habla
–Me iré unos días contigo pero debes prometerme que no me vas a
tener en una cama como a una enferma terminal, estoy débil si pero
tampoco vayas a exagerar ¿de acuerdo? –pido y el asiente
–Me alegra que te guste, vamos a comer algo –dice y dejando mi maleta
en la habitación salimos de esta
Puede que no sea tan malo el pasar un tiempo viviendo bajo el mismo
techo con William, después de todo ¿qué puede pasar?
–Estoy mejor, te dije que solo estaba débil no como enferma terminal –
gruño y el ríe un poco
– Aja Oliver pero ¿acaso tú te asustaste por ella? –pregunta William con
burla posicionándose detrás de mí para abrazarme y besar mi mejilla
–Oh Dios que bueno esta esto –dice olvidándonos y comiendo con
urgencia provocando que sonría
–Déjame ver –pide Oliver y antes de que William se niegue este ya tiene
un bocado en la boca – Maldición que bueno esta, creo que la amo Will
–dice sonriendo y Will rueda los ojos
–Mientras sea algo platónico todo bien –dice y toma mi mando la besa
–No paras de sorprenderme Siena.
–Sí, pero logre terminar y ahora estoy libre para pasar el día con mi
novia.
William ríe por su broma y yo lo sigo aún sonrojada hasta que se inclina
y sujetando mi cintura de forma firme roza sus labios con los míos
haciendo que sienta un cosquilleo en estos debido a la distancia casi
inexistente entre sus labios y los míos.
–Entonces Laura luego de ver una capitulo donde salía una niña
flotando en el aire por un hechizo corrió a uno de los muros de la casa
de mis abuelos y se trepo sin que nadie se diera cuenta hasta que salí
y la vi, en un primer momento me aterre pero saliendo de la sorpresa
corrí y ella al verme salto, no sé cómo llegue a tiempo pero logre
atraparla y debido al impacto ambos caímos al suelo –cuenta Will y lo
miro asombrada –Laura no se lastimo, al contrario, corrió como si nada
a la casa para contar su travesura y yo, completamente impresionado
por lo sucedido me levante, en un primer momento creí no me paso
nada hasta que luego de pasar la puerta mi abuela gritara.
–Por lo visto tú y tus hermanos fueron peores que mi hermana y yo, creo
que lo peor que hicimos fue escaparnos en medio de un desfile en un
centro comercial, hicimos que nos buscaran todos los guardias del lugar
–digo entre risas y él me sigue
Puede que Charlie fuera mi primer amor pero algo muy dentro de mí me
dice que William, en un futuro, puede llegar a ser alguien tan importante
como por qué la realidad es que Will no solo me ayuda poco a poco a
superar el dolor sino que él revoluciona de una forma que nunca antes
vi o sentí ya que con él, las cosas parecen correctas y el hueco negro
que tenía en mi pecho desaparece dando paso a mi magullado y herido
corazón que poco a poco, con la ayuda de Will, vuelve a ser el de antes
latiendo cada vez más rápido cuando lo tenga cerca de mi o me besa.
William no es mi cura pero si es alguien que me ayuda a sanar y seguir
adelante con mayor fuerza que antes.
–Está bien, nos vemos mañana señor Jones –digo antes de colgar
Entro y justo como la vez pasada ella pide que me cambie por una bata
de hospital para comenzar con su chequeo a mi persona al mismo
tiempo que me hace algunas preguntas para luego de terminar sentarse
y pedir que me cambie.
–Bien señorita Adams todo parece estar mejor en sus exámenes sin
embargo sigue estando baja de peso por lo que le pediré que siga con
las vitaminas y la dieta ¿de acuerdo? –pregunta y cuando aparezco ya
cambiada con mi ropa
–Sus niveles de azúcar están bien, las defensas y valores parecen estar
correctos pero me sigue preocupado su peso y la anemia, debo
advertirte señorita Adams que debe tratar lo más que pueda de cuidar
de su salud–explica y la miro preocupada –Señorita Adams está en un
estado delicado ya que si la anemia pasa a un caso más severo podría
llegar a tener complicaciones en su salud por lo que le pondré un nuevo
tratamiento para así tratar de combatir su anemia y erradicarla lo más
pronto posible, de lo contrario si esta incrementa su gravedad podría ser
muy peligroso para usted debido a que no sabemos sus antecedentes
médicos familiares y debemos ser cuidadosas.
Corro de un lado a otro tomando pedidos y llevando la comida ya lista,
el lugar hoy por la noche está repleto y es demasiado para Lou y para
mí pero haciendo uso de todas nuestras fuerzas tratamos de llevarlo lo
mejor que podemos y dándonos pequeños minutos de descansos para
tomar aire. Regresar tardo dos días de lo necesario debido a que
William tan quisquilloso como siempre quiso que esperara dos días más
para trabajar y solo para asegurarme de estar completamente bien
accedí más ya estaba de regreso a mi casa.
William asiente riendo pero antes de que pueda girarme para irme el
sujeta de nuevo mi mano evitando que me aleje por lo que girándome
de nuevo lo miro.
–Lo sé, te prometo que te contare todo lo que me dijo pero ahora
siéntate y déjame ir, tengo trabajo que hacer.
–Solo estamos dejándonos llevar Lou eso es todo –digo con tranquilidad
y ella me mira sorprendida
–Oh por dios, lo sabía, no era casualidad que viniera estos últimos días
sino que viene por ti –dice con una sonrisa para luego girar sobre sus
pies y uniendo sus manos hace una pose chistosa –Es tan romántico.
–Bien, sigue con tu trabajo entonces que ya casi es hora de cerrar –pide
y asintiendo me alejo
Paso el resto del tiempo que falta para cerrar tomando pedidos y
sirviendo pedidos, William al igual que los últimos días come y se sienta
a esperar por mí, a pesar de asegurarle de que no hace falta me lleve a
casa él es tan terco que espera las horas que faltan para que termine y
hoy no es la excepción.
Salimos del lugar y como es común desde hace dos días el me guía a
su auto. Subo y luego de que él está dentro arranca pero a diferencia
de otras veces algo parece distinto y ese algo es el camino por lo que
extrañada me giro para verlo.
–Me gusta la comida china, es una de mis favoritas a decir verdad –digo
probando un poco del arroz –Esta delicioso, recuérdame agradecerle a
Oliver por esto –pido y él me mira divertido
–Está bien, gracias por todo William, ha sido una sorpresa muy
hermosa, nadie tuvo un detalle así antes y me a fascinado –digo entre
risas y él se detiene para verme
William une sus labios a los míos en un beso lento, dulce y totalmente
romántico para luego separarse y regalándome una sonrisa
completamente resplandeciente me ayuda a levantar para comer
ambos con tranquilidad en un ambiente totalmente cómodo entre
palabras, historias graciosas y anécdotas del día. William Jones es un
enigma para mí así como yo lo soy quizás para el pero poco a poco
vamos avanzando en este camino que decidimos tomar juntos para
descubrir no solo lo que sentimos sino también los secretos que
escondemos y puedo asegurar ahora si con gran seguridad que William
Jones puede llegar en un futuro a robar mi corazón porque él me ayuda
hacerlo volver así como que las heridas que por tantos años estuvieron
sangrando, a pesar de la ayuda de otros, se cierren y curen.
– ¿Qué no? Siena estabas cargando una deuda que no era tuya, no
podía dejar que siguieras matándote en tus dos trabajos y que pensaras
buscaras otro para pagar ese monto ¿Cuándo ibas a dormir?
¿Recuerdas lo que te dijo la doctora sobre ser cuidadosa? –pregunta
molesto
–Vete por favor William, justo ahora estoy muy molesta y no quiero verte
o no sé qué cosas podría decir, no quiero lastimarte por lo que te pido
que te retires –susurro y él me ve sorprendido
–Bien, me iré pero quiero que sepas que no me arrepiento de nada, solo
quería ayudarte y me alegra el haberlo hecho –dice y tomando su
chaqueta se acerca a mí –Llámame cualquier cosa ¿bien? –susurra y
dejando un beso en mi frente se aleja
“27-09-2016
Decir que lo amo es quizás loco para muchos, quizás algunas personas
como mis padres, mis conocidos y sus amigos piensen que no debemos
estar juntos pero al diablo ¿Qué les importa a ellos nuestra vida? Yo lo
amo y él me ama de eso no tengo duda, él me apoya, me entiende…él
me hace feliz.”
Esa fue la primera vez que admití mi amor por Charlie unos meses
después de comenzar a salir, todos estaban en contra y recuerdo que
incluso mi madre quiso llevarme a un psicólogo porque pensaban era
solo una fase rebelde el salir con un chico como él. Charlie no era malo
como todos pensaban, era solo un chico que trataba de evitar ser
lastimado por el mundo, que se defendía y defendía lo que pensaba y a
las personas que quería, el podía parecer un chico “rudo” y sin donde
caer muerto pero todos se equivocaban. Charlie era un luchador, un
chico que salía cada día a trabajar para mantenerse y luego para
ayudarme a mí.
Paso las páginas y otra llama mi atención, es la del día que deje la casa
y di la noticia que desencadeno una lluvia de verdades, unas dolorosas
verdades que mis padres guardaban como secreto.
“01-01-2017
Sigo pasando las hojas y sigo leyendo las páginas. Lagrimas comienzan
a bajar por mis mejillas y pequeños sollozos salen de mi boca,
recuerdos pasan por mi mente a medida que paso las paginas hasta
que llego a la última página donde escribí y me hace romper en un
llanto sin paranza y que me impide leer algunas cosas pero no es
necesario pues recuerdo claramente lo que escribí.
“05-05-2017
Escucho como tocan la puerta, seco mis lágrimas y con todo mi pesar
salgo y abro la puerta. Mi mirada se encuentra con esos ojos azules tan
vivos y diferentes a los míos, lo veo y él me mira, en su mirada veo dolor
y cuando me animo hablar el jala mi brazo y rodeando con los suyos me
levanta. William entra conmigo en brazos y me sienta junto a él sin dejar
de rodearme con sus brazos, lloro sacando todo el dolor que tengo
dentro y él me sujeta mientras besa mi cabeza, él deja que me aferre a
su cuerpo como si fuera una tabla de madera en pleno océano, una
tabla que me ayude a flotar y a no hundirme.
–Esa es la cosa Will, yo no lo dudo –digo viéndolo y por primera vez soy
yo quien tomando su rostro entre mis manos, lo acerco y beso
El dormir con William fue, a decir verdad, muy cómodo por sus brazos
que me rodearon como si fuera un oso de peluche y su cuerpo que se
amoldaba al mío con tanta confianza y familiaridad como si ya hubiese
pasado. William me transmitía un poco de su calor corporal y se lo
agradecí en el alma pues tanto la noche de ayer como la mañana de
hoy hace frio, un frio capaz de traspasar la sabana y la tela de mi
pijama helándome los huesos pero por suerte tengo a Will. Despierta
salgo de su agarre con cuidado pero no doy ni un paso cuando un
William despierto y al parecer juguetón me abraza de nuevo y me
acuesta en la cama.
–No fue por eso y tranquilo, solo estaba molesta y aunque no estoy de
acuerdo con lo que hiciste lo agradezco mucho, sé que lo hiciste por
ayudarme.
–No tengo nada que disculpar, todo está bien y Will –digo y me mira
– ¿Si? –pregunta
–En verdad aprecio lo que hiciste, nadie jamás tuvo un gesto así
conmigo, tú me ayudaste a que ese peso que tenia se fuera, prometo
que te devolveré todo ese dinero –digo sonriendo
–No hace falta Siena, con que sigas a mi lado como mi novia y secretaria
me doy por satisfecho, no lo hice para que me debas sino porque quería
ayudar –murmura y besa mi frente
–Gracias –susurro sonrojada y con el corazón latiéndome a mil por
minuto
–También me hace feliz que estés conmigo –digo y ahora soy yo quien
lo besa
–Claro que sí, tu luces más relajada, feliz y hasta joven pero ¿el señor
Jones? Él parece otro hombre a pesar de seguir siguiendo serio en las
oficinas –responde
–Sí, me atiende casi todos los días cuando vengo ¿Por? –cuestiono y
ella sonrojada evita mi mirada
–No, por nada, solo preguntaba –susurra y la miro confundida hasta que
lo capto
– ¿Te interesa?
–No, no lo conozco ¿Cómo podría interesarme? –cuestiona
sonrojándose aún más y me sorprende ese hecho
–No veo él problema, es muy posible ¿no conoces eso del amor a
primera vista? –pregunto con una sonrisa y ella niega
–Lo siento, la maquina no quería servir y tuve que revisarla pero aquí
está su orden chicas –dice tratando de calmarse
–Los balances los envié a tu correo junto a los informes que hice,
también tengo aquí un mensaje que te dejo una empresa del este y
recuerda tienes una reunión en una hora para mostrar el avance del
proyecto que están realizando –informo y entonces saco la bolsa de
papel –Te traje unos emparedados de pollo y un café, provecho Will –
digo dándole la bolsa y tomo asiento
–No sé cómo hacía para tener el control de todo antes de que llegaras
–susurra inclinándose y dejando un beso en mi cabeza –Gracias, estaré
en mi oficina para luego ir a la junta
–Debías dejar todo en orden, era necesario o pudo seguir el error que
tenían y generarle perdidas a la empresa.
–Bien, cuando tomes tu decisión yo estaré aquí para apoyarte con ella
sin importar nada.
–No tienes nada que agradecer, te apoyare sin importar nada –dice y
me besa – ¿Te quedarías conmigo esta noche?
–Bien, me iré a dar una ducha rápida y podemos ver una película.
–De acuerdo.
Will no responde sino que nos lleva a su cama y riendo me deja en esta
y comienza hacerme cosquillas.
–Will deja, para por favor que no respiro –pido y el sigue riendo
–Nada
–Estoy segura William, quiero hacer esto –le sonrió y luego de verme
un largo rato asiente
–Está bien –dice y sonrió inclinándome para besarlo
–Te quiero Will –digo y toda duda parece irse de sus ojos
–Si no estás segura dímelo ahora que aún estoy cuerdo por favor –pide
pero lo ignoro y beso nuevamente de forma apasionada
Si antes pudimos haber sentido frio eso se acaba porque siento justo
ahora un increíble calor que me está quemando por dentro y cuando su
boca deja un camino de besos de mi cuello hasta el valle de mis pechos
todo en mi vibra a la expectativa de lo que vendrá porque siento que
con William Jones, todo será apasionado e increíble.
Despierto y con una sonrisa miro a mi lado donde Will duerme
plácidamente, esta vez no me abraza por completo asique alzando su
brazo salgo de la cama y tomo su camisa junto a mis bragas y salgo de
la habitación.
–Dios Will no hagas eso, me has asustad –digo girando para ver su cara
la cual tiene una sonrisa
–Lo siento cariño –se disculpa y negando con la cabeza beso su mejilla
–Siena –me llama y lo miro – ¿Qué paso el otro día que te encontré
llorando? ¿Qué te puso en ese estado? –pregunta y bajo la mirada a mi
comida
– ¿Quieres contarme?
–Estaré callado.
Will tiene sus manos en sus muslos y su mirada seria demuestra que
me presta atención, cuando ve que no se si continuar él sonríe y me
abraza pero lo alejo y respirando asiento dando la oportunidad de que
pregunte lo que se quiere saber.
– ¿Qué tenías?
–Lo perdí –digo con un hilo de voz, siento sus brazos levantarme y
sentarme en sus piernas –Para cuando cumplí los 4 meses de
embarazo la doctora me dijo que él bebe no se estaba formando como
se debía y que el embarazo estaba en peligro, me mando reposo y eso
hice hasta que…–me detengo y respirando continuo –Una noche estaba
durmiendo y me desperté por un dolor, estaba sangrando y no sé como
pero en poco tiempo estábamos en el hospital, al cruzar la puerta todo
se volvió negro y solo sé que desperté días después y me sentía
diferente, Charlie me abrazo y dijo “lo superaremos juntos”, fue
entonces que entendí todo, haba perdido al bebe –termino de contar y
Will me abraza
Mis lágrimas mojan su camisa y sollozos salen de mi boca. Lloro sin
parar abrazándolo y William me abraza más fuerte como si temiera,
quizás, que me rompiera en pedazo al soltarme.
–En verdad lo lamento cariño, nadie merece pasar por un dolor así –
susurra sin soltarme y besa mi sien
–Sentí que me hundía días después, me sentía sola y al leer las notas
todo regreso de golpe y fue inevitable no recordar esos sentimientos y
sensaciones de soledad que me abrumaron completamente –explico
separándome de él
–Ahora lo entiendo, lamento que pasaras por algo así y por todo lo que
has sufrido después, me encantaría haber estado antes junto a ti y evitar
que sufrieras todas esas cosas que hoy te causan tanto dolor.
–El dolor es inevitable Will, no pueden haber días buenos sin pasar por
días malos, de lo contrario, la vida sería fácil y no aprenderíamos
lecciones –murmuro y sonrió aún con lágrimas en los ojos –Aún me
queda mucho por sanar, superar las tormentas no siempre es fácil pero
dame tiempo, no me rendiré hasta cerrar cada herida que tenga
–No solo te daré tiempo sino que estaré contigo ayudándote a sanar
todas tus heridas –dice quitando mis lágrimas y sonriendo lo abrazo
–Uff suertudo él por estar rondando por esta cabecita –dice mientras
sujeta mi rosto y me mira a los ojos
–Suertuda yo que lo veo todos los días –comento y el ríe para luego
acercar sus labios a los míos y besarme
–Creo que ambos son suertudos al tenerse el uno al otro –dice una voz
y separándonos vemos a la entrada donde se encuentra su hermana
Pensé que me había librado de esa salida hace unos meses, Will le dijo
que estaba de reposo y ella lo entendió pero ahora está aquí queriendo
charlar y ninguna excusa lo podría evitar.
–Seguro que eso lo puedes hacer después, por algo Will te mantiene
aún trabajando aquí, no creo que sea solo por el hecho de que seas su
novia ¿o no? –habla ella con una sonrisa torcida a su hermano
–Es la mejor en su trabajo, seguro que si me descuido estará ella
haciendo mi trabajo y yo el de ella –habla William y suelto una pequeña
carcajada que le saca una sonrisa a él
– ¿Enserio tengo que ir? –pregunto rodando mi silla para verlo con un
pequeño puchero infantil
–Si no vas nunca sabrás que es tan urgente para que ella quiera verte
y hablarte, Laura no es tan mala y además, ya le cancelaste una vez,
no querrás que la única persona de mi familia que no te acepte sea mi
hermana, anda por favor, hazlo por mí –pide y suelto un suspiro
–Está bien, lo hare –suelto frustrada –Pero solo serán dos horas
máximo y regresare aquí hacer mi trabajo
–Nos vemos más tarde, te quiero –besa mis labios de forma casta y
camina a su oficina
–Espero el auto –dice como si fuera lo normal y recuerdo que ella tiene
su auto
–Bueno creo que lo primero que tengo que hacer es ofrecerte una
disculpa Siena –dice y la miro sorprendida
–Sí, lamento el haberte tratado tan mal, fui una mala persona contigo
injustamente y aunque ninguna excusa es suficiente para que eso sea
pasado por algo o aceptado quiero que sepas que solo trato de cuidar
a mi hermano mayor –dice y la miro sorprendida
–Pensé que él era menor que tú –suelto con sorpresa y ella ríe
–No no, es solo que por el cómo lo tratas, pareces la mayor –digo y ella
asiente
–Entiendo.
–Me parece injusto que nadie te deje hacerlo, eres una mujer muy capaz
de desarrollar algún trabajo, no importa si tienes la necesidad o no si
quieres hacerlo entonces hazlo, si quieres puedo hablar con William e
intentar que recapacite –murmuro y ella me mira
–Oh lo siento –dice viendo al frente – ¿De verdad podrías hablar con
él?
–Sí, puedo hablar con él si es lo que deseas –digo soltando el aire que
contuve por el susto
–Vamos a comprar unas cosas que necesito para mi casa, dar una
vuelta y seguir conociéndonos –dice con una sonrisa que luego se borra
–Solo si tú quieres claro
–Gracias por este día Siena, en verdad hice mal en tratarte como lo
hice, estoy muy apena por lo que te hice –susurra bajando la cabeza y
pongo mi mano en su hombro
–Lo sé, Will me conto un poco de eso –digo y ella me mira sorprendida
– ¿Lo hizo? –Pregunta y asiento –En verdad te debe amar, Will nunca
quiso volver hablar de eso, odio a esa detestable mujer. Will la conoció
en un bar, ella se le acerco sabiendo obviamente quien era y él no pudo
pasar de su atractivo, luego de un año se hicieron novios y la presento
a la familia –cuenta y suspira –Ese fue su mayor error, esa perra intento
seducir a mi esposo pero él no acepto y nos lo dijo lo cual termino
desencadenando una gran pelea entre William y mi esposo por no
creerle pero luego de un mes de no hablarnos vi en la televisión su foto
y como decían que esa perra fue vista entrando en un hotel con un
hombre diferente –cuenta y la miro sorprendida
–Por favor Siena no le hagas daño, Will puede ser un idiota pero es el
mejor hombre que pude conocer y cuando ama a alguien es mucho
mejor porque el ama de verdad y no teme entregar su corazón –dice
con una sonrisa y asiento confirmando lo que dice
– ¿Te dije alguna vez que eres la mujer más hermosa que vi? –pregunta
y sonrió a la vez que el calor sube a mis mejillas
–Mm deja que lo repito –susurra besando mi cuello para luego verme a
los ojos –Eres la mujer más hermosa que vi en la vida –dice y me besa
William deja más besos por mi cuello y girando la cabeza un poco le doy
más acceso a este mientras sus manos quitan el nudo de mi toalla para
dejarme fuera de esta con mi cuerpo desnudo ante su mirada.
–Te amo Siena y lo repetiré de nuevo, eres la mujer más hermosa que
vi –susurra acariciando mis mejillas y mi sonrojo aumenta de nivel
expandiéndose a mis orejas y cuello
Salgo del auto de William el cual me deja en mi casa, fue un largo día
de trabajo en el cual ambos estuvimos corriendo de una junta a otra y
haciendo informe sin parar hasta que pudimos terminar. Saludo a Will
con la mano y luego de él hacer lo mismo para luego lanzarme un beso,
veo como acelera y se pierde entre las calles, amo a ese hombre y nada
lo podría cambiar.
Entro al edificio y una vez llego al pasillo donde está mi puerta me quedo
petrificada al ver que la puerta de mi casa esa entreabierta. Con el
miedo creciendo en mí me acerco hasta esta y luego de respirar unas
diez veces en busca de calma y un poco de valor entro al apartamento.
–No lo sé, llegue aquí y todo estaba así –susurro y el besa mi cabeza
–No señor, yo soy la única que vive aquí desde hace unos meses y
tengo ambas copias de la llave –digo y él lo anota en una libreta
–Señor no se encontraron huellas en el lugar –habla un agente llegando
a nosotros con rostro serio –Parece que todo fue realizado por
profesionales
–Bien, por favor necesito que se retiren y que pasen por la estación para
declarar todo de manera oficial y responder algunas preguntas –pide el
agente y asentimos
–No es nada pero ahora ven, salgamos de aquí que no te hace bien
estar aquí más tiempo –pide y asiento dándole mi mano la cual no duda
es sujetar
–No sé qué fue lo que paso pero planeo averiguarlo y no dejare que
descansen los agentes hasta saber quién fue el responsable, te lo
prometo Siena –dice viendo fijamente mis ojos para luego besar mi
frente y hacerme entrar a su auto
–Lo que daría por saber que pasa dentro de esa cabeza –dice William
causando que salte del susto
–Lo siento Siena –llega a mi escritorio y gira mi silla para luego ponerse
de cuclillas frente a mí – ¿Qué pasa? –pregunta y dejo de verlo
–Odio verte así de destruida, daría todo lo que tengo por no verte nunca
más así, con lágrimas en los ojos, triste y angustiada –acaricia mis
pómulos y con sus pulgares quita las lágrimas de mi cara
Will vuelve a su oficina a buscar sus cosas mientras yo recojo las mías
y lo espero cerca del ascensor pero él llega hasta donde estoy sin nada
y en su rostro a un gesto de disculpa.
–Me parece perfecto, espero tengas una gran comida –deja un beso en
mi cabeza y luego un casto beso en mis labios
–No puede ser –susurro y lo miro caminar calle abajo por lo que no lo
pienso dos veces y corro ignorando al mesero que llega con mi orden
Corro y busco pero no lo veo, miro por todos lados pero no hay rastros
de Charlie, por mi mente pasa la idea de que solo fuera una alucinación
pero parecía muy real para serlo y entonces pienso que quizás confundí
a un chico con él.
–No dije que lo estuvieras, solo no entiendo como lo pudiste ver si está
muerto –dice
–Para que están las amigas y cuñada si no es para ayudar –dice y sonrió
La luz que comienza a entrar por la ventana me hace cerrar los ojos un
momento para adaptarme a esta, no conseguí pegar ojo ni 10 minutos
en toda la noche pensando en William, lo que está sucediendo y,
sobretodo, en Charlie. ¿Cómo puede él estar vivo? Se lo que vi y sé que
era él, es imposible que mi mente lo imaginara por lo que tuvo que ser
él.
–No tienes que mentir, tu cara delata tu falta de energía y tus ojos rojos
e irritados el que estuviste llorando ¿tan mala fue la discusión con Will?
–interroga y dejo de verla
–En parte es eso, en verdad gracias por recibirme Laura, jamás olvidare
este favor –le digo y ella sonríe
–No es para tanto Siena, eres bienvenida las veces que quieras –sonríe
y sale de la habitación para unos minutos después volver a entrar con
una muda de ropa en sus manos –Supuse que la necesitarías, no
trajiste nada para cambiarte –habla y la miro sorprendida
Observo la ropa y tiene razón, son unos jean oscuros y una camisa gris
de mangas largas, junto a mis zapatos está perfecto. Entro al baño y
luego de tomar la ducha más delicada debido al corte de ayer en mi
rodilla salgo en una fina toalla blanca, me visto y luego de acomodar mis
cosas en la habitación salgo.
–Oh Siena note vi llega, ven a comer –habla Laura y Garrett me ve para
luego con su cabeza hacer una seña de que me acerque
–Buenos días ¿en qué le puedo ayudar? –pregunta sin mucho interés
–Quisiera hablar con el oficial José Medina –pido y ella abre sus ojos
con sorpresa para luego bajar la cabeza
–Pues a menos que tengas una ouija no creo que puedas, pase bien
día –dice la mujer y vuelve a teclear
–Hace casi cuatro meses –responde y mira a los lados para luego verme
y pedirme que me acerque como si me fuera a decir un secreto –Lo
asesinaron, al oficial José lo secuestraron junto a su familia y lo
torturaron antes de ver morir a su familia y luego morir él –dice y abro
mis ojos con sorpresa –El mundo es cada vez menos seguro señorita –
susurra la oficial y asintiendo me retiro
Camino por las calles hasta el hospital central y una vez en este pido
información sobre el médico que realizo la autopsia de Charlie, cuando
me dicen que se encuentra en la cafetería corro hasta allá y una vez lo
encuentro me acerco.
“Siena ¿dónde estás? El señor Jones llego hace rato y tu aún no llegas.”
“Siena por favor ven, el señor anda con un humor de los mil demonios.”
Will
“Siena odio que estemos lejos, por favor hablemos y arreglemos las
cosas.”
Número desconocido
–No tengo nada que decirte William, esta relación no funciona, yo…–
tomo aire y lo miro a los ojos con lágrimas –Yo sigo amando a Charlie
Will me mira sorprendido y retrocede unos pasos, luego su mirada se
llena de tristeza y luego de rabia.
–No miento, yo lo sigo amando, solo estaba contigo para olvidarlo pero
no pude, yo lo amo –repito y Will agarra la lámpara de la mesa y la
estrella contra la pared
Caigo al suelo llorando, se fue, lo perdí pero era por su bien, jamás
dejaría que le pasara algo a él o a otras personas por mi culpa. Salgo
de la habitación con mis cosas y en el pasillo veo un rastro de destrozos.
–El señor William salió hecho una furia rompiendo todo, le dejo una
maleta con ropa abajo señora –dice y asiento
Con un poco de miedo por el tener que ver a Will después de lo sucedido
ayer decido ir, no sé si es buena idea pero si no hago esto no poder
continuar y necesito saber si mis sospechas son ciertas. Salgo de la
habitación del hotel vestida con una camisa negra manga larga de
botones y un jean oscuro junto a unos tacones negros, agradezco que
el hotel quede a unas cuadras y camino para luego de lo que supongo
son 20 minutos llego y Aylen me mira preocupada.
Siento que todo tiembla pero luego de un minuto me doy cuenta que no
es mi alrededor sino que soy yo la que tiembla, los nervios y por verle
son incluso peores a esos pequeños nervios del primer día que llegue a
trabajar. Las puertas se abren y entonces lo veo, él está sentado en la
silla frente a mi escritorio con un rostro serio, en su mano tiene un vaso
con un líquido amarillento y de inmediato sé que es whisky, más
específicamente el whisky que descansaba en un pequeño mesón
donde tiene algunas botellas, fotos y carpetas.
–Señorita Adamas, pensé que jamás llegaría –dice con una sonrisa
falsa
–No pensé que me quisiera aún como su asistente señor Jones –digo y
el suelta un pequeña risa sarcástica
–Will creo que lo mejor es irme, no creo que funcione esto de trabajar
más juntos –murmuro y la suelta una risa
Adelanto lo más que puedo el trabajo pero cuando William sale tiemblo,
el luce realmente diferente. Sus ojos fríos no demuestran ni un poco lo
que demostraban antes, la ventana se ha cerrado y todo por mi culpa y
de la persona que me está escribiendo.
Las lágrimas que luchan por salir pican en mis ojos y las dejo correr
libremente por mi rostro sin importarme que él me vea porque, después
de todo, William no es un extraño, él no pensara que soy débil o una
tonta, me vio en mi momento más triste cuando le narre sucesos del
pasado y no me juzgo sino que me apoyo porque eso hacen las
personas que de verdad te aman, te apoyan y consuelan sin importar
nada cuando más las necesitas.
–Siempre odie que me vieran llorar porque odio parecer débil ante la
gente pero contigo es diferente, siento que contigo no debo aparentar o
tragarme todo, en ti puedo confiar –murmuro con voz quebrada y el besa
mi frente
–La primera vez que te vi dije “¿qué pasa con esa chica? Parece tan
rara, es atractiva pero jamás estaría con alguien como ella”, ese fue mi
primer pensamiento luego de tus palabras en plena calle luego de tu
torpeza al cruzar sin ver –dice y lo miro ofendida sacándole una
carcajada –Pero mírame ahora, tan fascinado y enamorado de esta
chica rara y hermosa con la que un día compartí secretos en esta misma
oficina –besa mis labios –Te amo siena, ese es el secreto a voces que
te comparto hoy ¿me quieres tu decir algo? –pregunta
–Tengo tantas cosas que decirte Will –murmuro y el limpia mis lágrimas
con sus pulgares –No sé qué está pasando justo ahora pero te lo diré,
solo que no ahora, necesito irme, no puedo seguir aquí en este estado
–Anda a mi casa por favor y espérame ahí, te prometo que apenas salga
iré a verte –pide y le doy una pequeña sonrisa
–Está bien, te prometo que te diré todo, no quiero perderte ni arruinar
esto –digo y el besa mi labios de nuevo para luego separarse de mí
–Te lo dije maldita perra, estaba cerca y no hiciste caso –dice una voz
varonil y me tenso mientras lagrimas salen de mis ojos
–Veo que ya despertaste cariño –habla el Tío de Charlie con una sonrisa
tétrica
– ¡Ya! ¡Por favor déjame! –grito pero el agua no se detiene hasta unos
minutos después
–Sé que tu no lo tienes querida niña pero el idiota de tu novio si, Charlie
se robó una gran cantidad de drogas de mi oficina la cual ya tenía un
destinatario, tuve que devolver el dinero y quiero que él me devuelva
cada centavo que perdí por lo que hizo –dice furioso y Mila se aleja un
poco de él
–Tu muy querido novio trabajaba para mí, no somos familia –habla y me
mira – Ese día que tu entraste a la casa y me viste junto a Mila
estábamos buscando el dinero por vender las drogas del mes pero obvio
el muy tonto se tuvo que enamorar de una estúpida chica buena y eso
lo hizo querer ser mejor, renuncio tiempo después pero no conforme
quiso arruinar mi negocio así que llego y se robó la droga un día que no
estaba –cuenta molesto y ríe de forma siniestra –Tuve que hacerme
cargo de él, si se hubiese ido tranquilamente lo hubiese dejado pero lo
que hizo se paga con el tipo de muerte que una rata como el merece
–Solo quite unos pernos de su moto pero no fui el que acelero a más de
120 km/h solo porque un auto lo perseguía, admito que estaba en ese
auto y que le trate de disparar pero bueno, la moto se fue de lado, él
salió volando y lo creí muerto, me fui y entonces resulta ser que el
maldito si se merece su apodo, es como un gato con 9 vidas –narra y
gruñe – La ambulancia llego y lo salvo pero el muy maldito le conto al
oficial lo que sucedió y él lo ayudo junto al doctor, fingieron su muerte y
por un tiempo estuve bien con eso pues el negocio es bueno y me
recupere pero ¿Qué crees que paso cuando un día salí con Mila a pasar
un día con mi querida hija? –pregunta y acaricia la cabeza de su hija la
cual parece tan asustada como yo de su padre
Con las pocas fuerzas que tengo me visto de forma rápida y entonces
noto que es mi ropa la cual está limpia, me arrastro hasta el rincón
donde una almohada se encuentra y me acuesto para luego sin fuerza
comenzar a llorar. Lloro como nunca antes lo hice, lloro por mí, lloro por
William que seguro está preocupado y lloro por no haberme dado cuenta
antes de todo esto y acudir a la policía, fui una idiota que quiso buscar
respuestas sola y ahora estoy envuelta en este problema.
WILLIAM
¿Cómo demonios fue que todo esto pasó? ¿Cómo es que todo puede
pasar de ser bueno a malo en cuestión de horas e incluso minutos?
¿Cómo?
Mi corazón se aceleró y quise sonreír con todas mis fuerzas cuando dijo
que no tenía el informe listo pues eso era parte de mi plan, llevarla a mi
oficina, arrinconarla y descubrir de una vez por todas si en verdad dejo
de amarme o todo era una excusa para alejarme y entonces paso, la
bese, recordarla devolverme el beso fue lo mejor del mundo y es lo que
me da consuelo justo ahora, pensar que cuando todo esto termine la
volveré a tener conmigo y nada malo le pasara porque no permitiré que
nada malo le vuelva a pasar a Siena.
Vuelvo al presente cuando el oficial que esta frente a mí me habla y
frunciendo el ceño lo miro.
–Muy bien solo una pregunta más señor Jones ¿sabe por qué alguien
la secuestraria? –interroga y gruño
– ¿Por qué lo dices? –pregunto y ella me mira con una pequeña sonrisa
–Lo hizo, discutió como toda una leona pidiendo que te diera un puesto
o hablara con tu esposo y papá para conseguirte uno, ella en verdad
peleo por eso y lo consiguió –sonrió y ella llora –Aún no sé en qué cargo
te pondré
–Eso no importa ahora, ella tiene que volver, ella debe conocer a mi
bebe y estar contigo, jamás habrá otra chica más digna para ti que ella
–susurra con voz rota y comienza a llorar de nuevo
Abrazo a mi hermana como no lo hacía desde hace años, nos
abrazamos como cuando éramos niños, nos abrazamos como antes de
que ocurriera todo lo que nos separó y entonces me doy cuenta de algo.
Siena nos volvió a unir, ella hizo que algunas cosas que nos molestaban
desaparecieran, lo hizo conmigo enseñándome el tipo de persona que
estaba siendo y demostrándome que se puede cambiar para mejorar,
ella me hizo mejor.
La dulce Lili está sorprendida mientras sus padres lucen pálidos, una
expresión seria y molesta aparece en sus rostros luego de un segundo
y no entiendo lo que sucede por unos minutos hasta que entonces Lili
habla.
– ¿Charlie?
WILLIAM
–Bien señor ¿Quién es usted y por qué cree que puede ayudar a la
señorita Adams? –pregunta el oficial
–Te estaba buscando desde hace mucho tiempo, vaya que saliste difícil
de encontrar –murmura el hombre y Charlie alza las manos
–Este hombre traficaba drogas para un nuevo cartel que surgió señor –
explica el hombre mientras esposa a Charlie
–Aunque no me crean amo a Siena pero tenía que irme, sé que le hice
daño y por eso te agradezco todo lo que hiciste y haces por Siena, ella
se merece a alguien como tú –habla y lo miro serio sin responder
Los días pasan cada día más lento y el dolor que siento en mi pecho
crece más rápido. La madre de Siena fue ingresada en un hospital
debido a una enfermedad que resulto tener y Lili se está quedando
conmigo, ni sus padres ni yo creemos que la pequeña rubia deba estar
en un hospital con todo esto, ya tiene suficiente con lo de su madre y
Siena para estar en ese ambiente o sola en su casa. En esta semana
estuve tratando de animarla o distraerla aunque ni yo pudiera controlar
mi estado de ánimo, ambos vamos a la comisaria con frecuencia
preguntando por el caso pero siempre dicen lo mismo.
WILLIAM
–Agente Anderson le pido por favor que la traiga sana y salva –pido
rodeando a Lili y el nos mira
SIENA
Un nuevo golpe llega y suelto un quejido que hace que uno de los
hombres ría con más fuerza para luego ponerse de cuclillas frente a mí.
–No voy a dejar que esta maldita zorra me falte el respeto, yo le voy a
enseñar –habla el tal Owen
Alguien quita al sujeto de mí y entonces veo a Mila, ella está de pie con
una pistola entre sus manos, luce pálida y sus manos tiemblan mientras
apunta al otro sujeto que deja a Owen en la esquina.
Observo a Mila y cuando sus ojos se encuentran con los míos veo
lagrimas en estos, ella se acerca y trato de moverme pero el dolor de mi
pierna es demasiado y me hace soltar un grito.
–No te muevas o será peor –pide y asintiendo la miro
–En poco tiempo te iras de aquí, eso tenlo por seguro –dice segura y la
miro
Han pasado unas cuantas horas quizás desde que Mila se fue y
escucho sonidos de disparos llegar a mis oídos y luego la puerta se abre
dejando ver a Mila.
–Tienen que salir de aquí rápido, vamos – escucho que dice y su voz
tan familiar me hace estremecer
Los oficiales lo esposan y nos ayudan, veo a Charlie ser puesto en una
camilla junto a algunos oficiales. Veo varias ambulancias partir y un
oficial se me acerca.
Miro a Mila la cual luce un poco asustada por la mirada del oficial y
cuando va hablar me adelanto.
–Creo que jamás podre agradecerte por esto pero sé que en algún
momento sabrán la verdad y me arrestaran –dice y niego con la cabeza
¿Nunca han sentido que su estómago esta por explotar de los nervios?
Pues así estoy yo ahora. Han pasado horas desde que el equipo de
Anderson se fue con Charlie y los nervios no han dejado mi cuerpo
desde entonces.
Lili aviso a su padre de lo que pasaba y este con la voz quebrada dijo
que mantuviéramos la calma, que pronto Siena volvería a nosotros y es
lo que espero con toda mi alma. Siena es la mujer más valiente, fuerte
y buena que conozco, con ese carácter de los mil demonios y esa cara
dulce puede hacer lo que quiera conmigo, hasta volverme loco como ya
lo estoy.
–Tengo hambre pero por los nervios no puedo comer, siento que si
como algo vomitare –dice y sonrió
–Por eso te agradezco, jamás la vi tan feliz y viva como ahora al estar
contigo –murmura y su sonrisa se me contagia
Veo como una doctora ayuda a Siena a caminar y sin pensarlo dos
veces corro hasta ella, ella voltea como si sintiera mi mirada o presencia
en el lugar y al conectar sus ojos con los míos siento que se me olvida
respirar. Mi cerebro no conecta con mi cuerpo y solo soy consciente de
una cosa y es que rodeo con mis brazos su pequeño y delgado cuerpo
mientras ella me devuelve el gesto de forma débil.
SIENA
–No es nada Will, estaré bien –digo pero no deja de verme y solo frunce
el ceño molesto
–Muéstrame –pide y dejo de verlo –Quiero ver que te hicieron esos mal
nacidos-pide
Siento mis ojos cristalizarse al mismo tiempo que un sollozo sale de mis
labios, Will acaricia mis brazos de forma dulce antes de subir sus manos
a mi rostro, su tacto me relaja y de forma lenta subo la chaqueta que
me dieron mostrando así los golpes que se encuentran esparcidos por
mi torso. Él acaricia mi rostro de forma lenta y cuidadosa pasando sus
dedos por un moretón que está en mi mejilla e inclinándose lo besa.
–Para mí sigues siendo la mujer más bella del mundo –dice y lo miro,
su sonrisa aparece y se me contagia
– ¡Siena! –escucho que gritan y me separo de Will para ver a Lili la cual
corre a mi
–Te extrañe tanto Siena, tenía tanto miedo de no verte más, te amo
hermana –dice llorando y separándome le sonrió antes de besar su
frente
WILLIAM
–Es la hija del hombre que organizo todo –dice una voz femenina que
reconozco perfectamente –Ella me ayudo y salvo, sin ella no estaría
aquí justo ahora –una pequeña sonrisa aparece en su rostro
–Si es así entonces estaré en deuda con ella por salvar a la mujer que
amo –digo y sus mejillas adquieren un leve rubor rojo
– ¿Dónde está?
–Piso 3, habitación 120, tratamos que este cómodo y sereno para que
no sienta dolor así que por favor no lo alteren –habla la enfermera y
asentimos
Siena comienza a caminar y la sigo, por más que Charlie este en mal
estado eso no quita todo lo que hizo, engaño a Siena, le hizo creer que
estaba muerto y la dejo con una deuda suya, la hizo pasar muchas
cosas y ocasiono que la raptaran, nada de eso lo olvidare solo por su
estado y si algo lamento es que no pague por todo lo que le hizo pasar
ese infeliz a Siena.
–Lamento tanto no haber sido lo que merecías y solo para que lo sepas
Siena acabo de confesar todo por video, los hombres que te lastimaron
no volverán a ver la luz del sol así como yo –Siena le sonríe y coloca
una de sus manos en la mejilla de Charlie –Te amo y siempre lo hare –
habla Charlie colocando una de sus manos de forma lenta sobre la de
Siena
–No Siena está bien, con eso solo demuestra que lo que dice es verdad
y me alegra que consiguieras a alguien que de verdad te merece cariño
–le sonríe –Espero sean muy felices juntos –susurra
–Te amo cariño –susurra un poco más bajo –Ya no resisto más, por
favor vete, no quiero que veas…–dice pero entonces se queda callado
Siena grita con completo dolor y comienza a llorar de nuevo, verla así
me duele y cuando sus piernas pierden la fuerza la sujeto estrechándola
a mi cuerpo antes de que caiga, la abrazo con fuerza y con mis manos
acaricio su cabello.
–Nunca.
SIENA
Dos semanas han pasado y no dejo de pensar que a pesar de que todo
paso a causa de él y sus engaños también fue gracias a él que estoy
hoy aquí, viva y junto a las personas que amo. Luego de esa noche en
la que Charlie se fue solo fui capaz de llorar. William es el hombre de mi
vida más siempre le guardare cierto cariño a Charlie, después de todo,
fue él quien me cuido y apoyo cuando deje mi casa y quien además me
hizo feliz en un tiempo pasado. Pensar que ya no está me destroza tanto
como el tener que asistir a un segundo funeral de él pero, esta vez, es
con el ataúd abierto para comprobar que sea el de verdad y eso me
mata.
Ver su rostro pálido tan relajado, sus ojos que eran tan verdes como un
bosque ahora están cerrados y esos labios rosa ahora están tan pálidos
como todo en él. Su traje negro haría resaltar sus rasgos pero ahora
hace lo contrario, le da un aspecto un poco tétrico. Un sollozo escapa
de mi boca y de manera inmediata los brazos de Will se enroscan
entorno a mi cuerpo dándome un abrazo cálido que logra relajar un poco
mi cuerpo. Lo miro y él me regala una pequeña sonrisa antes de besar
mi frente, ese gesto tan dulce hace que mi corazón lata con más fuerza
y que el cariño que le tengo aumente mucho más si es que eso es
posible.
–Lo siento señorita pero creo que usted está equivocada, quizás ella la
ayudo adentro pero fuimos nosotros quienes la encontramos y
rescatamos –habla y suelto una risa irónica
Luego de unos minutos entra por la puerta junto a Mila la cual luce un
poco asustada y más pálida que de costumbre.
–Bien señorita, será liberada más deberá reportarse mensualmente con
el agente Anderson para que este corrobore que lleva una vida limpia,
también le asignaremos junto a la señorita Siena seguridad en caso de
que su padre les quiera hacer algo y ambas deberán testificar ante una
corte todo lo sucedido ¿está de acuerdo con lo que he dicho? –pregunta
y ella me mira, asiento con la cabeza y ella lo mira
– ¿Entonces? –pregunto
–Siena por favor espera y veras –pide y asiento frustrada por no saber
a dónde vamos
–Por favor no pienses nada hasta que te lo cuente todo –me pide y
entonces se estaciona frente a una cafetería que conozco
perfectamente
–Una vez me hablaste de este lugar y luego de hablar con Lili decidimos
que todo se haría aquí –dice aún con su sonrisa y lo miro confundida
–No sé qué hacen aquí Will ¿por qué están aquí? –pregunto confundida
y sorprendida
–Todo pasa por algo mamá, si nada de esto hubiese pasado jamás
hubiese conocido a William –digo y lo miro, él está con Lili y Alberto
viéndonos
–Tu madre está enferma cariño –dice y entonces siento que todo mi
mundo se paraliza, niego con la cabeza y lágrimas salen de mis ojos
–No, eso no puede ser –me escucho murmurar – ¿Qué tienes? –
pregunto aterrada
– ¿Qué tan malo es? ¿No tiene cura? –pregunto y ella sonríe
SIENA
Miro mi reflejo en el espejo y por milésima vez paso mis manos por mi
vestido azul cielo para quitar cualquier arruga que este pudiera tener.
Me encontraba en la casa donde crecí, debido a la noticia de que mi
madre está enferma volví a casa a pesar de que mis padres dijeron que
no podía cambiar mi vida solo por eso pero, la realidad es, que yo ya
tengo un hogar y es este, puede que al principio no lo entendí ahora sí.
Su vestido verde menta hace que su piel, un poco pálida, resalte al igual
que su rubio cabello, lleva un poco de maquillaje y unas zapatillas bajas,
sencilla pero perfecta.
–Te amo mamá, jamás lo olvides –susurro y me separo para darle una
sonrisa
El aire sale de mis labios cuando mis ojos se posan en el hombre tras
la puerta, Will me sonríe y sus ojos parecen querer decir tantas cosas
pero no consigo captar nada, sus ojos me escanean y hago lo mismo,
luce muy guapo con esa camisa blanca de botones y pantalones negros
de vestir, si tuviese un saco negro y una corbata diría que esta vestido
como el día que lo conocí.
–Un gusto verlo Señor Jones –saludo y él me mira con una sonrisa, es
tan parecido a Will
–Bueno entren, se congelaran con el aire frio que sopla esta noche –
digo haciéndome a un lado y ellos entran
–Por dios Oliver compórtate –le reprende Laura y su papá lo mira mal
–Sera mejor que vayamos con ellos antes de que se pregunten dónde
estamos –murmura y asiento tomando su mano para guiarlo
Todos voltean a verme pero yo solo soy capaz de verlo con mis lágrimas
bajando por mi rostro, volteo a ver a todos y me sorprende ver que no
soy la única llorando pues mamá y Laura también lo hacen, papá me da
una sonrisa mientras Lili, Oliver y el señor Jones me miran con
intensidad esperando mi respuesta y entonces miro a Will de nuevo.
– ¡Oh dios mío! –Grita mamá y la miro sonriendo –Mi niña se casara –
dice llorando y papá la abraza
–Quítate de una vez –le dice Laura a Oliver y entonces ella me abraza
–Muchas felicidades, sé que serán muy felices juntos –comenta
sonriendo
Siguen las felicitaciones por un rato más hasta que Oliver se queja de
tener hambre y comenzamos a comer. Miro a cada persona de la mesa
y luego miro la mano donde descansa el anillo que Will me acaba de
dar, lo miro y él me ve, me sonríe y vuelve a su comida, sonrió pensando
¿Cómo fue que llegamos hasta aquí?
8 meses después:
SIENA:
–Siena muévete de una vez ¡tú eres la novia! –grita Laura y la miro
–Oye se supone que la de los nervios incontrolables y el drama sea yo,
no una dama de honor embarazada –comento riendo y ella me mira
molesta
Con una sonrisa tomo una toalla y camino al baño donde tomo una
relajante ducha larga, los nervios comienzan aparecer pero respirando
me obligo a calmarme para luego salir y enrollarme en mi toalla, llego a
la habitación y me pongo una bata mientras seco mi cabello.
–Oh nada, quería ver si tu cabello estaba seco, colócate en la silla –pide
y lo hago
–Bueno veamos, Siena esta lista, damas de honor listas y madre llorona
lista, asumiendo que nadie más falta entonces vámonos –dice Laura
abriendo la puerta
– ¿Te volviste loca Siena? Debes hacerlo – habla Aylen y la miro intentar
calmar a Laura
–Siena por favor cálmate, solo son los nervios cariño, es normal –
susurra mamá y acaricia mi rostro
–Lo amo, hare esto mamá, voy a entrar ahí y me casare con William –
digo y ella asiente feliz
–Bien Siena llego la hora –dice papá y le sonrió asintiendo –Te has
convertida en una gran mujer hija, estoy orgulloso de ti
–Yo también hija, lamento haberte dañado tanto con mi decisión pero
quiero que sepas que te amo y estoy realmente feliz y orgullosa del
camino y vida que construyes poco a poco.
William Jones.
Estoy lista para lo que viene y si no lo estuviera estoy segura que junto
a Will podre con todo lo que venga.
WILLIAM
Jamás estuve tan agradecido con la vida como ahora, tengo a mi familia,
estoy sano, soy feliz y tengo una esposa que me hace aún más feliz si
es eso posible. Como toda pareja sé que tendremos días buenos y
malos pero lo importante es que sabremos cómo arreglar las cosas,
seguiremos avanzando juntos por nuestro camino y mientras ella este
hay para tomar mi mano al despertar por la mañana y al cerrar los ojos
en la noche para mí, es más que suficiente, lo demás lo iremos
superando poco a poco juntos.
–Eres imposible pero así te amo y estoy dispuesto a soportarte con tus
manías, tu carácter y demás porque yo –susurro en su oído y ella
recuesta su cabeza de mi pecho mientras nos seguimos moviendo –Te
amo y eres mi vida.
–Te amo tanto Will –susurra y se separa para mirarme con esos ojos
que tanto me cautivan –A veces temo que todo sea un sueño y al
despertar nada sea real –dice y noto sus ojos un poco cristalizados
–Gracias por haber estado para mí cuando más lo necesitaba Will, fuiste
el único capaz de ayudarme a sanar mis heridas, arreglar mi vida y
ayudarme a seguir –susurra con lágrimas en los ojos y pasando mis
pulgares las limpio con delicadeza
–Te lo dije aquella noche estrellada en aquel prado verde donde te pedí
ser mi novia –susurro uniendo nuestras frentes –Yo estaré aquí
sujetando tu mano mientras seguimos este camino que escogimos, no
importar si vienen cosas buenas o malas las enfrentaremos juntos y yo
te protegeré y apoyare pase lo que pase.
FIN.
Un año después:
SIENA
Camino por las calles con una sonrisa mientras busco la forma de
decirle a Will, él se emocionó tanto con el nacimiento de sus sobrinos
que la idea de que sea así con nuestro bebe me da ganas de llorar de
alegría más trato de controlarme al llegar. Entro a la casa y de inmediato
una nena de casi un año llama mi atención, ella está en el suelo
viéndome seria y por instinto cargo a Devora, la hija de Laura, y esta ríe
feliz cuando sonriéndole comienzo a hacerla rebotar en mis brazos.
–Ya comió y corrió un rato, con eso dormirá y luego en la cena Laura
vendrá –dice y lo observo acercarse –Feliz aniversario Siena –susurra
y besa mis labios de forma casta
–Está bien, también tengo algo que decirte –digo y el asiente caminando
con el tetero a la cocina
–Gracias por cuidarla, no pensé que tardaría tanto –habla Laura cuando
viene por Devora un par de horas después
–No te preocupes, sabes que amo tenerla aquí –responde Will y ella
sonríe viendo a su hija la cual descansa en sus brazos
–Muchas gracias por cuidarla, sé que para ser tan pequeña es traviesa,
los veo en la cena del domingo –dice Laura despidiéndose
–No hice nada, solo quiero cocinar algo por nuestro aniversario –
responde fingiendo indignación y ruedo los ojos cuando finge secarse
una lagrima
Will mira mi rostro buscando quizás una señal de que lo que dije sea
cierto y luego mira mi vientre, sus manos se posan sobre este y yo
coloco las mías sobre las suyas, lo miro con una sonrisa aún más
grande y entonces una sonrisa igual de grande aparece en el suyo antes
de besarme de forma rápida tomándome por sorpresa para luego
abrazarme feliz.
– ¡Vamos a ser padres! –grita feliz y me levanta con cuidado haciendo
que enrolle mis piernas en su cintura – ¡Tendremos un bebe! Una
personita que nos llame papás y sea mitad tú y mitad yo, oh dios Siena
soy el hombre más feliz del mundo, te amo tanto cariño–dice
abrazándome más fuerte acercándome a él y hago lo mismo
–También te amo y ten por seguro que amo a este bebe –digo con una
sonrisa
Will me besa para luego dejarme sobre mis pies, lo veo arrodillarse
frente a mí dejándome confundida hasta que levanta mi camisa y
colocando sus manos en mi vientre aún plano comienza a acariciarlo.
–Hola bebe, no sé qué seas pero eso no me importa, quiero decirte que
tu mami y yo somos muy felices de tenerte aquí y no espero la hora de
conocerte en persona, te amo tanto –murmura a mi vientre y entonces
deja un beso en este para abrazarme y dejar su cabeza recostada en
mi
Comienzo acariciar su cabello y solo puedo pensar que este bebe que
viene en camino es, junto a conocer a Will, de las mejores cosas que
me pudieron pasar en la vida, no tengo ni un día de saber de él y ya lo
amo.
2 meses después:
WILLIAM
–Pues deja y le demuestro a esa mujer y todas las demás que estas
reservado –dice y entonces sus labios se posan en los míos, me besa
de forma lenta pero a la vez segura para luego separarse y verme con
esos ojos azules que tanto amo –¿Crees que le quedo claro? –pregunta
y sonrió
–Hasta ahora todo ha ido bien, ambos nos encontramos bien pero
siempre es bueno asegurarnos así que seguimos sus recomendaciones
–habla Siena y baja la cabeza por lo que tomo su mano en apoyo –
Como le dijimos antes yo perdí un bebe y queremos tener mucho cuido
de que eso no se repita –informa Siena y acercándola rodeo su cuerpo
y beso su cabeza
–Lo sabemos y es por eso que estamos aquí con usted, una especialista
–digo y ella siente
Caminamos hasta esta y Siena hace lo que esta le pide, luego la doctora
llega a su lado y colocándole un gel agarra una especie de control para
ponerlo en su vientre y comenzar a moverlo haciendo que la máquina
que esta frente a ella se ilumine.
–Lo es cariño, es nuestro hijo –le susurro rodeándola aún con mis
brazos
6 meses después
SIENA
¿La vida puede ser buena? Pues sí, lo confirmo justo ahora que veo a
mi linda bebe dormir plácidamente en mis brazos mientras Will sonríe
viéndonos, se preguntaran ¿Qué demonios paso? ¿Cuándo nació?
Pues bueno fue más o menos así.
-No llores, ella está bien Siena susurro levantándose para luego besar
mis labios de forma corta
-Ella está muy bien, es una niña muy fuerte, el golpe hizo que tuviera
una hemorragia y tuvimos que inducir el parto a través de una cesárea
o de lo contrario pudieron haber muerto tanto la niña como usted señora
–habla el doctor y lo miro estática
–Yo estaré a cargo de usted en estos dos días que pase aquí, debido al
golpe la tendremos en observación por si pasa algo ¿siente algún dolor
en la zona abdominal y del vientre? –pregunta y asiento –Bien es
normal, trate de no hacer movimientos bruscos o levantarse, pronto le
traerán a su bebe –informa y asentimos
–Sé que te lo digo muchas veces pero te amo Siena, no sé qué fue eso
tan bueno que hice para merecer a alguien tan increíble como tú en mi
vida y ahora tener también a Ángela, las amo y siempre las amare –
comenta y una lágrima resbala de mi ojo derecho
–Te amo Will y al contrario, no sé qué hice para merecer tener a tan
bonita familia –susurro y besa mi cabeza
Así fue como mi linda hija nació, como mi felicidad se incrementó y como
ahora Will, Ángela y yo somos una pequeña familia feliz y quién sabe,
puede que luego crezca un poco más.
2 años después
SIENA
–Siena, cariño, por favor dinos que hacemos mal, llevamos horas en
esto y aún no se infla este juego estúpido –habla Will frustrado y Oliver
lo mira ofendido
–Su actitud y que en vez de leer la instrucciones para hacer todo más
fácil decidieron ignorarlas y pasar horas tratando de hacer esto
funcionar cuando solo deben hacer esto –digo y entonces conecto el
extremo del inflable a la máquina y jalando una cuerda esta comienza
hacer un ruido y el inflable se comienza a mover llenándose de aire –
De nada –murmuro con una sonrisa
Luego de un tiempo donde los dos siguieron discutiendo por esto los
invitados comenzaron a llegar y surgió un problema pues Iván es muy
protector con sus primas y al verlas jugar con uno de sus amigos quiso
morderlo lo que ocasiono una mini pelea de los niños y a su vez un
alboroto pero nada que no se arreglara con un pequeño regaño y unos
dulces.
–Hey ¿por qué lloras bonita? –pregunta Will pasando sus pulgares por
debajo de mis ojos y entonces soy consciente de que las lágrimas
salieron
–Si tu eres feliz entonces yo soy feliz –murmura y le sonrió para después
enrollar mis brazos a su alrededor
Soy feliz, no por lo que tenga o no tenga sino porque aprendí que a
pesar de la tristeza, de las cosas malas que puedan pasar siempre
habrá algo, aunque sea una cosa pequeña que nos haga sonreír día a
día y eso es suficiente para salir adelante. Es suficiente para
demostrarle al mundo y la vida que sigo de pie y no podrán
derrumbarme tan fácil.
***