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Mi mal necesario

CRISTINA
Chandler, Arizona
Chandler, Arizona
Jueves, 6:40 de la mañana, me dirigía a mi oficina como de costumbre en los
últimos 4 años de rutina en una vida a la cual aún no lograba acostumbrarme,
dejé mi café descafeinado, deslactosado y con dos porciones de edulcorante
genérico en la mesa, odiaba esa mierda, no necesitaba tomar café pero al
parecer era esencial en el mundo de los negocios, me senté en aquella elegante
pero sobre todo cómoda silla de color negro con detalles en rojo, contemple los
parches del uniforme del ejército de los Estados Unidos, lucían con orgullo en la
parte central de la estantería, el más especial de todos colocado al centro, justo
a un lado de la bandera, el nameplate con Rossette bordado con precisión. Abrí
mi computadora, me dispuse a revisar mi correo electrónico, actividad que
realizaba todos los días al inicio de mi indeterminada jornada.
Transcurridos unos minutos escuché que tocaban la puerta, antes de que
siquiera pudiera contestar esta se abrió y dejo pasar a Brian, un sujeto de
estatura mediana, alrededor de 1.70 de estatura, con una poblada barba
perfectamente recortada, una cabellera bien peinada que dejaba asomar unas
insipientes canas que reflejaban un buen paso del tiempo, piel apiñonada, ojos
de color café claro, vestía un saco un azul marino a juego con una camisa blanca
que lo hacían lucir juvenil sin embargo emanaba un porte y una superioridad que
harían temblar al mismo Vladirmir Putin
– Buenos días pequeño cerdo capitalista- saludó en forma burlona el joven
barbudo – ¿Se puede saber a qué hora llegaste hoy? - Cuestiono de nuevo en
una forma juguetona.
–Seis cuarenta más o menos ¿Hay algún problema señor?- espeté fingiendo
seriedad puesto que sabía que odiaba que sus amigos lo llamaran ''señor''.
–Claro que sí lo hay Cristy, tienes que apegarte a los horarios de entrada- dijo
mientras tomaba asiento en la silla que estaba frente a mi escritorio.
–Jamás pensé que el gerente general vendría a regañarme por llegar temprano,
considero un gesto digno de reconocimiento- respondí viéndolo directo a los ojos
para después sonreír.
Brian comenzó a reírse también –A lo que me refiero es que deberías pasar más
tiempo en tu casa que en el trabajo, los indicadores cada día mejoran más, tu
gestión como Human Resources Business Partner, está más que aprobada-
Tomó una posición más erguida en la silla y el ambiente se tornó formal, ya no
era el de amigos sino el de jefe y empleada.
–Hoy habrá una reunión, viene Tim junto a dos miembros del board, se van a
tocar temas sensibles, quisiera pedirte discreción- suspiró –Tienes que
apoyarme-. Espetó seriamente para después acariciar su barba.
En ese momento sentí una corriente fría de temperatura que paso de la parte
trasera de mi cabeza hacia todo mi cuerpo –Ya me preocupé ¿Qué hiciste?-
pregunté un poco descolocada, el chico me miro y sonrió nerviosamente. –Tu
siempre tienes un plan, es tu secreto del éxito- reafirmé.
–Hay un problema en una de las plantas, tenemos planes de expandirnos y sí,
ya tengo un plan cosa que voy a presentar en la junta de hoy, necesito que
complementes mis palabras con las estrategias de desarrollo organizacional que
implementaste en la planta industrial de Costa Rica y si tienes alguna duda
necesito que me la plantees después de que las célebres visitas se hayan ido-
Brian se levantó de la silla acaricio su barba de arriba abajo, cosa que siempre
hace mientras está estresado lo cual encendía aún más mis alarmas.
–Nos vemos a las 10:50 en la sala de juntas- tomo la manija de la puerta para
finalmente cerrarla.
-Mierda- dije para mí misma una vez mi jefe/amigo abandonó el lugar, no era
difícil saber que planta era la que presentaba los problemas, yo misma la
conocía, en cuestión de recursos humanos los indicadores eran los más bajos
de todas las unidades de negocios sin embargo los atribuían a la cantidad de
empleados que tenían, casi 5 mil, en realidad era culpa del idiota del gerente y
su poca capacidad para gestionar tantos procesos y empleados. El lugar donde
se encontraba situada la planta industrial no era grato de recordar, razón por la
cual, siempre evité visitarla.
Reanudé mis actividades laborales esperando llegara la hora de la dichosa junta.
Pasadas las 10:30 de la mañana, miré mi reflejo en la puerta de la oficina, cabello
suelto color castaño, dividido a la mitad, haciendo lucir el alaciado natural que
llegaba por debajo de mis senos, los cuales se escondían bajo una camisa
blanca correspondiente al uniforme de la compañía, planchada de una manera
rigurosa donde no se denotaran arrugas, haciendo marcar la corpulenta figura
formada por años de ejercicio, no era la figura de una supermodelo, sin embargo
procuraba siempre adornarla con lujosos trajes sastre muchas veces hechos a
la medida, realicé un retoque al casi imperceptible al maquillaje de ese día,
agradecí haber visitado el salón para arreglarme las cejas, las cuales
enmarcaban unos ojos de color verde claro en un rostro ovalado de nariz fina y
una piel clara debido a la poca exposición al sol.
Revisé que el broche que ornamentaba el saco color azul marino que portaba
estuviera bien colocado, los broches, una de las cosas que más me distinguían
en la empresa, tomé mi computadora para meterla en una mochila con el
emblema de la compañía bordado en letras grises ''Field’s Laboratories LLC'' es
una empresa líder en la manufactura de insumos médicos.
Se podía respirar un ambiente de pulcritud y aseo en todas las áreas, todo el
edificio estaba decorado con colores vivos que ayudaban a que la empresa no
luciera como un hospital o por lo menos lo intenta en sus áreas administrativas.
– Aquí vamos- cerré la puerta con llave y me dirigí a la sala de juntas, me
encontraba bastante ansiosa pero nunca lo reflejaba, era parte de la estrategia
en los negocios.
Abrí la puerta con la mano derecha para observar la aún vacía sala de juntas, de
paredes totalmente blancas adornados con cuadros que enaltecían la imagen
del corporativo, para finalizar en una pared donde se encontraba la pantalla para
proyectar imágenes.
Tomé asiento y acomodé mis pertenencias en la mesa de madera con diseño
extravagante, odiaba esa mesa, rompía con las geometrías perfectas dentro de
la sala –puto modernismo- exclame bajo para mí misma.
La puerta se abrió de nuevo, sin si quiera voltear a ver escuché como el gerente
general exclamaba –¿Habrá un día en el que no llegues más temprano que yo?
– cuestionó fingiendo molestia.
–Es por eso que me trajiste aquí- sonreí recordando cómo había sido
recomendada por Brian para ocupar un lugar en la compañía. –¿Que hubieras
hecho sin mi aquí?- añadí a mis palabras.
–Ustedes hicieron que la vida aquí se volviera más sencilla, llegar a casa con el
entusiasmo de una buena partida de uno para romper amistades aligera
bastante la carga de estrés- rio de manera casi imperceptible -no sé qué voy a
hacer sin ti, capitalista opresora-.
El joven ejecutivo tomó asiento en uno de los extremos de la mesa, en el mundo
de los negocios hasta la posición que tomas en una mesa puede influir, era como
en un tablero de ajedrez, el rey ubicado en su casilla con la dama justo a su lado,
y como toda una dama me encontraba sentada a su derecha, siempre he dicho
que la vida emula al ajedrez, cada movimiento deberá ser planeado con
antelación, es necesario desarrollar todas las piezas para hacer frente al
enemigo, siempre recordando que no gana quien tiene más aciertos sino comete
menos errores.

GABRIEL
Guaymas, Sonora
Jueves, 6:00 de la mañana, me encontraba tomando el desayuno antes de salir
a trabajar, tome el ipad para terminar de leer las noticias del día, una vez terminé
el tazón de cereal procedí a lavarlo, me coloque la correa de la lonchera y tomé
las llaves del auto para ponerme en marcha, el lugar de trabajo no queda a más
de media hora de mi casa, saludé al guardia de seguridad del fraccionamiento
donde estaba ubicada mi casa, una vez la pluma de seguridad se levantó aceleré
el auto.
Me encontraba en el casillero de la planta cuando uno de los trabajadores se me
acerco –Buen día Gabriel, ¿cómo se encuentra hoy?- pregunto un poco tímido.
–Buen día Marco, me encuentro muy bien, pero lo importante aquí no es como
me encuentro yo, dime ¿Cómo estás tú?, ¿hay algo en lo que te pueda ayudar?-
pregunté con una sonrisa acercándome a Marco para tocar su hombro.
–Disculpe que lo moleste tan temprano pero en mi casa se nos ha acabado el
gas de cocina, no sé si el sindicato sigue apoyando a los trabajadores con vales
de descuento- dijo marco esperanzado.
–Por supuesto que están disponibles, puedes ir hoy mismo a la oficina del
sindicato con tu tarjeta de empleado a solicitarlo, yo estaré ahí después de la
hora de salida, tenemos junta de consejo, es abierta, puedes asistir si gustas-
respondí viendo la sonrisa del trabajador.
–Muchísimas gracias, Gabriel, su padre estaría orgulloso de usted- exclamo
Marco pasa posteriormente estrechar mi mano.
–Venga, no le he llegado ni a los talones a mi papá- dije riendo por el comentario
que acababa de escuchar. –¿Nos acompañarás a la junta?- pregunte antes de
dejar ir a Marco
-Tal vez a la siguiente, debo ir a comprar el gas- río Marco antes de ir a su
casillero
Entré al área de producción, trabajaba como personal operativo, había estudiado
ingeniería pero hacía unos años había sido nombrado líder del sindicato por lo
que tomé la decisión de mantenerme en ese puesto, solía quedarme unas horas
después de trabajar para escuchar a mis compañeros, defenderlos y orientarlos,
muchas veces solo necesitaban ser escuchados. En ocasiones me encargaba
de realizar asambleas cuando las decisiones de la gerencia afectaban los
intereses de los trabajadores, había crecido a viendo a mi padre siempre
involucrado en las luchas sociales, fue uno de los miembros fundadores del
sindicato e incluso encabezó el gobierno de la ciudad, tenía una gran
responsabilidad en mis hombros, el día transcurrió hasta que llegó la hora de
descanso para la comida, había jóvenes que recién se integraban a la empresa,
me dispuse a saludarlos y presentarme
–Buenas tardes chicos, mi nombre es Gabriel Alvarado, soy su representante
sindical, cualquier inquietud pueden hablar conmigo, estoy para servirles
compañeros- dije sonriendo mientras estrechaba la mano de cada uno de los
chicos nuevos, -¿Gustan acompañarme en la mesa para comer?- invité mientras
me dirigía a una de las mesas del gran comedor.
La rutina de siempre, siempre incluir a los recién llegados, ser parte de un
sindicato no solo debe ser una hoja firmada, significa igualdad entre todos sus
integrantes, la unidad hace la fuerza y siempre deberá prevalecer el bienestar
general sobre el individual. Pasé lo que quedaba del tiempo del descanso
charlando con mis compañeros y les dejé tarjetas a los chicos nuevos para que
tuvieran manera de contactarme.
Pasadas las 5:00 pm me encontraba marcando la hora de salida con mi tarjeta
de empleado, saludé a algunos compañeros y aproveche para invitarlos a visitar
la sala del sindicato cuyas instalaciones se encontraban dentro del mismo parque
industrial, eso era gracias a uno de los acuerdos a los que llegó mi padre para
que los trabajadores no tuvieran que gastar dinero ni tiempo transportándose,
una vez llegue a la puerta del pequeño edificio salude a Elisa, la recepcionista,
ella se encontraba ahí la mayor parte del día, había quedado incapacitada en un
accidente dentro de las instalaciones del parque industrial, por lo que ya no era
recomendable que trabajara dentro de una planta ni en labores de manufactura
así que fue contratada por el sindicato.
Entre al auditorio, dejé mi mochila en la mesa donde se sientan los miembros del
consejo, justo en el medio observe la placa con mi nombre seguido de Delegado
general, en ese momento llegó Pablo, era el secretario general del sindicato,
estaba ahí desde que lo fundó junto a mi padre, siempre que necesitaba un
consejo podía recurrir a él, más aún después de la muerte de mi padre.
Pablo era un hombre delgado, de más o menos 1.75 de estatura, tez morena,
ojos café y una barba de candado un poco descuidada, lo más particular en la
imagen de pablo era la cola de caballo color castaño obscuro que llegaba a la
mitad se su espalda, no solía peinarla con mucho ímpetu por lo que era común
ver algunos mechones de cabello fuera de la liga, ese día vestía pantalones
vaqueros rasgados y una camisa de mangas largas desfajada lo cual hacia que
se viera un poco grande en el cuerpo de Pablo.
–Gabriel que bueno que llegas, ¿te enteraste de los rumores?- pregunto el de la
cola de caballo.
–¿Rumores? Trabajamos en una maquiladora, siempre habrá rumores, se más
específico por favor- Respondí haciendo una mueca de obviedad.
–No te imaginas la que se viene, permíteme informarte camarada, tal parece
que los corporativistas quieren meter mano en la planta de nuevo- dijo mientras
se acercaba a la mesa.
–Pablo, necesitamos saber qué cambios quieren realizar, yo...- Fui interrumpido
por Pablo
–No digas yo, di nosotros- corrigió y se sentó a mi lado para dialogar los temas
que trataríamos en la junta.
La labor sindical se asemeja a jugar a la cartas, a medida que avanza el juego
debes de calcular las posibles jugadas de tu contrincante, siempre tomando en
cuenta que cartas han pasado ya y cuales siguen dentro del mazo.
CRISTINA
Chandler, Arizona
Me encontraba sentada junto a Brian mientras revisábamos los indicadores
generales de la planta, en las proyecciones podíamos observar como con cada
diapositiva iba a peor, si bien conocía los resultados en cuestión de capital
humano, no tenía en cuenta la cantidad de dinero que se perdía en manufactura
y la falta de calidad, Tim, el chairman de la empresa estaba sentado serio, no
había dejado salir ninguna palabra desde el inicio de la junta, una vez
presentaron los resultados financieros este levanto la mano e hizo que el ritmo
de la junta parase por un momento.
–Yo no he venido a ver diapositivas, si fuese así, las hubiera pedido por correo
electrónico, he venido a exigir resultados, mi familia está en este negocio desde
hace más de 70 años, así que lo único que espero es conocer el plan de acción,
quien se hará cargo del desastre y en cuanto tiempo esperan arreglarlo- dijo Tim
serio mientras dirigía su mirada a Brian.
Había estado en varias ocasiones frente al dueño de la compañía sin embargo
siempre era durante la cena de fin de año, la última vez que miré a Tim así de
molesto fue cuando nos envió a reestructurar la planta de Costa Rica, gracias al
éxito del proyecto Brian fue ascendido a gerente general y al cabo de unos
meses también fui ascendida.
–Creo que todos los presentes recordaremos el proyecto denominado
‘’Euphoria’’ fue diseñado e implementado por un servidor y por la señora
Rossette aquí presente, logramos arreglar el desastre cortando la cabeza de la
estructura organizacional, la rediseñamos y se revisaron todos los procesos de
manufactura implementando la cultura de la calidad, parte importante del
proyecto fue el posicionamiento de la marca y las estrategias de desarrollo
organizacional que fueron puestas en práctica por nuestra Human Resources
Business Partner, una vez la planta se estabilizó yo regresé a ocupar la gerencia
general sin embargo la señora Rossette se quedó 3 meses a cerrar la ejecución
del proyecto y a gestionar la planta mientras reclutaba una nueva cabeza para la
estructura organizacional-. Cerró su comentario mirándome fijamente para
posteriormente hacer un ademan para cederme la palabra.
–Fue después de la implementación del proyecto cuando Claudio el actual
gerente de la planta costarricense se unió al equipo- añadí a los comentarios de
Brian.
–Solo por curiosidad ¿Por qué llamarlo ‘’Proyecto Euphoria’’?, disculpen mis
palabras pero suena como a fiesta con drogas.- Preguntó uno de los miembros
del board antes de que siguiera con mi explicación.
–De hecho el nombre deriva de las estrategias de posicionamiento de la marca,
hicimos que todos los empleados y no empleados sintieran euforia por trabajar
con nosotros, realizamos una campaña de propaganda en la ciudad donde está
situada la planta.- respondí la pregunta –Gracias a eso los índices de
reclutamiento exitoso y retención de personal mejoraron de manera exponencial-
añadí mientras miré como Tim sonreía complacido.
Brian retomó el rumbo de la junta mientras yo realizaba algunas intervenciones,
los datos eran mi fuerte, son el sistema nervioso de cualquier organización.
–Tomando como base todo lo presentado, me es grato informarles que la señora
Rossette se encargará de aplicar el proyecto en la planta de México, obviamente
adaptándolo al entorno, cosa que no significará mucho problema para ella,
recordemos que ella es también es mexicana, un título más para agregar a la
lista-.dijo Brian causando risas en los asistentes haciendo referencia a mi grado
de estudios.
–Me congratula escucharlos- Dijo Tim levantándose de la silla, -Felicitaciones
Señora Rossette, tiene una gran responsabilidad- se me acercó para estrechar
mi mano.
–Sí señor, le haré llegar el presupuesto requerido para el proyecto- Dije
estrechando su mano y mirándole a los ojos, el dueño de la compañía se dio la
vuelta, y exclamo con voz fuerte
–Bien, fue una larga junta y es hora de comer, vamos todos al restaurante Bakú,
tengamos una comida en familia, nos vemos en media hora ahí- espetó Tim
tomando su portafolio y saliendo de la sala seguido por los miembros del Board.
–Genial, me encanta comer en Bakú- Dijo Brian tratando de disimular los nervios
por lo que solo me quedé de píe estática, podía sentir las llamas en mis ojos
-Cristina, oh Dios mío, ¿Quieres agua?- el joven de barba corrió al otro lado de
la sala y sirvió un vaso de agua. Mientras tanto yo sentía un calor que comenzaba
en mi pecho y subía lentamente hasta llegar a mi cabeza –Cris, rayos, te estas
poniendo roja, Cris ¡RESPIRA!, no me hagas esto- decía Brian asustado y
desesperado por mi reacción, cada vez me sentía más enojada tomé el vaso y
bebí poco a poco, Brian me acerco una silla para que pudiera sentarme, sentí la
falta de aire y respire tratando de mantener la calma.
–Déjame explicarte- se hincó a mi lado y tomó mis manos. –Todo lo que estoy
haciendo es por tu bien, dame tiempo de explicarte, solo hasta que se Tim se
haya ido- acaricio mi mano, mientras se levantaba
–Señora Rossette, ¿Me acompañaría a comer costillas en el Bakú?- Me ayudó
a ponerme de pie y le dije
–Claro que sí, encantada pequeño individuo- lo mire hacia abajo y comencé a
apretar su mano con todas mis fuerzas.
–No de nuevo- dijo Brian haciendo un gesto de dolor, estaba muy enojada, no
podía creer la manera en la que me tendió la trampa y peor aún como había
caído tan fácil en ella. –Sabes, no voy a quejarme, puedes quebrarme la mano
si gustas, el seguro lo compensará y tendré unos días para trabajar en casa.-
una vez Brian terminó hablar solté su mano, no ganaría nada haciéndole daño
–Necesito que me expliques como mierdas fue que tu cerebro llego a la
conclusión tan ‘’Brillante’’ de enviarme a otro lado- dije aún enojada haciendo
comillas con mis dedos.
–Eso puede ser en el auto, camino al Bakú, señora Rossette, me hace el favor
de acompañarme- Brian extendió su brazo para que pudiera tomarlo
–Por este tipo de muestras de caballerosidad las personas aquí piensan que
somos pareja- le dije tomando su brazo para salir camino al estacionamiento
–No los culpo, solo mírame, soy hermoso- Lo fulminé con la mirada y seguí
caminando hasta llegar al cajón de estacionamiento asignado de Brian, abrió la
puerta del copiloto para que pudiera subir, posteriormente se dirigió a la puerta
del conductor, una vez en el auto lo arrancó y comenzó a hacer el molesto sonido
para colocarse los cinturones de seguridad
–Cristina, mi auto te está regañando- me coloqué el cinturón y el molesto sonido
cesó, -¿Recuerdas cuando te ayudé a escoger este auto?- le pregunté a Brian –
Era el que menos se depreciaría de todos los que querías, además de ser el más
convencional, prefiero que me saques a pasear en un BMW A5, que en un
deportivo de gama baja-
Brian me miró y respondió –¿No te gustaba el color del otro auto verdad?-
Preguntó mientras salíamos del parque industrial camino al restaurante -Aunque
tus interpretaciones del mercado sirvieron bastante, no sé qué me gusta más de
ti, tu lado economista o tu lado artístico- mencionó Brian riendo
-¿Cuál lado artístico? Yo no sé ni dibujar a Bob Esponja, bailar no me gusta y no
hablemos de cantar- Le dije a Brian sin entender a lo que se refería
–Eres una excelente actriz, cuando estrechaste la mano de Tim fue increíble, yo
mismo te nominaré al Oscar, todo salió acorde al plan, incluso ya tengo el
presupuesto, puedes revisarlo hacer las modificaciones que gustes y enviárselo
al jefe de jefes- dijo mientras se detenía en la luz roja. –No te dije antes porque
sabía que me dirías que no rotundamente desde el primer instante- añadió antes
de avanzar cuando la luz cambio a verde
–Estas en lo correcto, no tengo necesidad de moverme de aquí, hay mucho
trabajo por hacer como para que me encierre yo sola en una planta que se va a
la mierda con cada día que pasa- dije para posteriormente sacar un espejo y un
labial de mi bolso
–No estarás sola, iré a visitarte seguido, necesito estar seguro que nadie querrá
meter sus manos en tu economía- dijo en un tono que emanaba doble sentido
–No te preocupes, le arrojaré un libro del profesor Friedman a quien intente
hacerlo- dije después de retocarme el maquillaje –Sabes que en ese lugar
solíamos vacacionar- le mencioné evitando recordar.
–Necesitas superarlo, te va hacer bien respirar nuevos aires, nada mejor que
despertar y ver el mar, a parte, te hace falta un poco de color, te va hacer daño
no tener vitamina C- me dijo mientras estacionaba el auto a las afueras del Bakú
–La vitamina D es la que se obtiene del sol- le dije riendo
–Estudie ingeniería no medicina amiga mía- respondió Brian justificándose
–Es cultura general- Le dije haciendo un gesto de obviedad
–Para ti todo es cultura general, no todos pasamos la vida encerrados
estudiando… No veo el auto de Tim ¿Se abran retrasado?- Dijo mientras recorría
el estacionamiento con su vista –En fin, te abriré la puerta- bajo del coche y se
dirigió a la puerta del copiloto, esperé a que abriera, una vez lo hizo extendió su
mano y la tomé
–Hoy es un excelente día para no traer zapatillas pequeño cerdo capitalista, me
haces lucir menos bajo a tu lado- menciono el joven de barba una vez comencé
a caminar a su lado
–Me recuerda a la cena de beneficencia a la que nos invitaron, parecías un
enano- sonreí recordando
–No es mi culpa ¿Acaso le pediste los tacones prestados a Lady Gaga?-
preguntó el joven ejecutivo.
–Ojala hubiesen sido prestados, me costaron unos cuantos dólares, pero
combinaban perfecto con el vestido, gracias por el vestido por cierto, tienes buen
gusto- respondí.
GABRIEL
Guaymas, Sonora
Me encontraba hablando con pablo acerca de la agenda de la semana –El
sábado tenemos que estar temprano en la comunidad prosperidad, ¿Quisiera
saber que tan posible es que usemos tu camioneta para llevar la comida?-
Preguntó Pablo, mientras encendía la computadora donde proyectaría los puntos
a tratar en la junta,
-Creo que la pregunta ofende, cuenta con eso ¿Tienes un estimado de
voluntarios?- pregunté haciendo algunas anotaciones en mi libreta
–Estimo unas sesenta personas, más los que quieran sumarse después de la
invitación en la junta, necesitamos jóvenes que nos ayuden a montar rápido el
templete, para iniciar el evento a las 9 de la mañana, siempre y cuando no
lleguen tarde- Habló el de cola de caballo
–No te preocupes por eso, lo tomé en cuenta es por eso que los he citado a las
7 de la mañana, para que a más tardar estén todos ahí a las 8, esa táctica nunca
falla- dije mientras reía un poco.
–Nos van a acompañar unos compañeros de la oposición, me gustaría que
dijeras unas palabras en el evento, suelo ser yo quien habla pero creo que ya
estás listo para hacerlo, al final de cuentas tu eres el líder del sindicato, te toca
dar la cara en eventos externos también- Me dijo Pablo un poco más serio
–Creo que soy bueno con las palabras, lo he demostrado durante las asambleas,
me gustan los discursos pero cuando son para los trabajadores, siento que hablo
desde mi interior- me levante de la silla y comencé a preparar las cafeteras,
siempre había café para todos en las juntas sindicales, era un buen detalle en
especial cuando demoraban mucho.
–Escribe algo y mañana lo revisamos, tu padre era muy conocido por sus
discursos y no era precisamente bueno con las palabras- Pablo y yo
comenzamos a reír
–Yo era un niño cuando encabezó la ciudad, no era bueno con los acentos
cuando leía su discurso de inauguración, no lo culpo, apenas pudo terminar la
secundaria, eran tiempos difíciles y había que trabajar- le dije a Pablo
–Te puedo asegurar que no conocí a un hombre tan trabajador como el, sin
secundaria terminada pero llego a ser el alcalde y ahora hay una plaza con su
nombre ¿Qué te impide hablar en público fuera de este parque industrial?- volteo
desde su posición en el auditorio poniendo las manos en su cintura
–Nada Pablo, nada me lo impide, cuenta con mis palabras el sábado- dije
mientas doblaba las mangas de mi camisa para estar más cómodo. Escuché un
pequeño golpeteo que se acercaba, era el bastón de Elisa que se aproximaba
para informar que los compañeros ya habían llegado –Adelante Elisa, deja que
pasen, ya está todo listo.
Llegaron aproximadamente 80 personas, eran más que el promedio,
probablemente se debía a los rumores que Pablo me había comentado. Una vez
todos tomaron asiento, toqué una campana que marcaba el inicio de la junta.
–Sean todos bienvenidos compañeros, comenzaremos la junta proyectando los
resultados del caso de Alberto Acosta quien fuera detenido injustamente en un
accidente de tránsito provocado por el hijo de un influyente político, nuestro
compañero Pablo continuará con los detalles- cedí el micrófono a Pablo, revisé
los puntos anotados en mi libreta y esperé a que Pablo terminara su
actualización.
–Compañeros, me gustaría que alguien pasara a leer le valor del mes,
recordemos que estamos festejando el mes de la solidaridad y tenemos una
invitación referente al tema- dije mientras una compañera pasaba al podio a leer,
esperé a que terminara y tomé de nuevo la palabra –Respecto a la solidaridad,
los invitamos a participar en un evento benéfico que se llevará a cabo este
sábado a las 7 de la mañana en la comunidad prosperidad la cual está a unos
30 minutos de la ciudad, todos aquellos que deseen participar como voluntarios
deberán ir con Elisa a la recepción a anotarse en una lista, de esta manera
podremos brindarle transporte a quien lo necesite, pondremos a su disposición
dos autobuses en la plaza central que se encargaran de llevarlos y traerlos
¿Tienen alguna duda?- Pregunté en dirección al público y no recibí respuesta.
–Muy bien, una vez agotado este tema quisiera pasar a la sección de preguntas
y respuestas- Sabía que a partir de ese momento la calma en el auditorio
terminaría, así fue, se escucharon unos murmullos que evolucionaron a
comentarios y de pronto todos comenzaron a hablar a diestra y siniestra. Voltee
en dirección a Pablo quien tomó la campana y la hizo sonar haciendo que el
barullo cesara.
–Compañeros tranquilidad por favor, no estamos en una feria ni en carnaval,
hagan silencio y levanten la mano para participar- una vez dije eso un puñado
de personas levantaron la mano y todos los asistentes volvieron a hablar como
pericos, suspire un momento, caminé a centro del templete del auditorio, levanté
la mano esperando que el ruido bajara de nuevo, pasaron algunos segundos
hasta que todo volvió a la normalidad
–Camaradas, si vuelven a alterar el orden terminaremos aquí la junta- esta vez
fue Pablo quien habló, se hizo silencio, miré a la primera persona que levantó la
mano, era Hilda, una señora de aproximadamente cuarenta años, de los cuales
alrededor de 20 había trabajado en el parque industrial, hice que le pasaran un
micrófono
–Compañeros, primero que nada buenas tardes, yo creo que la mayoría hemos
venido por una razón y es la siguiente- se dirigió a mí y me señalo –Señor
delegado queremos saber cuál es el plan del sindicato, hay muchos rumores de
que van a cerrar la planta, que van a correr al gerente, que nos van a quitar el
servicio de transporte, también dicen que van a cerrar las naves industriales 7 y
8 y que van a correr a la gente y no hemos escuchado nada por parte del
sindicato, son ustedes en quien confiamos para que nos defiendan es por eso
que venimos a preguntar, necesitamos estar preparados para lo que va a pasar-
Una vez la compañera terminó de hablar me sorprendí debido a que Pablo me
había contado es que el rumor se inició en la mañana y solo decían que venían
unos auditores del corporativo, siempre me ha asombrado la manera en la que
los chismes avanzan dentro de los centros de trabajo. Los murmullos se hicieron
presentes de nuevo así que decidí hablar antes de que el auditorio volviera a
convertirse en un gallinero
–Hermanos por piedad, hagan el favor de no crear desorden ni difundir
información falsa, lo que sabemos hasta ahora es que los corporativistas vendrán
de visita, no entren en pánico- caminé hacia la derecha para no permanecer
estático mientras hablaba –una vez ellos estén aquí yo mismo- hice un ademan
para señalar mi peco dedo incide –organizaré una junta con ellos y el sindicato
entero, recuerden que estamos aquí para defender los intereses de los
trabajadores, son ellos quienes nos necesitan a nosotros y no dudaremos en
actuar severamente y si es necesario llegaremos al paro de actividades- en ese
momento Pablo se levantó y tomó el micrófono
–Recuerden que no es necesario llegar a tales extremos, hablar de una huelga
tan temprano no es recomendable para nadie, tenemos que esperar los
planteamientos de los corporativistas, les pedimos a absolutamente todos una
conducta excelente y de esa manera podamos negociar, recuerden que la paz
debe prevalecer para los trabajadores, si ellos son quienes quieren venir a
hacernos daño, serán ellos quienes se llevarán la peor parte, les pido que
repliquen este mensaje a todos en el área de trabajo, necesitamos unidad, todos
aquí somos una familia ¿No es así?- Se escuchó como los asistentes emitían un
sí apenas audible –Pareciera que no están convencidos, les vuelvo a preguntar
¿Somos una familia?- una vez Pablo terminó de cuestionar a los asistentes pude
escuchar una afirmación muy enérgica por parte de los asistentes –Muy bien,
entonces los quiero ver mañana trabajando como equipo, compartan la
información con los trabajadores de su área y estén atentos a los comunicados
que se publican en las redes sociales del sindicato- dijo pablo en un tono más
autoritario pero a la vez motivante, todos comenzaron a aplaudir
–Las dudas han sido resueltas, damos por terminada la reunión del día, los
esperamos el sábado en el evento a beneficio de la comunidad, buenas tardes
a todos- dije mientras Pablo hacía sonar la campana y todos se dirigían hacia la
salida.
–Hijo recuerda siempre medir tu palabras, si ellos escuchan huelga, devaluarán
el recurso y querrán parar actividades por cualquier cosa, es como voltear tus
cartas en la primera mano- Me dijo Pablo mientras tocaba mi hombro –Todo lo
demás estuvo excelente, ahora solo debemos esperar a que lleguen los gringos
y ver que carajos quieren hacer- agregó el de cola de caballo mientras caminaba
a la salida del auditorio –Te importaría darme un aventón a mi casa y de paso te
quedas a cenar con mi familia ¿Qué opinas?- preguntó Pablo –Yo encantado,
adoro la comida que Martha prepara-.

FLASHBACK
CRISTINA
Recuerdo perfecto ese día, salimos de compras para la gala de beneficencia, la
imagen era sumamente importante, habría prensa y colocar nuestra marca
personal en alto era buena idea si queríamos crearnos prestigio en la comunidad,
fuimos de compras al centro comercial, Brian encontró un blazer color azul claro,
muy acorde a su estilo de siempre.
No lograba encontrar un vestido que me agradara hasta que el joven barbon me
llevo casi a rastras a un aparador, se exhibía un vestido largo color azul que
hacía perfecta combinación con el blazer de Brian, tenía detalles en color plata
y pedrería justo en la cintura.
–Entra a los vestidores, haré que lo lleven para que puedas probartelo- dijo
haciendo que entrara a la tienda
–Tranquilo hombre, pide una talla mediana por favor- le dije mientras era
apresurada a entrar en los probadores.
Una vez dentro una de las empleadas me pasó el vestido y procedí a ponérmelo,
subí el cierre hasta donde mis anchos hombros me dejaron y salí para que Brian
diera su opinión
–Y bien ¿Qué opinas? Me queda ligeramente grande- dije mientras una de las
empleadas me ayudaba a terminar de subir el cierre.
–Te ves divis divis- habló el joven barbon con tono afeminado -Me encanta, estoy
seguro que ningún vestido queda a la primera, podemos enviarlo con mi sastre
para que esté perfecto, te verás hermosa a mi lado, seré el hombre más
afortunado de la noche- el joven ejecutivo se levantó de la silla y saco su cartera
-¿Te gusta a ti? Si es así iré a pagarlo, que a mí me guste no significa que te
obligaré a usarlo, de igual manera tenemos bastante tiempo para buscar otro-
espetó el joven esperando una respuesta
–Me gusta, solo debemos llevarlo a ajustar un poco, tengo unos accesorios que
le vendrán bien- dije mientras le sonreía y observaba el vestido en el espejo,
Brian se retiró a la caja para pagar el vestido y solicité la ayuda a la empleada
de la tienda.
–Debe ser un gran esposo, se nota que la ama bastante- me dijo mientras me
ayudaba a bajar el cierre –son unas lindas piedras, me pregunto porque él no
está llevando el suyo- dijo la empleada mientras veía el anillo en mi mano, ella
siguió hablando pero decidí ignorarla y caminar al vestidor, no iba a desperdiciar
mi tiempo ni justificar comentarios llenos de veneno.
Salí del vestidor y miré a la empleada charlando con Brian, observé como el
joven rascaba su ceja derecha, esa era mi señal, caminé hacía el, tomé su mano
entrelazando nuestros dedos.
–Listo princesa, están empacando tu vestido- dijo el joven ejecutivo tratando de
alejar a la empleada de la tienda, una vez me entregaron el vestido le dije
–Vamos, te invito a comer- el me siguió y salimos de la tienda, avanzamos
algunos metros y solté su mano, ambos comenzamos a reír
–Es una víbora cascabel, menos mal saliste a tiempo- dijo un poco molesto, -
Cerraste la puerta del vestidor y esa rubia comenzó a hablar conmigo, ¿Qué
rayos le pasa? Incluso tocó mi hombro- dijo el joven ejecutivo sacudiéndose –
Los desconocidos no deben tocar a las personas- acarició su barba y me dijo –
Escuché lo que dijo sobre el anillo- dijo viéndome a los ojos.
Las personas a nuestro alrededor suelen pensar que somos pareja o esposos,
en ocasiones lo usamos a nuestro favor pero nunca me habían cuestionado el
uso de los anillos. Sentí como mis ojos se humedecían poco a poco e hice fuerza
para reprimir las lágrimas
–Oye, no te pongas así, puedo comprar un anillo, se me vería genial, puedes
ayudarme a elegirlo- mencionó Brian tratando de hacerme sentir mejor
–Claro que no, no permitiré que hagas eso, ya bastante interfiero en tu soltería-
BRIAN
Miré a mi mejor amiga observar los anillos en su dedo anular un momento
–Ven, acompáñame- avanzó unos metros hasta llegar a una banca del centro
comercial, se sentó y la seguí,
-¿Me ayudarías a quitarme la cadena?- giró un poco su cabeza tomando su
cabello para facilitar mi tarea, una vez desabroche su cadena, tiré suavemente
de ella, Cristina se dio vuelta y la tomó, para mi sorpresa se había quitado los
dos anillos, estos dejaron una marca pálida en sus dedos. Insertó las dos piezas
de joyería en la cadena y dejó un beso sobre ellos, cerró los ojos un momento –
¿Puedes ponerla de nuevo? Ahora tendré un collar con hermosos dijes- dijo la
chica de cabello largo, coloqué la cadena en su cuello de nuevo y esperé a que
se girara. Una vez estuvo frente a mí, envolví mis brazos a su alrededor, ella me
abrazó de vuelta
–Estoy muy orgulloso de ti Cristina- sobé su espalda un segundo, una vez la
miré, sequé una lagrima de su ojo derecho, estaba llorando, odiaba cuando las
mujeres lloraban porque no sabía qué hacer y era peor cuando chica que lloraba
era Cristina, acaricie mi barba y le dije -¿Vamos por un té de manzanilla? Puede
ayudar a que te sientas mejor- sugerí tratando de hacer que su ánimo cambiara,
abrí mi saco y saqué la cigarrera de plata que la misma Cristina me había
regalado y la abrí –Toma, mira, un cigarro- le entregué el cigarro en la mano, ella
tomó el cigarro y lo rompió por mitad –Cris, demonios, ¡No! ¿Tienes que hacer
eso cada vez que te doy un cigarro?- dije guardando la cigarrera antes de que
se le ocurriera romper más -¿Qué hay del respeto a la propiedad privada que
tanto te llevas repitiendo?- cuestione un poco molesto.
–Tú me lo regalaste, era mío, podía hacer lo que quisiera con él, así que invertí-
menciono la joven de cabello largo
–¿Cómo va a ser una inversión romper un cigarro?- le pregunté un poco
confundido –En que siempre que los rompo te enojas y es muy divertido ver tus
rabietas, vale la pena cada centavo- dijo mientras dejaba salir una sonrisa
–Estoy a punto de abusar de la oferta que me hiciste para comer- me puse de
píe y extendí mi brazo para que Cristina pudiera tomarlo.
–Adelante, tú decides, un restaurant kosher, podemos ir al Bakú, tal vez
hamburguesas, restaurante vegano- en esos momento detuve mi marcha y le
dije
–Me ofende de sobremanera que hayas si quiera sugerido la comida vegana, es
por eso que decidí que quiero un banquete argentino- comencé a caminar hacia
el área de restaurantes de la plaza
–Me estas condenando a más horas de ejercicio- dijo Cristina
–Eres más aburrida que una señora reenviando cadenas en redes sociales- le
dije antes de darle un pequeño empujón con mi hombro.
FIN DEL FLASBACK
CRISTINA
Estaba a punto de entrar en al restaurante Bakú cuando miré dos camionetas
entrar al estacionamiento del restaurante, me extrañó bastante el retraso que
tuvieron al llegar, habían salido primero que nosotros.
En la primera camioneta estaban los dos miembros del Board y un chofer de la
compañía, en la segunda camioneta era Tim quien manejaba, venía
acompañado de una joven mujer rubia,
–Vaya que el jefe es afortunado- dijo Brian mientras señalaba con su mirada a la
rubia –Aunque considero que ahora si se pasó de joven, no creo que tenga más
de tres décadas- agregó el joven ejecutivo mientras fingía una cara de
desaprobación.
–Deja de mirar a la mujer del jefe, se profesional- le dije mientras le daba una
pequeña palmada en el antebrazo.
–Me vas a decir que tu no la viste también- me dijo Brian mientras levantaba
ambas cejas.
–Sí, es guapa pero Tim nos desterrará de la empresa, del país y del planeta si
nos escucha hablando de su chica, anda, entremos al restaurante- dije para
posteriormente seguirlo a la mesa.
Nos encontrábamos sentados en la mesa que Brian se había encargado de
solicitar, Tim caminaba junto a la rubia desconocida, esta tomaba el antebrazo
del hombre mientras avanzaba, tenía una mirada un poco triste, estaba evitando
el contacto visual con los asistentes a la comida, una vez llegaron a la mesa Tim
tomó una silla y la acercó a la rubia para que pudiera sentarse y le acaricio el
cabello, posteriormente la escuché exclamar gracias en un idioma que si no me
equivoco parece ser alemán, hubo otra palabra que no entendí puesto que casi
no domino el idioma. El dueño de la compañía se consiguió a una chica europea,
no lo culpo, hermosa de pies a cabeza, era un poco más alta que Brian, su
cabello era rubio pero no demasiado, se notaba que era natural y le llegaba por
debajo de sus senos, tenía un pálido color de piel, sus pómulos llamaban la
atención por lo pronunciados que eran, su nariz era de botón, hacía que las
geometrías de su cara estuvieran balanceadas, sus cejas estaban perfectamente
diseñadas, enmarcaban unos grandes ojos azul cielo, tenía unos labios apenas
gruesos que resaltaban con el color de su labial, que por cierto me encantó, si le
tuviese confianza le preguntaría por el tono y la marca del labial. El maquillaje de
la rubia era sobrio y discreto, sus rasgos europeos la complementaban.
Sentí un pequeño golpe en mi muslo, era Brian, me hizo una señal para que
mirara mi teléfono, revise la pantalla y tenía un mensaje ‘’Dejemos de escanear
a la chica del jefe o botará nuestros traseros a la calle’’, reí un poco porque era
verdad, ambos nos habíamos quedado callados tratando de disimular las
miradas, otro mensaje hizo iluminar la pantalla, ‘’Es muy pequeña para mis gusto,
fácilmente pudiera ser su hija’’ leí el mensaje de Brian y decidí responder ‘’Deja
de juzgar su proyecto de vida, mientras la chica sea mayor de edad, ambos
saben lo que hacen, lo que no me agrada es que la chica apenas y sonríe’’ una
vez envíe el mensaje bloquee la pantalla del celular y antes de que pudiera
guardarlo la pantalla se iluminó de nuevo ‘’Probablemente la chica ni siquiera
hable nuestro idioma, la escuché hablar alemán’’, leí el mensaje y decidí
ignorarlo para centrarme en el menú.
Brian y yo solíamos visitar a menudo el restaurante, una vieja amiga lo había
fundado hacía unos años, comenzó en un local más pequeño con ella liderando
la cocina y administrando el lugar, se esforzó hasta llegar a ser uno de los
restaurantes más prestigiosos de la ciudad, se especializaba en cortes de carne
y comida urbana, tenían un lugar reservado para cenas privadas en el cual
estábamos sentados, decidí ordenar un sirloin asado al carbón con papas
rostizadas y una limonada mineral, después me preocuparía por el gimnasio,
Brian ordenó una ensalada de pollo a la plancha y un té negro. Una vez el mesero
tomó la orden de Tim, este se dirigió a la chica que lo acompañaba –¿Qué vas
a ordenar princesa? Preguntó el dueño de la compañía y esta le contestó de
nuevo en alemán, me recordé a mí misma escribir ‘‘estudiar alemán’’ en la lista
de cosas por hacer, también debería agregar tratar de ser menos entrometida en
las conversaciones ajenas.
Tim miró a los asistentes –Primero que nada debo ofrecer una disculpa por llegar
un poco tarde, y segundo permítanme presentarles a esta hermosa señorita que
nos ha dado el honor de acompañarnos el día de hoy, Zoe mi amada hija menor-
Miré como la mandíbula de Brian caía al piso de la impresión, probablemente la
mía también había hecho lo mismo. Sentí un pequeño golpe en mi muslo
provocado por la pierna de Brian –Bueno, ustedes conocen a Timoteo y Luca
mis hijos mayores, sin embargo la pequeña Zoe apenas está iniciando en el
mundo de los negocios, es algo tímida- dijo el dueño de la empresa antes de
poner su mano en el hombro de la rubia –Zoe, a Duncan y Lawrence ya los
conocías, son miembros del board, trabajan con nosotros desde que eras una
pequeña niña- dijo Tim dirigiéndose específicamente a su hija –Sin embargo
decidí traerte a la comida para que pudieras conocer a los chicos maravilla de la
empresa, Brian y Cristina son dos talentosos trabajadores quienes han
demostrado que se puede ser joven y exitoso sin morir en el intento, es por eso
que confío plenamente que aprenderás mucho de ellos ¿No es así?- cuestionó
Tim de manera abierta para ambos.
BRIAN
Podía sentir mi cara arder de la vergüenza, lo peor de todo es que no podía
exteriorizarlo, pensé que la hija del jefe era en realidad su novia, eso me pasa
por juzgar antes de conocer, menos mal no se me ocurrió hacer algún comentario
idiota acerca de la rubia frente al jefe, el silencio suele ser beneficioso la mayoría
del tiempo, si aprendes a utilizar el silencio a tu favor, puedes hacer que las
personas hablen de más, o bien hay momentos donde guardar silencio te pueden
salvar de meterte en situaciones comprometedoras.
Escuché la pregunta de Tim y miré como Cristina respondía –Téngalo por seguro
señor- decidí complementar el comentario de Cristina –Podemos comentarle
acerca de las estrategias que hemos implementado en la empresa- miré a
Cristina y dijo –Los planes que tenemos para la reestructuración de la planta de
México por ejemplo y de esa manera se puede familiarizar más rápido con este
mundo- finalizó Cristina.
–En realidad espero que trabaje con ustedes dos, quiero que aprenda de
ingeniería, calidad, tácticas gerenciales y gestión de capital humano- Tim miró a
su hija –aprenderás mucho y practicaras idiomas, me lo agradecerás- El dueño
de la empresa dirigió su mirada a Cristina y después a mí –Tendrán una tarea
extra, quiero que Zoe vaya a México con ustedes- espeto Tim algo que sonaba
más como una orden que como un comentario.
En ese momento sabía que utilizar la técnica del silencio era buena idea, dejar
que Cristina tomara la palabra, sin embargo era Cristina quien me había
enseñado dicha táctica así que probablemente ella también estaría pensando lo
mismo que yo, tenía que pensar rápido, si bien Cristina era quien se encargaría
del proyecto en México, yo era el gerente general y quien impulsaba la idea de
la reestructuración, nunca debemos de dejar un silencio mayor a cuatro
segundos porque el ambiente puede tornarse incomodo es por eso que decidí
responder –Será un honor- para mi sorpresa mis palabras chocaron con ‘‘Es una
excelente idea’’ por parte de Cristina, ambos habíamos decidido hablar y lo
hicimos al mismo tiempo. Tim sonrió complacido por las respuestas –Veo que
les ha encantado, que maravillosa noticia, muy bien ¿Cristina, Brian cuando se
van?- dijo en un tono más serio el chairman de la empresa.
–Estimamos quince días para partir, una vez en México la primera semana será
de observación y diagnóstico, por lo que Cristina y yo…- Fui interrumpido por el
jefe que agregó –Y Zoe- continúe con la explicación –Cristina, Zoe y yo
arrancaremos con la reestructuración, posterior a esa semana yo volveré a
Arizona a seguir con la gerencia general y haré visitas periódicas para revisar los
avances- expliqué a Tim un poco descolocado con la idea de tener a Zoe en el
proyecto, le agregaba grados de dificultad, sentí una bota que pisaba mi pie
suavemente, no había mucho que averiguar, sabía que era Cristina, esto nos
tomaba por sorpresa sin embargo era mi culpa indirectamente, la miré a los ojos
y podía percibir cansancio en su mirada sin duda un día lleno de emociones para
ella. La comida transcurrió tranquila, por órdenes de Tim se dejó el tema de los
negocios a un lado sin embargo Zoe permaneció seria, no emitió ninguna
palabra.
Una vez acabada la comida, quedé con Tim para arreglar la integración de su
hija al trabajo –Es una niña rebelde, piensa que puede cambiar el mundo con
sus dedos, es hora de que conozca el verdadero valor del trabajo, una vez lo
haya entendido podrán enviarla de vuelta- dijo Tim y buscó a Cristina con la
mirada, ella estaba tratando de entablar una conversación con la rubia pero no
estaba teniendo resultado –Cris por favor ven aquí- ella se disculpó con Zoe y
avanzo hacia donde estábamos teniendo la conversación –Cris, estaba
comentándole a Brian que lo de Zoe es temporal, necesita un poco de madurez
y quiero aclararles que no porque sea mi hija significa que tendrá un trato
preferencial, planeo sea una pequeña lección, dudo que quiera quedarse hasta
finalizar el proyecto- Iba a tratar de agregar algo pero Tim habló de nuevo –Nos
vemos pronto entonces- hizo una seña hacia Zoe –Hija, tenemos que irnos, se
hace tarde y tenemos que viajar la rubia se acercó a Cristina para despedirse,
Cris intentó hacer contacto visual con ella pero no lo consiguió cuando la rubia
tendió su mano para despedirse le sonreí –Ha sido un placer conocerte Zoe-
estreché su mano e hice contacto visual, la chica esbozó una sonrisa y se fue
caminando junto a su padre.
Duncan y Lawrence se despidieron y abandonaron el lugar. No tenía animo de
volver a la oficina y pensé en irme a casa –Cris, puedo llevarte a casa, podemos
terminar los deberes de hoy de manera remota un poco de home office- sugerí,
esperando una respuesta afirmativa –Brian, tenemos dos inconvenientes con
eso, el primero es que mi trabajo se ha multiplicado, debo de adelantar todo lo
posible antes de ir a México, lo cual con cada segundo que pasa se está
volviendo más complicado ¿Tienes alguna otra sorpresa?- cuestiono la joven
economista –Esto también fue una sorpresa para mí, pero ya estoy planeando
algo. ¿Cuál es el segundo inconveniente?- Pregunté un poco extrañado –Mi auto
está en la empresa- dijo con fastidio –Puedes tomar un taxi o puedo pasar por ti
en la mañana- la castaña me fulmino con la mirada, inmediatamente me
arrepentí de mi comentario, en mi mente sonaba más razonable. –Vamos a
saludar a Shaniqua, después iremos a la oficina- añadió Cristina antes de ir a
preguntar por nuestra vieja amiga y dueña del restaurante, para nuestra mala
fortuna ella no se encontraba en la ciudad. Nos dirigimos al auto con dirección a
la oficina, me esperaba una larga platica después de todo.
Pasados unos minutos estábamos sentados en mi oficina, tenía que dar muchas
explicaciones –Muy bien Cris, la idea de enviarte a México sería obligatoria sí o
sí, solo utilice un método poco ortodoxo para incluirte- dije tratando de justificar
mis acciones ante la encargada de los recursos humanos de la compañía
–Yo voy a usar métodos menos ortodoxos contigo- La castaña arrugó la hoja de
papel que tenía en sus manos mientras me miraba directamente a los ojos -Eso
fue sumamente anti profesional, no porque seas mi jefe puedes decidir sobre mi
futuro laboral- respondió la ojiverde visiblemente molesta
–Si Cristina, en teoría si puedo y esto no se trata solo de trabajo, se trata de tu
vida personal- la chica se veía aún más molesta con mi último comentario
–Que seas mi mejor amigo no quiere decir que pueda decidir sobre mi vida
personal- esta vez sí tenía razón
–Los últimos cuatro años te concentraste en encerrarte en el trabajo o haciendo
ejercicio, la vida tiene que continuar, necesitas nuevos aires, nuevas
experiencias, estás en tu zona confortable y tal parece que construiste una
fortaleza inexpugnable donde nadie logrará entrar… pero la vida debe continuar-
Los verdes ojos de Cristina estaban húmedos, apretaba sus manos para evitar
el llanto y lo estaba logrando –Lo estoy haciendo a mi ritmo, no es fácil-.
Yo más que nadie sabía que no era fácil –Tampoco es fácil ver cómo la vida de
tu mejor amiga se estanca ¿Me vas a decir que así te quieres quedar? Vas a
esperar a envejecer sola y amargada, no estoy sugiriendo que te vuelvas a casar,
solo que vivas nuevas experiencias, que vuelvas a viajar y lo más importante es
que vuelvas a reír- dije con un poco de cansancio
–Había otras maneras de hacerlo- menciono la ojiverde y yo negué –Necesitaba
que el desastre se arreglara, no tengo a nadie en quien confíe más, podrás
quedarte en mi casa, tendrás la playa a unos minutos caminando, el clima es
similar y ya dominas el idioma, el lugar tiene una excelente vida nocturna- dije
recordando los centros nocturnos que solía visitar –Salir a putear no le viene mal
a nadie- dije riendo
–Brian, ¿No crees que ya estoy grande para eso? voy a cumplir cuarenta años-
Está vez si se pasó, no podía creer la absurda respuesta que dio –Cris, cumplirás
cuarenta años… EN SEIS AÑOS- alcé un poco la voz un poco frustrado por la
terquedad de la mujer que tenía frente a mí
–Eso no te parecía suficiente y decidiste agregar a la hija del jefe a la ecuación-
esta mujer a todo le encontraba lo negativo, decidí responderle con la verdad
–La rubia no iba incluida en mis planes, ni siquiera sabía que existía- Cristina se
puso de pie y se dirigió al minibar de mi oficina, lo abrió y tomo una botella de
agua –¿Cuál es tu plan? señor ‘‘ha sido un placer conocerte’’- cuestiono Cristina
para después beber agua
–Ella estará la primer semana con nosotros y cuando yo regrese la traeré
conmigo, la pondré a archivar y después pensaré una tarea para asignarle, listo,
dilema resuelto- una vez termine de hablar Cristina me miró un poco más
relajada
–Al menos no tendré que fungir de niñera, solo recuerda una cosa, es la hija del
dueño de la compañía…- la interrumpí –Está cancelada, no te preocupes-
respondí, le chica es muy bella pero solo un idiota se metería con la hija su jefe
–Más que cancelada me atrevería a decir que prohibida y seria antiprofesional
también- añadió Cristina a mis palabras. Quedaban muchas cosas por explicar
y planear pero ya estaba seguro que Cristina había aceptado la idea, no está de
acuerdo pero lo acepta.

GABRIEL
Sábado 6:00 de la mañana, me encontraba arreglando la camioneta para el
evento benéfico, esperaba a Pablo quien traería las camisetas que hacían
alusión al evento, las regalaríamos a quienes asistiesen como voluntarios,
teníamos preparados trecientos lonches más el servicio de tacos que habíamos
contratado, sería el día de llevar alegría a los niños, preparamos bolsas con
dulces y piñatas, llevaríamos a Frankus el mago de la ciudad para que ofreciera
un show. Escribí un discurso para el final del evento, no entendía la insistencia
de Pablo pero era verdad, tenía que poner la cara públicamente por el sindicato,
también me emocionaba las personas de la oposición que Pablo había invitado,
tendríamos una comida después del evento. El timbre sonó, seguramente era
Pablo, abrí la puerta de la cochera para dejarlo pasar.
–Buenos días Pablo, llegaste antes amigo, miré al pelilargo esta vez tenía botas
de trabajo puestas, pantalones vaqueros y ya portaba la camiseta alusiva al
evento, era de color amarillo patito, bastante fea en realidad, no obstante
resaltaríamos mucho al usarla, para mi sorpresa mi hippie amigo se había
peinado, estoy seguro que Martha lo habrá obligado
–Me encantan este tipo de actos, vamos a correr mucho el día de hoy y el calor
también está invitado al evento, me tomé la libertad de llegar a la farmacia y
comprar bebidas rehidratantes, saben horrible pero nos ayudarán a sobrellevar
el día- dijo Pablo mientras mostraba la bolsa plástica con el logotipo de la
farmacia
–Excelente amigo, tengo una pequeña hielera en el patio, iré a lavarla, en el
congelador tengo hielos ¿Me ayudarías a terminar de empacar las cosas en la
camioneta?- Pregunté y escuché la risa de Pablo
–Adelante amigo, la pregunta ofende- el pelilargo procedió a empacar lo restante
y me dirigí a por la hielera.
Una vez estuvo todo empacado decidí pedirle a Pablo mi camiseta alusiva al
evento –Amigo ¿Dónde colocaste la caja con las cosas amarillas?- pregunté
poco convencido del color.
–Sobre eso, es más conveniente que lleves la camisa blanca del sindicato, hará
que resaltes en la multitud, vendrá bien con las fotos de la prensa- mencionó el
de mayor edad
–No será necesario, con el discurso es suficiente, aunque me agrada la idea de
evitar el color, detesto el amarillo en ese tono- dije un poco más convencido de
la idea
–Me inquieta la idea de usar camisa con mangas largas en este calor- añadí a
mi comentario anterior.
–Es de color blanco y la tela es fresca, solo debemos mantenerte bien hidratado-
dijo Pablo con tono de obviedad
–Tienes razón amigo, iré a buscarla- dije y procedí a ir a mi habitación a buscarla,
estaba dentro del armario, tenía las marcas de la percha en la cual estaba
colgada, había pasado algo de tiempo sin usarla, me parecía demasiado formal,
la desabotoné y me la coloqué, sonreí orgulloso al ver que el ejercicio estaba
funcionando, mis brazos no se miraban tan delgados sin embargo me era muy
difícil ganar masa muscular. Una vez listo, tomé el antitranspirante en aerosol
que siempre utilizaba y lo puse en mi maletín, no se puede evitar el calor pero sí
el mal olor.
Emprendí camino a la cochera sin embargo en mi paso por la concina miré a
Pablo, estaba comiendo una banana –Provecho amigo- le dije mientras reia
–Lo siento hijo, adoro los platanos- reí aún más por el comentario
–No te atrevas a decir eso en público, prefiero decirles bananas, suena refinado-
Pablo me miro con fastidio
–Es hora de irnos señor refinadito- añadió y botó a la basura la cascara.
7:15 de la mañana, habíamos llegado a la comunidad, algunas asociaciones
civiles con las que el sindicato estaba llevando a cabo el evento benéfico y
algunos habitantes del poblado ya estaban en el lugar, el trabajo pesado
comenzaba, nos dividimos en equipo, Pablo capitaneaba el equipo que se
encargaría de limpiar el lugar, yo lideré del equipo encargado de armar sillas y
mesas para los asistentes, me llamó la atención una chica, llevaba una camisa
formal con un logotipo bordado, pantalones vaqueros rasgados, botas color café,
la chica poseía una figura esbelta, piel canela, cabello negro azabache, su cara
era redonda, adornada con un mentón ligeramente pronunciado, nariz de base
ancha, ojos color café y una sonrisa que dejaba ver unos adorables hoyuelos.
–Cierra la boca o nos inundarás con tu saliva- dijo Pablo algo divertido –Se llama
Verónica, es la presidenta de la fundación ‘‘Pequeñas sonrisas’’, se dedican a
ayudar a niños en situación vulnerable, su corazón es igual de hermoso que ella,
los presentaré una vez termine el evento amigo- Pablo me guiñó el ojo derecho
y golpeo mi hombro de manera amistosa
-Que agradable sujeto- respondí mientras reía, me dispuse a terminar las labores
con el equipo.
Al cabo de unos minutos llegaron todos los voluntarios, nos dispusimos a armar
el templete para el evento, habría algunos números artísticos, invitamos artistas
locales para que puedan promocionarse, uno de mis principios siempre es
promover el consumo local, parte de ello los artistas, la cultura nunca debe
dejarse de lado en cualquier tipo de expresión.
–Gabriel, buen día amigo, una disculpa por llegar algo tarde, tuve un
inconveniente con los conejos- era Frankus, el mago invitado, su show sería el
último, no era necesario llegar tan temprano para el, sin embargo su actitud era
siempre servicial, le encantaba ayudar a la comunidad
–No te preocupes, puedes unirte a algún equipo para terminar más rápido-
Sugerí sin embargo ya conocía su respuesta
–Me encantaría, iré a ayudar a la decoración, hay algunas chicas ahí, tal vez
pueda enseñarles algunos trucos- Mencionó el mago
–Solo compórtate y no muestres tu barita mágica antes de tiempo- le dije algo
fastidiado. Solo había algo que le gustaba más que ayudar a la gente, las
mujeres, Frankus era adorado por los niños pero odiado por la mayoría de las
chicas, en ocasiones se comportaba como un adolecente precoz de secundaria.
Solo hasta pasadas las 9:30 de la mañana dio comienzo el evento, los números
musicales estuvieron geniales, hicieron que el tiempo pasara bastante rápido,
Frankus cautivó a los niños con su show de ilusionismo, lo había visto tantas
veces que ya lo sabía de memoria, nunca he logrado averiguar cómo hace para
aparecer conejos o palomas, es muy bueno guardando sus secretos. Pablo
estaba jugando futbol con algunos niños, decidí unirme a ellos cuando comencé
a ver a personas con cámaras, estas se aproximaron a capturar algunas fotos
de nosotros jugando.
Pablo se me acercó –La prensa ha llegado hijo, prepárate para dar algunas
entrevistas- dijo mientras volvía a jugar con los niños, tomé mi teléfono celular y
utilicé la pantalla como espejo, no me veía tan mal, solo estaba un poco
acalorado, los reporteros avanzaron en mi dirección sin embargo me llevé una
sorpresa al ver como pasaron de largo y rodearon a esa chica de la fundación y
comenzaron a hacerle preguntas, Verónica respondía sonriente cada una de
ellas de pronto comenzó a hacerme señas con la mano invitándome a
aproximarme, me pareció un poco extraño no obstante caminé hasta
encontrarme con ella.
–Aquí está Gabriel Alvarado, el líder del sindicato de liberación obrera, hemos
trabajado a la par para llevar a cabo este evento, sin duda alguna no lo
hubiéramos logrado sin su colaboración- menciono la morena
–Es un placer trabajar en equipo, muchos de los voluntarios aquí son
trabajadores de Field’s Laboratories e integrantes del sindicato, todos ellos
fueron invitados, nadie los obliga a estar aquí, tampoco se les paga un peso por
venir, es parte del programa de promoción de valores que impulsa el sindicato-
dije mirando a las cámaras
-¿Señor Alvarado, ha pensado usted en emprender una carrera política así como
lo hizo su señor padre?- preguntó uno de los periodistas
–Yo creo que el joven maravilla haría un gran trabajo como legislador- añadió
Verónica antes de que pudiera contestar
–Para mí sería un gusto seguir los pasos de mi padre, en estos momentos estoy
enfocado en el sindicato, tal vez en un futuro buscaré algún partido político o una
candidatura independiente- respondí sonriendo
-¿Qué hay de usted, Verónica, se rumora que competirá en la elección interna
del Partido Independencia Social ¿Qué nos puede revelar al respecto?- Preguntó
otra de las periodistas acercándole el micrófono con el logo de su televisora
–No me molestaría participar en política, creo que llegando a un puesto de
elección popular será más fácil ayudar a los niños o incluso madres solteras, sin
embargo no he recibido invitación alguna de ningún partido, al igual que nuestro
amigo Gabriel Alvarado, estoy concentrada en mi proyecto personal que en este
caso es la fundación pequeñas sonrisas- respondió Verónica con su
espectacular Sonrisa haciendo alusión al nombre de su fundación. Las preguntas
continuaron para ambos, sin duda alguna Verónica tenía el don de la palabra, en
ningún momento perdía su porte, irradiaba tranquilidad y buenas vibras.
Las entrevistas acabaron, Verónica subió al templete, tomó el micrófono y
agradeció a los asistentes al evento, para mi sorpresa me llamó para que subiera
junto a ella para decir unas palabras y así lo hice. Pablo me miraba orgulloso
desde la multitud, le agradecí internamente por prepararme para ese momento.
Invitamos a todos los líderes de las asociaciones a que subieran al templete para
tomar una foto, Verónica y yo posamos justo en el medio, ambos llevábamos
camisa blanca y resaltábamos ante la ola de personas con color amarillo.
El evento finalizó, comenzamos la parte más difícil de todas, limpiar el desastre,
colocamos 10 contenedores para la basura en lugares estratégicos sin embargo
la gente suele ignorarlos, aunado a la basura producida por las piñatas y los
platos desechables para la comida, todo parecía una zona de guerra, volvimos
a dividirnos en equipos y en menos de 30 minutos ya estaba todo limpio y el
templete desarmado
–Hijo hemos sido invitados a una comida en casa de Verónica, es
verdaderamente importante que asistamos, hay algunos planes que quisiéramos
comentarte, nuestros amigos de la oposición estarán presentes- dijo Pablo
mientras me entregaba una botella con agua
–Necesito tiempo de llegar a casa para bañarme, ha sido un día caluroso, siento
que huelo a ajo y cebolla- mencioné haciendo una mueca de asco.
–La comida es a las 4:00 tenemos tiempo de sobra y en realidad hueles a exceso
de desodorante- sonreí ante su comentario
Nos encaminamos a mi auto para emprender camino a casa de Pablo, una vez
ahí saludé a Martha quien nos felicitó por el resultado del evento. Pasados unos
minutos me encontraba en mi casa, dejaba que el agua corriera por mi cuerpo,
las duchas largas me relajaban. Terminé de bañarme, me dirigí al closet, tomé
una camiseta polo negra, pantalones vaqueros y tenis, era hora de estar cómodo,
Pablo no mencionó nada acerca de la formalidad en la comida en casa de
Verónica. Una vez listo me dirigí al auto, pasaría de nuevo por Pablo, él sabía la
dirección aunado a esto, a mi compañero no le gusta manejar y cuando lo hace
es horrible, temo por mi vida, por lo que no me importa ser su chofer con tal de
no tener a Pablo siendo un cafre y gritando insultos a todos los que se atraviesan
en su camino.
Al cabo de un rato, me encontraba camino a la casa de Verónica, Pablo venía
como copiloto instruyéndome la ruta más adecuada. Faltaban unos minutos para
las 4:00 con suerte llegaríamos a las 4:15, no le veía ningún problema, solo un
retraso menor. Grande fue mi sorpresa cuando llegamos al fraccionamiento más
prestigioso de la ciudad ‘‘Villa di Génova’’ marcaba en la entrada custodiada por
guardias, si bien no estaba frente al mar, las vistas que daba eran las mejores,
estaba construido en una especie de colina donde a medida que aumentaba la
altura también lo hacia el precio de las propiedades, justo en la cima de la colina
había una gran residencia con diseño californiano, una terraza con pilares
blancos y detalles de mármol, hasta la cerca perimetral tenía toques lujosos
–Hijo yo sé que es una hermosa casa pero ahí no vive Verónica- mencionó Pablo
causando la risa de ambos
–Algún día tendré una casa así- respondí y mi camarada me miró molesto
-¿Para qué querrías una casa tan excéntrica? seguramente el dueño es un viejito
burgués extravagante, recuerda que esas personas concentran riqueza y
generan desigualdad- añadió Pablo acomodándose la camisa –Mira la casa de
Verónica, es un buen barrio lo admito y tiene muy buen terreno, pero no necesitó
comprar la cima de la colina para demostrar su superioridad, ella se ha dedicado
a ayudar a la gente también, a las madres solteras y a los niños en especial, esto
lo hace de manera desinteresada siendo soltera y no teniendo hijos-
Sin duda alguna los comentarios de Pablo me habían hecho entrar en razón, no
es malo que las personas sean ricas o millonarias, es malo cuando se quedan
con los brazos cruzados y no tienen la decencia de ayudar al prójimo, todo era
culpa de la desigualdad que impera en este mundo
-¿Cuál es la casa de Verónica entonces?- Pregunté a Pablo mientras seguía
conduciendo el auto
–Es la que está a media colina, la del jardín con palmeras y una pequeña pileta-
La casa de Verónica no era tan grande como la de la cima de la colina sin
embargo el diseño la hacía ver más familiar, también era de estilo californiano
pero carecía de terrazas y las tejas lucían de un material parecido al plástico-
aparqué el auto frente a su casa, Pablo bajo del auto y llamó a la anfitriona, de
pronto, la puerta se abrió de manera automática, dejándonos pasar
–Adelante hijo, ella nos espera en el patio posterior- Sin duda alguna Pablo había
estado aquí antes, me debe una explicación a todo esto, este asunto es
demasiado misterioso para mí –Bienvenidos amigos, estábamos esperándolos-
Verónica saludo a Pablo de mano, una vez se acercó a mi le tendí la mano pero
para mi sorpresa me tomó del brazo y comenzó a caminar, en mi vida me había
sentido tan caballeroso, no solía tener mucho contacto físico con otras mujeres
y menos aun cuando las acababa de conocer sin embargo Verónica tenía algo
que lo hacía diferente.
BRIAN
Sábado 9:30 de la mañana me encontraba sentado en la oficina de Cristina, me
ofrecí a ayudarle a adelantar su trabajo y de paso adelantaba parte del mío, de
otra forma no habría venido a la oficina en sábado, prefería hacerlo en home
office pero si invitaba a Cristina a mi casa estaría tentado a jugar algunas o
muchas partidas de mi videojuego favorito, el orgullo de ambos es demasiado
elevado como para dejar que el otro se lleve la victoria.
Revisaba las gráficas de los resultados semanales, de pronto mi estómago
comenzó a reclamar por algo de comida, no había tomado el desayuno en casa,
se me hizo un poco tarde y preferí no hacerlo antes que llegar a deshora, Cristina
la ama y señora de la extrapuntualidad me habría hecho algún comentario y no
estaba de ánimo para eso.
–Veo que alguien está un poco enojado señor Castely- Menciono Cristina riendo.
–No me llames por mi apellido por favor y mucho menos me digas señor- le
conteste a Cristina algo fastidiado.
–Tu siempre me llamas señora Rossette y soy un año menor tu- decía la ojiverde
sin siquiera despegar la mirada de su computadora portátil.
–Porque tú eres una señora, incluso si nunca te hubieses casado tu
comportamiento seguiría siendo el de una señora… además, amas que la gente
te llame así- le dije un poco descolocado.
–Esta señora te invitará el desayuno si guardas silencio y te concentras en el
trabajo- Esta vez la castaña había hecho contacto visual conmigo esbozando
una sonrisa
–Lo que usted diga señora Rossette- comencé a reír mientras observaba a
Cristina tomar su celular.
–¿Gustas algo en específico o pensarás un rato y ordenarás lo de siempre?-
Preguntó Cris señalando la pantalla de su celular, consideré su comentario un
poco agresivo así que pensé en ordenar algo diferente.
–Está vez quiero algo distinto, déjame pensar- Ella asintió de forma afirmativa
mientras tecleaba en su celular. Nada se me venía a la mente, pensé en algún
emparedado o ensalada, sin embargo ninguna me convencía.
–Sabes, creo que pediré lo de siempre- Cristina comenzó a reír ante mi petición
–¿Hotcakes, huevos, extra tocino y jugo de naranja con betabel?- preguntó y yo
asentí.
-Ya vienen en camino, por cierto ¿Reservaste ya los vuelos?- Preguntó Cristina,
haciendo referencia a nuestro próximo viaje a México.
Había olvidado por completo hacerlo, así que me dispuse a visitar mi app para
reservar vuelos –Afortunadamente ya tengo guardada la información de tu
pasaporte- dije mientras exploraba las aerolíneas y los horarios.
-¿La princesa alemana viajará con nosotros?- Cuestionó Cristina haciendo
referencia a la hija del dueño de la compañía.
-Tim me envío su información, en realidad es princesa alemana, austriaca y
estadounidense- eleve mi mano, la coloqué en ángulo y agité mis dedos en el
aire. Observé como Cristina despegaba inmediatamente su vista de la
computadora completamente intrigada y emocionada.
-Esa es la chisme señal- Cristina abandonó sus actividades y caminó para
sentarse justo a mi lado.
CRISTINA
Algo que admiraba de Brian y a la vez me daba un poco de temor era la
capacidad que tenía para enterarse u obtener información, si había hecho la
señal significaba que tenía algo verdaderamente importante para compartir
conmigo.
-Se llama Zoe Victoria Rosalind Fields Meyer Von Westerwelle, me hace pensar
que los nombres estaban en oferta el día que la registraron- mencionó Brian
mostrándome la información de sus pasaportes.
-Pobre mujer y el nombre que se carga, habrá de tardar eternidades haciendo
tramites, su nombre es incluso más curioso que el tuyo- Respondí haciendo
referencia al segundo nombre de Brian.
-No te atrevas a mencionarlo, hay algo verdaderamente curioso aquí, en el
pasaporte austriaco a su nombre le falta el Von ¿Será un error o falsificación?-
Cuestionó el joven barbon
-En Austria está prohibido hacer referencia al lugar donde nacieron, eso tengo
entendido, era algo de los títulos nobiliarios o una cosa así… ¡Ay no sé!, pero
más importante ¿Por qué la hija de un empresario multimillonario tendría
necesidad de un pasaporte falso?- le dije a Brian haciendo obviedad en mi
pregunta.
-Tienes razón, me sorprende que, como Wikipedia andante que eres no tengas
el dato- Brian levanto la ceja derecha y procedió -¿Supongo que ya notaste lo
evidente?- una vez el joven ejecutivo finalizó la pregunta hizo una mueca de
superioridad.
Brian se estaba haciendo el interesante, cuando la información que tenía era una
bomba, gesticulaba ese tipo de muecas, suele hacerme esperar un rato pero al
final siempre suelta la notica.
-Por los apellidos y el lugar de nacimiento es obvio que no es hija de la señora
Alice- Alice es la ex esposa de Tim, fue parte del consejo de la compañía pero le
cedió su puesto a Luca, el hijo menor de Tim.
-Es por eso que yo no conocía de su existencia, la princesita tiene 24 años, su
mamá es una artista alemana pero vive en Austria desde hace algunos años, ahí
es donde nació Zoe, por eso tanto revoltijo con las nacionalidades, aquí viene la
bomba…- Esperé respuesta del gerente general pero este no emitió sonido
alguno.
-No seas así, siempre haces lo mismo ¿Qué es?- Cuestioné esperando
respuesta
-Eres una chismosa Cristina, serás la mujer de hierro pero ¿Quién diría que te
encanta el chisme?- Dijo Brian en un tono agudo y riendo.
-Tu eres el chismoso mayor, eres quien se entera de estas cosas, no es mi culpa
que solo puedas compartirlas conmigo- Era verdad, al nivel en el que estábamos
ubicados no podíamos confiar con muchas personas, la información es más
valiosa que cualquier suma monetaria.
-De nuevo tienes razón, es parte de nuestra naturaleza- El joven barbon rio de
nuevo –Tim y la señora Alice se divorciaron hace 17 años, es todo un pillo ¿Quién
lo diría? Es sumamente correcto pero tuvo una hija fuera del matrimonio, si esa
información se hubiese divulgado en aquellos tiempos, creo muy posible que
fuera linchado por la opinión pública.
-Los tiempos han cambiado pero estoy segura que hoy en día la prensa también
hubiese hecho un revuelo con la noticia. No sabemos el estado del matrimonio
del jefe en aquellos tiempos, tal vez estaba separado de su esposa pero aún no
firmaban un papel que lo avalara-. Reflexioné acerca de situación en la que el
jefe de la empresa se habría involucrado.
-Es por eso que no creo en el matrimonio- mencionó Brian abriendo una de sus
redes sociales en su celular.
-Ese comentario eres tú justificando tu puteria- Respondí mirando a Brian reír y
señalar la pantalla de su celular.
-Es una manera elegante de decirlo, el protagonista de la conversación es otra
persona, busqué su perfil para darnos una idea de a que nos vamos a enfrentar,
debo admitir que fue algo complicado encontrarla porque tiene demasiados
nombres- dijo Brian de una forma muy natural
-Brian eso es muy raro, estas invadiendo la privacidad de la chica, sabes…- Fui
interrumpida por el gerente.
-Tú en mi lugar harías lo mismo ¿No es así?- cuestiono mirando a mis ojos
-Tal vez… Bueno sí, creo que tenemos un problema- le dije a mi mejor amigo
-Todos tenemos problemas, podemos vivir con ellos. Observa- El joven ejecutivo,
pasaba las fotos a través de su panta –No aparece el apellido de Tim en sus
redes sociales, ¿Tendrá daddy issues?… En fin, todo parece indicar que es
artista, tiene muchas fotos con dibujos y esculturas- mencionó Brian.
-Necesitamos saber la carrera que estudió, así podemos asignarle tareas
acordes a su perfil, estoy segura que no tiene ni la más jodida idea de los
negocios- dije mientras seguía observando las fotos.
-Lo que tú digas señora capital humano, solo convivirás una semana con ella, yo
soy quien tendrá que lidiarla la mayor parte del tiempo- mencionó Brian un poco
molesto
-Mira el lado bueno, será como un practicante o becario, puedes asignarle
actividades de todo tipo y si la chica se adapta o acepta trabajar con nosotros
podrás enseñarle mucho- Miré a Brian levantar ambas cejas mientras sonreía
con malicia –Laboralmente… Claro está, ¿Necesita que le envíe el manual de
prevención de acoso laboral señor gerente?- Cuestione al gerente general de la
empresa.
-Yo lo aprobé, no necesito leerlo de nuevo, insisto, solo un tremendo idiota se
metería con la hija del jefe y ese idiota no seré yo. Hasta para la putería hay que
ser inteligentes. Te dijera que es un consejo para ti pero eres un repelente de
putería- Remató Brian
-Puede que seamos victimas del error tipo uno- Le comenté a Brian mientras
revisaba la ruta de la comida
-¿Qué es el error tipo uno y porque hay más de uno?- Cuestionó el joven barbon
-El error tipo es cuando haces todo bien y al final sale mal, no sabemos cuál sea
la actitud de la rubia, estamos dispuestos a entrenarla y enseñarle todo lo que
sabemos y al final se niegue a aprender- mencione de forma pesimista
-¿Cuál es el error tipo dos?- el estómago de Brian sonó de nuevo –Él también
quiere saber- menciono el chico señalando su abdomen
-El error tipo dos es cuando haces todo mal y al final el resultado sale bien, si
cerramos nuestras mentes y no le ponemos atención suficiente a Zoe y al final
la chica aprende nos veremos realmente beneficiados- finalice mi explicación
esperando la opinión de Brian
-Diez dólares al error tipo uno- extendió su mano en mi dirección
-Hecho- estreché su mano. Al final de cuentas sería Brian quien se encargaría
de pasar la mayor parte del tiempo con la hija del jefe
-Creo que ya miramos demasiado sus redes sociales, debemos regresar a
trabajar señora Rossette- Menición Brian mientras guardaba su celular
-Por lo menos hasta que llegue la comida pero no pienso bajar por ella- dije
mientras me encaminaba a mi escritorio
-Yo bajaré por ella, ya es bastante que tu hayas invitado- dijo Brian antes de
concentrarse en su trabajo
GABRIEL
La comida en casa de Verónica fue muy amena, el ambiente era relajado, los
invitados charlaban como si se conocieran desde hace años, Pablo era bastante
popular entre los asistentes. Verónica se levantó llamando la atención de los
asistentes.
-Es un verdadero gusto que todos hayan aceptado la invitación, les agradezco
de corazón- Verónica esbozó una sonrisa y tomo un largo respiro para continuar
con sus palabras –Para mí este momento en la vida es muy especial, es el gran
inicio de una historia que vamos a escribir los aquí presentes, vamos a sacar
adelante nuestra comunidad, sin pretexto alguno. Verónica Gallardo no es
política, jamás ha participado en política. Me siento muy honrada de la gente que
ha creído en mí y en mi proyecto, sin embargo ha llegado el tiempo de ir más
lejos. Quiero anunciarles mi aspiración para competir por la alcaldía, pero para
ello necesito su ayuda compañeros, tenemos que integrarnos en una fórmula
ganadora ¿Están dispuestos a recuperar el orgullo y la grandeza de la ciudad?-
Cuestionó la morena de forma general a los asistentes.
De pronto Pablo se levantó –Cuentas conmigo, quien esté de acuerdo
acompáñeme poniéndose de pie- de pronto los asistentes a la comida poco a
poco comenzaron a ponerse de pie, fui el último en hacerlo, me encontraba algo
hipnotizado pos sus palabras. Una vez todos estuvieron de pie comenzaron los
aplausos.
-Mi deseo es conformar mi equipo con gente sumamente preparada que nos
acompañe desde el congreso, Selene Delgadillo representará el primer distrito,
el doctor Salvador García representará el segundo distrito- Ambos personajes
conocidos en la comunidad levantaron sus manos saludando y agradecieron a
los asistentes a la comida hasta que verónica tomó la palabra de nuevo –Para
cerrar el equipo hace falta nombrar a quien será el candidato a la cámara de
representantes a nivel federal- La anfitriona caminó en dirección a Pablo-
Cuando le comenté a Pablo mis aspiraciones políticas, solicité su consejo para
integrar mi equipo, fue ahí cuando me comentó de un joven entusiasta con un
gran potencial, camarada Pablo, le cedo la palabra- El pelilargo le sonrió y
agradeció
-Hace más de treintaicinco años un hombre y yo comenzamos una lucha, la
defensa y emancipación de los trabajadores, aquel gran hombre ya no está con
nosotros, su ciclo se cumplió, pero aquel hombre nos ha honrado a todos con su
legado y un excelente sucesor, aquel gran hombre de quien les hablo… Es tu
padre Gabriel, ha llegado el momento de que sigas sus pasos, que luches en
contra de la tiranía y la desigualdad así como lo hizo el, es tiempo de que te
embarques en este proyecto y representes las ideas de tu padre en el congreso-
Finalizó Pablo tocando mi hombro
VERÓNICA
Había pasado más de un año desde que decidí competir por la alcaldía, había
invitado a Pablo a participar como candidato en mi equipo sin embargo declinó
desde el primer momento, decía estar viejo para esos trotes, no obstante
mencionó conocer al indicado para ocupar su lugar. Gabriel, no era el joven más
atractivo del mundo, apenas pasaba los 1.60 de estatura, un enclenque de piel
clara y ojos café, tampoco era el estereotipo del político local que usa chaleco y
viaja en camioneta suburban. Había investigado en internet, tenía una buena
trayectoria por no decir su oratoria, era brillante dando discursos, Pablo había
hecho un excelente trabajo con él. Solo quedaba esperar que aceptara ser mi
compañero de fórmula.
El chico se había quedado serio, tenía la mirada algo ausente, el silencio se
estaba tornando un poco incómodo después de que las palabras de Pablo no
recibieran respuesta.
-No tienes que contestar ahora, puedes tomarte el tiempo que necesites para
pensarlo- Mencione mientras Pablo miraba a Gabriel un poco preocupado.
-Necesito tiempo para pensar en asumir la candidatura, si decidiese declinar a la
candidatura aun así podrás contar conmigo- Gabriel suspiro y continuo –En caso
de aceptar participar en la elección, tendría una condición- dijo el líder del
sindicato
Me pareció algo extraño que una persona como el pudiera condicionar una
oportunidad como esta, la curiosidad crecía con cada segundo, quería conocer
los términos –Dime, ¿Cuáles son tus condicionantes?- cuestione un poco
intrigada.
-Si llegase a aceptar, lo cual me parece muy posible y emocionante, quisiera que
Pablo sea mi suplente y que ustedes me ayuden a conformar mi agenda
legislativa- Menciono Gabriel en tono serio.
-No tengo ningún problema, es un honor acompañarte hijo- Pablo sonrió y abrazó
a su compañero.
-Opino lo mismo que Pablo, será un honor para todos- Le dije al chico y este
extendió su mano.
-Acepto entonces- afirmó Gabriel. Estreché su mano, de pronto todos
comenzaron a aplaudir, me acerque para darle un pequeño abrazo en forma de
agradecimiento, una vez nos separamos el levanto mi mano y exclamo –Hasta
la victoria siempre compañeros.- avocó las palabras de un referente
revolucionario.
Faltan dos años para la elección pero todo conlleva un trabajo de logística muy
grande, no podemos lanzarnos al aventón y ver que resulta. Hay un plan para
recorrer la ciudad completa, desde el barrio más pobre hasta el más acomodado,
posicionar el nombre de cada uno de los integrantes de la formula, Gabriel no
necesitaba tanto trabajo puesto que podía apoyarse de la estructura del sindicato
y a mí no me venían nada mal contar con esa gran cantidad de votos.
Había crecido como hija de un empresario local, con todas las comodidades y
oportunidades, estudié en una universidad privada. Sin embargo me parecía
injusto que mientras yo tenía juguetes nuevos cada navidad, había niños que se
iban a la cama con hambre todos los días, es por eso que decidí ayudar a los
demás. Inicie una fundación con el objetivo de ayudar a los niños, gracias a eso
pude observar la miseria con mis propios ojos. Había aprendido de la
redistribución de la riqueza y esperaba llegar a la política para impulsarla. Mi
objetivo es que a ningún niño o niña de están ciudad le falte alimento en su mesa.

CRISTINA
Martes por la mañana, estaba revisando los resultados de la encuesta de clima
organizacional de la planta ubicada en Costa Rica, se obtuvieron muy buenos
resultados, Claudio, el gerente de planta estaba haciendo un gran trabajo, era
una de las personas más extravagantes que había conocido en mi vida, le
gustaba usar sombreros con plumas, lentejuelas y todo lo que llamara la
atención. Pero refiriéndonos a resultados siempre se esforzaba por tener los
mejores índices del corporativo. Tal vez su proyecto de vida no era el más común
o el esperado para una persona en su posición… Al final de cuentas ¿Quiénes
somos para criticar los proyectos de vida ajenos? ¿Qué sería de la planta si nos
hubiésemos centrado únicamente en su vestimenta y no en su experiencia
laboral?. Todos los grandes líderes empresariales que he conocido son
excéntricos en algún sentido, yo misma entraba en dicha categoría.
Mientras filosofaba escuche el sonido de la puerta abriéndose, pensé en Brian
sin embargo el siempre tocaba antes de entrar, para mi sorpresa era el Chairman
de la empresa.
-Buen día Cris, he traído a Zoe para que puedas hacer los trámites de alta en el
sistema de la empresa, espero puedan socializar un poco. En fin, mi hija vendrá
en unos momentos, estaré con Brian en su oficina- El dueño de la empresa salió
de mi oficina sin dejarme siquiera responder.
Hacía mucho tiempo que no realizaba un alta en el sistema, era la máxima
encargada del capital humano de la empresa, no era específicamente mi trabajo
realizar ese tipo de trámites… pero el jefe es el jefe y yo soy el cortesano
perfecto.
Pasados unos minutos escuché unos golpes poco perceptibles en la puerta,
observé por un momento la puerta para confirmar que los sonidos provinieran de
esta, unos segundos después escuché el sonido nuevamente –Adelante-
exclamé esperando que la persona entrase a la oficina, no obtuve respuesta,
interrumpí mis labores en la computadora para abrir la puerta. La rubia había
llegado, tal como el dueño de la empresa me había anticipado, era más baja que
yo así que lo primero que pude observar fue su cabello, llevaba la vista hacia el
piso tal como la última vez que intenté hablar con ella.
-Buen día señorita Fields, pase por favor, tome asiento- Señalé la silla que
estaba frente a mi escritorio, la joven europea no emitió ningún sonido y se
aproximó al escritorio, esa actitud no me estaba gustando.
-Voy a imprimir dos formatos para que puedas llenarlos, de esta manera podré
darte de alta en el sistema de la empresa y otorgarte tu tarjeta de empleado,
también tramitaré un permiso para que puedas laborar en México sin ningún
inconveniente- Una vez finalicé mis palabras, la chica únicamente se dignó a
decir –Gracias- en un tono apenas audible y se dispuso a llenar los formatos de
registro. –Si tienes alguna duda puedes preguntarme- mencioné y la ojiazul
únicamente asintió, emitiendo un –Gracias- en forma de susurro.
Su actitud comenzaba a desesperarme, no era capaz de si quiera verme a los
ojos y tendría que convivir una semana con ella antes de que pasara a ser
problema de Brian, quien por cierto, tiene menos paciencia que yo. Decidí
centrarme de nuevo en mis actividades, ya había avanzado lo suficiente como
para trasladarme a México, me parecía muy gracioso que no importaba donde
estuviera situada, en mi casa, en la oficina o en México, el contacto siempre era
virtual o vía telefónica, aunque no descartaba las visitas periódicas a los centros
de trabajo.
Había transcurrido casi media hora cuando noté que la hija del dueño de la
empresa levantó la vista –¿Terminaste?- Cuestioné con amabilidad y ella se
limitó a asentir, extendió su mano entregándome los formatos –Los revisaré para
verificar si están completos- La joven asintió de nuevo con la mirada apuntando
al suelo. Tenía una muy buena caligrafía, era bastante entendible únicamente le
hacía falta la firma del final, por alguna razón todos olvidaban leer esa parte, tal
vez es un error del formato –Está excelente, solo hace falta tu firma en esta parte-
Señalé la parte inferior de la hoja y la chica tomó la pluma y escribió ‘‘Zoe Victoria
Rosalind F. M-W.’’ haciendo sus letras algo cursivas y escribiendo dos puntos
sobre la letra E en su primer nombre.
-Perfecto, yo conservaré los formatos y solicitaré tu credencial de empleado,
mañana a primera hora podré entregarla- mencioné a la joven rubia quien seguía
sentada frente a mí.
-Gracias- Dijo la joven rubia por enésima vez.
Después de escuchar la única palabra de la rubia comencé a pensar en agregar
‘’Gracias’’ su lista de nombres, llegue a pensar que era la única palabra que sabía
en este idioma, suspiré un momento para no mostrar mi malestar.
-Señorita Fields ¿Ya conoce todo el edificio?- dije tratando de llamar la atención
de la joven rubia, esta levanto un poco la cabeza y negó –Si me permite podemos
dar un pequeño recorrido y dar una vuelta por los jardines de la empresa- añadí,
para mi sorpresa la chica de origen europeo sonrió y asintió ligeramente, debo
admitir que esa respuesta aunque no fue verbal se había sentido como un triunfo.
GABRIEL
Me encontraba fuera de las instalaciones del sindicato, Pablo me había notificado
la realización de una junta a lo que él llamaba ‘‘Primera hora’’ debido a que
cambiaba de acuerdo a su conveniencia, era algo que utilizábamos como un
chiste recurrente, pasados unos minutos un lujoso auto negro llegó al
estacionamiento del edificio del sindicato, el auto de Verónica era bastante bonito
sin embargo quien manejaba el auto no era ella, me pareció algo extraño, no la
había vuelto a ver desde el día que acepté la candidatura. El motor del auto se
apagó, la futura candidata a alcalde bajó del puesto de copiloto mientras que otra
chica decencia del lado opuesto, era morena al igual que Verónica solo que un
poco más baja, de complexión delgada y con el cabello a la altura del codo, su
rostro redondeado con una barbilla ligeramente marcada, ojos café con una cejas
muy bien definidas, todo lo anterior pasaba a segundo plano con tan solo verla,
irradiaba una gran actitud, como si ella controlase el lugar.
-Buen día Gabriel- Verónica se acercó para besar mi mejilla y estrechar
ligeramente mi mano –Permíteme presentarte a Rocío, es mi mejor amiga y
también es la persona encargada de coordinar mi campaña- La chica se acercó
y estrechó mi mano, pude sentir como transmitía autoridad con ese simple
contacto.
-Es un gusto conocerla- mencione tratando de ser cordial.
-Debí haberla presentado en la última reunión en mi casa pero
desafortunadamente Rocío estaba fuera del país- dijo Verónica con mirada
reprochante hacia su coordinadora de campaña.
-¿No crees que es muy temprano para reclamos?- cuestiono Rocío mientras
observaba a Verónica con una sonrisa fingida –Y tú, no me hables ‘‘de usted’’,
no estoy tan vieja- Finalizó con sagacidad la mejor amiga de Verónica.
No tenía ni 5 minutos de conocer a la chica pero no me quedaba duda de que
sería una excelente coordinadora para la campaña electoral, en mi caso sería
Pablo quien se encargaría de todo eso.
-¿Dónde está rayos se metió Pablo? Y más importante aún ¿Por qué estás
afuera del edificio?- Está vez fue Verónica quien alzara la voz
-Verán, Pablo a veces tarda un poco en llegar a los encuentros… Ustedes saben,
cosas de familia- dije intentando excusar a mi camarada.
-¿Y no puede mandar un mensaje diciendo que se ha retrasado?- Preguntó
Rocío molesta nuevamente.
-Así es Pablo, ya lo conoces, es un buen hombre después de todo- habló la futura
candidata en dirección a su amiga –Aun no respondes la razón para esperar
fuera del edificio- añadió la chica.
No cabía duda que no había tenido una muy buena primera impresión para la
mejor amiga de Verónica y estaba seguro que mi respuesta empeoraría todo.
-La verdad es que olvide las llaves, esperaba que Pablo ya estuviera aquí puesto
que Elisa llega hasta pasadas las 9 de la mañana- sentí como la pena recorría
mi rostro mientras esbozaba cada palabra
-¿Estos son tus compañeros de fórmula ganadora?- el comentario de Rocío
había sido pronunciado con mucha seguridad tanta que me hizo sentir un poco
idiota.
-Rocío no seas grosera- reprimió Verónica a su mejor amiga.
-No soy grosera… Soy honesta- respondió defendiendo su postura.
De pronto ambas amigas iniciaron una pequeña pelea de comentarios hirientes,
sin embargo no parecía molestarles en lo más mínimo, es como si estuvieran
acostumbradas a ese tipo de encuentros y sobre todo al vocabulario nivel
carcelero.
De un momento a otro observé el auto de Pablo arribar al estacionamiento, dejé
salir un suspiro de alivio.
El hombre de cabello largo bajó del coche de modelo atrasado, mi camarada
tenía los ingresos para adquirir un auto que no lo dejase tirado constantemente,
pero por alguna razón amaba esa chatarra. Lo salude con un abrazo ligero danto
pequeñas palmadas en su espalda posteriormente saludo con la mano tanto a
Rocío como a Verónica, esta última hizo una broma sobre la puntualidad del
pelilargo.
-¿Por qué no hiciste que las damas entraran?- cuestiono Pablo con tono de
obviedad.
-Salí un poco tarde… Tu sabes, a cualquiera puede pasarle… -Sobé la parte
trasera de mi cabeza mientras hablaba hasta que fui interrumpido.
-Admite que olvidaste las llaves tontito- habló Verónica con un tono encantador
mientras apretaba una de mis mejillas.
-Tontito….- dijo Rocío en un tono apenas perceptible.
-Entremos entonces, hace un calor horrible- Pablo sacó sus llaves del bolsillo
trasero de sus pantalones. Ingresamos al edificio, Pablo rápidamente se dirigió
al control de temperatura para encender el aire acondicionado, una vez la vieja
maquinaria comenzó a funcionar nos dirigimos a la sala de juntas.
-Buen día a todos, les he reunido aquí con la intención de hacer una presentación
personal de nuestra compañera Rocío, sin embargo creo que ya se han conocido
en el estacionamiento. Lo que nos atañe aquí es darle la forma al proceso de
planeación electoral, afortunadamente dos de nosotros ya hemos vivido uno y
no son precisamente los candidatos- menciono Pablo mientras miraba a Roció –
Si gustas hacer tu propia presentación, adelante Rocío- finalizó el pelilargo
incitando a la mejor amiga de Verónica a hablar.
-Mi nombre es Rocío Castelan, soy Licenciada en Ciencia política y Gestión
pública, tengo un master en marketing político, trabajo en la agencia de
propaganda más prestigiosa del estado, también tuve el privilegio de participar
en el equipo de Arturo Villaseñor, el actual gobernador-
Una vez que la joven morena termino de recitar parte de su hoja de vida sentí
que mi mandíbula había caído al piso… La chica me daba un poco de miedo, lo
acepto, pero al escuchar sus palabras no me quedaba duda que era un gran
elemento para el equipo.
-Olvidaste mencionar que también eres mejor amiga de la candidata- espeto
Verónica haciéndole una mueca infantil a Rocío.
-Yo me encargaré de llevarlos a la victoria… Y de que eso que la candidata acaba
de hacer no se repita mientras estemos en público.- reviró las palabras que su
mejor amiga había soltado.
-Es un gusto saber que formarás parte del equipo, estoy convencido de que debe
haber una sinergia y que…. – Me vi interrumpido por Pablo
-Calma muchacho, la chica es inmune a las palabras… incluso se encargará de
cambiarlas- menciono el pelilargo
-Tenemos un plan a seguir, ustedes desde el momento que aceptaron jugar a la
política dejaron de ser personas para convertirse en una marca y por lo tanto
debemos posicionarla, no van tan mal, esperaba una situación menos
favorable… Eso no quiere decir que por la pequeña ventaja con la que cuentan
ya tengan la elección en el bolsillo.- Mencionó la politóloga mientras veía
sucesivamente los ojos de los otros invitados a la junta.
-Me puse en contacto con Rocío para adelantar un poco el trabajo, tal parece
que combinaremos las estrategias tradicionales a las que estoy muy
acostumbrado y…- Pablo se vio interrumpido por Rocío.
-Empolvado diría yo, sin embargo, las estrategias territoriales de Pablo serán
actualizadas y se sumarán a la estrategia de propaganda digital, en mis trabajos
generalmente hacemos que los candidatos constituyan alguna asociación civil o
fundación la cual se utiliza de plataforma, de esta manera disfrazamos las
acusaciones de campaña anticipada, es aquí donde ustedes llevan una pequeña
ventaja, ustedes ya tienen dos plataformas y ya son conocidos en la ciudad.
-¿A qué te refieres, no comprendo lo de las plataformas?.- cuestioné un tanto
confundido
La experta en marketing político frunció ligeramente el ceño mirando a su amiga
–Me refiero a la fundación de Verónica y al sindicato, ambos son las caras, los
líderes, son jóvenes y son atractivos… aunque tu deberías utilizar frenillos para
corregir tu dentadura- Soltó la chica elevando la ceja derecha mientras me
miraba fijamente –Verónica deberás de ser un poco más recatada con la
vestimenta, agradarás al público conservador y alejarás los comentarios de los
cerdos de la internet, tampoco quiero que te encasillen en la tonta pero bonita
hija de papi- finalizo Rocío mientras comenzaba a proyectar una presentación en
la sala de juntas.
-No voy a cambiar mi forma de vestir solo porque tú lo dices, no creo sea un
factor que influya tanto en la opinión pública- Se defendió Verónica de las
palabras de su mejor amiga.
-Puta-. Mencionó la coordinadora de campaña dejando un poco desconcertada
a la candidata –Ves que no es la misma a que yo te lo diga bromeando a que te
lo digan de forma seria, prepárate a recibir cientos de insultos de las personas
que están en las filas de tus adversarios políticos, al no tener una trayectoria
política ni escándalos de corrupción de esa forma te van a atacar.- Finalizo Rocío
mientras me hacía pensar en lo que se enfrentaría Verónica. –Tu tampoco te vas
a escapar, cuestionarán tu gestión en el sindicato y criticarán a tu padre sin
importar que ya no está con nosotros.- dijo la experta en propaganda mientras
comenzaba su presentación.
-Aquí viene donde combinaremos las dos estrategias, pon mucha atención hijo,
esta es la receta para el éxito- menciono Pablo dando palmadas en mi hombro
-Podemos observar que tenemos la ciudad seccionada en distritos y cada distrito
se divide a su vez en zonas-. Explicaba la politóloga
El mapa se miraba inmenso y las dichosas zonas parecían manchas a las que
no les encontraba mucho sentido, había distintos 3 colores que las diferenciaban.
-Cada zona engloba población con distintas características, las azules son zonas
con una situación socioeconómica bastante favorecedora, podemos decir que es
solo personas de clase alta viven ahí, por eso son unas cuantas en el mapa, las
naranjas son zonas donde habitan personas de clase media y en la verdes es
donde viven las personas menos favorecidas… La especialidad de Veronica, ella
ha trabajado mucho en estos lugares- dijo Roció mientras guiñaba un ojo en
dirección a su mejor amiga.
-No crees que dividiste de manera muy general, tengo entendido de que las
clases puede dividirse aún más- menciono la futura candidata un poco
confundida.
-Imagínate cuantas más divisiones tendría que hacer, necesitarías 10 años de
campaña para abarcarlos de la manera en la que lo haremos.- se defendió Roció
-¿Es ahí donde formaremos los comités vecinales?.- cuestiono el pelilargo
-En efecto Pablo, si gustas explicarle a Gabriel y Verónica tu experiencia.- dijo
Roció dando paso a mi compañero de sindicato.
-Hace bastantes años, cuando tu padre busco la alcaldía de la ciudad,
implementamos una estrategia donde instalamos un comité vecinal en cada
colonia, buscábamos a personas con características de líder y lo nombrábamos
presidente del comité, fue así como posicionamos la imagen de tu padre fuera
del sindicato en una época donde no había teléfonos celulares ni redes sociales.-
explicó Pablo.
Verónica hacía algunas anotaciones en su libreta, Roció esperó la señal de Pablo
para volver a tomar la palabra.
-En estos momentos hay un equipo de la agencia donde trabajo haciendo un
estudio y encuestando en todas las zonas marcadas en el mapa, de esta forma
vamos a conocer las necesidades concretas. Ustedes dos- La politóloga nos
señaló a mí y a Verónica, ambos nos erguimos y pusimos total atención en sus
siguientes palabras –Ambos tendrán un discurso estándar el cual modificarán
según sean los resultados obtenidos del estudio.- explicó Rocío
-O sea, no entiendo, ¿Vamos a llegar a la zona a nombrar el comité y vamos a
hablar de las necesidades sin preguntarlas o sin hacer un dialogo?. Creo que
hacemos mejor trabajo preguntando los problemas que tiene la gente a eso me
he dedicado en la fundación, a escuchar a la gente.- Comentó la futura candidata
a la alcaldía
-Y eso es exactamente lo que hacen y harán los demás políticos en campaña,
todos se alinean al mismo discurso de ‘‘escuchar a la gente y conocer la ciudad’’,
eso es antiguo, su mensaje será; ‘‘nosotros ya conocemos la ciudad y a la gente’’
y es muy importante que tengan un dialogo con las personas, también deberán
tener cierta cercanía con los posibles votantes, deberán aprender a crear un
vínculo emocional donde la gente se identifique con ustedes. En la construcción
del discurso necesito que encuentren alguien a quien critiquen ferozmente, no
puede ser el mismo, en el caso de Verónica serán las personas que conforman
la elite política, con lo que respecta a Gabriel… inventen algo convincente,
consúltalo con Pablo.- Dijo Roció haciendo un ademan como si nos restase
importancia.
-Ya lo tenemos, somos expertos en eso.- Hablo Pablo dejándome un poco
desconcertado, al final de cuentas era el quien ya tenía experiencia en la política.

CRISTINA
Me encontraba fuera del edificio cede de Fields, había un pequeño jardín con
plantas endémicas, la hija del jefe únicamente se había limitado a seguirme, no
emitía sonidos, solo asentía.
El pequeño camino ornamental hecho con adoquines de color café estaba
delimitado por una cerca de alrededor de 30 centímetros de altura, su función
era decorativa, no iba a impedir que los malhechores entrasen a pisar las
plantas… algo que sería bastante estúpido puesto que muchas de ellas tenían
espinas.
La hija del jefe tomó su Smartphone y comenzó a tomar fotos, me di cuenta que
la chica estaba sumamente centrada en las plantas espinosas, podía notar
atisbos de emoción en su cara… otro punto para agregar a su nombre; sin
emociones.
-Cactus- Dijo la joven rubia en un tono apenas audible.
-En teoría todos son cactus. No soy experta en botánica pero ese
específicamente es un nopal- le mencioné, la chica torno su vista hacia mi
mientras me miraba con atención. –Lo más interesante es que son comestibles,
se deben retirar las espinas primero… obviamente.- comencé a reír mientras la
chica soltaba de nuevo una sonrisa, punto para Cris claro que sí, alardee
internamente –Sabes, hay uno más especial pero se encuentra al fondo,
debemos cruzar la cerca ¿Quieres ir?- pregunté amablemente tomando la
iniciativa y cruzando la pequeña cerca –No pasa nada, solo nos arriesgamos a
que nos acusen con la malvada encargada de recursos humanos, he escuchado
que esa mujer es un ogro del pantano- Bromee haciendo una sátira de mi
persona.
Martes, era día de tacones, no eran tan altos pero gracias a mi estúpida
competencia interna por hacer hablar a la mocosa europea, ahora me
encontraba caminado por un suelo empedrado y un poco desigual, confiaba en
mis años de práctica usando calzado elevado para sortear con éxito los pocos
metros de distancia entre el camino y la planta desértica.
-Cómo puedes observar, esta cactácea es morada, cambia de color en esta
época del año y también le brotan esas pequeñas flores color rosado, es mi
favorita.- dije mientras la chica casi atacaba a la planta con fotos en su celular.
La rubia ojiazul sonreía e incluso se le notaba menos triste de lo habitual, todo
esto me puso a pensar; por la mañana me preguntaba a mí misma ¿Quién soy
yo para juzgar?, sabía que los proyectos de vida de los individuos me importaban
un carajo mientras no me afectasen… pero, había juzgado a la chica desde un
principio, sin conocer su historia ni preguntar, ahora estoy consciente de mi
capacidad para juzgar y al mismo tiempo prepárame para ser juzgada y no
siempre implica que sea de forma negativa. Puedo discernir con los proyectos
vitales ajenos e incluso puedo criticarlos, dialogar o tratar de persuadir sin
embargo lo que no debo hacer es imponerles mi moral.
-Chicas, ahí están ¿Qué hacen ahí? Se van a pinchar con alguna espina-
Mencionó Brian mientras se aproximaba junto a Tim.
-Así que apreciando las plantas ¿Te gustan princesa?- cuestionó el padre de la
rubia a lo lejos.
Brian apuró el paso y saltó la pequeña cerca ornamental, aproximándose a
nosotras.
-Hay una regulación que nos obliga a tener áreas verdes dentro de las empresas,
fue idea de los trabajadores que todas las plantas fuesen endémicas.- Mencionó
Brian sonriendo hacia Zoe, la chica asintió y noté cierto tono rojizo en su cara,
Brian era encantador sí, no era precisamente un hombre guapo pero sabía dar
en el clavo con ciertos detalles.
-Ven Cris, te ayudo a salir del empedrado- Brian extendió su mano para que
pudiese tomarla.
BRIAN
Cristina tomó mi mano como de costumbre, era habitual en Cristina usar tacones
lunes, martes y miércoles, los jueves llevaba calzado plano y los viernes era más
casual, la conocía tan bien que era incluso predecible, esa mujer amaba la rutina.
La hija del jefe me sonrío hasta que observó cómo Cris se aferraba a mi mano y
caminaba a mi lado, Tim nos había alcanzado pero la chica no necesitaba ayuda
realmente, tal parece que Cris notó el cambio de actitud por parte de la rubia e
hizo una de sus ya conocidas movidas, en otra ocasión me habría molestado
pero siendo honesto conmigo, no me interesa una relación con la hija de mi jefe
y menos si le llevo una década en diferencia de edad. Cris entrelazó sus dedos
con los míos y la joven europea en respuesta, se dedicó a ponerle atención a su
padre, de un momento a otro habíamos sido convertidos en un cero a la
izquierda.
Dirigí mi mirada a Cris haciendo entender que era suficiente del juego, ella
entendió sin problema y soltó mi mano, total ya nos encontrábamos sobre suelo
firme. Mientras tanto la rubia mostraba a su padre las fotos que había capturado
hacia algunos momentos.
Si bien fue divertido, los tres conviviremos una semana entera en México y no
es conveniente fomentar la división.
-Será una grata experiencia transmitir nuestro poco o mucho conocimiento, en lo
personal lo considero una oportunidad para mejorar incluso como persona y tal
vez encontrar fallos a los que nunca he puesto atención- mencioné mientras
entablaba de nuevo una conversación con Tim.
-Hace dos años tuve la oportunidad de dar clases en la facultad de negocios de
la universidad de Arizona, eran muy pocas horas a la semana pero tener a un
alumno prácticamente 24 horas al día lo convierte en un reto- decía Cris en un
tono neutral, sabía que estaba siendo sumamente política y cuidadosa con sus
palabras. Típico, evitar cometer errores en el lenguaje y pensando en todas las
posibles variantes a sus respuestas, casi como en un tablero de ajedrez.
-Chicos, me encanta la idea de que transmitan información y conocimiento, es
genial, pero yo sé que Zoe aprenderá de ustedes como personas- El hombre
dirigió la mirada a su hija -La disciplina de Cristina y la habilidad para resolver
conflictos de Brian te servirán mucho en la vida, después de esto nos
entenderemos mejor, ya lo verás- Mencionó el dueño de la empresa mientras
colocaba su mano en el hombro de su hija.
La chica comenzó a responder en alemán, estoy completamente seguro de que
la ojiazul habla nuestro idioma, me parece de mal gusto que siga comportándose
así y espero no siga con eso cuando se encuentre sin su padre en México.
Cris me hizo una seña para que controlara mi incomodidad, había sido tan
grande que logro manifestarse en mi lenguaje corporal.
Los planes del jefe no venían especificados en mi puto contrato, considero que
lo más difícil será hacer que las dos chicas convivan una semana en México sin
que se peleen, me parece irrelevante si se hacen amigas o no, únicamente
quiero que no hagan más complicado el proceso antes de que yo la traiga de
nuevo a los Estados Unidos y su papá decida llevársela. Yo no soy una persona
que piensa tolerar desplantes y berrinches de niña pequeña, aunque de salir
avante de esta especie de prueba podré utilizarlo como carta en mis planes a
corto plazo.
-Tranquila hija, estoy seguro que heredaste eso de tu madre- Tim intentó hacer
una broma pero el ambiente se puso algo tenso, de pronto el silencio se hizo
presente. Momento idóneo para cambiar de tema, será incomodo ver a Tim
enojado aunque no sea yo o la empresa quien causa la molestia… Gracias al
señor.
-Brian me comentó que ya todo está listo para el viernes, solíamos viajar en auto
pero Brian descubrió una forma más eficiente de viajar, creo que a Tim le
encantará escucharla- Para mi sorpresa fue Cristina quien habló y trajo a la mesa
un tema muy interesante
-Así es, tengo un conocido que es propietario de una agencia de viajes, hemos
rentado una de sus avionetas, llegaremos a la capital Hermosillo y
posteriormente tendremos un recorrido en auto de dos horas, hace algunos años
compré una casa en Guaymas, es ahí donde vacaciono y…- fui interrumpido por
el jefe
-¿No es un jet privado? ¿Me estás diciendo que es una avioneta común?. Mi hija
no viajará en una avioneta común, es muy peligroso- Mencionó Tim un poco
molesto
-Señor, es una ruta que tomo bastante seguido, incluso Cristina viaja en avioneta
cuando visita Chihuahua.- Le dije a mi jefe mientras intentaba explicarle la
seguridad de los viajes en avioneta.
-Es un poco complicado acceder a un jet faltando tan pocos días para el viaje-
Cris estaba aportando pros a la conversación cuando mire a la joven europea
acercarse al oído de su padre, el hombre mayor la escuchaba con mucha
atención
-Zoe me acaba de decir que le teme a las avionetas, a mí no me importa si se
deben llevar una de las camionetas suburbanas de la empresa, prefiero que
viajen en auto, no es un tema que quiera seguir discutiendo.- Cerró Tim con su
ya conocido tono autoritario.
Observé a la rubia sonreír maliciosamente por detrás de su padre, muy bien, ha
cruzado la línea y por su culpa tendremos que viajar horas y horas en la estúpida
carretera, esta intromisión solo nos perjudica a los 3 aunque estoy seguro que ni
siquiera es consciente de lo que acaba de hacer. Suspire un momento, de nada
serviría acabar con mi serenidad e insistir en la idea de la avioneta.
Hay momento en los que desearía poder utilizar la cámara de mi teléfono celular,
la cara de Cristina era un tomate, estaba roja, sabía que estaba enojada y tener
una captura de ese momento me serviría para molestarla en un futuro, incluso
como broma de cumpleaños.
Acompañamos a Tim y Zoe al estacionamiento no sin antes acordar la nueva
hora de salida para el insufrible viaje en carretera, elegí el auto más lujoso de la
compañía, si ya tenía que pasar largas horas manejando lo haría de la forma
más cómoda posible.
Una vez los dos agraciados personajes dejaron el lugar Cristina rompió el
silencio
-Pido manejar la mitad del camino- mencionó la ojiverde en tono molesto
-Yo pido que a la próxima la arrojes a las plantas espinosas, le gustan tanto que
no creo que le moleste- dije en un tono aún más molesto.
-Sabes que no promuevo la violencia… pero estoy considerando hacer una
excepción-. Dijo Cris mientras se daba la vuelta para avanzar hacia su oficina.
-¿A dónde vas?- cuestione en tono firme, Cristina se dio vuelta un poco
confundida
-A mi oficina, ¿No es obvio? Necesito tramitar el permiso de la chica de los
cactus- Respondió la ojiverde con tono irónico
-¿Es necesario que lo hagas tú? ¿O solo lo haces porque es la hija del jefe?- Me
acerqué a Cristina y tomé su mano para emprender camino hasta mi auto.
-Lo hacía por cortesía… Sí, básicamente porque es la hija del jefe ¿A dónde
rayos me llevas?-
-Estamos muy estresados, vamos a adelantar nuestra hora de comida e iremos
al Bakú a hablar con Shaniqua- mencione mientras que a la castaña pareció no
molestarle.
GABRIEL
Afortunado y bendito viernes, amaba los viernes, era día de paga y daba inicio
el fin de semana, este era especial, tendría una cita con Verónica, tenía miedo
de invitarla pero Pablo me animo y me dio algunos consejos.
Vero no era precisamente una chica con la que quisiera algo informal o eventual,
no lo sé, era un sentimiento extraño, como si todo conspirase para que nos
conociéramos aquel día. La considero muy atractiva aunque no me caracterizo
específicamente como un chico al que le guste el compromiso.
Amo salir al cine, el olor a palomitas, el sonido envolvente y el ambiente
generado en la sala y hoy no sería la excepción.
Regresé a casa después de trabajar, me dispuse a tomar un baño pero antes
debía decidir que me pondría para mi cita, si bien tenía una idea gracias a los
consejos de Pablo decidí desobedecerlo, en lugar de usar una típica camisa de
botones opté por una de mis camisetas favoritas. Abrí la puerta izquierda de mi
armario y comencé a seleccionar; Deadpool, Spiderman, Superman, Robin,
Flash todas eran excelentes opciones, seguía mirando el resto de las camisetas
pero interiormente ya había decidido y justo en ese momento la encontré, de
color negro y de fondo blanco con el logotipo de Watchmen, descolgué la percha
en la que se encontraba, la aprecié por un momento antes de abrazarla, había
esperado semanas para que llegase a casa, aún tenía la etiqueta y el olor a
nuevo no la había abandonado.

VERONICA
Por fin en casa, llegaba justo de visitar a mis padres, Rocío ya se encontraba
esperándome fuera de la cochera, presioné el botón que acciona el mecanismo
del portón eléctrico, hice una seña con la mano para indicarle a mi mejor amiga
que entrase primero a la casa, una vez ambos autos estuvieron dentro de la
propiedad, apagué el motor y descendí de mi camioneta.
-Hola estúpida- saludó Rocío con una sonrisa mientras se aproximaba a mí.
-Qué bueno es verte imbécil- respondí antes de abrazarla y besar su mejilla.
-¿Cómo estuvo la reunión con mis tíos?- preguntó mi coordinadora de campaña,
haciendo referencia a la buena relación que tiene con mis padres, si bien no
tenemos parentesco alguno, es por cariño por lo cual los llama de esa forma.
-Bastante difícil, aunque creo que mejor de lo que esperaba- dije mientras
buscaba mis llaves en el bolso de mano.
- Déjame adivinar, sermón de dos horas por parte de tu madre y tu padre… -
interrumpí a Rocío para darle una gran noticia
- Mi padre acepto pagar una parte de la campaña – dije mientras sonreía y abría
la puerta de la casa, mi mejor amiga soltó un pequeño grito de emoción y
felicidad.
-No lo puedo creer, el anciano es lo mejor, tengo que darle un abrazo la próxima
vez que lo mire- dijo la politóloga mientras se encaminaba a la sala principal de
mi casa y se lanzaba a uno de los sofás.
-Solo me dará un tercio del presupuesto que hiciste, yo financiaré la mitad y aun
así nos hará falta más dinero- dije un poco preocupada –Casi todo lo que estoy
ingresando de la constructora se va en la fundación, estoy ahorrando muy poco-
finalicé mientras cubría mi rostro con mis manos y suspiraba profundamente.
-Sabes, si bien yo no estoy cobrando por mi trabajo, estas financiando la renta
de mi departamento… Ese fue el acuerdo- dijo mi mejor amiga con un tono bajo
-Lo de tus honorarios podemos hablarlo con mi padre, meterte en la nómina de
la constructora, algo podemos improvisar- la interrumpí mientras la preocupación
me invadía por dentro.
-Estás loca, no te estoy pidiendo dinero, pedazo de guano- mencionó la morena
para después reír
-Espero ser guano de murciélago albino- reí un poco -¿A qué quieres llegar con
eso?- cuestione sin mirarla
-La idea de la privacidad en principio fue indispensable pero… Estoy dispuesta
a renunciar a mi apartamento y mudarme aquí, será un egreso menos, además
pasaremos casi todo el día juntas vivamos en la misma casa o no ¿Qué dices?-
preguntó la politóloga de forma directa.
-Solo si estás segura, especificaste mucho lo de la privacidad-. Dije mientras
recordaba el trato que anteriormente había hecho con mi mejor amiga.
-Quería un lugar seguro donde huir de ti o mínimo para meditar y no tratar de
ahorcarte cuando cometes tus erratas- menciono Rocío riendo.
-Entonces es un hecho, cuando gustes comenzar la mudanza, es más…. – una
vibración interrumpió mis palabras, era mi celular –Mierda- dije mientras
recordaba la ida al cine con Gabriel.
-Mierda tu- reviró Rocío mientras observaba mi celular
-Gabriel viene en camino, iremos al cine- espeté con algo de fastidio
-La tonta cita que arregló Pablo, tenemos que enseñarle a ese chico a que las
invitaciones a salir no se hacen en público ¿es por eso que no te negaste?- mi
mejor amiga había atinado al blanco, y precisamente en estos momentos es
cuando menos me encuentro con ganas de tener una cita, no soy una persona
a la que le agrade salir al cine, prefiero quedarme en casa y ver películas en la
comodidad de mi sala.
-Exacto, no encontré manera de decir que no o de posponer la salida- Suspire
un momento y me levanté de la sala –Amo esta ropa pero no me siento cómoda
con ella en el cine- dije mientras era seguida por mi mejor amiga hacía mi
habitación.
-Tampoco te sientes cómoda yendo al cine con el enano dientón… el enano
dientón que te está asegurando media elección, que feo ser tú en estos
momentos- afirmo la politóloga mientras asentía con la cabeza –No te pongas
eso, te puede dar frio en el cine- expreso la chica con desaprobación.
-Solo espero que la película se pase rápido ¿Te importaría quedarte aquí? No
quiero llegar a casa y estar sola, llegando podemos tener noche de chicas y pedir
comida a domicilio- dije para después suspirar resignada a salir con el líder del
sindicato.
-Eso significa que no quieres traer al chico a la casa- la politóloga rio un poco –
acepto solo si no haces tú asquerosa mascarilla de aguacate y apio- me miró
con desagrado.
-Todo lo que tú quieras, solo espérame aquí ¿vale?- dije para comenzar a
cambiar mi ropa.

BRAYAN
Manejar, para muchos relajante, para otros, sumamente estresante. Admito que
en otras circunstancias hubiese sido emocionante, con un viaje menos largo, tal
vez un road trip con alguna rubia de los Hamptoms, escuchando mi música
favorita… pero no fue así; por la mañana tuve que trasladarme a la casa de Cris,
quedamos en salir muy temprano, antes del amanecer y todo hubiese ido con el
pie derecho si la princesa y su padre no se hubieran demorado casi una hora en
llegar al punto de encuentro.
Habían transcurrido aproximadamente 5 horas en la carretera, las suficientes
como para ya haber llegado si hubiésemos optado por la avioneta, sentí como
mi sangre volvía a calentarse con tan solo recordarlo. Intente dejar ese
pensamiento atrás, voltee mi vista hacia Cristina, estaba dormida en el asiento
del copiloto, un merecido descanso después de haber manejado desde el punto
de partida hasta la anterior estación de gasolina, su cara estaba sonrojada por
la exposición al sol, sus lentes se encontraban algo descolocados y algunos
mechones de su cabello caían sobre su cara, estos se veían aún más claros
gracias a la iluminación del astro rey, era muy raro verla así, tan relajada y
pacífica, usando ropa deportiva, como la Cristina de antes.
El retrovisor mostraba un panorama totalmente distinto, había una rubia
utilizando un vestido color celeste, mirando seriamente la ventana, supongo que
disfrutaba el paisaje lleno de cactus. La hija del jefe portaba unos auriculares
color blanco con detalles en dorado, prácticamente no se había movido, tampoco
se dignó a hablar, intenté hacerle platica pero no dio resultado, Cristina por su
parte pasó de intentarlo, los largos periodos de silencio generaban cierto clima
de tensión dentro del auto, incluso intente arreglarlos bajando los cristales de las
ventanas, pensé que el aire podría llevarse la tensión consigo… Pero no fue así.
Supuse que la chica se cohibía con la idea de hablar con Cris y conmigo al mismo
tiempo. Habían pasado bastantes horas de viaje y planeábamos para a comer
hasta dentro de una hora, no perdía nada con intentar entablar una conversación.
-Señorita Fields, disculpe- La chica no se percató de mis palabras, seguramente
por el volumen de sus auriculares, hice un pequeño ademan con la mano para
tratar de llamar su atención y en efecto la conseguí, la rubia deslizo suavemente
sus cascos hasta dejarlos en su cuello e hizo un ligero contacto visual conmigo
a través del retrovisor del auto antes de volver mi vista a la carretera -¿No tiene
un poco de hambre?- no escuché respuesta alguna… niña malcriada, refunfuñé
para mis adentros hasta percatarme que la chica levanto su mirada y asintió
suavemente.
–Detrás del asiento de Cris está una pequeña hielera, ahí dentro hay botellas
con agua, jugos y creo que algunas barras energéticas de las que come Cristina,
siéntete en confianza de tomar lo que necesites, solo recuerda que hasta dentro
de una hora haremos una parada para comer- una vez finalicé mis palabras volví
a concentrarme en la carretera, no esperaba que respondiera, solo se cruzó de
brazos por un momento y posterior a eso decidí ignorarla
-Gracias- espetó la hija del jefe, unos segundos después escuché el sonido de
la hielera siendo explorada y finalizó con el ruido de la envoltura de plástico de
una de las barritas siendo abierta.

VERONICA
Recién arribábamos al cine, mi compañero de fórmula había abusado de su
fragancia, podíamos perfumar a todo el sindicato que presidia con la cantidad de
líquido que habrá usado para oler de esa forma. Lo peor del caso es que no se
dignó a abrir las ventanas del auto.
Estacionó cerca de la entrada, tomé mi bolso, posteriormente esperé a que me
abriese la puerta del auto, retiré el cinturón de seguridad que rodeaba mi cuerpo
y solo observé como el chico solo se quedó quieto mirándome. Suspiré, abrí la
puerta para descender y en caminarme junto a él hacia las puertas de cristal de
la plaza donde se ubicaba el cinema.
-Mira, aquí está la cartelera ¿Qué película llama tu atención?- cuestionó el chico.
-No lo sé, necesito mis lentes para mirar mejor los carteles- acto seguido busqué
dentro de mi bolso un estuche negro con detalles en dorado, deslicé el zipper y
me coloque las gafas. Estaba tan absorta en mis pensamientos que dejé de
poner atención en mis alrededores, después de leer algunos de los carteles una
de las películas llamó mi atención, nada como la comedia tonta para des
estresar, apagar tu cerebro por un momento y dejarte llevar.
-Considero que…- dejé de emitir palabras al notar que Gabriel no estaba a mi
lado. Corrí mi vista hacia los lado y lo observe caminar hacia mí, provenía de la
taquilla con dos pequeños papeles en su mano.
-Ya he comprado los boletos, esta película te va a encantar, es de mi saga
literaria favorita- decía el chico sumamente emocionado –Ven, acompáñame a
la dulcería, es mi parte favorita del cine- el chico me animo a caminar a su lado
hasta llegar al final de la fila, afortunadamente avanzaba rápido, decidimos
comprar un combo de palomitas, refrescos y nachos. Me ofrecí a pagar la mitad
sin embargo el joven líder del sindicato se negó.

BRIAN
Me sentía como cuando sobornaba con dulces a mis ahijados, el silencio dejo de
ser incomodo, si bien Cristina seguía dormida, el clima era ideal para comenzar
una conversación. Justo en ese momento escuché como la hielera era asaltada
nuevamente por la rubia de origen austriaco.
-¿Le han gustado las barritas señorita Fields?- cuestioné con un tono relajado,
quería hacer que se sintiese en confianza.
Observe por el retrovisor mientras la chica abría una de las botellas de jugo y
tomaba un gran sorbo, acto seguido una mueca de desagrado se implantó en su
rostro.
-Señor Castely ¿Por qué sabe tan mal el jugo?- Preguntó directamente.
Solo me limité a reír, estaba tan acostumbrado al sabor que pasé un detalle por
alto –Es porque no tienen azúcar, soy diabético y soy muy cuidadoso con los
productos que consumo- dije con naturalidad sin alejar mi atención de la
carretera.
-Lo siento señor, no lo sabía- la rubia enfocó su vista una vez más en la ventana.
-No se disculpe- reí un poco y decidí hacer referencia a la chica hablando mi
idioma -Es bonito escuchar algo que pueda entender, supongo que debo
agradecer a la botella de jugo sin azúcar añadida-. Emití una pequeña sonrisa y
esperé una respuesta por parte de la rubia
-¿Es difícil llevar una vida como diabético?- cuestionó con curiosidad la hija del
jefe
-La verdad no conozco otra vida, soy diabético desde que era un niño. Mi
páncreas produce muy poca insulina, es por eso que cuido mucho mi
alimentación y no dejo de lado la insulinoterapia.- levante ligeramente los
hombros restándole importancia a mis palabras.
De nuevo el silencio invadió el automóvil, esta vez no era incomodo, no insistí en
continuar la conversación, lo intentaría de nuevo en la hora de comida.
-¿Usted hace mucho ejercicio? ¿La diabetes no le trae impedimentos para eso?-
cuestionó ferozmente sacándome de mi zona confortable
-La verdad lo más recomendable es que haga ejercicio, lo hago rutinariamente,
no tanto como Cristina, ella es bastante disciplinada… En todo- Reí mientras la
miraba de reojo –También la dieta es importante, procuro siempre asistir con mi
nutricionista, en ocasiones me encuentro de viaje u ocupado y las tengo que
posponer-. A la chica le había picado el mosquito de las preguntas.
-¿Hace mucho que usted y la señora Rossette son novios?- cuestionó la ojiazul.
La pregunta me había atravesado como una flecha.
-No, Cris y yo no somos pareja- respondí en tono serio
-¿Alguna vez lo fueron?- dijo mientras buscaba mi mirada en el retrovisor
-No, nunca lo hemos sido, eso sería muy raro para los dos- dije mientras
analizaba la forma de cambiar el tema.
-Ambos son muy raros entonces… ¿La señora Rossette está amargada? ¿Es
por su divorcio? ¿Es una buena persona? ¿Realmente les interesa que yo
aprenda algo? ¿Lo hacen para quedar bien con papá?- Nunca me había sentido
tan arrepentido de entablar una conversación
-No, no, si, si- suspire –Tal vez- en estos momentos prefiero el silencio incómodo.
-¡Jesús! ¿De dónde han salido tantas preguntas?- traté de decir con un poco de
gracia… Error, vaya error que había cometido con una palabra.
-No uses el nombre de Dios en vano- contestó una molesta rubia.
-Lo siento, no pensé que fuese a molestarla- enfoque mis ojos en los carteles de
la carretera, la ciudad capital se encontraba a solo 40 minutos de distancia
-¿Usted saben porque papá me envío aquí? ¿Es por lo de Teo?- preguntó la
rubia mientras se inclinaba hacia el frente de forma inquisitoria.
-Tu padre es un hombre muy sabio, te ha enviado con nosotros para enseñarte
algo y probablemente para ponernos a prueba… No sé qué tenga que ver
Timoteo en esto, hace mucho tiempo que no le veo-. Respondí con mi paciencia
hasta el límite. Hacia bastantes meses que el hermano mayor de la rubia no
ponía un pie en el edifico de la empresa, tampoco lo había visto en las reuniones
del consejo.
-¿Qué es lo que se supone debo aprender? ¿Usted lo sabe?- La joven austriaca
tenía la vista puesta de forma intensa en el retrovisor.
Hacer una parada, abandonar a la chica en medio de la carretera y mudarme a
un país sin extradición no parecía mala idea.
-El conocimiento nuestra principal propiedad, es la única que se puede adquirir
de cualquier lado y dependerá de nosotros mismos aceptarla o dejarla ir. No te
puedo dar un plan de estudios, detallando la agenda de cada día o las fechas de
examen, las cosas no son así, nunca estuviste en mis planes y menos en los de
Cristina pero si hay algo que nos caracteriza a ambos, es hacer las cosas bien-
Respondí de forma severa, la chica guardo silencio, bajó la mirada y se colocó
sus auriculares para finalmente volcar su atención al desértico camino por el que
atravesábamos.
Creo que está vez me pasé y arruiné el avance que había conseguido con la
chica, cosa que me afectará a futuro. Había hablado a solas con Tim e hizo
mucho hincapié en no caer en berrinches ni provocaciones, estaba bastante
convencido en que sería fácil hacerlo hasta que la chica trajo al tema a su
hermano mayor, algunas preguntas se estaban formando mientras mi cerebro
formulaba algunas teorías.

VERONICA
Ya en la sala, la publicidad previa al filme iluminaba los pasillos, nos ubicamos
en las butacas asignadas en los boletos, Gabriel me había parecido algo tierno
tratando de hacerse el caballero cargando la bandeja con la comida, mi ánimo
comenzaba a relajarse.
-Esta película es un Spin off de mi saga favorita, la de los jóvenes hechiceros-
decía el chico exaltado. –Hacía ya algunos años que esperaba el estreno aunque
está historia se da bastantes años antes que la trama principal, pero estará llena
de animales fuera de nuestra imaginación-. Dicho esto el chico se inmiscuyo en
sus, en efecto, es extrañamente lindo, parece un niño pequeño.
-No tenía idea de que te gustara tanto leer- intente continuar pero fui interrumpida
-¿Estás loca? Amo leer y en especial novelas, la lectura es la mejor manera de
escapar de la vida real… sin morir- dijo el líder del sindicato mientras reía –Sabes
también leo mucho de otros temas, últimamente de política, tu sabes, con lo que
se viene, le pedí a Pablo que me diera un poco de material y así lo hizo- dijo para
después tomar un sorbo a su refresco.
-¿A caso no haces nada sin consultar a Pablo?- pregunté mientras quitaba el
sonido de mi teléfono móvil.
-¿Qué quieres que haga? él es la única persona que tengo, mamá se fue cuando
era niño, papá se fue cuando apenas terminaba la universidad, pero Pablo
siempre está ahí, incluso paso las fiestas con su familia- levantó los hombros y
siguió comiendo palomitas con naturalidad.
-Lo siento, no pensé que tuviese tanta presencia en tu vida- Era verdad, era al
bonachón de Pablo a quien conocía en realidad y Rocío solo me había
especificado su trayectoria como profesional, no como persona.
-Qué hay de ti, ¿Visitas seguido a tu familia?- preguntó el chico.
-Si, por lo menos una vez a la semana, hoy los visité, hablamos sobre la aventura
en la que estamos por embárcanos, tu sabes, temas empresariales, financieros
y políticos con mi padre y temas religiosos con mi madre- traté de decirlo de
forma graciosa.
-Eso suena muy tradicionalista, no me mal intérpretes, tu eres como muy liberal
y tus padres suenan muy… conservadores.- Lo último lo dijo con un tono de
arrepentimiento.
-Hey, no pasa nada, es así- dije haciendo referencia a la última palabra –Tu
sabes, eran otros tiempos, mientras mi padre se dedicaba a la empresa, mi
madre se encargaba de la familia y salir con sus amigas… No suena tan mal
ahora que lo pienso- ambos reímos.
-¿Te gustaría ese estilo de vida?- cuestionó con curiosidad el líder del sindicato.
-Sí y a la vez no, es confuso dado que en estos momentos estoy viviendo el rol
de mi padre pero a la vez me daría pereza vivir la vida de mi madre.- De pronto
las luces de la sala se apagaron en señal de comienzo al filme.
Durante la película, Gabriel se comportó de forma inquieta, en los momentos de
acción casi saltaba de su asiento, incluso intentaba explicarme cuando había
referencias a la saga original, sin olvidar que estuvo preguntando de forma
insistente si estaba pasando frio.
Al finalizar el chico insistió para llevarme a comer a un buen restaurante sin
embargo alegue estar muy cansada y opto por llevarme a casa. El trayecto en
auto fue más relajado, me contó algunas de sus experiencias graciosas en las
juntas sindicales y yo hablé de algunas desventuras que había tenido con Rocío
en nuestra época estudiantil.
-Muy bien señorita, hemos llegado- el ambiente en el auto se volvió algo extraño.
-Sí- No sabía que hacer o contestar –Nos vemos luego- no le di tiempo al chico
de responder y bajé del auto, me encamine a la puerta, tecle la contraseña para
quitar el seguro a la puerta externa y entré lo más rápido posible.

BRIAN
Hermosillo, la capital del estado estaba justo frente a nosotros, era la ciudad más
grande, las vialidades eran una mierda debido al crecimiento desmedido y a la
mala planificación, había tomado una avenida equivocada lo que provoco una
pérdida de al menos 10 minutos para reincorporarme a la ruta correcta.
Estacione el auto en una tienda de autoservicios y decidí despertar a Cristina
para consultarle donde debíamos para a comer.
-Cris, hemos llegado a la capital, debemos encontrar un lugar donde comer-
susurre mientras la movía por el hombro con suavidad y cariño,
desafortunadamente la táctica no estaba funcionando.
-Mierda, no despierta, debe estar muy cansada- Giré mi vista a Zoe la cual sonrió
sínicamente y dio una patada a la parte trasera del asiento de Cristina. Niña mal
criada pensé para mí mismo. La fuerte sacudida sacó a la joven economista de
los brazos de Morfeo, y lo primero que notó al abrir los ojos fue mi mano aún
posada en su hombro.
-¿Era necesaria tanta agresividad?- me cuestiono la encargada de los recursos
humanos de la empresa con la voz aun adormilada.
-No he sido yo- respondí levantando mis manos
-Ni hi sidi yi- me imitó usando una aguda voz -¿Dónde rayos estamos?- sin duda
despertó de mal humor.
-Hermosillo- respondí -Te desperté para acordar un lugar donde comer- comenté
buscando su opinión.
-Aquí no conocemos nada, busca una franquicia, la comida está estandarizada
y suele ser igual en todas partes o bien, toma la avenida principal, siempre suele
haber buenos restaurantes ahí- dijo la chica de forma despreocupada. A final de
cuentas no me dio una respuesta concisa, odiaba eso, me dejaba toda la
responsabilidad a mí. Pensé en seguir de largo y no tomar la opinión de la hija
del jefe, después de lo que acababa de hacer prefería ignorarla pero mi madre
me daría una tunda si se enterase de mi comportamiento.
-Señorita Fields ¿Le apetece algo en específico?- la rubia ojiazul no respondió,
solo levantó sus hombros y esbozó una sonrisa socarrona.
-Muy bien, llegaremos a donde yo decida y no quiero quejas- dije indignado para
posteriormente buscar restaurantes bien calificados en mi teléfono móvil. Uno
llamó mi atención y parecía tener un buen menú así que puse en marcha el
automóvil propiedad de la empresa.

ROCÍO
No tengo problema en acostumbrarme a esto, una bonita y cómoda sala, el gran
televisor que lo acompaña y sobre todo la surtida alacena para asaltar. Después
de que mi mejor amiga se vio forzada a salir a una cita me dediqué a explorar la
casa que habitaría por los próximos meses. El ambiente dentro del inmueble no
era mi favorito, se sentía vacío, obscuro y poco ventilado por lo que me tomé la
libertad de hacer algunos cambios y dejar que la luz natural entrase a la casa.
Me distraía en mi celular mientras el televisor hacia ruido de fondo, nunca me he
sentido cómoda con los lugares en completo silencio hasta que un ruido me sacó
de tan divertida actividad. La dueña de la casa hacía su entrada triunfal… o por
lo menos lo intentaba.
-¿Cómo le fue a la princesita en su cita con el caballero enano?- pregunté en
forma burlona.
-No me molestes- mención con desagrado -Fue una cita extraña y a pesar de
que le gusta brincar en las butacas del cine cuando se emociona… Me divertí-
sonrió con naturalidad.
-¡Uuuuuuuuu! ¿Te gusta? ¿Saldrías con el de nuevo?- pasé de estar sentada en
el sofá a sentarme y hacerle un espacio en este.
-No, no me gusta y si saldría con el de nuevo seria solo en una salida grupal con
amigos, no siento que haya conexión entre nosotros- dijo la futura candidata a la
alcaldía mientras tomaba asiento.
-Sabes, es bueno que se lleven bien, si van a ir en formula a las elecciones
necesitarán química, la gente no es tonta, si el equipo está fracturado o tiene
malos roces lo notarán. Hablando de eso, debo tener una junta con tus futuros
candidatos a diputados locales, necesito que cierren filas en este proyecto y
dejen de generar polémica no controlada en redes sociales- dije con desagrado,
ya conocen la estrategia y no pueden tomar protagonismo que no les
corresponde, pero el ego de los políticos es tan alto como irracional.
-Lo sé, lo dices por Salvador García- afirmó Verónica –He visto que gusta de
pelearse con señoras por temas inútiles o abanderar causas irrelevantes, en esta
ciudad a nadie le importa la independencia del Kurdistán o la problemática del
Mar de Aral- la chica finalizo levantando su hombros, negando con su cabeza
-¿Dónde mierdas está Kurdistán y porqué tiene problemas con su mar?-
cuestione virando los ojos.
-Ni siquiera estoy segura de que sea la misma problemática, tenemos más
problemas de distribución de agua en el sur de la ciudad, más precisamente el
distrito por el cual Salvador pretende competir- Dijo la futura candidata
-Salvador tiene mucha fama y una buena imagen ante la sociedad, suma
bastantes puntos y lo más importante, tiene el dinero y las ganas de participar
en una contienda electoral. Todo lo contrario a Selene, en ocasiones le da pereza
hasta contestar los mensajes de texto y eso que vive pegada a su teléfono móvil,
la única ventaja es que su padre la está impulsando y los miles de seguidores
que tiene en redes sociales.- mencione mientras Veronica comenzó a reír
-Se presenta como influencer pero no influencia ni su propia vida, era mejor
opción lanzar a su padre como candidato, aún estamos a tiempo de hacer ese
cambio.- dijo mi mejor amiga.
-No podemos, la ley electoral nos obliga a la paridad de género, también tendrás
que incluir personas de la comunidad LGBTTTIQ e indígenas y si es posible
afroamericanos- Si bien mi fuerte es la propaganda, tenía que saber al pie de la
letra la ley electoral y más importante aún, usarla a nuestro favor.
-No suena tan mala idea, no es tan difícil encontrarlos, podemos postular a
Marina dentro de la planilla-. Soltó sin preocupación la futura candidata.
-No, Marina no, es horrible como persona, si bien es activista ha cometido
algunos escándalos en la vía publica mientras se encontraba ebria, eso no le
gustará a los votantes.- pronuncie con un poco de molestia por la sugerencia de
mi mejor amiga.
-Tanto tu como yo hemos cometido escándalos en la vía publica mientras
estábamos ebrias y peor aún también los cometíamos estando sobrias- dijo la
dueña de la casa riendo.
-Eso es distinto, fue hace años y no hay videos rodando por las redes sociales
como es el caso de Marina-. Afirme tratando de hacer razonar a la morena
-Admite que no te cae bien Marina, además, tiene bastante tiempo ayudando en
el proyecto, considero que ya le toca, es como una manera de agradecerle.- la
morena se quitó los zapatos para posteriormente subir sus pies al reposa brazos
del sofá.
-Aquí va una regla muy importante en la política y en la vida, no te comprometas
con nadie. Si no vale la pena, evita deber favores de cualquier tipo, siempre
debes buscar la manera de hacer que las personas te deban favores a ti… o por
lo menos hacerles creer eso. He visto que eres buena, se te da de forma natural
pero necesito que te enfoques bien en ese tema.- dije de forma seria viendo
como la cara de mi mejor amiga se transformaba al igual que el ambiente que
nos rodeaba, había pasado a ser más serio –Esto no se lo he contado a nadie,
si te lo digo es porque realmente me importas y me importa que tu proyecto se
consolide, llegue a la meta. triunfar en la elección y ayudar a la mayor cantidad
de personas posibles-. Después de pronunciar estas palabras mi mejor amiga
tomo mi mano desde su lugar.
-Gracias, de verdad gracias, sé que lo dices por mi bien… Pero no puedo
hacerle eso a mi equipo-.

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