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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

NÚMERO 50/2004.
QUEJOSOS: ********** Y OTROS.

PONENTE: MINISTRO JUAN DÍAZ ROMERO.


SECRETARIO DE ESTUDIO Y CUENTA ADJUNTO:
LIC. OSCAR RODRÍGUEZ ÁLVAREZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
cinco de marzo del año dos mil cuatro.

V I S T O S; y,
R E S U L T A N D O:

PRIMERO.- Por escrito presentado ante el Tribunal Unitario


Agrario Distrito 9, en Toluca, Estado de México, el dieciocho de
agosto del año dos mil tres, **********, ********** y **********, por
propio derecho, solicitaron el amparo y protección de la Justicia
de la Unión en contra del acto y por la autoridad que a
continuación se precisan:

"III.- AUTORIDAD RESPONSABLE: - - - Magistrado


del Tribunal Unitario Agrario del Distrito Número
Nueve… - - - ...IV.- ACTOS RECLAMADOS: La ilegal
resolución pronunciada el 19 de junio del 2003, en
el juicio agrario número **********, por el Magistrado
del Tribunal Unitario Agrario del Distrito Nueve…"
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SEGUNDO.- La parte quejosa señaló como garantías


violadas las contenidas en los artículos 14, 16, y 27
constitucionales, y expresó por lo que hace al problema de
inconstitucionalidad planteado, el siguiente concepto de violación:

“INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 16 DE


LA LEY AGRARIA. La fracción VII del artículo 27 de
la Carta Magna, que: (Se transcribe). - - - Como
podrá ver ese Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, que por razón
de turno le toca conocer de la presente demanda de
amparo directo en materia agraria, la fracción VII
del artículo 27 constitucional, reconoce
personalidad jurídica a los núcleos de población
ejidales y comunales, y también establece que la
Asamblea General es el órgano supremo del núcleo
de población ejidal o comunal. - - - Por su parte, el
artículo 23, fracción II, establece que: ""…Serán de
la competencia exclusiva de la asamblea los siguientes
asuntos: … II. Aceptación y separación de ejidatarios,
así como sus aportaciones…"". - - - Sin embargo, a
pesar de que como ha quedado señalado en el
párrafo anterior, de que es competencia exclusiva
de la asamblea la aceptación de ejidatarios, el
artículo 16 de la Ley Agraria, en forma irregular,
señala que la calidad de ejidatario se acredita
únicamente ""…I. Con el certificado de derechos
agrarios expedido por autoridad competente; II. Con el
certificado de derechos comunes, o III. Con la

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sentencia o resolución relativa del Tribunal Agrario…"",


sin incluir el acta de asamblea en la cual se
hubieren aceptado nuevos ejidatarios, implicando
con ello, la inconstitucionalidad del artículo 16 de la
Ley Agraria. - - - En efecto, si es una facultad
exclusiva de la asamblea la aceptación de
ejidatarios, con el acta que se debe levantar, por así
ordenarlo el artículo 31 de la Ley Agraria, debe ser
un documento mediante el cual también se acredite
la calidad de ejidatario. - - - Lo anterior, porque el
artículo 27 de la Ley Agraria, establece que las
resoluciones de la asamblea son válidas al
acordarse por mayoría de votos de los ejidatarios
presentes y son obligatorias para los ausentes y
disidentes. Y al no señalar el artículo 16 de la Ley
Agraria a las actas de asamblea como un
documento con el cual se acredite la calidad de
ejidatario, resulta ser inconstitucional, por no ser
congruente con lo dispuesto en la fracción II del
artículo 23 de la misma Ley Agraria. - - - Luego si en
la Carta Magna se reconoce personalidad jurídica a
los núcleos agrarios, es claro que la aceptación de
nuevos ejidatarios es plenamente válida, hasta en
tanto no se decrete su nulidad, y al no
contemplarse dentro del artículo 16 de la Ley
Agraria, al acta de asamblea como documento para
acreditar la calidad de ejidatario, resulta ser
inconstitucionalidad, por lo que seguramente ese
Primer Tribunal Colegiado en Materia

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Administrativa del Segundo Circuito, al momento


de dictar resolución, decretará la inconstitucional
del artículo 16 de la Ley Agraria y establecerá que
el acta de la Asamblea de Ejidatarios es un
documento con el cual se acredita la calidad de
ejidatario, por ser una facultad exclusiva de ella. - -
- No se señala al Congreso de la Unión como
autoridad responsable, con apoyo en dispuesto en
la tesis I.6º.T.4K, visible en la página 805, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo III, Junio de 1996, Tribunales
Colegiados de Circuito, que la a letra dice:
""CONGRESO DE LA UNIÓN, ACTOS RECLAMADOS
AL. INCONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY EN VIA
DE AMPARO DIRECTO. SOBRESEIMIENTO DE
LOS.”” (Se transcribe)."

TERCERO.- Por auto de quince de octubre del año dos mil


tres, el Presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Segundo Circuito, a quien correspondió el
conocimiento del asunto, admitió la demanda registrándola con el
número A.D. ********** y, seguido el juicio por sus trámites legales,
el veintisiete de noviembre de dos mil tres, se dictó sentencia, la
que culminó con el siguiente resolutivo:

“ÚNICO.- La Justicia de la Unión no ampara ni


protege a **********, ********** y **********, contra la
resolución de diecinueve de junio de dos mil tres,
dictada en el juicio agrario ********** por el Tribunal

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Unitario Agrario del Distrito Nueve del Estado de


México.”

El Tribunal Colegiado indicado, en la parte correspondiente,


se apoyó en las siguientes consideraciones:

“QUINTO.- Es infundada la inconstitucionalidad que


se reclama, fundados pero inoperantes en parte e
inoperantes en otra los conceptos de violación que
hacen valer los peticionarios de garantías, esto en
atención a las siguientes consideraciones:
En sus conceptos de violación, la parte quejosa
argumenta que el artículo 16 de la Ley Agraria es
inconstitucional, toda vez que contraviene lo
dispuesto por la fracción VII, del artículo 27 de la
Carta Fundamental que establece como órgano
supremo del núcleo ejidal o comunal a la asamblea
general con la organización y funciones que señale
la ley.
Bajo tales aseveraciones, sostiene que el numeral
23, fracción II, de la Ley Agraria, dispone que es
competencia exclusiva de la asamblea general la
aceptación y separación de ejidatarios y que el
dispositivo 16 de la misma ley, al omitir señalar el
acta de asamblea como forma de acreditar la
calidad de ejidatario, resulta ser inconstitucional
por no ser congruente con el citado 23 y su
fracción II.

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Los preceptos aludidos en los párrafos que


anteceden disponen en lo conducente lo siguiente:
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos:
“Artículo 27. ….. VII. Se reconoce la personalidad
jurídica de los núcleos de población ejidales y
comunales y se protege su propiedad sobre la tierra,
tanto para el asentamiento humano como para
actividades productivas…… La asamblea general es el
órgano supremo del núcleo de población ejidal o
comunal, con la organización y funciones que la ley
señale. El comisariado ejidal o de bienes comunales,
electo democráticamente en los términos de la ley, es
el órgano de representación del núcleo y el
responsable de ejecutar las resoluciones de la
asamblea.”
Ley Agraria:
“Art. 16. La calidad de ejidatario se acredita: I. Con el
certificado de derechos agrarios expedido por
autoridad competente; II. Con el certificado parcelario o
de derechos comunes; o III. Con la sentencia o
resolución relativa del tribunal agrario.”
“Art. 23. La asamblea se reunirá por lo menos una vez
cada seis meses o con mayor frecuencia cuando así lo
determine su reglamento o su costumbre. Serán de la
competencia exclusiva de la asamblea los siguientes
asuntos: I…….. II. Aceptación y separación de
ejidatarios, así como sus aportaciones;”

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Por otra parte, con relación a los numerales que


anteceden se transcriben los siguientes:
“Art. 78. Los derechos de los ejidatarios sobre sus
parcelas se acreditarán con sus correspondientes
certificados de derechos agrarios o certificados
parcelarios, los cuales ostentarán los datos básicos de
identificación de la parcela. Los certificados parcelarios
serán expedidos de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 56 de esta ley. En su caso, la resolución
correspondiente del tribunal agrario hará las veces de
certificado para los efectos de esta ley.”
“Art. 56.- La asamblea de cada ejido, con las
formalidades previstas a tal efecto en los artículos 24 a
28 y 31 de esta ley, podrá determinar el destino de las
tierras que no estén formalmente parceladas, efectuar
el parcelamiento de éstas, reconocer el parcelamiento
económico o de hecho o regularizar la tenencia de los
posesionarios o de quienes carezcan de los
certificados correspondientes. Consecuentemente, la
asamblea podrá destinarlas al asentamiento humano,
al uso común o parcelarlas en favor de los ejidatarios.
En todo caso, a partir del plano general del ejido que
haya sido elaborado por la autoridad competente o el
que elabore el Registro Agrario Nacional, procederá
como sigue: I……II……y III. Los derechos sobre las
tierras de uso común se presumirán concedidos en
partes iguales, a menos que la asamblea determine la
asignación de proporciones distintas, en razón de las
aportaciones materiales, de trabajo y financieras de

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cada individuo. En todo caso, el Registro Agrario


Nacional emitirá las normas técnicas que deberá seguir
la asamblea al realizar la delimitación de las tierras al
interior del ejido y proveerá a la misma del auxilio que
al efecto le solicite. El Registro certificará el plano
interno del ejido, y con base en éste, expedirá los
certificados parcelarios o los certificados de derechos
comunes, o ambos, según sea el caso, en favor de
todos y cada uno de los individuos que integran el
ejido, conforme a las instrucciones de la asamblea, por
conducto del comisariado o por el representante que se
designe. Estos certificados deberán inscribirse en el
propio Registro Agrario Nacional.”
"Art. 152. Deberán inscribirse en el Registro Agrario
Nacional: I. Todas las resoluciones judiciales o
administrativas que reconozcan, creen, modifiquen o
extingan derechos ejidales o comunales; II. Los
certificados o títulos que amparen derechos sobre
solares, tierras de uso común y parcelas de ejidatarios
o comuneros;”
De los preceptos transcritos de la Ley Agraria se
desprende que la calidad de ejidatario se acredita
con el certificado de derechos agrarios, certificado
parcelario o de derechos comunes, o con la
sentencia o resolución relativa del Tribunal Agrario,
y los derechos de los ejidatarios sobre sus
parcelas se acreditan con sus correspondientes
certificados de derechos agrarios o certificados
parcelarios y, en su caso, con la resolución

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correspondiente del Tribunal Agrario y que dichos


certificados se expedirán por el Registro Agrario
Nacional conforme a las instrucciones de la
asamblea y deberán inscribirse en el propio
Registro.
Por otro lado, de la parte transcrita en lo
conducente del dispositivo 27 constitucional se
advierte el reconocimiento de la personalidad
jurídica de los núcleos de población ejidales y
comunales y que la asamblea general es el órgano
supremo del núcleo de población ejidal o comunal,
con la organización y funciones que la ley señale.
De lo que antecede, se advierte que es infundado el
concepto de violación en estudio, pues en modo
alguno el artículo 16 de la legislación agraria se
contrapone o contraviene lo dispuesto en el párrafo
sexto de la fracción VII del numeral 27 de la
Constitución General de la República.
Lo anterior es así, en virtud de que el precepto
constitucional dispone que la asamblea general es
el órgano supremo del núcleo de población ejidal o
comunal, mientras que el dispositivo 16 de la Ley
Agraria establece los requisitos para establecer la
calidad de ejidatario, situaciones totalmente
distintas.
Ahora bien, la parte quejosa sostiene que si el
artículo 23 fracción II de la Ley Agraria dispone que
es facultad de la asamblea aceptar ejidatarios, y
aquella lo aceptó en treinta de octubre de mil

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novecientos noventa y cuatro, entonces se debe


tener por acreditada la calidad de ejidatario, y que
si el artículo 16 de la legislación en comento, en
modo alguno contempla como supuesto la
aceptación de nuevos ejidatarios por parte de la
asamblea para acreditar la calidad de ejidatario,
debe reputarse como inconstitucional.
El razonamiento expuesto por el quejoso resulta
erróneo en virtud de que si bien es cierto que el
órgano supremo del ejido lo es la asamblea
general, también lo es que ésta se encuentra
obligada a actuar en los términos que disponga la
legislación secundaria, luego entonces la
aceptación de ejidatarios debe hacerse acorde a lo
que disponga la ley, esto es que después de
realizada la asamblea, el acta que se levante con
motivo de la misma sea registrada por el Registro
Agrario Nacional para que surta sus efectos
conforme a Derecho, es decir, que los nuevos
ejidatarios podrán acudir ante el citado Registro
para solicitar su inscripción y obtener el título o
certificado de derechos correspondiente, situación
que sólo así les permitirá a los nuevos ejidatarios
acreditar su calidad como tales.
En este contexto, contrariamente a lo que sostiene
la parte quejosa el artículo 16 tildado de
inconstitucional de ninguna manera se
contrapuntea con lo señalado por el párrafo sexto
de la fracción VII del precepto 27 de la Norma

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Fundamental, pues en dicho numeral se dispone


solamente cómo se acredita la calidad de ejidatario,
lo que ciertamente se dará una vez que la asamblea
haya aceptado a los nuevos miembros y estos
acudan al Registro Agrario Nacional para que les
sean reconocidos sus derechos agrarios.”

CUARTO.- Inconforme con la sentencia, el seis de enero del


año dos mil cuatro, la parte quejosa interpuso recurso de revisión.

QUINTO.- Por auto de catorce de enero del año dos mil


cuatro, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, admitió el recurso de revisión hecho valer.

SEXTO.- Por acuerdo de dos febrero de dos mil cuatro, el


Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ordenó
turnar los autos al Ministro ponente, para la elaboración del
proyecto de resolución correspondiente.

El Agente del Ministerio Público Federal de la adscripción


formuló pedimento número II/13/2004, en el sentido de confirmar
la resolución impugnada y negar el amparo a los quejosos.

Previo dictamen del Ministro ponente, el presente asunto


quedó radicado en la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.

C O N S I D E R A N D O:

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PRIMERO.- Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es competente para conocer del presente
asunto, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, reformado mediante Decreto de diez de junio de mil
novecientos noventa y nueve; 84, fracción II, de la Ley de
Amparo; y, 11, fracción V y 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación, en relación con lo previsto en el
punto Primero, fracción I, inciso b), del Acuerdo Plenario número
5/1999, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintidós
de junio de mil novecientos noventa y nueve; en virtud de que se
interpuso en contra de una sentencia dictada por un Tribunal
Colegiado de Circuito en un juicio de amparo directo, pero debe
desecharse, ya que no cabe el pronunciamiento de fondo sobre
cuestiones de constitucionalidad y, por tanto, no entraña la
fijación de un criterio de importancia y trascendencia, en virtud de
que los agravios expresados son inoperantes y no existe queja
deficiente que suplir.

SEGUNDO.- La parte quejosa expresó los siguientes


agravios:

“INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 16 DE


LA LEY AGRARIA. --- La fracción VII del artículo 27
de la Carta Magna, que: --- ""…Se reconoce la
personalidad jurídica de los núcleos de población ejidales y
comunales y se protege su propiedad sobre la tierra, tanto
para el asentamiento humano como para actividades
productivas."" - - - La ley protegerá la integridad de las

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tierras de los grupos indígenas; loa ley considerando el


respeto y fortalecimiento de la vida comunitaria de los ejidos
y comunidades protegerá la tierra para el asentamiento
humano y regulará el aprovechamiento de tierras, bosques y
aguas de uso común y la provisión de acciones de fomento
necesarias para elevar el nivel de vida de sus pobladores. - -
- La ley con respecto a la voluntad de los ejidatarios y
comuneros para adoptar las condiciones que más les
convengan en el aprovechamiento de sus recursos
productivos, regulará el ejercicio de los derechos de los
comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su
parcela. Asimismo establecerá los procedimientos por los
cuales ejidatarios y comuneros podrán asociarse entre sí,
con el estado o con terceros y otorgar el uso de sus tierras;
y, tratándose de ejidatarios, transmitir sus derechos
parcelarios entre los miembros conforme a los cuales la
Asamblea Ejidal otorgará al ejidatario el dominio sobre su
parcela. En caso de enajenación de parcelas se respetará el
derecho de preferencia que prevea la ley. - - - Dentro de un
mismo núcleo de población, ningún ejidatario podrá ser
titular de más tierras que la equivalente al 5% el total de las
tierras ejidales. En todo caso, la titularidad de tierras a
favor de un solo ejidatario deberá ajustarse a los límites
señalados en la fracción XV. - - - La Asamblea General es el
órgano supremo del núcleo de población ejidal o comunal
con la organización y funciones que la ley señale. - - - El
comisariado ejidal o de bienes comunales, electo
democráticamente en los términos de la ley, es el órgano de
representación, del núcleo y el responsable de ejecutar las

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resoluciones de la asamblea. - - - La restitución de tierras,


bosques y aguas a los núcleos de población se hará en los
términos de la ley reglamentaria…"". - - - Como se podrá
ver, la fracción VII del artículo 27 constitucional,
reconoce personalidad jurídica a los núcleos de
población ejidales y comunales, y también
establece que la Asamblea General es el órgano
supremo del núcleo de población ejidal o comunal.
- - - Por su parte, el artículo 23, fracción II, establece
que: ""…Serán de la competencia exclusiva de la asamblea
los siguientes asuntos: … II. Aceptación y separación de
ejidatarios, así como sus aportaciones…"". - - - Sin
embargo, a pesar de que como ha quedado
señalado en el párrafo anterior, de que es
competencia exclusiva de la asamblea la
aceptación de ejidatarios, el artículo 16 de la Ley
Agraria, en forma irregular, señala que la calidad de
ejidatario se acredita únicamente ""…I. Con el
certificado de derechos agrarios expedido por autoridad
competente; II. Con el certificado de derechos comunes, o
III. Con la sentencia o resolución relativa del Tribunal
Agrario…"", sin incluir el acta de asamblea en la cual
se hubieren aceptado nuevos ejidatarios,
implicando con ello, la inconstitucionalidad del
artículo 16 de la Ley Agraria. - - - En efecto, si es
una facultad exclusiva de la asamblea la aceptación
de ejidatarios, con el acta que se debe levantar, por
así ordenarlo el artículo 31 de la Ley Agraria, debe
ser un documento mediante el cual también se

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acredite la calidad de ejidatario. - - - Lo anterior,


porque el artículo 27 de la Ley Agraria, establece
que las resoluciones de la asamblea son válidas al
acordarse por mayoría de votos de los ejidatarios
presentes y son obligatorias para los ausentes y
disidentes. Y al no señalar el artículo 16 de la Ley
Agraria a las actas de asamblea como un
documento con el cual se acredite la calidad de
ejidatario, resulta ser inconstitucional, por no ser
congruente con lo dispuesto en la fracción II del
artículo 23 de la misma Ley Agraria. - - - Luego si en
la Carta Magna reconoce personalidad jurídica a los
núcleos agrarios, es claro que la aceptación de
nuevos ejidatarios es plenamente válida, hasta en
tanto no se decrete su nulidad, y al no
contemplarse dentro del artículo 16 de la Ley
Agraria, al acta de asamblea como documento para
acreditar la calidad de ejidatario, resulta ser
inconstitucionalidad, por lo que, al momento de
dictar resolución, decretará la inconstitucional del
artículo 16 de la Ley Agraria y establecerá que el
acta de la Asamblea de Ejidatarios es un
documento con el cual se acredita la calidad de
ejidatario, por ser una facultad exclusiva de ella. - -
- Como consecuencia de lo anterior, seguramente,
se revocará la resolución que se recurre y en su
lugar se pronunciará una nueva en la que se
conceda el Amparo y Protección de la Justicia
Federal solicitado (sic), para el efecto de que la

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autoridad responsable, deje insubsistente la


resolución dictada el 19 de junio del año 2003, en el
expediente **********, señalada como acto
reclamado y en su lugar se pronuncie una nueva en
la cual tenga por acreditada la calidad de ejidatario
de **********, Municipio de Valle de Bravo, México,
de los suscritos quejosos, por así haberlo
determinado la asamblea de ejidatarios celebrada el
30 de octubre de 1994. --- PRIMER AGRAVIO. --- La
autoridad responsable, en la sentencia pronunciada
el 19 de junio del año 2003, en el juicio agrario
**********, señalada como acto reclamado en el juicio
de amparo directo en materia agraria, viola en
perjuicio de los suscritos quejosos, la garantía de
audiencia, que se contiene en el artículo 189 de la
Ley Agraria, que si bien es cierto que las
sentencias de los tribunales agrarios, se dictarán a
verdad sabida, sin necesidad de sujetarse a las
reglas sobre estimación de pruebas, sino
apreciando los hechos y los documentos según los
tribunales lo estimaren debido en conciencia,
fundando y motivando sus resoluciones, esto no
los faculta a no examinar todas y cada una de las
pruebas que aportan las partes, dando las razones
en que se fundan para darles o no valor en el
asunto sometido a su decisión, pues no basta que
en una sentencia se diga que se ha hecho el
estudio y la estimación de las pruebas que fueron
rendidas, sino que debe consignarse en la misma

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ese estudio y esa estimación.--- Incluso el Primer


Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito, ha
sustentado jurisprudencia que con la clave XV.1º.
J/4, se puede ver en la página 63, de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo 84, Diciembre de 1994, que enseguida se
transcribe: ""SENTENCIAS AGRARIAS, DEBEN
CONTENER EL ESTUDIO DE TODAS LAS PRUEBAS
RENDIDAS POR LAS PARTES. (ARTÍCULO 189 DE LA
LEY AGRARIA)."" (se transcribe).--- En efecto, la
autoridad responsable, en la sentencia señalada
como acto reclamado en la presente demanda de
amparo directo en materia agraria, en los
considerandos tercero, cuarto y quinto, únicamente
se dedica a mencionar las pruebas ofrecidas, sin
indicar en ninguna parte de la sentencia las
razones por las cuales, a su juicio, merecían o no
valor probatorio, como lo exige el artículo 189 de la
Ley Agraria, por lo que al omitir la responsable la
valoración de las pruebas, violó el derecho de
audiencia establecido por el artículo 189, de la Ley
Agraria, elevado a rango de garantía individual, por
el artículo 14 constitucional.--- Sirve de sustento
jurídico al razonamiento antes expresado, la tesis
del Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito,
que aparece publicada en la página 322, del
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época,
Tomo XII, Julio de 1993, que enseguida se
transcribe: ""TRIBUNALES UNITARIOS AGRARIOS.

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SENTENCIA PRONUNCIADA, POR LOS. DEBE


CONTENER EL ANALISIS DE LAS PRUEBAS OBRANTES
EN EL JUICIO."" (se transcribe). - - - De lo
anteriormente expuesto, se concluye que se ha
violado en perjuicio de los suscritos quejosos, la
garantía de audiencia que se contiene en el artículo
14 constitucional, por no haber analizado la
autoridad responsable, Tribunal Unitario Agrario
del Distrito Nueve, en la sentencia pronunciada el
19 de junio del año 2003, en el juicio agrario
**********, las razones por las cuales, a su juicio,
merecían o no valor probatorio, las pruebas
ofrecidas por las partes, como lo exige el artículo
189 de la Ley Agraria, por lo que, seguramente
revocará la resolución que se recurre y en su lugar,
pronunciará una nueva en la que se conceda el
Amparo y Protección de la Justicia Federal, para el
efecto de que se deje insubsistente la resolución
señalada como acto reclamado y en su lugar, se
pronuncie una nueva en la cual tenga por
acreditada la calidad de ejidatario de **********,
Municipio de Valle de Bravo, México, de los
suscritos quejosos por así haberlo determinado la
asamblea de ejidatarios celebrada el 30 de octubre
de 1994..--- SEGUNDO AGRAVIO.- La garantía de
audiencia, que comprende la de seguridad jurídica,
la cual implica que el acto o resolución de
autoridad debe de ser conforme al texto o
interpretación legal se establece en los párrafos

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segundo y cuarto del artículo 14 constitucional, que


enseguida se reproducen: (se transcribe).. - - - Tal
garantía de seguridad jurídica, ha sido violada en
nuestro perjuicio por la autoridad responsable
Tribunal Unitario Agrario del Distrito Nueve, en la
sentencia dictada el 19 de junio del 2003, señalada
como acto reclamado, al determinar lo que
enseguida se reproduce: ""… Esto es así, porque del
examen de los autos y de las diversas probanzas aportadas
por los actores **********, ********** y **********, no
se desprende dato o documento alguno en que se determine
que efectivamente tengan el carácter de ejidatarios, pues si
bien es cierto que el nombre de ellos aparece en el acta de
30 de octubre de 1994 que obra a fojas 30 a 36, … al ser
presentada ante el Registro Agrario Nacional con fecha 12
de junio de 1995, éste denegó la inscripción solicitada, por
lo que los acuerdos tomados en la misma asamblea no tienen
validez alguna ni han surtido sus efectos legales…"". - - -
En efecto, el razonamiento de la autoridad
responsable, Tribunal Unitario Agrario del Distrito
Nueve, que ha quedado transcrito, no se ajusta a lo
dispuesto en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y en la vigente Ley
Agraria, como a continuación se demuestra. - - - El
párrafo sexto de la fracción VII del artículo 27
constitucional señala: (Se transcribe). - - - El
artículo 23, fracción II, de la Ley Agraria dispone:
(Se transcribe).--- El párrafo primero del artículo 27
de la Ley Agraria, establece:(Se transcribe). - - - El

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segundo párrafo del artículo 150 de la Ley Agraria,


establece: (Se transcribe). - - - De la lectura a
dichos preceptos, se llegará al conocimiento de
que por imperativo del párrafo sexto de la fracción
VII del artículo 27 constitucional, la asamblea es el
órgano supremo de los ejidos, y conforme a la
fracción II del artículo 23 de la Ley Agraria, una de
sus atribuciones exclusivas es la de aceptar
nuevos ejidatarios. - - - Por lo que, seguramente, se
concluirá que la asamblea ejidal de **********,
municipio de Valle de Bravo, México, celebrada el
30 de octubre de 1994, mediante la cual se aceptó
como nuevos ejidatarios a 81 campesinos, entre los
cuales nos encontramos los suscritos, tiene pleno
valor jurídico y acredita que las personas que se
mencionan en dicha acta de asamblea tienen el
carácter de ejidatarios de dicho poblado, por
tratarse de una facultad exclusiva de la asamblea
de ejidatarios, al así disponerlo la fracción II, del
artículo 23 de la Ley Agraria. - - - Al respecto, es
aplicable la tesis sustentada por el entonces Primer
Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del Segundo Circuito, que con la
clave II.1°.P.A.8.A, se puede consultar en la página
403, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo III, Febrero de 1996,
que en seguida se transcribe: ""DERECHOS
AGRARIOS, RECONOCIMIENTO DE LOS. ES
COMPETENCIA EXCLUSIVA DE LA ASAMBLEA EJIDAL.

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"" (se transcribe). - - - Ahora bien, la Segunda Sala


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha
sustentado tesis respecto a que los acuerdos
tomados en una asamblea de ejidatarios, son
plenamente válidos, hasta en tanto no se declare su
nulidad por las autoridades competentes y aunque
se refiere a un asunto en la época en que la
autoridad competente lo era la hoy desaparecida
Comisión Agraria Mixta, es perfectamente aplicable
en la actualidad, con la variante de que la autoridad
competente lo es ahora un Tribunal Unitario
Agrario, y por supuesto en un juicio agrario en el
que se demanda la nulidad de tal acta de asamblea
de ejidatarios. - - - La tesis sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, se puede ver en la página 13, del
Semanario Judicial de a Federación, Séptima
Época, Tomo 187-192, Tercera Parte, y enseguida
se transcribe:""… AGRARIO. ASAMBLEA GENERAL DE
EJIDATARIOS, ACUERDOS DE LA. PRESUNCIÓN DE
VALIDEZ"" (Se transcribe).--- Y por supuesto que la
conclusión que hace la autoridad responsable, en
la sentencia señalada como acto reclamado,
respecto a que: ""… de las diversas probanzas aportadas
por los actores **********, ********** y **********, nos
e desprende dato o documentos alguno en que se determine
que efectivamente tengan el carácter de ejidatarios, pues si
bien es cierto que el nombre de ellos aparece en la acta de
30 de octubre de 1994, que obra a fojas 30 a 36, …. Al ser

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

presentada ante el Registro Agrario Nacional con fecha 12


de junio de 1995, éste denegó la inscripción solicitada, por
lo que los acuerdos tomados en la misma asamblea no tienen
validez legal alguna ni han surtido sus efectos legales…"",
resulta ser violatoria de la garantía de seguridad
jurídica que se hace valer en este capítulo, debido a
que las inscripciones hechas en el Registro Agrario
Nacional únicamente tienen efectos declarativos,
pero no constitutivos, ya que los derechos
provienen del acto jurídico declarado pero no de la
inscripción, cuya finalidad es dar publicidad al acto
y no constituir el derecho. - - - Al respecto, resulta
aplicable la tesis que se puede ver en la página 253,
del Semanario Judicial de la Federación, Octava
Época, Tomo IX, Febrero de 1992, que enseguida se
transcribe: ""REGISTRO AGRARIO NACIONAL, ES
INEXACTO QUE SEAN NULOS LOS TÍTULOS Y
DOCUMENTOS QUE NO SE INSCRIBAN EN EL. "" (se
transcribe). - - - En semejantes términos se ha
pronunciado la Tercera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en la Jurisprudencia 345,
que aparece publicada en la página 231, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
correspondiente a 1917-1995, Tomo IV, Parte SCJN,
que a la letra dice: ""… REGISTRO PÚBLICO,
EFECTOS DE LAS INSCRIPCIONES HECHAS EN EL ""
(Se transcribe). - - - También resulta aplicable la tesis
sustentada por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, que aparece

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

publicada en la página 35, del Semanario Judicial


de la Federación, Séptima Época, Tomo 121-126,
Tercera Parte, que en seguida se reproduce:
""AGRARIO. REGISTRO AGRARIO NACIONAL. SUS
INSCRIPCIONES NO CONSTITUYEN PRUEBA ÚNICA
PARA ACREDITAR EL DERECHO SOBRE
DETERMINADOS BIENES."" (Se transcribe). - - - Por otra
parte, la negativa del Registro Agrario Nacional de
inscribir el acta de asamblea de ejidatarios
verificada en el ejido de **********, municipio de
Valle de Bravo, Estado de México, el 30 de octubre
de 1994, mediante la cual se aceptó como nuevos
ejidatarios a los 81 campesinos que se mencionan
en el acta correspondiente, entre los cuales nos
encontramos los suscritos quejosos, no produce
efectos jurídicos contra terceros, por así
prescribirlo el artículo 150 de la Ley Agraria, pero
tal negativa no propicia la nulidad de la aceptación
de los nuevos ejidatarios, que es el acto jurídico
constitutivo de derechos, el cual surte sus efectos
plenos entre los otorgantes. - - - De ahí que,
seguramente, se concluirá en que se ha violado en
perjuicio de los suscritos quejosos, la garantía de
legalidad que se contiene en los párrafos segundo
y cuarto del artículo 14 constitucional, al haber
determinado la autoridad responsable, Tribunal
Unitario Agrario del Distrito Nueve, en la sentencia
pronunciada el 19 de junio del año 2003, en el juicio
agrario **********, que el acta de asamblea de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

ejidatarios verificada en el ejido de **********,


municipio de Valle de Bravo, Estado de México, el
30 de octubre de 1994, mediante la cual se aceptó
como nuevos ejidatarios a los 81 campesinos que
se mencionan en el acta correspondiente, entre los
cuales nos encontramos los suscritos quejosos,
""… que los acuerdos tomados en la misma asamblea no
tienen validez legal alguna ni han surtido sus efectos
legales…"", por lo que, se revocará la resolución que
se recurre y en su lugar se pronunciará una nueva
en la que se conceda el amparo y protección de la
justicia federal, para el efecto de que se deje
insubsistente la resolución señalada como acto
reclamado y en su lugar, se pronuncie una nueva,
en la que se reconozca que al ser una facultad
exclusiva de la asamblea la aceptación de
ejidatarios, quienes fuimos reconocidos en ella,
acreditamos tener la calidad de ejidatarios, y en lo
referente a la procedencia de las prestaciones que
se reclaman, resuelva con plena libertad
jurisdiccional.--- TERCER AGRAVIO.- Los suscritos
quejosos, mencionamos en el antecedente
marcado con el numeral 1, de la demanda de
amparo directo en materia agraria, lo siguiente: ""…
1. El 5 de abril de 1994, el Tribunal Superior Agrario
pronunció sentencia definitiva en el expediente **********,
relativo al procedimiento de dotación de tierras del poblado
de **********, municipio de Valle de Bravo, Estado de
México, mediante la cual declaró procedente la dotación de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

tierras promovida por campesinos del mencionado poblado


concediendo una superficie de 843-32-71 (ochocientas
cuarenta y tres hectáreas, treinta y dos áreas y setenta y una
centiáreas) de agostadero cerril, que se tomaron de la
siguiente manera: Del inmueble “fracción de **********”,
propiedad de **********, 507-88-50 (quinientas siete
hectáreas, ochenta y ocho áreas, cincuenta centiáreas). Y de
los predios propiedad de **********” 73-93-19 (setenta y
tres hectáreas, noventa y tres áreas, diecinueve centiáreas);
“**********”, 11-51-02 (once hectáreas, cincuenta y una
áreas y dos centiáreas), “**********”, 250-00-00
(doscientas cincuenta hectáreas)…"".--- Y de la simple
lectura que realice a dicho ANTECEDENTE, se llega
al conocimiento de que en la resolución del
Tribunal Superior Agrario pronunciada el 5 de abril
de 1994, en el juicio agrario número **********, que
concedió DOTACIÓN DE TIERRAS al poblado
denominado **********, municipio de Valle de Bravo,
Estado de México, se afectaron 507-88-50 hectáreas
del predio “**********”, propiedad de **********;
73-93-19 hectáreas del predio “**********”
propiedad de la Federación, y 11-51-02 hectáreas
del predio “**********”, propiedad de la
Federación; y 250-00-00 hectáreas del predio
“**********”. - - - Y de la revisión minuciosa que se
realice a los autos que integran el juicio agrario
**********, se llegará a la conclusión de que la
resolución del Tribunal Superior Agrario de fecha 5
de abril de 1994, pronunciada en el citado juicio

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

agrario, que concedió DOTACIÓN DE TIERRAS al


poblado de **********; municipio de Valle de Bravo,
Estado de México, NO FUE IMPUGNADA A TRAVÉS
DEL JUICIO DE AMPARO POR LA FEDERACIÓN,
respecto de los predios de su propiedad que fueron
afectados para conceder la DOTACIÓN DE
TIERRAS al referido poblado. - - - Lo anterior, tiene
como consecuencia que la resolución del Tribunal
Superior Agrario de fecha 5 de abril de 1994,
pronunciada en el juicio agrario **********, que
concedió DOTACIÓN DE TIERRAS al poblado de
**********, municipio de Valle de Bravo, Estado de
México, SIEMPRE HA ESTADO INTOCADA
RESPECTO A LA AFECTACIÓN DE LOS PREDIOS
PROPIEDEAD DE LA FEDERACIÓN, QUE
RESULTARON AFECTADOS. - - - En efecto, como
ya quedó señalado, la resolución pronunciada el 5
de abril de 1994, por el Tribunal Superior Agrario,
mediante la cual se concedió DOTACIÓN DE
TIERRAS, al poblado de **********, municipio de
Valle de Bravo, Estado de México, se afectaron
entre otras propiedades privadas, DOS PREDIOS
PROPIEDAD DE LA FEDERACIÓN “********** e
**********”, y al no haber interpuesto la Federación
juicio de amparo alguno, en contra de dicha
resolución, manifestó tácitamente su
consentimiento, dejando intocada la mencionada
resolución del Tribunal Superior Agrario, respecto
de la superficie afectada a la FEDERACIÓN. - - - Sin

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

tomar en consideración lo antes expuesto la


autoridad responsable Tribunal Unitario Agrario del
Distrito Nueve, en la sentencia pronunciada el 19 de
junio de 2003, en el juicio agrario **********,
concluye lo siguiente: ""…por otra parte las
resoluciones emitidas por el Tribunal Superior Agrario para
la dotación de tierras de dicho núcleo agrario, la primera de
5 de abril de 1994, la segunda de 9 de octubre de 1996, han
quedado insubsistentes en virtud de los juicios de amparo,
que se mencionan en la contestación de la demanda por
parte de los codemandados, y la tercera resolución del
propio Tribunal Superior Agrario de fecha 14 de marzo de
2000, dictada en el expediente **********, se encuentra sub
judice en atención a los amparos directos interpuestos contra
de la misma, por lo que se puede afirmar que no existe
legalmente constituido el ejido de **********, municipio de
Valle de Bravo, Estado de México…"".--- Tal conclusión,
que hace la autoridad responsable Tribunal Unitario
Agrario del Distrito Nueve, en la sentencia
pronunciada el 19 de junio del año 2003, señalada
como acto reclamado, en el juicio agrario **********,
resulta ser violatoria de la garantía de la legalidad
establecida en el artículo 16 constitucional, en
perjuicio de los suscritos quejosos. - - -
Efectivamente, en una ACCIÓN DE DOTACIÓN DE
TIERRAS, los propietarios de predios afectados,
NO FORMAN UN LITISCONSORCIO PASIVO
NECESARIO, ya que a cada uno de ellos se les
otorga la garantía de audiencia, dándoles

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

oportunidad de ofrecer pruebas y formular


alegatos, además quien acredite tener una pequeña
propiedad inafectable será respetado y únicamente
contribuirá a la DOTACIÓN DE TIERRAS, los
propietarios de predios afectables, debido a que así
lo disponía el Título Segundo de la Ley Federal de
Reforma Agraria. - - - Luego, si la resolución del
Tribunal Superior Agrario de fecha 5 de abril de
1994, pronunciada en el juicio agrario **********, que
concedió DOTACIÓN DE TIERRAS, al poblado de
**********, NO FUE IMPUGNADA A TRAVÉS DEL
JUICIO DE AMPARO, POR TODOS LOS
PROPIETARIOS DE PREDIOS AFECTADOS, YA LA
FEDERACIÓN, QUIEN TAMBIÉN FUE AFECTADA,
POR DICHA RESOLUCIÓN LA CONSISTIÓ
TÁCITAMENTE, RESULTA CARENTE DE
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN la
determinación que hace la autoridad responsable,
en la sentencia señalada como acto reclamado, de:
""…que no existe legalmente constituido el ejido de
**********, municipio de Valle de Bravo, Estado de
México…"". - - - AL NO EXISTIR LITISCONSORCIO
PASIVO NECESARIO entre los propietarios
afectados por una acción de dotación de tierras
resulta que las sentencias que concedieron el
amparo y protección de la Justicia Federal en
contra de la resolución del Tribunal Superior
Agrario de fecha 5 de abril de 1994, pronunciada en
el juicio agrario **********, que concedió DOTACIÓN

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

DE TIERRAS al poblado de **********, municipio de


Valle de Bravo, Estado de México, para el efecto de
reponer el procedimiento respecto del quejoso,
SUS EFECTOS NO PUEDEN HACERSE
EXTENSIVOS A LOS DEMÁS PROPIETARIOS
AFECTADOS (ENTRE ELLOS LA FEDERACIÓN). - -
- Al respecto, es aplicable a contrario sensu, la
Jurisprudencia sustentada por la Segunda Sala de
la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, que
con la clave 2ª./J. 2/2000, se puede ver en la página
40, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XI, Enero de 2000,
que dice: ""LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. LA
JURISPRUDENCIA PLENARIA 9/96 OBLIGA AL ÓRGANO
DE CONTROL CONSTITUCIONAL EN LA SENTENCIA
CONCESORIA, ASÍ COMO A LA AUTORIDAD
RESPONSABLE."" (Se transcribe). - - - De lo anterior se
concluirá en que se ha violado en perjuicio de los
suscritos quejosos, la garantía de legalidad que se
contiene en el artículo 16 constitucional, al haber
determinado la autoridad responsable, Tribunal
Unitario Agrario del Distrito Nueve, en la sentencia
pronunciada el 19 de junio del año 2003, en el juicio
agrario **********, ""…que no existe legalmente constituido
el ejido de **********, municipio de Valle de Bravo, Estado
de México…"", por lo que, seguramente se revocará
la resolución que se recurre y en su lugar se
pronunciará una nueva en la que se conceda el
amparo y protección de la Justicia Federal, para el

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

efecto de que se deje insubsistente la resolución


señalada como acto reclamado y en su lugar, se
pronuncie una nueva, EN LA QUE SE RECONOZCA
LA EXISTENCIA DEL NÚCLEO AGRARIO EJIDAL
DE ********** MUNICIPIO DE VALLE DE BRAVO,
ESTADO DE MÉXICO y en lo referente a la
procedencia de las PRESTACIONES que se
reclaman, resuelva con plena libertad
jurisdiccional. - - - CUARTO AGRAVIO. --- La
autoridad responsable, Tribunal Unitario Agrario
del Distrito Nueve, pronunció el 26 de enero del año
2001, el acuerdo mediante el cual admitió el escrito
inicial de demanda que dio origen al juicio agrario
**********, en dicho acuerdo determinó: ""…Se admite
la demanda en la forma propuesta, por tanto, previo registro
en el Libro de Gobierno y formación del expediente, con
copias simples de la demanda y sus anexos, se ordena correr
traslado y emplazar a los demandados para que contesten la
incoada en su contra a más tardar a las TRECE HORAS
DEL DÍA DIECISÉIS DE ABRIL DEL AÑO DOS MIL UNO,
en que se verificará la audiencia de ley, esto en el local de
este tribunal, previniéndose a las partes de que en la misma
se desahogarán las pruebas que deberán ofrecer de acuerdo
a un interés, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
170, 185 fracciones I y V, 187 de la ley de la materia,
incluida la confesional de las mismas sin que se requiera
citación previa en atención a lo dispuesto en esos preceptos;
asimismo se previene a los demandados de que deberán
comparecer debidamente asesorados a la misma, por ende,

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

de requerir asesoramiento, se les informa que la


Procuraduría Agraria en el Estado con domicilio en Avenida
Marcelino Juárez, número 313, colonia Juárez, en esta
ciudad, proporciona asistencia gratuita de conformidad con
los artículos 135 y 136 del mismo ordenamiento legal; por lo
tanto, se tiene por anunciadas las pruebas que se relacionan
en el de cuenta sobre las cuales se pronunciará la admisión
que corresponda en la señalada audiencia de ley, además se
ordena notificar el presente proveídos a la Directiva del
Comisariado Ejidal del poblado de que se trata, para que de
resulta de su interés y representación comparezcan sus
integrantes a la audiencia de ley señalada a informar a este
Órgano Jurisdiccional sobre la situación de los derechos y
bienes agrarios motivo de la controversia; por último, por
señalado el domicilio que se indica para oír y recibir
notificaciones CÚMPLASE…"".--- Como se puede ver,
desde el mismo acuerdo de admisión del escrito
inicial de demanda, que ha quedado transcrito en
su parte conducente, se ordenó notificar al
Comisariado Ejidal de **********, municipio de Valle
de Bravo, Estado de México, sin que la autoridad
responsable hubiere cumplido su propia
determinación. - - - La anterior omisión resulta ser
violatoria de las formalidades esenciales del
procedimiento, debido a que la propia autoridad
responsable, no podía por ningún motivo dejar de
cumplir sus propios acuerdos. - - - Y suponiendo
sin conceder, que la autoridad responsable
Tribunal Unitario Agrario del Distrito Nueve,

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

durante el procedimiento considerará que


legalmente no se podía notificar al Comisariado
Ejidal de **********, municipio de Valle de Bravo,
Estado de México, debió regularizar el
procedimiento e indicar las causas legales por las
cuales no podía dar cumplimiento a su acuerdo, al
no haberlo realizado así, su actuar resulta ser
violatorio de las formalidades esenciales del
procedimiento, con la violación a la garantía
establecida en el artículo 14 constitucional."

TERCERO.- El presente recurso resulta improcedente y, por


tanto, debe desecharse, ya que no cabe el pronunciamiento de
fondo sobre cuestiones de constitucionalidad y, por tanto, no
entraña la fijación de un criterio de importancia y trascendencia,
en virtud de que los agravios hechos valer son inoperantes.

En efecto, el artículo 107, fracción IX, de la Constitución


General de la República, en la actualidad, establece:

Artículo 107.- Todas las controversias de que habla


el Artículo 103 se sujetarán a los procedimientos y
formas del orden jurídico que determine la ley, de
acuerdo a las bases siguientes:
...
IX. Las resoluciones que en materia de amparo
directo pronuncien los Tribunales Colegiados de
Circuito no admiten recurso alguno, a menos de
que decidan sobre la inconstitucionalidad de una

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

ley o establezcan la interpretación directa de un


precepto de la Constitución cuya resolución, a
juicio de la Suprema Corte de Justicia y conforme a
acuerdos generales, entrañe la fijación de un
criterio de importancia y trascendencia. Sólo en
esta hipótesis procederá la revisión ante la
Suprema Corte de Justicia, limitándose la materia
del recurso exclusivamente a la decisión de las
cuestiones propiamente constitucionales.

La exposición de motivos de la reforma constitucional al


artículo 107, fracción IX, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el once de junio de mil novecientos noventa y nueve,
señala que las facultades discrecionales que se otorgan a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para resolver sobre su
competencia o sobre la procedencia de las instancias planteadas
ante ella dentro del juicio de amparo, entre otras respecto del
recurso de revisión interpuesto contra sentencias dictadas por los
Tribunales Colegiados de Circuito, tiene por objeto que este Alto
Tribunal deje de conocer de aquellos asuntos en los que no deba
entrar al fondo para fijar un criterio de importancia y
trascendencia, con lo cual la reforma pretende fortalecer el
carácter de máximo órgano jurisdiccional de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en congruencia del carácter uni-instancial
del amparo directo, a fin de que por excepción se abra y resuelva
la segunda instancia, sólo en aquellos casos que resulte
imprescindible la intervención de este Alto Tribunal.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

Con base en lo anterior, el Tribunal Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación emitió el Acuerdo 5/1999, publicado
en el Diario Oficial de la Federación el veintidós de junio de mil
novecientos noventa y nueve, cuyo punto Primero establece que
para la procedencia del recurso de revisión en amparo directo se
requiere que se reúnan los siguientes supuestos:

a) Que en la sentencia recurrida se haya hecho


pronunciamiento sobre la constitucionalidad de una ley, tratado
internacional o reglamento, o se establezca la interpretación
directa de un precepto constitucional, o que, habiéndose
planteado alguna de esas cuestiones en la demanda de amparo,
se haya omitido su estudio, y

b) Que el problema de constitucionalidad entrañe la fijación


de un criterio jurídico de importancia y trascendencia, a juicio de
la Sala respectiva.

En relación con el segundo de los requisitos antes


mencionados, el propio punto Primero del Acuerdo en cita señala,
que, por regla general, se entenderá que no se surten los
requisitos de importancia y trascendencia cuando exista
jurisprudencia sobre el problema de constitucionalidad hecho
valer en la demanda de garantías, así como cuando no se hayan
expresado agravios o, en su caso, estos resulten ineficaces,
inoperantes, inatendibles o insuficientes y no haya que suplir la
deficiencia de la queja, o en casos análogos.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

En el caso a estudio, la circunstancia de que sean


inoperantes los agravios, constituye, como ya se dijo, un supuesto
que en los términos del Acuerdo General Plenario 5/1999,
provoca la falta de importancia y transcendencia del
pronunciamiento que pudiera emitirse, sin que exista queja
deficiente que suplir.

En efecto, tanto el agravio de constitucionalidad, como los


demás hechos valer, no son más que una reproducción de los
conceptos de violación hechos valer en la demanda de garantías,
por lo que resultan inoperantes en términos de la siguiente
jurisprudencia:

Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: XVII, Febrero de 2003
Tesis: 1a./J. 6/2003
Página: 43
“AGRAVIOS INOPERANTES EN LA REVISIÓN. SON
AQUELLOS QUE REPRODUCEN CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN, SIN COMBATIR LAS
CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA
RECURRIDA. Son inoperantes los agravios, para
efectos de la revisión, cuando el recurrente no hace
sino reproducir, casi en términos literales, los
conceptos de violación expuestos en su demanda,
que ya fueron examinados y declarados sin

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

fundamento por el Juez de Distrito, si no expone


argumentación alguna para impugnar las
consideraciones de la sentencia de dicho Juez,
puesto que de ser así no se reúnen los requisitos
que la técnica jurídico-procesal señala para la
expresión de agravios, debiendo, en consecuencia,
confirmarse en todas sus partes la resolución que
se hubiese recurrido.”

De cualquier forma, los últimos agravios, a excepción del


primero, que señalan que no se examinaron las pruebas, que la
asamblea de ejidatarios tiene pleno valor jurídico, que existió otra
resolución, la cual no fue impugnada y que no se le notificó una
resolución al Comisariado Ejidal, resultan inoperantes por tratar
únicamente cuestiones de mera legalidad, resultando aplicable al
respecto los siguientes criterios jurisprudenciales:

Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Apéndice de 2000
Tomo VI, Parte SCJN
Tesis: 32
Página: 26
“AGRAVIOS EN LA REVISIÓN. SON INOPERANTES
CUANDO SE DIRIGEN A COMBATIR
CONSIDERACIONES LEGALES QUE NO SE
FORMULARON EN LA SENTENCIA RECURRIDA.
Cuando lo que se ataca, mediante los agravios
expresados, constituyen aspectos que no fueron

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

abordados en la sentencia recurrida para sobreseer


en el juicio, otorgar o negar la protección
constitucional, deben desestimarse tales agravios
por inoperantes, puesto que no se desvirtúa la
legalidad del fallo a revisión; a menos de que sea el
quejoso quien recurre la sentencia y se esté en
alguna de las hipótesis del artículo 76 bis de la Ley
de Amparo, en cuyo caso deberá suplirse la
deficiencia de la queja”.

Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-2000
Tomo: I, Materia Constitucional
Tesis: 454
Página: 523
“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. LOS AGRAVIOS
DE LEGALIDAD SON INOPERANTES. Conforme a
los artículos 107, fracción IX, constitucional y 83,
fracción V, de la Ley de Amparo, que regulan el
recurso de revisión en amparo directo, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en esta instancia
deberá examinar las cuestiones propiamente
constitucionales; por consiguiente, si en el recurso
se plantean, al lado de agravios sobre
constitucionalidad de normas generales o de
interpretación directa de un precepto de la

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

Constitución, argumentos de mera legalidad, éstos


deben desestimarse por inoperantes.”

A mayor abundamiento, en cuanto al planteamiento de


inconstitucionalidad del artículo 16 de la Ley Agraria (del que se
considera que omite incluir en las formas de acreditar la calidad
de ejidatario, a las actas de asamblea de los ejidos), debe decirse
que no existe queja deficiente que suplir.

En efecto, el artículo 16 de la Ley Agraria, dice:

“Artículo 16.- La calidad de ejidatario se acredita:


I. Con el certificado de derechos agrarios expedido
por autoridad competente;
II. Con el certificado parcelario o de derechos
comunes; o
III. Con la sentencia o resolución relativa del
tribunal agrario.”

Este artículo resulta inconstitucional, aducen los recurrentes,


ya que omite incluir como forma de acreditar la calidad de
ejidatario, a las actas de asamblea que tiene, como competencia
exclusiva de acuerdo al artículo 23, fracción II, de la Ley Agraria,
“la aceptación y separación de ejidatarios, así como sus
aportaciones”, en consecuencia se contraviene el artículo 27,
fracción VII constitucional.

Conforme a ese planteamiento, el artículo impugnado no


puede resultar contrario a la Constitución Federal, ya que el

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problema planteado deriva de la interpretación de artículos de la


Ley Agraria, mismos que se complementan y deben interpretarse
en su conjunto, aspecto que resulta de legalidad, lo cual como ya
se vio párrafos arriba, no puede ser materia de estudio en este
recurso, por no poderse modificar, en esa parte, la determinación
del Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento.

Aunado a lo anterior, de concederse así el amparo, lo único


que obtendrían los recurrentes, es que al declararse la
inconstitucionalidad del artículo 16 de la Ley Agraria, éste ya no
se les aplicaría, conforme a las reglas que rigen en el amparo
directo.

Sirve de apoyo a la anterior consideración, la siguiente tesis:

Séptima Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: 97-102 Tercera Parte
Página: 72
“LEYES INCONSTITUCIONALES, AMPARO
DIRECTO CONTRA SENTENCIAS DEFINITIVAS
FUNDADAS EN. LIMITACION A LOS EFECTOS DE
LA SENTENCIA RECLAMADA. En materia de
amparo directo puede realizarse el estudio de
problemas de inconstitucionalidad de leyes,
mediante declaraciones con efectos limitados a la
sentencia reclamada, como acto de aplicación de la
ley por la autoridad responsable en el juicio de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

amparo directo; pero en caso de que resulten


ajenos a los conceptos de violación que, sobre
inconstitucionalidad de leyes, formula en su
demanda de garantías el quejoso a las razones en
que se funda el fallo combatido, el problema
planteado sobre inconstitucionalidad de preceptos
legales sólo se toma como concepto de violación;
pero sin que proceda hacer, sobre el particular,
declaración alguna en los resolutivos.”

Incluso, si se tratara de amparo indirecto, tampoco sería


procedente lo solicitado, ya que también en él opera el principio
de relatividad de las sentencias.

Apoya esta consideración las siguientes tesis:

Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta
Tomo: IV, Noviembre de 1996
Tesis: P. CXXXVII/96
Página: 135
“LEYES, AMPARO CONTRA. EFECTOS DE LA
SENTENCIA PROTECTORA FRENTE A LOS
ORGANOS QUE CONCURRIERON A SU
FORMACION. De los antecedentes históricos que
dieron lugar a la consagración constitucional del
principio de relatividad de las sentencias de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

amparo y de los criterios sentados por este tribunal


sobre la materia, particularmente del establecido en
los asuntos de los cuales derivaron las tesis
jurisprudenciales publicadas con los números 200
y 201 del Tomo I del Apéndice de 1995, con los
rubros de ‘LEYES, AMPARO CONTRA. DEBE
SOBRESEERSE SI SE PROMUEVE CON MOTIVO
DEL SEGUNDO O ULTERIOR ACTO DE
APLICACIÓN’ y ‘LEYES, AMPARO CONTRA.
EFECTOS DE LAS SENTENCIAS DICTADAS EN’, se
desprende que los efectos de la sentencia que
concede el amparo en contra de una ley reclamada
con motivo de su aplicación concreta, actúan hacia
el pasado, destruyendo el acto de aplicación que
dio lugar a la promoción del juicio y los actos de
aplicación que en su caso se hayan generado
durante la tramitación del mismo, y actúan hacia el
futuro, impidiendo que en lo sucesivo se aplique al
quejoso la norma declarada inconstitucional, pero
no alcanzan a vincular a las autoridades que
expidieron, promulgaron, refrendaron y publicaron
dicha norma, ni las obligan a dejar insubsistentes
sus actos, pues la sentencia de amparo no afecta la
vigencia de la ley cuestionada, ni la priva de
eficacia general.”

Novena Época
Instancia: Pleno

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Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: P./J. 112/99
Página: 19
“AMPARO CONTRA LEYES. SUS EFECTOS SON
LOS DE PROTEGER AL QUEJOSO CONTRA SU
APLICACIÓN PRESENTE Y FUTURA. El principio
de relatividad de los efectos de la sentencia de
amparo establecido en los artículos 107, fracción II,
constitucional y 76 de la Ley de Amparo, debe
interpretarse en el sentido de que la sentencia que
otorgue el amparo tiene un alcance relativo en la
medida en que sólo se limitará a proteger al
quejoso que haya promovido el juicio de amparo.
Sin embargo, este principio no puede entenderse al
grado de considerar que una sentencia que otorgue
el amparo contra una ley sólo protegerá al quejoso
respecto del acto de aplicación que de la misma se
haya reclamado en el juicio, pues ello atentaría
contra la naturaleza y finalidad del amparo contra
leyes. Los efectos de una sentencia que otorgue el
amparo al quejoso contra una ley que fue señalada
como acto reclamado son los de protegerlo no sólo
contra actos de aplicación que también haya
impugnado, ya que la declaración de amparo tiene
consecuencias jurídicas en relación con los actos
de aplicación futuros, lo que significa que la ley ya
no podrá válidamente ser aplicada al peticionario

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

de garantías que obtuvo la protección


constitucional que solicitó, pues su aplicación por
parte de la autoridad implicaría la violación a la
sentencia de amparo que declaró la
inconstitucionalidad de la ley respectiva en relación
con el quejoso; por el contrario, si el amparo le
fuera negado por estimarse que la ley es
constitucional, sólo podría combatir los futuros
actos de aplicación de la misma por los vicios
propios de que adolecieran. El principio de
relatividad que sólo se limita a proteger al quejoso,
deriva de la interpretación relacionada de diversas
disposiciones de la Ley de Amparo como son los
artículos 11 y 116, fracción III, que permiten
concluir que en un amparo contra leyes, el
Congreso de la Unión tiene el carácter de autoridad
responsable y la ley impugnada constituye en sí el
acto reclamado, por lo que la sentencia que se
pronuncie debe resolver sobre la
constitucionalidad de este acto en sí mismo
considerado; asimismo, los artículos 76 bis,
fracción I, y 156, que expresamente hablan de leyes
declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; y,
finalmente, el artículo 22, fracción I, conforme al
cual una ley puede ser impugnada en amparo como
autoaplicativa si desde que entra en vigor ocasiona
perjuicios al particular, lo que permite concluir que
al no existir en esta hipótesis acto concreto de

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aplicación de la ley reclamada, la declaración de


inconstitucionalidad que en su caso proceda, se
refiere a la ley en sí misma considerada, con los
mismos efectos antes precisados que impiden
válidamente su aplicación futura en perjuicio del
quejoso. Consecuentemente, los efectos de una
sentencia que otorga la protección constitucional al
peticionario de garantías en un juicio de amparo
contra leyes, de acuerdo con el principio de
relatividad, son los de proteger exclusivamente al
quejoso, pero no sólo contra el acto de aplicación
con motivo del cual se haya reclamado la ley, si se
impugnó como heteroaplicativa, sino también como
en las leyes autoaplicativas, la de ampararlo para
que esa ley no le sea aplicada válidamente al
particular en el futuro.”

Así, conforme a lo relatado al inicio de este considerando y


al no trascender la constitucionalidad ante lo inoperante de los
agravios hechos valer por la parte recurrente, sin que exista
deficiencia de la queja que suplir, se impone desechar el presente
recurso de revisión, de conformidad con el contenido de la
jurisprudencia de esta Segunda Sala que dice:

“REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS


PARA SU PROCEDENCIA. Los artículos 107,
fracción IX, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 83, fracción V, 86 y 93
de la Ley de Amparo, 10, fracción III, de la Ley

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 50/2004

Orgánica del Poder Judicial de la Federación y el


Acuerdo 5/1999, del 21 de junio de 1999, del Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que
establece las bases generales para la procedencia
y tramitación de los recursos de revisión en
amparo directo, permiten inferir que un recurso de
esa naturaleza sólo será procedente si reúne los
siguientes requisitos: I. Que se presente
oportunamente; II. Que en la demanda se haya
planteado la inconstitucionalidad de una ley o la
interpretación directa de un precepto de la
Constitución Federal y en la sentencia se hubiera
omitido su estudio o en ella se contenga alguno
de esos pronunciamientos; y III. Que el problema
de constitucionalidad referido entrañe la fijación
de un criterio de importancia y trascendencia a
juicio de la Sala respectiva de la Suprema Corte;
en el entendido de que un asunto será importante
cuando de los conceptos de violación (o del
planteamiento jurídico, si opera la suplencia de la
queja deficiente) se advierta que los argumentos o
derivaciones son excepcionales o extraordinarios,
esto es, de especial interés; y será trascendente
cuando se aprecie la probabilidad de que la
resolución que se pronuncie establezca un
criterio que tenga efectos sobresalientes en
materia de constitucionalidad; por el contrario,
deberá considerarse que no se surten los
requisitos de importancia y trascendencia cuando

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exista jurisprudencia sobre el tema de


constitucionalidad planteado, cuando no se hayan
expresado agravios o cuando, habiéndose
expresado, sean ineficaces, inoperantes,
inatendibles o insuficientes, siempre que no se
advierta queja deficiente que suplir y en los
demás casos análogos a juicio de la referida Sala,
lo que, conforme a la lógica del sistema, tendrá
que justificarse debidamente.”
(Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo: XIV, diciembre de 2001. Tesis: 2a./J. 64/2001.
Página: 315).

No es obstáculo para desechar el presente recurso, el que


por auto de catorce de enero de dos mil cuatro, el Presidente de
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
haya admitido el recurso de revisión en que se actúa, ya que
dicho proveído no es definitivo, resultando aplicable en la especie
la tesis jurisprudencial que a continuación se cita con sus datos
de publicación:

“REVISIÓN EN AMPARO. NO ES OBSTÁCULO


PARA EL DESECHAMIENTO DE ESE RECURSO,
SU ADMISIÓN POR EL PRESIDENTE DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN.
La admisión del recurso de revisión por el
presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación constituye una resolución que no es

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definitiva, ya que el Tribunal Pleno está facultado,


en la esfera de su competencia, para realizar el
estudio a fin de determinar la procedencia del
recurso y, en su caso, resolver su
desechamiento.”
(Novena Época. Instancia: Pleno. Fuente: Apéndice. al
Semanario Judicial de la Federación 1917-2000.
Tomo: VI, Materia Común. Tesis: 391. Página: 335).

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

ÚNICO.- Se desecha el recurso de revisión a que este toca


se refiere.

Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los


autos al Tribunal Colegiado de Circuito de origen y, en su
oportunidad, archívese este asunto como totalmente concluido.

Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los
señores ministros: Margarita Beatriz Luna Ramos, Genaro David
Góngora Pimentel, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia y Presidente y Ponente Juan Díaz Romero.

Firman el ministro Presidente y Ponente, con el Secretario


de Acuerdos de la Segunda Sala que autoriza y da fe.

PRESIDENTE Y PONENTE

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MINISTRO JUAN DÍAZ ROMERO.

SECRETARIO DE ACUERDOS

LIC. MARIO ALBERTO ESPARZA ORTIZ.

Esta hoja forma parte del amparo directo en revisión 50/2004. QUEJOSOS:
********** Y OTROS. Fallado el cinco de marzo del año dos mil cuatro, en el que se
resolvió: ÚNICO.- Se desecha el recurso de revisión a que este toca se refiere.
CONSTE.

“En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley


Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos”.

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