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LA SUCESIÓN AGRARIA.

Cuarta lección de Derecho Agrario de la era de confinamiento del COVID-19.


19/03/20

LA SUCESIÓN EN MATERIA AGRARIA


La sucesión en materia agraria tiene ciertas diferencias respecto a la sucesión en
materia civil. Se ha facilitado la transmisión de los derechos agrarios, para preservar
el patrimonio familiar que representan los derechos sobre las diferentes clases de
tierras dentro de los núcleos agrarios.

El Código Civil Federal, supletorio de la Ley Agraria en dicha materia, nos da la


siguiente definición sobre la herencia:
Artículo 1281. Herencia es la sucesión en todos los bienes del difunto y en
todos sus derechos y obligaciones que no se extinguen por la muerte.

Tanto en el derecho agrario como en el civil, la herencia puede ser testamentaria o


legítima, según sea formulada por voluntad del testador o por la ley, cuando no
exista testamento.
La legislación agraria, Ley Federal de Reforma Agraria, anterior era más rígida
respecto a la designación de los sucesores, porque restringía al ejidatario a señalar
al heredero entre su cónyuge e hijos, y en defecto de ellos a la persona con quien
hiciera vida marital, según se establecía en el artículo 81. Ponía, además, como
requisito, que dependieran económicamente del testador.
En el caso de la sucesión intestamentaria, en la Ley Federal de Reforma Agraria
señalaba que debería observarse el siguiente orden de preferencia: a) al cónyuge
que sobreviva; b) a la persona con la que hubiera hecho vida marital y
procreado hijos; c) a uno de los hijos del ejidatario; d) a la persona con la que
hubiera hecho vida marital durante los dos últimos años; y e) a cualquiera otra
persona de las que dependan económicamente de él.
No se adjudicaban derechos sucesorios a quien ya disfrutaba de unidad de
dotación. El heredero estaba obligado a sostener a los menores de 16 años y a la
“mujer legítima” hasta su muerte o cambio de estado civil. (nótese el sentido
patrimonialista de la esposa. ¿Hoy la concubina también es mujer legítima?).
La Ley Federal de Reforma Agraria preveía la pérdida de los derechos agrarios. Si
el ejidatario era sancionado con la pérdida de su derecho agrario, la asamblea lo
adjudicaba a quien figurara en la lista de sucesión.

**La Ley Agraria es más liberal. (cómo no, si la reforma fue neoliberal),
porque el ejidatario puede designar sucesores libremente, aun sobrepasando

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a su cónyuge e hijos. (Esto me parece atentatorio contra el patrimonio
familiar). No se debe demostrar la dependencia económica para acceder a la
herencia.**

DE LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA.
La sucesión legítima se contiene en el artículo 17 de la Ley Agraria:
Artículo 17.- El ejidatario tiene la facultad de designar a quien deba sucederle
en sus derechos sobre la parcela y en los demás inherentes a su calidad de
ejidatario, para lo cual bastará que el ejidatario formule una lista de sucesión
en la que consten los nombres de las personas y el orden de preferencia
conforme al cual deba hacerse la adjudicación de derechos a su fallecimiento.
Para ello podrá designar al cónyuge, a la concubina o concubinario en su caso,
a uno de los hijos, a uno de los ascendientes o a cualquier otra persona.
La lista de sucesión deberá ser depositada en el Registro Agrario Nacional o
formalizada ante fedatario público. Con las mismas formalidades podrá ser
modificada por el propio ejidatario, en cuyo caso será válida la de fecha
posterior.

QUIEN PUEDE SUCEDER.

La ley dice que el ejidatario tiene la facultad de designar a quien debe sustituirlo en
sus derechos agrarios. Es claro, entonces que el ejidatario debe estar debidamente
reconocido por la asamblea o por la propia resolución presidencial o sentencia del
Tribunal Superior Agrario que debe contener el nombre de los campesinos incluidos
en la dotación.

1. Los posesionarios no tienen la facultad de designar sucesores, según una


tesis de jurisprudencia. La argumentación no es del todo comprensible,
porque el posesionario reconocido por la asamblea puede vender sus
derechos agrarios o adoptar el dominio pleno sobre la parcela que posee,
pero no puede disponer de dichos bienes y del derecho para heredarlos.
Existe una jurisprudencia que niega a los posesionarios el derecho a heredar.
Novena Época | Núm. de Registro: 19302 | Instancia: Segunda Sala | Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XXIII, enero de 2006, página 1200.

SUCESIÓN EN MATERIA AGRARIA. SÓLO COMPRENDE LOS DERECHOS AGRARIOS DE


LOS EJIDATARIOS Y NO LA POSESIÓN QUE EJERCEN QUIENES NO TIENEN ESE
CARÁCTER.
De los artículos 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 17, 18 y 19 de
la Ley Agraria, se advierte que el legislador ordinario instituyó la sucesión en materia agraria
únicamente respecto de los ejidatarios, a quienes confirió la potestad de designar a la persona
que debe sucederlos y lo único que pueden transmitirles son los derechos agrarios que les asisten,

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los cuales no sólo comprenden el derecho de uso y disfrute sobre sus parcelas, sino también los
que el reglamento interno del ejido les otorgue sobre las demás tierras ejidales y los que
legalmente les correspondan por tener esa calidad; de ahí que los derechos distintos de los
agrarios que adquiera un ejidatario, dentro o fuera del ejido, son transmisibles conforme a las
reglas del derecho común. Ahora bien, los derechos posesorios sobre tierras asignadas a quienes
no tienen la calidad de ejidatarios como resultado de un parcelamiento económico o de hecho,
legalmente no son susceptibles de transmitirse por herencia en términos de las disposiciones de
la ley de la materia que regulan dicha institución. Luego, si un avecindado que no ha obtenido la
calidad de ejidatario es poseedor de una fracción de terreno dentro del ejido, es claro que los
derechos derivados de esa posesión no están comprendidos dentro de la sucesión en materia
agraria, siendo similar la situación de quien es reconocido por la asamblea como posesionario de
tierras ejidales.

Contradicción de tesis 159/2005-SS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 25 de
noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García
Franco.
Tesis de jurisprudencia 159/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de diciembre de dos mil cinco.

Sin embargo, el Reglamento Interior del Registro Agrario Nacional, en su


artículo 80 dice lo contrario:
Artículo 80. El posesionario podrá designar a la persona que deba
sucederle en los derechos que le fueron conferidos por la asamblea o
por resolución judicial, en los mismos términos de lo dispuesto por los
artículos 77 y 78 de este Reglamento.

2. Los comuneros también pueden heredar sus derechos, porque el artículo


107 señala que las disposiciones contenidas en la Ley Agraria son aplicables
también a las comunidades.
3. Es obvio que los avecindados no pueden heredar, porque aun siendo
sujetos agrarios, sólo lo son respecto a sus expectativas, por ser preferentes,
para la adquisición de derechos agrarios, pero mientras esto no suceda, no
podrán heredar en los términos de la Ley Agraria.
4. O a cualquier otra persona. El artículo 17 permite que el de cujus designe
a cualquier otra persona. Esto es signo del llamado “neoliberalismo”, porque
el ejidatario al designar así a su sucesor esta marginando a su familia.

LA DEPENDENCIA ECONÓMICA.
La Ley Federal de Reforma Agraria en su artículo 81, establecía la obligación del
sucesor de demostrar la dependencia económica del de cujus. La ley vigente no
señala tal requisito. Así lo confirma el poder judicial, con la siguiente tesis:
Novena Época | Núm. de Registro: 196340 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito |
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo VII, mayo
de 1998 Materia(s): Administrativa | Tesis: III.2o.A.36 A | Página: 1079

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SUCESIÓN TESTAMENTARIA DE DERECHOS AGRARIOS. EL SUCESOR DESIGNADO NO
ESTÁ OBLIGADO A DEMOSTRAR LA DEPENDENCIA ECONÓMICA CON EL DE CUJUS
(ARTÍCULO 17 DE LA LEY AGRARIA EN VIGOR).
La interpretación lógico-sistemática del aludido artículo 17 de la Ley Agraria vigente permite
concluir que, a diferencia de lo que estatuía el numeral 81 de la Ley Federal de Reforma Agraria,
a partir de la vigencia del primero de los ordenamientos legales, la facultad del ejidatario para
designar a su sucesor no está condicionada, para su eficacia, al cumplimiento del requisito de la
dependencia económica. Lo cual se pone de manifiesto si se toma en consideración que al
discutirse, en lo particular, en la Cámara de Diputados, el mencionado numeral 17 de la Ley
Agraria, en sesión de fecha veintidós de febrero de mil novecientos noventa y dos, se desechó la
propuesta formulada en el sentido de que se adicionara a ese dispositivo legal la frase "siempre
que dependa económicamente de él".

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL TERCER CIRCUITO.


Amparo directo 270/97. Guadalupe Gallegos Morales y otro. 6 de febrero de 1998. Unanimidad de
votos. Ponente: Tomás Gómez Verónica. Secretario: Moisés Muñoz Padilla.

LA INDIVISIBILDAD DE LA PARCELA

Del análisis del artículo 17, la jurisprudencia estableció que la parcela es indivisible,
por lo que el testador no puede adjudicar sus bienes testamentarios a dos o más
personas.
El artículo 17 dice: “...para ello podrá designar al cónyuge, a la concubina o
concubinario en su caso, a uno de los hijos, a uno de los ascendientes o a
cualquier otra persona.”

Como se observa, la designación de los sucesores se hace en singular. Es un error


de la ley vigente no haber señalado que la unidad de dotación o los derechos
agrarios de un ejidatario son indivisibles, porque, de serlo así, los frutos que se
obtendrían serían insuficientes para sostener a dos familias.
Época: Novena | Registro: 165384 | Instancia: Segunda Sala | Tipo de Tesis: Aislada |
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XXXI, enero de 2010 |
Materia(s): Administrativa | Tesis: 2a. I/2010 | Página: 339

SUCESIONES AGRARIAS. EL CÚMULO DE DERECHOS AGRARIOS DE LOS CUALES FUE


TITULAR EN VIDA EL EJIDATARIO TESTADOR SÓLO PUEDE HEREDARLO UN INDIVIDUO.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que las sucesiones
en materia agraria no se rigen en su totalidad por lo dispuesto en la legislación civil, pues la Ley
Agraria les impone modalidades. Ahora bien, el artículo 17 del mencionado ordenamiento
establece una modalidad que impide al ejidatario titular de más de una parcela disponer que los
derechos respecto de una de ellas se transmitan a una persona y los restantes derechos agrarios
a otro u otros individuos diferentes, pues prevé que solamente una persona puede heredar el
cúmulo de los derechos de los cuales fue titular, en vida, el ejidatario testador; supuesto que
refuerza el artículo 18 del mismo ordenamiento que, en materia de sucesiones intestamentarias,
establece que sólo una persona de entre varios posibles herederos puede conservar los derechos

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ejidales materia de la sucesión. Esto es así, en atención a una modalidad de las sucesiones
agrarias prevista en los mencionados artículos 17 y 18, y no al principio de indivisibilidad
parcelaria, pues la regla general consiste en que un ejidatario puede válidamente transmitir los
derechos relativos a cada parcela respecto de la cual sea titular, ya que cada una de ellas
constituye la unidad mínima de fragmentación.

Contradicción de tesis 383/2009. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito y el entonces
Tribunal Colegiado Auxiliar, ahora Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Segundo Circuito. 9 de diciembre de 2009. Cinco votos. Ponente: José Fernando Franco González
Salas. Secretaria: Ileana Moreno Ramírez.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, ya que no resuelve el tema de la contradicción
planteada.

¿QUE BIENES O DERECHOS SE HEREDAN? Se heredan los derechos


parcelarios, los que el ejidatario tiene sobre las tierras de uso común y sobre el solar
urbano, mientras este no haya sido titulado, porque después estará sujeto al
derecho común y su herencia también estaría sometida a dicho régimen.

¿SE PUEDEN HEREDAR SEPARADOS LOS DERECHOS SOBRE LAS


DIFERENTES CLASES DE TIERRAS?

La ley no es clara ni tampoco la jurisprudencia, pero cabe la posibilidad que el


ejidatario pueda heredar sus derechos parcelarios a una persona y los de uso
común a otra. Mi opinión es que, teniendo en cuenta los principios que rigen al
régimen agrario, no deberían dividirse los derechos que tiene el ejidatario.

En la expresión “…en los demás inherentes a su calidad de ejidatario, …”


contenida en el artículo 17, se debe entender que los derechos de participación por
el aprovechamiento de las tierras de uso común, (bosques, yacimientos, etc), o por
tierras expropiadas al núcleo agrario, etc. también deberían estar incluidos en la
sucesión.

¿CÓMO SE HEREDA?
“… para lo cual bastará que el ejidatario formule una lista de sucesión en la
que consten los nombres de las personas y el orden de preferencia conforme
al cual deba hacerse la adjudicación de derechos a su fallecimiento.

“La lista de sucesión deberá ser depositada en el Registro Agrario Nacional o


formalizada ante fedatario público. Con las mismas formalidades podrá ser
modificada por el propio ejidatario, en cuyo caso será válida la de fecha
posterior.”

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La ley es clara: se formula una lista de sucesión en el formato elaborado por el
Registro Agrario Nacional y se inscribe en él mismo.

El Reglamento del Registro Agrario Nacional establece el procedimiento para la


formulación y depósito de la lista de sucesión:
Artículo 77. El ejidatario o comunero, tiene la facultad de designar a la persona
que deba sucederle en sus derechos sobre la parcela y en los demás
inherentes a su calidad.
Para ello, podrá formular una lista de sucesión en la que deberá designar a un
sucesor preferente de todos los derechos, sin perjuicio del señalamiento de
los nombres de las personas y su preferencia a quienes, en caso de
imposibilidad del preferente, deban adjudicarse los derechos ejidales o
comunales y la calidad correspondiente.
La lista de sucesión se podrá elaborar ante el registrador, quien verificará la
autenticidad de la firma y la huella digital del ejidatario o comunero.
En caso de que la lista de sucesión o testamento agrario se realice ante Notario
Público, éste deberá dar aviso al Registro a la brevedad posible.
Artículo 78. Las listas de sucesión permanecerán bajo el resguardo del
Registro, en sobre sellado y firmado por el registrador y el interesado, con
expresión de la fecha y hora de recepción. El Registro expedirá al interesado
la constancia del depósito.
Si se presenta aviso de Notario Público sobre disposición testamentaria, el
registrador, para realizar la anotación preventiva correspondiente, requerirá
los datos siguientes: tipo y nombre del núcleo agrario, entidad federativa y
municipio donde se ubica el núcleo agrario, nombre del sujeto agrario, de ser
posible, su calidad agraria, y el señalamiento de que derechos agrarios
conforman la masa hereditaria. Si los datos que proporcione el Notario Público
son insuficientes para determinar el derecho que conforma la masa
hereditaria, el registrador también podrá solicitar la información que se
requiera para lograr dicha determinación.

Artículo 79. Al fallecimiento del titular de los derechos agrarios, el Registro a


petición de quien acredite tener interés jurídico para ello, consultará en el
archivo de la Delegación de que se trate y, de ser necesario en el archivo
central, si el titular de los derechos realizó el depósito de la lista de sucesión;
en caso afirmativo, el registrador ante la presencia del interesado y de por lo
menos dos testigos de asistencia, abrirá el sobre e informará el nombre de la
persona designada.
Una vez que se presente dicha persona se asentarán los datos en el folio
correspondiente y se procederá a expedir el o los certificados respectivos que
acrediten los derechos y se actualizarán los sistemas informáticos que para
tal efecto se establezcan.

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Este procedimiento administrativo se confirma con la siguiente tesis de
jurisprudencia
Época: Novena | Registro: 187564 | Instancia: Segunda Sala | Tipo de Tesis: Jurisprudencia
| Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XV, Marzo de 2002 |
Materia(s): Administrativa | Tesis: 2a./J. 20/2002 | Página: 197

DERECHOS AGRARIOS. PARA SU TRANSMISIÓN POR SUCESIÓN TESTAMENTARIA


BASTA SEGUIR EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO QUE ESTABLECEN EL ARTÍCULO
17 DE LA LEY AGRARIA Y LOS DIVERSOS NUMERALES DEL REGLAMENTO INTERIOR
DEL REGISTRO AGRARIO NACIONAL
De conformidad con lo dispuesto en los artículos 17 de la Ley Agraria; 72 a 74 del Reglamento
Interior del Registro Agrario Nacional, en vigor hasta el nueve de abril de mil novecientos noventa
y siete; y 9o., 13 y 84 a 88 del Reglamento Interior del Registro Agrario Nacional, vigente a partir
del diez de abril de mil novecientos noventa y siete, para la transmisión y titulación de bienes,
derechos y obligaciones en materia agraria por sucesión testamentaria, basta seguir las etapas
del procedimiento administrativo previsto en los ordenamientos mencionados, a saber:
a) Que el ejidatario haya hecho designación de sucesores de sus derechos en una lista en la que
consten los nombres de las personas y el orden de preferencia conforme al cual se deba hacer la
adjudicación de derechos a su fallecimiento;
b) Que esa lista se inscriba y deje en depósito del Registro Agrario Nacional, lo que supone que
éste verificó la autenticidad de la firma y la huella digital del ejidatario o comunero, o que se
formalice ante fedatario público;
c) Que al fallecer el ejidatario o comunero, dicha dependencia, a petición de quien acredite tener
interés jurídico, consulte en el archivo de la delegación de que se trate y, de ser necesario, en el
archivo central, si el titular de los derechos realizó el depósito de la lista de sucesión, en caso
afirmativo, el registrador, ante la presencia del interesado y de por lo menos dos testigos de
asistencia, abrirá el sobre en el que se contiene la lista de sucesores e informará el nombre de la
persona designada;
d) Que ésta se presente;
e) Que se asienten los datos en el folio correspondiente, de manera que quede así inscrita la
transmisión de derechos agrarios por sucesión y formalizada su adjudicación; y
f) Que el Registro Agrario Nacional expida el o los certificados respectivos, autorizados y firmados
por la autoridad facultada para ello.

Contradicción de tesis 117/2001-SS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Vigésimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo
del Séptimo Circuito. 15 de febrero de 2002. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Eva Elena Martínez de la Vega.
Tesis de jurisprudencia 20/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del primero de marzo de dos mil dos.

LISTA DE SUCESIÓN VS TESTAMENTO PÚBLICO


Si la lista sucesión señala el orden de preferencia a quien deba adjudicarse los
bienes, especificando debidamente el número del certificado y de la parcela, así
como los derechos que se heredan, y el ejidatario, por cuerda separada hace una
designación a título universal en favor de heredero distinto, y nada se mencionan

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los derechos agrarios del testador, la lista deberá tenerse como válida, frente al
testamento notarizado.
Época: Novena | Registro: 195392 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito | Tipo de
Tesis: Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo VIII,
octubre de 1998 | Materia(s): Administrativa | Tesis: IX.2o.8 A | Página: 1214

SUCESIÓN EN MATERIA AGRARIA. INEFICACIA DEL TESTAMENTO PÚBLICO ABIERTO EN


RELACIÓN CON LA.
El artículo 17 de la Ley Agraria dispone: "El ejidatario tiene la facultad de designar a quien deba
sucederle en sus derechos sobre la parcela y en los demás inherentes a su calidad de ejidatario,
para lo cual bastará que el ejidatario formule una lista de sucesión en la que consten los nombres
de las personas y el orden de preferencia conforme al cual deba hacerse la adjudicación de
derechos a su fallecimiento. Para ello podrá designar al cónyuge, a la concubina o concubinario
en su caso, a uno de los hijos, a uno de los ascendientes o a cualquier otra persona.-La lista de
sucesión deberá ser depositada en el Registro Agrario Nacional o formalizada ante fedatario
público. Con las mismas formalidades podrá ser modificada por el propio ejidatario, en cuyo caso
será válida la de fecha posterior.". De acuerdo con ello, si a través de un testamento público
abierto, el titular de los derechos sobre una parcela ejidal designa como heredero universal de sus
bienes a una persona determinada, dicho acto jurídico no tiene el alcance de modificar la lista de
sucesión agraria formulada con las formalidades a las que alude el aquí transcrito artículo 17, en
la que aparecen como sucesores personas distintas, si en ese testamento se omite expresar de
manera clara la voluntad de que opere tal modificación, lo cual sucedería si se dijera que queda
sin efecto la designación de sucesores anteriores, o bien, que dentro de los bienes heredados se
encuentra la parcela ejidal referida en la lista de sucesión. Por lo que debe estimarse que el
testamento que con tal calidad es aportado al juicio de sucesión agraria, está referido únicamente
a los bienes poseídos dentro del ámbito del derecho civil, ante la falta de manifestación en otro
sentido hecha por el de cujus, dado que la herencia precisamente tiene su base en la
manifestación de la voluntad, sin que por ello pueda conjeturarse sobre la existencia de ella. De
donde se sigue, que un testamento de carácter civil que no hace mención a bien alguno poseído
con motivo de derechos ejidales, no puede privar de eficacia a la lista de sucesión agraria hecha
en términos de ley.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.


Amparo directo 267/98. Abel Osti Vanzini. 9 de julio de 1998. Mayoría de votos. Disidente: Pedro
Elías Soto Lara. Ponente: María del Carmen Torres Medina. Secretaria: María del Carmen Estrada
Vázquez.
Nota: Esta tesis contendió en la contradicción 108/98-SS resuelta por la Segunda Sala, de la que
derivó la tesis 2a./J. 11/2000, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, febrero de 2000, página 231, con el rubro: "SUCESIÓN DE
DERECHOS AGRARIOS. LA ÚLTIMA VOLUNTAD DEL EJIDATARIO FORMULADA EN TESTAMENTO
NOTARIAL ES SUSCEPTIBLE DE REVOCAR O MODIFICAR LA LISTA DE SUCESIÓN INSCRITA EN EL
REGISTRO AGRARIO NACIONAL HECHA CON ANTERIORIDAD."

APERTURA DE LISTA DE SUCESIÓN:

El Glosario de Términos Jurídico-Agrarios, elaborado por la Procuraduría Agraria,


contiene la siguiente definición de la Apertura de la Lista de Sucesión:

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Acto jurídico que se realiza después del fallecimiento de un ejidatario, comunero o
posesionario titular de derechos agrarios. Dicho acto se lleva a cabo en la delegación
del RAN correspondiente, a petición expresa de la persona que cuenta con interés
y personalidad jurídica para promover este procedimiento, dentro del cual deberá
comparecer en la mencionada unidad administrativa con la documentación
requerida, a efecto de que demuestre el fallecimiento del sujeto agrario, con la
finalidad de que el citado Registro consulte en sus archivos si el titular de los
derechos realizó el depósito de la lista de sucesión; en caso afirmativo, el
Registrador, ante la presencia del promovente y de por lo menos dos testigos de
asistencia, abrirá el sobre que contiene la lista de sucesión e informará el nombre
de la persona designada. Asentados los datos en el folio correspondiente, el RAN
procederá a expedir el o los certificados respectivos que acrediten los derechos
otorgados en vía de sucesión. (Véase RIRAN arts. 84-88; “Adjudicación”,
“Adquisición de derechos agrarios” y “Testamento”.)

ANTE QUIEN SE FORMULA LA LISTA DE SUCESIÓN.


La lista de sucesión se podrá elaborar ante el registrador del Registro Agrario
Nacional, quien verifica la autenticidad de la firma del testador, actuando así como
un fedatario. En caso de que la lista se realice ante notario público, éste deberá dar
aviso al Registro Agrario Nacional a la brevedad posible.
Existe la posibilidad que la lista sea formulada de manera privada, pero deberá ser
firmada ante dos testigos y depositada en el Registro Agrario Nacional, para que
tenga validez. Naturalmente que el registrador debe verificar la autenticidad de la
lista, mediante los documentos que considere idóneos.

En el supuesto de que el ejidatario haya elaborado una lista de sucesión,


designando a un sucesor preferente en los términos de la Ley Agraria y al mismo
tiempo formula un testamento público abierto designando a otro sucesor, sin
mencionar a los derechos agrarios, prevalece la lista de sucesión.

VALIDEZ DE LA LISTA.

• La validez de la lista debe verificarla el registrador del Registro Agrario


Nacional.
• No se necesita que sea autorizada por la asamblea.
• Es requisito de validez de la lista de sucesión que sea inscrita en el Registro
Agrario Nacional.

PLAZO PARA DENUNCIAR LA LISTA DE SUCESIÓN.


Aunque la Ley Agraria no establece término para que el sucesor denuncie la
herencia, la jurisprudencia se encargó de “legislar” dándole efectos retroactivos a la
Ley Federal de Reforma Agraria que establecía un plazo de dos años para que el

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sucesor designado reclamara los derechos que le fueron otorgados por voluntad del
de cujus.
Novena Época | Registro: 175422 | Tribunales Colegiados de Circuito | Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta | Tomo XXIII, Marzo de 2006 | Materia(s): Administrativa | Tesis:
VII.2o.C.8 A | Página: 2121 | Tesis Aislada

SUCESIÓN DE DERECHOS AGRARIOS. CUANDO EL SUCESOR DESIGNADO POR EL DE


CUJUS NO SE ENCUENTRA EN POSESIÓN DE LA UNIDAD DE DOTACIÓN, DEBE
RECLAMAR SUS DERECHOS EN EL PLAZO DE DOS AÑOS, SIGUIENTES AL
FALLECIMIENTO DEL TITULAR (CÓDIGO AGRARIO DE 1942). La Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la contradicción de tesis 7/95, emitió la
jurisprudencia que con el número 214, aparece publicada en la página 226, Tomo III, Materia
Administrativa, en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, bajo el rubro:
"SUCESIÓN DE DERECHOS AGRARIOS. CUANDO EL SUCESOR DESIGNADO POR EL DE
CUJUS NO SE ENCUENTRA EN POSESIÓN DE LA UNIDAD DE DOTACIÓN, DEBE
RECLAMAR SUS DERECHOS EN EL PLAZO DE DOS AÑOS, SIGUIENTES AL
FALLECIMIENTO DEL TITULAR (LEY FEDERAL DE REFORMA AGRARIA).", donde sostiene
que el sucesor designado por el autor de la herencia, que no se encuentra en posesión de la
unidad de dotación agraria, debe reclamar sus derechos hereditarios en un plazo no mayor a dos
años, posteriores a la muerte del titular, pues desde su fallecimiento nacen las obligaciones que
el de cujus tenía sobre ella y, dada su designación como sucesor, los efectos de la aceptación de
la herencia se retrotraen a la fecha del acaecimiento. Ahora bien, aun cuando la ejecutoria que
dio origen al criterio jurisprudencial en mención, emanó de la interpretación de la abrogada Ley
Federal de Reforma Agraria, se concluye que su aplicación debe ser extensiva a los supuestos
acontecidos bajo el imperio de las normas contempladas en el Código Agrario de 1942 pues del
análisis efectuado a la legislación en que se basó aquella jurisprudencia, se desprende similitud
en las disposiciones contenidas en los artículos 138, 153, 158, 162, 163, 169 y 173 del referido
código, las cuales atienden al espíritu de la legislación agraria, tendente a garantizar la función
social de la parcela mediante la obligación de su explotación directa y permanente.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo


directo 615/2005. Daniel Osorio Burela. 24 de noviembre de 2005. Unanimidad de votos. Ponente:
Agustín Romero Montalvo. Secretario: Mario de la Medina Soto.

DE LA SUCESIÓN INTESTAMENTARIA O LEGÍTIMA. La sucesión


intestamentaria agraria, denominada legítima, se da cuando el ejidatario

• No haya hecho designación de sucesores o


• Cuando ninguno de los señalados en la lista, pueda acceder a la sucesión,
por imposibilidad
o material
o o legal
Artículo 18.- Cuando el ejidatario no haya hecho designación de sucesores, o
cuando ninguno de los señalados en la lista de herederos pueda heredar por
imposibilidad material o legal, los derechos agrarios se transmitirán de
acuerdo con el siguiente orden de preferencia:

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I. Al cónyuge;

II. A la concubina o concubinario;

III. A uno de los hijos del ejidatario;

IV. A uno de sus ascendientes; y

V. A cualquier otra persona de las que dependan económicamente de él.

En los casos a que se refieren las fracciones III, IV y V, si al fallecimiento del


ejidatario resultan dos o más personas con derecho a heredar, los herederos
gozarán de tres meses a partir de la muerte del ejidatario para decidir quién,
de entre ellos, conservará los derechos ejidales. En caso de que no se
pusieran de acuerdo, el Tribunal Agrario proveerá la venta de dichos derechos
ejidales en subasta pública y repartirá el producto, por partes iguales, entre
las personas con derecho a heredar. En caso de igualdad de posturas en la
subasta tendrá preferencia cualquiera de los herederos.

QUE DICE EL CÓDIGO CIVIL FEDERAL.


El CCF supletorio e la Ley Agraria, contiene algunos supuestos que pudieran ser
invocados al momento de resolver alguna situación similar en materia agraria.

La herencia legítima civil se abre cuando:


1. No hay testamento, caso similar al que contempla la Ley Agraria, o el que se
otorgó deviene nulo. Puede darse el caso de que la lista de sucesión sea declarada
nula, si es que la voluntad del de cujus no se expresó con absoluta libertad. (p/e
puede darse el caso del ejidatario moribundo a quien le estampan las huellas
digitales en la lista de sucesión)

2. Cuando el testador no dispuso de todos sus bienes. En el caso de que el ejidatario


sólo designó sucesor sobre su parcela y omitió su parte alícuota sobre las tierras de
uso común.

3. Cuando no se cumpla la condición impuesta al heredero. Este supuesto no es


aplicable en materia agraria.

4. Cuando el heredero muere antes del testador, repudia la herencia o es incapaz


de heredar, si no se ha nombrado substituto. Tampoco este supuesto se da en
materia agraria, porque la lista de sucesores contiene el preferente y los sustitutos.

LA SUCESIÓN LEGÍTIMA AGRARIA. En el caso del artículo 18, que trata de la


sucesión legítima, se señalan quienes deben adjudicarse los bienes del testador.
Se trata de un orden de preferencia, que es distinto al derecho del tanto, que
corresponde a quienes pueden acceder a la venta de los derechos agrarios que
realice un ejidatario. En este orden, se privilegia a la esposa o a la concubina o
concubinario. La ley establece este orden de preferencia.

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I. Al cónyuge;
II. A la concubina o concubinario;
III. A uno de los hijos del ejidatario;
IV. A uno de sus ascendientes; y
V. A cualquier otra persona de las que dependan económicamente de él.

INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 18.


Novena Época | Núm. de Registro: 197009 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito |
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo VII, enero
de 1998 | Materia(s): Administrativa | Tesis: XIX.2o.14 A | Página: 1178

SUCESIÓN DE DERECHOS EJIDALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 18 DE LA LEY


AGRARIA. Acorde con lo dispuesto por el artículo 18 de la Ley Agraria, en aquellos casos en que
el ejidatario omita hacer designación de sucesores o ninguno de los señalados en la lista de
herederos pueda ser considerado como tal por imposibilidad material o legal, para transmitir los
derechos agrarios debe seguirse el orden de preferencia siguiente: I. Al cónyuge; II. A la concubina
o concubinario; III. A uno de los hijos del ejidatario; IV. A uno de sus ascendientes y; V. A cualquier
otra persona de las que dependan económicamente de él; y si el quejoso justifica encontrarse en
alguna de las cuatro primeras hipótesis, basta únicamente acreditar su entroncamiento con el
ejidatario finado. La dependencia económica con el de cujus a que alude la fracción V de la
disposición legal en comento para heredarlo en sus derechos ejidales, se refiere a cualquier
persona distinta a las enumeradas fracciones de dicho precepto.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO NOVENO CIRCUITO.


Amparo directo 445/96. María Concepción Gutiérrez Pineda. 15 de mayo de 1997. Unanimidad de
votos. Ponente: Roberto Terrazas Salgado. Secretario: Rubén González Zamora.
Véase: Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XIII-Febrero, tesis IV.2o.62 A,
página 423, de rubro: "SUCESIÓN AGRARIA. EL ARTÍCULO 18 DE LA NUEVA LEY NO OBLIGA A
PROBAR QUE LA CÓNYUGE DEL EJIDATARIO FALLECIDO DEPENDÍA ECONÓMICAMENTE DE ÉSTE.".

LA ESPOSA.
Novena Época | Núm. de Registro: 172885 | Instancia: Segunda Sala Jurisprudencia |
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XXV, marzo de 2007 |
Materia(s): Administrativa | Tesis: 2a./J. 23/2007 | Página:557

SUCESIÓN LEGÍTIMA EN MATERIA AGRARIA. EL DERECHO PREFERENTE EN FAVOR DEL


CÓNYUGE SUPÉRSTITE, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 18, FRACCIÓN I, DE LA LEY
AGRARIA, NO ESTÁ CONDICIONADO A LA DEMOSTRACIÓN DE SU VIDA EN COMÚN CON
EL TITULAR DE LOS DERECHOS.
El referido artículo establece que en la sucesión legítima del ejidatario, ante la falta de designación
de sucesores o ante su imposibilidad material o jurídica para heredar, los derechos agrarios se
transmitirán de acuerdo al orden de preferencia que el propio precepto prevé, dándole prioridad al
cónyuge, posteriormente a quien hubiere hecho vida marital con aquél (concubina o concubinario),
a uno de sus hijos, a uno de sus ascendientes y, por último, a cualquier persona de las que

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dependan económicamente de él. Sin embargo, del artículo 18 de la Ley Agraria se advierte que
el cónyuge supérstite, para heredar, no tiene que acreditar que hizo vida en común con el titular
de los derechos agrarios al tiempo de su deceso, además de que tampoco existe algún
antecedente legislativo que permita deducir que esa pudo ser la intención del creador de la norma,
por lo que no es jurídicamente factible exigirle que acredite tal extremo, pues ello implicaría ir más
allá de lo establecido en la ley.

Contradicción de tesis 231/2006-SS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del Vigésimo Primer Circuito. 14 de febrero de 2007. Cinco votos. Ponente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: María Antonieta del Carmen Torpey Cervantes.
Tesis de jurisprudencia 23/2007. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del veintiuno de febrero de dos mil siete.

LA CONCUBINA. En relación con la concubina, el CCF, en su artículo 1635 en su


párrafo segundo, establece la posibilidad de que existan varias concubinas. Existe
una tesis que resuelve esta situación tratándose del derecho agrario.
Décima Época | Núm. de Registro: 2000737 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Libro VIII, mayo
de 2012, Tomo 2 | Materia(s): Administrativa | Tesis: VI.1o.A.22 A (10a.) | Página: 1816

CONCUBINATO EN MATERIA AGRARIA. ES INAPLICABLE DE MANERA SUPLETORIA EL


SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 1635 DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL, PORQUE NO
SÓLO NO COMPLEMENTARÍA SINO QUE INCLUSO SUPRIMIRÍA LA INSTITUCIÓN
EXPRESAMENTE PREVISTA EN LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 18 DE LA LEY AGRARIA.
La supletoriedad del segundo párrafo del artículo 1635 del Código Civil Federal no se actualiza en
materia agraria, en virtud de que interpretado en forma sistemática con la fracción II del artículo
18 de la Ley Agraria, que claramente establece el derecho de la concubina a heredar (cuando no
existe cónyuge supérstite), evidencia que no puede aplicarse supletoriamente una disposición del
Código Civil Federal que no sólo no complementaría colmando alguna laguna legal, sino que
incluso suprimiría en modo absoluto la institución expresamente prevista en la Ley Agraria, como
es el concubinato para efectos de heredar al ejidatario que llegue a fallecer libre de matrimonio,
pues la referida porción normativa civil dispone que de existir dos concubinas ninguna de ellas
tiene derecho a heredar, lo que es incompatible con lo previsto en la fracción II del artículo 18 de
la Ley Agraria, que estatuye el concubinato como una de las formas legales de suceder en esa
materia sin excepción alguna, salvo la contenida en la fracción I relativa a la existencia de cónyuge,
nada más. Por ende, el derecho a heredar en materia agraria, cuando no existe cónyuge supérstite
por haber estado el de cujus libre de matrimonio, se actualiza en favor de la concubina que
demuestre haber hecho vida marital con el autor de la sucesión durante los últimos cinco años
previos al fallecimiento de éste.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO.


Amparo directo 43/2012. Enriqueta Hernández Ortiz y otros. 11 de abril de 2012. Unanimidad de
votos. Ponente: Jorge Higuera Corona. Secretaria: María de Lourdes de la Cruz Mendoza.
Nota: Por ejecutoria del 11 de octubre de 2017, la Segunda Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 285/2017 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido
en esta tesis, al estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.

13
Novena Época | Núm. de Registro: 192461 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XI, febrero
de 2000 | Materia(s): Administrativa | Tesis: II.2o.A.10 A | Página: 1124

SUCESIÓN LEGÍTIMA AGRARIA. APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO CIVIL FEDERAL


TRATÁNDOSE DE LA FIGURA JURÍDICA DEL CONCUBINATO. Por disposición del artículo
2o. de la Ley Agraria vigente, el Código Civil Federal es la norma supletoria sustantiva tratándose
de la institución del concubinato, porque la Ley Agraria no contiene disposiciones específicas al
respecto que sirvan de sustento para resolver una sucesión agraria intestamentaria, en la cual
aducen derechos las concubinas del extinto ejidatario con base en el orden de prelación
establecido en el artículo 18 de la Ley Agraria; por tanto, el tribunal responsable debe atender a
lo dispuesto por el artículo 1635 del Código Civil Federal para resolver la controversia sucesoria
agraria puesta a su consideración.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEGUNDO


CIRCUITO. Amparo directo 70/99. María de los Ángeles Manzano Lozano. 2 de diciembre de
1999. Unanimidad de votos. Ponente: Darío Carlos Contreras Reyes. Secretario: José Antonio
Abel Aguilar Sánchez. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo IV, septiembre de 1996, página 617, tesis XV.2o.6 A, de rubro: "CONCUBINA. INEXISTENCIA
DE ACEPCIONES DIFERENTES ENTRE EL DERECHO AGRARIO Y EL DERECHO CIVIL.".

EL REPUDIO DE LA HERENCIA. El sucesor designado no esta obligado a aceptar


la herencia. Puede repudiarla sin que ello signifique violación a la voluntad del
testador.
Novena Época | Núm. de Registro: 199385 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito|
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo V, febrero
de 1997 | Materia(s): Administrativa | Tesis: XXII.21 A | Página: 798

SUCESOR PREFERENTE DE DERECHOS EJIDALES. FACULTAD DE REPUDIARLOS.


Como el artículo 18 de la Ley Agraria vigente prevé la posibilidad de que a la muerte de un
ejidatario, los que resulten con derecho a heredar gozarán de un término de tres meses para que
decidan quién, entre ellos, conservará los derechos ejidales, por mayoría de razón debe decirse
que el sucesor preferente puede renunciar o ceder los derechos ejidales que le correspondan,
conforme al orden de preferencia estatuido en el citado numeral, sin que ello implique que se
contraríe la voluntad del titular de los derechos agrarios, porque no existe disposición legal alguna
que obligue al sucesor a que acepte un derecho que no desea.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO. Amparo directo 988/96.


Eufrocina Aurora López y otro. 23 de enero de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto
Benito Hernández Torres. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.

LA JURISDICCIÓN VOLUNTARIA. Cuando no exista una lista de sucesión, la


jurisdicción agraria no procede, porque el magistrado agrario esta obligado a
determinar quién es el sucesor.

14
Novena Época | Núm. de Registro: 182163 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito |
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XIX, Febrero
de 2004 | Materia(s): Administrativa | Tesis: XXIV.1o.6 A | Página: 1079

JURISDICCIÓN VOLUNTARIA. NO ES LA VÍA IDÓNEA PARA TRANSMITIR DERECHOS


AGRARIOS POR SUCESIÓN, SALVO QUE EXISTA PREVIA DESIGNACIÓN DE SUCESORES
Conforme a los artículos 17 y 18 de la Ley Agraria existen dos formas de realizar la transmisión
de derechos agrarios, a saber: la primera, a través de la lista de sucesores que el ejidatario inscriba
en el Registro Agrario Nacional o que, en su caso, formalice ante notario público, en la cual
exprese con libertad su deseo de decidir quién y en qué orden de preferencia le sucederá en sus
derechos ejidales; y la segunda, cuando de no haberse efectuado esa designación o exista
imposibilidad material o legal para heredar de las personas que se hubiesen designado, se
atenderá al orden preferencial que establece el artículo invocado en segundo término; es factible
deducir que la jurisdicción voluntaria no siempre será la vía idónea para determinar a quién
corresponden los derechos agrarios de un ejidatario fallecido. Esto es, podrá transmitirse esa
clase de derechos por la vía en comento cuando se actualice el primer supuesto, porque al existir
la voluntad manifiesta del autor de la sucesión, es evidente que no puede negarse una
controversia sobre ella, de manera que el tribunal agrario, al conocer de la jurisdicción voluntaria
y transmitir los derechos correspondientes a la persona designada, no estaría haciendo uso de su
facultad de decisión, sino que exclusivamente constataría la voluntad del ejidatario fallecido, cuya
consecuencia no sería otra que la de autentificar la transmisión del derecho agrario
correspondiente, siempre y cuando no exista oposición a esa voluntad por parte legítima, pues de
existir, el tribunal agrario deberá terminar la jurisdicción voluntaria y revertirla al juicio sucesorio y
ventilar la cuestión debatida. En cambio, en la segunda hipótesis no se podrá, bajo ninguna
circunstancia, decidir a través de la jurisdicción voluntaria a quién corresponden los derechos
agrarios del titular fallecido, toda vez que es evidente que está ante la presencia de una sucesión
legítima, que necesariamente para poder establecer a quién deben pertenecer los derechos
agrarios deberá estarse a lo dispuesto en el artículo 18 del ordenamiento legal invocado, que al
establecer con precisión los sujetos que tienen derecho a suceder y los requisitos que deben
acreditarse para tal efecto, impide que esa cuestión pueda ser dilucidada por medio de la
jurisdicción voluntaria, porque al no existir la voluntad del autor de la sucesión, será la autoridad
agraria indispensablemente la que tendrá que hacerlo dentro del juicio sucesorio, en el que se
llame a las partes que de acuerdo al precepto legal en comento tienen derecho para suceder en
la vía legítima.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CUARTO CIRCUITO.


Amparo en revisión 221/2003. Francisco Osuna Jinuez. 4 de diciembre de 2003. Unanimidad de
votos. Ponente: Arturo Cedillo Orozco. Secretaria: María Rocío Rivera Rico.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo V, marzo de 1997,
página 817, tesis XVII.2o.4 A, de rubro: "JURISDICCIÓN VOLUNTARIA. NO ES LA VÍA IDÓNEA PARA
VENTILAR Y DECIDIR QUIÉN ES EL SUCESOR PREFERENTE DEL EXTINTO EJIDATARIO, NI A QUIÉN
CORRESPONDEN SUS DERECHOS AGRARIOS."

¿QUÉ BIENES SE PUEDEN ADJUDICAR EN LA SUCESIÓN LEGÍTIMA? Es claro


que el magistrado no puede adjudicar derechos cuya titularidad nunca tuvo el
ejidatario cuando estuvo vivo.

15
Novena Época | Núm. de Registro: 181002 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito |
Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XX, Julio de
2004 | Materia(s): Administrativa | Tesis: VI.3o.A.187 A | Página: 1813

SUCESIÓN INTESTAMENTARIA EN MATERIA AGRARIA. LOS DERECHOS HEREDITARIOS


NO PUEDEN COMPRENDER BIENES CUYA TITULARIDAD NO ACREDITÓ EN VIDA LA DE
CUJUS.
Por regla general es necesario contar con un título o certificado que demuestre la titularidad de los
derechos agrarios de los ejidatarios o comuneros conforme al cual puede acreditarse en juicio la
identidad con los bienes cuya titularidad se pretende. Ahora bien, si la de cujus promovió juicio
agrario a fin de que se le reconocieran derechos, reclamando la restitución de fracciones que
corresponden a una unidad de dotación cuya titularidad pretendió acreditar a través de un
certificado agrario, el cual en diverso juicio de garantías fue desestimado por su falta de idoneidad
para demostrar tal extremo, resulta infundada la pretensión de los herederos de que se les
reconozca tal calidad respecto de bienes que no formaron parte del haber hereditario, por no
acreditarse en vida por la de cujus dicha pretensión; es decir, las parcelas cuya restitución se
planteó no pueden ser parte de la masa hereditaria de los bienes de ésta, al pretender los herederos
acreditar tal circunstancia con el mismo certificado agrario que ya fue valorado y desvirtuada su
idoneidad para acreditar el extremo propuesto, pues al existir una causahabiencia del titular de un
derecho no puede alegarse en diversa vía, como es la intestamentaria, la identidad del certificado
con las fracciones cuya titularidad, se reitera, no fue acreditada por la de cujus.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO.


Amparo directo 2/2004. María Marcelina Josefina Santiago Méndez. 18 de marzo de 2004.
Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl Oropeza García. Secretario: Roberto Carlos Moreno
Zamorano.

EL ACUERDO PARA HEREDAR. Cuando existan hijos, ascendientes o personas


que dependían económicamente del de cujus, deben ponerse de acuerdo para que
los derechos agrarios se adjudiquen a uno de ellos. De no ser así, el magistrado
agrario debe convocar a una subasta, para poner a la venta los derechos del
ejidatario que falleció sin hacer lista de sucesión. Antes, deberá definir quienes son
los que probaron tener la personalidad para heredar.
En los casos a que se refieren las fracciones III, IV y V, si al fallecimiento del
ejidatario resultan dos o más personas con derecho a heredar, los herederos
gozarán de tres meses a partir de la muerte del ejidatario para decidir quién,
de entre ellos, conservará los derechos ejidales. En caso de que no se
pusieran de acuerdo, el Tribunal Agrario proveerá la venta de dichos derechos
ejidales en subasta pública y repartirá el producto, por partes iguales, entre
las personas con derecho a heredar. En caso de igualdad de posturas en la
subasta tendrá preferencia cualquiera de los herederos.

Novena Época | Núm. de Registro: 187682 | Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito |


Tesis Aislada | Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta | Tomo XV, Febrero
de 2002 | Materia(s): Administrativa | Tesis: III.1o.A.88 A | Página: 932

16
SUCESIÓN EN MATERIA AGRARIA. PARA QUE EL TRIBUNAL SE ENCUENTRE EN
APTITUD DE TRAMITAR LA VENTA DE LOS DERECHOS A QUE ALUDE EL ARTÍCULO 18
DE LA LEY AGRARIA, DEBERÁ PRIMERO DEFINIR QUIÉNES PROBARON TENERLOS, Y
SÓLO EN CASO DE QUE ÉSTOS NO SE PUSIERAN DE ACUERDO SOBRE QUIÉN
CONSERVARÁ ESOS DERECHOS, EN EL TÉRMINO PREVISTO, PODRÁ ORDENAR LA
VENTA.- El artículo 18 de la Ley Agraria dispone que en el supuesto de que varias personas
prueben su derecho a suceder, el tribunal agrario deberá exhortarlas para que decidan quién de
ellas conservará los derechos ejidales, para lo cual otorgará un plazo de tres meses. Si vencido
ese término los favorecidos no se ponen de acuerdo sobre quién debe conservar esos derechos
agrarios el tribunal podrá ordenar su venta, para repartir el producto en partes iguales entre
aquéllos. Por tanto, es imprescindible que el tribunal agrario defina primero quiénes probaron tener
esos derechos, ya que es hasta entonces que el aludido término de tres meses comenzará a
correr. Por esa razón resulta improcedente exigir a las partes realizar la designación para la
conservación de los derechos, previo a la resolución del tribunal, porque se desconoce quién o
quiénes acreditarán sus pretensiones. Así, es jurídicamente inadmisible que el tribunal agrario
disponga la venta de la parcela para repartir el producto entre los contendientes que resultaron
con derechos, si lo hace en la misma sentencia en que se decidió quiénes probaron esos
derechos, en tanto que éstos no estuvieron en aptitud de ejercer su potestad de elegir a quien
había de conservar los derechos ejidales, por desconocer quiénes había de conservar los
derechos ejidales, por desconocer quiénes habían probado derecho a suceder, si la definición de
esto está a cargo del propio tribunal agrario.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL TERCER CIRCUITO.


III.1o.A.88 A Amparo directo 120/2001.- José Constantino Reyes Guzmán, como representante
común de Alberto, Ernesto, María Guadalupe, María del Socorro y Josefina, todos de apellidos
Reyes Guzmán. - 5 de junio de 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Jorge Alfonso Álvarez
Escoto.- Secretaria: Claudia de Anda García.

El magistrado agrario, al hace la subasta, deberá sustentarla en el CCF, que en sus


artículos 2323 al 2326 regula las ventas judiciales.
De las Ventas Judiciales

Artículo 2323.- Las ventas judiciales en almoneda, subasta o remate públicos,


se regirán por las disposiciones de este Título, en cuanto a la substancia del
contrato y a las obligaciones y derechos del comprador y del vendedor, con
las modificaciones que se expresan en este Capítulo. En cuanto a los términos
y condiciones en que hayan de verificarse, se regirán por lo que disponga el
Código de Procedimientos Civiles.

Artículo 2324.- No pueden rematar por sí, ni por interpósita persona, el Juez,
Secretario y demás empleados del juzgado; el ejecutado, sus procuradores,
abogados y fiadores; los albaceas y tutores, si se

trata de bienes pertenecientes a la sucesión o a los incapacitados,


respectivamente; ni los peritos que hayan valuado los bienes objeto del
remate.

17
Artículo 2325.- Por regla general las ventas judiciales se harán en moneda
efectiva y al contado, y cuando la cosa fuere inmueble pasará al comprador
libre de todo gravamen, a menos de estipulación

expresa en contrario, a cuyo efecto el juez mandará hacer la cancelación o


cancelaciones respectivas, en los términos que disponga el Código de
Procedimientos Civiles.

Artículo 2326.- En las enajenaciones judiciales que hayan de verificarse para


dividir una cosa común, se observará lo dispuesto para la partición entre
herederos.

ARTÍCULO 119 DE LA LEY AGRARIA


Artículo 19.- Cuando no existan sucesores, el tribunal agrario proveerá lo
necesario para que se vendan los derechos correspondientes al mejor postor,
de entre los ejidatarios y avecindados del núcleo de población de que se trate.
El importe de la venta corresponderá al núcleo de población ejidal.

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