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REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

TRANSFORMACIONES EN LA AGRICULTURA:
En el siglo XV, la recuperación económica de Europa occidental permitió
cambios en la producción rural, como la difusión del arrendamiento y aumento
de tierras de pastoreo.
El crecimiento demográfico en Europa aumentó y generó más demanda para
alimentos. Se incorporaron tierras abandonadas para la agricultura y la
ganadería. A mediados del siglo XVII, se vio frenada la expansión de la
producción agrícola ya que todas las tierras fértiles estaban ocupadas. Para
aumentar la productividad, se introdujeron los cultivos de legumbres y
leguminosas, que facilitaban la obtención de nitrógeno y servían para alimentar
el ganado.

CERCAMIENTOS:
En la Edad Media, las explotaciones agrícolas eran de campesinos que no
producían para el mercado para abastecerse a sí mismos, lo que dificultaba la
generalización de nuevos sistemas de rotación de cultivos. Además, el sistema
de campos abiertos suponía la explotación en común de las tierras, lo que
impedía a los campesinos introducir nuevos cultivos sin separarse de la aldea.
A partir del siglo XVI, los antiguos señores comenzaron a cercar los bosques y
las tierras comunales para dedicarlas a la producción agrícola con el nuevo
sistema de rotación. Los campesinos más ricos también cercaron sus tierras para
tomar decisiones por separado de la aldea. El proceso de cercamiento aumentó
en el siglo XVIII, cuando bajó el precio de los cereales.
CONSECUENCIAS DE LOS CERCAMIENTOS:
Los cercamientos permitieron un aumento de la producción agrícola y ganadera,
lo que fortaleció el crecimiento demográfico en Europa.
Crecieron las diferencias sociales en la sociedad rural, los ricos se enriquecieron
y los pobres se fueron empobreciendo. Los campesinos pobres buscaron obtener
ingresos mediante la producción de manufacturas.
Los cercamientos fortalecieron la propiedad individual de la tierra y debilitaron
los lazos de la antigua comunidad aldeana.
TRABAJO RURAL A DOMICILIO:
Durante la crisis del siglo XIV, algunos comerciantes trasladaron al campo parte
del proceso de fabricación de ciertos productos. En el siglo X, la producción
ganadera favoreció el desarrollo de estas actividades.
En el siglo XVI, el trabajo rural a domicilio se transformó en un sistema de
producción de manufacturas en el que el comerciante de la ciudad comprobaba
la materia prima y la distribuía a distintas familias para que la transformaran en
artículos terminados. Durante los siglos XVI y XVII, el sistema aumentó y se
diversificó, produciendo textiles, utensilios de hierro, calzados, cerámicas,
vidrios y ropa.
Los campesinos contaban con las herramientas y los comerciantes con el
capital, pero eran los campesinos quienes controlaban los tiempos y la calidad
de trabajo.
En la producción rural a domicilio, trabajaban las familias aldeanas pobres que
no habían podido cercar sus campos y necesitaban ingresos extra. Durante el
siglo XVII, la cantidad de campesinos que debieron complementar sus ingresos
con la industria domiciliaria aumentó debido al proceso de cercamientos y al
descenso de precios agrícolas. Debido a esto, muchas familias campesinas se
transformaron en trabajadores artesanales para los comerciantes.
PRODUCTOS Y COSTOS DE LA INDUSTRIA RURAL A
DOMICILIO:
El sistema de trabajo rural a domicilio consistía en que los comerciantes de las
ciudades compraban materia prima y se la entregaban a las familias artesanas
para que las transformen en productos terminados. A diferencia de la
producción artesanal de las ciudades, la producción rural no estaba regulada por
gremios, lo que daba como resultado salarios más bajos y una menor calidad de
productos destinados a un consumo medio.
TRABAJADORES Y CONSUMIDORES:
El aumento de la producción rural en el siglo XVII provocó que los campesinos
dejaran de autoabastecerse y tuvieran que comprar herramientas y vestimenta en
el mercado. Cada región se especializó en la producción de un tipo de productos
determinados, esto favoreció el desarrollo de un nuevo comercio de artículos
baratos en las ciudades.
El descenso en el precio de los cereales y los precios bajos de los productos
aumentaron el consumo de productos más económicos.

TRANSFORMACIONES EN EL COMERCIO:
Los cambios en la economía europea se relacionaron con las nuevas formas de
intercambio con América, Asia y África. La incorporación de un nuevo
continente en el comercio mundial permitió a Europa obtener metales preciosos
y nuevos productos para comerciar. Esta forma de comercio fue llamada
“comercio triangular”.
La conquista de América le permitió a Europa incorporar nuevos productos
como el cacao, el tabaco y la vainilla. En Asia, se demandaban importaciones
como telas de seda y algodón, té y especias. Los mercados asiáticos no
adquirían manufacturas europeas y los mercaderes europeos actuaban como
intermediarios en el comercio entre distintas zonas de Asia.
En África, se exportaba esclavos, que eran vendidos a América.
COMERCIO TRIANGULAR:
El comercio triangular se estableció a partir del siglo XVII entre África,
América y Europa. Los barcos europeos llevaban textiles, herramientas, armas y
bebidas alcohólicas a África, donde su carga era intercambiada por esclavos.
Luego iban a América, donde vendían esclavos y productos de las plantaciones.
Finalmente, regresaban a Europa para vender los productos de América.

LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:


La Revolución Industrial comenzó en Inglaterra a finales del siglo XVIII y se
vincula con la introducción de nuevas tecnologías y maneras de organizar el
trabajo.
Esta transformación generó el paso de una sociedad agrícola a una sociedad
capitalista e industrial. También dio origen a la Edad Contemporánea de la
Historia, junto con la Revolución Francesa.
Los cambios económicos, sociales y culturales que presentó la Revolución
Industrial, cambiaron a la sociedad europea y mundial.
¿PORQUÉ EN INGLATERRA?:
En Inglaterra, los cambios en la agricultura, en la industrialización rural y en la
acumulación de capitales por parte de los empresarios prepararon el terreno para
la Revolución Industrial. La vinculación al comercio internacional y la
producción en gran escala, fueron factores clave que permitieron a Inglaterra
proveer bienes manufacturados a menor costo a África y América a través del
comercio triangular. Otros países, como Holanda, estaban más orientados al
comercio de bienes caros destinados a mercados más pequeños.
¿PORQUÉ A FINALES DEL SIGLO XVIII?:
La Revolución Industrial se inició en Inglaterra a finales del siglo XVIII como
consecuencia del aumento en la demanda de textiles y herramientas para
abastecer las plantaciones azucareras y algodoneras en las colonias, donde se
utilizaba mano de obra esclava. Los empresarios ingleses vieron la oportunidad
de producir más rápido, en mayor cantidad y a menor costo, lo que llevó a la
introducción de nuevas tecnologías en el proceso textil. Comenzando con el
hilado, donde se introdujeron máquinas que podían fabricar hilos más rápido y
con menor personal que la industria a domicilio.

LA FASE TEXTIL:
La primera etapa de la Revolución Industrial transcurrió desde el 1760 hasta el
1830. En esta etapa, la industria textil cambió significativamente con la
introducción de las máquinas hiladoras, las cuales eran bastante grandes y
dieron origen a las primeras fábricas.
En este período, se crearon las primeras máquinas a vapor. Se utilizaron para
extraer agua de las minas de carbón y más tarde se adaptaron para generar
energía capaz de mover las máquinas industriales.
La innovación en la producción de hilados trajo un desequilibrio que llevó a la
invención del telar mecánico por Edward Cartwright en 1785, lo que inició la
producción industrial de tejidos.

CAMBIOS PRODUCIDOS POR LA


REVOLUCIÓN INDUSTRIAL:
SURGIMIENTO DE LA FÁBRICA:
La introducción de las máquinas hiladoras y el telar mecánico permitió una
producción más rápida y eficiente que la manufactura a domicilio. Como
resultado, se crearon las primeras fábricas que eran propiedad de los
empresarios y empleaban a trabajadores durante todo el año.
Con la introducción de la energía mecánica, el ritmo de trabajo pasó a ser
constante y estaba impuesto por la máquina. Además, la concentración de
capital y trabajo en un solo lugar en las fábricas redujo los tiempos muertos y
permitió una producción más eficiente. Las jornadas de trabajo eran largas,
duraban entre 10 y 16 horas diarias con pequeños descansos para comer. Con la
introducción de la iluminación a gas, se pudo aumentar la jornada laboral
incluso en invierno.

DESAPARICIÓN DEL SISTEMA GREMIAL:


La introducción de las fábricas durante la Revolución Industrial llevó a la
desaparición del sistema gremial, que producía artículos de alta calidad a un
mercado pequeño. La producción en masa permitía producir bienes más baratos
de menor calidad para mercados más amplios, lo que hizo que los talleres
gremiales desaparezcan gradualmente.

EL CRECIMIENTO URBANO:
Las ciudades europeas comenzaron a crecer desde el siglo XV hasta la
Revolución Industrial, enfocándose en el ejemplo de Londres y su población. Se
destaca que el mayor crecimiento se dio en ciudades vinculadas con la industria
textil y el comercio, como Manchester y Liverpool, que experimentaron un
aumento de población en este período.

EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO:


El capitalismo es un sistema económico que se basa en la propiedad privada de
los medios de producción y la libertad para contratar. Los capitalistas son los
dueños de los medios de producción y los trabajadores solo pueden trabajar. Los
beneficios de la producción son obtenidos por los capitalistas a partir de la
diferencia entre salarios que pagan y el valor de los bienes producidos.

CAMBIOS SOCIALES: LOS TRABAJADORES Y LOS


EMPRESARIOS:
Los trabajadores de las fábricas venían de distintos orígenes y la producción
fabril trajo un cambio importante en la sociedad al transferir la propiedad de las
herramientas y maquinarias de los trabajadores a los empresarios. Esto resultó
en la división de la sociedad en dos grupos: capitalistas y trabajadores. La
relación entre los obreros y los empresarios cambio significativamente, ya que
los trabajadores recibían un salario a cambio del tiempo trabajado. Los avances
tecnológicos permitieron a los empresarios obtener mayores beneficios mientras
pagaban los mismos salarios y empleaban a menos trabajadores. Esto resultó en
una gran oferta de mano de obra y relativamente pocos trabajos, lo que permitió
que los empresarios contratar a los trabajadores no clasificados, como mujeres y
niños, a quienes se les pagaba menos.

EL FIN DE LA FASE TEXTIL:


A partir de 1830, la economía inglesa comenzó a sufrir una crisis de
sobreproducción en la que se producía más de lo que el mercado podía absorber,
reduciendo los beneficios de los empresarios. Esta situación generó la quiebra
de muchas empresas, lo que afectó a otros sectores de la economía y provocó
despreocupación. La búsqueda de nuevas actividades que fuesen redituables
llevó a la expansión del ferrocarril a partir de 1840, favoreciendo el crecimiento
de otras ramas de la economía como la producción de carbón y hierro. El
sistema de vagones montado sobre rieles ya era utilizado en las minas de carbón
inglesas, y su expansión permitió el transporte de carbón a las fábricas y el
crecimiento del sector ferroviario. La construcción de canales navegables
también fue una solución de transporte utilizada en la época. El primer
ferrocarril había sido fabricado por George Stephenson en 1813.
A mediados del siglo XIX, la industrialización se expande a otros países, aquí
comienza la segunda fase de la Rev. Industrial.

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