Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Al orar hay que estar entusiasmados con fe, creyendo que de Dios algo
grande recibiremos.
Lucas 22:39-40 NVI Jesús ora en el monte de los Olivos Jesús salió
de la ciudad y, como de costumbre, se dirigió al monte de los Olivos,
y sus discípulos lo siguieron.
(40) Cuando llegaron al lugar, les dijo: «Oren para que no caigan en
tentación.»
Podemos ver que Jesús oraba siendo hijo de Dios, cuanto más nosotros
debemos de orar.
Así Dios nos puede fortalecer cuando hay problemas, él envía ángeles para
fortalecernos. Oración en medio de problemas.
(44) Pero, como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor, y
su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.[e]
Solo Lucas el medico se dio cuenta de este detalle, pues, esta oración era
muy ferviente.
Tenemos que ser insistentes en la oración, quiere que todos los enemigos
estén destruidos, y no solo esto, sino que Dios quiere hacer mucho más de lo
que imaginamos y pensamos.
Acá vemos pequeños frutos del cielo, por ello debemos de orar para que
sean cumplidos en nosotros.
(23) y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos
las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de
nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro
cuerpo. (24) Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza
que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué
esperarlo? (25) Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo
aguardamos. (26) Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Debemos también orar con gemidos, pidiendo que el Espíritu Santo nos guie
con gemidos indecibles.