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FRATELLI TUTTI – EE

6TO
Capítulo III: Pensar y gestar un mundo abierto
PUNTOS IMPORTANTES DE
CAPÍTULOS ANTERIORES
 La fraternidad no puede ser selectiva.

 Dios nos ama a todos sin distinción.

 Vivimos de falsas seguridades: La pandemia lo evidencia.

 Debe renacer el deseo mundial de hermandad reconociendo la dignidad humana.

 “El bien común, como también el amor, la justicia y la solidaridad no se alcanzan

de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día.


PUNTOS IMPORTANTES DE
CAPÍTULOS ANTERIORES
 Debe renacer el deseo mundial de hermandad reconociendo la dignidad humana.

 “El bien común, como también el amor, la justicia y la solidaridad no se alcanzan de una vez

para siempre; han de ser conquistados cada día.

 Los derechos humanos no son iguales para todos. “Lo que es verdad, cuando conviene a un

poderoso, deja de serlo.”

 Vivimos en un mundo inmerso de información, pero sin sabiduría

 No todo está perdido: La panemia también ha dejado ejemplos de heroísmo y santidad


CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
1. Un ser humano solo puede encontrar su plenitud en su entrega a los demás en su encuentro
con los otros.

2. Solo se puede hablar de amor y vínculos cuando vamos más allá de nosotros mismos.

3. No se puede reducir la vida a las relaciones con unos pocos. Todos somos hijos de Dios y
esa relación de hermandad nos conecta aun sin conocernos.

4. Los valores y virtudes que podamos cultivar solamente tendrán sentido pleno en el amor al
prójimo (Caridad de Santo Tomás de Aquino).
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
5. El amor implica considerar al otro valioso, digno, grato y bello por ser quien es y no por ser
quien queremos que sea.

6. Amar de esta forma implica querer el bien del otro en cuanto que es otro.

7. El amor alcanza su plenitud en la comunión universal.

8. No hay misericordia sin caridad y no se puede amar tan solo a unos pocos. Las miserias de
un hombre le incumben a todos los demás.
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
9. Los discapacitados, los huérfanos, los niños, los pobres, los ancianos, los enfermos, los que
sufren no solo necesitan que los cuidemos sino también que les ayudemos a contribuir con la
sociedad.

10. Debemos ir del mundo de “socios” en el que vivimos para alcanzar un mundo de hermanos.

11. Las condiciones de respeto a las libertades individuales y a la equidad no son suficientes para

garantizar la fraternidad. Se debe educar para el amor, convertirlo en un valor.

12. La igualdad de los hombres, por su parte, se alcanza a través del “cultivo pedagógico y

consciente de la fraternidad”.
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
13. El individualismo es el virus a vencer, pues nos hace creer que acumulando ambiciones y

seguridades individuales se puede alcanzar el bien común.

14. El bien común se alcanzará cuando entendamos el valor del ser humano en cualquier

circunstancia y esta comprensión se vea reflejada por los Estados y las leyes.

15. La promoción del Bien Moral implica una maduración de las personas y de las sociedades

en cuanto a la concepción de la solidaridad, la dignidad, la igualdad y la equidad centradas


en el amor y sin frontera alguna.
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
16. Se hace indispensable replantear la función social de la propiedad basados en una

redimensión de la propiedad privada que se fundamente en lo que planteaba San Juan Pablo
II: “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus
habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno.”

17. “El derecho a la propiedad privada solo puede ser considerado como un derecho natural

secundario y derivado del destino natural de los bienes creados, (sic) y esto tiene
consecuencias muy concretas que deben reflejarse en el funcionamiento de la sociedad.”
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
18. El desarrollo no puede orientarse a la acumulación creciente de unos pocos, sino que debe

regirse por la caridad y asegurar los derechos de todos.

19. Los empresarios deben orientarse al desarrollo de las demás personas y a la superación de la

miseria, principalmente a través de la creación de trabajos dignos y diversos.

20. La convicción del destino común de los bienes de la tierra debe marcar otra manera de

plantera las relaciones y el intercambio entre países.


CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
21. No hay manera de resolver los grandes problemas del mundo si sol se piensa

en formas de ayuda mutua entre individuos o pequeños grupos.

22. El pago de las deudas externas debe honrarse, pero es menester estudiar el

modo en el que los países pobres puedan cumplir sin comprometer su


subsistencia y su crecimiento.
CAPÍTULO III: PENSAR Y
GESTAR UN MUNDO ABIERTO
23. “Sin dudas, se trata de otra lógica. Si no se intenta entrar en esa lógica, mis palabras sonarán a

fantasía. Pero si se acepta el gran principio de (que) los derechos (--) brotan del solo hecho de
poseer la inalienable dignidad humana,(sic) es posible aceptar el desafío de soñar y pensar en
otra humanidad. Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos.
Este es el verdadero camino de la paz,(sic) y no la estrategia carente de sentido y corta de miras
de sembrar temor y desconfianza ante amenazas externas. Porque la paz real y duradera
sólo(sic) es posible «desde una ética global de solidaridad y cooperación al servicio de un futuro
plasmado por la interdependencia y la corresponsabilidad entre toda la familia humana»”
MUCHAS GRACIAS

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