DANIEL GEOHISTORIA, 2023/2024

Tema 08. El espacio y actividad industrial. Materias primas y fuentes de

energía.

A nivel curricular los contenidos de este tema pueden ser trabajados en el

curso escolar actual en los niveles de 3º de ESO (Geografía e Historia) y 2º de
Bachillerato (Geografía), tal y como establecen los siguientes currículos
autonómicos:

- Para 3º de ESO el Decreto 65/2022, de 20 de julio

- Para 2º de Bachillerato el Decreto 64/2022, de 20 de julio

1. Introducción

2. Definición y conceptos básicos

3. La actividad industrial.

3.1 Clasificaciones

3.2 Factores de localización industrial

3.3 Principales áreas industriales

4. Materias primas y fuentes de energía

4.1 Materias primas

4.2 Fuentes de energía

5. Medio ambiente e industria

6. Conclusiones

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1. Introducción
La industria es la base de la mejora de las condiciones materiales que ha
experimentado la humanidad en los últimos 200 años. El paso de una sociedad
preindustrial otra industrial ha supuesto una revolución en el modo de vida de
toda la humanidad. El músculo industrial revela, en definitiva, el desarrollo
económico de un país. Además, las principales áreas industriales y las zonas
donde se extraen los recursos energéticos y las materias primas más deseadas
son lugares estratégicos y codiciados. En un contexto de competencia
internacional como el actual, conocer los espacios y la actividad industrial es
fundamental para comprender el mundo.

2. Definición y conceptos básicos

La actividad industrial consiste en la transformación de los materiales
existentes en la naturaleza (materias primas), mientras que el proceso
industrial incluye una serie de fases en las que las materias primas van
modificándose hasta convertirse en un producto final (Aguilera Arilla et alii,
2015).

3. La actividad industrial
3.1 Clasificaciones
Según la clasificación de la industria en el proceso productivo podemos
distinguir entre:
Industria básica: es aquella en la que se realiza la primera transformación de
la materia prima, como por ejemplo la siderurgia o el refino del petróleo.
Industria de bienes intermedios: es aquella en la que se producen bienes
semielaborados que aún requieren continuar siendo procesados antes de
convertirse en un producto final, como por ejemplo la química.
Industria de trasformación: se subdivide en industria de bienes de equipo
(que fabrica maquinaria destinada a la fabricación de otros bienes) y en
industria de bienes de consumo que fabrica aquellos bienes consumidos por la
población en general).
Según el peso y el volumen de las materias primas podemos distinguir entre:
- Industria pesada: fabrica productos de alto peso o volumen, como la
industria naval o la siderurgia.

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- Industria semipesada: fabrica productos de menor entidad, como por

ejemplo la industria automovilística o la ferroviaria.
- Industria ligera: fabrica bienes de pequeño peso y volumen, como la
industria electrónica o la juguetera.

3.2 Factores de localización industrial

Hasta 1975 la industria se ubicó en lugares condicionados por los “factores
clásicos” de localización industrial.
• Proximidad a las materias primas y fuentes de energía. Gran parte de las
industrias se ubicaron cerca de los ríos para aprovechar la energía hidráulica
(como el textil catalán) o de los puertos, donde recibían carbón y materias
primas (como la siderurgia vasca).
• Mercado de consumo amplio en las cercanías. Aseguraba a las empresas un
mínimo de rentabilidad y propiciaba las economías de escala. Lugares como
Madrid, Barcelona o el País Vasco, muy habitados, eran lugares más rentables.
• Mano de obra abundante y barata. La periferia de las grandes ciudades era el
lugar indicado.
• Sistemas de transporte eficaces para los productos. Muchas veces se
seleccionaban zonas cercanas a las vías de ferrocarril o a los puertos.
• Capital o capacidad para atraerlo. Las grandes ciudades, donde vivía la alta
burguesía, volvían a ser lugares propicios.

Pero la Tercera Revolución Industrial ha terminado con los factores clásicos de

localización industrial y ha hecho emerger nuevos factores:
- Cercanía a las redes de transporte: el abaratamiento del transporte ha hecho
que ya no sea necesario que la industria se ubique junto a las materias primas
ni el mercado. Pongamos como ejemplo un cubo de plástico: el petróleo se
extrae en oriente Medio, se lleva en barco hasta China, donde se convierte en
un cubo de plástico y nuevamente se carga en un barco de mercancías hasta
que se trae a un puerto de España, donde se redistribuye hasta el bazar de tu
barrio. Y aún así, IVA incluido, el cubo cuesta menos de 3 euros.
- Costes de producción reducidos: lograr abaratar la fabricación, con un
reducido coste de la mano de obra o con regulaciones fiscales y

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medioambientales laxas es otro factor de localización industrial muy importante,

especialmente para los sectores enfocados en productos de bajo coste.
- Buen acceso a la innovación: el acceso a proveedores y socios estratégicos
con una buena inversión en I+D+i es clave para lograr mantener la rentabilidad,
especialmente en sectores tecnológicos. La existencia de una industria auxiliar
y de clústers tecnológicos es clave para este tipo de sectores.

2.3 Principales áreas industriales

El tremendo abaratamiento del transporte internacional ha permitido cambios
en la concentración industrial a nivel mundial. Se observan dos tendencias:
regiones especializadas en productos industriales caros y de alta tecnología
(maquinaria, productos tecnológicos…) y otras regiones especializadas en
productos baratos de baja tecnología (textil, calzado, juguetes…). El polo de
alta tecnología está representado por EEUU, países europeos como
Alemania, o asiáticos como Japón, Taiwán, Corea del Sur e, incipientemente,
China. El polo de productos baratos está representado por muchas zonas de
China y el sudeste asiático (Vietnam, Filipinas…).

Además podemos encontrar otras regiones industriales. En Norteamérica

un cinturón industrial se extiende desde los Grandes Lagos hasta la Costa
Este, incluyendo ciudades como Detroit, Michigan, Pittsburgh o Filadelfia. Se
trata de una combinación de industria pesada (siderurgia y astilleros navales) y
semipesada (automovilística). En el sur de EEUU, entre Houston y los
Apalaches hay otro arco industrial de menor importancia, con una importante
participación de la industria alimentaria, aeroespacial y naval. Por último, el
área de Vancouver, Los Ángeles y San Francisco también tiene importantes
núcleos de fabricación naval y aérea.
En Latinoamérica destaca el norte de México, con una potente industria textil,
alimentaria y automotriz auxiliar de la estadounidense. Y también destacan las
áreas industriales de Sao Paulo y el Río de la Plata, con industria
automovilística y una extensa industria ligera y alimentaria que surte a la
región.

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Europa también destaca como un importantísimo núcleo industrial,

especialmente la Gran Banana Azul y Centroeuropa. Destaca su importante
industria aérea, automovilística y alimentaria.
En África destaca Sudáfrica como único área industrial de gran entidad. Allí se
concentra la industria siderúrgica, automovilística y alimentaria más importante
del continente.
A lo largo de Rusia se extienden varias áreas industriales enfocadas
principalmente a la industria pesada. Se trata de núcleos como el Donbás
(invadido y en disputa con Ucrania), la cuenca del Volga y la región de los
Urales.
En Asia Oriental está la tercera gran región industrial del mundo, ubicada
entre las costas del mar Amarillo, Corea del Sur, Japón, la cuenca del Yangtzé
y la Bahía de las Perlas. Esta región es un importantísimo foco de industria
pesada, automovilística y tecnológica, así como también tiene una
importantísima industria ligera (de productos de alta y baja calidad).
Finalmente, el sudeste asiático, entre Bangladesh, la Península de Indochina,
Filipinas e Indonesia, se está posicionando como un importantísimo eje
industrial enfocado a la industria ligera de bajo coste.

4. Materias primas y fuentes de energía

4.1 Materias primas
Las materias primas son los recursos que la industria transforma en productos
semielaborados o elaborados.
Podemos subdividirlas en tres:
- De origen orgánico: tienen un origen biológico y son renovables a escala
humana. Las materias primeras de origen agrario (como el algodón), forestal
(como la madera) o ganadero (como la grasa) son las más usadas. Las
materias primas orgánicas creadas fuera de los circuitos de producción
humanos no son muy usadas, ya que no están disponibles en grandes
cantidades (como el guano).
- De origen inorgánico: pueden ser minerales metálicos (como el hierro o el
aluminio) o no metálicos (como el azufre o el cloro). No son renovables.
- Las rocas: son agregaciones de cristales de varios minerales. Pueden
dividirse en rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Pueden tener un

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origen inorgánico (como el mármol) u orgánico (como la caliza). No son

renovables a escala humana, ya que se necesitan centenares de millones de
años para su formación.

4.2 Fuentes de energía

Las fuentes de energía son los recursos que proporcionan la fuerza necesaria
para llevar a cabo las actividades humanas.

Fuentes de energía no renovable

Son aquellas que no se renuevan a escala humana.
El carbón mineral es una roca sedimentaria de origen vegetal. Se forma
mediante la descomposición y compactación de restos vegetales en ambientes
acuáticos. Para su formación se necesita un lento proceso que dura millones
de años, por lo que no se trata de una fuente de energía renovable.
Dependiendo de su calidad se puede diferenciar entre antracita, hulla, lignito y
turba. Cuanto más antiguo es el carbón, mayor es su calidad.
A la hora de producir electricidad en centrales térmicas el carbón se quema
para calentar agua, que hierve y cuyo vapor mueve las turbinas que, mediante
su rotación, generan la electricidad.
El carbón es menos eficiente que el petróleo. Al ser un sólido es más difícil de
transportar, y resulta extremadamente sucio y muy contaminante (tanto por los
gases tóxicos como el azufre como por las partículas en suspensión).

El petróleo, técnicamente es una roca sedimentaria, aunque tiene la textura de

un aceite mineral. Se forma por la descomposición y compactación de capas de
plancton y algas en ambientes cálidos y de poca profundidad. Para su
formación se necesita un lento proceso que dura millones de años, por lo que
no se trata de una fuente de energía renovable.
El petróleo está compuesto por una mezcla de hidrocarburos. A la hora de
producir electricidad en centrales térmicas el petróleo se quema para calentar
agua, que hierve y cuyo vapor mueve las turbinas que, mediante su rotación,
generan la electricidad.
El petróleo goza de tanto éxito por su elevado poder calorífico. Su poder
calorífico es tan elevado que el único combustible que puede ser usado en la

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aviación. Al ser un líquido es muy fácil de transportar mediante bombeo, y

resulta relativamente limpio en comparación con el carbón.

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos. El metano es el gas

más común, aunque también existen pequeños porcentajes de etano, propano
o butano. El gas natural se forma tras la descomposición anaeróbica de materia
orgánica. Normalmente suele aparecer en yacimientos de petróleo, aunque
también existen yacimientos en los que únicamente hay gas. Originalmente se
consideraba un subproducto de la formación del petróleo y no se aprovechaba,
pero especialmente tras la crisis del petróleo de 1973 comenzaron a apreciarse
sus cualidades.

Teóricamente existen dos tipos de energía nuclear, la de fusión y la de fisión.

- La energía nuclear de fusión: la fusión forzada de dos isótopos de deuterio o
tritio (que no son radioactivos) provoca la liberación de una enorme cantidad de
energía. Se trata de una energía limpia, sin residuos, pero que aún no ha
logrado ser desarrollada.
- La energía nuclear de fisión: la fisión (ruptura) de átomos superpesados de
uranio provoca la liberación de una enorme cantidad de energía. Se trata de
una energía en uso desde mediados del siglo XX, pero que produce peligrosos
residuos nucleares, ya que los átomos superpesados utilizados son elementos
radioactivos.
La energía nuclear no emite gases de efecto invernadero, ni partículas, ni
gases contaminantes. No obstante, produce residuos radioactivos, con una
vida de miles de años. Unos residuos muy difíciles de almacenar y
extremadamente caros de conservar. En las últimas décadas ha mejorado el
reaprovechamiento de los residuos, aumentando su aprovechamiento, pero el
almacenamiento a largo plazo sigue siendo un problema. España lleva años
buscando un cementerio nuclear, un auténtico problema político en que se
entrecruzan intereses de pueblos que están dispuestos a alojarlo, con la
negativa de las comarcas circundantes y de sus respectivas comunidades
autónomas.
No obstante, debido a la emergencia climática, comienzan a aparecer voces
que defienden a la energía nuclear como la única vía para reducir de modo

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inmediato las emisiones de CO2. Además, están apareciendo nuevas

tecnologías que permiten la construcción de mini reactores nucleares, lo que
reduce el elevadísimo coste de construcción de las centrales convencionales y
también reduce el impacto ecológico ante un posible accidente. Si bien es
cierto que la energía nuclear no emite CO2, agravaría el complejo problema de
la gestión de los residuos nucleares y aumentaría el riesgo de que también se
produzcan accidentes nucleares. Se trata, sin lugar a dudas, de una disyuntiva
de difícil elección.

Fuentes de energía renovables

Son aquellas que se renuevan a escala humana, a largo plazo son inagotables.

La energía hidráulica o hidroeléctrica

Se trata de un tipo de energía muy antigua, que ya se usaba tradicionalmente
con los molinos de agua, aunque éstos, en lugar de producir energía eléctrica,
únicamente producían energía mecánica. La energía hidroeléctrica se genera
mediante el embalsamiento de agua, que se conduce a través de “saltos de
agua” que hacen girar turbinas que, mediante su giro, producen energía
eléctrica.

La energía de biomasa
Consiste en la combustión de materia orgánica para aprovecharla con fines
energéticos. La combustión genera que calor, que caliente y hace hervir agua,
cuyo vapor mueve las turbinas que producen la electricidad.
La biomasa puede producirse, por ejemplo, a partir de los restos de podas de
los parques urbanos, de los cultivos o de la conservación de bosques,
convirtiendo la madera en pequeños pellets con alto poder calorífico que
pueden ser usados de una manera fácil y cómoda en calderas de biomasa. De
esta manera se logra que en lugar de que el CO2 de la madera vuelva
libremente a la atmósfera, su vuelta, al quemarse, se haga aprovechándolo
energéticamente.

Energía eólica

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Se trata de un tipo de energía muy antigua, que ya se usaba tradicionalmente

con los molinos de viento, aunque éstos, en lugar de producir energía eléctrica,
únicamente producían energía mecánica. La energía eólica moderna utiliza la
fuerza del viento para producir energía eléctrica. Para ello se construyen
grandes molinos eólicos que hacen girar las aspas que, a su vez, gracias a un
multiplicador, logran que la turbina gire miles de revoluciones por minuto,
generando electricidad.
La energía eólica es una de las renovables con un coste de generación más
barato, aunque tiene sus desventajas. La principal es la falta de de viento, que
no sopla continuamente. Esto se solventa estudiando la regularidad e
intensidad de los vientos, emplazando los parques eólicos en las zonas más
ventajosas. No obstante, siempre hay momentos, que puede llegar a durar días
o semanas, en los que no hay viento y no se genera electricidad.
La energía eólica marina, ubicada en zonas marinas de poca profundidad, es la
gran alternativa. Se construyen los parques eólicos en zonas donde la
plataforma continental tiene poca profundidad, clavando los aerogeneradores al
lecho marino mediante potentes pilotes. Tiene un coste de construcción y
mantenimiento mayor que la eólica terrestre, pero solventa muchas de sus
desventajas. En las zonas marinas el viento es mucho más regular, gracias a
las brisas de noche y día, por lo que el suministro de electricidad es mucho
más constante. En los parques eólicos ubicados lejos de la costa el impacto
visual es muy reducido, ya que apenas son visibles.

Energía solar térmica

Utiliza la energía del sol para calentar el agua. Existen diversos tipos de
energía solar térmica:
- Energía solar térmica para uso familiar: a través de unos paneles solares de
color negro se calienta el agua, que alcanza unos 70º y se utiliza para uso
doméstico, como la calefacción o el agua corriente. Es un tipo de energía muy
barata de instalar y descentralizada, lo que permite el autoabastecimiento. Su
mayor desventaja consiste es que justo los meses de mayor potencial solar
coinciden con los meses en los que se necesita un menor uso de la calefacción
y el agua caliente. Desde 2006 la ley española obliga a que los edificios de
nueva construcción tengan una instalación solar térmica.

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- Energía termosolar de concentración: se construyen grandes parques solares

con espejos concéntricos que lanzan sus reflejos sobre una torre central,
elevando la temperatura hasta que hacen hervir agua, creando vapor que, a su
vez, mueve una turbina, generando electricidad. Es un sistema de generación
muy complejo, lo que ha limitado mucho su implantación.

Energía solar fotovoltaica

Los paneles solares fotovoltaicos tienen células de silicio en las que se genera
un intercambio de electrones que genera electricidad. La energía fotovoltaica
es tremendamente versátil, pudiendo instalarse en viviendas o en grandes
parques solares. No obstante, a pesar de que su coste de fabricación se ha
reducido mucho en las últimas décadas, sigue siendo relativamente cara.

La desventaja general de todas las energías solares que, obviamente, solo

generan electricidad de día. Para su correcto funcionamiento se deben realizar
estudios sobre la nubosidad e insolación de la zona elegida. Una gran ventaja
para países muy calurosos, como España, es que su momento de mayor
potencial (las horas centrales del verano) coincide con la mayor demanda
energética (aire acondicionado).

Energía geotérmica
La energía geotérmica aprovecha el calor interno de la Tierra, en puntos
calientes o de alta actividad volcánica. El sistema básico de funcionamiento
consiste en inyectar agua en las capas altas del nivel freático, el agua, que se
calienta hasta el punto de entrar en ebullición, asciende por una serie de
tuberías convertida en vapor, moviendo unas turbinas que producen
electricidad.
Se trata de una energía muy barata de producir, pero tiene la limitación obvia
de que solo puede generarse en puntos concretos del planeta. Aún así, su
potencial está muy desaprovechado.

La energía mareomotriz
Utiliza la fuerza del mar o de las mareas, para producir electricidad. Existen
muchos tipos distintos, aunque el diseño básico consiste en turbinas que giran

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aprovechando la dirección las mareas. Debe instalarse en zonas con una

plataforma continental extensa y poco profunda y genera graves alteraciones a
la vida marina, así como tiene un alto coste de construcción y mantenimiento.
Debido a todas estas razones, es un tipo de energía muy poco extendida. En
España solo hay algunos proyectos piloto (Motriku y Santoña).

5. Medio ambiente e industria

Las actividades industriales son necesarias para nuestro modo de vida, pero
provocan graves daños medioambientales:
Contaminación atmosférica: por las partículas en suspensión y por el
abundante uso de petróleo para mover la maquinaria.
Contaminación acústica: resultante del funcionamiento de la maquinaria.
Contaminación de las aguas y el suelo: los lixiviados de las minas, el agua
resultante del lavado de los minerales y los vertidos de los residuos industriales
son muy contaminantes, provocando desastres ecológicos.
Destrucción del paisaje: la minería a cielo abierto tiene un gran impacto
visual. Únicamente recientemente se ha empezado a exigir la rehabilitación
paisajística de las zonas mineras
La política de la UE durante estos últimos 40 años ha buscado externalizar la
actividad minera. Al endurecer los requisitos medioambientales ha hecho que
sea inviable competir con terceros países, cerrando la gran mayoría de las
minas europeas e importándose los minerales de países que, paradójicamente,
no tienen leyes medioambientales.
Esta situación ha permitido importaciones baratas durante 40 años, pero ha
generado una dependencia exterior de minerales que, en muchos casos son
estratégicos. La situación actual, de encarecimiento de los precios de la
energía y con una Rusia y China cada vez más hostiles, comienzan a aparecer
voces que reclaman reabrir las minas europeas para garantizar el
autoabastecimiento de los recursos más estratégicos, muchos de ellos, como
las tierras raras o el cobre, fundamentales para la transición energética.
La industria realiza, muchas veces, un uso excesivo de los recursos
naturales y la energía. Resulta de vital importancia, reducir los desperdicios,
fomentar el reciclaje y mejorar la eficiencia energética.

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Reducir las emisiones contaminantes (gases de efecto invernadero, tóxicos y

partículas en suspensión) también es prioritario. La legislación medioambiental
no deja de endurecerse en la UE, logrando unos mayores estándares
medioambientales, pero aumentando también los costes de producción.
Mientras tanto en otras regiones del mundo las leyes medioambientales o su
cumplimiento son inexistentes, lo que propicia la deslocalización industrial
hacia estos puntos negros medioambientales.

6. Conclusiones
Nuestro alumnado debe conocer que vivimos en una sociedad industrial que
requiere de la industria, aún a pesar de su evidente impacto en el medio
natural. Tenemos tecnología suficiente para minimizar el impacto ecológico,
solo hay que implementar las medidas y estar dispuestos a aceptar su coste.
No obstante, el excesivo uso de recursos es el mayor problema al que nos
enfrentamos. La cuestión es que la industria no es la culpable en exclusiva,
sino que también es algo inherente a nuestro modelo de consumo, basado en
la compra constante y en el usar y tirar. Mientras no cambien los hábitos de
consumo, solo se logrará una reducción mínima en el consumo. Se calcula que
muchos de los elementos químicos fundamentales para nuestra sociedad
industrial (cobre, tierras raras, plata…) están cerca de su pico de producción y
se habrán agotado de la corteza terrestre en un plazo máximo de 200 años
(USGS, 2022). ¿Qué sucederá entonces con nuestro modelo económico que
se basa en producir como si los recursos fueran infinitos?

Bibliografía:

Aguilera Arilla (Coord), ed 2015, Geografía general II. Geografía Humana

Azcárate, B, Luzán, J y Azcárate, V, 2010, Geografía regional del mundo

Franco Aliaga, T, ed 2011, Geografía de España

VVAA, 2022, Countries and economies data of the World Bank,

www.data.worldbank.com

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VVAA, 2022, Global Nonfuel Mineral Resources and Sustainability of the United
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VVAA, 2022, Atlas Nacional de España, Instituto Geográfico Nacional,

www.ign.es

Zárate M y Rubio, M, 2018, Fundamentos de Geografía humana

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