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Distinguido Tribunal, es menester referir en primer término que las medidas

precautorias solicitadas por los demandantes carecen de carga argumentativa, y


es que no es suficiente con enunciar una petición de medidas cautelares como la
anotación preventiva y el embargo -mal llamado “retención de fondos”-., ya que las
mismas no cumplen con los requisitos previstos por el CPC en los Arts. 311 y 320
que pasamos a citar: “La autoridad judicial deberá fundar su decisión en
consideración a la verosimilitud del derecho, el peligro en la demora, la posibilidad
jurídica y la proporcionalidad de la medida”. Normativa a la cual deben recurrir
para estimar o desestimar las medidas cautelares que les sean solicitadas a su
autoridad, conforme lo previsto en el Art. 40 del Reglamento de Arbitraje.
Así pues, corresponde argüir que estos requisitos no concurren en la solicitud
presentada, a cuyo efecto presentamos la siguiente argumentación:
- Verosimilitud del derecho. El derecho de los demandantes a exigir el
cumplimiento de rendición de cuentas y consecuentemente las medidas
precautorias carece de fundamento legal toda vez que la demora en el
cumplimiento de las obligaciones es imputable a la negligencia de los propios
demandantes, habiendo incurrido los mismos en responsabilidad contractual;
- Posibilidad Jurídica. La parte demandante no demostró que exista la
posibilidad jurídica de un irreparable daño futuro, y mucho menos una relación
entre hecho y derecho, y es que si nos remitimos a ambos elementos se podrá
evidenciar que no existen indicios de ninguna índole que permitan una adecuada
subsunción normativa, toda vez que para ello debería cumplirse previamente la
verosimilitud de derecho, elemento que no fue acreditado como se explica
precedentemente.
- Peligro en la demora. Señores Árbitros, la parte demandada, en todo momento
ha actuado con buena fe y con la debida diligencia de buen padre de familia, es
decir, adoptando todo el esfuerzo para que se logre el cumplimiento pleno del
contrato, e inclusive tratando de subsanar los efectos de los actos negligentes de
los demandantes, demostrando de forma inequívoca la buena fe en todo momento
tal como corresponde, y adoptando actos encaminados al cumplimiento del
contrato, y esto se suma a que la parte demandante no acreditó objetivamente el
supuesto peligro de la demora.
- Proporcionalidad de la medida. Al no haberse acreditado los anteriores
requisitos, la solicitud de las medidas precautorias carece de toda
proporcionalidad ya que la misma se podría establecer siempre y cuando
concurrieran los requisitos precedentes, empero ninguno de ellos fue acreditado
de manera objetiva.

En conclusión, reiteramos que los demandantes no acreditaron los requisitos


determinantes para la procedencia de las medidas cautelares que solicitan, y por
lo tanto corresponde desestimar su pretensión.

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