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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÒNOMA DE LOS

ANDES

“UNIANDES”

FACULTAD DE DERECHO

CÁTEDRA: LÓGICA JURÍDICA

ENSAYO LÓGICO ARGUMENTATIVO DEL LIBRO “MATAR A UN


RUISEÑOR”

DOCENTE: DRA. MÓNICA SALAME

ESTUDIANTE: NIURKA MEJÍA TOSCANO

TERCER NIVEL

2024
MATAR A UN RUISEÑOR

Enfoque lógico jurídico, Acervo Axiológico del Jurista

Esta obra literaria, pilar de la nueva literatura americana, nos muestra una narrativa desde el

punto de vista de Scout, hija del jurista Atticus Finch, quien al desempeñar el cargo de

abogado público se le presenta el deber de defender a Tom Robinson, una persona de raza

negra, y eso no sería mayor inconveniente de no ser por la época en la que se sitúan los

hechos, pues fue a escasos tiempos después de abolir la esclavitud, cuando aún los prejuicios

y “superioridades” eran parte de la cultura del momento, incluso más de lo que lo son ahora.

El ex presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln abolió la esclavitud emitiendo la

Proclamación de Emancipación el 1ero de enero de 1863, liberando así a los esclavos de

aquella época. Y si bien, lo relatado en la obra literaria “Matar a un ruiseñor” consta más de

medio siglo después de esto, la desigualdad sigue siendo inminente, y en ocasiones, dentro de

las casas de personas con pensamientos más arraigados a “lo que siempre se ha visto como

correcto” la servidumbre que desempeñaban las personas de raza negra estaba a un corto

paso de excusarse como esclavitud.

Más que el caso en concreto, el sistema de pensamientos lógicos jurídicos que se busca

establecer con el ensayo de esta obra es alrededor del acervo axiológico de los juristas que

toman casos de clara desigualdad para obrar sobe ellos buscando un trato justo ante los

tribunales; incluso yéndose por encima del pensamiento común de la sociedad y el giro de la

trama en torno al principio lógico de razón suficiente en cuanto a la sentencia que se

determina.

Pues, aunque este tipo de discriminación parezca algo únicamente sonante en los siglos

pasados, desafortunadamente sigue siendo una latente realidad para ciertos sectores de la

población en la actual época.


Tom Robinson, hombre de raza negra, era acusado por el delito de violar a una mujer blanca,

y a pesar de que no lo cometió y que este no era un delito capital se lo iba a juzgar como tal,

sin establecer el principio de razón suficiente ya que para que dicha afirmación pueda ser

válida debe establecerse una razón y al no haberla no hay fundamento para esta supuesta

verdad con respecto al delito de violación, sim embargo, la palabra de una persona “blanca”

prevaleció sobre los hechos expresados de manera clara y la declaración de un “negro”.

Su color de piel lo posicionaba en una desigualdad tan extensa como la sociedad misma; esto

como resultado evidencia la predisposición de su sentencia, la cual estaba dada desde un

inicio, incluso podríamos decir: desde el momento de su nacimiento.

Todo lo que sucede tiene una razón suficiente para que sea así y no de otra manera, o, en

otras palabras, todo tiene una explicación suficiente para poder ser lógico y aceptado, de lo

contrario su aceptabilidad no procedería.

Cuando un caso de defensa es polémico y la opinión general del entorno social afecta el

ejercicio del mismo, aquello que protegerá una óptima defensa y un correcto procedimiento

es las limitaciones que el abogado defensor ponga a estas condiciones sociales del entorno

sobre su trabajo, pues siempre en ejercicio de la profesión, el gremio jurídico velará por la

correcta aplicación del sistema jurídico, sin distinción de las personas procesadas

anteponiendo el Principio de igualdad y derecho a una correcta defensa., con un acceso a la

asistencia letrada y a los servicios jurídicos pertinentes.

Los abogados públicos tienen la obligación de a establecer restricciones a su acervo

axiológico sobre aquellos casos que toman, evitar la influencia de la opinión pública sobre las

acusaciones hacia su defendido y la intervención de estas en el desempeño de su trabajo. Pues

uno de los principios más importantes que se presentan es el de independencia, que garantiza

que el procedimiento judicial se desarrolle sin ningún tipo de dependencia fuera de lo


estipulado por el derecho mismo, aquello que lamentablemente no pudo suceder cuando se

estableció el juzgamiento de Tom Robinson; a pesar de que para seleccionar el jurado se

siguió el procedimiento establecido dentro del condado, escogiendo a personas del campo,

fuera del circulo más cercano de aquellos que vivían dentro del pueblo, este siguió siendo

insuficiente para asegurar la independencia de los juzgadores.

“¿crees que de otro modo podría Volver a mirar a la cara a mis hijos? Tú sabes lo mismo

que yo lo que ha de ocurrir, y espero y ruego que Jem y Scout atraviesen la prueba sin

amargura, y sobre todo, sin contraer la enfermedad corriente de Maycomb. El motivo de que

personas razonables se pongan a delirar como dementes en cuanto surge algo relacionado

con un negro es cosa que no pretendo comprender… Confío nada más en que Jem y Scout

acudirán a mí para resolver sus dudas en lugar de prestar oídos a la población.”

En la obra Matar a un ruiseñor obtenemos un punto de vista parcializado e influenciado por el

entorno de la menor que narra, el cual no se ve tan altamente afectado en su moral por las

enseñanzas positivas de su padre Atticus con respecto a la igualdad y demás principios

concernientes al derecho, aquí podemos evidenciar de manera clara la influencia de su círculo

sobre sus opiniones del caso, a pesar de la coacción de ese pequeño pueblo sobre ella y a

pesar de su corta edad incluso Scout podía deducir la falta de fundamentos y razones para la

condena del acusado Tom Robinson.

¿No se te ha ocurrido ni un momento que el juez Taylor no designó por casualidad a Atticus

para defender a aquel muchacho? ¿Que el juez Taylor quizá tuviera sus razones para

nombrarle?

“Pero el principal es que si no le defendiese no podría caminar por la ciudad con la cabeza

alta, no podría ordenaros a Jem y a ti que hiciéseis esto aquello.”


Atticus, jurista responsable de la defensa técnica del supuesto victimario, era la persona más

idónea dentro de Maycomb para representarlo, incluso con las enormes falencias de su época

tanto normativas como sociales que lo hostigaban y pretendían mal influenciarlo, intentó

conferirle una defensa adecuada, pues el otorgarle su seguridad jurídica y un debido proceso

era el accionar correcto, demostrando un acervo axiológico del abogado basado en lo justo,

independientemente de los factores de opinión externa que no aprobaban su proceder.

La competencia y la preparación del experto en derecho no lo es todo, pues el ejercer su

profesión a favor de otros y hacerlo de la manera correcta implica estar consciente de sus

obligaciones y responsabilidades, manteniendo el honor y la dignidad de su profesión en su

calidad de agentes fundamentales de la administración de justicia. Es así que Atticus Frinch

siempre procedió de tal manera, brindando una tutela jurídica idónea y oportuna.

Sin embargo, una vez que se estableció una sentencia para el acusado, donde el jurado lo

determinaba culpable a pesar de la impecable e irrefutable defensa técnica que Atticus le dio

al caso, es donde más se evidencia la falta del Principio de Razón Suficiente, y muchos otros

principios que se derivan de los principales de la lógica; la ausencia de congruencia por no

tener concordancia entre lo decidido y los alegatos y pruebas planteadas; la falta de

motivación de la sentencia al no tener una cadena de razonamientos lógicos que fundamenten

la misma; y el completo olvido del principio de exhaustividad cuando los juzgadores no

estudiaron la totalidad de los planteamientos y pruebas ofrecidas, dejándolos de lado al

momento de tomar una decisión.

“La acusación no ha presentado ni la más mínima prueba médica de que el crimen que se

atribuye a Tom Robinson tuviera lugar jamás”

La correcta defensa se realizó por parte de Atticus Frinch, sin embargo, un adecuado

juzgamiento fue algo de mucho pedir para un tribunal manejado por un acervo axiológico
propio e inmoralmente correcto. Este tipo de situaciones nos plantea el pensamiento de si

aquello por lo que luchamos algún día será óptimo, cuál es el siguiente paso para la

decadencia de la sociedad si los mismos administradores de justicia (en este caso un tribunal

compuesto por personas prejuiciosas) son quienes nos discriminan y violentan nuestros

derechos.

El establecer una sentencia sin la capacidad de motivarla es aquella falta más grande que la

misma muerte, pues no perjudica momentáneamente y a una sola persona, es el evidenciar y

agrandar una de las grietas más prominentes que presenta nuestra sociedad, la injusticia.

Si no se ejecuta el principio de razón suficiente con la supremacía que este posee para tomar

las decisiones judiciales que marcarán de para siempre la vida de las personas, como lo

hicieron con Tom Robinson, se pone en riesgo la estabilidad de los ordenamientos jurídicos y

del orden de los Estados en general, pues este principio guía tácitamente al ser humano y lo

regula dentro de su accionar como parte de un todo dentro de una sociedad y el sancionarlo

en caso de incumplir con las normas establecidas.

Las personas encargadas de impartir y defender la justicia son aquellas en las que como

sociedad ponemos nuestras expectativas, pues regulan el actuar de las personas, y juegan

entre sus manos y capacidades la determinación de el resto de sus vidas, estos hechos no se

pueden aceptar simplemente como accionares arbitrarios de los abogados y jueces, pues

siempre tiene que haber un motivo apto e idóneo para esto, aquí es donde aparece el Principio

De Razón Suficiente, que se presupone en la mayoría de situaciones de nuestra cotidianidad,

ya sea a nuestra conciencia o no, pues es algo básico del funcionamiento de la vida en

armonía. Siempre encontramos una razón suficiente para aquel suceso que se nos presenta,

por más minúsculo o inertico que sea nuestro análisis. Dentro del derecho este principio no

solo se nos presenta por inercia, sino también por la enorme responsabilidad que conlleva el
tomarlo aplicarlo, para evitar discriminación y evitar inconformidades con respecto a las

decisiones. como lo que sucedió con el caso de Tom Robinson, quien tan consciente de esta

grieta social somo los demás, decidió tomar su vida en sus propias decisiones cuando intentó

huir antes de la apelación y le dispararon por la espalda.

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