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Colección: Fallos
Cita: MJ-JU-M-146091-AR|MJJ146091|MJJ146091
Sumario:
1.-El conflicto en su totalidad debe ser analizado bajo una perspectiva de
género, velando por la tutela judicial efectiva y considerando especialmente la
condición de persona adulta vulnerable de la actora, quien estuvo en pareja por
43 años con el causante
2.-El caso debe ser juzgado con perspectiva de género, lo que implica que, para
corregir una desigualdad histórica de desventajas para la mujer, o bien en
casos de sometimiento o violencia, cabe interpretar las normas y valorar los
hechos de modo tal que se compense dicha situación desfavorable.
Fallo:
En Buenos Aires, a días del mes de septiembre del año 2023, hallándose
reunidos los señores Jueces integrantes de la Sala ‘H’ de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal, a los efectos de dictar
sentencia en los autos: ‘H., N. B. c/ M., J. A. s/ Sucesión ab intestato s/ Fijación
de Compensación arts. 524, 525 CCCN.’, y habiendo acordado seguir en la
deliberación y voto el orden de sorteo de estudio, la Dra. Abreut de Begher dijo:
I.- Vienen los autos a este Tribunal con motivo del recurso de apelación
interpuesto por las demandadas digitalmente el 31/7/2023, los que fueron
contestados por la actora el 11/8/2023 contra la sentencia de grado dictada el
24/4/2023 que hizo lugar a la demanda de compensación económica y
atribución de la vivienda familiar.
Además, critican el monto y la actualización mensual del valor fijado como renta
mediante la aplicación de una vez y media la tasa activa (préstamos) nominal
anual vencida a 30 días, por considerarla confiscatoria y usuraria.
Menciona la difícil relación familiar con sus hijas y nietos, destaca su situación
de vulnerabilidad por su edad de 74 años, con una jubilación y pensión mínima,
y que el inmueble donado donde funcionaba un hotel fue clausurado, por lo que
ya no se encuentra habilitado por falta de condiciones de habitabilidad.
Menciona que las demandadas omitieron denunciar las acciones de dos líneas
de colectivos, que representan 9 unidades, con las regalías, que eran el
sustento de las familias; a lo que debe sumarse el departamento de Mar del
Plata, más el de Catulo Castillo, que la juez le atribuyó en forma vitalicia.
Pondera los argumentos de la sentencia, y dice que conforme a los bienes
adquiridos durante la convivencia debería poder llevar una vida de vejez sin
sobresaltos, pues de lo contrario existiría un enriquecimiento sin causa a favor
de las accionadas.
II.- En este conflicto varios son los institutos que se cruzan y deben ser
adecuadamente analizados, pues por un lado la actora solicita en su escrito
inicial el 50% de los bienes del causante (conf.art.528), luego una
compensación económica (en los términos de los arts. 524 y 525 CCC), para
finalmente peticionar la atribución de la vivienda convivencial (conf.art.527
CCC). Ante este panorama, a los efectos de una mejor comprensión estudiará
cada aspecto por separado, aun cuando se encuentren íntimamente ligados,
pues lo que se decida en uno puede impactar en el otro.
Las normas nacionales ya no dan lugar para ser interpretadas en otro sentido
que no sea el de entender a la unión convivencial o unión de hecho entre dos
personas como una familia, incluso con hijos en común y con otros propios de
la demandada, en base a las condiciones de vigencia de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, aprobada por la ley 23.054.
El patrimonio del causante estaba compuesto por un inmueble sede del hogar
convivencial sito en Catulo Castillo (hoy calle Pedro Echague) comprado en el
año 1992, un departamento en Mar del Plata, más un inmueble con destino
hotel de pasajeros en la calle Fray Cayetano comprado en el año 1980 tal como
fuera denunciado en el sucesorio por las herederas-que luego se demostraría
que fue donado a la actora un mes antes de su deceso-.
Conforme surge del sistema lex 100 la actora estuvo casada con el Sr. Freire en
el año 1967, del que se encontraba separada desde el año 1970, y de quien se
divorció el 16/4/2021 (ver sentencia de divorcio expte.50057/2020), o sea, con
posterioridad a la muerte de M. en abril de 2019. Este hecho podría a lo mejor
explicar ciertas circunstancias del caso. Adviértase que en la escritura de
compra del departamento de Bacacay la actora dijo ser de estado civil soltera,
cuando en realidad aún estaba casada con el Sr. Freire (ver escritura de
compraventa fs. 95).
Esta norma trata de evitar que los bienes adquiridos en la relación de pareja a
nombre de uno solo de los integrantes puedan afectar los intereses del otro; o
sea, trata de evitar que se haya producido un acrecentamiento del patrimonio
de su pareja en desmedro del suyo propio.El enriquecimiento sin causa es un
remedio que responde a la regla ‘nadie puede enriquecerse injustamente a
costa de otro’.
Por esta vía se puede evitar un daño irreparable a aquel conviviente que ha
ayudado a crear o incrementar el patrimonio o ganancias del otro y no recibe
nada a cambio, entendiéndose por tal al enriquecimiento patrimonial sin causa
justificada o lícita de una persona a expensas de otra. Tiene carácter
excepcional, y está sujeta su procedencia a la inexistencia de otra acción(conf.
Lloveras-Orlandi-Faraoni, Uniones convivenciales, Rubinzal-Culzoni, 2015,
pág.355/6) Debo marcar, que la unión convivencial no produce por sí sola
efecto jurídico alguno en el sentido de crear obligaciones recíprocas para las
partes, más que las enumeradas en la ley. Tampoco provoca una comunidad de
bienes en sí misma, salvo la existencia de condominios o sociedades
comerciales, en cuyo caso los efectos serán los propios de esos institutos.
Considero que este conflicto en su totalidad debe ser analizado bajo una
perspectiva de género, velando por la tutela judicial efectiva y considerando
especialmente la condición de persona adulta vulnerable de la actora, quien
estuvo en pareja por 43 años con el causante (CIDH ‘González y otras Campo
Algodonero vs. Méjico’ del 16/11/2009; Andrea Tormena en Dir.Herrera-De la
Torre, Código Civil y Comercial de la Nación y leyes especiales. Comentado y
anotado con perspectiva de género, ed.Editores del Sur, 2023, T 3,pág. 835).
Puede decirse que existió de algún modo un reparto de bienes entre los
convivientes, de manera que no se observa que haya existido un
enriquecimiento sin causa a favor del causante, y que ello lesione los derechos
de las herederas forzosas. Nótese que el inmueble de la calle Fray Cayetano
fue comprado en el año 1980, y que según declaración de los convivientes ante
escribano, dijo M. al otorgarle poder a la actora en el año 2013 que ambos eran
‘concubinos desde hace 40 años y con hijos en común’, lo que retrotrae la fecha
de comienzo de la convivencia al año 1973.En idéntico sentido declaró el
testigo Montenegro.
De este modo se encuentra acreditado que los bienes fueron adquiridos durante
la convivencia y que de algún modo fueron repartidos en vida del causante, lo
que sella la pretensión de la accionante en este sentido.
En una primera aproximación se puede decir que el estudio de esta figura tiene
semejanzas con otros institutos del derecho civil, ya sea los alimentos, los
daños y perjuicios o el enriquecimiento sin causa, pero lo cierto es que a poco
que se profundice se observa que su finalidad y la forma de cumplimiento son
totalmente diferentes. En las XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil
celebradas en la ciudad de La Plata (2017) se concluyó que la compensación
económica tiene una naturaleza jurídica autónoma.
Concluida la unión por alguna de las causas previstas por el art. 523 del CCC,
el conviviente que sufre un desequilibrio manifiesto que signifique un
empeoramiento de su situación económica con causa adecuada en la
convivencia y su ruptura, tiene derecho a exigir una compensación (art.524
CCCN).
Por otra parte, el artículo 525 del Código Civil y Comercial de la Nación prevé,
de forma enunciativa, una serie de pautas a tener en cuenta para determinar la
procedencia y monto de la compensación económica:a) el estado patrimonial de
cada uno de los convivientes al inicio y a la finalización de la unión; b) la
dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la crianza y educación
de los hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese; c) la edad y el
estado de salud de los convivientes y de los hijos; d) la capacitación laboral y la
posibilidad de acceder a un empleo del conviviente que solicita la
compensación económica; e) la colaboración prestada a las actividades
mercantiles, industriales o profesionales del otro conviviente; y f) la atribución
de la vivienda familiar.
Por otro lado se encuentra acreditado que M. tenía acciones en dos compañías
de colectivos, las que pasaron a sus herederas forzosas, sumándose a otras
que ellas habían recibido por donación de su padre años antes de su
fallecimiento.
A fs. 210 la empresa Vuelta de Rocha S.A. dijo que ‘.el Señor J. A. M. resulta
ser titular de acciones y ha sido también titular de acciones, todo ello conforme
el siguiente detalle.’: En la actualidad es titular de 200.000 acciones que se
encuentran identificadas con los títulos 31 y 32 (se corresponden con el interno
15), 67 y 68 (se corresponden con el interno 33), 87 y 88 (se corresponden con
el interno 43) y 97 y 98 (se corresponden con el interno 48) -el subrayado me
pertenece-.
Asimismo a través de ese oficio se informó que ‘fue titular de 175.000 acciones
que ha transferido, de acuerdo a las siguientes especificaciones:
Este caso debe ser juzgado con perspectiva de género, lo que implica que, para
corregir una desigualdad histórica de desventajas para la mujer, o bien en
casos de sometimiento o violencia, cabe interpretar las normas y valorar los
hechos de modo tal que se compense dicha situación desfavorable.
Dispone el legislador un plazo máximo legal de dos años, vencido el cual, los
herederos podrán disponer del bien libremente.La norma no establece desde
cuándo deben computarse los dos años, a diferencia del cese de la convivencia
del art.526 CCC que lo hace expresamente desde el momento que se produjo
el cese de la convivencia.
No se demostró que el antiguo hotel fuera inhabitable, sino únicamente que fue
clausurado para ser utilizado con ese fin comercial. La actora no desplegó una
actividad probatoria que pudiera demostrar las condiciones edilicias deficientes
del inmueble como para ser encuadra en la categoría de ‘inhabitable’, y la
declaración testimonial de Montenegro no despeja dudas (conf.art.377, 456 y
386 CPCC).
III.- Saneamiento del título Se agravian las accionadas porque la juez de grado
dispuso ‘el saneamiento de la donación del edificio obsoleto del hotel y pensión
familiar, para su demolición (dada la peligrosidad que implica la vetustez, ya
que no es posible habitarlo) y la venta del terreno’.
En función de lo dicho, propongo que se deje sin efecto esa parte de la manda
judicial por resultar extra petitia, violatoria del principio de congruencia.
El Dr. Fajre y el Dr. Kiper, por las consideraciones expuestas por la Dra. Abreut
de Begher, adhieren al voto que antecede.
Con lo que se dio por terminado el acto firmando los señores Jueces por ante
mí, que doy fe.
FDO.
Claudio M. Kiper.