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Capítulo X X X

III. La "enciclopedia del saber'’ de Cfiristian Wolff


y su influencia en la cultura filosófica

V Christian Wolff (1679-1754), es la figura más emblemática de la Wolf: la figura


Ilustración alemana. De él proviene la dirección metodológico-silogística más ejemplar
que, eliminando los aspectos formales más importantes de la lógica de de la Ilustración
Leibniz, dominará la Ilustración alemana. Pero la eficacia más duradera alemana -> § 1
de la obra de Wolff se dio, sobre todo, en el campo del lenguaje filosófico:
buena parte de la terminología filosófica de los siglos XV1I1 y XIX, comprendida la que está
en uso actualmente, ha sufrido la influencia de las definiciones y distinciones de Wolff.
El sistema wolffiano de las ciencias está dominado por una doble distinción: entre cien­
cias racionales y ciencias empíricas y entre ciencias teóricas y ciencias prácticas. Por consiguiente, se
dan cuatro ambientes científicos generales:
1) Ciencias racionales teóricas (ontología, cosmología, psicología racional).
2) Ciencias racionales prácticas (filosofía práctica, derecho natural, política, economía).
3) Ciencias empíricas teóricas (psicología empírica, teleología, física dogmática).
4) Ciencias empíricas prácticas (disciplinas técnicas, física experimental).
La lógica es la disciplina preliminar a todo el sistema de las ciencias, que se apoya sobre
dos ejes que son:
a) El principio de no-contradicción, para el pensamiento racional.
b) El principio de razón suficiente, para el pensamiento empírico.

V Wolff ejerció durante un cierto período una verdadera dictadura cultural en Alemania.
Muchos de sus alumnos fueron profesores en las universidades y en las escuelas superio­
res; miles de copias de sus libros fueron estudiadas e imitadas.
Recordemos entre sus'alumnos a: Los seguidores de
Martín Knutzen (1713-1751) y Franz Albert Schultz (1692-1763), los la teoría wolffiana
más cercanos a Wolff. ->§2
Adolph Hoffmann (1703-1741) y Christian Crusius (1715-1775) que
tuvieron un comportamiento más independiente, reivindicando la importancia de la sen­
sación y los límites del entendimiento.
Johann Lambed (1728-1777), quien sostuvo la necesidad de llegar a conceptos sim­
ples cognoscibles por la experiencia y lohann Tetens (1736-1807) que anticipó algunas teo­
rías kantianas.
Estudioso de Wolff fue Alexander Baumgarten (1714-1762) cuyo gran mérito histonco
consistió en poner las bases filosóficas de la estética (del griego aístíiesis que significa "sen­
sación").

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La Ilustración en Alemania

Según Baumgarten, en efecto, no existe sólo el conocimiento científi­


Baumgarten y las
co (racional y empírico) como lo quería Wolff sino también el conocimiento
bases filosóficas de
de lo sensible, que es un ámbito autónomo. Ahora bien, la estética es justa­ la estética -> § 3
mente la ciencia del conocimiento sensible y es una gnoseología inferior,
ya que se ocupa de una facultad cognoscitiva inferior.
Mientras que el conocimiento racional y el empírico versan sobre las "ideas claras y dis­
tintas", la estética es la ciencia de las representaciones "claras" y "confusas", en el senti­
do de que las percepciones confusas son aquellas en las que confluyen elementos que no
pueden separarse de su conjunto.

Wolff elabora una verdadera enciclopedia del saber

Christian Wolf, la figura más ejem plar de la Ilustración alem ana, nació en Breslavia en
1679, estudió en el gimnasio local, en medio de las disputas entre católicos y prostestan-
tes. En lena continuó sus estudios de m atem áticas y profundizó la filosofía de Descartes.
En 1702 fue a Leipzig, y se doctoró con una tesis cuyo título es De pftilosopftia practica uni-
versali methodo mathematico conscripta.
A este trabajo siguió en 1704 la Dissertatio algebraica de algoritmo infinitissemali differentia-
li. E stos trabajos le valieron la colaboración en la célebre revista "Acta eruditorum", en
la que participaba el mismo Leibniz al que Wolf envió, en el mismo 1704 su Dissertatio.
Leibniz le respondió con una extensa carta de com entario. Así comenzó el epistolario
entre Wolff y Leibniz, un intercam bio de cartas que duró hasta la muerte de Leibniz, acon­
tecida en 1716. Entre tanto, en 1706, Wolff, con el apoyo de Leibniz, obtuvo la cátedra de
m atem áticas en Halle, en donde luego dictó lecciones de filosofía. A 1710 se remontan
los Principios de todas las ciencias matemáticas, en cuatro volúmenes, concernientes no sólo a
las m atem áticas sino tam bién a la mecánica, la artillería, etc. Wolff dedicó tam bién a las
m atem áticas los Elementa matfieseos universae (1713-1715) el Lexicón matfiematicum (1716). Es
necesario anotar a este propósito, en lo referente a la lógica leibniziana, que Wolff eli­
mina im portantes aspectos lógico-formales, reduciéndola al tratam iento silogístico. Tal
orientación dominará a la Ilustración alemana.
La primera obra de Wolff se remonta a 1713 y se trata de los Pensamientos racionales en
torno a la fuerzas del entendimiento humano y a su uso correcto en el conocimiento de la verdad.
En los años siguientes, com pletó su sistem a y la producción científica se hizo impo­
nente. Primero escribió en alemán y luego en latín, dado que pretendía hacerlo com o
"m aestro de todo el género humano". Murió en 1754.

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Capítulo X X X

Dicho esto, Wolff es de la opinión de


que el procedimiento científico mayor­
m ente riguroso consiste en el análisis
a priori de los conceptos; pero sostiene
que incluso las observaciones y la expe­
riencia son capaces de fundamentar
doctrinas científicas: por consiguiente,
existen ciencia* racionales y ciencias empí­
ricas.

Por otra parte, una última distinción


se impone: entre teoría y práctica, es decir,
entre conocer y hacer: de aquí, las cien­
cias teóricas y las ciencias prácticas.
Con base en estos dos criterios dis­
tintivos, Wolff elabora -co n su trasfon­
do de filosofía cartesiana, pero sobre
todo leibniziana- una verdadera enci­
clopedia del saber, en todas sus partes:
Christian Wolff (1679-1754) fue la figura más
em blem ática de la Ilustración alem ana. La im a­ Las ciencias racionales teóricas, com o la
gen está tom ada de un grabado de la época.
ontología, la cosm ología, la psicología
racional y la teología natural.

Las ciencias racionales prácticas, com o la filosofía práctica y el derecho natural, la políti­
ca, la econom ía.
Las ciencias empíricas teóricas, com o la psicología empírica, la teleología, la física dog­
mática.
Las ciencias empíricas prácticas com o las disciplinas técnicas, la física experimental.
' La lógica es la disciplina preliminar a todo el sistem a de las ciencias. Sistem a que se
apoya sobre dos ejes que son:
a) El principio de no-contradicción para el pensam iento racional.
b) El principio de razón suficiente para el pensam iento empírico.
Estas breves alusiones sobre los presupuestos básicos del pensam iento de Wolff,
pueden ofrecer la ratio de su enorme producción literaria, dividida en obras en alemán y
obras en latín.

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La Ilustración en Alemania

Las obras en alemán, adem ás de los m encionados Pensamientos sobre las fuerzas del enten­
dimiento humano, son: Pensamientos racionales sobre Dios, el mundo, el alma de los hombres (1719),
Pensamientos racionales sobre la acción humana (1720), Pensamientos racionales sobre la vida social de
los hombres (1721), Pensamientos racionales sobre las operaciones de la naturaleza (1723), Pensamientos
racionales sobre la finalidad de las cosas naturales (1724), Pensamientos racionales sobre las partes de los
hombres, los animales y las plantas (1725).
Las obras en latín son las siguientes: Philosophia rationalis sive Lógica (1728), Philosophia
prima sive Ontologia (1729), Cosmología generalis (1731), Psychologia empírica (1732), Psychologia
rationalis (1734), Teología naturalis (1736-1737), philosophia practica universalis (1738-1738), Ius
naturae (1740-1741), Ius gentium; Philosophia moralis (1750-1759).
Según Wolff la ontologia es la ciencia del ser posible y en ella se rescata la metafísica
aristotélica-escolástica (por ejem plo, con los conceptos de sustancia y causa), unida, en
cierto modo, a la esperanza.
En Teodicea, Wolff afirma la validez del argumento cosm ológico (Dios es la suprema
inteligencia que justifica el orden del mundo), y deja de lado el argumento ontológico y
el teleológico.
Las relaciones entre alma y cuerpo son reguladas, según Wolff, por la armonía prees­
tablecida, siguiendo así tam bién a Leibniz.
Pero Wolff se separa de Leibniz en el cam po ético-político.
Para Wolff el fin de la filosofía es la felicidad humana: y la felicidad y el progreso
humanos son inseparables del conocim iento y éste se alcanza sólo con la "libertad filo­
sófica", es decir, con la libertad de pensam iento. Ciertamente la racionalidad de Wolff no
es brillante com o la de los philosophes franceses y no está mezclada con la experiencia y la
vida com o la de ciertos pensadores ingleses, contem poráneos suyos, y sin em bargo sus
contribuciones a nivel teórico y especulativo son importantes.

2 La dictadura cultural de Wolff en Alemania

Christian Wolff ejerció por algunos decenios una verdadera dictadura cultural en
Alemania: diez de sus discípulos dictaban cátedra en las universidades y escuelas supe­
riores, miles de copias de sus escritos fueron estudiadas, imitadas, resumidas, esta ­
bleciendo gran parte del vocabulario filosófico com o no sucedía desde la época de la
Escolástica medieval; parece que él supo sintetizar la Escolástica con el espíritu del racio­
nalismo moderno.

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Capítulo X X X

De sus alumnos, fueron profesores en Kónisberg Martín Knutzen (1713-1751), m aes­


tro de Kant y Franz Albert Schultz (1692-1763), director del "Collegium Fridericianum" en
el que estudió Kant.
Sustentando con com portam ientos más independientes están Adolph Heinrich
Hoffmann (1703-1741) y sobre todo Christian August Crusius (1715-1775), quienes reivin­
dicaron la importancia de la sensación, los límites del entendim iento, la autonom ía de la
libertad en oposición con el determ inism o y la armonía preestablecida.
Más profundos fueron aún Johann Henrich Lambert (1728-1777), m atem ático que
mantenía correspondencia con Kant, quien sostuvo la necesidad de llegar a concep­
to s sim ples cognoscibles por la experiencia pero válidos independientem ente de la
misma, con los cuales se puede construir, por com binación, el edificio del saber, y johann
Nikolaus Tetens (1736-1807) que anticipó algunas teorías kantianas en el cam po psicoló­
gico, teniendo presentes los fundamentos de la actividad del entendim iento y el estudio
del "laboratorio interno del alma", en donde actúa la "fuerza representativa".

Alexander Baumgarten y "la fundamentación de la estética


sistemática"

Alexander Gottlieb Baumgarten nació en Berlín, en 1714 y murió en Frankfurt del


Oder, en 1762. Llegó a Halle en 1730: allí se dedicó al estudio de la filosofía de Wolff, lle­
gando a ser uno de los representantes de mayor relieve. En 1735 publicó su tesis, titula­
da: Meditationes philosophicae de nonnullis ad poema pertinentibus en la que se puede encontrar el
núcleo del pensam iento estético que Baumgarten desarrollará en el período de su en se­
ñanza en Frankfurt del Oder, y que consignará en los dos volúmenes de la Estética (1750-
1758).
En 1739 Baumgarten había publicado la Metapfiyfisica, obra que tuvo hasta 1779 siete
ediciones -y fue traducida del alemán al latín en 1766 por Georg Friedrich Meier (1718-
1777), alumno de Baum garten- a la que Kant conceptuó com o "el más útil y profundo de
los m anuales de su género" y que em pleó para sus lecciones. Sin embargo, pese al gran
mérito de la Metafísica, el gran prestigio histórico de Baumgarten está en el hecho de que
puso las bases filosóficas de la estética.
Baumgarten mismo fue quien propuso el término "estética" que viene del griego aís-
tfiesis, que significa sensación. Según el filósofo, la estética no puede reducirse a las reglas
de la producción de una obra de arte y al análisis de sus efectos psicológicos: todo esto,
para Baumgarten, es sólo empiría. La estética es, en cam bio, "la ciencia del conocim en-

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