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IADVOCATUSI
PROLOGO
Esta obra es la concreción de un viejo anhelo de los docentes de esta Cátedra mo-
tivados por la necesidad de brindar un material actualizado con un enfoque específico
que permita a nuestros alumnos, futuros profesionales en ciencia,;; económicas, aden-
trarse en las instituciones del derecho privado, no solo como piedra basal de las ma-
terias de esta carrera que necesitan conocer los elementos básicos de la temática legal;
sino con el objetivo de que seru1 capaces de efectuar un adecuado encuadre jurídico
preventivo y de aprehender las herramientas necesarias para interactuar con operadores
jurídicos en esta rama del derecho.
Por lo que la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación, hace
ya cinco afias y la consecuente pérdida de vigencia de los populares apuntes de Cáte~
dra del otrora Prof. Titular Dr. Luis Moltoni que alumbraran a varias generaciones de
estudiantes, nos brindaron la gran oportunidad de retomar el ansiado legado de la Prof.
Ese. Amara (Malaquita) Bittar de Duralde, quien repetía hasta el hartazgo que "no solo
hay que dar clase; sino hay escribir para que el conocimiento quede plasmado en un
manual de catedra, como un servicio para que los alumnos puedan estudiar institucio-
nes con el enfoque que pretende especifico esta materia pensando en las necesidades de
un profesional en ciencias económicas".
Por eso ese anhelo, se concreta en esta obra colectiva fruto el esfuerzo asumido
por todo el equipo de cátedra, autores y colaboradores, que aceptaron este importante
desafio que implica volcar de manera simple en un texto todos sus conocimientos ad-
quiridos sobre los elementos esenciales de las estructuras del ordenamiento jurídico
privado, volcando toda nuestra formación bajo la luz de las enscflanzas de nuestros
inolvidables maestros, Malaquita, el Prof. Domingo Antonio (Painé) Vial e y el Prof.
Osear Alberto Centeno, que nos transmitieron con pasión la particular y grata tarea
de enseriar las instituciones del derecho a los estudiantes de ciencias económicas en
esta querida Facultad.
G.A.R.
Córdoba, setiembre de 2020.
CAPÍTULO!
NOCIONES GENERALES DE DERECHO PRIVADO
l. EL DERECHO EN GENERAL
l. Concepto
El hombre, al estar organizado en sociedades, necesita de un orden que facilite e
impulse el logro de los fines sociales e individuales. El orden es uno de los objetivos
primordiales del derecho.
La "voz" derecho ha recibido varia,;; acepciones, pero la que realmente nos in-
teresa en nuestro caso es la siguiente: "sistema de normas coercibles que rigen la
convivencia social".
Es un conjunto de nonnas, más o menos ordenado y jerarquizado, de reglas o
normas de conducta que se manifiesta a través de relaciones de coordinación y sub-
ordinación.
Es coercible ya que es susceptible de ser aplicadas por la fuerza en caso de inob-
servancia.
Que rigen la convivencia social: se refiere a la materia sobre la cual actúa el de-
recho. Al derecho le importa la conducta social del hombre, el comportamiento de la
persona con relación a sus semejantes.
Sin perjuicio de lo expuesto, debemos distinguir entre derecho natural y dere-
cho positivo. Las corrientes naturalistas creyentes de la existencia de un derecho
natural fundado en principios generales propios de la naturaleza del hombre e ideas
universales independientes y aplicables a todo derecho positivo. El derecho natural
es el conjunto de principios normativos puramente ideales de validez Universal y
con vocación de permanencia, que trasuntan en sí mismos la idea de justicia. Los
adeptos al positivismo, reconocieron al derecho sólo como un sistema cerrado de
normas que regulan la conducta humana, coordinadas entre sí, que forman un todo
coherente fundado sólo en conceptos juridicos intrasistema. Se compara el sistema
jurídico con una pirámide.
12 lKSTIWC!O\'..ñS DE DERECHO PRIVADO
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Constitución Nacional
2. Distinciones
Por tanto, el derecho se nos presenta en dos sentidos distintos: objetivo y subjetivo.
En sentido objetivo, significa un conjunto de normas establecidas para regir las
relaciones de los hombres en sociedad, en cuanto se trate de reglas cuya observancia
puede ser cocrcitivamente impuesta a los individuos.
En sentido subjetivo, es la facultad o potestad que le permite al individuo realizar
determinados actos que la ley confiere a cada persona, para la satisfacción de sus inte-
reses legítimos.
Por ejemplo, el art. 637 CCyC y ss. que hace referencia a la responsabilidad pa-
rental es derecho objetivo. Pero el cúmulo de derechos y obligaciones que confiere a
los padres con respecto de sus hijos en el ejercicio de la patria polestad, son derechos
subjetivos, pues esto implica poner en acto el derecho objetivo.
J. Derecho positivo
El derecho positivo es el conjunto de leyes y normas vigentes en una comunidad,
y adecuadas a sus circunstancias históricas, que regulan su vida social e institucional y
garantizan las competencias y facultades para hacer, tener o exigir algo, y cuyo fin es
posibilitar la realización de los fines existenciales de las personas. Podemos reducir el
concepto de derecho positivo, al conjunto de normas dictadas por el soberano. Com-
prende tanto el derecho público como el privado.
En las relaciones de derecho público, el Estado actúa en ejercicio de su poder de
imperio en una marcada relación de subordinación con respecto a los particulares.
Mientras que en las relaciones de derecho privado el Estado actúa como titular de de-
rechos subjetivos y sus relaciones con los particulares se establecen sobre la base de la
coordinación e igualdad.
Sin perjuicio de lo dicho anteriormente, entendemos que en el derecho privado
muchas veces se pueden presentar relaciones, que están lejos de un pie de igualdad,
estas relaciones jurídicas se presentan sobre todo en el derecho de consumo, en el
cual existe una parte fuerte económicamente, el proveedor, que intenta imponer su
poder de negociación que le otorga su posición dominante, mediante contratos de
contenido predispuestos o de adhesión, a los cuales el consumidor solamente tiene la
posibilidad de adherirse o aceptar, existiendo en este caso una nula negociación, por
lo que en esta situación jurídica, el derecho privado concurre --en virtud del orden
público de tutela- a inundar de herramientas jurídicas para equilibrar esa situación
originariamente desproporcionada.
Por ejemplo, el caso de las cláusulas de la ley de protección y defensa del con-
sumidor establece como nulas, en este tipo de contratos de adhesión, en las cuales el
proveedor. no se puede eximir del cumplimiento de la prestación principal del contrato,
como se da en el ca,;¡o de aquellos carteles que, en una playa estacionamiento se colocan
a la vista de quien contrata, manifestando que "esta playa no se hace responsable por
los daños y perjuicios ocasionados en los vehículos, y tampoco se hace responsable
por el cuidado de los bienes que se encuentran dentro del automóvil", seguidamente,
ese mismo cartel manifiesta que la playa tiene seguro, lo que sin duda es una verdadera
14 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
contradicción porque por la ley de defensa y protecció n del consumidor, predica la in-
validez de esa cláusula, que es nula en vi1tud de los arts. 37 y 111 9 de l CCyC.
Mientras que el derecho públ ico, es aquel que organiza e l poder público del Estado,
regula las relaciones de los particulares con él y las relaciones interestatales o entre los
habitantes de un Estado y otro Estado, siempre que el Estado actúe como poder público.
Se lo puede dividir en dos ramas:
1) Derecho público interno: Regula el sistema de gobierno, la formación de los po-
deres públicos, su estructura y atribuciones, las declaraciones, derechos y garan-
tías de los habitantes, y las diversas relaciones de los particulares con el Estado.
2) Derecho público internacional: Regula las relaciones entre un individuo y un
Estado o entre dos Estados.
El derecho privado regula las relaciones entre los particulares. Lo podemos clasi-
fi car en:
1) Derecho privado interno: Su tronco común, es e l derecho c ivil, pero la realidad
ha ido desmembrando distintas ramas que han tomado autonomía legislativa,
didáctica y jurisprudencia!: derecho comerc ial, de trabajo, derecho agrario, de-
recho de minería.
2) Derecho internacional privado. Es la rama del derecho que se ocupa de los asun-
tos legales internacionales diferentes de la relación entre los distintos ciudadanos
de los diferentes estados.
4. Derecho civil
a. Definición
Existen numerosas definiciones de derecho civil, pero sobre la base del concepto
acuñado por el notable jurista y maestro cordobés, José Antonio Bute ler Cáceres y las
e nseñanzas de mi maestra Amara Bittar de Duralde, podemos decir que "El derecho
civil es la rama más importante del derecho privado común, que regula jurídicamen-
te la situación integral de la persona, ya sea considerada en sí misma y a través de
sus atributos esenciales, ya sea considerada dentro del núcleo familiar en el cual se
integra y completa, ya sea considerada como titular de patrimonio que ha de tener un
destino posterior para después de su muerte" 1.
En otras palabras, regula la situación integral de la persona desde la concepción
hasta después de su muerte.
Es la rama más importante del derecho privado, por su carácter supletorio, pues
ante la inexistencia de normas especiales que rijan relaciones jurídicas de carácter pri-
vado, deberán aplicarse las disposiciones del derecho civil y comercial.
El derecho civil protege a la persona reconociendo sus derechos personalísimos
desde e l momento de la concepció n hasta después de su muerte, a través de sus atribu-
tos esenciales e inherentes (nombre, domicilio, estado y capacidad). En sus relaciones
de familia, regulado por el derecho civil, en tres grandes instituciones: el matrimonio,
BuTELER CACERES, José A ntonio, Manual de derecho ciwl. Parle general, 3' d., Advocatus, C ba.,
1995, p. 3.
NOCIONES GENERALES DE DERECHO PRIVADO 15
la fil iación tanto natural corno adoptiva, de la que nace la patria potestad y e l paren-
tesco. La persona posee un patrimonio, con relación a él enlabia en su vida distintas
relaciones de las que nacen instituciones regu ladas por el Cód igo Civil, corno las obli-
gaciones, los contratos y los derechos reales.
El derecho subjetivo se conforma por el conjunto de las facu ltades o potestades que
tienen las personas para actuar en el mundo jurídico. Los derechos subjetivos civiles se
clasifican en civiles y políticos, los primeros regulan la s ituación integral de la persona
en su condición de ser humano, mientras que los segundos corresponden a cierta cate-
goría de hombres; los ciudadanos.
Los presupuestos de los derechos subj etivos son:
1. Sujeto: las personas humanas o jurídicas.
2. El objeto de los derechos puede ser, en los derechos personales u obl igaciones, la
prestación debida que consiste en un hecho del hombre; en los derechos reales,
la cosa; en los derechos intelectuales, los bienes inmateriales; en los derechos
potestativos o de fami lia, la persona.
3. La causa eficiente, es decir los hechos o actos jurídicos que tienen la potenciaju-
rígena pues son la fuente y producen la adquisición, modificación, transferencia
o extinción de derechos u obligaciones.
..... Mientras que los derechos civi les que se refieren a las personas o extrapatrimonia-
les se clasifican en:
l. Derechos personalísimos: Son los derechos inherentes a la naturaleza humana
(derecho a la dignidad, derecho a la imagen (art. 53 CCyC), a la intimidad, a la
vida, a la salud, a la libertad).
2. Derechos potestativos o de familia: i ncluye los derechos de famil ia, la patria
potestad, la tutela y la curatela.
Los derechos civiles que se refieren a los bienes o patrimoniales se los clasifica en:
l . Derechos reales: Se caracterizan por tener tres elementos: un sujeto activo de-
recho habitante, un sujeto pasivo representado de manera indeterminado y e l
objeto, que es la cosa en sentido estricto. Son lim itados (art. 1887 CCyC) y sólo
pueden ser creados por ley, no por la voluntad de las partes.
]6 INSTl11.JCIONES o¡; DERECHO PRIVADO
5. El derecho comercial
Carlos Saú l Menem en 1993; siendo también importante los.antecedentes del proyecto
de Código unificado de 1998; en todos los casos, ninguno de ellos prosperó ante la falta
de condiciones jurídicas y políticas para una nueva legislación.
En 2013 se dieron las condiciones políticas por las cuales, la presidenta Cristina
..... Fernández de Kirchner, nombró una com isión redactora del código y una serie de co-
misiones que se encargarían de la redacción de los capítulos correspondientes por cada
una especialidad, formada por notorios juristas. Esas comisiones debían elevar por es-
pecialidad, en la temática encargada, un texto articulado de acuerdo al experto de los
juristas de cada comisión, a los efectos de que luego una comisión redactora pusiera
en común esas recomendaciones, para alcanzar un proyecto de código unificado civil
y comercial unificado.
Luego de varios años de tratamiento fue aprobado el Cód igo Civil y Comercial
de la Nación (abrev. CCyC) mediante la ley nacional 26.994 con fecha 1º de octu-
bre de 2014, cuya entrada en vigencia prevista por la misma norma fue el primero
de enero de 2016.
Esta vigencia temporal establecida originariamente, mayor a un ario, permitía a la
usanza de las codificaciones europeas, un plazo prudencial para que una ley tan tras-
cendente en el ámbito de lo privado, pudiese ser informada, analizada y estudiada, no
solamente por los operadores jurídicos sino también por la de ciudadanía en general.
Sin perjuicio de lo expuesto debemos decir que, por razones políticas, la entrada en
vigencia del Código fue adelantada al primero de agosto de 20 15.
1. Método y plan
Método, proviene de los términos griegos meta, y odas: que significan camino
o proceso a seguir para llegar al fi n propuesto. Al mencionar la palabra plan, hare-
mos referencia al programa o a la estructura general de la obra. Generalmente, estos
conceptos se comp lementan, así podemos afirmar que estamos en presencia de dos
momentos dentro de la investigación: e l primero consistente en la elaboración del
método y el segundo, su manifestación externa en fo rma de plan general de la obra
que se plasma en el plan.
El plan, cuerpo del Código Civil y Comercial, estructural mente se puede dividir en
un Título Preliminar y seis libros.
Podemos sintetizar la estructura en:
Razones de utilidad del plan del Código Civil y Comercial: primero, la acertada
clasificación y distribución de las materias permitiendo separar las instituciones de
carácter general y particular; segundo, agiliza la ubicación de una materia detenninada,
servirá muchas veces para revelar sus caracteres y su función en el cuadro general de
las instituciones jurídicas y, por último, en una clasificación metódica, en la que toda
institución ocupa un lugar adecuado.
Tanto el método como el plan conforman la médula y el armazón donde se asienta
el ordenamiento jurídico de nuestro código.
La importancia de establecer y analizar el método y el plan del Código para el
profesional de ciencias económicas, es trascendente, ordenando el texto normativo de
acuerdo con la materia en la cual se van a encuadrar las situaciones que durante el
ejercicio de la profesión se necesita para poder interactuar con los operadores legales,
estableciendo de manera preventiva un encuadramiento de la situación jurídica e insti-
tución del derecho privado que corresponde.
b. La ley
La ley se alza como fuente principal del sistema jurídico. Sin embargo, el art. 1°
del CCyC trata de: "Fuentes y aplicación. Los casos que este Código rige deben ser
resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme a la Constitución Nacional
y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se
tendrá en cuent.a la finalidad de la norma Los usos, prácticas y costumbres son vincu-
lantes, cuando la,;; leyes o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas
legalmente siempre que no sean contrarios a derecho".
Por lo que la norma, sin duda, hace mención al derecho en general, y en especial
a la ley como fuente normativa dejando bien claro que los tratados internacionales
de derechos humanos fonnaron parte del bloque constitucional de derecho privado
que deberá ser interpretado n conjunto con las normas de este Código, estableciendo
de alguna manera, un rango en la aplicación de las fuentes, Así, la ley es la principal
fuente de derecho objetivo, mientras que menciona las costumbres y [a jurisprudencia
constituyendo fuentes limitadas, pues en el primer caso se aplica a casos concretos y
la jurisprudencia si bien tiene aplicación interpretativa, no es obligatoria sino para las
partes dentro del proceso.
20 I NSTffiJCJONES DE DERECHO PRIVADO
Por una cuestión pedagógica, comenzaremos analizando las fuen tes del derecho,
desde el punto de vista de la costumbre los usos y prácticas, luego abordaremos los
principios generales del derecho, para luego analizar la jurisprudencia, la doctrina otras
fuentes del derecho, y en la última parte de este capítulo abordaremos la fuente por
antonomasia que es la ley.
Clases de interpretación
Interpretar, al decir de Julio César Rivera, es "buscar el sentido y el valor de la
norma para medir su extensión precisa y apreciar su eficiencia en cuento al gobierno
de las relaciones jurídicas, aparentemente comprendidas en el ámbito de vigencia" 2 •
R1vERA, Julio César y MEDINA, Graciela; Derecho civil. Pone general, Abeledo-Perrot, Bs. As.,
2017, p. 101.
NOCIONES GENERALES DE D ERECHO PRJVADO 21
Efectos de la ley
Los efectos de la ley debemos considerarlos con re lación a las personas, con rela-
......., ción al territorio y con relación a l tiempo.
l . Efectos con relación a las personas: (art. 4° CCyC): El CCyC establece que to-
dos los habitantes del país, sean nacidos en él o provengan de otros países, estén
domiciliados en la Argentina o solamente estén de paso por su territorio, quedan
sometidos obligatoriamente a la ley c ivil argentina
2. Efectos con relación al territorio: Este tema a merita un análisis de cómo apli-
camos la ley según se aplique a la capacidad de las personas o sobre los bienes.
....., A) Capacidad: (arts. 2616 y 2617 CCyC): Las personas domiciliadas en el te-
rritorio de la República serán consideradas capaces o incapaces de hecho de
acuerdo con las normas que al respecto dicten nuestras leyes; en cambio, las
personas domiciliadas fuera del territorio de la República serán consideradas
22 INSTITUCIONES DE DERECHO PRrvADO
capaces o incapaces del hecho de acuerdo con las leyes del país en que éstas
tengan su domicilio. Pero tratándose de la capacidad de derecho, se aplicarán
siempre las normas de nuestro Código Civil y Comercial.
B) Bienes: En este punto hay que distinguir según se trate de bienes raíces o bie-
nes muebles, y dentro de éstos según se trate de bienes que el dueño pueda o
no llevar consigo. Si se trata de bienes rafees, rige lo expuesto por el art. 2609
CCyC. Si se trata de bienes muebles que se mantiene con permanencia en un
lugar, se aplicará la ley en que están situados; mientras que si se trata de bie-
nes muebles cuyo destino es ser transportados de un lugar a otro, se aplicará,
respecto a ellos, la ley del lugar en que el dueño se domicilia o el lugar donde
estén registrados (art. 2620 CCyC).
3. Efectos con relación al tiempo: (ar!. 7° CCyC): Cabe distinguir tres situacio-
nes: a) si bien las leyes rigen para el futuro, dictada una ley debe ésta aplicarse
aún con las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes al
tiempo de su entrnda en vigencia. Es decir, los hechos en curso de desarrollo son
alcanzados por el régimen de la nueva ley, por no tratarse de hechos cumplidos
durante la legislación anterior, y con ello no incurre en retroactividad; b) se con-
sagra el principio de irretroactividad de la ley; e) las leyes supletorias no son
aplicables a los contratos en ejecución, salvo que la norma supletoria sea más
favorable al consumidor en las relaciones de consumo.
Para establecer la forma de contar los intervalos del derecho, la métrica elegida es
el calendario gregoriano, es un sistema de división del tiempo que trata de hacer coin-
cidir el año privado con el afta solar (365 dias) que fue el sistema para medir el paso del
tiempo y que tiene su origen en Europa, impuesto por el papa Gregario XIII en 1582,
sustituyendo al calendario juliano, que se utilizaba desde Julio César.
El CCyC establece una serie de reglas para el cómputo de los distintos plazos, sean
de días, meses o años en su art. 6°.
Por una parte, al momento de contar los plazos de días dice que el dia es el intervalo
que corre de medianoche a medianoche por lo que en los plazos fijados en días a contar
de uno determinado, deberá excluirse éste para el cómputo y luego deben basarse por
el siguiente.
Por ejemplo, si alguien contrae una obligación el 5 de febrero con un plazo de 20
días, ese plazo comienza a correr a las cero horas del día 6, y vence a las 24 horas del
día 25 de febrero.
Por otra parte, para contar los meses se establece que se computará de fecha a fecha
cuando en el mes de vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo se
entiende que el plazo expira el último día de este mes, los plazos vencen a las 24 horas
del día del vencimiento.
Por ejemplo, alguien contrae una obligación el 5 de febrero con un plazo de tres
meses, el plazo vencerá a las 24 horas del 5 de mayo del mismo año. Si alguien con-
trajera una obligación a un año dt: plazo el día 20 de junio de 1970, el plazo vencerá a
la<.; 24 horas del día 20 de junio de 1971. Si alguien contrajera una obligación el 31 de
enero a un mes de plazo, dicho plazo vencerá a las 24 horas del 28 de febrero, es decir,
el último día de plazo será el último día del mes de vencimiento, aunque este último
tenga menos días que el día que comenzó el plazo. ."
NOCIONES GENERALES DE D ERECHO PRIVADO 23
Por último, en cuanto a los plazos fijados en horas se cuentan desde una hora deter-
minada, excluido está el cómputo el cual debe empezar la hora siguiente
Por ejemplo, una intimación por dos horas recibida a las 11 :00 del día de hoy, expi-
rará a las 14.00 de este mismo día.
Los plazos serán continuos, es decir que no se suspenden una vez que empiezan a
correr.
Los plazos se cuentan incluyendo los días feriados o inhábiles, salvo que se exprese
concretamente que el plazo otorgado sea de días hábiles.
La importancia de establecer la vigencia temporal de normas jurídicas para el alum-
no, futuro profesional de ciencias económicas, radica en que seguramente en la tarea
diaria vamos a tener en un país donde por la dinám ica legislativa es importante saber si
vamos a aplicar la normativa a una situación fáctica determ inada, por lo que debemos
saber no solamente si esa ley temporalmente se aplica. Hay normas que son vigentes
desde los 8 días de su publicación, otras normas que expresamente establecen en un día
en el cual iniciaron su vigencia, sobre todo en materia impositiva en materia de norma-
tivas laborales en los cuales los operadores de las ciencias económicas deben realizar
generalmente análisis. Es importante que quede claro este tema, incluso con respecto
a los modos de contar los intervalos del derecho, realmente es necesario para una res-
puesta eficaz a cualquier intimación por cumplimientos de normas fiscales laborales o
contractuales, entre otros.
MARTINEZ PAZ, Fernando, Introducción al derecho. 2" ed. actualizada, reestructurada y revisada, I'
impresión, Abaco de Rodolío Depalma. Bs.As., 2003, p. 31 O.
24 lNSTTnJCIONES DE DERECIIO PKJVADO
Conforme MARTiNEZ PAZ Fernando, Introducción al dereclw. ob. cit., p. 351 y ss.
NOCIONES GENERALES DF. DERECHO PRIVADO 25
de contratos de consumo, y 20) nadie puede transmitir un derecho real mejor, ni más
extenso, del que posee sobre una cosa 3 •
Esta enumeración constituye la base axiológica de principios rectores que estable-
cen la piedra basal del derecho privado.
e. Lajurisprudencia
La jurisprudencia es el conjunto de fallos judiciales dictados sobre la misma ma-
teria y con un enfoque semejante 6 • Esta fuente tiene un rol preponderante en la inter-
pretación del derecho y generalmente ante la pereza el legislador nos permite adecuar
las normas a nuevas realidades prácticas, a nuevas figuras que el tráfico comercial y los
tiempos modernos permiten emerger.
Un ejemplo de ello es la teoría de la imprevisión que en el Código Civil de Vélez no
estaba prevista y que la obra de la jurisprudencia hizo que la reforma de 1968 sigue sea
incluida en el art. 1198 del Código Civil como institución jurídicamente reconocida,
hoy receptada en el art. 1091 CCyC.
Sin embargo, debemos advertir que en los países que rige el sistema de common
law, el precedente judicial adquiere relevancia pues es una fuente obligatoria legal erga
omnes, con los efectos propios de la ley en sentido formal.
f Doctrina
La doctrina está constituida por los análisis, argumentos y trab3:.jos que han sido
acuñados por los juristas, a través de sus distintas publicaciones, que contribuyen ya
sea con su crítica o sus aportes al análisis de la legislación vigente.
En el derecho romano, a algunos juristas, por su erudición y prestigio, se les reco-
nocía la potencialidad de generar con rango a la ley, lo que no ocurre en nuestra legis-
lación; sin embargo, constituye una importante fuente de interpretación.
Recordamos que la única fuente formal del derecho es la ley, pero debemos re-
conocer la existencia de otras fuentes materiales, además de las enumeradas supra.
Entre ellas podemos contar con la autonomía de la voluntad, que es la facultad que
tienen las partes en un contrato de crear normas obligatorias para ellas, a las cuales
deben someterse como si fueran la ley misma (art. 959 CCyC); o el caso de la equi-
dad, que implica la aplicación de la norma al caso concreto, mitigando el rigor de la
ley, como es el caso de la aplicación del factor de atribución objetivo equidad, que
permite aun siendo involuntario un acto, hacerlo responsable aJ victimario; planes
de equidad (art. 1750 CCyC), que ana1izaremos en forma detallada en materia de
responsabilidad civil; o el derecho comparado como pregonara el Luis Moisset de
Espanés al destacar la importancia de esta fuente para contribuir al mejoramiento de
la legislación y la ensefíall.Za del derecho,
RIVERA, Julio César y MEDJNA, Gracicla, Derecho civil. Parre general, ob. cit., p. 81.
Conforme MARTl?-:EZ PAZ, Femando, lntmducc1ón al derecho, ob. cit., p. 320.
26 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Concepto
Cuando desarrollamos el derecho objetivo, mencionamos al derecho subjetivo
como el derecho en acción que es el derecho facultad. Este derecho facultad actúa las
prerrogativas concedidas por las normas del Estado a las pcrsona-i.
Presupuestos
Se reconocen tres presupuestos esenciales en la estructura de los derechos subjeti-
vos: el sujeto, el objeto y la causa eficiente.
Por una parte, los sujetos son quienes se constituyen en actores de esta clases de
derechos; por otra parte, el objeto que se presenta en las diferentes relaciones jurídicas
como las cosas en los derechos reales, la prestación que implica hecho o abstencio-
nes en materia de obligaciones, bienes que no son cosas o inmateriales en derechos
intelectuales; por último, la causa eficiente que tiene la potencia jurígcna generadora
identificada con hechos o actos jurídicos que producen una adquisición, modificación,
transferencia o extinción de los derechos y obligaciones.
Estos derechos subjetivos deberán ejercerse dentro de los límites de la buena fe y el
límite de ese ejercicio regular del mismo caso contrario estar[amos frente a la hipótesis
del abuso del derecho.
De esta manera desarrollaremos los siguientes capítulos mediante el estudio estruc-
turado de la parte general del derecho privado organizado en virtud del estudio porme-
norizado de los elementos de derechos subjetivos.
CAPÍTULOII
PARTE GENERAL. PERSONA
La parte general del derecho civil tiene por finalidad agrupar, ordenar y estudiar los
elementos comunes y esenciales de toda relación jurídica. La relación jurídica tiene tres
elementos esenciales: sujeto, objeto y causa.
El primero de ellos es el sujeto, o sea la persona que se ha convertido en titular de
un derecho detenninado. Pero, ¿qué es persona? Esta palabra recibió el calificativo de
polisemia, por tratarse de una voz con múltiples significados.
l. Concepto
él. Todos los hombres son personas, también pueden serlo el feto o algunas organiza-
ciones o grupos de hombres que son mirados como individuos, en cuanto gocen de
capacidad de derecho.
Se es persona por tener aptitud para adquirir derechos y para actuar en el mundo
jurídico, aunque no se tenga participación en ninguna relaciónjuridica. Se es sujeto de
derecho, en cambio, cuando la persona actúa en una relación jurídica concreta. Entre
persona y sujeto se da la diferencia que existe entre la potencia y el acto. Tales razones
son las que nos llevan a decir sujeto pasivo y no persona pasiva~ y personas por nacer
y no sujeto por nacer.
El CCyC clasifica a las personas según el modo de existencia, así tenemos a perso-
nas humanas y personas jurídicas.
Las personas humanas son denominadas, generahnentc, como personas naturales,
o físicas.
Podemos afirmar que las personas humanas "son todos los entes que presentasen
signos caractcrlsticos de humanidad".
Se utiliza la expresión "personas de existencia ideal o personas jurídicas", para
designar aquellas que la doctrina y otras legislaciones llaman también personas colec-
tivas, morales, civiles o ficticias.
El art. 141 del CCyC expresa que "Son personas jurídicas todos los entes a los
cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos o contraer
obligaciones para el cumplimiento de su objeto y fines de su creación",
4.1. Nombre
El nombre cumple una importante función para la individualización de la persona,
sea ésta hwnana o jurídica.
Con relación a la persona humana, al art. 62 del CCyC enuncia que "la persona
humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el apellido que le co-
rresponden".
Otra importantísima función del nombre surge en relación directa con el estado
familiar, ya que evidencia la filiación. El nombre indica en la mujer su estado civil. El
hombre casado conserva inalterable su nombre de soltero, por lo que de él nada puede
saberse.
l. Introducción
2. El prenombre
Limitaciones al uso del nombre: Esa libertad para elegir el nombre de pila es limi-
tada por las restricciones que a continuación pasaremos a analizar y que establece el
art. 63 CCyC
No podrán inscribirse (art. 63 inc. 2 CCyC):
l. Los prenombres que sean extravagantes (ej.: Mercurio).
2. Primeros prenombres idénticos a los prenombres. Esta norma es muchas veces
violada, tiende a evitar confusiones en la designación de los hijos en d núcleo fa-
miliar, es común que varias hermanas se llamen Maria corno primer prenombre.
3. También está prohibido imponer apellidos como prenombre.
4. Más de tres prenombres. Esta limitación tiene gran sentido práctico puesto que
evita los problemas derivados de la omisión de los diferentes nombres, dando
lugar a confusiones.
5. Se permite inscribir nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóc-
tonas y latinoamericanas, siempre que no contraríen la limitación cuantitativa
que establece el límite numérico de prenombre.
Prenombre del hijo adoptivo: ! .a ley establece que el prenombre del adoptado debe
ser respetado. Excepcionalmente y por razones fundadas en las prohibiciones estable-
cidas generales para la elección del nombre en (el art. 63 inc. 2 del CCyC).
4.2. El apellido.
A. Normas para la determinación del apellido
El apellido hace referencia a la designación de la familia a la cual pertenece.
Ilijos matrimoniales: Sin perjuicio de ello, a pedido de los padres o del propio
interesado con edad y grado de madurez suficiente, puede pedir agregarse el apellido
del otro padre.
·1·odos los hijos de un mismo matrimonio deben de llevar el apellido y la integración
compuesta que se haya decidido para el primero de los hijos.
Hijos extramatrimoniales: El hijo extrarnatrimonial con un solo vínculo filial lleva
el apellido de su progenitor. Si las afiliaciones de ambos padres se determinan simultá-
neamente, se aplica el primer párrafo de este art. 64 del CCyC tratado ut supra.
Si la segunda filiación se determina después, los padres acordaran el orden. A
falla de acuerdo, el juez dispone el orden de los apellidos según el interés superior
del niño. Se entiende en el caso del menor que ha sido reconocido con un apellido
durante el periodo de vida hasta que se le haya reconocido en su segunda filiación,
PARTE GENERAL. PERSONA 31
Hijos adoptivos
A) Adopción unipersonal: El hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante, si el
adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que éste sea mantenido (art. 626
inc. a CCyC).
B) Adopción conjunta: Se aplican las reglas generales para los hijos matrimoniales
(art. 626 inc. b CCyC).
En ambos casos y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a su pedido se
puede solicitar o anteponer al apellido del adoptante o al de uno de ellos si a la adopción
es conjunta (art. 626 inc. c CCyC).
En todos los casos, si el adoptado posee edad y grado de madurez suficiente, el juez
debe valorar su opinión.
El apellido marital
A) Cualquiera de los cónyuges podrá afiadir a su apellido, el apellido del marido
más la preposición "de" o sin ella.
B) La persona divorciada o que su matrimonio haya sido declarado nulo no puede
usar el apellido del otro cónyuge, excepto que por motivos razonables el juez lo
autorice a conservarlos. La jurisprudencia nos ilustra por este caso, por ejemplo:
cuando pese a estar divorciados ha sido reconocido con el apellido marital que, en
el ejercicio de la profesión, industria o comercio los j ueces han autorizado su uso.
Acción de impugnación del nombre: Se configura cuando una persona usa ilegíti-
mamente el nombre de olra persona para su designación; el titular podrá demandar el
cese en dicho uso sin pei:_juicio de la reparación de daños si los hubiere (art. 71 inc. b
CCyC).
Acción de defensa del buen nombre o supresión del nombre: Es cuando para desig-
nar personajes de fantasías o cosas, se usa un nombre propio maliciosamente, produ-
ciendo un daño moral y material en la victima (art, 71 inc. c CCyC).
El seudónimo
En el seudónimo se puede ocultar el nombre verdadero por distintas razones; ya
para ocultar el autor; o para darle realce haciéndolo más atrayente y notorio. La ley en
su art. 72 CCyC le otorga la misma protección que al nombre, una vez que haya adqui-
rido notoriedad e importancia dentro de cierto círculo o ámbito social.
Debemos distinguir el seudónimo del sobrenombre, porque el primero es elegido
por el interesado; mientras que el segundo le es impuesto por terceras personas. Por ello
la ley no ampara su uso.
4.3. Domicilio
Esta cualidad propia de las personas, tanto humanas como jurídicas, supone su
vinculación con el espacio. El domicilio es la sede legal de la persona, su asiento ju-
rídico. Es el lugar donde el derecho la sitúa para la generalidad de sus relaciones. La
ley presume que en el domicilio se encontrará la persona o un representante suyo. Si la
persona se ausenta de su domicilio sin dejar a nadie que lo represente, esa ausencia no
podrá perjudicar al tercero, sino simplemente a ella.
En algunos casos, el domicilio se determina por el lugar donde la persona vive y de-
sarrolla sus actividades (domicilio real); en otros, se asigna para el ejercicio de ciertas
funciones o por la situación particular en que se encuentra (domicilio legal).
El domicilio puede ser general o especial,
El domicilio general es el asiento jurídico de la persona que tiene relevancia para
la generalidad de sus rclacionesjuridica.s. Puede a su vez, clasificarse en domicilio real
y domicilio legal.
El domicilio especial consiste en una derogación parcial de los efectos del domici-
lio general, pues se constituye para cierta;;; y determinadas relaciones jurídicas.
Los caracteres de esle atributo son los siguientes:
PARTE GENERAL. PERSONA 33
l. Necesidad: Toda persona, humana o jurídica. debe tener un dom icilio puesto
que no puede carecer de asiento territorial para el ejercicio de sus derechos y
cumplim iento de sus obligaciones. A los vagabundos, transeúntes o personas en
ejercicio ambulante la ley les atribuye un domicilio: tal es el lugar de su resi-
dencia actual; o puede tratarse de alguien que haya abandonado su domicilio
para trasladarse a otro lugar del país que se desconoce, en cuyo caso conservará
el último, por lo que en estos casos la persona no tendrá domicilio real, pero si
domicilio legal. (art. 74 inc. c CCyC).
2. Unidad: Nadie puede tener más de un domici lio general. Este carácter surge de
la preocupación del legislador por establecer cuál es el domicilio cuando ocurren
simultáneamente circunstancias que podrían multiplicarlo.
3. Libertad de elección: El sujeto tiene la libertad para elegir y cambiar su domici-
lio. Esta facultad no puede ser coartada ni por contrato ni por disposición última
de la voluntad (art. 77 CCyC). Este principio sin embargo encuentra sus limi-
taciones en los supuestos en que la ley, y no la voluntad de las partes, impone a
las personas un determinado domicilio; es decir, cuando se trata de un domicilio
legal. En el caso de los incapaces de ejercicio, la concepción determina que la
facu ltad de elección se traslade a los representantes. Las personas j urídicas tam-
bién poseen lo que podríamos llamar la facultad de libre elección del domicilio;
la ley exige, en su caso, la designación de la misma en los estatutos.
Domicilio real
Las conexiones de las personas con el territorio pueden configurarse mediante la:
l. Habitación: A lude al lugar donde la persona está en forma accidental y que tiene
efectos jurídicos en cuanto a la vigencia de c iertas garantías constitucionales.
2. Residencia: Supone la habitación con un cierto grado de estabilidad, aunque
sin requerir propósito de permanencia indefinida, no de centralizar all í actividad
alguna, puede ser temporaria o permanente. La residencia es, sin embargo, ele-
mento material para configurar el domicilio real.
3. E l domicilio real es fijado por ley como asiento jurídico de las personas huma-
nas; para su determinación se toma en cuenta el lugar de la residencia efectiva
....... y la voluntad de permanecer en él. Es el lugar donde se vive. Los e lementos
del domicilio son dos: uno, objetivo, constituido por el hecho de la residencia
habitual (art. 73 CCyC) y otro subjetivo, que es la intención de permanecer en
ese lugar. Esta intención se juzga objetivamente y resu lta de hechos o circuns-
tancias externas.
La familia y los negocios de una persona en la mayoría de los casos se encuentran
en un mismo lugar. Sin embargo, pueden hallarse en jurisdicciones distintas en cuyo
caso el principio de unidad exige que la ley debe pronunciare respecto de cuál de ellos
es el domicilio de la persona (art. 73 segundo párrafo CCyC).
Cuando la persona reside habitualmente en diferentes lugares y no tiene fami-
lia, o ésta se traslade con e lla, el domicilio se determina por el principal estab leci-
miento (art. 73 segundo párrafo CCyC): se entiende por tal el centro más importan-
-.. te de las actividades.
34 INSTITUCIONES DE DERF.CHO PRIVADO
Domicilio legal
Este domicilio legal o forzoso es el fijado por la ley como asiento juridico de las
personas humanas o jurídicas. Para su determinación se toman en cuenta las funciones
desempeñadas o la situación especial en que las personas se encuentran. Se trata de un
domicilio forzoso, independiente del hecho de la residencia y de la intención del inte-
resado. El domicilio legal no puede ser cambiado, ni .fijado en otro lugar mientras dure
la situación jurídica de la cual dependen (art. 74 CCyC).
Domicilio especial
El domicilio llamado especial es el que surte efectos solamente para una o más
relaciones en particular.
PARTE GENERAL. PERSONA 35
5. Estado
5.1. Concepto
Una primera corriente de opinión afirma que el estado es la posición que correspon-
de a las personas en relación al grupo social y familiar al que pertenece. Se enfoca la
persona dentro de la Nación y la familia.
Una segunda corriente de opinión agrega a los dos elementos anteriores, el estado
personal. De esta manera, estado es la posición que la persona tiene frente al grupo so- ~
cial, la familia y además las cualidades que influyen en la capacidad de ejercicio, tales
como la edad, el sexo, y la sa lud mental.
Una tercera posición afirma que el estado comprende toda la cualidad de la persona
que pueda tener influencia sobre un conjunto más o menos extenso de relaciones jurídi-
cas. Además de las antes mencionadas, las calidades de comerciante, militar en servicio
activo, eclesiástico, etc.
Por lo que podemos decir que el estado de las personas humanas es un atributo que
alude a su modo de ser dentro de la fan1ilia. Es la situación particular de la persona den-
tro del núcleo fami liar que influye sobre el cúmulo de derechos y deberes estudiados
especialmente por el derecho de familia. Los términos, estado y estado civil y estado de
familia son, por lo tanto, sinónimos.
El estado de la persona se vincula al estado de padre, de hijo, de hermano, de pa-
riente, de soltero, de casado, etc.
El estado participa de los caracteres de todo atributo de la personalidad, tales son:
necesidad, indisponibilidad y unidad. Es característica especial de este atributo la reci-
procidad ya que el estado de una persona corresponde otro correlativo, igual o desigual.
La ley, tomando en cuenta el estado de las personas, le reconoce o no ciertos de-
rechos y los somete o no a ciertas obligaciones. Estos derechos y obl igaciones varían
PARTE GENERAL. PERSONA 37
6. Capacidad
Recordamos, "son personas todos los entes susceptibles de adquirir derechos y con-
traer obligaciones". Este concepto contiene un elemento material (ente) y un elemento
fonnal (aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones).
La aptitud genérica para ser titular de relaciones jurídicas es,justamente, la capaci-
dad de derecho. Ella es inherente al concepto de persona, lo integra y se identifica con
la misma personalidad jurídica. La capacidad que mencionamos como atributo ·de la
persona es la capacidad de derecho.
libertad civil. Pero la ley les instituye representantes legales. Sin embargo, es claro que
las personas jurídicas no tienen capacidad de ejercicio y que actúan por sus represen-
tantes o administradores.
7. Derechos personalísimos
Puede sostenerse que los derechos humanos constituyen un complejo integral, in-
terdependiente e indivisible de los derechos civiles, políticos, económ icos, sociales y
culturales de todo el hombre. A estos derechos se suman los derechos de la solidaridad
o derechos de tercera generación. E llos son consecuencia de las nuevas necesidades del
hombre y de la colectividad humana en el actual grado de evolución.
Dentro del ámbito del derecho privado, la necesidad de proteger y garantizar su
vigencia explica la incorporación sistemática de los llamados derechos de la persona-
lidad o personalísimos en los códigos c iviles modernos o su tratamiento por med io de
leyes especiales.
Los derechos personalísimos aluden, por lo tanto, a los derechos del hombre o
derechos de la persona humana, desde la órbita del derecho privado, particularmente
dentro del derecho civil. Estos derechos sólo pueden predicarse, en consecuencia, con
relación a la persona natural.
Los derechos de personalidad son los que aseguran al hombre el goce y respeto de
todas las potenc ias o facultades inherentes a su condición humana. Protegen las distin-
tas proyecciones fisicas y psíquicas de la persona natural. Son aquellos derechos que
tienen por obj eto los modos del ser fisicos y morales de la persona.
Podemos mencionar los siguientes caracteres de estos derechos:
l. Son derechos orig inarios o innatos en cuanto nacen juntamente con el hombre,
sin requerir medios legales de adquisición. Se trata por lo tanto de derechos ne-
cesarios, que no pueden fa ltar.
2. Son vitalicios, pues acompañan a la persona en toda su existencia y trayectoria.
3. La no-patrimonialidad significa que no integran el patrimonio, sin perjuicio de
que su violación dé lugar a consecuencias o indemnizaciones pecuniarias.
4. Son derechos absolutos. (oponibles erga omnes)
5. Son derechos indisponibles: ello supone intransmisibilidad, inembargabilidad e
imprescriptibilidad.
El Código Civi l y Comercial se dedica el Capítulo 3 del Libro 1, Parte General, a
plantear normas que regulen los derechos personalísimos en consonancia con la ten-
dencia legislativa actual que se orienta hacia la protección de estos derechos a través de
una sistematización integral de los códigos de derecho privado, en los que se incorpo-
ran al derecho privado principios constitucionales y tratados con rango constitucional
que propugnan el respeto de la dignidad persona humana y a sus derecho tales como
la vida, la dig nidad, la intimidad, la imagen, a disponer del propio cuerpo o del propio
cadáver entre otros (art. 75 inc. 22 CN).
En orden a la clasificación de estos derechos se destacan dos grandes sectores,
según que su contenido se fije en el elemento espiritual o en el elemento corpóreo del
sujeto. Los derechos espirituales o incorporales comprenden derecho a la int imidad, a
40 lNSTITIJCJONF.S DE DERECHO Pl{JVAOO
------- -------
la imagen, al honor, a la acli vidad creadora, entre los más destacados. Los derechos cor-
porales abarcan el primordial derecho a la vida, a la integridad fisica, a la disposición
del propio cuerpo y a la disposición del propio cadáver.
Derecho a la vida
El derecho a la vida es el presupuesto y soporte necesario de la existencia de los
reslantes derechos humanos. Estimamos que de este derecho innato no puede derivarse
un poder omnímodo y soberano, sino que, por el contrario, su reconocimiento exige la
fijación de límites.
Como todo derecho, supone el ejercido de una actividad licita que no contraríe
el fin supremo del hombre y los deberes que éste tiene para consigo mismo y para la
sociedad. El individuo debe cuidar su vida, los terceros respetarla y el estado protegerla
y preservarla.
Las facultades de disposición del sujeto sobre la vida quedan muy restringidas.
Fundamentales razones de orden superior se oponen a la legitimación del suicidio,
colaborar o propiciar la eutanasia.
Desde el punto de vista del derecho civil se lo resguarda cuando se impone la
obligación de prestar alimentos a las personas vinculadas por parentesco de consangui-
nidad y afinidad en primer grado (art. 537 y ss. CCyC). También cuando se concede
indemnización a los deudos de quien ha sido privado de la vida (arts. 1741 segundo
párrafo CCyC).
Derecho a la intimidad
La protección de este derecho tiene raigambre constitucional (art. 19 CCyC) y
tiene por fin proteger la reserva espiritual de la vida privada resguardándola de toda
injerencia, fiscalización e intromisión, que no se funde en necesidades sociales o de
interés público.
E l Código Civil y Comercial incorporara el art. 1770, donde ha dado recepción
legislativa a este particular derecho personalísimo.
Las condiciones que deben acreditarse para que proceda la protección de la intimi-
dad son:
J. Perturbación a la intimidad por cualquier medio: El art. 1770 CCyC enuncia
conductas tales como: publicación de retratos y difusión de correspondencia
La intromisión también puede producirse mortificando a otro en sus costumbres
o sentimientos. Intromisión es afligir, causar pesadumbre o molestias por las
costumbres o sentimientos del agraviado (ej., la registración no consentida de
la voz, las preguntas en encuestas forzosas e informes pre ocupacionales tales
como información sobre datos o cualidades sensibles de la persona).
2. Una intromisión arbitraria: Esta condición se vincula con la ilegitimidad o ili-
citud de la perturbación. Será legítima la intromisión que responda a un interés
prevaleciente (por ejemplo, cuando investigan las conductas sobre el patrimonio
de los funcionarios públicos en consonancia con las normas de transparencia y
de gobierno abierto). Si la injerencia está legitimada por alguna causa de justifi-
cación, ésta no es antijurídica.
42 lNSTJTUCJONES DE DERECHO PIUVADO
Derecho de autor
La relativa indefinición de la llamada propiedad intelectual, que se refiere a tales
actividades aconseja distinguir tres aspectos:
l. La materia o cosa en que se objetiva la obra respecto de la cua l se aplican las
normas ordinarias de la propiedad y el tráfico de bienes.
2. El derecho de divulgar y disponer de la creación intelectual, que está sometido a
las reglas especiales de la llamada propiedad inte lectual.
3. Las facultades propias de la condición de autor que ingresan en el ámbito de los
derechos de la personalidad.
Los dos primeros aspectos tienen e l carácter de derechos patrimoniales mientras
que el último tiene un contenido extrapatrimonial.
El derecho de autor o de propiedad intelectua l comprende, entonces, este doble
contenido: uno destinado a garanti zar el disfrute de los benefic ios derivados de la
exp lotación económica de la creación del intelecto; y otro, protector de la condi -
ción de autor.
Aun cuando el creador conceda el derecho de explotación a terceros sobre su obra,
conserva siempre sus derechos extrapatrimoniales.
Distintas facultades conforman este especial derecho; entre e llos podemos mencio-
nar las siguientes:
1. La divulgación de la obra: Es facultad del autor decidir la divulgación o no de la
obra y la forma y manera de llevarlo a cabo.
2. La patern idad de la obra: Consiste en la facultad del autor de ser reconocido
como tal, reivindicar su paternidad y exigir que su nombre o seudónimo aparezca
indicando en la obra en la forma elegida por él o que la obra se divulgue en forma
anónima. En cuanto a las obras divulgadas como anónimas el autor puede revelar
su identidad en cualquier tiempo comprobando su personalidad.
3. La preservación de la integridad de la obra: Una creación intelectual debe ser
divulgada como la realizó el autor.
4. La modificación de la obra: Esta facultad del autor consiste en e l derecho de
corregir, transformar, refundir o continuar la obra, aunque la haya enajenado.
La legislación nacional prevé una serie de formalidades que debe llevar adelante
aquella persona que es plenamente capaz, un proceso volitivo en el cual de manera ex-
presa deberá manifestar directivas médicas anticipadas, que implican conferir mandato
respecto a su salud y en previsión de su propia incapacidad; pues también designará
una persona o personas que han de expresar el consentimiento para los actos médicos
y para ejercer su curatela, pero las directivas que impliquen prácticas eutanásícas se
deben tener por no escrita.
Nuestra ley provincial de derechos del paciente expresamente establece que en
caso de que la IIlujer esté embarazada cesa el efecto de esta declaración de directivas
médicas anticipada,;; atento que existe un interés superior qué es la vida de la persona
por nacer.
b. Segundo período
Nacimiento con vida: La persona hwnana, aun antes de nacer, es persona, es suje-
to de derecho. Pero para que esa personalidad jurídica de que goza ant!fs de nacer se
consolide, con carácter irrevocable y definitivo, será imprescindible que ocurra el naci-
miento con vida. Los requisitos que condicionan la personalidad jurídica, con carácter
irrevocable y definitivo son:
- Que el hijo esté separado de la madre.
- Que lo esté completamente.
- Que después de la separación haya vivido.
- Que sea una criatura humana.
Prescindamos en absoluto del último requisito. Los otros tres se resumen en uno
solo: nacimiento con vida. Es indispensable que después de la completa separación del
feto del claustro materno haya habido vida, aunque haya sido brevísima. Para que se
tenga por cierto el nacimiento con vida, bastará el solo testimonio de las personas que
asistieron el parto, que den fe de que se observaron signos manifiestos de vida.
Prueba: En caso de duda, respecto de si la criatura nació con vida o nació muerta,
se presume el nacimiento con vida (art. 21 in fine CCyC). Incumbe la prueba, al que
alegare lo contrario. La razón que justifica la presunción es una razón de principio: es
el respeto a la dignidad de la persona. ¿en qué ha de consistir la prueba? Esta prueba
es lo que se llama "docimasia", particularmente la "docimasia pulmonar", experiencia
médico científica que se utiHza frecuentemente en los casos de infanticidio, para verifi-
car si ha habido vida o no, después de producido el alumbramiento. Docimasia quiere
decir tanto como prueba o demostración.
vínculo matrimonial, etc. Tenemos como antecedente del Registro del Estado Civil y
Capacidad de las Personas los libros parroquiales. En los siglos XVI y XVII, se des-
pierta la gran preocupación por parte de los monarcas de los países soberanos de Euro-
pa, por la situación de las personas que no profesaban e l culto católico. De esa manera
se llegó a crear también una especie de registro de los disidentes. Se convierte en la
institución que llamamos "Registro del Estado Civil de las Personas".
vida propios del derecho privado. De ahí que la ley intervenga y supla la incapacidad
de ~j'ercicio nombrándole un representante.
Los menores de trece años son considerados como absolutamente incapaces de
ejercicio mientras que los adolescentes considerados limitados en su capacidad de ejer-
cicio estando autorizados estos últimos a realizar por sí únicamente aquellos aclos que
expresamente establece la ley.
Así, en lo referente al ejercicio de los derechos de los menores de edad, el Código
establece que cuando cuenten con edad y grado de madurez suficiente pueden ejercer
por si actos que son permitidos por el ordenamiento jurídico.
Antes de continuar efectuaremos algunas reflexiones con respecto a la mayoría de
edad, pues tenemos algunas reservas.
Nuestra historia legislativa cuenta que el codificador decimonónico la estableció en
su redacción originaria la mayoría de edad a los 22 años en el art. 126 del Código Civil,
luego de la reforma de la ley 170.711 /1968 reduce esta edad a los 21 años mediante
enmienda a dicho artículo, y hasta que la ley de mayoría de edad 26.579 modifica el
mismo reduciendo esa edad a los 18 años, lo que es receptado en el art. 25 del CCyC
por contrario sensu.
Debo advertir que la tendencia mundial en materia de adolescencia como etapa
psico-evolutiva tiende a prolongarse temporalmente 1, mientras que la tendencia legis-
lativa al momento de establecer el límite temporal de la adolescente adopta un criterio
inverso. Si entendemos que la minoridad es una forma de protección al incapaz y lo
que busca en su tutela el criterio que sigue el CCyC es inadecuado e incoherente, pues
creemos que una persona adquiere la madurez no sólo por el transcurso del tiempo,
sino cuando gestiona su vida y se es responsable de sus actos. Esta gestión de la vida
implica asumir consecuencias patrimoniales y personales con responsabilidad~ lo que
psicológicamente está probado que en el caso de los adolescentes en la actualidad esta
capacidad de independencia y responsabilidad patrimonial, la adquieren a edad más
avanzada, ciertamente más allá de los 18 años, confesión de ello son las normas tuiti-
vas a-dstenciales que el CCyC establece en cuestión de alimentos extiende ese derecho
hasta los 21 años (art. 662 CCyC) y en el caso de que se capacite hasta el 25 años (art.
663 CCyC). En consecuencia, esta extensión de La tutela económica en materia de
prestación de alimentos se contradice con la baja de La mayoría de edad a los 18 años
que desampara al menor, haciéndolo vulnerables patrimonialmente atento que la plena
capacidad de ejercicio trae aparejado como consecuencia su responsabilidad plena con
respecto a los actos jurídicos a celebrar.
Con respecto a decisiones sobre su salud, es importante también discriminar res-
pecto a los menores de edad, el adolescente que tiene entre 13 y 16 años posee aptitud
para decidir por sí, siempre que los tratamientos que no resultan invasivos y compro-
meten su estado de salud, ni provoquen un riesgo grave a su vida, caso contrario deberá
prestar su consentimiento con asistencia de sus progenitores y en caso de conflicto en-
tre ambos se resuelve teniendo en cuenta el interés superior del menor sobre la base de
-.._ Emancipación
Los menores que contrajeran matrimonio se emancipan y adquieren capacidad
civil, con las lim itaciones previstas en los arts. 28 y 29 del CCyC.
La emancipación por matrimonio es irrevocable, y produce el efecto de habilitar a los
r casados para los actos de la vida civil, con las limitaciones de los artículos antes señalado.
Restriccion es a la capacidad
El art. 3 1 CCyC reza que la restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige
,... por las siguientes reglas generales: a) la capacidad general de ejercicio de la persona
humana se presumen aun cuando se encuentra internada en un establecimiento asisten-
cial; b) las limitaciones de la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siem-
pre En beneficio de la persona; c) la interdi sciplinario, tanto en el tratamiento como el
proceso judicial; d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios
y tecnologías adecuadas para su comprensión; e) persona tiene derecho a participar en
el proceso j udicial con asistencia letrada, que debe ser proporcionada por el estado si
r
carece de medios; y f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas
de los derechos y libertades.
,,....... El alumno futuro profesional de ciencias económicas debe conocer que este pro-
ceso por el cual el juez lleva adelante una declaración de restricción o limitación de la
capacidad impl ica un trám ite judicial humanizado atento que la participación de quién
se pide la incapacidad es necesaria sobre todo que es importante destacar que la sen-
tencia deberá ser inscripta. en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas
,... debiendo revisarse judicialmente cada tres años según lo establece el a.rt. 40 del CCyC.
,,....., Es importante saber que de acuerdo a la incapacidad -si es plena o relativa- se le
van a nombrar respectiva.mente un curador que lo va a representar en todos los actos de
r la vida priva.da y en el caso de que sea restringida se le nombrará un sistema de a.poyo
quien en vez de representarlo lo asistirá en los actos de la vida c ivil.
50 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Inhabilitados
El art. 48 del CCyC establece que la inhabilitación podrá solicitarse a los efectos
de que el inhabilitado no pueda realizar actos de disposición por actos entre vivos y
demás actos que e l juez fije en la sentencia (art. 48 del CCyC) siempre que se den estas
situaciones fácticas:
1) El pródigo que posea cónyuge, conviviente, hijos menores o con discapacidad
que con sus actos pueda poner el riesgo su patrimonio. Aquí la prodigalidad o sea la
tendencia a dilapidar su patrimonio, generalmente que es consecuencia de otras patolo-
gías como la ludopatía, pone en riesgo el patrimonio familiar.
2) Toda otra persona que'padece una alteración funcional, permanente o prolonga-
da, fisica o mental como puede ser el mal de Alzheimer o una persona con avanzada
edad, que dicha situación le produzca una desventaja considerable para su integración
familiar, social, educacional o laboral.
Régimen legal
La ausencia de una persona de su domicilio de la República, durante un tiempo
fijado por ley de acuerdo a las circunstancias en las que la desaparición se haya pro-
ducido, y sin que se tengan noticias de ella, lleva a la declaración judicial de muerte
presunta. Este juicio de declaración de presunción de fallecimiento concluye con la
fijación del dia presuntivo de la muerte y la anotación de la sentencia en el libro respec-
tivo del Registro Civil.
La presunción de fallecimiento por ausencia, que lleva la declaración de muerte,
tiene importancia pues este acontecimiento resulta antecedente para la adquisición o
extinción de derechos.
Casos y términos
A) Caso ordinario: Esta hipótesis supone la ausencia de una persona del lugar de
su domicilio o residencia de la República durante tres años contados a partir de
52 INSTITC"CIONES DE DERECHO PRIVADO
la última noticia que se tuvo del ausente (art. 85 CCyC). El día presuntivo de
fallecimiento será el último dia del primer año y medio de su desaparición.
B) Casos extraordinarios: En esta hipótesis, la presunción de muerte se halla forta~
lecida por las circunstancias que rodean la desaparición, por lo que es justificado
que se acorten considerablemente los plazos con relación al caso ordinario y que
éstos varíen en cada uno de los supuestos.
- Caso de sucesos de riesgo letal: La muerte de una persona se presume cuando se
hubiere encontrado en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u otros
sucesos semejantes susceptibles de oca,;;ionar la muerte y no se tuvieren noticias
de ella por el término de dos años contados desde el día que ocurrió o pudo ocurrir
el suceso (art. 86 inc. a CCyC). El dia presuntivo del fallecimiento será el día del
suceso o si éste no estuviese determinado, el día del término medio de la época en
que ocurrió o pudo haber ocurrido (art. 90 inc. d CCyC)
- Casos de accidentes marítimos o aéreos: Este supuesto requiere la presencia
de una persona en una nave o aeronave que naufrague o se pierda, sin que se
tengan noticias de ella por el término de seis meses, contados desde el día en
que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido (art. 86 inc. c CCyC). El día pre-
suntivo de fallecimiento será...el último día en que se tuvo noticias de la nave
o aeronave en cuestión.
Los casos extraordinarios aluden a lo que se ha llamado en doctrina desaparición
de las personas por oposición a la desaparición de los cadáveres. La diferencia radica
en que la desaparición de cadáveres hay certeza de la muerte, pese a la imposibilidad
de encontrar el cuerpo sin vida o de identificarlo. En la desaparición de las personas
surge la presunción <le la muerte en virtud de la falta de noticias durante el tiempo y las
circunstancias previstas por ley.
Procedimiento
El procedimiento judicial para la declaración de la muerte presunta ha sido fijado
por el art. 88 CCyC, que trata los siguientes aspectos:
- Juez competente y personas que pueden solicitar la declaración de ausencia y
extremos que deben acreditarse (art. 87 CCyC)
- Designación de curador del ausente, citación de éste por edictos y nombramiento
de un curador de sus bienes (art. 88 CCyC)
- Declaración de fallecimiento presunto (art. 89 CCyC)
Efectos
A) Respecto a los bienes: La fijación del día y la hora presuntivos de la muerte
permite abrir el juicio sucesorio del causante quedando debidamente establecido
quienes son sus herederos. Los efectos de la declaración de muerte presunta no
son idénticos a los que produce la muerte natural. La ley contempla las dos eta-
pas que han sido llamadas por la doctrina período de prenotación y periodo de
dominio pleno.
- Período de prenotación: En esta etapa los herederos reciben el dominio de los
bienes previo inventario. Si son bienes registrablcs se inscriben con la prenotación
PARTE GENERAL. PERSONA 53
del caso ( art. 9 1 CCyC); ello significa que se deja constancia en el registro, que
se trata de una declaratoria de herederos derivada de un fallecimiento presunto.
En este período los herederos o legatarios podrán hacer partición de los bienes, pero
para e najenarlos o gravarlos necesitarán autorización judicial. Se tiene el derecho de
usar y gozar de los bienes, pero no se puede disponer de e llos sin cumplir con el trámite
de la autorización j udicial.
Puede prescindirse de este período cuando, al fijarse el día presuntivo del falle-
cimiento, hubiesen pasado 5 años después de aquél o hubiese ya cumpl ido 80 años el
desaparecido (art. 92 CCyC)
- Período de dominio pleno: Esta etapa marca el fin de la anterior. Después de
5 años contados a partir del día presuntivo del fallecimiento o transcurridos 80
años desde el nacim iento del presunto fallecido, los herederos y legatarios pueden
disponer libremente de los bienes. El derecho real, no obstante, continúa siendo
resoluble por la posibilidad de que aparezca e l ausente.
Llegado el período de dom inio pleno, la sociedad conyugal se disuelve y podrá
liquidarse (art. 92 CCyC). Hasta ese momento los bienes gananciales han quedado
al margen de la transmisión sucesoria salvo que el cónyuge hubiere contraído nuevas
nupcias, o hubiere optado por pedir la división j udicial de estos bienes una vez fijado e l
día presuntivo del fa llecimiento y durante e l período de pre notación.
B) Respecto al matrimonio: La declaración de fallecim iento presunto autoriza a l
otro cónyuge a contraer nuevo matrimonio, pero no produce la disolución del
primer vínculo matrimonial. Este subsiste mientras no se haya contraído un nue-
vo matrimonio. Si reapareciese el cónyuge ausente después de celebrado el se-
gundo matrimonio, es este último e l que subsiste válidamente.
1. Introducción
El Libro Pri mero, en su Título II dedica su articulado a las personas jurídicas y las
caracteriza como" .. . todos los entes de los cuales el ordenamiento jurídico les confiere
aptitud para adquirir derecho y contraer obligaciones para el cumpl imiento de objeto y
los fi nes de su creación".
Di ferentes denominaciones se han elaborado doctrinariamente para designar es-
tos entes colectivos: personas colectivas, personas civiles, personas morales, personas
ideales, personas ficticias y personas j urídicas.
En nuestro ordenamiento se da la existencia de una doble conformación en sus
elementos: uno material y otro formal.
En el caso que nos ocupa, e l elemento material está dado por la organización, con-
formado por un sustrato complejo ya sea de una o más personas y de bienes, al que el
Este punto del programa ha sido abordado sobre la estructura conceptual de los estudios realizados
en coautorfa con la Dra. María Virginia Bertoldi de Fourcade, titulado "Personalidad de las personas
jurídicas", en Clases de derecho civil. Parte general, Advocatus, Cba., marzo de 1996.
54 INSTITUCIONES DE ÜERECHO PRfvADO
derecho, en atención a su objeto y sus fines les reconoce personalidad jurídica; es decir,
capacidad de derecho.
2. Caracteres
3. Elementos
,,...... 4. Creación
5. Capacidad de derecho
Clasificación
Remitimos a su estudio siguiendo la enumeración de las personas j urídicas pú-
blicas (art. 146 CCyC) y las personas jurídicas privadas (art. 148 CCyC), debiendo
destacar que las segundas serán nuestro objeto de estudio.
RIVERA, Julio César y M EDINA, Graciela, Derecho civil. Parle general, Abeledo-Perrot, Bs.As., 20 17,
p. 484.
PARTE GENERAL. PERSONA 57
l. Cosas y bienes
En los arts. 15 y 16 del Titulo Preliminar, el CCyC se refiere a los bienes y a las
cosas de dificil comprensión y no define a los bienes, limitándose a señalar que los bie-
nes materiales susceptibles de tener un valor, se llaman cosas y que los derechos indivi-
duales que las personas tienen sobre los bienes, integran su patrimonio por recaer sobre
bienes susceptibles de tener un valor económico. En consecuencia, para el derecho, las
cosas son objetos materiales susceptibles de tener valor, mientras que bienes en sentido
estricto, son un objeto inmaterial susceptible de valor; pese a que el CCyC nos habla de
cosas y bienes en forma de sinonimia.
Sin embargo, recién en el Capitulo Tercero, corno hemos dicho anteriormente, se
dedica a los bienes con relación a las personas y los derechos de incidencia colectiva.
Por lo que hubiere sido una mejor técnica legislativa, conceptualizar éstos, pero co-
mienza seguidamente a tratar esta clasificación.
60 INSTITUCIONES DE ÜERECHO PRIVADO
----- -------
Así, vamos a distinguir que los bienes en relación a las personas, son aquellos que
éslas tienen, la potestad de disponer libremente, sin perjuicio de los bienes en relación
a los derechos de incidencia colectiva; es de destacar la importancia de su estudio, ya
que el art. 240 del CCyC establece un límite al ejercicio de los derechos individuales,
imponiendo al titular de un derecho real, que sólo podrá ejercerlo teniendo en cuenta,
los límites que le impone el derecho administrativo nacional y local, en cuanto a las
norma,;;; que posee el interés público. Tampoco podrá afeclar la sustentabilidad de los
ecosistemas, de la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua, los valores culturales, el
paisaje, entre otros, según los criterios previstos en leyes especiales.
Esta norma impone un fuerte límite al ejercicio de los derechos individuales sobre
los bienes, debido a que la titularidad de un bien, no puede pensarse de manera plena,
sino que al momento de asesorar una adquisición para un determinado fin, deberán te-
nerse en cuenta estas barreras que impone el art. 240 CCyC. Por ejemplo, al momento
de asesorar en la compra de un inmueble rural, a los efectos de una explotación agrí-
cola intensiva, sin duda, debemos tener en cuenta los límites de la sustcntahilidad de
los ecosistemas, la llora, la fauna y la biodiversidad, protegidos por la ley de bosques,
que limitarán y/o impedirán y/o condicionarán el tipo de explotación al cual lo debo
someter; tema que el alumno, futuro profesional de ciencias económicas, no podrá des-
conocer para un adecuado asesoramiento.
Sin perjuicio de lo expresado, en este punto, debemos decir que el CCyC inicia
su tratamiento, en el Titulo 111 -Bienes-, del Libro Primero, con buen tino, tal como
seguidamente lo trataremos.
2. Clasificación
2.1.2. Muebles
Son cosas muebles las que pueden transportarse de un lugar a otro, moviéndose
por sí mismas, o por una fuerza externa, con excepción de las que sean accesorias a los
inmuebles (art. 227 CCyC).
Son también muebles todas las partes sólidas o fluidas del suelo, separadas de él,
como las piedras, tierra, metales, etc.
El CCyC posee una ausencia de definición, sin perjuicio de ello, podemos decir,
que el conjunto de los bienes de una persona constituye su patrimon io, según lo definie-
ra magistralmente Dalmacio Vélez Sarsfield en el antiguo art. 2312 del Código Civil.
Este concepto puede ampliarse, diciendo que el patrimonio es la universalidad ju-
rídica de todos los derechos activos y pasivos pertenecientes a una persona, en cuanto
son bienes susceptibles de tener un valor pecuniario (art. 15 CCyC).
64 lNSTITUClONES DE DF:RPCHO PRrvAUo
Dentro de estos derechos tenemos: derechos reales, son derechos sobre las cosas;
derechos personales también llamados obligaciones y los derivados de la propiedad
intelectual.
El patrimonio es un concepto jurídico, pero devenido de las ciencias económi-
cas pues sin duda, el alumno como futuro profesional de las mismas, generalmente
está más habituado a manejar este concepto, desde el punto de vista contable y de la
administración lo que le permite acceder a un conocimiento previo a esta conceptua-
lización jurídica.
Aquí el patrimonio, no solamente implica la conformación de un activo y un pa-
sivo, según las norma~ contables vigentes, sino también en este patrimonio, se inclu-
yen algunos intangibles que tienen un valor económico certero. Así a1 momento de
establecer el patrimonio, tanto una persona jurídica como una persona flsica, requiere
balances especiales (EECC ad-hoc) o en trabajos de valuación especiales a "los fines
de complementar el valor, que reflejan los estados contables de una empresa Ocurre,
generalmente en los procesos de adquisición de empresa en marcha, cuyo fin es deter-
minar el valor del palrimonio de la empresa, no es el provisto por el VPP que surge de
los estados contables, sino que también se deben mensurar intangibles, como son la
clientela o la marca en busca de una adecuada tasación de la empresa.
Seguidamente veremos que la necesidad de determinar el patrimonio de una perso-
na es importante, tanto para el derecho sucesorio, como el derecho de crédito o de las
obligaciones, como analizaremos a continuación.
créditos sobre todos los bienes (acción, ejecutivas preventivas; integrativas del patri-
monio, ejecución colectiva)".
Esta función del patrimonio hace que el alumno futuro profesional de ciencias eco-
nómicas, muchas veces estará asesorando a los acreedores, ya sea empresas o bancos,
en el análisis de riesgo crediticio de los deudores, analizando garantías frente a una
determinada transacción, por lo que es importante para e llos entender este concepto en
un sentido íntegro.
1. Hecho jurídico
como delilos, que son aquellos actos realizados a sabiendas y con intención de daf'iar,
retlejados en el factor subjetivo de atribución dolo: o los llamados en la doctrina clásica
cuasidelitos, que son aquellos actos que devienen de no observar las diligencias nece-
sarias que requiere la naturaleza del acto según las circunstancia.,;;; de persona, <le tiempo
y de lugar, reflejados en el factor subjetivo de atribución culpa.
En ambos casos, de la conducta ilícita nace la obligación de reparar los daños cau-
sados, propia de la responsabilidad civil (art. 1717 CCyC).
Los actos involuntarios en principio general no generan responsabilidad alguna,
salvo se pem1ite atribuir la responsabilidad en virtud del factor objetivo de atribución
equidad, que establece que el autor de un daño causado por un acto involuntario res-
ponde por razones de equidad (art. 1750 primer párrafo del CCyC).
Los actos lícitos entonces se pueden clasificar en simple acto lícito que constituye
un acto humano, voluntario, lícito, del que resulta alguna adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art. 258), tales como la caza o la pesca
libre, atento a que se adquiere un derecho sobre el animal sin contrato o convención
previa; y actos jurídicos que seguidamente desarrollaremos.
Vicios de la intención
El error se debe distinguir entre error de hecho y error de derecho. Cuando deci-
mos error de derecho, nos estamos refiriendo a la ignorancia o al error en cuanto recae
directa sobre la norma jurídica, mientras que si recae el error, sobre la situación regida
por una norma jurídica, es un error de hecho.
La ignorancia de las leyes, o el error de derecho en ningún caso impedirán los
efectos legales de los actos lícitos, ni excusará la responsabilidad por los actos ilícitos.
La buena fe, como estado de conciencia, puede asentarse sobre ignorancia o error
de hecho, pero no sobre, ignorancia o error de derecho ya que es inexcusable.
Para que el error de hecho sea excusable, es indispensable que haya habido razón
para errar. El juzgador, iluminado por el sentido común, entenderá que ha habido razón
para errar cuando atento a todas las circunstancias particulares del caso, el error se
torna justificable.
En materia de actos ilícitos, el error de hecho será excusable, cuando recaiga
no sobre circunstancias accidentales, s ino sobre el hecho mismo que constituye el
acto ilícito. --.
El error puede ser esencial o accidental. El único capaz de constituir una causal de
invalidez, es el error esencial. El error sobre la naturaleza del acto jurídico anula todo
su contenido, y también es anulable el relativo a la persona con la cual se forma la rela-
ción de derecho (art. 267 CCyC), pero el error de cálculo no invalida el acto salvo que
sea determinante al momento de la celebración del acto (art. 268 CCyC). Por ejemplo,
el error sobre la cantidad, extensión o suma, torna invalido el negocio. Mientras que el
error accidental no afecta la validez el negocio jurídico.
Además, para que sea excusab le el error, el CCyC establece debe ser reconocible
cuando el destinatario de la declaración, lo pudo conocer según naturaleza del acto la
circunstancia de persona, del tiempo y lugar (art. 266 CCyC) o sea que el destinatario
tuvo la posibilidad reconocerlo.
Mientras que el dolo, como vicio de la voluntad es toda aserción de lo falso o disi-
mulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para
la celebración de un acto jurídico (art. 271 CCyC). También llamado error provocado
pues en este caso una de las partes con su conducta, hace caer en error de hecho a la
otra. Por ejemplo: acción dolosa, es aquella que mediante un ardid oculta la veracidad
de un cuentakilómetros de un automotor, disimulando la verdad de los numerosos kiló-
metros que los que efectivamente posee.
PARTE GENERAL ÚBJF.TOY CAUSA EFICrENTE 69
Vicios de la libertad
Los actos voluntarios o la volunta~ también posee vicios como los hemos enume-
rados precedentemente, y son las fuerzas fisicas irresistibles que afecta a la libertad de
ejecucíón y la intimidación, que afecta a la libertad de elección o moral.
La fuerza flsica irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir un mal
grave e inminente, que no se puede contrarrestar, evitar en la persona o bienes de la par-
te o de un tercero, son causas de la nulidad del acto (art. 276 CCyC). En consecuencia,
el acto no es válido al carecer de voluntad.
En ese orden. podemos tomar como ejemplo de fuerza fisica irresistible, el caso
de un choque en cadena, la fuerza fisica irresiscible del impacto del automóvil que
impulsa originariamente a los demás vehículos colisionados, hacen que no se le pueda
predicar voluntad al conductor del vehiculo que estaba estacionado en el medio de la
cadena, y menos aún que quisiera, no pudo frenar el fuerte impacto, transformándose
en un instrumento fisico, de quién será el responsable que es el embistente originario.
Tampoco se puede predicar como válido o imputable, el acto del cajero de banco que
ante la amenaza de muerte de una persona con pistola, entrega el dinero al delincuente
que perpetra el asalto a la entidad financiera.
l. Elementos esenciales
Respecto a los actos jurídicos, debemos decir que sus elementos esenciales que
enumera la pacífica doctrina son: el sujeto, el objeto y la causa, mientras que algunos
autores, con los que discrepamos, agrcgtm además de estos elementos, la forma como
un elemento constitutivo del negocio jurídico.
Estos elementos esenciales del acto o negocio jurídico, deberán observarse sanos
al momento de analizar la validez del mismo, pues su falta o vicio, traerán aparejado
la nulidad del acto como casual de ineficacia estructural, como lo analizaremos en el
abordaje de las ineficacias del acto jurídico.
En cuanto al sujeto, deberán cumplirse con dos requisitos esenciales, por un lado la
voluntad sana y por otra la capacidad al momento de realizar un acto o negocio jurídico.
La primera deberá analizarse en concreto, si el acto cumple con el procedimiento
interno sano y sin vicios; y la manifestación externa del mismo como lo hemos estu-
diamos en este capítulo.
Con respecto a la capacidad, debemos decir que la persona que actúa en una rela-
ción jurídica, deberá poseer la capacidad de derecho y de ejercicio, suficiente para la
validez del negocio jurídico.
70 lNSTITCCIONl:S DE DERECHO PRIVADO
Es así que, la persona podrá actuar por sí, ejecutando la capacidad propia de ejer-
cicio o deberá actuar por intermedio de un representante que remedie esta carencia,
pues si la persona posee una restricdón o limitación a su capacidad de ejercicio, sus
representantes legales forzosos, ya sea sus padres, o bien el sistema de apoyo o la cu-
ratela brindarán la subsanación adecuada, para que el acto jurídico puede ser realizado
válidamente cumpliendo el requisito de la capacidad.
El CCyC establece una serie de reglas con respecto a la representación, que debe-
rán observarse al momento de la celebración del acto jurídico en el art. 358 y ss.
Por tanto, al analizar la capacidad del sujeto in concreto, habrá que distinguir si la
persona se constituye como parte del mismo, pues sobre ella van a impactar sus efectos,
coincidiendo de esa manera el carácter de compareciente y parte en el negocio jurídico, o
caso contrato la parte podrá hacerse representar de manera voluntaria o forzosa al siendo
este último el compareciente no parte al momento de la celebración del acto jurídico.
Por ejemplo, en una escritura pública de compraventa de un inmueble, puede suce-
der que la parte es una persona determinada, podrá comparecer por sí al negocio jurídi-
co constituyendo el carácter de celebrante o compareciente, o que como compareciente
actúe en su nombre y representación ya sea por voluntad de la parte -representación
voluntaria- o por fuerza de ley cómo son los casos descriptos anteriormente median-
te la llamada representación forzosa, por lo que escribano público deberá corroborar
como guardián de la validez.
En conclusión, parte es la persona sobre la cual van a recaer los efectos jurídicos y
las consecuencias del acto, mientras que el compareciente es la persona que celebra el
negocio jurídico pudiendo o no, ser parte del mismo, atento que puede realizar el acto
en ejercicio de la representación,
En cuanto al objeto del acto jurídico, debe cumplir con condiciones del art. 279
del CCyC bajo pena de nulidad, éste reza: "El objeto del acto jurídico no debe ser un
hecho imposible o prohibido por la ley; contrario a la moral, a las buenas costumbres,
al orden público, o derecho ajeno o de la dignidad humana. Por lo que tampoco podrá
ser un bien que por un motivo especial sea prohibido que lo sea".
Por lo que vemos, el CCyC proclama el principio de libertad de forma, pues
las partes pueden establecer libremente el contenido o el objeto de los negocios
jurídicos con estos límites preestablecidos que el art. 279 del CCyC, lo expresa de
manera negativa.
Por lo que, del análisis del artículo debemos determinar que establece requisitos
comunes a los hechos y a las cosas o bienes; que son:
a) La posibilidad material y jurldica que implica que, tanto fáctica como jurídica-
mente sean posibles, la primera es la posibilidad material son ejemplos comunes
de no poder obligar a cruzar el mar a nado o tocar el cielo, o jurídicamente cele-
brar un contrato de mutuo de cosas no fungibles.
b) Determinabilidad, debe ser el objeto precisado exactamente al momento de celeM
brar el acto o detenninable al momento de cumplimiento mediante mecanismos
o métodos para ello (art. 1005 y 1006 CCyC).
e) Prohibidos, tales como lo hemos analizado al momento de analizar las cosa,;; que
están fuera del comercio y los hechos ilícitos que son prohibidos por el ordena-
miento jurídicos, tales como el delito o el cuasidelito.
PARTF. GF.NERAL, ÜRJF.TO Y CAUSA EFICIENTE 71
Los elementos accidentales, que son aquellos que pueden o no existir, son las
modalidades, tales como: la condición, el plazo y el cargo. Estos han sido recepta-
dos en el CCyC en los arts. 343 y ss., y con buena técnica legislativa, los incluye
en la parte general.
2. I Condición
La condición es un hecho contingente, futuro e incierto, al cual se somete la plena
eficacia o la resolución de un acto jurídico (art. 343 CCyC).
Cuando hablamos de condición debemos destacar que es innato a este insti-
tuto, el carácter contingente, debido a que la condición puede o no ocurrir, por lo
que los romanos nos enseñaban mediante el adagio incertus et incertus quandum.
Por lo que es un hecho incierto y que también es incierto cuando va acaecer e
hipotético caso que suceda.
Es ejemplo de ello, el club que promete un premio, en ocasión a que debute en la
primera de un club de fútbol, es un hecho incierto que puede o no ocurrir.
72 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2.2. Plazo
El plazo es un hecho necesario y futuro, al cual se somete la exigibilidad o la ex-
tinción de un negocio jurídico (art. 350 CCyC).
En este caso los romanos, decían que el plazo determinado era certus et certus
quandum, siendo el indeterm inado certus et incertus quandum.
Un ejemplo de este modalidad de plazo determinado, cuando se establece el venci-
miento de un contrato para el 30 de abril del corriente año o de un ejercicio fiscal para e l
31 de diciembre de cada año; y de plazo indeterminado el caso en que se haya acordado
iniciar un obra de construcción de una casa, cuando se levante la posibilidad de circular
libremente, en contratos realizados durante el plazo de vigencia del DNU 297/2020 en
tiempos la ley de aislam iento preventivo y obligatorio por la pandemia del Covid-19
pues sabemos que algún día se va a levantar pero no cuando.
2.3. Cargo
El cargo es una prestación accesoria impuesta al adquirente de un negocio jurídico
(art. 354 CCyC). Generalmente va de la mano de negocios jurídicos, a título gratuito
como son la donación; por ejemplo, donó un colecti vo a la Municipalidad, con el fi n
que se lo util ice para el traslado de niños, de las escue las deportivas o donó un terreno ,..._
para que se construya un establecimiento ed ucativo.
Con respeto a los efectos de los actos jurídicos, el Código Civil y Comercial de
la Nación no destina un acápite en su parte general, tal como se hubiera aconsejado
pedagógica y didácticamente una excelsa técnica legislativa, sino qué su tratamiento
lo desenvuelve en materia de contratos, siendo aplicable esos principios a todos los
negocios o actos jurídicos (arts. 102 1 y 1022 CCyC).
La regla es que los actos j urídicos tienen solamente efecto entre las partes, no tras-
ladándose los mismos a terceros. Sin embargo, los actos pueden traer algunos efectos
frente a los sucesores y terceros.
El art. 398 del CCyC establece el principio general, que todos los derechos son
transm isibles; salvo estipulación de las partes, prohibición legal o que la transmisión
importa una violación, a la buena fe, la moral o las buenas costumbres.
Entonces, podemos determinar que la transmisión de los derechos, se puede dar de
dos maneras una a título universal por la cual la persona transmite todo su patrimonio,
y otra a título particular, en el cual se transmite los derechos sobre un bien determinado;
pudiendo ser la sucesión por actos entre vivos o inter vivos o por causa de muerte o
mortis causae. Por lo que un sucesor universal, mortis causae, sería un heredero forzo-
so que tiene la vocación hereditaria a adquirir todo o parte del patrimonio de acuerdo a
la existencia de coherederos; o el caso de un sucesor particular inter vivos el adquirente
lo sea por un contrato de compraventa de un bien.
En ambos casos, surge como regla que nadie puede transmitir a otro un derecho
más extenso del que posee, tal como lo hemos mencio nado, al tratar los principios del
derecho que deviene de la regla nemo plus iuris del derecho romano (art. 399 CCyC).
PARTE- GE-NERAL. Üll!ETO Y CAUSA EFICIENTE 73
Sin perjuicio de ello, debemos advertir que esta regla no es absoluta, pues debe
adecuarse a otro principio del derecho que es la protección de los terceros subadqui-
rentes de buena fe a título oneroso, de derechos tanto personales como reales (art. 340
y392 CCyC)
En cuanto los terceros, como regla general, hemos dicho que los actos jurídicos no
pueden producir efectos excepto las partes, no pudiendo generar efectos en aquellas
personas que no han intervenido en la celebración del negocio jurídico que llamaremos
terceros.
La doctrina distingue a terceros confonnando dos categorías, los terceros no inte-
resados y los terceros interesados.
En este punto, citamos la distinción que hace el Dr. Julio César Rivera, cuando
dice: "Son terceros interesados aquellos que pueden ostentar un derecho subjetivo o un
interés legítimo afectado por la relación jurídica. Tales son los sucesores particulares,
los titulares de derechos reales sobre cosas que son objeto de la relación jurídica, los
acreedores privilegiados o quirografarios de la parte del negocio, los que ejercen el
derecho de retención sobre cosas objetos del negocio. (..) . Terceros no interesados,
o penitas extranei, son aquellos totalmente ajenos al negocio y- a sus efectos pues no
tienen derechos suQjetivos o intereses legítimos afectados por el acto jurídico" 1•
Sin perjuicio de esta regla existen algunas excepciones, en las cuales se trasladan los
efectos de un acto juridico a los terceros, como es la hipótesis planteada por el artículo
1027 (CCyC) que dispone, cuando en un contrato las parles establecen estipulaciones,
a favor de un tercero beneficiario o el tercero interesado; o en caso, del tercero acreedor
que interpone la acción de fraude en busca de declarar ese acto, le sea inoponibte para
poder hacer efectivo el cobro de su acreencia (art. 338 CCyC); o el cai:;;o del acreedor,
donde un tercero se subroga, en los derechos del deudor y este deja de ejercerlos (art.
736 CCyC): todos temas, que analizaremos en este libro a cuyo estudio remitimos.
RTVF.RA, Julio C. y MEDINA, Graciela, Derecho civil, Parte general, Aheledo-Perrot, As. As., 2017, ps
650 y 651.
CAPÍTULO IV
PARTE GENERAL. FORMA. INEFICACIA. RESPONSABILIDAD
1. Concepto
3. Fundamento de la forma
4. Instrumentos públicos
conozca personalmente, o bien hechos que ocurran ante su propia presencia. Tal
insinceridad, que también suele llamarse simulación, puede probarse en juicio, de
manera que respecto de las cláusulas dispositivas que hacen a la propia sustancia
del acto, el instrumento público hace plena fe de las partes y respecto de terceros
salvo la prueba de lo contrario (art. 296 CCyC).
4. 6. Requisitos
De más está decir que las escrituras públicas, tal cual lo declara el art. 299 del
CCyC que sólo pueden ser hechas por escribanos públicos o por otros funcionarios au-
torizados para ejercer las mismas funciones, como ser un juez de paz, o pueden hacerlo
también funcionarios diplomáticos en determinadas circunstancias.
Son requisitos generales de las escrituras públicas:
1. Deberán ser labradas en el libro de Registro o Protocolo. que debe llevar cada es-
cribano y que estará numerado, rubricado y sellado según las leyes en vigor (art.
300 CCyC), pudiendo realizarse por medios electrónicos lo cual es el llamado
Protocolo Notarial Digital.
2. Deben redactarse en idioma nacional (art. 301 CCyC).
3. Deben contener la mención del lugar y la fecha en que se otorguen: asimismo, el
nombre y datos personales de las partes (art. 305 incs. a y b CCyC).
4. Deben contener la naturaleza del acto y la individualización de los bienes que
constituyen su objeto (art. 305 inc. e CCyC).
5. Deben llevar las firmas de todas las partes intervinientes y del escribano, y asimismo
la finna a ruego de alguna de las partes en su caso, como también la firma de los
testigos, en los casos que fuere requerida la presencia de éstos (art. 305 inc. fCCyC).
Es así como el escribano dará fe de la identidad de las partes que comparecen ante
su presencia, posteriormente dará lectura completa de las escrituras, y al final, firmarán
el escribano y todas las partes intervinientes.
los colegios de escribanos o el Estado le podrán imponer en virtud del poder de policía
disciplinario (art. 309 in.fine CCyC).
El instrumento privado es toda escritura que lleva las firmas de los otorgantes y que
hace plena fe de su contenido respecto de las partes y de los sucesores a título universal,
luego que la firma haya sido reconocid a o se la tenga por reconocida en virtud de la ley.
El requisito esencial del instrumento privado es la firma de los otorgantes, que
prueba su autoría (art. 288 CCyC).
La firma puede ser la simple escritura ológrafa que la persona hace de su nombre y
apellido; o sig no que una persona util iza en fonna habitual como expresión de volun-
tad, en que la persona deja constancia escrita de sus manifestaciones o declaraciones de
voluntad, o en su caso la firma d igital.
Si alguno de los firmantes está imposibilitado de hacerlo o no sabe firmar puede
dejarse constancias de la impresión digital o mediante la presencia de dos testigos (art.
3 13 CCyC).
Por tanto, todo instrumento privado, todo escrito privado, todo escrito emanado de
particulares constituye un med io de prueba, esté o no esté firmado.
El único instrumento que es instrumento privado propiamente dicho, es tan sólo el
que tiene la firma de los otorgantes.
5.2. El requisito del doble ejemplar. Caso de excepción. Nulidad por la falta de este
requisito.
Aparte del requisito indispensable en d Código de Vélez Sarsfield (art. 1012 Códi-
go Civil derogado), la doctrina la llama de ejemplar o testimonio plural. Este requisito
no está establecido en el CCyC como requisito de validez. Sin embargo, en la práctica
profesional es aconsejable que existan tantos instrumentos como partes intervengan
en el acto. Pero en forma excepcional para una debida protección del consumidor el
CCyC obliga la entrega de un ejemplar por el proveedor o banco tanto en el ámbito de
los contratos de consumo como en los bancarios.
5.3. El reconocimiento
El reconocimiento de la firma ha de presentarse los siguientes casos.
Que sea reconocida en forma espontánea, sin que medie intimación judicial
(art. 314 CCyC) o que medie un reconocimiento provocado judicialmente pues ante
la citación no podrá ni dejar de comparecer a juicio debidamente citado y emplaza~
do, ni tampoco comparecer y guardar silencio, abstenerse de decir si la firma es o
no suya. Imaginemos las distintas hipótesis y dice: "la firma es mía"; tal es el caso
de reconocimiento expreso.
Imaginemos que se cita a aquel contra quien se opone el instrumento privado en
juicio, o bien sus herederos; ninguno comparece, ni la parte que intervino ni sus here-
deros. Esa incomparecencia vale tanto como reconocimiento tácito. El silencio cons-
PARTF. GENERAL, fORMA. lNIJF!CACTA. RESl'ONSARl!.lDAD ,1
titu.ye para los códigos procesales una regla que importa excepción al art. 263 CCyC,
imponiendo la obligación de expresarse si no se tiene la firma tácitamente reconocida
En tercer lugar, si la parte debidamente citada bajo apercibimiento para el recono-
cimiento de la firma, niega la autenticidad de la firma, entonces la parte interesada ofre-
cerá la prueba caligráfica respectiva y el juez sobre la prueba podrá declararla auténtica.
Aquí tendremos el reconocimiento legal o forzoso.
5.4. Lafechacierta
En este punto debemos adherimos a la definición de Julio César Rivera que nos
enseña que "Fecha cierta es aquella que otorga certeza de que el instrumento privado
ya está firmado al momento de su producción, o no pudo ser firmado después de su
acaecimiento" 1•
Para que un instrumento privado pueda oponerse a terceros es indispensable
que posea fecha cierta (art. 317 CCyC) que nos ilustra en qué casos puede oponerse
a terceros.
Así un instrumento privado adquiere fecha cierta el día que acontece un hecho del
que resulta como secuencia inaudible que el documento ya estaba firmado o no pudo
ser firmado después pudiendo producirse la prueba por cualquier medio y debe ser
apreciada rigurosamente por el juez. Por ejemplo, podemos mencionar la presentación
en un expediente administrativo o judicial o la muerte de una de las partes, que son
hechos que hacen indubitable que antes de esa fecha no se suscribió.
6. l. Lesión
J. Concepto: En la esfera de los actos o negocios jurídicos de cierto tipo puede su-
ceder que no obstante la capacidad de los sujetos de la relación y la inexistencia
de los vicios del consentimiento tradicionalmente conocida (error, dolo, violen-
RIVERA, Julio César y MEDTNA, Graciela, Derecho civil. Pa11e general, Aheledo-Perrot, Bs.As., 2017,
p. 760
82 INSTITUCIONES DE DERECHO PluvADO
6.2. Simulación
Cuando se alude a la simulación como vicio de los actos jurídicos coexisten la apa-
riencia negocia!, aspecto externo del proceso simulatorio, y la oculta intención real de
las partes que han conclu ido el negocio simulado con una intención práctica diferente
de aquella que el negocio simulado tiende a realizar (art. 333 CCyC). .--
La simulación, según Ferrara, es "una declaración de un contenido de una volun-
tad no real, emitida conscientemente, y de común acuerdo entre partes para producir,
confines de engaño, la apariencia de un acto que no existe o que es distinto del que las
partes efectuaron" 3 •
Por lo que implica una discrepancia entre la declaración de la voluntad externa,
ostensible a todos y aquella otra que pertenece oculta, la realmente querida por las par-
tes, cuando existen cláusulas que no son sinceras, fechas que no son verdaderas; o se
constituyen o trasmiten derechos a personas interpuestas (llamadas testaferros vulgar-
mente). Por lo que trata de una contradicción realizada ex profeso, en forma deliberada
que implica mala fe de ambas partes.
Así las partes, que la efectúan de común acuerdo; tendiente a provocar una mentira o un
engaño, aunque éste no siempre implica un daño ya que hay simulaciones que son inocuas.
J. Clases: En cuanto a las clases de simulación, aquella puede ser:
a) Absoluta: cuando se celebra un acto que nada tiene de real. Es una completa
ficción. Se simula, se muestra como existente lo que en realidad no existe.
b) Relativa: cuando la simulación se emplea para dar al acto jurídico una aparien-
cia que oculta su verdadero carácter. Se disimula, se trata de un acto aparente,
ficticio, que esconde otro, real, distinto de aquel. Es decir que la simulación
relativa puede referirse o recaer sobre:
a. La propia naturaleza del acto (cuando una persona dona a otra un bien ocul-
tándolo bajo la apariencia de un contrato de compra-venta).
FERRARA, Francesco, citado por José A. Buteler Cáceres en BUTELER CAcERES, José A., Manual de
derecho c,wl. Pane general, 3' ed., Advocatus, Cba., 1995, p. 277.
PAllTE CéNERAL. FORMA. OiEF1CACIA. RESPONSABILIDAD 85
dieron para el acreedor. .El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor
responde en la medida de su enriquecimiento.
5. Prescripción: El art. 2562 CCyC, expresa que prescriben a los dos años: a) el
pedido de nulidad relativa y de revisión de los actos jurídicos y el art. 2563 del
CCyC establece que su cómputo se cuenta en su inc. b) en la simulación entre las
partes desde que, requerida una de ella, se negó a dejar sin efecto el acto y e) ejer-
cidas por terceros, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico.
6.3. Fraude
1. Concepto: El fraude supone uná. conducta tendiente a eludir los efectos de una
norma imperativa. El acto fraudulento es un acto real de disposición que elude la
normativa de la ley o perjudica a terceros, viciando el acto de buena fe. El acto
fraudulento se otorga bajo la protección de otra norma, que no es prohibitiva,
designada como norma de cobertura, logrando así un acto aparentemente válido
(art. 338 CCyC),
El fraude a los acreedores hace referencia a los actos otorgados por el deudor de
mala fe, que tiene como nota común una afectación de su patrimonio de tal magnitud,
que provoca o agrava su insolvencia, impidiendo la satisfacción de los créditos conce-
didos con anterioridad a aquellos y con evidente perjuicio para ellos.
La sanción que merece es la ineficacia del negocio viciado. La ineficacia se deno-
mina inoponibilidad (art. 338 CCyC). El remedio contra los negocios fraudulentos está
dado mediante el ejercicio de la acción de fraude, por la que se permite hacer ejecución
del bien dispuesto a favor de un tercero y en perjuicio de un acreedor, sólo en beneficio
de quien la intente y hasta el límite de su crédito.
El acto fraudulento celebrado por el deudor puede haber sido a titulo oneroso o a
título gratuito.
Cuando ha sido a título oneroso, la acción de fraude sólo será procedente si se da
no solamente el ánimo del deudor de defraudar, sino la complicidad de un tercero que
contrata con el deudor.
Cuando el acto celebrado por el deudor es a titulo gratuito, yano importa la mala fe
del tercero, basta tan sólo aducir el principio de enriquecimiento sin causa.
Como inoponibilidad del acto fraudulento, los acreedores hacen efectivo su crédito
ejecutando los bienes enajenados que están en poder del adquiriente o, eventualmente,
de ulteriores sub-adquirentes.
2. FJercicio de la acción: Las condiciones generales (art. 339 CCyC) que debe
probar el actor para que proceda la acción de fraude son: a) La insolvencia del
deudor; b) El perjuicio del acreedor, e) crédito en virtud del cual se intenta la
acción, debe ser de fecha anterior al acto impugnado y d) el ejercicio de la acción
incumbirá a quien tenga un interés legítimo de quien justifique
Cuando la enajenación se ha producido a título oneroso, es necesario que el tercero sea
cómplice del fraude y esa complicidad se presume si el tercero conocía la insolvencia del
deudor (art. 339 inc. b CCyC). El fraude de ac.tos gratuitos supone la extinción de un beneficio,
3. Afectos de la declaración: Acogida la demanda, el acreedor está permitido a eje-
cutar su crédito sobre los bienes que fueron objeto del acto que denunció como
fraudulento, hasta el monto de su crédito, o si éste supera el valor de ellos, hasta
PARTE GENERAL. fORMA. INEFICACIA. REsPONSABILIDAD 87
ese monto. En el caso en que hubiera un sobrante, ese excedente será propiedad
del tercero adquirente. Declarado el fraude, los bienes objeto del acto no vuelven
al patrimonio del deudor (art. 340 CCyC).
Cómo podemos adverti r, la acción de fraude busca como fin la ineficacia relativa
del acto que ataca. Pues solamente beneficia el acreedor que interpuso la acción (art.
342 CCyC) no beneficiando a los demás acreedores, como el caso del efecto de una
ineficacia absoluta como es el efecto de la nulidad . Sin embargo, excepcionalmente, la
acción de fraude beneficia a personas extrañas a quien interpuso la acción, cuando es
interpuesta por el síndico en una quiebra, la cual beneficia a la masa de acreedores veri-
ficados y admitidos reintegran el bien al proceso falen cia! a los fines de la distribución
entre éstos (arts. 119 y 120 ley de concursos y quiebras 24.552) lo cual es de suma im-
portancia que conozca el alumno, como profesional de ciencias económicas, atento que
únicamente los contadores públicos son quienes podrán ejercer la sindicatura, siendo
preferidos quienes además revisten el posgrado de sindicatura concursa! (art. 253 y ss.
de la ley de concursos y quiebras 24.522).
El adquiriente o subadquirente de buena fe y a título oneroso no pueden ser a lcan-
zados por el fraude. Si no procede la acción contra el antecesor, tampoco procederá
contra el subadqu irente (art. 340 a contrario sensu segundo párrafo CCyC).
La acción de fraude prescribe a los dos años (art. 2562 CCyC) a contar desde la
fecha en que se conoció o se pudo conocer e l vic io del acto (ar!. 2563 inc. fCCyC).
8UTELER CAcERES, José A., Manual de derecho civil. Parte general. ob. cit., p. 331 .
90 1NSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2. 1. Rescisión
La rescisión es un supuesto de ineficacia funcional por el cual e l acto j urídico váli-
do queda sin efecto por acuerdo entre las partes o po r la voluntad de una sola de el las,
que nace de un contrato o de la ley 5•
Es el llamado distracto o mutuo disenso y se trata de un contrato en virtud del cual
se deja sin efecto un contrato anterior (art. 1076 CCyC)
Pero la rescisión puede ser unilateral cuando la voluntad de una o ambas partes
es la que deja sin efecto el contrato (art. 1077 CCyC). La facultad de rescindir puede
devenir del propio acto locac ión en la que las partes convienen la tácita reconducción,
pero facultan a una de ellas a dejarla sin efecto antes de vencido el plazo en el art. 1221
del CCyC que es un supuesto rescisión unilateral, pese a que el legislador insiste en
denominar como " resolución anticipada" como en hiciera erróneamente el art. 8° de la
derogada Ley de locaciones urbanas 23.09 1.
La rescisión opera sólo para el futuro; es decir, los efectos ya concluidos que-
dan firmes y las relaciones jurídicas antes creadas no sufren ning una alteración
(art. 1079 CCyC).
2.2. Revocación
La revocación es un supuesto de ineficacia funciona l que consiste en la retractación
facultat iva unilateral. Por lo que la facultad de revocar sólo puede estar prevista por ley
o en el mismo contrato. (art. 1077 CCyC). Es ella la que determina cuándo existe, quién
la tiene y cuáles son los actos revocables.
Sin embargo, en los negocios bilaterales, el poder se otorga a la parte que tiene pre-
ponderancia en la relación. Por ejemplo: en e l mandato puede revocarse por el mandante.
La revocación al igual que la rescisión tiene efectos ir retroactivos, por lo que so-
--. lamente opera hacia el futuro y a partir del momento en que se manifestó la voluntad,
salvo disposición legal en contrario (art. 1079 inc. a CCyC).
2.3. Resolución
La resoluc ión es un supuesto de ineficacia funcional que opera en razón de circuns-
tancias sobrevinientes, externas o por hechos de las partes.
Ser aplica en los contratos onerosos, por e l incumplim iento de una de las partes
o por circunstanc ias que se as imilan, y opera retroactivamente volv iendo las cosas
2.4. !noponibilidad
La inoponibilidad es una especie de ineficacia funcional, pero con efecto relaüvo.
Conforme a lo que define Julio César Rivera "La inoponibilidad es un supuesto de
ineficacia establecido por la ley que priva a un negocio válido y eficaz entre las partes
de sus efectos respecto a determinados terceros a quienes la ley dirige su protección,
permitiéndoles ignorar la existencia del negocio e impidiendo a las partes del mismo
ejecutar pretensiones jurídicas dirigida a un tercero" 6 •
La ineficacia es absoluta cuando el acto se opone a todos los hombres y no produce
efectos para nadie. En cambio, es relativa cuando es eficaz para un círculo de personas
e ineficaz para otras. Al igual que la nulidad, la inoponibilidad tiene génesis legal pues
es impuesta por ley (art. 396 CCyC), pero sólo tiene un escueto tratamiento en el Libro .....__
Primero de la Parte General.
La doctrina nos advierte que ésta puede ser positiva o negativa.
l. lnoponibilidad positiva: Supone un acto válido entre las partes y respecto de
terceros en general, pero que no produce efectos en relación a ciertos terceros ......,
a los que la ley autoriza a comportarse como si el acto no se hubiera celebrado.
El fundamento se encuentra en la necesidad de proteger a ciertos terceros por
razones de estabi Iidad y seguridad en las relaciones jurídicas o por razones de
protección de la buena fe negociar.
En otros supuestos se protege, en cambio, al tercero en detrimento de las partes,
cuando éstas muestrnn un proceder reñido con la buena fe negociar, como es el acto
otorgado por el deudor insolvente en fraude de los derechos de sus acreedores que no
produce efectos respecto de aquellos cuyo crédito sea de fecha anterior al acto fraudu-
lento y ejerzan acción revocatoria (art. 338 CCyC).
2. lnoponibilidad negativa: Comparte el mismo fundamento de la positiva, pero se
trata de casos en que el acto es ineficaz entre las partes y eficaz respecto de cier-
tos terceros. Por ejemplo, es el caso de la tutela al tercer adquirente de buena fe a
t. Concepto
La responsabilidad civil es la reacción predominantemente privada del ordena-
miento jurídico frente a los daflos injustamente causados o injustamente sufridos, tanto
en la prevención como en su reparación (art. 1708 CCyC).
Originariamente, el Código velezano siguiendo las enseñanzas de l Código C ivi l
francés establecido un sistema de responsabilidad civi l basado en el factor objeti-
vo de atribución de responsabilidad culpa, tal lo establece el aforismo "no existe
responsabilidad sin culpa" 8. Este criterio predominante en el siglo XIX, sin duda
implicaba que ciertos daños que eran injustamente sufridos quedaran fuera del
ámbito de la reparación, por lo que en comienzo de la era industrial existieran in-
fin idad de daños producidos por las cosas, sobre todo por la máquina en beneficio
de la producción, que n.o eran resarcidos lo que pone en crisis este paradigma. Por
tanto, en esos tiempos doctrina francesa flexibilizó este principio avanzado sobre
lo que dio a llamar la culpa in vigilando, por la cual el titular de una maquinaria
puesta a favor de la producción debía tener una conducta diligente que hiciera q ue
los daños producidos por esa máquina fuesen justamente resarcidos, en tanto y en
cuanto esa máquina le producía un beneficio.
A principios del siglo XX, la jurisprudencia comienza a esbozar la posibilidad de
que un daño ocasionado de manera indirecta por cosas riesgosas o peligrosas fuese
resarcido.
Por lo que amplió el concepto de responsabilidad desde una teoría de la responsabi-
lidad qué atribuye daJios por conductas subjetivas a la creación de factores objetivos de
atribución que ampliaro n la esfera del resarci miento no sólo a los daños injustamente
causado, sino también a los daños injustamente sufridos.
Este punto del programa ha sido abordado sobre la estructura conceptual de los estudios realizados
en coautoría con la Dra. Maria Virginia BERTOLDI DE FouRCADE, titulado "Responsabilidad civil.
Enfoque actualizado'', en Clases de derecho civil. Parte general, Advocatus, Cba., marzo de 1996.
El principio rector de la responsabilidad del Código Napoleón originariamente en idioma de origen
"ne pas reponsabilite sans Jau".
94 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2. Presupuestos
El desastre del Exxon Yaldez fue un derrame de petróleo provocado por el petrolero Exxon
Yaldez tras encallar el 24 de marzo de 1989, con una carga de 41 millones de litros de crudo, en
Prince William Sound, Alaska, vertiendo 37.000 toneladas de hidrocarburo produciendo un daño
ambiental inmensurable.
'º BUSTAMANTE ALSINA, Jorge H. Teoría de la responsabilidad civil, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1973. ,....._
I
PARTE GENERAL. FORMA. INEFIC ACIA. RESPONSABILIDAD 95
2.1. Antijuridicidad
La antij uridicidad es el quebrantamiento al ordenamiento jurídico como un todo
vulnerando el principio jur ídico de no dañar a otro (altere non laedere) 11• Ello se ex-
terioriza en cualqu ier acción u omisión que causa un dallo a otro si no está justificada
( art. 1716 CCyC).
Afirmamos entonces que existen acciones antijurídicas, tales como la acción de
cometer un homicidio mediante un disparo de arma de fuego, o mediante conductas
omisivas, como puede ser la falta de atención o alimentación de un paciente dentro de
un centro de salud.
Sin embargo, existen causas de j ustificación que tornan conductas formalmente
antijurídicas en jurídicamente lícitas, las que denominaremos causales de justificación
que enumera e l art. 1718 del CCyC. Tales son:
a) Ejercicio regular de un derecho: Entendemos que el ejercicio regular de un de-
recho no puede tornar ilícito ningún acto (art. 1718 inc. a CCyC), por tanto, e l
bombero que ingresa a una casa en ocasión de incendio, sin duda que su acto
formalmente es ilícito pues configura una violación de domicilio, pero no podrá
..... ser responsable ni deberá resarcir los perjuicios ocasionados al derecho a la inti-
midad de quien moraba.
b) Legitima defensa (art. 1718 inc. b CCy C): Ya sea propia o de terceros excluye
la antijuricidad, siempre que se utilice un medio racionalmente proporcionado
frente a una agresión actual inmi nente ilícita y no provocada. Es el caso de quien
en la vía pública se defiende con golpes de puf\os frente a la amenaza de robo
a mano armada, si bien la lesión infringida al delincuente es un da110 carece de
antijurid icidad atento a que opera esta causal de justificación, por lo tanto, no
existe responsabilidad civil alguna.
Aquí el único que tiene derecho a solicitar una reparación s el tercero que sufre
dai1os como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa, como el caso de
la persona que circunstancialmente recibió un disparo en una balacera ocasionada por
una persona que virtud en legítima defensa reprime una agresión ilícita (art. 17 18 inc.
b in.fine CCyC).
c) Estado de necesidad: Cuando una persona realiza un mal menor para evitar
un mal mayor, actual o inminente. (art. 17 18 inc. c CCyC). Por ejemplo: se
entiende que en acto de canibalismo es formalmente ilícito, sin perjuicio de
que en un caso extremo de tragedia aérea en que no existe otra posibilidad de
subsistencia de los sobrevivientes que comer los cadáveres de los demás pa-
sajeros atento a la situación extrema de aislamiento sería juzgado bajo la regla
del estado necesidad.
........
Este concepto deviene del derecho romano en los que el jurista Ulpiano enseñare en el Digesto que
era un libro de enseñanza del derecho sus " Preceptos fundamentales·• y decía que: "los preceptos del
derecho son: vivir honestamente. no donar a nadie y dar a cada uno lo que es suyo ·· (/uris praecepta
sunt haec: honeste vivere, alterwn non laedere, suum cuique tribuere, D. 1. 1. 10. 1).
96 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2.2. Daño
Una vez analizado e l primer presupuesto pasaremos a tratar el daño, podemos de-
finir el daño como el menoscabo el acervo patrimonial y moral de la persona.
Por tanto, podemos clasificarlos en dos categorías los llamados daños patrimoniales
y dai1os extrapatrimoniales o morales. Los primeros son aquellos que afectan de manera
directa al patrimonio de las personas o bienes de incidencia colectiva (art. 1737 CCyC), y
los segundos son aquellos que afectan a las formas de ser estar existir, al proyecto de vida
que posee una persona que ha sido modificadas luego del hecho dañoso (art. 1741 CCyC).
se d isputara el partido, una bomba de estruendo arrojada por barrabravas locales hizo
estallar una ventana del vestuario visitante. Fragmentos del vidrio hirieron un juga-
dor de l equipo visitante llamado C laudio Zacarías, una de sus esquirlas casi le ampu-
ta e l brazo izquierdo a la al tura de la ax.ila lo que le impidió desempeñar en el futuro
su carrera deportiva, en este caso la Corte Suprema de la Nación condenó a l pago de
la pérdida de chance pues su futuro deportivo se vio así frustrado, y la evidencia más
palmaria de este aserto la constituye el desarrollo de su carrera como jugador profe-
sional posterior al accidente 12•
12
CSJN, "Zacarfas, Claudio H e/ Provincia de Córdoba y otros - Sumario", 28 de abril de 1998.
" ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de dañas, en vol. 2 A. Dañas a las personas (Integridad
sicafisica], Hammurabi, Bs.As., 1991 , p. 505.
--.. " CORNET, Manuel y RUBIO, Gabriel A., Dañas punitivas, Anuario de Derecho, Alveroni, Cba., 1997, t.
111 , p.3 1.
98 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
" ""Grimshaw v. Ford Motor Company" ( 119 Cal.App.3d 757, 174 Cal.Rptr. 348).
" " CHAMATROPULOS, Demetrio A lejandro, los daños punitivos en la Argentina, Errepar, Bs. As., ps.
313-3 14.
PARTE GENERAL. FORMA. [NEFICACIA. RESPONSABILIDAD 99
Los facto res de atribución los podemos clasificar en dos; aquellos que hacen hinca-
pié en la conducta subjetiva del victimario al momento de causar el daño produciendo
una conducta dolosa o culposa o los factores objetivos de atribución que lo que buscan
es el fundamento legal de cómo se atribuye jurídicamente el daño a un determinado
sujeto como son, por ejemplo, el factor atribución, riesgo seguridad, garantía, auto
derecho, exceso de normal tolerancia entre vecinos, equidad.
17
SAENz, Luis R. J. , "La responsabilidad del principal por el becho del dependiente", en LORENZETTI,
Ricardo L. (dir.), en Corte Suprema de Justicia de la Nación. Máximos precedente.<. Responsabilidad
civil, La Ley, Bs.As., 20 13, t. 111, p. 95.
102 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
que ocasionan el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones e inm isio-
nes similares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos no deben exce-
der la normal tolerancia, teniendo en cuenta las condiciones del lugar y aunque
medie autorización administrativa para que aquellas. Según las circunstancias
del caso, los jueces pueden disponer la remoción de la causa de la molestia o su
cesación y la indemnización por daño. Para disponer el cese de la inmisión, el
juez debe ponderar especialmente el respeto debido al uso regular de la propie-
dad, la teoría del uso y de interés general y la exigencia de la producción.
La jurisprudencia ha dado rico casos en este tema; por ejemplo, el caso del vecino
que debía soportar en la pared de su dormitorio lindera al patio de recreos de un colegio
primario local, en la cual en el reverso de la misma se había pintado un arco de fútbol
debiendo soportar en todos los recreos continuos pelotazos de los niños que concurrían
el entrenamiento educativo; o casos de bares originariamente habilitados como tales que
oficiaban de lugares bailables, debiendo soportar los vecinos importantes molestias.
4. Nexo causal
18
Cámara Civil y Comercial Federal, Sala Ill, autos: "M.F.O. e/ Crucero del None SR.L y otros/ Danos
y perjuicios", 2/2/2016.
PARTF. GF-NF.RAl,. FORMA. lNF.FICACIA. RF.~PONSARHJDAI) 103
(art. 1730 CCyC). Por lo que como toda causa ajena impide imputar fáctica-
mente la responsabilidad y produce la ruptura en el nexo causal en el ámbito
de la responsabilidad en general.
Podemos establecer, corno ejemplo de caso fortuito, que podrá devenir de la
eximente que es consecuencia de un hecho de la naturaleza, tal como un terremoto
o inundación; o de acciones humanas ajenas al demandado, como el llamado el "he-
cho del príncipe" que son los actos del poder público que pueden constituir fuerza
mayor cuando crean dificultades imposibles de vencer para el cumplimiento de las
obligaciones, no es indispensable que trate de ejercicio regular del poder; aun los
actos abusivos constituyen caso fortuito si han impedido cumplir. Así se ha decla-
rado que constituye fuerza mayor la expropiación que impide cumplir el contrato
de compraventa o la prórroga de los alquileres que impide cumplir la cláusula de
toma de posesión de un nuevo contrato de locación.
Mientras que la imposibilidad de cumplimiento obligacional se reserva al ámbito
de la responsabilidad contractual. Por tanto, el deudor de una obligación queda eximido
de cumplir no siendo responsable, si la obligación se extingue por imposibilidad de
cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado. Así, la existencia de esa
imposibilidad debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la
provisión del ejercicio abusivo de los derechos (art. 1732 CCyC).
Las obligaciones deben cumplirse porque para eso nacen, pero cuando se tornan
de cumplimiento imposible cede el primer principio ante la primacía de la realidad, y
entonces la fuerza mayor puede liberar al deudor de una prestación, cuya imposibilidad
de cumplimiento pone un límite a su cxigibilidad 19 •
Podemos ilustrar la imposibilidad de cumplimiento con un caso de actualidad que
se le presenta a las empresas organizadora,;; de espectáculos públicos, que teniendo
eventos previamente programados y vendidas las entradas, que atento al dictado de las
normativas por el Poder Ejecutivo que ante la pandemia del Coronavirus (Covid-19)
por la cual obliga durante un plazo a mantenerse a todos los habitantes de la Nación
en sus hogares, toma imposibles el cumplimiento de las obligaciones de brindar un
recital o un espectáculo deportivo masivo (decreto de aislamiento social preventivo y
obligatorio N' 297/2020).
b) Casos excepcionales. Sin perjuicio de lo expuesto, el art. 1733 de CCyC estable-
ce una serie de presupuestos excepcionales en que esta regla no resulta aplicable
en los que el deudor debe responder. Por lo que seguidamente no referiremos a
las hipótesis que establece esta norma:
19
KENNY, Silvia Elena, "Concepto del caso fortuito y de la fuera mayor en nuestro Código Civil", en
lfomenaje a la memoria del profesor Alfredo Colmo, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1962, p. 83.
104 INSTITUCIONES DE D ERECHO PRIVADO
límites a este derecho (art. 958 CCyC). Por ende, en ejercicio de esas facultades una de
las partes del vínculo podrá asumir el cumplimiento, aun cuando exista caso fortuito o
se configure una imposibilidad de cumplimiento.
Esta regla, sin embargo, no es aplicable a todos los negocios. Así, no podrá invo-
carla el predisponente en un contrato por adhesión, pues dicha cláusula sería abusiva
(art. 988, inc. b CCyC), ni resulta de aplicación a los contratos de consumo (arts. 988,
inc. b, y 11 17 CCyC).
b. Responsabilidad por caso fortuito derivada de una disposición legal. (art. 1733
inc. b CCyC).
En casos excepcionales, la ley establece expresamente que el caso fortuito no li-
bera. Ello ocurre, por ejemplo, cuando el deudor se encuentra en mora al momento
de configurarse la imposibilidad (art. 1733, inc. c CCyC). También ex isten diversos
microsistemas que prevén que el agente no se eximirá por el caso fortuito ordinario y
requieren una eximente agravada, como ocurre en materia de daílo ambiental (art. 29
de la ley 25.675) 20•
d. Caso forlllito causado por la culpa del responsable. (ar/. 1733 inc. d CCyC)
Si el caso fortuito sobreviene por la culpa del agente éste no se exime de res-
ponsabilidad, pues con su acción u omisión imputable subj etivamente por lo menos
a modo de culpa puso en riesgo el cumplimiento de la prestación; pues dejó de ser
un hecho totalmente ajeno, lo que caracteriza al caso fortuito. Es el caso del deudor
que el vendedor de un automóvil deja estacionado el vehículo en la calle, no guardar
la cosa debidamente en su garaje como acto conservatorio propio que requiere la
diligencia propia de un guardador de la cosa, y como consecuencia de un aluvión el
vehículo es destruido totalmente.
'° CARAMELO, Gustavo; P1cAsso, Sebastián y H ERRERA, Marisa, Cód,go Ciwl y Comercwt de la Nación.
Comentado, I' ed., lnfojus, 8s. As., t. IV, 2015, p. 440.
PARTE GENERAL. FORMA. INEFICACIA. RESPONSABILIDAD 105
f Obligación de restituir como consecuencia de 1111 hecho ilícito (art. 1733 inc. f CCyC).
Este principio recibe una aplicación particular en el art. 1936 CCyC, que establece
que el poseedor de mala fe es responsable por la destrucción total o parcial de la cosa,
....... excepto si e ll a se hubiese producido, igualmente si la cosa hubiera estado en poder de
quien tiene derecho a su restitución. Esta última parte no aplica al poseedor vicioso (art.
1936 in fine CCyC) que es quien entra en posesión de la cosa por robo, hurto, estafa
o abuso de confianza, pues sería colocar en una posición de privilegio al eximir de
responsabilidad al ladrón que se hubiere apoderado ilegítimamente de una cosa ajena
eximiéndolo de responsabilidad por caso fortu ito (art. 1921 CCyC).
5. Conclusión
Por lo que para concluir podemos afirmar que la responsabilidad es un sistema legal
que nos permite accionar a la víctima imputar fáctica y legalmente daños a los agentes en
forma predominantemente directa y en forma indirecta a los civi lmente responsables, me-
diante el tamiz de los presupuestos a los fines de alcanzar una reparación plena e incluso
en algunos casos sancionatoria como son los daños punitivos. Mientras que el demanda-
........ do intentará liberarse de la responsabilidad, ya sea intentado excluir la imputación legal
(imputatio iuris) mediante las causas de justificación de la antijuridicidad; o evitando la
..--,
imputación fáctica (imputatio facti) basada en probar causas de ruptura de nexo causal.
6. J. Aclaraciones preliminares
....... Antes de analizar el tema propuesto es necesario hacer un breve repaso de algunos
conceptos básicos en materia de obligaciones.
21
CARAMELO, Gustavo; P 1cASSO, Sebastián y H ERRERA, Marisa, ob. cit., p. 440.
106 INSTITUCIONES DE D ERECHO PRIVAOO
22
CNCom., Sala A, autos "Previsión y Ayuda Mutua Coop. Ltda. de Seguros d Garaje Hipólito
Yrigoyen", ED 78-1449.
,....._
23
Así lo recepta la CNCivil, Sala B, autos "Sucarrat, Gustavo c/ Banco de Galicia y Bs. As. SA si
Ordinario", cuando afinna: "siendo la obligación de resultado, el banco es libre de adoptar los medios
considere adecuado para efectuar la vigilancia debida y el locatario no puede censurar la adecuación
de esos medios o imponer la adopción de otros. Sólo en caso de que la caja haya sido abierta por quien
no estaba autorizado o que la integridad externa de ella haya sido alterada, la censura es posible, a fin
de contrastar la eventual prueba liberatoria del banco que quiera atribuir al caso fortuito la acusación
del da~o".
" La jurisprudencia en un fallo de la Provincia de Bs. As., "Ganadera Argentina SA de Seguro c/
Nascroile, Alberto E. si Dailos y perjuicios", sostiene correctamente: "Si la obligación es de resultado,
la revelación del cumplimiento objetivo descarta la idea de culpa, pues la prestación tiene por meta un
objetivo determinado".
108 INSTITUCIONES DE DERECHO P RIVADO
" Asf lo entendió la jurisprudencia, la CNCiv., Sala B, en un fallo del 5/11 / 1993, sostiene que "Las
obligaciones de directores o síndicos se han caracterizado como de medios, en las que el obligado
debe prestar la conducta que razonablemente conducir al resultado esperado" (voto Dra. Piaggi, y Dr.
Dfaz Colodrero).
PARTE GENERAL. FORMA. INEFICACIA. RESPONSABILIDAD 109
---.. El primero de todos, fue el profesional minero, pues antes de sancionado el Có-
digo Civil se había sancionado e l Código de Minería que consagraba su responsabili-
dad objetiva. El transportador por tierra, esto viene de 1889. y en el CC el profesional
de obras, así el ingeniero está peor que los abogados y los contadores porque está
obligado a una obl igación de resultados, por lo que sólo se exime de la responsabi-
lidad por la ruptura del nexo causal y no por la prueba de la no culpa. el hotelero, el
explotador de centrales nucleares, y según un pensamiento instalado en la doctrina
....._ mundial y nacional, la obligación de seguridad de los daños producidos por produc-
tos, incluso los farmacéuticos.
Si bien es cierto que el derecho moderno ha extendido la responsabil idad objetiva a
--. los profesionales, esta tendencia no es aplicable a los profesionales liberales, porque en
la Argentina se sostiene que en materia de responsabilidad de los profesionales libera-
les, el factor de atribución debe ser la culpa, una culpa específica, pero en principio la
prueba de la diligencia sigue siendo suficiente tal como refrenda el CCyC en e l mencio-
nado art. 1768 CCyC, salvo supuestos especiales derivados del uso de cosas con riesgo
o vicio, o en materia de clínicas por una obligación de seguridad (art. 1757 CCyC).
Por lo que debemos concluir que las reglas aplicables a los profesionales liberales
se aplican a los profesionales de las ciencias económicas y seguidamente analizaremos
qué particularidad posee la actividad del contador auditor.
l. OBLIGACIONES
l. Definición
Conforme la definición dada por el propio legislador en el art. 724 del CCyC, la
obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho a
exigir del deudor, una prestación destinada a satisfacer un interés licito y ante el incum-
plimiento, a obtener forzada.mente la satisfacción de su interés. Se advierte entonces,
conforme lo analizaremos en la expo:siciún de este capítulo, que el concepto dado nos
brinda los rasgos distintivos y más notables de toda obligación.
La relación jurídica I crediticia, vincula a dos o má.,;; sujetos en posiciones jurídicas
contrapuesta,;;, un sujeto activo, llamado acreedor y un sujeto pasivo, denominado deu-
dor; aquél es el titular del derecho subjetivo y este último, es quien tiene el deber jmídi-
co de cumplir con la obligación, reaJimr la conducta debida (prestación), conducta que
en definitiva debe estar orientada a satisfacer el licito interés del acreedor.
Ahora bien, este sujeto -acreedor- se encuentra emplazado en una posición de po-
der, tiene la facultad de exigirle al deudor la realización de una determinada conducta,
y de acudir, víajudiciaJ, a la ejecución forzada ante el incumplimiento. Como contra-
partida, el deudor se encuentra en una posición de sujeción con respecto al acreedor, su
libertad se ha limitado en virtud de su sometimiento, al cumplimiento del crédito que
en algunos casos será voluntario (ejemplo: deudor por un contrato de mutuo dinerario)
en otros involuntario (ejemplo: como responsable civil de un hecho dañoso).
Si bien el patrimonio del deudor es la garantía común de los acreedores y está
afectado al cumplimiento de la obligación, conforme la regla consagrada en el art. 242
del CCyC, este precepto no es absoluto ya que existen bienes que son inembargables
o inejecutables (ejemplo: régimen de vivienda art. 244 CCyC y ss.; los bienes mencio-
nados en el art. 744 CCyC, etc.), y por lo tanto verá restringido su poder de agresión
patrimonial el acreedor.
ALTERtNI, Atilio Anibal, AMEAL, José Osear y LóPEZ (ABANA, Roberto M, Derecho de obligaciones
civiles y ,:omerciales, 2"ed. Abeledo-Perrot, Bs.As., 1998, p. 15.
112 lNSTITIJCJONES DE DEREClJO PRIVADO
Por último, resta señalar que al referirnos en la exposición de estos capitulos a de-
recho de crédito, obligacional o personal, estaremos siempre aludiendo -terminológica
y conceptualmente- a la misma relación jurídica.
2. Caracteres esenciales
Si bien la relación jurídica obligacional es una especie dentro de la familia de las re-
laciones juridicas patrimoniales, las notas distintivas y relevantes que la diferencian del
resto son: a) la bipolaridad, su existencia implica que hay dos polos opuestos, el crédito
y la deuda, un sujeto activo que será el acreedor, titular del derecho y un sujeto pasivo,
que será el deudor sobre quien recae el deber jurídico de hacer, de no hacer o dar algo
(prestación); h) la temporalidad, rasgo que pone de manifiesto que las obligaciones
nacen para extinguirse, no tienen vocación a la perpetuidad, corno sí lo tiene-por ejem-
plo- el derecho real de propíedad. Tan relevante es esta característíca que por el trans-
curso del plazo fijado por la ley sumado a la inacción del acreedor, la deuda prescribe, o
sea se extingue la acción para reclamar judicialmente su pago; e) atijJicidad, sólo existe
una categoria de obligación, la que es abstracta, general y universal, a diferencia de las
obligaciones existentes en el derecho romano donde había distintos "'tipos" confonne
la singularidad del caso 2; y d) autonomía la que se manifiesta en relación a su causa
eficiente o generadora (sea un contrato o acto ilícito). Una vez que se gestó el vínculo
obligacional se independiza o abstrae de su causa generadora, por lo que más allá de
cuál fue su causa, siempre en toda obligación aparecerán sus tres elementos estructu-
rales constitutivos: sujeto, objeto y vínculo, todos ellos -repito- comunes a cualquier
obligación y sin que adquiera mayor incidencia cuál fue la causa que la originó.
3. Carácter económico
Podemos distinguir dos grandes grupos de relaciones jurídicas, las que tienen ca-
nictcr patrimonial y las que no, Indudablemente, dentro de las primeras encontraremos
los derechos crediticios y también los derechos reales, en tanto que en las segundas
podemos citar a los derechos personalísimos.
Ahora bien, en cuanto a las relaciones jurídicas obligacionales, con ellas se procura
la satisfacción del legítimo interés del acreedor (interés que puede ser patrimonial o ex-
trapatrimonial) 3, y para ello el deudor debe cumplir con la obligación, que no es ni más
ni menos que realizar la prestación debida, ésta es la que tendrá un valor económico, o
al menos será susceptible de apreciación económica.
Queda patentizado lo expresado al seflalar el art, 725 del CCyC que el objeto de la
obligación, o sea la prestación, debe ser lícito, material y jurídicamente posible, deter-
minado o determinable y ··'susceptible de valoración económica",
4. Diferencias entre las obligaciones (derecho crediticio o personal) y los derechos reales
En este punto y con el solo afán de lograr una mayor comprensión de la dinámica
que regula ambos derechos subjetivos patrimoniales, mencionaremos algunas diferen-
cias entre tantas que existen entre ambas instituciones, a saber: a) los derechos reales
están previstos por la ley, no existe posibilidad de crear derechos reales no reconocidos
......... por el ordenamiento jurídico, su enumeración es taxativa (art. 1887 CCyC). Los dere-
chos personales, en cambio, no están limitados legalmente, impera en su creación la
autonomía de la voluntad; b) Aquellos son absolutos, en el sentido de que no tienen su-
j eto pasivo determinado sino que pesa sobre toda la comunidad el deber de respetarlos,
en tanto que en los credit icios, su carácter es relativo, el sujeto pasivo está determinado
desde el comienzo de la existencia de la obligación y sólo in volucran a las partes vincu-
ladas por e l crédito, y en ciertos casos a terceros; c) Los derechos reales tienen vocación
de perpetuidad, en principio no se extinguen por el transcurso del tiempo, al ejercer el
titular su derecho, no lo extingue. Los derechos crediticios son temporales, su ejerci-
cio procura que el deudor cumpla la obligación, lo que conlleva a su extinción; d) El
objeto de los derechos reales pueden ser cosas o bienes que la ley contemple (art. 1883
.... CCyC), en tanto que en las obligaciones es la prestación (rut. 725 CCyC), la conducta
debida por e l deudor al acreedor.
......,
P 12ARRO, Daniel Ramón y VALLESPINOS, Carlos Gustavo, Jnslltuciones de derecho pnvado.
Obligaciones, Hammurabi, Bs.As., 1999, t. 1, p. 81.
114 INSTITUCJONES D.E ÜliRECHO PRIVADO
------- ------
Por último, existe una subespecie dentro del género de las obligaciones propter
rem, cuya nota característica es la posibilidad que tiene el deudor de liberarse mediante
el "abandono" del derecho real o relación de poder. La renuncia a su derecho o al poder
ejercido sobre la cosa desobliga al deudor, los supuestos reconocidos en nuestro CCyC
son el muro medianero (art. 2007) y el cerramiento forzoso rural (art. 2031).
6. Elementos
6.a. Sujeto
Como toda relación jurídica, debe siempre existir un sujeto titular de ésta, en el
caso de las relaciones crediticias existen dos sujetos, uno en el polo "activo" de la
relación llamado acreedor y otro en el polo "pasivo" de la relación llamado ·'deudor".
El acreedor es quien tiene el derecho a exigir al deudor la prestación, y éste es quien
tiene el deber de cumplir con ella. Como se advierte, el "derecho subjetivo" del acree-
dor tiene como correlato el "deber jurídico" del deudor.
De los preceptos normativos que regulan el vínculo obligacional surgen, según el
caso, las facultades que tendrá cada acreedor y las cargas que constituyen el deber de
cada deudor (ejemplo: junto al deber de entregar el bien electrónico que ha vendido el
comercio, debe entregar el manual de instrncciones; en el contrato de transporte, amén
de llevar a destino al pasajero, debe hacerlo de manera segura para el resguardo de la
persona y bienes del pasajero). Sin embargo, cabe aclarar que no sólo el deudor tiene
cargas accesorias al deber principal de cumplir con la prestación, el acreedor deberá a
su turno cumplir con ciertas cargas que hacen a la dinámica funcional de la obligación,
entre ellas colaborar con el deudor para que éste pueda cumplir (ejemplo: recibir la lla-
ve del inmueble locada, concurrir al lugar pago, etc.), deber de información (ejemplo:
en el contrato de seguro denunciar el siniestro en el plazo acordado}, ele.
En definitiva, ambas partes ''deben" obrar con cuidado, previsión y según las exi-
gencias de la "buena fe'\ tal como lo prescribe el art. 729 del CCyC.
6.b. Objeto
El objeto de la obligación es la "prestación", que consiste en la conducta debida
por el deudor al acreedor, y esta conducta-según el tipo de crédito-puede ser una obli-
gación de "dar", de "hacer" o de '·no hacer". Esta tríada agrupa, en definitiva, las tres
modalidades base en las cuales engastan todas las obligaciones desde la perspectiva de
la "prestación". El art. 865 establece que el pago es el cumplimiento de la prestación, y
ésta constituye el objeto de la obligación. Amén de lo dicho y a título ilustrativo agre-
gamos que algunos autores entienden que el objeto se conforma con la "prestación" y
el "interés del acreedor".
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 115
" El término prestación deriva del latín praesto que significa "cumplir", "dar", "pro-
porcionar", responde -en definitiva- a la idea de actuar, la conducta que debe realizar
el deudor para satisfacer el interés del acreedor.
El art. 725 del CCyC precisa los requisitos que debe cumplir el objeto de toda obli-
gación, a saber:
a) La prestación debe ser "materialmente posible", con ello se alude a que debe
---.
ser un hecho humanamente realizable. Por ejemplo, si se pactara que a un
nadador se le abone una suma determinada de dinero s i logra unir Buenos Ai-
res con Tokio nadando y sin detenerse, esa supuesta obligación no cumple e l
requisito de posibilidad material por lo que no resulta exigible tal obl igación
al nadador. Una prestación de cumplimiento imposible no puede constituir
jamás el objeto de una obligación.
Debemos distinguir "imposibilidad originaria", supuesto en el cual nunca nació
..... la obligación aunque en apariencia se hubiera constituido, no producirá efectos, de
la " imposibilidad sobrevenida", supuesto en e l cual la obligación nació pero se torna
imposible durante el transcurso de su vida por lo que habrá que determinar si esa im-
posibil idad resulta imputable o no al deudor; por ejemplo, si se debió a un caso fortuito
o fuerza mayor, el deudor se li beraría, pero si ha mediado culpa del deudor deberá
indemnizar daños y perjuicios por el incumplimiento.
La relevancia de la distinción no es menor ya que en el caso de imposibilidad
originaria no existe obligación en tanto que en la sobrevenida, la obligación nació y
comenzó a producir sus efectos, por lo tanto, ante la imposibilidad de cumplimiento
habrá que determinar si resulta o no imputable al deudor a los fines de establecer las
consecuencias resarcitorias.
Por otra parte, debemos distinguir si la imposibilidad es absoluta o relativa. Es
absoluta cuando ningún deudor puede cumplir la obligación, sería el caso de imposi-
bilidad física, o e l de un obstácu lo insalvable o in vencible para cualquiera. En tanto
que la relativa resulta cuando sólo es imposible para ese deudor y no para otros, por
lo tanto, ante la imposibilidad en algunos casos deberá pagar daños y perjuicios o,
por ejemplo, si la obligación es personalísima, o sea, se han tenido en cuenta sus
cualidades personales, y éste fallece, no se trasmite a sus herederos, y por lo tanto se
extinguirá el vínculo obligacional, debiendo en su caso restituir los herederos lo que
se percib ió por la obligación.
E n definitiva, cuando hablamos que debe ser posible la prestación, el hecho que
debe concretar el deudor en beneficio del acreedor debe ser realizable desde el punto
de vista material, fisico o natural, y si la imposibilidad de su realización es originaria y
---. absoluta, nunca se habrá constituido una obligación, nunca habrá nacido.
b) Debe ser "jurídicamente posible", que se trate de conductas que el derecho reco-
nozca, admita o tolere.
Este recaudo se comprende mejor si se lo contrapone con la ilicitud. Que sea el
hecho " imposible jurídicamente", implica que no pueda tener existencia válida y eficaz
en un determinado sistema normativo en virtud de que no se lo ha previsto y regulado
, como tal; por ~jemplo, no se puede crear un derecho real que no se encuentre reco-
nocido en nuestro ordenamiento jurídico ya que sólo la ley determina y reconoce su
existencia, o constituir una prenda sobre un inmueble, o una hipoteca sobre un bien
116 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
6. c. Vinculo jurídico
Es la ligazón, enlace, correspondencia o la conexión que existe entre acreedor y
deudor, la atadura intangible que une ambos sujetos, que hace que el deudor se en-
cuentre limitado en su ámbito de libertad en virtud de la obligació n asumida. El sujeto
pasivo del vínculo obligacional debe realizar una determinada actividad que cumpla
con el plan prestacional acordado.
El término obligación, etimológicamente deriva del latín ob-litagio, o sea, lo que
ata, amarra, sujeta.
Quien se encuentra en el polo pasivo sabe que ante el incumpl imiento e l acreedor
tiene la facultad de exigirle extrajudicial o judicialmente el pago de la deuda, que no es
más ni menos que cumplir con la conducta debida - prestación- que en alg unos casos
consistirá en un dar (ejemplo: una suma de dinero), en otros un hacer (ejemplo: pintarle
su vivienda) o en no hacer (ejemplo: abstenerse de alterar el producto que comercializa
bajo licencia).
En el vínculo encontramos dos elementos que se manifiestan en dos momentos del
desarrollo de la obligación. El primero, es el " débito" o "deuda", que nace con la obli-
gación y se extingue con e l cumplimiento voluntario.
El vínculo crea una sujeción en la persona del deudor, una presión psicológica para
cumplir y el acreedor correlativamente tiene la expectativa de que se le va a pagar, la
confianza en el cumplimiento.
Ante e l incumplimiento del deudor, aparece el segundo elemento, la " responsabi-
lidad" o "garantía". El acreedor podrá agredir patrimonialmente al deudor, entendién-
dose por e llo que se encuentra facul tado para reclamar vía judicial el reconoc imiento
de su crédito, y ante un pronunciamiento favorable, requerir la ejecución forzada para
la satisfacción de su legítimo interés, por ejemplo, podrá luego de dictada la sentencia
solicitar la subasta de bienes del deudor para obtener el cobro de la deuda dineraria o
percibir la indemnización sustitutiva por los daños y perjuicios.
Bien vale resaltar que el débito recae sobre una determinada actividad del deudor,
no sobre su persona, y su patrimon io cumple una función de garantía frente al acreedor
quien podrá hacer efectivo su crédito a través de los órganos judiciales del Estado eje-
cutando los bienes que lo integran .
......
7. Causa. Clasificación y análisis de las causas fu entes
CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix, Compendio de derecho de las obligaciones, 2' ed.,
Librerla Editora Plat ense, La Plata, 1998, p. 47.
118 lNSTI1UCfONES DE DERECHO PRIVADO
138 CCyC), etc.. Como se puede apreciar, estos supuestos no encuadran en ningu-
na de las causas precedentemente desarrolladas.
En definitiva, en el punto bajo estudio, cobra relevancia la ley como fuente inme-
diata de las obligaciones.
De manera mediata o indirecta, si existe una obligación, esta relación jurídica cre-
diticia forzosamente está sometida a regulación normativa. Para cada vínculo crediticio
la ley prevé el régimen aplicable según el supuesto; por ejemplo, si estamos hablando
de que un sujeto se ha obligado a entregar a otro sujeto un vehículo por la venta que
realizó, indudablemente esa obl igación se encuentra en primer término sujeta a las
condiciones prevista por las partes en el contrato de compraventa que han celebrado, y
a su vez, en forma mediata y subsidiaria se encuentra bajo la tutela del régimen de la
obligaciones de dar cosa cierta para transmitir un derecho real.
Ahora bien, hasta aquí hemos expuesto las ci nco clásicas fuentes de las obliga-
ciones, pero corresponde apuntar que también son fuente de las obligaciones: enri-
quecim iento sin causa (art. 1794 CCyC), declaración unilateral de la voluntad (art.
1800 CCyC), concurso público (art. 1807 CCyC), garantías unilaterales y títulos
valores ( art. 181 O CCyC),
Por último y para cerrar el tópico de la causa fuente, resulta oportuno señalar que
en e l ámbito del derecho patrimonial el principio favor debitoris adquiere especial re-
levancia y se advierte ello en el art. 727 del CCyC al postular que la "existencia de la
obligación no se presume". En virtud de tal afirmación, corresponde a quien invoque el
carácter de acreedor probar su ex istencia. En este sentido, cabe resaltar conforme a la
norma ya citada, que tanto la interpretación sobre la existencia de una obl igación como
su extensión es de carácter "restrictivo", siempre se deberá abordar desde la perspectiva
menos gravosa para el deudor. Ahora bien, probada la existencia de una ob ligación, se
""" presume que nace de una fuente legítima mientras no se acredite lo contrario.
En consonancia con el principio señalado, en el art. 735 del CCyC el legislador
entendió que, si el acto del reconocimiento de la existencia de una obligación agrava la
prestación original o la modifica en perjuicio del deudor, debe estarse al título origina-
rio, siempre y cuando no haya una nueva y lícita causa de deber.
Por último, cabe señalar que en materia obligacional esta idea de causa-fuente es la
que resulta relevante, ya que las otras se relacionan con el concepto de "acto jurídico".
7.b.Causafin
En este sentido, el concepto de causa queda reservado para su estudio en el marco
de los "actos jurídicos", ya que tal como lo establece el art. 281 del CCyC, la causa de l
acto jurídico es el "fin inmediato autorizado por e l ordenamiento jurídico que ha sido
determinante de la voluntad". Esta idea plasmada en el plano contractual responde a la
función jurídica-patrimonial prevista para cada figura conforme su marco regulatorio o
costumbre del lugar cuando la ley así lo dispuso. Por ejemplo, si dos suj etos realizan un
acto jurídico que contiene los elementos tipificantes del contrato de compraventa (más
allá de sus apreciaciones personales), no cabe duda de que se sujetan a sus efectos, en
un negocio de compraventa sería la obtención de la propiedad de la cosa para el com-
prador y la disponibi lidad del precio para el vendedor.
120 !1•;STITIJCJOl\ñS DE DERECHO PRIVADO
Con relación al acreedor, conforme lo reconoce el art. 730 del CCyC, le da derecho a:
a) Emplear todos los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se
ha obligado (ejemplo: intimado al cumplimiento de la obligación vía notarial,
iniciar acciones legales para obtener el cumplimiento forzado, etc.);
b) Hacérselo procurar por otro a costa del deudor (ejemplo: se le abonó al deudor
por la realización de un servicio y éste no cumple con la prestación debida, ante
el retardo injustificado y previa intimación, se contrata a otro sujeto para que la
realice, debiendo soportar la erogación que efectúe el acreedor al primigenio
deudor);
e) Obtener del deudor la indemnización correspondiente. Ante el incumplimiento
total, parcial, relativo o fuera de ténnino por parte del deudor, el acreedor tie-
ne derecho a reclamar las consecuencias dañosas disvaliosas generadas por la
conducta de este (ejemplo: ante el retardo injustificado imputable al deudor en
el pago de una obligación de dar suma de dinero, el acreedor tiene derecho a
reclamar los intereses moratorios).
Con relación al deudor, el cumplimiento exacto de la obligación le confiere el de-
recho a obtener la liberación y el de rechw.ar las acciones del acreedor (art. 731 CCyC).
Es así que -por ejemplo- para el supuesto que el acreedor no quiera recibir el pago de
la prestación o no colabore para que este pueda desendcudarse, se encuentra facultado
para acudir al pago por vía de consignación judicial (art. 904 y ss. CCyC) o extrajudi-
cial (art. 910 y SS. CCyC).
9. Acción directa
Esta figura jurídica permite al acreedor percibir lo que un tercero le debe a su deu-
dor hasta el importe del propio crédito (art. 736 CCyC). El acreedor ejerce la acción
directa por derecho propio, o sea que "no" lo hace en nombre de su deudor, y a su vez,
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁ MICA OBLI GACIONAL 121
es exclusivo beneficiario de la gestión de cobro, lo que significa que lo que perciba in-
gresa a su patrimonio, imputándose el pago al crédito que tenía contra su deudor. Este
acreedor resulta entonces, para los casos reconocidos expresamente por el ordenamien-
to jurídico, acreedor del deudor de su deudor.
Este mecanismo, en definitiva, tiende a optimizar y hacer más sencilla la gestión ten-
diente al cobro del crédito al permitirle al acreedor cobrar de manera directa al deudor de
su deudor, de allí su nombre (ejemplo: si un sujeto alquila un local comercial y su inquili-
no a su vez lo subalquila a un tercero, a través del ejercicio de la acción directa le permite
al locador cobrar directamente al subinquilino lo que se le adeuda por tal concepto).
Es un instrumento de la tutela satisfactiva del crédito, el producido por el ejercicio
de esta acción ingresa directamente en e l patrimonio del acreedor.
Vale resaltar que esta figura no se hace extensiva a todos los supuestos, dado que
tiene un carácter "excepcional", su interpretación es " restricti va" y sólo procede en los
casos previstos por la ley (es usual en subcontratos, por ejemplo: en materia de loca-
ciones de cosa, en contratos de obra y de servicios, en contrato de transporte sucesivo,
mandato, franquicia, concesión, de seguros, etc.).
Los requisitos para el ejercicio de la acción surgen del art. 737 del CCyC, a saber:
a) un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor;
b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor;
c) homogeneidad de ambos créditos entre sí;
d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la pro-
moción de la acción directa;
e) citación del deudor a juicio.
En definitiva, se advierte la existencia de dos re laciones obligacionales: la primera
entre el acreedor con su deudor, y la segunda, en la que este deudor reviste el carácter
de acreedor respecto a otro sujeto deudor, encontrándose legitimado aquel acreedor
para reclamar "judicialmente" a este tercero, deudor de su deudor.
El acreedor de un crédito cierto, exigible o no, puede ejercer judicialmente los de-
rechos patrimoniales de su deudor, si éste es remiso en hacerlo y esa omisión afecta el
cobro de su acreencia (art. 739 CCyC).
El patrimonio es la garantía común de los acreedores, por lo tanto éstos tienen la
expectativa de que ante el incumplimiento del deudor podrán hacer efectivo su interés
crediticio ejecutando en última instancia los bienes que lo integran.
Entre los distintos mecanismos de tutela del crédito, que se le reconocen a los
acreedores se destaca la acción subrogatoria.
Este instrumento le concede al acreedor, la facultad de actuar los derechos patri-
moniales de su deudor si este por reticencia, negligencia o simple inactividad, no los
ejercita, provocando con su conducta un desmedro o desmejora que afecta la integridad
de su patrimonio.
El ordenamiento jurídico le reconoce legitimac ión al acreedor para ejercer "ju-
dicialmente" los derechos que su deudor ha abandonado; lo subroga, lo reemplaza,
122 INST111JCJONES DE DE!U!CHO PRIVAOO
En el art. 242 del CCyC el legislador consagra el principio que postula que el patri-
monio del deudor es la garantia común de los acreedores; en efecto, dispone que todos
los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligaciones y constitu-
yen la gfilantía común de sus acreedores, con excepción de aquello que el del CCyC o
leyes especiales declaren inembargables o inejecutables.
En coincidencia y repitiendo el concepto, el art. 743 del CCyC determina que los
bienes presentes y füturos del deudor constituyen la garantía común de sus acreedores;
si bien el acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes de su deudor, esta facul-
tad se ejerce en la medida necesaria para satisfacer su crédito.
Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria, excepto
que exista una causa legal de preferencia.
ÜERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 123
Por último, cabe aclarar que hay supuestos donde la ley si bien no excluye o des-
afecta de la garantía a bienes del deudor, la ley sólo admite su embargo o ejecución
si se cumplen determinadas condiciones o con c1 procedimiento predeterminado para
lograr su venta judicial forzada (subasta), recaudos que en cierto modo atenúan el
rigor del principio expuesto (ej. en la Provincia de Córdoba para poder ejecutar una
sentencia en contra del Estado provincial se exige que hayan transcurrido cuatro me-
ses desde que se notificó el decreto que aprobó la liquidación judicial -art. 806 de ley
provincial 8465-, cumplido dicho recaudo, recién se podrá embargar a la Provincia,
previo a realizar una ;'intimación" para que en el plazo de treinta días manifieste la
modalidad del pago del crédito reclamado -art. 68 de ley provincial 9506-, si no
existe respuesta, se hará efectiva la medida solicitada; como se advierte, el Estado
provincial goza de un diferimiento temporal de la ejecución del embargo, prerrogati-
va de la que carece el resto de los deudores).
l. Cumplimiento
El destacado jurista cordobés Ossola ", señala que existen principios y reglas ge-
nerales que surgen del articulado del CCyC que establecen las pautas que brindan Ja
solución a la casuística que se presenta en el cumplimento de la,;; obligaciones. Entre
estos preceptos, sobresalen: a) el deber de ejercer los derechos de "buena fe" (art. 9°
CCyC), y de obrar con cuidado, previsión y según las exigencias de la "buena fe" (art.
729 CCyC); b) la regla "res perit et crescit domino", que postula "las cosas se pierden,
deterioran, aumentan o mejoran para su dueño" (art. 755 CCyC); c) "el acreedor no
adquiere ningún derecho real sobre la cosa antes de la tradición, excepto disposición
legal en contrario" (art. 750 CCyC), o sea, que en la transmisión de derechos entre
vivos, aparte del "título" (causa fuente tanto de los derechos crediticios como de los
derecho reales) para que nazca el derecho real sobre la cosa, se requiere también del
"modo", siendo la tradición uno de los modos típicos cuando el derecho real se ejerce
ÜSSOLA • .Federico A, Derecho civil y comercial. Ohligaciunes (directores: RIVERA, Julio César y
MEDIM, Gracicla), Abcledo-Perrot, 2016, Bs.As., p. 147.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGAC IONAL 125
por la posesión. Recordemos que existen otros modos que cumplen la misma finalidad,
ej. la inscripción constitutiva en el régimen del automotor, o los modos originarios de
adquisición del dominio -este punto será objeto de estudio en el capítulo referido a los
derechos reales-; d) la propiedad de los frutos se adquiere por la percepción (arts. 755,
1934 y 1935 CCyC); e) la posesión de buena fe de una cosa mueble no registrable a
título oneroso que no sea hurtada o perdida, hace presumir su propiedad (arts. 757 y
1895 CCyC); f) el "género nunca perece": con ella se consagra la regla aplicable a las
obligaciones de "género" que postula que antes de la "individualización" de la cosa a
entregar en caso de acaecimiento de caso fortu ito el deudor no se libera, por lo tanto
deberá procurar el cumplimiento de la misma (art. 763 CCyC); y g) "nema plus iuris",
este principio establece que nadie puede transmitir un derecho mejor o más extenso que
el que tiene salvo que la ley disponga lo contrario (ait. 399 CCyC).
2. Incumplimiento
del deudor o de las personas por las cuales debe responder (ej. el dueño de la empresa
por los hechos realizados por sus dependientes en ocasión de prestar funciones).
Por último, debemos tener presente que por el principio de "equiparación", el in-
cumplimiento de las personas de las que el deudor se sirve para la ejecución de la obli-
gación se equipara al derivado del propio hecho del obligado (ejemplo: si e l contrato
a un arquitecto - locación de obra- para que éste me construya una vivienda llave en
mano, y al cabo de dos meses se llueve y se han rajado varias paredes, no se libera de
responsabi lidad alegando que fueron los albañi les los que trabajaron mal, deberá res-
ponder por el incumplimiento obligacional).
3. Mora
3.a. Concepto. Requisitos. Efectos
Entendemos por mora, como el retardo en el cumplimiento de la obligación impu-
table a uno de los sujetos partes. Esta situación jurídica, el estado moratorio, requiere
como "presupuesto" que la obligación sea exigible, esto es que el plazo se encuentre
vencido o que se haya cumplido la condición suspensiva, y que la otra parte haya cum-
plido con los deberes que le corresponden en virtud del víncu lo obligacional.
Pueden incurrir, por lo tanto, en mora tanto el deudor como el acreedor o ambos
recíprocamente.
Del concepto antes brindado surgen los "elementos" relevantes de la mora, a saber:
a) un "retardo", o sea, que el deudor no haya cumpl ido con el pago en término, es la
dilación o tardanza en su cumplimiento; b) que sea imputable, esto es, que se le pue-
da atribuir la responsabilidad por la demora en virtud de un facto r subj etivo -culpa o
dolo- o un factor objetivo -garantía-; y c) un hecho jurídico constitutivo del estado de
mora, que por regla ocurre por el mero transcurso del tiempo, y por excepción, cuando
se requiere que por un acto jurídico se haga al deudor o acreedor ingresar al estado
moratorio, nos estamos refiriendo a la "interpelación" 7 (entiéndase por este concepto
la intimación formulada para que se cumpla con la obligación; constituye una declara-
ción de voluntad, no formal, facu ltativa, unilateral y recepticia, que puede ser judicial
o extrajudicial para la constitución en mora) 1.
ÜSSOLA, Federico A., Derecho cm/ y comercial. Obligaciones, ob. ciL. p. 730.
PtZARRO, Daniel Ramón y V ALLESPINOS, Carlos Gustavo, Tra/ado de responsab,bdad CJVJ/, Rubinzal•
Culzoni, Bs. As., 2017, t. 1, p. 282. ,--
DERECHO DE LAS O BLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 127
~
Esta regla de la mora automática tiene sus excepciones, no rige respecto de las
obligaciones:
a) sujetas a "plazo tácito"; si el plazo no está expresamente determinado, pero re-
sulta tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación, en la fecha
que, conforme a los usos y a la buena fe, debe cumplirse;
b) sujetas a " plazo indeterminado" propia mente dicho; si no hay plazo, el juez
a pedido de parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve que
prevea la ley local, a menos que e l acreedor opte por acumular las acciones
de fijación de plazo y de cumplimiento, en cuyo caso e l deudor queda consti-
tuido en mora en la fecha indicada por la sentencia para el cum plimiento de
la obligación.
En caso de duda respecto a si e l plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho,
se considera que es tácito.
Ahora bie n, hemos afirmado anteriormente que toda obligación debe cumplirse
en tiempo y en forma, el incumplimiento de esta regla por incurrir en mora hace
responsable a l deudor de las consecuencias jurídicas derivadas de su injustificado
retraso habi litando al acreedor a reclamar todos los daños y pe1:juicios ocasionados
por la misma (ejemplo: en las obligaciones de dar sumas de dinero. debe pagar los
intereses moratorios), no pudiendo tampoco ex imirse de responsabil idad si estando
en mora sobreviene imposibi lidad de cumplimiento o caso fortuito (a no ser que la
mora sea indiferente para la producción del caso fortuito o impos ibilidad de cum-
plimiento, art. 1733 del CCyC).
Para liberarse de responsabilidad, el deudor debe probar que no le es imputable la
mora, independientemente de cuál sea e l lugar de pago de la obligación.
Para entender mejor lo afirmado, debemos distinguir si la obligación es de medios
o de resultado. En e l primer caso, la imputación de la mora responde al factor de atri-
bución subjetivo culpa, entendiéndose que existe una presunción legal de culpabil idad
en el estado de mora, presunción que admite prueba en contra. O sea que, acreditada la
existencia de la mora, y dada la presunción de culpa en su contra, la carga de la prueba
del eximente de responsabilidad recae sobre el deudor quien deberá acreditar su "dili-
gencia" en e l cumplimento oportuno de la obligación.
Si la obligación es de resultado, el factor de atribución es objetivo (riesgo creado,
deber de seguridad, garantía, equidad, etc.) y por lo tanto el cumplim iento de la pres-
tación en término se encuentra garantizado, no resultando sufic iente para li berarse el
deudor de responsabilidad acreditar su di ligencia, será necesario que pruebe la existen-
cia de un " hecho ajeno" o "causa de justificación" que la excluya 9 (ejemplo: culpa del
acreedor, de un tercero, etc.).
Nota: En el capítulo siguiente se estudiarán con detenimiento obligaciones de me-
dio y resultado.
-...
PIZARRO, Daniel Ramón y VALLESPINOS, Carlos Gustavo, Tratado de responsabilidad civil, ob. cit. ,
p. 279.
128 INSTITUCIONESDE ÜERECMO PRJVADO
El art. 790 del CCyC define la cláusula penal como "aquella por la cual una perso-
na, para asegurar e l cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en
caso de retardar o de no ejecutar la obligación". Es una estipu lación accesoria en un
contrato que tiene una función compulsiva incentivando al deudor al cumplimiento de
la obligación, e indemniza/aria, fijando por antemano la indemnización que correspon-
derá en caso de incumplimiento 10• .......
Se destaca su carácter accesorio de la obligación principal; condicional en el sen-
tido de que su existencia depende del hecho futuro e incierto de que el deudor cumpla
o no; subsidiaria de la prestación principal para el supuesto de inejecución de ésta;
inmutable en cuanto a que si hubo inejecución total, por más que se demuestre que el ,...,,_
acreedor no sufrió perjuicio, o que éste sufrió un perjuicio mayor al monto pactado no
será modificado, salvo que el deudor cumpla una parte de la obligación, o de modo
irregular, o fuera del lugar y el acreedor lo acepte, en este caso la pena debe disminuirse
proporcionalmente (art. 798 CCyC); y por último su aplicación es de interpretación
restrictiva ya que por el principio favor debitoris no se le puede dar a la cláusula un
sentido más gravoso que lo convenido o pretender su existencia ante la duda de que
haya sido estipulada por las partes o como también en cuanto a su extensión 11 •
Existen dos clases: a) la compensatoria, que es la que se pacta para el supuesto de
inejecución absoluta y sustituye la indemnización de daños y perjuicios, debiendo en
su caso optar el acreedor entre reclamar la indemnización o el cumplimiento de la pres-
'º ALTERINI, Alilio Anibal, AMEAL, José Osear y LóPEZ CABANA, Roberto M., Derecho de obligaciones
civiles y comercia/es, 2' ed. actualizada, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1998.
11
TRIGO REPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén. Código Civil y Comercial. Comentado.
Tra1ado exegé1ico, Jorge H. Alterini (dir.), Thomson Reuters-La Ley, 2015, Bs. As., t. rv, p. 243.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 129
tación (art. 793 CCyC); y b) la moratoria, cuando se la ha previsto sólo para el caso de
retraso en cumplimiento, reclamando el acreedor el cumplimento de la prestación más
el pago de la pena moratoria (art. 792 CCyC).
Puede tener por objeto el pago de una suma de dinero, o cualquier otra prestación que
pueda ser objeto de las obligaciones, bien sea en beneficio del acreedor o de un tercero.
La pena o multa impuesta por la cláusula penal sup le la indemnización de los
daños cuando el deudor se constituyó en mora; y el acreedor no tiene derecho a
otra indemnización, aunque pruebe que la pena no es reparación suficiente (regla
de la inmutabilidad).
Para requerir la aplicación de la pena, el acreedor no está obligado a probar que
ha sufrido perjuicios, ni el deudor puede eximirse de satisfacerla, acreditando que el
acreedor no sufrió perjuicio alguno. La cláusula penal, en suma, tiene un carácter em i-
nentemente resarcitorio pero acotado convencionalmente por ambas partes, siendo por
ello una de las excepciones al principio de la "reparación plena".
Reclamada judicialmente la pena, los jueces pueden reducirla cuando su monto es
desproporcionado con la gravedad de la falta que sancionan, habida cuenta del valor
--- de las prestaciones y demás circunstancias del caso, configuran un abusivo aprovecha-
miento de la situac ión del deudor.
Por su parte, el deudor puede eximirse de cumpl ir la obligación con e l pago de la
pena únicamente si se reservó expresamente este derecho.
En tanto que el acreedor no puede pedir el cumplimiento de la obligación y la pena,
sino una de las dos cosas, a su arbitrio, a menos que se haya estipulado la pena por el
simple retardo, o que se haya estipulado que por el pago de la pena no se entienda ex-
tinguida la obligación principal.
12 TRIGO R EPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Código Civil y Comercial. Comentado.
Tratado exegético. Jorge H. Alterini (dir.) Thomson Reuters La Ley, 2015, Bs. As. t. IV, p. 269.
130 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Por "caso fortuito" entendemos a todo hecho ajeno a la voluntad del hombre, un -,.
hecho de la naturaleza (Ejemplo: inundación, un tornado), que impide el cumplim iento
de la obligación, y por "fuerza mayor" al hecho realizado por el hombre que provoca
igual desenlace (ejemplo: una ley que desde el momento de su entrada en vigencia pro-
híbe la comercialización de l producto que el deudor se había comprometido a entregar).
El art. 1730 del CCyC señal a que se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho
que no ha podido ser previsto o que habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado;
el acaecimiento de estos " hechos" libera de responsabilidad al deudor, excepto disposi-
ción en contrario. A los fines prácticos, uno y otro supuesto son asimilados por el legis-
lador por lo que tienen el mismo efecto, tema que hemos ya abordado en el Capítulo IV.
Por lo que, recordemos que el caso fortuito o fuerza mayor liberan de responsabili-
dad al deudor. siempre y cuando sean: a) un hecho "imprevisible" o previsible que fue
"inevitable", objetivamente considerado, es decir, que se deberá valorar en abstracto
si un sujeto podría haberse representado conforme el curso natural y ordinario de los
hechos el acaecimiento del acontecimiento señalado como fortuito; b) externo o ajeno,
que sea un hecho extraño al riesgo propio o natural de la actividad desplegada por las
partes, que se encuentre fuera de su actuación prestacional; c) sobreviniente, debe ser
posterior al nacimiento de la obligación; d) objetivo, absoluto y total, que resulte insu-
perable para cualquier deudor e l obstáculo provocado por el acontecimiento sindicado
como fo rt uito, hecho que impide cumplir en todos sus aspectos el plan prestacional.
Producido el caso fortuito o fuerza mayor se extingue la obligación sin responsabi-
lidad para las partes, pero si la imposibilidad sobreviene debido a causas imputables al
deudor la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una indemniza-
ción por los daños causados (art. 955 del CCyC).
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 131
7. Imposibilidad temporaria
III. PRIVILEGIOS
l. Concepto
Nociones generales
Cuando los bienes son insuficientes para responder a todos los créditos y la llamada
garantía común no cumple plenamente su función, en esas situaciones algunos créditos
tienen prioridad, o sea, derecho a cobrar preferentemente respecto de otros 13 •
La regla conocida como "pars conditio creditorum", impone igual tratamiento para
todos los acreedores frente al patrimonio del deudor, en caso de insolvencia o insufi-
ciencia de este, la satisfacción de los créditos debe ser paritaria y conjunta. Sin embargo,
existen situaciones jurídicas de excepción que ameritan un tratanücnto diferenciado. Es
en este contexto que cobran relevancia los privilegios que el art. 2573 del CCyC define
como "la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia a otro".
En caso de conflicto entre dos acreedores o más, la ley da solución a la tensión
existente otorgando a uno ellos derecho a percibir su crédito con prioridad o preferencia
respecto de otro.
13 CAZF..AUX, Pedro N. y TRIOO REPRESAS, Félix, Compendio de derecho de la.v ohligaciones, 2" cd.
actualizada, Librería .Editora Platense, La Plata, 1998,p. 208.
132 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2 . Caracteres
En este punto nos referimos a los rubros que integran el crédito. que son los que
r gozan de la preferencia de pago establecida por el privilegio, cuestión que es regulada
en el CCyC en el art. 2577. La c itada norma dispone que el privilegio no se extiende
(no comprende) a los intereses, ni a las costas, ni a otros accesorios del crédito, excepto
disposición legal en contrario, por lo que el rubro que goza de prelación de pago es e l
capital puro, suma di neraria reclamada en el crédito.
6. Clases
Existen dos clases de pri vilegios, los "generales" cuyo asiento es la totalidad del
patrimonio del deudor, los cuales sólo pueden ser invocados en los procesos univer-
sales y colectivos, entiéndase aquellos que afectan a todo el patrimonio y convocan a
todos aquellos que tengan un interés legitimo sobre él o, mejor dicho, un derecho de
crédito en contra de éste (ejemplo: concurso preventivo, quiebra, proceso sucesorio y
,..._, liquidación del fideicomiso - art. 1687 del CCyC-). Todos estos procesos universales
se rigen por la ley aplicable a los concursos, exista o no cesación de pagos (arts. 2579
y 2580 CCyC).
,....._ El art. 246 de la ley 24.522 (ley de concursos y quiebras) prescribe que son créditos
con privilegio general:
r
1) los créditos por remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador por
seis meses y provenientes por indemnizaciones de accidente de trabajo, por an-
tigüedad o despido, y por falta de preaviso, vacaciones, sueldo anual comple-
r
mentario, fondos de desempleo y cualquier otro derivado de la relación laboral,
se incluye en este privilegio los intereses adeudados por el plazo de dos ai'los
,......_ contados desde la mora y costas judiciales;
2) el capital por prestaciones adeudadas a organismos de los sistemas nacional,
provincial, o municipal de seguridad social, subsidios familiares y fondos de
,...... desempleo;
3) si el concursado es persona fisica: los gastos funerarios, gastos de enfermedad
,,....._
de los últimos 6 meses de vida, gastos de alojamiento, alimento y vestimenta
....... del deudor y de su fami lia, durante los 6 meses previos a la presentación del
concurso;
4) e l capital por impuestos y tasa adeudadas al fisco nacional, provincial o muni-
,-.. cipal; y
5) el capital por facturas de crédito aceptadas por hasta$ 20.000 por cada vendedor
o locador.
....,, Y los privilegios "especiales " (art. 2582 CCyC), aquellos cuyo asiento reside en un
bien en particular sea éste, mueble o inmueble, a saber:
134 INSTITUCIONES DE D!!RECHO PRIVADO
a) los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una cosa, sobre
ésta. Se incluye el crédito por expensas comunes en la propiedad horizontal;
b) los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por seis meses y los pro-
venientes de indemnizaciones por accidentes de trabajo, antigüedad o despido,
falta de preaviso y fondo de desempleo, sobre las mercaderías, materias primas
y maquinarias que, siendo de propiedad del deudor, se encuentren en el estable-
cimiento donde presla sus servicios o que sirven para su explotación.
Cuando se trata de dependientes ocupados por el propietario en la edificación, re-
construcción o reparación de inmuebles, el privilegio recae sobre éstos;
e) los impuestos, tasas y contribuciones de mejoras que se aplican particularmente
a determinados bienes, sobre éstos;
d) lo adeudado al retenedor por razón de la cosa retenida, sobre ésta o sobre las
sumas depositadas o seguridades constituidas para liberarla;
e) los créditos garantizados con hipoteca, anticresis, prenda con o sin desplaza-
miento, warrant y los correspondientes a debenture!:> y obligaciones negociables
con garantía especial o -flotante;
1) los privilegios establecidos en la ley de navegación, el Código Aeronáulico, la
ley de entidades financieras, la ley de seguros y el Código de Minería.
Por último, resta señalar que a los acreedores sin privilegio, se los denomina "qui-
rografarios" o "comunes" y concurren a prorrata entre síi excepto disposición legal en
contrario (art. 2581 CCyC).
7. Derecho de retención
Es una facultad que se le concede a todo acreedor de una obligación cierta y exigi-
ble para "conservar en su poder la cosa", que debe restituir al deudor, hasta el momento
del pago de lo que éste le adeude en razón de la cosa (ejemplo: el mecánico no entrega
el vehiculo hasla que se le abone la suma adeudada por su reparación).
Las notas salientes de este instituto son: a) Quien hace uso de esta facultad -retene-
dor-, debe ser acreedor de quien tiene derecho a la entrega de la cosa; b) la obligación
debe ser cierta y exigible, no gozando, por ende, de esta facultad el acreedor de una
obligación sujeta a plazo o condición suspensiva; c) la obligación tiene su origen en
razón de la cosa. Así, por ejemplo, el zapatero no entregará las zapatillas hasta tanto no
se le abone su reparación; como se advierte su crédito existe en función de la reparación
del bien, existe una conexión entre el crédito y la cosa retenida; y d) sólo se pueden
retener "cosas", bienes materiales susceptibles de un valor, que estén en el comercio y
sean embargables, por lo tanto no se podrá ejercer la facultad sobre bienes inmateriales,
bienes inembargables o que estén fuera del comercio.
El derecho de retención tiene un carácter "accesorio" del crédito del cual es anexo,
pues si se extingue el crédito que ha generado la facultad de retener, también se extinguirá
el derecho de retención, y es "indivisible", de modo tal que si el deudor paga parte del cré-
dito no podrá reclamar que se le restituya la cosa en su totalidad o eri una parte de ella 14 .
14
ALTER!Nl, Atilio Aníbal, AMEAL, José Osear Y LóPEZ CAI!MA, Roberto M., Derecho de ob/igac:iones
civiles y comen:iale~·. 2" ed. actualizada, Abeledo-Perrot, Bs. As.,1998
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. ESTRUCTURA Y DINÁMICA OBLIGACIONAL 135
Tiene esta facu ltad só lo quien obtiene la detentación del bien por med ios líci tos,
por lo que quien por una vía contraria a derecho obtuvo la entrega de la cosa, carece
del derecho a retenerla. Tampoco tiene esta facultad quien la recibe en virtud de una
,,.......
relación contractual a t itulo gratuito (ejemplo: comodato), excepto que sea en e l interés
del otro contratante.
El ej ercicio de la retención no requiere autorización judicial ni manifestación pre-
........_
via del retenedor, basta que no se haya cumplido la deuda nacida en razón de la cosa
para hacer uso de esta facultad.
Ahora bien, ante la necesidad del deudor de que se le restituya la cosa, cabe la
posibilidad de que el juez de la causa donde tram ita la demanda por cobro de l crédito,
pueda autorizar que se "sustituya" el derecho de retención por una garantía suficiente,
entiéndase por ello dar una fianza real (prenda) o personal (fianza) que cubra acabada-
mente el crédito, sus accesorios -intereses- y gastos judiciales.
Conforme lo d ispuesto por e l art. 2590 del CCyC, el retenedor tiene derecho a:
a) ejercer todas las acciones de que dispone para la conservación y percepción de su
crédito, y las que protegen su posesión o tenencia con la cosa retenida;
b) percibir un canon por el depósito, desde que intima al deudor a pagar y a recibir
la cosa, con resultado negativo;
c) percibir los frutos naturales de la cosa retenida, pero no está obligado a hacerlo.
S i opta por percibirlos, debe dar aviso al deudor. En este caso, puede disponer
de ellos, debiendo imputar su producido en primer término a los intereses del
crédito y e l excedente al capital.
A su vez, el retenedor está obligado, a tenor de lo dispuesto por el art. 2591 del CCyC:
a) no usar la cosa retenida, excepto pacto en contrario, en el que se puede determi-
nar los alcances de d icho uso, inclusive en lo relativo a los frutos;
b) conservar la cosa y efectuar las mejoras necesarias a costa del deudor;
c) restituir la cosa al concluir la retención y rendir cuentas al deudor de cuanto hu-
biera percibido en concepto de frutos.
E l régimen normativo reconoce expresamente los siguientes efectos a la facu ltad de
retención (art. 2592 CCyC): a) se ejerce sobre toda la cosa, cualquiera sea la proporción
del crédito adeudada al retenedor; b) se transmite con el crédito al cual accede; c) no im-
pide al deudor el ejercicio de las facultades de administración o disposición de la cosa que
le corresponden, pero el retenedor no está obligado a entregarla hasta ser satisfecho su
crédito; d) no impide el embargo y subasta judicial de la cosa retenida; por otros acreedo-
res o por el propio retenedor. En estos casos, el derecho del retenedor se traslada al precio
obtenido en la subasta, con el privilegio correspondiente; e) mientras subsiste, interrumpe
el curso de la prescripción extintiva del crédito al que accede; y t) en caso de concurso o
quiebra del acreedor de la restitución, la retención queda suj eta a la legislación pertinente.
Por último, en el art. 2593 del CCyC, se establecen las causales de extinción del
derecho de retención:
a) por extinción del crédito garantizado, que debe ser total porque si es parcial, el
derecho de retención subsiste en su totalidad;
b) pérdida total de la cosa retenida (ejemplo: destrucción de la cosa);
c) renuncia del acreedor al derecho de retención;
136 ]NSTITUC!ONES DE DEk.l:CHO PRIVADO
---------
....,
" EsPINOSA, José Alberto, Manual de derecho triburario. Advocatus, Cba., 2000, p. 84.
138 ] NSTJTIJCIONES DE D ERECHO PRJVADO
Así, desde el punto de vista de la toma de decisiones, resulta esperable que confor-
me a su formación, el futuro contador pueda sopesar el costo-beneficio de una relación
crediticia. Entender cómo opera cada tipo de obligación y baj o qué modalidades se
desarrolla, explicará en parte el éx ito o no de su desempef\o.
Para aquellos que en un futuro se desempeñen como síndicos en una quiebra o
concurso, entender la dinámica obligacional, resultará determinante para establecer su
desempeño y responsabilidad profesional, por citar un ejemplo, será causal de mala
praxis, desconocer qué son los privilegios y entender cómo func ionan, ya que estos
procesos j udiciales colectivos se erigen en definitiva sobre los conceptos de créditos
" quirografarios" (comunes) y créditos "privilegiados".
CAPÍTULO VI
D ERECHO DE LAS ÜBLIGACl ONES. CLASIFICACIÓN
l. OBLIGACIONES DE DAR
l. Concepto. Distinciones
Son aquellas cuyo objeto consiste en dar una cosa cierta determinada, o sea que
desde el nacimiento de la relación crediticia se encuentra " individualizada" la cosa, de
modo tal que no se puede confundir con otra (ejemplo: Ford Ranger dominio SR-11 1-
IR, inmueble matrícula 182308 12/ 16, etc.).
La prestación principal es la entrega de la cosa (tradición, art. 1924 CCyC) con to-
dos sus accesorios, aunque hayan sido momentáneamente separados de ella; por ejem-
plo, la rueda de auxilio del automotor, el manual de instrucción del equipo electrónico,
etc. (art. 746 CCyC).
140 INSTI'NCIONES DE DERECHO PRIVADO
Junto a ella existen deberes de conducta accesorios que se imponen al deudor, enlre
los que citamos el '·deber de conservar la cosa" en el mismo estado en que se encon-
traba cuando contrajo la obligación, esta carga impone el deber de preservar su estado
material evitando que sufra de1rimentos (art. 746 CCyC); y el "deber de información",
si bien no existe una norma que la establezca de manera genérica, en muchas obliga-
ciones es gravitante a la hora de determinar la responsabilidad del deudor. Esta carga
puede surgir de una norma específica como es la de la ley de defensa del consum idor
(art. 11 00 CCyC), o de la naturaleza o circunstancias que rodean la obligación.
El "derecho de inspección o de contralor'', lo tienen ambas partes. El art. 747 del
CCyC reconoce que tanto el acreedor como el deudor tienen derecho a requerir la inspec-
ción de la cosa en el acto de su entrega, más aún, la recepción de la cosa por el acreedor
hace presumir la inexistencia de vicios aparentes y la calidad adecuada de la cosa, sin per-
juicio de lo dispuesto sobre la obligación de saneamiento. En este punto debemos traer a
colación el art. 11 de la ley de defensa del consumidor (en adelante LDC) que dispone que
la garantía legal se extiende a los defectos o vicios de cualquier índole, aunque no hayan
sido ostensible o manifiestos al tiempo del contrato, cuando afecten la idenlidad entre lo
ofrecido y lo entregado o su correcto funcionamiento, de tres meses en cosas muebles no
consumibles usadas y seis meses en las restantes (recordemos que la LDC sólo se aplica
frente a un supuesto de existencia de relación de consumo 1).
Cuando se entrega una '·cosa mueble bajo cubierta o cerrada" sin inspeccionar al
tiempo de la tradición, el acreedor tiene un plazo de caducidad de tres días desde la
recepción para reclamar por defectos de cantidad, calidad o vicios aparentes. En este
caso estamos hablando de cosas empacadas, embaladas, etc., que no han permitido la
inspección de lo entregado al momento de la tradición y por ello se le concede a l acree-
dor un plazo de caducidad para formular los reclamos pertinentes.
2. O bliga ciones de d ar cosa cierta pa r a constituir derechos reales. Prob lem as rela-
tivos al riesgo y a los efectos respecto de terceros
Como punto de partida, debemos tener presente que en el supuesto bajo estud io,
el deudor es el titular del derecho real de propiedad sobre la cosa y se ha obligado a
entregarla al acreedor con la finalidad jurídica de constituir un derecho real a su favor
(ejemplo: derecho real de propiedad, condominio, etc.), si el cumplimiento de la obli-
gación implica el pago de una cosa que no pertenece al deudor se rige por las normas
relativas a la compraventa de cosa ajena (art. 878 CCyC).
El régimen jurídico de esta clase de obl igaciones gira en torno a la problemática
de tres cuestiones, a saber: a) la constitución o transferencia de derechos reales, b) las
alteraciones materiales y jurídicas de la cosa que pueden acaecer desde el nacimiento
El an. 1092 del CCyC define a la "relación de consumo", como "el vínculo jurldico entre un provee-
dor y un consumidor. Se considera consumidor a la persona humana o jurídica que adquiere o utiliza,
en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final , en beneficio propio o de su
grupo familiar o social.
Queda equiparado al consumidor quien, sin ser pane de una relación de consumo como consecuencia
o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita y onerosa, como destina-
tario final, en beneficio propio o de su grupo fami liar o social".
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASmCAClÓN 141
3. Mejoras
Osso[A, Federico A., Derecho civil y comercial. Ohligacione.1·, directores: Rivera, Julio César y Me-
dina, Graciela. Abeledo-Perrot, Bs.As., 2016.
142 lNSTITIICIONES D!i DERECHO PRIVADO
4. Frutos
El art. 233 del CCyC define frutos como los objetos que un bien produce de modo
renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia. Estos se producen regular y pe•
riódicamenle sin alterar el objeto que los genera. Se clasifican en naturales, que son las
producciones espontáneas de la naturaleza (ejemplo: los frutos silvestres de un árbol
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN 143
frutal), los civiles que son las rentas que la cosa produce (ejemplo: las mercedes locati-
vas generadas por el alqui ler de la cosa), en esta clase se asim ilan las remuneraciones y
honorarios generados con motivo del trabajo que realiza una persona, y los industriales
que son lo que se producen por la industria del hombre, o la cultura de la tierra (ejem-
plo: un cultivo de trigo, soja, etc.).
El principio que establece que "la propiedad de los frutos se adquiere con super-
cepción" es la directriz a tener en cuenta para dirimir las cuestiones que se presentan
con los frutos.
En función de lo expresado, resulta dirimente diferenciar fruto pendiente del per-
cibido. El art. 754 del CCyC dispone que hasta el día de la tradición, los frutos "perci-
bidos" le pertenecen al deudor; en otras palabras, hasta ese momento lo que perciba el
deudor es de su propiedad, en el caso de los naturales e industriales una vez separado
materialmente de la cosa e l fruto e l deudor es su propietario, y en el caso de los frutos
civiles, serán de su propiedad si se han devengado y cobrado.
Ahora bien, una vez produc ida la tradición, los frutos civiles " devengados" y los
naturales e industriales " no percibidos" -o sea pendientes-, entiéndase, los que no han
sido separados o retirados de la cosa y por lo tanto siguen formando un todo con ella,
ie corresponden al acreedor 3•
En resum en, en estas obligaciones de dar cosa cierta para constituir derechos rea-
les, la trad ic ión -que es la entrega de la cosa- delimita el momento en el que los fru tos
"percibidos" pertenecen al deudor, y los "devengados y no percibidos"' (o sea los no
cobrados o retirados) al acreedor.
5. Riesgos de la cosa
Una regla que permite dirimir conflictos en las obligaciones de dar cosas ciertas
ante la eventualidad de deterioros, destrucc ión, daJios, mejoras, etc., es la que determi-
na el principio "res peri! et crescit domino" (la cosa perece o acrece para el dueño), con-
sagrado en directriz jurídica se traduce en que "el propietario es quien debe soportar los
riesgos de la cosa", por lo tanto, si un persona se ha comprometido a entregar una cosa
y previo a cumpl ir con la obl igación - tradic ión-ésta se deteriora o pierde, quien deberá
asumir esta disva liosa consecuencia será el vendedor, pero si ya se hubiera llevado a
cabo la tradición, quien soportará el deterioro o la perdida será el adquirente debido a
que ya se ha constituido el derecho real de propiedad en cabeza de este.
Estas vicisitudes implican un menoscabo o afectación de la cosa, en el caso de la
pérdida, incluimos en esta idea la destrucción, desaparición, o que sea declarada la cosa
fuera de l comercio, situaciones todas que conllevan en defin itiva la imposibi lidad de
cumplimiento sobreviniente; y el otro supuesto, menos gravoso será el "deterioro", un
detrimento o menoscabo que an1inora le integridad de la cosa.
El CCyC en el art. 755 remite a lo dispuesto en la sección sobre la "imposibilidad
de cumplimiento" en cuanto a las consecuencias y responsabilidad por el deterioro o
pérdida, según haya sido con culpa o sin culpa.
TRIGO REPRESAS, Félix A. y CoMPAGNucc , DE CASO, Rubén. Código Civil y Comercial. Comentado.
Tratado exegético. director: Jorge H. Alterini, Thomson Reuters-La Ley, Bs. As., 2015, t. IV.
144 JNSTITUC10NCS DE DERF.CHO PRIVADO
Si la pérdida de la cosa fue sin responsabilidad del deudor (por caso fortuito o
fuerza mayor), se produce ta extinción de la obligación por imposibilidad absoluta y
sobreviniente. Ahorn. si la pérdida resulta imputable al deudor, la obligación modifica
su objeto y se convierte en la de pagar una indemnización por los daños causados,
pudiendo el deudor reclamar el equivalente dinerario o si la cosa es fungible (supuesto
que se da en las obligaciones de género luego de producida la individualización) podría
reclamar la entrega del equivalente de la misma especie.
Si se ha producido el deterioro de la cosa, no se pOOrá cumplir con el principio
de identidad del pago ya que se ha menoscabo su integridad, por lo tanto corresponde
efectuar algunas precisiones para fijar sus consecuencias.
En el caso de que se haya producido sin responsabilidad del deudor, el acreedor
no está obligado a recibir algo distinto a lo pactado, por lo que se podrá tener por extin-
guido el vínculo obligacional en virtud de la imposibilidad de cumplimiento (siempre
y cuando no se incurra en un abuso del derecho por la insignificancia del deterioro),
o podrá también requerir una disminución del precio si el deudor da su conformidad
(opción contemplada en el contrato de compraventa conforme art. 1130 CCyC).
Si el deterioro ha sido por responsabilidad del deudor, el acreedor puede requerir
una reducción del precio con más daños y perjuicios, o requerir una cosa equivalente
si el objeto es fungible, o en definitiva., dar por extinguido el vínculo obligacional con
más daños y perjuicios (art. 955 CCyC).
~~l régimen jurídico de la "obligación de dar cosas ciertas para transferir el uso
o la tenencia", no ha sido contemplado por d codificador, simplemente remite a las
normas contenidas en los titulas especiales; en otros términos, se han excluido del
régimen general de las obligación de dar la reglas atinentes a la "'transferencia del
uso o la tenencia" debiéndose aplicar según el caso las normas referidas al contrato
de locación (art. 1687 y ss. CCyC), depósito (art. 1356 y ss. CCyC), comodato (art.
1533 y ss. CCyC), leasing (art. 1227 y ss. CCyC), transporte de cosas (art. 1296 y ss.
CCyC), etc., postura que ha asumido con el fin de evitar reiteraciones innecesarias
y de dotar a! sistema de reglas y soluciones más eficaces según la casuística que se
presenta bajo esta modalidad,
En resumidas cuentas, lo expuesto aqtú apunta a que se deberá ponderar cada vín-
culo obligacional en concreto para determinar el régimen jurídico que mejor respuesta
brinde al caso según los elementos tipificantes y estruclurantes de la relación crediticia;
así -por ejemplo-, si el deudor se ha obligado a transmitir el uso de una cosa por un
tiempo determinado y a cambio de un monto dinerario, por la remisión efectuada por el
art. 749 del CCyC, la figura jurídica que regulará los efectos y vicisitudes que se pre-
senten en el devenir de este vinculo obligacional será el contrato del alquiler, ya que su
régimen normativo contiene los elementos tipificantes de la relación crediticia y brinda
las soluciones más eficaces y ecuánimes a las cuestiones que se puedan presentar.
,....,
,...., DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN 147
9. Obligaciones de género
La obligación de dar es de género, si recae sobre cosas determinadas sólo por su es-
pecie y cantidad, puede comprender un solo individuo del género o bien varios (ejem-
plo: un cachorro ovejero alemán, tres metros cúbicos de arena fina, etc.).
Un rasgo distintivo de este tipo de obligaciones es sufungibilidad, todo individuo
de la especie equivale a otro de la misma especie y pueden sustituirse por otros de la
misma calidad y en igual cantidad (art. 232 CCyC), íungibilidad que en esta materia
está dada no sólo respecto de que el objeto sea idéntico a otro de la misma especie (fun-
gibilidad perfecta, ejemplo: 100 toneladas de soja), sino también cuando aun existiendo
diferencias entre uno y otro (en rigor cada cachorro de ovejero alemán tiene sus propios
rasgos que los diferencia de sus hermanos) pero es voluntad de la parte que integren
ellos el género sin importar la diferencias que puedan existir (fungibilidad imperfecta).
En este tipo de obligaciones a diferencia de las obligaciones de dar cosa cierta, la
cosa debe ser " individualizada", expresando su " especie" y " cantidad", y el momento
en el cual tanto acreedor como deudor tienen cabal conocimiento de cuál es la cosa a
entregar se denomina " elección", que por regla le corresponde al deudor. salvo que por
acuerdo se haya dispuesto que la elección la realice el acreedor o un tercero.
Queda claro entonces que para que el deudor cumpla con la obl igación de entregar
la o las cosas al acreedor, se debe individualizar la misma, y ello ocurre cuando se pro-
cede a efectuar la "elección" .
A su vez, ésta debe efectuarse sobre la cosa de cal idad media, y puede ser hecha
mediante manifestación de voluntad expresa o tácita.
Hay un principio que es propio de este tipo de obligaciones e informa a todo el
....., régimen aplicable, a saber: "el género no perece". En función de esta máxima jurídica,
el art. 763 del CCyC prescribe que antes de la individualización de la cosa debida, el
caso fortu ito no libera a l deudor 4• Entiéndase por ello, que ante el acaecimiento de un
hecho de esta naturaleza el deudor no se exime de responsabilidad por lo tanto deberá
procurar cumplir con la prestación (por ejemplo, si e l deudor se había comprometido a
entregar una determinada cantidad de un determ inado producto y por un incendio que
........ comenzó en un local contiguo se incendia su local con la lamentable destrucción total,
este siniestro no lo libera de la obligación, por lo que deberá procurar el producto a su
costa por otro proveedor).
Sin embargo, esta regla no es tan rígida ya que existen excepciones como el caso de
las "obligaciones de género limitado", en virtud de las cuales el deudor debe entregar
una cosa incierta pero comprendida dentro de un número de cosas ciertas de la misma
especie (art. 785 CCyC), o por la "teoría de la imprevisión" , si procurar la entrega de
las cosas se torna excesivamente oneroso o dificultoso por una alteración extraordinaria
de las circunstancias ex istentes al tiempo del contrato que desnaturalizan las prestacio-
nes (art. 1091 CCyC).
La "elección" es el momento gravitante en la existencia de las obligaciones de gé-
nero, producida la individualización del bien se aplicarán de allí en más las reglas de
las " obligaciones de dar cosas ciertas" (art. 763, última parte del CCyC). El efecto de
Hasta ahora hemos estudiado el régimen jurídico aplicable a las obligaciones cuya
prestación tienen por objeto dar una "cosa", un bien material susceptible de valor eco-
nómico (art. 16 CCyC), recordando los conceptos aprendidos en el Capítulo lfl.
Cuando el CCyC refiere que las personas son titulares de los bienes que integran
su patrimonio (art. 15), el precepto normativo incluye en esta universalidad jurídica
denom inada patrimonio tanto a los bienes materiales (cosas) como a los inmateriales
(bienes en sentido estricto, o propiamente dicho).
Ahora bien, conforme lo establece el art. 764 del CCyC, las normas aplicables a
las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales, para rest ituir y de
género, se aplican en lo pertinente a los casos en que la prestación debida consista en
transmitir o poner a disposición del acreedor un bien que no es una cosa.
La norma aquí está aludiendo a aquellos bienes inmateriales con valor económico
(ejemplo: marca, patente, derechos intelectuales -en su faz patrimonial-, un crédito,
etc.) y que como tal integran el plan prestacional de una obligación, aplicándose el ré-
gimen de las obligaciones de dar en tanto y en cuanto resulte pertinente su regulación.
11.a. Concepto
Conforme la propia definición que nos da el art. 765 del CCyC, la obligación es de
dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada o determ inable,
al momento de la constitución de la obligación. La propia naturaleza y características
del dinero imponen que tenga un régimen jurídico específico a pesar de ser una cosa
mueble y fungible como tantos bienes.
Entre los caracteres del dinero se destacan los siguientes:
a) Es una cosa consumible, se extingue con el primer uso (art. 23 1 CCyC);
b) Es fungible, puede intercambiarse indistintamente por otros de la misma especie
(art. 232 CCyC);
c) Es divisible, divisibilidad no en cuanto al objeto moneda sino en cuanto al valor
que expresa (art. 228 CCyC).
Entre las funciones jurídicas se destacan, el ser: a) un medio de pago (efecto can-
celatorio de las obligaciones), b) medio de cambio (ejemplo: el precio que tiene la cosa
en un contrato de compraventa), y c) medio legal para el resarcimiento o reparación
de dai'íos, como instrumento para medir valores, en caso de no optar el acreedor por la
reparación en especie puede requerir que la indemnización sea dineraria.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. C LASIFICACIÓN 149
,......,
Estas obligaciones forman parte de la familia de las obligaciones de género, por lo
tanto, se les aplica también la regla " el género no p erece", el deudor no podrá invocar
caso fortuito para liberarse de la deuda (art. 763 CCyC).
En el aspecto económico y social el dinero constituye un medio de circulación, de
intercambio de bienes, un instrumento de capitalización y ahorro, y es medida de valor
de las cosas y bienes en general.
E l art. 766 del CCyC dispone que " el deudor debe entregar la cantidad correspon-
diente a la especie designada", se consagra en esta norma el sistema nominalista por el
cual el deudor debe entregar la suma dineraria acordada, debe entregar el valor nominal
de la deuda asumida.
El monto se mantiene inalterable, invariable e independiente de cualquier fluctua-
ción u oscilación que exista en el mercado, el valor nominal permanece aislado de la
realidad económica.
El principio nominal ista aplicable a las obligaciones dinerarias es la regla en el orbe
jurídico, toda nación debe procurar tener una economía estable, una moneda estable
por lo que esta regla adquiere especiales connotaciones y consecuencias económicas
cuando se deprecia la moneda, cuando existe un proceso inflacionario que entre sus
muchas consecuencias tiene su impacto eo los contratos de larga duración ya que el
deudor se libera entregando el monto de la cuota pactada, circunstancia que a todas
las luces resulta injusta cuando la moneda ha perdido su poder adquisitivo, se afecta la
razonable equivalencia que existía entre la prestación y la contraprestación al momento
del nacimiento del contrato (para que se entiende mejor damos el siguiente ejemplo:
si un contrato que debía pagarse en cuarenta y ocho cuotas iguales y consecutivas de$
1.000 cada una, en virtud del principio nomi11alista este monto se mantiene inalterable,
pero dado un proceso infl acionario si con la cuota uno por ese monto el acreedor podía
comprar el equivalente a cuatro bolsas de cemento, en la cuota 40 producto de la infla-
ción sólo le alcanza para una bolsa de cemento).
--.. A pesar de lo señalado, sigue vigente en nuestro ordenamiento jurídico el art. 7° de la
ley 23.928, denominada coloquialmente como ley de convertibilidad, regla que reafirma
el nominal ismo ya que prescribe que el "deudor de una obligación de dar una suma de-
terminada en pesos cumple su obligación dando el día de su vencimiento la cantidad no-
minalmente expresada. En ningún caso se admitirá actualización monetaria, indexación
por precios, variación de costos o repotenciación de deudas, cualquiera f uere su causa,
haya o no mora del deudor, con las salvedades previstas por la presente ley" (vale aclarar
que el régimen de convertibilidad dispuesto en el art. 1° de la ley 23.928, el que estipulaba
que U$S I era convertible a 10.000, luego$ 1, fue derogado por ley 25.56 1) 3 •
En virtud de lo expuesto, si un contrato contempla una cláusula con mecanismos
de actua.lización, esta cláusula será nula de nulidad absoluta por estar en juego una
cuestión de orden público.
..... P1zARRO, Daniel Ramón y V ALLESPINOS, C arlos Gustavo, lnsti/uciones de derecho privado. Obliga-
ciones. Hammurabi, Bs. As., 1999, t. 1, p. 373.
150 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Como paliativos a la rigidez del sistema, existen dislinlos mecanismos 6: los inte-
reses con componente inflacionario (ejemplo: pactar un interés fijo más la tasa pasiva
que publica el B.C.R.A. en las operaciones de descuento, es comúa en liquidaciones
judiciales), pactar cláusulas de rcnegociación de la cuota al cabo de un determinado
periodo (ejemplo: en materia contractual se puede establecer que cada seis meses las
partes renegocien el precio de la cuota), o fijar precios escalonados, o con descuentos
anticipados por periodos (ejemplo: en un contrato de alquiler la merced locativa es de
$1.000, pero los primeros ocho meses se aplica un descuento por lo que será de$ 500,
del mes 8 al 15 será de$ 750 y del mes 16 al 24 de$ 1.000).
En el art. 772 del CCyC se receptan las •'obligaciones de valor", en las cuales la
moneda en rigor no constituye el objeto de la deuda, sino que sólo sirve de medio para
n:staurar un valor al acreedor 7• El citado precepto normativo prevé: "Si la deuda con-
siste en cierto valor, el monto resultante debe reférirse al valor real al momenJo que
corresponda tomar en cuenta para la evaluación de la deuda".
Se aprecia el régimen de este tipo de obligaciones de dar suma de dinero en materia
resarcitoria, al ocurrir el hecho daftoso, si bien ha nacido la obligación de resarcir, el
quantum no está determinado, la suma dineraria representativa del valor del menoscabo
patrimonial quedará establecida, se cuantificará, al momento del pago, fijado en este
caso por una sentencia judicial.
Si confrontamos las obligaciones dinerarias (en las cuales impera el principio no-
minalista) con las de valor, en aquellas se paga la cantidad de dinero debida, la fijada
por las partes al momento del nacimiento de la obligación, las partes saben a cuánto
asciende la obligación ab initio, al tiempo de su creación (in obligatione); en cambio
en las ohligilciones de valor, el deudor cumple si paga la suma de dinero representativo
del valor al que tiene derecho el acreedor, al momento del pago recién queda fijado el
monto dinerario que debe entregar el deudor; cuando la obligación nace se debe un
valor en abstracto, al momento del pago se cuantificará y con ello quedará determinada
la suma dineraria adeudada (in solutione).
El último párrafo del art. 772 del CC,'yC contempla que la obligación de valor puede
ser expresada en una moneda "sin curso legal" que sea usada habitualmente en el tráfico,
y que una vez que el valor es "cuantificado" en dinero, se aplican las disposiciones de las
obligaciones dinerarias 8, o sea que deja de ser una obligación de valor desde el momento
de su liquidación para quedar de allí en más bajo la tutela del régimen nominalista.
OssoLA, Federico A., Derecho e/VII y comercial. Ohfigaciones, ob. cit., p. 317.
:MÁllQU.t:L, José Fernando, Obligac10nes dineraria~ en el Código Civil y Comercial. Actuali::aáón
monetaria. lnterese8, Alveroni, Cba., 2015, p. 34.
MÁRQIJEZ, .losé Femando, Ohbgacinne.~ dinerarias en el Código Civil y Comercial. .. , ob. cit., p. 36.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASTFICACIÓN 151
14. Intereses
ÜSSOLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, ob. cit., p. 345.
" ÜSSOLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, ob. cit., p. 346.
-.. 11
OssoLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, ob. cit., p. 350.
12 TRIGO REPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Código Civil y Comercial. Comentado.
Tratado exegético. director: Jorge H. A lterini. t. rv, nota de Alterini, Jorge H. y Alterini Ignacio E.,
-.. Thomson Reuters-La Ley, 8s. As., 2015, p. 190.
152 bSlTllJCIONES DE DERECHO PfilvAUU
En efecto, el art. 870 del CCyé prescribe que si la obligación es de dar una suma
de dinero con intereses, el pago sólo es integro si incluye el capital más los intereses.
Estos siempre serán de carácter dinerario,
Los intereses pueden ser según su origen: a) voluntarios (convencionales), lo pac-
t.an las partes; o b) legales, los establece una nonna.
Las obligaciones de dar suma de dinero pueden tener distintos intereses y cada uno
tiene una finalidad distinta, a saber:
15. Anatocismo
Si bien estamos en el ámbito patrimonial donde las partes tiene la libertad para
,....., disponer de sus derechos, en materia de intereses, el art. 771 de l CCyC atribuye a los
jueces la facultad para reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que pro-
voque la capitalización de intereses excede, "sin justificación y desproporcionadamen-
te", el costo medio del dinero para deudores y operaciones sim ilares en el lugar donde
se contrajo la obligación. Los intereses pagados en exceso se imputarán al capital y, una
vez extinguido éste, pueden ser repetidos.
La atribución reconocida a los jueces se aplica tanto a intereses compensatorios,
moratorios, puoitorios legales y al resultado del anatocismo, en cuanto a los punitorios
convencionales se aplica el régimen de las cláusulas penales abusivas 13•
Razones de equidad y j usticia justifican esta atribución reconocida a los magis-
.-...
trados a los fi nes de evitar conductas abusivas reñidas con la buena fe y elementales
principios del derecho.
l. Concepto
...... El art. 773 del CCyC define a la obligación de hacer como aquella cuyo objeto
consiste en la prestación de un servicio o en la realización de un hecho, e n el tiempo,
lugar y modo acordados por las partes. En estas obligaciones se destaca la "actividad"
" PJZARRO, Daniel Ramón y V ALLESPINOS, Carlos Gustavo, Instituciones de derecho privado. Obliga-
ciones, ob. cit., p. 420.
154 lNSTITUCIO:-JES DE DERECHO PRIVADO
desplegada por el deudor, a diferencia de las obligaciones de dar donde el foco está
puesto en la obligación de entregar una cosa o bien inmaterial.
Una primera aproximación de la problemática de esta clase de obligaciones im~
pone distiniuir entre obligaciones de hacer fungibles y no fungibles; aquella::; pueden
ser cumplidas por el deudor o por un tercero (ejemplo: un jardinero), en tanto que las
segundas, son aquellas en las cuales se ha tenido en cuenta la persona del deudor por
sus cualidades o atributos o simplemente porque se ha pactado que sólo éste la realice,
la actividad es inherente a la persona del deudor por lo tanto no resulta factible que un
tercero la realice (ejemplo: un artista plástico).
Luego podemos distinguir entre obligaciones de medio y de resultado, en las pri-
meras el deudor debe realizar la conducta esperada con cuidado, diligencia y previsión,
su responsabilidad es subjetiva (por culpa o dolo), en las segundas., el deudor asegura
satisfacer el interés del acreedor, por lo que su responsabilidad será objetiva (factor de
atribución: seguridad o garantía según el caso).
A continuaciones se desarrollará esta clase de obligaciones conforme el marco nor-
mativo previsto por el CCyC.
El art. 774 del CCyC regula la prestación de un servicio, la que puede consistir:
a) en realizar cierta actividad, con la diligencia apropiada, independientemente de
su éxito, cuyo tratamiento hemos aproximado al analizar la responsabilidad civil
de los profesionales en ciencias económicas en el Capítulo IV.
Así, las cláusulas que comprometen a los buenos oficios, o a aplicar los mejores
esfuerzos están comprendidas en este inciso;
b) en procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de su
eficacia;
e) en procurar al acreedor el resultado eficaz prometido. La cláusula llave en
mano o producto en mano está comprendida en este inciso.
Se desprende de este artículo lo que la doctrina ha denominado obligación de
medio y de resultado.
Dos clases de obligaciones bien diferenciadas, la prestación de un «servicio", que
se refleja en el contrato de servicio-obligación de medio-, y la "actividad endereza-
da a la obtención de un resultado", el que se proyecta en el contrato de obra-obliga~
ción de resultado-. En la primera no se entrega un bien sino que se compromete al
despliegue de una actividad (ejemplo: dar clases de tenis), se agota en sí misma, se
direcciona la conducta del deudor a la obtención incierta de un resultado, su concre•
ción es aleatoria y por ende ajena a sus posibilidades (en el ejemplo de las clases de
tenis, el instructor no puede asegurar que el aprendiz se convierta en jugador profe-
sional aunque cumpla en tiempo, modo y forma).
En tanto que en el segundo caso, lo relevante es el producido de esa actividad, el
deudor se compromete a realizar en favor del acreedor una prestación detenninada
que procura un resultado en concreto (ejemplo: contratar a un herrero para que haga
una reja, en este caso sólo cumple si efectivamente entrega la reja en el tiempo, forma
y modo pactado).
......... DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN 155
" OssoLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, ob. cit., p. 362.
156 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
4. Incumplimiento
El deudor debe cumplir con la prestación, con la conducta debida, debe ajustarse a
los principios de identidad (art. 868 CCyC) e integridad del pago (art. 869 CCyC), lo
que implica que el acreedor no está obligado a recibir una prestación distinta a la debida
y tampoco está obligado a recibir pagos parciales.
Por lo tanto, cuando el deudor no cumple con la obligación, sea de manera total,
parcial (Ejemplo: debía reparar dos cubiertas y arregló una sola), relativa (ejemplo:
mora), o defectuosa, el incumplimiento imputable de la prestación le da derecho al
acreedor a:
A) Exigir el cumplimiento específico; lo que implica que el acreedor pueda acudir
a las vías legales para obtener de forma personal el cumplimiento de la presta-
ción por parte del deudor. Desde ya que el límite para forzar compulsiva.mente
al cumplimiento está dado por la inviolabilidad de la persona del deudor, su dig-
nidad, lo que prohíbe ejercer cualquier tipo de violencia fisica o moral sobre su
persona, Resultará disuasivo para el cumplimiento que exista una cláusula penal
o se apliquen sanciones conminatorias (astrcintes),
B) Hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor; esto dependerá desde ya que
la actividad sea fungible, o sea que no resulta relevante quién es el sujeto que la
realice, caso contrario no resultará factible esta opción.
C) Puede exigir la destrucción de lo mal hecho, siempre que tal exigencia no sea
abusiva. Se deberá tener en cuenta a los fines de esta opción, la relevancia del
incumplimiento y si es antieconómico y disfuncional destruir lo realizado, por
ejemplo, si se acordó hacer una casa de dos plantru. con cinco habitaciones de
5 m. por 3 m., y resulta que las habitaciones se hicieron de 4 m. por 3 rn., sería
abusivo requerir tirar abajo la vivienda para hacerla de nuevo, a todo evento po-
drá reclamar el dueño la disminución del precio y en su caso, daños y perjuicios.
D) Puede resolver el contrato. Ante el incumplimiento puede el acreedor dar por ex-
tinguido el vínculo convencional en forma total o parcial al requerir la resolución
del contrato (art, 1083 y ss. CCyC).
E) Reclamar los daños y perjuicios que se la haya provocado con motivo del in-
cumplimiento.
Cuando afirmamos que es imputable al deudor recordemos que se debe a su "culpa"
(culpa propiamente dicha o dolo) que el acreedor no vea satisfecho su crédito, o que por
un factor objetivo como "garantía" debe responder por el incumplimiento de la obliga-
,......_ DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN 157
ción sin importar en este caso si tuvo culpa o no en la falta de satisfacción del crédito
del acreedor. Pero cuando no le es imputable el incumpl imiento, por ejemplo por caso
fortuito, se libera el deudor de responsabilidad.
5. Obligación de escriturar
En esencia esta clase de obligación de hacer no tiene un régimen específico en el
CCyC, sino que se encuentra dispersa su regulación en el articulado del cuerpo norma-
tivo civil y comercial.
Tiene lugar cuando al celebrarse un acto jurídico que no cumple con las formali-
dades predispuestas por la ley o las partes, la inobservancia da origen al nacimiento de
una obligación de hacer consistente en elevar el acto jurídico en cuestión a la forma-
lidad correspondiente, se produce lo que la doctrina denomina "conversión del acto
jurídico", ya que no tiene los efectos queridos por los sujetos partes sino que acarrea
otro efecto, el nacimiento de la obligación de cumplir con la formalidad predispuesta.
......_ En aquellos actos jurídicos cuya formalidad sea la escritura, su inobservancia pro-
voca el nacimiento de la obligación de escriturar, el ejemplo típico de este supuesto
es el conocido boleto de compraventa - instrumento privado- que tiene por objeto un
inmueble, recordemos que, por ley, todo acto jurídico que tenga por objeto un inmueble
debe celebrarse por escritura.
Entre los supuestos normativos que contemplan esta c lase de obligaciones de hacer,
debemos citar los arts. 285, 969, 995, 1017 y 1018 del CCyC.
Acontece esta consecuencia cuando estamos frente a actos jurídicos formales no
solemnes o de formalidad relativa -ad probationem-. Cabe apuntar al respecto que en
los actos jurídicos formales solemnes la consecuencia de la inobservancia de las formas
es la declaración de nulidad, nulidad absoluta, en cambio en los formales no solemnes,
no provoca la nulidad sino una mutación en cuanto a sus efectos.
Si la contraparte no se aviene a cumplir con la formalidad de elevarlo a escritura,
vía judicial se puede exigir que la cumpla, en cuyo efecto se deberá promover el juicio
de escrituración, pudiendo en última instancia, luego de dictada la sentencia en sentido
favorable a la petición e instada su ejecución, el juez reemplazar a l demandado para
escriturar, será el magistrado quien firme por el deudor el instrumento notarial 15•
......
" PtZARRO, Daniel Ramón y VALLESPJNOS, Carlos Gustavo, Instituciones de derecho privada. Obliga-
ciones, ob. cit. , p. 466.
158 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
7. Incumplimiento
Este tipo de obligaciones implican una conducta pasiva del deudor, un abstenerse,
omitir, tolerar, inhibirse de actuar, lo contrario implica la realización de un hecho, lo
que la coloca en un resultado concreto, lo realizado. A partir de este hecho -el incum-
plimiento- debemos tener en cuenta que a los fines de su imputabilidad, su factor de
atribución será objetivo.
Como se advierte, en la obligación de "dar" y de "hacer", existe una conducta po-
sitiva, una actividad, en tanto que en las obligaciones de " no hacer", el deudor no debe
realizar actividad a lguna, debe abstener de realizar una acción detenninada o tolerar
ciertas actividades del acreedor.
Debemos tener en cuenta e l interés del acreedor frente al incumplimiento, ya que
en caso de mora, mientras se mantenga su interés, el deudor debe cesar su conducta y
así estará cumpliendo con la obligación; en otra hipótesis, si el incumplimiento impu-
table al deudor veda toda posibil idad de satisfacer el interés del acreedor, podrá éste
reclamar los dai'los y perjuicios, por ejemplo en el caso de locación de un campo de
100 hectáreas, se pacta que se deben preservar 1O hectáreas de bosque nativo y resulta
que el deudor lo tala y afecta la totalidad del predio a la siembra, el incumplimiento es
absoluto, más allá de que se pretende reforestar las 10 hectáreas, llevará muchos ai'los
para que se recupere el hábitat en cuestión.
Por último, ante el incumplimiento imputable al deudor, el acreedor puede reclamar
la destrucción fisica de lo hecho, y los dai'los y perjuicios, facu ltad reconocida en la última
parte del art. 778 del CCyC, la que debe ejercerse evitando incurrir e l acreedor en un abu-
so de derecho, ya que tal como lo expresamos en las obligaciones de hacer, la destrucción
puede resultar excesiva, carente de razonabilidad, desproporcionada y antieconómica.
Dicho esto, resta apuntar que si la imposibilidad de cumplimiento se debe a un caso
fortuito, se libera el deudor de responsabilidad.
l.a. Concepto
Si bien la obligación alternativa tiene por objeto "una prestación entre varias" que
es independiente y distinto entre si, debemos tener en cuenta que se trata de una obli-
gación y no de varias.
DERECHO DIJ LAS OB.LlGACIONES. CLASIF1CACION 159
I.b. J,;/ección
Se destaca en esta clase de obligaciones el acto jurídico de la "elección" de la pres-
tación, momento en el cual se produce la determinación o individualización del objeto
-la prestación- que debe realizar el deudor, eliminándose ac;;í el resto de las prestacio-
nes que en el momento inicial del vínculo obligacional existían.
Estas deben ser diferentes e independientes entre ellas, y todas deben ajustarse a las
exigencias y requisitos del objeto de las obligaciones -punto que hemos estudiado en
el Capitulo V-, por lo que si una de las prestaciones carece de algunos de los requisitos
señalados, se deberá elegir entre las restantes.
El efecto propio de la elección es la "concentración", al quedar determinada cuál
es la prestación que debe realizar el deudor. Por lo que si la parte a quien corresponde
efectuar la elección no se pronuncia oportunamente, la facultad de opción pasa a la
otra; y si la facultad se ha deferido a un tercero y éste no opta en el plazo fijado, corres-
ponde al deudor designar el objeto del pago (art, 780 CCyC).
En las obligaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica renuncia a
la facultad de optar en lo sucesivo.
l .a elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte o desde que el
deudor ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea parcialmente.
Una vez realizada, la prestación escogida se considera "única desde su origen", y se
aplican las regla,;; de las "obligaciones de dar, de hacer o de no hacer", según corresponda.
2. Obligaciones facultativas
2.a. Concepto
El art. 786 del CCyC dispone que la obligación facultativa es aquella que tiene una
prestación principal y otra accesoria. El acreedor sólo puede exigir la principal, pero el
deudor puede liberarse cumpliendo la accesoria.
160 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
El deudor dispone hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de optar, o
sea que debe cumplir con una prestación que es la principal, pero tiene la facultad de
que al momento del pago o antes, pueda elegir otra, la que tiene el carácter de accesoria.
El acreedor carece de esta facultad, solo puede exigir la prestación principal y es el
deudor quien puede optar entre la prestación principal o accesoria 16 .
Estas pueden tener tanto origen convencional como legal (ejemplo de legal:
en materia de donación, el art. 1559 del CCyC prevé que salvo que la donación
sea onerosa, el donatario debe prestar alimentos al donante que no tenga medios
de subsistencia. Puede liberarse de esta obligación restituyendo las cosas donadas
o su va lor si las ha enaj enado).
2.b. Efectos
Para el caso de que la obligación principal no se pueda cumplir por causas imputa-
bles al deudor, éste será responsable de los daños y perjuicios ocasionados, teniéndose
en cuenta para cuantificar la indemnización la prestación principal y no la accesoria.
Pero si la que no se puede cumplir es la prestación accesoria, en modo alguno ello afec-
ta al vinculo obligacional ya que el deudor deberá cumplir con la prestación principal.
Esto es una consecuencia del "principio de accesoriedacf' que impera en esta clase
de obligaciones, la extinción, nulidad o ineficacia del crédito principal extingue los
derechos y obligaciones accesorios, la prestación facultativa (arts. 856 y 857 CCyC).
En definitiva, en virtud de este precepto el art. 787 del CCyC dispone que la obligación
facultativa se extinga si la prestación principal resulta imposible, sin perjuicio de la
responsabilidad que pueda corresponder.
" En doc1rina se ha planteado el interrogante sobre la posibilidad de que esta facultad se le atribuya
al acreedor, con diferentes respuestas a la cuestión (ver ALTERINI, Atilio Anlbal, AMEAL, José Osear
y LOPEZ CABANA, Robeno M , Derecho de obhgac10nes civiles y comerciales, 2' ed. actualizada,
Abeledo-Perrot, Bs. As., 1998, p. 51 O).
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN 161
ejemplo, entender cuando se está frente a una obligación cuya causa fuente esté sujela
a una condición o plazo: suspensivo o resolutorio.
Lo dicho respecto a la mora para los créditos, también resulta aplicable para el pasivo.
A su vez, como antes lo señalé, sea en el caso del activo o pasivo corriente, deberá
todo contador saber frente a qué tipo de vínculo crediticio está, saber diferenciar-por
ejemplo- si está frente a una obligación "dineraria" o de "valor", ya que en estas úl-
timas, cuánto se debe, no está determinado, y establecer su cuantificación dependerá
de otros elementos que deberá el profesional de ciencias económicas valorar, lo que
indudablemente impactará en el estado contable a presentar, determinando si el crédito
o deuda, es corriente o no.
Lo afirmado se corrobora, al fijar la RT Nº 8, Capítulo III, punto D.3, las pautas
para la clasificación de los rubros, señalándose entre ellos que" ... los bienes de uso,
inversiones u otros activos similares que se venderán en el período anual siguiente al
presente, podrán considerarse corrientes en la medida en que se conviertan en dinero o
su equivalente en el mismo período. Deben existir elementos de juicio válidos y sufi-
cientes acerca de su realización".
Desde el punto de vista de las "partidas de ajuste de la valuación" (pta. E, Capítu-
lo lll, de la RT Nª 8), tales como componentes financieros explícitos o implícitos no
devengados, cobra relevancia entender que se entiende por "devengados" y para ello
resulta trascendente lo analizado en las obligaciones de dar, con respecto a los "frutos
civiles devengados" (ejemplo: intereses).
En relación con los "estados de resultado o de recursos y gastos", al fijar pautas
de actuación, la RT Nª 8, en su Capítulo IV, punto A2, establece que su "estructura"
se conforma con resultados ordinarios y extraordinarios, señalando que estos últimos
"comprenden los resultados atípicos y excepcionales acaecidos durante el ejercicio, de
suceso infrecuente en el pasado y de comportamiento similar esperado para el futuro,
generados por factores ajenos a las decisiones propias del ente, tales como expropia-
ción de activos y siniestros".
En este punto, por ejemplo, resulta ineludible para todo operador contable, com-
prender la dinámica de las obligaciones de dar en cuanto al régimen jurídico previsto
para los supuestos de: riesgo, deterioro y mejoras o la concurrencia de varios acreedo-
res pretensores de la misma cosa.
En lo que atañe a la elaboración del "estado de flujo de efectivo" (Capítulo VI, de la
RT Nª 8), es de capital importancia, el manejo del régimen de las obligaciones dinerarias, y
en particular, las obligaciones en moneda extranjera. como así también entender las conse-
cuencias prácticas de la ley 23.928 (conocida como, ley de convertibilidad) y de ley 25.561.
Sólo para entender lo apuntado, el Capítulo VI de la RT Nª 8, prescribe que: "Para
que una inversión pueda ser considerada un equivalente de efectivo debe ser de alta
liquidez, fácilmente convertible en importes conocidos de efectivo y sujeta a riesgos
insignificantes de cambios de valor. Una inversión sólo podrá considerarse como equi-
valente de efectivo, cuando tenga un plazo corto de vencimiento (ejemplo: tres meses
o menos desde su fecha de adquisición) ... ".
En fin, sólo hemos citado algunas cuestiones prácticas de lo analizado en el presen-
te capítulo, relacionándolo con la Resolución Técnica Nª 8 de la Federación Argentina
de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, lo que justifica y torna necesario
su conocimiento por todo futuro profesional en ciencias económicas.
CAPÍTULO VII
D ERECHO DE LAS ÜBLIGACIONES.
CLASlFICACIÓN ( CONTINUACIÓN) . EXTINClÓN
A. Obligaciones divisibles
l. Concepto
El art. 805 del CCyC define a la obligación divisible como " la que tiene por objeto
prestaciones susceptibles de cumpli miento parcial". Este concepto responde a que la
naturaleza del objeto permita su fracc ionamiento material o físico.
La prestación jurídicamente divisible exige la concurrencia de los siguientes requi-
..... sitos (art. 806 CCyC):
a) ser materialmente fraccionable, de modo que cada una de sus partes tenga la
misma calidad del todo;
164 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
2. Efectos
En los casos en que el deudor paga más de su parte en la deuda, tiene derecho al
reintegro en los siguientes términos:
a) si lo hace sabiendo que en la demasía paga una deuda ajena, se aplican las reglas
de la subrogación por ej ecución de la prestación por un tercero;
TRIGO REPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Código Civil y Comercial. Comentado.
7i·a1ado exegé1ico, director: Jorge H. Aherini, Thomson Reuters.La Ley, Bs. As., 2015, t. IV, p. 280.
CAZEAUX, Pedro N. y TRIGO REPRESAS, Félix, Compendio de derecho de las obligaciones, 2' ed.
actualizada, Librería Editora Platense, La Plata, 1998, p. 484.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 165
b) si lo hace sin causa, porque cree ser deudor del todo, o porque el acreedor ya
percibió la demasía, se aplican las reglas del pago indebido.
Desde la perspectiva del polo activo y conforme lo previsto por el art. 841 del
CCyC, la participación entre los acreedores de lo que uno de ellos percibe de más se
determina sucesivamente de acuerdo con:
a) lo pactado;
b) la fuente y la finalidad de la obligación o, en su caso, la causa de la responsabi-
lidad;
c) las relaciones de los interesados entre sí;
d) las demás circunstancias.
Sin embargo, si no fuera aún posible conforme estos criterios determinar la cuota
de contribución, se entiende que participan en partes iguales.
5. Obligaciones indivisibles
a. Concepto
El art. 813 del CCyC, seílala que son indivisibles " las obligaciones no susceptibles
de cumplim iento parcial". Subyace en este concepto la razón misma de esta clase de
obligaciones, la posibi lidad de su fraccionamiento fisico o material es el fundamento de
la indi visibilidad o divisibilidad, sin perjuicio de ello las partes pueden también pactar
la indivisibilidad aunque la prestación sea fracc ionable.
Como correlato de lo afirmado en este último sentido, el acreedor puede renunciar
a la indivisibilidad y, por ende, aceptar el cumplimiento parcial o en cuotas de la obli-
gación (art. 944 CCyC).
En el art. 814 del CCyC, se precisan los casos de indivisibilidad, a saber:
a) Si la prestación no puede ser materialmente dividida. Debemos recordar lo seíla-
lado en las obligaciones divisibles por cuanto no será factible el fraccionamiento
de la prestación si materialmente es antieconómico o antifuncional, su funda-
mento responde a una razón jurídica más que natural.
b) Si la indivisibi lidad es convenida; aunque sean fraccionables 100 toneladas de
soja, no ha sido la voluntad de las partes darle el carácter de obligación divisible,
166 INSTITUOONES DE DERECHO PIUVADO
b. Efectos
Cada uno de los acreedores tiene derecho de exigir la totalidad del pago a cual-
quiera de los codeudores, o a todos ellos, simultánea o sucesivamente (art. 816 CCyC),
Existiendo pluralidad de acreedores no se exige su concurso de voluntades, y si
bien cada acreedor es titular o propietario de una cuotaparte, dado el carácter jurídico
de la indivisibilidad (sea porque el bien no es fraccionable o por la voluntad de las par-
tes) cualquier acreedor puede requerir el cumplimiento integro de la obligación. -
La contracara de lo expresado es que cualquiera de los codeudores tiene derecho a
pagar la totalidad de la deuda a cualquiera de los acreedores (art. 817 CCyC), la '"pro-
pagación del efecto" exlintivo libera a todos los deudores de la sujeción al crédito.
En este sentido se encuentra facultado el deudor a elegir cual acreedor será el des-
tinatario del pago, salvo que antes este deudor haya sido demandado por uno de los
acreedores en cuyo caso, a éste se le deberá efectuar el pago.
Ahora bien, con respecto a los otros modos de extinguir las obligaciones, se requie-
re la "unanimidad" de los acreedores para extinguir el crédito, no estamos refiriendo a
la transacción, novación, dación en pago y remisión no así en caso de compensación.
Si bien no es un modo de extinción, se exige igual recaudo para la cesión del crédito.
En el caso de cumplirse la prescripción de la deuda, como su interrupción o sus-
pensión, sus efeclos se extienden, propagan, al resto de los deudores y acreedores. De
ello se sigue que la prescripción extintiva cumplida es invocable por cualquiera de los
deudores contra cualquiera de los acreedores (art. 822 CCyC).
En el caso de insolvencia de uno de los deudores, deberá ser soportada por los res-
tantes codeudores, o sea, que absorben a los fines del pago la parte que le correspondía
al fallido.
Por último y como excepción a la regla de la propagación de los efectos, en materia
de responsabilidad por incumplimiento imputable y en el supuesto de mora, tienen es-
tas vicisitudes el carácter "personal'' por lo que deberá ser soportada sólo por el deudor
responsable de éstas (art. 819 CCyC).
Si por culpa de uno de los deudores se destruye o deteriora la cosa objeto de la
prestación, éste es quien deberá responder ante el o los acreedores por el dafio ocasio-
nado; si uno de los deudores puede invocar un eximente (caso fortuito), el resto de los
deudores no se benefician con éste.
ÜERECIIO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EX'TINCIÓN 167
6. Indivisibilidad im propia
OssoLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, directores: Rivera, Julio César y Me-
dina, Graciela. Abeledo-Perrot, Bs. As., 2016, p. 475.
168 }NSTITUClONES UF. DERECHO PRIVADO
7. 1 ndivisibilidad y solidaridad
El art. 823 del CCyC establece que las normas relativas a las obligaciones solida-
rias son subsidiariamente aplicables a las obligaciones indivisibles. Por esta remisión,
en principio, podríamos decir que habría cierta semejanza de regímenes; no debemos
perder de vista que ambas tienen naturaleza distinta, las indivisibles giran en torno al
fraccionamiento del "objeto" de la obligación y las solidaria<.; se estructuran en función
del "vínculo" gestado en la pluralidad de sujetos.
Si bien hay coincidencias entre ambas, la asimilación no es total y ello se advierte
en el ámbito de la responsabilidad provocada por el incumplimiento imputable al deu-
dor y en el caso de la mora, ya que en las solidarias se da el efecto expansivo entre los
deudores de las consecuencias que deben asumir-salvo dolo--(art. 838 CCyC), y en las
obligaciones indivisibles, no se da la mentada propagación de efectos entre codeudores
(art. 819 CCyC).
Concepto, Efectos
El art. 825 del CCyC las conceptualiw como aquellas en las que '"el crédito o
la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares independientes entre sí como
acreedores o deudores haya". Las cuotas respectivas se consideran deudas o créditos
distintos los unos de los otros" (ejemplo: si Santiago le presta $1.000 a Pm:1lá, Ana,
Mateo y Joaquín, éstos le deberán a Santiago $250 cada uno, ni más ni menos, por lo
que Santiago sólo le podrá exigir a cada uno dicho monto y a su vez cada uno deberá
pagarle la suma de $250 ).
En esta clase de obligaciones van a existir tantos vínculos como sujetos partes
existan, independientes unos de otros, la consecuencia es la "no" propaga"ción de los
efectos, cada deudor soporta las vicisitudes de su cuotaparte.
Teniendo en cuenta el objeto, si es fraccionable o no, será el régimen aplicable;
conforme el art. 826 del CCyC, los efectos de la obligación simplemente mancomuna-
da se rigen por lo dispuesto en las obligaciones divisibles e indivisibles.
Tal como antes señaláramos, en las obligaciones divisibles no se presenta la
propagación de efectos, cada fracción seguirá su suerte independienlemente de las
otras; se produce aqu[ una asimilación total entre esta clase de obligaciones y las
simplemente mancomunadas, en ambas se da una causa fuente común, y confluye
una prestación fraccionable con dispersión de vínculos autónomos e independien-
tes, consecuencia que obsta a que se propaguen los efectos entre los sujetos que se
encuentran en el polo pasivo o activo.
En tanto que si el objeto no es divisible y existe pluralidad de sujetos, el cumpli-
miento de la obligación sólo se tendrá por efectuado si se cumple en su totalidad la
prestación (ejemplo: si tres sujetos se comprometieron a entregar el vehículo dominio
ALA-063, la única forma de cumplir es entregando el vehículo). Por lo tanto, en virtud
de la remisión del art. 826 del CCyC, en estos casos de obligaciones simplemente man-
comunadas se aplicará el régimen legal de las obligaciones indivisibles, en este caso la
naturaleza de la prestación impide su fraccionamiento.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 169
9. Obligaciones solidarias
a. Concepto
El art. 827 del CCyC, prescribe que "hay solidaridad en las obligaciones con plura-
lidad de sujetos y originadas en una causa única cuando, en razón del título constitutivo
o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera de los deudores, por
cualqu iera de los acreedores" (ejemplo: si Ignacio le presta $ 1.000 a Paula, Ana, Mateo
y Joaquín, le puede exigir a uno de ellos o a dos o a todos, e l pago de la totalidad de
la suma adeudada, no hay fraccionamiento como en las simplemente mancomunadas).
Las obligaciones solidarias tiene su origen, o sea, su causa fuente, en la ley o en
virtud de la voluntad de las partes, y su objeto es único e idéntico para todos los sujetos
partes, tanto deudores como acreedores; existe una pluralidad de vínculos (postura asu-
mida por el CCyC en el art. 830 ante la discusión doctrinaria que existía al respecto),
lo que conlleva a decir que los sujetos se encuentran coligados, entrelazados, y por
derivación se provoca en principio la propagación de los efectos.
El art. 828 de l CCyC prescribe que la solidaridad no se presume y que debe surgir
inequívocamente de la ley o del título constitutivo de la obl igación, de ello se des-
prende que frente a un supuesto de obligación con sujetos múltiples la regla es que
sea simplemente mancomunada, y só lo será solidaria si expresamente surge del título
(contrato) o de la ley, en este último caso no será necesario que el acreedor pruebe tal
carácter, pues es la ley la que lo determina.
Entre los ejemplos que podemos citar de solidaridad establecida por la norma, des-
tacamos: en materia de cuentas corrientes bancarias los cotitulares son solidariamente
responsables de los saldos deudor que arroje (art. 1399 CCyC), la responsabilidad del
-. fiador es solidaria con la del deudor cuando renuncia al beneficio de excusión (art. 1590
CCyC), en igual sentido en el caso del principal pagador (art. 159 1 CCyC), los padres
responden solidariamente por los hechos de los hijos (art. 1754 CCyC). los socios res-
170 INSTITIJC'IONES DIJ DEllCHO PRIVADO
e. Solidaridad pasiva
Efectos: En el caso de existir varios deudores, deben cumplir por entero la pres-
tación (pago integro), el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a
todos los codeudores, simultánea o sucesivamente (art. 833 CCyC), y como correlato,
cualquiera de los deudores solidarios tiene derecho a pagar la totalidad de la deuda (art. ,...._
834 CCyC), por lo que la deuda se extinguiría para todos los sujetos del polo pasivo.
Dado el efecto expansivo de la solidaridad, la mora de uno de los deudores solida-
rios perjudica a los demás, y si e l cumplimiento se hace imposible por causas imputa-
bles a un codeudor, los demás responden por el equivalente de la prestación debida y
la indemnización de dai'los y perjuicios. Las consecuencias propias del incumplimiento
doloso de uno de los deudores no son soportadas por los otros (art. 838 CCyC).
Los modos extintivos (pago, novación, transacción, compensación, etc.) inciden,
según el caso, sobre la obligación o sobre la cuota de algún deudor solidario, conforme
a las s iguientes reglas establecidas en el art. 835 del CCyC:
a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los deudores so lidarios paga
la deuda;
b) la obligación también se extingue en el todo si e l acreedor renuncia a su crédito
a favor de uno de los deudores solidarios, o si se produce novación, dación en
pago o compensación entre el acreedor y uno de los deudores solidarios;
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 173
c) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores sol idarios sólo extingue la
cuota de la deuda que corresponde a éste. La obligación subsistente conserva el
carácter sol idario;
d) la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios, aprovecha a los otros,
pero no puede serles opuesta.
........ Extinción absoluta de la solidaridad: Puede suceder que el acreedor decida re-
nunciar al carácter solidario de la obligación, sin renunciar al crédito, y para ello
debe hacerlo en forma "expresa" beneficiando a todos los deudores, y consintiendo
en la división de la deuda, la que se transformará en simplemente mancomunada (art.
834 CCyC).
Extinción relativa de la solidaridad: También puede darse el caso de que decida
renunciar "expresa o tácitamente " a la solidaridad en beneficio de uno solo de los
deudores solidarios, por lo que la deuda continuará siendo solidaria respecto de los de-
más, con deducción de la cuota correspondiente al deudor beneficiario (art. 837 CCyC).
f Solidaridad activa
Efectos: A continuación, desarrollaremos los efectos de la solidaridad activa, la que
tiene lugar cuando en e l polo activo existen varios acreedores.
Cada acreedor, o todos ellos conjuntamente, pueden reclamar simultáneamente o
sucesivan1ente a los codeudores la totalidad de la obligación, y si uno de los acreedores
solidarios ha demandado judicialmente el cobro al deudor, el pago sólo puede ser hecho
por éste al acreedor demandante (art. 845 CCyC).
En cuanto a los modos extintivos, sobre la obl igación, o sobre la cuota de algún
acreedor sol idario, se aplican las siguientes reglas conforme el art. 846 del CCyC:
a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los acreedores solidarios
recibe el pago del crédito;
b) en tanto alguno de los acreedores solidarios no haya demandado el pago al deu-
dor, la obligación también "se extingue en e l todo" si uno de ellos renuncia a su
crédito a favor del deudor, o si se produce novación, dación en pago o compen-
sación entre uno de ellos y el deudor;
c) la confusión entre el deudor y uno de los acreedores solidarios sólo extingue la
cuota del crédito que corresponde a éste;
d) la transacción hecha por uno de los coacreedores solidarios con el deudor no es
oponible a los otros acreedores, excepto que éstos quieran aprovecharse de ésta.
Para el supuesto de que uno de los acreedores solidarios fallezca, el crédito se di-
vide entre sus herederos en proporción a su participación en la herencia. Después de la
partición, cada heredero tiene derecho a percibir según la cuota que le corresponde en
el haber hereditario (art. 849 CCyC).
g. Obligaciones concurrentes
....._, Concepto: E l art. 850 del CCyC nos da el concepto, señalando que las obligacio-
nes concurrentes "son aquellas en las que varios deudores deben el mismo objeto en
razón de causas diferentes". Son diferentes obligaciones con vinculadas, entrelaza-
174 lNSTITUCIONJ;S DE DERECHO PruvADO
das por un objeto común, cada una de ellas tienen una causa distinta. En esta clase
de obligaciones se presenta una pluralidad de causa. con obligaciones conexas en
virtud de un factor aglutinante común, todas deben el mismo objeto prestacional 4•
Por ejemplo, si Mario conduciendo un vehículo de su hermano José, embiste a otro
vehículo, la víclima de este hecho dañoso tendrá legitimación como acreedora para
reclamar el resarcimiento a: a) Mario, como conductor -por un hecho propio, art.
1749 CCyC-; b) a losé, como titular registra! del vehículo---<trt. 1758 CCyC-, y e) la
compafiía de seguros, aseguradora del vehículo de José -art. 118 de la ley 17.418-.
Como se advierte en el ejemplo, los tres son deudores de la misma indemnización,
pero por causas jurídicas distintas, si uno de ellos paga el resarcimiento, todas las
obligaciones se extinguen.
Excepto disposición especial en contrario, el art. 851 del CCyC expresa que las
obligaciones concurrentes se rigen por las siguientes reglas:
a) el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos los codeu-
dores, simultánea o sucesivamente;
b) el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de los otros
obligados concurrentes;
e) la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación realizadas con
uno de los deudores concurrentes, en tanto satisfagan íntegramente el interés del
acreedor, extinguen la obligación de los olros obligados concurrentes o, en su
caso, la extinguen parcialmente en la medida de lo satisfecho;
d) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y la renuncia
al crédito a favor de uno de los deudores no extingue la deuda de los otros obli-
gados concurrentes;
e) la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no producen
efectos expansivos respecto de los otros obligados concurrentes;
f) la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con respecto a los
otros codeudores;
g) la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno de los co-
dcudores no es oponible a los demás, pero éstos pueden invocarla cuando no se
funda en circunstancias personales del codeudor demandado;
h) la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los otros obligados
concurrente, se rige por las relaciones causales que originan la concurrencia.
Sin perjuicio de lo expresado, el CCyC ha previsto que las nonnas relativas a las
obligaciones solidarias son subsidiariamente aplicables a las obligaciones concurrentes.
h. Obligaciones disyuntivas
Esta clase de obligaciones tiene la característica de que si la obligación debe ser
cumplida por uno de varios sujetos, excepto estipulación en contrario, el acreedor
elige cuál de ellos debe realizar el pago, mientras el acreedor no demande a uno de
OsS0LA, Federico A, Derecho civil y comercial. Obligaciones, directores: Rivera, Julio César y Me-
dina, Graciela. Abeledo-Perrut, Bs.As., 2016.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN ( CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 175
los sujetos, cualqu iera de ellos tiene derecho de pagar, es la que se conoce como
disyunción pasiva.
El que paga no tiene derecho de exigir contribución o reembolso de los otros suje-
tos obligados.
A su vez, si la disyunción es activa, debe ser cumpl ida a favor de uno de varios su-
jetos, excepto estipulación en contrario, el deudor elige a cuál de éstos realiza el pago 5•
La demanda de uno de los acreedores al deudor no extingue el derecho de éste a pagar a
cualquiera de ellos. El que recibe el pago no está obligado a participarlo con los demás.
A los fines del completar el régimen jurídico aplicable a este tipo de obligaciones,
el CCyC prevé que se aplican subsidiariamente las reglas de las obligaciones simple-
mente mancomunadas (art. 855 CCyC).
....._
PIZARRO, Dani el Ramón y V ALLESPINOS, Carl os Gustavo, Jnsti111ciones de derecho privado. Obliga-
ciones, H ammurabi , Bs.As., 1999, t. 1, p. 611.
TRIGO REPRESAS, Félix A. y CoMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Código Civil y Comerctal. Comenlado.
Tralado exegé1ico. ob. cit., t. IV, p. 43.
176 I NSTITUCIONES DE DERECHO PRJVADO
En definitiva, si no fuera por lo prescripto en el art. 728 del CCyC, quien realizó
una entrega dineraria en virtud de un deber de conciencia o moral, podría repetir, o sea
requerir la devolución de lo entregado al beneficiario de la atribución patrimonial.
A. El pago
l. Definición y naturaleza jurídica
El art. 865 del CCyC define el pago como "el cumpli miento de la prestación que
constituye el objeto de la obligación". El deudor para liberarse debe cumplir con el plan
prestacional acordado, y tiene este efecto extintivo cuando se ajusta a los requisitos de
identidad, integridad, tiempo y lugar, cualquier desvío en estas exigencias implicará el
incumplimiento de la obligación.
En cuanto a su naturaleza, el CCyC se ha inclinado por la postura que lo reco-
noce como un "acto jurídico", y como tal se le aplica n las reglas de los mismos
con sujeción a las disposic iones propias del régimen previsto en el código civil y
comercial (art. 866 CCyC).
2. Condiciones
a. Quién debe pagar y quiénes pueden pagar
Dispone el art. 880 del CCyC que el deudor tiene el derecho de pagar, y si el pago
realizado por el deudor satisface el interés del acreedor, exti ngue el crédito y lo libera.
Si hay varios deudores, el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por las dispo-
siciones correspondientes a la categoría de su obligación (simplemente mancomunada,
solidaria, concurrente).
La prestación no sólo puede ser cumplida por el deudor, también puede ser ejecuta-
da por un tercero, excepto que se hayan tenido en cuenta las condiciones especiales del
deudor, o hubiere oposición conjunta del acreedor y del deudor.
Puede suceder que un tercero esté interesado en que el deudor cumpla, su interés
radica en que el incumplimiento de l deudor puede causar un menoscabo patrimon ial
por lo que ante el incumplimiento del deudor, este tercero puede cumplir con la obli-
gación, más aún, puede pagar contra la oposición individual o conjunta del acreedor y
del deudor (art. 88 1 CCyC).
Cuando es un tercero el que ejecuta la prestación el crédito no se extingue, por lo
que el tercero tiene acción contra el deudor con los mismos alcances que:
a) el mandatario que ejecuta la prestación con asentimiento del deudor;
b) el gestor de negocios que obra con ignorancia de éste;
e) quien interpone la acción de enriquecimiento sin causa, si actúa contra la volun-
tad del deudor.
Puede también ejercitar la acción que nace de la subrogación por ejecución de la
prestación por un tercero.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTIN UACIÓN). EXTINCIÓN 177
Si las obligaciones para con un solo acreedor tienen por objeto prestaciones de la
misma naturaleza, el deudor tiene la facultad de declarar, al tiempo de hacer el pago,
por cuál de ellas debe entenderse que lo hace (ejemplo: Martín le debe a Ignacio, $500,
$300 y $1. 100, Martín es quien debe efectuar la imputación del pago).
La elección debe recaer sobre deuda líquida -se sabe qué se debe y cuánto se debe,
en contraposición a la ilíquida- y de plazo vencido. Si adeuda capital e intereses, el
pago no puede imputarse a la deuda principal sin consentimiento del acreedor (art. 900
CCyC).
Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el
momento de recibirlo, conforme a estas reglas:
a) debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles;
b) una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la
cancelación parcial de cualquiera de las otras.
Si el deudor o el acreedor no hacen imputación del pago, se lo imputará:
a) en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor;
b) cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata.
Este último supuesto es el que se conoce como imputación legal.
Resta señalar que si el pago se hace a cuenta de capital e intereses y no se precisa su
orden, se imputará a intereses, a no ser que el acreedor dé recibo por cuenta de capital,
supuesto en el cual se habrán extinguido los intereses conforme lo prescripto por el art.
899, inc. d) del CCyC.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASlFICACIÓN (COl"TINUACIÓN). EXTINCIÓN 179
j Beneficio de competencia
En el art. 892 del CCyC se reconoce que algunos deudores puedan ampararse en el " be-
neficio de competencia", este es un derecho que se otorga a ciertos deudores para que pa-
guen lo que buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta que mejoren de fortuna.
...., Ahora bien, esta prerrogativa no la tienen todos los deudores, si no a lgunos de ellos
en virtud de ciertos vínculos que los unen al acreedor, y es en virtud de estas relaciones
que les debe conceder el beneficio (art. 893 CCyC):
a) a sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado, si no han
incurrido en alguna causal de indignidad para suceder;
b) a su cónyuge o conviviente;
c) al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación.
Por último, nos queda por señalar el esquema de presunciones establecidos por el
legislador en cuanto a ciertos supuestos que se suelen dar a diario en el tráfico jurídico
al momento del pago.
En efecto, el art. 899 del CCyC establece que se presume, excepto prueba en con-
trario, que:
a) si se otorga un recibo "por saldo", quedan canceladas todas las deudas corres-
pondientes a la obligación por la cual fue otorgado;
b) si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, "están cancelados
los anteriores", sea que se deba una prestación única de ejecución diferida cuyo
cumplimiento se realiza mediante pagos parciales, o que se trate de prestaciones
sucesivas que nacen por el transcurso del tiempo;
c) si se extiende recibo por el "pago de la prestación principal sin los accesorios
del crédito" (ejemplo: intereses), y no se hace reserva, éstos quedan extinguidos;
d) si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su
respecto, la deuda por ese daño está extinguida.
Consignación judicial
El pago por consignación judicial, como su nombre lo indica, es el que se promueve
en sede tribunalicia a los efectos de que luego de sustanciado un proceso, se dicte una
sentencia que le reconozca efecto extintivo. El deudor es el actor en el juicio y el de-
mandado, el acreedor, el sujeto contra el cual se promueve la demanda de consignación.
Esta modalidad debe cumplir con todos los requisitos del pago, y procede, según el
art. 904 del CCyC, cuando:
a) el acreedor fue constituido en mora (ejemplo: para el caso de que el acreedor se
niega a recibir el pago);
b) existe ince11idumbre sobre la persona del acreedor (ejemplo: el título de crédito
- pagaré, letra de cambio- ha vencido y ha circulado con sucesivos endosos);
c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es impu-
table (ejemplo: fa llece el acreedor y no sabe quiénes son los herederos).
Verificado uno de estos supuestos, debemos tener en cuenta las siguientes reglas a
las cuales se somete el pago por consignación judicial según el caso (art. 906 CCyC):
a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden
del juez interviniente, en e l banco que dispongan las normas procesales;
b) si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en
practicar la elección, una vez vencido el término del emplazamiento judicial
hecho al acreedor, el j uez autoriza al deudor a realizarla;
c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos exce-
sivos, el juez puede autorizar la venta en subasta, y ordenar el depósito del precio
que se obtenga.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. C LASIFICACIÓN ( CONTINUACIÓN). EX'TINCIÓN 181
Consignación extrajudicial
E l deudor de una "suma de dinero" puede optar por el trámite de consignación ex-
trajudicial, y a tal fin, debe depositar la suma adeudada ante un escribano, a nombre y
a d isposición del acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos según lo dispuesto por
el art. 9 1O del CCyC:
a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar
en que será efectuado e l depósito;
b) efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el
día del depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor
por el escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado; si es
imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar judicialmente.
E l art. 91 1 CCyC establece que una vez notificado del depósito, dentro del quinto
día hábil de notificado, el acreedor tiene derecho a:
a) aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo de l deudor el pago
de los gastos y honorarios del escribano;
b) rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el
pago de los gastos y honorarios del escribano;
c) rechazar el procedimiento y el depósito, o no expedirse. En ambos casos el deu-
dor puede disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente.
En el caso de la opción dada en el inc. b, si el acreedor retira lo depositado y recha-
za el pago puede reclamar judicialmente un importe mayor o considerarlo insuficiente
o exigir la repetición de lo pagado por gastos y honorarios por considerar que no se
encontraba en mora, o ambas cosas. En el recibo "debe hacer reserva de su derecho",
caso contrario se considera que el pago es liberatorio desde el día del depósito. Para
demandar tiene un término de caducidad de treinta días computados a partir del recibo
con reserva (art. 912 CCyC).
P1ZARRO, Danie l Ramón y VALLESPINOS, Carlos Gustavo, /nslit11ciones de derecho privado. Obliga-
ciones, ob. cit., t lll p. 385.
182 INSTITUCIONES DE DERECHO PRJVAOO
A. Compensación
El art. 921 del CCyC, prevé que la compensación de las obligaciones "tiene lugar
cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la calidad de acreedor y deudor recí-
procamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda". r:xtingue con fuerza
de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor, desde el tiempo en que ambas
obligaciones comenzaron a coexistir en condiciones de ser compensables.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 183
Esta figura tiene un carácter eminentemente práctico ya que evita que acreedores y
deudores recíprocos efectúen un doble pago; permite, en definitiva, extinguir las deudas
hasta el monto de la menor, subsistiendo la obligación por el saldo; por ejemplo, Martín
le adeuda a Ignacio $ 700 y a su vez, Ignacio le debe $400 a Martin, si compensan las
deudas, se extingue la totalidad del crédito de Martín, incluido accesorios y garantía si
las hubiere, y queda subsistente el crédito de Ignacio por la suma de$ 300 -excepción
a la regla del pago íntegro-.
Existen tres especies de compensación, a saber: legal, convencional, facultativa y
judicial.
Para que exista compensación legal, se deben cumplir los siguientes requisitos
conforme lo dispuesto por el art. 923 del CCyC, a saber:
a) ambas partes deben ser deudoras de prestaciones de dar;
b) los objetos comprendidos en las prestaciones deben ser homogéneos entre sí;
e) los créditos deben ser exigibles y disponibles libremente, sin que resulte afectado
el derecho de terceros.
Este tipo de compensación es común en obl igaciones dinerarias, por ser las que
mejor se ajustan a todos los requisitos que impone la compensación legal, se da una
homogeneidad perfecta entre ambas obligaciones de dar, y el tercer requisito se verifica
cuando el plazo se ha vencido o la condición suspensiva se ha cumplido. no encontrán-
dose ni embargado ni prendado ninguno de los créditos (o sea libre de disponibilidad).
Resulta oportuno apuntar que la compensación, como hecho jurídico extintivo,
existe desde e l momento en que ambas deudas cumplen con los requisitos antes citados,
pero para su eficacia, queda condicionada a que sea invocada por uno de los sujetos
(art. 924 CCyC), hasta tanto no sea invocada, no produce efectos.
La compensación co11ve11cio11al, si bien se la menciona en el art. 922 CCyC, carece
de una regulación específica, ésta se presenta en el terreno de la autonomía de la vo-
luntad en virtud de la cual pueden pactar la compensación, este contrato tiene un efecto
extintivo de obligaciones cuyos sujetos parte son acreedores y deudores recíprocos, y
tiene lugar cuando falta alguno de los requisitos de la compensación legal, pudiendo
incluso las partes can1biar los efectos de la compensación 8• Una característica de esta
clase es que las partes pueden pactar su renuncia.
---- La compe11sació11facultativa "actúa por la voluntad de una sola de las partes cuan-
do ella renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que juega a favor
suyo. Produce sus efectos desde e l momento en que es comunicada a la otra parte"
(art. 927 CCyC). Atento que no resultan compensables los créditos por faltar alguno
de los requ isitos, el acreedor que puede oponerse a la compensación legal por falta de
un recaudo, decide renunciar a esta posibilidad y extinguir las obl igaciones 9• Se cita
como ejemplo, que una de las obligaciones tenga una causa fuente susceptible de nuli-
dad relativa y quien la puede invocar desiste de reclamar la nulidad haciendo uso de la
facu ltad de compensar los créditos.
TRIGO R EPRESAS, Félix A. y COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Código Civil y Comercial. Comen/ado.
7}·a1ado ex egético, ob. ci t. , t. IV, p. 544.
ÜSSOLA, Federico A., Derecho civil y comercial. Obligaciones, ob. cit., p. 973.
184 JNSTJTL'CJONES DE DERECHO PRIVADO
------ ------
Conforme lo dispone el art. 928 del CCyC, en la compensación judicial, "cualquie-
ra de las partes tiene derecho a requerir a un juez la declaración de la compensación que
se ha producido. l,a prelensión puede ser deducida simultáneamente con las defensas
relativas al crédito de la otra parte o, subsidiariamente, para el caso de que esas defen-
sas no prosperen".
En el marco de un proceso judicial una de las partes invoca como defensa la l:om-
pensación, disponiendo el juez en la sentencia si la admite o no; por lo tanto, será ju-
dicial la compensación que producida, ha sido invocada como defensa por una de las
partes.
Por último_, el art. 930 del CCyC scftala los casos de los créditos que no pueden
someterse a este modo extintivo de las obligaciones:
a) las deudas por alimentos;
b) las obligaciones de hacer o no hacer;
e) la obligación de pagar daños e intereses por no poderse restituir la cosa de que el
propietario o poseedor legítimo fue despojado;
d) las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes de la herencia son
insuficientes para satisfacer las obligaciones y los legados restantes;
e) las deudas y créditos entre los particulares y el Estado nacional, provincial o
municipal, cuando:
1) las deudas de los particulares provienen del remate de bienes pertenecientes
a la Nación, provincia o municipio; de rentas fiscales, contribuciones directas
o indirectas o de otros pagos que deben efectuarse en las aduanas, como los
derechos de almacenaje o depósito;
2) las deudas y créditos pertenecen a distintos ministerios o departamentos;
3) los créditos de los particulares se hallan comprendidos en la consolidación de
acreencias contra el Estado dispuesta por ley.
f) los créditos y las deudas en el concurso y quiebra, excepto en los alcances en que
lo prevé la ley especial;
g) la deuda del obligado a restituir un depósito irregular.
B. Confusión
El art. 931 del CCyC, establece que "se extingue la deuda por confusión cuando
las calidades de acreedor y de deudor se reúnen en una misma persona y en un mismo
patrimonio", Este modo extintivo tiene lugar cuando un sujeto asume el rol activo y
pasivo del vínculo obligacional, es acreedor y deudor a la vez.
Se presenta este hecho extintivo en una obligación luego de su nacimiento, por
acontecimientos jurídicos "sobrcvinientes", quien era acreedor deviene en deudor o vi-
ceversa, el caso típico que se cita como ejemplo es en materia sucesoria, asi un deudor
puede resaltar único heredero de un acreedor produciéndose la confusión de sujetos,
otros ejemplos se pueden presentar en materia de fusión de sociedades, o en la adquisi-
ción de un fondo de comercio.
Producida la confusión, la deuda queda extinguida, total o parcialmente, en propor-
ción a la parte de la deuda en que se produce este modo extintivo.
D ERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 185
C. Novación
El art. 933 del CCyC, define la novación como " la extinción de una obligación
por la creación de otra nueva destinada a reemplazarla". Este modo extintivo presupo-
ne necesariamente la existencia de dos obligaciones, la vinculac ión entre la segunda
obligación que reemplaza a la primera se da por el acto novatorio que sirve de causa
eficiente para aquella.
En otras palabras, la novación implica extinguir una deuda creando otra, por lo que
se requiere:
A) de la existencia de " dos obl igaciones sucesivas", la que se extingue y la que la
sustituye.
Las vicisitudes que pueden tener estas dos obligaciones sucesivas pueden afectar la
existencia del acto novatorio. Es asi que no habrá novación, si la obligaci6n anterior
(art. 938 CCyC):
a) está extinguida, o afectada de nul idad absoluta; cuando se trata de nulidad rela-
tiva, la novación vale, si al mismo tiempo se la confirma;
b) estaba sujeta a condición suspensiva y, después de la novación, el hecho condi-
cionante fracasa; o a condición resolutoria retroacti va, y el hecho condicionante
se cumple; en estos casos, la nueva obl igación produce los efectos que, como tal,
le corresponden, pero no sustituye a la anterior.
Con respecto a las circunstancias de la nueva obligación, no habrá novación y sub-
siste la obligación anterior, si la nueva (art. 939 CCyC):
a) está afectada de nulidad absoluta, o de nulidad relativa y no se la confirma ulte-
riormente;
b) está sujeta a condición suspensiva, y el hecho condicionante fracasa; o a condi-
ción resolutoria retroactiva y el hecho condicionante se cumple.
B) El acto novatorio puede involucrar no sólo al deudor y acreedor, sino que tam-
bién puede tener lugar entre algún acreedor o deudor si estamos en un supuesto
de obligación de sujeto múltiple, incluso puede llevarse a cabo con la interven-
c ión de terceros que asuman el polo activo o pasivo de la nueva obligación.
C) Que de forma explícita se evidencie el "fin inmediato" del este acto jurídico,
la extinción de un crédito y la creación de uno nuevo. La voluntad de novar es
requisito esencial de la novación, y en caso de duda, se presume que la nueva
obligación contraída para cumplir la anterior no causa su extinción (art. 934
CCyC), cualquier modificación accesoria de la obligación primiti va, no compor-
ta novación y la entrega de documentos suscriptos por e l deudor en pago de la
deuda tampoco reviste el carácter de acto novatorio (art. 935 CCyC).
Efecto
Por último, el efecto propio de la novación, en sus dos aspectos, es: a) la extinción
de la ob/igadón originaria con todos sus accesorios, aunque el acreedor puede impedir
la extinción de las garantias personales o reales del antiguo crédito mediante reserva; en
tal caso, las garantias pasan a la nueva obligación sólo si quien las constituyó participó
en el acuerdo novatorio; y b) la creación de una nueva deuda.
D. Dación en pago
El art. 942 del CCyC, dispone que "la obligación se exlingue cuando el acreedor
voluntariamente acepta en pago una prestación diversa de la adeudada". En el marco
de la autonomía de la voluntad negocia}, el acreedor acepta sustituir la prestación pri-
migenia por otra distinla.
El carácter flexible de esta figura se advierte al disponer el art. 943 del CCyC, que
se rige por las disposiciones aplicables al contrato con el que tenga mayor afinidad,
Vale aclarar que no se asimila a un contrato determinado, sino que supletoriamente
se aplican sus disposiciones. Si acepta el acreedor la entrega de una cosa, habrá que ver
si aplicamos las reglas del contrato de permuta o compraventa; si acepta que se cumpla
con una prestación de hacer, habrá que determinar si aplicamos las reglas del contrato
de obra o de servicio, y a,;;í sucesivamente se deberá ponderar en cada caso cuál es el
régimen subsidiario más afín.
Cuando el objeto de la prestación sea una cosa, el deudor responde por la evicción
y los vicios redhibitorios de lo entregado, pero si se producen estos efectos no renace la
obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros (art. 943 CCyC).
Para liberarse, el deudor deberá cumplir con una prestación distinta a la origina-
ria, lo que ha mutado por aceptación del acreedor es el objeto de la obligación y la
obligación que sigue siendo la misma, característica que la diferencia de la novación,
esta última para que tenga el efecto extintivo querido presupone la existencia de dos
obligaciones sucesivas.
E. Renuncia
Toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la ley cuando la re-
nuncia no está prohibida y sólo afecta intereses privados. Por renuncia entendemos la
abdicación, pérdida, desistimienlo, remisión, dimisión o, lisa y llanamente, abandono
de un derecho o facultad que emerge de éste. El acto de renuncia puede comprender
una multiplicidad de situaciones jurídicas o derechos, no sólo los crediticios, también
en materia de derechos reales, sucesiones, laboral, etc., el fenómeno es más amplio y
ÜERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN (CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 187
desborda con sus propios contornos el ámbito obligacional; de todos modos, nuestro
estudio se acota al derecho crediticio 10 .
Los derechos patrimoniales y extrapalrimoniales son renunciables, salvo que la
ley lo prohíba, se afecte el orden público o que por su naturaleza sean irrenunciables
(ejemplo: derecho a libertad de expresión, a la intimidad, etc.).
El "acto abdicativo", cuya fi nalidad es el abandono de una relación jurídica, puede
ser unilateral o bilateral, según requiera o no la conformidad de otro sujeto; en el ám-
bito obligacional se necesita la anuencia del deudor, en efecto el art. 946 CCyC dispone
.,.....
que la aceptación de la renuncia por el beneficiario (deudor) causa la extinción del de-
recho y hasta tanto este no haya aceptado el acreedor puede retractarse de la renuncia,
salvo e l derecho adquirido por terceros (art. 947 CCyC).
Puede ser gratuito u oneroso, si la renuncia se hace por un precio o a cambio de una
ventaja cualquiera, se rige por los principios de los contratos onerosos, en cambio si la
renuncia de un derecho es gratuita sólo puede ser hecha por quien tiene capacidad para
donar (art. 945 CCyC).
Entre las características de la renuncia destacamos según el marco normativo del
CCyC:
- Es un acto jurídico de naturaleza abdicativa, cuyo fin inmediato es el abandono de
un derecho o facultad.
- De interpretación restrictiva: la voluntad de renunciar no se presume y la interpre-
tación de los actos que permiten inducirla es restrictiva (art. 948 CCyC).
- No es un acto formal, aun cuando se refiera a derechos que constan en un instru-
mento público (art. 949 CCyC).
- Es retractable: La renuncia puede ser retractada mientras no haya sido aceptada,
quedando a salvo los derechos adquiridos por terceros.
....,_
F. Remisión
El art. 950 del CCyC, establece que "se considera remitida la deuda, excepto prue-
ba en contrario, cuando el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento
original en que consta la deuda" . Es una especie de renuncia, y tiene lugar en las rela-
ciones crediticias, bajo esta modalidad el acreedor le entrega e l instrumento en el cual
consta la deuda al deudor y éste lo acepta.
Si el documento es un instrumento protocolizado y su testimonio o copia se halla
en poder del deudor sin anotación del pago o remisión, y tampoco consta el pago o la
remisión en el documento original, el deudor debe probar que el acreedor le entregó el
testi mon io de la copia como remisión de la deuda.
Las disposiciones sobre la renuncia se aplican a la remisión de la deuda hecha por
el acreedor.
Siendo uno de los modos exti nti vos de las obligaciones, la remisión de la deuda
produce los efectos del pago; sin embargo, la remisión en favor del fiador no aprovecha
....._
'º ALTERINI, Atilio Aníbal, AMEAL, José Osear y LóPEZ CABANA, Roberto M., Derecho de obligaciones
civiles y comercia/es, 2' ed. actualizada, Abeledo-Perrot, 8s. As., 1998, p. 613.
188 [NSTlTUC'lONES DE DERECHO PIUVADO
al deudor y la hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los demás (art.
952 CCyC); en tanto que la restitución al deudor de la cosa dada en prenda causa sólo
la remisión de la prenda, pero no la remisión de la deuda (art. 954 CCyC).
G. Imposibilidad de cumplimiento
Sólo nos limitarnos a continuación a transcribir el art. 955 del CCyC, ya que este
tópico fue objeto de análisis detallado en el Capítulo V, punto al cual remitimos para
su estudio.
El referido precepto dispone que "la imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta
y definitiva de la prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la
obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene debido a causas im•
putables al deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte en la de pagar una
indemnización de los daftos causados".
H. Transacción
" PT7.ARRO, Daniel Ramón y VMLESPil\·os, Carlos Gustavo, Instituciones de derecho privado. Obliga-
ciones, ob. cit.. l HI. p. 588.
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES. CLASIFICACIÓN ( CONTINUACIÓN). EXTINCIÓN 189
tramita la causa, mientras el instrumento no sea presentado, las partes pueden desistir
de ella (art. 1643 CCyC).
Por último, el CCyC ha dispuesto qué " materia" no puede ser objeto de transacción,
,......
y quiénes son los "sujetos" que tienen vedado este modo extintivo de las relaciones
crediticias:
--- - El arl. 1644 del CCyC establece que no puede transigirse sobre derechos en los
que está comprometido el orden público, ni sobre derechos irrenunciables, tampo-
co pueden ser objeto de transacción los derechos sobre las relaciones de familia o
el estado de las personas, excepto que se trate de derechos patrimoniales deriva-
dos de aquéllos.
- En tanto que e l art. 1646 del CCyC dispone quiénes son los sujetos que no pueden
hacer transacciones, a saber:
a) las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo;
b) los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquie-
......... ra con autorización judicial;
c) los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que confiere el testamen-
to, sin la autorización del juez de la sucesión.
l. Prescripción
Al transcurso del tiempo en ciertas situaciones jurídicas la ley le atribuye relevan-
tes consecuencias para los sujetos involucrados, en el derecho patrimonial se destacan
dos instituciones: la prescripción liberatoria y la prescripción adquisitiva, aquélla se
da en el ámbito de los derechos crediticios como uno de los modos extintivos de las
obligaciones y la segunda se presenta en los derechos reales como uno de los modos de
adquisición de esta clase de derechos patrimoniales.
El CCyC no nos da una definición, pero el Código de Yélez, en el art. 3947, nos
daba una idea al respecto, al señalar que los derechos reales y personales se adquieren
y se pierden por la prescripción, siendo "un medio para adquirir un derecho o para libe-
rarse de una obligación por el transcurso del tiempo".
En esencia, en ambos, se requiere el transcurso del tiempo fijado por la ley y la
---. actividad o inactividad, según e l caso, de los sujetos titulares de las relaciones jurídicas
afectadas, amén de que en ciertas s ituaciones se agreguen otros elementos, como es el
--.. caso de la prescripción adquisitiva breve.
Cabe apuntar que en lo que respecta a la prescri pción liberatoria, existen autores
que consideran que no es un modo extinguir las obligaciones, sino que es un modo de
extinción de la acción dado que con la prescripción ha desaparecido el elemento coac-
tivo del vínculo jurídico 12•
En este capítulo estudiaremos la primera figura y en los capítulos de los derechos
reales se abordará el estudio de la prescripción adquisitiva.
12
ÜSSOLA, Federico A., Derecho civil y comerc io/. Obligaciones, ob. cit., p. 1084.
190 f:-JSTITUCIO:-J"ES DE DERECHO PRIVADO
l. DERECHOS REALES
""' Corresponde en este capítulo el estudio de los derechos reales, no sin antes aclarar
que la temática es muy amplia y bastante complicada, principalmente en las denomi-
nadas relaciones de poder. Al tratarse de una obra de carácter general y orientada a ca-
rreras propias de las Ciencias Económicas, lo que equivale a decir "más general aún",
no nos hemos ptopuesto agotar la temática de los derechos reales sino sólo brindar los
lineamientos generales de la materia, de suerte que para profundizar cada uno de los
temas que aquí se tratan, el lector (si lo desea) deberá recurrir a algún texto de derechos
reales en particular, cualesquiera que se utilicen para la Carrera de Abogacía.
A fin de encarecer la importancia de los derechos personales (obligaciones) y los
derechos reales, y cerrar acabadamente los capítulos de obligaciones contenidos en este
trabajo y comenzar a transitar con éx ito los capítulos referidos a los derechos reales,
nos parece indispensable tener presente la temática "del método del código". Tal como
se ha dicho en la parte general del derecho civil, el método en la codificación tiene una
relevancia superlativa. Expresan C hiapero y Palmero I que "el método cientifico" no
ha sido modifi cado en modo alguno, es el mismo seguido por Vélez, y radicó en tomar
en consideración a los derechos subjetivos (los iura) y no al derecho objetivo (ius) 2,
esta idea consistió en dividir los derechos subj etivos proyectados sobre los bienes, en
derechos "relativos o personales " o derechos "absolutos o reales " 3; ahora bien, des-
pués de agotar los primeros en los capítulos anteriores (tal cual lo hace el CCyC, en su
Libro lll), corresponder ahora acometer la tarea de analizar los segundos (como lo hace
CHIAPERO, Silvana M. y PALMERO, Juan C., Manual de derecho privado. Porte general, Advocatus,
Cba., 2017, p. 27.
BUTELER CACERES, José A., Manual de derecho civil. Parte general (con prólogo del Prof. Juan C.
Palmero), 2' ed.,Advocatus, Cba., 1989, ps. 17 y 18.
Expresaba Buteler Cáceres, que el genial jurista brasileño Freitas analizó todas las clasificaciones
conocidas en su época, y poseldo de un cierto espíritu metaílsico, tmto de adentrarse en la intimidad
de las relaciones Jurídicas a fin de destacar aquellos rasgos y caracteres fijos, pennanentes e
inalterables y reflexionando de esa manera llega a la siguiente conclusión (que considera las suma
de las clasificación de los derechos): Proyectados respecto de los bienes, "todos los derechos. o son
"absolutos .. (llamados también reales) o son "relativos " (denominados personales. creditonos o
simplemente obligaciones)". Todo ello encarece como puede verse la clasificación de los derechos
reales y personales que son objeto de varios capítulos de esta obra.
194 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
el CCyC, en su Libro V), para luego para cerrar la obra con el tratamiento conjunto de
los derechos personales y reales, al referirnos al derecho sucesorio (Libro V) 4 •
l. Importancia
El valor que tienen los derechos reales dentro del derecho civil patrimonial es
enorme. Ya lo había consignado Vélez Sarsfield en las notas a los arts. 2502 y 2503 de
su Código Civil, en las que aludía al "orden público económico" que caracterizaba a
ese derecho subjetivo, dado que la prosperidad general de una nación, está íntimamente
vinculada con el régimen de la propiedad, de allí que en materia de derechos reales, a
diferencia de los derechos personales, su número es cerrado, vale decir las partes no
pueden crear otros derechos reales diferentes a los establecidos por ley. Eso de denomi-
nó en doctrina sistema de numerus clausus, a diferencia del sistema español que era de
número abierto 5• Esa política legislativa es mantenida por la Comisión Redactora del
Código Civil y Comercial de la Nación, pues nuestro sistema de derechos reales sigue
siendo cerrado 6, con a lguna diferencia pues Yélez 7, en caso de violación de la regla lo
hacía valer como derecho personal si como tal pudiese valer, ahora al hacer silencio el
art. 1884, todo indicaría que en el caso concreto, el juez decidirá s i: a) carece de todo
valor; b) si importa un derecho personal, oc) si deviene en un derecho real próximo 8•
2. Concepto
Seguidamente daremos tres conceptos de derecho real, dos de doctrina y otro legal.
La doctrina había caracterizado al derecho real, y así lo conceptual izaba Ortolan,
según nota al art. 498 del Código Civil de Vélez, expresando que "es aquél que da la
facultad de sacar de una cosa cualquiera un beneficio mayor o menor" 9• Según Galti
y Alterini, es un "poderjurídico, de una persona sobre una cosa, reglado por la ley. en
virtud del cual se puede obtener directamente de ella, todas, algunas, o alguna de sus
Según Chiapero, Silvana M. y Palmero, Juan C.," las sucesiones o trasmisión de los derechos por
causa de muerte, son también disposiciones comunes a los ambos derechos, y se ha regulado en el
Libro Quinto". Autores y obra citada, p. 29.
Se recomienda leer las notas a los arts. 2502 y 2503 del Código de Vélez antes referidas.
"Art. 1884. Estructura.- La regulación de los derechos reales" en cuanto a sus elementos, contenido,
adquisición, constitución, modificación, transmisión, duración y extinción es establecida sólo por
la ley. Es nula la configuración de un derecho real no previsto en la ley, o la modificación de su
estructura".
Ver art. 2502 de su Código Civil.
Es la opinión de Kiper, en la introducción al Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
director LORENZETTI, Ricardo, coordinadores: DE LOREDO, Miguel Federico y LORENZETTI, Pablo,
Rubinzal-Culzoni, Bs.As., 2015, p. 10.
Nota al art. 498 del Código Civil con cita de ÜRTOLAN: "Derecho personal es aquél en que una
persona es individualmente sujeto pasivo del derecho. Derecho real es aquél en que ninguna persona
es individualmente sujeto pasivo del derecho. O, en términos más sencillos, un derecho personal es
aquél que da la facultad de obligar individualmente a una persona a una prestación cualquiera, a dar,
a suministrar, a hacer o no hacer alguna cosa. Un derecho real es aquél que da la facultad de sacar de
una cosa cualquiera un beneficio mayor o menor".
DERECHOS REALES 195
3. Enumeración
Existen en doctrina numerosas clasificaciones 12 , pero vamos a tomar las más im-
portantes, entendiendo por ello a aquellas tipificaciones que inciden en el régimen ju-
rídico del derecho real, y no son sólo categorizaciones meramente doctrinarias. Así, la
ley los cataloga en:
a) Derechos reales sobre cosa propia o ajena: Son derechos reales sobre cosa total
o parcialmente propia: el dominio, el condominio, la propiedad horizontal, los
conjuntos inmobiliarios, el tiempo compartido, el cementerio privado y la super-
10 GArn, Edmundo y AtTERINl, Jorge H., en El derecho real. t:lementos para 1ma teoría general,
Abeledo-Perrot, Bs.As., 1974, p. 133.
"
12
Es decir, su rég,imenjurldico.
Para mayor abundamiento, recomendamos la obra de los profesores Gatti y Alterini ya citada, ver ps.
121 a 131
196 INSTITUCIONES DE DERECHO PRJVADO
ficie si existe propiedad superficiaria. Los restantes derechos reales recaen sobre
cosa ajena 13•
b) Los derechos reales sobre cosa ajena pueden ser de uso y disfrute o de garantía.
Son de garantía: 1) hipoteca; 2) anticresis; 3) prenda. Todos los restantes son de
disfrute".
c) Derechos reales principales y accesorios: Los derechos reales son principales,
excepto los accesorios de un crédito en función de garantía. Son accesorios los
derechos reales de hipoteca, anticresis y prenda IS_
d) Derechos reales sobre cosas registrables y no registrables. Los derechos reales
recaen sobre cosas registrables cuando la ley requiere la inscripción de los títulos
en el respectivo registro a los efectos que correspondan. Recaen sobre cosas no
registrables, cuando los documentos portantes de derechos sobre su objeto no
acceden a un registro a los fines de su inscripción 16•
Esta cuestión está regulada en varios artículos del CCyC, habida cuenta que la ad-
quisición de los derechos reales puede darse de manera: a) originaria, esto es cuando -,.
13
Conforme al art. 1888 del CCyC.
" Según el articulo citado anteriormente.
" Conforme al an. 1889 del CCyC.
16
Es lo que expresa el art. 1890 del CCyC.
" E n tal sentido: Kiper, al comentar al an. 1883, agrega el caso del art. 2188 que el objeto de los D.R.
de garantía, y la hipótesis de los ans. 22 19, 2232 referidos a la prenda y 2220, que alude a la prenda
con registro. En el Código Civil y Comercial de la Nación, Comentado. LoRENZETT1, Ricardo, (dir.),
ps. 17 y I 8.
,,.... DERECHOS REALES 197
....... 11 Que se da, por ejemplo, cuando el inquilino (que es un tenedor de la cosa) por un acto juridico (compra
venta) adquiere la cosa y pasa a ser poseedor de ella. No es necesario entonces que la devuelva al
,,...... due~o. para que éste se entregue en calidad de propietario. Se abrevia el acto de transmisión. Se la ha
llamado también "tradición ficta".
19 Que seria, por ejemplo, el caso inverso, es decir el propietario (que a su vez es el poseedor) de la cosa,
la enajena a otra persona (vende) y el que la adquiere consiente que éste la siga ocupando en calidad
de tenedor (por ejemplo, se la alquila, o esta tan buena persona el comprador que no teniendo el
vendedor dónde ir a vivir, se la presta (comodato). No es necesario que el vendedor desocupe la casa,
lo ocupe el comprador y después le haga tradición de tenencia. Es otro caso de tradición abreviada.
» Es la hipótesis de la venta de un inmueble que está alquilado. En rigor de verdad, el inquilino (tenedor),
debería devolvérsela al propietario, y éste se la entrega al comprador, luego el comprador se la vuelve
a dar al inquilino. Para evitar todo esto, se le notifica el inquilino, que de alll en más deja de ser
represente de la posesión del vendedor para pasar a ser representante de la posesión del comprador,
sin tener que desocuparla para volver a ocuparla nuevamente. Es otro caso de tradición abreviada.
198 iNSTITIJCJONES DE D!!llliCHO PRIVADO
-------- -------
Con respecto al derecho real de servidumbre, el primer uso es modo suficiente de
adquisición de la servidumbre positiva, tal sería el caso de una servidumbre de tránsito,
el pasar por primera vez, hace las veces de tradición.
También se debe tener en cuenta, aunque el art. 1992 nada diga, que en el caso del
derecho real de hipoteca, en el cual no se hace tradición (porque continúa en poder
del constituyente), que el derecho real de hipoteca nace con la suscripción del título,
es una excepción al título y modo 21 , dado que la inscripción en el registro no reviste
el carácter constitutivo, sino meramente "declarativo" 22. Aclaramos que un registro es
constitutivo cuando su inscripción hace nacer el derecho real y a la vez, lo torna opo-
nible (ej. automotor); y es declarativo cuando sólo se inscribe para darle publicidad y
poder, logra una adecuada oponibilidad frente a terceros (por ejemplo, el inmobiliario).
Sigue diciendo el art. 1892: " .... para que el título y el modo sean suficientes para
adquirir un derecho real, sus otorgantes deben ser capaces 23 y estar legitimados al
efecto ... ", aclaramos que al decir legitimados lo que se quiere significar es que el que
enajena debe ser su titular" (el propietario), todo lo que es a su vez correlativo con lo
normado en el art. 399 que expresa que" ... nadie puede transmitir a otro un derecho
más extenso que el que tiene ... "_
Tal como lo veníamos diciendo, exi::;ten adquisición mortis causa (caso de heren-
cia), de allí que el art. 1992 cierre la temática manifestando: " .. la adquisición por
causa de muerte se le aplican las disposiciones del Libro Quinto 24 ••• ".
Por otra parte, el CCyC, independientemente de las adquisiciones originarias o de-
rivadas y las denominadas por actos entre vivos o por causa de muerte, expresamente
admite también la llamada "adquisición legal" 25, prevista en el art. 1894 del CCyC,
que la que se obtiene por el mero efecto de la ley, es decir "de pleno derecho", como
-por ejemplo- el derecho real de habitación del cónyuge supérstite 26, entre otros casos
que cita el artículo mencionado 27 •
En tal sentido (el de la hipoteca) se expedía Moisset de Espanés, Luis al expresar que en este caso
(hipoteca), el Codificador Vélcz Sarsfield había hecho una excepción a la regla en lo relativo a la
constitución de derechos reales. Autor citado en Publicidad Registra!. 3' Ed., Zavalia, Bs.As., 2003,
p. 85. 5
Coincidente con el comenturio de KlPER al art. 1892 en Código Civil y Comercial de la Nación.
Comen/ado, Loru;NZETII, Ricardo (dir.), p. 37
Kiper, al comentar el art. 1892, expresa la capacidad requerida es de 18 años de edad (salvo
emancipaclón), según art. 22. En Cúdigo Civil y Comercial de la Nm.:ión. Comentado, LoRENZETTI,
Ricardo (dir.), p. 35.
" Que trata: "la transmisión de los derechos por causa de muerte".
"Articulo 1894.- Adquisición legal. Se adquiere por el mero efecto de la ley, indivisión forzosa
perdurable de accesorios indispensables al uso común de varios inmuebles y de muros, cercos y fosos
cuando el cerramiento es forLoso, y el que se origina en la accesión de cosas muebles inseparables;
la habitación del cónyuge adquleren por mero efecto de la ley, los condominios con y del conviviente
supérstite, y los derechos de los adquirentes y subadquirentes de buena fe"
"Artículo 2383.- Derecho real de habitación legal del cónyuge supérstile. El cónyuge supérstite !Lene
derecho real de habitación vitalicio y gratuito de pleno derecho sobre el inmueble de propiedad del
causante, que constituyó el Ultimo hogar conyugal, y que a la apertura de la sucesión no se encontraba
en condominio con otras personas. Este derecho es inoponible a los acreedores del causante".
" "Articulo 1894 del CCyC.-Adquisición fogal. Se adquieren por mero efecto de la ley, los condominios
con indivisión forzosa perdurnble de accesorios indispensables al uso común de varios inmuebles y
DERECHOS REALES 199
En el CCyC, la cuestión está regulada e n el art. 1906 que expresa que todos
los derechos reales son transmisibles, excepto di spos ic ió n legal en con trario. Esa
norma, tal cual lo apunta Alterini 28, debe correlacionarse con el art. 398, que
sie nta la regla de la transmi sibilidad de los derechos, enunciando que todos los
derechos son tran smis ibl es, excepto estipulación válida de las partes o que ello
resulte de una prohibición legal o que im porte trasgres ión a la buena fe, a la moral
o a las buenas costumbres.
De imponerse por el legislador la intrasm isibilidad para un determinado derecho
real, esa situación forma parte de su estructura 29 y de su tipicidad; por ejemp lo, e l
caso del usufructo que es intransmisible vía mortis causa 30, o también puede darse
la limitación a la transmisibilidad en los casos no prohibidos por la ley (por ejemplo,
el caso del dom inio) 3 1•
El punto está tratado en el art. 1907 del CCyC, a di ferencia del Código de Vélez
que no reglamentó normas generales aplicables a todos los derechos reales 32, sino que
reguló los modos extintivos en cada uno de los derechos reales en particular.
El actual Código deja aclarado que sin perjuicio de los medios de extinción de
todos los derechos patrimoniales 33 y de los especiales de los derechos reales, éstos se
extinguen por la destrucción total de la cosa si la ley no autoriza su reconstrucción, por
su abandono y por la consolidación en los derechos reales sobre cosa ajena.
de muros, cercos y fosos cuando el cerramiento es forzoso, y el que se origina en la accesión de cosas
muebles inseparables; la habitación del cónyuge y del conviviente supérstite, y los derechos de los
adquirentes y subadquirentes de buena fe".
28
ALTERINI, Jorge (dir.) en Código Civil y Comercial. Comentado, Tmtado exegético. al comentar el art.
1906, t. IX, p. 188. director del tomo: COSARI, Nelson G. A., La Ley, Bs.As., 2015.
29 " Articulo 1884.- Estructura. La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos,
contenido, adquisición, constitución, modificación, transmisión, duración y extinción es establecida
sólo por la ley. Es nula la configuración de un derecho real no previsto en la ley, o la modificación de
su estructura".
'° "Articulo 2140.- lntransmisibi/idad hereditaria. El usufructo es intransmisible por causa de muerte,
sin perjuicio de lo dispuesto para el usufructo a favor de varias personas con derecho de acrecer".
" "Articulo 1972.- Cláusulas de inenajenabilidad. En los actos a titulo oneroso es nula la cláusula de
no transmitir a persona alguna el dominio de una cosa determinada o de no constituir sobre ella otros
derechos reales. Estas cláusulas son válidas si se refieren a persona o personas determinadas. En los
actos a título gratuito todas las cláusulas senaladas en el primer párrafo son válidas si su plazo no
excede de diez anos. Si la convención no fija plazo, o establece un plazo incierto o superior a diez
anos, se considera celebrada por ese tiempo. Es renovable de manera expresa por un lapso que no
exceda de diez anos contados desde que se estableció. En los actos por causa de muerte son nulas las
cláusulas que afectan las porc iones legitimas, o implican una sustitución''.
" Vélez, en el art. 2505 original estableció: "Los derechos reales se adquieren o se pierden, según las
disposiciones de este Código, relativas a los hechos o los actos, por medio de los cuales se hace la
adquisición, o se causa la pérdida de ellos". SALVAT, ensenaba que debla leerse para mayor claridad la
pérdida de cada uno de ellos. Autor citado, obra citada, t. 1, Nº 9 p. 6.
" Tal seria el caso de la ley 2 1.499 (expropiación).
200 IKSTITUCIOMS DE DERECHO PRIVADO
Los modos extintivos especiales: se configura en cada uno de los derechos reales en
particular, por ejemplo el condominio sin indivisión forzosa se extingue por la partición
34
; en el derecho real de superficie el derecho de construir plantar o forestar por causales
propias 35 ; en el usufructo las causales están previstas en el art. 2152 36; y en el uso 37 y
la habitación 38 por remisiones sucesivas al derecho real de usufructo, y en el art. 2182
se encuentra la extinción del derecho real de servidumbre 39•
9. Inoponibilidad
Para tratar la inoponibilidad referida a los derechos reales, creemos necesario -en
principio~ referir a ella desde la óptica de la parte general del derecho civil. Esta figura
es una de las causales de ineficacia del acto jurídico, una especie de ineficacia funcional
relativa y, al decir de Chiapero-Palmero, la inoponibilidad "priva a un acto jurídico,
valido y eficaz entre las partes, de sus efectos respecto de determinados terceros a
quien la ley fe dirige su atención permitiéndoles ignorar la existencia del negocio e
impidiendo a las partes ejercitar pretensionesjurídicas dirigidas contra esos terceros".
El acto es eficaz para un círculo de personas e ineficaz para otras 40 •
Dejando de lado la locución negativa (inoponibilidad) y pasando a su expresión
afirmativa, oponibilidad, Kiper expresa que es "la posibilidad de hacer valer un dere-
cho o relaciónjurldica a terceros que no han participado en ella" 41 •
La temática está tratada en el art. 1893 del CCyC, que expresa que la adquisición
o transmisión de derechos reales constituidos de conformidad con las disposiciones de
"Artículo 1996.- Regla~ apiu:ahles. Rigen para el condominio las regla:; de ta división de la herencia,
en tanto sean compatibles".
" "Art. 2124.- Extini:1ón. F.I derecho de construir, plantar o forestar se extingue por renuncia expresa,
vencimiento del plazo. cumplimlento de una condición resolutoria, por consolidación y por el no uso
durante diez años, para el derecho a conslruir, y de cinco, para el derecho a plantar o forestar".
"Artículo 2152.- Medios especiales de extinción. Son medios. especiales de extinción da! usufructo:
a) la muerte del usufrucLuano, aunque no s.e haya cumplido el plazo o condición pactados. Si no se
pactó la duración del usufructo, se entiende que es vitalicio; b) la extinción de la persona jurídica
usufructuaria. Si no se pactó la duración, se extingue a los cincuenta años desde la constitución
del usufructo; c) el no uso por persona alguna durante diez años, por cualquier razón. El desuso
involuntario no impide la extinción, ni autoriza a extender la duración del usufructo; d) el uso abusivo
y la alteración de la sustancia comprobada judicialmente".
" "Art. 2155.- Normas suple1orim. Se aplican al uso las nonnas del Titulo Vlll {Usufructo) de este
Libro, a excepción de las disposiciones particulares establecidas en el presente"
" "Artículo 2159.- Normas supletorias. Se aplican a la habitación las nonnas del Título IX (Uso) de este
Libro, a excepción de las disposiciones particulares establecidas en el presente".
"Artículo 2182.- Medios e~peciales de extinción. Son medios especiales de extinción de las
servidumbres: a) la desaparición de toda utilidad para el inmueble dominante; b) el no uso por
persona alguna durante diez a-n.os, por cualquier razón; c) en las servidumbres personales, si el tituJar
es persona humana, su muerte, aunqw.: no estén cumplidos e! plazo o condición pactados.; s.i el titular
es una persona j uridica, su extinción, y si no se pacló una duración menor, s.e acaba a los cincuenta
años desde la constitución".
CJJIAl'l:RO, Sllvana M. y PALMF.RO, Juan C., Manual de derecho privado. Par/e general, ob. cit., ps.
427 y 428.
" K1PER, C., comentado el arl. 1893 en Código CIVll y Comercial de la Nación. Comentado, LORENZETII.
Ricardo, (dir.), p. 42.
ÜERECUOS REALES 201
" VENTURA, Gabriel B., Utiliza las expresiones latinas apuntadas, en el comentario al art. 2°, página 36.
ley 17.80/. Registro de la Propiedad Inmueble. Comentada y anotada, Hammurabi, Bs.As., 2009.
43
Que además de ser una relación real autónoma, de mucha relevancia (pues hasta acciones defensivas
tiene), cumple una función de vital importancia, es el modo: sin él el derecho real no nace, tiene el rol
constitutivo .
., Explica Mo1ssET DE EsPANÉS, Luis, que en el Código Civil, Vélez efectuó una selección de medidas y
se inclinó, en materia de publicidad por la exteriorización de la publicidad posesoria para la defensa y
el conocimiento de las situaciones jurldicas reales. Autor citado en Publicidad Registra/, p. 84.
" A la que el Código Civil de Vélez, no fue ajena, pues si bien todos los derechos reales que se ejercian
por la posesión se exteriorizaban por dicha relación real (que cumplía una doble misión como se dijo,
primero constitutiva del derecho real y después, publicitaria), el derecho real de hipoteca que no se
ejercfa por la posesión, necesitaba para darse a conocer a terceros, la inscripción en un Registro y ello,
202 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
dice Mo1ssET DE EsPANES, Luis, llevó al jurista tucumano LOPEZ DE ZAVALlA, Femando, a sostener que
la publicidad posesoria fue el hijo dilecto de Vélez; en cambio, la publicidad registra! ha sido el hijo
relegado a un segundo plano. Mo1ssET, en Pubbc,dad registra/, p. 85.
46
Nos remitimos al punto "clases de registros", allí se explica con detalle la registración con efectos
constitutivos.
" Autor citado en Pub!tc,dad registra/, p. 84.
•• CORNEJO, Américo Atilio, en Derecho registra/, 3' reimpresión, Astrea, Bs.As., 2012, p. 6.
" Según LóPEZ DE ZAVALIA, Fernando, el derecho registra! "es un conjunto de normas que regulan los
órganos esllllllles encargados de la toma de ra:ón, el proced1m1ento para llegar a ella y los efectos
que la n11sma produce··. Autor citado en Curso mtroductorio al derecho reg,stral, Zavalia, Bs. As.,
1983, p. 10.
'° Asl lo expresa MOISSET DE ESPANÉS Luis, en Publicidad reg,stral, ps. 88/89.
" Término uulizado por CoRNEIO A., en obra citada, p. 10.
,,.....
,..... DERECHOS REALES 203
Como se ve, los efectos de este tipo de inscripción son muy potente. hace a l "ser"
(nacimiento del derecho) y al "valer" (oponibilidad del derecho). La diferencia
entre uno y otro sistema, señala Ventura 52, es tan trascendente que marca la dife-
rencia entre tener o no tener derecho, ser o no ser propietario.
c) De inscripción, de transcripción y enlegaj amiento: según se transcriba integra y
literalmente el documento o si, en cambio, lo que se hace es un breve extracto del
documento de las constancias que según la ley debes ser publicadas y volcadas al
asiento registra!. E l enlegajamiento consiste en recibir el documento y archivarlo
en un legajo 53 ;
d) Convalidante o no convalidante: Un registro será convalidante dice Ventura 54,
cuando el solo acceso definitivo del documento a los asientos registrales deter-
mine por si el valor del mismo, y aunque tenga falencias comprobadas con poste-
rioridad, el derecho ha quedado consolidado a pesar de ellas, por el contrario será
no convalidante si la registración sólo genera una presunción que admite prueba
en contrario atributiva al derecho registrado, pero en modo a lguno puede sanear
los vicios de los que adoleciera el acto jurídico 55•
Los diferentes registros en la Argentina: sin pretender agotar su nómina y tan sólo
al efecto de brindar un superficial análisis de ellos, daremos una breve noticia de algu-
nos de los más importantes:
La registración inmobiliaria: Cabe explicar previamente las normas que tratan la
materia: a) En primer orden: el CCyC, en su art. 1892 y principalmente en el art. 1893;
b) En segundo orden: la ley 17.801 de alcance nacional y c) En tercer orden: las leyes
provinciales de organización de los registros (en la Provincia de Córdoba, la ley 5771 ).
También las leyes provinciales antes indicadas, facultan al director del Registro in-
mobiliario a dictar resoluciones de carácter general para el mejor funcionamiento del
mismo (en Córdoba, art. 6 1 de la ley 577 1), en algunas provincias se las ha ordenado a
través de un Digesto.
La ley 17.80 1 de Registro de la Propiedad Inmueble, de alcance nacional, está
inspirada en una serie de "principios básicos de la publicidad registra/" en los que
basaron sus autores, que fueron Scotti 56 y Falbo 51; dichos principios, explica Moisset
" VENTURA, Gabriel B., en ley 17.801. Regís/ro de la Propiedad Inmueble. Comemada y ano!ada,
Comentario al art. 2°, Hammurabi, Bs. As., 2009, p. 35.
.....,
" Dice LóPEZ DE ZAVALIA, Fernando: "Esla dislÍnción se puede hacer gráficamenle pensando que en
un documenlo podemos dislinguir en/re el papel, las palabras que es1án conlenidas en el papel y el
sen/ido de las palabras del papel. Así, en el caso del e11legaja111ie11to el regislro recibe el papel con
las palabras y el sen/ido; en el caso de la trascripción el regís/ro recibe las palabras y el sen/ido: y
en el de la i11scripció11 el regislro dej a a.fuera el papel y las palabras, sólo 101110 el sen/ido ". Autor y
obra citada, ps. 304/305.
" VENTURA, Gabriel, en l ey 17.801. Regís/ro de la Propiedad Inmueble. Comen/oda y ano/oda,
....... Comentario al art. 4°, ps. 114/115 .
" KtPER, Claudio, Manual de derechos reales. Código Civil y Comercial de la Nación. l ey 26.99-1,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 201 6, p. 76 l.
,. Quien se desempenaba como director del Registro Inmobiliario de la Capital Federal, en época de
dictado de la ley 17.801 ( 1968).
" Rector de la Universidad Notarial Argentina; también en aquellos años.
204 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
de Espanés 58, no suelen estar enunciados en la ley como tales, sino que son una espe-
cie de "ideas fuerza " que inspiran la ley y que han sido desprendidas por el esfuerzo
de la doctrina alemana y española.
Entre ellos se encuentra el pri ncipio de: a) "prioridad", que puede inferirse del art.
19 de dicha ley al decir que la prioridad entre dos o más inscripciones o anotaciones
relativas al mismo inmueble se establecerá por la fecha y el número de presentación
asignado a los documentos en el ordenamiento a que se refiere el artículo 40 59; b) le-
galidad: Puede definirse dice Ventura 60, como la necesidad de que todo documento ins-
cripto o anotado cumpla tanto en los sustancial como en lo formal, con las exigencias
que las leyes imponen como requisitos e validez, su desarrollo se encuentra en los arts.
8° 61 y 9° 62 de la citada ley; c) Rogación: El registro no actúa de oficio, sino a petición
de parte interesada 63 ya sea para solicitar la primera inscripción o para las sucesivas
mutaciones jurídicas de la cosa que ya se encuentra registrada, salvo algunas excepcio-
nes tales como las caducidades de las inscripciones o anotaciones 64, así un embargo
caduca a los 5 años y la hipoteca a los 35 años 65, en ambos casos desde su inscripción,
de manera tal que no hace falta solicitar su supresión, por más que la inscripción no
está cancelada se entiende que ya no tiene validez. También se puede peticionar para
obtener información que el registro posea, para ello se debe tener interés legítimo para
ello 66; d) Especialidad: Tiene que ver con la determinación de todos los elementos que
integran la relación jurídica, esto es sujeto, objeto y causa 67 y está consagrado en los
arts. 12 y 13 de la ley 17.801; e) Tracto sucesivo: En éste se establece que el disponente
debe.figurar como titular registra/ 68 • De modo que el disponente debe figurar como
titular registra!; por este principio, expone Moisset de Espanés, se trata de establecer la
continuidad registra! de las titularidades 69• j) Inscripción: se desprende de los arts. 2°
y 3° de la ley. Expresa Martínez 70, siguiendo a Sanz Fernández, que es la constatación
o expresión formal y solemne hecha en los libros del Registro de los hechos, actos y
contratos que por su naturaleza pueden acceder al registro, y ellos se clasifican en: 1)
Asiento de presentación 71 ; 2) Asiento de inscripción 72, 3) Asiento de anotación 73, 4)
,...., Asiento de matriculación y 5) Asiento de cancelación 74_ Existen otros principios aparte
de los ya seflalados, pero un estudio muy detallado de ellos excede el marco de esta
obra, sólo nos hemos ceflido a los más trascendentales.
Finalmente, e l art. 1893, que dio origen a este tema, cierra expresando que no pue-
den prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos
que conocían o debían conocer la ex istencia del título del derecho real, vale decir que
para ellos se considera registrado aunque no lo esté 75 •
........
No sólo se registran los inmuebles, sino que hay varias cosas muebles que por su
valor, potencialidad de daño, inmaterialidad y hasta finalidades puramente estratégicas
76 77
, el legislador también ha decido su inscripción en registros •
Así, se puede citar el Registro de Buques, y tal cual lo afirman Mariani de Vida! y
Abella 78, su régimen está contemplado en la Ley de Navegación (Nº 20.094, no dero-
gada por la ley 26.994), que los cal ifica de "bienes registrables" y es similar al de los
.. El art. 15 expresa que no se registrará documento en el que aparezca como titular una persona distinta
a la que figure en la inscripción precedente. Ley 17.801.
"' Es decir, del perfecto encadenamiento que conduzca desde el titular registra! actual, a través de cada
uno de los sus sucesores, hasta la persona que era titular del derecho al momento de la matriculación
del inmueble, de modo que refleje íntegramente la historia jurídica del a finca. Asl lo expresa Mo1ssET
DE ESPANÉS, Luis en Publicidad registra!. p. 112.
10
........ MARTlNEZ, Víctor C., en Temas de derechos reales, ps. 58 y 59.
71 Que se produce cuando cualquier documento ingresa el Registro y se le asigna un número de orden y
fecha en la ley regulado en el art. 40.
72
Que es el acto de registración de un titulo, documento o derecho real que tiende a perdurar en el
tiempo.
" Que es para medidas cautelares y expedición de certificados, y su duración es limitada en el tiempo.
7' Que es el que está dirigido a la extinción del asiento que se trate.
" Este último párrafo corresponde al art. 20 de la ley 17.801 , que fue tomado como base del artículo
del Código nuevo. El art. 20 de la ley 17.801 tiene su fuente en el art. 3135 del Código de Vélez,
que decía; "La constitución de la hipoteca no perjudica a terceros, sino cuando se ha hecho pública
por su inscripción en los registros tenidos a ese efecto. Pero las partes contratantes, sus herederos y
los que han intervenido en el acto, como el escribano y testigos, no pueden prevalerse del defecto de
inscripción; y respecto de ellos, la hipoteca constituida por escritura pública, se considera registrada",
dicha norma tuvo su origen en el Código de Luisiana en su art. 3316.
76
Conforme expresa VENTIJRA, Gabriel B., en ley 17.80 l. Registro de la Propiedad Inmueble.
Comentada y anotada, Comentario al art. 1º, p. 26.
77
"Articulo 1890.- Derechos reales sobre cosas registrables y no registrables. Los derechos reales
recaen sobre cosas registrables cuando la ley requiere la inscripción de los t//ulos en el respectivo
registro a los efectos que correspondan. Recaen sobre cosas no registrables, cuando los documentos
portantes de derechos sobre su objeto no acceden a un registro a los fines de su inscripción".
78 Autoras y obra citadas, t. 1, ps. 149/ 150.
206 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
inmuebles 79, es decir con " efectos declarativos" 80, toda vez que el art. 158 de la citada
ley expresa categóricamente que "Los actos a que se refieren los artículos anteriores
sólo producen efectos con relación a terceros, desde la fecha de su inscripción en el
Registro Nacional de Buques".
En lo referente al Registro de las Aeronaves y, siguiendo a las autoras anteriormente
c itadas, la materia es regulada por el Código Aeronáutico, el que no ha sido derogado
por la ley 26.994, para su transferencia se requiere instrumento público o privado de-
bidamente autenticado, y a fin de oponer la transferencia a terceros, se la debe inscribir
en el Registro Nacional de Aeronaves 81 •
Dejando atrás los registros con efectos declarativos y pasando a tratar ahora los
registros con efecto constitutivo, toca el turno del Registro del Automotor (decreto ley
6582 de 1958, ratificado por ley 14.467). El sistema del régimen del automotor se ca-
racteriza por ser un registro de tipo constitutivo, es decir el derecho no nace hasta que
se efectiviza la inscripción registra) 82; antes de la inscripción no hay derecho real
alguno, luego de ella hay derecho real. Ello se patentiza en las normas del citado de-
creto ley, pues el ai1. 1° expresa q ue "La transmisión del dominio de los automotores
deberá formalizarse por instrumento público o privado y sólo producirá efectos entre
las partes y con relación a terceros desde la fecha de su inscripción en el Registro de
Propiedad del Automotor" .
En cuanto a los principios registrales, ellos también se encuentran regulados en la
citada normaciva, de manera tal que en los arts. 6°, 1O, 13 y 14, se alude al principio de
rogación; en el art 15 estaría implícitamente establecido el principio de tracto sucesivo;
por su parre, en el art. 20 se ubica el principio de especialidad; en los arts. 12, 13, 14
y 15 puede verificarse el principio de legalidad y en el art. 16 se regula la reserva de
prioridad, entre otros principios.
La ley 20.378 83 regula la propiedad de los equinos de sangre pura de carrera, en
la que se establece que la inscripción de los ru1imales en los registros genealógicos 84 re-
conocidos por el Ministerio de Agricultura Ganadería y: a) acredita su origen y calidad
79
En lo referente a buques menore,s el an. 159 prevé que todos los actos constítutívos, traslativos o
extintivos de la propiedad o de otros derechos reales sobre buques menores de díez ( JO) toneladas de
arqueo t01al, o sobre una o más de sus partes en copropiedad naval, deben hacerse por instrumento
privado con las finnas de los otorgantes certificadas, e inscribirse en el Registro Nacional de Buques.
Sólo p roducen efectos con relación a terceros desde la fe cha de su inscripción.
80
M ARTiNEz, Víctor C., expresa al tratar el "principio de inscripción" que ésta no liene en materia
de buques efectos constitutivo ní convalidante, se trata de un sistema en el cual sin la registracíón
no existe oponíbílídad frente a terceros, aunque si entre partes. Autor citado en Manual de derecho
registra!, 2' ed., p. 245.
" En el mismo sentido: MARTÍNEZ, Víctor C., guíen manifiesta al analizar el Registro de las Aeronaves
("príncípio de ínscrípción) que la mísma tíene efectos declarativos logrando con ella la oponibilidad
de los derechos frente a terceros. Autor citado en Manual de derecho registra/, 2• rd. , p. 278.
12
M ARTINEZ, Víctor C., Manual de derecho registra/, 2• ed., Advocatus, Cba. 2006, p. 69.
" Sancionada y promulgada el 15/5/1 973.
., Genealogía: Según el Diccionario de la Real Academia Espaílola, proviene del lat. genealogía, y este
del gr. y€vro1-oyia. En su primera acepción significa seríe de progenitores y ascendientes de cada
persona, y por ext., de un animal de raza. Y en su tercera acepción documento en que se hace constar
la ascendencia de un animal de raza.
DERECHOS REALES 207
.,......_
como ejemplares de pedigrí 35 y b) la propiedad a favor de su titular 86• Al dictarse ley,
legaliza los registros genealógicos organizados por instituciones pri vadas, tales como
el "Stud Book Argentino", llevado por el Jockey Club Argentino 87• pero los obliga a
ajustar su organización y funcionamiento a las condiciones que establezca el Poder
Ejecutivo Nacional 33. En él se procede a la anotación de actos de disposición, medidas
precautorias, gravámenes u otras restricciones al dominio convenidas entre las partes
,,.-..
u ordenas por disposición judicial. Este sistema de propiedad se carncteriza por su
régimen registra/ constitutivo 89•
No podríamos cerrar la lista, sin referirnos al viejo Registro de Palomas Mensaje-
ras, tal cual le llama Gabriel Ventura, que fue creado por e l decreto 17. 160 de 1943, que
r fue el primer registro con efecto constitutivo, en é l se prevé la registración del dominio
u otros derechos reales 90•
" Según el Diccionario de la Real Academia Espanola, en su primera acepción significa "genealogía de
.......... un animal" (del ingl. pedigree) y en la segunda alude al "documento en que consta".
16 Toda vez que la trasmisión del dominio sólo se perfecc10nara entre parle y respeclo de /erceros
median/e la mscnpción de los respectivos actos en los registros genealógicos.
17 Ya que dice: " ... se considerarán como 1a/es reg1S1ros genea/óg1cos lo ac111a/me111e existentes .._
.......
" Estando sujetos al control Estatal, a través del Ministerio de Agricultura y Ganaderfa.
19
Conforme MARTINEZ, Vfctor C., en Manual de derecho regis1ral ya citado, p. 19 1. También MusTO
N., ob. cit., t. 1, p. 242 y MARJANI DE VJDAL, M . y ABELLA, A., en Derechos reales en el Código Cll'I/
y Comemal, Zavalla, Bs. As., 20 16, t. 1, p. 153, entre otros.
"' Autor citado en l ey 17.80/. Regis1ro de la Propiedad Inmueble, comentario al art. Iº, p. 26, cita Nº 3
y el comentario al art. 2°, p. 35, cita Nº 9.
" Se debe tener cuidado con esta última denominación (relación real) y tener presente que puede haber
"relación real" y no necesariamente "derecho real", asf el usurpador de un inmueble tiene relación
real, pero no derecho real, cuyo titular es la persona al cual él privo de la posesión del inmueble.
91 Según KlPER, al comentar el art. 1908 en Código Civil y Comerc,a/ de fa Nación. Comen1ado,
LoRENZETTI, Ricardo (dir.), p. 93.
......
" KlPER, Claudia, obra citada, p. 49.
" En este caso se tratará de una posesión "legitima", conforme al art. 19 16 del CCyC.
208 J:-,¡STITUCIO.~l:S DE DERECHO PRIVADO
personal o crcditorio); o simplemente tener un mero contacto ílsico con la cosa, tal se-
ría el caso de la denominada "yuxtaposición local" (así, a una persona que se encuentra
dormida se le coloca un anillo).
Según el CCyC, las relaciones de poder son la posesión y la tenencia 95 ; sin embar-
go, avanzando en el articulado del CCyC, podernos apreciar algunas otras que desarro-
llaremos más adelante.
l. La posesión: concepto
Según el art. 1909 existe cuando "una persona, por sí o por medio otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea
o no". Esta figura de trascendental importancia está compuesta por dos elementos, a
saber: a) El corpus, que t:s el poder efectivo y excluyente, o sea el poder de hecho y;
b) el animus domini, que es comportarse como lo haría el dueño y no necesariamente
"creerse el dueño" 96 •
2. Elementos
Es muy importante la frase que expresa "lo sea o no", porque remarca que igual-
,..,__ mente existe posesión aunque no sea el propietario quien ostente la cosa, si lo es será
posesión " legítima" y si no lo es, será posesión " ilegítima", como el caso ya citado del
" ladrón"; pero en ambos casos habrá "posesión".
4. La tenencia: concepto
La " tenencia", la que se conforma cuando "una persona 103 ejerce un poder de he-
cho sobre una cosa y se comporta como representante del poseedor ", por ejemplo el
inqu.ilino, el comodatario o el depositario, vale decir, reconoce que otro es el "señor"
........ de la cosa; es decir que otro tiene mejor derecho que él. La gran diferencia que existe
entre ambas, tal como lo hemos dicho, está dada porque la tenencia carece de animus
domini, es decir que reconoce un señorío superior. No obstante, ambas tienen de común
la existencia del elemento co1pus.
" Así lo consignaba Mo1ssET DE ESPANÉS, Luis en su obra Clases de derechos reales. Advocatus, Cba.,
1998, p. 69.
--. " Se trata de una posesión ilegitima (no adquirió del propietario, funcionó el art. 1892 del CCyC), pero
al menos será de buena.fe (todo ello surge del juego de los arts. 19 16 y 191 8 del CCyC).
100
Excepto disposición legal en contrario. Y sobre ello ya nos expedimos al analizar el tema T/11110 y
modo.
101 Confonne a los arts. I897 y 1898 del CCyC.
102
Se aconseja revisar el art. 1892, que fue tratado extensamente en punto Adquisición de los derechos
reales.
°'
1
El art. 191 O alude que puede ser por si o por medio de otra persona.
210 INSTITUCIONES DF. DERECHO PRIVADO
7. Clasificación de la posesión
121
a La categorización de legítima o ilegítima
El tópico está tratado en el art. 1916, cuya técnica de redacción es bastante re-
prochable, pues redacta en !'negativo", lo que equivale decir, expresa cuándo "no es"
111 Ese término utiliz.aba Mo1SSET DE EsPANES, Luis en su obra Clases de derechos reales, Advocatus,
Cba, 1998, p. 68.
lll Dicha relación de poder tiene escaso valor jurídico (es lo consignado en los fundamentos del CCyC).
Por ejemplo, el caso que se citó de persona que se encuentra dormida se le coloca un anillo o, también
puede ser contra la voluntad, pero el contacto se da igual, como se ejemplifica en los textos de
estudios con el caso del preso con las cadenas (SALVAT, Raymundo, Tratado de derecho civil argentino
(derechos reales),Librerla y Casa Editora Jesús Méndez, Bs.As., 1927-1932, t. I. W 22, p. 13.
114
Conforme el texto del art. 19 I I del CCyC.
115
Como seria el caso de un empleado de una fábrica con la maquinaria con la cual trnbaja.
116 Tal el caso del pasajero con los objetos de la habitación del hotel en donde se aloja.
111
Es la situación en la que se encontrarían los invitados que una persona recibe en su casa y éstos se
contactan con tac; cosas que se encuentran en esa casa.
!IR Podría ser la relación de poder que ostenta quien viaja en autobús con los con los objetos del colectivo
(asiento) en el que se traslada y por el cual abona para que se le ofrezca un servicio (eu este caso su
traslado). En el Código Civil, art. 2490 no estaba prevista esta cuarta categoría, solo las tres primeras,
119
Serla el caso de ejercicio del derecho real de condominio {art. 1983). allí habria una coposesión
legitima.
120 En este caso, se darla si dos o mis personas alquilan un inmueble.
121 Esta se realiza teniendo en cuenta el negocio jurídico causal de adquisición. Conf VArm:7.-ÜRCHANSKY,
obra citada,. ps. 58 y 59.
212 INSTITUCIONES DE DERECHO P RJVAOO
legítima la relación de poder; por ende, para llegar a decir cuando "es" (o sea positivo)
hay que revertir el supuesto de hecho contemplado en la norma.
Así entonces, será legítima la posesión cuando importa el ej ercicio de un derecho real
,........
constituido de conformidad con las previsiones de la ley, y esto ocurre cuando ha operado
en plenitud el ru1. 1892, es decir cuando hay título y modo suficientes, dicho de otra for-
ma, ha nacido el derecho real; y lo reiteramos de otra manera: "cuando es poseedor y ti-
tular del derecho real". De manera que si falla algo en el proceso adquisitivo del derecho
real, el sujeto que ostenta la relación de poder, tendrá una posesión, pero será ilegitima.
Desde otro costado, será legítima la tenencia cuando importa el ejercicio de un
derecho personal constituido de conformidad con las previsiones de la ley; de esta ma-
nera si el propietario alquila su casa siendo persona capaz y el inqui lino es una persona
también con capacidad para ello, la tenencia resultante será legítima. Por el contrario,
si quien alquila la cosa no es el dueño o no es persona capaz (o ambas a la vez) o el
adquirente no es persona capaz, ese poder de hecho tomado por el sujeto, no será una --.
tenencia legítima sino ilegítima, pero tenencia al fin, pues el supuesto inquilino se con-
tacta con la cosa y, conforme a la regla de art. 191 O, eso es una tenencia.
Entonces la diferencia que habrá entre "posesión legítima" y "tenencia legítima"
será que el primer caso corresponde al ejercicio de un derecho real y el segundo corres-
ponde el ejercicio de un derecho personal, adquirido (en ambos casos) de conformidad
con la ley.
Para cerrar el tópico de la posesión legitíma, es dable aclarar que las relaciones de
poder se presumen legítimas, a menos que exista prueba en contrario 122 .
,,....
los requisitos del título y modo, según el art. 1892 -persona legitimada al efecto-);
ahora bien, dentro de esa categoría, es de buena fe (ilegítima de buena fe).
La mala fe funciona por descarte, o sea cuando no existe buena fe, es decir cuando sabía
o podía llegar a saber (por los registros) que el transmitente no era el propietario, o no era
persona capaz o el error fue de derecho en lugar de error hecho; o siéndolo fue inexcusable.
En ayuda de ello, el CCyC establece casos de mala fe presumida en su art. 1919 y
dice: "La mala fe se presume en los sigu ientes casos: a) cuando el título es de nulidad
manifiesta; b) cuando se adquiere de persona que habitualmente no hace tradición de
esa clase de cosas y carece de medios para adquirirlas; c) cuando recae sobre gru1ado
marcado o señalado, si el diseño fue registrado por otra persona.
Cabe aclarar, no obstante, que la relación de poder se presume de buena fe, a menos
que exista prueba en contrario. Además que la buena o mala fe se determina al comien-
zo de la relación de poder, y permru1ece invariable mientras no se produce una nueva
adquisición. Y que: "No siendo posible determinar el tiempo en que comienza la mala
fe, se debe estar al día de la citación al juicio" 125 •
,-..,
116
c. La clasificación de ilegítima de mala fe: simple o viciosa
A su vez, la posesión de mala fe, puede llegar a ser simple o viciosa 127:
Será viciosa cuando es de cosas muebles adquiridas por hurto. estafa, o abuso de
confianza; y cuando es de inmuebles, adquiridos por violencia, clandestinidad, o abuso
de confianza. A su vez, los vicios de la posesión son relativos respecto de aquél contra
quien se ejercen. En todos los casos, sea por el mismo que causa el vicio o por sus
........ agentes, sea contra el poseedor o sus representantes.
La posesión será ilegítima, de mala fe y simple, o sea sin vicios, cuando no operen
éstos, vale decir es por descarte, si es de mala fe y no encuadra en los vicios tipificados,
...... según la cosa sea mueble o inmueble: es simple (posesión ilegitima, de mala fe simple
o sin vicios).
y la expresión "tenencia " con derecho personal, en base a ello cabe preguntarse: ¿Ha
operado la "teoría del título y del modo" en cuanto adquisición de un derecho real? la
respuesta es categórica: "No".
Para que ello ocurra aplicando la teoría del título y modo a las cosas inmuebles,
es menester que la parte del " modo" (tradición), se cumplimente con los requisitos
del título que son: a) Título material: acto jurídico idóneo capaza de producir muta-
ción real segú n art. 1892 del CCyC; b) Título formal: escritura pública según arts.
1017 y 1892 de l CCyC.
No obstante, es dable reconocer que tal como ha ocurrido en la vigencia del Código
anterior, la cuestión no está del todo clarificada, al menos a nuestro entender. Es que
la redacción del art. 1916 deja bastante que desear, pues redacta en negativo e incluye
genéricamente a las relaciones de poder, en lugar de especificar cuándo se refiere a la
posesión y cuándo a la tenencia.
Se puede interpretar la cuestión desde dos ópticas:
a) El modo (tradición) se ha verificado pero de los requisitos exigidos para el título,
sólo se ha cumplimentado el primero (título material), no así el segundo, el lla-
mado ·'título formal", por ende no hay adquisición alguna de derecho real 129 y
siendo legítima la posesión cuando corresponde al ejercicio de un derecho real
constituido de conformidad con las previsiones de la ley, es una consecuencia in-
evitable que no puede ser calificarse la posesión mediando boleto de compraven-
ta como '·legítima", pues no configura el ejercicio de un derecho real constituido
de conformidad a las disposiciones del CCyC; a lo sumo puede ser de buena fe
130
, pero aun siéndolo, ya se sabe que la posesión de buena fe es una subdivisión
de la posesión ilegítima 131 •
b) Otra visión de la misma cuestión se puede fundamentar en que el art. 1916
también adm ite en su segunda parte, que es legítima cuando importe el ejerci-
cio de un derecho personal constituido de conformidad con las presiones de la
ley. Y ya se sabe que el otorgamiento pendiente del instrumento se considera
una obligación de hacer (derecho personal), por el juego de los arts. 285, 1O17,
384 y principalmente el art. 1O18. Se trataría de una posesión legítima m, pero
sin haberse constitui do el derecho real (art. 1892).
Nos cuesta mucho admitir la existencia de una posesión legítima sin que la misma
vaya acompañada del derecho real, de allí que nos inclinemos por la primera poshira;
no obstante y admitiendo que el tema es opinable, son atendibles las razones en que se
funda la posición a que aludimos en segundo lugar; pero preferimos mantener la clásica.
129 Y de ello no hay ninguna duda, basta para cerciorarse ver los art. 285 y su correlato y IO18 del CCyC
para ver los efectos que produce la suscripción de un "boleto de compraventa" y su incidencia en
proceso adquisitivo del derecho real.
130 Lo que es muy discutible, pues el error de derecho o la nulidad del titulo como refiere el propio an.
1919, es un obstáculo muy imponante para calificarlo de buena fe. También por lo normado en los
aniculos 1170 y 1171 concordantes con el art. 969.
131 Ya se dijo: "La posesión legí111na no admite s ubdivisiones", es legitima y punto. La que se divide en
buena y mala fe es la posesión ilegitima.
"' En tal sentido, K1PER C. al comentar el art. 1916 en Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
LORENZETTI, Ricardo (dir.), p. 124.
DERECHOS REALES 215
...... la tenia a su nombre" (caso del inquilino que compra el inmueble que alquila, por ejemplo).
131 Confonn e al art. 1923: " ... cuando el poseedor la transfiere a otro, reservándose la tenencia y
constituyéndose en representante del nuevo poseedor ... "; hipótesis del propietario (poseedor legitimo)
que vende su inmueble y continúa ocupándolo en calidad de inquilino (tenedor ahora) del comprador.
...... "' Según art. 1923: " ... cuando el que la poseía a nombre del propietario (tenedor), principia a poseerla
a nombre de otro (sigue siendo tenedor), quien la adquiere desde que el tenedor queda notificado de la
identidad del nuevo poseedor .. . "; caso del inquilino que su inmueble es vendido a un tercero, ahora
es tenedor del tercero comparador y no más del que le alquiló, pues el inmueble se vendió.
...... 140
Confonne al "Art. 1925. Otras formas de tradición. También se considera hecha la tradición de
....... cosas muebles, por la entrega de conocimientos, cartas de porte, facturas u otros documentos de
confonnidad con las reglas respectivas, sin oposición alguna, y si son remitidas por cuenta y orden de
....... otro, cuando el remitente las entrega a quien debe transportarlas, si el adquirente aprueba el envio" .
216 iNSTITIJClONES DE DERECHO PRIVADO
Esta temática vincula una serie de consecuencias que dimanan de la posesión, sien-
do éstos, deberes 149 y derechos Jjº. En estos efectos, expresa la doctrina: " ... el sujeto
viene a individualizarse por la sola posesión, la que revestirá así el carácter de ele-
141
Confonnc al art. 1926 del CCyC
1-0 Confonne al art. 1928 del CCyC.
143 AREAN, Beatriz, Derechos reales, 6• ed. renovada y ampliada, Hammurabi, Bs.As., 2003, t J, p. 167.
144 Ejemplo proporcionado por MAruA.Nl DE VJDAL, M. - ABELLA, Adriana, en Derechos reales en el
Código Civil y Comercial, t. l, p. 91.
145
Caso citado por el anículo 2451 del Código Civil de Vélez.
146
Rjemp!o proporcionado por Vélez Sarsfit:ld en la nota del art. 2452 del Código Civil.
147
Conforme al art. 1930 del CCyC que trata la presunción de continuidad.
1
4ll De acuerdo al art. 1931 del CCyC
l4-'J Los que estin regulados en el art. 1933 del CCyC.
15
º Contenidos en el art. 1932 del CCyC.
DERECHOS REALF.S 217
--------------- -------------
mento constitutivo de aquellos ... "151 • El código actual establece que el sucesor 152 par-
151 Conforme VALDEZ., Iloracio y ÜRCHANSKY, Benito en f,ecc10nes de derechos reales, Lemer, Ils. As.,
1969, p. 93.
m Aclaramos que la palabra sucesor está tomada en sentido amplio, tal como lo decía Vélez en el art.
3262 el que expresaba: "!.as personas a las cuales se transmilan los derechu,I de o/ras personas, de
tal manera que en adelante puedan ejercerlos en .rn propio nombre, se llaman sucesores. Ellas tienen
ese carácter, o por la ley, o por voluntad del individuo en cuyos derechos suceden·'. Y el art. 3263
establecia: "El sucesor universal, es aquel a quien pa~a todo, o una parte alícuota del patrimonio de
otra persona. Sucesor singular, es aquel al cual se transmite un objeto particular que sale de los bienes
de otra persona".
in Según el tenor del art. 1937 del CCyC cuyo titulo es "Transmisión de obligaciones al sucesor".
114 Kiper señala, en el comentario al art. 1933, que quedan excluidas las servidumbres "personales",
Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, LoRF.N7:F.TTI Ricardo (dir.) p. 170.
1js Arts. l 070 a 1982 del CCyC.
1j 6 Impuestos en el Capítulo 4, Título ITI de este Libro TV (arts. 1970 al 1982 inclusive).
157 Seria ilógico pensar que podría estar en mejores condiciones que el mismlsimo propietario,
argumentado que: ..el (poseedor) posee porque posee", máxima que proviene del art 2363 del Código
de Vélez.
lSR Kn'ER, ob. cit., p. 99.
1 9
i Si bien en el art. 1932 lleva la leyenda "Derechos inherentes a la posesión" y el 1933 el epígrafe
'"Deberes inherentes a la posesión", tales derechos y deberes se hacen extensivos a la tenencia.
218 lt,.STJTUCIONES DE Dl!RECHO PRlVAOO
160
Art. 1939 del CCyC: a) '·La posesión tiene los efectos previstos en los art(culos 1895 y 1897 de este
Código, y b) que a menos que exista disposición legal en contrario, el poseedor debe satisfacer el
pago total de los impuestos, tasas y contribuciones que graven la cosa y cumplir la obligación de
cerramiento".
161
Art. 1940: "El tenedor debe: a) conservar la cosa, pero puede reclamar al poseedor el reintegro de los
gastos; b) individualizar y comunicar al poseedor de quien es representante si se lo perturba en razón
de la cosa, y de no hacerlo, responde por los daños ocasionados al poseedor y pierde la garantía por
evicc1ón, si ésta corresponde".
162
Titulo material 1-Tílulo formal (en este caso la fonna es libre - art 284) + Modo posesorio= D. R
sobre cosa mueble no n::gis!rab/e.
161 Art. J 892 sexto párrafo
DERECHOS REALES 219
s1ificiente para adquirir los derechos reales principales excepto que el verdadero pro-
........ pietario pruebe que la adquisiciónfue gratuita" .
Dicho articulo lo que regu la es la situación de un adquirente (poseedor) que ha
recibido una cosa que ha sido transmitida por una persona que no era su propietario.
........ Pero para que la norma funcione es menester que: a) Que se trate de una cosa mueble
no registrable; b) Que el poseedor sea de buena fe (no conoce, ni puede conocer que
carece de derecho, es decir, cuando por un error de hecho esencial y excusable está
persuadido de su legitimidad) 164 ; c) Además de haber habido un "desapoderamiento
voluntario " del verdadero propietario, de ali! que el ait. 1895 requiera la condición que
las cosas no sean hurtadas o perdidas; d) y que la adquisición sea a título oneroso 16i.
Grafiquemos la situación con el consabido ejemplo del anillo que se lleva a la
joyería: El Señor "A" lleva su anillo de oro a la joyería del Señor " B" a los fines de
repararlo, porque tiene una piedra preciosa cuyo engarce no está en buenas condiciones
y teme que la piedra se caiga; acto seguido se presenta en la joyería el Señor " C", quien
quiere adquirir un anillo de esas características y, el Señor "B" lo enajena."
Anal izando la situación se puede apreciar la intervención de tres personajes saber
........ 1) Un propietario (Señor "A"); 2) Un tenedor (Señor "B") quien debe restituir la cosa,
pero intervierte el título (según el art. 1915) 166 y lo enajena; 3) Señor "C" (tercero
subadquirente) quien ig nora todo lo sucedido, no conoce ni puede conocer que el ani-
llo que adquiere no es de propiedad del que lo enajena (o sea el joyero), ha cumplido
con las diligencias del caso, es excusable su error, entonces en principio, pasa a ser un
--. poseedor, aunque ilegitimo porque adquiere de un no propietario y no funciona a su
favor el título y modo. Pero, no obstante, es un poseedor muy cuidado por la ley: "es
--.
poseedor ilegítimo, pero de buena fe". Si a ello le sumamos que ha adquirido a título
oneroso (compraventa), por imperio de la ley se trasforma en propietario (y a su vez
en poseedor legitimo). Pero si adquirió a título gratuito (donación) la reivindicación
de parte del Señor "A" procede contra del Señor "C" (por el principio moral que nadie
debe enriquecerse a costa de otro - enriquecimiento sin causa-).
Por supuesto que en el ejemplo que hemos proporcionado, el Señor " B" responderá
......
por sus actos tanto civil como penalmente, pero la cuestión de la propiedad de la cosa
mueble no registrable se resuelve a favor del tercero adquiriente de buena/e y a título
oneroso. Y eso es lo que atañe a derechos reales, porque la conducta de abuso de con-
fianza de parte del transmitente (Señor B) en derecho civil corresponde a obligaciones
(indemnización) y lo atinente del derecho público (es materia del derecho penal). No
se debe olvidar que en materia de derechos reales sólo dilucida la cuestión de la "pro-
piedad", las otras consecuencias son propias o de obligaciones y/o del derecho penal.
Se sacrifica al propietario (en el caso de adquisición onerosa) y con ello a la "segu-
ridad estática" que importa su derecho y se protege a l subadquirente en aras de la se-
guridad jurídica de las transacciones y la circulación de bienes, lo que se conoce como
"seguridad dinámica", principios como expresan Mariani de Vidal y Abella 167, que el
legislador juzga más dignos de protección en estos casos.
La norma analizada 168, en su segunda parte trata de las cosas muebles registrables 169
y se torna ya más exigente y, en consecuencia su aplicación no será tan común en la
práctica, pues dice:" ... Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe
sin inscripción 110 a favor de quien la invoca ... " y; luego en su tercer párrafo cierra:
" ... Tampoco existe buena fe aunque haya inscripción a favor de q uien la invoca, si el
respectivo régimen especial prevé la existencia de e lementos identificatorios de la cosa
registrable y éstos no son coincidentes" 171 .
167
MARIANI DE VIDAL, Marina y ABELLA, ob. cit., l. 1, p. 145.
168 An. 1895 del CCyC.
169
Por ejemplo, automotores, que en el régimen de propiedad se encuentran especialmente regulado en
el decreto ley 6582 de 1958.
170
Todo lo cual es perfectamente lógico con la pauta para saber si existe o no buena fe, dado que no
puede estar persuadido de ser el poseedor legitimo (o sea propietario) si: a) no ha tomado la diligencia
de verificar en el registro si el que le trasmite es o no el propietario, según ordena el 1918 del CCyC,
su error es '·no es excusable"; y b) Además su error no es de "hecho" sino de derecho, según reza el
an. 8° del CCyC y como se sabe, el error de derecho es "inexcusable"
171
Otra vez la diligencia, debe verificar que dichos elementos coincidan.
172
Obra y autores citados, p. 42.
DERECHOS REALES 221
173 El que no tiene sino un derecho a la posesión no puede, en caso de oposición, tomar la posesión de la
cosa: debe demandarla por las vías legales. Todo ello se encontraba en el art. 2468 del CD (Es lo que
se conoce como el ius possidend,. o sea los derechos que emanan de la propiedad).
'" Artículo 2468 del Código Civil de Vélez, en su redacción originaria, antes de la reforma de la ley
17.711. (Es lo que se conoce como el ius possessionis, o sea los derechos que emanan del estado
posesorio).
17' En el sistema actual, K1PER C., sostiene también que la defensa extrajudicial del 2240, es una
excepción a la regla. Comentario al art. 2240, en Código Civil y Comercial de la Nación. Comemado,
LORENZETTI, Ricardo (dir.), p. 259.
176 Era el texto del an. 2470 de Vélez.
177
El texto corresponde al art. 2239 del CCyC.
178 KlPER C. al comentar el art. 2238 refiere a los dos grandes principios. En Código C,vi/ y Comercial de
la Nación. Comentado, LORENZETTI, Ricardo (dir.), ps. 248/249.
179 Todo ello surge del art. 2238 del CCyC,
1so Art. 2241 del CCyC.
222 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
despojo para recuperar la tenencia o la posesión a todo tenedor o poseedor sobre una
cosa o una universalidad de hecho, aunque sea vicioso, contra el despojante, sus here-
deros y sucesores particu lares de mala fe 181 , cuando de los actos resulte el desapode-
ramiento. La acción puede ejercerse aún contra el dueífo del bien si toma la cosa de
propia autoridad'' (resaltamos esta parte para que quede claro: El propietario no puede
hacer j usticia por propia mano, debe recurrir a las vías legales, salvo claro está que se
configure la hipótesis de la defensa extrajudicial ya citada).
Cabe hacer esta aclaración: 1) Las acciones posesorias no son remedios definitivos.
2) Todo esto ocurre en el campo de los " hechos", vale decir en el de las re laciones de
poder, en la órbita de la posesión y la tenencia.
Una vez q ue e l propietario recuperó la posesión o la tenencia de propia autoridad, y
la tuvo q ue devolver por su obrar contrario a derecho, puede iniciar las acciones reales,
que son las que tienen por objeto la protección de la propiedad, y recuperar la cosa
de manos de quien se enc11entra (para el caso, la acción reivindicatoria), por efecto
del derecho de persecución propio de los derechos reales, claro que deberá probar su
derecho real. Ahora bien, las acciones reales sí son remedios definitivos, si se pierde la
acción reivindicatoria ya no habrá derecho real.
Los términos propiedad y domi nio en derecho romano eran uti lizados como sinóni-
mos. También Yélez, usaba la palabra "propiedad" como sinónimo de "dominio " 182,
incluso Mariani de Vida! sostiene que lo empleaba como semej ante a "derecho real" 183 •
Salvat defendió esa posición argumentando que "la palabra dominio ha sido empleada
por el codificador en el sentido de propiedad", constituyendo una teoría general del
derecho de propiedad, aplicable en principio a toda clase de propiedades, salvo las
lim itaciones que corresponden especialmente cada una de ellas 184 •
La doctrina mayoritaria distingue la propiedad del dominio, sostiene que la primera
es el "género" y el segundo "una especie".
E n primer lugar, podemos decir que la propiedad reconocida en la CN (arts. 14 y
17), no se lim ita al dom inio sino que abarca otras expresiones como los derechos inte-
lectua les, cuyo objeto no es una cosa (objeto material) sino un bien (objeto inmaterial).
En defin itiva, la propiedad es más amplia dado que abarca a los bienes y el dominio es
restringido, se limita a cosas 185 •
En segundo lugar se puede citar dos precedentes judiciales resue ltos por la CSJN,
que "inte,pretan los artíc11los de la CN, referidos a la propiedad": a) el caso Man-
111
Como contrapartida, se detiene frente al sucesor singular de "buena f e". K1PER C. en comentario al
art. 2241 en Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, LORENZETTI, Ricardo (dir.), p. 263.
'" Asf lo senalaba AREAN, Beatriz, ob. cit., t. 1, ps. 237 y 238. Lo mismo, V ALDEZ· ÜRCHANSKY, ob. cit.,
p. 181.
11
' MARIANI DE YIDAL, M. en Derechos reales. l. 1, p. 272.
184
SALVAT, Raymundo M., ob. cit. t 1, Nº 612, ps. 335 y 336.
1
'" Según el texto del art. 1941 del CCyC, su objeto son cosas.
DERECHOS REALES 223
go, "Leonardo c/ Traba, Ernesto" 186 en el que se hace referencia a la Suprema Coite
de Estados Unidos al expresar: " La palabra propiedad comprende todos los intereses
apreciables que un hombre pueda posee,; fi1era de sí mismo, de s11 vida y su líber/ad'':
b) El caso ·'Bourdieu, Pedro c/ Mun icipalidad de la Capital" 187, la CSJN ya hace propia
di cha "expresión importada ", al manifestar: "El término propiedad cuando se emplea
en los artículos 14 y 17 de la Constitución o en otras disposiciones de este estatuto,
...... comprende, como lo ha dicho esta Corte, todos los intereses apreciables que un hombre
pueda posee,; fi1era de sí mismo, de su vida y su libertad".
Con base en lo anteriormente expresado creemos que aun en vigencia del nuevo
Código, existe diferencia en los alcances de ambos términos.
Se podría cerrar la cuestión diciendo que propiedad se relaciona con la idea de " per-
tenencia", en tanto que e l dominio se asocia a la idea de "señorío" 188 •
l. Dominio: concepto
El CCyC c lasifi ca al dom inio en dominio perfecto e imperfecto. En lo atinente a l
primero, proporciona una definición legal, expresando es e l derecho real q ue otorga
todas las facultades de usar, gozar y disponer material y j urídicamente de una cosa,
dentro de los límites previstos por la ley 189, es el derecho real por excelencia nos dice
...... Alterini, es e l modelo perfecto respecto del cual todos los derechos reales se c lasifi-
can como li mitados 190•
El imperfecto se configura si está sometido a condición o plazo resoluto rios, o si la
cosa está gravada con cargas reales 19 1.
Cuando se configura la primera hipótesis, dominio perfecto, diremos que este de-
recho real es el más "completo", pues es que mayor facultades brinda a su titular, dado
que puede servirse de la cosa (usar), obtener sus frutos (gozar) y efectuar actos de dis-
posición, tanto en su faz material, lo que en alg unos casos implica la desaparici ón de la
cosa, tal como ocurre con las cosas consumibles 192 y la disposición jurídica de ella, que
sería la hipótesis de su enajenación (venta o donación) o, por medio de la imposición de
gravámenes, por ejemplo hipotecarla o constituir otros derechos reales desmembrados,
como el usufructo entre otros.
116
Fallos, 144:220. Citado por Mariani de Vida!, M.
'" Fallos: 145:307. Citado por Mariani de Vida!, M.
"' La frase pertenece a VALDEZ, Horacio y ÜRCHANSKY, Benito, ob. cit., p. 181.
'" Confonne al art. 1941 del CCyC.
...... 190
ALTER1N1, Jorge, ob. cit., t. rx, comentario al art. 1941 del CCyC, p. 323.
"' Según reza el art. 1946 del CCyC, concordante con el 1964.
"' De acuerdo al art. 231 del CCyC, son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el
primer uso.
224 INSTTTIJC[ONl!S DE ÜERF.CHO PRIVADO
vención estatal en las esferas exclusivamente reservadas hasta ese momento a la acti-
vidad particular, sosteniendo que la propiedad tiene que cumplir no sólo unajimción
individual, sino al mismo tiempo una social 197•
-.. 3. Ca racteres
....... En lo referente a sus caracteres, este derecho real es: a) absoluto; b) exclusivo y, c)
perpetuo. El primero de los nombrados, es un carácter que le atribuye la doctri na, y que
compartimos, los restantes surgen expresamente de la normativa legal 198,
El carácter "absoluto": Lo primero que habría que determinar es el sent ido de la
locución en el contexto de la normativa referida al derecho real de dominio. No está
tomado el término absoluto en el sentido de "oponi ble a erga omnes" porque desde ese
áng ulo, todos los derechos reales lo son; tampoco como sinón imo de .. ilim itado", pues
basta contabilizar los artículos que tratan las restricciones y límites al dominio para po-
der apreciarlo 199. La palabra absoluto está tomada en el sentido de la "universalidad de
posibil idades", la plena in re potestas, vale decir: "el derecho real que mayores facul-
tades confiere a su titular", el derecho más am plio q ue una persona puede tener sobre
una cosa. Vélez en la nota al art. 2509 expresaba: ·· ... siendo la propiedad la reunión
de todos los derechos posibles sobre una cosa, un derecho completo, ninguna nueva
causa de adquisición puede agregárse/e cuando el existe en su plenitud y pe,fección"
200 20 202
• De ta l carácter surgen las facultades de disposición material ' y jurídica , prin-
que fa lta al títul o" 204, y la segunda, man ifiesta una consecue ncia ineludible, pues
consagra la "facultad de exclusión'', a l decir que: "El d ueño puede excluir a extra-
ños del uso, goce o disposición de la cosa, remover por propia autoridad los obj etos
puestos en ella, y encerrar sus inmuebles con muros, cercos o fosos, sujetándose a
las no rmas locales'' m_
Tal como se dijo, el dominio puede ser perfecto o pleno, al decir de Vélez 206, cuan-
do es perpetuo y cuando la cosa no está gravada con ningún derecho real hacia otras
personas; o imperfecto (o menos pleno) 207, tal como surge del art. 1946 del actual Có-
digo Civil y Comercial, si está sometido a condición o plazo resolutorios, o si la cosa
está gravada con cargas reales.
E l dominio imperfecto, a su vez puede dividirse así: a) Temporario, cuya particu-
laridad es que se encuentra afectado el carácter de perpetuidad, y a su vez se subdivide
en: 1) revocable y 2) fiduciario; y b) desmembrado: esta clasificación obedece que
se encuentra mino rado otro de sus caracteres, esta vez el "absoluto" 208, descartando
completamente la afectación del carácter de "exclusivo", aunque para alguna doctrina
pueda ser factib le 209 2m, según lo comentaremos infra.
El CCyC expresa que son dominios imperfectos el revocable, el fid uciario y el
desmembrado 211 •
El dominio revocable es el sometido a condición o plazo resoluto rio a cuyo cum-
plimiento el dueño debe rest ituir la cosa a quien se la transm itió 212 . Por ejemplo, si
el Señor "A" le transmite a l Señor " B" el dominio de un inmueble, pero en el con-
trato de venta se establece la c láusula que el vendedor (A) puede recuperar el mismo
devolvie ndo su precio al comprador 213 (B}; es ese ínterin se conforma en dom inio
imperfecto, temporario y a su vez revocable, dado que fi nalizado e l plazo la cosa
vuelve a su antiguo propi etario. ,,......
Siempre dentro del dominio temporario, su otra versión se denomina dominio fidu-
ciario 214 y se configura, según el CCyC m, cuando se adquiere con razón de un fideico-
miso constituido por contrato o por testamenten y está sometido a durar hasta la extinción
del fideicomiso, para el efecto de entregar la cosa a quien corresponda según el contrato,
el testamento o la ley 216• Un ejemplo c larificará la cuestión que a priori, aparece com-
pleja, pero que no lo es tanto. El Señor "A" (fiduciante), desea beneficiar al Señor "C"
(fideicomisario) trasmitiéndole el dominio de un inmueble. El Señor C no es muy cuida-
doso con sus bienes y ha dilapidado paite de su patrimonio, ante semejante situación, el
Señor A teme que el Señor C no cambie de conducta y termine perdiendo ese inmueble.
Por ello recurre a la figura, que estamos tratando, pues decide trasmitirle el dominio a otra
persona, al cual llamaremos Señor B (fiduciario), quien es más responsable y cuidadoso,
pero en calidad de dom inio imperfecto fiduciario, para que al vencimiento de un plazo
de 9 años (tiempo que A estima que C se volverá reflexivo, responsable y cuidadoso) le
trasmita al Señor C (fideicomisario) el dominio de la cosa inmueble
En lo tocante al dominio desmembrado queda sujeto al régimen de la respectiva
carga real q ue lo grava 211• Así, se configura cuando el titular de dominio grava la cosa
con derechos reales a favor de terceros 218, expresan Valdez-Orchansky 219, el dominio
queda minorado (por eso se d ice dicho dominio es imperfecto desmembrado) y, como
consecuencia de e llo el propietario debe tolerar que otro ejerza las facultades que se-
gregadas temporalmente 220 del dominio, vengan a conformar e l contenido del derecho
real limitativo. La medida en que el propietario es repelido en el ejercicio de sus atri-
buciones se determina por la naturaleza y conten ido de l derecho real constituido sobre
la cosa 221 , ello según las disposiciones que configuran y defi nen a cada uno de, esos
derechos reales desmembrados 222•
S. Extensió n
Con respecto a la extensión del dominio, la norma es clara, y expresa tres premisas
fundamentales: a) Que el dominio de una cosa comprende los objetos que forman un
"' Cuya regulación se encuentra en el campo de los contratos, y que según Kiper, hubiere sido preferible,
desde el punto de vista metodológico, 1ra1arlo después del revocable y no hacer tal reenvió. Comentario al
art. 1964, en Código Civil y Comercial de la Nación. Comenlado, director L0REN2E1TI, Ricardo, p. 27 1.
"' Conforme al art. 1701 del CCyC.
216 Durante su regulación anterior al CCyC {ley 24.44 1 y su remisión al Código Civil, Título 7, Libro
111), Bono, Gustavo entendía que ese propietario fiduciario, en rigor de verdad no era más que un
admimslrador. Y expone en la obra Ley Nº 2./../41. Financiamiento de la v1v,enda la construcción
en la parte referente al "Fideicomiso", argumentos importantes en ese sentido. Obra citada,junlo con
ÜRELLE, José M. - LóPEZ DE ZAVALIA, Fernando - AHUMADA, Daniel - MOISSET DE ESPANÉS, Luis y
VENTURA, Gabriel B., Alveroni, Cba., 1995, ps. 39 a 42. En al Código actual, su regulación es similar.
217
Vale decir: usufructo, uso, habitación, y las restantes desmembraciones del dominio.
218
Por ejemplo, usufructo.
219 Autores citados, obra citada, p. 190.
220 En el usufructo el plazo máximo es la vida del usufructuario, o cincuenta años si se trata de persona
jurídica.
221
Entonces el contenido de la desmembración, siguiendo el mismo ejemplo el derecho real de usufructo,
...... se determinará por el régimen jurldico del derecho real de usufructo
222
Vale decir: arts. 2129 a 2 153 inclusive del CCyC para el supuesto del usufructo.
228 lNSTITUC[Ql•[FS OE. DERECHO PruvAJJO
todo con ella o son sus accesorios; b) El dominio de una cosa inmueble se extiende al
subsuelo y al espacio aéreo, en la medida en que su aprovechamiento sea posible, excepto
lo dispuesto por normas c....,:peciales.; e) Que todas las construcciones, siembras o planta-
ciones existentes en un inmueble pertenecen a su dueño, excepto lo dispuesto respecto
de los derechos de propiedad horizontal y superficie y, agregando además que todas las
construcciones, siembra,;;; o plantaciones existentes en un inmueble pertenecen a su duc-
fio, excepto lo dispuesto respecto de los derechos de propiedad horizontal y superficie 223 .
a. Apropiación
Tal como lo apunta Kiper 124 la novel legislación no define la figura, por ello se pue-
de decir que la apropiación es un modo unilateral y originario de adquirir el dominio de
cosas muebles no registrables sin dueño y que consiste en la aprehensión m de la cosa,
acompañada de la voluntad de sujetar la cosa al poder del adquirente 226 • Son suscepti-
bles de apropiación: i) las cosa,;; abandonadas; ii) los animales que son el objeto de la
cíl7.a y de la pesca; iii) el agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra por ellos m.
No son susceptibles de apropiación: i) las cosas perdidas. Si la cosa es de algún valor,
se presume que es perdida, excepto prueba en contrario; ii) los animales domésticos,
aunque escapen e ingresen en inmueble ajeno; iii) los animales domesticados, mientras
el dueño no desista de perseguirlos. Si emigran y se habitúan a vivir en otro inmueble,
pertenecen al duefl.o de éste, si no empleó artificios para atraerlos; iv) los tesoros 228 •
b. El Tesoro
También se prevé el régimen legal de tesoro: Según el CCyC, tesoro es toda cosa
mueble de valor, sin dueño conocido, oculta en otra cosa mueble o inmueble 229 . Se
considera descubridor del tesoro al primero que lo hace visible, aunque no sepa que es
un tesoro y su hallazgo debe ser casual. Sólo tienen derecho a buscar tesoro en objeto
ajeno los titulares de derechos reales que se ejercen por la posesión, con excepción de
la prenda 230 • Si el tesoro es descubierto en una cosa propia, el tesoro pertenece al dueño
en su totalidad. Si es parcialmente propia, le corresponde la mitad como descubridor y,
sobre la otra mitad, la proporción que tiene en la titularidad sobre la cosa. Si el tesoro
es descubierto casualmente en una cosa ajena, pertenece por mitades al descubridor y
al dueño de la cosa donde se halló rn_ No lo es la cosa de dominio público, ni la que
se encuentra en una sepultura de restos humanos mientras subsiste esa afoclación 232 •
c. TransJOrmación
El nuevo Có<llgo no define la figura, tal cual lo hacia el anterior, pero parafraseado a
Vélez, es posible decir que se adquiere el dominio por la trasformación o especificación,
cuando alguien por su trabajo, ya sea mediante su sola actividad o la incorporación de
otra cosa hace llll objeto nuevo con la materia de otro, con la intención de ser propietario
de ella 233 . De tal forma que si el especificador actúa de buena fo sin que sea posible vol-
verla al estado anterior adquiere el dominio de ella y solo debe al anterior propietario el
valor de la materia prima, en caso de mala fe la ley le da diferentes opciones al titular de la
materia prima, tal sería el caso en el que dueño de la materia tiene derecho a ser indemni-
zado de todo daño, si no prefiere tener la cosa en su nueva forma; en este caso debe pagar
al transformador su trabajo o el mayor valor que haya adquirido la cosa, a su elección 23(
d. La accesión
Si se trata de cosas mueble de distintos dueños acceden entre sí sin que medie
hecho del hombre y no es posible separarlas sin deteriorarlas o sin gastos excesivos,
la cosa nueva pertenece al dueño de la que tenía mayor valor económico al tiempo de
la accesión, Si es imposible determinar qué cosa tenía mayor valor, los propietarios
adquieren la nueva por parles iguales 235 •
Al tratarse de inmuebles los modos adquisitivos son: a) aluvión: Se configura al
producirse el acrecentamiento paulatino e insensible del inmueble confinante con aguas
durmientes o corrientes por sedimentación, en tal caso, pertenece al dueño del inmue-
ble. Incluye también casos en los cual el rio abandona parcialmente su cauce y deja
al descubierto el terreno (que es de dominio público) por donde corría el río, sea de
manera parcial, o total. El acrecentamiento aluvional a lo largo de varios inmuebles se
divide entre los dueños, en proporción al frente de cada uno de ellos sobre la antigua
ribera. b) Avulsión. El acrecentamiento del inmueble por la fuerza súbita de las aguas
que produce una adherencia natural pertenece al dueño del inmueble 2J 6• También le
pertenece si ese acrecentamiento se origina en otra fuerza natural. Contrariamente a lo
que sucede con el aluvión que es lento, insensible y paulatino, en la avulsión se produ-
ce en forma "súbita"; por ejemplo, una gran tormenta hace que el inmueble situado en
la rivera opuesta o río abajo, reciba tierra, arena o plantas susceptibles de adherencia
natural. Por este modo adquiere la propiedad.
237
De acuerdo al art. I %2 del CCyC.
233
En el art l 963 del CCyC.
DERECHOS REALES 231
Es dable recordar que el instituto en análisis tiene una doble faz, tal cual ya lo había
sei'lalado Vélez Sársfield al establecer que los derechos reales y personales se adquieren
y se pierden por la prescripción, y que ella era un medio 239 por el cual se adquiere el de-
recho o de libertarse de una obligación por el transcurso dd tiempo wi, proporcionando
de esa manera un concepto general de la figura, la que no contempla el nuevo CCyC, de
allí que remitimos a Vélcz Sarsficld en ese aspecto, la novel legislación solo suministra
la definición de la adquisitiva, según veremos más adelante.
De ese concepto, aparecen las clases de prescripción, que son la "adq_ulsitiva" (o
usucapión) y la liberatoria (o extintiva), la primera opera en el campo de los derechos
reales y la segunda en el concerniente a los derechos pen;onales 241 •
l. Concepto y requisitos
239 En rigor de verdad, es un "modo" de adquirir, asilo señala MusroNéstor, en Derechos reales, Astrea.,
Ils. As., 2000, t. I. p. 488.
240
Así lo había establecido en el art. 2947 de su obra magna, el Código Civil Argentino.
J-ll No obstante, tal cual lo afirma MorsSET DE ESPA.,.,'ÉS, Luis, entre otros autores, no todas las hipótesis de
prescripción en derechos reales son de prescripción adquisitiva, as! por ejemplo, se extinguen por el
no uso durante diez afl.os las servidumbres (art. 2182) y el usufructo (art. 2152). MmssET DE EsPANÉS
L., en Clases de dr.m.:chvs reales, ps. 185-186. También es ese sentido: A.REAN, Beatriz, ob. cit., t I, ps.
372-373; M.AfuANt DE VrnAL, Marina ob. cit. t. 3. ps. 322-323; Mu~TO. Néstor, ob. cit., t l, p. 482.
242
Articulos 2532 al 2565 del CCyC.
243Artículos 1897 a 1905 del CCyC. Regulando sólo la adquisitiva o usucapión, haciendo una remisión
reciproca en dos de sus articulas: a) En el art 2565 brinda una regla general, expresando que los
derechos reales principales se pueden adquirir por la prescripción en los términos de los art(culos
1897 y siguientes; b) En el art. 1904. manifiesta qw.: se aplican a este Capitulo, en lo pertinente, las
nonnas del Titulo I del Libro Sexto del CCyC.
- No sólo se puede adquirir el dominio, sino cualquier derecho real principal que se ejerw por la
posesión.
:m Confonne al art. 1897 del CCyC.
232 lNSTffilC'IONES DE ÜERECHO f>ruvADO
pierde la posesión la recuperara vía acción reivindicatoria, acción que carecen los
poseedores y sólo las tiene los titulares de derechos reales.
Esta figura necesita primeramente de una posesión, de allí la importancia de la re-
lación de poder indicada, más el trascurso del tiempo prefijado por la ley, el que variará
según los casos; ahora bien esa posesión requiere de ciertos requisitos: debe ser osten-
sible 246 y continúa 247 y, además sin suspensiones 248 ni interrupciones 249.
Durante el curso de la prescripción puede darse lo que se conoce como accesión o
unión de posesiones 250, así el heredero continúa la posesión de su causante y competa
término. En caso de sucesor particular puede unir su posesión a la de sus antecesores,
siempre que derive inmediatamente de la5 otras m.
2. La prescripción breve
246 Según expresaAlterini, Jorge, se sustituye el término pública usado porVélez, dado que el conocimiento
de esa posesión no sólo debe ser advertida por el propietario (si no lo es, seria clandestina y no sirve
para usucapir) sino que también debe ser conocida por los terceros que tengan algún interés sobre
la cosa. En definitiva., la posesión ostensible abarca la posesión pública de Veilez (que afectaba al
propietario), y más también (la que puede afectar a terccros).Autor y obra citada, t. IX, comentario al
art. 1900. ps. 157 y 158.
247
Según rezaelart 1900.
248
Ver art. 2539.
249 Ver art. 2544.
25
º Previstoenelart 1901.
251
En la norma se aclara que en la prescripción breve las posesiones unidas deben ser de buena fe y estar
ligadas por un vínculo jurídico
252 Así lo denominan M-1.RIANI oE VmAL, Marina y ARELLA,Adriana, en obra citada, t. JI, p. 275.
m As! lo establece el art. 1902 del CCyC.
154
Cuando se trata de cosas registrables. la buena fe requiere el examen previo de la documentación y
constancias registrales, asf como el cumplimiento de los actos de verificación pertinente establecidos
en e! respectivo régimen especial. Todo lo cual debe correlacionarse con los arts. 1918, 1919 y 1920
del CCyC, ya explicado en la parte de relaciones de poder de esta obra.
DERECHOS REALES 233
tiempo en que comienza la posesión, sin perjuicio de los derechos de terceros intere-
sados de buena fe m_
3. La prescripción larga
En la prescripción larga no puede invocarse contra el adquirente la falta o nulidad
del título o de su inscripción, ni la mala fe de su posesión 256 . Basta con la posesión por
plazo de veinte años 257, no se necesita justo título ni buena fe 258.
Como innovación, el nuevo Código incorpora un supuesto especial 259, y dice que
también adquiere el derecho real el que posee durante diez años una cosa mueble re-
gistrable, no hurtada ni perdida, que no inscribe a su nombre pero la recibe del titular
registra! o de su cesionario sucesivo, siempre que los elementos identificatorios que se
prevén en el respectivo régimen especial sean coincidentes. Como puede advertirse se
reduce el plazo de 20 a 10 años, pero sigue siendo el poseedor de mala fe 260•
La prescripción larga también tiene unafimción residual, pues al no haber referido
a otras hipótesis posibles de configurarse terminaría aplicándose: tal sería el caso del
supuesto de la cosa mueble registrable mencionado precedentemente si no se alinean
los requisitos.
Con respecto al proceso, la novel legislación prevé que la sentencia que se dicta en
los juicios de prescripción adquisitiva, debe ser en un proceso contencioso 261•
Finalmente, cabe considerar que no está comprendido en la normat iva 262 el caso
del adquirente de una cosa mueble, no robada ni perdida, adquirida de buena fe a título
"gratuito" 263, coincidimos con Mariani de Vida! y Abella 26-1 que en ese caso no puede
ser la prescripción larga de veinte años 265, sino la de dos años; toda vez ya que sería
irrazonable aplicarle la larga, pues quien adquirió a título gratuito estaría en peores con-
diciones que quien adquirió una cosa mueble robada o perdida, situación que a juicio de
las autoras es de mayor gravedad.
"' Conforme al art. 1903 que prevé esas dos cuestiones, a saber el comienzo de la posesión para el caso
relatado y los efectos de la sentencia declarativa que se retrotraen al inicio de la posesión, siempre
dejando a salvo los derechos de terceros de buena fe.
,,. Tal cual lo expresa el art. 1897 segunda parte.
"' Asf lo dispone el art. 1897 primer parte.
'" Ya que éstos son requeridos exclusivamente para la prescripción corta.
259 Al que KIPER, califica de '"innovación importante" al comentar el art 1899 en Código Civil y ('omercial
de la Nación. Comentado, LoRENZETII, Ricardo (di r.), p. 68.
"" De acuerdo con el art. 1899 tercera parte.
26 1 Además, fijar la fecha en la cual cumplido el plazo de prescripción se produce la adquisición del
derecho real respectivo. Determina, asimismo, que la sentencia declarativa de prescripción larga no
tiene efecto retroactivo al tiempo en que comienza la posesión. De acuerdo a las previsiones del art.
1905 del CCyC.
262 Al igual que ocurrió en la legislación anterior. Ver art.40 16 bis, incorporado a l Código Civil de Vélez,
por reforma de la ley 17.7 11.
26.l La regla del art. 1895 refiere al oneroso y allf repele la acción de reivindicación.
™ MARJANI DE VmAL, M. y A BELLA, A .• en ob. cit., t. 11, ps. 280/281,
26' Tampoco la de diez años del 1899 segundo párrafo, dado que es para cosas registrables.
234 iNSTITUClONl:.S DE DERECHO PRIVADO
4. Límites al dominio
Este tema se vincula con uno de los caracteres del dominio, el llamado "carácter
absoluto", y siguiendo el pensamiento de Mariani de Vida! y Abella, se entiende que
ello sólo significa, que el dominio era el derecho que mayor cantidad de facultades
confería sobre la cosa, y justamente en este capítulo de "limites al dominio" 166, nos
encontramos frente a disposiciones que, en virtud de diversas razones, vienen a poner
coto a las facultades que el propietario tiene sobre su cosa, recortando a,;;;í el verdade-
ro estatuto del derecho de dominio, pues no hay, ni ha existido jamás un dominio sin
ninguna restricción" 267 , También Mariani de Vidal, sostenía postura similar respecto al
Código Civil de Vélez 268 •
Podemos dividirlos, al igual que en el Código de Vélez, en dos grandes grupos;
a) las establecidas con fines de "interés público" (que se fundan en el interés público
o general, sin tener en cuenta el interés inmediato de las propiedades o de los vecinos)
y, b) las establecida,;; en el "interés reciproco de los vecinos" (en las que predomina
el interés privado, pero que el interés público también tiene alguna influencia), éste ha
sido así desde antaf1o, pues ya se expedía de esa manera Salvat 269 y la doctrina contem-
poránea lo mantiene 270 .
Dentro de las limitaciones impuestas en el interés público encontramos: a) Las
reservadas al derecho administrativo 271 • b) Límites a la libre disposición jurídica y
las cláusulas de inenajcnabilidad 272 • e) Camino de sirga 273 , d) Restricciones fundadas
en otras ramas del derecho: El Código Aeronáutico establece en su art. 6° que nadie
puede, en razón de su derecho de propiedad, oponerse al paso de una aeronave y en
los arts. 30 y 35 se encuentran las disposiciones tendientes a limitar la altura de los
2r.:;
Capitulo 4 del T[tulo III, del Libro 4~,arts. 1970 al 1982, inclusive.
w Tal cual lo expresan Mariani de Vidal, Marina y Abc[ia, Adriana; agregando además que: el
derec:ho impera dentro de la sudedad y en ella toda facultad debe .ver limilada para acomodarla en
la vida en relación. ". Autoras citadas en Derechos reales en el Código Civil y Comercial, ?.avalla.,
Rs. As,, 2016, t. l, p. 156.
268 ~AJ\.1 l.JE V1DAL, Marina, ob. cit., 1. Il, p. 7.
269 S,UVAl', Rnymundo M., oh. cit., t. l, N° 1054, p. 541.
<70 MARIAN( !.JE VmAL, M. y AREi.LA, A, ob. cit., t. l, p. 156.
211
De esa fonna las limitaciones impuestas al dominio privado en el interés público se rigen por el
derecho administrativo, aclarando además que el aprovechamiento y uso del dominio sobre inmuebles
debe ejercerse de conformidad con las normas administrativas aplicables en cada jurisdicción. Art.
1970 del CCyC.
271
Asl en los actos a título oneroso es nula la cláusula de no transmitir a persona alguna el dominio de
una cosa determinada o de no constituir sobre ella otros derechos reales. Es decir. lo que se quiere
evitar es el estancamiento de la propiedad. como seria "no vender a nadie de lo comprado", pero si
serlan válidas si se refieren a persona o personas determinadas. El CCyC aclara que en los actos a
Utulo gtatuito todas las cláusulas scifaladas en el primer parJafo son válidas, si su plazo no excede
de diez a~os, ente caso si son validas dado que son excepcionales de una manera temporaria. Como
puede apreciarse la diferencia radica en la onerosidad o gratuidad del acto (art. 1972).
m Por esta restricción se establece que duefto de un inmueble colindante con cualquiera de las orillas
de los cauces o sus riberas, aptos para el transporte por agua, debe dejar libre una franja de terreno
de quince metros de ancho en toda la extensión del curso, en la que no puede hacer ninglln acto que
menoscabe aquella actividad. Todo perjudicado puede pedir que se remuevan los efectos de los actos
violatorios de este articulo (art. 1974).
DERECHOS REALES 235
obstáculos de la circulación aérea (señales o luces que correspondan, las que son a
cargo de los propietarios) 274 •
Dentro de las limitaciones impuestas en interés "recíproco de los vecinos", tenemos
varias situaciones para tratar, a saber: a) Inmisiones inmateriales: Las molestias que
ocasionan el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones o inmisiones simi-
lares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos, no deben exceder la nonnal
tolerancia teniendo en cuenta las condiciones del lugar y aunque medie autorización
administrativa para aquéllas. Según las circunstancias del caso, los jueces pueden dis-
poner la remoción de la causa de la molestia o su c.:esación y la indemnización de los
daños. Para disponer el cese de la inmisión, el juez debe ponderar especialmente el
respeto debido al uso regular de la propiedad, la prioridad en el uso, el interés general
y las exigencias de la producción m. b) Obstáculo al curso de las aguas todo lo cual lo
regulan los arts. 1975 y 1976, c) Las instalaciones provisorias y paso de personas que
trabajan en una obra, las regula el art. 1977; d) Las distancias de las luces y vistas, las
regulan los arts. 1978, 1979 y 1980; e) plantación de árboles, arbustos u otras plantas.
Arboles, arbustos u otras plantas están regulados en los arts. 1981 y 1982.
5. Garantías de la propiedad
puestas a los poderes del Estado (como el ataque de los particulares) en beneficio de
los titulares de esos derechos 279 •
Esos derechos están consagrados en la Constitución Nacional, el art. 14 trala entre
otros el derecho de propiedad y, sobre el expresa que todos los habitantes de la Nación
gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a
saber: " ... de usar y disponer de su propiedad... ; ahora bien, esas potestades, tal como
se dijo necesitan ser aseguradas y, es allí en donde surgen "las garantías", estableciendo
el art. 17 que: " ... La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede
ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley .. "
274
Confonne Kl.Pi,a, Claudio, ob. cit., ps. 196/197.
m Demro de esta categoria se podria hacer valer la protección del medio ambiente. Conforme KIPI,R,
comentando art. 1973 en Código Civil y Comercial de la Naeión. C'omentado, LoRENZETII, Ricardo
(dir.),p.301.
27
h Autor citado, t. I, N" 665, p. 363.
277
Autor citado, t. 1, ps 40 I a 403.
273
La frase resaltada le pertenece a SALVJff, R., ob. cit., t. 1, N~ 665, p. 363.
279 Musrn, obra, tomo y ps. Cits., quien se apoya en la opinión de Vn.LEGAS, Walter (11,igimcnJurfdico
de la expropiacu'Jn),
236 lNS'l'ITUCLONES DE DERECHO PRJVADO
2so MARIANl nE VIDAL, Marina, cxrresa que sus fuentes legislativas fueron el Esboco de Freitas y el
Código Civil francés, el austrlarn y el italiano. Entre las fuentes doctrinarias cita Aubry y Rau,
Photicr, Molitor, Mainz, Troplong y Merlín, aparte de sentirse la influencia del derecho romano, sea
en forma directa o indirecta (vía de los autores citados que en cierta forma se nutrieron de él). Oh.
cit.. t. III, p. 392.
111
En tal sentido, BoRDA, Guillermo A. expresaba durante la vigencia del Código de Vélez lo sib'llÍente:
.. en ese tema hemos seguido la convincente exposición de Allende", en "Ambito de aplicación de
las acciones reales", en LL t. 89 p. 794. autor y oh. cits., t. U, Nº 1482. p. 468.
282
Durante la vigencia del Código Civil respecto la acción reivindicatoria existían dos posiciones: J)
La /esis amplia: en la quw se sostenía que esa acción era concedida a todo derecho real que se
ejerciera por la posesión cuando se habla perdido la misma seguian es postura: AllE@E, Guillermo
(en "Ambito de aplicación de las acciones reales", en LL t. 89 p. 794); BoRDA Guillermo (en oh.
cit., t. II, Nº 1468, p. 468) °MAR.IANI DE VIDAL, Marina (en ob. cit., t. III, p. 396); AREAN, Beatriz (oh.
cit., t. TI, p. 905); ALTCRINJ., Jorge (en Accione~· reales, Abclcdo-Perrot, ns. As., 2000, ps, 16, 17 y
18); MARriNu, Víctor C. (en Temm· de derechos reales, Advocatus, Cba., 2000, p. 188), VENTURA,
Gabriel (en Acciones reales. Según el Código Civil y Comercial, 7,avalia ns. As., 2017, p. 44) y
MusTO, Néstor (en ob. cit., t. TI, ps. 503 y 504 -con ligeras variantes-). entre otros. 2) La postura
restrictiva: sostenida por SAI.VAT, Raymundo, para quien la acción reivindicatoria era privativa del
derecho real de dominio (haciéndose extensiva al condominio, por considerar este autor que este
último derecho carecía de autonomla y que se ret.lucla a un dominio con pluralidad de sujetos), en
tanto los restantes titulares de derechos reales que se ejerclan por la posesión si esta em perdida debian
recurrir a la acción confesoria (autor citado en obra citada, t IT, N" 2030, ps. 278 y 279); también
abonaban esta postura Molinario y Machado).
DERECHOS REAI.IlS 237
•~
3
Que no estaba regulada como acción real en el Código de Vélez, sino como acción que se utilizaba
parar poner fin al llamado "condominio por confusión de límites" (art. 2746 al art. 2755 del Código
Civil), figura que este nuevo Código no contempla.
284
Es lo que puede inferirse del art. 2266 del CCyC.
285
Autor, obra y tomo citados, ps. 403 y 403.
281, LLOVERAS DE REsK, !vlaria Emilía, BERTüLDJ DE FoURCADE, María Virginia y BERGOGUO, Maria
Teresa. Lecciones de derecho civil. Personas naturales y_iuríd1rn.s, Advocatus, Cha., 1991, p. 247.
7
:,i,; MARIANJ nF. VinAI., Marina, ob. cit., t. TI, p. 41.
288 Musro, Néstor J., ob. cit., t. I, p. 403; coincidente de MAR!AN! DE VrnAL, Marina, ob. y t. cits., p. 44.
= El dcrccho_dc los particulares cede ante los fines superiores de la comunidad, respecto de las garantias
constitucionales de la denominada u\Ílidad pública y la previa y Justa indemnizal-'ÍÓn. MusTo, Né~tor
J. Obra citada, t. I, p. 403.
290 MusTO, Né~ior J., ob. cit., t. l, p. 404.
291
SALvAT, Raymundo, lo fundamenta en la soberanía. Autor citado, l, N° 675, p. 368.
292 Seglln explirnción MusTO, Néslor J., ob. cit., t. l, p. 410.
238 INSTITIJC101't5 DE DERECHO PRIVADO
1. La parte introductoria
Respecto de la "utilidad pública", nos remitimos a lo ya expresado respecto del art.
1° de la ley.
En lo que concierne a los "sujetos", podrá actuar como expropiante el Estado Na-
cional; la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, las entidades autárquicas na-
cionales y las empresas del Estado Nacional 3º.1; y los particulares, sean personas de
29
; Musm, Néstor J.• ob. cit., t. l. ps.. 412 y 413.
iw Art. 1167 de la ley 21.499. "La utilidad pública que debe s.ervir de fundamento legal ala expropiación,
comprende todos los ca.~os en que se procure la satisfacción del bien común, sea éste de naturaleza
material o espiritual".
29
i No es ilimitado, se podría objetar si la causal no existe o no esta expresada en la declaración o
;;i solo busca el interés particular, pero no es posible cuestionar s.i la decisión es. acertada o no. El
poder calificador no se puede delegar, pero si dejar al ente administrativo la individualización de los
mismos, ta! como ocurre e □ el caso de las autopistas. MusTO, Néstor J., ob. cit., t. I, p. 414.
296
17 de enero de 1977.
297
Titulas: 1\ 2c y 3º (comprendiendo los artlculos lº al 9º inclusive) de la ley 21.499.
193
Titulo 4° (arts. IO al 17 inclusive) de la ley 21.499.
299 Titulo 5° (arts. 18 al 32 inclusive) de la ley 21.499.
Joo Título 6º (arts. 33 y 34 inclusive) de la ley 21.499.
101
- Título 8º (arts. 51 al 56 inclusive) de la ley 21.499.
:io:i Titulo 9º (arts. 57 al 70 inclusive) de la ley 21.499.
:ioi Título 7° (arts. 35 al 50 inclusive) de la ley 21.499.
J[)4 Sal ..·o disposición expresa de ley especial, según lo prevé el art. 33 de la citada ley.
ioi En tanto es.tén expresamente facultadas para ello por sus respectivas leyes orgánicas o por leyes
especiales. Según el art. 2° de la citada ley.
DF.RF.CHOS REALES 239
existencia visible o jurídica, en tanto estén autorizados por la ley o por acto adminis-
trativo fundado en ley. En cuanto al sujeto expropiado, la acción cxpropiatoria podrá
promoverse contra cualquier clase de personas, de carácter público o privado ·1116 •
En lo atinente al objeto expropiado, pueden ser objeto de expropiación 307 todos
los bienes convenientes o necesarios para la satisfacción de la "utilidad pública", cual-
quiera sea su naturaleza jurídica, pertenezcan al dominio público o al dominio privado,
sean cosas o no 308 ,
Los bienes pueden ser 309 : a) determinados, sea total o parcialmente 310, y b) gené-
ricos en el caso que sean necesarios para la construcción de una obra o la ejecución
de un plan o proyecto 3 u. La declaración de utilidad pública podrá comprender no sola-
mente los bienes que sean necesarios para lograr tal finalidad, sino también todos aque-
llos cuya ra7.0nable utilización 312 , La ley también posibilita la expropiación el subsuelo
con independencia de la propiedad del suelo m. Y como no podía ser de otra forma,
incluye los inmuebles sometidos al régimen de propiedad horizontal Asimismo está
previsto 314 que cuwH.lo la expropiación de un inmueble afectare su estructura arquitec-
lónica o su aptitud funcional, el propietario podrá accionar por expropiación irregular.
2. La indemnización y el avenimiento
La indemnización 315 sólo comprenderá el valor objetivo del bien y los daños que
sean una consecuencia directa e inmediata de la expropiación 316 •
El avenimiento está previsto en el art. 13 de la ley citada, el cual expresa que de-
clarada la utilidad pública de un bien, el expropiante podrá adquirirlo directamente
del propielario dentro de los valores máximos que estimen a ese efecto el Tribunal de
Tasaciones de la Nación para los bienes inmuebles, o las oficinas técnicas competentes
que en cada caso se designarán, para los bienes que no sean inmuebles. Tratándose de
306
Confonne a! art. 3° de !a citada ley.
307 Es lo que delennina el arL 4º de la mencionada ley.
30
~ Posibilita la expropiación dr.: bienr.:s, por ejemplo una patente de invención, si se cumplen los requisitos
de utilidad pública, antes aludido.
309 De acuerdo con el art. 5º de la ley tratada
iio En este último caso, si se trata~c de la expropiación parcial de un inmueble y la parte que quedase
sin expropiar fuere inadecuada para un uso o explotación racional, el expropiado podrá exigir la
expropiación de la totalidad del inmueble. Previsión que sUJge del art. 6\ el que abunda con mayores
detalles de esa posible situación, cuya lectura recomendamos.
311 En tal caso, la declaración de utilidad pública se hará en base a informes técnicos referidos a planos
descriptivos, análisis de costos u otros elementos que lo fundamenten. Para mayores detalles, ver art.
5u de la ley.
m Para ello deben basarse en planos y proyectos específicos convenga material o financieran1ente a ese
efecto, de modo que se justifique que las ventajas estimadas serán utilizadas conc1etamente en la
ejecución del programa que motivó la declaración de utilidad pllblictt, todo ello surge del art. 7° de ltt
norma.
rn Es lo que reza el art. 6° y, se cltan como ejemplos el caso de los del trasporte por "subterráneos", en
lo que se expropió el subsuelo sin alcanzar el suelo, caso Bs. As.
n4 En el art. 9ª del régimen expropiatorio nacional.
rn Según el art 10 de la ley 21.499.
6
ll La indemnización se pagará en dinero efectivo, saJvo conformidad del expropiado para que dicho
pago se efectúe en otra especie de valor (art. 12).
240 lNSTITLiC!ONES DE DERECHO PRIVADO
-------
inmuebles, el valor máximo estimado será incrementado automáticamente y por todo
concepto en un diez por ciento m.
No habiendo avenimiento respecto del valor de los bienes inmuebles, la cuestión
será decidida por el juez m.
3. El procedimiento judicial
A falta de avenimiento, tal cual se dijo, el cxpropiante deberá promover la acción
judicial de expropiación 319• El proceso tramitará por juicio sumario, con la,;,; modifi-
caciones establecidas por la ley y no estará sujeto a1 fuero de atracción de los juicios
universales 32º. El art. 20 establece qué sentencia fijará la indemnización teniendo en
cuenta el valor del bien al tiempo de la dcsposesión.
El art. 22 regula una situación muy particular en donde se pone de relieve el po-
der de imperium del Estado, pues establece que si se tratare de bienes inmuebles, el
expropiante deberá consignar ante el juez respectivo el importe de la valuación que
al efecto hubiere practicado el Tribunal de Tasaciones de la Nación. Efectuada dicha
consignación, el juez le otorgará la posesión del bien m, y en caso de encontrase
arrendado quedarán resueltos los arrendamientos, acordándose a los ocupantes un
plazo de treinta días para su desalojo, que el cxpropiante podrá prorrogar cuando
a su juicio existan justa,;; razones que así lo aconsejen m. La acción emergente de
cualquier perjuicio que se irrogase a terceros por contratos de locación u otros que
tuvieren celebrados con el propietario, se ventilará enjuicio por separado y, ninguna
acción de terceros podrá impedir fa expropiación ni sus efectos 323 • Los derechos del
reclamante se considerarán transferidos de la cosa a su precio o a ta indemnización,
quedando aquélla libre de todo gravamen 324•
El art. 23 autoriza que el expropiado podrá retirar la suma depositada previa justi-
ficación de su dominio, que el bien no reconoce hipoteca u otro derecho real y que no
está embargado ni pesan sobre él restricciones a la libre disposición de sus bienes m_
En caso de tratarse de bienes que no sean inmuebles, el expropiante obtendrá la pose-
sión inmediata de ellos, previa consignaciónjudicial del valor que se determine por las
oficinas técnica,;; mencionadas 326 ,
111
Si el titular del hiena expropiar fuere incapaz o tuviere algún impedimento para disponer de sus blenes,
la autoridad judicial podrá autorizar al representante del incapaz o impedido para la transferencia
directa del bien al cxpropiante (articulo 14).
m Quien requerirá dictamen del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el que deberá pronunciarse dentro
de los noventa días (art. 15).
319
De acuerdo con el art. 18 de la ley en estudio .
.,2<1 Para mayor detalle sobre el procedimiento, ver art. 20 de la citada ley.
21
_; Según lo expresado en el artículo citado.
= Lo expresa el art. 26 de la ley bajo estudio.
3:iJ Art. 27.
m Lo establece el art. 28.
m La litis se anotará en el Registro de la Propledad, siendo desde ese momento indisponible- e
inembargable el bien Art. 24
m Según art. 25.
,...,,
DERECHOS REALES 241
4. Plazo de la expropiación
Se tiene por abandonada la expropiación si el expropiante no promueve el j uicio: a)
dentro de los dos años de vigencia de la ley que la autorice, cuando se trate de llevarla
a cabo sobre bienes individualmente determ inados; b) de cinco años, cuando se trate de
bienes comprendidos dentro de una zona determinada; y c) de diez años cuando se trate
de bienes comprendidos en una enumeración genérica 330•
327
En tal caso carga con las costas. Se entenderá que la expropiación ha quedado perfeccionada cuando
se ha operado la transferencia del dom mio al expropiante mediante sentencia firme, loma de posesión
y pago de la indemni:ación (an. 29).
........ m Computados desde que el monto respectivo quede determinado con carácter firme y definitivo según
art. 3 l.
,,. Conforme al art. 32.
130
De acuerdo a los arts. 33 y 34 de la ley.
"' En tales casos quien accione por expropiación irregular está exento de la reclamación administrativa
...... previa (art. 53) Las normas del procedimiento judicial establecidas para la expropiación regular, rigen
también para la expropiación irregular, en cuanto fueren aplicables (art. 55) Se debe tener presente
....... que no corresponde la acción de expropiación irregular cuando el Estado paraliza o no activa los
procedimientos después de haber obtenido la posesión judicial del bien (art. 52)
"' Están previstos en el art. 51 de la ley.
m Sería el caso del art. 8º antes citado de la expropiación parcial de un inmueble y la parte que quedase
sin expropiar fuere inadecuada para un uso o explotación racional, el expropiado podrá exigir la
expropiación de la totalidad del inmueble, entre otros casos.
"' Computados desde la fecha en que tuvieron lugar los actos o comportamientos del Estado que tornan
viable la referida acción (an. 56).
242 INSTITUCIONES DE IlERECflO l'KIVALJO
6. La ocupación temporánea
Esta figura ha sido introducida por la ley 21.499 33.'i, tiene la particularida.d que no
hace perder la propiedad sino tan solo el uso transitorio del objeto.
Procede cuando por razones de utilidad pública fuese necesario el uso transitorio
de un bien o cosa determinados, mueble o inmueble, o de una universalidad determi-
nada de ellos, podrá recurrirse a la ocupación temporánea 336 y ella tiene dos variantes:
a) puede responder a una necesidad anormal, urgente, imperiosa., o súbita, o b) a una
necesidad normal no inminente 337 •
Reseñado ello, la ocupación temporánea anormal, puede ser dispuesta directa-
mente por la autoridad administrativa, y no dará lugar a indemnización alguna, salvo
la reparación de los daños o deterioros que se causaren a la cosa o el pago de daños y
perjuicios debidos por el uso posterior de la cosa en menesteres ajenos a los que estric-
tamente detenninaron su ocupación m y, tendrá mayor duración que el lapso estricta-
mente necesario para satisfacer la respectiva necesidad 339 ,
En cuanto a la ocupación temporánea por razones normales, previa declaración
legal de utilidad pública, podrá establecerse por avenimiento; de lo contrario deberá
ser dispuesta por la autoridad judicial, a requerimiento de la administración pública
340
. Ninguna ocupación temporánea nonnal puede durar más de dos años; vencido este
347 Es admisible la acción de retrocesión ejercida parcialmente sobre una parte del bien expropiado,
según lo establecido en el art. 41 de la citada ley.
348 Se debe tener presente que scglln el art. 36, se entenderá que no huho cambio de destino cuando el
acordado al bien mantenga conexidad, interdependencia o correlación con el espedficamente previsto
en la ley. Tampoco se considerará que medió cambio de destino si a una parte del bien expropiado se
le asignare uno complementario o que tiende a integrar y facilitar el previsto por la ley (ley 21.499)
349 Si al bit:n se le hubiere dado un destino diferente al previsto en la ley exprop1atoria, deberá formularse
el reclamo administrativo prevlo (art. 39 ley 21.499)
350 Musto ejemplifica cuando se expropia para construir un puesto y luego se lo emplaza en otro lado.
Autor y obrn citados, t. I, p 429.
m Computado desde que la expropiación quedó perfeccionada en la forma prevista en el art. 29 de la ley
2l.499.
m Es lo que marca la ley en el art. 29 de la ley.
m Según lo nonnado en el art. 40 de la citada ley.
>>4 Art. 42 de la citada ley.
m Articulo 50 de la ley 21.499.
~56 Robustece alln más la defonsa a! manifestar: sólo el Congreso impone las contribuciones que
se expresan en el art. 4º_ Ningún servicio personal es exigible, sino en virtud de ley o de sentencia
fundada en ley ... " y remata sentenciando: " ... La cunfiscadón de biene:s queda burrada para siempre
del Código Penal Argentino. Ningún cuerpo cmnado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de
ninguna especie .. ".
244 lMTITIJCIONES DE .DERECHO PRIVADO
8. Derechos intelectuales
Entendemos que corresponde comenzar el análisis del tema desde su origen, y ello
se remonta al tópico de los derechos subjetivos, entendidos como "la facultad de obrar
y exigir con miras la satisfacción de un interés honesto y justo, digno de tutelajur[di-
ca" m . Conforme las clasificaciones, éstos pueden tener como objeto "el produclo del
intelecto humano, la creación, o idea exteriorizada", si ello es así, tal derecho subjetivo
se denominará derecho intelectual 359•
Partiendo de lo establecido en el art. I 7 de la Constitución Nacional en el cual se
expresa de manera categórica que " ... todo autor o inventor es propietario exclusivo de
su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde la ley ... "; implica un
reconocimiento de parte del legislador de "un derecho subjetivo" del que nos hemos
referido en el párrafo anterior.
Esas creaciones intelectuales pueden llegar a configurar una obra científica, lite-
raria, artística o didáctica, constituyendo de esa manera la denominada ''propiedad
intelectual", fonnando un género del cual se pueden desprender especies 360 •
Tales cn:nciones intelectuales, como bien lo señala la CN, aparte de aludir al autor
de las "obras'" )61 también pueden apuntar al "inventor" que resultaría ser propietario
exclusivo de su invento, pero no son las únicas creaciones que tienen vinculación con la
actividad económica y empresarial, ya que existen otras, como los diseños industriales,
los modelos de utilidad, las marcas de fábrica y las designaciones. Todo ello, junto con
las invenciones, se enmarcan dentro de lo que hoy se denomina propiedad industrial 362 •
Con referencia a la propiedad intelectual (ley 11.723), corresponde admitir, que
en la actualidad, existe una fuerte corriente doctrinaria que sostiene que, a partir de la
recepción de las creaciones literarias, científicas o artísticas en las Convecciones sobre
Derechos Humanos, debe sustituirse la denominación "propiedad intelectual" por la
acepción "derecho de autor" 363 . Así opina Mabel Goldstein 364 , entre otros.
Sin emhargo, sin desconocer la autoridad de tan importante doctrina, preferimos
continuar denominado estas manifestaciones bajo la expresión "propiedad intelectual",
357
BuTT.LER CACERES, José A., ob. cit., p. 33.
358
BUTELER CACERES, José A, ob. cit., p. 31.
359 RUTELTIR CAcERE5, José A., ob. cit. Es Jo que se infiere de las ps. 32-33 y 176.
3w Tal serla el caso de la propiedad industrial.
m Por ejemplo, una literaria, pictórica o una escultura.
362
FTCHEVERR'i, Raúl Anlba, Derecho comercial y económico. Parle general, Astrea. Bs.As., 1987, p.
539. VILLALBA, Carlos y LJPSZYC, Oelia, Hl derecho de autor en la Argentina (Ley 1l. 723 y normas
complemenlarim y reglamentarias, concordada.;· <:on los tratados internacionales. Comentadas y
ano/odas con la.Jurisprudencia) La J,ey, Bs.As., 2001, ps. 38-39.
m La expresión derecho de autor, dice Mabel Goldstein, indica una referencia exclusiva a los derechos
humanos. Motivo por el cual no se puede hablar de sinónima entre esa expresión y la de propiedad
intelectual. Autora citada en TJerec.:ho de autor, La Rocca, Bs.As., 1996, p. 41.
364
GowsTEIN, Mabel, ob. cit., p. 41.
DERECHOS REALES 245
que nos parece adecuada. porque es genérica y comprensiva de todas estas situaciones
antes indicadas, Además, compartimos con Borda 365 , que la expresión "propiedad inte-
lectual" adoptada por la Constitución (art. 17) y la ley 11. 723, se explica como fórmula
de combate, para justificar una protección tan completa como sea posible del derecho
366
. Por su parte, el prestigioso tratadista expresaba que los derechos intelectuales np
constituyen una clase particular de los derechos reales 367, sino que forman parte de una
categoría especifica 36 8, reconoce sin embargo que ha sido tradicional tratarlos junto
con los derechos reales, ya sea porque parte de la doctrina los considera tales, ya sea
porque indudablemente tienen mayor afinidad con ellos que con los personales, "por
esta última razón es su referencia en esta obra", en la que sin llegar a profundizar la
materia 369, nos limitaremos a dar un breve sumario de la institución, toda vez que su
contenido en particular excede los/mes de este trabajo 370 •
Las creaciones intelectuales, tal como hemos dicho, pueden llegar a configurar
una obra científica, literaria, artística o didáctica, constituyendo de esa manera la
denominada "propiedad intelectual". En lo referente al objeto del derecho, el art. 1ª
de la citada ley 371 , establece que las obras protegidas son las "científicas, literarias
o artísticas", que comprenden los escritos de toda naturaleza y extensión, entre ellos
"los programas de computación".
El art. 1° sigue diciendo conforme al agregado de la ley 25.036 372 , que: "La pro-
tección del derecho de autor abarcará la expresión de ideas, procedimientos, métodos
de operación y conceptos matemáticos pero no esas ideas, procedimientos, métodos y
conceptos en sí"; es decir que la idea no está protegida, sino cuando es exteriorizada
y se hace perceptible a los :,;entidos. Señalan Villalba y Lipszyc que, aunque en el
texto anterior a la reforma no se apreciaba de forma expresa, tanto la doctrina como
la jurisprudencia eran coincidentes en que lo que se protege no son las ideas conteni-
= BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Derechos reales, 4" ed., Abeledo-Perrot, Bs.As.,
1992, t. U, N" 1550, p. 532.
-= No obstante, no se puede asimilar, tal cual trataremos más adelante, a un "derecho real".
367
Asi se hi.w hincapié en diferentes argumentos. comenzando por aquél que alude a que ambos derechos
tienen "objeto" diferente y, todas las consecuencias que ello trae aparejado. Esto es que, si su objeto
no es una cosa, imposible seria que su "ejercicio" se materializa por la posesión; con su concebida
derivación. o sea la imposibilidad de su adqufrición por ''pre~·,:ripdón adquisitivo", la que a su vez
traería el inevitable efecto de la maplicabilldad de la '"acción reivindicatoria"; corolarios todos ellos,
como se dijo, de que su objeto es de "naturaleza inmaterial". También se apuntó que no se verifica en
la propiedad intelectual la característica de '"inmediatez", que es peculiaridad propia de los derechos
reales.
363 También BUTEI.ER CÁCERES, en ob. cit., ps. 34-33.
369
En a l ~ Universidades del pais los derechos intelectuales conforman una asignatura más en sus
planes de estudio en la carrera de ahogac(a
.no Adecuado como se ha dicho antes, a las carreras que se dictan en la Facultad de Ciencias Económicas
m El articulo citado, enumera casos que se consideran incluidos en el objeto de protección; no obstante
es un artkulo enuncii:llivu y no taxalivu. Se recomienda su lectura.
in De fecha 14/10/1998.
246 INST!TCCIONES DE DEREcuo PRIVADO
das en la obra sino sólo las cr'eaciones formales 373 , es decir la expresión formal del
desarrollo del pensamiento.
En el art. 4° se alude a la titularidad, expresándose que la poseen: a) El autor de la
obra; h) Sus herederos o derechohabientes; e) Los que con permiso del autor la tradu-
cen, refunden, adaptan, modifican o transportan sobre la nueva obra intelectual resul-
tante. d) Las personas flsicas o jurldicas cuyos dependientes contratados para elaborar
un programa de computación hubiesen producido un programa de computación en el
desempeño de sus funciones laborales, salvo estipulación en contrario.
En cuanto al contenido del derecho, puede desdoblase en dos facultades exclusivas
y oponibles erga omnes, estas son: a) "de contenido moral" 374, y b) la otra "de corte
patrimonial" m.
En lo referente a la duración del derecho, el art. 5° es la primera norma a conside-
rar y la más importante, ya que contiene el plazo general 376 , y tiene varios casos, ella
prescribe; a) los autores durante su vida; b) Sus herederos o dercchohabientes m hasta
setenta años contados a partir del / 0 de Enero del año siguiente al de la muerte del
autor; e) En los casos de obras en colaboración, este término comenzará a contarse
desde el 1º de enero del año siguiente al de la muerte del último colaborador. d) Para
las obras póstumas, el ténnino de setenta años empezará a correr a partir del 1° de
Enero del año siguiente al de la muerte del autor. e) En caso de que un autor falleciere
sin dejar herederos, y se declarase vacante su herencia, los derechos que a aquél corres-
pondiesen sobre sus obras pasarán al Estado por todo el ténnino de ley, sin perjuicio de
los derechos de terceros. Hay además casos especiales, sin agotar su nómina podemos
citar los casos de las obras fotográficas, cuya duración es de veinte (20) años a partir
de su primera publicación; las obras cinematográficas el derecho de propiedad es de
cincuenta m (50) años a partir del fallecimiento del último de los colaboradores; y las
obras anónimas pertenecientes a instituciones, corporaciones o personas jurídicas, du-
rará cincuenta (50) años contados desde su publicación.
El efecto del vencimiento del término, es que pasa al dominio público y cualquiera
puede autorizarla, editarla y traducirla, pero se debe tener presente que el "derecho mo-
ral de autor es imprescriptible", y en consecuencia quien publique una obra vencidos
los plazos de la ley deberá respetar su texto y no debe omitir el nombre del autor.
La ley contiene ciertos contratos afines a los derechos intelectuales, que la doctrina
le ha denominados ''contratos típicos" de la materia, ellos son: a) Contrato de edición. b)
Contrato de representación y e) Contrato de venta. Su análisis corresponde a la temática
de los contratos y no al desarrollo de la propiedad. En ta1 sentido, seguimos la sistemá-
tica que propone Guillermo de Bordan 37'\ quien en su clásica obra (Tratudo de derecho
civil), desarrolla todo lo ateniente a la propiedad intelectual en el sector atinente a los
"Derechos reales" y, al mencionar los contratos aludidos envía a la parte de "Contratos".
Nosotros entendemos también que esa temática debe ser desarrollada en el sector de los
contratos y no en derechos reales, por lo que remitimos a esa frncción del derecho civil.
Para tratar todo lo relativo a la protección legal de la obra, primeramente debemos
hacer referencia al "Registro Nacional de la Propiedad Intelectual" 3 so, en el que se
inscribirá la obra 381 • Dicho registro tiene efectos "declarativos", coincidimos con Vk:-
tor C. Martínez, quien -entre otros- expresa en que se trata de un registro con efecto
declarativo en la medida que no crea sino que declara un derecho ya constituido 382 ;
Borda por su parte expresa: " ... el derecho de autor nace con la obra misma y desde
ese momento debe gozar de protección .. "m
En cuanto a la protección propiamente dicha, los derechos de autor se tutelan por:
a) Acciones civiles 184 ; b) Acciones penales, estableciendo penas para quienes infrinjan
m Antes, era de treinta (30) afl.os, después por la ley 25.006 de 1998, pasó a tener cincuenta (50) añ.os.
in Autor y ohra citados (en la pE!rte de Derechos reales), en lo referente a los contratos aludidos. el autor
expresa en el número 1583 (que corresponde el contrato de venta), que los ha desarrollado en otro
lugar (Tratado de tus cuntmtos, t. l º, N" 486 y ss.). J .o propio hace en los números 1586 y 1587, en
los que menciona a los contratos de edición y representación, remitiendo al Tra1adu de lus con/ralo.1,
t. 2", números 1219 y 1245, respectivamente.
110
Artículo 65 de la ley 11.723: "El Registro llevará los libros necesarios para que toda ohm insnipta
tenga su folio correspondiente, donde constarán su descripción, titulo, nombre del autor y fecha de la
presentación, y demás circunstancias que a ella se refieran. como ser los contratos de que fuera objeto
y las decisiones de los tribunales sobre la misma".
isi Depositando el editor de las ohras comprendidas en el Elrt[culo lº, tres ejemplares completos de to<la
obra publicada, dentro de los tres meses siguientes a su aparición; para las pinturas, arquitecturas,
esculturas, etcétera, consistirá el depósito en un croqllls o fotografia del original, con las indicaciones
suplementarias que permitan identificarlas. De tratarse de películas cinematográficas, el depósito
consistirá en una relación del argumento, diálogos, fotografías y escenarios de sus principales escenas.
En el caso de los programas de computación, consistirá el depósito de los elementos y documentos
que determine la reglamentación. Art. 57 de la ley 11.723.
382 :MART!NEZ, Vlctor, Manual de derecho regmral, 2•ed., Advocatus, Cha., 2006, p. 297.
Etcheverry 389 manifiesta que llama "propiedad industrial" a aquellas obras de in-
genio que permiten obtener para sus autores un derecho de propiedad especial, que con-
sisten en inv~ntos, creación de signos y marcas, dibujos y disefios especiales aplicables
a la industria y el comercio.
Tiende a subdividirse en dos aspectos: a} uno que protege las innovaciones y crea-
ciones, en donde se ubican la "patentes de invención" (incluyendo a los modelos de
utilidad); los diseffos industriales (también conocidos como diseflo ornamental), y el
llamado "secreto industrial", brindándole una protección adecuado a los fines de fo-
mentar esas invenciones y con ello, contribuir a la prosperidad general; b) desde otro
costado, protege los signos distintivos, resguardando la "competencia leal", allí se en-
cuadran las "marcas y designaciones" y las Hdenominación de origen"; todo ello, ha
sido tradicionalmente regulado por el derecho comercial 390•
Patentes de invención
~as patentes de invención constituyen, al decir de Romero, el reconocimiento formal
d; áqllellos inventos o descubrimientos susceptibles de explotación industrial; agregando
además dicho autor, que protegen la aplicación concreta de principios científicos con-
forme a dctenninada estructuración para producir bienes con significado industrial 3 ~1.
Hallan su regulación en la ley 24.481, siendo su antecedente la ley 111 de 1864.
Antes de obtener la patente, debe existir el "invento", que según la citada ley, "es
toda creación humana que permita transformar materia o energía para su aprovecha-
miento por el hombre" 392 , pudiendo ser de "productos" o de "procedimientos" 393 • Son
requisitos del invento 394 : a) !,a novedad, entendiendo por tal que la invención que no
esté comprendida en el estado de la técnica 395 ; b) La actividad inventiva, y ello ocurre
cuando el proceso creativo o sus resultados no se deduzcan del estado de la técnica en
forma evidente para una persona normalmente versada en la materia técnica correspon-
diente; e) La aplicación industrial, la que se configura cuando el objeto de la invención
conduzca a la obtención de un resultado o de un producto industrial 3%.
lvfodelos de utilidad
El régimen legal, de la ley 24.481, también regula los denominados ''modelos de
utilidad". La normativa aludida los conceptualiza diciendo que: "es toda disposición o
forma nueva obtenida o introducida en herramientas, instmmentos de Jrahajo, utensi-
lios, dispositivos u objetos conocidos que se presten a un trnbajo práctico, en cuanto
importen una mejor utilización en lafimción a que estén destinados", Confieren a su
creador el derecho exclusivo de explotación, que se juslilicará por títulos denominados
certificados de modelos de utilidad 397 •
Diseño industrial
La normativa que regula dicha figura es el decr. ley 6673/63 398 y según se expresa
en la norma se considera: "modelo o diseño industrial las formas incorporadas y/o
el aspecto aplicado a un producto industrial o artesanal que le confiere carácter or-
namental" 399, estableciéndose en una duración <le cinco años, a partir de la fecha del
depósito y podrá ser prolongada por dos periodos consecutivos de la misma duración,
a solicitud de su titular 400 ,
394
Todo ello surge del art. 4º, incisos "b", "d" y "e".
39
~Por estado de la técnica deberá entenderse el conjunto de conocimientos tecnicos que se han hechos
póhlicos antes de la fecha de presentación de la solicitud de patente o. en su caso, dt: la prioridad
reconocida, mediante una descripción oral o escrita, por la explotación o por cualquier otro medio de
difusión o información, en· el pais o t:n el extranjero (art. 4º inc. "e")
396
Entendiendo aJ termino industria como comprensivo de la agricultura, la industria forestal, la
ganadería, la pesca, la minería, las industrias de transfonnación propiamente dicha y los servicios.
397
En un todo de acuerdo al art. 53 de la ley 24.481 .
.m Del 9 de agosto de 1963.
9
3ll Es lo que dispone el decreto ley 6673/63 en su art. 3°.
41lo Según el an. 7º del decreto ley 6673/63
-t0i Del 26 de diciembre de 1980.
-t0z Art. 27 ley 22.362: ª"El nombre o signo con que se designa una actividad, con o sln fines de lucro,
constituye una propiedad para los efectos de esta ley".
-IO~ ETCITTVF:11.RY, R. A., ob. cit. p. 549 .
.¡o.¡ Art. 28 de la ley 22.362: "La propiedad de la designación se adqlliere con su uso y sólo con relación
al ramo en el que se utiliza y debe ser inconfundible con las preexistentes en ese mismo ramo"
-t05 Art. 29 de la ley 22.362.
250 iNSTITUCJONES DE DERECHO PRIVADO
406
Conforme al art. 30 de-la ley 22.362
7
4-0 NEGRT,Carlos María y colaboradores, Tratado teórico práctico de inMirucione,s de derecho privado y
derecho económico, Macchi, Bs.As., 2000, p. 266.
4
0!! Etcheverry, R. A., también acota que se relaciouan con la buena fe que los consumidores depositan
en los productos, servicios o actividades de los comerciantes (hoy empresarios, en el lenguaje del
CCyC). Obra citada, p. 551. Podemos agregar que en la actualidad, su vinculación con la ley 24.240
de de.tema del consumidor. es innegable.
9
io En tal sentido, la ley 22.362 en su art. 3º inciso c, expresa: ··se entiende por denominación de origen
el nombre de un pals de una región, de un lugar o área geográfica determinado que sirve para designar
un producto originario de ellos y cuyas cualidades y características se dchen exclusivamente al medio
geográfico. También se considera denominación de origen la que se refiere a un área geográfica
determinada para los fines de ciertos productos".
410
Sancionada el 18 de diciembre de 1996.
411
Alude a la "iriformación no divulgada".
412
En el sentido de que no sea, como cuerpo o en la configuración reunión precisa de sus componentes,
generalmente conocida ni fácilmente accesible para personas introducidas en los círculos en que
normalmente se utiliza el tipo de información en cuestión. Segón art. 1° inciso a de la citad.a ley.
411
Conforme a la.<; circunstancias, para mantenerla secreta. tomadas por la persona que legltimamente la
controla, según lo menciona el art. 1~ inciso e de la ley 26.766.
414
Tal cual lo establece el art. 3~ de la mencionada ley.
415
VFNTURA, Gabriel, Derechos mteleclllales, Alveroni, Cba., 2001, p. 173.
416
De tal forma las personas ffsicas o jurfdicas podrán impedir que la información que esté legftimamente
bajo Su control se divulgue a terceros o sea adquirida o utilizada por terceros sin su consentimiento de
manera contraria a los usos comerciales honestos, mientras dicha información reúna las condiciones
apuntadas (art. 1° ley 24.766). Además, según lo expresa la citad.a ley, la infonnación debe constar
en dm:nmentos, medios electrónicos o magnéticos, discos ópticos, microfllmes, pellculas u otros
elementos similares (art. 2~ ley 24.766)
DERECHOS REALES 251
Es que, como dice el autor citado 417 , cuando alguien contrata con otro la presta-
ción de algún servicio o la licencia de alguna palenle, suele acompañar la prestación
o licencia de una serie de informaciones para lograr con mayor eficacia el objeto del
servicio o la licencia y, a pesar de no dejarse siempre establecida en el contrato, suele
ser secreta y su divulgación puede traerle inconvenientes al contratante que brinda esa
información, si sus competidores la aplicasen 413 •
Tal cuestión ya había sido tratada en el Convenio de París de 1967, y el Acuerdo
sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Co-
mercio (Acuerdo TRIPs), contempla de manera expresa el tema al referir a la necesidad
de proteger la "información no divulgada".
V. CONDOMINIO
t. Concepto
Es el derecho real de propiedad sobre una cosa que pertenece en común a varias
personas y que corresponde a cada una por una parte indivisa 420, o sea ••ideal". Tiene
417
VENTURA, Gabriel, Den:.:hos inte.lec111ales, cit., p. l 72.
4
is Es una protección contra la competencia "desleal".
419
No toda la doctrina considera el condominio como un derecho real au1ónomo, posición que en nuestro
derecho civil. ha sido sostenida por Salvat, quien expresaba: " en nuestra opinión, la copropiedad
o condominio es el mismo derecho real, dividido en/re los diversos propielarius. "Autor y obra
citados, t. TT, p. 650 en el punto 1234. En vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, se enrola en
esa postura Ventura, quien sostiene que el condominio existe sólo entre los titulares (condóminos)
pero no frente a terceros, ya que respecto de ellos no deja de ser un dominio común y se basa en el
art. 2251 del CCyC (ubicado en la parte de acciones reales). VFNTURA, Gabriel, Accione~· reales,
cit.. p. 64. Entendemos. que de la manera en que esta nominado en el art. 1887, en su inciso b, da a
entender que no es un dominio con muchos titulares, sino un derecho real diferente. Además, el CCyC
se diferencia del Código de Vélez, pues en aquél estaban en el mismo inciso "dominio y condominio"
(el primerp, del art. 2503 del CC). Asimismo por las particularidades que tiene preferimos adherir
a la tesis del derecho real autónomo. En tal sentido PEn1s, Christian, al comentar el art. 1983 en
Código Civil y Comercial de la Nación. r:omentado LoRENZETI1, Ricardo (dir.), ps. 321-322. Si bien
reconocemos que el tema es opinable, tanlo en la época de vigencia del Código de Vélez, como en la
actualidad.
42 º Confonne al art 1983 del CCyC.
252 INSTITUCIONES DE DERECHO f'RrvADO
Es terna esencial en la variante del derecho que estamos tratando, ya que se vincula
de manera directa con aquello de la "propiedad por partes indivisas o ideales".
411
Ya nos expedimos sobre la naturalezajurldica del condominio.
411
Al expresar el art. 1983" sobre una cosa ... ".
42
' Al decir el art. 1983" que pertenece en comllll a varias personas .. _" Asimismo, es coincidente
PF.TTIS, Christian, al comentar el art. 1983, en Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
LOR!;NZETTI, Ricardo (dir.), ps. 322-323.
m Al sentenciar el art 1983 " ... y que corresponde a cada una por una parte indivisa ... ".
425 Conforme al art 1984 del CCyC.
42 ~ A nuestto entender, reafirma su autonomla 5i la cuestión no puede ser resuelta por !as nonnas propias
del condominio, alguna solución habrá de dársele, entonces se echará mano a las normas del dominio,
lo que es lógico, pues es el derecho real por excelencia, el paradigma de los derechos reales.
427
F.sta acción es imprescriptible, dice el art. 1997.
428
Esta posibilidad de accionar en una de las poca; facultades (si no es la única) que sin ninguna
limitación tienen los comuneros sobre la cru.a común: "la de pedir la división de la cosa común
en cualquier tiempo y cualquiera sea la importi:lJlcia de la parte indivisa con relación al todo". Por
eso Ileatriz Arean de Dfaz de Vivar expresa, citando en su apoyo al profesor Edrnundo Gatti, quien
sostenla (desde la cátedra) que el condominio era un derecho vado de contenido, porque salvo la
acción de partición, siempre los condóminos tenfan limitac10nes en sus.facultmles. Autora citada en
Condominio,Abciedo-Perrot, Bs.As., [980, p. 35.
429 Es lo que establece el art. 1997 del CCyC
~3° Conforme al art. l 999 del CCyC.
~31 De acuerdo al art. 2000 del CCyC.
DERECHOS REALES 253
Dichas facultades pueden recaer sobre la parte "indivisa o ideal" o sobre "la cosa",
las que son antagónicas entre sí, puesto que las primeras son muy amplias, en tanto las
segundas bastante reducidas, aunque algo mejor en comparación con el Código Civil de
Vélez 432 , en las que esas facultades sobre la cosa eran mucho más exiguas 433
Respecto de las "facultades sobre la parte ideal o indivisa" el CCyC, establece
que cada condómino puede enajenar y gravar la cosa en la medida de su parte indi-
visa sin el asentimiento de los restantes condóminos, es decir si son diez condomi-
nio y su derecho recae sobre un inmueble, a razón de una décima parte cada uno,
cualquiera de ellos puede ceder su décima parte sin tener que pedirle autorización
a los restantes; también puede hipotecar su décima parte en las mismas condiciones;
ahora bien: entiéndase que no vende el inmueble ni tampoco lo hipoteca, pues no le
pertenece de manera exclusiva, sólo enajena o grava sus derechos y acciones res-
pecto de la cosa, de suerte que si no se pagase la hipoteca no se subasta el inmueble,
sino los derechos y acciones a razón de un diez por ciento. Quien compra pasa a ser
un nuevo condómino, por ese diez por ciento que tenía d que constituyó su hipote-
ca sobre la parte indivisa. Además, se consigna que los acreedores del condómino,
pueden embargarla y ejecularla sin esperar el resultado de la partición, que les es
inoponible. También prevé el caso de la renuncia del condómino a su parte, la cual
acrece a los otros condóminos 434 •
Respecto de "las facultades que tiene el condómino sobre la cosa" en la que
recae su derecho, se encuentran bastante acotadas, y en algunos casos se necesita el
consentimiento de los restantes condóminos como ocurre en la hipótesis de la dispo-
sición jurídica o material de la cusa, o de alguna parte determinada de ella, la que sólo
puede hacerse con la conformidad de todos los condóminos 43 j . Si se tratase de una
mejora necesaria 436, como sería, por ejemplo, apuntalar una pared, no es indispensa-
ble el consentimiento de todos los restantes condominios y puede realizarla, teniendo
a su vez el derecho al reembolso de parte de los otros, conforme a su participación en
el condominio. Si se trata de una mejora útil 437, por ejemplo la instalación de la red
de gas natural, la puede realizar sin tener que pedirle permiso a los restante condómi-
nos, pero la normativa prevé que son a su costa, sin derecho a reembolso alguno, y si
m Corno ejemplo, se puede citar al caso del art. 1990 del nuevo texto legal, el que posibilita que dentro
de los límites de uso y goce de la cosa común, cada condómino pueda también, a su costa, hacer en la
cosa mejoras útiles que sirvan a su mejor aprovechamiento.
433 Como ejemplo de ello se pueden citar las expresiones de Vélcz cuando regula la temática, al
consignar: "Ninguno de los condóminos puede hacer en la cosa común innovaciones maleriales, sin
el consentimiento de todos los otros" (art. 2681 del CC).
434
Conforrnt: al art. 1989 dd CCyC.
m De acuerdo al mi. 1990 del CCyC.
416
Explican Pizarro y Vallespinos, que aquellas son indispensables parn la conservación de la cosa, y
citan como ejemplo el apuntalamiento y reparación de un muro que amenaza derrumbarse. PtzARRO,
Ramón Daniel y V Ar.LF.SPNOS, Carlos Gustavo en Compendio de las obligaciones, EJ.immurabi, Bs.
As., 2014, t. I, p. 256.
437
Son las que resultan de manifiesto provecho para cualquier poseedor de la cosa, como por ejemplo
la instalación dt: agua corriente en una vivienda. P1ZARRO - V,u.LESPJNOS, ob. cit., t. I, p. 256. Se
definen por exclusión expresa OssoLA, Federico A.: "no son necesarias, pero tampoco suntuarias".
En Obligal"iones (Derecho l"ivil y cumen:ial, Rmm.A, Julio César y Mi,:l}lNA, Graciela, directores),
Abeledo-Perrot, Bs.As., 2016, p. 254.
254 lNSTITIICTONF.S m: DERECHO PRJVALJO
fueran suntuarias o de lujo m, como sería el caso de una pileta de natación, el nuevo
Código nada dice al respecto 439, entendemos que no se podrían hacer, pues la cosa
no le pertenece de manera exclusiva.
En lo que atañe al uso y goce de la cosa, cada condómino, conjunta o indivi-
dualmente, puede usar y gozar de la cosa común sin alterar su destino 440• No puede
deteriorarla en su propio interés u obstaculizar el ejercicio de iguales facultades por
los restantes condóminos 441 •
Si bien el condómino tiene una parte ideal (por ejemplo, un medio), no es impe-
dimento que "de hecho'' los condóminos practiquen una separación territorial de uso
y goce de la cosa 442, por ejemplo podrán acordar siendo una casa de dos plantas que
un condómino use la parte alta y el otro la planta baja, la que será como ya hemos
dicho inoponible a terceros. Así si se subasta el 50% de algunos de los condóminos,
y un tercero lo adquiere en remate, no tendrá que limitarse al uso y goce del sector
del condómino que perdió su derecho en el condominio, pues al adquirente el pacto
no lo es oponible.
También puede ser factible que de hecho ocurra, como muchas veces sucede, la
existencia de una especie de acuerdo tácito, por el cual un condómino haga uso y goce
excluyente sobre toda la cosa 443 ; tal caso no da derecho a indemnización a los restantes
condóminos, sino a partir de la oposición fehaciente y sólo en beneficio del oponente.
En cuanto "a las cargas" 444 que pesan sobre los condóminos se debe hacer pre-
sente que, cada condómino debe pagar los gastos de conservación y reparación de
la cosa m y las mejoras necesarias y reembolsar a los otros lo que hayan pagado en
exceso con relación a sus partes indivisas. No puede liberarse de estas obligaciones
por la renuncia a su derecho, teniendo el condómino que abonar tales gastos. Quien
abona puede reclamar intereses desde la fecha del pago.
Respecto de las deuda,;; creadas en beneficio de la comunidad 44 6, si un condómino
contrae deudas en beneficio de la comunidad, es el único obligado frente al tercero
acreedor, pero tiene acción contra los otros para el reembolso de lo pagado. Si todos
4
.i& Son aquellas que sólo benefician a quien las realiza. PlZARRO - VALU:SPINOS, ob. cit., t. T, p, 256.
Además de su consideración objetiva, dice Ossola, se encuentra un claro elemento finalista, un
ejemplo serla la instalación de un estudlo de grabación en el sótano de un inmueble, si su actual dueflo
es un amante de la música Autor y obra citados, p. 254
439
PETm, Christian, al comentar el art. 1990, expresa que se necesita el acuerdo de los coparticipes. En
Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, LO.RENZETIJ Ricardo (dir.), p. 348.
«D "Articulo 1985.- Destino de la cn.m. El destino de la cosa común se detennina por !a convención, por
la naturaleza de la cosa o por el uso al cual estaba afectada de hecho"
rn Confonnc al art. 1986 del CCyC.
442
"Artlculol987.- Convenio de uso y goce. Los condóminos pueden convenir el uso y goce alternado
de la cosa común o que se ejercite de manera exclusiva y excluyente sobre dctenninadas partes
materiales".
443
Situación prevista en el art. 1988 del CCyC.
444
Ver art[culo 1991 del CCyC
44
i Entendemos que aqul se apunta a las mejoras de mero mantenimiento. Segün Ossola, consisten en la
reparación de aquellos deterioros de escasa entidad que se producen por el uso ordinario de la cosa.
Autor y obra citados, p. 254.
446
Conforme al art. 1992 del CCyC.
DERECHOS REALES 255
citado
462
Articulo 2332. Oposición del cónyuge. La temática está tratada en detalle en el extenso articulo 2230.
463
Articulo 2333. Oposición de un heredero. En las mismas circunstancias que las establecidas e □ el
articulo 2332, un heredero puede oponerse a la inclusión en la partición del establecimiento que
constituye una unldad económica si, antes de la muerte del causante, ha participado activamente en la
explotación de la empresa.
~~ "Artículo 2003.- Publicidad de ln ind1vi~·ión o su cese. Las cláusulas de indivísión o el cese anticipado
de la indivisión sólo producen efecto respecto de terceros cuando se inscriban en el respectivo registro
de la propiedad".
461
"Articulo 2334.- Oponibibdad frente a lerceros. Derechos de los acreedores. Para ser oponible a
terceros, la i□divlsión autoriT..ada por los artículos 2330 a 2333 que incluye bienes registrables debe
ser inscripta en los registros respectivos ....
466
"Articulo 200 l.- Partición nociva. Cuando la partición es nociva para cualquiera de los condóminos,
por circunstancias graves, o perjudicial a los intereses de todos o al aprovechamiento de la cosa, según
su naturaleza y destino económico, el juez puede disponer su postergación por un término adecuado a
las circunstancias y que no exceda de cinco años. Dste término es renovable por una vez".
4 1
(, .. Articulo 2004.- Indivisión fór~osa sobre accesorios indispensable~·. . .. Mientras subsiste la
afectación, ninguno de los condóminos puede pedir la división".
Dln!EOIOS REALES 257
afectada y sin perjudicar el derecho igual de los restantes condóminos 468 ; por
ejemplo, bebederos o pozos que sirvan para riego de dos o más carnpos469 •
b.2) Condominio de muros, cercos y fosos: Caso I: Si se trata de inmuebles
ubicados en las zonas urbana<;, las paredes divisorias 470 entre los inmue-
bles colindantes conforman un condominio con indivisión forzosa. Para
que ello ocurra, la pared debe ser de "cerramiento" 471 y ello sucede si
tiene una estructura, espesor y altura determinada m. Desde el punto de
vista "físico" el muro puede ser construido de manera encaballada 473 o
contigua 474 ; "juridicamente", la pared encaballada al estar asentada mitad
en cada uno de los terrenos es pared "medianera" y sólo le resta cobrar al
que la levantó, la mitad de su valor 475 ; ahora bien, puede ser construido de
manera "contigua" (esto es: todo en su terreno), siendo asi tiene derecho a
reclamar al titular colindante la mitad del valor del terreno, del muro y de
sus cimientos ,m. Vale decir, para poder cobrar la mitad del muro y de sus
cimientos, pierde la franja de terreno en que está asentado el muro porque
debe transferirle esa porción de terreno al otro colindante 477 , una vez ocu-
rrido ello el muro "contiguo" se transformará en "encaballado". Caso 11:
Si se trata de zonas rurales, el titular de un derecho real sobre cosa total o
parcialmente propia, tiene el derecho a levantar o excavar un cerramiento,
aunque no sea un muro en los términos del cerramiento forzoso 47R, nor-
malmente se realiza con alambrados y el que lo realiza tiene derecho a
16
~ Conforme al art. 2005 del CCyC.
16
~ Ejemplo !Ornado de PEms, Christian, al r.:ornentar d art 2004 en Código Civil y Comercial de le,
Nación. Comentado, LoREKZErn Ricardo (dir.), p. 383.
10
• "Articulo 2006.- Muro, cerc(} o/Oso. El muro, cerco o foso se denomina: "a) lindero, separativo o
divisorio: al que demarca un inmueble y lo delimita del inmueble ,·olmdante; ".
471 En el régimen del CCyC, todas las paredes de cerramiento, sean contiguas o enrnballadas serán
medianeras hasta los 3 metros, a menos que renuncie la mediancrla. Confonnc PErns, C. al comentar
el art. 2006 en Código Civil y Comercial de la ,'Ilación. Comentado, LORENZEITI Ricardo (dir.), p. 389;
O que sean en parte medianera hasta los tres metros y parte privada después de los tres metros.
m "Articulo 2008.- Muro de cerramiento forzoiw. El muro de cerramiento forzoso debe ser e!>iable,
aislante y de altura no menor a tres metros contados desde la intersección del lfmitc con la superficie
de los inmuebles. Fsta medida es subsidiaria de las que disponen las reglamentaciones locales".
473 "Articulo 2006. Muro, cerco ojóso. El muro, cerco o foso se denomina· ... b) "encaballado: al lindero
que se asienta parcialmente en cada uno de los inmuebles colindantes".
474
"Artículo 2006. Muro, cerco o foso. El muro, cerco o foso se denomina: ... c) contiguo: al lindero que
se asienta totalmente en uno de los inmuebles colindantes, de modo que el filo coincide con el limite
separativo".
475
Confonne al art. 2014. Cobro de la medianería:" .. Si lo construye encaballado, sólo puede exigir la
mitad del valor del muro y de sus cimientos".
476
Conforme al art 2014. Cobro de la medianería: ·'El que construye el muro de cerramiento contiguo
tiene derecho a reclamar al titular colindante la mitad del valor del terrenó, del muro y de sus
cimientos".
477 Es decir, no es conveniente utilizar ese mecanismo (asentar todo el ladrillo en el terreno de quien lo
hace los treinta centirnetros que mide ); Jo más adecuado es asentar el ladrillo 4uince centímetros
en uno de los predios y los otros 4uince en el en la otra finca, de manera que el eje 111edio del ladrillo
concuerde con la linea divisoria (eso es eneaballándolo).
478
"Articulo 2031.- Cerramiento jOrzoso rural. También tiene la obligación de contribuir al
cerramiento si su predio queda completamente cerrado ... "
258 INSTITIJCJONES DE 01:RECHO PRIVADO
------- ------
reclamar al condómino la mitad del valor que corresponde a un cerramien-
to efectuado conforme a los estándares del lugar, cuando el inmueble del
requerido al pagar ha quedado totalmente cerrado 479•
l. Concepto 484
La regulación legal vigente define la figura 485 , estableciendo que es "El derecho
rea{ que se ejerce sobre un inmueble propio que otorga a su titular JGcultades de uso,
goce y disposición material y jurídica que se ejercen sobre partes privativas y sobre
partes comunes de un edificio, de conformidad con lo que establece este Título y el
respectivo reglamento de propiedad horizontal". A su vez, agrega las diversas partes
del inmueble, así como las facultades que sobre ellas se tienen son intcrdependientes y
conforman un todo no escindible.
2. Constitución
A los fines de la división jurídica del edificio, el titular de dominio o los condómi-
nos deben redactar, por escritura pública, el reglamento de propiedad horizontal, que
479
Es lo que dispone el artículo 2032 del CCyC. Afirma PETTTS, que a] tratarse de grandes extensiones
en las zonas rurales, si el campo no quedase completamente cerrado, el requerido carecería de
interés. Autor citado, comentado el art 2031 en Código Civil y Comercial de /.a Nación. Comentado,
LORENZETTI Rkardo (dir.), p. 430
480
Articulo 2617 del Código de Vélez: «El propietario de edificios no puede dividirlos horizontalmente
entre varios ducf'los, ni por contrato, ni por actos de última voluntadn.
•s 1 Nula: Art. 2617. La mayoría de los códigos extranjeros lo permiten, entrando luego a legislar sobre
las escaleras o pasadizos de las dlvcrsas partes del edificio. La división horizontal, dando a uno los
bajos y a otro los altos, crea necesariamente cuestiones entre ellos, o sobre servidumbres, o sobre los
lugares qup son indispensables para el tránsito en los diversos altos de un edificio. En tales casos, la
propiedad del que ocupa el sucio no puede ser definida, y sin duda que no podría mudar sus formas
482
Con el dictado de la ley 13.512 se incorpora el instituto, el que otra parte se imponía por si sólo a través
de la realidad urbanística de las ciudades, siendo además una exigencia de los tiempos modernos
(Hlmrrmr, Elena y otros, Nuevas.fOrmas de dominio, Ad-Hoc, Bs.As., 1993, p. 15).
48
' Eldla 1/8/2015.
i~i Musto, Néstor, expresaba: "Derecho real de propfodad de una cosa, consistente en una unidad
funcional de un inmueble, que se proyecta en forma exclusiva ubre un sector privativo del firulm· y
en común con los demás propielttrius (que Integran el conson-io), sobre parte comunes destinadas a
hacer posibles, facili!ar, o proporcionar mayoft!S comodidades al uso y goce de ia referida w1idad".
Autor citado, t. l, p. 704.
m De acuerdo con el art. 2037 del CCyC.
DERECHOS RE,\LES 259
3. Elementos
Cuando la cosa sobre la cual recae el derecho es un inmueble, el art. 1945 establece
que todas las construcciones, siembras o plantaciones existentes en un inmueble per-
tenecen a su duefio, excepto lo dispuesto respecto del derecho de propiedad horizontal
489 490
, el objeto es un inmueble, pero edificado, pues alli lo principal es el edificio (en el
que se hallan las partes propias y las partes comunes), y no el terreno 491 en donde está
asentado, es como si se invirtiera el principio superficie solo cedit consagrado en el ya
citado art. 1945 respecto del derecho real de dominio. Respecto de su objeto tan parti~
cu lar, se puede decir que el titular tiene derecho real sobre ··Ja parte privativa o propia"
y en unión inescindible con la porción indivisa sobre las "partes que son comunes.
La parle privativa configura la denominada "unidad funcional" del art. 2039 492 cuyo
436 También a favor de la existencia del "estado de propiedad horizontal", MARIANl DE V10AL, M. y
ABELLA,A., en Derechos reales en el Código Civ1ly Comen:1al, t. I, p. 258. En igual scnlldo, Zelaya,
l\1ario, quien expresa con redacción del reglamento y su inscripción en el Registro nace el estado de
propiedad horizontal y silo a partir de entonces o simultáneamente, se podrá acceder al registro de las
escrituras de constitución de derechos reales sobre las unidades divididas del edificio. Comentario al
art. 2038, en Código Civil y Comen-ilrl de la Nación. Comentado, LOREKZEITI Ricardo (dir.), p. 441.
m KlP!óR, Claudlo, ob. cit.. ps. 305-305.
m Debe contener: a) determinación del terreno; b) determinación de las unidades funcionales y
complementarias; e) enumeración de los bienes propios; d) enumeración de las cosas y partes
comunes; e) composición del patrimonio del consorcio; f) determinación de la parte proporcional
indivisa de cada unidad; entre otros ítems y sólo puede modi6xau;e por resolución de los propietarios,
mediante una mayoría de dos tercios de la totalidad de los propietarios
m Al articulo citado también incluye la superficie, sólo que aquí no lo mencionamos pues se trata por lo
pronto el derecho real de propiedad horizontal.
i;o Que es un inmueble por accesión flsica
491
Que es el i_nmueble por su naturaleza que podrá ser objeto de dominio o condominio, pero no de propiedad
horizontal porque es menester la existencia del inmueble por accesión fisica. o sea "el edificio",
4
~ "El derecho de propiedad horizontal se determina en la unidad funcional, que consiste en pisos,
departamentos, locales u otros espacios susceptibles de aprovecharmento por su nat11mle=a o destino,
que tengan independeocia funcional, y comunicación con la v!a pública, directamente o por un pasaje
común ... ". Según artículo citado.
260 INS11TUCim.'ES DE ÜERECHO PRIVADO
requisito es que tenga "independencia funcional", es decir que cada unidad deberá ser
autónoma y bastarse por sí misma a su destino, y además tener "comunicación con la
vía pública", directamente o por un pasaje común, en este último caso serán cotitulares
y no por la existencia de servidumbre de paso alguna 493 • Además, comprende la parte
indivisa del terreno, de las cosas y partes de uso común del inmueble o indispensables
para mantener su seguridad, y puede abarcar una o más unidades complementarias des-
tinadas a servirla 494. Son necesariamente propios con respecto a la unic;lad funcional las
cosas y partes comprendidas en el volumen limitado por sus estructuras divisorias, los
tabiques internos no portantes, las puertas, ventanas, artefactos y los revestimientos 49 ~.
En atención a "las partes comunes", tal como reza la definición legal, el derecho
está compuesto por "cosas y partes que son comunes", las que a su vez pueden ser: a)
cosas esencialmente comunes 496, como la entrada, los pasillos, escaleras y; b) cosas
comunes no indispensables 497, como por ejemplo la piscina. Pudiéndose configurar
esta situación: a) uso común 493 o b) de uso exclusivo a alguno o algunos de los pro-
pietarios, pero comunes al fin 499 .
4. El consorcio
43
Y Conforme, Ñ1ARIANr DE VmAL, M. y AB1;:LLA. A., en Derechos reales en el Código Civil y Comercial,
cit. t. l, ps. 260-261.
494
De acuerdo con la última parte del art. 2039 del CCyC.
4 5
Y Conforme al art. 2043 del CCyC.
496
"Artkulo 2041.- Cosas y portes necesariamente cnmune$. Son cosas y partes necesariamente
comunes: a) el terreno; b) los pasillos, vfas o elementos que comunican unidades entre si y a
éstas con el exterior; e) los techos, azoteas, terrazas y patios solares; d) los cimientos, columnas,
vigas portantes, muros maestros y demás estructuras, incluso las de balcones, indispensables para
mantener la seguridad; e) los locales e instalaciones de los servicios centraJes; f) las cañerla<; que
conducen fluidos o energla en toda su extensión, y los cableados, hasta su ingreso en la unidad
funcionaL g) la vivienda para alojamiento del encargado) los ascensores, montacargas y escalera<;
mecánicas: i) los muros extenores y los divisorios de unidades entre sí y con cosa<; y partes
comunes; .i I lns instalaciones necesarias para el acceso y circulación de personas con discapacidad,
fijas o móviles, externas a la unidad funcional, y las vlas de evacuación alternativas para casos
de siniestros; k) todos los artefactos o instalaciones existentes para servicios de beneficio común;
I) los locales destinados a sanitarios o vestuario del personal que trabaja para el consorcio. Esta
enumeración tiene carácter enunciativo".
m "Articulo 2042.- Cosas y parles comunes no indispensables. Son cosas y partes comunes no
indispensables. a) la piscina; b) el solárium; c) el gimnasio; d) el lavadero; e) el salón de usos
múltiples. Esta enumeración tiene carácter enunciativo".
491
Por ejemplo, los pasillos, v[as o elementos que comunican unidades entre sf y a éstas con el exterior.
Todo conforme al art. 2041 del CCyC.
~'19 Por ejemplo, un palio interno de un departamento de planta baja, es común porque el terreno tiene esa
característica (conf. art. 2041 ), y de uso exclusivo porque solo el titular de esa unidad tiene acceso
ella, no obstE1nte su u.c;o debe ser conforme al destino, y sin perjudicar o restringir los derechos de otros
propietarios.
100
Ello implico tomar partido por IR posición que admitia al consorcio como personajuridica. En igual
senlido, 7F.T .AYAMario, al comentar el art. 2044 en Código Civil y Comen·ial de la Nación. Comen.lado,
DERECHOS REALES 261
como se viene diciendo, sea que habiten en la unidad o fuera de ella y tiene su domici-
lio en el inmueble. Todo lo cual representó un avance, pues en la ley 13.512, que rigió
desde el 13 de octubre de 1948 ha<.;ta la entrada en vigencia del nuevo Código, la cues-
tión no estaba muy clara, y tal como lo afirmaba Gabas 501 básicamente las posturas al
respecto eran: 1) la negatoria ~02 ; otra que la confería ampliamente .iu 3 o dentro de esta
misma línea se la otorgaba a la personalidad, pero de manera un poco más restringi-
da504. En la actualidad el tema estaría sos cerrado; sin embargo, en la revisión que se está
haciendo del CCyC, sobrevuela la posibilidad de su eliminación como ente distinto,
todo lo cual a nuestro entender seria u retroceso.
Además, se agrega que la personalidad del consorcio se extingue por la des-
afectación del inmueble del régimen de propiedad horizontal, sea por acuerdo
unánime de los propietarios instrumentado en escritura pública o por resolución
judicial, inscripta en el registro inmobiliario .luG_ También la nueva normativa ad-
mite la figura de los sub-consorcios m_
Sus órganos son: A) "La asamblea": que es la r~unión de propietarios y está
facultada para resolver, entre otras cuestiones 508, las que le son atribuidas especial-
menle por la ley o por el reglamento de propiedad horizontal so9; B) ".t.'/ consejo de
propietarios": que puede existir o no, y en caso afirmativo, estará integrado por
sio 1) Convocar!} la asamblea y redactar el orden del día si por cualquier causa el adminlstrador omite
hacerlo; 2) autorizar al administrador para disponer del fondo de reserva, ante gastos imprevistos y
mayores que los ordinarios; 3) ejercer la administración del consorcio en caso de vacancia o ausencia
del administrador, y convocar a la asamblea si el cargo está vacante dentro de los treinta dlas de
producida la vacancia. 4) Excepto los casos indicados en este articulo, el consejo de propietarios no
sustituye al administrador, ni puede cumplir sus obligaciones. Confonne al art. 2064 del CCyC.
i!i Conforme al art. 2065 del CCyC.
m La primera asamblea debe realizarse dentro de los noventa días de cumplidos los dos años del
otorgamiento del reglamento o del momento en que se encuentren ocupada" el cincuenta por ciento
de las unidades funcionales. lo que ocurra primero. Entre la,; funciones que liene el administrador se
encuentra una es fundamental, que es ejecutar las decisiones de la asamblea, y además es representar
al consorcio en toda<; las gestiones administrativas y judiciales como mandatario exclusivo con todas
las facultades propias de su carácter de representante legal.
m Art. 2067del CCyC (Derechos y obligaciones del administrador).
514 MusTO, N., ob. cit., t. 1, p. 745.
m El articulo consagra las facultades del titular del derecho real
DERECHOS REALES 263
6. La prehorizontalidad: concepto
Con la inclusión de ese este derecho real, también se agregó al Código la figura
de la "prchorizontalidad", se derogó la ley 19.724 que reguló esa figura desde 1972
hasta el dictado de nuevo Código, el que al respecto establece que los contratos sobre
unidades funcionales celebrndos antes de la constitución de la propiedad horizon-
tal están incluidos en las disposiciones de este instituto y, que para poder celebrar
contratos sobre unidades construidas o proyectadas bajo el régimen de propiedad
horizontal, "et titular del dominio del inmueble debe constituir un seguro ajávor del
adquirente", para el riesgo del fracaso de la operación de acuerdo a lo convenido por
cualquier razón, y cuya cobertura comprenda el reintegro de las cuotas abonadas con
más un interés relributivo o, en su caso, la liberación de todos los gravámenes que el
adquirente no asume en el contrato preliminar, y que el incumplimiento de la obliga-
ción impuesta en este artículo priva al titular del dominio de todo derecho contra el
adquirente, a menos que cumpla íntegramente con sus obligaciones, pero no priva al
adquirente de sus derechos contra el enajenante; la figura prevé casos de exclusión de
16
i "Artículo 2048.- Gas/os y contribuciones. Cada propietario debe atender los gastos de conservación
y reparación de su propia unidad funcional. Asimismo, debe pagar las expensas comunes ordlnarias
de administración y reparación o sustitución de las cosas y paites comunes o bienes del consorcio,
necesarias para mantener en buen estado las condiciones de seguridad, comodidad y decoro
del inmueble y las resultantes de las obligaciones impuestas al administrador por la ley, por el
reglamento o por la asamblea. Igualmente son expensas comunes ordinarias las requeridas por las
instalaciones necesarias para el acceso o circulación de personas con discapacidad, fijas o móviles,
y para las v!as de evacuación alternativas para casos de siniestros. Debe también pagar las expensas
comunes extraordinarias dispuestas por resolución de la asamblea. El certificado de deuda expedido
por el administrador y aprobado por el consejo de propietarios, si éste existe, es título ejecutivo para
el cobro a los propietarios de las expensas y demás contribuciones".
m "Articulo 2069.- Régimen. En caso de violación por un propietario u ocupante de las prohibiciones
establecidas en este Código o en el reglwnento de propiedad horizonial, y sin perjuicio de las demás
acciones que corresponden, el consorcio o cualquier propietario afectado tienen acción para hacer cesar
la infracción, la que debe su~ianclarse por la via procesal más breve de que dispone el ordenamiento
local. Si el infractor es un ocupante no propietario, puede ser de~alojado en caso de reiteración de
infracciones".
264 INSTITUCl01',.1!S DE DERECHO PRIVADO
Seflala Kiper ~19, que desde hace muchos años gran cantidad de personas optó por
adquirir un derecho en los llamados "clubes de campo o country", por muy variadas
razones 5211, ya sea para pasar el fin de semana o para asentar allí su residencia m.
Como el Código Civil de 1871 no la preveía y la ley 13.512 sólo trataba la propie-
dad por pisos o departamentos (propiedad horizontal), no ten[a regulación específica
en el derecho de fondo m. Así la doctrina la ubicaba como derecho personal 523 o como
derecho real y, dentro de este grupo varios autores propiciaban la aplicación de la "Ley
de Propiedad Horizontal (13.512)", pues era la situación más parecida, aunque no
exenta de problemas, pues en la propiedad horizontal el suelo es común, y debe haber
un edificio, situación que no se da en los clubes de campo 524, dado que son ca,;;as y no
departamentos unidos en un edificio. El tratamiento de las nuevas formas de propiedad,
excede el marco de esta obra, ya que sólo se mencionan los lineamientos generales de
las instituciones del derecho civil, no obstante, en apretada sfntesis trataremos de reve-
lar los aspectos esenciales de las nóveles figuras.
1. Conjuntos inmobiliarios
asimismo aquellos que contemplan usos mixtos, con arreglo a lo dispuesto en las
normas administrativas locales" 526 .
Los caracteres de la figura los enumera el art. 2074 al expresar que: "Son elementos
caracteristicos de estas urbanizaciones, los siguientes: a) cerramiento, partes comu-
nes y privativas; b) estado de indivisión forzosa y perpetua Je las partes, d) lugares y
bienes comunes, e) reglamento por el que se establecen órganos de funcionamiento,
limitaciones y restricciones a los derechos particulares y régimen disciplinario; f) obli-
gación de contribuir con los gastos y cargas comunes y entidad con personería jurídica
que agrupe a los propietarios de las unidades privativas. Las diversas partes, cosas y
sectores comunes y privativos, así como las facultades que sobre ellas se tienen, son
interdcpcndicntcs y conforman un todo no cscindiblc".
El marco legal, en cuanto a las zonas autorizadas, dimensiones, usos, cargas y de-
más elementos urbanísticos correspondientes a los conjuntos inmobiliarios, se rigen
por las "normas administrativas" aplicables en cada jurisdicción. Todos los conjuntos
inmobiliarios deben someterse a la normativa del "derecho real de propiedad horizon-
tal", con las modificaciones que establecen las normas específicas de la figura, a los
fines de conformar un derecho real de propiedad horizontal especial 521 .
Su contenido como derecho real es similar a la propiedad horizontal, toda vez que
cuenta con cosas y partes privativas m y cosas y pru1es necesariamente comunes :'1 29,
pero tiene las diferencias que se consignan en el que las regula 53 u.
No obstante, podríamos referir a uno de los puntos más álgidos del nuevo derecho
real, sea el relativo al denominado "derecho de admisión" 531 , es decir la posibilidad que
el conjunto (a través de las autoridades que se establecen en sus normas estatutarias)
controle el ingreso de nuevos adquirentes, fijando criterios acerca de la admisión de
nuevos consorcistas. Dicho derecho debe moverse dentro del marco de la razonabili-
dad, y ante una negativa, ésta debe ser fundada, ya que de lo contrario no habría manera
de saber si la resolución es injustificada, discriminatoria o arbitraria, de modo de habi-
litar su eventual impugnación por vía estatutaria o aun judicial m, Kiper 533 sefiala que
la adopción lisa y llana del "derecho de admisión" resulta incompatible, de allí que e1
126
Según lo expresa el art. 2073 del CCyC. Se aclara que la enumeración no es taxativa.
m Conforme al art. 2075 del CCyC.
m "Articulo 2077.- Co.~a~ y partes privativa.i. La unidad funcional que constituye parte privativa puede
hallarse constmlda o en proceso de construcción. y debe reunir los requisitos de independencia
funcional según su destino y salida a la via pública por via directa o indirecta".
S2 9 "Artículo 2076.- Cosa.~ y partes necesariamente comunes. Son necesariamente comunes o de uso
común las partes y lugares del terreno destinadas a vías de circulación. acceso y comunicación. áreas
específicas destinadas al desarrollo de actividades deportivas, recreativas y sociales, instalaciones y
servicios comunes, y todo otro bien afectado al uso comunitario, calificado como tal por el respectivo
reglamento de propiedad horizontal que regula el emprendimiento. Las cosas y partes cuyo carácter
de comunes o propias no esté dctenninado se consideran comunes",
>io Titulo VI del Libro IV del CCyC.
>JJ Regulado en el art. 2085 del CCyC.
m MARIANJ DE VlDAL, M. y ABEilA, A., en Derechos reales en ei Código CivH y Comercial de fa ,\'ación,
t. I, p. 329.
m KrFER Claudio, oh. cit., p. 384.
266 I:,,rs In UCIONES DE DERECHO PRIVADO
nuevo Código le ofrezca al consorcio o a los restantes titulares contar con el derecho de
preferencia .'i 34 en la adquisición .m.
También tiene como nota carncterística el régimen de invita.dos y admisión de usua-
rios no propiehµios para el uso y goce de los espacios e instalaciones comunes, con las ca-
racterísticas';( bajo las condiciones que, a tal efecto, dicte el consorcio de propietarios-m.
Respecto de las facultades, son muy similares a la,;¡ contenidas en el régimen de la
propiedad horizontal, tal cual surge de los arts. 2078 m, 2082 538 , 2085 jJ 9 y en lo tocante
a las obligaciones, ellas surgen del mismo art. 2078 ya citado y los arts. 2080~4n y 2081 541
También se prevén sanciones, ante conductas graves o reiteradas 542 de los titula-
res de las unidades funcionales violatorias del reglamento de propiedad horizontal, el
consorcio de propietarios puede aplicar las sanciones previstas en ese instrumento 543 •
2. Cementerios privados
En cuanto a los cementerios privados 544, si bien la ley no los considera propiedades
horizontales especiales, como sí lo hace con los conjuntos inmobiliarios, su afinidad
con la P.H. es bastante notoria,pues existen partes que son exclusivas y partes que son
comunes, cuentan con un reglamento y con la.figura del administrador. Los cemente-
rios privados conformaban una realidad, toda vez que había numerosas necrópolis de
3-1-1 Sostiene ClH.ACíATTl, Martín Miguel, al comentar el art. 2085 que el derecho de preferencia, en cierta
forma, es un control admisión efectuado indirectamente. En Código Civil y Comercial de la Nación,
Comentado, LoRF:NlETTI Ricardo (dir.), p. 622.
53
; De manera que el propietario deberá comunicar por medio fehaciente al consorcio o a los demás
propietarios su decisión de disponer de su unidad, pera que tos hagan valer, o no, su la preferencia
prevista en el reglamento.
536
Conforme al art 2083 del CCyC.
Sl' Articulo 2078 del CCyC: Facultades y obligaciones del propietario. Para mayor abundamiento,
remitimos a su lectura,
m Articulo 2082 del CCyC. Cesión de la unidad. "1::1 reglamento del conjunto inmobiliario puede
establecer condiciones y pautas para el ejercicio del derecho de uso y goce de los espacios e
instalaciones comunes por parte de terceros ..
SJ9 "Articulo 2085.- J'rammisión de rinidades. El reglamento de propiedad horizontal puede prever
limitaciones pero no impedir la libre transmisión y consiguiente adquisición de unidades funcionales
dentro del conjunto inmobiliario, pudiendo establecer un derecho de preferencia en la adquisición a
favor del consorcio de propietarios o del resto de propietarios de la,; unidades privativas"'.
0
~ "Articulo 2080.- Lim1tacinnes y restricciones reglamenlarius: De acuerdo a las nonnas administrativas
aplicables, el reglamento de propiedad horizontal puede establecer limitaciones edilicias o de otra
lndole ... Toda limitación o restricción establecida por el reglamento debe ser transcripta en tas
escrituras traslativas del derecho real de propiedad horizontal especial. . que integrn el titulo ... y se
presume conocido por todo propietario sin admitir prueba en contrario".
s-ti "Artículo 2081.- Gastos y contrih11cione~·. Los propietarios están obligados a pagar las expensas,
gastos y erogaciones comunes para el correcto mantenimiento .... Dicho reglamento puede determinar
otras contribuciones distintas ... en caso de utilización de servicios e instalaciones comunes por
familiares e invitados de los titulares".
541
Kiper cita el caso de circular a excesiva velocidad por las vías internas. poniendo en riesgo la vida o
la salud de los demás o realizar en público exhibiciones obscenas. Autor y obra citada, pagina 388.
341
Art. 2086 del CCyC.
544
Los que funcionan por lo general como cementerios parques.
DERECHOS REALES 267
--------------
esas características, careciendo de regulación sustantiva propia, de allí que para llenar
el vacío legal se los reguló bajo el sistema de derecho personal 5'15 o bajo la órbita de
los derechos reales 546, pero el problema era el numerus clausus, por eso se trató de
enmarcarlos bajo los derechos reales existentes, pero siempre forzándolos y sin llegar a
una adecuada regulación, quizás, lo que más se aproximó fue el régimen de la propie-
dad horizontal 541 , pero aun así, tenia el problema de la inexistencia de edificio y que
el suelo era común, además de los servicios que ofrece el cementerio que en algunos
casos se los tipificó de servidumbres (las que tenían un gran problema: la servidumbre
nunca puede consistir en un hacer 548 , debe ser "tolerar" o no "hacer"); como se ve, era
incompatible con la idea del derecho real que campeaba en el Código anterior.
La nueva legislación recepta la figura, y hace la diferencia entre el titular del ce-
menterio y el titular del derecho de sepultura :"1 49, toda vez que este último es una perso-
na distinta de aquella a quien pertenece la propiedad del cementerio s:w, incluso la ley
refiere a otros sujetos que denomina visitantes :"1 51 •
Se consideran cementerios privados, expresa el CCyC, a lus imnuebles de propie-
dad privada afectados a la inhumación de restos humanos 552 • Dicho inmueble debe ser
afectado a tales fines y a partir de su habilitación por parte de la municipalidad local el
cementerio no puede alterar su destino ni ser gravado con derechos reales de garantía
533 , todo lu cual tiene efectos muy importantes para los adquirentes del derecho real de
sepultura Los sujetos que intervienen en este derecho real son: a) el pmpietario del
inmueble cuyo destino será la inhumación de restos humanos; d) el administrador 5-.l 4
del cementerio j 55 y e) el titular del derecho real de sepultura 556 •
54
~ Locación del sitio en donde se encontraba la sepultura, por ejemplo.
546 Sobre el particular, MARTINEz, Victor C., Temas de derechos reales, t. Il (Nuevas formas de dominio),
desarrolla el tema pasando revista a tos distintos enfoques sobre el encuadre jurldico. Advocatus,
Cba., 2002, ps. 98 a 104
>47 Y as( lo entendla MARTÍNEZ, Víctor, 1emas de derechm· reales, t. 11 (Nuevas formas de dominio), p.
104
s-1~ El hacer es propio del derecho real, de alll el principio romano que decla "servitus infaciendo consistere
neqwt" (las servidumbres no pueden consistir en un hacer, debe ser: tolerar-inpaliendo- o no hacer
-nonji:iciendo-). Este principio es inflexible. expresa Arean y rige no sólo pam las servidumbres,
sino para todo derecho real, pues el hacer contendido típico y exclusivo de lus dere1;hos rea!e:?. El
resaltado, nos pertenece. AREAN, Beatriz, ob. cit., t. IT, p. 784,
549 MA1uitrnz. Víctor C.. en Temas de derecho.~ reales, t. II (Nuevas formas de dominio), ps. 95 a 96.
llo De suerte que si el cementerio es público, la relaciones estarán regidas por el derecho administrativo
y, si es privado esas relaciones e regll'án por el derecho privado, como es este caso,wro el conJrol del
servicio en ambos caws se encuentran en poder b'stado.
,ii En tal sentido, el nuevo Código en su art. 2113, dispone: "Normas de policía. El administrador . y
los visitantes deben cumplir con ... normativas de índole relativas a la policia mortuoria".
m Conforme al art. 2103 del CCyC.
551
De acuerdo con el art. 2104.
534 Quien a tenor del art. 2106 está. obligado a llevar: a) un registro de inhumaciones con los datos
idcntiticatorios de la persona inhumada; b) un registro de titulares de los derechos de sepultura, en el
que deben consignarse los cambios de titularidad producidos.
m Artículo 2109.- D1recc16ny administración. En dicho articulo se regulan sus funciones.
Ht\ /\rtículo 2112.• Derecho real de sepultura. Al derecho de sepultura sobre la parcela se Ji;:: aplican las
normas sobre derechos reales
268 !NSTITIJC'lONES DE DERECHO PRIVADO
----
Tal cual lo establece el Código, es menester la redacción de un reglamento de ad-
ministración y uso 557 y el titular del derecho real de sepultura tendrá las facultades
enumeradas en el art. 2107 y las obligaciones consignadas en el art. 2108 a cuya lectura
remitimos, en honor a la brevedad.
El art. 2110 establece que las parcelas exclusivas destinadas a sepultura son in-
embargables, admitiendo algunas excepciones contenidas en dicha norma 358 • Ade-
más, para seguridad y garantia del titular el art. 2011 prevé la a relación entre el
propietario y el administrador del cementerio privado con los titulares de las parcelas
se rige por las normas que regulan la "relación de consumo" previstas en este Código
y en las leyes especiales 5.'IY_
3. Tiempo compartido
.m Ese reglamento según el art. 2105, detalla todo lo que debe contener el mismo, nos remitimos a él,
s18 Ellas son; a) los créditos provenientes del saldo de precio de compra y de construcción de sepulcros;
b) las expensas, tasas. impuestos y contribuciones correspondientes a aquéllas. Todo lo cual es
concordante con el art. 744 del CCyC inciso "e".
ss 9 Ley 24.240
i~íl Según reza el art. 1887 inciso "e".
161
Confonne al art. 2087 del CCyC.
s,;
2 Confonne M~Nl DE VmAr., M. y ABllLA, A., ob. cit.. l. l. p. 336.
sr._; Art 2088 del CCyC. Bienes que lo integran. "Con independencia de la naturaleza de los derechos que
se constituyen o transmilen, y del régimen legal aí que lm bienes se encuentren sometidos, el tiempo
compartido se integra con inmuebles y muebles, en tanto la naturale7a de éstos sea compatible con los
fines mencionados".
564 En idéntico sentido, SAuCEoo. Ricardo Javier al comentar el art. 2088 expresa: "... considero que
el Código de,¡a abierla fa posihilidod para ía regulación del tiempo compartido, sea como derecho
real 1i per.\'rmal, según Jo decida el de.~arroílista que acometa el emprewlimiento ". En Código Civtl y
Com,•1-daf de la Nación Comentado. RIVERA, Julio César y MF.DIKA Graciela (directores), La Ley, Bs.
As., 2014, t. V, p. 642.
56
' Al respecto, el articulo 2102, que regula las normas de poliel a establece: ··E] propietario,
emprendedor, comerciali.zador, administrador y usuario del tiempo compartido deben cumplir con
las leyes, reglamentos y demás normativas de índole nacional, províncial y municipal relativas al
funcionamiento del sistema".
566 SAUCEDO, Ricardo, obra y torno citados, P- 645. Comentario al art. 2088.
DERECHOS REALES 269
567
Surge del art. 2090 del CCyC.
56
R Si no coincide con el propietario. lo asesorará en las distintas etapas que insume el desarrollo y gestión
del proyecto, eventualmente puede comercialirarlo
wi Se colige que en la practica sea posible que propietario, emprendedor y comercializador confluyan en
un mismo y único sujeto de derecho.
570
Que podrá coincidir o no con el propietario, o el emprendedor. También puede hacerlo un tercero
designado por él. En tal caso, ambos tienen responsabilidad solidaria frente a los usuarios del tiempo
compartido, por la debida gcs!lón y coordinación en el mantenimiento y uso de los bienes. An. 2096
del CCyC.
m Para el supuesto en que dicho titular no colncida con la persona del emprendedor. éste debe comparecer
a prestar su consentimiento a la afectación instrumentada, según lo establece el art. 2090 del CCyC
= Conforme al art. 2091 del CCyC, el que además afiad.e: El propietario puede constituir hipoteca u otro
gravamen con posterioridad a la inscripción de la escritura de afectación, con los efectos previstos en
el art(culo 2093.
m Conforme al art. 2089 del CCyC.
574
Requisito exigido por el art. 2082 del CCyC.
575
Esta se produce: a) por venclmiento del plazo previsto en el inslrumento de afectación; b) en cualquler
momento, cuando no se han producido enajenaciones, o se han rescindido la totalidad de los contratos,
circunstancia de la que se debe dejar constancia registra[; e) por destrucción o velu~tiu.
CAPÍTULO IX
DERECHOS REALES (CONTINUACIÓN)
l. SUPERFICIE
Vélez Sarsfield expresa que derecho del superficiario consistía en poder hacer
obras, como edificar casas, plantar árboles, etc., adherentes al suelo, sobre las cuales
tenía un derecho de propiedad, independiente del propietario del terreno, el cual sin
embargo, podía por derecho propio, hacer sótanos y otros trabajos subterráneos bajo de
la misma superficie que pertenecía a otro, con tal de que no perjudicase los derechos del
superficiario, así como el superficiario no podía deteriorar el fondo del terreno.
Por razones de politica legislativa, el Codificador rechazó de plano este derecho
real, no enumerándolo en el elenco de derechos reales, ni dedicando regulación es-
pecífica alguna. Argumentaba que un derecho de tales características desmejoraría
los bienes raíces, ya que el superficiario no haría grandes inversiones toda vez que el
asiento en el cual estaba la construcción no le pertenecía., y que tarde o temprano ese
derecho cesaría quedando en poder del dueño del suelo la construcción. Asimismo, el
propietario el suelo no podría hacer producir el terreno pues tenía un ocupante con el
carácter de derecho real que no le permitirla hacerlo, además de traer mil dificultades
y pleitos con los propietarios de los terrenos. De suerte entonces que la propiedad de
la superficie no podía ser distinta de la propiedad del suelo, lo que importaba decir
no sólo que el propietario del suelo venía a ser propietario de todas las construcciones
y plantaciones, sino también que el propietario del suelo no podía enajenar la superfi-
cie en todo o en parte, separándola del suelo 1, por aquello que férreamente establecía
el ius civile: "Todo lo que se erigía sobre el suelo ajeno pertenece por 'accesión' al
propietario del suelo" (superficies solo cedit) 2• No obstante todo lo antedicho, para
que no quede duda alguna sobre la posibilidad de consLituir un derecho de esta na-
turaleza., en el art. 2614 de su Código Civil se encargó expresamente de prohibirlo 3•
l. Concepto
2. Caracteres
3. Modalidades
Es posible que: 1) Se constituya a favor del superficiario el derecho real sobre
plantaciones, forestaciones o construcciones ya existenles, atribuyendo al superficiario
su propiedad; 2) Que el superficiario sea autorizado a realizar construcciones, planta-
ciones o forestaciones sobre la rasante, vuelo y subsuelo del inmueble ajeno, haciendo
propio lo plantado, forestado o construido. En ambas modalidades, el derecho del su-
perficiario coexiste con la propiedad separada del titular del suelo 19 •
Entonces se puede ver cómo existe igualmente derecho real de superficie en am-
bas situaciones, sólo que en el primero, además del derecho real de superficie, el su-
perficiario tendrá la denominada "propiedad superficiaria" porque el objeto ya existe
(son la,;; edificaciones, forestaciones o plantaciones); en tanto que en segundo caso:
"no"; su derecho consiste realizar construcciones, plantaciones o forestaciones sobre
el inmueble ajeno, haciendo propio lo plantado, forestado o construido 20 , En un caso
hay propiedad superficiaria y en el otro no, pero en las dos hipótesis: "existe el dere-
cho real de supeeficie" 21 .
Sobre el derecho a construir o forestar, afirman Cossari y Luverá, que el distinguido
jurista rosarino Luis Andorno a:finnaba que: ".. el derecho real a construir o forestar
es un derecho real que experimenla una curiosa metamorfosis, pues nace sobre cosa
ajena y se convierte en derecho real sobre cosa propia cuando se efectúa la construc-
ción o forestación, dando origen la propiedad superficiaria" 22 .
Este derecho tiene dos frentes o carns 23 , y relacionándolo con la clasificación de
los derechos reales, coincidimos con Mariani de Vida!, que se trata un derecho de "na-
turaleza mixta·· (si existe propiedad superficiaria será sobre cosa propia 24 y si no es
asi, será sobre cosa ajena 25 • En idéntico sentido se expide Kiper 26 • Tanto es así, que
el régimen juridico "supletorio" será, el siguiente: a) si existe propiedad superficiaria
(o sea, es sobre cosa propia) se aplicarla el régimen del dominio revocable sobre cosas
inmuebles, en tanto sean compatibles y no estén modificadas por el Titulo VII, referida
a superficie 27 ; b) Si no existe propiedad superficiaria (o sea, es sobre cosa ajena) se
2
aplicaría el régimen del derecho real de usufructo &, sin perjuicio de lo que las partes
hayan pactado en el título constitutivo.
4. Derechos y obligaciones
hasta el transcurso del plazo del derecho de superficie. Subsisten también los derechos
personales durante el tiempo establecido 3 j .
33
Ver art. 2125 del CCyC.
0
~ Ya que en es esa ocasión cxistfan dos o más titulares de derechos reales por cuotas partes ideales.
37
Igual situación corresponde en el caso del derecho real de uso (nudo propietario y usuario); lo mismo
en el caso del derecho real de habltación (nudo propietario y habitador); e igual suerte en el caso del
derecho real de se1vidumbre (titular del inmueble dominante y titular del inmueble S1Tviente).
JK KIPER, Claudiu, obra citada al tratar los caracteres del dominio. entre ellos el "absoluto", ps. 136, 140.
DERECHOS REALES (CONTINUACIÓN) 277
lll. USUFRUCTO
El usufructo es el derecho real de disfrute sobre cosa ajena que reconoce e l conte-
nido más amplio, salvo el caso del derecho de superficie cuando consiste en el derecho
o en la facultad de edificar, fo restar o plantar.
l. Concepto
E l " usufructo" es el derecho real de usar, gozar y disponer juridicamente de un
bien ajeno, sin alterar su sustancia 44 • Se considera que hay alteración de la sustancia ,
" Esto es alterarla en sus característica~ esenciales, e.s decir destruir la cosa.
El usufructuario no puede transformar una vifla en un prado, ni convertir unjardln en un lago, ni
un terreno de quinta de verdura en un terreno destinado a la fabricación de ladrillos, ni un establo
en habitación, ni una casa habilación en un hotel o depósito de mercaderías. Ejemplos tomados
de MARIANI DE Vmt1.L, M. y AUELLA. A., Der-ec;hos reales en el C6d1go Civil y Comercial, cit., t.
II, p. 9.
Kip:!rcita como ejemplo, el caso de que se dé en usufructo un crédito, el usufructuario no podría hacer
nada que atente contra la integridad de ese crédito. Autor y obra citadas, ps. 459/460.
Ver W'.11.to <lcl 11rt. 1941 del CCyC y compararlo con el texto del art. 2129. Ambos del CCyC.
"Artkulo 2141.- Fruto,1·. Produc10.~. Acrecentamientm nulurales. Pertenecen al usufructuario
singular o universal: a) los frutos percibidos. Sin embargo, si el usufructo es de un conjunto de
animales, el usufructuario está obligado a reemplazar los animales que faltan con otros iguales
en cantidad y calidad, si no opta por pedir su extinción; b) los frutos pendientes al tiempo de
constituirse el usufructo. Los pendientes al tiempo de su extinción pertenecen al nudo propietario;
e) los productos de una explotación ya iniciada aJ tiempo de constituirse el usufructo. El uso y
goce del usufructuario se extiende a los acrecentamientos originados por hechos de la naturaleza,
sin contraprestación alguna".
"Articulo 2142.- Derecho.~ realel· y personales. El usufructuario puede transmitir su derecho, pero es
su propia vida y no la del adquirente la que determina el límite máximo de duración del usufructo.
Con carácter previo a la transmisión, el adquirente debe dar al nudo propietario garantía suficiente
de la conservación y restitución del bien. El usufructuario puede constituir los derechos reales de
servidumbre y anticresis, uso y habitación y derechos personales de uso o goce. F.n ninguno de estos
casos el usufructuano se exime de sus responsabilidades frente al nudo propietario".
" "Articulo 2144.- bj"ecución por acreedores. Si el acreedor del usufructuario ejecuta el aerecho
de usufructo, el adquirente del usufructo debe dar garantía suficiente al nudo propietario de la
conservación y restitución de los bienes"
"Articulo 2 [40.- lntransmisibilidad llera.litaría F.I usufructo es intransmisible por causa de muerte,
sin perjuicio de lo dispuesto para el usufructo a favor de varias personas con derecho de acrecer" .
..Articulo 2132.- [J,wfrw.:to a favor de varias persrmas. El usufructo puede establecerse conjunta y
simultáneamente a favor de varias personas. Si se extingue para una subsiste para las restantes, pero
sin derecho de acrecer, excepto si en el acto constitutivo se prevé lo contrario".
DERECHOS REALES (COl,"TIKUACióN) 279
2. Caracteres
a) Es un derecho real sobre cosa ajena, y sobre el tópico, nos remitimos a lo expresado
anteriormente; b) Concede las facultades de usar, go7.ar y disponer jurídicamente y, también
nos remitimos al punto anterior; d) Se debe respetar el principio "salva rerum substantia"
(no se puede alterar la sustancia), tema igualmente tratado en el punto anterior, d) Es temM
poral, dado que tiene plazos máximos de duración, si no se pactó la duración del usufructo,
se entiende que es vitalicio y la extinción de la persona jurídica usufructuaria. Si no se pactó
la duración, se ex.lingue a los cincuenta años desde la constitución del usufructo; e) Es un
derecho relativamente trasmisibte, dado que si bien puede transferirse el derecho por actos
entre vivos 57, está vedada la trasmisión mortis causa 58 ; f) Su objeto puede ser una cosa y
un derecho, y es de destacar la innovación, tal como se dijo antes. El art. 2130 dispone que
puede ejercerse sobre: la totalidad, sobre una parte material o por una parte indivisa de los
siguientes objetos: 1) una cosa no fungible 59; 2) un derecho, sólo en los casos en que la ley
lo prevé 6(\ 3) una cosa fungible cuando recae sobre un conjunto de animales Gi~ 4) el todo o
una parte indivisa de una herencia cuando el usufructo es de origen testamentario G2,
3. Derechos y deberes
En referencia al usufructuario podernos decir que:
Antes de ingresar a ejercer su derecho, la persona que será usufructuaria 63 deberá
cerciorarse de la existencia del inventario o estado de la cosa y otorgar garantía sufi-
ciente, por la conservat.:ión y restitución de los bienes, una vez extinguido el usufructo.
"Artículo 2134.- Modo~- de c:onstitución. El usufructo puede constituirse: a) por la transmisión del uso
y goce con reserva de lanuda propiedad; b) por la transmisión de lanuda propiedad con reserva del
uso y goce; e) por transmisión de lanuda propiedad a una persona y el uso y goce a otra".
"Artículo 2135.- Pre.rnnc1ón de onerosidad. En caso de duda, la constitución del usufructo se presume
onerosa"
De acuerdo al art. 2131 del CCyC.
"Artículo 2133.- Prohibición de usirfructo judicial. En ningú.11 caso el juez puede constituir un
usufructo o imponer su constitución".
Conforme al arl. 2142 del CCyC
" De acuerdo al arl. 2144 del CCyC.
Sea este mueble o inmueble.
Kiper cita como ejemplo el caso de un usufructo de crédito instrumentado, o la anticresis de un
usufructo (art. 2123); y fuera del Código refiere a los casos de usufructo de acciones de sociedad
anónima (art. 218 de la ley 19.550) y d usufructo de cuotas de las sociedades de responsabilidad
limitada (art. 156 de la ley 19.550). Autor y obra citados, p. 461,
Salvo el caso de los animales, no está permitido que recaiga sobre otras cosas fungibles ni consumibles,
como por ejemplo el usufructo de mercaderías del viejo Código Civil.
En este caso el testador hace un legado a favor de una persona de!erminada a la cual le otorga el uso
y goce de una parte de su patrimonio dice Kiper. Siempre habrá de respetarse la legítima (art. 2460)
Amor y obra CÍ\ados, p. 462.
Decimos que "será usufructuaria" y no lisa y llanamente usufructuaria. dado que antes de la tradición
(modo) de la cosa el acreedor no adqlllcre sobre ella ningún derecho n:al (conforme al art. 750 del CCyC)
280 fNSTITT.'C.IONES DE DERECHO °PR.tVADO
En lo tocante al inventario, será facultativo cuando las partes son mayores de edad
y capaces y pueden hacerse por instrumento privado, caso contrario, son obligatorios
y deben ser hechos por escritura pública. Si el usufructo se constituye por testamento,
quien ha sido designado usufructuario está obligado a inventariar y determinar el es-
tado del objeto, en escritura pública Esta obligación tampoco es dispensable. l ,a parte
interesada puede reclamar en cualquier momento el cumplimiento de la ejecución no
efcctivizada 64 . La falta de inventario y de determinación del estado de los bienes hace
presumir que se corresponden con la cantidad indicada en el titulo y que se encuentran
en buen estado de conservación, excepto que se haya previsto lo contrario 6~.
Y en lo referido a la garantía, ésta es facultativa a tenor de lo preceptuado por el
art. 2139, salvo en los caos de transmisión del derecho real de usufructo, ya sea ésta
voluntaria 66 y forzosa 67 ,
En lo referente a los derechos que tiene el usufructuario una vez se cfcctivizó el
"modo", tal como se dijo, tiene la<.; facultades de usar, gozar a las que ya hemos hecho
alusión al citar el art. 2141 y, en lo atinente a la disposiciónjurldica se expresó quepo-
día ceder su derecho de usufructo al mencionar el art. 2142. Además, puede constituir
los derechos reales de servidumbre y anticresis, uso y habitación y derechos personales
de uso o goce, pero en ninguno de estos casos el usufructuario se exime de sus respon-
sabilidades frente al nudo propietario.
En lo atinente a las obligaciones, ya se dejó establecido que: a) no debe "alterar la
sustancia" 6~ y ajustarse al destino de los bienes del usufructo, el que se determina por
la convención, por la naturaleza de la cosa o por el uso al cual estaba afectada de hecho
69
; b) realizar a su costa las mejoras de mero mantenimiento, las necesarias y las demás
que se originen por su culpa 70; d) pagar los impuestos, tasas, contribuciones y expensas
comunes que afectan directamente a los bienes objeto del usufructo 71 ; e) comunicar al
nudo propietario las perturbaciones de hecho o de derecho sufridas en razón de la cosa. Si
no lo hace, responde de todos los dañ.os sufridos por el nudo propietario 72 ; f) y debe en-
tregar los bienes objeto del usufructo a quien tenga derecho a la restitución al extinguirse
el usufructo, en la cantidad y estado a que se refieren los arts. 2137 y 2138 del CCyC 73 •
En cuanto al nudo propietario y sus derechos y obligaciones, ésta conserva la dis-
posición jurídica y material que corresponde a su derecho, pero no debe turbar el uso y
goce del usufructuarlo. Si lo hace, el usufructuario puede exigir el cese de la turbación;
y, si el usufructo es oneroso, puede optar por una disminución del precio proporcional
a la gravedad de la turbación 74.
64
De acuerdo al art. 2137 del CCyC.
6j Según art. 2138 del CCyC.
66 Conforme al ya citado art. 2142 del CCyC.
61 Según lo previsto por el ya mencionado art. 2 I44 del CCyC
63 Ver art. 2129 del CCyC.
69 Segun art. 2145 del CCyC.
7fJ Así lo expresa el art. 2146 del CCyC.
71
Según art. 2148 del CCyC.
72
Verart. 2149delCCyC.
'1 Conforme al 2150 del CCyC.
14
Dcacuerdoal2!5ldelCCyC.
ÜERl::CHOS fü:ALJ::S (CONTrnUACIÓN) 281
En cuanto a la extinción tal como se dijo-, los derechos reales se extinguen por
causas generales 75 , las que ya han sido referidas con anterioridad y por causales es-
pecíficas, propias de cada uno de ellos. En el caso del derecho real de wmfructo éstas
son: a) la muerte del usufructuario, aunque no se haya cumplido el plazo o condición
pactados. Si no se pactó la duración del usufructo, se entiende que es vitalicio; b) la
extinción de la persona jurídica usufructuaria. Si no se pactó la duración, se extingue a
los cincuenta años desde la constitución del usufructo; e) el no uso por persona alguna
durante diez años, por cualquier razón. El desuso involuntario no impide la extinción,
ni autoriza a extender la duración del usufructo; d) el uso abusivo y la alteración de la
sustancia comprobada judicialmente 76 ,
Todo ello trae como efecto que extinguido el usufructo origim1-rio se extinguen
todos los derechos constituidos por el usufructuario y sus sucesores particulares; a su
vez, el usufructo cedido por el usufructuario, no puede durar más allá de la oportunidad
prevista para la extinción del usufructo originario y, de tratarse de un conjunto de ani-
males que perece en su totalidad sin culpa del usufructuario, éste cumple con entregar
al nudo propietario los despojos subsistentes. Si el conjunto de animales perece en part~
sin culpa del usufructuario, éste tiene opción de continuar en el usufructo, reemplazan-
do los animales que faltan, o de cesar en él, entregando los que no hayan perecido 71 ,
N.ELUSO
El derecho real de uso es otra de las desmembraciones del dominio que se vio al-
terada por la nueva regulación, dado que se ampliaron sus facultades en relación a las
consagradas por el Vélez Sarsfield. Citar el art. 2948 de Vélez.
l. Concepto
El uso es el derecho real que consiste en mmr y gozar 7s de una cosa ajena, su parte
material o indivisa, en la extensión y con los límites establecidos en el titulo, ::;in alterar
su sustancia 79 • Si el título no establece la extensión del uso y goce se entiende que se
constituye un usufructo 80 •
2. Caracteres
a) Es un derecho real sobre cosa ajena, al igual que el usufructo:
b) Concede las facultades de usar y gozar. En el Código, anterior de manera excep-
cional se podía extraer frutos solo parta las necesidades de usuario y su familia.
c) Se debe respetar el principio "salva rerum substantia" (no se puede alterar la
sustancia), tema igualmenle lrat.ado en el punto anterior.
3. Derechos y obligaciones
V. HABITACIÓN
l. Concepto
2. Caracteres
a) Es un derecho real sobre cosa ajena, al igual que el usufructo y el uso; b) Conce-
de la facultad sólo de "morar'' en un inmueble construido 89 ; e) Se debe respetar
"
81
Art. 2154 última parte interpretada a contrario.
No se trasmite ni por actos entre vivos ni, por actos mortis causa.
83
T.o que equivale a decir que asume las caracterlsticas de derecho alimenticio. En idéntico sentido KlPER
C. comentando los artículos 2154 y. 2157, en Códigu Civil y Comercial de la ,\'ación. Cnmentado,
LoRENZETII, R. (dir.) t. fX, ya citado, ps. 799 y 801.
84
Es lo que resulta del art. 2154
Ri Art. 2154 del CCyC
116
Según art. 2156 del CCyC.
7
i Según art. 2155 del CCyC.
i~ Según art. 2158 del CCyC.
89
Por ende, excluye la posibilidad, si se tratase de un campo. No alude la norma a la condición de
habitabilidad., pues solo dice construido. por lo que habrá que apreciar en cada caso concreto esa
DERECIIOS RllAUS (CONTJNUACJÓN) 283
el principio "salva rerum substantia" (no se puede alterar la sustancia) 911, tema
igualmente tratado en los puntos anteriores; d) Es temporal, dado que tiene plazos
máximos de duración, si no se pactó la duración, se entiende que es vitalicio91 ; e)
Es un derecho intrasmisible 92 ; f) Es inejecutable 'l.l; g) Su objeto sólo puede ser una
cosa, es lo que surge de la propia definición que alude a morar en un inmueble; h)
Sólo es predicable de la persona humana 94.
3. Derechos y deberes
Son los casos previstos en los arts. 2383 (ubicado en la parte de sucesiones) y
527 (localizado en la parte de derechos de familia). En Ja normativa derogada, la ley
20.798 establecía un valor para proteger los pequeñ.os patrimonios, hoy nada dice
sobre eso, la jurisprudencia deberá fijar un valor que puede llegar a tener un inmueble
a fin de evitar injusticias 08 •
El primero establece el derecho real de habitación del cónyuge supérstite expresan-
do que: "tiene derecho real de habitación vitalicio y gratuito de pleno derecho sobre el
inmueble de propiedad del causante, que constituyó el último hogar conyugal, y que
circunstancia
Surge del 2158 del CCyC.
1
~ Por la remisión que efectúa el art. 2159, que a su vez reenvía al !lrt. 2155, que nos lleva aJ art. 2152
inciso "a", todos del CCyC.
Según !lrt. 2160 del CCyC.
1
~ Es lo que dice el art. 2160, última parte. KrPER C., agrnga el carácter de inembargable, al comentar
el art. 2159 en Códi¡:o Civil J Comercial de la Nación. Comen1mlo, LORENZETII, R. (dir.), t. IX, ya
citado, p. 804
"" Claramente lo manifiesta el art. l 158 última parte del CC)'C.
95 Confonnc al juego de los artfculos 2158 y 216 l el CCyC.
96
Todo lo que se despende del art. 2160 del CCyC
Según art. 2159 del CCyC
98
Es la posición de KrPER C., al comentar el art 2159 en Código Civil y Cumen.:ial de la Nación,
Comentado, - LoRENZETI!, R. (dir.), t. X, ya citado, p. 805.
284 fNSTITl.:CIONl:S DE DERECHO f>RtVADO
-------
a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con otras personas. Este
derecho es inoponible a los acreedores del causante" 99•
El segundo establece el derecho real de habitación legal de conviviente supérstite
atribuyendo en caso de muerte de uno de los convivientes que carece de vivienda pro-
pia habitable o de bienes suficientes que aseguren el acceso a ésta, puede invocar el
derecho real de habitación gratuito por un plazo máximo de dos años sobre el inmueble
de propiedad del causante que constituyó el último hogar familiar y que a la apertura de
la sucesión no se encontraba en condominio con otras personas. Este derecho es inopo-
nible a los acreedores del causante. Se extingue si el conviviente supérstite constituye
una nueva unión convivencia!, contrae matrimonio, o adquiere una vivienda propia
habitable o bienes suficientes para acceder a ésta" 100 •
VI. SERVIDUMBRES
Su ordenación se ubica en del Titulo 11, capítulos 1 al 4, del Libro IV del CCyC,
todo lo cual -corresponde decirlo-ha simplificado su regulación 1º1, basta sólo mencio-
nar que de los 138 artículos que Vélez le dedicó, han quedado reducidos a 21 101 •
1. Concepto
99
En un toúo de acuerdo al art. 2383.
100
Es lo que surge del art. 527 del CCyC.
ioi A nuestro modo de ver, demasiado excesiva, confonnc dará cuenta el presente trabajo.
ioi Y se agrega también que el Código Civil regulaba el derecho real en dos títulos: el XTT denominado
"Servidumbres en General" (arts. 2970 al 3067) y el XIII intitulado "Serwdumbre.1· en particular"
(arts. 3068 al 3107 inclusive).
103
Tal cual surge del art. 2162 del CCyC.
104
No es esta definición igual a la redactada por Vélez en el Código Civil, pues había establecido que
el derecho real de servidumbre, era "el derecho real perpetuo o temporario sobre un inmueble ajeno,
en virtud del cual se puede usar de él, o ejercer ciertos derechos de disposición, o bien impedir que
el propietario ejerza algunos de sus derechos de propiedad", de acuerdo al art. 2970 del Código
Civil de Vélez
ios SALVAT, ob. cit, ND 1482, t. TI, p. 4.
106
Rs lo que dispone el art. 2163 del CCyC.
ÜJ;llliCHOS REALES (CONTINUACJól\) 285
debe ser constituida por el conjunto de los titulares 107 . En ningún cID:o la transmisión o la
ejecución de la servidumbre pueden hacerse con independencia del inmueble dominante
10 ~. En caso de duda se presume onerosa 109 , pudiéndose sujetar a cualquier modalidad iw_
'"
111
Hoy requerido por el art. 2165 del CCyC.
Está implícito en i;:] art. 2164 que reza: "Servidumbre posuiva y negativa. La servidumbre es positiva
si la carga real consiste en soportar su ejercicio; es negatíya si la carga real se !imilu a Ju abstención
determinada impuesta en el título". Todo lo cual responde a uno de los dos grandes principio que
gobernaron el régimen de la servidumbres y que provienen del derecho romano. y que se establece
bajo este adagio "servitus infaciendo consislere nequil". que significa que la "scrvidwnbre no puede
consistir en un hacer". sólo en tolerar m pahendo(por ejemplo que otro pase servidumbre de transito-)
o un no hacer non faciendo (servidumbre de no edificar). Pero nunca un .. hacer, ejemplifictllldo la
situación Vélez expresaba que º'No pueden establewrse .'>ervidumbres que consistan en cualquier
obligac:ión de hacer, aunque sea temporaria, y para utilidad de un inmueble. La que mi se constituya,
valdrá como simple obligación para el deudor y sus herederos, sifi qfecwr a lm heredades ni pasar
l'un ellas u los po.l'eedores de los mmuebfes ". La cita correspoode al art. 301 O de su Código Civil. El
otro grtlll principio se resumía en el siguiente proverbio ·•nemine res sua serYi/ ", lo que equivale a decir
"no hay servidumbre sobre fundo propio", receptado por Velez en el art. 3055: 'Las servidumbres
se extinguen por la reunión en la misma persona, sea de los propietano.1· de las hered(1des o de
un tercero, del predio dominante y del predio sirviente, cualqzút:ra que sm fu causa que la haya
motmido, o cuando en las servidumbres a fávor de una per.Hma, é.vta ha líegado a ser propietaria del
fimdv sirvieme". Confonne AREAN, Beatriz, obra citada, ps. 784 y 794 respectivamente, t. JI. Hoy se
encuentra en d art. 1907 última parte.
114 TamhiCn requerido por el art. 2165.
115 Hoy articulo 234 del CCyC.
lló Autora y obra citadas, ps. 780 a 786 dd t. JI
111 Surge del juego de los artículos 2l65 ya citado y, del art. 2172 primera parte que dice ninguna
servidumbre puede transmitirse con independencia del inmueble dominante.
"' Si bien no es referida esta característica, Lal cual lo hacía el Código anterior, en su articulo 3007,
:Mariani de Vida] y A bella, expresan que asi deben considerarse ya que la indivisibilidad se ti..mda en
la naturaleza misma de las se1vidumbres, independientemente de su ejercicio. Autoras y obra citadas,
t. TT,p. 61.
u~ Tdcm a la nota anterior.
286 fNSTITUCJONES DE DERECHO PRTVAnO
12
~ Ya nos referimos en nota anterior al principio "servirus infaciendo consistere nequit".
121
ldem a la nota anterior
122
ldem a la nota anterior.
123
Según el articulo 2182 inciso "c".
121
También está contemplado en el extenso art. 2165.
121
Por ejemplo: sacar agua. '.;'ornado del comentario de K1r!iR C., al art. 2165 en Cúdigo Civil y l-omercial
de la Nm:ión. Comentado, LoREN7FTTT, R. (dir.), t. X, ya citado, p. 18
11
~ Por cjen,plo: no edificar más allá de cierta altura. Tomado del autor de la nota precedente, p. 18.
121
La servidumbre real debe asegurar una utilidad para el inmueble en sl mismo, sin importar quién sea
su titular; en tanto en la personal la ventaja (o utilidad) es para la persona sin importar el inmueble.
Conforme KlPER C., comentando el art. 2165 Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
LORENZEm, R. (dir.), t. X, ya citado, ps. 20 y 21.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _D_E_R_ECHOS RllALES (CONTJNUACJÓN) 287
de ella sin ser indispensable que se toquen. La servidumbre real considerada activa y
pasivamente es inherenle al fundo dominante y al fundo sirviente, sigue con ellos a
cualquier poder que pasen y no puede ser separada del fundo, ni formar el objeto de una
convención, ni ser sometida a gravamen-alguno.
3. Derechos y deberes
11
~ Según art. 2173 del CCyC
12 ~ De acuerdo al art. 2174 del CCyC.
iio Es lo preceptuado por el art. 2176 del CCyC.
1~i Conforme al art. 2177 del CCyC
ui As! lo csbhlece el art. 2179 del CCyC.
288 lNSTITI'CIONES DE DFRFCHO PluvADO
111
Es lo que reza el art 2180 del CCyC,
1 14
- Asi, aquel cuyo fundo esta gravado con una servidumbre de paso conserva la facultad de pasar él
mismo por el lugar.
u.i Según art. 2181
136
Es lo que dice el art. 2181 última parte
17
> Conforme al art. 2180 segunda parte.
138 Conforme. CAVSSE, Federico, al comentar el art. 2182 del Código CIVI[ y Comercial de la Nación.
Cumen/ado, LOR.l::NZETTJ, R. (dir.), t. X, ya citado, p. 54
9
'" "Sin perjuicio de los medios de extinción de todos los derechos patrimoniales y de los especlaJes
de lus dereChos reales, éstos se extinguen, por la destrucción total de la cosa si la ley no autoriza su
reconstrucción, por su abandono y por la consolidación en los derechos reales sobre cosa ajena".
Ho Es lo que regula el art. 2182 del CCyC
Ml Según el art. 2183 que regula los efectos.
m. Recaen sobre la utilidad que la cosa proporciona, mayor o menor sin alterar si sustancia. GATTI y
ALTERTNl, ob. cit., p. 122
lliRECHOS REALES (CONTINUAC'IÓN} 289
iu Es lo que parece resultar de las expresiones de VArnF.s - ÜRCHANSl:'.Y, en obra citada, p. 28, cuarto
párrafo.
144
Por subrogación real (art. 2194 del CCyC).
145
Segiln al art. 1889, ya citado en la clasificación de los derechos reales en principales y accesorios.
6
t-1 CAuss.i;. Federico, al comentw: el art. 2184, del Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
ya citado, t. X, p. 62.
47
i Ver art. 3108 del Código Civil de Vf:lez.
14 ª Tal como se dijo al comenzar su estudio en el capitulo anterior.
149
En caso de existir anticresis 1ambiCTI, porque el art. 2582 que regula los privilegios especiales y se lo
proporciona en el inciso "e".
m La hipoteca -expresa Fernando López de Zavalía- en primer término, atribuye al crédito una
prelación concursa!, que significa en caso de qulebra del deudor (que al mismo tiempo sea
propietario de la cosa) el acreedor hipotecario a cobrar antes que otros acreedores. Esa preferencia
por prelación concursa! existe en el derecho de hipoteca, en el derecho de prenda en firma dlrecta
e indir~tamente -por ley de concursos y quiebras--. por medio del derecho de retenclón en
el derecho real de anticresis (hoy lo tiene también, por el ar/. 2582 del n¡ievo CCyC). Vale
decir, que sólo existe en los derechos reales de garantia, en donde cabe hablar de un derecho
real garantizante y de una obligación garantizada a la cual le trasmite su preferencia, no siendo
característica común a todos los derechos reales. Autor citado, en Curso introductorio al derecho
registra!, Zavalía, Bs.As., 1983, ps. 375 y 376, El resaltado nos pertenece.
290 ÍNSTITUCJONES DE DERECHO PRIVADO
isi Decimos relativa seguridad, porque las garantías no otorgan seguridad total, habida cuenta que una
vez subastado el inmueble hipotecado, puede que su producido no alcance para cubrir el total del
crédito, ya que puede pasar que el momento de la subasta no estén presentes muchos postores y no se
lleguen cubrir las expectativas.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _D_,_R_CC_HOS REALES (CONTINUACIÓN) 29l
nio, tanto los presentes como los futuros), todo lo cual está consagrado, primeramente
en el art. 242 del CCyC ubicado en la parte general del derecho civil, concretamente
en las normas referidas al objeto de los derecho.s subjetivos, y en forma particular en el
art. 743 del mismo cuerpo legal, ubicado en la parte de las obligaciones. Estas garan~
tías que son menos exigentes en su aspecto fom1al, son menos costosas en su aspecto
instrumental y, los garantes están más dispuestos a conferirlas, pero su parte negativa
radica en _que tanto el deudor principal como el deudor accesorio, pueden caer en estado
de insolvencia, y siendo así se frustran los derechos de cobro de los acreedores, pues
no confieren derecho de preferencia; en el ámbito de los derechos personales rige otro
principio que dice que ''todos los acreedores están en pide de igualad", o sea: no hay
prioridad alguna y se cobra a prorrata, como así tampoco derecho de persecución.
F~nte a esta situación, aparecen las garantlas reales, en la que el constituyente (deu-
dor principal o secundario) afecta una cosa en garantía de la deuda, el objeto está iden-
tificado, y estas seguridades o garantías, cuentan con el llamado derecho de preferencia
y de persecución. Es decir, si se produce la insolvencia del constituyente, el crédito con
garantía real cobra primero, aunque existan otras garantías personales anteriores, es que,
el derecho real marca "prioridad" a favor de su titular, En lo tocante al derecho de per-
secución, si la cosa pasa a manos de un tercero el comprador la adquiere con la hipoteca
y si se trata de una cosa mueble prendada y el acreedor es desapoderado de ella por un
tercero, éste tiene acción para su recupero (acción reivindicatoria), porque el derecho real
sigue a la cosa en manos de quien esté. Estas garantías reales han tenido su evolución,
pues en las primeras épocas, el deudor entregaba la cosa (por ejemplo, útiles de labranza)
al acreedor en pignus y éste la conservaba hasta que se le pagase la deuda, pero tenia el
inconveniente de que el deudor no podía utilizarlas en ese periodo, luego se admitió que
la cosa continuara en poder del deudor, para que éste pudiese así producir y cumplir con
la obligación; es asl como aparece la hipoteca en donde no era necesaria la tradición.
Tiene como contrapartida las seguridades reales, que es formal su acto de consti-
tución (por ejemplo, la hipoteca se instrumenta en escritura pública), por ende es más
oneroso el acto jurídico, y por otra parte los garantes no son tan proclives a cohsentir-
las. Las garantías reales que consagra el Código Civil y Comercial son: a) Hipoteca;
b) Anticresis y, e) Prenda. Existen otras garantías reales que no están contempladas en
el ámbito civil, sino que corresponden a otros ordenamientos jurídicos, as! tenemos la
hipoteca aeronáutica, los dehentures., la hipoteca naval, entre otras, cuyo estudio excede
el ámbito de este trabajo.
Al tratar la especialidad en cuanto al crédito, el art. 2189 164 modificado por la ley
citada, se pueden apreciar, aparte de la inclusión de los elementos indispensables del
crédito (sujeto, objeto y causa), que alude al monto de garantía, marcando la diferencia
entre crédito y gravamen 16 j; así, por ejemplo, "asegurar una obligación de hacer" 166,
por el caso, "una de levantar un edificio y en caso de incumplimiento se estiman los
daflos fijando una suma cierta en dinero" -v.gr $100.000- y luego, efectivamente, se
produce el incumplimiento y el daño asciende a una suma mayor-v.gr. $ 150.000-, de
9
" Vi;NTURA, Gabriel B., en Ley 17.801. Regisrro de la propii:r.k1d Inmueble. Comentada. Anotada, p.
187, comentario al ar!. 11 de la ley 17.801. Quien cita en su apoyo a I.uis Moisst'.'t de Espanés.
ir,o Por ejemplo, la hipoteca, según articulo 2209. Determinación del oNeto: ".El inmueble que grava la
hipoiern debe estar determinado por su ubicación, medidas perimetrnles, superficie, colindancias,
datos de registración. nomenclatura catastral, y cuantas especificaciones sean necesarias para su
debida individuulización".
161
Para el caso, el derecho real de superficie, en la modalidad del art. 2115 primer párrafo y art. 2120:
Facultades del superficiario: "El titular del derecho de superficie está facultado para coos1ituir derechos
reales de garantía sobre el derecho de construir; plantar o forestar o .mbre fu propfr:dad .rnpeificiaria,
limitados, en ambos ca<;os, al plazo de duración del derecho de superficie". En tal sentido al comentar
el art. 2206 de hipoteca (legitimación), CAussF. Federico, expresa que el derecho a construir. plantar o
sembrar resulta objeto de la hipoteca, por autorización del art. 2188; en Código Civil y (.'omercial de
la i•iación Comentado, LORENZETTI, R. (dir.), t. X, ya citado, ps. 141 y 142.
Jbi No pueden gravarse bienes futuros, que no tengan existencia actual, dice K1PER, C., obra citada, p.
532.
163
En el caso de la hipoteca, la escritura deberá contener los recaudos ya mencionados en el citado art.
2120, todo lo que se torna extensivo, si se trata de anticresis que recae sobre Inmuebles. Si fuera
mueble reglstrable, por ejemplo automotor, hay que identificar su marca, modelo, tipo, número de
dominio, marca y nómero de motor y chasis, y su uso o destino. KlPcR, C., ob. cit., p. 532.
1
1>1 "Art 2189.- En la constitución de los derechos reales de garantía debe individualizarse el credito
garantizado, indicándose los sujetos, el objeto y la causa. El monto de la garantía debe estimarse en
dinero y puede no coincidir con et monto del capital del crédito. Se considera satisfecho el principio de
especialidad en cuanto al crédito si la garantía se consütuye en seguridad de créditos indeterminados,
sea que su causa exista aJ tiempo de su constitución o posteriormente, siempre que el instrumento
contenga la indicación del monto máximo garantizado en todo concepto, de que la garantfa que se
coru,iituye es de máximo, y del plazo a que se sujeta, el que no puede exceder de diez (10) aftos. La
garantfa subsiste no obstante el vencimiento del plazo en seguridad de los crédüos nacidos durante su
vigencia" (texto según Ley 27.271 del 15 de septiembre de 20[6).
165
"Art. 2189.- ... El monto de la garantía debe estimarse en dinero y puede no coincidir con el monto
del capital del crédito ... ",
iM Conforme al art. 733 y ss. del CCyC.
294 bSTLTUCIONES DE DERECHO PRIVADO
tal forma la hipoteca sólo cubrirá la primera suma indicada ($100.000) y por la dife-
rencia (es decir $50.000) nos encontramos frente a un simple crédito quirografario 167•
Pero la gran innovación del nuevo Código, ha sido receptar las garantías por cré-
dito indeterminados. Las garantías requerían (hipoteca, por ejemplo) no sólo la nece-
sidad de la indicación en el acto constitutivo del monto de la garantía, sino también de
la precisa determinación en aquel de la deuda garantizada 168 (origen o causa fuente 169
y objeto de la prestación) 17u, por ejemplo una hipoteca constituida por un préstamo
otorgado por una institución bancaria a favor del titular del inmueble. En la nueva
legislación, si se trata de créditos indeterminados al momento de la constitución del
gravamen, para satisfacer el requisito de especialidad en cuanto al crédito, se exige
indicar en el acto constitutivo, el monto máximo garantizado por todo concepto y que
la garantía es de máximo, sólo en caso de este tipo de créditos, se dispone que la garan-
tía no podrá superar los diez años, aunque vencido el plazo la garantía en seguridad de
los créditos nacidos durante su vigencia, pero no para los que nazcan con posterioridad
171 • Al ejecutarse la garantía, habrá que demostrar la existencia del crédito u obligación
incumplida. Son ca,;;os de este tipo de garantías, las llamadas "garantías abiertas o
medianamente abierta", Mariani de Vidal y A bella, citan por ejemplo el caso de la
hipoteca que garantice "todas las obligaciones que, con motivo de la concesión de un
servicio determinado (así la venta de combustible de una detenninada compañía) pu-
dieran surgir entre concedente y concesionario".
El art. 2190 cierra el acápite de la especialidad expresando que: "la constitución de
la garantía es válida aunque falte alguna de las especificaciones del objeto o del crédito,
siempre que se la pueda integrar de acuerdo al conjunto de las enunciaciones del acto
constitutivo".
En la garantía quedan comprendidos todos los accesorios fisicamente unidos a la
cosa (por ejemplo, artefactos del bañ.o, máquinas bombeadoras de agua y demás ins-
talaciones del fundo) 112, la,;; mejoras (tanto naturales como artificiales, por ejemplo,
la edificación, siembra y plantación) y las rentas (alquileres no cobrados) debidas 173 .
Sin embargo, no están comprendidos en la garantía: a) los bienes fisicarncnte unidos a
la cosa que están gravados con prenda constituida antes que la hipoteca o son de pro-
piedad de terceros, aunque su utilización por el deudor esté autorizada por un vínculo
contractual; b) los bienes que posterionnentc se unen fisicarnente a la cosa, si al tiempo
167 Ejemplo tomado de MAR1A:-n nE VIDAL - ABELLA, Derechos reales en el Código Civil y Comercial,
cit., t. 2, p. 94.
168 Conforme MARIA"<l O¡:; VmAL - ABELI.A, en Derechos reales en el (,'ódfgo Civil y (,'omercial, cit., t. 2,
ps. 100 y 101,
169 Según art. 726 del CCyC: Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho
idóneo para producirla, de conformidad con el ordenwniento jurídico.
170
"Articulo 725.- Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación dche ser material
y jurlclica111enle posihle, llcita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y
debe corresponder a un interés patrimonial o extra patrimonial del acreedor".
111 Conforme MARIANl DE VlDAL - AllELLA. Derechos reales en el Código Civil y Comercial, cit., t 2, p.
120.
112
Así lo explica SAUCEDO, Ricardo J, ob. cit., t. V, comentario al art. 2192, p. 824.
m Según lo preceptúa el art. 2192, que regula la extensión de la garantla en cuanto al objeto.
DERECHOS REALES (CONTINUACIÓN) 295
de esa unión están gravados con prenda o son de propiedad de terceros, aun en las con-
diciones antes indicadas.
También se extiende la garantía en lo que respecta a l créd ito, al capital adeudado y
los intereses posteriores a su constitución, como así también los daños y costas poste-
riores que provoca el incumplim iento, los intereses, daños y costas anteriores a la cons-
titución de la garantía quedan comprendidos en su cobertura sólo en caso de haberse
....... previsto y determinado expresamente en la convención 11• •
......, El art. 2194 prevé lo que se denomina " subrogación real" m, lo que implica que la ga-
rantía se traslada de pleno derecho sobre los bienes que sustituyen a los gravados, sea por
indemnización, precio o cualquier otro concepto que permite la subrogación real, en caso
....... de extinción parcial del objeto, la garantía subsiste, además, sobre la paite material restante.
En cuanto a las facultades del propietario, el art. 2 195 establece que el constituyente
de la garantía conserva todas las facultades inherentes a su derecho, pero no puede
realizar ningún acto que disminuya el valor de la garantía; si esto ocurre, el acreedor
puede requerir la privación del plazo de la obligación, o bien puede estimar el valor de
,...... la disminuc ión y exigir su depósito o que se otorgue otra garantía suficiente, siendo en
caso de en caso de ejecución, inoponibles 176 al acreedor los actos jurídicos celebrados
en perjuicio de la garantía 177.
Por lo expuesto, e l propietario del obj eto gravado, por ejemplo, un inmueble hi po-
tecado, conserva la facu ltad de enajenarlo, no obstante el adquirente, por tratarse de
una carga real, lo adqu iere con la hipoteca 178• E l adquirente puede tomar dos posturas,
o asume la deuda, y es tan deudor como el enajenante en caso de ser aceptado por el
titular del derecho real de hipoteca (que a su vez, resu lta ser acreedor) o, simplemente
adquiere y no asume la deuda. La distinción no es menor y tiene consecuencias dife-
rentes, dado que en el primer caso el nuevo adquirente responde con la cosa y con todo
su patrimonio, y en el segundo caso, solo con la cosa, no siendo menor la resueltas del
...... caso, dado que si se subasta el inmueble y no alcanza a cubrir la deuda, en e l la primera
hipótesis, el acreedor puede continuar la ejecución por el saldo insoluto respondiendo
el adquirente con todo su patrimonio; mientras que en el segundo caso, no: sólo se
limita a responder con la cosa.
Otra situación distinta, pero con igual resolución, es la hipótesis pnr In que "un
tercero hipoteca su inmueble sin obligarse personalmente por una deuda que contrae
179
A esle universo de sujetos, expresa Federico Causse, que se los caracteriza por intervenir sin obligarse
personalmente en forma expresa al pago del crédito asegurado, se los conocfa, no sin reproches
doctrinarios. como terceros poseedores. Comentario al art. 2200 en "Código Civil y romercial de la
Nación. Comentado, LoRENZETTI, R. (dir. ), t. X, ya citado. p. 118.
im Según art 827 del CCyC. Concepto: "Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos
y originadas en una causa única cuando, en razón del titulo constitutivo o de la ley, su cumplimiento
total p11ede exigirse a cualquiera de los deudores, por cualquiera de los acreedores".
m Articulo 2199.- Responsabilidad del propietario no deudor. "El propietario no deudor, 'sea un tercero'
que constituye la gamnrfa o 'quien adquiere el bien gravado'. sin obligarse en JOrma expresa al pago
del crédito asegurado, responde únicamente con el bien objeto del gravamen y hasta el máximo del
gravamen".
t&l Seglln art. 2200 del CCyC.
1113
El propietario no deudor puede hacer valer las defensas personales del deudor sólo si se dan los
requisitos de la acción subrogatolla y, las defensas inadmisibles en el trámite fijado para la ejecución
pueden ser alegadas por el propietario no deudor en juicio de conocimiento (art. 2200 del CCyC,
segunda parte).
1114
Articulo 3169 del Código Civil de Vélcz: "Puede abandonar el inmueble hipotecado, y librarse del
juicio de los ejecutantes, si no estuviese personalmente obligado, como heredero, codeudor, o fiador
del deudor. El abandono del tercer poseedor no autoriza a los acreedores para apropiarse el inmueble
o conservarlo en su poder, y su derecho respecto de él se reduce a hacerlo vender y pagarse con su
precio"
iRi CAUSSE, F., en Comentario al art. 2220 expresa que en tal sentido podria hacerlo a título cautelar como
mero acto de conservación a favor del ejecutante, (,'ódigo Civil y Comerdal de la Nación. Comentado,
LORENZETTJ, R (dir.), t. X ya citado, p. 120.
116
"Art. 1907.- fa1indOn. Sin perjuicio de los medios de extinción de todos los derechos patrimoniales
y de los especiales de los derechos reales, éstos se extinguen, por la destrucción total de la cosa si la
ley no autorin su reconstrucción.por su abandono y por la consolidación en los derechos reales sobre
cosa ajena".
DFRECHOS REALES (CONTINUACIÓN) 297
dando librado de responsabilidad, en tanto sólo responde con el bien gravado l87. Una
vez realizado el bien afectado por la garantía, el propietario no deudor tiene derecho al
remanente que excede el monto del gravamen, con exclusión del precedente propietariO
y de los acreedores quirografarios 188 •
Ejecutada la garantía o satisfecho el pago de la deuda garantizada, el propietario no
deudor tiene derecho a: a) reclamar las indemnizaciones correspondientes; b) subrogarse,
en la medida en que procede, en los derechos del acreedor; c) en caso de existir otros bienes
afectados a derechos reales de garantía en beneficio de la misma deuda, hacer citar a sus
titulares al proceso de ejecución, o promover uno distinto, a fin de obtener contra ellos la
condenación por la proporción que les corresponde soportar según lo que se haya acordado
o, subsidiariamente, por la que resulta del valor de cada uno de los bienes gT4vados 1H9 •
Los derechos reales de garantla se extinguen por efecto de la subasta pública del
bien gravado, Si sus titulares fueron debidamente citados a la ejecución, sin perjuicio
del derecho y preferencias que les correspondan sobre el producido para la satisfacción
de sus créditos 100 •
Finalmente y en los referente a la cancelación de gravamen, las garantías inscriptas en
los registros respectivos se cancelan: a) por su titular, mediante el otorgamiento de un ins-
trumento de igual naturaleza que el exigido para su constitución, con el que el interesado
puede instar la cancelación de las respectivas constancias registrales; b) por el juez, ante
el incumplimiento del acreedor, sea o no imputable; la resolución respectiva se inscribe
en el registro, a sus efectos. En todos los casos puede requerirse que la cancelación se
asiente por nota marginal en el ejemplar del título constitutivo de la garantía 191 •
X.HIPOTECA
El derecho real de hipoteca, constituye sin duda alguna la garantía inmobiliaria por
excelencia. De los derechos reales de garantía incluidos en el CCyC, al igual que en la
anterior legislación, es el más importante y utilizado.
lll? Confonne MARIANI DE VmAL, M. y ABELLA, A, Derechos reales en el Código Civil y Comercial, t. 2,
p. 137.
l::RI Confonnc al art. 2201 del CCyC. Expresa CAUSSE, F., que el propietario no deudor tiene el derecho
de recoger los fondos aun qui;: haya asumido la dt:uda y pagado mt:nos por la cosa. En Código Civil y
Comercial de la Nación, Comentado, LoRENZETTI, R. (dir.), t. X, ya citado, p 123.
139
Según articulo 2202, subrogación del propietario no deudor.
l9(I Articulo 2203, efectos de la suhasta.
191 De acuerdo al art. 2204 del CCyC
298 lNSTlTUOONES DE DERECHO PRTVAOO
l. Concepto
2. Legitimación
En lo referente a la legitimación pueden constituir hipoteca los titulares de los
derechos reales de dominio, condominio, propiedad horizontal, conjuntos inmobi-
liarios y superficie l'J 4 • Respecto de este último caso, es dable advertir, que si el
superficiario hipoteca el derecho a plantar, forestar o construir 195 , lo que se está
hipotecando en verdad es un bien y no una cosa, o sea el "derecho" y no sobre el
inmueble sobre el cual asentará, habida cuenta que le pertenece al nudo propietario.
Todo es ello es perfeclamente viable hoy, por el tenor del art. 1883 l 96 del CCyC.
También Kiper opina similar L97 •
192
Según lo nonnado en el art. 2205 del CCyC.
193
Musro, Néstor, ob. cit., t. 2, p. 231.
194
Asilo establece el art. 2206 del CCyC.
191
Conforme al art. 2120 del CCyC.
I% "Artículo 1883.- oq,eto. FI derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la cosa
que constituye su objeto, por el lodo o por una parte indivisa El objeto también puede consistir en un
bien taxarivamenle señalado por la ley".
191 KIPER, Claudia. ob. cit., p. 568
DERECHOS REALES (CONTD-ruACIÓN) 299
3. Forma
La hipoteca se constituye por escritura pública 1~&, excepto expresa disposición legal
en contrario, la que según Allerini 199 podría referirse al caso de la subasta pública, por el
juego del art. 1017 inciso "a" y d art. 1018 (<le conlralos), ambos relacionados con el art.
285 (de Parte general), todos del CCyC. La aceptación del acreedor puede ser ulterior,
siempre que se otorgue con la misma formalidad y previamente a la registración.
4. Caducidad de la inscripción
Los efectos del registro de la hipoteca se conservan por el ténnino de treinta y cin-
co200, si antes no se renueva 201 •
Lo previsto en este capitulo no obsta a la validez de las convenciones sobre ejecu-
ción de la hipoteca, reconocidas por leyes especiales wi,
XI. ANTICRESIS
Se trata un derecho real, muy poco utilizado por cierlo, y cuya mecánica es la
siguiente: "A" es deudor de "B", el deudor (A) le hace tradición al acreedor (13)
de una cosa productora de frutos (un campo, por ejemplo), y este último lo hace
producir y con los frutos producidos se cobra el crédito, imputando primero a los
intereses y luego al capital. Una vez cobrado el crédito le devuelve la cosa al deu-
dor y se extingue el derecho real. Tal como se ve, es un derecho accesorio, pues
necesita de un crédito al cual garantizar, pero a la vez tiene las caracteristicas de
un derecho real de disfrute, pues el acreedor que a su vez es titular del derecho real
saca frutos, tal cual lo haría un usufructuario, pero previamente, de debe existir la
obligación que se garantiza.
M F.xpresamente lo estatuye el art. 2208. Respecto de contratos al art. 1017. Ambos del CCyC.
w, Jorge Alterini sostiene, basándose en la opinión de Lafame, que si un inmueble saliere a subasta y en
las bases figurara que el saldo de precio se garanti7.ara con hipoteca sobre el mismo, seria procedente
reemplazar la escritura pública tanto en la enajenación como a la misma hipoteca. Autor citado en
Código Civil y Comercial comentado. Tratado exegético, t. X, comentano al art. 2208 del CCyC, p.
534.
:iw El Código en su art. 2210 original, mantcnia el plazo del viejo Código Civil, en vemte años, no
obstante con la ¡¡¡¡nción de la ley 27.271 que regula el denominado "Sistema de Ahorro para el
Fomento de la Inversión en Vivienda (Caja de Ahorro) , seguramtmle dicen Mariani de Vidal y
Abella, para ponerlo en sintonla con la "manda" del art. 13 de la citada ley que expresaba en su
inciso ••j" que debía propenderse a que la extensión de lo~· ,:ré.dilus hipotecarios que se ororguen
alcance los tremtay cmco años, es que se elevó el término de duración de la inscripción. Además
agregan que juega en todos los casos de hipotecas, sea enmarcada en la ley (U Vis) o no. De modo
tal que toda hipoteca que al dia /5 de septiembre de 2016 no hubiste caducado su inscripción,
prolongará su vida hasta completar el pfa::.o de treinta y cinco años fijados por fa nueva norma.
Conforme MARlANI DE VIDAL, M. y ABELLA, A., Derecho.~ reales en el Código Civil y Comercial,
cit., t. 2, ps. 167 y 168.
Ue acuerdo al art. 2210 reformado por la ley 27271 del 15/09/2016.
wi Conforme al art. 2211 del CCyC. Una de las formas de ejecución especial es la prevista en el la ley
24.441 que regula las hipotecas con letras hipotecarias, que prevé un mecanismo de ejecución especia.
(art. 53 en adelante)
300 [NST1'11JCIONES DF, TlEJrnCHO PRIVADO
Su origen se remonta a Grecia, ya que el término proviene del griego anti que sig-
nifica contra y chresisi 203 que quiere decir uso, se explica como un contra-uso por la
utilización del dinero dado en préstamo contra el uso del inmueble para cobrarse de él
con el producido del mismo. Este derecho real pese a haberse criticado por la doctrina,
por su poca utili:¡i:ación, siempre estuvo presente en los proyectos de reformas a la le-
gislación civil 204 , y no fue ajeno en la última.
l. Concepto
Preceptúa el CCyC 211 5, que la anticresis "es el derecho real de garantía que recae
sobre cosas registrables 106 individualizadas, cuya posesión se entrega al acreedor o
a un tercero designado por las partes, a quien se autoriza a percibir los frutos para
imputarlos a una deuda",
2. Objeto
U nade las modificaciones que tuvo este derecho real, fue la ampliación de su objeto;
originariamente en el Código de Vélez, su objeto eran sólo inmuebles, en la novel regu-
lación, se ha tratado de rclannr el derecho, ampliando su campo de aplicación, pero el
mismo continúa teniendo muchas desventajas, las que a continuación se describirán, y si
bien la,;; comparaciones son odiosas, haciendo un parangón con el derecho real de hipote-
ca, se podrá apreciar su falta de practicidad para el acreedor, que debe tomar la posesión,
con todo lo que ello implica 207, lo que seguramente hará que continúe en desuso.
3. Legitimación
Según la normativa señalada 208 , pueden constituir anticresis los titulares de los
derechos reales de dominio, condominio, propiedad horizontal, superficie y usufruc-
to 209 ; y el plazo máximo de la anticresis no puede exceder de diez afias para cosas
inmuebles y de cinco aftas para cosas muebles rcgistrables. Para el caso de que el
:ro.l En ese sentido se expiden: ALTF.RlNI, en el Código Civil y Comercial comentado. Tratado ex.egétic:o, l
X, comentario al art. 2212 del CCyC, p. 543, apoyándose en la opinión de GuillcrmoBoRDA y K.!PER.,
ob. cil., p 581.
204 Anteproyecto de Ribiloni, Proyecto de 1936, Anteproyecto de 1954, y los contemporáneos de 1987,
1992, 1993 y 1998.
20
' Según su art. 2212.
2
°" O sea: son inmuebles o muebles registrables, dado que los no registrables sólo pueden ser objeto de
"prenda con desplazamiento"
207
Le serian aplicables los arts. 1932 y 1933; como también su correlativo 1939 y sus concortlantes.
Si!Uüdón isfa que en manera al,::w1a se predica del derecho real de hipoteca, dudo que la cosa
continua en poder del comf#uyenle, dado que hay tradic:ión de la cosa.
20
R Art. 2213 del mismo cuerpo legal.
im La norma 01piti,: a los conjuntos inmobiliarios, pero si se toma a los conjuntos inmobiliarios como
propiedades horizontales especiales, no habrla inconvenientes en admitirla Es la posjción de Javier
Saucedo, pero excluye a los cementerios privados. Autor citado, en obra citada al comentar el art.
2213, p. 868
DE!WC!IOS Ri::ALbS (CUNT!Nl.ACJÜN) 301
2
m Asi Jo dlspone el art. 2214.
111
Es lo que establi;x:e d art. 2215 en concordancia con el art. 2214 del mismo cuerpo legal.
112
Es dable recordar nuevamente, que el "'titular del derecho real de anticresis", corílo toda garant!a real,
reviste el doble carácter de: a) Titular del derecho real (art. 1882). en estos casos de garantía y; b)
Titular de un derecho personal o credltorio u obligación (art. 724)
213
Su posesión se corresponde con el "ejercicio de un derecho real constituido de conformidad a lo
que establece el Código" (art. 1916), y que es lo preceptuado por el art. 1892 del CCyC, según ya se
explicó oportunamente.
214
Al referir a la posesión, dijimos que a la frase obligaciones inherentes a la posesión, habría que agregarle
el término "misma", de lo que debería leerse as[: "obligaciones inherentes a la posesión misma"; pues
son deberes que debe cumplir cualquier poseedor, independientemente de su clasificación. Situación
que no ocurre cuando el poseedor es condenado a devolver, pues en ese caso es sólo para el poseedor
ilegitimo, variando sus consecuencias según sea: a) de buena fe; b) mala fe simple; e) mala fo viciosa,
respecto de: 1) Frutos; 2) Productos; 3) Mejoras, y 4) Pérdida o deterioro de la cosa
m Es lo que establece el art. 2215 del CCyC.
216
Así lo establece el art. 2216 del CCyC.
217
Es Jo que surge del 2216 del CCyC.
302 [NSTITI.TCIONES DE DERECHO PRIVADO
218
, situación que la nueva legislación no recepta, pero tampoco la prohíbe y siguiendo
las ensefianza." deAlterini, sería viable esa posibilidad en tanto no esconda un abuso del
derecho por parte del acreedor 219 _
El acreedor debe administrar conforme a lo previsto por las reglas del mandato y
responde de los daños que ocasiona al deudor y el incumplimiento de estos deberes ex-
tingue la garantía y obliga al acreedor a restituir la cosa al titular actual legitimado 220 .
Nótese que la norma no dice que extingue la deuda, sólo la garantía; en consecuencia,
el deudor seguirá obligado con el acreedor, pero éste ya no tendrá más la garantía real.
Nuevamente no preguntamos: ¿Para qué recurrir a este derecho de garantia, si con
una hipoteca se obtiene mejores resultados, y no está alcanzado por las reglas del man-
dato ni respondería por los daños que ocasionados al deudor, atento que en la hipoteca
la posesión continúa en poder del constituyente?
Excepto pacto en contrario, no puede modificar el destino ni realizar ningún cambio
del que resulta que el deudor, después de pagada la deuda, no puede explotar la cosa de
la manera que antes lo hacia 221 .
En medio de todo ello, el titular del objeto gravado debe al acreedor los gastos
necesarios para la conservación del objeto, pero el acreedor está obligado a pagar las
contribuciones y las cargas del inmueble 222 ; además, el acreedor no puede reclamar los
ga.~os útiles sino hasta la concurrencia del mayor valor del objeto. Todas estas cues-
tiones son totalmente ajenas en el derecho real de hipoteca, todo lo cual lo torna más
fttractivo para los acreedores, que rara vez recurren a la anticresis.
En lo referente a la inscripción, la normativa 223 prevé que los efectos del registro de
la anticresis se conservan por el término de veinte años para inmuebles y de diez años
para muebles registrables, si antes no se renueva.
XII.PRENDA
Con respecto a este derecho real, debemos aclarar que existen dos tipos de prenda:
a) Prenda con desplazamiento y b) Prenda sin desplazamiento, su diferencia es notoria:
en la primera hay tradición, la cosa pasa a manos del acreedor, en tal caso la publici-
dad para hacer oponible el derecho real se logra por la posesión 224 , En la segunda no
se entrega la posesión de la cosa, vale decir continua en poder del constituyente, su
218 Correspondiaal art. 3265 segunda parte del Código de Vélczy se la denominó anticresis compensatoria,
pues se entregaba el inmueble por un plazo (6 meses por ejemplo) y todo lo que produjese ese campo
ingresaba al patrimonio del acreedor, cualquiera sea el monto de la deuda ..
m AL1ERNI, Jorge, Código Civil y Comercial comentado. J'ratadu exegético, t. X, comentario al art.
2216 del CCyC, p. 562
220 Según arl. 2216 tercer y cuarto pá:rrafo.
111 Es lo que establece el art 2216 segundo párrafo,
m Es lo que dispone el art. 2217.
m Según art. 2218 del CCyC.
224 Más de fecha cierta en el instrumento portante de la misma.
DERECHOS REALES (CONTINUACIÓN) 303
Para este de tipo prenda, regulada por leyes especiales sostiene Kiper 227, el nuevo
Código pide que se le atribuya "un valor consistente en una suma de dinero" para que
se cumpla con el principio de especialidad, quedando lo demás librado a la legislación
específica, en tanto no colisione con el CCyC. La prenda con registro (decreto ley
15.348), puede ser "prenda fija" o "prenda flotante".
En el primer caso recae, según Mariani de Vida! y Abclla 228 , sobre cosas muebles
en principio, aunque también puede sobre bienes pasibles de ser gravados con prenda,
con la particularidad que permanecen, como ya se dijo, en poder del dueño quien po-
drá utilizar/as a diferencia de la prenda común.
La norma permite afectar en prenda un "fondo de comercio" 229 ya que en su art.
11 lo establece, la misma comprende las instalaciones, contralo de locación, marcas,
patenles y enseñas, dibujos y modelos industriales, distinciones honorificas y todos
los derechos que comporta la propiedad, comercial induslrial y artística; vale decir se
toma como una unidad, y en cuanto a su a,;;icnto, la doctrina está dividida pues para un
sector sería una universalidad de cosas 130, para otro sector esas mismas cosas pueden
ser reemplazadas por otros bienes, existiendo un acercamiento a la "prenda .fiotante"
m. También es posible gravar bienes que no son cosas, as! ~e resolvió en tas XXI Jor-
221 SzMUCT-I, Mario, comentado el art. 2220 en el Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado,
LoRENZETIJ, R. (dir.), t. X, ya citado, p. 173.
226 "Artículo 2220.- Prenda con registro. Asimismo, puede constituirse prenda con registro para asegurar
el pago de una suma de dinero, o d cumplimiento de cualquier clase de obligaciones a las que los
contrayentes le atribuyen, a los efectos de la garantia prendaria, un valor consistente en una suma de
dinero, sobre bienes que deben quedar en poder del deudor o del tercero que los haya prendado en
seguridad de una deuda ajena. esta prenda se rige por la legislación especial''.
221 KrPER, Claudio, ob. cit., p. 600.
za Autoras y obra citada, t. II, ps. 234 y 235.
m El que es regulado por la ley 11. 867.
230 Es la posición dicen, tvlARrANl DF. VmAL y ABELLA, del autor P!:P!i, Marcido. Autoras citadas, en obra
citada, t. TI, p. 236.
;.:ii Es la postura de G. REYNA TA!ff!ÉKJ;. Todo según la cita de MARIANI DE VmAL y ABELLA, en ob. cit., t
ll,p. 23.
304 JN~TITIJGONFS DE DERECHO PRIVADO
2. Concepto
m Coincidentes: MARJANI DE VmAL y ARELLA, en obra citada, t II, p. 236 y ACTERINJ, Jorge, en Código
Civil y Comercial comentado. Trarado exegético, t. X, comentario al art. 2220 del CCyC, p. 597.
m .MARJANI DE VIDAL y ABELLA, oh cit., ps. 236 y 237
m AROÜELLO, Luis R., ob. cit.. ps. 238/239.
m Todo ello surge del citado art. 2219.
236 Seglln art. 2221 del CCyC.
DERECHOS RcALCS (ComiNUACJÓN) 305
---- - -------------'-----'----------
peso, medida, descripción de los documentos y títulos, y demás datos que sirven para
individualizarlos.
Pueden darse también Jo que se denomina prendas sucesivas, así se dispone que
puede constituirse una nueva prenda sobre el bien empeñado, a favor de otro acree-
dor, si el acreedor en cuyo poder se encuentra consiente en poseerlo para ambos o
si es entregada en custodia a un tercero en interés común. Esa prioridad entre los
acreedores queda establecida por la fecha de su constitución, no obstante, las partes
pueden, mediante declaración de su voluntad formulada con precisión y claridad,
sustraerse a los efectos de esta regla y establecer otro orden de prelación para sus
derechos, a fin de compartir la prioridad o aulorizar que ésta sea compartida rn_
3. Objeto
5. Extinción
Como todos los derechos reales de garantía, se pueden extinguir de dos maneras: a)
Por vía indirecta al extinguirse la obligación garantizada 253 • b) Por via indirecta, sin
244
Debidamente anunciada con diez dlas de anticipación en el diario de publicaciones legales de la
jurisdicción que corresponde al lugar en que, según el contrato, la cosa deba encontrarse. Art. 2229
del CCyC.
245
Según lo establc7ca el experto que las partes designen o hien por el que resulte del procedimiento de
elección establecido; en su defecto, el experto debe ser designado por el juez a simple petición del
acreedor. Art. 2229 de! CCyC.
246
El que puede consistir en la designación de una persona para efectuarla o la venta por el acreedor
o por un tercero a precios que surgen de un determinado ámbito de negociación o según informes
de los valores corrientes de mercados al tiempo de la enajenación que indican una o más cámaras
empresariales espcciali7adas o publicaciones designadas en el contrato. Art. 2229 del CCyC.
:m Art. 2230 del CCyC.
m De acuerdo con el art, 2231 del CCyC.
m Es lo que surge del art. 2232 del CCyC.
2 1
i Conforme al art. 2234 del CCyC.
211
Si la prestación percibida por el acreedor prendario consiste en dinero, debe aplicar Jo recibido hasta
cubrir lntegramente su derecho contra el deudor y en los lfmites de la prenda. si la prestación percibida
no es dineraria el acree.dor debe proceder a la venta de la cosa, aplicándose el articulo 2229 del CCyC.
252
Según art. 2237 del CCyC
m Kiper sellala que excepcionalmente eso no ocurre en los casos de novación y de pago por un tercero.
Autor y ob. cit., p. 598
........ DERECHOS REALES (CONTINUACIÓN) 307
PRELIMINAR
En épocas remotas del ser humano, el grupo familiar no se construía sobre rela-
ciones individúales, sino grupales o sea se relacionaban entre hombre y mujeres que
conformaban una tribu o clanes primitivos. Esto fue por necesidad de orden socioeco-
nómico de los pueblos cazadores y agricultores, que surgió antes de la formación de
cualquiera idea de Estado o de derecho,
La familia ha sufrido una incesante evolución para llegar hasta nuestros días, como
una verdadera institución fuertemente influida por la cultura (la religión, la moral, el
derecho, la costumbre).
A la motivación original de la familia, hay que encontrarla en las simples exi-
gencias biológicas de reproducción y del cuidado de la prole (hijos), mediante
uniones transitorias e inestables entre progenitores, y fue así adquiriendo en su
desarrollo a través de milenios, y la influencia de los distintos elementos culturales,
una completa estabilidad, como institución social, que le da existencia y razón de
ser, en la organización de la sociedad, más allá de las simples motivaciones bioló-
gicas y económicas.
La familia es social y culturalmente dinámica, por lo que regulada por el derecho
romano, donde el pater fami/iae tenía amplias facultades sobre sus integrantes -hasta
incluso entregarlos como esclavos en forma de pago de deudas-, no se parece en nada
a la regulada en la originaria ley 2393 del siglo XIX con un matrimonio heterqsexual
y una mujer madre dedicada exclusivamente para educación de los hijos y el cuidado
del hogar; tampoco se asemeja a la realidad que se dio, luego del ingreso de la mujer a
la fuerza laboral y la posibilidad de dejar de llevar la cruz del matrimonio con la posi-
bilidad de contraer nuevas nupcias que proponía en 1985 la ley 23.515 de matrimonio
civil y que diera paso a las familias ensambladas; ni se asemeja a la realidad fáctica más
cercana, que propuso el matrimonio igualitario regulado en la ley 26.618, lo que sin
duda significó un real cambio de paradigma social y cultural en la forma de abordar el
concepto de familia que hoy tenemos en el CCyC.
310 INSTITIJCIONES DE DERECHO PRJVADO
l. FAM ILIA
l. Concepto
ZANNONJ, Eduardo y BossERT, Gustavo, Manual de derecho de fam,lia. 6' ed., Astrea, Bs. As., ,-
2015, p. 5.
Drnz-P1cAZo, Luis y GuLLÓN, Antonio, Sísrema de derecho civil. Derecho de fam,lia. Derecho de
sucesiones, 7' ed., Tecnos, Madrid, 1998, vol. IV, p.36.
DERECHO DE FAMILIA. MATRIMONIO Y UNIÓN CONVIVENCIAL 311
m. MATRIMONIO
La regulación de esta institución se ubica en el Capítulo T ítulo I entre los arts. 40 1
y 445 del CCyC.
El profesor Eduardo Serrano Alonso, define el matrimonio como "el acuerdo de vo-
luntades de dos personas, manifestado externamente con las formalidades legalmente
establecidas, que persigue una vida en comzín duradera y estable y que determina el
nacimiento de una familia legítima " 3•
l. Caracteres
Para que pueda existir un matrimonio es preciso que concurra una serie de caracte-
res que sirvan para diferenciar al matrimonio, de otras uniones de personas. Tiene los
siguientes caracteres:
SERRANO ALONSO, Eduardo, Manual de derecho civil, Curso IV Plan Bolonia. Derecho Civil, Edisoter,
Madrid, 2015, p. 144.
312 INSTITUCIONES DE DERECIIO PRJVAOO
1. Es un acto jur ídico bilateral, que supone declaraciones de voluntad que proven-
gan de ambos contrayentes, sean del mismo o diferente sexo.
2. Es un acto jurídico formal, solemne absoluto, debe celebrarse con las formalida-
des prescriptas por la ley, bajo sanción de nulidad.
3. Presupone una intención en los contrayentes del matrimonio de establecer entre
ellos una unión estable y duradera, con intención de establecer una unión perso-
nal de duración indefi nida.
ZANNONI, Eduardo A., Derecho c1v1/. Derecho defam,/ia, 5' ed., Astrea, Bs.As., 2006, t. 1, p. 259.
DERECHO DE FAMTLIA, MATRlMONlO Y UNIÓN CONYIVENCJAL 313
5. Haber sido condenado como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso
de uno de los cónyuges;
Este impedimento es también llamado de crimen, por lo que alcanza al condenado
como autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno de los cónyuges, está
impedido de contraer matrimonio con el supérstite. Es necesario que se den delermi-
nadas condiciones para que se configure el impedimento, en primer lugar, la existencia
de un homicidio consumado contra uno de los cónyuges, seguido por lo conducta del
autor, la cual debe ser calificada de dolosa (intención de producir un daf'lo mediante
acción u omisión), en tercer lugar, la necesidad de la condena. La tentativa de muerte o
el homicidio culposo, preterintencional, por legítima defensa o en el supuesto en que el
autor es inimputablc, no configura impedimento.
314 ÍNSTlTUCIONES DE DERECHO PRfvADO
Diligencias previas
El art. 416 del CCyC, refiere a las diligencias previas, que se realizan en ámbito ad-
ministrativo y tiene por finalidad que el oficial público encargado del Registro del Estado
Civil y Capacidad de las Personas que va intervenir en la celebración del matrimonio,
pueda verificar la identidad, habilidad., ausencia de impedimentos y demás datos de quie-
nes deseen contraer matrimonio, que deben ser presentados por los futuros contrayentes
para que el Estado, a través del oficial público del Registro Civil, pueda realizar un ade-
cuado control de legalidad para iniciar el trámite de la celebración de las nupcias.
cargo. Así lo dispone el art. 408 CCyC: "Cualquier plazo, condición, o cargo se tendrá
por no expresado. sin que ello afecte la validez del matrimonio" .
Todo ello, en virtud de la consagración del principio de libertad, explicitado a l men-
cionar los principios esenciales que sustentan el derecho de familia.
El arl. 4 18 CCyC destaca el procedimiento para la celebració n del acto matrimo-
nia l, que debe formalizarse con la presencia de los contrayentes. quienes manifiestan
su consentimiento, puro y simple, ante e l oficial público del Registro del Estado Civil
y Capacidad de las Personas, siendo competente el funcionario correspondiente a l
domici lio ele cualqu iera de los futuros cónyuges, exige la presencia de dos testigos,
si el acto se celebra en la oficina del Registro Civi l, si la ceremonia se realizara fuera
de ella, la exigencia se eleva a cuatro testigos. Cabe aclarar que son testigos de acto,
no de conocimiento.
E l matrimonio es un acto jurídico esencialmente forma l y de solemnidad absoluta,
deben observarse todas las formalidades preestablecidas por ley. al momento de su
realización, bajo pena de nulidad y además como reza la normativa debe celebrarse de
manera pública. El matrimon io no es un acto secreto.
El oficial público pronuncia, en nombre de la ley, que los cónyuges han quedado
unidos en matrimonio.
La disposición, en su último párrafo, legisla expresamente sobre aquellas personas
que padecen a lguna limitación para comunicarse en forma oral, impone que para ca-
sarse, deben expresar su voluntad por escrito o por cualquier otra manera inequívoca.
1. Caracteres
2. Efectos
El reconocimiento de los efectos jmldicos previstos por este título a las uniones
convivcnciales requiere que:
l) Los dos integrantes sean mayores de edad, referencia la mayorfa de edad de los
integrantes, es decir, deben alcanzar la edad de 18 arios, según la legislación
vigenle.
2) No estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados, ni
colaterales hasta el segundo grado. La prohibición alcanza, en línea ascendente
y descendente, a todos los grados y, en línea colateral, hasta segundo el grado.
3) No estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta. Impone
como limitante la relación de parentesco por afinidad en línea recta en todos los
grados
4) No tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de ma-
nera simultánea. Establece como requisito constitutivo la inexistencia de impe-
dimento de ligamen
5) Manlengan la convivencia durante un periodo no inferior a dos años. La deter-
minación de un plazo de convivencia pública, notoria y estable busca resguardar
la seguridad jurídica y evitar la arbitrariedad que puede derivarse de la indeter-
minación.
Efectos personales
Los derechos-deberes entre convivientes es una de las incorporaciones al estatus
jurídico de los convivientes del que carecían con anterioridad a la sanción del Código
Civil y Comercial de la Nación.
Los convivientes tienen el derecho-deber de prestarse recíprocamente asistencia,
material y moral, en la faz moral respeto y cuidado mutuo entre ellos; en la faz material,
la prestación de alimentos durante la vida en común (art. 519 CCyC).
Obligación de contribuir a los gastos del hogar. l ,os convivientes deben contribuir
a los gastos domésticos para su propio sostenimiento (art. 520 CCyC).
Tienen la responsabilidad por las deudas frente a terceros Se trata de deudas con-
traídas por uno del conviviente con terceros, aquellas deudas que tengan su causa en
la necesidad de solventar las necesidades y protección del hogar, o el sostenimiento y
gastos de educación de los hijos comunes. (art. 521 CCyC),
318 iNSTITUCIONBS DE DERECHO PRIVADO
-------
Efectos patrimoniales
I ,as relaciones patrimoniales entre los convivientes se rigen por lo acordado en los
pactos de convivencia.
Cuando nada hayan pactado los convivientes, podrá cada integrante de la unión,
administrar y disponer libremente de los bienes de su titularidad, con las restricciones
propias en materia de protección de la vivienda familiar y los muebles indispensables
que allí se encóntraren, Ello es así, porque no existe un régimen patrimonial de deberes
jurídicos entre convivientes, semejante a lo reglado para el matrimonio.
3. Pactos de convivencia
Las relaciones patrimoniales entre los convivientes durante y/o después del cese
de la vida en común puede ser regida por regla,;; que ellos mismos se autoimpongan de
común acuerdo. Estas reglas, denominadas pactos, deben ser formalizada, por escrito,
de conformidad a lo establecido por el art. 513 CCyC, que estatuye la autonomía de la
voluntad como principio rector de la institución unión convivencial. Ante la ausencia
de pacto, se aplican en forma supletoria., la,;; disposiciones del Título Ill.
Los pactos de convivencia pueden regular, entre otras cuestiones:
a. la contribución a las cargas del hogar durante la vida en común;
b. la atribución del hogar común, en caso de ruptura;
c. la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura de
la convi\'encia
Conforme 1o dispone el art. 515 CCyC, los pactos de convivencia no pueden ser
contrarios al orden público, afectar el principio de igualdad de los convivientes y que
no impliquen afectar derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la
unión convivencia!. Según se observa, la norma impone algún límite a la autonomía de
la voluntad de las partes.
Siguiendo esta linea, dispone que lo instrumentado por las partes no pueda ser
prohibido por la ley, contrario a la moral o las buenas costumbres (art. 279 CCyC).
La normativa no prevé sanción en caso de desconocimiento de estas prohibiciones.
Deducimos que las cláusulas que contraríen estos principios deberán ser temidas por
no escritas.
Las limitaciones previstas por el legislador a esta facultad concedida a los convi-
vientes, responde al resguardo de los derechos humanos, la solidaridad y responsabili-
dad familiar.
Los pactos pueden ser modificados y rescindidos por acuerdo de ambos. Si cesa la
convivencia, cesan de pleno derecho los pactos suscriptos.
Son oponibles a terceros, siempre que estuvieren inscriptos en los registros creados
al efecto (conf. art. 517 CCyC).
Estos se encuentran regulados en el Título, del Libro Segundo del Código Civil
y Comercial de la Nación, denominado °'Relaciones de familia'\ divididos en ocho
ÜERECHO DE FAMILIA. M ATRIMONIO Y UNIÓN. CONVIVENCIAL 3 19
,.......
capítu los, en el Capítulo 7 se estructuran las normas relativas a derechos y deberes
de los cónyuges.
,....... El texto del Código Civil y Comercial ha modificado sustancialmente los efectos
persona les, que surgen de la unión conyugal y, en particular, los deberes entre los es-
posos que nacen de esa unión, que se caracterizan por ser recíprocos, incompensables
y permanentes.
El ún ico deber jurídico entre los esposos durante la unión es la asistencia, que
consiste en la ayuda espiritual, e l apoyo afectivo, e l respeto en e l trato cotidiano entre
los esposos, los cuidados ante la enfermedad y el acompañamiento en los emprendi-
mientos laborales.
Podemos agregar al respecto, que los deberes matrimoniales con contenido jurídico
quedan reducidos al deber de asistencia o cooperación, que se materializa en la pres-
tación alimentaria, suprim iendo e l deber de fidelidad y de cohabitación (convivencia).
En los Fundamentos del Proyecto, se reconoce ·'el alto valor axiológico de los
deberes de fidelidad y cohabitación", pero "al receptarse un régimen encausado de
divorcio, su incumplimiento, no genera consecuencias j uríd icas".
1. Asistencia
2. Alimentos
......_
Como lo expresáramos anteriormente, los alimentos constituyen la faz material del
deber asistencial entre cónyuges, este deber nace como consecuenc ia de la celebración
de un matrimonio válido y tiene un régimen jurídico autónomo que se concreta en el
art. 432 CCyC; aquí surge que la regla impuesta por la norma es que los alimentos son
debidos, durante la vida en común y la separación de hecho, continúa la disposición di-
......_ ciendo que en forma excepcional con·posterioridad al divorcio, habrá derecho alimen-
tario a favor del cónyuge divorciado, en los supuestos, previstos en el art. 434 CCyC, p
cuando haya sido convenido por los propios esposos. La disposición rem ite, además, a
la aplicación supletoria de las normas relativas a los alimentos entre parientes.
J20 ]NST!TLJCIONES DE DERECHO PRIVADO
-------
Cesación de los alimentos: La obligación alimentaria cesa ipso iure por muerte del
alimentante o por muerte del alimentado.
Los alimentos cesan por sentencia judicial (art. 433 CCyC) en los siguientes casos:
a) Por desaparecer las causas legales que dieron motivo a la fijación de alimen-
tos, mejoramiento de fortuna del alimentado, empobrecimiento del alimentante,
existencia de parientes obligados en orden preferente.
b) El có11yuge alimentado, inicia una unión convivencial.
e) Por haber incurrido el cónyuge, en alguna de las causales de indignidad.
DERECHO DE FAMILIA. MATRIMONIO Y U NIÓN CONVIVENCIAL 32 1
r-
3. Régimen patrimonial del matrim_on io
Diversos regímenes
Analizaremos los efectos patrimoniales del matrimonio que reconocen como base
de fundamentación, el principio de la autonomía de la vo luntad limitada y la solidari-
dad fam il iar.
En cualquier caso, sea cual fuere el régimen elegido por los cónyuges, se establecen
normas comunes que regulan los regímenes vigentes.
Estas disposiciones son de carácter: l. Imperativas; 2. Inderogables; 3. Permanen-
tes; 4. De orden público.
Convenciones matrimoniales
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación introduce la posibi lidad de que
los futuros esposos opten, mediante la celebración de convenciones matrimoniales por
un régimen de separación de bienes, basado en e l principio de libertad y autonomía
personal, tal como lo prescribe el art. 446, inc. d) CCyC.
322 h:STITUClONl:lS DE ÜERF.CHO PR:JvAOO
Convenciones matrimonia/e
Forma: La opción de régimen efectuada mediante convención matrimonial debe
ser hecha respelando las formalidades dispuestas por el art 448 CCyC o sea: 1) De-
ben ser realizadas por escritura pública; 2) Antes de la celebración de las nupcias; 3)
Pueden modificarse antes o después del matrimonio, en acto otorgado por escritura
pública; 4) Producen efecto entre las partes a partir de la celebración de un matrimo-
nio valido; 5) Producen efectos respecto a terceros, una vez realizada la inscripción
marginal en el acta de matrimonio.
Régimen de comunidad
Comunidad de gananciales es un régimen de carácter supletorio, que se aplica a falta
de ejercitar la elección por un régimen de separación de bienes. Este régimen consiste en
Ley 26.994/14, Código Civil y Comercial de la Nación, Libro Segundo. Relaciones de Familia Titulo 11.
Régimen Patrimonial del .Afalrimonio, C(/pfwlo l. Disposiciones General. Comentario MEDINA, Gracicla
DERECHO DE FAMIUA. MATRTh101"10 Y UNIÓN CONVIVE"N'ClAL 323
Bienes propios
Son bienes propios los que pertenecen en propiedad individual a cada uno de los
cónyuges. Comprenden lo que cada uno de los cónyuges lleva al matrimonio, y los
bienes que se adquieren con posterioridad, pero en virtud de una causa jurídica o de un
título anterior al matrimonio. También son hienes propios los que el cónyuge recibiera
durante el matrimonio, por herencia, legado o donación 6•
La enumeración contenida en el art. 464 CCyC señala los casos de bienes propios,
de propiedad exclusiva de cada uno de los cónyuges.
Bienes gananciales
Conforme lo reglado por el art. 465 CCyC, los supuestos en que los bienes obtie-
nen la categoría de gananciales, conformando el sopone del régimen de comunidad, es
sobre estos bienes que los esposos tienen un derecho en expectativa.
MOJTONT, L., Derecho cfi'il. Notas de cátedra, Facultad de Ciencias Económicas, Uníversidad
Nacional de Córdoba.
324 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Extinción de la comrmidad
De la interpretac ión de la norma del art. 4 75 del CCyC, podemos mencionar que
se extingue el régimen de comunidad de las ganancias por las causales taxativamente
enunciadas en la referenciada disposición.
Es decir que los esposos, aun de común acuerdo, no pueden establecer otras cau-
sales de extinción para el cese de la comunidad de gananciales a las expresamente
previstas en la norma en análisis.
Conforme el art. 475 CCyC, las causales de extinción de comunidad son las si-
guientes: a) la muerte comprobada o presunta de uno de los cónyuges (art. 476 CCyC);
b) la anulación del matrimonio putativo (art. 429, párr. 3°, CCyC); c) el divorcio (art.
435, inc. c, CCyC); d) la separación judicial de bienes (art. 477 CCyC); e) la modifica-
ción del régimen matrimonial convenido (art. 449 CCyC).
Lo preceptuado en la reglamentación es de orden público: es decir, no pueden ser
dejadas sin efecto por los consortes.
"Desde la celebración del matrimonio, los cónyuges quedan necesariamente su-
jetos a una normativa de orden patrimonial imperativa, cualquiera fuese el régimen
económico (legal o convencional) o su naturaleza (comunitario o separatista). La ex-
tinción del régimen de comunidad implica el cese de la ganancialidad. Las adquisi-
ciones posteriores, en principio, resultan personales y exclusivas de cada cónyuge" 1•
PERACCA, Ana, "Comentario a los arts. 446 a 508", en HERRERA, Marisa, CARMELO, Gustavo y
P1ccAso, Sebastián (directores), Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. lnfojus: Sistema
Argentino de Información Jurfdica, Bs. As., 2015, l. 11 p. 138.
,....._ DERECHO DE FAMILIA. MATRIMONIO Y UNIÓN CONVIVENCIAL 325
2. Divorcio
Concepto
El CCyC regula una sola clase de divorcio, el encausado, eliminando las causales
objetivas y subjetivas para desvincularse de la relación matrimonial que había incluido
la anterior ley de matrimonio civil (ley 23.515).
Por lo que podemos definir al divorcio, como la ruptura del proyecto de vida en
común auto referenciada, sin plazos, encausado y decretado judicialmente por petición
de ambos o de uno solo de los cónyuges (art. 437 CCyC).
"En virtud del avance de la autonomía de la voluntad en las relaciones de familia,
y tomando en cuenta el desarrollo de la doctrina y jurisprudencia respecto del princi-
pio del art. 19 CN, se consagra un sistema de divorcio que respeta la libertad e intimi-
dad de los esposos, donde la injerencia estatal tiene límites precisos.
Las modificaciones tienen por fin lograr un mejor y mayor equilibrio en esta ten-
sión entre autonomía de la voluntad y orden público, específicamente al momento de
la ruptura del matrimonio, para que pueda realizarse de modo pacífico y menos trau-
mático " 8•
Para peticionar el divorcio será suficiente con la manifestación de voluntad con-
cretada mediante una exteriorización de la intención de 11110 de los esposos de no con-
linuar vinculado a su cónyuge, sin demostración de causa alguna, ni plazos de espera,
ni separación anterior.
DuPRAT, Carolina, ..Comentario a los arts. 435 a 445", en HERRERA, Marisa; CARMELO, Gustavo y
PlCCASO, Sebastián (directores). Código Civil y Comen:ial de la Nación Comenlado, ob. cit., t. 11, p. 65.
326 INSTITUCíry.JES DE Ül!RECHO PRIVADO
tes. Ambas propuestas van a ser evaluadas por el juez, quien convocará a los cónyuges
a una audiencia.
La transacción jurídica incluirá, además del divorcio, los asuntos vinculados al
cuidado personal de los hijos, el régimen de comunicación con el progenitor no convi-
viente, la atribución del hogar conyugal, los alimentos, la compensación económica y
la distribución de los bienes gananciales.
El desacuerdo sobre el convenio regulador, en ningún caso suspende el dictado de
la sentencia de divorcio.
Efectos
Los efectos patrimoniales que producirá la disolución de matrimonio por causa
del divorcio vincular, se estipulan entre las partes en el denominado «convenio
Regulador".
El convenio regulador debe avistar sobre los efectos que producirá el divorcio. En
el art. 439 CCyC se mencionan el contenido y los asuntos a contemplar.
Se hace una enumeración ejemplificativa de los temas que pueden incluirse en el
convenio, de los cuales surge "' ... La atribución de la vivienda, la distribución de los
bienes, y las eventuales compensaciones económicas entre los cónyuges; el ejercicio
de la responsabilidad parental, en especial, la prestación alimentaria... ". En su último
párrafo establece que, además de las enumeradas, no impiden que se contemplen otras
cuestiones que sean de interés para los cónyuges.
Compensación económica
Concepto
Es una nueva institución que se incorpora en las normas del Código Civil y Comer•
cial, está regulada en el Capítulo 8 "Disolución del matrimonio" de la Sección 3ª con la
leyenda: "Efectos del divorcio" en los arts. 441 y 442.
Consiste en la prestación que debe abonar un cónyuge al otro para compensar el
desequilibrio económico en el que pudo haber quedado uno de los cónyuges, que tiene
por causa adecuada el matrimonio y su ruptura a través del divorcio.
La finalidad de esta disposición es evitar que el divorcio produzca un empeora•
miento de la situación económica de alguno de los cónyuges y, consecuentemente, el
enriquecimiento del otro.
Esta solución se funda en el principio de solidaridad familiar, al existir hoy un ré-
gimen encausado de divorcio, alejado del concepto de culpa o inocencia de alguno de
ambos cónyuges.
Presupuestos de procedencia: I. Desequilibrio manifiesto; 2. Empeoramiento de la
situación económica del cónyuge que pide la compensación; 3. Que tenga por causa
ij.dccuada el vínculo matrimonial y su ruptura.
La compensación puede consistir en una prestación dineraria única, el pago de una
renta por un tiempo determinado o, de manera excepcional, por plazo indeterminado.
Establece la,;; distintas formas o modalidades de pago: puede entregarse una suma de
dinero, con el usufructo de algún bien, o de cualquier otro modo que acuerden las partes
o decida el juez.
D1:1urcuo DE FAMILIA. MATlUMúNIO y UNIÓN CONVIVl!NC!AL 327
Este tema se encuentra contemplado en los arts. 424 a 430 del Código Civil y Co-
mercial, cuyo contenido analizaremos a continuación:
Concepto
La nulidad matrimonial es la invalidación de un matrin1onio porque en su celebra-
ción ha existido o se han producido vicios o defectos esenciales, que impiden que éste
pueda surtir efectos. La nulidad matrimonial supone que el matrimonio no ha existido
y no puede surtir efectos 1• Se diferencia del divorcio, por cuanto en este último se di-
suelve un matrimonio válido por voluntad de uno o ambos cónyuges.
Nulidad absoluta
Según el art. 424 del CCyC, es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con
alguno de los impedimentos establecidos en el art. 403 incs. a, b, c, d y e.
Esta enumeración, que es taxativa, se limita a los impedimentos expresamente es-
tablecidos por la ley.
Como podemos apreciar, los impedimentos a la celebración del matrimonio se ori-
ginan en la existencia de vínculos de parentesco, en linea recta en todos los grados y el
parentesco colateral (hennanos) unilaterales y bilaterales; parentesco por afinidad en
línea recta en todos los grados; por un vínculo matrimonial anterior no disuelto y para
el impedimento de crimen, requiere que haya sido condenado como autor, cómplice o
instigador de homicidio doloso del cónyuge con quien pretende casarse.
En los supuestos, en que igualmente se celebre un matrimonio con los impedimen-
tos antes descriptos se fija como sanción la nulidad absoluta del matrimonio, por existir
un vicio o defecto que afecta el orden público familiar interno e internacional.
El matrimonio podrá ser declarado nulo de nulidad absoluta; es decir, que por la
existencia de un vicio al momento de su celebración, no producirá los efectos civiles
propios del acto matrimonial.
En cuanto a las personas legitimada-: para ejercer la acción de nulidad, sólo pueden
ejercer la acción aquellos a quienes se la acuerda el art. 424, 2° párr. del Código Civil
y Comercial, cualquiera de los cónyuges o por las personas que podían oponerse a la
celebración del matrimonio, no puede hacerlo otra persona, por interés que tenga en la
declaración, ni la acción es transmisible por sucesión, ni por cesión.
328 lNSlITUCIONES DF. DERECHO PRIVADO
La nulidad debe ser a pedido de parte interesad~ le está vedado al juez decretarla
de oficio,
Nulidad relativa
El Código Civil y Comercial estatuye en el inc. a) del art. 425 CCyC, que el matri-
monio celebrado con el impedimento establecido en el inc. f) del art. 403, de falta de
edad legal, es de nulidad relativa.
Refiere a la edad para contraer nupcias, conforme lo establece el art. 403 del CCyC
es impedimento dirimente para contraer matrimonio" ... tener menos de dieciocho at1os".
El pedido de declaración de nulidad puede ser demandada por el propio adolescen-
te que padece el impedimento, o por sus representantes legales que podrían haberse
opuesto a su celebración.
Se introduce el deber del juez de oír al adolescente, teniendo en cuenta su edad y el
grado de madurez alcanzado, hacer lugar o no al pedido declaración de nulidad.
En el supuesto de rechaiar el reclamo de nulidad, el matrimonio producirá sus efec-
tos propios como si se hubiese celebrado con dispensa judicial.
La acción de nulidad deberá fonnularse antes de que el cónyuge o los cónyuges
alcancen la edad legal; en caso contrario, caduca la acción nulidad, ya que carecería de
fundamento por haber desaparecido el vicio que invalida el matrimonio.
Para la hipótesis contemplada en el inc. b) del art. 425 del CCyC, matrimonio cele-
brado con el impedimento establecido en el inc. g) del mi, 403 CCyC, son impedimen-
t'os dirimentes para contraer matrimonio: ... "la falta permanente o transitoria de salud
mental que le impide tener discernimiento para el acto matrimonial".
Consiste en la causal de nulidad relativa, por motivo de falta de salud mental transi-
toria o pcnnanente, que impide tener discernimiento para el acto matrimonial, para este
caso, debe contraerse matrimonio previa dispensa judicial (art. 405 CCyC). En este su-
puesto, la demanda de nulidad puede ser presentada por cualquiera de los cónyuges si des-
conocían el impedimento, o por los parientes de la persona que padece el impedimento,
Si conocido el impedimento por el otro cónyuge, continúa la cohabitación, o el
cónyuge que padece el impedimento, luego de recuperar la salud continúa la cohabita-
ción, transcurrido el plazo de un afio, caduca la posibilidad de interponer la demanda
de nulidad relativa.
Cuando la demanda es iniciada por los parientes del cónyuge enfermo, el plazo se
reduce a tres meses contados desde la celebración del malrimonio. El inc. b) del mi.
425 CCyC última parte prescribe ciertas y determinadas pautas, disponiendo que el
juez deba oir a los cónyuges, evaluar la situación del afectado, verificar si comprende
el acto celebrado y tener en consideración su deseo.
ilELLUSCJO, Augusto César, Man11al de derecho de .fc1m1lia, 7"ed, actualizada y ampliada, l" reim.,
Astrea., Bs.As., 2004, t. I, p. 363.
330 INSTITUCIONES DE ÜRRECHO PRIVADO
día de la sentencia que declare la nulidad. Así lo establece el párrafo primero del art.
429 del CCyC. Esta norma le otorga al cónyuge de buena fe el derecho a demandar
compensaciones económicas, en la extensión mencionada en los arts. 441 y 442, si se
1an las circunstancias contempladas para su procedencia en caso de divorcio.
.....,_
CAPÍTULO XI
,...... D ERECHO DE FAMILIA. FILIACIÓN. P ARENTESCO.
RESPONSAB ILI DAD PARENTAL
l. FILIACIÓN
1. Concepto
"Es un vinculo jurídico existente entre los hijos y su padre-madre, madres, opa-
dres, derivados del lazo biológico, las técnicas de reproducción humana asistidas o la
......,
adopción" 1•
2. Antecedentes
Desde la sanción del Código Civil de Yélez Sarsfield, nuestro derecho ha alcanzado
una evolución del estatuto filiatorio en Argentina.
Originariamente, el Código Civil establecía dos categorías filiatorias:
Por una parte, la filiación legítima, la que comprendía a los hijos nacidos de proge-
nitores que se encontraban unidos en matrimonio al momento de su concepción.
Y por la otra, la filiación ilegítima, que era la relación que vincula al hijo con sus
progenitores que al momento de la concepción no se encontraban casados.
Dentro de esta última filiación, distinguía las siguientes categorías:
a) Sacrílegos: eran los hijos, cuyo uno de los progenitores era clérigo de órdenes
mayores, o de persona (padre o madre) ligada por voto solemne de castidad en
orden re ligiosa aprobada por la Iglesia Católica. Esta categoría desaparece con
la sanción de la ley de matrimonio civil (ley 2393);
b) Naturales: los hijos nacidos de quienes, al tiempo de la concepción, no estaban
unidos en matrimonio, sin existir impedimento para hacerlo;
c) Incestuosos: los nacidos de progenitores que poseían entre ellos un vínculo de
parentesco que era impedimento marital en esa época, tales como los concebidos
entre hermanos, descendientes o ascendientes;
d) Adulterinos: aquellos hijos cuyos progenitores no podían casarse al tiempo de la .
concepción del hijo, por tener un vínculo matrimonial subsistente.
--,
BONZANO, María de los Angeles - LLOvERAS, Nora, Manual de derecho de las jé1milias, 2' ed.
actualizada y ampliada con jurisprudencia, Mediterránea, Cba., l. 11, 20 18, p. 210.
332 }NSTfl'UClONES DE DERF.,CHO PRiVAlJO
En 1954 se sanciona la ley 14.367, la que eliminaría todas las clasificaciones entre
los hijos ilegítimos y les confirió algunos derechos que sólo los tenían los hijos natura-
les, y muta la peyorativa designación de los hijos, denominándoselcs matrimoniales y
cxtramatrimoniales.
Luego, en 1985, la ley 23.264 reforma el Código Civil, y se dispone que la filiación
matrimonial y cxtramatrimonial produzca iguales efectos, y ambas posean idénticos
derechos, criterio que es continuado por el CCyC.
BuERES, Alberto J., Código Ciwl y Comercial de la Nación, aoolizado, concordado y comparado,
Hammurabi, Bs.As., 2014, t.!, p. 396.
DERECHO DE FAMlLIA. flLIACJÓN. PARENTESCO RESPONSABILIDAD PARENTAL 333
4. Fuentes de la filiación
5.Adopción
Concepto
"La filiación adoptiva es aquella donde el vinculo jurídico no corresponde a la rea-
lidad biológica sino a un vinculo creado por el derecho, que surge de una resolución
judicial, declarada siempre en interés de niños, niñas y adolescentes con la finalidad
de hacer efectivo su derecho de desarrollarse en el seno de una jámilia" 3
GoN:tÁLu m,: V1ca, Mariela, ··comentario a los arts.594 a 637", en HERRERA, Marisa, CARMELO,
Gustavo y P1ccAso, Sebastián (directores), Código Ovtl y Comercial de la Nación Comentado,
334 INsrm:croNF..S DE DERl:CHU PRIVADO
Disposiciones generales
Personas que pueden ser adoptadas
El art. 597 del CCyC establece que pueden ser adoptadas "personas menores de
edad (art. 25 CCyC) no emancipadas". Tanto la minoría de edad como la no emanci~
pación, deben estar presentes al momento en que se dicta la sentencia que decreta la
guarda con fines de adopción; la nonna refiere a la situación de adaptabilidad.
El niño se encontrará en situación de adaptabilidad cuando se den las circunstan~
cias que previene el art. 607 del CCyC, "la declaración judicial de la situación de adop~
tabilidad", o sea, un niño, niña o adolescente puede encontrarse ante tres escenarios
distintos: a) No tiene filiación establecida o sus padres hubieren fallecido; b) La entrega
voluntaria e informada de los progenitores; y c) Fracaso de las medidas de protección
y fortalecimiento familiar.
Asimismo, el Código Civil y Comercial dispone que la sentencia de privación de
responsabilidad parental equivale a la declaración judicial de situación de adaptabili-
dad (art. 610 CCyC).
Explica la doctrina que " .. Sin embargo, la realidad demuestra que existen víncu-
los preexistentes que necesitan de reconocimiento a partir de un emplazamiento adop-
tivo, aunque no se configure el recaudo de atender a las necesidades" 5• Se trata de las
excepciones previstas por el art. 597 2ª parte, del CCyC refiere a la adopción de perso-
nas mayores de edad, estatuyendo dos supuestos bien diferenciados, tales son: El hijo
mayor de edad del cónyuge o conviviente de la persona que pretende adoptar (adopción
de integración) y la posesión de estado de hijo durante la menor edad.
Este supuesto tiene como exigencia que deberá comprobarse que durante la meno-
ridad de edad, en otras palabras, hasta antes de cumplir los 18 anos. se le proporcionó
al pretenso adoptado un trato filial y se le brindaron los cuidados necesarios para Sf
desarrollo. Además, como sucede con todo adoptado mayor de diez años, deberá ser
requerido su consentimiento.
Corte JDH, "Atala Rifo y nif'ías vs. Chile", 24/2/2012, párr. 118, disponible en http://www.corteidh.
or.cr/docs/casos/articulos/scriec_ 239_ esp. pdf
DERECHO DE FAMILIA. FILIACIÓN. PARENTESCO. RESPONSABILIDAD PARENTAL 337
.......
Sostiene la jurisprudencia que "La necesidad de una diferencia de dieciséis aí'los de
edad entre adoptante y adoptado, reviste singular importancia cuando la relación entre
ellos comenzaría a efectivizarse a partir de la adopción o del comienzo de la guarda,
pero sin dudas, ofrece otro ángulo de visión cuando esa relación viene precedida por un
trato famil iar de muchos aí'los, como consecuencia del casamiento entre la adoptante y
el padre del adoptado y que fructificará en un trato de respeto y cariño que se pretende
consolidar con la adopción" 7·
Tipos de adopción
El art. 6 19 del CCyC reconoce tres tipos de adopción:
a) plena;
....... b) simple;
c) de integración,
Adopción plena
a) El concepto de esta clase de adopción, proviene del art. 620 primer párrafo del
CCyC donde determina que la "adopción plena" es aquella que confiere al adopta-
do la condición de hijo y extingue los vínculos jurídicos con la familia de origen, la
única salvedad es la subsistencia de los impedimentos matrimoniales. El adoptado
tiene en la fam il ia adoptiva los mismos derechos y obligaciones de todo hijo.
El hijo adoptivo por adopción plena, adquiere vínculos de parentesco en igualdad
de condiciones que un hijo nacido por naturaleza o por el uso de técnica de reproduc-
ción humana asistida (art. 535 CCyC).
La adopción plena es irrevocable siendo ésta una característica que la diferencia de
los otros dos tipos de adopción.
Adopción simple
E l Código define la "adopción simple", como aquella que confiere el estado de
hijo al adoptado, pero no crea vínculos jurídicos con los parientes ni con el cónyuge
del adoptante, ergo no se extinguen los derechos y deberes que resu ltan del vínculo de
origen, la persona mantiene los lazos de parentesco con la familia de origen y además,
adiciona el vínculo con el o los padres adoptivos a quienes solo se transfieren la titula-
....., ridad y el ejercicio de la responsabilidad parental. No crea automáticamente vínculos
jurídicos con otras personas distintas al o los adoptantes.
II. PARENTESCO
f· Concepto
El parentesco es la relación jurídico familiar que hay entre dos o más personas,
derivada de los tres tipos filiales que regula el propio Código Civil y Comercial a)
por naturaleza, b) por las técnicas de reproducción humana asistida y e) por adopción~
como también, el parentesco d) por afinidad que se deriva de otro vínculo jurídico, el
matrimonial (art. 529 CCyC).
Teniendo en cuenta su causa fuente u origen, existen los siguientes tipos de paren-
tesco:
a) Parentesco por naturaleza;
b) Parentesco por TRHA;
c) Parentesco por adopción;
d) Parentesco por afinidad.
a) Parentesco por naturaleza, reconoce como causa fuente el elemento biológico, se
refiere al vínculo que se genera entre dos personas de las cuales una desciende de
la otra (progenitores, htjos, nietos recíprocamente) o que nacen de un antepasado
en común (hermanos. primos)
b) Parentesco por uso de las técnicas humanas asistidas, cuya causa fuente está
dada por el elemento voluntad procreacional. Esta fuente filiatoria crea vínculo
de parentesco que es asimilable a la filiación por naturalez.a. El art. 562 CCyC
establece que los hijos nacidos de una mujer por las TRHA es también hijo del
hombre o mujer que han prestado su consentimiento previo infonnado y libre.
e) Parentesco adoptivo, este parentesco es el que crea la adopción y dentro de ella,
pucdti 1cner alcances diversos, la cuestión se vincula a los tipos adoptivos que se
regulan, según se trate de adopción simple, de adopción plena o de adopción de
integración (art. 619 y ss. CCyC).
d) Parentesco por afinidad. Es el vínculo que liga a un cónyuge con los parien-
tes consanguíneos del otro cónyuge. Este vínculo, eminentemente jurídico, se
constituye, pues. como un efecto propio de la celebración del matrimonio. El
parentesco por afinidad no desaparece con la disolución del matrimonio del cual
deriva. Asimismo, el parentesco por afinidad genera derechos y obligaciones
asistenciales recíprocos entre quienes se encuentran en primer grado (art. 538
DERECHO DE FAMJLlA. fJLIACIÓN. PARENTESCO. RESPONSABILIDAD PARliN'TAI. 339
------
CCyC) ~- Sin perjuicio que es de alcance limitado pues el parentesco por afinidad
no crea vínculo jurídico alguno entre los parientes de uno de los cónyuges y los
parientes del otro cónyuge.
4. Lineas y grados
El Código Civil y Comercial en su normativa del art. 531 nos brinda ]os conceptos
y explica qué se entiende por grado, línea, tronco y rama al momento de establecer la
proximidad de parentesco entre las personas.
a) Grado; Es "el vínculo entre dos personas que pertenecen a generaciones sucesi-
vas"; por tanto, es el vínculo o relación determinado por la generación biológica;
a cada generación le corresponde un grado, lo cual determinará que entre ascen-
dientes y descendientes haya tantos grados como generaciones.
b) Linea: Es ''la serie no interrumpida de grados", por tanto, es la serie ininterrum-
pida de generaciones biológicas La serie de grados forma la línea, que puede ser
recta o colateral.
e) Tronco es "el ascendiente común del cual parten dos o más líneas", por tanto, es
el antecesor o ascendiente común del cual parten dos o más líneas o ramas, o sea,
aquél de quien, por generación se originan dos o más lineas o ramas.
d) Rama; es '"'La línea en relación a su origen", por lo que la rama, a su vez, parte
de un tronco común.
Clases de líneas
El CCyC en su art. 532, clasifica dos tipos de líneas: la recta y la colateral.
Linea recta: se llama linea recta a aquella que une a los ascendientes y los descen-
dientes.
También cabe distinguir la línea recta descendente, que es la serie ininterrumpida
de grados o generaciones que liga al cabe.za de familia con los que descienden sucesi-
vamente de él de manera directa: hijos, nietos, bisnietos y dcmás descendi1Jntl~S. Asi, en
la línea recta descendente el hijo está en el primer grado, el nieto en el segundo grado.
BossERT, Gustavo - ZANNONJ, Eduardo, Mam,al de derecho de familüi, actualizada y amplia.da, 7" cd.,
Astrea, Bs. As., 2016, p. 37.
BOSSElIT, Gustavo- ZANNONI, Eduardo, ob. cit., p. 34.
........
340 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
Los vínculos recíprocos que crea el parentesco, hacen nacer en el ámbito del dere-
cho privado determinados efectos jurídicos tales como:
a. crea presupuestos de impedimentos matrimoniales y también la conformación de
una unión convivencia);
b. confiere legitim ación para la oposición a la celebració n del matrimonio, deducir
la acción de nulidad del matrimonio;
c. los relativos al derecho recíproco a exigir alimentos entre parientes;
d. obligación de permitir la comunicación de una persona con capacidad restringida
con sus parientes;
e. es presupuesto de vocación hereditaria legítima;
f. legitimación para iniciar proceso de incapacidad y de capacitación restringida;
g. determina ciertas inhabilidades como, por ejemplo, ser testigo en los testamentos
por acto público. o en instrumentos públicos.
DERECHO DE FAMILIA. FIT.lACIÓN. PARF.NTF.SCO. RF.SP01'SARll lDA11 PAREil\"TAL 341
8. Alimentos
La fuente de obligación alimentaria, de índole netamente asistencial responde a
principios de solidaridad familiar, sostenido por la protección integral de la familia, que
es uno de los pilares constitucionales (art. 14 bis CN), de los derechos que regulan la,;;
relaciones de familia que tienen como finalidad dar respuesta ante determinadas contin-
gencias que puedan poner en riesgo la subsistencia fisica de los parientes más cercanos.
El art. 537 del CCyC enuncia a los parientes que se encuentran comprendidos por
este derecho-deber, de la misma forma, establece los criterios de prelación para el re-
clamo y recoge la regla de la subsidiariedad, de las personas obligadas a prestar alimen-
tos derivados del parentesco.
La norma en análisis instituye que los parientes se deben alimentos en el siguien-
te orden.
a) J,os ascendientes y descendientes entre ellos, están obligados preferentemente
los más próximos en grado.
Los alimentos entre la línea ascendente y la descendente se regulan teniendo en cuen-
ta la proximidad de grados; entonces, los primeros obligados son padres e hijos indis-
tintamente. Las reglas sobre alimentos de niñas, nifios y adolescentes, en los diferentes
supuestos están normados de manera especial en el Titulo Vll, Responsabilidad Parental.
b) Los hermanos bilaterales y unilaterales.
Para este supuesto se dispone de manera expresa que los a!imentbs entre herma-
nos unilaterales y bilaterales, son debidos por quienes están en mejores condiciones
de proporcionarlos y, si todos están en condiciones de suministrarlos, quedan obliga-
dos a prestarlos por partes iguales.
Existe un orden prioritario para el reclamo de alimentos ya que la acción deberá
dirigirse contra quienes se encuentren en primer orden y sólo a falta o imposibilidad de
342 lNSTITIJCIONF.S DE DERECHO PRIVADO
ellos podrá ckmandarse al resto de los parientes. Se tiene en cuenta quién se encuentra
en mejorr:s condiciones de proporcionar los alimentos, pero atendiendo al deber de con-
tribución, cuando estén en igualdad de grados, si dos más de ellos están en condiciones
de proporcionarlos, la obligación es por partes iguales.
l. Antecedentes
10 MouNA DE JUAN, Mariel, "Comentario a los arts. 537 a 554", en HiiRRERA, Marisa, CARMELO,
Gustavo y PJCCASO, Sebastián (directores), Códi!{o Civil y Comernal de la ],[ación Comentado,
Tnfojus: Sistema Argentino de Información Jurldica, Bs.As., t. II, 2015, p. 244.
DERECHO DE FAMILIA. frr.IACIÓN. PARENTESCO. RESPONSABILIDAD PARENTAi 343
--------
relación familiar de tipo verticalista, prevalencia de la noción poder-potestad, en la cual
los padres tenlan poder sobre los hijos.
Esta nonna fue modificada en 1919 para agregar la noción de obligaciones junto
a los derechos, así regulaba y definía: "La patria potestad es el conjunto de derechos y
obligaciones que corresponden a los padres sobre las personas y bienes de sus hijos"
(art. 264 ce, conforme ley 10.903).
Finalmente, en una de la-; grandes reformas en el derecho de familia, en 1985, se in-
vierte el orden, "deberes y derechos" y se especifica la funcionalidad de aquellos debe-
res y derechos reconocidos, además de regular la patria potestad en forma compartida
para ambos progenitores: "La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que
corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y
formación integral, desde la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no
se hayan emancipado" (art. 264 CC, conforme ley 23.264).
En el régimen actual del Código Civil y Comercial de la Nación se transita de la
denominación "patria potestad" a la expresión "responsabilidad parental".
"La incorporación de la Argentina al Sistema Interamericano de Derechos Hu-
manos implicó asumir la obligación de realizar el control de convencionalidad de su
legislación interna, que deb(a adoptar y seguir los lineamientos interpretativos de la
Corte lnteramericana de Derechos Humanos. En definitiva, el impacto ha sido doble:
legal y jurisdiccional, y ello hace a la construcción de un sistema jurídico-legal dife-
rente al emergente det c:lásico Código Civil. Uno de los ámbitos de mayor impacto ha
sido el referido a los derechos de los niños, niñas y adolescentes[. .. ] Sin dudas, toda
la regulación de la responsabilidad parental debía ajustarse a tal cambio paradigmá-
tico[. .. ] De allí que el proceso evolutivo de la legislación marque un claro paso de lf
'patria potestad' a la responsabilidad parental, resaltando el objetivo y jUncionalidad
del conjunto de deberes y derechos de los progenitores respecto de sus hijos" u.
2. Concepto
El Título VII, del Libro II del CCyC regula la responsabilidad parental en los arts.
638 a 704, en lo que respecta a la conceptualización, contenido, fines y el alcance de
esta institución jurídica.
Podemos decir que responsabilidad parental es "el conjunto de deberes y dere-
chos que corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para su
protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de edad y no se haya
emancipado".
Los tres elementos específicos de esta normativa y de los lineamientos constitucio-
nales de la reforma en las relaciones de familia son:
1) la responsabilidad, como eje del conjunto de deberes y derechos de ambos pro-
genitores;
PELLIJGRINI, María Victoria, "Comentario a los arts. 63& a 704", en HF.RRF.RA, Marisa, CARMELO,
Gustavo y PJCcA.Su, Sebastii:ÍJI. (dlrectores), Código Civil y Comen:ial de la ,\'ación Comentado,
Infojus: Sistema Argentino de Infonnación Jurldica, Bs.As., t. ll, 2015, ps. 479 a 481.
344 INSTlTUCJONES DE DERECHO PRtvADo
3. Principios generales
No se puede perder de vista los principios que rigen las relaciones entre padres e hijos
determinados en el CCyC. En este sentido, la figura de la "responsabilidad parental" se
construye sobre la base de los siguientes ejes mencionados en el art. 639 del CCyC, a saber:
a) "El interés superior del nifio;
b) La autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofisicas,
aptitudes y desarrollo. A mayor autonomía, disminuye la representación de los
progenitores en el ejercicio de los derechos de los hijos;
e) El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su
edad y grado de madurez".
Estos principios y consideraciones han sido elaborados teniendo en cuenta las nor-
mativas internacionales que guiaron al CCyC, como la Convención sobre los Derechos
del Niño, y otras regulaciones que han avanzado en el mismo sentido que la legislación
civil y comercial, del llamado bloque constitucional del derecho privado que hemos
mencionado oportunamente.
4. Cuidado personal
b) Tener en cuenta las necesidades del hijo según sus características psil.:ofisicas,
aptitudes y desarrollo madurativo;
c) Respetar el derecho del niño y adolescente a ser oído;
d) Orientar y guiar al hijo en el ejercicio de sus derechos;
e) Respetar y facilitar el derecho del hijo a relacionarse con abuelos, parientes o
personas con las que tenga un vínculo afectivo;
t) Representarlo y administrar el patrimonio del hijo.
Los progenitores tienen, hacia su hijo menor de edad, una serie de deberes y dere-
chos que se agrupan en lo que nuestra ley denomina "responsabilidad parental".
Entre los deberes de los progenitores se halla prioritariamente el respeto por tres
principios fundamentales y que fueron incorporados a nueslra legislación a través de
la Convención sobre los Derechos del Niño. Nos referimos específicamente al interés
superior del niño, la autonomía progn:siva y el derecho a ser oído.
La obligación parental en dirigir y orientar a los hijos debe estar L:ncuminada a
dolarlos de las herramientas necesarias para que, de manera progresiva, pucdun por sí
mismos, ejercer los derechos de los que son titulares.
Por otra parte, los hijos tienen el deber de respetar y obedecer a sus progenitores,
siempre que este cumplimiento de las decísiones de los adultos no entre en colisión con
el interés superior del niño. A su vez, los hijos deben colaborar con sus progenitores y
otros ascendientes, siempre de acuerdo a sus posibilidades y circunstancias.
12 MmtNA DE JuAN, Mariel, '·Alimentos a los hijos en d Código Civil y Comercial", SuplemenJo
füpecial del Nuevo Código Civ¡/ y Comercial de la Nación, Familia: Filiación y Responsabihdad
Parental, 2015. 147 (La Ley 2015-C).
346 f NSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
El art. 658 del CCyC sostiene la obligación a limentaria sobre ambos progenitores,
estableciendo como límite la condición y fortuna de los obligados, es decir, el nivel so-
cioeconómico de los obligados a l pago, la capacidad contributi va de cada uno de ellos,
y las necesidades del alimentado. Se mantiene la obligación alimentaria aun cuando los
progenitores no convivan y el cuidado personal del alimentado sea unilateral.
6. Re presentación y as istenc ia
Caracteres de la representación
Las representaciones de las personas con capacidad restring ida tienen, en el sistema
vigente, las características que se describen a continuación:
a) Legal: proviene de la ley;
b) Necesaria: porque no pueden prescindir de ella;
c) Dual: es complementada con la actuación del Ministerio Público, cuando están
comprometidos los derechos sociales o económicos (art. 103 CCyC);
d) Controlada: hay actos realizados por los representantes legales que requieren de
aprobación judicial. cuando estuvieren involucrado intereses de personas meno-
res de edad, incapacidad y con incapacidad restringida (art. 105 CCyC).
Por lo que seguidamente anal izaremos las clases de representación y asistencia.
Tutela
Concepto
La tutela está tratada entre los arts. l 04 a 137 del CCyC. A los fines de utilizar un
lenguaje compatible con la Constitución Nacional y la ley 26.06 1 de Protección Inte-
gral de Derechos de Niños y Adolescentes esta institución está referida a niños, niñas y
adolescentes, reconociéndolos como sujetos de protección.
E sta institución del derecho de familia está definida en el art. 104, párrafo primero,
del CCyC, que nos dice: " La tute la está destinada a brindar protección a la persona y
bienes de un niño, niña o adolescente que no ha alcanzado la plenitud de su capacidad
civil cuando no haya persona que ejerza la responsabilidad parental".
Es una institución destinada a procurarle cuidado y asistencia a la persona y bienes
de un niño, niña o adolescente que no ha alcanzado la plena capacidad civil, cuyos
progenitores no pueden ejercer la responsabilidad parental.
Esta representación legal tiene la característica de que es subsidiaria, pues opera
cuando el menor no tiene progenitores en ejercicio de la responsabilidad parental ......._
Co11tl11í111 manifestando la norma, que se le aplican los princ ipios generales enume-
rados en el Titulo Vil del Libro Segundo.
DERECHO DE FAMILIA. FILIACIÓN. PARENTESCO. RESPONSABILIDAD PARENTAL 347
Para una correcta interpretación del instituto, se aplican los principios generales
que rigen la responsabilidad parenta l y que están consagrados en el art. 639 CCyC, los
cuales están referidos a:
a) El interés superior del niño;
b) La autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas,
aptitudes y desarrollo;
c) El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su
edad y grado de madurez.
La tutela puede ser ejercida de manera unipersonal o conjunta, es dec ir, puede ser
ejercida por una o más personas, conforme lo establece el ai1. 105 del CCyC, debiendo
primar siempre e l mayor beneficio del niño. Si es ejercida por más de una persona, en
caso de disenso entre ellas, la diferencia de criterios debe ser dirim ida por el juez, con
intervención del Ministerio Público.
Los tutores tienen la representación legal, actúan en nombre y por cuenta de la
persona tutelada, en los actos jurídicos de protección a la persona y administración de
sus bienes.
La funció n principal del tutor es la protección y cuidados de la persona del menor,
procurando la autonomía progresiva del niño, niña, y adolescente según su madurez
intelectual, lograr el pleno desarrollo de su personal idad, que les permita comprender y
valorar los actos que realizan y sus consecuencias. El tutor tiene facu ltades de dirección
en la toma de decisiones en cuestiones personales y patrimoniales.
Cese de la tutela
La tutela puede cesar en los siguientes casos:
a) Termina la tutela para el pupilo, por muerte de la persona menor tutelada, eman-
cipación, mayoría de edad o desaparición de la causa que dio origen a la tutela;
b) Terminal a cargo de tutor, cuando final iza su cometido, por fal lec imiento de
tutor, por declaración de incapacidad o restricción de capacidad, por remoción
o renuncia.
La curatela
Concepto
"La cura/e/a es la representación legal que se da a los mayores de edad que pade-
cen una adicción o alteración metal permanente y prolongada de suficiente gravedad
que, a criterio del juez, le impiden ejercer su plena capacidad pues de ese ejercicio
puede resultar un daño a su persona o a sus bienes ". 13·
La incorporación a nuestro derecho de la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (COPO) y la Convenc ión Interamericana para la Elimi-
nación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad
(leyes 26.378 y 25.280) supuso un cambio de parad igma en relación con e l tratamiento
jurídico de las personas con discapacidad, cuyos pilares son la autonomía y la dignidad.
Sistema de apoyos
Concepto
El primer párrafo del art. 43 del CCyC conceptúa al sistema de apoyo definiéndolo
como: "Se entiende por apoyo cualquier medida de carácter judicial o extrajudicial
que facilite a la persona que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su persona,
administn1r 1,us bienes y celebrar actos jurídicos en general".
Por lo tanto, las medidas de apoyo tendrán fundamentalmente la función de pro-
mover la autonomía y facilitar la comunicación, comprensión y la manifestación de
voluntad del individuo para ejercer sus derechos.
Cabe sef'lalar que la persona podrá proponerle al juez la designación de una o más
personas de su confianza para que revistan el carácter de apoyo. Ello significa que el ma-
gistrado evaluará el alcance de dicha designación a efecto de procurar dar protección a la
persona, y no a exponerla a eventuales conOictos de intereses o situaciones perjudiciales.
Los sü;temas de apoyos permiten la implementación de barrera<; comunicacionales
para que lus personas expresen su propia voluntad y puedan ejercer su capacidad jurídica.
Es decir, los sistemas de apoyo complementan y no reemplazan el ejercicio de su capaci-
dad jurídica., reservando la figura de declaración de incapacidad para aquellos supuestos
extremos en los que la voluntad de la persona no puede expresarse ni conocerse.
CAPÍTULO XII
TRANSMISIÓN DE LOS D ERECHOS EN GENERAL.
DERECHO SUCESORIO
t. Transmisibilidad
Art. 398 CCyC: "Transmisibilidad. Todos los derechos son transmisibles excepto
estipulación válida de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o que impor-
te trasgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres".
2. Principios
De esta regla general de transmisibilidad surgen principios de la lógica jurídica los
cuales son:
A. Límites: Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso que el
que tiene (rut. 399 CCyC), salvo las excepciones que la ley expresamente atribuye, cual
es el caso de heredero aparente que ha realizado actos de administración y que la ley
convalida cuando fueron efectuados de buena fe.
B. Formas: En la transmisión de derechos por causa de muerte, no hace falta la
tradición o entrega real de bienes a los sucesores, para que la figura del h.:redero tenga
las atribuciones que la ley le confiere cuando ha aceptado la herencia.
350 INSl'I lüCIONES llR DERECHO PRTVAllO
Existen dos vía-; por las cuales una persona puede ser sucesora de los derechos de otra:
a) Por actos entre vivos, a través de contratos. Así, por ejemplo, en un contrato de
compraventa, el titular vendedor, cede los derechos que se originan en la pro-
piedad y el nuevo propietario, deviene en un sucesor de ellos. En un contrato de
cesión de derechos, el cesionario queda ubicado, en todos los derechos que tenia
el LCdcntc. de modo que termina siendo un sucesor del cedente.
b) Por el hecho de la muerte, cuando por un hecho jurídico natural, cual es el falle-
cimiento del titular de los derechos, los derechos de carácter patrimonial y algu-
nos de carácter extrapatrimonial, pasan en un todo, a sus herederos universales,
As! también, puedtm pasar en una cuota, o en una determinada cosa decidida por
testamento válido, a los llamados herederos de cuota, o legatarios.
Asimismo, si se tiene en cuenta el contenido el contenido de los derechos que se
transmiten, podemos hablar de sucesores particulares y sucesores universales. El CCyC
nos da un concepto de lo que es uno y otro, en su nom1ativa:
Art. 400 CCyCN: "Sucesores. Sucesor universal es el que recibe todo o una parte
indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular eI que recibe un derecho en particular".
1. Capacidad hereditaria
Como la transmisión hereditaria se produce en el m ismo momento de la muerte, es
un requisito esencial que las personas llamadas a la herencia, tenga existencia en ese
momento. Ese requisito es una aptitud general, llamada " capacidad hereditaria".
Según este presupuesto, tienen capacidad para heredar al causante:
a) Las personas humanas existentes al momento de su muerte.
b) Las concebidas, siempre que nazcan con vida.
c) Las nacidas después de su muerte, mediante técnicas de reproducción asistida,
con los requisitos del art. 561 CCyC (siempre que el embrión sea implantado
dentro del año de su muerte, y el causante haya dado el consentimiento infor-
mado).
d) Las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte, salvo las fundaciones
que son creadas por testamento.
2. Vocación hereditaria
Asimismo, se exige, que esta vocación hereditaria, no esté contrariaúa. Esto puede
suceder por distintos motivos:
1) Renunda a la herencia, expresada por quien ha sido llamado a suceder.
2) l11dignidad, por las causales que establece el art. 2281 del CCyC, entre las cuales
se encuentran:
a. Los autores, cómplices o partícipes de delito doloso contra la persona, el ho-
nor, la integridad sexual, libertad, propiedad del causante, de sus descendien-
tes, cónyuge, hermanos, y conviviente
b. Los que hayan maltratado gravemente al causante, o a su memoria Corno se
puede advertir, en este segundo caso, la causal de indignidad, es posterior al
fallecimiento de éste.
c. Los que hayan acusado al causante por un delito penado con prisión, salvo que
el denunciante sea la víctima, en cuyo caso está justificada la denuncia.
d. Los que omiten denunciar la muerte dolosa del causante, en el término de un
mes de acontecida, salvo que !ajusticia hubiese actuado de oficio.
e. Los parientes en grado sucesible, y el cónyuge que no hayan prestado alimen-
tos al causante o se hubiesen ocupado de que sea recogido en una institución
que lo proteja, para el caso de que no pueda valerse a sí mismo.
f. El padre que no haya reconocido voluntariamente al causante durante su mi-
noría de edad.
g. El padre o la madre que haya sido privado de la responsabilidad parental.
h. Los que hayan obstaculizado o manipulado la voluntad del causante al mo-
mento de testar.
L Los que hayan incurrido en causales de ingratitud revocatoria de donaciones,
Debe aclararse, que esa enunciación es considerada taxativa, y que los jueces no
pueden ampliar a su arbitrio otras razones, para excluir a un heredero_,_
3) Matrimonio in extremis: cuando la calidad de cónyuge se ha adquirido dentro
de los treinta días anteriores al fallecimiento del causante, por una enfermedad
conocida y subsistente al momento de contraer matrimonio. En este caso, la ley
presume que el matrimonio se ha celebrado con el propósito de heredar, cuestión
que afecta la moral y por ello se sanciona con la pérdida de la vocación heredi-
taria. Sin embargo, si el matrimonio se ha llevado a cabo para regularizar una
unión convivencia! de dos años o más, se produce una excepción a dicha exclu-
sión, pues la sanción moral carece de sustento.
4) D;vorcio: uno de los efectos que produce el matrimonio, es la adquisición
de la vocación hereditaria. De manera que disuelto dicho vínculo, esa aptitud
desaparece.
5) Nulidad del matrimonio: Si éste se celebró con vicios nulidiTicantes, comproba-
dos judicialmente, también desaparece esa aptitud en forma recíproca.
6) Por separación de hecho: al cesar la convivencia, por cualquiera de las razones,
desaparece el esfuer7,o común que es el fundamento del derecho a heredar. Esta
exclusión está muy debatida por la doctrina, atento a que muchas veces la sepa-
ración de hecho se ha producido para evitar la continuación de situaciones de
vioJencia familiar, o por estar alguno de los cónyuges presos, y ello no debería
acarrear la sanción de la pérdida de la vocación hereditaria,
'fRAN&_\.IJSIÓN DE LOS DERF.CHOS EN GENERAL. ÜERECHU SUCJ::SOIHO 353
---------
2. Formas de aceptación
La aceptación de la herencia, es el acto voluntario, lícito, por el cual una perso-
na llamada a suceder, asume de manera irrevocable los derechos y obligaciones que
corresponden a la calidad de heredero. A través de este acto, se asume la calidad de
heredero, se consolida su condición de tal.
354 h.JSTITUCIONES DF. DERECHOPRTVADO
Art. 2294 CCyC; "Actos que implican aceptación. Implican aceptación de la herencia:
a. La iniciación del juicio sucesorio del causante o la presentación en un juicio en
el cual se pretende la calidad de heredero o derechos derivados de esa calidad.
b. La disposición a título oneroso o gratuito de un bien o el ejercicio de actos po-
sesorios sobre él.
c. La ocupación o habitación de inmuebles de los que el causante era dueflo o con-
dómino, después de transcurrido un año de su deceso.
d. El hecho de no oponer la falta de aceptación de la herencia en caso de haber sido
demandado en calidad de heredero.
e. La cesión de los derechos hereditarios, sea a titulo oneroso o gratuito.
f. La renuncia de la herencia a favor de alguno o algunos de sus herederos, aunque
sea gratuita.
g. La renuncia de la herencia por un precio, aunque sea a favor de todos sus cohe-
rederos".
Acept.ación por una persona incapaz o con capacidad restringida: Esta acepta-
ción efectuada por eJ representante legal del incapaz, nunca puede obligar a éste al
pago de deudas de la sucesión, más allá del valor de los bienes que le sean atribuidos
(art. 2297 CCyC).
TRANSMISIÓN DE LOS DERECHOS EN GENERAL. ÜERECHO SUCESORIO 355
Aceptación forzada:
Art. 2295 CCyC: "Aceptación/orzada: El heredero que oculta o sustrae bienes de
la herencia es considerado aceptante con responsabilidad ilimitada, pierde el derecho
r de renunciar y no tiene parte alguna en aquello que ha sido objeto de su ocultamiento o
sustracción. En el caso que no pueda restituir la cosa, debe restituir su valor, estimado
al momento de la restitución".
Este tipo de aceptación, funciona como una sanción y es una manera de colocar al
,- heredero que ha incurrido en alguno de los actos mencionados, no sólo en la obligación
de restituir los bienes que ha ocultado, sino también en sancionarlo con la pérdida del
derecho a heredarlos.
Asimismo, con estas conductas reprochables, se quiebra el principio de que el he-
redero aceptante sólo responde ante acreedores y legatarios, únicamente con los bienes
de la herencia. Va a responder en forma ilimitada con su propio patrimonio.
3. Renuncia
El heredero también tiene la facultad de renunciar a la herenc ia, siempre y cuando
no haya mediado aceptación de ésta o no se le haya sido impuesta de manera forzada,
según lo estudiado al analizar las formas de aceptación (art. 2295 CCyC), y dentro del
plazo de opción que es de diez años.
E l efecto de esta renuncia implica que nace e l derecho de representación de los
descendientes, quienes " ocupan" su lugar en la sucesión del causante (arts. 2427 y
2432 CCyC).
Forma: La renuncia, así como la cesión de herencia, es un acto jurídico de mucha
relevancia, razón por la cual la ley lo reviste de solemnidad. De modo que, para que sean
válidas deben efectuarse mediante: a) Escritura pública, o b) /\ntc el juez que entiende el
juicio sucesorio por acta refrendada por los funcionarios intervinientes. Paru d l"aso que
la renuncia o la cesión se haya efectuado ante escribano, a fines de que sea oponible a los
demás herederos y a los acreedores, debe ser agregada en el expediente judicial.
,,......_
Cabe acotar que tanto la renuncia como la aceptación, no pueden serlo en forma
parcial. Si se acepta o renuncia, lo es al todo de la herencia (en la parte que le corres-
ponde al aceptante o al renunciante). Idénticos efectos se producen cuando se pretende
sujetar la aceptación o la renuncia a una condición y, en consecuencia, se la tiene por
aceptada o renunciada por la totalidad
Puede retractarse de la renuncia, si la herencia no ha sido aceptada por otros, o se
haya puesto al Estado (por haber quedado vacante la herencia), en posesión de los bienes.
Si la renuncia a la herencia, perjudica a los acreedores personales del causante,
éstos pueden solic itar al juez, ser aceptados como interesados en la herencia (no como
herederos), hasta cubrir el monto de sus créditos.
Existen terceros interesados, que pueden intimar para que los herederos, antes de
,..... los diez años acepten o renuncien a la herencia. Ello está regulado en el art. 2289 del
CCyC, que faculta a: a) Los coherederos; b) Los acreedores personales del heredero; c)
Los acreedores de la sucesión y d) Los legatarios, para que por vía judicial emplacen
,....,. en el término no menor a un mes y no mayor a tres meses, a aceptar o renunciar a la
herencia. Esa intimación puede efectuarse una vez transcurridos los nueve días de luto
356 iNSTTTITCIONES DE DERECHO PRIVADO
y llanto que impone el Código, y tiene como finalidad, dar certczajurídica los derechos
eventuales de los enunciados.
1. Naturaleza jurídica
Mucho se ha debatido sobre si la sucesión hereditaria es o no, una persona jurídica.
No es motivo de este curso profundizar en exceso sobre este aspecto, peros[ es impor-
tante analizar 9esde el punto de vista impositivo, esta cuestión.
Nos adelanlamos en afirmar que la sucesión hereditaria carece de personería juri-
dica a saber:
1) La persona jurídica requiere un sustrato humano individual o colectivo, que per-
mita ser centro activo de relaciones jurídicas y de ser capaz de derecho. Al ser la
sucesión hereditaria, un conjunto más o menos individualizados de bienes, éstos
no están constituidos para actuar jurídicamente de manera autónoma, sino para
liquidarse después de un procedimiento judicial.
Debe tenerse presente que la persona es la titular de un patrimonio, y que el pa-
trimonio es una cosa, considerada "universalidad de derecho".
2) La herencia no tiene capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones.
En su caso, son los sucesores universales, los titulares de los derechos y obliga-
ciones derivados del causante.
3) Las personas jurídicas tienen un patrimonio propio, formado por los aportes de
los individuos que las conformaron, y ésle se organiza por un interés supra indi-
vidual y duradero. En la sucesión, los bienes que se transmiten a los herederos,
le fueron dados por el hecho de la muerte de su causante. Los herederos no hi-
cieron un esfuerzo pernonal para conformar ese patrimonio y lo poseen en forma
transitoria hasta la partición.
4) Los aportes que realizan las personas humanas a fines de formar el patrimonio
de la persona jurídica, se realizan porque suele haber un affectio societatis, situa-
ción que no se da entre los coherederos. Estos se encuentran mancomunados, por
el herllo de la aceptación de la herencia e imposición de la ley.
5) El patrimonio hereditario no tiene "objeto social" que transcienda al objeto al
individual, como sí ocurre en las personas jurídicas.
6) En las personas jurídicas existe un órgano de decisión y de representación legal.
En la sucesión, aunque exista un administrador judicial, éste no representa a la
sucesión ni la ohliga salvo para actos concretos autorizados debidamente por el
juez interviniente.
7) Los herederos son llamados a ser comuneros en fonna simultánea por llama-
miento de la ley o, por el causante a través de testamento válido, y por lo tanto
cualesl(Uiera de ellos que posea un bien determinado, lo hace como integrante de
la comunidad hereditaria y suple la posesión de los demás coherederos a quienes
esta posesión aprovecha. Esta situación no se da en modo alguno en las personas
jurídicas, ya que ésta ejerce su capacidad de derecho siempre de manera unívoca,
a través de su representante.
TRANSMISIÓN DE LOS DERECHOS EN GENERAL. DERECHO SUCESORIO 357
2. La herencía. Composició n
----, Si bien es c ierto que e l art. 400 de l Código C ivil y Comercial de la Nac ión, ya ana-
lizado, expresa que sucesor universal es aquel que recibe todo o una parte indivisa del
patrimonio de otro, es necesario seí'ialar que esto no es exacto, en el caso de tnu1smisión
por causa de m uerte.
358 iNSTmJClOl\'ES DE DERECHO PRIVADO
-------- ---------~
3. Comunidad hereditaria
Caracteres
1. Constituye una comunidad universal que recae sobre la herencia globalmente
considerada. Sobre una herencia que durante el periodo de indivisión es una
unidad patrimonial comprensiva de todas las relaciones jurídicas transmisibles
del causante.
2. Los sujetos que la componen sólo pueden ser herederos universales. Es decir, no
pueden serlo legatarios de cosas particulares.
3. Es una forma especial de comunidad de bienes, con reglas específicas en cuanto
a su foncionamiento, durabilidad, y objetivos.
4. Es forzosa, ya que es impuesta por ley, de pleno derecho. No se forma por volun-
tad de los comuneros, sino por disposiciones legales, respecto de los herederos
universales aceptantes.
360 INSTITUCIONES DE D ERECHO PRIVADO
Función y objetivo
Al imponer la existencia de esta forma especial de comunidad de bienes, forzosa y
transitoria, la ley pretende:
a. Organizar la administración y el goce común de los bienes hereditarios por parte
de los comuneros, conservando intacta la masa de bienes relictos en vista a su
liquidación y partición.
b. Facilitar el pago de cargas, deudas sucesorias, mediante la persistencia de la he-
rencia como patrimonio autónomo (arts. 2229, 2358 y 2361 CCyC).
4. Sucesorés
Herederos universales_
Al analizar el art. 400 del CCyC, se vio que sucesor universal es aquel que recibe
todo o una parte indi visa del patrimonio de otro. E l prototipo de sucesor universal es el
heredero que sucede al causante en el patrimonio transmisible, ya sea en e l todo o en
una parte alícuota, y tiene la potencialidad de abarcar la totalidad de la herencia, ya que
le asiste el derecho a acrecer.
"Artículo 2278 CCyC.- Heredero y legatario. Concepto. Se denomina heredero
a la persona a quien se transmite la universalidad o una parte indivisa de la herencia;
legatario, al que recibe un bien particular o un conjunto de ellos".
El heredero universal tiene vocación eventual a la totalidad de la herencia, y esto
significa que -por ejemplo- si fallece una persona y deja como herederos sólo a cuatro
hijos, que a su vez no tienen descendencia, cada uno de éstos recibirá una cuarta parte
de la herencia. Y si con posterioridad, falleciera alguno de estos cuatro hijos, e l resto
de los herederos acrece su porción al tercio. Este derecho no le asiste al heredero tes-
tamentario de cuota, que siempre recibirá esa cuota (art. 2488 CCyC), ni tampoco al
legatario de cosas particulares.
Sin embargo, los sucesores de cuota, junto a los herederos universales, forman la
comunidad hereditaria, ya que es copropietario de los bienes de la herencia desde la
apertura de la sucesión, y se requiere su intervención no sólo para administrar, disponer
y partir la herencia, ya que será en este último caso, cuando su porción se verá concre-
tada en bienes particulares.
No tienen los herederos de cuota, ni los legatarios, responsabilidad ilimitada frente
a nuevos peticionarios de la herenc ia, para el caso de que se haya efectuado la partición,
ya que éstos no tienen la posesión de la herencia que si tienen los herederos universales
con vocación al todo.
Legatario particular
Es aquel que recibe un bien determinado o un conjunto de bienes por testamento
válido. Responde ante acreedores del causante, sólo hasta el valor de los bienes recibi-
dos, y tampoco se producirá la confusión patrimonial post particional, por lo que no de-
berá restitu irlos ante el eventual caso de aparición de nuevos herederos no declarados.
TRANSMISIÓN m: LOS DERECHOS EK GENERAL. ÜE!lECHO ~lJCESOIUO 361
lleredero de cuota
Es aquel heredero que recibe una alícuota o una fracción de la herencia, por deci-
sión testamentaria, es decir es el que recibe un porcentaje asignado (2 %; 14 %, o 1/6
o 2/14 ava partes, etc.) Al igual que el legatario, al no tener posesión de la herencia,
responde sólo hasta el porcentaje asignado en la herencia, y no responde con sus bienes
personales, aunque se haya producido la partición, si aparece un nuevo heredero que no
ha sido declarado en el juicio sucesorio.
5. Estado de indivisión
6. Administración de la herencia
A. Administración extrajudicial
La dinámica del patrimonio, muchas veces no puede frenarse para esperar los trá-
mites sucesorios, ya que ello podría implicar perjuicios a la masa, razón por la cual
aparece la figura del administrador de la herencia. Nuestra legislación regula las dos
c1ases de administración: la primera y más frecuente de todas, es la administración
extrajudicial, que es ejercida por uno, varios o todos los herederos actuando en común
de común acuerdo, siempre que sean capaces y sean mayores de edad. También puede
otorgar esa administración a un tercero, otorgando mandato expreso.
"Artículo 2325.- Actos de administración y de disposición. Los actos de adminis-
tración y de disposición requieren el consentimiento de todos los coherederos, quienes
pueden dar a uno o varios de ellos o a terceros un mandato general de administración ... ".
Cabe repasar aquí los conceptos sobre actos de administración y disposición. La
doctrina, ha sido contestes en considerar como "actos de administración" a aquellos
362 INSTITUCIONES DE D ERECHO PRIVADO
Medidas urgentes
Durante el periodo de indivisión pueden surgir situaciones en las cuales los here-
deros deban tomar una decisión por imperio de las circunstancias, tales como el pago
originadas por sentencias judiciales firmes, o gastos que haya que efectuar para la con-
servación de los bienes indivisos (contratación de veterinarios y compra de medica-
mentos para evitar la propagación de una peste del ganado, arreglos de inmuebles que
amenazan ruina, etc.).
La inclusión de un acto como " medida " urgente", requiere mucha rigurosidad, ya
que son situaciones límites que no admiten la espera o decisión del resto de los comune-
ros, y cuya falta de abordaje a tiempo configu ra un daño irreversible al interés común.
Estos actos pueden ser ejercitados por cualquiera de los herederos, con o si n auto-
rización judicial, y por su magnitud e imperiosidad, obligan a los demás herederos a
aportar en los gastos efectuados. En caso de oposición por parte de algún coheredero, a
abonarlos, ha de ser el juez de la sucesión el que debe determinar la procedencia de su ,....,_
obligatoriedad a cumplir con su parte de obligación, pues como se ha expresado, para
enmarcar a un acto, como medida urgente, ésta debe ser apreciada con rigurosidad.
Estas medidas pueden ser solicitadas durante y aun antes de iniciado e l proceso ---.
sucesorio según lo establecen los arts. 2324 y 2327 del CCyC:
"Artículo 2324 CCyC.- Actos conservatorios y medidas urgentes. Cualquiera de
los herederos puede tomar las medidas necesarias para la conservación de los bienes in-
divisos, empleando a tal fin los fondos indivisos que se encuentran en su poder. A falta
de ellos, puede obligar a los coherederos a contribuir al pago de los gastos necesarios".
"Artículo CCyC.- Aun antes de la apertura del proceso j udicial sucesorio, a pedido
de un cohe redero, el juez puede ordenar todas las medidas urgentes que requiere el in-
terés común, entre ellas, autorizar el ejercicio de derechos derivados de títulos valores,
acciones o cuotas societarias, la percepción de fondos indivisos, o e l otorgamiento de
actos para los cuales es necesario e l consentimiento de los demás sucesores, si la nega-
tiva de éstos pone en peligro el interés común .. . ".
TRANSMlSJÓN UE LOS UJ::ll.l:ClJOS ~N GENTIRAL. DERECHO SUCESORIO 363
B. Administración judicial
A diferencia de la administración extrajudicial, que puede ser ejercida de manera
informal y de común acuerdo por los herederos y dentro de los límites ya analizados, la
administración judicial reconoce como fuente una decisión emanada del órgano com-
petente, cual es el juez que interviene en el proceso sucesorio, y se va a desarrollar
dentro de los parámetros del CCyC en concordancia con los respectivos códigos de
procedimientos de cada provincia
El pedido de su designación puede ser efectuado por uno o varios herederos y soli-
citado juntamente con el inicio del proceso sucesorio o durante su desarrollo designán-
dose según el caso y urgencia, a un administrador provisorio o definitivo. El provisorio
lo ha de ser por un lapso de tiempo que el juez indique, mientras que el definitivo lo
será hasta la partición independientemente de que ambos pueden ser removidos por
justa causa.
El administrador judicial también puede ser indicado al juez por todos los herede-
ros de común acuerdo, quienes solicitan al magistrado lo invista de las facultades gene-
rales de administración y con los límites ya analizados, atento a que no podrá poner en
rie::;go el patrimonio que se le encomienda para estar siempre a salvo de cubrir cargas
y acreencias de la sucesión.
La cuestión radica, cuando no hay acuerdo ::;obn: la persona a designar, a cuyo fin el
nuevo ordenamiento jurídico ha salvado esta omisión existente en el Código di.: Vélez,
al determinar que el juez ha de decidir sobre lo que decida la mayoría d~ ht:n.:ch:ros. La
doctrina ya ha establecido que se entenderá por "'mayoría", no a la cantidad de herede-
ros participantes, sino a la mayoría del capital que representen.
"Articulo 2346 CCyC.- Designación de administrador. Los copropietarios de
la masa indivisa pueden designar administrador de la herencia y proveer el modo de
reemplazarlo. A falta de mayoría, cualquiera de las partes puede solicitar judicialmente
su designación, la que debe recaer preferentemente, de no haber motivos que justifi-
quen otra decisión, sobre el cónyuge sobreviviente y, a falta, renuncia o carencia de
idoneidad de éste, en alguno de los herederos, excepto que haya razones especiales que
lo hagan inconveniente, caso en el cual puede designar a un extraño".
Si a esta norma, la hacemos jugar con lo que disponen casi todos los códigos de
procedimientos del pab, se podrá advertir que, en primer lugar, se prefiere al cónyuge
supérstite, pero sobre todas las cosas a un heredero. Ello es así, porque se considera que
serán los más idóneos para esa función a saber: conocen en general, la constitución de
la mac;;a, tanto en su faz activa como pasiva. Al estar involucrada su porción al momento
de la partición, ha de ser cuidadoso en el manejo de los bienes, porque de lo contrario
se perjudicarla en forma personal.
De este modo, la norma establece corno forma excepcional, la designación de un
tercero en la administración de la herencia,
Las facultades del administrador judicial, no difieren en general al administrador
extrajudicial, ya que la comunidad hereditaria carece de personería jurídica, y en con-
secuencia los actos que puede celebrar están siempre acotados a lo que dispone el art.
2353 del CCyC,
"Artículo 2353 CCyC:Administración de los bienes. El administrador debe realizar
los actos conservatorios de los bienes y continuar el giro normal de los negocios del causante.
364 INSTlTUC[ON'ES DE DERECHO PRIVADO
Puede, por sf solo, enajenar las cosas muebles susceptibles de perecer, depreciarse rápi-
damente o cuya conservación es manifiestamente onerosa Para la enajenación de otros
bienes, necesita acuerdo unánime de los herederos Oi en su defecto, autorización judicial.
Además de gestionar los bienes de la herencia, debe promover su realización en la
medida necesaria para el pago de las deudas y legados",
Nos remitimos a la conceptualización de actos de administración y disposición
ya desarrollados.
Tanto el administrador judicial como el extrajudicial, como toda persona que
administra una cosa ajena, tiene la obligación de rendir cuentas, así como a percibir
una remuneración.
La obligación de rendir cuentas se hará en los plazos que los comuneros esta-
blezcan o lo indique el juez en su caso. Y en cuanto a la remuneración, siempre será
acorde al caudal e importancia de los bienes administrados, así como el de la eficacia
de esa gestión.
PROCESO SUCESORIO
l. Objeto
El nuevo Código Civil y Comerciál de la Nación, introduce como novedad la regu-
lación del proceso sucesorio, que antes sólo se encontraba contenido en los códigos de
procedimientos provinciales. Esta innovación permite la unicidad procesal en aquellos
temas troncales relativos a la sucesión hereditaria y adquiere mayor relevancia aun
cuando los bienes del causante se encuentran en distintas jurisdicciones, aunque deba
tramitarse en el último domicilio real del causante, como se ha de ver más adelante.
El proceso sucesorio es el "proceso judicial cuyo fin es asegurar que la transmisión
(o adquisición) hereditaria opere a la persona o personas cuya vocación resulta de la
ley o del testamento válido del causante o lesJador ".
El propio Código eslablece cuál es el objeto de este proceso al disponer:
"Art. 2335 CCyC.- Objeto. El proceso sucesorio tiene por objeto identificar a los
sucesores, detenninar el contenido de la herencia, cobrar los créditos, pagar las deudas,
legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes".
De este modo, la nueva codificación sintetiza con meridiana claridad lodos los mo-
mentos del proceso.
Se puede advertir que es un indudable proceso, ya que deben cumplirse los trámites
previsto para alcan7.ar los objetivos que señ.ala la ley, en especial la determinación de
los sucesores de la persona fallecida, y la entrega definitiva de los bienes de la herencia.
2. Caracteres
a. Judicial: en razón que la individualización de los herederos ltt rc111lz1m los jue-
ces. En el caso de que queden como herederos, descendientes, ascendientes o
cónyuges, la intervención judicial lo será a fines de reconocerles la calidad de
tales, pues lo han sido desde el mismo momento del fallecimiento del causante.
Para el caso de los herederos testamentarios, a través de la aprobación formal del
testamento.
b. Voluntario: es un proceso de jurisdicción voluntaria, vale decir que no tiene en
miras dirimir un conflicto litigioso, sino que tiende a legitimar o validar relacio~
366 lNSTJTUCJOKF.S DE DERECHO PRIVADO
nes jurídicas preestablecidas, ya sea por la ley o por la voluntad del causante, y
que se promueve por pedido de parte interesada
c. Universal: porque dentro de este proceso tienen que quedar incluidos todos los
bienes que sean objeto de la transmisión por causa de muerte, y de allí la conse-
cuencia ineludible de que sólo debe haber un solo proceso sucesorio de la per-
sona fallecida, y si se hubiesen iniciado más de llllO, deberán acumularse según
las nonnas procesales de cada provincia, que en general disponen que lo sea en
el que está más adelantado.
3. Competencia
4. Fuero de atracción
Efectos
Se ha visto que el proceso sucesorio tiene por finalidad, ratificar a los que son here-
deros llamados por ley o por el testador, detcnninar el componente de la herencia, pagar
DF.RF.CHO SIJCESORIO. ÍNDIVlSIÓN. PROCESO. ADMINISTRACIÓN 367
Excepciones
Ahora bien, este fuero de atracción no opera en su faz activa, ello es cuando hay
que iniciar acciones judiciales para el cobro de créditos de la sucesión, o para iniciar
acciones personales o reales Guicios de desalojo o reivindicación), deben iniciarse cr
las jurisdicciones que correspondan, ya sean en el domicilio del deudor, o donde estén
los bienes en controversia.
Tampoco en el caso de que el patrimonio del causante se encuentre en concurso o
quiebra, en cuyo caso prevalece el fuero de atracción de estos procesos, los que una vez
concluidos continúan en el tribunal en donde se tramita el sucesorio. No es necesario
que el proceso concursa! esté concluido para que los herederos inicien la etapa decla-
rativa. Más aún, es conveniente que la inicien a fines de unificar representación ante el
juzgado donde se tramita la quiebra o concurso. Una vez que se paguen a los acreedores
en ese primer proceso, se continuará el sucesorio con los bienes que queden a dividir
entre los con-herederos, todo ello por imperio de los arts. 15, 16, 77 inc. 1 y 107 de la
ley de concursos y quiebras 24.522 (LCQ).
5. Declaratoria de herederos
En este paso se acredita el fallecimiento del autor de la sucesión y, con las partidas
de nacimiento, los vínculos que unen a los herederos con e l causante. Se busca una de-
claración formal, a través de una resolución judicial que no hace "cosa juzgada". Ello
significa que si se ha omitido a algún heredero, ya sea por desconocimiento de su exis-
tencia o en forma maliciosa, esa reso lución puede ser modificada, incluyendo al omi-
tido. Esta inclusión se hace a través de una acción denominada "petición de herencia".
"Art. 2340 CCyC.- Si no hay testamento, o éste no dispone de la totalidad de
los bienes, el interesado debe expresar si e l derecho que pretende es exclusivo, o si
concurren otros herederos. Justificado el fallecimiento, se notifica a los herederos
denunciados en e l expediente, y se dispone la citación de herederos, acreedores y
de todos los que se consideren con derecho a los bienes dejados por el causante,
por edicto publ icado por un día en el diario de publi caciones oficiales, para que lo
acrediten dentro de los treinta días".
La norma transcripta alude a aquellas sucesiones en las cuales no existe un testa-
mento, es decir a la etapa previa a cumplirse en las sucesiones intestadas.
En las sucesiones testamentarias, la etapa declarativa coincide con la intestada en
cuanto también debe acreditarse e l fallecimiento del causante, y deben cumplirse los
pasos necesarios procesales para validar el testamento, que serán distintos si el testa-
mento es otorgado por acto público, o de manera ológrafa.
"Ar!. 2339 CCyC. -Sucesión testamentaria. Si e l causante ha dejado testamento
por acto público, debe presentárselo o indicarse el lugar donde se encuentre.
Si el testamento es ológrafo, debe ser presentado judicialmente para que se proce-
da, previa apertura si estuviese cerrado, a dejar constancia del estado del documento,
y a la comprobación de la autenticidad de la escritura y la firma del testador, mediante
pericia caligráfica. Cumplidos estos trámites, e l juez debe rubricar e l principio y fin
de cada una de sus páginas y mandar a protocolizarlo. Asimismo, si a lgún interesa-
do lo pide, se le debe dar copia certifi cada del testamento. La protocolización no
impide que sean impugnadas la autenticidad ni la validez del testamento mediante
proceso contencioso".
Se puede advertir que el testamento público ( es decir dictado ante un escribano pú-
blico), no requiere de ninguna formalidad previa para su validación procesal. No obs-
tante, será necesario el dictado de una resolución judicial que incorpore como heredero
testamentario a quien lo presente.
En todos los casos, y en cualquier momento, el heredero excluido injustamente
puede accionar solicitando ser reconocido como tal, ya que la acción de petición de
herencia es imprescriptible.
"Art. 2310.- La petición de herencia procede para obtener la entrega total o parcial
de la herencia, sobre la base del reconocimiento de la calidad de heredero del actor,
contra el que está en posesión material de la herencia, e invoca el título de heredero".
Por último. la declaratoria de herederos, desde la perspectiva procesal, tiene
como objetivo dar firmeza a las transacciones, y de a llí que sea opon ible a terceros, y
permite incluso hacer transferenc ia de bienes registrables, aunque no esté culminada
la partición total.
DERECHO SUCESORIO. INDIVISIÓN. PROCESO. ADMINISTRACIÓN 369
II. PARTICIÓN
1. Caracteres
Si bien el código no da un concepto de partición de su articulado Sil pueden des-
prender los siguientes caracteres:
a . Integral: porque debe abarcar todos los bienes indivisos para poner fin a la co-
munidad hereditaria, salvo que por común acuerdo de los herederos, se proceda
a hacerla en forma parcial o gradual.
b. Obligatoria: ningún heredero se puede oponer a ella, ya que el fin natural de la
herencia es el de ser partida o fraccionada.
c. Imprescriptible: cualquier heredero en cualquier momento, aunque hubiese trans-
currido lapsos indefinidos de tiempo, puede pedir la partición siempre que esté
concluido el inventario y avalúo de los bienes. Cabe agregar, que este derecho
también le asiste al acreedor del heredero que precisa conocer sobré qué bienes
....... concretos puede ejecutar su crédito .
d. Declarativa: no es traslativa de derechos, ya que se limita a establecer que los
....... bienes que se le asigne a cada heredero, corresponden a la porción ideal que tuvo
desde el inicio.
e. Retroactiva: como consecuencia del carácter declarativo de la partición, se con-
sidera que cada heredero ha sucedido al causante en los bienes comprendidos en
su hijuela y que nunca tuvo derecho en los demás bienes.
.......
2. La herencia y la masa partible
En lo atinente a la herencia, nos remitimos a las nociones desarrollados en la unidad
.......
anterior, a la cual nos remitimos, recordando aquí meramente, que e l patrimonio que
pasa a los herederos no es idéntico al que tenía el causante, atento a que existen activos
y pasivos no transmisibles.
370 1NSTTTUC'IONES llE ÜERF.CHO PKIVADO
Masa partible
"Art. 2376 CCyC.- Composición de la masa. f ,a masa partible comprende los bic~
nes del causante que existen al tiempo de la partición o los que se han subrogado a ellos,
y los acrecimientos de unos y otros. Se deducen las deudas y se agregan los valores que
deben ser colacionados y los bienes sujetos a reducción".
En esta norma se explica sucintamente qué bienes comprenden el activo, y que
debe procederse primero a la deducción de las deudas. Con posterioridad a ello se le
deben agregar los valores de los bienes sujetos a colación y reducción, temas que se
verán más adelante.
Cabe agregar que existen bienes que quedan excluidos de ella, al menos por cierto
tiempoi como:
"Art. 2383 CCyC- Derecho real de habitación del cónyuge supérstite. El cón-
yuge st1pérstite tiene derecho real de habitación vitalicio y gratuito de pleno derecho
sobre el inmueble de propiedad del causante, que constituyó el último hogar conyugal,
y que a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con otras personas.
Este derecho es inoponible a los acreedores del causante".
Como se advierte, este derecho no puede ser invocado cuando el inmueble en cues-
tión se encuentra en condominio con otra persona, y tampoco puede oponerse a la
acción de los acreedores del causante quienes pueden agredir este bien solicitando su
ejecución.
a. No formarán la masa partible, aquellos bienes sujetos a indivisión forzosa según
lo que establecen los arts. 2330 a 2333 del CCyC, que se analizarán más adelante.
b. Los bienes asignados a un fideicomiso, ya sea por actos entre vivos, u ordenado
por testamento, a menos que afecten la porción legítima (art. 2379 CCyC).
c. Aquellos cuyo fraccionamiento puede resultar antieconómico, como el de una
pequefia estancia de pocas hectáreas. En estos casos se procede a la venta del
bien en cuestión, para repartirse el líquido entre los herederos.
d. Los objetos y documentos que tengan valor afectivo u honorifico, que han de
quedar en custodia de los herederos designados de común acuerdo, o por deci-
sión judicial a falta de acuerdo de éstos.
e. Los sepulcros que estén ocupados por algún difunto familiar.
De esta manera., queda expuesto que hay ciertos bienes que por un tiempo o para
siempre (casos d y e), van a quedar excluidos de la partición a fines de resguardar la
unión familiar, o el mejor uso económico de los bienes.
3, Inventario_
Una vez detallados los activos, deben agregarse los pasivos que en el transcurso
,____ del proceso no hayan sido cancelados con bienes de la sucesión, y que se encuentren
pendientes de pago.
De este inventario y avalúo debe dársele participación a todos los herederos y tam-
....., bién a los acreedores.
"Art. 2359 CCyC.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión.
Los acreedores del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios
pueden oponerse a la entrega de los bienes a los herederos hasta e l pago de sus c ré -
d itos o legados".
En efecto, los herederos son directos interesados en que el inventario y avalúo esté
confeccionado de la manera más exacta posible, porque de su aprobación ha de resultar
luego su porción. Por otro lado, los legatarios y acreedores también tienen derecho a
controlar este paso, porque de él han de surgir porciones alícuotas y se podrán determ i-
nar las porciones legítimas que podrían invocar los herederos que las poseen.
"Ar!. 2341 CCyC.- Inventario. El inventario debe hacerse con citación de los
herederos, acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido El inventario debe ser
realizado en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intima-
do j udicialmente a los herederos a su realización".
4. Avalúo
públicos expertos que puedan efectuar un análisis sobre la valuación de los bienes que
integran e l acervo hereditario, debiendo destacar que en algunos códigos de procedi-
mientos como los de Mendoza o San Juan la tarea de partidor la reserva exclusivamente
a los profesionales en c iencias económicas, pues en las casas de altos estudios cuyanas
otorgan el título de contador público nacional y perito partidor.
Realizado por los herederos o por una persona designada por el juez, el inventario
y también su avalúo puede ser impugnado tanto por los copropietarios de la masa indi-
visa, como por los acreedores y legatarios. ya que éste es de suma trascendencia.
En efecto, a los coherederos les asiste el derecho incuestionable porque de la inclu-
sión o exclusión de determinados bienes. y de su avaluación han de depender sus por-
ciones. A los acreedores, porque existiendo la posibilidad de hacer dación en pago con
bienes concretos. han de pretender que estén bien valuados. Y en cuanto a los legatarios
de cosas, para conocer por parte de los demás herederos, de que no se ha vulnerado la
porción legitima.
Esta impugnación, sea porque no se han incluido bienes o se los ha excluidos; o
porque se los ha tasado incorrectamente, se tramita por vía de juicio incidental en el
mismo tribunal donde se tram ita e l proceso sucesorio, no obstando que pueda conti-
nuarse respecto de los bienes que no han sido objeto de controversias.
5. Clasrs de 1rnrtición
Una vez detallados los activos, deben agregarse los pasivos que en el transcurso
del proceso no hayan sido cancelados con bienes de la sucesión, y que se encuentren
pendientes de pago.
De este inventario y avalúo debe dársele participación a todos los herederos y tam-
bién a los acreedores.
''Arl. 2359 CCyC.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión.
Los acreedores del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios
pueden oponerse a la entrega de los bienes a los herederos hasta el pago de sus cré-
ditos o legados".
En efecto, los herederos son directos interesados en que el inventario y avalúo esté
confeccionado de la manera más exacta posible, porque de su aprobación ha de resultar
luego su porción. Por otro lado, los legatarios y acreedores también tienen derecho a
controlar este paso, porque de él han de surgir porciones alícuotas y se podrán determi-
nar las porciones legitimas que podrían invocar los herederos que las poseen.
"Art. 2341 CCyC.- Inventario. El inventario debe hacerse con citación de los
herederos, acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido El inventario debe ser
realizado en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intima-
do _judicialmente a los herederos a su realización".
4.Avalúo
públicos expertos que puedan efecluar un análisis sobre la valuación de los bienes que
integran el acervo hereditario, debiendo destacar que en algunos códigos de procedi-
mientos como los de Mendoza o San Juan la tarea de partidor la reserva exclusivamente
a los profesionales en ciencias económicas, pues en las casas de altos estudios cuyanas
otorgan el título de contador público nacional y perito partidor.
Reali7.ado por los herederos o por una persona designada por el juez, el inventario
y también su avalúo puede ser impugnado tanto por los copropietarios de la masa indi-
visa, como por los acreedores y legatarios, ya que éste es de suma trascendencia.
En efecto, a los coherederos les asiste el derecho incuestionable porque de la inclu-
sión o exclusión de detenninados bienes, y de su avaJuación han de depender sus por-
ciones. A los acreedores, porque existiendo la posibilidad de hacer dación en pago con
bienes concretos, han de pretender que estén bien valuados. Y en cuanto a los legatarios
de cosas, para conocer por parte de los demás herederos, de que no se ha vulnerado la
porción legítima.
Esta impugnación, sea porque no se han incluido bienes o se los ha excluidos; o
porque se los ha tasado incorrectamente, se tramita por vía de juicio incidental en el
mismo tribunal donde se tramita el proceso sucesorio, no obstando que pueda conti-
nuarse respecto de los bienes que no han sido oQjcto de controversias.
5. Clasrs de partición
Total a partirse ... . $ 291.000, que divididos entre tres, da una porción de
1 $ 97.000 para cada hijo.
ÜERECHO SUCl:SORIO. iNIJIVISIÓN. PROCESO. ADMINISTRACIÓN 375
Uno de ellos, ya ha recibido bienes por$ 60.000, y debe completarse ese lote con
otros bienes o valores en líquido para llegar a completar su hijuela.
6. Atribución preferente
La importancia que tiene el análisis de esta temática para el alumno futuro profesio-
nal de ciencias económicas es que si bien como hemos mencionado en el capüulo an-
terior, que si bien el acervo hereditario no constituye una pcrsonajurídíca el organismo
fiscal de contralor le impone la obligatoriedad hasta las adjudicaciones de mantenerla
inscripta como un sujeto fiscal diferenciado.
Sin embargo, es necesario advertirles una vez más a los alumnos futuros profesio-
nales en ciencias económicas a que la autonomía del derecho fiscal, en pos de una efi-
ciente recaudación de ingresos para el Estado. la más de las veces se contrapone a con-
376 lNSlHUCIONES DE DERErnO PRIVADO
ceptos básicos jmidicos en materia sucesoria como la regla que un bien es de propiedad
del heredero desde el momento mismo en que lo recibe por su adjudicación definitiva
y es debidamente registrado para el caso de cosas cuya propiedad se adquieren con su
registro. Así, un bien deberá contabilizarse como bien de uso de un heredero cuando
este entre en posesión del mi.smo por tanto tenga su uso y goce, y consecuentemente
deberá declararlo en la nómina de sus bienes a los fines de la liquidación del impuesto
sobre los bienes personales; o en el caso de las retenciones del impuesto a las ganancias
que se deberán retener en cabeza del heredero en proporción hereditaria de ley desde
que quede firme el auto de declaratoria de heredero.
1. Introducción
En las empresas de familia la necesidad de planificar la sucesión hereditaria es una
de cuestiones que generalmente desvelan a la primera generación, no sólo por la necesi-
dad de prolongar la explotación o el establecimiento comercial sino también para man-
tener la annonía de los familiares sucesores ya sea, tanto en una estructura empresarial·
unipersonal, como en que se invisten bajo la fonna de persona jurídicas.
Advertimos que la conciencia de la importancia de una planificación en materia
de sucesión hereditaria, generalmente no se avizora inicialmente al momento de la
redacción del contrato constitutivo o del inicio de la explotación del establecimiento
comercial, sino con el devenir de los aftos y el avance en la edad de los integrantes del
elenco de titulares de la empresa, siendo muchas veces tardía para alcanzar la adecuada
tutela de los intereses.
Estamos convencidos que previsión del acontecimiento de muerte, no debe repre-
sentarse al ocaso de la vida de sus litulares sino desde el comienzo de la actividad co-
mercial, pues de esta manera podemos planificar estrategias eficaces para la prevención
del conílicto y la subsistencia de la empresa familiar.
Es por eso que en este ensayo lo que se busca es ilustrar sobre cómo los pactos de
herencia futura que constituye uno de los colores de la paleta de soluciones legales
que permiten la continuidad de la explotación más allá de la muerte de los fundado-
res y la prevención de conflictos en materia de empresas de familia en la legislación
vigente argentina.
Uno de ellos, ya ha recibido bienes por $ 60.000, y debe completarse ese lote con
otros bienes o valores en líquido para llegar a completar su hijuela.
6. Atribución preferente
ceptos básicos jurídicos en materia sucesoria como la regla que un bien es de propiedad
del heredero desde el momento mismo en que lo recibe por su adjudicación definitiva
y es debidamente registrado para el caso de cosas cuya propiedad se adquieren con su
registro. Así, un bien deberá contabilizarse como bien de uso de un heredero cuando
este entre en posesión del mismo por tanto tenga su uso y goce, y consecuentemente
deberá declararlo en la nómina de sus bienes a los fines de la liquidación del impuesto
sobre los bienes personales; o en el caso de las retenciones del impuesto a las ganancias
que se deberán retener en cabeza del heredero en proporción hereditaria de ley desde
que quede firme el auto de declaratoria de heredero.
1. Introducción
3. Finalidad
El pacto, tal como reza el CCyC, debe tener por finalidad "la c □ llSl'l'Vadón de la
unidad de la gestión empresarial" o "la prevención o solución de confüctos",
Respecto de la primera locución, entendemos que la norma incurre en una ligera
contradicción con el primer postulado que refiere que los pactos tienen que ser relativos a
las "participaciones societarias". La locución "gestión empresarial" se refiere no tanto al
control o a la propiedad de las referidas participaciones sino a la dirección, a la adminis-
trnción de la empresa. Bien puede suceder, y en los hechos ocurre aún en sociedades com-
pletarnenle familiares, que la titularidad de las acciones y la gestión estén disociadas. Es
decir, que la propiedad de las participaciones sociales sea de las "cabezas" de la familia
(por ejemplo, del futuro causante y su cónyuge), pero la "gestión", es decir la administra-
ción, el management, esté a cargo de sus descendientes, futuros herederos, integrando el
órgano de administración de la sociedad. Esta ligera contradicción no altera el fin último
de la ley, que no es sino el de proteger la continuidad, integridad y permanencia de la
empresa y, en última instancia, de la familia. Y en ese orden de ideas, el pacto puede es-
tablecer previsiones no sólo en lo referente a las participaciones societarias sino al modo
en que el órgano de administración habrá de quedar conformado. Restará si determinar
la forma en que habrá de valuar las compensaciones entre herederos a las que alude la
norma si a algunos de ellos se les atribuye participaciones societarias y a otros solamente
la gestión, pero sin participación en la composición del capital social.
Con relación a la "prevención o solución de conflictos", la norma no deja de tener un
carácter meramente enunciativo. Si el pacto es para prevenir conflictos, ello supone que a
priori éste no se ha producido. Por el contrario, si el conflicto ya está presente, la norma
tiene por finalidad brindar el marco para solucionarlo. Así, el pacto vendría a resolverlo.
4. Objeto
El objeto del pacto debe referirse a "una explotación productiva" o a "participacio-
nes societarias de cualquier tipo". Analizamos a continuación ambas materias.
BLACK, Rernard S., "Is corporate law trivial?: a polilical and econom1c analysis ", Northwestern
University Law Review. vol. 84, N" 2. 1990, p. 546.
LoRENZETIJ, Ricardo Luis (director), Código Civil y Comen:ial de la Naáón. Comentado,
..... , t. V, p. 739.
378 [NSTITlJClONES DE DERECHO PRIVADO
4. J. &plotación productiva
El objeto de pacto debe referirse a cualquier explotación de naturaleza productiva,
ya sea de carácter agropecuario, industrial o comercial inclusive profesional y de cual-
quier otro tipo 3 •
La amplia redacción de la norma implica reconocer que al introducir el concepto
"explotación productiva" fiel a su lenguaje llano y sencilJo del codificador del 2015, tal
como reza la Real Academia Española, es: "Conjunto de elementos dedicados a una in-
dustria o granjería". Por tanto, debemos aseverar que al no distinguir la investidura jurí-
dica con que debe llevarse a adelante la explotación la misma podrá ser una explotación
llevada adel~nte por un comerciante individual, por cualquiera de los tipos societarios
de la ahora llamada (luego de la rcfonna a la ley 19.550 por la ley 26.994) ley general
de sociedades (LOS). Se incluyen también en esta categoría, y por lo tanto podrían ser
objeto del pacto, aquellas sociedades de la Sección IV del Capítulo I de la ley (arts.
21 a 26) y las sociedades por acciones simplificadas de novel ley de apoyo al capital
emprendedor 27.349 4 •
En rigor, al adoptar el CCyC la expresión «explotación productiva··• no tiene un
contenido juridico preciso. Parecería que el CCyC quiere referirse a la "empresa in~
dividual y familiar", y que es la fuente de Ja fortuna y del sustento familiar, lo que sin
dudas deberá su determinación deberá ser una tarea de interpretación doctrinaria y
jurisprudencial 3•
Tampoco estimamos que mientras el control de la explotación productiva sea de
carácter familiar, tengan intervención en ella otras personas pese a que entendemos que
Ja participación del futuro causante objeto del pacto debe ser mayoritaria
S. Partes
Del análisis de la norm¡¡ surge que sólo podían ser partes los eventuales herederos
forzosos y el causante poseen aptitud para celebrar los pactos, toda vez que éste reza:
"establecer compensaciones en favor de otros legitimarios" 7.
Sin pe,juicio de lo antes expuesto, la novedad del CCyC es que no requiere forzosa-
mente la intervención delfi1turo causante y/o de su cónyuge 8, por lo que el pacto puede
celebrarse válidamente, y en forma excluyente, por los eventuales herederos forzosos
de aquél, aunque la práctica indica que la participación del fi1turo causante titular ac-
tual de los bienes es quien normalmente ordena y dispone este tipo de estructura legal.
Así, los pactos de herencia futura podrán presentar los siguientes supuestos e~
cuanto a las partes:
a) Pacto en el cual son parte e/futuro causante, su cónyuge y la totalidad de los
eventuales herederos forzosos de aquél: este supuesto es el que mejor satisface
la.finalidad de la norma de prevención o solución de conflictos. Técnicamente,
sin embargo, éste sería una variante del verdadero "pacto sobre herenciafillu-
ra" propiamente dicho permitido al que se refiere la norma.
b) Pacto en el cual son parte el fuh1ro causante y la totalidad de los eventuales
herederos forzosos, pero sin intervención del cónyuge de aquél: en principio, el
pacto no se vería afectado en su ejecutoriedad; el cónyuge no.firmante manten-
dría todos sus derechos respecto de los bienes gananciales, cuando el régimen
de bienes adoptado fi1era el régimen de comunidad de bienes del ar/. 463 del
CCyC; pues en cuanto éste hubiera adherido al régimen de separación nada
tendría que observarse. Entonces, debemos tener en claro que los bienes ga-
nanciales del cónyuge no firmante no integra el acervo hereditario fi1turo, sino
que a éste le pertenecen de pleno derecho por división de la sociedad conyugal.
Sin pe,juicio de ello creemos que este tema no aniquila todas las hipótesis de
conflicto pues la celebración del pacto sin intervención del cónyuge podría ser
fi1ente generadora de conflictos en caso de que la empresa familiar sea un bien
propio del causante o en el supuesto que el cónyuge supérstite tuviera algún
derecho a recompensa adeudada por la comunidad luego de la disolución de
ésta a la muerte del causante (art. 491 CCyC). Adicionalmente, ,,,¡
e.1 11• mismo
supuesto, el cónyuge podría: a) oponerse a una indivisión forzosa acordada en-
tre los herederos sin su intervención, respecto de un establecimiento comercial,
industrial, agrícola, ganadero, minero o de otra índole que constituye una uni-
dad económica, o b) pedir la atribución preferencial en la partición del estable-
cimiento agrícola, comercial, industrial, artesanal o de servicios que constituye
una unidad económica, inclusive si estuviere organizado bajo algún tipo societa-
rio, en cuya formación hubiera participado (ver arlículo 2380 del CCyC).
c) Pacto en el cual son parte el ji11uro causante, su cónyuge y algunos de los
even/uales herederos forzosos: la letra de la norma en análisis no exige como
requisito de validez que el pacto sea.firmado por lodos los eventuales herede-
ros forzosos. Pero un pacto celebrado en estas condiciones sólo sería válido,
en la medida que se establezcan las compensaciones a favor de los otros legi-
timarios. f~tos, de todas maneras, siempre conservarian las acciones: a) de
reducción (arts. 2417 y 2453 CCyC); b) de complemento (art. 2451); e) de co-
lación (art, 2385, con la importante excepción consagrada por el art. 2461 in
.fine CCyC) y d) de atribución preferencial en la partición si hubieran formado
parte en la formación del establecimiento o de la sociedad (art. 2380 CCyC).
Así, estas normas resultarán aplicables en cada caso según los actos jurídicos
que se hubieren instrumentado mediante el paclo y según los efectos que ellos
hubieren producido.
d) Pacto en d cual son parte el futuro causante y algunos de los eventuales here-
deros forzosos, pero sin intervención del cónyuge: nuevamente, el pacto sería
válido. Se aplicarían a su respecto las consideraciones de los dos apartados pre-
cedentes, según fuere el caso.
e) Pacto en el cual son parte algunos, pero no todos, los eventuales herederos forzo-
sos del causante~ sin participación de éste ni de su cónyuge: el objetivo declarado
del art. 101 O, segundo párrafo. es la prevención de conflictos entre los herederos
fonosos. Por otro lado, las compensaciones a las que alude la norma sólo pueden
ser establecidas con la conformidad de los herederos forzosos y los pactos son
válidos si no afectan la legítima hereditaria.
.l) Pacto en el cual son parte la totalidad de los eventuales herederos forzosos,
exclusivamente: en un sentido estricto, el "pacto sobre herencia futura" antes
prohibido y ahora permitido para ciertos supuestos por nuestro ordenamiento
jurídico, es aquél en el que intervienen exclusivamente todos los herederos
forzosos eventuales sin participación del futuro causante ni de su cónyuge.
Sin desconocer que la doctrina reconoce tres tipos diferentes de pactos, dis-
positivos, institutivos y enunciativos, he aquí, en su acepción más acabada, el
vcrd;¡,dero contrato por el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento
puta creur, regular, mo<lificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patri-
moniales (art. 957 CCyC).
Por todo lo expuesto podemos aseverar que sus elementos serían los siguientes: a)
del pacto deben ser parte las totalidad de los eventuales herederos forzosos~ b) no se
requiere inlcrvcnción del futuro causante ni de su cónyuge; c) no se deben afectar los
derechos de este último; d) debe tratarse de un acto mortis causa porque el derecho de
sus signatarios se encuentra sujeto a la muerte del causante (la ley habla de "disposi-
ciones referidas a futuros derechos hereditarios"); e) debe referirse exclusivamente a
explotaciones productivas o participaciones sociales de cualquier tipo y f) deben esta-
blecerse en el pacto las compensaciones a favor de legitimarios.
La introducción del legislador sobre la posibilidad de intervención por parte del
futuro causante y/o su cónyuge, si bien obviamente no afectarían la validez del acto,
"contaminarían" de alguna manera la figura y harían aplicables en ayuda de su in-
terpretación otras figuras del CCyC. Así, a modo ejemplificativo, la intervención del
futuro causante y la disposición de derechos intcr vivos traerla aparejada como con~
secuencia la aplicación de las reglas sobre partición de los ascendientes por donación
(arts. 2415 a 2420 CCyC). Si, por el contrario, la intervención del causante fuera
por un acto mortis causa ello causaría la aplicación de las reglas sobre partición por
DERECHO SUCESORIO. INDIVISIÓN. PROCESO. ADMINISTRACIÓN 381
testamento (idem, arts. 2421 a 2423). Deben añadirse a ello las diversas formalidades
del acto que deberían tenerse en cuenta según se trate de cada caso (y las acciones que
los legitimarios afectados podrían ejercer.
,,......
6. Forma
El CCyC no prevé forma alguna sin perjuicio de la vigencia del principio de liber-
...--.. tad de formas por el art. 1O15, sin perjuicio de que para su validación coincidimos que
sólo se requiere un instrumento privado, estimamos prudente por lo menos que éste
adquiera fecha cierta y se certifiquen las firmas de las partes, aunque recomendamos la
instrumentación por escritura pública, que asegura el negocio de esta entidad.
Sin embargo, no debemos desconocer que la onerosidad de esta última opción im-
plica para el operador legal mensurar el riesgo y la seguridad del pacto como negocio
jurídico en pos de eventuales conflictos sin duda quedando la forma al arbitrio del
cliente, proclive generalmente a formas menos costosas.
CARREGAL, Mario A., Fideicomiso. Teoría y ap/1cac1ón a los negocios, Heliasia, Bs. As., 2008, p. 417.
382 ÍNSTITUCIUNES DE DERECIJOPRJVADO
8. Compensaciones
Asf una ver que hemos establecido algunas modalidad de pactos podrán "establecer
compensaciones en favor de otros legitimarios" y son válidos "si no afectan la legítima
hereditaria", art. l OI Odel CCyCN último párrafo, aunque como hemos mencionado no
es requisito de validez que el pacto sea Iinnado por todos los eventuales herederos for-
zosos, ni tampoco se exige que se establezcan las compensaciones a favor de los otros
legitimarios, aunque obviamente es óptimo un modo de prevenir conflictos futuros en-
tre los herederos que se haga previsiones al respecto que pennitan ya con obligaciones
dinerarias o compromiso de entrega de bienes. Sin perjuicio que aclara la norma que en
todos los supuestos, intervenga o no el futuro causante, los herederos que consideraren
afectadas sus respectivas legítimas, conservarían las acciones de reducción, <le comple-
mento y de colación, según resultare de aplicación a cada caso.
Debernos afirmar que cuando el futuro causante no fuera parte del pacto y sólo los
eventuales herederos forzosos, los afectados estarían legitimados para accionar por le-
sión, simulación o nulidad (arts. 332 a 337, 388 y eones. CCyC).
9. Conclusiones
'"'
CAPÍTULO XIV
DERECHO SUCESORIO. PARTICIÓN.
SUCESIÓN INTESTADA
l. PARTICIÓN
l. Caracteres
Si bien el código no da un concepto de partición de su articulado se pueden des-
prender los siguientes caracteres:
a Integral: porque debe abarcar todos los bienes indivisos para poner fin a la comu-
nidad hereditaria, salvo que, por común acuerdo de los herederos, se proceda a
hacerla en forma parcial o gradual.
b. Obligatoria: ningún heredero se puede oponer a ella, ya que el fin natural de la
herencia es el de ser partida o fraccionada.
c. Imprescriptible: cualquier heredero en cualquier momento, aunque hubiese trans-
currido lapsos indefinidos de tiempo, puede pedir la partición siempre que esté
concluido el inventario y avalúo de los bienes. Cabe agregar, que este derecho
también le asiste al acreedor del heredero que precisa conocer sobré qué bienes
concretos puede ejecutar su crédito.
386 INSTl"JUCIONES DE DERECHO PruvADD
Masa partible
"Art. 2376 CCyC.- Composición de la masa. La masa partible comprende los bie-
nes del causante que existen al tiempo de la partición o los que se han subrogado a ellos,
y los acrecimientos de unos y otros. Se deducen las deuda,;; y se agregan los valores que
deben ser colacionados y los bienes sujetos a reducción".
En esta norma se explica sucintamente qué bienes comprenden el activo, y que
debe procederse primero a la deducción de la,;; deudas. Con posterioridad a ello se le
deben agregar los valores de los bienes sujetos a colación y reducción, temas que se
verán más adelante.
Cabe agregar que existen bienes que quedan excluidos de e11a, al menos por cierto
tiempo, como:
"Art. 2383 CCyC.-Derecho real de habitación del cónyuge supérstite. El cónyuge
supérstite tiene derecho real de habitación vitalicio y gratuito de pleno derecho sobre
el inmueble de propiedad del causante, que constituyó el último hogar conyugal, y que
a la apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con otras personas. Este
derecho es inoponible a los acreedores del causante".
Como se advierte, este derecho no puede ser invocado cuando el inmueble en cues-
tión se encuentra en condominio con otra persona, y tampoco puede oponerse a la
acción de los acreedores del causante quienes pueden agredir este bien solicitando su
ejecución.
a. No formarán la masa partible, aquellos bienes sujetos a indivisión forzosa según
lo que establecen los arts. 2330 a2333 del CCyC, que se analizarán más adelante.
b. Los bienes asignados a un fideicomiso, ya sea por actos entre vivos, u ordenado
por testamento, a menos que afecten la porción legítima (art. 2379 CCyC).
c. Aquellos cuyo fraccionamiento puede resultar anticconómico, como el de una
pequefia estancia de pocas hectáreas. En estos casos se procede a la venta del
bien en cuestión, para repartirse el líquido entre los herederos.
d. Los objetos y documentos que tengan valor afectivo u honorífico, que han de
quedar en ct1.,;;todia de los herederos designados de común acuerdo, o por deci-
sión judicial a falta de acuerdo de éstos.
e. Los sepulcros que estén ocupados por algún difunto familiar.
DERECHO SUCESORIO. PARTICIÓN. 81Jr.F.S!ÓN INTESTADA 387
De esta manera, queda expuesto que hay ciertos bienes que por un tiempo o para
siempre (casos d y e), van a quedar excluidos de la partición a fines de resguardar la
unión familiar, o el mejor uso económico de los bienes.
3. Inventario_
Es el paso inicial en la partición y consiste en la descripción deLallada de los bienes
hereditarios, individualizándolos debidamente y haciendo mención a los datos registra-
les para el caso de bienes con esa característica acompañando los títulos o los informes
de los registros correspondientes. Para el caso de existencia de participaciones societa-
rias, títulos valores, dinero en cuentas bancarias, la debida inclusión de sus cuantías y
la acreditación de su existencia.
Una vez detallados los activos, deben agregarse los pasivos que en el transcurso
del proceso no hayan sido cancelados con bienes de la sucesión, y que se encuentren
pendientes de pago.
De este inventario y avalúo debe dársele participación a todos los hc:ri:dcros y tam-
bién a los acreedores.
••Art. 2359 C(yC.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión. Los acree-
dores del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios pueden oponerse
a la entrega de los bienes a los herederos hasta el pago de sus cn:ditos o legados".
En efecto, los herederos son directos interesados en que el inventario y avalúo esté
confeccionado de la manera más exacta posible, porque de su aprobación ha de resultar
luego su porción. Por otro lado, los legatarios y acreedmes también tienen derecho a
controlar este paso, porque de él han de surgir porciones alfcuotas y se podrán determi-
nar las porciones legítimas que podrían invocar los herederos que las pu:,t,rn,
"Art. 2341 CCyC.-lnventario. El inventario debe hacerse con citación de los here-
deros, acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido El inventario debe ser rea-
lizado en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intimado
judicialmente a los herederos a su realización".
4.Avalúo
Se ha expresado que el inventario es una descripción precisa de activos y pasivos,
y tanto unos como otros deben ser avaluados. La ley le impone esa condición ya que
de éstos ha de surgir la apreciación exacta de la situación patrimonial de la herencia.
Avaluar significa otorgar un precio en dinero a cada bien, y a cada deuda.
"Art. 2343 CCyC.- Avalúo. La valuación debe hacerse por quien designen los co-
propietarios de la masa indivisa, si están de acuerdo y son lodos plenamente capaces o,
en caso contrario, por quien designa el juez, de acuerdo a la ley local. El valor de los
bienes se debe fijar a la época más próxima posible al acto de partición".
Como bien puede advertirse, esta valuación, así como la del inveintario de los bie-
nes, puede ser efectuada por los mismos herederos sin necesidad de la intervención de
un tercero, quien sólo interviene en cac;;o de que entre éstos no haya acuerdo, o existan
menores o incapaces. O que haya sido solicitada por acreedores. En el primer caso, al
inventario y avalúo se le llama "denuncia de bienes":
388 ÍNSTITI;CIONES DE ÜJ::RECHO PRfvADO
"Art. 2342 CC)iC.- Denuncia de bienes. Por la voluntad unánime de los copro-
pietarios de la masa indivisa, el inventario puede ser sustituido por la denuncia de
bienes, excepto que el inventario haya sido pedido por acreedores o lo imponga otra
disposición de la ley".
Debe consignarse que el avalúo de bienes registrables (inmuebles y automotores),
no suele presentar mayores dificultades atento a que existen parámetros más o menos
objetivos para su meditación, pero suelen existir dificultades respecto de participacio-
nes societarias que no cotizan en la Bolsa de Valores, en cuyo caso la opinión de un pro-
fesional de las ciencias económicas, se hace ineludible. Semejante situación se presenta
cuando en el patrimonio heredado existen obras de arte, en cuyo caso se necesita el
auxilio de expertos en esa materia, es allí donde se requiere la presencia de contadores
públicos expe1tos que puedan efectuar un análisis sobre la valuación de los bienes que
integran el acervo hereditario, debiendo destacar que en algunos códigos de procedi-
mientos como los de Mendoza o San Juan la tarea de partidor la reserva exclusivamente
a los profesionales en ciencias económicas, pues en las casas de altos estudios cuyanas
otorgan el título de contador público nacional y perito partidor.
Realizado por los herederos o por una persona designada por el juez, el inventario
y también su avalúo puede ser impugnado tanto por los copropietarios de la masa indi-
visa, como por los acreedores y legatarios, ya que éste es de suma trascendencia.
En efecto, a los coherederos les asiste el derecho incuestionable porque de la
inclusión o exclusión de determinados bienes, y de su avaluación han de depender
sus porciones. A los acreedores, porque existiendo la posibilidad de hacer dación en
pago con bienes concretos, han de pretender que estén bien valuados. Y en cuanto a
los legatarios de cosas, para conocer por parte de los demás herederos, de que no se
ha vulnerado la porción legítima.
Esta impugnación, sea porque no se han incluido bienes o se los ha excluidos; o
porque se los ha tasado incorrectamente, se tramita por vía de juicio incidental en el
mismo tribunal donde se tramita el proceso sucesorio, no obstando que pueda conti-
nuarse respecto de los bienes que no han sido objeto de controversias.
5. Clases de partición
De esta manera, queda expuesto que hay ciertos bienes que por un tiempo o para
siempre (casos d y e), van a quedar excluidos de la partición a fines de resguardar la
unión familiar, o el mejor uso económico de los bienes.
3. Inventario_
Es el paso inicial en la partición y consiste en la descripción detallada de los bienes
hereditarios, individualizándolos debidamente y haciendo mención a los datos registra-
les para el caso de bienes con esa característica acompañando los títulos o los informes
de los registros correspondientes. Para el caso de existencia de participaciones societa-
rias, títulos valores, dinero en cuentas bancarias, la debida inclusión de sus cuantías y
la acreditación de su existencia.
Una vez detallados los activos, deben agregarse los pasivos que en el transcurso
del proceso no hayan sido cancelados con bienes de la sucesión, y que se encuentren
pendientes de pago.
De este inventario y avalúo debe dársele participación a todos los herederos y tam-
bién a los acreedores.
"Art. 2359 CCyC.- Garantía de los acreedores y legatarios de la sucesión. Los acree-
dores del causante, los acreedores por cargas de la masa y los legatarios pueden oponerse
a la entrega de los bienes a los herederos hasta el pago de sus créditos o legados".
En efecto, los herederos son directos interesados en que el inventario y avalúo esté
confeccionado de la manera más exacta posible, porque de su aprobación ha de resultar
luego su porción. Por otro lado, los legatarios y acreedores tan1bién tienen derecho a
controlar este paso, porque de él han de surgir porciones alícuotas y se podrán determi-
nar las porciones legítimas que podrían invocar los herederos que las pm,i,mn,
"Art. 2341 CCyC.- lnventario. El inventario debe hacerse con citación de los here-
deros, acreedores y legatarios cuyo domicilio sea conocido El inventario debe ser rea-
lizado en un plazo de tres meses desde que los acreedores o legatarios hayan intimado
judicialmente a los herederos a su realización".
4.Avalúo
Se ha expresado que el inventario es una descripción precisa de activos y pa,;;;ivos,
y tanto unos como otros deben ser avaluados. La ley le impone esa condición ya que
de éstos ha de surgir la apreciación exacta de la situación patrimonial de la herencia.
Avaluar significa otorgar un precio en dinero a cada bien, y a cada deuda.
"Art. 2343 CCyC.-Avalúo. La valuación debe hacerse por quien designen los co-
propietarios de la masa indivisa, si están de acuerdo y son todos plenamente capaces o,
en caso contrario, por quien designa el juez, de acuerdo a la ley local. El valor de los
bienes se debe fijar a la época más próxima posible al acto de partición".
Como bien puede advertirse, esta valuación, así como la del invt'.lnlario de los bie-
nes, puede ser efectuada por los mismos herederos sin necesidad de la intervención de
un tercero, quien sólo interviene en caso de que entre éstos no haya acuerdo, o existan
menores o incapaces. O que haya sido solicitad.a por acreedores. En el primer caso, a1
inventario y avalúo se le llama "denuncia de bienes":
DERECHO SUCFSORIO. PARTICIÓN. SUCESIÓN INTESTADA 389
--.,
se o btiene. También puede venderse parte de los bienes si es necesario para posibilitar
la formaci ón de los lotes".
b. Eludir condominios: si bien el nuevo Código no expresa esta regla de manera ta-
jante como si lo hacia el Código de Vélez, lo cierto es que tanto la doctrina como
la j urisprudencia son coincidentes en este punto, atento a que los condominios
tienden a ser semillero de litigios. En e l caso de que sea imposible formar lotes
equi valentes, sin constituir condominios, se ha de preferir hacerlo entre comu-
neros más próximos en grado. As! hermanos bilaterales entre sí, y hermanos
unilalerales entre sí.
De esta manera, el nuevo Cód igo indica: "Ar/. 2377 CCyC.- Formación de los
lotes. Para la formaci ón de los lotes no se tiene en cuenta la naturaleza ní el destino
de los bienes, excepto que sean aplicables las normas referentes a la atribución pre-
ferencial. Debe evitarse e l parcelam iento de los inmuebles y la división de las em-
presas. Si la composición de la masa no permite formar lotes de igual valor, las
diferenci as entre el valor de los bienes que integran un lote y el monto de la hijuela
correspondlrnle debe n ser cubiertas con dinero, garantizándose e l saldo pendiente a
satis facción del acreedor. El saldo no puede superar la mitad del valor del lote, ex-
cepto en el caso de atribuci ón preferencial. Excepto acuerdo en contrario, si al deu-
dor del sa ldo se le conceden plazos para el pago y, por c ircunstanc ias económicas, e l
valor de los bienes que le han s ido atribuidos aumenta o disminuye apreciablemente,
las sumas debidas aumentan o disminuyen en igual proporción. Si hay cosas grava-
das con derechos reales de garantía, debe ponerse a cargo del adjudicatario la deuda ----.
respectiva. imputándose a la hijue la la diferencia entre el valo r de la cosa y el im-
porte de la deuda. Las sumas q ue deben ser colacionadas por uno de los coherederos
se imputan a sus derechos sobre la masa".
c. Formación de hijuela de bajas, compuesta no sólo por deudas del causante, sino
por los generados con posterioridad al fallecimiento, llamadas "cargas" y lega-
dos particulares. Todo e llo en función de lo establecido por e l "Art. 2384.- Car-
gas de la masa. Los gastos causados por la partición o liquidación, y los hechos
en beneficio común, se imputan a la masa".
"Art. 2378, última parte CCyC.- ... En todo caso se deben reservar bienes suficien-
tes para solventar las deudas y cargas pendientes, así como los legados impagos·•.
Son consideradas "cargas·•. gastos de sepelio, tasa de justicia, honorarios de los
,,....
abogados que hacen tareas de beneficio común, así como también la de los peritos,
partidores y administradores.
Siguiendo estas pautas generales, el partidor forma la masa partible con los acti vos
de todo tipo (salvo los valores a colacionar que se agregan después), le resta los pasivos
y de esa operació n contable resulta un líquido partible que en la medida de lo posible
ha de adjudicar a cada heredero en especie y en forma individual.
Los bienes que el causante ha dado en donación a descendientes y cónyuges, deben
ser traídos a la he rencia, pero sólo en su valor a fines de que se descuenten como ade-
lanto de su hijuela. Atento a que esos bienes dados en donación, no responden por las
deudas ni cargas de la sucesión, se computan sus valores, después de deducidas éstas,
salvo que no alcance a cubrirse con los demás bienes. Ello hace al principio de seguri-
dad jurídica que se pretende n investir a ciertos actos.
D1:1u:CHO SUCl:50RIO. PARTJCJÓN. Se-CESIÓN rnTESTADA 391
A modo de ejemplo, si fallece una persona dejando como heredero sólo a tres hijos,
y la herencia en su activo hace la suma de$ 300.000; existe un pasivo de$ 9.000 y a
uno de los hijos le ha donado un bien por $ 60.000, el partidor deberá proceder de la
siguiente manera:
Total de activos: .. , ..... , ........... $ 240.000 (resto de los bienes que perduran en
titularidad del causante), menos los
Pasivos (cargas y deudas) .................... $ 9.000, da como resultado el:
Liquido partible .................... $ 231.000, a lo que hay que sumarle
Valor dado en colación .................... $ 60.000
Total a partirse ........ , ... , , , ..... $ 291.000, que divididos entre tres, da una porción
de$ 97.000 para cada hijo.
Uno de ellos, ya ha recibido bienes por$ 60.000, y debe completarse ese lote con
otros bienes o valores en líquido para llegar a completar su hijuela
6. Atribución preferente_
11. COLACIÓN
l. Concepto
El art. 2392 del CCyC establece los actos no sujetos a colación cuando reza: "No se
debe colación por los gastos de alimentos; ni por los de asistencia médica por extraordina-
rios que sean; ni por los de educación y capacitación profesional o artística de los descen-
dientes, excepto que sean desproporcionados con la fortuna y condición del causante; ni por
los gastos de boda que no exceden de lo razonable; pero- sf por las prima,;;; pagadas por el
causante al asegurador, hasta la concurrencia del premio cobrado por el asegurado. ·también
se debe por lo empleado para establecer al coheredero o para el pago de sus deudas".
Una aclaración necesaria es que esta enumeración se refiere a gastos realizado a fa-
vor de los descendientes y no del cónyuge por lo que si éste hubiera recibido por alguna
de esos conceptos a título gratuito deberán colacionarlos.
Se impone el deber de colacionar lo que un legitimario ha recibido para su esta-
blecimiento o pago de sus deudas, ya que no son obligaciones que tengan que haber
asumido el causante y su realización beneficia al legitimario.
legitimación activa
No todo heredero legitimario se encuentra habilitado para promover la acción de co-
lación, ya que sólo corresponde a los descendientes y al cónyuge supérstite pero no a los
ascendientes que también ostentan esa protección legal: "Art. 2395CCyC.-La colación solo
puede ser pedida por quienes eran coherederos presuntivos a la fecha de la donación".
Por lo tanto, además de ostentar la condición de legitimario al tiempo de la muerte
del causante, es imprescindible que se haya tenido esa condición en el momento en que
se efectuó la donación. Cuando un futuro heredero no existía al momento en que se
hace la donación, no podrá demandar colación.
Los acreedores del causante y los legatarios carecen de legitimación para deman-
dar por colación, aunque los bienes hereditarios sean insuficientes para satisfacer esos
créditos o para cumplir con los legados porque la colación se realiza en valores y no
en especie lo que significa que el bien donado no reingresa a la masa hereditaria sino
que tan solo se computa su valor en la masa de partición y se imputa en la hijuela del
donatario. Tampoco tienen legitimación activa los herederos renunciantes o declarados
indignos sirq.plcmente porque han quedado excluidos de la herencia.
DERECHO SUCESORIO. PARTICIÓN. SUCESIÓN INTESTADA 395
5. Dispensa de la colación
6. Colación de deudas
la misma por el arl. 2398 CCyC y no sería equitativo, debiendo igualmente producirse
la colación de esa deuda, pero aún no tiene resolución en forma expresa.
En el párrafo 2° del art. 2385 del CCyC se establece: "Dicho valor se determina a la
época de la partición según el estado del bien a la época de la donación ... ".
Ello sig nifica que para detem1inar el valor colacionable hay que valuar el bien tal
como se encontraba en el momento en que se hizo la donación y ese importe actualizar-
lo a la época en que se realiza la partición. Para dicha actualización no podrán aplicarse
índices inflacionarios, pero será viable un reajuste que guarde otros parámetros y que
en definitiva resuelva el juez.
l. Concepto. Formas
La partición por ascendiente tiene lugar cuando el causante por donación o por
testan1ento di vide sus bienes entre s us descendientes determinando la composición de
cada una de h1s hij uelas y su correspondiente beneficiario.
Puede instrumentarse mediante la donación de s us bienes a sus descendientes o
estableciendo en su testan1ento los bienes que cada uno de ellos recibirá (art. 24 11
CCyC).
Se han mantenido dos formas de instrumentar la partición por ascendientes: dona-
ción o testamento.
Y se han tenido en cuenta situaciones, que en la anterior legislación no contempla-
ba, como en caso que la persona se encuentre casada bajo el régimen de comunidad,
deberá incluir a su cónyuge respecto de sus bienes propios porque éste los hereda en la
misma parte que un hijo -art. 2433 CCyC-; cuando estaba casado bajo un régimen de
separación de bienes tam bién debe ser incluido e l cónyuge, porque igualmente tienen
derecho hereditario, pero en este caso ya no cabe referirse a los bienes propios s ino que
su vocación recae sobre todos los bienes personales del otro cónyuge causante.
Cuando los esposos están casados bajo el régimen de comunidad y desean hacer
la partición de sus bienes gananc iales, la norma exige que lo hagan conjuntan1ente por
donac ión, estando vedada la posibilidad efectuar la partición por tes tan1ento y p orque
está prohibido e l tes tamento conjunto.
"Art. 2412.- S i la parti ción hecha por los ascendientes no comprende todos los
bienes que dejan a s u muerte, el resto se distribuye y divide según las reglas legales''.
Se extrae de es te artículo que la partición puede ser parcial, debiendo respetarse
las normns genera les de la partición, emanando la soluc ión del art. 2413 d el CCyC: --.
"Al hace r la pnrtició n. sea por donación o por tes tamento, el ascendiente debe cola-
cionar a lu masa el va lor ele los bie nes que anteriormente haya donado y sean suscep-
tibles de colación".
También puede suceder que el causante al hacer la partición puede tener la inten-
ción de m~jorar a uno de sus descendientes o al cónyuge, pero s u voluntad debe haber
DERECHO SUCESORIO. PARTICIÓN. SUCESIÓN TNTE1ffADA 397
Para que la partición por donación pueda perfeccionarse debe ser aceptada por los
futuros herederos, ya que así lo estipulan los arts. 1542 y 1545 CCyC.
No se exige que la donación se realice en un único aclo sino que ascendiente pue-
de efectuar la partición por donación en varias oportunidades siempre claro está, que
intervenga en todos ellos y no puede tener por objeto más que los bie-nes que en ese
momento sean de su propiedad -art. 2415 CCyC-.
El ascendiente puede realizar la donación de la propiedad de sus bienes o bien tan
sólo donar lanuda propiedad reservándose el usufruclo y ftnalmente puede acordar con
los donatarios la constitución de una renta vitalicia a su favor-art. 2416 del CCyC-.
En la partición por donación, deben estar incluidos todos los descendientes del donante,
porque si se hubiera omitido a alguno de ellos o se produjera el nacimiento con posteriori-
dad, éstos podrán reclamar la redt1cción de las donaciones efectuadas art. 2417 CCyC-.
l. Aspectos preliminares
!untad del causante formulado por testamento válido se instituye heredero (art. 2486
CCyC) o designa a quien debe sucederlo en sus derechos (art. 2488 CCyC).
En nuestro ordenamiento, el testador carece de libertad para disponer la totalidad
de su patrimonio pues. la ley reserva a los parientes en línea recta (ascendientes y des-
cendientes) y al cónyuge una porción legítima, que varia según el grado de parentesco y
que el testador no puede disponer en protección de la seguridad del patrimonio familiar.
Sin embargo, cuando no existen herederos forzosos, e l testador puede disponer libre-
mente de la totalidad de su patrimonio. Si no lo realiza, la ley distribuirá sus bienes a
sus parientes en determinado orden y hasta el cuarto grado.
E n este trabajo nos encargaremos de descubrir los principios que informan la su-
cesión intestada para posteriormente realizar la presentación didáctica de este tipo de
sucesión hereditaria.
2. Sucesión intestada
2. 1. De In concurrencia de órdenes
El principio relativo a la concurrencia de órdenes establece una verdadera jerarquía
entre los llamados a suceder, que resulta de la prelación que establece al art. 2424 del
CCyC; por lo que cada uno de los órdenes de parientes desplaza al siguiente.
Pues, por regla general. en primer término, heredan los descendientes, a fa lta de
ellos los ascendientes. y por últimos los colaterales. El cónyuge supérstite, sin embar-
go, concu rre con los ascendientes y los descendientes y desplaza a los colaterales.
Así, nuestro CCyC establece los siguie ntes ordenes:
1) Descendientes sin distinción pues incluyen a los matrimoniales. extramatrimo-
niales. y adoptivos. que concurren con el cónyuge supérstite.
2) Los ascendientes que concurren, si lo hubieren, con e l cónyuge supérstite.
3) El cónyuge supérstite, que hereda íntegramente a falta de descendientes y ascen-
dientes.
4) Los parientes colaterales hasta el cuarto grado.
A falta de herederos legitimarios y de testamento válido. la sucesión queda vacante
y opera la sucesión por el fi sco.
1. J,os órdenes sucesorios se excluyen entre si según el orden que están establecidos
en el ar!. 2424 del CCyC.
2. En cada orden el pariente más cercano excluye al más lejano, salvo el derecho
de representación.
3. En la sucesión no se atiende al origen de los bienes (art. 2425 CCyC).
A) Gananciales en el caso del régimen de comunidad de bienes (art. 3576
CCyC).
B) Adopción simple (art. 2432 CCyC):
Ni los adoptantes heredan los bienes que el adoptado haya recibidos a título
gratuito de un familiar de origen; ni ésta hereda los bienes que el adoptado haya
recibido a título gratuito de su familia de adopción. Estas exclusiones no operan
si, en consecuencia., quedan bienes vacantes. En los demás bienes Los adoptantes
excluyen a los padres de origen
4. Los llamados a la sucesión intestada suceden no sólo por derecho propio sino
también por derecho de representación (art. 2427 CCyC).
2. Ordenes hereditarios
3. Derecho de representación
......,
1. El descendiente representa a su o sus ascendientes en la sucesión del causante
(art. 2428 CCyC).
2. El sobrino puede representar a su padre en la sucesión del tío (art. 2439 CCyC).
A) Descendientes
........ Bienes propios Bien es ganancia les
1. Descendiente o Por cabeza (art. 2426 Porcabeza(art. 2432
....... adoptado: CCyC) CCyC)
B) Ascendientes
Bienes propios Bienes gananciales
......,
1. Ascendientes: Por cabeza (art. 243 1 ídem. ldem
....... CCyC)
dientes de sangre. Sa lvo en la adopción simple los bienes que recibió el adoptado
a título gratuito del adoptante (art. 2432 CCyC).
C) Cónyuge
1. Si está solo. hereda todo, excluye a los colaterales. (art. 2435 CCyC).
D. Colaterales
Hasta e l cuarto grado, salvo el derecho de representación para concurrir sobrinos --..
con tlos.
Art. 2424 CCyC: - Recibe los bienes a falta de otros herederos: derecho de sobera-
nía sobre los CCyC bienes sin dueilo.
- No es heredero ni sucesor en sentido propio.
,,....._ DERECHO SUCESORIO. P ARTICIÓN. SUCESIÓN INTESTADA 403
,,.......
- Corresponden al Estado Nacional, Provincial o la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires según en donde estén situados.
Art. 2441 CCyC - Tiene los mismos derechos y obligaciones que los herederos.
- Su responsabilidad por las deudas del causante es limitada solo hasta el valor de
r los bienes que recibe, y falta de dinero suficiente debe liquidar los bienes (art.
r,. 2443 CCyC).
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CAPITULO XV
DERECHO SUCESORIO. SUCESIÓN TESTAMENTARIA
l. SUCESIÓN TESTAMENTARIA
l. Introducción
2. Concepto de testamento
3. Caracteres
ÁZP1Rr, Jorge O., lncidendas del C":ódigo Civil y Comerdal. Derecho sucesorio, 3ª reimpresión,
Hammurabi, Bs.As., 2015, t. 9.
DEREC'HO SUCESORIO. SUCESIÓN TESTAM8'TARIA 407
Así, el art. 2482 del CCyC recoge tres incapacidades o prohibiciones del Código
Civil originario, disponiendo que no pueden suceder:
a) I .os tutores y curadores a sus pupilos, si mueren durante la tutela o curatela o
antes de ser aprobada" las cuentas. En relación a estos supuestos la prohibición
surge razonable en vista a la vulnerabilidad de los menores o incapaces, objeto
de la protección, que la ley le asigna a estas personas para que velen por super-
sona y bi~nes.
b) El escribano y testigos que hayan intervenido en la confección del testamento.
e) Los ministros de cualquier culto que hayan asistido al causante en su última en-
fermedad, Se intenta preservar los bienes del desahuciado.
Ahora, si hubiere algún error u omisión de letras, ello no trae aparejada la nulidad, sino
que se deja al arbitrio judicial, ya que lo que se busca en definitiva es que si la firma es
genuina se lleven a cabo las disposiciones de última voluntad del causante, tal como lo
hemos estudiado en el Capítulo IV.
6. Modos de testar
El CCyC regula básicamente dos formas generales de testar, el testamento ológrafo
(art. 2477 y ss. CCyC) y el testamento por acto público (art. 2479 y ss. CCyC). Sin
embargo, subsiste entre las normas del derecho internacional privado contenidas en el
CCyC, apartado de sucesiones, el testamento consular (art. 2646 CCyC) y el testamen-
to aeronáutico (art. 85 del Código Aeronáutico, no derogado por las disposiciones del
CCyC). Estos dos últimos, no obstante, no serán objelo de análisis en esta oportunidad
por exceder los fines de esta materia.
a. Testamento ológrafo
Concepto
Sin mayores modificaciones a lo preceptuado por el derogado Código Civil origi-
nario el actual CCyC en su art. 2477, estipula que testamento ológrafo será aquél efec-
tuado "lntegrarnente escrito con los caracteres propios del idioma en que es otorgado,
fechado y firmado por la mano misma del testador ... ".
Este modo de testar presenta algunas virtudes, ya que así como garantiza el
secreto, es una forma cómoda y económica de testar por lo que no interviene fun-
cionario o profesional alguno, y además es el más simple desde el punto de vista
formal. Pero eslas ventajas se contraponen con algunos inconvenientes, como el
riesgo latente de destrucción por sus herederos legitimas que deseen ver dismi-
nuida su participación en la herencia o por las personas que las beneficia un tes-
tamento anterior; y se torna más fácil en este caso la captación de la herencia por
violencia o falsificación ante la no participación en su confección de un escribano
público que opere como garante de estas cuestiones.
Debemos aclarar que para hacer valer la vocación testamentaria, el beneficiario de
un testamento ológrafo deberá solicitar su protocolización. Este acto judicial evita la
pérdida o el deterioro, y se permite reconocer su autenticidad, convirtiéndolo en un ins-
trumento público. Este trámite de protocolización se inicia ante el juez del último domi-
cilio del causante presentado el testamento y dos testigos que examinen y reconozcan
la letra y la firma del testador, luego se cita al Ministerio Público y a los herederos
instituidos y a los abintestato que tuvieri:til domicilio conocido (art. 868 del Código de
Procedimiento Civil y Comercial de la Pcia. de Córdoba) pues ellos podrán impugnar a
quiénes tengan suficientes razones, una vez acreditada la autenticidad de la letra y de la
firma, el juez rubricará el principio y fin de cada página y ordenará su protocolización
(art. 865 del Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Pcia. de Cba.).
Formalidades
Tal como lo detalláramos anteriormente, las formalidades se limitan en este caso a
observar la fonna escrita, fecha y firma del documento. Como regla general, dispone el
410 lNSTTTUC!ONES DE DERF.CHO PruVAl.JO
art. 2477 del CCyC que "la falta de alguna de csta'i formalidades invalida el acto", con
algunas salvedades que analizaremos seguidamente.
La doctrina nos ilustra respecto a cada uno de estos elementos:
- Escritura: "La escritura de puño y letra de la mano del testador es una for-
malidad esencial del testamento ológrafo. Ahora bien, ¿cómo tiene que hacerse
esa escritura? El testador debe escribir por si todas las disposiciones de última
voluntad que contenga el testamento. Por lo que es requisito que el testador sepa
leer y escribir para poder otorgar disposiciones de última voluntad mediante tes-
tamento ológrafo. 1'anto la doctrina como la jurisprudencia han entendido que
puede utilizarse toda clase de papel, sellado o no, pudiendo ser confeccionado en
un trozo de papel, aunque sea arrugado o manchado, etc." 3•
- Fecha: Es otro de los elementos esenciales para el otorgamiento válido del acto
jurídico. Ello tiene especial relevancia, porque determinará eventualmente la ca-
pacidad o su ausencia (en razón de su edad o salud mental por caso) para otorgar
el testamento, así como también saber si se trata de trata de la última voluntad
del causante, en caso de múltiples testamentos. El art. 2477 del CCyC establece
alguna flexibilidad antes de declarar la invalidez del acto, que se da cuando el tes-
tamento "contenga enunciaciones o elementos materiales que permitan establecer
la fecha de una manera cierta". Asimismo, dispone que "el error del testador sobre
la fecha no perjudica la validez del acto". Ello en clara referencia a que el testador
consigne por error una fecha inexacta.
- Firma: La firma es también un elemento solemne del acto. El único recaudo que
fija el art. 2477 CCyC es que debe consignarse después de las disposiciones testa-
mentarias, es decir, al final de la redacción del instrumento.
ciarse con su inexistencia. Pero sin lugar a dudas, la rigidez del procedimiento y su for-
ma, hacen que la más minima desviación sea sancionada con la nulidad. Debe advertirse
también que es la única forma posible que tiene el testador que no pueda o no sepa firmar,
y además no permite guardar en secreto la,;; disposiciones de última voluntad.
Formalidades
De lo expuesto, podemos extraer como requisilo esencial el cumplimiento de las
siguientes fonnalidades:
- Escritura pública: Al lratarse de una escritura pública, el acto naturalmente tie-
ne forma escrita, y la intervención del escribano otorga fe sobre la identidad del
testador, así como de la expresión de su voluntad. Naturalmente, el escribano
consignará lugar y fecha de otorgamiento en la citada escritura, generando certeza
en tal sentido. El cumplimiento de la,;; formalidades de dicho acto jurídico serán
responsabilidad el escribano interviniente, ya que debe cumplir los requisitos de
las escrituras públicas (art. 305 CCyC).
-Presencia de testigos: La norma exige presencia ineludible de dos testigos. Pueden
ser testigos las personas capaces al tiempo de otorgarse el testamento y no pueden
serlo, además de los enunciados en el art. 295 (incapaces de ejercicio, los que no
saben firmar, dependientes del oficial público, entre otros), los ascendientes, des-
cendientes, cónyuge ni conviviente del testador, albaceas, tutores, ¡::uradores, ni
los beneficiarios del testamento (art. 2481 CCyC). Además, deben asistir desde el
comienzo hasta el fin del acto sin interrupción. Al respecto Lafaille, sostiene que
"la verdadera interpretación consiste en que los testigos no sólo han de asistir
a la lectura, sino que deben hallarse siificientemente próximos para apreciar la
fidelidad de ella y conformidad del testador" 4 •
- Firma del testador y testigos: Señala el art. 2479 CCyC que concluida la re-
dacción del testamento, se procede a su lectura y firma por los testigos y el tes-
tador. Y por supuesto también el escribano interviniente suscribirá la escritura
respectiva. Si el testador no sabe firmar o no puede hacerlo, puede hacerlo por
él otra persona o alguno de los testigos. En este caso, los dos testigos deben
saber firmar (art. 2480 CCyC).
1. Concepto
LAFAILLE, cit. MAFFIA, Jorge O., Manual de derecho .'n.1cesor10, LexisNcxis, Bs.As., t. II, 2005, p. 227.
lv1AniA. Jorge O., Manual de derecho sucesorio, oh. cit., t. 11, p. 259.
412 INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO
distingue aJ heredero universal del heredero de cuota. Por tanto, debe señalarse que se
entiende por heredero universal a los herederos instituidos sin asignación de partes,
con vocación al todo, es decir no tienen una cuota designada. Por su parte, será here-
dero de cuota, cuando los herederos instituidos lo son en una fracción de la herencia,
tienen limitado su llamamiento a una cuota y no tienen vocación a todos los bienes, a
la que acceden sólo por excepción (art. 2488 CCyC).
2. Casos especiales
a. Institución de parientes
Este supuesto refiere a los casos en que la institución se ha hecho a "los parientes"
en forma indetenninada. Entonces, la institución así efectuada se entiende hecha a los
de grado más próximo, según orden de sucesión intestada y teniendo en cuenta el de-
recho de representación. Ahora, si a la fecha del testamento hay un solo pariente en el
grado más próximo se entienden llamados al mismo tiempo los del grado siguiente. Por
ejemplo, si sólo tiene un hijo y nietos, al instituir a los parientes se está refiriendo al
conjunto de ellos (art. 2485 CCyC).
3. Sustitución de herederos
Es la disposición por la cual el testador instituye en orden subsidiario una perso-
na para el caso de que el instituido en primer término no llegue a suceder (art. 2491
CCyC). Claro es entonces, que si el instituido acepta la herencia, queda sin efecto el
llamamiento del sustituto. Se comporta como un llamamiento supletorio, aclarando al
respecto que el heredero o legatario sustituto queda sujeto a las mismas cargas y condi-
ciones impuestas al instituido.
DERECHO SUCESORIO. SLCESlÓN TESTAMENTA.RIA 413
4. Legados
Concepto y caracteres
Hemos analizado hasta aquí el hecho de que se puede recibir bienes del causante o
bien porque así lo dispuso la ley o bien, porque es instituido heredero por el causante en
su testamento. En ese mismo acto el causante también puede resolver que determinados
bienes se destinen a determinadas personas.
Podernos decir entonces que los legados son una liberalidad hecha en un testamen~
to, por la que se transmiten al benefidario, derechos sobre un bien parlicular.
En síntesis, podemos enumerar los siguientes caracteres:
a) Liberalidad, generalmente es un acto a título gratuito salvo en los casos de los
legados remuneratorios que revisten la modalidad de contraprestación por una
situación jurídica preexistente.
b) Importa la transmisión de los derechos y excepciones sobre un bien.
e) Debe referirse a objetos particulares, no solo están englobados en esta categoría
el legado de cosa cierta, o de cosa determinada, sino toda transmisión que no sea
de parte alícuota
d) La facultad de formalizar legados es indelegable desde que éste no puede dejarse
al arbitrio de un tercero ni del heredero (art. 2495 CCyC).
e) El heredero debe entregar la cosa en el estado en que se encuentra a la muerte del
testador con todos sus accesorios (art. 2499 CCyC).
taJ como hipoteca, prenda, etc. El legatario entonces deberá soportar las obli~
gaciones (por ejemplo, restricciones al dominio, desmembraciones al dominio,
etc.) que pesen sobre la cosa hasta la concurrencia del valor de ésta, no siendo
obligación del heredero su entrega libre de gravámenes, En el caso de las deudas,
no está obligado a abonarlas, pero en caso de cancelarse por el o los herederos,
rcci birá el importe neto de su pago, si hubiere remanente.
e) Legado de inmueble. El legado de inmueble, conf. art. 2501 CCyC, deja inclui-
dos dentro del legados dos supuestos: a) las mejoras existentes sin importar la
fecha en que se hicieron y b) terrenos adquiridos por el testador después de testar,
que constituyan una ampliación del fundo legado, se deben siempre que no sean
susceptibles de explotación independiente. El precepto se justifica en el primer
caso porque si el testador, una vez realizado el testamento decide introducir me-
joras, lo hace a conciencia de que esas mejoras corresponderán al legatario. En
el segundo, habrá que estarse a la realidad de los fundos al tiempo de la muerte
del causante para detenninar por amplios medios probatorios si constituyen o no
fundos susceptibles de explotación independiente. Ello dependerá de cada caso
concreto y eventualmente de la apreciación judicial que oportunamente se haga.
d) f.egado de género. Es aquél cuyo objeto está determinado genéricamente, aun-
que no exista cosa alguna de ese género en el patrimonio del testador (art. 2502
CCyC). La elección puede recaer en el heredero o legatario, pudiendo optar por la
cosa de peor o mejor calidad. Si hay una sola cosa en el patrimonio del testador,
con ella debe cumplirse el legado. A diferencia de lo que sucede con el legado de
cosa cierta, en el legado de género sólo tenemos una referencia de la cosa que debe
entregarse, no individuali7.ando la cosa más que por su género o especie.
e) Legado de cosa fungible y legado alternativo. La cosa fungible conforme el
art. 232 CCyC, es aquella en que todo individuo de la especie equivale a otro
individuo de ta misma especie y pueden sustituirse. De acuerdo a lo preceptuado
por el art. 2503 CCyC en caso de ocurrir la evicción (garantía de existencia y
legitimidad del derecho) de la cosa fungible entregada al legatario, éste puede
reclamar entrega de otra de la misma especie y calidad. En caso de tratarse de un
legado alternativo, producida la evicción, éste puede pedir alguno de los otros
bienes comprendidos en la alternativa. En relación al modo de todo lo atiente a
la resolución de la obligación alternativa, serán de aplicación las disposiciones
previstas en las obligaciones de esta clase, art. 779 CCyC y ss.
j) L1•nadP con determinadón del lugar. Es el caso en que el testador ha designado
el Icgudo por el lugar en que se encuentra. El heredero cumple entregando la
cantidad allí existente a la muerte del testador, aunque sea menor a la designada.
Si es mayor, debe entregar la cantidad designada y si nada hay, nada se debe, art.
2504 CCyC.
g) /,egado de crédito. legado de liberación. En el caSo bajo análisis el testador es
titular de un crédito, y decide entonces legar el cobro de ese crédito, o bien, que el
legado consista en la liberación de la deuda que el legatario tenia con el causante.
Este comprende, conforme el art. 2505 CCyC, la parte del crédito o de !adeuda que
subsi:,len a la muerte del testador y los intereses desde entonces. No comprende
las deudas contraída,;; por el legatario con posterioridad a la fecha del testamento.
DERECHO SUt:!iSOIUO. SUCESIÓN TESTAMENTAR1A 415
----------
c. Caducidad
Antes de abordar este acápite, debemos seftalar una importante distinción entre re-
vocación y caducidad testamentaria que con acierto ha seffalado la jurisprudencia: "no
cabe confusión posible entre la revocación y la caducidad de los legados, pues mientra~
la primera depende de la voluntad del testador que se retrae, la segunda tiene lugar por
causas extrañas a esa voluntad" 9•
Así, la caducidad de los legados tiene lugar cuando: a) el instituido muere antes
que el testador o antes del cumplimiento de la condición de la que depende la adqui-
sición de la herencia (art. 2518 CCyC); b) en el legado de cosa cierta y determinada,
ésta perece por caso fortuito luego de la apertura de la sucesión o del cumplimiento
de la condición (art. 2519 CCyC), pero si perece parcialmente subsiste por la parte
que conserva, y e) por transfonnación de la cosa por causa ajena a la voluntad del
testador, anlerior a su muerte o al cumplimiento de condición suspensiva.
6. Derecho a acrecer
Es el derecho que penn ite a los legatarios., en virtud de la voluntad prc..c;;unta del cau-
sante, aprovechar la parte del colegatario, cuando ésta renuncia o no puede recogerla
(art. 2489 CCyC). Los favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones
y cargas que pesaban sobre la parte acrecida Este derecho se transmite a los herederos.