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LOS ATEOS

El ateísmo es, en su sentido más amplio, la ausencia de la creencia en la existencia de


las deidades.1234 En sentido estricto, es el rechazo de la creencia de que cualquier deidad exista.56
En una definición aún más restringida, el ateísmo es específicamente la postura que defiende que
no existen las deidades.1278 Se opone al teísmo,910 que en su forma más general es la creencia en
la existencia de al menos una deidad.41011
El término ateo proviene etimológicamente del latín athĕus y este del griego ἄθεος, que significa ‘sin
dios(es)’ y fue empleado de forma peyorativa para referirse a quienes rechazaban a los dioses
adorados por su sociedad.12 Con el surgimiento y la difusión del librepensamiento, el escepticismo
científico y el subsecuente incremento de la crítica de la religión, disminuyó el alcance del término.
Las primeras personas en identificarse a sí mismas con la palabra «ateo» vivieron en
la Ilustración durante el siglo XVIII.13 La Revolución francesa, notable por su «ateísmo sin
precedentes», presenció el primer gran movimiento político de la historia en abogar por la
supremacía de la razón humana.14
Los argumentos a favor del ateísmo abarcan desde aspectos filosóficos a perspectivas sociales e
históricas. Las razones para no creer en deidades incluyen argumentos de ausencia de evidencia
empírica,1516 el problema del mal, el argumento de las revelaciones inconsistentes, el rechazo a
conceptos infalsables y el argumento de la no creencia, entre otros.1517Si bien algunos ateos han
adoptado filosofías seculares (como el humanismo y el escepticismo),1819 no existe una ideología o
código de conducta único al que todos los ateos adhieran.20 Muchos de ellos sostienen que el
ateísmo es una cosmovisión más parsimoniosa que el teísmo y que por tanto la carga de la
prueba no recae en quien no cree en la existencia de dioses, sino que es el creyente quien debe
justificar su teísmo.21
Dado que las nociones de ateísmo varían, las estimaciones precisas de cuántos ateos existen en el
globo es una tarea compleja.22 Según una estimación hecha en 2007, los ateos representaban el
2,3 % de la población mundial, además del 11,9 % de no religiosos (ateos no incluidos).23 En una
encuesta de WIN/GIA de 2012 se preguntó «Independientemente de si asiste a un lugar de culto o
no, ¿diría usted que es una persona religiosa, no religiosa o un ateo convencido?». El 59 % de la
población mundial se identificó como religiosa, el 23 % como no religiosa y el 13 % se declaró atea
convencida. Los ateos están concentrados principalmente en Asia Oriental, especialmente
en China (47 %) y Japón (31 %), y en Europa Occidental (en promedio 14 %), donde
sobresale Francia (29 %). En comparación con el mismo estudio realizado en 2005, en siete años la
religiosidad disminuyó nueve puntos porcentuales mientras que los ateos aumentaron tres en los
países en común.24

Definiciones y distinciones

Diagrama que muestra las relaciones entre las definiciones


entre el ateísmo débil/fuerte e implícito/explícito.
Los ateos explícitos positivos/fuertes (en la derecha) afirman que «a lo menos existe una
deidad» es una afirmación falsa.
Los ateos explícitos negativos/débiles (en la derecha) rechazan o rehúyen la creencia que existe
alguna deidad, sin afirmar en efecto que «a lo menos una deidad existe» es falso.
Los ateos implícitos negativos/débiles (en la izquierda) incluyen a personas que no creen en una
deidad, pero no han rechazado conscientemente tal creencia: niños pequeños, personas que no
han sido expuestas a ideas teístas y algunos agnósticos. Los tamaños en el diagrama no indican los
tamaños relativos dentro de una población.
La Internet Encyclopedia of Philosophy define el ateísmo como "la opinión de que Dios no existe"25
y Paul Draper escribe en Stanford Encyclopedia of Philosophy que, en filosofía al menos, "el
ateísmo debe interpretarse como la proposición de que Dios no existe (o, más ampliamente, la
proposición de que no hay dioses)";8 por otro lado, en The Oxford Handbook of Atheism se entiende
el ateísmo en un sentido amplio como la "ausencia de creencia en la existencia de un Dios o
dioses".26
No existe consenso sobre cuál es la mejor manera de definir y dividir al ateísmo.27 Entre los
aspectos en disputa se encuentra la pregunta a qué entidades sobrenaturales se opone, si es una
afirmación per se o solo la ausencia de ella y si requiere un rechazo explícito y deliberado o no. El
ateísmo se lo considera compatible con el agnosticismo,28293031323334 pero también diferente.353637 Se
ha propuesto una variedad de categorías para diferenciar sus diferentes formas.
Alcance
Parte de la ambigüedad y controversia existente en definir ateísmo surge de la dificultad de lograr
un consenso en la definición de palabras como deidad o dios. La pluralidad extrema de
diferentes concepciones de dios y deidad ha llevado a diferentes ideas respecto a su aplicación. En
la Antigüedad clásica, los romanos acusaron a los cristianos de ser ateos por no adorar a sus
deidades paganas. De forma gradual y a medida que este uso disminuía, se empezó entender
al teísmo como la creencia en cualquier divinidad, sea la propia o no.38
Con respecto al rango de los fenómenos rechazados, el ateísmo puede rechazar desde la
existencia de las deidades, hasta la existencia de cualquier
concepto espiritual, sobrenatural o trascendente, tales como aquellos
del budismo, hinduismo, jainismo y taoísmo.39
Implícito vs. explícito
Artículo principal: Ateísmo implícito y explícito

Las definiciones de ateísmo varían según el grado de reflexión que una persona debe tener
respecto a los dioses para ser considerada atea. Algunas definiciones incluyen a la simple ausencia
de creencia en que algún dios exista. Esta definición extensa incluiría a los recién nacidos y
aquellas personas que no han sido expuestas a ideas teístas. Ya en 1772, el barón d'Holbach dijo
que «Todos los niños nacen ateos; no tienen ni idea de Dios».40 Similarmente, George H.
Smith (1979) sugirió que: «El hombre que no conoce al teísmo es un ateo porque no cree en un
dios. Esta categoría también incluiría al niño que tiene la capacidad conceptual para aprender los
problemas implicados, pero que aún no es consciente de ellos. El hecho de que este niño no crea
en un dios lo califica como ateo».41 Smith acuñó el término ateísmo implícito para referir a «la
ausencia de creencia teísta sin un rechazo consciente» y ateísmo explícito para la definición más
común de la incredulidad consciente. Ernest Nagel contradice la definición de Smith como simple
«ausencia de teísmo», reconociendo solo el ateísmo explícito como el verdadero «ateísmo».42
Positivo vs. negativo
Filósofos como Antony Flew43 y Michael Martin38 han diferenciado el ateísmo positivo (fuerte)
del ateísmo negativo (débil). El ateísmo positivo es la afirmación consciente de que los dioses no
existen. El ateísmo negativo incluye todas las otras formas del no teísmo. De acuerdo con esta
clasificación, quienquiera que no sea teísta es un ateo negativo o positivo. Los
términos fuerte y débil son relativamente recientes, mientras que los
términos positivo y negativo tienen un origen anterior y se han usado (de maneras ligeramente
diferentes) en la literatura filosófica43 y en apologéticas católicas.44 Según esta división del ateísmo,
la mayoría de los agnósticos serían ateos negativos.
Mientras que hay quienes afirman, como Michael Martin, que el agnosticismo implica un ateísmo
negativo,31 varios agnósticos consideran que su postura es distinta al ateísmo,4546 pues pueden
considerar a este último no más justificado que el teísmo o que requiere de igual convicción.45 La
declaración que el conocimiento, ya sea a favor o en contra, de la existencia de los dioses es
inalcanzable, se entiende a veces con la implicación que el ateísmo también requiere un salto de
fe.4748 Las respuestas comunes incluyen que las proposiciones religiosas no demostradas merecen
tanta incredulidad como todas las proposiciones sin pruebas49 y que la improbabilidad de la
existencia divina no implica que la posibilidad contraria tenga la misma probabilidad de ser cierta.50
El filósofo escocés J. J. C. Smart argumentó que «en ocasiones una persona auténticamente atea
puede describirse a sí misma, incluso apasionadamente, como agnóstica debido a la generalización
irracional del escepticismo filosófico que nos prohíbe decir que sabemos algo sobre cualquier cosa,
a excepción quizás de las verdades de las matemáticas y la lógica formal».51 Para algunos ateos,
como el filósofo Fernando Savater, el agnosticismo es una forma cobarde e inconsecuente de
ateísmo.52 Por consiguiente, algunos autores ateos como Richard Dawkins prefieren diferenciar a
las posturas teístas, ateas y agnósticas según su posición dentro de un espectro de probabilidad
teísta, es decir, la probabilidad de verdad que cada quien asigna a la afirmación «Dios existe».53 En
lo personal, se declara «agnóstico en la misma medida en que lo soy respecto de las hadas en el
fondo del jardín».54
Amistoso vs. hostil
William L. Rowe distinguió tres actitudes que los ateos tienen hacia los teístas, las cuales llamó:
"ateo hostil" (unfriendly atheist), "ateo indiferente" (indifferent atheist) y "ateo amistoso" (friendly
atheist). El primero sostiene que no hay justificación racional para creer que Dios existe; el segundo
es indiferente respecto a si está o no racionalmente justificado en creer en Dios, y el último sostiene
que hay justificaciones racionales para creer que Dios existe, pese a que Dios no crea en él. Rowe
argumentó que el ateísmo debería ser amistoso.55 Una de las consecuencias de la amistad filosófica
de Rowe es su adhesión al principio de caridad.56
Michael Martin afirmó que "no existe una conexión conceptual entre el ateísmo y la amabilidad" y
"uno puede ser un ateo amistoso o hostil o un teísta amistoso o hostil". Pese a estar de acuerdo con
Rowe al decir que "es un punto de vista plausible y los ateos harían bien en considerarlo
seriamente", Michael Martin rechazó el argumento de Rowe a favor del ateísmo amistoso como
falso, y señaló que históricamente "los ateos han sido perseguidos y discriminados e incluso hoy los
ateos a menudo viven en una atmósfera hostil".57
Definición como imposible o transitorio
Antes del siglo XVIII, la existencia de Dios se aceptaba tan universalmente en el mundo occidental
que incluso se cuestionaba la posibilidad del ateísmo auténtico. Bajo el contexto
del innatismo teísta, la idea de que todas las personas creen en Dios desde el nacimiento, estaba la
connotación de que los ateos simplemente eran teístas en negación.58
Además existe la creencia de que los ateos rápidamente creen en Dios en momentos de crisis,
se convierten in artículo mortis (justo antes de morir) o que «no hay ateos en las trincheras».59 Sin
embargo, han existido contraejemplos, entre ellos casos de ateos literalmente en las trincheras.60
Incluso se ha cuestionado la necesidad de la palabra ateísmo:
De hecho, «ateísmo» es un término que no debería existir. Absolutamente nadie necesita identificarse a sí
mismo como un «no-astrólogo» o «no-alquimista». No tenemos palabras para las personas que dudan que
Elvis aún vive o que los alienígenas han cruzado la galaxia solo para molestar granjeros y sus ganados. El
ateísmo no es nada más que los ruidos que las personas sensatas manifiestan en la presencia de creencias
religiosas injustificadas.61
Carta a una nación cristiana, Sam Harris
Conceptos

Paul Henri Thiry, Baron d'Holbach, un defensor del ateísmo


del siglo XVIII. «La fuente de la desdicha del hombre es la ignorancia de la naturaleza. La
pertinacia con que se aferra a opiniones ciegas imbuidas en su infancia, las que se entretejen con
su propia existencia, el consecuente prejuicio que deforma su mente, que previene su expansión,
que lo somete a la esclavitud de la ficción, surge para condenarlo al error incesante». 62 Système
de la Nature
La clasificación más amplia del fundamento ateo es su división entre ateísmo práctico y teórico.
Ateísmo práctico
Artículo principal: Ateísmo práctico

Se considera al ateísmo práctico como una forma de actuar en la que los ateos prácticos
o pragmáticos viven como si no existieran dioses, de ser posible explicando fenómenos naturales
sin necesidad de referencias divinas. Aunque en esta postura no se niega explícitamente la
existencia de ningún dios, sí puede considerarse innecesaria o inútil; para los ateos prácticos de
existir alguna deidad esta no proveería sentido a la vida ni influenciaría en la vida cotidiana.6364
Una forma de ateísmo práctico con implicaciones para la comunidad científica es el naturalismo
metodológico: según el geólogo Steven Schafersman, la «tácita adopción o suposición del
naturalismo filosófico dentro del método científico con o sin la plena aceptación o creencia en él».65
El ateísmo pragmático puede tomar diversas formas:

 Ausencia de motivación religiosa: la creencia en dioses no impele la acción moral,


religiosa o cualquier otro tipo de actuar.
 Exclusión activa de los problemas divinos y religiosos de la búsqueda intelectual y
acción práctica.
 Indiferencia: la ausencia de interés en los problemas divinos y religiosos.
 Desconocimiento del concepto de deidad.63
Ateísmo teórico
Argumentos ontológicos
El ateísmo teórico explícitamente plantea argumentos contra la existencia de dioses y refuta
los argumentos teístas comunes, tales como el argumento del diseño o la apuesta de Pascal. Es
principalmente una ontología, concretamente una ontología física.
Véanse también: Ateísmo agnóstico, No-cognitivismo teológico y Apuesta de Smith.

Argumentos epistemológicos
El ateísmo epistemológico sostiene que las personas no pueden conocer a Dios o determinar su
existencia. Se fundamenta en el agnosticismo, que toma una variedad de formas. En la filosofía de
la inmanencia, la divinidad es una entidad inseparable del mundo, que incluye a la mente propia, y
cada conciencia individual está contenida en el sujeto. De acuerdo a esta forma de agnosticismo, la
limitación en la perspectiva humana previene cualquier inferencia objetiva desde la creencia en un
dios a la afirmación de su existencia independiente del creyente. El agnosticismo racionalista
de Immanuel Kant y los pensadores de la Ilustración solo aceptan el conocimiento deducido a
través de la razón humana; esta forma de ateísmo afirma que los dioses no son identificables por
medio alguno, por lo que su existencia jamás podrá llegarse a conocer. El escepticismo, basado en
las ideas de David Hume, afirma que la certeza sobre cualquier asunto es imposible, por lo que
nunca nadie podrá saber de forma segura si un dios existe o no. Hume, no obstante, sostuvo que
tales conceptos metafísicos imperceptibles deben rechazarse como un «sofismo y una ilusión».66
Existe debate respecto si el agnosticismo debiera clasificarse dentro del ateísmo, ya que también
puede considerarse como una cosmovisión independiente y fundamental.63
Otros planteamientos ateos pueden clasificarse como epistemológicos u ontológicos, como
el positivismo lógico y el ignosticismo, que afirma que términos elementales tales como «Dios» y
frases como «Dios es todopoderoso» carecen de significado o inteligibilidad. El no-cognitivismo
teológico sostiene que la afirmación «Dios existe» no expresa una proposición, sino una frase sin
sentido o cognitivamente vacía. De manera similar, existe debate si tal postura puede clasificarse
como una forma de ateísmo o agnosticismo. Los filósofos A. J. Ayer y Theodore M.
Drange rechazan ambas categorías, declarando que ambas corrientes aceptan que «Dios existe»
es una proposición, por lo que separan al no-cognotivismo en una categoría propia.6768
Véanse también: Ateísmo agnóstico y No-cognitivismo teológico.

Argumentos metafísicos
La autora Zofia Zdybicka escribió:
El ateísmo metafísico [...] incluye a todas las doctrinas que sostienen el monismo metafísico (la homogeneidad
de la realidad). Puede ser:
a) Absoluto: un rechazo absoluto a la existencia de Dios asociado con el monismo materialista (en todas sus
corrientes, tanto las antiguas como las modernas).
b) Relativo: el rechazo implícito de Dios en todas las filosofías que, si bien aceptan la existencia de un
absoluto, conciben a ese absoluto carente de todas las cualidades propias de Dios: trascendencia,
personalidad propia y unidad. Está asociado con el monismo idealista (panteísmo, panenteísmo, deísmo).63

Véanse también: Monismo y Fisicalismo.


¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz?
Entonces no es omnipotente.
¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo.
¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces el mal?
¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por qué llamarlo Dios?69
—Paradoja de Epicuro
Argumentos lógicos
El ateísmo lógico afirma que varias de las concepciones de los dioses, tales como el Dios
personal de las religiones abrahámicas como el cristianismo, poseen cualidades lógicamente
inconsistentes entre sí. Tal ateísmo presenta argumentos deductivos contra la existencia de Dios,
que señalan la incompatibilidad entre los atributos divinos, tales como perfección, creador del
mundo, inmutabilidad, omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, omnibenevolencia, trascendenci
a, personalidad, sobrenatural, justo y misericordioso.15
El ateísmo teodiceo afirma que el mundo como lo conocemos no puede reconciliarse con las
cualidades comúnmente atribuidas a Dios o los dioses por los teólogos. Argumentan que la
existencia de una deidad omnisciente, omnipresente, omnipotente y omnibenevolente no es
compatible con un mundo en el que existe el mal y el sufrimiento (argumento del mal), y en el que el
amor divino está oculto a tantas personas (argumento del ocultamiento divino).17
Un argumento similar al del mal se le atribuye a Sidarta Gautama (véase duḥkha),70 sabio de cuyas
enseñanzas se fundó el budismo.71
Véase también: Existencia de Dios#Argumentos en contra de la existencia de Dios

Reducción de la religión
El filósofo Ludwig Feuerbach72 y el psicoanalista Sigmund Freud argumentaron que Dios y otras
creencias religiosas no son más que invenciones humanas creadas para satisfacer variados deseos
o necesidades psicológicas y emocionales. Esta postura es compartida por muchos budistas.73Karl
Marx y Friedrich Engels, influidos por Feuerbach, arguyeron que estas creencias cumplen funciones
sociales utilizadas por quienes están en el poder para oprimir a la clase trabajadora. De acuerdo
con Mijail Bakunin, «la idea de Dios implica la abdicación de la razón y de la justicia humana; es la
negación más decisiva de la libertad humana, y lleva necesariamente a la esclavitud de los
hombres, tanto en teoría como en la práctica». Bakunin invirtió el célebre aforismo de Voltaire, «Si
Dios no existiera, sería necesario inventarlo», en respuesta al cual escribió: «Si Dios existiese
realmente, habría que hacerlo desaparecer».74
Véanse también: Origen de las religiones, Psicología evolucionista de la religión y Psicología de la
religión.

Ateísmo en religiones
El ateísmo es aceptable dentro de algunos sistemas de creencias religiosas y espirituales, como
el judaísmo, el hinduismo, el jainismo, el budismo, el sinteísmo y el raelismo,75
los movimientos neopaganos,76 como la wicca,77 y otras religiones no teístas. Las
escuelas āstikas del hinduismo sostienen que el ateísmo es un camino válido hacia la moksha, pero
extremadamente dificultoso, ya que los ateos no pueden esperar ninguna ayuda de la divina
providencia en su viaje.78 El jainismo cree que el universo es eterno y no tiene necesidad de un
creador, sin embargo se venera a los tirthankaras, que pueden trascender el tiempo y el espacio79 y
tienen mayor poder que el dios Indra.80El budismo secular no defiende la creencia en dioses. El
budismo temprano era ateo, pues el camino de Buda Gautama no supone dioses. Según Kedar
(1997) concepciones posteriores del budismo consideran al propio Buda como Dios en una de sus
encarnaciones, lo que sugiere que sus seguidores pueden obtener el mismo estatus, y reverencian
a los bodhisattvas.81 Sin embargo otros estudiosos como Harvey (2013)82 aseguran que los budistas
consideran que el universo no tiene principio y no ven la necesidad de un creador.82 Lo más
parecido a un creador en la cosmología budista, según Harvey, serían los seres conocidos
como Mahabrahmas que reinan sobre los devas y son equivocadamente asumidos como creadores
del universo por ser los primeros en surgir cada vez que éste se renueva, pero son seres limitados,
finitos e inferiores a quienes han alcanzado el Nirvana como Buda.82 Harvey llama a esto
"transpoliteísmo".82 Similarmente el maestro zen Thích Nhất Hạnh rechaza la noción de que en el
budismo se considere que Buda sea Dios.83
Véase también: Religiones no teístas

Filosofías ateas

Jean-Paul Sartre (1905–1980), filósofo y literato francés.


El ateísmo axiológico o constructivista rechaza la existencia de dioses en favor de un «absoluto más
elevado», tales como la humanidad. Esta forma de ateísmo favorece al hombre como la fuente
absoluta de la ética y los valores, y permite a los individuos resolver sus problemas morales sin
recurrir a seres sobrenaturales. Karl Marx y Sigmund Freud usaron este razonamiento para
comunicar mensajes de liberación, desarrollo pleno y felicidad liberada.63 Una de las críticas al
ateísmo más comunes ha sido la idea contraria, que negar la existencia de un dios conduce
al relativismo moral, lo que dejaría al ateo sin fundamento moral o ético84 y volvería su vida en
absurda y miserable.85 Blaise Pascal arguyó esta postura en sus Pensées.86
Jean-Paul Sartre se identificó a sí mismo como «existencialista ateo»,8788 menos preocupado en
negar la existencia de Dios que en demostrar que «es necesario que el hombre se encuentre a sí
mismo y se convenza de que nada puede salvarlo de sí mismo, así sea una prueba valedera de la
existencia de Dios».8990 Para Sartre, este ateísmo «declara que si Dios no existe, hay por lo menos
un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido
por ningún concepto, y que este ser es el hombre o, como dice Heidegger, la realidad humana».8788
La consecuencia práctica de este ateísmo fue descrita por Sartre como la inexistencia de
mandatos a priori o valores absolutos que puedan ser invocados para gobernar la conducta
humana, y que los humanos están «condenados» a inventarlos por sí mismos, lo que hace al
hombre absolutamente «responsable de todo lo que hace».91
Véanse también: Existencialismo ateo y Humanismo secular.

Ateísmo, religión y moral


Artículo principal: Ateísmo y religión

Creencias y comportamientos sociales


El sociólogo Phil Zuckerman analizó en 2009 los estudios sociológicos existentes sobre la
irreligiosidad y concluyó que el bienestar social está correlacionado positivamente con la irreligión.
Descubrió que hay una menor tasa de ateísmo e irreligiosidad en naciones pobres y menos
desarrolladas (especialmente en África y Sudamérica) que en las democracias ricas e
industrializadas.9293 Sus descubrimientos en relación con el ateísmo en los Estados Unidos fue que,
comparados con sus compatriotas religiosos, «las personas ateas e irreligiosas» son
menos nacionalistas, prejuiciosas, antisemitas, racistas, dogmáticas, etnocéntricas, cerradas de
mente y autoritarias, y en los estados con los mayores porcentajes de ateos, la tasa de asesinatos
está bajo al promedio; por el contrario, en los estados más religiosos, esta es superior al promedio.94
95

Ateísmo e irreligión

El budismo es descrito a veces como no teísta debido a su


ausencia de una deidad creadora, pero esa puede ser una opinión demasiado simplista.96
Se asume a menudo que las personas que se autoidentifican como ateas son irreligiosas, pero de
hecho algunas sectas de las religiones principales rechazan la existencia de una deidad personal
y creadora.97 En los años recientes, ciertas denominaciones religiosas han acumulado un número
creciente de seguidores abiertamente ateos, tales como el judaísmo ateo y humanista9899 y
el ateísmo cristiano.100101102
El sentido estricto del ateísmo positivo no conlleva ninguna creencia particular aparte de afirmar la
inexistencia de los dioses; de este modo, los ateos pueden albergar cualquier número de creencias
espirituales. Por la misma razón, los ateos pueden sostener una amplia variedad de creencias
éticas, que van desde el universalismo moral del humanismo, que afirma que un mismo código
moral debiese aplicarse consistentemente a todos los humanos, hasta el nihilismo moral, que
sostiene que la moralidad carece de sentido.103
Filósofos como Slavoj Žižek,104 Alain de Botton105 y Alexander Bard y Jan Söderqvist106 han
defendido que los ateos debiesen recuperar la religión como un acto de resistencia contra el teísmo
y no permitir que la religión sea precisamente un injusto monopolio de los teístas.
Mandamientos divinos y ética
De acuerdo con el dilema de Eutifrón de Platón, el papel de los dioses en diferenciar lo bueno de lo
malvado es innecesario o arbitrario. El argumento de que la moral debe provenir de Dios y que no
puede existir sin un sabio creador se ha aplicado de modo persistente en el debate político, mas no
en el ámbito filosófico.107108 Se han considerado principios morales tales como «Matar es malo»
como leyes divinas que requieren un legislador y juez divino. Sin embargo, muchos ateos
argumentan que tratar legislativamente a la moralidad constituye una falsa analogía y que esta no
depende de un legislador de la misma manera que las leyes109 Friedrich Nietzsche defendió la
existencia de una moral independiente de las creencias teístas y afirmó que la moral basada en
Dios «posee verdad solo si Dios es verdadero: se mantiene o desploma junto a la creencia en
Dios».110111112
Existen sistemas éticos normativos que no requieren de principios o mandamientos dados por una
deidad. Entre ellos están la ética de las virtudes, el contrato social, la ética kantiana, el utilitarismo y
el objetivismo. Sam Harris ha propuesto que la prescripción moral (búsqueda de reglas éticas) no es
un asunto exclusivo de la filosofía, sino que también puede abordarse significativamente desde
la ciencia de la moral. No obstante, como cualquier cuerpo científico, debe responder a la crítica
encarnada por la falacia naturalista.113
Los filósofos Susan Neiman114 y Julian Baggini,115 entre otros, sostienen que comportarse
éticamente únicamente debido a un mandato divino no es una conducta ética auténtica, sino
meramente una obediencia ciega. Baggini arguye que el ateísmo es un fundamento superior para la
ética y afirma que es necesario un marco moral externo a imperativos religiosos para evaluar la
moralidad de los imperativos per se: ser capaz de discernir, por ejemplo, que «Debes robar» es
inmoral incluso cuando la religión propia lo ordena, y sostiene que los ateos, por tanto, tienen la
ventaja de estar más inclinados a realizar tales cuestionamientos éticos que los religiosos.116
El filósofo político contemporáneo inglés Martin Cohen ha ofrecido el ejemplo histórico del uso de
los mandatos bíblicos en favor de la tortura y la esclavitud como evidencia de que las órdenes
religiosas siguen las costumbres políticas y sociales, y no al revés; pero también observó que la
misma tendencia parece replicarse en los supuestamente fríos y objetivos filósofos.117 Cohen
explaya este argumento con más detalle en Filosofía política: desde Platón a Mao, donde
argumenta que el Corán desempeñó un papel en perpetuar los códigos sociales de principios del
siglo VII a pesar de los cambios posteriores en la sociedad seglar.118
Crítica de la religión
Algunos ateos prominentes, recientemente Christopher Hitchens, Daniel Dennett, Sam
Harris y Richard Dawkins, precedidos por pensadores como Bertrand Russell, Robert G.
Ingersoll, Voltaire y el novelista José Saramago, han criticado las religiones denunciando aspectos
nocivos de las prácticas y doctrinas religiosas.119
Karl Marx (1818-1883), teórico político y sociólogo prusiano
(Alemania).
Karl Marx escribió: «La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta
contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo
sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo. Se necesita la
abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse su
felicidad real. La exigencia de renunciar a las ilusiones sobre su condición es la exigencia de
renunciar a una condición que necesita de ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen,
la crítica del valle de lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión».120121 Según Marx, "a medida que
crece el socialismo, la religión desaparecerá" mediante "el desarrollo social, en el que la educación
debe jugar un papel”.122Por su parte, Vladimir Lenin dijo «cada idea religiosa y cada idea de Dios es
vileza indescriptible [...] del tipo más peligroso, 'contagio' de la clase más abominable. Millones de
pecados, acciones asquerosas, actos de violencia y contagios biológicos [...] son por lejos menos
peligrosos que la sutil y espiritual idea de Dios ataviado de los más inteligentes disfraces
ideológicos».123
Existe una correlación positiva entre el fundamentalismo religioso, la religión extrínseca (cuando se
fomenta la religión porque sirve a intereses ocultos),124 el autoritarismo, el dogmatismo y los
prejuicios.125 Sam Harris critica la dependencia de la religión occidental de la autoridad divina, que
ve como una guía hacia el autoritarismo y el dogmatismo.126 Se han utilizado estas razones junto a
hechos históricos, tales como las Cruzadas, la Santa Inquisición, la caza de brujas y los
numerosos atentados terroristas, como pruebas de los peligros de la religión y réplica a los
supuestos efectos positivos de la creencia en la religión.127 Los creyentes contraargumentan
diciendo que los regímenes que apoyaron al ateísmo, tales como la Unión Soviética, también fueron
culpables de asesinatos en masa.128129 En respuesta, ateos como Sam Harris y Richard Dawkins
han manifestado que las atrocidades de Stalin no fueron influenciados por su ateísmo, sino
el marxismo dogmático, y que si bien Stalin y Mao casualmente eran ateos, ellos no actuaron en el
nombre del ateísmo; a diferencia de las primeras, que fueron justificadas por la religión.130131
Véanse también: Crítica a la religión, Crítica al ateísmo, Ética laica y Moral laica.

Etimología
La palabra griega αθεοι (atheoi), tal y como aparece en
la Epístola a los efesios (2:12 Archivado el 13 de octubre de 2016 en Wayback Machine.) del
papiro 46 de comienzos del siglo III. Por lo general, traducida como «[aquellos] sin Dios».132
En la Antigua Grecia temprana, el adjetivo atheos (ἄθεος, del prefijo negativo ἀ- + θεός «dios»)
significaba «sin dios(es)». Fue usado al principio como un término censurador que
aproximadamente quería decir «malvado» o «impío». En el siglo V a. C., la palabra comenzó a
indicar una irreligiosidad más deliberada y activa en el sentido de «cortar lazos con los dioses» o
«negar a los dioses». Luego, el término ἀσεβής (asebēs) empezó a ser aplicado contra aquellos que
blasfemamente negaban o faltaban el respeto a los dioses locales, incluso si ellos creían en otros
dioses. Es por ello que las traducciones modernas de textos clásicos a veces
reproducen atheos como ateo. Como sustantivo abstracto, estaba también el
término ἀθεότης (atheotēs), «ateísmo». Cicerón transliteró la palabra griega por la latina átheos. Se
usó frecuentemente el término en el debate entre los primeros cristianos y los helenistas, cada lado
aplicándolo, en sentido peyorativo, al bando contrario.12
El término en inglés atheist (ateo, del francés athée), en el sentido de «aquel [...] que niega
existencia en Dios o dioses»,133 precede a atheism (ateísmo en inglés), hallándose su primer uso en
1566134 y luego en 1571.135 El uso de atheist como etiqueta de falta de religiosidad puede rastrearse
hasta 1577.136 Atheism proviene de la adopción del francés athéisme137 y aparece alrededor de
1587.138 Un trabajo anterior, de alrededor de 1534, usó el término atheonism (equivalente
a ateonismo).139140 Posteriormente surgieron palabras relacionadas: deist (deísta) en
1621,141 theist (teísta) en 1662,142 deism (deísmo) en 1675143 y theism (teísmo) en 1678.144 Desde el
comienzo deist y deism llevaron sus sentidos modernos. En cambio, el término theism se contrastó
con deism (teísmo y deísmo respectivamente).
Karen Armstrong escribe que «Durante los siglos XVI y XVII, la palabra “ateo” aún era reservada
exclusivamente para generar polémica. [...] El término “ateo” era un insulto. Nadie habría soñado
con llamarse a sí mismo ateo».145A mitad del siglo XVII se suponía todavía que era imposible no
creer en Dios;146ser ateo significaba no aceptar la concepción de lo divino de aquel momento.147
La palabra «ateísmo» fue empleada originalmente para describir una creencia autodeclarada en la
Europa de finales del siglo XVIII, que denotaba específicamente el descreimiento en el
dios monoteísta abrahámico.148 En el siglo XX, la globalización contribuyó a la expansión del término
para referirse al rechazo de todas las deidades, aunque es común en las sociedades occidentales
describirlo simplemente como la «no creencia en Dios [dios abrahámico]».149

Historia
Artículo principal: Historia del ateísmo

Si bien el término ateísmo se originó en Francia en el siglo XVI,137138 ideas que hoy pueden
reconocerse como ateas se documentan desde el periodo védico y la Antigüedad clásica. Graham
Oppy explica que:150
La negación de la existencia de dioses adorados en lugares particulares en momentos particulares a menudo
atraía acusaciones de "ateísmo" a pesar del hecho de que aquellos a quienes se dirigían las acusaciones
creían en otros dioses. Por ejemplo, muchos romanos llamaron "ateos" a los primeros cristianos porque esos
cristianos negaban la existencia de los dioses romanos; y, en las últimas etapas del imperio, muchos cristianos
llamaron a los paganos "ateos" porque esos paganos negaban la existencia del Dios cristiano.
Graham Oppy. Atheism: The Basics
Religión índica temprana
Se encuentran escuelas ateas en el pensamiento índico temprano y han existido desde los tiempos
de la religión védica.151Entre las seis escuelas ortodoxas de la filosofía hindú, el samkhya, la escuela
filosófica más antigua no acepta a Dios, y el mimamsá temprano también rechazó la noción de
Dios.152Este último no solo no aceptó a dios, sino que afirmó que la misma acción humana era
suficiente para crear las circunstancias necesarias para el goce de sus frutos.153El chárvaka, la
escuela filosófica antiteísta y completamente materialista que se originó en India sobre el
siglo VI a. C. es probablemente la escuela de filosofía más explícitamente atea de India, similar a
la escuela cirenaica griega. Esta rama de la filosofía india es clasificada como heterodoxa debido a
su rechazo a la autoridad de los Vedas y por tanto no es considerada parte de las seis escuelas
ortodoxas del hinduismo, pero es notable como evidencia de un movimiento materialista dentro del
hinduismo.154Chatterjee y Datta explican que nuestro entendimiento de la filosofía chárvaka es
fragmentaria, basado en gran medida sobre la crítica de sus ideas por otras escuelas y en que no
es una tradición viviente:
Aunque el materialismo en alguna forma u otra ha estado siempre presente en India, y referencias ocasionales
son encontradas en los Vedas, la literatura budista, las epopeyas, así como en las últimas obras filosóficas, no
encontramos ningún trabajo sistemático sobre el materialismo, ni ninguna escuela organizada de seguidores
como poseen otras escuelas filosóficas. Pero casi todos los trabajos de otras escuelas expusieron, para su
refutación, el punto de vista materialista. Nuestro conocimiento del materialismo índico es principalmente a
base de estos.155

Otras filosofías indias generalmente consideradas como ateas incluyen el samkhya clásico y
el purva mimamsá. El rechazo a un Dios persona y creador también se observa en el jainismo y en
el budismo de India.156
Antigüedad clásica

En la Apología de Platón, Sócrates (en la imagen) fue acusado


por Meleto de no creer en los dioses.
El ateísmo occidental tiene sus raíces en la filosofía griega presocrática, pero no surgió como una
visión del mundo declarada sino hasta finales de la Ilustración.157El filósofo griego Diágoras del
siglo V a. C. se le conoce como el «primer ateo»158y es señalado como tal en De natura
deorum por Cicerón.159 Los atomistas como Demócrito intentaron explicar el mundo de una manera
puramente materialista, sin hacer referencia a lo espiritual o lo místico. Critias consideró a la religión
como una invención humana usada para asustar a las personas con el fin de que siguieran órdenes
morales160 y Pródico también parece haber hecho declaraciones ateas en su obra. Filodemo relató
que Pródico creía en que «los dioses de la creencia popular no existen ni saben nada, pero el
hombre primitivo [deidificó por admiración] los frutos de la tierra y prácticamente todo lo que
contribuía a su existencia». En ocasiones se ha considerado ateo a Protágoras, pero realmente
sostuvo posturas agnósticas: «Con respecto a los dioses, no tengo medios para saber si existen o
no o qué clase de seres pueden ser. Muchas cosas previenen el conocimiento, incluyendo la
oscuridad del tema y la brevedad de la vida humana».161 En el siglo III a. C. los filósofos
griegos Teodoro el ateo159162y Estratón de Lámpsaco163no creían que existieran los dioses.
Los compatriotas de Sócrates (470-399 a. C.) lo asociaron con las tendencias de la filosofía
presocráticas hacia la investigación natural y el rechazo de las explicaciones divinas de los
fenómenos. Aunque esta impresión malinterpreta su pensamiento, así fue caracterizado en la
comedia Nubes de Aristófanes y luego fue acusado y ejecutado por impiedad y corromper a la
juventud. En el juicio Sócrates negó vehemente que fuese ateo y la academia contemporánea
provee pocas razones para dudar de esta declaración.164165

Epicuro, filósofo griego.


Evémero (c. 300 a. C.) publicó su idea de que los dioses solo eran las deificaciones de antiguos
gobernantes, conquistadores y fundadores del pasado y que sus cultos y religiones eran en esencia
la continuación de reinos desaparecidos y estructuras políticas pasadas.166 Aunque no era
estrictamente ateo, se le criticó posteriormente por haber «propagado el ateísmo en todo el mundo
habitado al arrasar a los dioses».167

Sexto Empírico, médico y filósofo griego.


Epicuro (341-270 a. C.) también fue un personaje importante en la historia del ateísmo. Apoyándose
en las ideas atomistas de Demócrito, abogó por una filosofía materialista según la cual el universo
está gobernado por leyes del azar sin ninguna necesidad de intervención divina
(véase indeterminismo). Aunque afirmó que las deidades existían, creía que eran indiferentes a la
existencia humana. El fin de los epicúreos era obtener la paz mental y un importante medio para
lograrlo era exponer el miedo a la ira divina como un sentimiento irracional. También negaban la
existencia después de la muerte y la necesidad de sentir miedo por los castigos del Hades.168 El
devoto seguidor de Epicuro, el poeta romano Lucrecio, citó el mito del sacrificio de Ifigenia a como
un ejemplo de los males de la religión, en contraste con la teología defendida por Epicuro.169
El filósofo romano Sexto Empírico (s. III) sostuvo que se debe suspender el juicio (epojé) acerca de
casi todas las creencias (una forma de escepticismo conocida como pirronismo), que no había nada
inherentemente malvado y la ataraxia («paz mental») es posible mediante la abstención del juicio.
La cantidad relativamente grande de sus obras sobrevivientes tuvo una influencia duradera en los
filósofos posteriores.170
El significado de «ateo» cambió a lo largo de la Antigüedad clásica. Los primeros cristianos fueron
etiquetados como ateos por los no cristianos a causa de su falta de fe en los dioses paganos.171
Durante el Imperio Romano, los cristianos fueron ejecutados por su negación de los dioses
romanos y el culto al emperador. Teodosio I en el año 381 convirtió al cristianismo en la religión
oficial del Imperio y la herejía se convirtió en un crimen punible.172
En filosofía china, el astrónomo, naturalista, filósofo Wang Chong de la dinastía Han (206 a C.-220 d
C.) desarrolló una explicación racional, secular, naturalista y mecanicista del mundo y de los seres
humanos y dio una explicación materialista del origen del universo en su obra principal fue
el Lunheng (論衡, "Ensayos críticos").173
Alta Edad Media y Renacimiento

Guillermo de Ockham (c. 1287-1347),


fraile franciscano y escolástico inglés.
Durante la Alta Edad Media, el mundo islámico experimentó una Edad de Oro. De la mano de
avances en la ciencia y filosofía, las tierras de Arabia y Persia produjeron francos racionalistas y
ateos, entre ellos Ibn al-Warraq (siglo IX), Ibn al-Rawandi (827–911), Al-Razi (854–925) y Al-
Maʿarri (973–1058). Al-Ma'arri enseñó que la religión es tan solo un «mito inventado por los
antiguos»174 y que hay personas «de dos clases: aquellas con cerebros, pero sin religión, y aquellas
con religión, pero sin cerebro».175 A pesar de haber sido escritores relativamente prolíficos, casi
ninguno de sus escritos sobrevivieron y los pocos que lo hicieron fue preservado en su mayoría a
través de citas y fragmentos en obras posteriores por apologéticos musulmanes en su intento por
refutarlos.176 Además, otros eruditos de la Edad de Oro se han asociado con el pensamiento
racionalista y el ateísmo, aunque la actual atmósfera intelectual del mundo islámico y la escasa
evidencia sobreviviente hace de este punto un objeto de debate.
La divulgación de puntos de vista ateos era rara en Europa durante la Alta Edad Media y la Edad
Media (véase Inquisición medieval), mientras que la metafísica y la teología eran los intereses
dominantes en lo concerniente a la religión.177 La iglesia católica fue hostil hacia doctrinas paganas
como las epicúreas o aristotélicas, típicas del averroísmo, las cuales sostenían la mortalidad del
alma o la inexistencia de otro mundo y, por lo tanto, incompatibles con la fe católica. La filosofía
aristotélica revisada por Tomás de Aquino, la cual la compatibiliza con el cristianismo, se convirtió
en la doctrina oficial de la Iglesia. Hubo, sin embargo, movimientos dentro de este período que
impulsaron concepciones heterodoxas del dios cristiano, incluidas diferentes consideraciones de la
naturaleza, trascendencia y cognoscibilidad de Dios. Individuos y grupos, tales como Juan Escoto
Eriúgena, David de Dinant, Amalrico de Bena y los Hermanos del libre espíritu mantuvieron puntos
de vista cristianos con tendencias panteístas.
El emperador Federico II fue un escéptico religioso hasta un punto inusual para su época. Se le
refirió como preámbulo Antichristi (predecesor del Anticristo).178 Fue excomulgado por el papa
Gregorio IX,179 quien le atribuye una visión de las religiones abrahámicas fundadas por "tres
impostores" (Jesús, Moisés y Mahoma).180 La heterodoxia religiosa de Federico llevó a la
especulación de que era ateo, sin embargo, esto es poco probable.179181 Por su supuesto
"epicureísmo" (paganismo), Federico II figura como miembro representativo de la sexta región
del Infierno de Dante, la de los herejes, que están condenados a yacer en flamígeros sepulcros
destapados.182 Otros personajes como Jacopo Fiammenghi, un monje italiano, sostuvo en 1299 que
"no había otro mundo, ni cielo ni infierno, sino solo este mundo"; y Thomas Tailour, confesó en 1491
haber enseñado “que cuando un hombre o una mujer muere en el cuerpo, también muere en el
alma; porque como se apaga la luz de una vela... así el alma se apaga con la muerte del cuerpo”.183
Nicolás de Cusa sostuvo una forma de fideísmo que llamó docta ignorantia («ignorancia
aprendida»), que afirma que Dios está más allá de toda categorización humana y por tanto su
conocimiento se limita a la conjetura. Guillermo de Ockham inspiró tendencias antimetafísicas con
su limitación nominalista del conocimiento humano a objetos concretos y afirmó que
la esencia divina no puede ser aprehendida por el intelecto humano, ya sea racional o
intuitivamente. Los seguidores de Ockham, como Juan de Mirecourt y Nicolás de
Autrecour promovieron esta epistemología. La división resultante entre la fe y la razón influyó
posteriormente a teólogos radicales y reformistas como John Wycliffe, Jan Hus y Martín Lutero.177
El Renacimiento desempeñó un gran papel en ampliar el ámbito del librepensamiento y la
investigación escéptica. Individuos como Leonardo da Vinci buscaron la experimentación como
medio de explicación y se opusieron a los argumentos de autoridad religiosa. La obra De rerum
natura del epicúreo Lucrecio, donde expresa los principios del atomismo, fue redescubierta en
enero de 1417 por Poggio Bracciolini y era bien conocida durante el Renacimiento.183184185 Otros
críticos de la religión y la Iglesia durante este tiempo incluyen a Erasmo de Róterdam, Nicolás
Maquiavelo, Bonaventure des Périers, Michel de Montaigne y François Rabelais.170
Edad Moderna
Baruch Spinoza (1632-1677), una de las principales figuras
del racionalismo y predecesor influyente de la Ilustración.186 Identificó a la filosofía y la ciencia
como los medios para descubrir y experimentar a Dios, en lugar del asombro y la sumisión
reverencial. Señaló que las últimas solo originan a la superstición y la subordinación ciega a las
autoridades eclesiásticas; mientras que las primeras conducen a la iluminación, la libertad y la
bienaventuranza verdadera (la paz mental).187
El historiador Geoffrey Blainey escribió que la Reforma Protestante allanó el camino para la crítica
atea a la autoridad de la Iglesia católica, quien a su vez «discretamente inspiró a otros pensadores
para que atacaran la autoridad de las nuevas iglesias protestantes».188El deísmo ganó influencia
en Francia, Prusia e Inglaterra. El filósofo Baruch Spinoza fue «probablemente el primer
autoproclamado “semiateo” conocido en el mundo cristiano de la edad moderna» de acuerdo con
Blainey. Spinoza creía que las leyes de la naturaleza explicaban el funcionamiento del universo y en
1661 publicó su Tratado breve sobre Dios, el hombre y la felicidad.189
La crítica al cristianismo se volvió cada vez más frecuente durante los siglos XVII y XVIII,
especialmente en Francia e Inglaterra, donde al parecer existió malestar religioso según fuentes de
la época. Algunos pensadores protestantes, como Thomas Hobbes, defendieron una
filosofía materialista y el escepticismo hacia los sucesos sobrenaturales, mientras que Spinoza
rechazó a la divina providencia en favor de un naturalismo panenteísta. A fines del siglo XVII, se
apoyó abiertamente el deísmo por parte de intelectuales como John Toland, quien acuñó el término
«panteísta».190
El primer ateo explícito conocido fue el crítico de la religión alemán Matthias Knutzen a través de
sus tres escritos de 1674.191 Fue seguido por otros dos escritores: el filósofo exjesuita
polaco Kazimierz Łyszczyński y, en los años 1720, el sacerdote francés Jean Meslier.192 Con el paso
al siglo XVIII, destacaron nuevos pensadores abiertamente ateos, como el barón
d'Holbach, Jacques-André Naigeon y otros materialistas franceses.193 John Locke en contraste,
aunque defensor de la tolerancia, exhortaba a las autoridades a no tolerar el ateísmo, pues creía
que la negación de la existencia de Dios socavaría el orden social y conduciría al caos.194
David Hume desarrolló una epistemología escéptica basada en el empirismo y la filosofía
de Immanuel Kant cuestionó fuertemente siquiera la posibilidad de obtener conocimiento metafísico.
Ambos filósofos objetaron los cimientos de la teología natural y criticaron los argumentos clásicos
de la existencia de Dios.
La esencia del cristianismo (1841) de Ludwig Feuerbach sería
una gran influencia para filósofos como Friedrich Engels, Marx, David Strauss, Nietzsche y
Stirner. Feuerbach consideró a Dios un invento humano y a las actividades religiosas una forma
de satisfacción de deseos. Gracias a esta obra se le considera el padre de la antropología de la

religión moderna. Voltaire (1694-1778), escritor y filósofo


francés del Siglo de las Luces. Criticó los abusos de poder de la Iglesia católica y abogó por
la libertad de culto, la libertad de expresión y la separación Iglesia-Estado.195
Blainey notó que si bien se reconoce ampliamente la gran contribución de Voltaire al pensamiento
ateo de la Revolución francesa, el filósofo francés consideraba que el temor a Dios desalentaba
mayores disturbios, en sus palabras «Si dios no existiera, sería necesario inventarlo».196
En Reflexiones sobre la Revolución francesa (1790), el filósofo Edmund Burke denunció al ateísmo
de ser una «camarilla literaria» que había «formado hace algunos años una especie de plan regular
para destruir la religión cristiana. Persiguieron esta meta con un grado de fervor que hasta ahora
solo se ha descubierto por los propaladores de cierto sistema de devoción. [...] Estos padres del
ateísmo tienen un fanatismo propio». No obstante, Burke afirmó que «el hombre es por constitución
un animal religioso» y «el ateísmo está en contra no solo de nuestra razón, sino de nuestros
instintos; y [...] no puede prevalecer por mucho».197
El barón d'Holbach fue una figura prominente de la Ilustración francesa y se le recuerda
principalmente por su ateísmo y sus voluminosos escritos contra la religión, de los cuales el más
famoso fue Système de la Nature (1770) y en menor medida Le christianisme dévoilé. D'Holbac
afirmó que "todos los niños nacen ateos; no tienen idea de Dios".198
También es importante la figura de Jean Meslier, sacerdote católico de la parroquia
de Étrépigny (cerca de Mézières, Ardenas, Francia). Después de haber trabajado durante unos 40
años con diligencia e insospechable apariencia de fe, al morir en 1729 dejó dos sorprendentes
cartas y una gran obra de cerca de 3500 páginas impresas con argumentos contra la existencia de
Dios, que fueron posteriormente publicados por Voltaire en 1762.199
Una de las metas de la Revolución francesa fue la reestructuración y la subordinación del clero con
respecto al Estado a través de la Constitución civil del clero. Los intentos por hacerla cumplir
llevaron a violencia anticlerical y la expulsión de muchos clérigos de Francia, lo que se prolongó
hasta la Reacción de Termidor. El grupo radical de los jacobinos tomó el poder por la fuerza en
1793, lo que inauguró el Reino del Terror. Los jacobinos eran deístas e introdujeron el Culto del ser
supremo como la nueva religión de estado en reemplazo al catolicismo. Algunos ateos seguidores
de Jacques Hébert buscaron establecer en su lugar un Culto de la razón, una forma
de pseudorreligión atea con una diosa que personificaba a la razón. El periodo
napoleónico prosiguió la institucionalización de la secularización de la sociedad francesa y expandió
la revolución hasta el norte de Italia, con la esperanza de crear repúblicas influenciables.

La necesidad del ateísmo de Percy Bysshe Shelley (1811).


El poeta Percy Shelley, fue un defensor del ateísmo a principios del siglo XIX en Inglaterra,
escribiendo panfletos transguesores para la época contra la existencia de Dios. Entre estos: The
Necessity of Atheism (1811) y A Refutation of Deism (1814), donde arguye contra el argumento del
diseño y la analogía del relojero.200
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el ateísmo alcanzó protagonismo bajo la influencia de
filósofos racionalistas y librepensadores. Muchos filósofos alemanes prominentes de esta época
negaron la existencia de deidades y fueron críticos de la religión, tales como Ludwig
Feuerbach, Arthur Schopenhauer, Max Stirner, Karl Marx y Friedrich Nietzsche.201
G.J. Holyoake fue la última persona (1842) en ser encarcelada en Gran Bretaña debido a creencias
ateas.202 Stephen Law afirma que Holyoake "acuñó originalmente el término 'secularismo'".203
Desde 1900

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